SAB: ESCLAVITUD Y AMOR

Gertrudiz Goméz de Avellaneda tenía 27 años de edad cuando publicó esta novela que
sería la primera antiesclavista reconocida. Mujer y escritora no eran palabras que
pudieran ir juntas fácilmente en el siglo XIX; no obstante esta Goméz de Avellaneda
lideró una fuerte revolución contra su entorno y realidad al poner en letras algunos de
sus pensamientos más profundos y también más atrevidos para la época. Pese a que
en 1841 la escritora cubano-española ya contaba con cierto reconocimiento en
Madrid, ciudad en la que residía, no esperaba tener mucho reconocimiento por su
novela, pues ella misma dice que respecto a esas páginas “la autora no tenía entonces
la intención de someterlas al terrible tribunal del público”, pero, para nuestra fortuna,
se vio finalmente motivada por los comentarios positivos que le habían hecho algunos
conocidos acerca de la novela.

Sab es también la primera novela escrita por Goméz de Avellaneda quien antes se
había dedicado a escribir exclusivamente poesía, se aventura con este género a contar
la historia de Bernabé, a quien su madre y todos llaman Sab por alguna razón que no
es explicada, y como si fuera poco escribir una novela cuyo protagonista fuera mulato
y esclavo, la autora le dio a Sab un corazón noble ¡un corazón noble en el cuerpo de
un mulato!, así pues la autora empieza desde muy temprano en la historia a jugar con
las más fuertes convicciones de la sociedad del siglo XIX. Divide su historia en dos
partes y añade también una “nota al lector”,que consideró prudente para justificar su
aparente atrevimiento al escribir y publicar una obra, y una conclusión.

Sab es, sin lugar a dudas, diferente a los demás esclavos, y su diferencia radica en dos
cosas:sus orígenes y su educación. Su origen se considera más noble que el de los
demás esclavos, pues se piensa que es hijo de don Luis, un criollo más o menos
acomodado que al morir le pidió a su hermano Carlos de B cuidar a Sab, éste aceptó
porque también sospechaba acerca de los orígenes del mulato, esto permitió que le
concediera un trato distinto y le dejara educarse junto con su hija Carlota. Así, pues, la
vida de Sab se desarrolla en Bellavista junto a Carlos de B y sus hermosas hijas.

Gertrudiz Goméz de Avellaneda construye a Sab con unas características, tanto físicas
como psicológicas, que son poco comunes para referirse a un esclavo y sobre todo,
que buscaban de alguna forma compararlo con la clase más alta, es decir con un
blanco. Los modales y lenguaje de Sab revelan su carácter e inteligencia y de
inmediato se le presenta al lector como un personaje noble y que desafortunadamente
no puede pertenecer a la clase social que le permitiría vivir la vida que un carácter
como el suyo merece y quisiera, pues sólo así podría tener una oportunidad con
Carlota, de quien se encuentra profundamente enamorado, pero ella, por supuesto, lo
ve sólo como su más leal esclavo.
El personaje de Sab es, desde su color de piel, hasta sus diálogos profundos e
inteligentes, el medio a través del cual la autora plasma sus pensamientos acerca de
problemas como la esclavitud, la pobreza y desigualdad social, la posición de la mujer
en el matrimonio, la vida religiosa; y sentimientos como el amor, la soledad, la
avaricia, la muerte, etc.
De esta novela se pueden destacar muchos factores, en lo personal me ha llamado
mucho la atención la forma en la que se describen los personajes, lugares y eventos,
Goméz de Avellaneda tiene una sensibilidad preciosa que llena de emotividad la
narración y permiten al lector entender mucho más el ambiente en el que se
encuentran los personajes, así, es más sencillo entender la psicología de cada uno de
ellos, saber por qué el amor, en todas las posibles formas que este adopta, les llevó a
las últimas consecuencias.

Sab es una historia que tiene un inmenso valor estético e histórico, por un lado,
contienen unas imágenes magníficas que dejan ver la belleza única de la isla y la
expresión de los personajes; por el otro, deja ver varios detalles de la vida y actividad
del siglo XIX, así como las principales preocupaciones de la sociedad de este tiempo.
Sin duda, es una lectura casi obligatoria para entender parte de la literatura
latinoamericana del siglo XIX, el feminismo moderno, la esclavitud y la sociedad.