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Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo tanto,
aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas
más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas
escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los
gerentes se comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los
medios de comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas
constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el
comienzo de un estudio.
Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo tanto,
aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas
más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas
escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los
gerentes se comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los
medios de comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas
constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el
comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una
investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más
que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las
personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con su empresa que
los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc.,
deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar
y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no
conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos
matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo
que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con
su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con
el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es
necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas
demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como:
¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas
con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas
sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se
comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de
comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más
bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un
estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo
tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay
personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay
muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?,
¿los gerentes se comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan
los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas
constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el
comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una
investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más
que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las
personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con su empresa que
los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc.,
deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar
y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no
conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos
matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo
que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con
su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con
el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es
necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas
demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como:
¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas
con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas
sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se
comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de
comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más
bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un
estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo
tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay
personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay
muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?,
¿los gerentes se comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan
los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas
constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el
comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una
investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más
que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las
personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con su empresa que
los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc.,
deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar
y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no
conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos
matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo
que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con
su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con
el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es
necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas
demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como:
¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas
con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas
sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se
comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de
comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más
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estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo
tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay
personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay
muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?,
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los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas
constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el
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investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más
que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las
personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con su empresa que
los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc.,
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y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no
conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos
matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo
que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con
su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con
el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es
necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas
demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como:
¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas
con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas
sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se
comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de
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bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un
estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo
tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay
personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay
muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?,
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investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más
que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las
personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con su empresa que
los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc.,
deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar
y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no
conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos
matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo
que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con
su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con
el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es
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con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas
sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se
comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de
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bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un
estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo
tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay
personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay
muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?,
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comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una
investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más
que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las
personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con su empresa que
los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc.,
deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar
y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no
conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos
matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo
que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con
su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con
el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es
necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas
demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como:
¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas
con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas
sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se
comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de
comunicación colectiva con el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más
bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un
estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta, por lo
tanto, aquellas como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay
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muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?,
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comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no conducen a una
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que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian con el tiempo las
personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con su empresa que
los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación colectiva con el voto?, etc.,
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conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos
matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo
que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
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con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas
sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se
comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de
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personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay
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que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
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personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen más con su empresa que
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conducen a una investigación concreta, por lo tanto, aquellas como: ¿por qué algunos
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que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
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el voto?, etc., deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es
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¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas
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sexuales?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se
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¿los gerentes se comprometen más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan
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que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su trabajo que otras?, ¿en cuáles
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deben acotarse. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar
y precisar para que guíen el comienzo de un estudio. Las preguntas demasiado generales no
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que otras?, ¿en cuáles programas de televisión hay muchas escenas sexuales?, ¿cambian
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estudio.
Magnitud y tendencias del reciclaje de la basura en Suiza.
De nada sirve contar con un buen método y mucho entusiasmo, si no sabemos qué investigar.
En realidad, plantear el problema no es sino afinar y estructurar más formalmente la idea de
investigación. El paso de la idea al planteamiento del problema en ocasiones puede ser
inmediato, casi automático, o bien llevar una considerable cantidad de tiempo ello depende de
cuán familiarizado esté el investigador o la investigadora con el tema a tratar, la complejidad
misma de la idea, la existencia de estudios antecedentes, el empeño del investigador y sus
habilidades personales. Seleccionar un tema o una idea no lo coloca inmediatamente en la
posición de considerar qué información habrá de recolectar, con cuáles métodos y cómo
analizará los datos que obtenga. Antes necesita formular el problema específico en términos
concretos y explícitos, de manera que sea susceptible de investigarse con procedimientos
científicos (Selltiz et al., 1980). Delimitar es la esencia de los planteamientos cuantitativos.
De nada sirve contar con un buen método y mucho entusiasmo, si no sabemos qué investigar.
En realidad, plantear el problema no es sino afinar y estructurar más formalmente la idea de
investigación. El paso de la idea al planteamiento del problema en ocasiones puede ser
inmediato, casi automático, o bien llevar una considerable cantidad de tiempo ello depende de
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habilidades personales. Seleccionar un tema o una idea no lo coloca inmediatamente en la
posición de considerar qué información habrá de recolectar, con cuáles métodos y cómo
analizará los datos que obtenga. Antes necesita formular el problema específico en términos
concretos y explícitos, de manera que sea susceptible de investigarse con procedimientos
científicos (Selltiz et al., 1980). Delimitar es la esencia de los planteamientos cuantitativos. De
nada sirve contar con un buen método y mucho entusiasmo, si no sabemos qué investigar. En
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investigación. El paso de la idea al planteamiento del problema en ocasiones puede ser
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habilidades personales. Seleccionar un tema o una idea no lo coloca inmediatamente en la
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concretos y explícitos, de manera que sea susceptible de investigarse con procedimientos
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inmediato, casi automático, o bien llevar una considerable cantidad de tiempo ello depende de
cuán familiarizado esté el investigador o la investigadora con el tema a tratar, la complejidad
misma de la idea, la existencia de estudios antecedentes, el empeño del investigador y sus
habilidades personales. Seleccionar un tema o una idea no lo coloca inmediatamente en la
posición de considerar qué información habrá de recolectar, con cuáles métodos y cómo
analizará los datos que obtenga. Antes necesita formular el problema específico en términos
concretos y explícitos, de manera que sea susceptible de investigarse con procedimientos
científicos (Selltiz et al., 1980). Delimitar es la esencia de los planteamientos cuantitativos. De
nada sirve contar con un buen método y mucho entusiasmo, si no sabemos qué investigar. En
realidad, plantear el problema no es sino afinar y estructurar más formalmente la idea de
investigación. El paso de la idea al planteamiento del problema en ocasiones puede ser
inmediato, casi automático, o bien llevar una considerable cantidad de tiempo ello depende de
cuán familiarizado esté el investigador o la investigadora con el tema a tratar, la complejidad
misma de la idea, la existencia de estudios antecedentes, el empeño del investigador y sus
habilidades personales. Seleccionar un tema o una idea no lo coloca inmediatamente en la
posición de considerar qué información habrá de recolectar, con cuáles métodos y cómo
analizará los datos que obtenga. Antes necesita formular el problema específico en términos
concretos y explícitos, de manera que sea susceptible de investigarse con procedimientos
científicos (Selltiz et al., 1980). Delimitar es la esencia de los planteamientos cuantitativos.
La obesidad es una enfermedad de curso crónico que tiene
como origen una cadena causal compleja, de etiología
multifactorial, donde interactúan factores genéticos,
sociales y ambientales, incluyendo estilos de vida así
como determinantes sociales y económicos. Se caracteriza
por un aumento en los depósitos de grasa corporal y por
ende ganancia de peso, causados por un balance positivo de
energía, que ocurre cuando la ingestión de energía de los
alimentos excede al gasto energético y, como consecuencia,
el exceso se almacena en forma de grasa en el organismo. 1-5
El balance positivo de energía es la causa inmediata de la
obesidad; sin embargo, la falta de correspondencia entre
la ingestión y el gasto de energía tiene sus orígenes en
un sistema causal de gran complejidad, donde diferentes
factores biológicos, sociales, culturales, políticos y
económicos (locales y globales) se interconectan, integran
e interactúan modificando las características de la
alimentación y la actividad física, haciendo difícil el
control y prevención de esta enfermedad tanto a nivel
individual como poblacional.
Formule la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo.
Formule la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
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la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
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“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
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ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
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la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
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“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
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la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
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“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
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preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
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preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
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la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
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la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere
preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
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“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
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preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
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la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. Formule
la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo:
“¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál
ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma
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preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que
la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo.
La tarea que se impuso el presidente de la Academia
Nacional de Medicina no fue menor y tampoco irrelevante.
Por el contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
lleva al lector de la epidemiología de la enfermedad al
recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador.
La tarea que se impuso el presidente de la Academia
Nacional de Medicina no fue menor y tampoco irrelevante.
Por el contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
lleva al lector de la epidemiología de la enfermedad al
recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador. La tarea
que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
lleva al lector de la epidemiología de la enfermedad al
recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador. La tarea
que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
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recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador. La tarea
que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
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El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
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recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
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salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
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Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
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condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
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recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
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parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
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salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
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Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
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Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
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este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
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control; de los cambios registrados en la cultura
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del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
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psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
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salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
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Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
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condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
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que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
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determinantes económicos, educacionales, comerciales,
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parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
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la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
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El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
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etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador. La tarea
que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
lleva al lector de la epidemiología de la enfermedad al
recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador. La tarea
que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
lleva al lector de la epidemiología de la enfermedad al
recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador. La tarea
que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
lleva al lector de la epidemiología de la enfermedad al
recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador. La tarea
que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
lleva al lector de la epidemiología de la enfermedad al
recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador. La tarea
que se impuso el presidente de la Academia Nacional de
Medicina no fue menor y tampoco irrelevante. Por el
contrario, se trata de una gran contribución a los
sistemas de salud, en especial a la mejoría de las
condiciones de vida de nuestra población. Por ello habría
que felicitar a nuestra corporación, a su directiva e
integrantes y a los que intervinieron en la elaboración de
esta obra escrita que documenta el problema y que propone
respuestas en todos los campos.
El viaje que para el estudio de la obesidad se hace en
este libro es simplemente extraordinario. El recorrido
lleva al lector de la epidemiología de la enfermedad al
recuento de las políticas y programas para prevenirla; del
análisis de los factores genéticos que intervienen en su
etiología a las normas y regulaciones que existen para su
control; de los cambios registrados en la cultura
alimentaria a las opciones quirúrgicas de su tratamiento;
del abordaje de la obesidad infantil al análisis de los
determinantes económicos, educacionales, comerciales,
psicosociales y de actividad física, elementos que forman
parte de la red de su causalidad; de los costos que genera
la enfermedad a la revisión del papel que tienen la
educación, los instrumentos fiscales o los sistemas de
salud en su prevención y tratamiento. El mapa de viaje que
plantea el libro es completo y muy aleccionador.
Al ser humano se le puede definir por muchas características que le
distinguen. Su racionalidad, su conciencia o su capacidad de hacer herramientas.
Aunque fácilmente se puede describir también por su capacidad de hacer
preguntas, algo que se encuentra en la base de su condición como humano.
Formulamos esas preguntas por asombro. Cuando la curiosidad es despertada, nos
genera inquietudes. El primer paso para ello es el percatarse de del carácter
problemático de la realidad.