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DOCTORA:

PAULA ANDREA CASTAÑO


JUEZ PROMISCUO DEL CIRCUITO

Proceso: Filiación Extramatrimonial


Demandante: Sony de Jesús Viana Díaz CC.21.450.077
Menor: Anthony Viana Diaz NUIP. 1.018.343.977
Radicado: 2018/00087

ASUNTO: Oposición a objeción de prueba ADN

JHON MARIO LOPERA, mayor de edad identificado como aparece al pie


de mi firma actuando en calidad de comisario de familia del municipio
de Amalfi teniendo en consideración los argumentos presentados por la
parte demandada para objetar la prueba de ADN realizado en el
proceso de referencia, mediante el presente presento oposición a la
objeción presentada teniendo en cuenta el interés superior del menor y
por las siguientes razones:
No se ha violentado el derecho a la igualdad y al debido proceso tal y como lo
quiere mostrar la parte demandada, toda vez que la nulidades procesales son
taxativas y están contempladas en el artículo 133 del CGP en donde se observa
que ningún numeral acota nulidad relacionada con lo alegado por el objetante
; además no hay existencia de requerimiento legal de que los resultados de la
prueba genética debe ser abierta en presencia de las partes, pues la misma ley
721 del 2001 que modifica la ley 75 de 1978 en su artículo 4° ordena al juez de
correr traslado a las partes por el termino de tres días, así:

“ARTÍCULO 4o. Del resultado del examen con marcadores genéticos de


ADN se correrá traslado a las partes por tres (3) días, las cuales podrán
solicitar dentro de este término la aclaración, modificación u objeción
conforme lo establece el artículo 238 del Código de Procedimiento Civil.

La persona que solicite nuevamente la práctica de la prueba deberá


asumir los costos.” Subrayado fuera de texto original

Lo anterior confirma que la actuación de la señora Juez fue conforme a


Derecho, respetándose el debido proceso e igualdad entre las partes. De igual
manera, el objetante aduce que se debía allegar las fotografías de las partes
junto con la prueba técnica aportada, lo cual carece de razonamiento jurídico,
pues la misma ley 721 de 2001 en su artículo 3° establece el contenido mínimo
del informe pericial en donde no se observa en ningún literal la exigencia de
fotografías de las partes, así:

“ARTÍCULO 1o. El artículo 7o. de la Ley 75 de 1968, quedará así:

Artículo 7o. En todos los procesos para establecer paternidad o maternidad, el


juez, de oficio, ordenará la práctica de los exámenes que científicamente
determinen índice de probabilidad superior al 99.9%.

PARÁGRAFO 1o. Los laboratorios legalmente autorizados para la práctica de


estos esperticios deberán estar certificados por autoridad competente y de
conformidad con los estándares internacionales.

PARÁGRAFO 2o. Mientras los desarrollos científicos no ofrezcan mejores


posibilidades, se utilizará la técnica del DNA con el uso de los marcadores
genéticos necesarios para alcanzar el porcentaje de certeza de que trata el
presente artículo.

PARÁGRAFO 3o. El informe que se presente al juez deberá contener como


mínimo, la siguiente información:

a) Nombre e identificación completa de quienes fueron objeto de la prueba;

b) Valores individuales y acumulados del índice de paternidad o maternidad y


probabilidad;

c) Breve descripción de la técnica y el procedimiento utilizado para rendir el


dictamen;

d) Frecuencias poblacionales utilizadas;

e) Descripción del control de calidad del laboratorio” . Subrayado y negrilla fuera


del texto original.

Este precepto legal desvirtúa la pretensión del demandado que para


poder llegar a la verdad se debe citar a la profesional que realizó la
prueba para que explique las razones por la cual no aportó fotografías,
pues el informe consta de los requisitos mínimos del informe probatorio de
ADN. Igualmente, El articulo transcrito inmediatamente anterior da
cuenta en su parágrafo 1° que los exámenes científicos para establecer
la probabilidad de paternidad deben ser practicados en laboratorios
debidamente acreditados, siendo EL INSTITUTO DE MEDICINA LEGAL
UNIDAD BÁSICA DE BELLO certificada y ampliamente aceptada en este
tipo de procesos judiciales.

No habiendo ningún error procesal que violente el debido proceso de las


partes no se debe acceder a la petición del objetante de realizar
nuevamente la prueba, pues esto comportaría un perjuicio de los
derechos del menor ANTHONY VIANA DIAZ, debiéndose garantizar el
interés superior del menor, que por la tardanza en la realización de una
nueva prueba puede verse gravemente afectado en sus derechos
constitucionales.

JHON MARIO LOPERA


CC.71760905
COMISARIO DE FAMILIA MUNICIPIO DE AMALFI

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