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I. INTRODUCCION.
O, también puede presentarse un caso distinto: una persona con la convicción de que
el hijo de su esposa no es suyo, pero al igual que en el caso anterior los medios de
prueba tradicionales no le permiten demostrar que no existe relación de parentesco
entre él y el hijo de su esposa; por lo que, por la presunción de paternidad contenida
en el articulo 361º del Código Civil, se le tendrá como padre del menor.
El objeto del presente informe consiste en describir de qué manera y en que medida
las personas que se encuentran en las situaciones anteriormente referidas pueden
probar su derecho, utilizando para ello el mecanismo que les provee la publicada Ley
Nº 27048: la admisión de la prueba de ADN y otras pruebas genéticas en los procesos
de filiación.
Es decir, si los elementos de prueba que pueda ofrecer una mujer, en su calidad de
demandante en un proceso de declaración judicial de paternidad extramatrimonial, no
son lo suficiente determinantes para provocar convicción al Juez de la justicia de su
derecho, podrá además ofrecer como medio probatorio el resultado de una prueba de
ADN practicada al menor y solicitar al juez que éste disponga que el demandado se
someta a dicha prueba.
Ahora bien, en el caso de aquellas personas que tienen la certeza de que el hijo de su
esposa no es suyo (negación de paternidad), la prueba de ADN también ha sido
expresamente incluida como medio para demostrar esta situación. Al igual que en el
caso anterior, la parte demandante puede presentar como medio de prueba el
resultado de una prueba de ADN que se haya practicado y solicitar al Juez que éste
disponga que el menor se someta a una similar.
Como podemos ver, el sentido de la modificatoria ha ido por un rumbo claro: permitir
que la prueba de ADN, hasta ahora la más fiable que existe, demuestre la veracidad
de lo dicho por las partes.
VI. LA ADMISIÓN DE LA PRUEBA DE ADN EN LOS PROCESOS DE
AFILIACIÓN.
El articulo 413º, el cual señala expresamente que en todo tipo de proceso sobre
declaración de paternidad o maternidad extramatrimonial es admisible la prueba
biológica, genética u otra de validez científica con igual o mayor grado de certeza. Por
lo que se reconoce que en los procesos en los que se quiere demostrar o negar el
parentesco consanguíneo (impugnación de maternidad, acción de filiación, etc.) las
partes podrán presentar como medio de prueba el resultado de una prueba de ADN.
Es más de oficio, el Juez podrá disponer que una persona se someta a una prueba de
ADN.
En este supuesto, creo, que la Ley Nº 27048 ha dado un importante paso adelante. En
primer lugar, se han derogado los artículos 403º y 416º del Código Civil que consagran
una verdadera restricción al derecho del menor, condenándolo por la mala conducta
de la madre a no tener el derecho a recibir alimentos de quien se considera es su
padre.
Y en segundo lugar, se ha modificado el texto original del artículo 415º para permitir
que mediante el empleo de la prueba genética se determine la relación de parentesco,
obligándose al padre a asistir con una pensión de alimentos a favor del hijo. Así, por
ejemplo, si una mujer en una relación extramatrimonial concibe un hijo de una persona
que no cumple con asistirlo económicamente, podrá demandarlo por alimentos, y ante
su negativa, solicitar se le practique una prueba de ADN. Igualmente, como he venido
explicando, si el demandado se negara a practicarse esta prueba a pesar de haber
sido notificado por dos veces consecutivas, el juez estará facultado a declarar la
paternidad de éste y/o a ordenarle cumpla con asistir en los alimentos del menor.
Actualmente una persona que quiera realizarse una prueba de ADN o lo hace en el
extranjero o en el país, ambos a un elevado costo (fluctúan aproximadamente en mil
dólares). Felizmente, se ha previsto en la Ley Nº 27048 Dos mecanismos por los
cuales el alto costo de la realización de la prueba de ADN será subvencionado.
Para responder esto debemos tener muy en cuenta que, sobre cualquier derecho que
se pueda argumentar, prima el interés superior al menor, recogido en el artículo VIII
Del Título Preliminar del Código de Niños y Adolescentes.
Es por esa razón que creemos que si alguien quiere alegar que se estaría
restringiendo sus derechos si se le obligara a someterse a una prueba genética, el
Juez debería recordarle que, en estos asuntos de filiación, el interés superior del
menor se encuentra en una situación de privilegio, y por lo tanto el demostrar la
relación de parentesco primara sobre cualquier argumento en contra.
XIII. CONCLUSIONES.