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Modelo Mundell-Fleming

Supuestos:

1. El tipo de cambio nominal tiene relación directa con el tipo de cambio


real:
𝐸 𝑥 𝑃′
𝜖=
𝑃
En el corto plazo los valores de P’ y P se consideran constantes. Con esta condición
de variaciones del tipo de cambio tienen relación directo con la tasa de cambio real.

Si la tasa de cambio real resulta a partir del tipo de cambio nominal y del cociente
de las tasas de inflación entre el país doméstico y el país extranjero, la estabilidad
del país doméstico exigirá compensar los diferenciales de precios a través de
modificaciones de la tasa de cambio nominal. Así, por ejemplo, un aumento de los
precios en México (P) respecto a la de Estados Unidos (P’) requeriría una
depreciación compensatoria de la tasa de cambio nominal peso/dólar para
conservar un tipo de cambio real constante:

ℯ$𝑚𝑥𝑛
ℯ$𝑚𝑥𝑛 = ↑
P′
$ $( )
↑P

La posición de que las variaciones del tipo de cambio nominal entre las monedas
de dos países deben ser (𝜋 – 𝜋 ′ ) proporcionales a su inflación relativa siendo 𝜋 𝑦 𝜋 ′
las tasas de inflación local y extranjera respectivamente, a esta relación se le conoce
como “teoría de la paridad de poder adquisitivo relativa”. Asumiendo que el tipo de
cambio real se mantiene constante:

ℯ$𝑚𝑥𝑛 𝑃
= ′
$ 𝑃

ℯ$𝑚𝑥𝑛 − ℯ$𝑚𝑥𝑛
,𝑡+1 ,𝑡
$ $
= 𝜋𝑡,𝑡+1 − 𝜋´𝑡,𝑡+1
ℯ$𝑚𝑥𝑛
,𝑡
$

Dada la anterior ecuación, la tasa de variación del tipo de cambio es igual a la


diferencia entre la tasa de inflación en Estados Unidos y la tasa de inflación en
México.
2. No existe ni se espera inflación en el futuro. Por lo tanto, la tasa de
interés nominal y la tasa de interés real son iguales.

“Así como existe arbitraje para los precios de los bienes, también lo hay para las
tasas de interés. Supongamos que un inversionista puede invertir en un bono
extranjero a una tasa de interés i*, o a un bono nacional con interés i. Si no se
esperan variaciones del tipo de cambio entre la moneda local y la extranjera, sería
lógico que el inversionista pusiera su dinero en el activo que le pague la mejor tasa
de interés. Igualmente, lo más lógico es que las personas que se endeudan
buscando la tasa de interés más baja para los créditos. Estas acciones tenderán a
igualar las tasas de interés de ambos países. Si, como ocurre con los bienes, no
existen barreras al flujo de activos financieros, entonces tendremos un tipo de
arbitraje entre las tasas de interés en una y otra moneda”.1
3. Existe movilidad de capitales.

“Existen razones a favor y en contra de la libre movilidad de capitales. Las razones


a favor se basan en los beneficios que los flujos de capital brindan al permitir a los
residentes de un país intercambiar consumo presente por consumo futuro (mediante
la compra de activos con un rendimiento). A su vez, los flujos de capitales permiten
que un país adquiera préstamos del resto del mundo para evitar contracciones en
el gasto interno causadas por contracciones en la demanda. Pero, al igual que los
impuestos y otras medidas que modifican las decisiones de los individuos, el control
de capitales afecta la asignación de recursos y la eficiencia de una economía. Por
esta razón es que la tendencia de las últimas décadas ha sido la de la liberalización
financiera. El tipo de cambio se ajusta instantáneamente para mantener el equilibrio
en el mercado cambiario. El valor de las exportaciones netas depende del tipo de
cambio real, NX = NX (e)”.2
4. Se cumple la condición Marshall Lerner y se introduce la Curva J.

Una depreciación real de la moneda nacional se traducirá en un aumento de las


exportaciones netas (mejora de la balanza comercial) si y sólo si la suma de las
elasticidades precio de las exportaciones e importaciones, en valor absoluto, son
mayores a uno. En los meses posteriores a la devaluación, el impacto más
importante se da en los precios, mientras que las cantidades se ajustan lentamente.
El precio de las importaciones aumenta, pero los consumidores tardan en darse
cuenta de esta situación, entonces las cantidades de exportaciones e importaciones
se ajustan lentamente a medida que estos reconocen la situación. Por tanto, en un

1
SACHS, Jeffrey D y LARRAÍN B., Felipe. Macroeconomía en la economía global. México, D.F.: Prentice Hall
Hispanoamericana, 1994. 789 p. ISBN 9789688802892.
2
JIMÉNEZ, F. Crecimiento económico: enfoques y modelos. Perú, Lima. Departamento de Economía,
Pontifica Universidad Católica de Perú. Capítulo 6.
primer momento la poca reacción de los agentes hará que la subida de precios sea
el efecto dominante y por lo tanto habrá un decremento del saldo de la balanza
comercial. Luego, las cantidades se ajustarán revirtiendo el efecto para que se
cumpla la ya mencionada condición.

XN
N

A C

Tiempo
B 0

A esta curva se le conoce como la curva “J” por su parecido con esta letra.
Asumiendo un equilibrio inicial de exportaciones netas iguales a cero, la dinámica
descrita por la curva J establece lo siguiente: en el momento que se produce la
depreciación (t=0), se producirá una caída inicial de las exportaciones netas las
cuales empezarán a recuperarse en los períodos subsiguientes, alcanzando en
algún momento incluso valores positivos. De esta forma, la curva J nos dice que el
efecto de una depreciación real de la moneda nacional tiene los efectos esperados
en el mediano o largo plazo, más no en el corto plazo.

Dada esta definición cabe preguntarse acerca de la conducta de ciertas cuentas en


relación con uno de sus principales determinantes, el tipo de cambio real. El
argumento general expone que las depreciaciones reales son expansivas en tanto
benefician la competitividad internacional e incrementan las exportaciones netas.
Esta dinámica descansa en la Condición de Marshall–Lerner, tal que refleja que la
balanza comercial es elástica con respecto al tipo de cambio real. No obstante,
evidencia empírica ha mostrado que una depreciación del tipo de cambio real puede
conducir al desgaste de las cuentas externas, fenómeno que se ha reconocido con
un comportamiento en forma de “J” de dichos saldos.

Los datos históricos muestran que una depreciación del tipo de cambio tiene dos
efectos sobre la Balanza Comercial. El primero es el efecto precio; el cual implica
que las importaciones encarezcan en moneda local y que las exportaciones se
abaraten para los compradores extranjeros, al menos en el corto plazo. El segundo
es el efecto volumen asociado con la baja de las importaciones y el incremento en
las exportaciones. Pero en el largo plazo, si la condición Marshall-Lerner se
conserva, es decir, si la suma de la elasticidad-precio de la demanda de
exportaciones más la elasticidad-precio de la demanda de importaciones es
suficientemente grande (sumen más que uno), el efecto volumen predomina sobre
el efecto precio y la Balanza Comercial mejoraría ante una depreciación del tipo de
cambio.

Hay motivos para creer que el fenómeno de la Curva J distingue la dinámica de


corto plazo, también existen razones para creer que no es así. La evidencia
histórica-empírica es bastante inconclusa al respecto. Al presente la literatura
macroeconómica, los determinantes de la Balanza Comercial de una economía, tal
como la mexicana, se derivan de los modelos en los cuales se asumen dos países
con agente representativo. En tales modelos se consiguen las funciones de
demanda de importación, demanda de exportaciones, y por tanto, la Balanza
Comercial, por medio de un proceso de optimización dinámica, en el cual, el agente
representativo deriva su utilidad del consumo de dos clases de bienes, uno
producido domésticamente – no transable - 𝑐𝑛𝑡𝑡 y otro bien importado – transable -
𝑐𝑡𝑡, sujeto a una restricción presupuestaria también de carácter temporal.

El problema que enfrenta el agente representativo del país domestico – economía


pequeña – es el siguiente3:
+∞ −𝛽𝑡
𝑀𝑎𝑥 𝑈 ∫0 𝑒 𝑢(𝑐𝑡𝑡 ′ 𝑐𝑛𝑡𝑡 )𝑑𝑡 (1)

Sujeto a:

𝜑 𝑝𝑥 𝑝 𝑝𝑚
𝑔𝑡 = 𝑑𝑡 + 𝑥𝑡 ( 𝑓 )𝑡 + 𝑔𝑡 ( 𝑓 )𝑡 − 𝑐𝑡𝑡 ( 𝑓 )𝑡 − 𝑐𝑛𝑡𝑡 (2)
𝑝 𝑝 𝑝

Donde 0 < 𝛽 < 1, es la tasa subjetiva de descuento, dado que todos los argumentos
de la función de utilidad están medidos en términos reales. La ecuación (2) indica
que la restricción presupuestaria está determinada por la variación del presupuesto
(g), tales movimientos se deben a la diferencia entre un presupuesto inicial (𝑔𝑡), una
cantidad dada de bienes producidos internamente 𝑑𝑡 y las exportaciones
domesticas 𝑥𝑡 menos los gastos de consumo interno en bienes no transables 𝑐𝑛𝑡𝑡,
y transables 𝑐𝑡𝑡. Además, observamos que tanto las exportaciones como las
𝑝𝑚
importaciones son deflactadas por el nivel de precios foráneos ( 𝑝𝑓 )𝑡′ el cociente
𝑝𝑚
entre el precio de las exportaciones y nivel de precios extranjeros ( 𝑝𝑓 )𝑡 miden
(3)

3
BUSTAMANTE, Rafael y MORALES, Fedor, Probando la condición de Marshall-Lerner y el efecto Curva J:
Evidencia empírica para el caso peruano. Última consulta: http://www.bcrp.gob.pe, 2019. Estudios
Económicos No° 16.
respectivamente, el poder adquisitivo de las exportaciones e importaciones locales
en términos de moneda extranjera, donde:
𝑓 𝑛𝑓 𝑚𝑓
𝑝𝑡 = 𝛿𝑝𝑡 + (1 − 𝛿)𝑝𝑡 (3)
Así, 𝛿 𝑦 1 − 𝛿 son respectivamente, la ponderación de los bienes de consumo al
𝑛𝑓
interior del índice de precios extranjero, tenemos 0 < 𝛿 < 1. Además 𝛿𝑝𝑡 es el nivel
𝑛𝑓
de precios de bienes no transables en el país extranjero y 𝑝𝑡 es el nivel de precios
de las importaciones extranjeras -exportaciones locales.

Tomando en cuenta una función de utilidad de Elasticidad de Sustitución Constante,


desarrollamos lo siguiente:
1
𝑢(𝑐𝑡𝑡 , 𝑐𝑛𝑡𝑡 ) = − ln(𝜃𝑐𝑛𝑡𝑡−𝑝 + (1 − 𝜃)𝑐𝑡𝑡−𝑝 (4)
𝑝
Resolviendo, se tiene el siguiente problema de optimización dinámica:
+∞ −𝛽𝑡 1
𝑀𝑎𝑥 𝑈 ∫0 𝑒 { ln(𝜃𝑐𝑛𝑡𝑡−𝑝 + (1 − 𝜃)𝑐𝑡𝑡−𝑝 )}𝑑𝑡 (5)
𝑝
Sujeto a:

𝜑 𝑝𝑥 𝑝 𝑝𝑚 (6)
𝑔𝑡 = 𝑑𝑡 + 𝑥𝑡 ( ) + 𝑔 ( ) − 𝑐𝑡 ( ) − 𝑐𝑛𝑡𝑡
𝑝𝑓 𝑡 𝑡
𝑝𝑓 𝑡 𝑡
𝑝𝑓 𝑡

Resolviendo por la Teoría de control óptimo, el Hamiltoniano respectivo es:


𝑝𝑥 𝑝 𝑝𝑚 (7)
𝐻 = 𝑒 −𝛽𝑡 𝑢(𝑐𝑡𝑡´ 𝑐𝑛𝑡𝑡 ) + 𝜆{𝑑𝑡 + 𝑥𝑡 ( ) + 𝑔 ( ) − 𝑐𝑡 ( ) − 𝑐𝑛𝑡𝑡 }
𝑝𝑓 𝑡 𝑡
𝑝𝑓 𝑡 𝑡
𝑝𝑓 𝑡
La condición de primer orden asociada al problema es:
𝜕𝐻 1 𝜃(−𝑝)𝑐𝑛𝑡 −𝑝−1 (8)
= 𝑒 −𝛽𝑡 (-𝑝) 𝜃𝑐𝑛𝑡 −𝑝 +(1−𝜃)𝑐𝑡 −𝑝 = 0
𝜕𝑐𝑛𝑡

𝜕𝐻 1 𝜃(−𝑝)𝑐𝑛𝑡 −𝑝−1 𝑝𝑚 (9)


= 𝑒 −𝛽 (-𝑝) 𝜃𝑐𝑛𝑡 −𝑝 +(1−𝜃)𝑐𝑡 −𝑝 − 𝜆𝑡 ( 𝑝𝑓 )𝑡 = 0
𝜕𝑐𝑡

𝜕𝐻 𝜑 𝑝𝑥 𝑝 𝑝𝑚
= 𝑔𝑡 = 𝑑𝑡 + 𝑥𝑡 ( 𝑓 )𝑡 + 𝑔𝑡 ( 𝑓 )𝑡 − 𝑐𝑡𝑡 ( 𝑓 )𝑡 − 𝑐𝑛𝑡𝑡 (10)
𝜕𝜆 𝑝 𝑝 𝑝
𝜕𝐻 𝜑 𝑝𝑚 (11)
− = 𝜆𝑡 = −𝜆( 𝑓 )𝑡
𝜕𝑔 𝑝

lim 𝜆𝑡 𝑔𝑡 = 0
𝑡→+∞

Posterior a resolver algebraicamente, queda del modo siguiente:


𝑓
𝐿𝐵𝐶𝑡 = 𝛽0 + 𝛽1 + 𝛽1 𝐿𝑇𝐶𝑅𝑡 − 𝛽2 𝐿𝑌𝑡 + 𝛽3 𝐿𝑌𝑡 + 𝜀𝑡 (12)

Donde:

𝑇𝐶𝑅𝑡 = tipo de cambio real.

𝑌𝑡 =Ingreso doméstico.
𝑓
𝑌𝑡 =Ingreso extranjero.

𝜀𝑡 =Perturbaciones

Ya que las variaciones en el tipo de cambio real inciden en la Balanza Comercial,


queda demostrado que, si el tipo de cambio real incrementa, los productos
extranjeros se encarecen respecto a los productos domésticos; lo que implica que,
por cada unidad de producto local, se adquiere una menor cantidad de producto
extranjero. Dicho esto, los agentes económicos exteriores responden a esa
variación de precio, una mayor cantidad de nuestras exportaciones,
consecuentemente las exportaciones domésticas incrementarán y como resultado
la Balanza Comercial mejorará.

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