El fenómeno de la disociación trata de un complejo proceso psicofisiológico el cual que

perturba el sentido del yo, la accesibilidad a la memoria y al conocimiento, y la integración
de la conducta. Dicho fenómeno provoca que una parte de la personalidad del sujeto se
encuentre separada del resto, siéndole imposible unificarla. Asociado a esto, dentro de las
alteraciones   que   conlleva   este   trastorno,   se   involucran   igualmente   elementos   que   en   el
análisis   resultan   fundamentales;   por   ejemplo   los   procesos   básicos   de   percepción,   de
conciencia y de memoria. En este sentido en la película Las tres caras de Eva, se visualiza
este fenómeno de doble personalidad,  que le ocurre a Eva White, visualizando en ella que
al parecer este cambio  partía principalmente de las  discusiones que tenía  con  su  esposo,
como     un   medio     de   escape   ante   estas,   además   de   experiencias traumáticas
tempranas, que ocurrieron ante su niñez donde su madre la
obliga a besar a su abuela muerta, esto represento un
momento intenso a tal punto de ocasionar este trastorno, en
este caso en particular había negligencia y abuso por parte de
los progenitores, y esto llevaría a la disociación, es decir, al
aislamiento de recuerdos, creencias por el miedo que
ocasionaba en ella.
De   esta   manera,   al   consultar   a   Hernán   Silva   (1991),   en   su   obra Medicina   Legal   y
Psiquiatría Forense, ha conceptualizado este fenómeno como la “falta absoluta o relativa
de facultades intelectuales, afectivas y volitivas, de carácter más o menos permanente, o un
desorden   o   desequilibrio   entre   estas   facultades.   […]   que   altera   funciones   mentales
superiores (razonamiento, comprensión, análisis, orientación, memoria, etc.), que desadapta
familiar   y   socialmente   al   individuo,   cuya   conducta   se   torna   más   o   menos   peligrosa   o
inapropiada respecto de sí mismo o a su medio ambiente” (Silva, 1991, p. 36)
En relación  a lo  anteriormente descrito, el tratamiento del TID, que generalmente
requiere años, se dirige fundamentalmente a la integración o fusión de las identidades o, al
menos, a coordinarlas para lograr el mejor funcionamiento posible de la persona, esto se
aplicó en la  película pero  tras varios estudios realizados por el medio que la trataba hasta
entender   cómo podía este ayudarla a mejorar   su estado, Esto se lleva a cabo de forma
progresiva. En primer lugar se garantiza la seguridad de la persona, dada la tendencia a auto
agredirse e intentar suicidarse,  y se reducen los síntomas más interferentes  con la vida
cotidiana, como la depresión. Finalmente es una película que encierra en líneas  generales
lo   concerniente   a   este   trastorno   de   personalidad,   y   resulta   necesario     analizarla   para
comprender este comportamiento  psicológico que afecta la calidad de vida de las personas.