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Antes de entrar en el desarrollo propiamente del capítulo, se procederá a definir una serie de con-
ceptos que irán apareciendo posteriormente a lo largo del texto. Ello permitirá una mejor
comprensión del resto del texto por parte del lector y, así mismo, sirve también de pequeña introduc-
ción, puesto que este conjunto de definiciones resume, de alguna manera, gran parte del contenido
del tema y ayuda a centrarse en el mismo.
2.1. DEFINICIONES
Las definiciones que se dan a continuación se han extraido, básicamente, del R.D. 374/2001 (sobre
la protección de la salud y seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los
agentes químicos durante el trabajo) y del “Documento sobre límites de exposición profesional para
agentes químicos en España 2003”, editado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo.
Agente Químico: Todo elemento o compuesto químico, por sí solo o mezclado, tal como se pre-
senta en estado natural o es producido, utilizado o vertido, incluido el vertido como residuo, en una
actividad laboral, se haya elaborado o no de modo intencional y se haya comercializado o no.
Actividad con agentes químicos: todo trabajo en el que se utilicen agentes químicos, o esté pre-
visto utilizarlos, en cualquier proceso, incluidos la producción, la manipulación, el almacenamiento,
el transporte o la evacuación y el tratamiento, o en que se produzcan como resultado de dicho
trabajo.
Agente químico peligroso: Agente químico que puede representar un riesgo para la seguridad y
salud de los trabajadores debido a sus propiedades fisicoquímicas, químicas o toxicológicas y a la
forma en que se utiliza o se halla presente en el lugar de trabajo. Dicho de otra forma, se trata de
aquellos productos químicos que, bien sea por ellos mismos o bien porque sean susceptibles de for-
mar nuevas sustancias, sean capaces de perjudicar a la salud de las personas o causar daños al
reaccionar violentamente con otras sustancias.
Puesto de trabajo: Con este término se hace referencia tanto al conjunto de actividades que están
encomendadas a un trabajador concreto como al espacio físico en que éste desarrolla su trabajo.
Zona de respiración: El espacio alrededor de la cara del trabajador del que éste toma el aire que
respira. Con fines técnicos, una definición más precisa es la siguiente: semiesfera de 0,3 m de radio
que se extiende por delante de la cara del trabajador, cuyo centro se localiza en el punto medio del
segmento imaginario que une ambos oídos y cuya base está constituida por el plano que contiene
dicho segmento, la parte más alta de la cabeza y la laringe.
Valores límite ambientales (VLA): Valores límite de referencia para las concentraciones de los
agentes químicos en la zona de respiración de un trabajador. Son valores de referencia para las con-
centraciones de los agentes químicos en el aire, y representan condiciones a las cuales se cree,
basándose en los conocimientos actuales, que la mayoría de los trabajadores pueden estar expues-
tos día tras día, durante toda su vida laboral, sin sufrir efectos adversos para su salud.
Período de referencia: Período especificado de tiempo, establecido para el valor límite de un deter-
minado agente químico. El período de referencia para el límite de larga duración es habitualmente
de 8 horas, y para el límite de corta duración, de 15 minutos.
Productos intermedios: Las sustancias formadas durante las reacciones químicas y que se trans-
forman y desaparecen antes del final de la reacción o del proceso.
Subproductos: Las sustancias que se forman durante las reacciones químicas y que permanecen
al final de la reacción o del proceso.
Vigilancia de la salud: El examen de cada trabajador para determinar su estado de salud, en rela-
ción con la exposición a agentes químicos específicos en el trabajo.
Indicador Biológico (IB): Parámetro apropiado en un medio biológico del trabajador, que se mide
en un momento determinado, y está asociado, directa o indirectamente, con la exposición global, es
decir, por todas las vías de entrada, a un agente químico. Como medios biológicos se utilizan el aire
exhalado, la orina, la sangre y otros. Según cuál sea el parámetro, el medio en que se mida y el
momento de la toma de muestra, la medida puede indicar la intensidad de una exposición reciente,
la exposición promedio diaria o la cantidad total del agente acumulada en el organismo, es decir, la
carga corporal total.
Indicador Biológico de dosis: Parámetro que mide la concentración del agente químico o de
alguno de sus metabolitos en un medio biológico del trabajador expuesto.
Indicador Biológico de efecto: Parámetro que puede identificar alteraciones bioquímicas reversi-
bles, inducidas de modo característico por el agente químico al que está expuesto el trabajador.
Valor límite biológico: Límite de concentración, en el medio biológico adecuado, del agente quí-
mico o de uno de sus metabolitos o de otro indicador biológico directa o indirectamente relacionado
con los efectos de la exposición del trabajador al agente en cuestión.
Si la contaminación química es aquella producida por agentes químicos, los riesgos de la misma
estarán asociados a la presencia y manipulación de agentes (productos) químicos que pueden ser
peligrosos. Por tanto, la tipología de la contaminación química vendrá definida por los peligros aso-
ciados a esos productos químicos. Desde este punto de vista, los productos químicos pueden
presentar una o varias de las características que se detallan a continuación:
Los agentes químicos peligrosos pueden presentar una o varias de estas características:
La peligrosidad de cada sustancia depende también de sus propiedades físicas, como son el estado
físico de la materia, punto de fusión y ebullición, presión de vapor, conductividad eléctrica, etc. De
ahí que, dentro de este apartado, se haya introducido un subapartado donde se comentan algunas
propiedades de los productos químicos que pueden incidir sobre su peligrosidad. Así mismo, con
objeto de poder asociar de manera fácil cada producto químico con su nivel de peligrosidad, se ha
introducido otro subapartado donde los productos químicos se agrupan por familias, lo cual hace
que sea más fácilmente reconocible su nivel de peligrosidad.
2.2.2. PROPIEDADES
Color ("colour"): El color, o la ausencia de éste, es una característica propia de cada producto. La
variación de color está asociada a la presencia de sustancias contaminantes o a la descomposición
del producto.
Densidad ("density"): La densidad es una medida de la masa en relación con el volumen y es una
característica de cada sustancia a una temperatura determinada. Por lo general, la densidad de un
producto disminuye al aumentar la temperatura, aunque existen algunos productos que se desvían
de este comportamiento. Evidentemente, un producto muy denso puede concentrar una gran masa
en muy poco volumen y al revés. La densidad de los compuestos orgánicos suele ser siempre infe-
rior a la del agua.
Viscosidad ("viscosity"): La viscosidad es una medida de la resistencia que ofrece una sustancia
a fluir. Esta propiedad varía bastante con la temperatura. Para los líquidos, disminuye considerable-
mente al aumentar la temperatura, mientras que, en los gases, aumenta al aumentar la temperatura.
Es evidente que la viscosidad es una propiedad a tener en cuenta en todo lo que hace referencia al
transporte y trasvase de fluidos. Se expresa en centipoises (cP). El agua sirve de patrón y tiene una
viscosidad de 1 cP a 20°C. Los hidrocarburos, como el hexano, tienen una viscosidad baja (0,4 cP),
mientras que los aceites tienen una viscosidad elevada (puede llegar hasta 1000 cP).
Presión de vapor ("vapour pressure"): Es una medida de la capacidad de las sustancias para
vaporizarse. Es la presión característica de un vapor en equilibrio con su forma líquida a una tempe-
ratura dada. Normalmente se expresa en milímetros de mercurio (mm de Hg), en unidades del
sistema internacional se expresa en kPa. El agua tiene, a 20°C, una presión de vapor de 17,5 mm
Hg. Las combustiones se producen en fase gas, por tanto, una substancia que sea inflamable y con
presión de vapor relativamente alta puede ser muy peligrosa.
Punto de fusión ("melting point") o punto de congelación ("freezing point"): El punto de fusión
o de congelación de una sustancia es la temperatura a la cual tiene lugar el cambio de estado de
líquido a sólido o a la inversa. La temperatura de fusión o de congelación para el agua es de 0°C a la
presión de 1 atmósfera. Este parámetro varía poco con la presión.
Punto de ebullición ("boiling point"): El punto de ebullición es la temperatura a la cual tiene lugar
el cambio de estado de líquido a vapor. El punto de ebullición será tanto más bajo cuanto mayor sea
la presión de vapor. El punto de ebullición para el agua es de 100°C a la presión de 1 atmósfera.
los riesgos que más accidentes provoca y, por lo tanto, hay que manipular estos productos con las
debidas medidas de prevención.
Temperatura de ignición (“fire point”): Es la temperatura mínima requerida para iniciar una com-
bustión continua y sostenida de un material, es decir, la temperatura por encima de la cual puede
continuar quemando una vez producida la ignición. El fire point es superior al flash point.
Límites de inflamabilidad ("flammability limits or range"): Son los valores límites de la concen-
tración de producto entre los que es posible la ignición a una temperatura dada. Estos valores son
característicos para cada sustancia, y pueden ser muy variables de unas sustancias a otras. La
Figura-2.1 muestra un diagrama donde se indica la zona de inflamabilidad.
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En la actualidad hay una gran cantidad de productos químicos conocidos. Dentro de esta gran varie-
dad de productos hay varios que, por sus propiedades físicas y químicas, pueden ser tratados de
manera similar, y se pueden agrupar en familias:
Los alcoholes son muy inflamables y bastante volátiles a diferencia de los glicoles. Los alcoholes
son muy susceptibles de contaminarse, especialmente el etanol. Ello implica extremar la limpieza de
los recipientes y tuberías utilizados en el manejo de estos productos. Ej.: Etanol, Monoetilenglicol,
Metanol, Alcohol isopropílico (IPA).
Estos productos son muy corrosivos y atacan al acero al carbono, por lo cual hay que almacenarlos
y manipularlos en instalaciones de acero inoxidable o en tanques con revestimientos especiales.
Cuando se manipulen estos compuestos será necesario utilizar el equipo de protección personal
adecuado para evitar cualquier contacto con la piel. El fenol, aunque propiamente es un alcohol, se
puede incluir en este grupo debido a sus características ácidas, puesto que es un producto corrosivo
y, sobre todo, muy tóxico, tanto por ingestión como por contacto con la piel, por lo que no debe
manipularse sin disponer del equipo de protección personal, etc. Ej.: ácido sulfúrico, ácido acético.
Aminas (R N R')
R „‟
Estos productos tienen tendencia a colorearse en presencia de oxígeno, por lo cual se almacenan
con atmósfera de nitrógeno. Son viscosos y además congelan por lo cual habrán de manipularse
con tuberías calorifugadas y en ocasiones bombearlos con bombas especiales. Hay algunas ami-
nas, como la dietilamina, que presentan riesgos adicionales de inflamabilidad, corrosividad y/o
toxicidad en grado elevado. Ej.: Monoetanolamina (MEA), Dietanolamina (DEA), Trietanolamina
(TEA).
Todos estos productos son tóxicos y volátiles por lo cual deben tomarse las medidas de protección
personal adecuadas que protejan de un posible contacto con la piel y las vías respiratorias. Su des-
composición puede dar lugar a productos muy peligrosos. Excepto el cloruro de metileno y el
cloroformo, el resto son además productos inflamables o muy inflamables. Ej.: Dicloroetano, Triclo-
roetano, Epiclorhidrina, Cloruro de metileno, Cloroformo.
Ésteres (R-COO-R')
Están incluidos en este grupo productos con propiedades muy diversas. Los ftalatos son productos
poco peligrosos y no requieren atenciones especiales. Los acrilatos, sin embargo, son productos
tóxicos con un olor muy persistente y desagradable, por lo cual será necesario un equipo de protec-
ción personal adecuado que proteja las vías respiratorias y de un posible contacto con la piel.
Además los acrilatos son, junto con los acetatos, inflamables o muy inflamables, y bastante o muy
volátiles. Finalmente, los acrilatos presentan también riesgo de polimerización. Ej.: Acetato de vinilo
monómero (VAM), Acetato de etilo, Acetato de butilo, Acetato de iso-butilo, Acrilato de butilo, Acrilato
de etilo, Di-butil ftalato (DBP), Di-isobutil ftalato (DIBP), Di-octil ftalato (DOP).
Son productos moderadamente tóxicos, sin otro tipo de peligrosidad adicional. Ej.: Butiglicol,
Etilglicol.
Hidrocarburos (R-H)
Todos estos productos son inmiscibles con agua e inflamables en mayor o menor grado. Los produc-
tos más ligeros como el hexano son, además, muy volátiles. Son malos conductores de la
electricidad, lo que significa que pueden acumular carga estática con peligro de salto de chispas.
Ej.: Hexano, Heptano, Tolueno, Xileno, Estireno monómero, Decano.
Cetonas (R-CO-R')
Todos ellos se caracterizan por un olor fuerte y penetrante fácilmente detectable. Son muy volátiles y
muy inflamables. Ej.: Acetona, Metil etil cetona (MEK), Metil iso-butil cetona (MIBK).
Estos productos no son prácticamente peligrosos pero tienen la propiedad de ser muy viscosos, por
lo cual es necesario manejarlos en tuberías calorifugadas y, en ocasiones, utilizar bombas especia-
les. Se oxidan fácilmente consumiendo oxígeno; por ello hay que tomar precauciones, por ejemplo,
antes de entrar en un tanque en que se hayan almacenado dado el peligro de asfixia. Los alcoholes
grasos son productos sensibles a colorearse en presencia de oxígeno, por lo cual requieren ser
almacenados en tanques con atmósfera de nitrógeno. Ej.: Aceites lubricantes, Aceites vegetales y
animales, Grasas y sebos, Alcoholes grasos.
Nitrilos (R C N)
Son productos inflamables y muy inflamables respectivamente. Ambos son muy tóxicos y se des-
componen fácilmente desprendiento ácido cianhídrico, debiendo manipularse con especial atención
y medidas de prevención. Ej.: Acetona cianhidrina (ACH), Acrilonitrilo.
Para conocer el riesgo asociado a los agentes químicos, es necesario identificar bien cada
sustancia.
Los distintos agentes químicos tienen asignados diferentes códigos y números que permiten su
identificación:
Teniendo en cuenta los peligros que pueden presentar los agentes químicos, la CE ha establecido
unas categorías de peligro donde se pueden incluir los distintos productos químicos. Estas catego-
rías son las siguientes:
C Corrosivo
E Explosivo
F Fácilmente inflamable
F+ Extremadamente inflamable
N Peligroso para el medio ambiente
O Comburente
T Tóxico
T+ Muy tóxico
Xi Irritante
Xn Nocivo
2.3.3. ETIQUETADO
Todo recipiente que contenga un producto químico peligroso debe llevar, obligatoriamente, una eti-
queta bien visible en su envase que contenga el nombre de la sustancia, los datos del fabricante y
los símbolos e indicaciones de peligro para destacar los riesgos principales, incluyendo los pictogra-
mas de peligro y las frases R y S.
Todos los pictogramas tienen fondo naranja con la letra distintiva de la categoría y distintos símbolos
en negro en función del tipo de producto. Estos símbolos son los siguientes:
C Corrosivo: gotas que caen desde una probeta sobre una placa y desde otra probeta sobre
una mano.
E Explosivo: bomba explotando.
F Fácilmente inflamable: llama.
Xn Nocivo: aspa.
Como se ha indicado anteriormente, además de los pictogramas, las etiquetas deben incorporar:
Frases R
Frases S
Frases R
También se utilizan combinaciones de varias frases, que indican que se dan varios riesgos a la vez.
Por ejemplo, R26/R27 indicaría que se trata a la vez de un producto muy tóxico por inhalación y muy
tóxico en contacto con la piel.
Frases S
También se utilizan combinaciones de varias frases, que indican que se deben tomar varias precau-
ciones a la vez. Por ejemplo, S3/S7 indicaría: Consérvese en lugar fresco y Manténgase el
recipiente bien cerrado.
Existen diversos modelos de fichas de seguridad como las “International Chemical Safety Cards”
(Fichas Internacionales de Seguridad Química), las Fichas de Datos de Seguridad (FDS), etc. Aquí
se va a hacer énfasis en estas últimas, puesto que son las que se suelen manejar en los lugares de
trabajo.
Lo primero que hay que decir acerca de las FDS es que el fabricante las debe suministrar obligato-
riamente la primera vez que se adquiere un producto.
4. Primeros auxilios.
Primeras actuaciones a realizar en caso de accidente. Por ejemplo, lavar con agua en caso
de contacto con la piel, etc.
5. Medidas de lucha contra incendios.
Medios de extinción adecuados, medios de extinción que no deben utilizarse, etc.
6. Medidas a tomar en caso de vertido accidental.
Medidas de precaución que deben tomar las personas.
Indicación de absorbentes adecuados para reoger el derrame.
7. Manipulación y almacenamiento.
Precauciones especiales cuando se maneje este producto.
Características de los lugares de almacenamiento.
8. Controles de exposición/protección personal.
Valores límite ambientales.
Clasificación del producto según los códigos ADR, RID, IMDG, IATA. Instrucciones especiales
para envasado, embalado, etc.
Además de las categorías de peligro establecidas por la CE, existen otras clasificaciones para las
sustancias peligrosas. En este sentido, cabe destacar la clasificación de los productos peligrosos
establecida por las Naciones Unidas (NU) y que hace referencia sobre todo al transporte. Existen
cuatro códigos con algunas diferencias entre ellos pero, en líneas generales son muy parecidos:
ADR (transporte por carretera), RID (transporte por ferrocarril), IMDG (transporte marítimo), IATA
(transporte aéreo). En este caso, los productos se dividen por clases y, cada clase tiene sus etique-
tas correspondientes.
Por ejemplo, en el caso del código ADR, se establecen las siguientes clases:
Clase 1. Materias y objetos explosivos: Se denomina así a las materias sólidas o líquidas (o mez-
clas de materias) que por reacción química pueden emitir gases a una temperatura, presión y
velocidad tales que puedan originar daños para su entorno. En las materias explosivas se incluyen
las pirotécnicas.
División 1.1. Materias y objetos que presentan riesgo de explosión de toda la masa.
División 1.2. Materias y objetos que presentan riesgo de proyección, pero no riesgo de
explosión de toda la masa.
División 1.3. Materias y objetos que presentan riesgo de incendio con ligero riesgo de que se
produzcan pequeños efectos de llama o de proyección, o ambos efectos, pero no un riesgo
de explosión de toda la masa.
División 1.4. Materias y objetos que no presentan riesgo significativo, sólo pequeño riesgo
de explosión en caso de incendio.
División 1.5. Materias muy poco sensibles que presentan riesgo de explosión en masa.
División 1.6. Objetos extremadamente poco sensibles que no supongan riesgo de explosión
en masa.
Clase 2. Gases comprimidos licuados o disueltos a presión: Las materias de esta clase incluyen
gases comprimidos, gases licuados, gases licuados refrigerados y también aerosoles y cartuchos
de gases.
Clase 3. Materias líquidas inflamables: Entran dentro de esta clase aquellas materias que se
encuentren en estado líquido a una temperatura máxima de 20°C, que tengan, a 50°C, una presión
de vapor de 300 kPa (3 bar) como máximo o que tengan un punto de inflamación máximo de 61°C.
Clase 4.3. Materias que, al contacto con el agua, desprenden gases inflamables.
Clase 5.1. Materias comburentes: Se denomina comburentes a aquellas sustancias capaces de libe-
rar oxígeno, provocar una combustión o contribuir a intensificarla. Pueden reaccionar violentamente
en presencia de cantidades muy pequeñas de compuestos tales como ácidos, óxidos metálicos y
aminas.
Clase 5.2. Peróxidos orgánicos: Los peróxidos orgánicos son sustancias orgánicas que contienen
la estructura bivalente -O-O- y pueden ser consideradas como derivados del peróxido de hidrógeno,
en el cual uno o dos de los átomos de hidrógeno son sustituidos por radicales orgánicos. Se carac-
terizan por ser térmicamente inestables, capaces de autoacelerar su descomposición y presentar
alguna o varias de esta propiedades: susceptibles de explotar por descomposición, arder con rapi-
dez, sensibles al impacto o fricción, reaccionar peligrosamente con otras sustancias, causar daños a
los ojos, ser corrosivos para la piel
Clase 6.1. Materias Tóxicas: Se entiende por tales, aquellas sustancias que pueden causar la muerte
o pueden producir efectos gravemente perjudiciales para la salud del ser humano si se las ingiere o
las inhala o si entran en contacto con la piel. El grado de toxicidad se fija en función de la informa-
ción dada en la Tabla 2.1.
Clase 6.2. Materias infecciosas: Son sustancias susceptibles de causar enfermedades a personas y
animales. Las materias de esta clase se habrán de clasificar, según el estado actual de los conoci-
mientos científicos, en uno de los siguientes grupos de riesgo:
Grupo de riesgo 4: agente patógeno que provoca generalmente una enfermedad humana o animal
grave y que se transmite fácilmente de un ser a otro, directa o indirectamente, y contra el cual no se
dispone por lo general ni de tratamiento ni de profilaxis eficaces, es decir, que representa un riesgo
elevado para cada individuo y para la colectividad.
Grupo de riesgo 3: agente patógeno que provoca generalmente una enfermedad humana o animal
grave pero que, en principio, no se transmite de un inedividuo contaminado a otro, y contra el cual se
dispone de un tratamiento y de una profilaxis eficaces, es decir, que representa un riesgo elevado
para cada individuo y un riesgo escaso para la colectividad.
Grupo de riesgo 2: agente patógeno que puede provocar una enfermedad humana o animal pero
que, en principio, no constituye un grave peligro y contra el cual, aunque sea capaz de provocar una
infección grave a la exposición, existen medidas eficaces de tratamiento y de profilaxis, de modo
que el riesgo de propagación de la infección es limitado, es decir, que representa un riesgo mode-
rado para el individuo y un riesgo escaso para la colectividad.
Clase 7. Materias radiactivas: Son las que contienen radionucleidos y que pueden emitir
radiaciones.
Clase 8. Materias Corrosivas: Son materias capaces de causar lesiones más o menos graves en los
tejidos vivos y deteriorar otras mercancías o causar desperfectos en las instalaciones. Debe tenerse
en cuenta que algunas de estas mercancías pueden desprender vapores tóxicos cuando son
sometidas a altas temperaturas y otras son suficientemente volátiles para afectar a las vías respira-
torias y a los ojos. Se incluyen también las materias que sólo producen un líquido corrosivo al
entrar en contacto con el agua o que, con la humedad natural del aire, producen vapores o neblinas
corrosivos. Las materias de esta clase deben asignarse a uno de los siguientes grupos según su
peligrosidad:
a) Muy corrosivas: materias que provocan una destrucción del tejido cutáneo en todo su
espesor, a lo largo de un período de observación de 60 minutos iniciado inmediatamente
después del período de aplicación de tres minutos o menos.
b) Corrosivas: materias que provocan una destrucción del tejido cutáneo en todo su espesor, a
lo largo de un período de observación de 14 días iniciado inmediatamente después del
período de aplicación de más de tres minutos, pero como máximo de 60 minutos.
c) Grado de corrosividad menor: materias que provocan una destrucción del tejido cutáneo en
todo su espesor, a lo largo de un período de observación de 14 días iniciado
inmediatamente después del período de aplicación de más de 60 minutos, pero como
máximo de 4 horas.
Clase 9. Materias y objetos peligrosos diversos: Materias que supongan un peligro diferente de los
que contemplan las restantes clases (amianto, pilas, algunos polímeros, etc.).
El ADR establece también el sistema de etiquetado, de manera que todos los bultos, envases, etc.
que contengan materias peligrosas deberán llevar etiquetas no inferiores a 100 mm. x 100 mm.,
excepto cuando el tamaño del bulto requiera de etiquetas más pequeñas. Deberán advertir del
correspondiente peligro. Las etiquetas estarán dispuestas en forma de rombo y el número de la
Clase figura en el ángulo inferior.
Etiqueta Nº 4.3: Clase 4.3. Peligro de emanación de gas inflamable al contacto con el agua.
Llama negra o blanca sobre fondo azul.
Etiqueta Nº 9: Clase 9. Materias y objetos diversos que pueden suponer un riesgo distinto de los
que se señalan en las otras clases.
Fondo blanco con siete bandas verticales negras en la mitad superior y el número 9 en pequeño
y subrayado en el ángulo inferior.
Así mismo, las cisternas que transportan sustancias peligrosas deberán llevar paneles homologados
(40 cm de ancho y 30 cm de alto) de color naranja reflectantes, con números negros de identifica-
ción UN de la sustancia (parte de abajo del panel) y del peligro (parte de arriba del panel), de
acuerdo con el producto a transportar. Cuando la unidad transporte un solo producto deberá llevar
un panel en la parte delantera y otro en la trasera.
Los números de identificación de peligro, es decir, las cifras que se emplean para codificar los distin-
tos riesgos son:
0 Ausencia de peligro
1 Materias posiblemente explosivas
2 Gases
3 Líquidos inflamables
4 Sólidos inflamables
5 Comburentes o peróxidos
6 Materias tóxicas
7 Materias radioactivas
8 Materias corrosivas
9 Peligro de fuerte reacción resultado de la descomposición espontánea o de polimerización
X Precede al código de riesgo cuando se prohibe el agua como medio de extinción
El número de identificación de peligro consta de dos cifras o más: la primera de ellas indica el peli-
gro principal y las demás los peligros subsidiarios. Dos cifras iguales indican intensificación del
peligro principal.
Es evidente la necesidad de evaluar el riesgo químico en cada puesto de trabajo. Para ello, habrá
que conocer los productos químicos presentes y sus concentraciones y compararlas con valores
límite. Estos aspectos serán precisamente los que se van a desarrollar en este apartado.
El primer paso será determinar si existen agentes químicos peligrosos en el lugar de trabajo. A partir
de ahí, habrá que evaluar los riesgos para la salud y seguridad de los trabajadores que esos riesgos
representan. La evaluación deberá documentarse de acuerdo con lo establecido en la normativa
correspondiente y siguiendo los procedimientos establecidos. Esta evaluación implica:
1. Conocer las propiedades de esos productos, por ejemplo, a través de las fichas de
seguridad o cualquier otra fuente de información.
2. Saber en que estado físico se encuentran: sólido, polvo, líquido o vapor.
3. Conocer las cantidades utilizadas o almacenadas de los agentes químicos. Evaluar la
magnitud de la exposición.
4. Conocer el tipo, nivel y duración de la exposición de los trabajadores a los agentes químicos.
Ello implica detectar no sólo cantidades considerables de productos químicos sino también
pequeñas cantidades, piénsese que la exposición cuando hay grandes fugas es fácil de
detectar y se toman medidas rápidamente. El problema radica en detectar pequeñas fugas y
exposiciones continuas que, a lo largo de una vida laboral, pueden producir grandes daños.
En grandes plantas donde se manejan bastantes productos peligrosos y en cantidades
considerables, no es fácil.
5. Conocer la vía a través de la cual los tóxicos entran en los organismos vivos. La exposición a
un producto tóxico puede producirse por: ingestión, inhalación, inyección a través de la piel
(cortes) y absorción a través de la piel.
6. Conocer la vía a través de la cual los organismos vivos eliminan los tóxicos. En el caso de la
ingestión, el producto suele experimentar transformaciones antes de llegar a la sangre, en
los otros tres casos (inhalación, inyección y absorción a través de la piel), el producto pasa
inalterado a la sangre. Una vez ha pasado a la sangre, cada producto va a atacar al
correspondiente órgano u órganos.
7. Conocer los efectos que los tóxicos ejercen sobre los organismos vivos. Un producto tóxico
puede producir: a) efectos temporales y reversibles, b) daños permanentes a un órgano, c)
efectos crónicos y d) muerte.
8. Considerar que los seres vivos de la misma especie no responden igual a una misma dosis
de producto tóxico. la respuesta dependerá de la edad, sexo, peso, dieta, estado de salud y
otros factores.
9. Evaluar los efectos que pueda representar la realización de actividades que entrañen una
exposición a varios agentes químicos peligrosos, teniendo en cuenta el riesgo que
representa la combinación de dichos agentes.
10. Evaluar los resultados de la vigilancia (controles médicos, etc.) de la salud de los
trabajadores.
11. Evaluar los accidentes o incidentes causados o potenciados por la presencia de los agentes
en el lugar de trabajo.
12. Evaluar si existe la posibilidad de exposiciones accidentales.
13. Tener en cuenta, sobre todo en el caso de reacciones químicas, si existe la posibilidad de
que se produzcan productos secundarios que también puedan ser peligrosos o cómo puede
influir la presencia de impurezas en las materias primas.
14. Evaluar cualquier otra condición de trabajo que pueda influir sobre otros riesgos
relacionados con la presencia de los agentes en el lugar de trabajo, por ejemplo, con los
peligros de incendio o explosión.
15. Conocer los valores límite ambientales y biológicos.
16. La evaluación del riesgo deberá incluir no sólo las actividades productivas sino la de todas
aquellas actividades, tales como mantenimiento o reparación, cuya realización pueda
suponer un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores, por la posibilidad de que se
produzcan exposiciones de importancia o por otras razones, aunque se hayan tomado todas
las medidas técnicas pertinentes.
17.Evaluación del efecto de las medidas preventivas adoptadas o que deban adoptarse.
Cuando los resultados de la evaluación revelen un riesgo para la salud y la seguridad de los trabaja-
dores, habrá que aplicar las medidas específicas de prevención, protección y vigilancia de la salud
establecidas por la normativa vigente, que incluyen el control y mejora aplicando tecnología apro-
piada, normas de seguridad, equipo de protección personal, mejora de las condiciones del lugar
físico, etc.
La evaluación de los riesgos deberá mantenerse actualizada. Ello implica revisarla periódicamente
cuando sea pertinente en función de los riesgos detectados y de la normativa vigente. También
habrá que realizar la evaluación pertinente cuando se produzca alguna modificación, ya sea por la
utlización de nuevos productos, por la variación de las condiciones de trabajo, por la variación de las
condiciones del proceso, etc.
La evaluación de los riesgos derivados de la exposición por inhalación a un agente químico peli-
groso deberá incluir la medición de las concentraciones del agente en el aire, en la zona de
respiración del trabajador, y su posterior comparación con el valor límite ambiental correspondiente.
El procedimiento de medición, concretamente, la estrategia de medición (el número, duración y
oportunidad de las mediciones) y el método de medición (incluidos, en su caso, los requisitos exigi-
bles a los instrumentos de medida) y también los métodos de análisis, se establecerán siguiendo la
normativa específica que sea de aplicación, que dependerá del tipo de contaminante, de su valor
límite, etc. Finalmente, los resultados de la medicióndeben compararse con los valores límite legal-
mente establecidos y, en función de los resultados obtenidos, tomar las medidas oportunas.
# DL Dosis letal (“lethal dose”). El subíndice indica el porcentaje de población para el cual es letal,
por ejemplo, 50 si lo es para el 50%. Se suele expresar en mg producto/kg persona:
# TLV Treshold limit value. Es el valor límite umbral. Dosis sin efecto durante una vida laboral. Este
valor lo establece la ACGIH (American Conference of Governmental Industrial Hygienists)
# TLV-TWA (TLV-Time weighted average). Concentración a la que se puede estar expuesto
durante 8 horas diarias, día tras día, sin que se aprecie ningún efecto.
Hay otras unidades de medida según los países, etc., que se pueden consultar, por ejemplo, en
los manuales y fichas de seguridad. Por ejemplo, en Alemania se utiliza el MAK (Maximale
Arbeitsplatz Konzentration) que es parecido al TLV.
En España se utilizan los Valores Límite Ambientales (VLA). Estos valores se recogen en el
“Documento sobre Límites de Exposición Profesional para Agentes Químicos en España”,
publicado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) para el año
2003. Estos valores son los que legalmente tienen vigencia según acuerdo de la Comisión
Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Son muy parecidos a los TLV y se definen de la
siguiente manera:
# Valores límite ambientales (VLA): Valores límite de referencia para las concentraciones de los
agentes químicos en la zona de respiración de un trabajador. Son valores de referencia para las
concentraciones de los agentes químicos en el aire, y representan condiciones a las cuales se
cree, basándose en los conocimientos actuales, que la mayoría de los trabajadores pueden estar
expuestos día tras día, durante toda su vida laboral, sin sufrir efectos adversos para su salud.
Hay que indicar que, en los VLA, se habla de la mayoría de los trabajadores y no de la totalidad
puesto que, debido a la amplitud de las diferencias de respuesta existentes entre los individuos,
basadas tanto en factores genéticos como en hábitos de vida, un pequeño porcentaje de
trabajadores podría experimentar molestias a concentraciones inferiores a los VLA, e incluso
resultar afectados más seriamente, sea por agravamiento de una condición previa o
desarrollando una patología laboral. Por otra parte, los VLA se establecen teniendo en cuenta la
información disponible, procedente de la analogía físico-química de los agentes químicos, de los
estudios de experimentación animal y humana, de los estudios epidemiológicos y de la
experiencia industrial.
Los VLA sirven exclusivamente para la evaluación y el control de los riesgos por inhalación de
los agentes químicos incluidos en la lista de valores. Cuando uno de estos agentes se puede
absorber por vía cutánea, sea por la manipulación directa del mismo, sea a través del contacto
de los vapores con las partes desprotegidas de la piel, y esta aportación pueda resultar
significativa para la dosis absorbida por el trabajador, el agente en cuestión aparece señalizado
en la lista con la notación "vía dérmica". Esta llamada advierte, por una parte, de que la medición
de la concentración ambiental puede no ser suficiente para cuantificar la exposición global y, por
otra, de la necesidad de adoptar medidas para prevenir la absorción cutánea.
El valor límite para los gases y vapores se establece originalmente en ml/m3 (ppm), valor
independiente de las variables de temperatura y presión atmosférica, pudiendo también
expresarse en mg/m3 para una temperatura de 20 °C y una presión de 101,3 kPa, valor que
depende de las citadas variables. El valor límite para la materia particulada no fibrosa se expresa
en mg/m3 o submúltiplos y el de fibras, en fibras/m3 o fibras/cm3, en ambos casos para las
condiciones reales de temperatura y presión atmosférica del puesto de trabajo. Esto significa que
las concentraciones medidas en estas unidades, en cualesquiera de las condiciones de presión y
temperatura, no requieren ninguna corrección para ser comparadas con los valores límite
aplicables.
diaria (ED) se define como la concentración media del agente químico en la zona de
respiración del trabajador medida, o calculada de forma ponderada con respecto al tiempo,
para la jornada laboral real y referida a una jornada estándar de 8 horas diarias.
- Valor Límite Ambiental-Exposición de Corta Duración (VLA-EC): Es el valor de
referencia para la Exposición de Corta Duración (EC), definida como: la concentración
media del agente químico en la zona de respiración del trabajador, medida o calculada para
cualquier período de 15 minutos a lo largo de la jornada laboral, excepto para aquellos
agentes químicos para los que se especifique un período de referencia inferior en la lista de
Valores Límite. El VLA-EC no debe ser superado por ninguna EC a lo largo de la jornada
laboral.
Acetato de vinilo 10 36 15 54
Para aquellos agentes químicos que tienen efectos agudos reconocidos pero cuyos principales efec-
tos tóxicos son de naturaleza crónica, el VLA-EC constituye un complemento del VLA-ED y, por
tanto, la exposición a estos agentes habrá de valorarse en relación con ambos límites. En cambio, a
los agentes químicos de efectos principalmente agudos como, por ejemplo, los gases irritantes, sólo
se les asigna para su valoración un VLA-EC.
Para los agentes químicos que tienen asignado VLA-ED pero no VLA-EC, se establece el producto
de 3 x VLA-ED como valor que no deberá superarse durante más de 30 minutos en total a lo largo
de la jornada de trabajo, no debiéndose sobrepasar en ningún momento el valor 5 x VLA-ED.
Para saber si en lugar de trabajo se está dentro de la normativa, habrá que comparar la concentra-
ción media real de producto tóxico en ese lugar, y durante la jornada laboral, con el VLA-ED. Ello se
hace calculando la ED real. Referir la concentración media a dicha jornada estándar implica consi-
derar el conjunto de las distintas exposiciones del trabajador a lo largo de la jornada real de trabajo,
cada una con su correspondiente duración, como equivalente a una única exposición uniforme de 8
horas. Para ello, se utiliza la siguiente expresión:
c
i 1
i ti
ED =
8
Cuando haya que comparar con el VLA-EC, habrá que evaluar la EC real. Ello, por similitud con el
caso anterior, se realiza de la siguiente manera:
c
i 1
i ti
EC =
15
En el caso de que en el lugar de trabajo haya una mezcla de agentes químicos, la comparación con
los valores límite ha de hacerse de acuerdo con la siguiente expresión:
n
Ei
VLA
i 1
1?
i
donde Ei representa la exposición a cada uno de los agentes presentes, VLAi el correspondiente
Valor Límite Ambiental de cada uno de ellos y n es el número total de agentes presentes. Si el valor
del cociente es superior a la unidad, se entiende que se se ha superado el VLA para la mezcla en
cuestión.
En los trabajos en los que haya que manipular agentes químicos peligrosos, que puedan represen-
tar riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores, los principios básicos de la prevención
indican que hay que eliminar o reducir al mínimo posible esos riesgos.
El primer paso sería, si ello fuera posible, sustituir esos agentes químicos por otros que no fueran
peligrosos o que lo fueran en menor grado. Si la naturaleza de la actividad que se realiza no permite
esa sustitución, habrá que garantizar la reducción al mínimo del riesgo aplicando medidas de pre-
vención y protección que sean coherentes con la evaluación de los riesgos. Entre estas medidas
cabría citar las siguientes:
Real Decreto 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de los trabajadores
contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo (BOE de 1/5/2001).
Corrección de erratas en BOE de 30/5/2001 y BOE de 22/6/2001.
Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre “Protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo” y el Real Decreto 1124/
2000, de 16 de junio, que lo modifica.
Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención.
Real Decreto 363/1995, de 10 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento sobre notificación de
sustancias nuevas y clasificación, envasado y etiquetado de sustancias peligrosas. Modificado por:
Orden de 13 de septiembre de 1995 (BOE 19/9/1995), Orden de 21 de febrero de 1997 (BOE 10/3/
1997), R.D. 700/1998, de 24 de abril (BOE 8/5/1998), y otros.
Real Decreto 1078/1993, de 2 de julio (BOE de 9/9/1993, rect. 19/11/1993), por el que se aprueba el
Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos. Modificado por:
Orden de 20 de febrero de 1995 (BOE. 23/2/1995, rect. 5/4/1995) y R.D. 363/1995, de 10 de marzo
(BOE. 5/6/1995).
Convenio número 155, de 22 de junio de 1981, de la Organización Internacional del Trabajo sobre
seguridad y salud de los trabajadores y medio ambiente de trabajo, ratificado por España el 26 de
julio de 1985.
Directiva 2000/39/CE, de la Comisión de 8/6/2000, por la que se establece una primera lista de valo-
res límite de exposición profesional indicativos.
Directiva 1999/38/CE (DOCE L 138 de 1/6/99, 66-69) y Directiva 91/382/CEE (DOCE L 206 de 29/7/
91, 16-18) sobre valores límite de exposición profesional vinculantes.
Directiva 98/24/CE, del Consejo de 7/4/98, relativa a la protección de la salud y la seguridad de los
trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo.
Directiva 96/94/CE (DOCE L 338 de 28/12/96, 86-88) y Directiva 91/322/CEE (DOCE L 177 de 5/7/
91, 22-24) sobre valores límite de exposición profesional indicativos.
Directiva 91/155/CEE, de la Comisión de 5/3/1991, por la que se definen y fijan, en aplicación del
artículo 10 de la Directiva 88/379/CEE del Consejo, las modalidades del sistema de información
específica, relativo a los preparados peligrosos (DOCE L76 de 22/3/1991). Modificada y adaptada al
progreso técnico por: Directiva 93/112/CE (DOCE L314 de 16/12/93).
Directiva 88/379/CEE, del Consejo de 7/6/1988, sobre la aproximación de las disposiciones legales,
reglamentarias y administrativas de los Estados miembros relativas a la clasificación, envasado y
etiquetado de preparados peligrosos (DOCE L187 de 16/7/1988, rect. DOCE L 219 de 10/8/1988).
Adaptada al progreso técnico por: Directiva 89/178/CEE (DOCE L64 de 8/3/1989), Directiva 90/492/
CEE (DOCE L275 de 5/10/1990), Directiva 93/18/CEE (DOCE L104 de 29/4/1993).
“Documento sobre límites de exposición profesional para agentes químicos en España 2003”,
INSHT, Barcelona (2003). Dentro de este documento se encuentra la “Lista General de Valores
Límite Ambientales de Exposición Profesional”. Así mismo, dentro de este documento se dan una
serie de citas de referencia que pueden ser consultadas.
NTP 525: Criterios de establecimiento de valores límite de exposición profesional en la Unión Euro-
pea, INSHT (1999).
NTP 526: Valores límite de exposición profesional en la Unión Europea y en España, INSHT (1999).
NTP 459: Peligrosidad de productos químicos: etiquetado y fichas de datos de seguridad, INSHT
(1997).
NTP 371: Información sobre productos químicos: Fichas de datos de seguridad, INSHT (1995).
UNE-EN 689. Atmósferas en el lugar de trabajo. Directrices para la evaluación de la exposición por
inhalación de agentes químicos para la comparación con los valores límite y estrategia de la
medición.
ADR (Acuerdo europeo relativo al transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera),
BOE núm. 70 de 22/3/2002.
1. TIPOLOGÍAS DE CONTAMINACIÓN
El hombre al igual que el resto de seres vivos se encuentra integrado en la naturaleza, relacionán-
dose con ella por medio de los sentidos y de actividades fundamentales como la respiración y la
alimentación. Desde este punto de vista se puede definir la saludo como el parámetro que permite
medir el grado de adecuación entre el hombre y el medio ambiente que le rodea, correspondiendo el
grado máximo de la salud a la perfecta adaptación del medio ecológico en el que vive.
Cuando se estudian situaciones de este tipo en el medio ambiente general, se hace aplicando técni-
cas de salud pública y de protección del medio ambiente, mediante las cuales se pretende evitar o
reducir el riesgo de enfermedad para todo el colectivo afectado por el cambio de las condiciones
medioambientales.
Ahora bien, una parte de este medio ambiente en que se encuentra el hombre es el medio ambiente
de trabajo. Cuando en él ocurre este empeoramiento de las condiciones ambientales y aparece la
enfermedad, se tratará entonces de una enfermedad profesional, que es la originada por unas
malas condiciones de trabajo, siendo el colectivo afectado el de los trabajadores expuestos.
Las condiciones de trabajo expresan de un modo amplio las relaciones del trabajador con su medio
ambiente de trabajo. Se identifican como el conjunto de variables que definen la realización de una
tarea concreta y el entorno en que ésta se realiza, en cuanto que estas variables determinarán la
salud del trabajador en lo que se refiere al estado del bienestar físico, mental y social completo y no
meramente ausencia de salud.
Cuando las variables que definen las condiciones físicas, químicas o biológicas del medio cambian,
por ejemplo, aumenta la presencia de contaminantes químicos o biológicos, disminuye la presencia
de oxígeno o aumenta la de energías peligrosas para la salud, se recurre al área de estudio de con-
diciones de trabajo denominada Higiene Industrial.
1.2. CONTAMINANTES
Un contaminante es, desde un punto de vista amplio, un agente químico, una energía o un ser vivo
presente en un medio, en este caso un medio laboral, que en cantidad o concentración suficiente
pueden afectar la salud de las personas que entren en contacto con él.
Según se trate de un producto químico, una energía o un ser vivo, los contaminantes se clasifican en
químicos, físicos o biológicos.Contaminantes químicos
Los contaminantes químicos son los constituidos por materia inerte (no viva). Se pueden presentar
en el aire en forma de moléculas individuales (gas o vapor) o de grupos de moléculas unidas, for-
mando aerosoles (sólidos o líquidos) [véase figura 1.1].
Es importantes la diferencia entre ambos porque los aerosoles, debido a su mayor tamaño, tienen
un comportamiento, en el aire al ser inhalados, diferente del de los gases y vapores, que es idéntico
al del aire por tratarse de moléculas individuales.
Los contaminantes físicos son distintas formas de energía que, generadas por fuentes concretas,
pueden afectar a los trabajadores sometidos a ellas.
Estas energías pueden ser mecánicas, térmicas o electromagnéticas [véase figura 1.2], y debidoa
sus esenciales diferencias, dan lugar a efectos muy distintos entre sí, requiriendo métodos de
medidas y análisis particulares.
Los contaminantes biológicos son seres vivos que, siguiendo la definición de contaminante, pueden
producir efectos nocivos sobre la salud. Se trata de organismo con un determinado ciclo de vida
que, al penetrar en el hombre producen la aparición de enfermedades de tipo infeccioso y parasita-
rio. Si la transmisión ha tenido lugar a través de un animal se denomina zoonosis.
Una clasificación básica según sus características los dividiría en cinco grupos: Virus, bacterias,
protozoos, hongos y gusanos.