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ROJINEGRO
RADICALISMO CENETISTA Y OBRERISMO EN LA
PERIFERIA DE BARCELONA (1918-1939)
Diputació de Barcelona
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
La separación trabajo-residencia
4. Las diferentes movilidades de un municipio suburbano.
Hospitalet y el censo obrero de 1923.. . . . . . . . . . . . . . . . 101
José Luís Oyón, Carles Enrech
7
escuelas, recogida de basuras, transportes, correos, sanidad, cementerios, agua
corriente, iluminación pública, etc.. Estos trabajadores, recién llegados, hubie-
ron de enfrentarse a dificultades de vivienda, de trabajo, pero también de rela-
ción social, de desarrollo cultural, de inquietud política o sindical, cuando no
también problemas de relación con la población autóctona del municipio.
Pronto dieron forma a asociaciones de variada temática, a núcleos de afilia-
ción sindical que presentaban problemas distintos a los de los sindicatos de la
gran ciudad, formas de expresión política que, aunque minoritarias en el
mundo obrero, tuvieron cierta presencia, como el republicanismo federal o
pequeños grupos marxistas. Pero sin duda, la integración se realizó funda-
mental y mayoritariamente, en las filas del anarcosindicalismo, lo que debería
llevar a hacernos preguntas como... ¿por qué la CNT y no otras formas de
expresión política? ¿Ya la conocían en sus lugares de origen? ¿se integraron
por inercia en la fuerza ya mayoritaria en Cataluña? ...
Muchos de estos trabajadores, que vivían alejados de Barcelona, participa-
ron activamente, desde el primer día, en el enfrentamiento con las fuerzas
políticas y militares sublevadas el 18 de julio de 1936. Lo realizaron, en gran
parte, de manera espontánea e improvisada, pero dieron respuestas de urgen-
cia a una situación excepcional, en numerosas ocasiones en alianza con otros
sectores sociales fieles al orden republicano. Se hicieron con el control políti-
co de los municipios donde vivían, pusieron en marcha las fábricas abando-
nadas por sus propietarios, aseguraron el abastecimiento de la población, cre-
aron colectividades agrícolas, etc. Todo ello, no hay duda, en un contexto de
grandes dificultades provocadas por las necesidades de la guerra. También
fueron muchos de ellos los que formaron parte de las primeras milicias y ofre-
cieron, con alto grado de voluntarismo, una primera respuesta militar al avan-
ce de las tropas facciosas, labor poco reconocida por amplios sectores de la
historiografía.
Hemos de tener en cuenta que estamos hablando de un sector social de
poca cualificación profesional y afectado por amplias tasas de analfabetismo,
que no es sinónimo de desinterés por la cultura o de inquietudes sociales. Car-
pinteros, pintores, camareros, albañiles y multitud de obreros asalariados fue-
ron los iniciales protagonistas de la derrota del ejército sublevado en numero-
sas ciudades de España, y sobre todo, en las grandes ciudades de Cataluña.
¿De dónde procedía esa gran capacidad de movilización? ¿Podríamos encon-
trar claves que nos ayudaran a comprenderlo mejor?
Los nuevos barrios surgidos en los municipios limítrofes -La Torrassa,
Santa Eulàlia en L’Hospitalet, La Salut y Artigas en Badalona, o los de Santa
Coloma y Sant Adrià en la ribera del Besòs-, no eran en absoluto casos aisla-
dos. Formaban parte de un auténtico cinturón de suburbios, de unas "segundas
periferias" que rodeaban la ciudad y cuya lógica de funcionamiento superaba
8
el estricto marco municipal. En el municipio de Barcelona, Can Baró, los dis-
tintos asentamientos de los actuales Nou Barris, la Colonia Castells, Collblanc,
los nuevos desarrollos en las zonas orientales de Sant Andreu y Sant Martí ,
cercanos ya al Besós, el barrio en torno al Hospital de Sant Pau, se crearon en
esos años de entreguerras en zonas muchas veces lindantes a los municipios
citados. Las Casas Baratas del Patronat, con dos grupos incluidos en el térmi-
no de Santa Coloma, expresan a las claras esa unidad geográfica y funcional ya
consolidada del nuevo cinturón obrero. Todos esos asentamientos, tanto los
surgidos en la periferia del municipio de Barcelona, como los de los munici-
pios limítrofes, formaban en realidad una única corona geográfica, jornalera e
inmigrante, cuya lectura ha de hacerse en conjunto. Para lo que serían las
segundas periferias ampliadas a esos municipios limítrofes, estaríamos hablan-
do de unos 150.000 habitantes en 1930, un 12 o 13% como máximo de la
población del Barcelonés en esa fecha. Estamos pues ante un fenómeno ya con-
solidado, pero que se encuentra todavía en fase de formación. Obviamente, la
relevancia de esa cifra aumenta a medida que restringimos el universo de refe-
rencia. Podríamos estar hablando entonces de un 15% de la clase obrera del
Barcelonés, algo más quizás, cerca de un 20%, si limitamos nuestra observa-
ción al jornalero sin cualificación. Por los que sabemos, muchas de estas nue-
vas barriadas limítrofes dieron muestras de militancia cenetista, radicalismo
político y compromiso, como se constató en los meses álgidos de la revolución.
Estas Jornadas pretenden precisamente hacer una lectura conjunta de toda
esa nueva realidad que surge en los años veinte y treinta. Tratan de superar el
estricto marco local. Intentan sacar a la luz una realidad de base poco conoci-
da pero que era ya un hecho emergente en la ciudad al filo de la Guerra Civil:
la formación de un cinturón obrero en el que el obrerismo y el anarquismo en
particular iban a encontrar la ocasión de nuevos lugares de despliegue. Un
urbanismo nuevo y unas nuevas realidades geográficas que alumbraban pau-
tas de acción colectiva también nuevas.
Hemos organizado las intervenciones en cinco grandes apartados. La idea
es que una serie de intervenciones-clave permitan iniciar el debate y encua-
dren otras de carácter más puntual para rebatir, confirmar o simplemente apar-
tarse de algunas de las hipótesis que a continuación se exponen. La ordenación
lógica de los distintos apartados es la que sigue.
9
surgimiento de todos estos barrios, tanto los barceloneses como los de los cita-
dos municipios, es común. Brotan acabada ya la Guerra, con máximos desa-
rrollos a mitad de los años veinte y una relativa desaceleración en los treinta.
Las curvas de permisos de obras lo permiten atestiguar. Barrios enteros sur-
gieron de la nada en localizaciones más excéntricas a las ocupadas por los
suburbios de la primera industrialización del siglo XIX o rellenando a veces
vacíos intersticiales hasta entonces olvidados.
¿Cuál era el paisaje urbano de estas nuevas barriadas periféricas?, ¿se ase-
mejaba al de los viejos barrios obreros y populares del Ochocientos, o eran
más bien la expresión de nuevas formas urbanas? ¿eran todos los barrios simi-
lares o existían diferencias sustanciales respecto al tipo de calle, de casa, de
parcelación, ....? Las parcelaciones periféricas fueron por lo que parece el
reino de la promoción edificatoria diminuta. Se trataba de iniciativas para
construir una sola vivienda o como máximo dos. Las promociones de más
viviendas fueron poco habituales y extremadamente excepcionales las masi-
vas. El paisaje resultante era por lo general el de casetas bajas, interrumpidas
aquí y allá por pequeñas casas de pisos y alguna torreta con jardín. La caseta
de bajos y el pasaje fueron los elementos de composición urbana hegemóni-
cos de toda la segunda periferia, un paisaje radicalmente distinto del del
Ensanche y por supuesto bien diferente del de los barrios populares de los
antiguos núcleos del Llano, caracterizados por una mayor densidad y unas for-
mas edificatorias distintas. La vivienda de dimensiones mínimas fue la norma.
Lo mismo puede decirse de la presencia de barracas y otras formas de infra-
vivienda. Sorprende también la alta tasa de hacinamiento y la presencia de la
propiedad
10
ción del estrato jornalero menos arraigado y cualificado. El analfabetismo fue
un rasgo cultural íntimamente asociado a la baja cualificación laboral.
Las segundas periferias se definen también por la alta presencia de la inmi-
gración, especialmente de la charnega (murcianos y almerienses), aunque es
también significativa la presencia de valencianos y aragoneses. En el munici-
pio de Barcelona y desde el punto de vista de la estructura demográfico-fami-
liar era altamente significativa la abundancia de hogares con muchos niños, de
cabezas de familia jóvenes y de formas de cohabitación de dos o más familias
dentro de una misma vivienda. La diferenciación sociogeográfica y la homo-
geneidad social especialmente por lo que toca a determinados rasgos de pre-
cariedad aparecía pues muy clara.
3. La separación trabajo-residencia
11
4. Las nuevas comunidades obreras y la sociabilidad
12
residente. Nuestra hipótesis es que esas circunstancias orientaron con mayor
facilidad la acción colectiva en dos direcciones principales. Por un lado, hacia
las reivindicaciones que tienen que ver con el consumo: alquiler de la vivien-
da, transporte y condiciones de la urbanización. Por otro, hacia la reivindica-
ción más declaradamente política y no estrictamente sindical.
La huelga de alquileres de 1931 fue un referente movilizador trascenden-
tal en el tema de la vivienda. Promovida por algunos dirigentes radicales del
Sindicato de la construcción de la CNT, tuvo un gran impacto en muchos de
los barrios periféricos del área barcelonesa. En el caso del transporte, el aisla-
miento de las barriadas externas terminó por generar un auténtico debate ciu-
dadano en el que se involucraron partidos políticos, vecinos y asociaciones
obreras. Una lucha que tuvo solo un éxito parcial y que reflejó la condición
todavía precaria de las periferias.
El carácter más declaradamente "político" y más precisamente anarquista
radical de estas barriadas es solo una hipótesis de trabajo que se fundamenta
en primer lugar en el alto grado de abstencionismo electoral en términos rela-
tivos en estas zonas (muy probablemente como eco parcial de la influencia
cenetista) y en segundo lugar en la constatación en algunas de ellas de un alta
presencia del faísmo... La mayor tendencia abstencionista se complementó a
su vez con una adscripción inequívoca de los votantes a las candidaturas del
Front d´Esquerres. Se votaba poco (o se votaba menos que la media de la ciu-
dad y que en algunos barrios populares tradicionales ) y, cuando se hacía, el
elector se decantaba incuestionablemente hacia la opción frentepopulista.
Ese abstencionismo no puede interpretarse sin más como un simple segui-
miento de las consignas del anarquismo. Pero sugiere al menos una influencia
señalable. Existió además un comportamiento electoral peculiar que se señala
por el apoyo destacado que recibían las candidaturas del republicanismo, no
solo del propiamente catalanista, hegemónico en buena parte de los votantes
de estos barrios, sino también del republicanismo federal que compartía
muchos mensajes anticlericales e izquierdistas con los círculos cenetistas.
13
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LA EXPLOSIÓN DE LAS
SEGUNDAS PERIFERIAS:
GEOGRAFÍA, VIVIENDA Y
FORMAS URBANAS
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1. Las segundas periferias de Barcelona: vivienda y
formas urbanas, 1917-1936
Glòria Andrés
José Luís Oyón
17
sucesivos envites cíclicos iba a cambiar el paisaje urbano de la Barcelona de
entreguerras. Barrios enteros surgirán de la nada en localizaciones todavía más
excéntricas a las ocupadas por los suburbios de la primera industialización del
siglo XIX o rellenando a veces vacíos intersticiales hasta entonces olvidados
18
crecimiento modestísimo, con un número medio de 137 licencias. En la figu-
ra 2 se han indicado el volumen de expedientes en cada uno de los barrios deli-
mitados. Desacan esencialmente los antiguos núcleos del llano, sobre todo los
más próximos al Eixample -como Sants y Gràcia, que agrupan por sí solos la
cuarta parte de los expedientes-, Camp de l'Arpa, Sant Andreu y Sant Gerva-
si. El otro rasgo destacado lo constituye la presencia de los suburbios ricos,
nacidos en el siglo XIX, que se ven impulsados gracias a una excelente dota-
ción de medios de transporte, ya sean procedentes del ochocientos o reciente-
mente constituidos. El único nuevo suburbio, en realidad, es el Guinardó.
El decenio siguiente, de 1907 a 1916, cuenta la misma historia con muy
leves matices (figura 3). Los suburbios interiores, Gràcia, Sants y el Camp de
l'Arpa, siguen sobresaliendo como antiguos núcleos de la corona suburbana,
pero el Guinardó ocupa ya el lugar preeminente en la dinámica de la ciudad
periférica, concentrando la décima parte del total de expedientes de nueva plan-
ta. Otra vez descollan los suburbios de la zona acomodada. A los barrios de
torres de Sant Gervasi y la Bonanova, han venido a sumarse con fuerza Vallvi-
drera y Vallcarca. La dotación de transporte vuelve a ser un tema esencial.
La década que va de 1917 a 1926 por contra es la del auténtico vuelco de
la situación. En esos diez años se creció a un ritmo muy superior (figura 4). El
proceso de construcción esperó justo al final de la guerra para comenzar su
andadura, quizás porque los propietarios de pequeñas parcelas compradas en
la época de euforia económica del conflicto, se mantuvieron a la espera mien-
tras éste duraba, aplazando las iniciativas para construir nuevas viviendas6.
Pero lo más significativo para nuestro objetivo es que ese crecimiento se rea-
lizará en barrios surgidos ex-novo, en lugares hasta entonces intocados por la
urbanización o bien en suburbios que en esos momentos se encontraban apa-
ciblemente instalados en un modesto nivel de actividad. Las parcelaciones
más dinámicas en esa década constituyen una novedad casi total. Can Dragó,
surgido de la nada al final de la Primera Guerra Mundial, ocupa el primera
lugar en la intensidad urbanizadora, con más de 700 nuevas construcciones en
el período. Collblanch-La Torrassa, el área oriental de Sant Martí, Can Baró y
Gràcia-Est son también nuevos suburbios de similares características. Barrios
nuevos o "casi" nuevos, en otros casos como el de El Carmel, suburbio de
modesta dinámica nacido a finales del siglo anterior, que durante estos diez
años vio multiplicada su tasa de crecimiento por ocho. Otro viejo barrio popu-
lar, como el Camp de l´Arpa estaba creciendo durante estos años sobre todo
en un nuevo sector muy concreto junto al hospital de Sant Pau, con una diná-
mica, a unas formas urbanas y a un tipo de vivienda que más lo asemejan a los
barrios nuevos antes citados que no al viejo suburbio del Ochocientos. La
figura 5 refleja con claridad el impulso de esas nuevas o casi nuevas perife-
rias, de dominante obrera. Prácticamente inexistentes durante las dos primeras
19
décadas de nuestro estudio, este conjunto de barrios surge pujante a finales de
la Primera Guerra Mundial, alcanzando sus máximos en torno a 1924. Sólo
ellos reúnen un 42% del total de permisos de nueva planta de la corona peri-
férica.
El fenómeno de explosión de las parcelaciones afectó también a otras áreas
excéntricas de la ciudad, como señala también la figura 5. Se han reunido aquí
los suburbios de crecimiento muy intenso durante el período, pero de un tama-
ño inferior. Frente a los barrios mayores que en los años de máxima intensidad
superaban algunas veces la raya de las 100 obras de nueva planta, aquí los máxi-
mos rara vez superan las 50 obras de nueva planta en los años de cresta, siem-
pre en torno a 1924. Vemos ahora agrupados algunos barrios medios, e incluso
altos, ya loteados y comenzados a construir desde principios de siglo, como la
Font d´en Fargas y Can Quintana que han sufrido un importante crecimiento en
el boom de los primeros veinte. Pero otros barrios de dominante obrera muy
marcada surgen claramente con formas urbanas y tipos de vivienda comparables
a los de las mayores periferias antes referidas: el viejo asentamiento de Can
Tunis, la parcelación de la Trinidad. La zona oriental de Les Corts, en torno a la
Colonia Castells, destaca también con nitidez. En total, estos pequeños subur-
bios surgidos con fuerza durante la década vendrían a suponer junto a los más
grandes antes comentados más del 50% de la construcción de nueva planta rea-
lizada en la corona suburbana del municipio barcelonés.
La década de 1927 a 1936 fue simplemente en la periferia un período de
consolidación de las tendencias anteriormente señaladas (figura 6). Con un
crecimiento más modesto, los suburbios más dinámicos son prácticamente los
mismos. Los ciclos de la construcción barceloneses, con máximos en 1930 y
1935, no parecen acusarse en la periferia con la misma intensidad con la que
se hará en el Ensanche de la ciudad. No se detectan tampoco nuevos asenta-
mientos a excepción de pequeños núcleos en las áreas más excéntricas. Es el
caso del pequeño barrio de Estadella en el área más oriental de Sant Andreu y
algunas zonas de pasajes en el este del antiguo municipio de Sant Martí7. Las
Casas Baratas del Patronato Municipal de la Habitación a finales de los años
veinte son la novedad más saliente8.
En la figura 7 se han dibujado como resumen los barrios de mayor tasa de
crecimiento en los decenios 1917-26 y 1927-36 con relación a las licencias
acumuladas en los dos decenios anteriores. Se han señalado los nueve barrios
de mayor tasa de crecimiento en alguno de aquellos dos últimos decenios. Se
han añadido aquellos barrios cuya tasa de crecimiento supuso al menos tripli-
car el número de licencias acumuladas en períodos anteriores. Puede verse
cómo las segundas periferias antes referidas aparecen ahí dibujadas en el
plano de Barcelona. Esas nuevas barriadas ocupan en lo esencial los ámbitos
más extremos del municipio en un movimiento siempre más centrífugo que ve
20
cómo las nuevas construcciones ocupan lugares cada vez más alejados del
centro hasta rebasar prácticamente los límites municipales. Es un movimiento
que tiene su continuación natural en el impulso constructivo de los municipios
próximos del Barcelonés, cuyas curvas de nueva edificación resultan calcadas
a las de la periferia barcelonesa9 .
En resumen, el crecimiento periférico había ido consolidando su peso en el
transcurso de estos años y especialmente en los del período posterior a la Pri-
mera Guerra Mundial. La década de los veinte se nos presenta como decisiva
para el conjunto barcelonés, tanto en lo que se refiere a intensidad constructiva,
como desde el punto de vista cualitativo. Es entonces, cuando se marcan en el
plano de la ciudad y en las formas urbanas los asentamientos fundamentales de
lo que constituirá la segunda periferia de la ciudad, nacida casi ex-novo en estos
años. No quiere ello decir que el resto de barrios dejaran de acusar el formida-
ble impulso constructivo10. Toda la corona periférica -en realidad toda la ciudad-
acusó profundamente la coyuntura explosiva. Pero por lo general los núcleos de
la corona suburbana interior, la primera periferia de los viejos núcleos del Llano,
y los suburbios acomodados reflejaron dicho movimiento con bastante menor
intensidad en lo que se refiere a la construcción de nueva planta. En la corona
suburbana aquí considerada sobresale en definitiva el carácter trascendental de
los años veinte en la génesis de la vivienda obrera de la periferia. Es en esos años
cuando se forma lo esencial de las nuevas parcelaciones.
¿Cuál era el paisaje urbano de estas nuevas barriadas periféricas?, ¿se ase-
mejaba al de los viejos barrios obreros y populares del Ochocientos, o eran
más bien la expresión de nuevas formas urbanas? ¿eran todos los barrios simi-
lares o existían diferencias sustanciales respecto al tipo de calle, de casa, de
parcelación, ....?
Se ha realizado un estudio exhaustivo de todas las segundas periferias
agrupadas en la figura 811. Se ha considerado en primer lugar el tipo de calle y
el tipo de manzana de cada asentamiento. El viario predominante en estos
barrios es sin discusión rectilíneo y angosto. Un 42% de los cerca de 70 kiló-
metros de nuevas vías son estrechas callejas de cinco a ocho metros de longi-
tud. La mitad de las vías tiene menos de ocho metros y un 82% menos de doce.
Esas vías estaban por lo general sin asfaltar, como demostraría la cartografía
detallada de la época. El tipo de manzana hegemónico es de tamaño muy
menudo y de forma rectangular alargada. Se caracteriza por tener el lado
menor siempre muy corto, como consecuencia de un sistema de loteo simple,
únicamente hacia uno o, todo lo más, dos lados de la manzana, con parcelas
21
muy poco profundas. Supone todo ello que una tercera parte de las manzanas
tengan lados menores inferiores a los 25 metros y que un 28% de las "manza-
nas" loteadas sean simples frentes de calles. En total, un 81% de las manzanas
tienen lados menores por debajo de los 50 metros.
Aplicando a cada asentamiento el baremo establecido de calles y manzanas
se han podido diferenciar tres morfologías distintas. En la primera morfología,
como en la mayor parte de las segundas periferias, el viario predominante es rec-
tilíneo y angosto. Un 37% de nuevas vías son callejas de cinco a ocho metros y
un 89% tiene menos de doce metros de anchura. En cuanto al tipo de manzana,
también se rige por las características generales de las segundas periferias, sien-
do de tamaño menudo y rectangular alargada, como consecuencia del sistema de
loteo simple. Un 39% de las manzanas tienen lados menores inferiores a los 50
metros y un 35% de las "manzanas" loteadas son simples frentes de calles. En
total, un 74% de las manzanas tienen lados menores por debajo de los 50 metros
y un 98% menores a 75 metros. Ejemplos básicos de esta morfología son los
barrios de Collblanch, Can Baró o Can Dragó, así como también el Guinardó y
el Carmel, que son barrios pertenecientes a proyectos anteriores. En los proyec-
tos de la época se puede diferenciar entre la morfologia de malla estricta, como
es el caso de Prosperitat, en el barrio de Can Dragó (figura 9), y la ciudad jardín
con una trama más pintoresca y curvada como Can Baró (figura 10).
La segunda morfología se caracteriza por la superposición sobre la trama
del Ensanche (figura 11). Así, siguiendo el criterio de calles, podría parecer un
tipo de asentamiento muy distinto al primero, con un 72% de calles de más de
18 metros de anchura, lo que corresponderia a grandes manzanas loteadas en
sus cuatro costados, creando en el medio un amplio patio central, acercándo-
se más al proyecto de Cerdà. Pero no debemos olvidar que hay otra morfolo-
gía que interfiere en la creación de estos asentamientos. En estos barrios las
grandes manzanas del Ensanche son truncadas por angostos pasajes rectilíne-
os, un 27% de las calles tiene menos de 12 metros, muy semejantes a las calle-
jas estudiadas en la primera morfología. Las manzanas son ocupadas, en su
mayoría, por pequeñas calles interiores, que en algunos casos se convierten en
pequeñas tramas de más de un pasaje. Podemos comprobar que un 33% de las
manzanas son simples frentes de calle y que un 88% de las manzanas reales,
tiene su lado menor inferior a 75 metros, lo que no difiere tanto de la primera
morfología. Los barrios de Sant Martí Est y Camp de l'Arpa (Barriada de
l'Hospital), son un reflejo claro de este tipo de periferias.
La tercera y última morfología tiene características similares a la primera,
pero llevadas radicalmente al extremo (figura 12). En estos asentamientos el via-
rio sigue siendo rectilíneo y angosto, con un 39% de callejas de cinco a ocho
metros de anchura y un 84% con menos de 12 metros. Sus vías, generalmente
sin asfaltar, dibujan una densa trama completamente ortogonal. En la mayoría
22
de los casos se puede diferenciar una ordenada jerarquía de vías, algunas de las
cuales se ensanchan para dar lugar a una pequeña plaza. El tipo de manzana es
de dimensiones muy reducidas y de forma rectangular alargada. Tiene siempre
un lado mucho más corto que el otro a causa de un loteo simple, solámente hacia
uno o dos de sus lados. Las parcelas son pequeñas y poco profundas. Según el
estudio realizado, el 80% de las manzanas de estos asentamientos tiene lados
inferiores a 25 metros y un 12% son simples frentes de calle. Estos asentamien-
tos se sitúan muy alejados de la ciudad, con su consecuente problema de comu-
nicación. Suelen ser barrios muy bien delimitados en los que sus propias calle-
jas crean un perímetro cerrado. Prácticamente la totalidad de los barrios que per-
tenecen a esta tipología están englobados dentro de la política de las Casas Bara-
tas del Patronat, como pueden ser los asentamientos de Baró de Viver, Ramón
Albó, Milans del Bosch o Eduardo Aunós, aunque también podemos encontrar
otros ejemplos como la Colonia Castells o Sant Andreu Est.
El análisis de las licencias de obras concedidas entre 1917 y 1936 ofrece
algunos rasgos constructivos comunes de todos estos barrios12. Las parcela-
ciones periféricas eran el reino de la promoción edificatoria diminuta: dos ter-
ceras partes de las iniciativas lo fueron para construir una sola vivienda y un
80% para construir como máximo dos. Las promociones de más viviendas
fueron poco habituales y extremadamente excepcionales las masivas. Todo
ello se refleja en unas dimensiones de parcela muy escuetas: un 57% de las
promociones se realiza sobre lotes de menos de 150 m2 y casi tres cuartas par-
tes sobre lotes de menos de 200m2. Los frentes de loteo eran lógicamente muy
estrechos: cerca de la mitad de las parcelas tenían frentes de hasta 6 metros,
siendo especialmente repetidas las dimensiones comprendidas entre 5,5 y 6
metros (un 37% de las licencias) (figura 13). El paisaje resultante era por lo
general el de casetas bajas (casi un 80% del total) y alineadas a la calle (un
70%) , interrumpidas aquí y allá por pequeñas casas de pisos y alguna torreta
con jardín. Todos estos trazos se acentúan si incluimos a las Casas Baratas del
Patronat, con sus pequeñas viviendas repetidas, y a los barrios periféricos de
los municipios suburbanos (en realidad, las Casas Baratas "serializaban" el
paisaje que de manera muy fragmentada iba componiendo las demás perife-
rias barcelonesas). Se trataba de un paisaje urbano formado en definitiva por
casas bajas, distribuidas en pasajes o calles estrechas y sin asfaltar: la caseta
de bajos y el pasaje (de anchura variable, pero por lo general menor de 8
metros) fueron los elementos de composición urbana hegemónicos de toda la
segunda periferia (figuras 14 y 15). Un paisaje, como explicaba mossen Cla-
pés al hablar de Can Dragó de los años veinte, "arreu massa pobre, tant en el
que toca als edificis, com a l´amplitud dels carrers"13, radicalmente distinto del
del Ensanche, y por supuesto bien diferente del de los barrios populares de los
antiguos núcleos del Llano, caracterizados por una mayor densidad y unas for-
23
mas edificatorias distintas (cuando la edificación era unifamiliar, se trataba
casi siempre de casas de dos alturas). Unas formas urbanas algo alejadas tam-
bién de la Arcadia más o menos menestral de la caseta i l´hortet al que tradi-
cionalmente se ha ligado la fortuna de alguno de estos espacios suburbanos.
La vivienda de dimensiones mínimas fue la norma: un 30% de las iniciati-
vas ofrecían viviendas menores de 40m2 útiles, un 57% menores de 50 m2 y
el porcentaje se elevaba hasta el 84% sin considerásemos las casas con habi-
taciones menores de 60m2 útiles. El equipamiento sanitario del alojamiento
era en general todavía precario: tres cuartas partes de los permisos de obra
solucionaban la evacuación de aguas sucias a través de pozo negro o fosa sép-
tica y solo un 24% de los permisos hacía explícita la conexión a alcantarilla-
do. El aseo individual se generaliza (no así el baño), pero es todavía de dimen-
siones mínimas y de acceso mayoritario (e incómodo) desde el exterior14.
Más allá de este cuadro general, se pueden establecer diferencias internas
muy ilustrativas entre el paisaje urbano de los barrios. A pesar de ser dominan-
te en las licencias la caseta de bajos, la realidad era más variada. Se han distin-
guido cuatro tipos arquitectónicos básicos cuya diversa combinación en los dis-
tintos espacios periféricos genera tres formas básicas de paisaje urbano. La pri-
mera de ellas se basa fundamentalmente en la caseta de bajos ya comentada. El
número de permisos que se acogen a ese tipo ronda el 70% de las licencias de
las barriadas interesadas (aunque en cuanto al número de viviendas no alcanza
el 60%). La caseta de bajos (figura 16) presenta una disposición en planta muy
cuadrada, con una acceso-corredor central desde fachada que suele dividir el
espacio en cuatro partes, tres dormitorios y una última, a patio, algo más gran-
de, de cocina-comedor. Cuando la cocina se independiza, se adhiere a la facha-
da posterior, alcanzándose las cinco piezas, sin contar el aseo, accesible nor-
malmente desde el patio posterior15. Ese tipo caracteriza mayoritariamente Can
Dragó, las expansiones de Can Tunis, la Colonia Castells y su entorno, la barria-
da de Estadella y, de una manera monográfica, las Casas Baratas del Patronat.
En estos barrios es destacada también la presencia del tipo de vivienda en pasi-
llo (figura 15) con porcentajes sobre el total de las viviendas ofertadas que pue-
den alcanzar el 25%16. Era un tipo tremendamente especulativo de superficies de
unidad habitacional que oscilan entre los 15 y los 40 m2 útiles, divididas en tres,
cuatro y hasta cinco piezas, que ventilan en parte a un patinejo interior. Las casas
de pisos eran escasísimas: no más del 6% (un 13% sobre la oferta total de
viviendas). El viario es casi siempre muy estrecho, en forma de callejas y pasa-
jes de no más de ocho metros donde afrontan las casetas, mayoritariamente ali-
neadas. Pasaje, caseta alineada y algún pasillo definen pues este tipo de paisaje.
La Colonia Castells constituiría su expresión arquetípica, en cuanto condensa en
operaciones muy unitarias las formas urbanas comentadas, pero la expresión
más acabada estaría en los cuatro núcleos de Casas Baratas (figura 13).
24
En el segundo tipo de paisaje, el número de permisos reconocibles como
casetas de bajos es siempre menor del 60% (en torno al 50% si nos fijamos en
el número total de viviendas). La novedad la constituye la presencia de peque-
ñas torretas y algunas torres cuyo monto oscila entre el 20 y el 28% de las
viviendas. Las casas de pisos son más raras, aunque en Can Baró llegan a
igualar al número de torretas. La presencia de estas formas más esponjadas de
ocupación y el retranqueo de las pequeñas casetas de bajos dejando un jardín
o patio delantero implica la dominancia de ocupaciones de parcela no estric-
tamente alineadas a calle (figura 17), de casas aisladas rodeadas de verde y
posiciones de la edificación no exclusivamente entre medianeras. Todo ello,
unido a una topografía más accidentada y a la presencia del espacio ajardina-
do terminaba por configurar un paisaje urbano igualmente pobre, pero mucho
más esponjado y abierto. El Carmel y Can Baró, en las faldas de Collserola
fueron los barrios representativos.
En el tercer tipo de paisaje eran mucho más habituales las casas de pisos
(figura 18): entre un 20 y un 55% de los permisos, entre un 50 y un 80% apro-
ximadamente del total de viviendas. Estas casas, que son el elemento defini-
torio del paisaje analizado, son de alturas variables, aunque raramente excedí-
an los cuatro o cinco pisos. Las promociones de mayor tamaño introducen un
nuevo tipo de casa, diferente a la de Ensanche tradicional, con viviendas de
pequeña superficie, de cinco y seis piezas, poca fachada, desarrollo en pro-
fundidad y a veces duplicadas, hacia calle y hacia patio de manzana. Fue éste
un tipo de promoción de vivienda obrera muy común en estos años y se exten-
dió en realidad hasta Sants, Gràcia y los mismos bordes del Ensanche. La pre-
sencia de casas de bajos es en consecuencia bastante menor que en los dos
tipos precedentes. No están ausentes tampoco los pasillos, con porcentajes
variables que oscilan entre el 4 y el 14% del total de viviendas, pero faltan por
el contrario las torretas. Todo ello acaba conformando un paisaje de mayor
densidad, más cerrado, menos horizontal y caracterizado por la mixtura y la
alternancia de tipos plurifamiliares y unifamiliares. Presenta dos modalidades
distinguibles. La primera resulta en realidad de la superposición sobre la gran
manzana de Ensanche de dos formas urbanas diferentes, una en el borde exte-
rior, con calles amplias y edificios alternados de bajos y de pisos como los
antes comentados, y otra en su interior, donde se optimiza la gran superficie
del patio de manzana para introducir las calles estrechas, los pasajes y casas
bajas característicos del primero tipo de morfología antes comentado. El exte-
rior de la manzana aparenta así un paisaje de Ensanche en formación, mien-
tras que el interior es otro mundo muy diferente, poblado de casitas bajas. Es
el paisaje de la zona del Camp de l´Arpa (figura 19) que creció junto al Hos-
pital de Sant Pau y, de forma más laxa y dispersa, de toda la zona de creci-
miento de Sant Martí Est. La otra modalidad, presente en Collblanch y en Grà-
25
cia Est, también presenta estas características de sobreposición de dos tejidos
distintos (en especial, Gràcia), pero de una manera no tan rotunda. Ello hace
que al final lo más característico sea la simple alternancia de casas de pisos y
casas bajas sobre un tipo de manzana de pequeña dimensión.
26
Figura 1
Permisos nueva planta 1897-1936
Figura 2
Licencias 1897-1906
27
Figura 3
Licencias 1907-1916
28
Figura 4
Licencias 1917-1926
29
Figura 5
Segunda periferias: evolución constructiva
30
Figura 6
Licencias 1927-1936
31
Figura 7
Barrios de mayor tasa de crecimiento interdecenal 1917-1936
32
Figura 8
Asentamientos de las segundas periferias
33
Figura 9
Prosperitat (Can Dragó)
Figura 10
Can Baró
34
Figura 11.
Barriada de l’Hospital
35
Figura 12
Milans de Bosch (Casas Baratas del Patronat)
36
Figura 13
Colonia Castells
37
Figura 14
Caseta de bajos
Figura 15
Pasaje
38
Figura 16
Esquemas tipológicos de casetas de bajos
Figura 17
Caseta de bajos aislada
39
Figura 18
Casas de pisos
40
Figura 19
Estudio de usos y altura en la barriada de l’Hospital de Sant Pau
41
NOTAS
1. Diversos trabajos han establecido ya algunas de las dimensiones cuantitativas más elocuentes en la
economía del crecimiento urbano. Ver MASSANA, C., Industria ciutat i propietat. Política econó-
mica i propietat urbana a l´area de Barcelona, (1901-1939), Curial, Barcelona, 1985. TAFUNELL,
X., "La construcció: una gran indústria i un gran negoci" en Història econòmica de la Catalunya
Contemporània, Segle XX. Indústria, finances i turisme, vol.6, Enciclopèdia Catalana, Barcelona,
1989, 214-224 y "La construcción en Barcelona, 1860-1935: continuidad y cambio", en GARCIA
DELGADO, J.L. (ed.), Las ciudades en la modernización de España, Siglo XXI, Madrid, 1992, 3-
20. Una visión general del crecimiento demográfico y de la evolución de la ciudad en el primer ter-
cio de siglo donde se recuerda el impulso de los barrios periféricos durante el período de entregue-
rras en TATJER, M., "Evolució demogràfica", en SOBREQUES, J. (ed.), Història de Barcelona,
vol. 7, El segle XX , Enciclopedia Catalana, Barcelona, 1995, 71-122.
2. En algún trabajo hemos podido precisar más exactamente la brusca alteración del ritmo de cons-
trucción de nuevas viviendas que sobreviene al terminar la Primera Guerra Mundial: CORDIVIO-
LA, A., GARCIA SOLER, C., MONCLUS, F.J., OYON, J.L., "La formación de Nou Barris. Diná-
mica y explosión de la construcción residencial en la periferia barcelonesa, 1897-1935", III Congrés
d´història de Barcelona, vol.2, Ajuntament de Barcelona, Barcelona, 1993, 559-572.
3. OYON, J.L., GARCIA SOLER, C. "Las segundas periferias, 1918-1936: una geografía preliminar",
en OYON, J.L. (ed), Vida obrera en la Barcelona de entreguerras, 1918-1936, CCCB, Barcelona,
1996. En este apartado hemos seguido literalmente diversos pasajes de este trabajo.
4. Básicamente, esa gran franja corresponde al ámbito administrativo de "Fomento" que incluye el cen-
tro histórico y el área suburbana correspondiente a los municipios del Llano con excepción de Sant
Martí. La base cartográfica para la delimitación de barrios ha sido el plano 1/10.000 de Martorell
del año 1929. Dicho ámbito se iría luego alterando en el curso de la tercera y cuarta década de siglo
hasta incluir otras áreas de los antiguos municipios, sobre todo en la zona de Sant Andreu, Sant Ger-
vasi y Les Corts. Las cifras de población aproximada se corresponderían con las dadas para todo el
municipio, restándole las áreas básicas de Ciutat Vella, Eixample y Poble Sec-Hostafranchs que
recoge TATJER, M. en "Evolució demogràfica", cit. La fuente para el estudio de las licencias de
obras es Archivo Administrativo Municipal de Barcelona (AAAB), Institut Municipal d´Informàti-
ca, Libros de Registro de permisos de obras particulares, Expedientes de Licencias de obras. Nova
Planta. (Foment y Eixample). Para las cuestiones técnicas de agrupación espacial de los expedien-
tes ver el texto citado en nota 3.
5. La curva no señala el volumen de obra real en la medida en que no contabiliza el número de plan-
tas por expediente, como las series conocidas desde 1922 para el total de la ciudad, pero puede hacer
sospechar que, dado el pequeño tamaño medio de los expedientes de obra en la corona periférica, el
perfil de la curva global de la construcción en Barcelona, en el que destacan mucho más claramen-
te los ciclos de los años treinta, podría deberse a un significativo aumento de la altura media de las
casas del área del Ensanche desde mediados de los años veinte.
6. TAFUNELL, X., "La construcció....", cit., 220.
42
7. Sobre el barrio de Estadella y la Trinitat ver CHECA, M., "Immigrants, jornalers i colonitzadors: el
barri de la Trinitat Vella. Barcelona (1921-1936)", Finestrelles, 10, 1999, 79-93.
8. CASTRO DE LA PEÑA, R., "Barrios barceloneses de la dictadura de Primo de Rivera", Revista de
Geografía, vol.VII, 1-2, 1974, 77-97. DOMINGO, M., SAGARRA, F., Barcelona. Les Cases Bara-
tes, Ajuntament de Barcelona-Patronat Municipal de l´Habitatge, Barcelona, 1999.
9. Eso ocurre tanto para las curvas al nivel de los distintos municipios de Badalona, Hospitalet y Santa
Coloma, como en el caso de los barrios más representativos de la explosión urbanizadora de esos
años. Para una comparación de curvas entre Nou Barris y Collblanch-Torrassa ver GUARDIA, M.,
MONCLUS, F.J., OYON, J.L., "Barcelona", en Atlas Histórico de Ciudades Europeas, vol. I, Penín-
sula Ibérica, CCCB-Salvat, Barcelona, 1996, 81.
10. Obviamente, este crecimiento que nos explican las series de licencias de obra de nueva planta aquí
consideradas no explica la totalidad del crecimiento suburbano. La infravivienda ocupó también
lugar destacado en el total de vivienda ofertada en el mercado de la habitación obrera.
11. La sola excepción han sido los barrios de Can Quintana, Font d´en Fargas, nacidos poco antes del
periodo de entreguerras y de carácter medio en la escala social y Santa Eulalia también más anti-
guo y con una componente obrero y popular algo más mezclado.
12. La fuente es AAAB, licencias de obras particulares, Secciones Fomento y Ensanche para los años
1917-1936. La muestra es del 10% del total de licencias de los barrios de Can Baró, Carmel, Camp
de l´Arpa, Collblanch, Can Tunis, Can Dragó, les Corts Est, Sant Martí Est, Gracia Est y Sant Andreu
Est (un total de 466 casas). Se han hecho muestras similares de los crecimientos de Guinardó, Sants,
Clot, Sagrera, Santa Eulalia y Sant Andreu (el número total de casas analizadas ha sido de 721). Aun-
que se tienen presentes, no se incluyen en la cuantificación que sigue las Casas Baratas del Patronat.
Su consideración no hace sino confirmar como se verá las reflexiones que se exponen.
13 CLAPES, J., Fulles històriques de Sant Andreu del Palomar, LLibreria Catalònia, vol.V, 110-111.
14. Un 53,4% de los aseos tienen dimensiones comprendidas entre uno y dos m2 y un 23% inferiores
al metro. Un 62,2% del acceso al aseo es desde el exterior, bien desde el patio posterior (un 43,4%)
o bien desde una galería intermedia (un 19%).
15. Si la parcela es igual o inferior a los 5 metros, suele ser corriente distribuir lateralmente todas las
piezas a lo largo de un pasillo lateral que corre la medianera, con habitaciones ventiladas a un patio
de luces. Ver OYON, J.L., GARCIA SOLER, C, "Las segundas periferias...", cit, 82-83. para el
caso de Can Dragó.
16. Sobre los pasadissos de Collblanch ver FERNANDEZ DE RETANA, J., " Els pasadissos.....", cit.
Sobre Sants i Les Corts ver HERNANDEZ, F.X., TATJER, M., VIDAL, M., Passat y Present de
Barcelona, Materials per a l´estudi del medi urbà, II, Publicacions de la Universitat de Barcelona,
Barcelona, 1991, 223 y ss.
43
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JORNALEROS E INMIGRANTES: LAS
CARACTERÍSTICAS SOCIALES DE LAS
SEGUNDAS PERIFERIAS
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2. A propósito de algunos medios sociales de
e-migración: mineros del sur de España
Arón Cohen
Me gustaría que lo que voy a exponerles aquí pueda introducir algún ele-
mento de información que sirva complementariamente a la reflexión que per-
siguen estas Jornadas, aunque no trate directamente de una historia social de
la inmigración en el espacio metropolitano barcelonés, que escapa a mis com-
petencias. No fue otra, en efecto, la solicitud que me hicieron, a principios del
pasado otoño, José Luis Oyón y Juanjo Gallardo, para que me sumara al
encuentro que estaban preparando: sabían de mi interés por el mundo minero
andaluz de los siglos XIX y XX, desde enfoques sobre todo histórico-socioe-
conómicos e histórico-demográficos, y tenían en cuenta la fuerte significación
minera de algunos de los lugares de procedencia de no pocos de esos inmi-
grados meridionales acogidos por la periferia barcelonesa "de entreguerras".
¿Podría la perspectiva del investigador de una parcela muy concreta de las rea-
lidades materiales y experiencias obreras, digamos (no sin algún escrúpulo),
"de origen" (en el sentido puramente topográfico del término), resultar útil a
una revisión centrada en un espacio social exterior a esas realidades y aborda-
do desde su condición de lugares de "destino"? Los flujos migratorios entra-
ñan un proceso social global: con los migrantes se movilizan experiencias,
proyectos, ideas. Que la comprensión del proceso invita a no encerrarse en una
lógica espacial unidireccional y a no desdeñar ninguno de los (como mínimo)
dos polos del movimiento, es un pensamiento que han tenido estudiosos de
todas las migraciones. Y las dificultades para llevar a la práctica ese deseo
continúan siendo fuente de frustraciones. A unos el observatorio se nos acaba
con la emigración, otros lo abren con las nuevas instalaciones y, a veces, inclu-
so alternamos las dos posiciones estudiando diferentes desplazamientos, pero
es mucho más raro llegar a rehacer la unidad de una misma trayectoria migra-
toria, integrando los dos puntos de mira. O tan siquiera tender hacia ello, esta-
bleciendo algo de diálogo entre quienes nos situamos en uno u otro.
47
Por mi parte, una contribución, en esta última dirección, partiendo de algu-
nos rasgos característicos de las dinámicas sociodemográficas de ámbitos
mineros del Sur de España en el período contemporáneo, será necesariamen-
te muy parcial: 1º) por definición, por su propia circunscripción a un sector de
actividad numéricamente limitado, tanto hablando en general como en los
contornos de la inmigración total a la periferia barcelonesa en los años a los
que alude el título de estas Jornadas; y 2º) por el carácter inevitablemente
selectivo de las pinceladas de historia minera que voy a esbozar.
Reuniones como ésta brindan una ocasión para repensar aspectos de expe-
dientes con los que uno puede estar familiarizado. Un peligro que no debe per-
derse de vista es el de que esa misma familiaridad lleve a proponer de ante-
mano las respuestas a los interrogantes que aquí se plantean, en concreto para
explicar comportamientos sindicales y políticos que permiten hablar de un
cinturón "rojinegro" en la Barcelona de entreguerras. En este caso, una con-
tribución al análisis sugerirá pistas que convendría considerar, preguntas más
que respuestas; rescatará facetas de experiencias sociales compartidas antes
del establecimiento en la periferia barcelonesa, procurando no abonar ningún
esquematismo en la búsqueda de "causas", como el que diera por sentada, por
ejemplo, la relación lineal entre una adscripción cenetista en el espacio de
inmigración y un pasado de trabajo en las minas. Incurrir en esencialismos de
base sociolaboral podría ser tan insatisfactorio como la solución de facilidad
de las imputaciones psicologistas de motivo "regional" o "nacional".
Basta comparar los 140.000 obreros en los que se cifraba el efectivo ocu-
pado por la minería española en vísperas de la Primera Guerra Mundial, con
los casi cinco millones de activos agrarios de la época, o con los cómputos
también millonarios, a lo largo de las décadas finales del XIX y el primer
tramo del XX, de las salidas hacia América (y hasta con las decenas de miles
de las muy localizadas en las provincias del Sureste que se encaminaron a la
Argelia francesa1), para hacerse una idea de lo fuera de lugar de cualquier
generalización a propósito de determinadas prácticas sociopolíticas en áreas
de muchos inmigrados recientes y el bagaje laboral previo de muy concretos
componentes de esas poblaciones. Sólo afinando la escala geográfica, sin por
ello perder de vista las magnitudes globales, podrían obtenerse pistas válidas
en las trayectorias "mineras" de parte de esos "inmigrantes". De este modo se
realza la "originalidad" de la mina en sus coordenadas de espacio y tiempo:
como ha escrito Gérard Chastagnaret, "uno de los escasos agentes posibles de
cambios sociales" en un entorno de tan fuerte y prolongada dominante agra-
ria2. Particularmente, en la España meridional, desde el despegue en la prime-
ra mitad del siglo XIX hasta, por lo menos, mediados (en parajes muy locali-
zados, no habría exageración en decir finales) del XX, y desde los focos suce-
sivamente surgidos en las Béticas y sus aledaños a los del Este, el Oeste y el
48
centro de Sierra Morena, el auge de la producción minera dio paso a forma-
ciones económico-sociales singulares, dentro de su frecuente "ambigüedad":
salpicaduras de intensa actividad extractiva, y limitado y muy desigual acom-
pañamiento (según los momentos, los minerales explotados y las zonas) de
alguna actividad transformadora, en un mapa que, fuera de las ciudades de
mayor tamaño, aparecía totalmente marcado por las relaciones sociales tejidas
en torno a la tierra.
Por muy reales que sean los elementos que dan unidad al mundo de la mina
en sus imágenes tal vez más usuales (la dureza del trabajo y sus riesgos, por
ejemplo, muy variables según las condiciones naturales de los yacimientos y
las materiales de las explotaciones, aunque extendidos y persistentes), lo cier-
to es que la minería andaluza y murciana de los primeros años del siglo XX
ofrece un panorama muy diverso en sus estructuras empresariales y técnicas,
en función de desarrollos cronológica y territorialmente diferenciados, según
dinámicas desigualmente complejas.
Los minerales de plomo y plomo argentífero almerienses y murcianos fue-
ron los mayores protagonistas del resurgimiento minero del Mediodía penin-
sular desde finales de la segunda década del siglo XIX. Como señalara Jordi
Nadal en un trabajo pionero3, las condiciones del entorno agro-social de las
minas, la disposición de importantes depósitos minerales, el empuje de la fuer-
te demanda exterior y de los precios y las características de la nueva ordena-
ción legal de la venta y la extracción de los minerales confluyeron en unas
estructuras señaladas por la fuerte preponderancia de la pequeña minería (y la
metalurgia artesanal) y el minifundio autóctono (y al principio, local). Definen
este "modelo", de un lado, una explotación financiera y técnicamente preca-
ria, sumamente desordenada e irregular, condicionada por las prácticas espe-
culativas y rentistas, cuyos límites se revelarán con crudeza antes de que se
alcance el ecuador de la centuria: en la sempiterna incapacidad para abordar
eficazmente el problema del desagüe en Almagrera4, y en la extrema y no
menos duradera inseguridad de las labores mineras en esta sierra y en la de
Cartagena. Por otra parte, hay acuerdo entre los investigadores en apreciar la
modestia general de los "efectos multiplicadores" en la región de las repetidas
acometidas de fiebre minera. La evolución de las comarcas plomeras de Alme-
ría y Murcia hasta principios del novecientos no careció de impulsos innova-
dores, como los que aportaron, primero, algunos de los más activos exponen-
tes del comercio y la industria malagueños y, finalmente, desde el último ter-
cio del siglo XIX, el capital extranjero. Pero las inercias de las estructuras de
partida fueron poderosas. En Almagrera y otras sierras almerienses, la pene-
tración de este último, iniciada en 1872 a través de uno de los intentos de reor-
ganización del desagüe, cobró fuerza hacia finales de siglo con las nuevas
explotaciones de minerales de hierro. La intensidad del "delirio" registrador,
49
reforzada después de 1868, hizo que el arriendo de concesiones fuera el cauce
habitual por el que las empresas foráneas accedieron a la explotación minera
(¡y al desagüe!). En la sierra de Cartagena, en 1909, la modesta significación
de los inversores extranjeros en la titularidad del subsuelo (menos del 5% de
la superficie comprendida en registros mineros) se concentraba también en el
capítulo de los minerales férricos, de expansión más reciente y menor prota-
gonismo cartagenero entre los centros productores murcianos5, aunque, por
otra parte, el grupo relativamente reducido formado por los mayores conce-
sionarios (nacionales y extranjeros) de la sierra, reunía no mucho menos de la
mitad del perímetro total demarcado para las distintas clases de minerales6. De
hecho, desde la penúltima década del XIX hasta, por lo menos, 1910, la sierra
de Cartagena cedió la primacía en la extracción plomera murciana al área de
Mazarrón, de desarrollo más tardío y otras características productivas: a la
Compagnie d'Aguilas, muy activa también en la minero-metalurgia almerien-
se, correspondió bastante más de la mitad del valor de la producción de plomo
murciana de 1892 a 19107.
Las dos provincias de calado minero que están más implicadas en los flujos
migratorios que conformaron socialmente la periferia barcelonesa de entregue-
rras se destacan, pues, por el arraigado "dualismo" productivo de su minería, en
contraste con el dominio decisivo, cuando no absoluto, de las grandes empre-
sas extranjeras, especialmente británicas y francesas, técnicamente más dota-
das, inseparable de los mejores tiempos de la producción minera contemporá-
nea en los otros distritos meridionales: los del plomo de Sierra Morena, empe-
zando por el importantísimo de Linares-La Carolina; las piritas onubenses; el
carbón de la cuenca cordobesa del Guadiato; los del hierro malagueño, sevilla-
no, almeriense y granadino, de impactos más modestos. El contraste me pare-
ce tan relevante que no dudé en advertir, desde el primer momento, a los orga-
nizadores de estas Jornadas que mis hábitos de historiador de la minería en
comarcas de Andalucía se habían hecho, esencialmente, en el estudio de casos
que entraban de lleno en este otro "modelo": primero, las grandes explotacio-
nes del hierro de Alquife y su articulación, a partir de 1900, con las frágiles
estructuras de un sistema agrario de "tipo antiguo"8 ; después, el carbón y la
industria de Peñarroya y, en este contexto, la reconstrucción y análisis de "tra-
yectorias obreras" a lo largo de la primera mitad del siglo XX9. Un estudio de
la minería de los no ferrosos en las montañas granadinas, como parte de una
reciente síntesis sobre el último siglo y medio del sector en la provincia10, me
ha llevado a ocuparme de estructuras y dinámicas más próximas, hasta cierto
punto, de las que se dieron en áreas almerienses y murcianas, salvando las dis-
tancias entre la importancia respectiva de unas y de otras, que fueron grandes.
La disparidad de las estructuras de la producción no pudo dejar de influir en
las relaciones sociales y en los tipos de trabajador que las caracterizaron. Pero
50
sería excesivo establecer una barrera infranqueable entre las distintas experien-
cias forjadas en el trabajo de las minas. La comarca granadina del Zenete, de la
que forma parte Alquife, limita con la provincia de Almería; los inicios de la
minería a gran escala en este enclave se incluyen en la misma onda de la explo-
tación del hierro en parajes bastante cercanos repartidos por las sierras de Alha-
milla (en cuya explotación participó la compañía británica que dominó la pro-
ducción alquifeña durante todo el primer tercio del siglo XX), los Filabres y el
sector almeriense de Sierra Nevada. Lo que no impidió que inmigrados de éstas
y otras comarcas almerienses contribuyeran a que la población del municipio
granadino duplicara sus efectivos en el transcurso del primer decenio del siglo
XX. No se olvide tampoco que el mineral de Alquife salió (a lo largo de todo
el siglo) por el puerto de Almería, con la consiguiente actividad conexa en su
puerto. La problemática suscitada por las relaciones entre la minería de Alqui-
fe y su entorno agro-social no fue, sin duda, excepcional en el Sureste. Asi-
mismo, entre las aludidas "historias de vida" obreras de Peñarroya no falta
representación de murcianos y, sobre todo, almerienses, como enseguida vere-
mos. Y, por otra parte, la gran compañía francesa de este nombre tampoco tardó
mucho en hacerse presente en Almagrera y, mucho más prolongadamente, en
Cartagena. Con cautela, desde luego, y prestando atención a las condiciones
locales, no deben desecharse, sin embargo, enseñanzas de distintos estudios de
casos. Contamos con el apoyo, de la máxima importancia, de los que han tra-
tado de las áreas mineras almerienses y murcianas11 .
¿Qué efectos tuvieron la coyuntura en torno a la Primera Guerra Mundial y
la situación creada en los años de posguerra en la marcha de las explotaciones?
La conmoción, con la guerra, fue intensa, como analizó Bernis12, pero, en lo que
atañe a la minería meridional, diferenciada: según el grado de madurez de las
explotaciones, las empresas, la localización de los yacimientos y, desde luego,
la naturaleza de las actividades: el mineral explotado y sus destinos, y la exis-
tencia o no de industria aneja a la extracción. En términos muy generales, la
minería metálica, por su entera dependencia de las exportaciones, tenía que ser
profundamente sensible a los vaivenes de la demanda y las cotizaciones inter-
nacionales, y a los de los cambios; también a las dificultades del tráfico marí-
timo y al alza de los fletes. No sin contradicciones, en el caso del plomo, entre
los productores puramente mineros y los fundidores (que absorbieron buena
parte de la subida de los precios desencadenada por la guerra en el mercado
londinense). La metalurgia del plomo, por su parte, sufrió la escasez y el enca-
recimiento del combustible, con la interrupción de las importaciones. Lo que
realza la ventaja de Peñarroya, que sostuvo, con algunos altibajos, su produc-
ción de carbones y la marcha de su fundición en esa cuenca cordobesa: tras el
liderazgo mundial en la producción de plomos dulces, conseguido en vísperas
del período bélico, la firma francesa impulsó su expansión multinacional13 .
51
De hecho, en las áreas plomeras almerienses el empobrecimiento de sus
yacimientos más famosos y la caída de su producción venían de lejos. Cuan-
do estallaron las hostilidades en Europa, la minería de la sierra de Gádor lle-
vaba más de treinta años en la más completa ruina. En Almagrera, en 1912,
con la enésima paralización del desagüe, se vivía "el final de (una) larga ago-
nía"14. El hundimiento de los tonelajes almerienses arranca de ese año, antes,
pues, de la guerra, en tanto que esa misma tendencia era manifiesta desde
algunos años antes en la producción de plomo en barras. El plomo murciano
estaba lejos todavía de la agonía del almeriense, pero coincide con él en la ten-
dencia claramente declinante de los tonelajes arrancados, y de la productivi-
dad15 , desde los años inmediatamente precedentes al conflicto. Los distritos
mineros de Almería y Murcia, que habían aportado conjuntamente más de la
mitad del valor del mineral de plomo extraído en España durante el siglo XIX,
ven descender su contribución hasta el 43% en la primera década del nove-
cientos y a menos del 20% en la siguiente.
La decadencia de la minería del plomo que reflejan las magnitudes de
comienzos de siglo no afectó, pues, por igual a todos los distritos, ni a todas
las áreas productoras dentro de ellos; ya se ha dicho en relación con el de Mur-
cia, donde, por cierto, crece, desde los años de la guerra, la mecanización de
las minas. Tampoco está de más señalar que, no lejos de Gádor, una mediana
empresa regional, aunque con algunos fondos belgas, técnicamente bastante
parca, realizaba, entre 1912 y 1920, un lucrativo negocio con la extracción y
la venta de las galenas de la sierra de Lújar granadina16. Poca cosa, de todas
formas, si se compara con las épocas de gloria de otras sierras más orientales.
En general, puede decirse que era todo un modelo de minería, íntimamente
asociado a las condiciones económico-sociales del auge del sector en las pro-
vincias del Sureste, el que, años antes de la guerra, redoblaba los síntomas de
extenuación.
Si nos fijamos ahora en el hierro, como exponente de una minería más
"joven" y de distintas connotaciones estructurales, la caída de la producción
desde 1914 es común a las estadísticas almerienses y murcianas. En Alquife,
las labores sufren enseguida una paralización de cuatro meses.
Pero los mayores trastornos esperarán hasta después de la guerra, y esta
vez sus efectos serán más generalizados en la minería meridional: recorte de
la ya menguada producción de plomo murciana (al hilo de la contracción de
las cotizaciones) y reducción de actividad en el hierro de Murcia y Almería.
Alquife dejó de producir durante cuatro años y, no mucho después, se asistirá
al abandono de uno de los dos grupos empresariales británicos que se habían
venido repartiendo la explotación del yacimiento y a su relevo por capital
francés, que acabará dando, al cabo de varias décadas, el máximo impulso a
la producción, tras un espectacular vuelco técnico en la explotación.
52
¿Cuáles fueron las respuestas sociales, y particularmente obreras, a estas
coyunturas?
53
demografía. Desde mediados de siglo se suceden los desplazamientos de alme-
rienses hacia las minas cartageneras19. La Unión nació (1860-1868) de ese gran
impulso demográfico, al calor del crecimiento de la minería en la sierra de Car-
tagena, iniciado en la quinta década del ochocientos. El impulso se corta con la
"crisis plomera", entre 1878 y 1894 (una crisis de estructuras: hundimiento de
los precios en un contexto de cambios tecnológicos en la extracción y la meta-
lurgia y vuelco en las condiciones económicas y en la geografía de la oferta),
que activa la emigración que, como en las comarcas almerienses, se dirige, con
carácter estacional (vendimia) o más duradero, a Argelia y comienza ya a
incluir significativamente a Cataluña entre sus destinos interiores20. En el últi-
mo tramo del siglo, con la recuperación de las cotizaciones y el empuje de la
extracción de blenda, las llegadas vuelven a dominar con fuerza los flujos
migratorios del municipio minero que registra su cenit de población censada
(30.000 habitantes) en 1910. La inmigración de almerienses vuelve a destacar-
se, aunque entre la mayoría nacida fuera del municipio que registra el padrón
de ese año, la mayor parte era de la provincia de Murcia, y sobre todo de Car-
tagena y su Campo: la "rotación" o sustitución de inmigrantes no debía de ser
ajena a ello. Después (en realidad, según Gil Olcina, antes de que se llegara a
1910), vuelve el turno del éxodo: fortísimo en la segunda década del XX, con
un balance migratorio en el municipio de La Unión de 6.000 emigrantes netos,
tres veces más importante que en Cartagena en términos relativos21 ; y fulmi-
nante de 1920 a 1924: cerca de 11.000 pérdidas por este concepto, con un con-
traste todavía más acusado con el municipio de Cartagena, cuyo saldo de estos
años es prácticamente nulo. En apenas década y media La Unión perdió la
mitad de sus pobladores de 1910. Por los mismos años la emigración se hace
"intensísima" en casi todos los núcleos plomeros almerienses: a finales de
1914, tres quintas partes de los 7.000 mineros de la provincia de Almería esta-
ban parados. También en este caso, la mayor sangría se produjo en los años
veinte: Cuevas y Vera pierden en torno a un tercio de sus habitantes en el perí-
odo intercensal 1920-1930 (el primero, el 50% de sus 26.000 habitantes de
1910, entre este año y 1930), Bédar más del 70%...22.
El Midi francés y Cataluña sobresalen entre los destinos, con "franco pre-
dominio" del segundo y muy especialmente de la aglomeración barcelonesa23.
Hasta el punto de forzar a las autoridades murcianas a incluir en el Boletín de
la provincia (3-X-1914) un aviso de clara intención disuasoria del Gobernador
de Barcelona, inquieto por la "aglomeración de obreros sin trabajo" en la capi-
tal catalana24.
"Que se vayan a trabajar a Mieres y otros puntos donde hay trabajo abun-
dante", diría, unos años después, el ministro de Fomento Cambó25. Ya se ha
dicho que la coyuntura de la guerra fue, en efecto, propicia para la minería car-
bonífera. Los expedientes personales de obreros de la compañía de Peñarroya
54
en la cuenca del Guadiato que hemos podido reconstruir a lo largo de la pri-
mera mitad del siglo XX (en realidad "historias clínicas"), reflejan la inmi-
gración de mineros del Sureste. Había algunos precedentes, desde el tercio
final del siglo XIX, de salidas hacia la comarca cordobesa con ocasión de las
dificultades que se repetían en las áreas plomeras de Murcia y Almería26. Entre
los 30.711 obreros que hemos identificado, para el período 1902-1950, en la
minería del carbón y la metalurgia de Peñarroya en el entorno de este núcleo
cordobés, hallamos 658 naturales de la provincia de Almería y 79 de la de
Murcia; cifras relativamente modestas: 2,14 y 0,26%, respectivamente, del
conjunto. La inmensa mayoría de ellos llegó a la cuenca cordobesa antes de
1921: 85% de los almerienses y 81% de los murcianos. Los primeros, sobre
todo a lo largo de dos períodos: hasta 1910 (44,4%) y de 1916 a 1920 (30,5%).
Los mucho más escasos murcianos, en cambio, se concentran más en el segun-
do de esos períodos (53,2%). Ahora bien, el rasgo más notable de la muestra
es, sin duda, su enorme volatilidad, la escasísima permanencia de estos efec-
tivos en el centro minero cordobés: sólo encontramos una única fecha de pre-
sencia acreditada para 57% de los obreros murcianos y 47% de los almerien-
ses, y la "salida de observación" en el mismo año de su apertura se produce en
el 66% de los casos entre los primeros y en el 55% entre los segundos. Esta
característica se refuerza particularmente durante el período 1916-1920: de
casi el 81% de los historiales de almerienses que se abrieron en estos años y
de 88% de los de murcianos que cumplen la misma condición, no encontra-
mos huella de presencia en la zona posterior a ese quinquenio27. Y es que las
dificultades económicas y el reflujo del empleo minero alcanzaron entonces
también a la comarca cordobesa. El paso por ella fue, seguramente, para algu-
nos mineros del Sureste una transición fugaz hacia otra emigración más dura-
dera, y Cataluña está entre los destinos más probables.
En el caso de la emigración a Francia durante la guerra europea, una Infor-
mación oficial de 1919 registraba un fuerte predominio de los trabajadores del
campo entre la procedente de la provincia de Murcia: casi un 73%, frente al
11% representado por el segundo grupo laboral más numeroso, que era el de
los "mineros y canteros", y la irrelevancia de los metalúrgicos. El informe
comentaba: "la penuria detiene, por ahora, la espontánea marcha del obrero
industrial..."28. Es verdad que esa coyuntura ilustra bien hasta qué punto una
fuerte "clandestinidad" en los flujos no constituye precisamente una originali-
dad de in-migraciones recientes, especialmente en un contexto normativo res-
trictivo, en España entonces de la e-migración, sobre todo después de la gue-
rra. Pero los datos también pueden suscitar otro aspecto de la formación y
algunas características bastante frecuentes y duraderas de la mano de obra
minera en el Sureste: la pluriactividad.
El fenómeno, sin duda, no fue anecdótico en la minería regional, aunque no
55
podamos medirlo o cuanto menos fechar su evolución como sería de desear. En
1845, no pasó desapercibida a un cualificado visitante, el ingeniero Pernolet29 ,
la posibilidad de un incremento estival de los jornales mineros en Gádor y
Almagrera, al compás del reclamo de brazos en las faenas agrícolas. Según
decía, en Cartagena, en algunos momentos los patronos mineros eran incapa-
ces de contrarrestar la fuga de trabajadores ni siquiera ofreciendo jornales de
10 reales (más de un 60% mayores que los habituales). Exageración de mine-
ro quizás. Inversamente, el precio del peonaje minero decrecía al anuncio de
cosecha mediocre30. En 1840 el Ayuntamiento de Murcia había pretendido, sin
éxito, que se decretara la paralización de las labores mineras durante la cose-
cha. El comentario de Pernolet traduciría que el campo murciano resistió muy
pronto la embestida o que las tensiones con la minería por asegurarse trabaja-
dores a bajo precio fueron recíprocas. La intensa movilidad de una sobrepo-
blación relativa jornalera y campesina y el carácter frecuentemente incomple-
to de la proletarización asociada a la eclosión minera acabaron imponiendo una
prolongada interdependencia entre las componentes agrícola y minera de unas
formaciones sociales "ambiguas"31. En un precioso texto de 1867, otro viajero
por Almería, el geógrafo Casimir Delamarre, constató la costumbre de los tras-
vases repetidos, estacionales u ocasionales, de trabajadores entre las minas y
las faenas del campo, y observó una consecuencia de ello en la psicología
colectiva: "...ceux mêmes qui restent toute l'année adonnés aux travaux des
mines, ne cessent pas d'être paysans"32. Este tipo de situaciones debió subsistir
en fechas bastante posteriores. En la cuenca del Guadiato, en un contexto tal
vez más netamente proletario, todavía en 1925, en momentos álgidos del calen-
dario agrícola los servicios médicos de empresa tomaban precauciones ante una
posible proliferación sospechosa de las demandas de baja laboral por lesión.
Tal vez no sea inútil recordar que en esas fechas corrían vientos más bien des-
favorables para el empleo en la comarca y también para los salarios, pero el tes-
timonio no es por ello menos significativo.
Como lo es el de Alquife, en Granada. En 1959 (!), según el ingeniero
Rozière, la figura del minero-campesino era tan frecuente entre unos efectivos
obreros que sumaban entonces millar y medio entre las dos compañías con
explotaciones en el municipio, que "la stabilité dans l'emploi et les facilités de
recrutement dépendent dans une certaine mesure de l'abondance ou de la
pauvreté des récoltes"; de ahí, según este testigo, que "la mayoría" de los obre-
ros "prefiriesen" trabajar a destajo para acabar cuanto antes su jornada en la
mina y poder dedicar más tiempo a sus parcelas33.
Durante el primer tercio del siglo XX, los jornales mineros que se pagaban
en Alquife eran de los más bajos de toda la minería española: en torno a un
40% inferiores (en promedios nominales), hacia 1916 (2,25 pts. en Alquife), a
los de los mineros de Vizcaya, pero también, en la propia Andalucía, a los que
56
pagaban Peñarroya en el carbón del Guadiato y los grandes emporios británi-
cos en las piritas del Andévalo, y mitad de los asturianos. Alquife Mines y
William Baird (que, en la misma época, tenía mejor pagados a sus obreros del
Norte) pudieron cubrir el grueso de sus necesidades de fuerza de trabajo con
una población a duras penas fijada a la comarca por el minifundio agrícola y
a la que la más modesta remuneración podía evitar (o hacer posponer) el
éxodo. El subempleo campesino encontró, así, una salida en la mina próxi-
ma... y los menguados jornales mineros (inferiores a veces a los que se paga-
ban en la agricultura comarcal, pero repartidos por muchos más días del año)
reforzaron los lazos con la tierra de bastantes familias campesinas. Varios
cientos de sus miembros acudirán diariamente a trabajar en las minas desde
los municipios próximos, y otros tantos inmigraron a Alquife en los albores
del siglo XX. Que bastaran los 1.500 habitantes censados en el municipio en
1910 para doblar la población de 1897 prueba la modestia del caso, sin dejar
de ilustrar un proceso más general en la minería suroriental. Incluida la cro-
nología de la evolución inmediatamente posterior: en 1910-1920, el creci-
miento natural de la población comarcal sólo cubre las pérdidas por emigra-
ción, que se recrudece con fuerza después de 1920, con la larga parada de las
minas: la crisis resta en poco tiempo (antes de 1925) a Alquife una cifra equi-
parable a un tercio de sus residentes en 1910 y, en conjunto, expulsa de la
comarca a la mayor parte de los que se instalaron en ella a principios de siglo...
y a no pocos de los "autóctonos" que las minas habían conseguido retener34.
La insuficiencia de tierra no era novedad para ellos, pero los frenos a la emi-
gración se habían debilitado: entre otras circunstancias, con la nueva expe-
riencia de trabajo y el ejemplo de quienes habían venido de fuera, los más
prestos también a salir al llegar las vacas flacas.
Pero no todo el "modelo" alquifeño sería extrapolable y, desde luego, no lo
sería a toda la minería del Sureste. Las comparaciones geográficas posibles a
partir de las estadísticas de salarios del período 1914-192535 no son en todos los
casos fácilmente interpretables si no se dispone de otras precisiones. Queda
clara la erosión de los salarios reales que afectó a los mineros de Murcia y de
Almería36. Distintas fuentes apuntan a un fenómeno más general, pero de muy
desigual intensidad, cronología y duración en los principales distritos mineros
españoles37. Por otra parte, Martínez Soto, Pérez de Perceval y Sánchez Picón
confirman, apoyándose en la misma estadística oficial, la notable inferioridad de
los valores nominales de los distritos metalíferos del Sureste respecto de los del
carbón asturiano (en 1914, 1920 y 1925), pero matizan que los salarios/hora de
Mazarrón son más bajos que los de Cartagena. La serie que han construido,
desde 1894, a partir de la contabilidad de una empresa de Mazarrón de media-
no tamaño (unos 300 obreros), muestra cómo la evolución de los salarios/hora
de los peones mineros se rezaga, en el período de la guerra y la posguerra, res-
57
pecto de los de los jornaleros del viñedo murciano (en fuerte progresión)38 .
En cualquier caso, la pluriactividad minero-campesina ha sido muchas
veces señalada como un fenómeno duradero típicamente asturiano y con otros
efectos, como se ha visto: está claro que la explicación de las diferencias sala-
riales entre cuencas mineras no podría limitarse a un único elemento, sin olvi-
dar, además, las diferencias regionales de diverso tipo tanto entre unas y otras
minerías como entre sus respectivos entornos agrarios (piénsese, por ejemplo,
en la amplitud del subempleo en gran parte del Sur, o en la extrema dispersión
del poblamiento en las comarcas mineras asturianas, sin parangón en ninguna
otra), más allá de similitudes, pese a todo, muy parciales. No se olvide, sin
embargo, que la información conocida sobre salarios mineros en el siglo XIX
(muy discontinua, salvo excepción), indica que la señalada superioridad de los
asturianos sería, como ha escrito Chastagnaret, "un fenómeno reciente, debi-
do a un alza tardía" : como si la ventaja inicial que supuso para los patronos
la disponibilidad de mano de obra local se invirtiera al cabo de unos años. Los
mineros inmigrados (gallegos, leoneses, castellanos, portugueses) contaron
poco en la minería asturiana hasta comienzos del siglo XX, e incluso hasta la
Primera Guerra Mundial40, y su aportación generalmente se había circunscrito
al peonaje de superficie41.
Ahora bien, lo interesante es observar cómo en las áreas mineras del Sures-
te la ambigüedad profesional de un segmento, de significación variable en el
espacio y en el tiempo, de la mano de obra coexiste largamente con una movi-
lidad geográfica de motivación minera y a menudo en etapas sucesivas, a
medida que los destinos fueron sucediéndose: el trayecto desde la sierra de
Gádor a la de Almagrera y de ésta a la de Cartagena fue frecuente, pero estos
lugares no agotan todas las estaciones mineras de los circuitos posibles, como
se ha visto, ni cierran, por otra parte, las puertas a migraciones más o menos
habituales para trabajos del campo, en zonas próximas o no tanto (como Arge-
lia). Mineros-campesinos y "jornaleros mixtos"42, alternantes o sucesivos, pero
cuyos desplazamientos evidencian una indudable constancia en la dedicación
minera: en ninguna parte la crisis de empleo en las minas, anterior a la guerra,
consecuencia de ella o de la situación de posguerra, dio pie a un verdadero
retorno masivo y duradero a la tierra. A una tierra de la que parte de esos mine-
ros no se habían acabado de ir...
Entre los pobladores del cinturón barcelonés de entreguerras había porta-
dores, en parte de modo directo y en parte indirectamente, de esta experiencia,
que en no pocos casos debió de ser compartida. A través de ella habían circu-
lado prácticas de trabajo y, más generalmente, de relación social. A Chastagna-
ret no le parece que el contrato a partido, esa especie de aparcería minera tan
practicada en la extracción de los no ferrosos en las comarcas de Granada,
Almería y Murcia, fuera realmente característica de la sierra de Gádor, al
58
menos en su época de esplendor43. Según Sánchez Picón, el sistema se había
"popularizado" en esa sierra "desde los años treinta" del XIX, y hacia 1850 se
había hecho "ampliamente mayoritario"44. Trasunto bastante claro, a menudo,
de prácticas agrarias, este tipo de explotación comportaba, de hecho, una
casuística más compleja. Chastagnaret no descarta que su extensión a Alma-
grera respondiera más bien a una consecuencia indirecta de las migraciones de
trabajo: las cuadrillas de mineros errantes aportaban una "estructura ya consti-
tuida, eficaz y flexible" a pequeñas sociedades concesionarias, a las que vení-
an a allanar la organización de la explotación. Gádor es también la máxima
referencia comparativa en las explicaciones de los ingenieros sobre los modos
de explotación imperantes en las sierras granadinas, y particularmente en la de
Lújar, incluido el recurso a los "partidos", pero casi todos los textos que conoz-
co son de la segunda mitad del XIX. La minería "partidaria" forma parte de los
usos que, en Cartagena, se imputaban a los "andaluces", es decir, a los inmi-
grados desde el Levante almeriense, y que incluían, en general, todos los aspec-
tos de la minería "en pequeño": la irregularidad de las labores, la indigencia
técnica, el trabajo penoso y terriblemente inseguro... La pervivencia de los
"partidos" en las comarcas que encarnan los mayores exponentes de la minería
del Sureste en el siglo XIX es otra de las componentes que deben tenerse en
cuenta para comprender los efectos sociales de su auge minero.
Recordemos que Díaz del Moral escribió que "los cordobeses" diferencia-
ban entre los "serreños", de la sierra cordobesa, los "serranos", del centro
peninsular, y los "mangurrinos", de las sierras de Granada y Almería, que
inmigraban a esa provincia "en busca de ocupación"45.
Alpujarreños (en Almagrera), "andaluces" (en Cartagena), "charnegos" (y,
entre otras posibilidades, a veces antes "mangurrinos", en Córdoba)... Al mar-
gen de las connotaciones diversas de cada término (y momento), y de la evi-
dencia de la combinación y el relevo de generaciones en estos hitos, es inte-
resante recalcar la intersección de viejos y nuevos aportes a cada recodo del
periplo migratorio y el papel desigualmente protagonista, por supuesto, pero
persistente de las minas en su activación.
59
cial de 1911 sobre la condición obrera en minas y fundiciones de España repa-
raba en que "no hay Sindicatos de obreros" en la sierra de Cartagena y en que
en "los distritos de Murcia, Almería y Granada, apenas se conocen huelgas"48.
Haríamos mal en tomar la reiteración del sentido de los testimonios como
una prueba de inmovilismo. Cada uno de ellos está fechado: las cautelas con
las que debe leerse la afirmación del ingeniero francés de Alquife no serían,
desde luego, las menos evidentes. No para invalidar la observación, sino para
no abstraerse de su contexto. Asimismo, las afirmaciones del Informe de 1911
parecen exageradas, a la vista de la abundantísima información recogida en los
trabajos sobre el entorno cartagenero de Pedro M. Egea, el historiador que más
ha estudiado el movimiento obrero en la minería del Sureste.
Ahora bien, todos los análisis concuerdan en el retraso de la extensión del
asociacionismo obrero y de la formación de una conciencia de clase. Y en seña-
lar la relación entre este hecho y ciertos rasgos de larga vigencia en los sistemas
económico-sociales alumbrados por la mina, que antes se han visto. Chastagna-
ret apunta a la originalidad del "partidario" en La Unión, a menudo ligado por
una comunidad de orígenes con muchos de los obreros, y sujeto por ello de una
sociabilidad cotidiana que le permite ir "de un mundo a otro". Estos "vínculos
informales" y "solidaridades culturales" pudieron contar en determinadas ini-
ciativas de la institución municipal: en materia de escolarización, por ejemplo,
serían "excepcionales", a pesar de sus evidentes límites, si se compara con casos
como el de Linares49. Las diferencias entre las tasas de analfabetismo de ambos
centros mineros no son, sin embargo, muy concluyentes50. En el caso de La
Unión, sólo dan una ligerísima ventaja al municipio minero sobre los valores de
la provincia de Murcia en 1900 y, un poco mayor, en 1910, aunque es cierto que
con el retorno posterior a la emigración de mineros las diferencias se invierten.
No debe olvidarse, por otra parte, que el recurso al trabajo de niños y mucha-
chos fue especialmente frecuente en los cotos mineros almerienses y murcianos,
todavía durante todo el primer tercio del siglo pasado.
De hecho, los procesos de formación de la mano de obra minera del Sureste
implicaban factores de división (que incluyen también las poblaciones "de alu-
vión" y su inestabilidad), junto a otros de cohesión (la aglomeración, sin perjui-
cio de las formas de poblamiento diferentes en las distintas comarcas; el traba-
jo en cuadrillas; el desarrollo de nuevas sociabilidades dentro y fuera de la esfe-
ra de la producción; la prolongación antes mencionada de itinerarios migratorios
compartidos). El aislamiento de las áreas mineras, entendiendo así su configu-
ración como territorios "semiindustrializados" rodeados por un entorno econó-
mico y social de acusada dominante agraria, pudo obrar en los dos sentidos: de
un lado, dificultando el contacto con otros obreros que facilitan los grandes cen-
tros urbanos; y de otro, unificando en la diferenciación a un medio obrero espe-
cífico. Hay desencuentros con las direcciones obreras (como en la huelga mine-
60
ra de 1916 en La Unión, o en la de 1920 en Alquife) que ilustran ambos fenó-
menos: la falta de capacidad de respuesta durante bastante tiempo no excluyó
después una tendencia a veces manifiesta a la radicalización minera.
Resumiré en extremo algunos hechos destacados recogidos por la historio-
grafía, que conviene recordar aquí51. El cantonalismo de Cartagena no tuvo la
menor dimensión obrera. El "societarismo" obrero se extiende por la sierra a
partir de la penúltima década del siglo XIX: sociedades de socorros mutuos
más que sindicatos (de oficio); cooperativas y centros instructivos y recreati-
vos. La "atomización" es la nota característica, junto a los esfuerzos de con-
vergencia en los inicios del siglo XX: así surgieron, en 1912, la Federación de
Sociedades Obreras de La Unión y Cartagena, y en 1914 la de la Provincia de
Murcia, con sede en una diputación cartagenera (Llano del Beal). La domi-
nante ideológica fue anarquista, según Egea, hasta 1910, y socialista de aquí a
1918: en 1916, las sociedades de resistencia de la sierra se incorporaron masi-
vamente a la UGT. Desde 1918, sin embargo, las influencias vuelven a repar-
tirse: las organizaciones de La Unión ingresan en la CNT y abandonan la
Federación provincial, mientras los socialistas se mantienen fuertes en el Beal
y en Portmán. La influencia del trabajo militante a favor del anarcosindicalis-
mo desplegado en la sierra por antiguos emigrantes a Cataluña está acredita-
da e invita a tener cuidado con las imputaciones precipitadas: en todo caso, los
trasvases de experiencias debieron ser de doble recorrido. Y de variado conte-
nido, como se ve en las diferencias locales dentro de la minería murciana. Una
diversidad que podría ilustrarse también suscitando otros ejemplos andaluces:
el Sindicato Único de adscripción cenetista parece haber jugado un papel des-
tacado en la huelga de 1920 de Ríotinto, que fue un caso bastante excepcio-
nal, entre los conflictos sociales mineros, no sólo por su duración (seis meses)
sino también por su resonancia pública extracomarcal. Pero durante la guerra
se había forjado una potente organización ugetista en esta comarca onubense52.
En la cuenca de Peñarroya, donde la organización y las reivindicaciones obre-
ras subieron de tono entre 1916 y 1920 , el influjo socialista y el ejemplo astu-
riano fueron decisivos, a pesar de la muy conocida implantación anarquista en
la provincia. Tampoco está de más recordar el formidable contraste entre pro-
vincias que reproduce el mapa andaluz de las localidades representadas en el
Congreso de la Comedia54 : de un lado, un vacío casi absoluto en las provin-
cias de Almería y Granada, y una notoria parquedad en las de Jaén y Málaga;
de otro, la amplia difusión territorial de las delegaciones en las provincias de
Cádiz, Sevilla y Córdoba.
La huelga general minera de mayo de 1898 supuso el primer gran hito en
las movilizaciones obreras cartageneras: en un contexto de carestía, su prin-
cipal objetivo fue la subida de los jornales y la abolición de los "vales": el
cobro en las minas de plomo solía posponerse hasta el término de la "vara-
61
da", un período de 3 a 4 meses durante el cual el obrero recibía esos títulos
canjeables en tiendas frecuentemente controladas por los patronos mineros,
que les hacían víctimas de abusos escandalosos. Los reiterados arbitrajes de
las autoridades proscribiendo esta práctica no impidieron su prolongada
vigencia en las minas de Cartagena-La Unión (a diferencia de las de Maza-
rrón), incluso años después de que se promulgara (en 1907) el decreto que
prohibió las cantinas abierta o encubiertamente patronales y obligó a los
patronos al pago de los jornales en moneda de curso legal. "Insurrección de
la miseria"55, reflejada en la quema de fielatos, pero también por el salario: no
sólo había ingredientes de "tipo antiguo" en un movimiento que abarcó de
15.000 a 20.000 obreros.
Marzo de 1916 fue otro importante jalón en las luchas obreras de la sierra
cartagenera: en plena coyuntura inflacionista, las reivindicaciones económicas
centran otra huelga reprimida a sangre y fuego y que se inscribe en el ciclo
conocido de intensificación, hasta 1918, de las respuestas obreras: contra la
carestía y por el aumento de los salarios, por el trabajo, por la amnistía...
Movilizaciones masivas, y esta vez sostenidas, marcaron el período. A partir
de 1919, y especialmente de 1921, llega la crisis, el "desmoronamiento del
frente de clase"56: repliegue de la conflictividad en tiempos de parálisis mine-
ro-metalúrgica, escasez de trabajo y violento rebrote de la emigración.
El de Alquife sería un exponente de otro tipo de contextos: por su crono-
logía tardía, por el tipo de explotaciones mineras, por el alcance mucho más
limitado (en sus dimensiones territorial y demográfica, entre otras) de los
impactos socio-espaciales. Por parcial que fuera en no pocos casos, la depen-
dencia de una fracción numerosa de la población respecto del jornal ganado
en la mina, implicó sin duda una transformación social de notable calado en
la zona. La coincidencia en el trabajo de (campesinos-)mineros de nuevo cuño
y obreros inmigrados con experiencia en las minas, y los desplazamientos
pendulares acarreados por la mina no se tradujeron de modo automático en
una nueva identidad uniformemente compartida. Pero los signos del desarro-
llo de nuevas formas de sociabilidad son apreciables (entre ellos, los que sumi-
nistra la demografía diferencial57, y al cabo, de respuestas colectivas a nuevas
contradicciones: reivindicaciones salariales, en consonancia con los bajísimos
jornales pagados por los británicos, como en las huelgas de 1911, 1916, 1919
y 1920; pero también, como ocurrió generalizadamente en la minería desde
1910, por la reducción de la jornada; y contra la inseguridad en el trabajo.
La segunda década del siglo XX familiarizó a miles de mineros del Sures-
te con la lucha social. 1934 nos lleva a mirar a Asturias, pero los testimonios
de respuestas de clase en áreas mineras sureñas en 1936 son nítidos, y lo
mismo puede decirse a propósito de la represión posterior. Dos fenómenos lo
bastante frecuentes en comarcas mineras para erigirse en señales de una iden-
62
tidad de clase... y de medio profesional (cuya definición no se reduce, eviden-
temente, a la familiaridad con los explosivos), a la vez que vectores de su
construcción histórica.
63
NOTAS
65
demia Alfonso X el Sabio, Biblioteca Murciana de Bolsillo, Murcia, 1987 (1ª ed. CESPUSA,
Valencia, 1986). Andrés Sánchez Picón, La integración de la economía almeriense en el mercado
mundial (1778-1936). Cambios económicos y negocios de exportación, Instituto de Estudios Alme-
rienses, Almería, 1992.
12. Francisco Bernis, Consecuencias económicas de la guerra. La teoría y la enseñanza de los hechos
desde 1914 respecto a : I, el ciclo económico; II, producción, distribución, renta y consumo; III,
los precios; IV, dinero y bancos, Junta de Ampliación y Estudios de Investigaciones Científicas,
Madrid, 1923, especialmente p. 95.
13. Jordi Nadal, “Peñarroya, una multinacional de nombre español”, Alta Dirección, 14 (77), 1978, pp.
45-53 + cuadro.
14. Andrés Sánchez Picón, La minería del Levante..., p. 201.
15. Ángel P. Martínez Soto, Miguel A. Pérez de Perceval y Andrés Sánchez Picón, "Minería y sala-
rios...".
16. Arón Cohen, Minas y mineros..., pp. 81-91 y 147.
17. Joaquín Ezquerro del Bayo, "Descripción de la Sierra Almagrera y su riqueza actual", Anales de
Minas, 2, 1841, pp. 237-253.
18. Emilio Ferre, El valle del Almanzora. Estudio geográfico, Diputación de Almería-Caja Rural-Caja de
Ahorros, Almería, 1979, pp. 367-369; Andrés Sánchez Picón, La minería del Levante..., pp. 92-96.
19. Antonio Gil Olcina, op. cit., pp. 204-207.
20. Juan B. Vilar, Pedro M. Egea y Diego Victoria, El movimiento obrero..., p. 170.
21. Pedro M. Egea, El distrito minero..., p. 78.
22. Emilio Ferre, op. cit., pp. 382-386. Andrés Sánchez Picón, La minería del Levante..., pp. 249 y
252-253.
23. Antonio Gil Olcina, op. cit., p. 223. José Luis Oyón, José Maldonado y Eulalia Griful, Barcelona
1930: un atlas social, Edicions UPC, Barcelona, 2001, pp. 60-63 y mapa 2.6, p. 54.
24. Pedro M. Egea, El distrito minero..., p. 88.
25. El Liberal (Murcia), 4-IX-1918, citado por Egea, ibid., p. 431.
26. Juan B. Vilar, Pedro M. Egea y Diego Victoria, El movimiento obrero..., p. 132. Andrés Sánchez
Picón, La minería del Levante..., p. 237, nota 52.
27. Todos las cifras proceden de la investigación ya citada (cf. supra, nota 9). Los cálculos fueron pro-
gramados por Agustín Fleta.
28. IRS, Información sobre la emigración española a los países de Europa durante la guerra, Impren-
ta Sobrinos de la Sucesora de M. Minuesa de los Ríos, Madrid, 1919, citado por Egea, El distrito
minero..., p. 91.
29. Pernolet, "Notes sur les mines et les fonderies du midi de l'Espagne (été de 1845)", Annales des
Mines, 4e série, 9, 1846, pp. 35-104 ; 10, 846, pp. 253-381 + fig. ; 16, 1849, pp. 3-80 + fig.
30. José de Monasterio, "La minería de Cartagena en 1852", Revista Minera, 4, 1853, pp. 113-120 y
142-149.
31. Arón Cohen, "Un recorrido por las comunidades mineras del sur de España de la mano de los alum-
nos de la École des Mines de París en la segunda mitad del siglo XIX", Ería. Revista cuatrimes-
tral de Geografía, 44, 1997, pp. 281-310.
66
32. Casimir Delamarre, "La province d'Almeria économique et sociale", Bulletin de la Société de Géo-
graphie de Paris, 13, 1867, junio, pp, 529-547, julio, pp. 51-67, citado por Sánchez Picón, La
minería del Levante..., p. 98.
33. M. G. Rozière, "Le gisement de fer du Marquesado (Espagne) et ses méthodes d'exploitation",
Revue de l'Industrie Minérale, 41, 1959, pp. 897-932, cita p. 898.
34. Arón Cohen, El Marquesado del Zenete..., pp. 261-273, y Minas y mineros..., pp. 78-79.
35. Dirección General de Trabajo y Acción Social, Estadística de los salarios y jornadas de trabajo
referida al período 1914-1925, Imprenta Sobrinos de la Sucesora de M. Minuesa de los Ríos,
Madrid, 1927.
36. Pedro M. Egea, El distrito minero..., pp. 298-301. Ángel P. Martínez Soto, Miguel A. Pérez de Per-
ceval y Andrés Sánchez Picón, "Minería y salarios...".
37. Sobre Ríotinto: Charles E. Harvey, The Rio Tinto Company. An economic history of a leading inter-
national mining concern, 1873-1954, Alison Hodge, Penzance (Cornwall), 1981, pp. 178-179. En
Asturias el descenso es posterior a 1920: Adrian Shubert, Hacia la revolución. Orígenes sociales
del movimiento obrero en Asturias, 1860-1934, Ed. Crítica, Barcelona, 1984, p. 92. En Vizcaya la
recuperación de los salarios reales de los peones mineros se inicia en 1918 y la tendencia fue bas-
tante sostenidamente ascendente después: Antonio Escudero, "Evolución de los salarios reales en
las minas de Vizcaya (1876-1936)", XV simposi d'anàlisi económica: Nivells de vida a Espanya,,
S. XIX i XX, UAB, Bellaterra, 18-19 diciembre 1990, vol II., pp. 218-228.
38. "Minería y salarios..."; vid. también Ángel P. Martínez Soto, "Salarios, sindicalismo y procesos de
negociación en el área vitivinícola del sureste español, 1890-1936", en José M. Martínez Carrión
(ed.), El nivel de vida en la España rural, siglos XVIII-XX, Publicaciones Universidad de Alican-
te, San Vicente del Raspeig, 2002, pp. 235-283.
39. Gérard Chastagnaret, op. cit., p. 836.
40. Adrian Shubert, op. cit., pp. 38-43.
41. Ibid., pp. 49-55. Véase también Dirección General de Agricultura, Minas y Montes, Informe rela-
tivo al estado económico y situación de los obreros de las Minas y Fábricas metalúrgicas de Espa-
ña y organismos de protección instituidos en beneficio de los mismos, Est. Tip. de El Liberal,
Madrid, pp. 19-20.
42. Andrés Sánchez Picón, La minería del Levante..., p. 97.
43. Gérard Chastagnaret, op. cit., p. 817.
44. Andrés Sánchez Picón, La integración de la economía..., p. 228.
45. Juan Díaz del Moral, Historia de las agitaciones campesinas andaluzas - Córdoba (Antecedentes
para una reforma agraria), Alianza Editorial, Madrid, 1973, p. 32, nota 9.
46. Citado por Andrés Sánchez Picón, La minería del Levante..., p. 98.
47. M. G. Rozière, op. cit., p. 898.
48. Dirección General de Agricultura, Minas y Montes, op. cit., pp. 191 y 241.
49. Gérard Chastagnaret, op. cit., pp. 861 y 855.
50. Pedro M. Egea, El distrito minero..., p. 73. Juan Sánchez Caballero, "La vida cotidiana", en Julio
Artillo et al., La minería de Linares (1860-1923), Diputación Provincial de Jaén- Instituto de Cul-
tura-Ayuntamiento de Linares, 1987, pp. 189-199, especialmente p. 196.
67
51. Salvo otra indicación, remito a Pedro M. Egea, El distrito minero... y Juan B. Vilar, Pedro M. Egea
y Diego Victoria, El movimiento obrero...
52. Antonio M. Calero, Movimientos sociales en Andalucía (1820-1936), Siglo XXI Editores, Madrid,
1976, pp. 69-71. Charles E. Harvey, op. cit., pp. 174-178. David Avery, Nunca en el cumpleaños
de la Reina Victoria. Historia de las minas de Río Tinto, Labor Universitaria, Barcelona, 1985, pp.
266-269 y 294-298.
53. Antonio Barragán, "Conflictividad social en la provincia de Córdoba: la huelga minera de la cuen-
ca de Peñarroya en 1920", en Actas III Coloquio de Historia de Andalucía (Córdoba, marzo 1983),
Historia Contemporánea, t. I, Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba,
Córdoba, 1985, pp. 389-399; del mismo autor: Conflictividad social y desarticulación política en
la provincia de Córdoba, 1918-1920, Ediciones de La Posada, Col. Díaz del Moral, 1990, pp. 152-
158.
54. Antonio M. Calero, op. cit., pp. 171 y 161-162.
55. Gérard Chastagnaret, op. cit., p. 864.
56. Pedro M. Egea, El distrito minero..., p. 432.
57. Arón Cohen, El Marquesado...
68
3. La configuración de un suburbio de inmigrantes y
jornaleros. Santa Coloma de Gramenet en 1930.
José Manuel Márquez
Juan José Gallardo
69
ción obrera menos cualificada; con ello, la segregación espacial y social se
convertía en un fenómeno netamente consolidado.
Introducción
A lo largo de las tres primeras décadas del siglo XX, Santa Coloma vivió
un extraordinario crecimiento demográfico, sólo comparable al que conocería
posteriormente, durante la década de los sesenta.
A principios de siglo su población casi no había variado respecto a las
décadas finales del siglo XIX y apenas sobrepasaba los 1.500 habitantes, una
década después, en 1910, sólo llegaba a 1869. La situación comenzó a cam-
biar en la segunda década del siglo, ya que en 1920 se alcanzaban los 2.728
habitantes, lo que suponía casi el doble que a principios de siglo. A este creci-
miento ayudó, sin duda, la mejora de las comunicaciones con Sant Andreu y
Barcelona tras la construcción del puente sobre el río Besós en 1915, pero
sobre todo la llegada de emigrantes de otras zonas de Cataluña y de otras
regiones como Aragón, Valencia y Murcia.
Sin embargo, el crecimiento espectacular se produjo a lo largo de la déca-
da de los veinte, cuando el pueblo alcanzó en 1930 los 12.930 habitantes, mul-
tiplicándose la población en sólo diez años por más de cuatro. Este enorme
aumento no se debió, evidentemente, al crecimiento natural de la población
colomense. Dos factores contribuirán a explicarlo: por un lado, la imparable
corriente migratoria hacia Barcelona y su periferia con motivo de la construc-
ción del metro y de la Exposición Universal de 1929, que hacía que la gente
que no encontraba vivienda barata en la gran capital se alejara hacia los pue-
blos del extrarradio como Santa Coloma. Por otro lado, la construcción de las
Casas Baratas en la margen derecha del río Besós que albergaron a más de
4.000 personas expulsadas de las barracas que existían en la montaña de
Montjuïc, que habían sido destruidas para albergar los edificios de la Exposi-
ción de 1929.
El cuadro siguiente nos muestra la evolución de la población en las prime-
ras décadas del siglo:
70
STA. COL. BADALONA CATALUÑA
AÑO
INCREM. INCREM. INCREM.
71
Avenidas de Anselmo Riu y de Cataluña (en el barrio de Singuerlín y Guinar-
dera). No aparecieron las grandes avenidas arboladas ni los grandes ejes que
conectarían internamente el pueblo según lo previsto en el proyecto de ensan-
che. Por la zona de la Sierra de Mena (barrios de El Fondo, Santa Rosa y el
Raval), el trazado de las calles había de adaptarse a las difíciles condiciones
topográficas, con pendientes muy inclinadas lo que provocó la aparición de
una red viaria desordenada y caótica.
En 1916 se había creado la Empresa Nacional de Tierras, propiedad de
Anselmo de Riu, empresario con visión para los negocios, que percibió que la
llegada de nuevos habitantes a Santa Coloma podía ser fuente de sustanciosos
beneficios. La ENT compró amplias extensiones de tierras, en su mayoría
dedicadas a cultivos agrícolas, que luego parcelaba en fincas de más reduci-
das dimensiones (unos 200 m2) con la intención de venderlas a los recién lle-
gados. Otros propietarios, como la familia Banús, impulsó una empresa simi-
lar y realizó el mismo negocio en la "Terra Roja", entre el Raval y Santa Rosa.
El trazado de las calles era obra de la misma empresa vendedora, quien las
ajustaba a su conveniencia de máximo aprovechamiento del suelo, sin prever
espacio para la instalación de servicios. La ausencia de planos contribuía a
crear situaciones de confusión, pues las ventas se realizaban sobre el terreno
sin quedar claramente definidos los límites de la finca, y en algunos casos la
venta era previa al permiso de edificación en la zona. Esta política de hechos
consumados obligaba a su posterior legalización.
La urbanización de estas tierras se realizó con el acuerdo de las autorida-
des locales, que recalificaban los terrenos para permitir la construcción, pero
con la condición de que las empresas que parcelaban realizaran algunas obras
básicas: urbanización de las calles, cloacas y alcantarillado, iluminación, etc.,
condiciones que se cumplieron muy raramente.
Santa Coloma sufrió un gran impacto cuando el Patronato de la Habitación
de Barcelona, a iniciativa de la Dictadura de Primo de Rivera y sin contar con
el permiso del Ayuntamiento, decidió instalar dos grupos de Casas Baratas en
los terrenos municipales situados en la margen derecha del río Besòs. Uno de
ellos, denominado Milans del Bosch, consistía en 800 viviendas, y el otro,
Barón de Viver, en unas 400. En total albergarían a más de 4.000 personas
desalojadas de las barracas que existían en Montjuïc. Eran viviendas pequeñas
que apenas superaban los 40 m2, se encontraban muy aisladas del núcleo urba-
no de Santa Coloma, por lo que se sentían más ligadas a Sant Adrià o a Sant
Andreu que a su propio municipio1. Sin embargo, el Ayuntamiento colomense
era responsable de los servicios que se requerían, como asistencia sanitaria,
farmacia, cementerio, matadero, mercado, escuelas, etc. Esto supondría en el
futuro una carga financiera enorme para un Ayuntamiento que apenas dispo-
nía de recursos económicos.
72
Santa Coloma se fue configurando, sobre todo durante la década de los
veinte, como un municipio de viviendas autoconstruidas con materiales de
muy mala calidad, con núcleos alejados del centro, calles sin urbanizar, sin
agua corriente, sin iluminación, con falta de servicios básicos como escuelas
o farmacias, un deficiente servicio de correos, etc. Sólo la zona centro había
ido conociendo la aparición del teléfono, algunas calles con alcantarillado y
luz eléctrica, etc.
73
Finalmente, la población catalogada sobre la que trabajaremos definitiva-
mente es de 4.191 personas, es decir, todas aquellas que declaran situación
profesional, al margen de su posición en la estructura familiar (fueran cabezas
de familia, esposas, hijos, etc.), y que se encuentran entre los 14 y 65 años.
Esto representa el 32,41% del total de la población de Santa Coloma en 1930.
Análisis socio-profesional
CUADRO Nº 1
Distribución de la población catalogada por grupos profesionales
GRUPOS % SOBRE POBLACIÓN
Nº DE CASOS
PROFESIONALES ACTIVA
Prof. liberales y altos
26 0,62
func.
Industria, comercio,
314 7,49
propietarios...
Clero 10 0,24
Pensionistas y jubilados 12 0,29
Otros func. y trab. c.
116 2,77
blanco
Marginados e inactivos 116 2,77
Oficios artesanales 143 3,41
Obreros cualificados 446 10,64
Obreros no cualificados 3008 71,77
Totales 4191 100
74
II la clase media, la III los artesanos que, aunque trabajadores manuales, pose-
en una cierta relación con la propiedad privada, pero cuya situación económi-
ca y política se encuentra, en muchos casos, muy cercana a los trabajadores
asalariados, la IV es el mundo de los obreros, tanto cualificados como no cua-
lificados, pero igualados en su dependencia de un salario y, finalmente, la V
es el grupo de inactivos (marginados, enfermos, parados y otros tipos)
CUADRO Nº 2
Agrupación por clases
GRUPOS %SOBRE POBL. ACTIVA
CLASE I 1-2 8.1
CLASE II 3-5 3
CLASE III 7 3.4
CLASE IV 8-9 82.4
CLASE V 4-6 3
CUADRO Nº 3
Comparación por clases entre Barcelona y Santa Coloma de Gramenet
SANTA COLOMA BARCELONA
CLASE I 8,11 19,36
CLASE II 3,01 11,71
CLASE III 3,41 4,72
CLASE IV 82,41 61,78
CLASE V 3,06 2,43
100 100
75
Podemos apreciar que la gran capital mantiene, de manera relativa, un
alto porcentaje de clases altas y medias que alcanza el 31,07% de su pobla-
ción catalogada, mientras Santa Coloma se queda en el 11,12%. Si nos refe-
rimos a las capas bajas de la población veremos que los trabajadores, inclu-
yendo a los artesanos, alcanzan en Barcelona el 66,50%, en tanto que en
Santa Coloma, como dijimos, llega al 85,82%. En Barcelona, la población
jornalera, tomada como grupo representativo de los sectores menos cualifi-
cados de la población activa, representa el 47,82%, mientras que en Santa
Coloma, como vimos, eran el 65,02%.
Nivel de alfabetización
Es una evidencia constatada históricamente que el analfabetismo azotó
de manera especial a los sectores populares de la población y, en mayor
medida, a la mujer más que al hombre. En el caso de Santa Coloma el dato
se confirma, pero es interesante observar también si en el seno de lo que
venimos denominando el mundo de los trabajadores manuales es apreciable
una formación básica diferente entre artesanos, trabajadores cualificados y
jornaleros, y si es así, hasta que grado llega esa diferencia.
Comenzaremos por ver los datos sobre analfabetismo por géneros,
teniendo en cuenta que los hombres representan el 90,4% de la población
activa y las mujeres el 9,6% restante.
CUADRO Nº 4
Alfabetización y analfabetismo según género (%)
ALFABETIZADOS ANALFABETOS
Total población activa 79,96 19,85
Hombres asalariados 81,17 18,64
Mujeres asalariadas 68,98 31,02
Mujeres no asalariadas 57,47 42,55
76
parte de las mujeres asalariadas son personas jóvenes6 y quizás hubiesen
pasado varios años por algún centro escolar, fenómeno más difícil de encon-
trar en personas de mayor edad que aparecen en estas fechas formando ya una
familia propia.
Pasamos ahora al análisis del analfabetismo entre los trabajadores colomen-
ses. Para poder comparar con otros grupos y clases, veamos el cuadro nº 5.
CUADRO Nº 5
Alfabetización y analfabetismo según grupos profesionales (%)
ALFABETIZADOS ANALFABETOS
Prof. Lib. y altos func. 100 0
Industria, banca, comercio 88,5 11,4
Clero secular 100 0
Trab. cuello b. y otros func. 95,7 4,3
Pensionistas y jubilados 91,6 8,3
Inactivos 65,5 34,4
Artesanos 89,5 10,4
Trab. cualificados 92,6 7,4
Trab. no cualificados 76,8 23,1
77
un 37,5%, de cerrajero con un 22,2% y curtidor con un 18,7%.
El conjunto de cualificados y artesanos presentan menores índices que
uno de los grupos considerados como élite económico-social de Santa
Coloma, el de Industria, Comercio, Banca..., que llega al 11,4% de analfa-
betismo. Es un porcentaje sorprendentemente alto, pero ello se debe a la
existencia de tres actividades, las de mayores componentes, donde encon-
tramos altos porcentajes, elevando por tanto la media del grupo: comer-
ciante (8,5%), industrial (14,8%) y labrador (14,5%). Estos datos ayudan
a mostrar una de las características de los sectores económicamente más
ricos de la localidad: no se trataría de gran burguesía, ni de propietarios de
grandes fincas o negocios comerciales e industriales que han podido acce-
der a una importante formación escolar o incluso universitaria, sino de
propietarios medianos, con un cierto nivel de riqueza, naturales de Santa
Coloma, posiblemente "gente hecha a si misma" y que no siempre pasó por
la escuela7. Dentro de esta élite hemos incluido también, como ya dijimos,
al grupo 1 (profesiones liberales y altos funcionarios) y aquí sí encontra-
mos, como era de esperar, un 100% de alfabetizados.
78
Cuadro nº 6
Distribución geográfica de los jornaleros
% DE % SOBRE
JORNALEROS POBLACIÓN
BARRIO JORNALEROS
EN CADA ACTIVA DEL
BARRIO BARRIO
Barón de Viver 45 1,65 78,95
Barriada Sanchís 42 1,54 77,78
Can Mariné 20 0,73 74,07
Carolinas 35 1,29 54,69
Cementerio Viejo 68 2,50 78,16
Centro 449 16,50 48,33
Fondo 166 6,10 61,48
Guinardera 15 0,55 68,18
Italianos 43 1,58 79,63
Lavaderos 49 1,80 56,32
Milans del Bosch 517 18,99 82,59
Raval 285 10,47 58,04
Riera Alta 73 2,68 67,59
Rio Norte 244 8,96 81,88
Rio Sur 270 9,92 55,79
Santa Rosa 288 10,58 81,36
Singuerlín 113 4,15 61,08
Seis barrios concentran más del 75% de los jornaleros, Centro, Milans del
Bosch, Raval, Río Sur, Río Norte y Santa Rosa. La existencia de un impor-
tante número de jornaleros en el barrio de Centro (16,5%) se explica por ser
éste el que concentra mayor número de población, pero aunque nos estamos
refiriendo al barrio más antiguo e histórico de la localidad, el que concentra a
la población originaria de Santa Coloma, mayoritariamente labradores y
comerciantes de habla catalana, no por eso adolece de calles donde, ya desde
principios de siglo, había ido asentándose la poca población jornalera existen-
te. Son estas calles (Travesía de Ciutadella, Ciutadella Alta, etc.) las que segui-
rán creciendo con una población jornalera importante a lo largo de los años
veinte. Los otros cinco barrios concentran a más de la mitad de todos los jor-
naleros colomenses. Todos, excepto el Raval (ya existente desde principios de
siglo) son barrios nuevos, surgidos en el contexto del crecimiento demográfi-
79
co de las poblaciones periféricas de Barcelona. Destaca el caso de Milans del
Bosch, uno de los grupos de casas baratas instaladas en 1929 y que sólo un
año después ya concentra casi el 19% de todos los jornaleros del municipio.
Ahora bien, estos datos ocultan un fenómeno de gran trascendencia social.
Así, por ejemplo, en el barrio Centro, con el mayor porcentaje de jornaleros,
observamos que éstos representan menos de la mitad de la población del
barrio. Aquí se produce un contacto espacial entre población de clases medias
y altas con población trabajadora. Sin embargo, tenemos barrios, todos de
nueva creación, donde los jornaleros son prácticamente la totalidad de la
población. Son los casos de Río Norte, Santa Rosa o Milans del Bosch, con
porcentajes de jornaleros que superan el 80%, o los casos de Italianos, Barón
de Viver, Barriada Sanchís o Cementerio Viejo, que superan el 75% de su
población activa respectiva. Es decir, estamos hablando de barrios donde la
presencia de jornaleros es abrumadora, de barrios de jornaleros.
Si nos fijamos en los trabajadores cualificados (Cuadro nº 7), observamos
cómo casi el 60% se concentran en tres barrios, Centro, Raval y Río Sur, sien-
do los únicos barrios que superan la media (hasta el punto de casi doblarla) de
representación de este grupo sobre el total de la localidad que era, recordé-
moslo, el 10,41%. Todos los demás barrios están por debajo de esa media.
Cuadro nº 7
Distribución geográfica de los cualificados
% DE
% DE
CUALIFICADOS
CUALIFICADOS
BARRIO CUALIFICADOS SOBRE LA
EN CADA
PORBLACIÓN
BARRIO
ACTIVA DEL BARRIO
Barón de Viver 0 0 0
Barriada Sanchís 0 0 0
Can Mariné 5 2,54 18,52
Carolinas 0 0 0
Cementerio Viejo 3 1,52 3,45
Centro 38 19,29 4,09
Fondo 17 8,63 6,3
Guinardera 1 0,51 4,55
Italianos 5 2,54 9,26
Lavaderos 3 1,52 3,45
80
Milans del Bosch 1 0,51 0,16
Raval 38 19,29 7,74
Riera Alta 9 4,57 8,33
Rio Norte 6 3,05 2,01
Rio Sur 42 21,32 8,68
Santa Rosa 19 9,64 5,37
Singuerlín 10 5,8 5,41
81
Cuadro nº 8
Distribución geográfica de los artesanos
% DE ARTESANOS
% DE SOBRE
BARRIO ARTESANOS ARTESANOS EN POBLACIÓN
CADA BARRIO ACTIVA DEL
BARRIO
Barón de Viver 0 0 0
Barriada Sanchís 0 0 0
Can Mariné 0 0 0
Carolinas 0 0 0
Cementerio Viejo 5 7,69 7,81
Centro 17 26,15 1,83
Fondo 6 9,23 2,22
Guinardera 0 0 0
Italianos 0 0 0
Lavaderos 1 1,54 1,15
Milans del Bosch 2 3,08 0,32
Raval 13 20 2,65
Riera Alta 1 1,54 0,93
Rio Norte 1 1,54 0,34
Rio Sur 12 18,46 2,48
Santa Rosa 7 10,77 1,98
Singuerlín 0 0 0
82
tra, y en Milans del Bosch sólo dos artesanos y un cualificado. Y estamos hablan-
do de una población activa que representaban casi el 18% del total de Santa Colo-
ma. Las consecuencias sociales y políticas de tamaña concentración obrera en
estos barrios serían de enorme trascendencia durante el período republicano9 .
Cuadro nº 9
Origen de la inmigración
ORIGEN DE LOS % SOBRE EL TOTAL DE
VALORES ABSOLUTOS
INMIGRANTES LOS INMIGRANTES
Cataluña 1654 44,97
Otras regiones 2024 55,03
83
Cuadro nº 10
Origen regional de la inmigración
% SOBRE EL
% SOBRE EL
TOTAL DE
REGIÓN TOTAL TOTAL DE
INMIGRANTES
INMIGRANTES
NO CATALANES
Andalucía 248 6,74 12,25
Aragón 318 8,65 15,71
Asturias 7 0,19 0,35
Baleares 22 0,60 1,09
Canarias 3 0,08 0,15
Cantabria 18 0,49 0,89
Castilla la Mancha 99 2,69 4,89
Castilla-Leon 65 1,77 3,21
Cataluña 1654 44,97
Extremadura 14 0,38 0,69
Galicia 21 0,57 1,04
Madrid 57 1,55 2,82
Murcia 540 14,68 26,68
Navarra 6 0,16 0,30
País Vasco 6 0,16 0,30
Rioja 8 0,22 0,40
Valencia 528 14,36 26,09
Extranjero 64 1,74 3,16
Las zonas de mayor procedencia coinciden con lo que está pasando en Bar-
celona ciudad. Cuatro regiones concentran el 80,73% de todos los inmigran-
tes no catalanes:
Es interesante señalar que en cada región destacan provincias y pueblos
concretos. Así, por ejemplo, de Aragón más de la mitad de sus inmigrantes
proceden de Teruel, y dentro de esta provincia los pueblos de Fuente Rubielos
y Olba representan el 31,36% del total de la provincia.
84
Cuadro nº 11
Regiones de mayor procedencia de la inmigración
% SOBRE EL TOTAL DE
% SOBRE EL TOTAL DE
REGIÓN INMIGRANTES NO
INMIGRANTES
CATALANAES
Murcia 26,68 14,68
Valencia 26,09 14,36
Aragón 15,71 8,65
Andalucía 12,25 6,74
85
inmigrantes. El mayor contingente lo componen jornaleros de otros muni-
cipios catalanes, que representan el 35,38% del total. Pero las cuatro regio-
nes que venimos señalando como las de mayor emisión de población hacia
Santa Coloma, representan en 1930 el 45,95%, destacando Murcia
(16,59%) y Valencia (13,91%); el resto proceden de todas las demás regio-
nes.
En el caso de la muestra de artesanos escogida, los inmigrantes también
son la inmensa mayoría, el 88,73%, pero en este caso proceden de Catalu-
ña nada menos que el 67,71%, en tanto que es mucho más reducida la pre-
sencia de no catalanes, el 21,14%, todos procedentes de las cuatro regio-
nes ya señaladas, destacando el caso de Valencia que suministra casi la
mitad de todos ellos. Entre los obreros cualificados tenemos que el 85,44%
son inmigrantes, dato parecido a los dos grupos anteriores. Pero su origen
es mucho más diversificado que en lo visto para los artesanos. El 46,60%
son catalanes, en tanto que proceden de Valencia, Murcia, Aragón y Anda-
lucía el 30,59%, destacando nuevamente Valencia (11,65%). En este caso
tenemos otras seis regiones más que aportan el resto, casi el 23% (Astu-
rias, Baleares, las dos Castillas, Madrid y La Rioja). Es de destacar que,
sin Cataluña, es Valencia el territorio que mayor porcentaje de artesanos y
cualificados aporta a Santa Coloma, a diferencia de jornaleros, donde
sobresale la región murciana.
¿Tenían los inmigrantes tendencia a agruparse en algunos barrios en
particular? El cuadro nº 12 nos ofrece algunos datos sobre su distribución
espacial.
Cuadro nº 12
Distribución de los inmigrantes por barrios
BARRIO % INMI. CATALANES ARAGONESES VALENCIANOS MURCIANOS ANDALUCES
Barón de Viver 100 1,59 2,19 0,95 0,93 3,25
Bda. Sanchís 96,23 1,10 0,94 1,32 2,41 0,41
Can Mariné 81,48 1,16 0 0,76 0 0
Carolinas 64 1,84 1,88 1,13 0,93 0,41
Cmtrio. Viejo 90,48 2,08 2,82 3,02 1,48 0
Centro 60,39 20,07 15,99 10,78 12,04 4,88
86
Fondo 100 6,36 9,40 8,32 7,41 8,94
Guinardera 100 0,86 0 0,76 0,37 0,41
Italianos 100 1,84 0,31 1,70 0,93 1,22
Lavaderos 72,41 1,90 3,13 1,89 0,74 0,41
Milans del Bosch 99,65 9 15,05 12,67 29,26 38,21
Raval 95,1 14,75 10,03 15,12 7,78 10,57
Riera Alta 98,15 2,69 2,82 4,73 2,41 2,03
Río Norte 80,02 6,67 8,78 7,75 4,63 2,85
Río Sur 98,76 12,36 10,34 10,21 18,33 11,38
Santa Rosa 99,44 9,85 7,84 12,29 8,89 7,72
Singuerlín 97,83 5,51 7,52 6,62 1,48 7,32
Sólo cinco barrios tienen una media de inmigrantes por debajo de la media
total (87,85%). Entre ellos están los barrios más antiguos (Centro, Lavaderos)
y otros como Carolinas, Can Mariné o Río Norte. En todos los demás se supe-
ra el 90% de población activa foránea, llegando al extremo en las barriadas
que están empezando a crecer en las zonas más periféricas del municipio,
como Italianos, Guinardera y Fondo donde se llega al 100% de los activos, así
como en el grupo de Barón de Viver al otro lado del río. Pero vemos que exis-
ten barrios, como Santa Rosa y Milans del Bosch, en los que los inmigrantes
también suponen casi el total.
Los inmigrantes catalanes tienden a concentrarse en los barrios de Centro,
con más de la quinta parte de todos ellos, seguido de Raval y Río Sur, que
espacialmente mantienen continuidad y que en conjunto concentran a casi la
mitad del total.
Más de un tercio de los aragoneses son vecinos de Centro y Milans del
Bosch que superan cada uno el 15% de esta población. Debemos recordar que
esta importante representación de aragoneses en el barrio Centro es debida a
la originaria inmigración de finales del XIX y principios del XX, sobre todo
de la provincia de Teruel. Los llegados con posterioridad tendieron a asentar-
se en barrios más alejados, como Raval y Río Sur, que junto a los dos prime-
ros suman más de la mitad de todos ellos.
Los valencianos se encuentran distribuidos más proporcionalmente. En este
caso, el Centro es el cuarto barrio en ocupación de valencianos, superado por
Raval, Milans del Bosch y Santa Rosa. Los cuatro representan más de la mitad.
La representación de andaluces en el Centro es testimonial. Esta población
tiende a concentrarse en barrios periféricos casi en su totalidad. Casi el 40%
vivían en el 2º grupo de Casas Baratas, Milans del Bosch, que junto al Raval
87
y Río Sur representan el 60% del total.
Finalmente, los murcianos tienen una importante presencia en Centro, pero
son los barrios de Milans del Bosch y Río Sur los que concentran a casi la
mitad, y sólo el primero de ellos suma casi el 30% de todos los murcianos
colomenses.
Tan importante como esta distribución es analizar lo que representan los
inmigrantes de cada una de estas regiones respecto a la población activa del
barrio. Veamos el cuadro nº 13.
Cuadro nº 13
% de inmigrantes respecto a la población activa de cada barrio
POBLACIÓN
% % % % %
BARRIO ACTIVA
CATALANES ARAGONESES VALENCIANOS MURCIANOS ANDALUCES
ABSOLUTA
88
barrios muy poco habitados todavía. Es de destacar la poca representación de
inmigrantes catalanes en el barrio Centro comparado con otros barrios perifé-
ricos, como Raval, Singuerlín o Santa Rosa, así como la importante presencia
que tienen en las Casas Baratas, pues son casi la mitad en Barón de Viver y
casi una cuarta parte en Milans del Bosch.
Los murcianos representan un porcentaje importante en algunos barrios,
como Milans del Bosch, Río Sur y Fondo, todos periféricos, y los dos prime-
ros más allá del río Besós. Pero también representan una importante minoría
en Lavaderos y Santa Rosa. En tanto que los andaluces, tienen una cierta pre-
sencia en los dos grupos de Casas Baratas, seguidos de Fondo, pudiéndose
apreciar su escasa presencia en el barrio Centro.
Los valencianos, también con escasa presencia en Centro, representan
importantes núcleos en varios barrios, pues ya dijimos que es una comunidad
muy repartida espacialmente. Rondan la quinta parte en barrios, todos perifé-
ricos, como Riera Alta, Guinardera, Italianos, Cementerio Viejo, Santa Rosa y
Singuerlín.
Por último, los aragoneses tienen su más importante peso, aunque apenas
sobrepasa el 10% de la población activa, en los barrios de Singuerlín, Barón
de Viver, Lavaderos y Fondo, todos muy alejados de Centro.
Estos datos indicarían que estamos en presencia de una inmigración cata-
lana de características sociales muy parecidas a las provenientes de otras
regiones del Estado, que ocupan espacios similares y que mantenían con segu-
ridad estrechos lazos de convivencia. Recordemos que, excepto en Milans del
Bosch, son la mayoría en todos los barrios. Catalanes y no catalanes compar-
tieron barrios, calles, tabernas, lugares de trabajo y de ocio. No es de extrañar,
por tanto, que este contacto físico facilitara, a medio y largo plazo, el proceso
de integración en Cataluña a los inmigrantes de otras regiones. No se observa,
en el caso de Santa Coloma y para estas fechas, la existencia de bolsas de
inmigrantes exclusivamente no catalanas, a diferencia de lo que ocurrirá en las
oleadas inmigratorias de los años sesenta del siglo XX.
El último aspecto que queremos destacar es el tiempo de residencia de
estos inmigrantes. Es evidente que no presenta los mismos problemas de inte-
gración y asentamiento en la localidad los recién llegados que aquellos que
llevan muchos años en ella. Ya vimos el ritmo de incremento demográfico de
Santa Coloma, y por tanto se apreciaba con facilidad que el gran crecimiento,
debido a la llegada de emigrantes, se producía en la década de los veinte. Esto
nos indicaba que la mayoría de la población foránea era de reciente llegada.
Sólo a título de ejemplo, y como es fácil deducir por lo ya dicho a lo largo del
estudio, los habitantes de las Casas Baratas, y en general los de la orilla dere-
cha del río Besòs, llegaron a Santa Coloma a lo largo del año 1929, y sólo esta
zona representaba más del 16% de toda la población activa del municipio.
89
Pero en un análisis más pormenorizado, ¿hasta dónde nos llevan los datos?
Hemos calificado como población de reciente llegada a aquellos que se
asentaron en el pueblo en los últimos diez años desde la realización del
Padrón. Los resultados son también muy claros. No todos los inmigrantes
declararon el tiempo de residencia, pero hay algunos datos que son muy repre-
sentativos. Así, los que declararon llevar menos de un año en Santa Coloma
fueron el 42,57%. Si nos referimos a los que llevaban menos de tres años la
cifra alcanza al 68,84%. Por último, salvo alguna excepción que comentare-
mos, los llegados durante la década de los veinte representan más del 90% de
los inmigrantes. Estamos hablando de cifras muy elevadas, cuyas consecuen-
cias sociales en términos de integración y sociabilidad en Santa Coloma harán
eclosión durante el período republicano y la guerra civil12 .
Realizaremos un estudio del tiempo de residencia atendiendo a las regio-
nes que vienen siendo objeto de nuestro análisis, tomando la media de las pro-
vincias de cada una de ellas:
Cuadro nº 14
% Inmigrantes llegados en los últimos diez años
REGIÓN % RESIDENTES RECIENTES
Cataluña 85,32
Murcia 95,95
Aragón 81,71
Valencia 91,53
Andalucía 97,73
Algunos datos a considerar. Los andaluces son los de llegada más reciente,
pues más del 97% lo han hecho en la década anterior. El 97,78% de los alme-
rienses, de donde proceden la mayoría, han llegado en los últimos diez años,
pero de cinco provincias, han sido el 100% (Córdoba, Jaén, Málaga, Sevilla y
Huelva). Luego siguen los murcianos y valencianos. El caso de Aragón puede
parecer sorprendente, ya que ofrece un porcentaje de recién llegados menor que
el de Cataluña, pero los datos están alterados por la provincia de Teruel, de
donde una importante colonia venía asentándose en Santa Coloma desde finales
del siglo XIX. De esta provincia tenemos que sólo el 68,29% han llegado en los
últimos diez años, en tanto que de las provincias restantes son más del 90% los
llegados en ese período. También es relativamente alto el porcentaje de inmi-
grantes catalanes llegados recientemente, aunque como es natural la cercanía
geográfica provocó movimientos migratorios más alejados en el tiempo, sobre
todo en el período entre la Guerra Mundial y 1920. Como es natural, primero
90
llegaron de la provincia de Barcelona, después de Lleida y los más recientes fue-
ron los de Girona, de donde el 95,06% lo hicieron en la década de los veinte. En
términos generales se aprecia que la inmensa mayoría de los inmigrantes habí-
an llegado a Santa Coloma hacía muy poco tiempo, lo que debió contribuir a
dificultar el establecimiento de relaciones de sociabilidad en torno a entidades y
asociaciones de carácter obrero en Santa Coloma13.
Recapitulación
91
los grupos de mayor nivel, artesanos y cualificados, tienden a concentrarse en
barrios ya existente a principios de siglo, o de crecimiento rápido en los años
veinte pero cercanos al centro de la población, mientras que apenas aparecen
en los barrios peor comunicados, con menores servicios, alejados del centro,
que están naciendo con población casi exclusivamente jornalera.
Esta población obrera procede en su inmensa mayoría de fuera de la loca-
lidad y aunque la originaria de otras localidades catalanas, sobre todo de Bar-
celona, representa un volumen importante, en nuestro caso, y a diferencia de
lo que está ocurriendo en Barcelona ciudad, los que vienen de otras regiones
del Estado ya los superan.
Sin embargo, en la distribución por barrios de estos inmigrantes hemos
observados que la mayoría en cada uno de ellos, excepto en uno, son catala-
nes, pero se encuentran junto a una presencia importante de personas proce-
dentes de otras regiones, lo que nos permitió concluir que catalanes y no cata-
lanes compartían un espacio similar, tanto en los barrios como en el trabajo,
no detectándose la existencia de bolsas exclusivamente catalanas o no catala-
nas. A esto debió ayudar el hecho de que la mayoría de esta población era de
muy reciente llegada, pues en todos los casos más del 80% de los inmigran-
tes, al margen de su procedencia, habían llegado en los últimos diez años a
Santa Coloma de Gramenet.
92
APÉNDICE I
3. Clero secular
Sacerdote 3
Monjas 7
Total 1 0 0,24%
4. Pensionistas y jubilados
Jubilado 8
Retirado 5
Total 1 2 0,29%
93
5. Trab. de c. blanco, prof. medios y otros funcionarios
Cesante 6
Dependiente 31
Empleado 30
Escribiente, oficinista 5
Funcionario/empleado público1 3
G. Civil, carabinero, m. escuadra 12
Maestro 5
Músico 4
Viajante 4
Perito eléctrico 2
Practicante 4
Suboficial 2
Otros profesionales medios 2
Total 116 2,77%
6. Inactivos
Enfermos y minusválidos / inútil 48
Estudiantes 37
Servicio militar 17
parados 13
Otros 1
Total 116 2,77%
7. Oficios artesanales
Barbero 13
Ebanista 13
Modista 10
Panadero 25
Peluquero 16
Pequeño comercio 23
Sastre 9
Tabernero 2
Tintorero 10
Vaquero 7
Herrero 5
Otros 10
Total 143 3,41%
94
Cartero 3
Cerrajero 9
Chófer 18
Electricista 6
Ferroviario 6
Guardia de seguridad 9
Imprenta 10
Lampista 11
Mecánico 53
Pintor 20
Sereno 8
Tranviario 5
Zapatero / alpargatero 32
Tejedor 19
Aprestador 7
Calderero 7
Carpintero 49
Vidriero 8
Tallador 5
Comadrona 5
Curtidor 16
Papelero 7
Contramaestre 3
Otros obreros cualificados 58
Total 446 10,64%
9. Obreros no cualificados
Arriero y carretero 23
Camarero 3
Carbonero 5
Jornalero 2725
Ladrillero 10
Marinero 3
Aprendices 181
Peón 80
Servicios personales / domésticos 26
Vendedor ambulante 9
Vigilante/celador 4
Otros 19
Total 3008 71,77%
Población catalogada 4191 100%
95
NOTAS
1. J. M. Huertas Clavería y Jaume Fabre, Los barrios de Barcelona, Ed. 62, Barcelona, 1976.
2. Arxiu Administratiu de l'Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet. Para el trabajo con el Padrón
ha sido inestimable la colaboración de Lidia Flores.
3. Debemos matizar, de todas formas, que esta calificación ha de ser tomada con precaución. Hablar
de élite económica en Santa Coloma no es lo mismo que en Barcelona. En la primera es escasísi-
ma la burguesía local propietaria de industrias o de grandes extensiones de tierras, por no hablar de
la inexistencia de banca o grandes empresas comerciales. De ahí que lo que llamamos élite econó-
mica y social no es sino la pequeña oligarquía local que había dominado política y socialmente el
municipio desde principios del siglo XX, compuesta en su mayor parte de labradores pequeños pro-
pietarios o arrendatarios y de propietarios de pequeños comercios. A ellos habría que añadirles la
presencia de algunos industriales de importancia vecinos de Santa Coloma, como Narcís Font, Enric
Sanchís y poco más. Otros propietarios de industrias tenían su domicilio fuera de la localidad, como
Pañolerías Baró, la papelera Miquel y Costa&Miquel o Ignacio Sala, que eran las más importantes
y las que más mano de obra empleaban.
4. En 1911 la población de Santa Coloma apenas superaba los 1510 habitantes. De su población acti-
va, el 58,19% eran labradores y sólo el 10,83% declaraban ser jornaleros. Padrón de Habitantes de
1911, Arxiu Administratiu de l'Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet.
5. Reelaboración a partir de los datos ofrecidos por José Luis Oyón, Barcelona 1930: un atlas social,
ed. UPC, Barcelona 2001. Él trabajó, no con población activa, sino con cabezas de familia. Cree-
mos que los datos son comparables.
6. En gran parte aparecen en el Padrón como "hijas", es decir, no forman familia independiente, lo que
sería indicativo de su juventud.
7. Véase lo dicho en la nota 3.
8. Venimos utilizando como población trabajadora a tres grupos: artesanos, trabajadores cualificados
y trabajadores no cualificados. En este apartado, hemos escogido las actividades más representati-
vas y numerosas dentro de cada grupo. Así, en artesanos hemos trabajado con panaderos, barberos,
ebanistas, modistas y tintoreros; en cualificados, con albañiles, carpinteros, mecánicos y zapateros;
y en no cualificados, con jornaleros.
9. Ver para ello, Juan José Gallardo, Los orígenes del Movimiento Obrero en Santa Coloma de Gra-
menet. El anarcosindicalismo (1923-1936). Ed. Grupo de Historia José Berruezo, Santa Coloma de
Gramenet, 2000.
10. En Barcelona representaba el 64,1%. Ver José Luis Oyón, Barcelona 1930..., pág 49.
11. La población activa catalana que existía en Santa Coloma en 1930 representaba el 51,52% del total,
pero la inmensa mayoría procedía de fuera de la localidad, concretamente el 76,61%. En Barcelo-
na, siguiendo a José Luis Oyón, la población de origen catalán suponía el 56,93%, pero los inmi-
grantes de otras localidades catalanas representaban el 64,1% del total de inmigrantes. Como
vemos, era tan numerosa la avalancha de inmigrantes, incluidos los catalanes, que llegaban a Bar-
celona atraídos por el crecimiento económico y las perspectivas de encontrar trabajo, que la capi-
97
tal era incapaz de absorberlos, ofreciendo como solución el asentamiento en los municipios peri-
féricos, que a su vez se transformaban, urbanística y socialmente, en grandes suburbios de la gran
metrópolis. A diferencia de Barcelona, la inmigración en Santa Coloma proviene mayoritariamen-
te de fuera de Cataluña.
12. Juan José Gallardo y José Manuel Márquez, Revolución y Guerra en Gramenet del Besòs, ed.
Grupo de Estudios Históricos Gramenet del Besòs, Santa Coloma de Gramenet, 1997.
13. Juan José Gallardo Romero, op. cit.
98
LA SEPARACIÓN
TRABAJO-RESIDENCIA
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4. Las diferentes movilidades de un municipio suburbano.
Hospitalet y el censo obrero de 1923.
José Luis Oyón
Carles Enrech.
Los censos obreros y patronales para 1919 y 1923 son una magnífica fuen-
te para el estudio de la estructura empresarial y la población activa asala-
riada de la industria y los servicios. Su confección responde a la necesidad
del estado de encontrar respuestas a las transformaciones en la organización
del trabajo entorno a los años de la I Guerra Mundial y la inmediata pos-
guerra europea que produjeron una oleada de conflictividad laboral de una
intensidad hasta entonces desconocida, que en Cataluña generó además una
oleada de atentados violentos entre los grupos de acción de la patronal y los
sindicatos obreros, el pistolerismo (1916-1923). Aunque se conocen las
cifras generales de estos censos obreros y patronales, las hojas censales
sólo se conservan para algunas poblaciones catalanas. Así para el caso de
Hospitalet de Llobregat se conservan las hojas de 1923.
Estas hojas censales contienen sector a sector y empresa a empresa, los
datos personales de los obreros: nombre, apellidos, género, edad, dirección,
profesión, así como la dirección de la empresa. De manera que es posible
establecer la relación que se establece entre la residencia obrera y el lugar
de trabajo a diferentes niveles -sector de actividad económica, género,
estructura de edades y cualificación laboral-, a principios de la década de
1920. Un momento en que en el ámbito europeo comienza a notarse en la
movilidad laboral el impacto de los transportes de masas como el ferroca-
rril o el tranvía, con tarifas asequibles para la clase obrera.
El caso de Hospitalet de Llobregat, por su situación periférica y limí-
trofe con la ciudad de Barcelona, constituye un buen ejemplo para analizar
la difusión del transporte en la movilidad laboral obrera, ya que la fuente
proporciona información sobre los obreros que trabajan en empresas de
Hospitalet, residan o no en el municipio. La localización periférica, con el
lógico incremento de las distancias medias, permitirá comprobar si esta
localización influye en el uso de medios de transporte público en la movi-
101
lidad laboral. Por otro lado la proximidad a Barcelona de parte del munici-
pio permitirá observar las diferencias en la movilidad de la fuerza laboral
según la localización del barrio de destino: Santa Eulalia, Collblanc-La
Torrasa, o el Centro Histórico y sus cercanías.
La confección del censo en 1923, nos sitúa justo en el momento de
mayor crecimiento demográfico de Hospitalet, que pasa de 12.360 habitan-
tes según el censo de 1920 a 37.650 según el de 1930. Precisamente el
punto álgido de este proceso tuvo lugar entre 1921-1925 con una tasa de
crecimiento real del 133,48%0, que en su mayor parte respondía a un fuer-
te saldo migratorio positivo que durante estos años fue del 117,94%0 . En
1923 la población de Hospitalet se puede estimar en 17.837 habitantes,
repartidos en 3.456 h. en Santa Eulalia, 9.196 h. en Collblanc-La Torrassa
y 5.185 h. en el Centro Histórico1 .
Sin embargo buena parte de este crecimiento demográfico es ajeno a la
estructura de actividad económica que queda reflejada en el censo obrero y
patronal de 1923.
Por un lado, el censo arroja un total de 4.595 obreros y obreras que tra-
bajaban mayormente en el textil, la metalurgia, la construcción y la cerá-
mica, y la química, aglutinando el 87% de la población trabajadora. Estos
102
sectores se corresponden con un modelo de industrialización de corte clási-
co, más ochocentista que novocentista. Al dominio del sector textil hay que
añadir que las metalurgias que se instalan en Hospitalet son principalmen-
te fundiciones, cuando la punta de lanza de la metalurgia durante la segun-
da fase de industrialización está constituida por los subsectores metalurgia
de transformación y la electro-mecánica. Tan solo la industria química hos-
pitalense está vinculada a un subsector más moderno como es la fabricación
de abonos y grasas industriales. La persistencia de mecanismos de acceso
al mercado de trabajo vinculados a las tradiciones de oficio, las relaciones
clientelares, de consaguinidad y vecindario, habían de suponer por fuerza
un obstáculo para el acceso de los inmigrantes al trabajo industrial, pese a
la descualificación de amplias categorías laborales, tal y como había pasa-
do en el textil2 .
Por otro lado, casi la mitad de los obreros y obreras ocupados en las
fábricas de Hospitalet provenían de fuera del municipio, en especial de los
barrios barceloneses de Sants y Hostafrancs, que formaban un continuo
urbano con los barrios hospitalenses de Santa Eulalia, Collblanc y La Torra-
sa, solo roto por el Torrente Gornal, que con sus descampados separaba
éstos últimos del centro urbano de Hospitalet. Esta realidad sin duda se
correspondía con una industrialización históricamente vinculada a la del
antiguo municipio de Sants, en especial en el barrio de Santa Eulalia, y un
desarrollo cronológico, que tras un primer modesto desarrollo a mediados
de siglo XIX vinculado al desarrollo industrial de Sants, tuvo su mayor
etapa de crecimiento durante las dos primeras décadas de siglo XX, justo
antes del gran boom demográfico local. Luego las principales cuencas de
abastecimiento de mano de obra eran representativas de una cultura de ofi-
cio, capaz todavía de mantener prácticas que les daban cierto control sobre
los sistemas de reclutamiento y reproducción de la fuerza de trabajo.
Las primeras industrias se instalaron en Hospitalet a mediados de siglo
XIX, en las cercanías del continuo urbano que formaba la carretera provin-
cial a Calafell, en su paso de Sants a Hospitalet, es decir en el actual barrio
de Santa Eulalia. Éste nació como arrabal urbano gracias al tránsito comer-
cial y la localización de las primeras fábricas de acabados textiles: La
Aprestadora Española (1853), que ocupaba unos 300 obreros, la mayoría
residente en Sants, y la más modesta fábrica de aprestos y acabados de
Antonio Pareto (1856). Estas primeras industrias crecieron a la sombra del
desarrollo industrial de Sants, primer centro algodonero a vapor de España,
también conocido anteriormente por sus prados de indianas y ladrillerías.
En pocos años el crecimiento urbano de la vecina Sants fue desplazando
hacia Hospitalet la instalación de nuevas ladrillerías y alfarerías, como las
de Pau Cucurny (1868), Oliveras (1878), Romeu y Escofet (1878), Batllo-
103
ri (1883), Llopis (1885) y Cosme Toda (1885), la mayoría de las cuáles se
fueron instalando a lo largo de la carretera de Santa Eulalia o junto al
Torrente Gornal. El 1873, tras el cierre de la primera industria textil de
Hospitalet, La Aprestadora Española, en 1868, se instalaron en sus naves la
fábrica de Cáñamo de Marqués, Caralt y cia, y una fábrica de hilados de
algodón. Unos años después, el 1882, en las antiguas instalaciones de un
molino junto al Torrente Gornal se instalará Sucesores de Andreu Basté,
fabricante de hilados y tejidos de algodón, cuya industria estará en el ori-
gen de la empresa Tecla Sala. En consecuencia Santa Eulalia será a princi-
pios de siglo XX el barrio con mayor tradición fabril y mayores posibilida-
des de acceso a mano de obra con tradición cultural industrial.
Hacia 1900, cuando la población se cifra en 4.948 h., se produce la gran
expansión industrial local, que, a pesar de su mayor concentración geográ-
fica en Santa Eulalia, afectará todo el término municipal. Por un lado el
sector textil tomará un inusitado auge con la instalación de grandes fábri-
cas, como la moderna hilatura de Can Trinxet (1905), más de 1.000 obreros
y obreras, la fábrica de cáñamo de Godó y Trías (1903), el tisaje de seda de
Can Vilumara (1907), y la hilatura algodonera de Jacinto Rifá (1912). Por
otro lado la metalurgia hará su aparición con dos grandes fundiciones: la
Fundición Escorsa (1916) con 162 obreros (1923) que llegará a ser la
segunda función de acero de España, y Altos Hornos de Cataluña (1916)
con 49 obreros (1923). Es justamente en estos años de expansión económi-
ca, coincidiendo con la I Guerra Mundial cuando la industria química de
fertilizantes, grasas y aceites hace su aparición con fuerza, aunque cuanti-
tativamente se trata de pequeñas industrias de menos de 25 obreros, las más
importantes de las cuales son la fábrica de grasas y aceite Busquets Her-
manos, el fabricante de hules Joaquín Rosich, la fábrica de abonos de Ven-
drell y Monjo, o la refinería Guilera de aceites vegetales. También hace su
aparición la industria vidriera con la Fábrica de Cristal Cooperativa Obre-
ra de la calle Llobregat que ocupaba 105 obreros y obreras.
Este desarrollo industrial centrado en las dos primeras décadas de siglo
XX se produjo justo antes de la gran avalancha migratoria de los años 20 y
30, por lo cual este sector de la población no debió tener grandes oportuni-
dades de empleo en la industria local. De hecho el desarrollo industrial y el
crecimiento urbanístico y de la población dividirá el término municipal en
tres grandes áreas territoriales. Una periferia más fabril que residencial en
Santa Eulalia, un centro tradicional o histórico alrededor del casco viejo
urbano y sus cercanías, barrio Montaña, barrio Marina y San José, muy
comercial pero también industrial, y finalmente una periferia dormitorio,
más residencial que fabril, en Collblanc-La Torrasa, donde se concentrará
el mayor porcentaje de mano de obra inmigrada.
104
La separación trabajo-residencia en Hospitalet en 1923.
105
PROMEDIO DE % DEL CENSO
SECTOR
DISTANCIA OBRERO
Cuero y piel 2114,00 0,59
Metalurgia 1879,44 13,01
Química 1694,31 4,48
Construcción 1527,72 9,14
Textil 1489,01 55,65
Cerámica 1313,08 4,72
Madera 1150,71 1,72
Vidrio 1076,79 2,66
Alimentación 1064,85 2,63
Otros 1045,68 2,31
Comercio 358,11 3,09
Sin duda el peso cuantitativo del sector textil, con un 55,65% del censo
obrero, hace que su promedio de distancia, 1.489 m sea muy similar al pro-
medio general de 1.463,5 m. En este sentido de las 7 fábricas con más de
100 obreros 5 pertenecen a la industria textil: Can Trinxet, dedicada a los
hilados y tejidos de algodón, Can Trías, dedicada a los hilados y tejidos de
yute, Can Vilumara, un tisaje de seda, la hilatura algodonera de Tecla Sala,
la hilatura algodonera de Jacinto Rifá, la Fundición Escorsa, y la fábrica de
Cristal Cooperativa Obrera.
El análisis de la distancia media entre lugar de trabajo y residencia para las
mayores fábricas de Hospitalet pone de relieve como el carácter periférico y
la localización fuera del casco urbano de algunas fábricas, con distancias
superiores al medio kilómetro hasta la trama urbana, puede elevar ligeramen-
te los promedios de distancia genéricos. Este seria el caso de la fábrica de yute
de Can Trías, 2.176,3 m., que levantada en medio del campo, en la zona de la
Marina3 de Hospitalet, se hallaba alejada medio kilómetro de las primeras edi-
ficaciones urbanas. Así la distancia media de los obreros y obreras de Can
Trías es superior en más de 700 m. a la de la gran fábrica del textil hospita-
lense, Can Trinxet, o a Tecla Sala, establecimiento fabril de dimensiones más
parecidas a las de Can Trías. Caso aparte constituye la sedería Vilumara, loca-
lizada en un extremo del centro tradicional, cuyo promedio de distancia resi-
dencia-fábrica es relativamente alto, por la existencia de un sector obrero mas-
culino cualificado residente en Barcelona, que seguramente usa el ferrocarril
como medio de transporte aprovechando la proximidad de la estación de la
línea MZA. Así la distancia media de los obreros de Vilumara es 3.158,1 m.
106
frente 1.344,1 m. de las obreras, un sector, el tisaje de seda donde la minoría
de hombres que trabaja lo hace en oficios bien cualificados, en trabajos de des-
pacho o en cargos directivos o técnicos intermedios.
REGIS-
BARRIO PROMEDIO % TOTAL OBREROS -
FÁBRICA TROS
FÁBRICA DISTANCIA OBRERAS
MUESTRA
Can Trias
(Hilados y MARINA 2176,35 118 16,4% 388
tejidos Yute) 312
Fundiciones
Escorsa S.A. SANTA 7,1% 162
2099,50 51
(F. de hierro EULÀLIA -
y acero)
Can
Vilumara 140
CENTRO 1768,72 47 6,5%
(tejidos de 111
seda)
Tecla Sala
Hilados y 9,7% 322
CENTRO 1339,92 70
torcidos de 271
algodón
Can Trinxet
(hilados y SANTA 50,8% 1.155
1328,75 366
tejidos de EULÀLIA 1.078
algodón)
Fábrica de
cristal 105
TORRASSA 1207,50 34 4,7%
Cooperativa 12
Obrera S.A.
Jacinto Rifa
(Hilados y SANTA 4,7% 137
1185,88 34
torcidos de EULÀLIA 112
algodón)
107
Estas diferencias, pero invertidas, se observan entre el promedio de la distan-
cia a la residencia entre los obreros y obreras de Can Trinxet, que es de 1.023,2
m. para los obreros y 1.443,6 m. para las obreras. Sin duda un resultado que
no se corresponde con las afirmaciones habituales de que las mujeres trabaja-
ban más cerca de la residencia familiar para poder asumir las tareas domésti-
cas y el cuidado de los niños y ancianos, mientras los hombres recorrían dis-
tancias mayores desde casa hasta el lugar de trabajo. Aunque un análisis por
grupos de edad o cualificación laboral revelaría importantes matices, habría
que destacar las dificultades de una fábrica tan grande, 1.155 obreros y obre-
ras, de los cuales 1.078 eran obreras para reclutar toda su mano de obra en el
barrio de Santa Eulalia, cuya población estimada en 1923 era de 3.456 habi-
tantes. Es más la cuenca de abastecimiento de mano de obra se expandía a
Sants y Hostafrancs, que seguramente se revelaban insuficientes para proveer
la mano de obra necesaria no sólo de Can Trinxet, sino también de otras gran-
des fábricas. Sants-Hostafrancs constituía junto con Santa Eulalia la principal
concentración de la industria de hilados y tejidos de algodón del llano de Bar-
celona. Desde el final del Ensanche en plaza España hasta Hospitalet podía-
mos encontrar un serie de grandes y medianas fábricas dedicadas al hilado y/o
al tejido de algodón: Casaramona, España Industrial, Sobrinos de Juan Batlló,
Vapor Vell4 , Serra y Balet, Balet Vendrell y Cia, y Juan Roldúa. La gran
demanda de mano de obra femenina para el hilado y tejido del continuo urba-
no Hostafrancs-Sants-Santa Eulalia explicaría por qué las grandes fábricas
textiles de Hospitalet tenían una cuenca de abastecimiento laboral que llegaba
hasta Poble Sec, Eixample y Raval. Así un 15,8% de los obreros y obreras de
Can Trinxet recorría distancias del hogar al trabajo superiores a los 2 kilóme-
tros, con un promedio de distancia de 3.196,6 m.
Puestas de relieve las dudas sobre la opinión aceptada de que las mujeres
vivían más cerca del trabajo que los hombres, al menos para el caso de una
localización fabril periférica como la de Hospitalet, conviene plantearse esta
misma cuestión mediante una división en tramos de edad y género. Para ello
hemos dividido el censo obrero en tres tramos de edad: menores de 21, adul-
tos de 21 a 45 años y mayores de 45 años. El criterio seguido para realizar
estas divisiones responde básicamente a dos premisas. El primero que a los 21
años en la mayoría de oficios se adquiría prácticamente de forma automática
la categoría de oficial, aunque en algunos oficios ésta se podía adquirir dos o
tres años antes, y en el caso de las obreras del textil la frontera que separaba
el trabajo de las mujeres jóvenes de las adultas era muy difusa a partir de los
15 o 16 años. Sin embargo la dependencia de la familia era todavía poderosa
pues no se había alcanzado la mayoría de edad. El segundo criterio es más ale-
atorio, se fundamenta en que a partir de los 45 a 50 años disminuye brusca-
mente el número de mujeres empleadas fuera del hogar, pero también el de
108
hombres, con lo cual preferimos poner el corte en 45 años para no tener un
grupo de edad poco significativo.
La primera cuestión es que entre los menores de 21 años de nuevo las muje-
res recorren mayores distancias del trabajo a casa, 1.500,8 m frente a 1.156 de
los hombres, unos 350 m. de diferencia. El hecho que en el textil las mujeres
jóvenes fuesen mejor remuneradas que los hombres, pues podían acceder como
tejedoras o hiladoras antes de los 18 años, y que respecto a otros sectores entra-
sen como ayudantes casi sin período de aprendizaje5 , explicaría la mayor auto-
nomía, al menos cuantitativa, en sus desplazamientos al trabajo. Por el contra-
rio cuando los hombres alcanzan la edad adulta y acceden a trabajos mejor
remunerados los términos se invierten, promediando 1.366,1 m. las mujeres
contra 1.636 los hombres. Una nueva inversión de estos términos se produce a
partir de los 45 años, cuando los hombres promedian 1362,2 m. frente a 1.783,9
de las mujeres. Y aunque el reducido número de mujeres empleadas fuera del
hogar haga su promedio poco significativo, seguramente se podrían buscar razo-
nes de necesidad: viudedad o soltería que obligaban a recorrer grandes distan-
cias en busca de un mejor salario. Mientras en los hombres el grado jerárquico
alcanzado bien pudiera influir en una mayor proximidad obligado por las con-
diciones de un contrato como encargado, contramaestre o mayordomo.
En el ámbito de los sectores con mayor representatividad, el textil coinci-
de bastante con esta dinámica por grupos de edad, en especial para los meno-
res de 21 años. Sin embargo, las diferencias entre hombres y mujeres adultas
109
hasta 45 años son algo menores, 1.400,2 m. de promedio las mujeres contra
1.602,4 m. los hombres, seguramente porque entre los pocos hombres emple-
ados en las fábricas de hilados y tejidos una parte ganan salarios solo ligera-
mente superiores a las mujeres, mientras estas diferencias son mayores en el
resto de sectores de empleo. Finalmente, añadir que en el textil las distancias
que recorren obreros y obreras mayores de 45 años son muy parecidas, 1.877,8
m las obreras y 1.801,5 los obreros. Más esperado era que los menores de 21
años empleados en la metalurgia recorriesen 1360,3 m. mientras los adultos
hasta 45 años recorriesen de promedio 2.214,5 m. Y finalmente siguiendo la
dinámica general de género masculino después de los 45 años la distancia
recorrida desciendese hasta los 1.573,7 m.
Las mayores distancias de los obreros adultos frente a las obreras, y de los
menores de 21 de género femenino frente a los masculinos, confirman la opi-
nión generalmente aceptada de que las mayores distancias del hogar al traba-
jo coinciden con categorías laborales mejor remuneradas. Precisamente entre
los menores de 21 años, la frontera difusa que existía entre el trabajo de jóve-
nes y mujeres en sectores como el textil favorecía que los jornales entre las
chicas fueran superiores a los de los chicos de su misma edad, que en oficios
como la metalurgia, la construcción o el vidrio, donde tenían que pasar por
varios años de aprendiz cobrando salarios ínfimos.
Esta relación entre nivel de ingresos y distancia recorrida del hogar al tra-
bajo se hace más perceptible clasificando los datos disponibles por el tipo de
cualificación laboral y el género. Aunque la fuente es deficitaria respecto a la
profesión y categoría laboral de muchos de los obreros, hemos reelaborado los
datos relativos a cualificación, mediante cinco grandes grupos: categorías
laborales de baja cualificación para mujeres y hombres, oficiales, oficialas u
operarias, y cuadros obreros intermedios y directivos. En el agregado de baja
cualificación se ha incluido aprendices, ayudantes, medio oficiales/as, peones
y mozos. En el agregado de oficialas u operarias se han incluido todas las
mujeres adultas que no realizan tareas de ayudante ni tienen responsabilidades
en la organización del trabajo. Los oficiales se corresponden claramente con
la categoría de oficial, aunque en el caso del textil muchos de ellos están a
medio camino entre el peón y el oficial, porque propiamente son operarios
adiestrados en el manejo de una máquina, sin embargo no hemos querido
hacer distinciones para no complicar la construcción de la serie estadística.
Finalmente entendemos por cuadros obreros todos los directores, encargados,
encargadas, mayordomos, maestras, capataces, dependientes de despacho o
administración con responsabilidad técnica, administrativa o directiva.
110
Cualificación Promedio distancia Cuenta obreros/as
Cuadros obreros 1839,06 48
Oficiales 1603,14 291
Baja cualificación mujeres 1468,83 198
Oficiala 1466,61 368
Baja cualificación hombres 1161,82 309
TOTAL 1463,50 1214
111
Para las distancias mayores a 2 Km entre residencia y lugar de trabajo, que
representan un 22,9% de los trayectos, el sector con mayor porcentaje de
obreros en este agregado es el metalúrgico con un 35,7% de los obreros.
Le siguen por orden de importancia cuantitativa y cualitativa el sector quí-
mico y la construcción. En el sector metalúrgico además coincide que si
sólo tenemos en cuenta a los oficiales, el promedio de distancia de este
agregado supera los 2 Km, siendo de 2050,5 m la separación media entre
trabajo y vivienda.
112
Desplazamientos por origen residencial
Promedio
Municipio Género Cuenta %
distancia
Barcelona Mujeres 1992,03 287 22,2
Barcelona Hombres 2379,92 332 25,7
Hospitalet Mujeres 906,49 285 22,0
Hospitalet Hombres 548,47 367 28,4
Total 1271 98,3
113
Desplazamientos laborales de los residentes en el muncipio de Barcelona
Barrio - Promedio Cuenta
Género %
Fábrica distancia muestra
- Mujer 2939,99 2 0,3
Centro Mujer 3118,68 19 3,1
Centro Hombre 4277,92 53 8,6
Marina Mujer 2539,60 38 6,1
Marina Hombre 2770,88 17 2,7
Sta. Eulàlia Mujer 1822,53 211 34,1
Sta. Eulàlia Hombre 1959,62 159 25,7
Torrassa Mujer 1501,17 17 2,7
Torrassa Hombre 1987,57 103 16,6
Total Barcelona 619 100,0
114
una realidad mucho más vivida por el joven que no por la joven obrera. En
cambio a partir de los 21 años, en el paso a la edad adulta, las mayores posi-
bilidades de remuneración que se abrían para los hombres, con el acceso a la
categoría de oficial, los alejaban de la residencia familiar, superando los tra-
yectos masculinos a los de las obreras, que seguramente con el aumento de las
cargas domésticas y familiares reducían la distancia de sus desplazamientos.
En este sentido remuneración y cualificación, como era lógico esperar,
mantienen una relación directamente proporcional respecto la distancia de los
trayectos al lugar de trabajo. Así los cuadros obreros realizaban los desplaza-
mientos más largos, seguidos de los oficiales de género masculino, mientras
en un término medio se sitúan las mujeres de cualquier cualificación, y por
último los hombres con baja cualificación.
115
Desplazamientos diarios en grandes empresas de Barcelona y Hospitalet
% obreros/as en % obreros/as en Distancias medias
Barcelona
distancias < 600 m distancias > 2 Km en metros
Serra y Balet - 16,6 -
Riviere Poble Nou 37,6 19 1429
Casa de la Caridad 29,6 32,3 1751
Maquinista T.M Bcn 35,5 41 1995
Riviere Can Tunis 5,4 73,6 3296
Maq. T.M. S. Andreu 1,1 60,5 3740
% obreros/as en % obreros/as en Distancias medias
Hospitalet
distancias < 600 m distancias > 2 Km en metros
Jacinto Rifa 16,7 8,3 1185
Coop. Obrera Cristal 22,9 8,6 1207
Can Trinxet 29,6 15,8 1328
Tecla Sala 5,6 4,2 1339
Can Vilumara 45,8 29,2 1768
Fundición Escorsa 5,6 46,3 2099
Can Trías 2,3 50,4 2176
116
zonas relativamente cercanas. Tres cuartas partes esa mano de obra venida de
fuera de Hospitalet procedía de Sants y Hostafrancs, esto es, de pobladas
barriadas colindantes a nuestro municipio, barriadas cuyos residentes no debie-
ron necesitar casi nunca del transporte mecanizado dada la proximidad a los
puestos de trabajo. La distancia media de todos los trabajadores procedentes de
Barcelona (2,200 metros) define una media general de desplazamientos labo-
rales que podríamos calificar justo en el límite de la "relativa proximidad". No
faltaban los ejemplos de trabajadores procedentes del Ensanche, o del Poble
Sec, del centro histórico o de Gracia, pero eran casos más bien marginales en
una movilidad mayoritariamente cercana, o por lo menos de no largo alcance,
en absoluto equiparable a la de las grandes empresas periféricas de las grandes
ciudades europeas de entreguerras.
Hay sin embargo algunos rasgos, algunos matices de periferismo, que debe-
mos recordar. Como sucede en las empresas periféricas barcelonesas de nues-
tro cuadro (Riviere Can Tunis y Maquinista Sant Andreu) el relativo aisla-
miento de las localizaciones de las grandes empresas de Hospitalet significaba
muchas veces la poca consistencia del barrio más cercano, la rareza de las edi-
ficaciones en proximidad a la fábrica. Situación muy diferente a la de muchas
fábricas barcelonesas, situadas en pobladas zonas obreras, rodeadas de precisos
barrios de referencia, como la Barceloneta, el Raval o el Poble Nou. Al exami-
nar la columna de la mano de obra residente a distancias menores de los 600
metros, puede verse en efecto que en bastantes de las mayores empresas de
Hospitalet falta esa esfera del barrio próximo que rodea la fábrica. En el total
de las siete empresas, no más de un 20% de la fuerza laboral procedía del barrio
cercano, cuando en las empresas de los densos barrios barceloneses los por-
centajes oscilaban entre el 30 y el 40%. Son situaciones periféricas particular-
mente claras en determinados enclaves aislados como los de la fábricas Trías o
Tecla Sala, donde la urbanización más próxima es apenas relevante, como en
el caso de las fábricas barcelonesas de la Maquinista de Sant Andreu o Riviere
en Can Tunis, perdidas en el desierto del campo abierto.
Hasta ahora hemos examinado la movilidad en el municipio de Hospitalet
desde el punto de vista de los centros de trabajo como focos de atracción.
Estudiamos esos focos de confluencia diaria de obreros que constituían las
fábricas, los talleres y diferentes centros de trabajo. No hemos contemplado
las diferencias zonales entre los distintos barrios del municipio, los barrios
como áreas de confluencia y atracción de otros barrios, ni las diferentes áreas
de dispersión desde esas barriadas, es decir, los lugares hacia los que se des-
plazaban los diferentes obreros residentes censados en nuestro municipio.
Aunque nuestra fuente no los contempla propiamente, permite al menos estu-
diarlos indirectamente.
Las tres principales áreas urbanas de Hospitalet tenían muy diferente capa-
117
cidad de empleo y en consecuencia de atracción7. Santa Eulalia era un barrio
de grandes fábricas, con 0,52 empleos censados por habitante residente en el
barrio, una cifra que permite suponer que no solo toda la población activa
podía emplearse dentro del mismo, sino que era mucho también el trabajo
sobrante para atraer a otros trabajadores de fuera del barrio. Era el típico barrio
fabril. Le seguía con 0,30 empleos por habitante, menos de la mitad del
cociente anterior, el área del centro histórico que manifestaba un mayor equi-
librio entre trabajo ofrecido y población activa. La Torrasa era en cambio un
barrio situado claramente en el otro extremo, un barrio muy escasamente
industrial: solamente 0,065 empleos por habitante, o sea, cuatro veces menos
que el barrio central y ocho veces menos que el barrio de Santa Eualia.
Los puestos de trabajo censados en el centro histórico del municipio esta-
ban ocupados en un 53% por residentes de esa área tradicional, superando a
los venidos a trabajar diariamente desde fuera, bien de los otros barrios de
Hospitalet o bien de fuera del propio municipio. No era ese el comportamien-
to de las otras dos grandes áreas municipales. Eran ambas netas importadoras
de mano de obra, de residentes de fuera del barrio. El barrio de Santa Eulalia,
dada su exigua dimensión, solo estaba en condiciones de abastecer el 22% de
los empleos existentes en el mismo. La mitad de los desplazados cada día al
barrio provenían de Sants y Hostafrancs y un 16% de los otros dos barrios de
Hospitalet. Sorprendentemente, en la Torrasa, a pesar de ser un barrio clara-
mente deficitario en empleo, más de dos terceras partes acudían diariamente a
trabajar desde fuera del mismo.
La existencia de comportamientos diferenciados, de barrios de distinto tipo
de movilidad, es muy clara cuando los analizamos como áreas de dispersión, o
sea como zonas desde donde se desplaza diariamente la población a otras zonas
del municipio. El barrio del centro tradicional acogía un alto porcentaje de
obreros que trabajaban en el propio municipio. Los trabajadores residentes que
hemos localizado en esta zona significaban un 172% de la población estimada
en 1923. El porcentaje era también alto en el caso de Santa Eulalia, un 14,62%.
Sin embargo era extraordinariamente bajo en la Torrasa. Un 5,4% de la pobla-
ción estimada solamente. Ese porcentaje de empleados en el municipio en el
caso de la Torrasa nos está indicando una movilidad extremadamente diferen-
ciada en este barrio.
La Torrasa era un barrio en el que se conjugaban una exigua oferta de tra-
bajo y una extraordinaria opacidad de su fuerza laboral empleada en el muni-
cipio. La cifra de empleados en Hospitalet residentes en 1923 en la barriada
no se avenía en absoluto con la importancia de su población. Estamos ante una
clara movilidad de barrio dormitorio, una periferia-dormitorio donde el obre-
ro debía por fuerza desplazarse diariamente a más largas distancias que las de
los otros dos núcleos. Eso es especialmente llamativo cuando además la poca
118
oferta laboral del barrio era cubierta mayoritariamente con trabajadores veni-
dos de fuera. Es lógico pensar que la mano de obra del barrio, una mano de
obra de reciente inmigración, encontraba dificultades de empleo en el propio
municipio, especialmente en las grandes industrias de la zona, unas industrias
que, como se ha insinuado, eran refractarias al encuadramiento de mano de
obra no autóctona. Es posible que los trabajadores del barrio estuvieran com-
prendidos en oficios de la construcción no cualificados en tajos ubicados fuera
de Hospitalet, o en otros oficios no contemplados por el Censo obrero, como
vendedores ambulantes, labores de servicio doméstico, etc.
El comportamiento de Santa Eulalia era en cambio bien diferente. Un por-
centaje importante de residentes en el barrio trabajaba en el mismo. Era un
barrio fabricante, una periferia-fábrica donde la actividad industrial formaba
parte de la vida cotidiana del barrio, una actividad de tal dimensión que la pro-
pia población de Santa Eulalia era incapaz de abastecer (al menos con el tipo
de mano de obra que estaba demandando la industria de la zona). Los residen-
tes en el centro tradicional trabajaban en el municipio de Hospitalet en propor-
ciones parecidas a los de Santa Eulalia. La única diferencia al respecto es que
las actividades a las que se dedicaban no estaban dominadas como allí por unas
pocas grandes empresas que necesitaban además importar obreros desde cuen-
cas de abastecimiento de empleo más amplias. Los residentes en el propio cen-
tro tradicional cubrían la mayor parte del empleo existente, conformando pues
un área de vida más pausada, con gran presencia de la pequeña empresa y de
las actividades comerciales y artesanales.
Oferta de empleo y deplazamiento dentro del municipio de
Hospitalet por barrios
300
Índice100 (promedio Hospitalet)
238
200 186
178
Empleos/ habitante
133
Desplazamiento
100 dentro del municipio
29 22
119
El gráfico adjunto resume esos tres comportamientos, los tres tipos de
movilidad que pensamos son generalizables al resto de barrios periféricos.
Santa Eulalia se asemejaría a algunas periferias de fábricas de San Adrián o
Badalona surgidas en estos años: barrios extraordinariamente ofertadores de
empleo y con un alto porcentaje de sus residentes empleados en el municipio.
El barrio de Centro, a semejanza de los centros tradicionales de los municipios
limítrofes a Barcelona, manifestaba una oferta de empleo media, con una pro-
porción muy elevada de residentes que trabajaban en el propios municipio. La
Torrasa, finalmente, ejemplificaría la movilidad del barrio dormitorio. Como
muchos de los nuevos barrios de Santa Coloma o de Badalona, o de los barrios
extremos de Barcelona, no tenía mucho empleo que ofrecer. En consecuencia,
la mano de obra residente en el barrio debía necesariamente desplazarse fuera
del municipio para acudir a sus lugares de trabajo.
120
NOTAS
1. Las estimaciones de población por barrios se han realizado interpolando entre las poblaciones de1920 y 1930 en
base al número de viviendas aprobadas entre 1920 y mediados de 1923. Los datos sobre licencias de obras de
nueva planta se han tomado de FERNANDEZ DE RETANA, J., La formación de la ciudad: producción del espa-
cio urbano en Hospitalet de Llobregat, 1868-1930, Tesina de Licenciatura (ejemplar mecanografiado Archivo His-
tórico de l´Hospitalet), Tabla, III,p.8.
2. Para las dificultades de los inmigrantes para acceder a los oficios industriales durante el siglo XIX CAMPS, Enri-
queta; Migraciones internas y formación del mercado de trabajo en la Cataluña Industrial en el siglo XIX, Tesi
Doctoral, Instituto Universitario Europeo, Florencia, 1990. La vigencia de los vínculos familiares o de parentesco
para acceder al mercado de trabajo textil ha estado estudiada por LLONCH, Montse; "Inserción laboral de la inmi-
gración y sistema de reclutamiento de la fábrica textil: Vilassar de Dalt, 1910-1945", Boletín de la Asociación de
Demografía Histórica, XII, 2/3, 1994. La vigencia del barrio como espacio de reproducción social de la clase obre-
ra mediante mecanismos de parentesco, vecindad y sociabilidad para el primer tercio de siglo XX en OYÓN, José
Luis; "Obreros en la ciudad: líneas de un proyecto de investigación en historia urbana", Historia Contemporánea,
18, 1999, pp. 332-335. Para los mecanismos de control del oficio sobre el acceso al mercado laboral y la descua-
lificación laboral de los obreros textiles, ENRECH, Carles; Estructures laborals i jerarquies obreres en la indus-
tria tèxtil catalana (1881-1923), Tesi Doctoral, UAB, 2000.
3. La zona de la Marina de Hospitalet se ha incluído para simplificar el análisis en el barrio del centro tradicional,
pero para el caso de Can Trías hemos querido destacar la singularidad de su localización en campo abierto.
4. Aunque la fábrica Güell se trasladó en 1891 a la colònia de Santa Coloma de Cervelló, los edificios fabriles de
Sants fueron alquilados a diversos fabricantes textiles.
5. ENRECH MOLINA, Carles; “La ofensiva contra el oficio en la industria textil catalana (1881-1923). La destruc-
ción de un modelo de sociedad urbana”, en CASTILLO, Santiago; FERNÁNDEZ, Roberto: Campesinos, artesa-
nos, trabajadores, Actas de IV Congreso de historia social de España, Lleida 12-15 de diciembre de 2000, Ed.
Milenio, Lleida, 2001. Ver también ENRECH MOLINA, Carles; “El Llano contra La Montaña. La descualifica-
ción del trabajo en la hilatura algodonera catalana a finales del siglo XIX”, en CASTILLO, Santiago; ORTIZ DE
ORRUÑO, José Maria: Estado, protesta y movimientos sociales, III Congreso de Historia Social de España,
Zarautz, 1998.
6. Ver MIRALLES, Carme; OYÓN, José Luis; “De casa a la fábrica. Movilidad obrera y transporte en la Barcelona
de entreguerras, 1914-1939”, en OYÓN, José Luis; Vida obrera en la Barcelona de entreguerras, Ed. Centre de
Cultura Contemporánia de Barcelona, Barcelona, 1998.
7. Las estimaciones de población por barrios se han realizado interpolando entre las poblaciones de1920 y 1930 en
base al número de viviendas aprobadas entre 1920 y mediados de 1923. Los datos sobre licencias de obras de
nueva planta se han tomado de FERNANDEZ DE RETANA, J., La formación de la ciudad: producción del espa-
cio urbano en Hospitalet de Llobregat, 1868-1930, Tesina de Licenciatura (ejemplar mecanografiado Archivo His-
tórico de l´Hospitalet), Tabla, III,p.8.
121
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LAS NUEVAS COMUNIDADES OBRERAS
Y LA SOCIABILIDAD
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5. Anarquistas y sindicalistas en L'Hospitalet. La creación
de un proyecto de autodidactismo obrero.
Dolors Marín Silvestre
125
podría establecerse en paralelo al descrito dentro de la clase obrera inglesa de
finales del XVIII, expresado por los trabajos de E.P. Thompson, David Vin-
cent o Raphael Samuel, y en el caso de Francia, por lo que se refiere a las Bol-
sas de Trabajo, la formación del sindicalismo revolucionario de finales del
XIX y de los círculos pedagógicos, neomalthusianos e individualistas de los
años veinte que entrarán en estrecha relación con nuestros protagonistas, no
sólo a través de la prensa, sino también de los contactos personales. Todo este
trabajo ha estado descrito en las obras de J. Maitron, R. Lewin, A. Pessin, Gae-
tano Manfredona, Rene Bianco o Claire Auzias.
De extracción obrera, provenientes de las zonas más deprimidas de Cata-
luña primero, del Levante español, y más tarde de Murcia, Almería, y al fin de
toda la península, estos hombres y mujeres edificaron, no sólo una opción
política y social, bajo la forma de un sindicato, la CNT, que persistiría a pesar
de desarrollarse en la clandestinidad durante años, sino que además crearon
todo un corpus teórico a partir de la aportación de las clásicas ideas libertarias
desparramadas en algo más de una docena de pensadores, a las que agregaron
todas aquellas que confluían con sus postulados teóricos y prácticos.
La industrialización, que comportaría nuevas formas de maltrato social,
desubicación, control del tiempo y salarios exiguos, debía de ser combatida,
no sólo a partir de mayores remuneraciones económicas y libertad horaria gra-
cias a la acción sindical organizada. Sino que todas aquellas personas que lle-
gaban a los descampados barceloneses debían encontrar lugares dignos en los
que vivir, escuelas para sus hijos, foros de encuentro y debate, lugares para el
ocio y el deporte e islas donde construir una identidad personal y colectiva.
Sólo el movimiento libertario español supo captar estas necesidades y supo
plasmarlas a través de los grupos autónomos que actuaban y se autoformaban.
Luchaban y escribían en sus publicaciones financiadas por sus escasos salarios.
A la acción dentro del sindicato, en talleres, ladrillerías y fábricas, se unió
otra forma de vivir y ver la vida. Una opción de practicar diariamente aquello
en que se creía. A partir del acceso al conocimiento, al saber, de mano de la
letra impresa, se dio luz verde a la práctica cotidiana expresada en una nueva
forma de asociación que substituía a la familia y a la relación establecida en
el pueblo de origen. En los nuevos espacios urbanos, situados en la periferia
de las grandes ciudades, hombres y mujeres realizarán nuevas prácticas de
vida que desconocían: teatro, canto, lectura en bibliotecas, excursiones, nudis-
mo, vegetarianismo, eugenesia, control de la natalidad, aprendizaje de otras
lenguas o el abandono de la religión que durante generaciones ha acompaña-
do las sagas familiares.
Toda esta historia está aún por explicar, toda esta diversidad dentro de la
práctica cotidiana del anarquismo español, a veces fue vista como desorgani-
zación o dispersión, cuando en realidad está en la base misma del pensamien-
126
to anarquista desde los años de la FRE en el siglo XIX.
La diversidad dentro del pensamiento y la práctica cotidiana anarquista es el
esbozo de la nueva sociedad que se pretende construir. Una sociedad basada en
el intercambio y el diálogo entre las diferentes ideas y grupos, una sociedad los
suficientemente "harmónica", en el concepto de Fourier, como para que los
diversos grupos de personas puedan respetarse mutuamente. La falta de direc-
ción única, la atomización del movimiento libertario español en grupos federa-
dos -o no- en revistas, editoriales y grupúsculos, dotó a éste de una pluralidad e
intensidad de ideas poco usuales en otras agrupaciones u opciones políticas.
A partir de los años veinte estas opciones salen a la luz pública de la mano
de grupos y revistas y también de la militancia que cada vez es mayor. A los
grupos específicos de hombres y mujeres, se les añaden los grupos amplios,
de simpatizantes y amigos, los anarquistas crean centros excursionistas, escue-
las racionalistas que enlazan con las de los librepensadores, crean locales
libres, lugares donde está permitida la discusión y como dice ellos, sea posi-
ble: "Vivir en anarquía".
Varios de ellos socializan a sus hijos dentro de este entramado libertario en
que entra todo: a los pocos años los muchachos asisten a las escuelas raciona-
listas a las que de noche asisten los adultos. Los domingos, las excursiones
dominicales, a veces compartidas con los radicales, o con los anticlericales,
cierran el círculo. Toda una forma alternativa de vivir y entender la vida com-
plementa la lucha sindical, la acción directa se expande en círculos concéntri-
cos que abarcan desde la fábrica, a la vivienda y la barriada.
Como decíamos, en esta forma de vida el grupo afinitario tiene una función
esencial, sustituye a la familia de origen. Los hombres y mujeres al formar un
grupo afinitario lo hacen por "afinidad de ideas", es decir, con sus compañeros
de oficio, que además acostumbran a ser sus vecinos o familiares. Cabe no olvi-
dar que la emigración se realiza a partir de la llegada de los hijos mayores que
a su vez envían a buscar a los pequeños una vez se han establecido3. Además
esta relación acostumbra a reforzarse con la unión de "compañeras afines", es
decir, muchachas libertarias que frecuentan los ateneos o sindicatos, ya que
acostumbran a ser las hijas o hermanas de los militantes libertarios4 .
Afortunadamente, está quedando atrás la burda caricatura que reacciona-
rios de derechas o estalinistas tanto cultivaron: los pintaban con la orsini bajo
el brazo, mal aseados, y analfabetos, habitantes de lugares infectos e incapa-
ces de autorganizarse. Les adjudicaron todas las tropelías inimaginables, liga-
das al papel de los llamados "incontrolados" en las jornadas de julio del 36.
Desde el exilio, poco pudieron hacer para contestar tanta infamia, para hacer
oír su voz que parecía excluida del discurso histórico de nuestro país.
Pero los anarquistas, poco a poco van recuperando su espacio dentro de lo
colectivo, los tópicos ultramontanos dan paso a personajes de carne y hueso, a
127
rostros de hombres y mujeres que conformaron nuestro paisaje urbano hace sólo
dos o tres generaciones. Nos ha sido posible reconocer sus historias y sus testi-
monios, no sólo a partir de los innumerables testimonios escritos, sino también
a partir de sus voces y sus memorias. Y no solo las de ellos, sino también las de
sus vecinos, parientes o personas que los conocieron. Esta es parte de una his-
toria que aún no ha sido escrita en su totalidad. No sabemos si nunca lo será,
pero recuperar partes del pasado esta siendo aún una asignatura pendiente en
este país como demuestran todos los esfuerzos de historiadores y agrupaciones
destinadas a combatir la amnesia histórica o la exclusión del discurso colectivo.
Nuestro trabajo, desde hace varios años, ha emprendido la tarea de recu-
perar la historia cultural del anarquismo español a partir del estudio de sus
publicaciones y de la vida cotidiana de las clases trabajadoras. Sólo a partir de
la comprensión de las redes de sociabilidad de los grupos afinitarios formados
por estos hombres y mujeres podremos comprender los engranajes y meca-
nismos que posibilitan no sólo la acción en la esfera pública, sino también el
cambio personal. Este cambio personal, que viene de la mano del acceso al
conocimiento y al saber, es precisamente una de las palancas que permiten
mover las estructuras sociales y políticas de su tiempo.
Todas estas variables que impregnarían a hombres y mujeres desde la misma
aparición de las ideas societarias las podemos estudiar en el ámbito de microcos-
mos en una zona geográfica determinada, en que el anarquismo, o "los anarquis-
mos" como preferimos denominarlos nosotros, alcanzaron niveles de participa-
ción muy altos y en los que a nivel de imaginario colectivo en los años treinta y
durante el franquismo se llegó a identificar claramente: La Torrassa y la FAI5.
Al final de este trabajo revisaremos algunos de estos tópicos sobre la emi-
gración y su falta de cultura, o sus relaciones con la delincuencia organizada,
para poder iluminar algunos de los caminos por los que discurrió la acción de
estos hombres y mujeres.
128
de Llobregat, colindante con Barcelona, era de emigración rural de la perife-
ria de Cataluña y de las zonas del País Valenciano, Murcia y Almería que en
los años veinte llegó a triplicar el número de habitantes del municipio. Según
el Censo de 1930 eran naturales de l'Hospitalet un 21'4 % de los habitantes, de
Catalunya provenían un 34 %, del País Valenciano el 12'6 %, de Murcia y
Almería un 18'8 % y de otros lugares el 12'8. El crecimiento del barrio había
sido espectacular, de 300 habitantes en 1900 a 21.185 en 19308 .
Al ser en principio una zona poco poblada se instalaron en ella industrias
peligrosas para la salud. Las primeras de aguardiente (1845), que encharcaban
los caminos hacia la Travesera haciéndolos impracticables para el tránsito9.
También industrias químicas, como la Fábrica de Jabón (1845) o la de fósfo-
ros de cerilla, que no se dio de alta en la matrícula industrial (1890). Otras,
altamente contaminantes como la de Antoni Pidelaserra (1901), conocida
como "Fum d'Estampa" que hacían el aire prácticamente irrespirable y que
mereció varias sanciones municipales. El "Fum d'Estampa" elaboraba el negro
de humo, es decir polvillo de carbón para la tinta china, los lápices, los betu-
nes y los colorantes. Para obtener todo esto se utilizaba alquitrán, brea, resi-
nas y naftaleno que al no haber sistema de alcantarillado se inyectó -sin per-
miso municipal- directamente en el subsuelo de la fábrica10.
También la Torre Barrina funcionó como tenería, dedicada al abobo de pie-
les para fabricar guantes, actividad que se realizaba gracias a una laguna donde
se limpiaban las pieles, al lado de un estercolero y de kilos de naftalina para
conservar las pieles. El médico municipal Jaime Isern, recomendó que se alza-
ra un muro para contener las emanaciones ante las quejas de los vecinos11. Tam-
bién Miguel y Widmer contaminó la zona fabricando ácido clorhídrico, "salfu-
mán", sin licencia municipal, que quemó parte del arbolado y plantas más cer-
canas a la industria12. La multa fue de 15 pesetas. No fueron las únicas indus-
trias contaminantes de la barriada, había también algunas de elaboración de
grasas industriales, alimenticias, barnices o superfosfatos orgánicos, como el
guano, a partir de cuero usado y basuras. El consistorio consideró que las ema-
naciones eran pestilentes pero que no afectaban seriamente la salud pública.
El consistorio, como vemos, hacía caso omiso a las quejas de los habitan-
tes de la zona, daba prioridad a los propietarios industriales y consideraba la
zona norte del término cómo algo muy alejado del centro urbano.
Se instalaron, como no, las ladrillerías, las primeras propiedad de empresa-
rios barceloneses que alquilaban las tierras para su extracción, aprovechando el
agua del Torrente Gornal, proliferaron en la barriada desde 1883 en que se pide
el primer permiso13. Las ladrillerías proliferaron, pero el Ayuntamiento, ya en
1922, en que la expansión de Barcelona hacía presentir otro destino a la colina
que el de las casitas solariegas de veraneantes, pretendió regular las extraccio-
nes de arcillas, ya que las tierras llanas "se convertían en verdaderos barrancos,
129
perjudicando en lo sucesivo la urbanización de los mismos"14. También la
industria del vidrio fue importante en el barrio y dio trabajo a buena parte de la
población, como Rovira (1910), o Cristal Obrera La Torrassa (1918).
A la aglomeración urbana se sumó la falta de servicios: mercados, escue-
las, alcantarillas, agua potable, luz eléctrica, etc. Los días de lluvia convertían
el barrio en un auténtico barrizal ya que el suelo arcilloso y la complicada oro-
grafía del terreno no permitían el filtraje de las aguas. Todo se complicaba con
el calor del verano y las numerosas epidemias que asolaban una población
pobre y con pocas posibilidades de sobrevivir.
No olvidemos que en la carretera, a la entrada de Barcelona, había una gran
extensión de terreno ocupado por los detritus de la gran ciudad. En los basu-
reros circulaban toda clases de animales e insectos. Los basureros de la calle
Vallparda datan desde la expulsión de los mismos de Hostafrancs en 1906, se
consideraban "actividad industrial" y se emplazaron en la barriada, aunque
hubo repetidas impugnaciones porque había vecinos y fábricas a pocos
metros. De nada sirvieron las protestas, los vecinos ante el descontrol deci-
dieron aprovechar y criar cerdos en los patios de las casas. La calle Vallparda
era conocida como "El carrer de la pudor", o como la calle "Buenos Aires",
como explicaría Josep Peirats. En 1909 proliferarían los estercoleros hasta una
quincena, todos sin permiso municipal, el consistorio decidió prohibirlos pero
no les hicieron caso. En 1920 las cosas seguían igual, y el número de esterco-
leros había crecido ante la hipocresía del consistorio hospitalense y las quejas
de los vecinos. Entre otras cosas, se quejaban de que era imposible sacar agua
potable de los pozos freáticos, ya que no había agua corriente, ni tan solo com-
batir las plagas de mosquitos, moscas o enfermedades infecciosas.
Hasta cuatro años más tarde no se instaló una fuente pública y potable en
la confluencia de las calles Pujós y Vallparda, en 1925, en que la conflictivi-
dad de los vecinos del barrio era preocupante y la politización muy extendida.
Los basureros no desaparecerían sobre el papel hasta el fin del alcalde primo-
rriverista Tomás Giménez, en agosto de 1930, por orden municipal. Se les
ordenó trasladar las "industrias" antes del 24 de junio de 1931 a la zona de la
Marina, ahora puerto Franco15. La medida fue impugnada inmediatamente por
el consorcio barcelonés. Cabe destacar que la situación era angustiosa, los pro-
pietarios hacen oídos sordos. En agosto de 1931 hubo un fuerte foco infeccio-
so que provocó tres muertes por peste bubónica y la alarma del Hospital de
Infecciosos de Barcelona. La noticia apareció en la prensa barcelonesa y
madrileña, se estaba reforzando la leyenda negra de La Torrassa16. El descon-
tento y las quejas de los vecinos van en “crescendo” y la documentación muni-
cipal es un fiel reflejo de este tira y afloja entre consistorio y propietarios17.
Pronto la Diputación de Barcelona organiza un plan de desratización del
municipio, alarmada ante las proporciones del caso18 .
130
Las viviendas obreras consistían en chabolas de autoconstrucción y en
unas habitaciones de pocos metros instaladas al entorno de un patio de veci-
nos con un pasillo central donde se hallaba a veces una toma de agua y un wc.,
y que eran alquiladas a los nuevos vecinos y donde convivían varias familias
a la vez en condiciones infrahumanas.
La derecha nacionalista y clerical pronto demonizó a los habitantes de la
barriada y se tejió a su entorno una leyenda negra de peligrosidad y suciedad. En
vez de solucionar los problemas y de planificar la llegada de la emigración y de
ofrecerles condiciones de vida dignas, sólo se criminalizó a los habitantes del
lugar y surgieron brotes de racismo ya que se les denominaba despectivamente
"La Murcia chica", o al autobús que llegaba hasta allí, "El expreso de Andalucía".
En medio de tanta desdicha, los jóvenes ladrilleros, vidrieros y empleados
del metal y las tejedoras, cosedoras, plachadoras y sirvientas del hogar de la
barriada, se formaban en el autodidactismo y leían por las noches pequeños
folletos que serían la clave de su emancipación como ciudadanos. Su pro-
puesta y el cambio no se hizo esperar, ya en los años veinte surgen dentro de
la barriada los primeros grupos de defensa confederales y pronto, a su entor-
no, otros de muchachos más jóvenes que escenifican obras de teatro, editan
revistas como la desaparecida "Boletín del ladrillero" y fundan ateneos y
escuelas racionalistas que pronto adquieren una gran popularidad entre una
vecindad ansiosa de conocimiento y dignidad.
Si hacemos esta pequeña introducción al caso paradigmático de La Torras-
sa es para mostrar cómo las corrientes individualistas anarquistas que prove-
nían de Francia y que se combinaron con los presupuestos del sindicalismo
revolucionario de la "Carta de Amiens", habrán de dotar a la militancia sindi-
cal de herramientas con las que construir su praxis cotidiana. Sólo la transfor-
mación de la vida privada puede dar lugar a una transformación madura de las
relaciones jerárquicas entre los hombres dentro de la sociedad industrializada.
Sólo la lectura nocturna de estas generaciones de hombres y mujeres puede
posibilitar el gran cambio que realizarían en julio de 1936.
Si hablamos del mito de La Torrassa y la FAI que se tejió en los años trein-
ta no podemos dejar de pensar en hombres como Francisco Conejero, Domin-
go Canela, Josep Peirats, los hermanos Alba, Vicente Nebot, Amador Franco,
Severino Campos, Ginés Alonso, y del mismo municipio Josep Xena, José
Abella, Casajuana, José Alberola, los hermanos Pepe y Quico Sabaté, los her-
manos Manzanares, Pedro Ródenas, o la familia de maestros racionalistas
Ocaña, y varios más que tanto habrían de significar dentro de la historia del
anarcosindicalismo español.
Los ladrilleros se organizaron alrededor del grupo "Verdad", con antiguos
sobrevivientes del tiempo del pistolerismo y en un grupo con fuerte componen-
te sindicalista donde el orgullo del oficio bien hecho, impregnaba todas las accio-
131
nes del grupo. Según testimonios orales de los integrantes del mismo, realizaron
varias prácticas de acción directa contra varios patronos de La Torrassa, Sants y
Hostafrancs, tales como pintadas, sabotajes, golpes económicos o amenazas
directas a cara descubierta. El "Boletín del ladrillero" era su órgano de prensa.
"Afinidad" nacerá a partir de la mitad de la dictadura y será hijo directo de
"Verdad", pero con sus componentes mucho más jóvenes y cercanos a los pos-
tulados de la acción de grupos y cercanos a la naciente FAI. Algunos de ellos,
como Pedro Conejero, ingresarán en las Juventudes Libertarias, desde su lega-
lización, y él mismo será su representante en Hospitalet y el Baix Llobregat
hasta su muerte en accidente en diciembre de 1937, cuando acude al Pleno de
Regionales de Valencia, y en que sus compañeros le rinden un gran homenaje19.
Hasta la creación de los Ateneos libertarios, los grupos afinitarios se reu-
nirían en los domicilios particulares, en los lugares de trabajo -en ausencia
del patrón-, en las excursiones dominicales al aire libre o en bares y tabernas
del barrio20.
En el caso de La Torrassa, uno de los lugares de encuentro con los compa-
ñeros de Sants y Hostafrancs, sería el Bar "El Tupinet" el primero donde -a ins-
tancias de Domingo Canela- encontraría su primer trabajo barcelonés Joan Gar-
cia Oliver. En "El Tupinet", lugar de encuentro de los gitanos de Hostafrancs
convivían ladrilleros y vidrieros al entorno de una gramola y de las actuaciones
espontáneas de los asistentes21. "El Tupinet" perteneciente a una familia de
ascendencia aragonesa, es un punto de referencia para todos los anarcosindica-
listas de la barriada. Un miembro activo de la guerrilla antifranquista, guía de
Facerías y Sabaté, José Martínez Maluenda, "el Maño", describirá años después
sus recuerdos juveniles en la CNT y en este establecimiento22.
Otro lugar de encuentro fue la céntrica Plaza Española, en el número 8 y 9
y en ella el Bar de la Societat Coral Instructiva l'Univers, donde los libertarios
pedían prestado o alquilado el escenario para poder representar sus obras tea-
trales, escenificadas por el grupo "Verdad" que actuaba bajo el nombre de
"Grupo Artístico". Cómo no, si se pagaba entrada, el importe de las mismas
estaba destinado a los presos sociales.
L'Univers estaba realquilada en el Bar Tonet, lugar espacioso y amplio que
en la segunda planta disponía de un pequeño teatro que se armaba y desarmaba
los días festivos. Se abrió en septiembre de 1926 y la antigua agrupación l'Uni-
vers provenía del barrio de Hostafranchs y databa de 1910. Circunstancias de
alquileres obligaron a los socios a buscar un lugar más económico y espacioso.
Agrupó a varias entidades sociales, como el CE. Torrassenc, el Club Ciclista
Collblanc, a los colombófilos, los ajedrecistas y la sección excursionista l'Uni-
vers. También albergó una escuela para niñas en 1934, con una cincuentena de
alumnas. De manera humorística, durante la república, se eligió en algunos cer-
támenes a "Mis Univers". Francisca Conejero, compañera de Domingo Canela,
132
había frecuentado ya otros grupos en Hostafrancs, como "Atlan-Empar" que dis-
ponía ya de sus propias publicaciones23. Su afición al excursionismo derivó, en
el caso de su hermano Pedro, en el nudismo y los baños de sol que practicaba
con su compañera y su hija y con unos vecinos de la barriada.
En el mismo bar los libertarios jugaban al billar y se pasaban horas hablando
ante una gaseosa compartida, también varios de ellos ingresaron en la masa coral
de la entidad, aunque no estaban demasiado de acuerdo en participar en actos
como las "Caramelles" donde también participaban las autoridades locales.
Durante la guerra civil el local fue expropiado por los libertarios y en 1939
fue intervenido por la Bandera de Oviedo para hacer dormir a sus tropas que
ocuparon militarmente el barrio24 .
Los socios de l'Univers tenían su propio grupo escénico que representaba
obras diferentes a las del grupo "Verdad". Como escenógrafo había colabora-
do A. Artís Gener (a) Baliga, que empezó a conocer un barrio de emigrantes
que luego parodiaría en "El Bè Negre"25. El mobiliario estaba a cargo de
Ricard Lluch, católico y pesebrista que ridiculizaría a la FAI en sus belenes
del tiempo de la República26 .
133
cia de actividad se descarta el liderazgo o el caudillismo de los mejor prepa-
rados, es una apuesta antijerárquica en sus postulados, aunque en la práctica
el liderazgo existía como se demostró con la formación de grupos específicos,
en la organización de las colectivizaciones o en la organización de las colum-
nas confederales al Frente de Aragón.
Según el Manual, un militante que quiera servir a sus ideales ha de reunir
algunas condiciones indispensables: en primer lugar ha de ser un verdadero
autodidacta, "un disciplinado por sí mismo"; debe conocer los problemas que
pretende tratar y resolver, "ha de ser puntual", y sobre todo, ha de poseer la
gran virtud de la tenacidad, poniendo a su servicio el talento y la voluntad, los
frutos del cerebro y los nobles sentimientos del corazón. El manual insiste rei-
teradamente en el ejemplo personal de conducta y además habla de la empa-
tía que debe ejercer el propagandista sobre sus semejantes29.
Un ejemplo paradigmático de la vida de un emigrante seria la de Vicente
Nebot, fuertemente influenciado por sus hermanos mayores, todos militantes
de la CNT. A los tres años llegó a l'Hospitalet procedente de un pueblo de Cas-
tellón, Lucena del Cid. En los años veinte ya sería alumno de Roigé en su
escuela racionalista de la calle Alcolea de Sants. Toda su familia trabajaban en
las ladrillerías, el padre y sus cuatro hermanos. Pacifista y racionalista, pron-
to intimó con sus compañeros anarquistas, con Canela y con Pedro Conejero,
obrero vidriero que sería el delegado de las Juventudes Libertarias de su ciu-
dad y del Baix Llobregat y al que sustituiría a su muerte en diciembre de 1937.
Nebot, ateo desde su infancia, rebelde, y empedernido lector de folletos y
periódicos, fue el que más habló de su relación con Han Ryner al que conoció
cuando desertó durante la I Dictadura a París, a causa de su pacifismo al
negarse a realizar el servicio militar. Frecuentó también los círculos de E.
Armand, el "Foyer Vegetarien" de París y círculos esperantistas y nudistas.
De este primer contacto con sus compañeros de todo el orbe en el París de
los años veinte, lugar de encuentro de prófugos de toda Europa, Vicente Nebot
aún conservaba un recuerdo nítido trufado de anécdotas. De sus lecturas juve-
niles, especialmente de Ryner, conservaba aún sus obras publicadas en Espa-
ña en los años treinta y las podía describir con una pasión importante. Su posi-
ción anarquista-individualista y pacifista le acompañó hasta sus últimos días
ya que participaba activamente en la organización de "controversias" con
otros jubilados en La Torrassa y al mismo tiempo frecuentaba el cámping
naturista de uno de sus amigos de juventud, Pedro (a) Floreal Ródenas, cita
clandestina desde los años de la Dictadura hasta el final de sus vidas30 .
Vicente Nebot fue fundador del Ateneo Racionalista junto con Ginés Alon-
so, también individualista, muchacho de la barriada y gran amigo de Ballano
Bueno, periodista anarquista y director de la revista “Ágora”. Cartelera del
Nuevo Tiempo"31 .
134
El Ateneo Racionalista fue fundado en 1931, un poco antes de la procla-
mación de la República. En abril de este año, Manuel Agramunt i Mateu, en
representación de un grupo de ladrilleros solicitó permiso para reunirse el día
12 en el café Progreso para crear un ateneo obrero. El local ya está alquilado
y meses después vuelve a recibirse otra solicitud, esta vez firmada por el bar-
bero Alejandro García Guillén que el 11 de junio pide celebrar una reunión en
la que fue la primera sede del Ateneo, el 23 de la calle Llansá32.
En el Ateneo ensayaron el realizar las famosas controversias que habían pre-
senciado en París. Como ejemplo, un jovencísimo Josep Peirats se enfrentó al
cura de la parroquia de la barriada en una jornada memorable para los anarco-
sindicalistas33. Según Vicents Nebot: "Hablaban al estilo de Francia, como Han
Ryner, en discusión. Es mi autor preferido su "Sabiduría Riente" es única".
Josep Peirats ofrece varias descripciones de aquel ambiente del ateneo
torrassense en varias de sus obras34. Cómo no, el primer espacio fue dedicado
a la creación de una incipiente biblioteca obrera donde cada muchacho lleva-
ba sus folletos o las revistas libertarias. El trueque y la lectura o el comenta-
rio en voz alta eran constantes. Muchos de ellos aprenden a leer a partir de los
compañeros más veteranos, como el joven Amador Franco que en pocos años
destacará como excelente orador de las Juventudes Libertarias en el Mitin de
la Juventud Revolucionaria de 193735. Amador Franco hablará como delegado
de las JJ. LL del frente de Aragón, ya ha debutado en "Acracia" de Lérida, con
Josep Peirats como director36.
Los ateneistas realizan una actividad frenética, desde julio a diciembre de
1932 se ofrecen charlas y conferencias. En la documentación municipal exis-
te constancia de 13, aunque sin duda fueron muchas más a juzgar por las con-
vocatorias aparecidas en la prensa y además por los testimonios orales de sus
protagonistas. Estas conferencias eran simultaneadas por varias más que se
ofrecían en el Ateneo Paz y Amor del barrio de Santa Eulalia y por los actos
convocados por los grupos del barrio del Centro.
Así vemos cuales eran los temas impactantes de las conferencias del Ate-
neo Racionalista de la Torrassa y sus autores:
- Orientaciones prácticas y económicas del verdadero sindicalismo.
Gabriel Renom, 7 de julio.
- Higiene. Javier Serrano Coello, 9 de julio. (Serrano es el famoso doctor
amigo de los anarquistas y colaborador habitual de las revistas naturistas
e individualistas. Durante el franquismo, y en la clandestinidad será
conocido por el "Dr. Fantasma" y colaborará en las practicas malthusia-
nas y eugenésicas de los militantes37 .
- Cinema Revolucionario. Mateo Santos, 20 de agosto. Santos será direc-
tor de Popular Film, la primera revista cinematográfica española. Formó
parte del grupo Ágora, con Ginés Alonso y gracias a un atraco al café Oro
135
del Rhinn, pudieron financiar una revista con el nombre del grupo. Es el
primero en filmar, con Les Carboura, las primeras jornadas de julio en
Barcelona. Publicó también: "El Cine bajo la svástica" y varias obras en
el exilio francés38.
- La Educación del niño. María Carré, 25 de agosto
- La geología como base de la regeneración social. Albert Carsi. Albert
Carsi es uno de los geógrafos más importantes del anarquismo español.
Seguidor de la línea evolucionista de los Kropotkin y Reclús, es sin duda
el pensador más brillante y comprometido de su generación39 .
- Teatre Revolucionari. Carles Poch i Llopart, 17 de septiembre
- El Arte y el proletariado. Angel Les Carboura. 30 de septiembre. Les, era
ilustrador habitual de Tierra y Libertad, y colaboraba con la pluma en
temas de arte. Afinitario con el surrealismo, también participó en la cine-
matografía y son suyos algunos guiones de los filmes del SIE. Exiliado
en Venezuela dibujó para la compañía de petróleos Shell40 .
- Cotos Cerrados. Manuel Arbona, 8 de octubre
- Antiteología y Perjuicios del fanatismo religioso. Josep Piquer i Palau, el
16 y el 29 de octubre
- Enseñanzas históricas. Constantino Volches, el 19 de noviembre
- Nociones de cirugía. Javier Serrano, el 3 de diciembre
- Juventud. Ginés Alonso, el 17 de diciembre. Alonso colaboraría habitual-
mente en la presa anarquista, según Peirats tenía buena pluma aunque fir-
maba con seudónimo. Hallamos artículos en Ágora, Ideas, Nueva Humani-
dad o Regeneración Humana. Pronto, a partir de su individualismo y su anti-
clericalismo, ingresa en los círculos librepensadores barceloneses y en los
años del fin del franquismo regresa clandestinamente a Barcelona para reim-
plantar la masonería41.
Para el primer aniversario del Ateneo se organizó un mitin que contó con
la presencia de la oradora Libertad Ródenas, S. Asturich, Arturo Parera, del
sindicato de la Construcción de CNT, Benjamín Cano Ruiz, maestro raciona-
lista, Francisco Tomás, líder de la barriada, del sindicato de construcción,
ladrillero y el joven Josep Peirats42 .
El teatro realizado por los ladrilleros y vidrieros de "Verdad" se representó,
al principio, en l'Univers, como hemos señalado, pero al trasladarse el ateneo al
105 de la calle Pujós, en mayo de 1933 ya se pudo representar en el propio local.
Vicente Nebot, pacifista, se vería obligado a marchar al frente a luchar en
el 36. Organizó antes el servicio de comedores para parados y refugiados en
l'Hospitalet, lo hacían por intercambio con otras poblaciones para recabar
comida. "La guerra fue fatal para todos, destruyó la obra que estábamos cons-
truyendo, nos estábamos formando como hombres libres, para una sociedad
136
mejor, y la guerra lo echó todo a perder, se precipitó el modelo de sociedad
que deseábamos, pero la gente no estaba preparada".
137
Aún y así, excepcionalmente, se introducen algunos párrafos largos de Pablo
Gille, E. Reclús, y dos textos más largos de Han Ryner: "Prostituidos" en el n.
2 del 15 de octubre de 1935 y "Dialogando consigo mismo" en el n.4 del 15
de enero de 1936. Además, los jóvenes redactores quieren pasar a la práctica
de sus ideas y publican la siguiente nota en enero del 36: "Para cuantos ten-
gan interés en la formación de una asociación de individuos conscientes, con
predisposición para hacer vida anarquista, en lo moral y en lo económico, de
acuerdo con las posibilidades actuales. Los que sentimos la necesidad de vivir
en lo presente el máximo de vida anarquista, sin aguardar las problemáticas
realizaciones del incierto futuro, ni esperar a que la humanidad, el conjunto
social, llegue a percatarse de sus fatales errores, podemos, "entre nosotros",
entendernos y ayudarnos mutuamente. Para ello es menester que exista la
debida relación. Podemos llevar a cabo interesantes iniciativas de toda índole,
mediante las cuales quede plasmado en hechos reales, y de inmediata aplica-
ción, aquello que en el aspecto ideológico estimamos pausible."
138
que residía -después de algunos exilios europeos en los años veinte-, no en La
Torrassa, sino en las Casas Baratas barcelonesas. Juanel visitó, durante la gue-
rra civil, a un alto cargo de la Generalitat republicana que residía en París, por
asuntos de prensa y propaganda. Al saber que llegaba alguno de Barcelona, -
y sin conocerlo previamente- el funcionario le preguntó:
–"¿Cómo va por Barcelona? Lleno de murcianos de la FAI, no?"
A lo que Juanel, director de Tierra y Libertad, miembro del grupo Germen
y natural de Jumilla le respondió entre carcajadas:
–"Sí señor, lleno, y todos como yo. Murciano y de la FAI!"
La caracterización de emigración y faísmo era pues una consigna común,
con todo y que si nos detenemos a examinar el núcleo inicial de la FAI en
Valencia en 1927, veremos que no la fundaron murcianos, sino catalanes y
valencianos. Aunque en su constitución sí intervino intensamente la periferia
barcelonesa y la zona de La Torrassa como veremos más detalladamente. Cabe
señalar también que el intento de una federación de grupos anarquistas obe-
decía a una aspiración anterior que arranca ya de los primeros años de la Dic-
tadura y que se intentaron varias reuniones en Barcelona43.
Otro punto de reflexión, en el tandem FAI-emigración, es pensar que una
de las máximas figuras del faísmo peninsular fue Joan García Oliver, natural
de Reus, y que uno de sus seguidores más afines sería Josep Xena, natural de
Cassà de la Selva y alcalde de l'Hospitalet durante el primer periodo bélico.
Xena, además, no residía en La Torrassa, ni se vincularía a sus grupos afinita-
rios, sino al barrio del centro de la población y allí dirigiría su propio grupo,
con militantes veteranos, e influenciaría a grupos más jóvenes -"Los Nova-
tos", además de ejercer de maestro racionalista en la Escuela Ferrer y Guardia.
Si revisamos la formación de los diferentes grupos afinitarios de l'Hospitalet,
tanto los de La Torrassa, los del barrio del Centro o los de Santa Eulàlia, los tres
barrios históricos más dénsamente poblados hasta 1936 veremos que la presencia
de "murcianos", no es tan intensa, y que además la adscripción a la FAI provendrá
más de catalanes y valencianos, en un primer momento, para ir aglutinando pro-
gresivamente a personas que provienen de lugares más lejanos, como Andalucía.
Lo que sí es cierto es que, a partir de lo que se ha llamado "el mito de la
Torrassa", se imaginó a esta barriada de l'Hospitalet como un lugar donde
habitaban los murcianos, sobre todo a partir de los artículos del joven Carles
Sentís en Mirador, en 1932. Donde no todas las fotografías corresponden a La
Torrassa, sino a alguna zona de la playa barcelonesa, probablemente el barrio
de Pekín o el Somorrostro. También a raíz de una serie de artículos que vin-
culaban a los anarquistas y la acción directa con la delincuencia común, apa-
recidos en la prensa barcelonesa de la mano de Planes en 1934 en "La Publi-
citat" o de las caricaturas de Avel.li Artís Gener (a) "Tísner" en "El Bè Negre"
en 1933-1936, y algún otro periodista44 .
139
Josep M. Planes anatemiza contra los libertarios con mucha virulencia. No
desgranaremos aquí sus artículos sobre la delincuencia organizada, sino que
sólo esbozaremos algunas pinceladas cuando la vincula a la periferia y a la
emigración. Al hablar de los "Comités de Defensa", el 7 de abril de 1934 en
"La Publicitat" explica que en Barcelona " el Comité de Defensa compta amb
una sèrie de delegacions que són una quinzena de subcomitès de barriada.
Aquets subcomitès tenen per missió principal el reclutament de militants, als
quals s'exigeix una fe cega en la mística anarquista i, principalment, que siguin
homes decidits, disposats a tot. Aquest individus són l'aristocràcia de l'orga-
nització, la pedra angular de l'edifici del comunisme llibertari...Cada subco-
mité de Barcelona compta, com a màxim, amb deu o dotze militants; destaca
l'excepció del subcomitè de l'Hospitalet, que en té una quarantena"...También
explica que en el fracaso del movimiento revolucionario del 8 de diciembre en
Cataluña: ..."L'únic lloc on "compliren" amb llur deure fou l'Hospitalet. I és la
seva delegació la que fa els blasmes més durs contra les dissidències que han
fet fracassar el moviment, i la manca de conseqüencia dels militants de la ciu-
tat de Barcelona"45. En otro de sus artículos, titulado "Tres clases de atracado-
res" situa una aristocracia del atraco, calificando a los de la primera clase
como los que actuan a cara descubierta en atracos a fábricas, bancos, etc, la
segunda clase como autores extranjeros, licenciados de presidio y ladrones
profesionales, a veces vinculados o no, a la FAI, y una tercera clase, la lúm-
pen, con grupos improvisados o matones armados que atracan al pequeño
comerciante o a los automovilistas y que operan en Horta, Pedralbes, la
Rabassada, etc. :"Els atracadors de tercera categoria solen reunir-se per can-
viar impressions o tramar llurs plans, pels bars del Xino: la Criolla, la Mura-
lla, algun establiment de les Drassanes, la plaça d'Espanya o la munyanya de
Montjüic. També se'n pot veure per la Riera Blanca, Can Granota, el recreo, o
a la explanada de la Colònia Castells, on es dediquen a jocs prohibits... "46 No
nos equivoquemos, la Plaza de España era frecuentada por los miembros del
grupo "Verdad" y por los grupos de l'Hospitalet centro de "los Novatos" ya que
varios de ellos acudían a bailar al cercano Paralelo. Lo mismo sucedía con la
zona fronteriza entre Barcelona y l'Hospitalet de la Riera Blanca. Su descrip-
ción de los habitantes de la periferia es estremecedora en uno de sus articulos:
"Mentre esclaten les Bombes", del 24 de abril de 1934: "...la masa creixent,
cada dia renovada, de la immigració espanyola, no arriba a temps per pair, per
treure el rendiment normal a una llarga experiència d'anarquisme més o menys
actiu. El paleto que cau a Barcelona procedent de Múrcia, d'Almeria o de
Càceres, es troba submergit en un brillant ambient d'anarquia que el conquis-
ta de seguida. El desarrelament amb el país li facilita llargament totes les afi-
cions subversives.
Breument:
140
Cada setmana, cada mes, ingressen en les masses del proletariat català un
nombre de persones per a les quals l'anarquisme en el seu estat primitiu és,
encara, una cosa absolutament nova, que els obre uns vastos panorames de
joioses possibilitats.
Amb una massa així, que rep, contínuament, noves injeccions de primiti-
visme, com és possible que els líders evolucionin amb l'agilitat necessària per
poder imposar unes directrius adients a l'hora que marca el rellotge d'Europa?
Tenim el cas d'Ángel Pestaña. Aquest home devia arribar a Barcelona amb
el mateix bagatge d'idees que porta el murcià desembarcat abans d'ahir. Ángel
Pestaña, però, ha viscut uns quants anys d'experiència, ja és dissident de la
CNT i darrerament se'ns declara partidari d'un sindicalisme intel.ligent, com
el dels sindicats francesos.
Per què no mana Àngel Pestaña a la CNT? No mana, perquè cada setma-
na, cada més, han arribat uns homes que pensen com pensava Ángel Pestaña
el dia que va posar per primera vegada els peus a Barcelona..."
Más graves son los "ninots" de Tísner en que claramente identifica emi-
gración con analfabetismo, delincuencia y anarcosindicalismo y que salpican
periódicamente "El Bè Negre".
A partir de los artículos de Planas, otros periodistas abundan sobre el tema
y se pasa abiertamente a la crónica negra de la prensa amarilla. Reproducimos
alguno de los escritos ya que es importante para situar a la opinión pública de
la época. Vemos como toma fuerza la orquestada campaña de intoxicación
hacia los trabajadores sobre los peligros del sindicalismo organizado, que cada
vez más avanza dentro de sus revindicaciones sociales y políticas. La prensa
empieza a contaminar al entorno del sindicalismo y de los grupos de la FAI.
Merecen destacarse los artículos de la revista "Crónica" firmados por G. Tri-
llas Blázquez y Madrigal Hernández, que aparecen en los meses de enero y
febrero de 1935, al entorno del mundo del hampa en Barcelona. Bajo el título
"Gansters organizados en Barcelona" se establece una tipificación de los indi-
viduos y los lugares que frecuentan. Dentro de esta tipificación se describe a
los anarquistas: "Cuando el señor Villaverde se posesionó de la Jefatura de
Policía creó una Brigada especial que había de dedicarse a la persecución de
atracadores y saboteadores…la preparación se hizo de una manera rápida,
dirigida por el jefe de la Brigada Social, que orientó la vigilancia sobre los
grupos de las Juventudes Libertarias. Los nuevos agentes manejaron algunos
días las fichas de anarquistas y atracadores y bucearon en las pistas que partí-
an de las tabernas del Distrito V, de los bares de las barriadas extremas y de
los Ateneos de la FAI…" Las redadas se hacen en un bar de la calle Aurora del
Raval, otro en la calle Cabrinetti, varios detenidos en el Ateneo Ecléctico
Naturista del Clot y en el bar "Los Federales" de Les Corts. En una de las foto-
grafías que acompaña el artículo, y donde se ve el puente que forma la carre-
141
tera bajo las vías del metropolitano, se explica47 : "La Riera Blanca, de la
barriada de la Torrassa, lugar muy frecuentado por los atracadores, que se reú-
nen en él para concertarse, al preparar sus atentados, eligiendo este sitio por
ofrecer grandes facilidades de huída en caso de llegar la policía".
El redactor arremete contra los barrios de emigrantes que además son los
de mayor implantación de la CNT-FAI: "El Barrio Chino esta perdiendo pres-
tigio. No hay ni maleantes ni confidentes de categoría…Si usted quiere ver
atracadores, vaya a Sants, al Clot, a Hospitalet, a los barrios más apartados.
Pero si además usted quiere capturarlos, entre en los Ateneos Libertarios y
detenga a todos los tipos que encuentre allí. Quizá no todos sean atracadores;
pero habrá entre ellos un noventa por ciento que manejan la pistola mejor que
Al Capone". En la próxima entrega, en el mes de febrero se analiza monográ-
ficamente a los libertarios y se establece un paralelo absurdo entre un atraca-
dor catalán, José Martorell Virgili, de 21 años, y el ganster americano Jonh
Dillinger. El catalán declaró su pertenencia a la FAI y a partir de aquí, Madri-
gal Hernández explica: " Decir que la FAI y la CNT son unas organizaciones
de asesinos, sería un embuste y una infamia. Pero lo que sí es cierto es que en
estas agrupaciones ha habido individuos que confundían -o que compagina-
ban- el anarquismo con el atraco libre". A continuación da algunos nombres
de obreros que han matado algún patrón y explica: "…eran elementos de la
FAI, o por lo menos, como tales les tenía fichados la policía". A continuación
se esboza una breve biografía de Martorell: "…desde el primer momento se ha
manifestado orgulloso de pertenecer a la FAI. La formación de Martorell es la
de un pistolero clásico. Ahora tiene veintiún. A los diez y siete ya le perseguía
la policía, y a los diez y ocho le detuvo cometiendo un acto de sabotaje…En
principio fueron los días de aprendizaje en el taller. Después las cotizaciones
en el Sindicato y el ingreso en los grupos de acción. Entonces le llamaban el
Ros. Era rubio, fino, audaz. Se decía que pertenecía a la banda de Juan Piera,
un ganster de su misma edad… A los diez y ocho años conocía ya lo que eran
las discusiones violentas con los capataces y con los obreros que no secunda-
ban las huelgas. Sabía salir al camino de las coacciones con la voz fuerte y la
pistola en la mano. Un día hizo un trabajo importante. Había en la calle Roca-
fort una ebanistería que tenía cuentas pendientes con los obreros. Una huelga
o unos despidos. Martorell Virgili y Francisco Leal decidieron poner una
bomba en el taller…" En este acto de sabotaje, sin víctimas, fueron detenidos,
el 1 de diciembre de 1932. En una fuga de presos, un año después, escaparon.
Contra Martorell no se describe nada más en el artículo. Sólo que él no se
reconoce como atracador, y dice que no lo ha hecho en su vida: "Yo soy un
hombre de Ideas y nada más".
Dejamos para más adelante la revisión de otros tópicos relacionados con la
acción directa y con los grupos anarquistas. En este periodo proliferan las
142
acciones en la calle y los intentos de proclamación del comunismo libertario
en toda España. Falta muy poco para el estallido de la guerra civil que polari-
za posturas y opiniones. De lo que no cabe duda es del gran esfuerzo que hizo
la clase trabajadora catalana y la emigrada para construir barrios y ciudades en
los que vivir y trabajar con honestidad y dignidad. El anarquismo fue una
herramienta imprescindible en la construcción de su identidad como personas
y como colectivo. Se reconocían como libertarios y como tales decidieron
transformar su propia existencia y la sociedad en que vivían. La reacción con-
tra ellos no se hizo esperar: la descalificación de los años treinta a través de la
prensa y la derecha catalanista, herederos de las posturas del Foment del Tre-
ball y del Cambó de los años precedentes a Primo de Rivera, tomaría ahora la
forma de ataque directo y confundiría el barrio periférico con el analfabetis-
mo y la delincuencia. El debate continúa.
143
NOTAS
1. Estudios como el catalogo de Francisco Madrid sobre la prensa libertaria, o los recientes trabajos
universitarios de Eduard Masjuan, Dolors Marín, Francisco Javier Navarro, Ignacio Soriano o
Xavier Diez nos han mostrado el bagaje intelectual de amplios sectores del proletariado español.
2. Dentro de los círculos libertarios siempre se refirieron al barrio como La Torrassa, casi nunca como
Collblanc si bien los habitantes hacían referencia a los dos antiguos núcleos de población. Así en
este escrito lo denominamos genéricamente como ellos mismos lo habían hecho y como aparece en
la prensa de la época, y que incluso a veces lo confunde con una barriada de Barcelona.
3. Varias entrevistas orales nos han confirmado estos puntos. Ver Marin Silvestre, Dolors: De la lli-
bertat per conèixer al coneixement de la llibertat. Tesis doctoral. U.B., 1995
4. Sobre el tema es fácil de comprobar en la mayoría de grupos libertarios, o en las familias Canela-
Conejero, Nebot, Ocaña-Campos, Manzanares, etc.
5. Sobre "los anarquismos" ver Dolors Marin (2002), ponencia presentada al Congreso sobre la Fede-
ración Anarquista Ibérica, celebrado en Guadalajara en noviembre del 2002.
6. Una versión más detallada de las actividades de los grupos Verdad, Afinidad y Sol y Vida está en
curso, ver retazos en: Dolors Marin, Clandestinos. Obra. Cit.
7. Dejamos aparte la descripción de otros barrios de l'Hospitalet como son el Centro Histórico o Santa
Eulàlia. Sobre ellos ver D. Marin (1995 y 2002)
8. Según la tabla elaborada por IVERN, F. (1960): L'Hospitalet de Llobregat. Municipio Suburbano.
Mecanografiado. AHML'H.
9. Correspondencia municipal, 1894-1895. El agua procedía del lavado de los toneles, y los vecinos
realizaron varias quejas.
10. En 1986-87, el IES Margarita Xirgu edificado sobre el solar del edificio, se vio obligado a cerrar
a poco de inaugurado ya que profesores y alumnos presentaron cuadros clínicos causados por aspi-
ración de tolueno. La industria hacia varios años que había cerrado, no imaginamos las enferme-
dades de sus operarios.
11. Actas municipales, 1907.
12. Exp. Administrativo, 1905-1908
13. Planos de urbanismo, 1880-1940.
14. Expediente administrativo, 1919-1923
15. Correspondencia municipal, 1930
16. L'Obra, nº3 del 26 de septiembre de 1931
17. Las basuras no despareceran hasta los años sesenta, en que en Hospitalet se dan noticias de que se
crían con basuras 40.000 cerdos que son sacrificados después de una verdadera batalla campal
entre las autoridades y los vecinos.
18. Boletín de la Diputación de Barcelona, 1931. En él encontramos varios informes médicos e higié-
nicos sobre la situación.
19. Ver Solidaridad Obrera, 27,28,29 y 30 de diciembre, 1937.
20. Eran comunes las reuniones en ladrillerías "bóbiles", en donde incluso permanecían escondidos
144
algunos sindicalistas buscados por la policía, como fue el caso de Massoni en l'Hospitalet Centre,
en el periodo 1922-1923. Descrito por Peirats, J. (1978). Sobre las excursiones, los testimonios ora-
les son numerosos, así también como las convocatorias en la prensa libertaria de los años veinte y
treinta. Un ejemplo son las barcelonesas: Ética e Iniciales. Después de 1939, los clandestinos bar-
celoneses se reunirán en "La Reclusiana" -un claro homenaje a Elíseo Reclús- de La Floresta, lugar
frecuentado por Paco Conejero y Mingo Canela desde 1930.
21. Testimonios de Domingo Canela, Llibertat Canela y Josep Peirats (varias conversaciones, 1980-
1986)
22. En Serra Fontelles, Jaume: L'ombra del Maquis. Solsona Comunicacions, 2001.
23. Entrevista con Francisca Conejero, Barcelona, 1980.
24. Correspondencia municipal, 1939
25. En Bandera, nº 7 febrero, 1931
26. Ricard Lluch representó a la FAI como un hombre durmiendo, símbolo del perezoso. Me fueron
mostradas varias fotografías del polémico Belén que se exhibía en la barriada. Entrevista con R.
Lluch, 1986.
27. Manual del Militante. Ed. De las Oficinas de Propaganda CNT-FAI. Barcelona, 1937 pag. 17
28. "Lo más envidiable fuera que cada militante pudiese alternar en todas las actividades propias de la
organización, pero puesto que ello es difícil y casi imposible, que cada uno realice aquella que esté
más de acuerdo con sus aficiones y aptitudes"
29. El autor del manual, Manuel Buenacasa, utiliza términos como "pasión" o "atracción sentimental"
en un lenguaje muy cercano al romanticismo o a uno de los autores más queridos por los anar-
quistas, Stefan Zweig, que aborda el género histórico y biográfico desde una perspectiva psicolo-
gista cercana a Freud.
30. Es importante destacar cómo en estas citas dominicales o estivales llegaron a reunirse los amigos
que habían formado los grupos afinitarios antes de 1936. Recompusieron las redes, no sólo de los
grupos de las barriadas del centro, en el caso de Ródenas, sino también de La Torrassa, en el caso
de Nebot. Llegaron a establecer contacto con miembros del exilio francés, pero también con el
americano, como Josep Xena i J. Abellà residentes en Venezuela. Por carta recuperaron a Casa-
juana, en París, y a Ginés Alonso, éste vinculado íntimamente al librepensamiento. Los amigos de
juventud se reunían periódicamente y se intercambiaban opúsculos, memorias autobiográficas y
escritos personales. La mayoría fueron desvinculándose progresivamente de la CNT o la FAI, si
bien siguieron manteniendo correspondencia con Peirats, García Oliver, Ricardo Sanz, etc. En los
años setenta, algunos reconstruyeron los antiguos ateneos libertarios como el de Sants, pero por
diferencia generacional pronto se retiraron a sus propios círculos.
31. Testimonio de V. Nebot. A petición nuestra escribió algunas paginas autobiográficas sobre el ate-
neo, en Progrès, en el nº 32, 1985, bajo el titulo: "Un poco de historia del Ateneo racionalista de
la Torrassa"
32. Correspondencia municipal, 1931
33. Sobre las actividades consultar Dolors MARIN, obra citada y los partes de correspondencia muni-
cipal del Archivo de l'Hospitalet.
34. Peirats, José (1977) y Nebot, Vicente, en Progrés, nº 32
145
35. Ruta. Organo de las Juventudes Libertarias de Cataluña, 18 febrero, 1937. Año II, nº 19
36 .Un esbozo biográfico de Amador Franco, luchador antifranquista, en Marin Silvestre, (2002 a) y
en Peirats, J (1977)
37. Testimonio de Domingo Canela y Francisca Conejero. 1986
38. Sobre Mateo Santos, consultar Marin Silvestre (2002 a), y testimonio de D. Canela, 1986 y Hele-
nio Molina, 1996.
39. Sobre él ver los trabajos de E. Masjuan.
40. Testimonio de Ramón Sentís Biernau que compartió el campo de concentración, 1990. Sobre les
estamos preparando una selección de artículos de prensa ya que colabora también en Estudios y La
Revista Blanca, Nueva Humanidad y algunas más. Testimonio de Lola Iturbe y J. Molina, editores
de Tierra y Libertad, 1982.
41. Canela mantuvo correspondencia con Alonso, exiliado en Francia, durante muchos años. Testimo-
nios de Canela y Peirats (1986). También de Olegario Pachón, librepensador anarquista extreme-
ño, 1982.
42. Según las carpetas de correspondencia, 1932. Hemos de comentar que Francisco Tomás pronto per-
dería el liderazgo entre los jóvenes de La Torrassa, a causa de la proclamación del Comunismo
libertario en la barriada, en que fue duramente criticado por los grupos -según Peirats, a causa de
su inactividad- su puesto lo ocuparían hombres más jóvenes, como Josep Xena o Paco Conejero.
Según las memorias inéditas de Josep Peirats, en poder de Gracia Ventura, su compañera. Sobre
Tomás, también la entrevista de D. Canela (1990)
43. Sobre el tema consultar el documentado: Elorza, Antonio, y Marin, Dolors (2002).
44. Sobre el tema, consultar: Marin, Dolors (2002 a)
45. La Publicitat, 8 de abril, 1934
46. La Publicitat, 11 de abril, 1934
47. El abandono de la Riera Blanca por parte de los ayuntamientos hospitalense y barcelonés fue tal,
durante tantos años, que la fotografía aún refleja el actual estado de la Riera. Podría haber sido
tomada hoy mismo.
146
6. Grups culturals llibertaris i revolució social a l'àrea de
Barcelona durant la II República
Pere Solà i Gussinyer
"He will have to school himself to write from within the 1820s.
Before he can bring that off he will need to know less than he knows
now; he will need to forget things. Yet before he can forget he will have
to know what to forget; before he can know less he will have to know
more. Where will he find what he needs to know? He has no training as
an historian, and anyway what he is after will not be in history books,
since it belongs to the mundane, a mundane as common as the air one
breathes. Where will he find the common knowledge of a bygone
world, a knowledge too humble to know it is knowledge?"1
147
natge van veure revaloritzada la seva funció com a vehicles d'ajuda mútua, a
través dels quals es canalitzaven serveis diversos".
En una situació de inseguretat creixent generada per les circumstàncies de
revolució i guerra, els vincles d'amistat i de veïnatge, sens dubte, tendien a
l'enfortiment. En efecte, les diverses fonts evidencien la importància que els
vincles de confiança partidista i d'amistat tenien en aquells moments. Així, en
el camp cultural llibertari la pràctica cultural dels ateneus racionalistes i les
escoles llibertàries havia anat creant una xarxa relacional entre mestres racio-
nalistes que operaven a l'àrea d'influència de Barcelona, però també al País
Valencià, a Andalusia, Astúries o Galícia.
I era, ara, en aquells moments i en condicions tan difícils, quan les rela-
cions personals havien de "funcionar". A una lletra de cal·ligrafia sorprenent-
ment polida de març de 1938 adreçada a Joan Puig Elias, destacat dirigent del
Sindicat de Professions Liberals de la CNT, Domigo Velasco, un antic mestre
del Centre del Poblet (a Barcelona), que es declara "amic de Pon i de Abeno-
za", resident, "antes de la maldita guerra que padecemos", a Santa Coloma de
Gramenet, li demana un cop de mà en la situació en què es troba, desde l'es-
tiu de 1937, sense alumnes i sense feina: "entre las movilizaciones decretadas,
necesariamente, por el Gobierno y los bombardeos facciosos, me he quedado
sin alumnos, y no es ello lo peor, sino que no encuentro trabajo por no estar
presentable de ropa ni aseo, contra mi voluntad, que fuera muy otra"4 .
D'altra banda és molt evident que les iniciatives culturals obreres a l'extra-
rradi barceloní, però també als barris de la ciutat, es basaven sobretot en el lli-
gam de veïnatge. Els socis- tots- de les entitats de barri pertanyien a un mateix
grup urbà, i de vegades a dos o tres carrers de la ciutat. En aquest sentit és evi-
dent que el que la ponència en diu "sociabilitat primària" era la base de la
"sociabilitat secundària".
La dialèctica entre els elements formals i els informals, en matèria de
sociabilitat, era i ha continuat essent quelcom del més gran interès. El tema és
complicadíssim. Les històries de vida aquí poden ajudar moltíssim a entendre
com es descabdellava la vida de relació de la gent normal (per exemple, saber
com les dones immigrades entraven en espais de dones, bugaderies, mercats,
tallers de confecció, treball domèstic, etc., o fins a quin punt els lligams reli-
giosos tradicionals es mantenien o es dissolien). Dissortadament molts dels
supervivents dels anys vint i trenta ja han iniciat el llarg viatge.
Naturalment, no es tracta de treure valor ni força a les xarxes dites infor-
mals de veïnatge, d'amistat o de parentiu, ni als vells referents comunitaris
tradicionals de caire religiós (que en el cas de la dona tenia més o menys
importància, en qualsevol cas més que en l'home). Però sí que s'ha de pensar
que la immigració va a parar a zones urbanes que s'estructuren amb dificul-
tat, però que tenen uns referents urbans centrals, on els espais de comerç, de
148
lleure, les festes, les fires i els mercats de diferent periodicitat juguen un
paper clau.
Des del punt de vista de la vitalitat associativa, el període republicà és una
conjuntura marcada per una evident activació i consolidació d'iniciatives,
seguida, a la fase de la revolució i la guerra, d'un període de turbulències aca-
bat amb una acusada depressió associativa. En aquest sentit trobem iniciatives
d'auto-dissolució d'entitats. Les reunions dels grups que es dissolen esmenten
com una causa la minva de socis degut a les circumstàncies de guerra. Un botó
de mostra, en aquest cas d'un barri de Barcelona: Joan Riera Palerm, president
del Cercle Popular (Barcelona, Creu Coberta,49, "tostadero") anuncia una
assemblea per a tractar de la dissolució de l'entitat per al dia 3 de gener de
19375. Motiu de la dissolució: "el escaso número de socios, que hace imposi-
ble la vida de la entidad". A la reunió del dia 3 els 14 assistents en demanaren
per unanimitat la dissolució, deixant els fons que resultessin de la liquidació
de bens per a un Hospital de Sang, segons l'informe del policia que cobria la
reunió, de cognom Casanovas, al Comissari General d'Ordre Públic, de data 4
de gener de 1937.
La comprensible minva de vitalitat associativa no era pas, però, completa
ni general. Fins i tot podríem avançar la hipòtesi que la relativa desfeta ide-
ològica i política del moviment llibertari des de mig 1937 se sublima o com-
pensa amb una revifada d'iniciatives culturals.
En qualsevol cas, la dinàmica associativa no s'estroncà pas, i, en aquest sen-
tit, la documentació disponible indica processos de refosa, i fins de creació d'en-
titats populars. Així, l'estiu de 1937 un Casal d'Avis de Can Tunis/Port (Passeig
Agrícola, n. 8, Barcelona) es va fusionar amb l'Ateneu d'Esquerra Republicana.
En aquest cas, l'agent de policia assignat no va poder anar a l'assemblea, però
s'informà a posteriori de la fusió. Tots els directius eren de Can Tunis i carrete-
ra del Port, i el president era Ramon Gatell, que ja ho era del Casal d'Avis6 .
Depressió associativa, doncs, en part relacionada amb la repressió i perse-
cució dels sectors que perden el pols de maig de 1937, i també en part deguda
a la pèrdua general d'il·lusió política, en bona part motivada per la sagnia d'e-
lements joves (masculins) cap al front. Es comença a notar una major presèn-
cia de la dona a les entitats organitzades i, sobretot, als moviments estructurats
de voluntariat. Però la dona brilla per la seva absència a les organitzacions més
formals del teixit associatiu. No és pas per aquí per on podrem estudiar la rique-
sa de formes de la sociabilitat femenina republicana o llibertària.
Des de juliol de 1936 la situació d'inseguretat congela la vida de moltes enti-
tats. Bona part de les d'inspiració dretana ja han estat incautades o clausurades.
Barcelona i Catalunya en general viuen una situació de reraguarda, amb
presència creixent de refugiats, de totes procedències, edats i condicions. A
aquest element cal afegir-hi una altra circumstància: la realitat de la immigra-
149
ció obrera procedent de la ruralia de l'est i del sud peninsular, però també de
l'interior (Aragó, Galícia, Castella–Lleó...).
La mà d'obra vinguda a Catalunya no és, generalment, qualificada ni pos-
seeix estudis, les dones menys que els homes. La que procedeix de Múrcia,
Andalusia o Aragó, naturalment, no coneix el català ni, moltes vegades, no
està massa disposada a entendre'l ni parlar-lo.
Els grups culturals d'acció àcrata no són en absolut bel·ligerant en el tema
de la llengua pròpia del país, a diferència del que trobem en el cas dels exiliats
de guerra de moltes regions, de Madrid, en primer lloc, que es queixen d'una
llengua i una cultura que els és estranya. La disposició a acceptar la llengua i
la cultura catalana, era general?
Les dificultats de la vida quotidiana, sobretot pel que fa al treball estable,
millora de les condicions d'habitatge, salut, escola, etc. impel·leixen aquesta
població immigrada molt sovint cap a opcions polítiques revolucionàries, per
activa (és a dir, actuant directament) o per passiva (és a dir donant suport a ini-
ciatives revolucionàries).
La cultura esdevé veritablement una eina de combat. En l'estratègia dels
ateneus la constitució d'escoles nocturnes per a treballadors i de biblioteques
riques juga un paper central.
Com hagi de ser aquesta cultura no preocupa tant com el fet que aquesta
cultura pugui arribar a tothom. I, així com hi ha iniciatives d'aquests anys, que
ben clarament especifiquen que els ateneus volen fer una societat d'homes lliu-
res, d'altres vegades els estatuts fundacionals s'atenen a l'ideal tradicional de
la neutralitat en matèria política i religiosa.
Però, a tenor, de les repetides clausures de locals i empresonament de respon-
sables, no sembla pas que les autoritats considerin els ateneus gaire "neutrals".
Els membres actius d'aquestes iniciatives tenen diverses característiques:
• són relativament joves, però no molt joves
• pertanyen al sexe masculí
• pertanyen al contingent immigrat
• no tenen estudis o gairebé
• són treballadors assalariats, de la indústria o serveis (xòfers,cambrers...)7
• no són militants, generalment, destacats en el camp llibertari polític o sin-
dical
• solen estar units per vincles de veïnatge previs. Pertanyen al mateix,
barri, grup de cases, i de vegades als mateixos carrers.
Així veiem que tots els membres de la Junta d'un club cultural pertanyen
al mateix grup de cases, com passà l'octubre de 1932 amb la Junta del Grup
Cultural de Santa Coloma de Gramenet , tots els components de la qual tenien
el domicili al Grup 2 de les Cases Barates de la població8.
150
No és casualitat que els membres actius de les entitats, els que en propo-
sen la constitució i en formen les comissions gestores, siguin homes d'una
certa maduresa, amb un ofici consolidat. Sovint els informes policíacs especi-
fiquen la seva professió, gairebé de manera indefectible, d'assalariat o treba-
llador/artesà per compte propi, cistellers o sastres. Així, és un jornaler de 39
anys qui, per exemple, demana l'aprovació dels estatuts del Ateneu Obrer Cul-
tural de Barri de la Salut, de Badalona, el 29 de juny de 1933. Mesos després
(23/2/1934) un altre soci de l'entitat, Pedro Fernández Hernández, fill de Cue-
vas de Vera, Almeria, sol·licità, en nom d'una comissió del barri, obrir una
escola al local social, carrer de Mendizábal 10 9.
Les autoritats republicanes temen l'activisme cultural dels nuclis de Sant
Adrià, el Prat de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Badalona, l'Hospita-
let o on sigui de l'extrarradi barceloní. Ja he dit que no solen ser els agents d'a-
quest activisme membres destacats o coneguts del moviment, encara que hi ha
alguna excepció, com Josep Peirats, que va figurar en més d'una ocasió a la
Junta de l'Ateneu Cultural Racionalista de la Torrassa, de l'Hospitalet de Llo-
bregat, ateneu, amb seu primer al carrer Llansà 23,baixos i més tard a Pujós
105, els estatuts fundacionals del qual havien estat presentats el 29 de maig de
1931 per Jaume Farran Domènech, de 30 anys10. Va ser clausurat el 27 de juliol
de 1933, i la clausura en fou aixecada el 2/10/1933. A la mateixa Junta de Pei-
rats (secretari), i reelegit com ell, figurava de tresorer Justo Alba. El president
era Rafael Salaj.
No tractant-se, en general, de militants assenyalats, no és estrany que les
fonts policíaques trobin els integrants de les juntes "persones sense antece-
dents i de bona conducta"11.
És el cas dels membres de la Junta de l'Ateneu Obrer Cultural del barri de
la Salut de Badalona, referent als quals una comunicació de data 22/7/1933 de
l'Ajuntament de Badalona a la secretaria del Govern Civil de Barcelona, que
incloïa el llistat complet de gent de la Junta, subratllava que "tots són perso-
nes de bons antecedents".
Una altra cosa és que les autoritats republicanes no intueixin que aquests
"gestors" d'entitats llibertàries, treballadors sense antecedents, puguin actuar
com a catalitzadors de moviments ciutadans subversius, fruit de la presència
d'elements poc pacífics i d'idees extremistes alguns" -com diu un document
policíac- a la localitat on els centres estan enclavats.
La ubicació dels centres, doncs, no té pas una significació menor. L'ateneu
o grup cultural pot estar rellogat a un local d'una altra entitat. Pot posseir un
local en lloguer o haver-lo comprat. Pot també donar-se el cas que de moment
funcioni en un bar12.
El local del Grup Cultural de Santa Coloma era al Bar Molinet, a 300
metres de les Cases Barates i a 700 metres de la Plaça de la República, segons
151
un informe policíac. El domicili de l'entitat passà de l'Avinguda de la Repú-
blica, 168 al carrer de Blanes 3 el 9/12/1932. Va ser un local ben provisional,
ja que la intenció era -com ja avisava la policia- de desplaçar-se al centre de
la vila. L'informe policial es mostrava confiat que els "elementos poco pacífi-
cos y de ideas extremistas algunos" que hi havia al referit grup de cases bara-
tes no desestabilitzaria la neutralitat estatutària del centre, els estatuts del qual
no permetien la propaganda política. El 26 de setembre de 1933, el seu presi-
dent era Francisco Martínez Estrada, el vicepresident, José Jódar Artero, el
secretari, José M. Alonso Mira, membres també de la Junta el 2/12/1933,
segons comunicació de l'Alcalde de Santa Coloma al Govern Civil. A l'as-
semblea de 26 de setembre de 1933 els socis acordaren celebrar un festival
benèfic per al sosteniment de l'ateneu/Grup Cultural.
La vocació d'aquests ateneus o centres culturals és, naturalment, influir pro-
pagandísticament i culturalment en l'entorn. Però no sempre això es pot aconse-
guir d'entrada. De vegades, els locals estan molt lluny del centre urbà, i fins i tot
lluny del nucli de població on es recluten els socis de l'entitat. Es tracta de locals
provisionals que seran utilitzats pels socis de l'entitat fins que tinguin l'oportu-
nitat de trobar un espai més cèntric, a l'interior del poble o barri.
Una de les finalitats més corrents dels centres culturals llibertaris que es
posen en funcionament a l'àrea de Barcelona durant el període és la fundació
d'una escola per a infants, però també pera joves i per a adults. L'erradicació
de l'analfabetisme i la incultura (ara en diríem "capacitació en capital humà",
per exemple) és un objectiu recurrent dels centres obrers d'inspiració llibertà-
ria, com és prou conegut i reconegut13.
Un exemple? El Grup Cultural de Santa Coloma de Gramenet es proposa
el juliol de 1932 "luchar contra el analfabetismo y la incultura". Demana una
pesseta mensual de quota als socis. El seu domicili és a l'Avinguda de la Repú-
blica,168. I el representant de la comissió fundadora és el 12/7 de 1932 José
M. Alonso de 34 anys, "jornalero". Mesos després, 24/10/1932, el govern civil
de Barcelona demana al Cap Superior de Policia dades sobre la "conducta dels
organitzadors i les circumstàncies del local social". El 7/11/32 el cap de poli-
cia informa que José M. Alonso Mira és empleat als tallers de la Companyia
de Ferrocarrils M.Z.A.; Eugenio Rodríguez González, obrer a les "Hilaturas
Bá de esta capital"; Alfonso Ariño, cisteller, i Abilio Pérez és sastre, tots ells
domiciliats al Grup Segon de Cases Barates de la població. Tots "de bona con-
ducta i sense antecedents".
L'ateneïsme llibertari és un estil de viure que prefigura les relacions socials
del futur, de la societat comunista i lliure. Per això no és estrany que els esta-
tuts d'aquestes entitats prohibeixin els jocs no pedagògics i, si no el vi, sí
almenys els "licors", com és el cas d'un altre ateneu llibertari de Badalona, l'A-
teneu Cultural Racionalista "El Progrés"14 .
152
Per cert que els estatuts fundacionals d'aquest ateneu havien estat presen-
tats per Tomás Martínez Viruete el 2/10/1932. En va ser president Fulgencio
Bibancos, i secretari José Cardona. Va ser clausurat, com les altres entitats de
la xarxa cenetista-faísta , en diverses ocasions. Consta que el 18/1/1934 va ser
aixecada una d'aquestes clausures15 .
Dit d'una altra manera, als centres culturals àcrates, arreu, els mitjans par-
ticipatius volen ser, en ells mateixos, finalitats.
L'acció cultural es combina amb l'acció econòmica i amb la defensa d'una
certa qualitat de vida. Això explica que els Ateneus Culturals populars dispo-
saven de vegades de seccions específiques, per exemple d'economat/ coopera-
tiva o de construcció de refugis16. Com l'Ateneu Cultural de Vallcarca-Coll, a
Barcelona, domiciliat al carrer Portell 4, que, per escrit de Ginés Rodríguez
García, notificà al delegat de l'Estat a Catalunya el 27 de juliol de 1937, la prò-
xima celebració d'una assemblea de la secció d'economat/construcció de refu-
gis per al dia 1 d'agost. La reunió va tenir lloc el primer d'agost, i segons l'a-
gent Joan Ministral, present a l'acte, comptà amb l'assistència de 85 individus,
sota la presidència de José Hernández. S'hi acordà la creació d'una cooperati-
va, i es parlà també de l'articulació de treballs de refugi.
La secció cooperativa, doncs, hi tenia un pes evident, tot i que les autori-
tats posaven traves a la constitució de cooperatives a les entitats culturals, atès
que les cooperatives tenien ja un marc legal propi, ben desenvolupat per cert
a Catalunya17. És així com el 10 d'agost de 1937 la secció cooperativa de l'As-
sociació Cultural Llibertària Armonia de Palomar (Sant Andreu, Barcelona)
celebrà una reunió amb 80 associats, sota la presidència de Juan Hernández
Sánchez. S'acordà posar un límit d'un màxim de 500 socis de la cooperativa i
nomenar com a president de la secció Hermenegildo Buyé Morés, president
que era també de l'Associació.
Aquestes associacions culturals llibertàries solien usar com a llengua de
comunicació el castellà, encara que no pas sempre, i en això hi ha una gran
diferència entre les entitats llibertàries del centre de Barcelona (o de les capitals
comarcals) i les del cinturó industrial de Barcelona. Així, és en català com l'As-
sociació Amics de l'Escola Natura, a través del seu representant Joaquim Gisbert
Recasens, demanava poder disposar de la Granja Vella d'Horta, propietat de
Martí Codolar, ex-regidor monàrquic de l'Ajuntament de Barcelona -que, segons
ella- actuà en contra del "règim implantat per la Revolució". L'associació feia 17
anys que sostenia una Colònia Escolar, i el 20 de juliol s'incautà de la granja
esmentada, i "després de sufocar el foc que s'havia propagat a tota la casa, al
incendiar el poble la capella allí existent i restaurar dita casa convenientment,
essent les despeses d'unes vint -i- dues mil pessetes, hi acollí els nens procedents
dels pobles d'Aragó. Posteriorment, a més de la colònia permanent, es creà unes
classes d'Agricultura Pràctica i de Granja per als Alumnes de l'Escola Natura"18
153
La destinació escolar d'edificis objecte d'apoderament és molt freqüent. En
algun cas qui cursa la petició de regularització d'un segrest és un Patronat
escolar o de pares d'alumnes, com acabem de veure. D'altres vegades el motiu
adduït és el foment de la cultura popular. L'Ateneu Llibertari de Verdum, del
carrer de l'Anarquia (d'aquest barri), a través del seu representant José Piedra
Vázquez, demanava la tardor de 1937 quedar-se amb la propietat d'un tal
Josep Roca a l'antic carrer Borràs, per a dur-hi a terme les seves activitats cul-
turals. L'Ateneu comptava amb les cotitzacions de més de 200 socis 19.
L'associacionisme obrer (en general, i llibertari en particular) de l'àrea bar-
celonina dels anys republicans té una altra destacada característica: és un asso-
ciacionisme en xarxa. Les entitats estan agrupades i relacionades unes amb
altres, i quan les coses van mal dades és tot el complex o ordit d'entitats qui
en pateix les conseqüències. Els exemples del que diem es repeteixen a cada
localitat: quan cau una entitat després d'una escomesa llibertària de caire gene-
ral les altres també són clausurades. A Badalona els fets esdevinguts a Espan-
ya a finals de 1933 van precipitar la clausura no només de la Federació Local
de la CNT sinó de diverses entitats de caire cultural, concretament l'Ateneu
Obrer Cultural, el Centre de Cultura Social i el Grup Artístic Cervantes, que
gestionava una Escola Racionalista. Els motius de la clausura adduïts pel
Govern General de Catalunya no eren pas només de caire retrospectiu: no es
tractava pas només de castigar el revolucionarisme faïsta, sinó que també hi
havia una clara intenció proactiva, orientada a prevenir fets com la difusió de
l'ensenyament anarquista o racionalista, la difusió de les idees àcrates mit-
jançant l'actuació de militants faïstes i d'una CNT que funcionava al marge de
la Llei sindical de 8 d'abril de 193220. I encara mesos després d'aquesta clau-
sura, executada el 9/12/1933, el Governador General de Catalunya, en lletra a
l'alcalde de Badalona, li aconsellava no accedir al seu aixecament.
A diferència d'estratègies ben calculades d'establiment de xarxes associa-
tives imperants en altres moments i grups (dècades més tard les autoritats
franquistes posarien en funcionament Associacions Familiars fantasmes
només perquè a nivell internacional es pogués dir que la societat civil tenia
un cert tonus o vitalitat), les iniciatives culturals àcrates de la II República
tenen un fons d'espontaneïtat i de romanticisme, en la seva reivindicació con-
tínua de propiciar l'elevació de la cultura general i l'erradicació de l'analfabe-
tisme. Proposen a més elements culturals específics com l'educació sexual i
el control eugènic21.
Els estatuts de l'Ateneu Cultural Llibertari del Prat de Llobregat són al res-
pecte d'allò més transparent. S'encarregà de notificar-los Francisco Peralta
Acero, el qual anunciava que el local s'instal·laria a la Plaça de l'Estació,5. Era
el novembre de 1937. La finalitat del centre era cultural: cultura general i
escoles. L'article 2 ho explicava:
154
"su fin es una sociedad libre, donde los individuos, tras su contribución en
la parte económica, se entreguen al fomento de los nobles deportes, las artes
y las ciencias por medio del agrupamiento por afinidad y la plataforma de la
nueva Universidad".
L'article 3 del reglament, per la seva part, avançava com a objectiu:
"la educación y las formas más sanas y racionales de la relación sexual,
función de la maternidad y cultura pre i post concepcional (sic!!!!)".
L'article 11 establia una quota provisional de 0,50 ptes. per setmana, mentre
que l'article 13 manava que la Junta es modifiqués per meitats cada sis mesos.
La quota a pagar per participar en aquests centres culturals obrers és mòdi-
ca. El seu funcionament és sotmès a la normativa vigent, tant pel que fa a reu-
nions com a transparència de funcionament intern (llistats de socis, estat de
comptes, etc.). Aquestes mesures de control s'accentuen després dels fets de
maig de 1937. A destacar que el decret fiscalitzador i repressor de 10 de març
de 1923 serà de gran utilitat pel control de les associacions tant al període esta-
linista com abans del també famós decret franquista de principis de 1941. Els
responsables d'ordre públic que després dels fets de maig controlen el movi-
ment associatiu duen un control ferri de les reunions de cada entitat. Els agents
de policia informen puntualment de les reunions, com a la època de Franco, i
especifiquen en cada cas les circumstàncies de participació societària, com el
mateix nombre d'assistents, cosa que facilita la feina de l'historiador de les
entitats del Tercer Sector. En aquest sentit, el decret de 1923, fet expressament
contra la CNT, serveix per ofegar el moviment ciutadà quan convingui, ja que
les entitats petites sempre tenen dificultats a portar al dia la seva comptabili-
tat i moviment de socis. El més sorprenent del cas és que el Cap de Negociat
de Governació de la Generalitat de Catalunya demani l'any 1937 a les entitats
l'estricte compliment del "Reial" Decret de 10 de març de 1923, pel que fa als
llibres de Caixa i de Socis. I això a totes les entitats, no pas només a les lli-
bertàries com pot ser un Ateneu Cultural Llibertari del Prat de Llobregat, sinó
a d'altres d' ideologies diverses, com un Ateneu Obrer de Sant Cugat del Vallès
(Pins del Vallès), promogut per una comissió encapçalada pel ciutadà Baldiri
Rius, ateneu que el 6 d'octubre de 1937 (quan n'éra president Celestí Farriol
Penedès, i secretari Miquel Grau Castañé) també va haver d'acomplir el ritual
de papers del "reial" decret antisindical del 1923.
Generalment, i tret d'organitzacions específicament femenines, la gran
majoria de càrrecs de les organitzacions voluntàries populars de la II Repúbli-
ca al cinturó industrial barceloní són de sexe masculí. Evidentment va can-
viant aquesta qüestió, i el protagonisme que l'element femení té a àmplies
esferes de la sociabilitat informal comença a traslladar-se a les organitzacions
formals. El setembre de 1937 una membre de la Junta de l'Ateneu Cultural Lli-
bertari del Prat de Llobregat, la vice-secretària, és una dona: Maria Madrid22.
155
La Junta té deu membres: Secretari, vice-secretari, comptador, etc. No hi ha, i
això és revelador d'una mentalitat, president.
L'agrupament i l'afinitat tenen un predicament molt especial com a meto-
dologia cultural. Els ateneus són plataformes d'una nova universitat. Tenen un
cop més la funció d'estendre i popularitzar l'alta cultura i recerca entre la
població. Per això sol ja fan una funció revulsiva i coadjuven a crear una
societat millor.
La metodologia cultural dels ateneus àcrates passa també per la dinàmica
assembleària. Les assemblees són el principi actiu de la participació del
soci/company. Nomenen juntes que es canvien força de pressa, cada sis mesos,
per exemple.
Les Juntes dels centres culturals llibertaris responen a una idea de servei i
de gestió del col.lectiu més que no pas expressen una idea de poder executiu
irrevocable. No deixa de ser ben expressiva una formulació com la de l'Ate-
neu Cultural Racionalista de la Torrassa, del qual va ser secretari Josep Pei-
rats, que en l'article 11 dels seus estatuts estableix que "aquesta agrupació serà
administrada per onze individus nomenats en assemblea general" (en castellà
en el document d' estatuts)23.
En què haguessin pogut parar aquestes dinàmiques participatives si l'expe-
riència llibertària hagués durat més? De fet, déu n'hi do del que va durar a les
zones d'arrelament tradicional sindicalista i àcrata, com Andalusia, el País
Valencià o els barris de Barcelona i zona metropolitana. A d'altres comunitats
històriques com Galícia la pujada del moviment anarquista durant la Repúbli-
ca va ser forta.
¿Com aquesta sensibilitat va poder cristal·litzar en les experiències en
barris de molt recent i embrionària constitució de les rodalies de la capital
econòmica de l'estat? Seria bo d'anar detectant com en aquestes zones perifè-
riques el moviment revolucionari s'apropià d'espais i locals, i quin ús es féu
d'aquests locals abans que la dreta de sempre tornés a senyorejar. Els expe-
dients de la Comissió de Responsabilitats de la Generalitat de Catalunya
(sobre la base del decret de 12 de gener de 1937) permeten fer-se càrrec d'un
procés molt interessant, que va ser el de legalització o, pel contrari. deslegiti-
mització d'incautacions (apropiacions) d'organitzacions populars a particulars,
o d'entitats a altres entitats.
Els litigis entre les entitats populars provocats pels apropiaments van
sovintejar almenys des de octubre de 1936, amb queixes formals al Comitè
d'Apropiacions. El 23 d'octubre de 1936 el president de la Societat Coral L'U-
nivers de l'Hospitalet, Joan Muñoz, denuncia a Joan Tauler, de la Junta Con-
sultiva dels Cors i Orfeons d'en Clavé, que la FAI es vol emparar de l'estatge
on tenen el cor i les escoles. La Federació Associació Euterpense dels Cors
Clavé pren cartes en l'assumpte i comunica el fet al Comitè d'Apropiacions24.
156
El moviment que en resulta ajuda a entendre com evoluciona el món associa-
tiu en la conjuntura bèl·lica, ja que les organitzacions populars es veuen obliga-
des, en efecte, per aquesta llei a demanar la destinació definitiva dels béns objec-
te d'apropiació. Indiquen la justificació que troben a l'apoderament efectuat. Fan
esment de les característiques físiques de l'immoble i els béns que conté. També
expliciten les obres d'habilitació de locals, i els mitjans amb què compten per tirar
endavant les activitats pròpies del centre, bàsicament el treball voluntari dels
associats i les quotes (veiem com Juan Baeza Delgado, president, en representa-
ció del Centre Cultural Instructiu de Sant Martí de Provençals, escriví a la Comis-
sió de Responsabilitats, el 17 de juliol de 1937, en relació als béns segrestats a
Josep Morros, Rambla Volart 15, cantonada Pare Claret, de Barcelona. El centre
compta amb "el apoyo material de los compañeros socios del mismo")25.
El "capital social" que representava la col·laboració desinteressada, gratuïta i
confiada del soci era de gran valor, sobretot si la massa de socis era relativament
gran. Un tal Ricard Riba Cruzat, vice-president de l'Ateneu Cultural de Divul-
gació Social de Vallvidrera, demanà la destinació definitiva dels béns apropiats
a un tal Josep Feliu. En aquest local ja s'hi celebraven reunions i classes noctur-
nes abans del 19 de juliol. Ara serien destinats a Escoles Racionalistes: "fem
constar que els mitjans amb què comptem per al sosteniment de l'escola són l'a-
portació voluntària de 116 (cent setze) associats amb què compta l'Escola"26.
Molt sovint, insisteixo, doncs, els béns mencionats es destinen a escola i
biblioteca pública, entre altres finalitats. Naturalment aquestes apropiacions
eren condicionades a la declaració oficial d'apropiació, un cop condemnat, si
s'esqueia, el propietari (subjecte físic o jurídic), per "facciós".
Però semblen freqüents els casos d'entitats perjudicades que protestaven
dels apoderaments o segrestos. Aquest és el cas de l'Aliança del Poble Nou a
Barcelona, que presenta un sòlid al legat contra l'apoderament por part del
Sindicat d'Espectacles de la CNT del seu saló teatre, segons consta a una
instància de 13/9/1937, del president del Casino de l'Aliança del Poble Nou ,
Esteve Sagarra, a la Comissió de Responsabilitats, demanant justícia27 .
Un altre cas molt clar, succeït aquest a la perifèria barcelonina, és el denun-
ciat a la presidència de la Comissió de Responsabilitats de la Generalitat de
Catalunya per l'Associació de Propietaris i Veïns Mas Guinardó. En aquest cas
aquesta entitat va veure ocupat el seu local per part del Casal Federal (i Acció
Catalana Republicana) del Guinardó el 28 de juliol de 1936. L'entitat "de
petits propietaris", segons autodefinició, va ser fundada el 1906 per contribuir
a gestionar les reformes urbanístiques de la zona.
Consideren l'apoderament totalment injust, contra natura i motivat per
antagonismes personals. I demanen que ara (finals de maig de 1937) que es
produeix el "retorno a la normalidad ciudadana, ya libres de coacciones, y
(tras) haber conseguido el nuevo arrendamiento del local por parte de la
157
"Comissió Mixta d'Administració i Control de la Propietat Urbana, para con-
vertir nuestra sociedad en entidad cultural", no pugui ser possible que el Casal
Federal ("ara aliat amb Acció Catalana Republicana") torni a emprar " los mis-
mos procedimientos de violencia y antagonismos personales, oponiéndose a
nuestro deseo, presentado como argumento un acta de incautación, con fecha
abril último, por supuesto abandono".
Denuncien la pèrdua de béns i, contra l'acusació d'abandonament del local,
addueixen proves d'haver-se posat en contacte amb el CENU28. L'entitat està
disposada a arribar a les darreres conseqüències perquè el segrest no sigui defi-
nitiu, denunciant el fet a l'opinió pública, si cal, bo i insistint en l'estat de tiban-
tor al barri que l'assumpte ha ocasionat i que "podría acarrear algún hecho
lamentable, según ya tenemos denunciado a las autoridades policiales", segons
escrit de Josep Ezquerra i Salvador Riera, de data 25 de maig de 1937 29
Per resumir
158
NOTES
159
persones de bons antecedents".
12. El local del Grup Cultural de Santa Coloma era al Bar Molinet, a 300 metres de les Cases Barates i
a 700 metres de la Plaça de la República, segons un informe policial, AGCB, exp. 16613. El domi-
cili de l'entitat passà de l'Avinguda de la República, 168 al carrer de Blanes 3 el 9/12/1932. Va ser
un local ben provisional, ja que la intenció era-com ja avisava la policia- de desplaçar-se al centre
de la vila. L'informe policial es mostrava confiat que els "elementos poco pacíficos y de ideas extre-
mistas algunos" que hi havia al referit grup de Cases Barates no desestabilitzaria la neutralitat esta-
tutària del centre, els estatuts del qual no permetien la propaganda política. No va ser així. El 26 de
setembre de 1933, el seu president era Francisco Martínez Estrada, el vicepresident, José Jódar Arte-
ro, el secretari, José M. Alonso Mira, membres també de la Junta el 2/12/1933, segons comunicació
de l'Alcalde de Santa Coloma al Govern Civil. A l'assemblea de 26 de setembre de 1933 els socis
acordaren celebrar un festival benèfic per al sosteniment de l'ateneu/Grup Cultural.
13. Un exemple? El Grup Cultural de Santa Coloma de Gramenet es proposa el juliol de 1932 "luchar
contra el analfabetismo y la incultura". Demana una pesseta mensual de quota als socis. El seu
domicili és a l'Avinguda de la República,168. I el representant de la comissió fundadora és el 12/7
de 1932 José M. Alonso de 34 anys, "jornalero". Mesos després, 24/10/1932, el govern civil de
Barcelona demana al Cap Superior de Policia dades sobre la "conducta dels organitzadors i les cir-
cumstàncies del local social". El 7/11/32 el cap de policia informa que José M. Alonso Mira és
empleat als tallers de la Companyia de Ferrocarrils M.Z.A.; Eugenio Rodríguez González, obrer a
les "Hilaturas Bá de esta capital"; Alfonso Ariño, cisteller, i Abilio Pérez és sastre, tots ells domi-
ciliats al Grup Segon de Cases Barates de la població. Tots de bona conducta i sense antecedents.
AGCB, Associacions, exp. 16613.
14. Del carrer Progrés 344, que estampa aquesta prohibició al capítol XI de la seva carta magna.
AGCB, associacions, exped. 15991: ordre del conseller de Governació a l'alcalde de Badalona per
tal que en sigui aixecada la clausura.
15. GCB, associacions, exped. 15991
16. Com l'Ateneu Cultural de Vallcarca- Coll,a Barcelona, domiciliat al carrer Portell 4, que, per escrit
de Ginés Rodríguez García, notificà al delegat de l'Estat a Catalunya el 27 de juliol de 1937, la prò-
xima celebració d'una assemblea de la secció d'economat/construcció de refugis per al dia 1 d'a-
gost. La reunió va tenir lloc el primer d'agost, i segons l'agent Joan Ministral, presenta a l'acte,
comptà amb l'assistència de 85 individus, sota la presidència de José Hernández. S'hi acordà la cre-
ació d'una cooperativa, i es parlà també de l'articulació de treballs de refugi. AHN-Guerra Civil,
Sección P.S., llig. 321/4, n. 73.
17. El 10 d'agost de 1937 la secció cooperativa de l'Associació Cultural Llibertària Armonia de Palo-
mar (Sant Andreu, Barcelona) celebrà una reunió amb 80 associats, sota la presidència e Juan Her-
nández Sánchez. S'acordà posar un límit d'un màxim de 500 socis de la cooperativa i nomenar com
a president de la secció Hermenegildo Buyé Morés, president també de l'Associació. AHN-Gue-
rra Civil, Sección P.S., llig. 321/4, n. 62.
18. AHN-Guerra Civil, Secció P-S. Barcelona. Llig. 266, Exped. 1-4: instància de Joaquim Gisbert
Recasens, de 28 de Setembre de 1937 al President de la Comissió de Responsabilitats.
19. AHN-Guerra Civil, Secció P-S. Barcelona. Llig. 266, Exped. 1-4: instància de 18/11/1937.
160
20. Encara mesos després d'aquesta clausura, executada el 9/12/1933, el Governador General de Cata-
lunya, en lletra a l'alcalde de Badalona, la hi notifica oficialment i li aconsella no accedir al seu
aixecament: AGCB, associacions, exped. 16402.
21. Els estatuts de l'Ateneu Cultural Llibertari del Prat de Llobregat, AGCB, associacions, exp.17676,
són al respecte d'allò més transparent. S'encarregà de notificar-los Francisco Peralta Acero, el qual
anunciava que el local s'instal·laria a la Plaça de l'Estació,5. Era el novembre de 1937. La finalitat
del centre era cultural: cultura general i escoles. L'article 2 ho explicava: "su fin es una sociedad
libre, donde los individuos, tras su contribución en la parte económica, se entreguen al fomento de
los nobles deportes, las artes y las ciencias por medio del agrupamiento por afinidad y la platafor-
ma de la nueva Universidad". L'article 3 del reglament, per la seva part, avançava com a objectiu
" la educación y las formas más sanas y racionales de la relación sexual, función de la maternidad
y cultura pre i post concepcional (sic!!!!)". L'article 11 establia una quota provisional de 0,50 ptes.
per setmana, mentre que l'article 13 manava que la Junta es modifiqués per meitats cada sis mesos.
22. La Junta té deu membres: Secretari, vice-secretari, comptador,etc. No hi ha president: AGCB,asso-
ciacions, expedient 17676.
23. AGCB, associacions, expedient 16507.
24. Segons notificació arribada una setmana després, vegeu AGC, Guerra Civil, Sección P.S. Barcelo-
na. Legajo 266, Expedientes 1-412.
25. AHN,Guerra Civil, "Sección P.S. Barcelona. Legajo 266, Expedientes 1-4": instància de Juan
Baeza Delgado, president, en representació del Centre Cultural Instructiu de Sant Martí de Pro-
vençals a la Comissió de Responsabilitats, de 17 de juliol de 1937, en relació als béns incautats a
Josep Morros, Rambla Volart 15(cantonada Pare Claret), de Barcelona. L'entitat compta amb "el
apoyo material de los compañeros socios del mismo".
26. Segons comunicació de l'esmentat directiu Ricard Riba a la Comissió de Responsabilitats,
4/8/1937: AHN, Guerra Civil, "Sección P.S. Barcelona. Legajo 266, Expedientes 1-4": instància de
Ricard Riba a la Comissió de Responsabilitats, 4/8/1937.
27. AHN, Guerra Civil. Sección P.S. Barcelona. Legajo 266, Expedientes 1-412: instància del presi-
dent del Casino de l'Aliança del Poble Nou a la Comissió de Responsabilitats, Esteve Sagarra,
13/9/1937
28. Potser per a la cessió del local per a usos escolars o per a acolliment de refugiats?
29. AHN, Guerra Civil (Salamanca), "Sección P.S. Barcelona. Legajo 266, Expedientes 1-412.
31. Aquest hivern vaig ser membre del tribunal de la tesi d'Òscar Freán Hernández sobre "El movi-
miento libertario en Galicia,1910-1936" , dirigida pels professors Brey i Valín, una de tantes mos-
tres d'aquesta vitalitat de la recerca, en aquest cas sobre el moviment obrer anarquista gallec. Com
a estudis molt documentats de darrera hora i que empren instruments conceptuals molt actuals,
vegeu, per exemple, Navarro Navarro, Francisco Javier(2002), Ateneos y Grupos Ácratas. Vida y
actividad cultural de las Asociaciones Anarquistas Valencianas durante la Segunda República y la
Guerra Civil, Biblioteca Valenciana, València.
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7. Perifèries de Barcelona, 1850-1950.
Unes taules -fragmentàries i a mig fer- i un comentari.
Pere Gabriel
La meva intervenció no és en realitat sinó l'anunci d'un treball a fer, per més
que ja duc anys donant-li voltes i acumulant petites dades i fitxes. Demano per
tant disculpes i prego que entengueu les quatre consideracions que faré sim-
plement com a un guió de discussió.
La idea bàsica de partida és molt simple: contrastar l'evolució política i sin-
dical de les perifèries i la seva evolució poblacional i urbana, en un marc cro-
nològic ampli, de temps llarg, en un arc que idealment cobrís un centenar
d'anys, des de les dècades centrals del segle XIX, fins els anys cinquanta del
XX. L'objectiu final tanmateix és força ambiciós. Pretén la constatació d'unes
determinades continuïtats en la cultura política de l'esquerra social més popu-
lar a l'entorn del nucli barceloní. La sistematització i l'entrecreuament d'una
sèrie de dades suficientment rellevants hauria de permetre'ns anar a la dis-
cussió de fons sobre la relació entre cultura política i condicions materials de
l'existència en els espais populars. Sembla clar que la hipotètica continuïtat en
els comportaments i actituds d'una sèrie de sectors de la societat, en les seves
maneres de llegir el món, té alguna cosa a veure amb temes com els movi-
ments migratoris, les condicions de vida i la inestabilitat de la feina, o la ten-
sió entre marginament i integració social. No sols això. De segur que hi inci-
deixen, alhora, qüestions com la necessitat -elemental i de mera subsistència-
d'una vertebració de xarxes i espais de solidaritat, així com l' articulació d'u-
nes específiques i operatives sociabilitats obreres i populars. Arribats en
aquest punt, no hauríem d'ignorar que es tracta d'avançar en el coneixement
dels mecanismes complexos a través dels quals l'espai barceloní contempora-
ni incidí en l'articulació de la classe obrera catalana, i li en reportà unes espe-
cífiques característiques, en uns temps de construcció d'una renovada societat
burgesa i industrial.
Quins poden ser els indicadors a tenir en compte? Jo estic treballant amb
els següents:
163
1) nombre d'habitants i evolució i característiques poblacionals de l'immi-
gració (no catalana i catalana)
2) resultats electorals, amb la consideració destacada de l'abstenció i amb
una especial cura i detall pel que fa als vots republicans; eleccions legislatives
i municipals (també provincials)
3) centres i locals bàsics dels republicans
4) centres i locals de l'associacionisme recreatiu i de cultura
5) sindicats i societats obreres de resistència
6) grups i entitats anarquistes, socialistes i comunistes
7) grups i entitats de la dreta catòlica i carlina1
Es tracta d'una sèrie d'ítems a considerar, tots ells, alhora, de forma entrelli-
gada. Òbviament, en cada cas, amb el màxim detall de barri i dels espais preci-
sos de les 'perifèries'. Un concepte de perifèria que entenc d'una manera no pas
formalista (allò de la 'distància lineal respecte d'un hipotètic centre') sinó amb un
significat més directament social, que ens parla de la tensió entre 'marginalitza-
ció' i 'integració' envers una dinàmica -en aquest cas barcelonina- de conjunt.
No és difícil aventurar -i anar constatant- que la continuïtat de l'esquerra
als barris i les perifèries de Barcelona, es manifestà a través d'una presència
activa i en bona mesura acumulativa d'un inicial republicanisme vuitcentista,
amb formulacions democràtiques i socialitzants, sinó socialistes, que qualla-
ren en una cultura republicana federal, a la que seguí, ja en el moment clau
dels inicis del segle XX, l'impacte contrastat del lerrouxisme per una banda i
del nacionalisme catalanista republicà per l'altra. Fou en aquest context de
llarga durada que hi hagué alhora i de forma ben incisiva la construcció d'una
cultura obrerista i sindical, amb un esforç sempre renovat, i, sovint, amb ten-
sions internes de conjuntura entre cooperativismes i societarismes obrers de
voluntat reformista i sindicats abocats a la reivindicació. Sens dubte, la CNT
recollí i donà una determinada forma a tota aquesta tradició. Pel seu costat, la
presència de socialistes i anarquistes i més endavant de comunistes no cal dir
que sempre es trobà a mig camí entre la voluntat de delimitació específica i la
realitat de formar part d'un món popular i obrer ampli, amb molts valors i llen-
guatges compartits.
De forma més periodificada, tindríem que en una primera etapa, el segle
XIX i fins els anys noranta, en els barris i les perifèries barcelonines fou espe-
cialment activa la presència d'un potent republicanisme federal i, al seu cos-
tat, l'obrerisme societarista i sindical. A finals del segle, la presència del zorri-
llisme més cridaner i populista serví de pont a l'impacte del lerrouxisme a
començaments del segle XX entre els sectors i els àmbits amb menors pers-
pectives d'estabilitat laboral i social, mentre que elements procedents del fede-
ralisme, així com del possibilisme i el progressisme salmeronià, eren recollits
en part pel nacionalisme republicà. Aquest, amb major o menor èxit, volgué
164
galvanitzar els sectors populars i obrers de major estabilitat i posibilitats d'in-
serció social. El cenetisme i l'anarquisme dominarien sens dubte en els anys
vint i trenta les discussions i les militàncies a la perifèria (també d'alguna
forma en els quaranta, com a mínim culturalment, al marge de la seva difícil
existència precisa i orgànica en aquells temps de dures i sagnants repressions
franquistes).
Si, per tal d'obtenir-ne una imatge més contrastada, simplifiquem encara
més el resum atapeït que acabo de fer, podríem destacar que en la configura-
ció de la cultura política popular i obrera als barris i les perifèries barceloni-
nes incidiren (deixant de banda, com estic fent. la penetració de formulacions
de base tradicionalista i catòlica):
a) republicanisme vuitcentista federal
b) lerrouxisme i nacionalisme republicà
c) CNT
Sóc ben conscient de la gran complexitat que s'amaga sota aquest esque-
ma. Fixem-nos sinó en això del 'republicanisme vuitcentista' i de la 'cultura
federal', amb aspectes que van molt més enllà del simple debat de programes
i manifestos de partit i que inclouen des de determinades popularitzacions de
literatura romàntica fins a fonamentals desconfiances envers la construcció
d'un Estat vist com a llunyà i amenaçador. Fixem-nos també en la problemà-
tica de l'interclassisme que gira a l'entorn d'aquella cultura republicana i obre-
ra, amb continguts més populars en l'esquerra i més d'élite o fins i tot burge-
sos en el cas de la dreta progressista i possibilista. En fi, el mateix republica-
nisme -en totes les seves variants, i especialment en el cas dels progressites i
zorrillistes o lerrouxistes-, també pel seu costat el mateix anarquisme i l'anar-
cosindicalisme, poden moure's abocats a l'agitació més cridanera i de carrer,
a la lluita més insurreccional i l'actuació enèrgica i rebel o bé poden defensar,
fins i tot en les més difícils circumstàncies, actuacions i actituds de negocia-
ció i presència social i política ordenada i 'constructiva'.
És clar per tant que en cap cas estic plantejant substituir les explicacions
històriques, amb la consideració de metodologies i mirades d'història social, i
en especial d'aquelles procedents de l'antropologia, la sociologia o la geogra-
fia urbana, per unes simples taules amb dades i indicadors entrecreuats. El
que sí crec és que un esforç de sistematització més precisa i el màxim d'ex-
haustiva possible a l'entorn d'entitats, associacions i informacions estadísti-
ques, pot ajudar-nos a tots plegats a bastir les anàlisis amb unes bases sòlides
i menys fugisseres que de costum2 .
Com ja he indicat en començar i en el mateix títol de la intervenció, malau-
radament no puc oferir sinó alguns fragments -i, aquests, encara, per corregir-
del programa de taules pre-fixat. Les mancances són tantes que fer-ne la rela-
ció em sembla fora de lloc. Simplement voldria destacar que he inclòs unes
165
poques relacions agrupades a l'entorn de: 1) dades de població; 2) vots repu-
blicans; 3) centres i locals diversos a Barcelona-ciutat. Potser és en aquest
darrer apartat on he procurat avançar més en la idea de l'entrecreuament de
dades, donat que he procurat començar a tenir en compte alhora els centres
dels republicans, dels sindicats, les cooperatives i les associacions de més
explícita voluntat cultural i recreativa i he intentat d'evitar-ne les repeticions
producte de canvis de nom o desaparicions més o menys forçades, tot procu-
rant de refer-ne la genealogia. He marcat com a períodes que m'han semblat
significatius 1875-1895, 1896-1906, 1907-1923, 1923-1930, 1930-1931, a
l'espera d'introduir tant la cronologia anterior a 1875 com la posterior al 1931.
Ho he agrupat per districtes els resultats electorals i he volgut avançar més en
la consideració del barri en el cas de les taules de centres i locals de sociabili-
tat popular -encara que en un cas i altre em caldrà polir força la distribució.
Adverteixo ja ara que la consideració i anàlisi electoral per seccions -que no
per districtes- em sembla del tot punt necessari per a avançar significativament
en la comprensió del comportament i la cultura política popular i la seva inte-
rrelació amb el barri i l'espai urbà viscut. Malauradament això ens obliga a
anar a les fonts directes i el procés de feina, com tot el que aquí estic comen-
tant, és extraordinàriament lent. Com ja he dit, ofereixo algunes dades dels
barris de Barcelona-ciutat i per tant encara no he entrat pròpiament en les
perifèries externes als límits administratius del municipi actual de Barcelona
producte de les famoses agregacions de tombants dels segles XIX-XX.
Amb una provisionalitat plenament justificada, crec que, vistos els resul-
tats -tant els que he pogut destil·lar en aquestes pàgines, com els que més en
brut tinc aplegats-, es poden avançar ja algunes consideracions.
S'observa una relativa -o forta, segons com es miri- estabilitat del vot repu-
blicà fins i tot els anys 90 a la ciutat en conjunt i en els districtes. Això malgrat
un seguit i endèmic procés de canvis en les sigles, les aliances canviants i les rei-
terades crisis internes. A destacar que, en tot cas, on hi ha més oscil·lacions -i de
fet més abstenció- és als barris més populars i obrers, com la Barceloneta o les
Drassanes, per exemple amb una punta molt acusada el 1893.
Sense entrar ara en l'anàlisi detallada dels districtes electorals i la discussió
sobre la seva relativa unitat socioeconòmica, sembla confirmar-se el famós tema
de la configuració d'un 'centre' espacial i social de la ciutat, en tensió respecte
dels barris més populars i obrers, llançats per dir-ho així a la perifèria. Durant
força temps, amb anterioritat a les agregacions, la gradació existent -que he pro-
curat reflectir en l'esquema adoptat a les taules amb dades electorals- seguí la
següent cadència: 1) Audiència, Llotja; 2) Concepció, Universitat; 3) Institut,
Born; 4) la Barceloneta; 5) Dressanes, Hospital; 6) Hostafrancs. Cal tenir tan-
mateix en compte, i cada cop més, les perifèries a l'entorn de Sant Martí, Sant
Andreu i Sants. També, encara que amb una major complexitat social, hi hagué
166
el cas de Gràcia, una part de la qual tendí a entrar en la dinàmica del nou espai
central de la ciutat dels anys vint i trenta del segle XX.
Sens dubte, el republicanisme barceloní mantingué un important compo-
nent interclassista, la qual cosa explica la seva generalitzada presència en tots
els districtes. Tanmateix, no és difícil constatar una major força del republica-
nisme socialment més esquerrà i popular en els districtes i barris que he qua-
lificat de més perifèrics: en un primer moment al Raval, la Barceloneta, la
Ribera i, òbviament, Hostafrancs; aviat, fins i tot al marge de la unificació
administrativa, les 'noves' perifèries de Sant Martí, Sant Andreu, Sants i molts
dels barris de Gràcia.
Una hipòtesis a discutir i documentar és la de la força del federalisme els
anys vuitanta i en bona part dels noranta en els sectors i ambients més autòc-
tons i socialment estable del món popular de la ciutat. És en aquest sentit molt
significativa la gradació social del republicanisme federal que comencem a
entreveure a partir dels darrers i més recents estudis monogràfics: s'hi incloïa
des del professional liberal fins l'obrer d'ofici, passant pel jornaler i peó més
donat a l'agitació de carrer. Ara bé, també és ben constatable una creixent
implantació del progressisme cridaner als barris socialment més inestables de
la ciutat, com es ara la Barceloneta i Hostafrancs i, potser, el Poble Nou, a con-
trastar amb el component cada cop més senyor i assenyat del possibilisme en
la Barcelona vella. Fou sobre aquest triangle que es produí a principis del
segle el famós impacte del lerrouxisme, per més que aquest no fou sinó una
reformulació del republicanisme progressista cridaner d'una part del zorrillis-
me, que sabé assolir una forta visibilitat social i política donada la crisi fini-
secular del sistema de la Restauració a Catalunya.
De tota manera, és clar que no n'hi ha prou amb l'anàlisi electoral, per a
copsar la profunditat de la presència i impacte popular i obrer de tota aquesta
gradació republicana. Almenys cal recórrer als centres i la implantació de les
diverses famílies en el marc dels barris de la ciutat. És, com ja he esmentat, el
que he procurat de fer amb la tercera taula.
Tanmateix, com l'anàlisi de les abstencions -que he procurat incloure en les
taules de resultats electorals- posa en relleu, la participació electoral, inclosa
la dels sectors populars, ha de ser considerada com a una manifestació de par-
ticipació política força activa i hom pot sospitar raonablement que en una
societat com la de fa un segle bona part de la població romania al marge dels
mecanismes de vertebració política existents, especialment els electorals i els
del món polític més oficial -un món que no es estrany que fos vist com a aliè,
però també els que podien significar els sindicats o la militància obrera i popu-
lar. En un cas i altre, i per raons diferents, eren aquests uns móns que hom con-
siderava reservats per als homes que s'hi preocupaven i que tenien una certa
cultura alfabetitzada. Aquest segon aspecte crec que té un especial interès. No
167
hauríem d'oblidar, com sovint els historiadors fem, els molts retrets de les
militàncies a l'atonia de la major part de la societat i el seu sentiment d'a-
parèixer com a herois forçats. Les altes xifres de l'abstenció, els retrets i les
grans dificultats a mantenir l'associacionisme sindical i cooperatiu, en el fons
ens poden situar en la pista de les complexes relacions entre les militàncies
obreres i populars i les intenses conjuntures de mobilització política i social
generalitzada. Tot plegat fins i tot al marge de la incidència, certa, de les múl-
tiples i dures repressions imposades per les autoritats i l'ordre burgès.
Hi ha una paradoxa aparent: la forta abstenció electoral i la 'poca' mobilit-
zació política als barris més populars i les perifèries. Cal tenir ben en compte
que, en general, l'abstenció fou especialment elevada, sols amb alguna excep-
ció a l'entorn d'uns pocs moments d'alta mobilització social: el 1891-1893,
1903 i 1907, el 1931, per exemple. I que quan hi ha mobilització social, la gent
va més a votar, com es posa de manifest per exemple en 1919, malgrat la
imponent presència i mobilització sindical de la població i, en contra d'algún
tòpic, com ja fa anys es pogué constatar per als trenta, en temps de la Segona
República, gràcies als treballs de Mercè Vilanova. Ara bé, de forma continua-
da seran els barris centrals -i en gran mesura els espais més centrals i estables
de tots els barris- els que entren en el joc electoral (i més àmpliament la mobi-
lització social i política ordenada) i l'abstenció, si la poguéssim treballar sec-
ció a secció, ens donaria moltes informacions sobre la tensió entre espais i
grups del conjunt dels sectors populars. En tot cas, cal també adonar-se'n que
els moviments a l'entorn d'aquesta no trenquen les proporcions entre uns llocs
i altres: l'espai més central de la ciutat (aquell que va del eix més senyor de
Ciutat Vella fins Gràcia) són sempre els que més accepten el joc polític i les
perifèries -les clares, per exemple la Barceloneta, Hostafrancs, o el Poble Sec,
i les que poden aparèixer amagades dins Ciutat Vella, com el Raval o el barri
de Santa Caterina i Sant Pere de les Puelles, o dins el terme de Sant Martí de
Provençals-, les perifèries, dic, sempre voten menys.
Les qüestions i aspectes a discutir poden ser molts i no és ara el moment
de fer-ho, per més que crec que les línies fonamentals a considerar haurien de
tenir a veure amb la immigració, les manques de burgesies locals en les pobla-
cions del Pla autòctones i potents i el trencament del tòpic que tendeix a sim-
plificar la visió de les perifèries, tot suposant una homogeneïtat de classe en
determinats barris. Espero, en qualsevol cas, que una aproximació atenta a les
taules que he inclòs permetin d'animar a treballar més i, potser, a entrar en
aquesta mena de qüestions.
Les taules -insisteixo, a corregir i completar- són:
168
I. NOMBRE D'HABITANTS. EVOLUCIÓ EL 1860-1936.
I.1. Els Districtes de Barcelona i el Pla, 1860-1930
I.2. Una primera corona comarcal perifèrica, 1860-1936
I.3. La segona corona de ciutats intermèdies, 1860-1936
169
TAULA I. NOMBRE D'HABITANTS. EVOLUCIÓ EL 1860-1936.
I. 1. ELS DISTRICTES DE BARCELONA I EL PLA, 1860-19303
1900
TAULA I. 1860 1870 1877 1887 1910 1920 1930
1901
Llotja
PJ Llotja (II,III). 38.778
Audiència
PJ Audiència (II,
III, IV). 71.405
D III. 43.433 39.298 43.612
Institut DII 56.881 54.012 61.596
Dressanes
PJ Dressanes(V). 31.263
DV. 59.468 55.547 69.635
PJ Sud (V, VII). 47.673
170
Sant Gervasi 5.146
(1897). 5.141
D VIII. 49.409 61.839 78.233
171
I. 2. UNA PRIMERA CORONA COMARCAL PERIFÈRICA, 1860-19365
172
I. 2. LA SEGONA CORONA DE CIUTATS INTERMÈDIES 1860-1936.
Sigles:
cr: coalició republicana
f: federals
fr: fusió republicana
n: republicans nacionals (Sol i Ortega)
p: possibilistes
pr: progressistes
o: orgànics
rev: candidatura revisionista procés Montjuïc
ur: unió republicana
173
II. 1. VOTANTS REPUBLICANS A LES ELECCIONS LEGISLATI-
VES A BARCELONA I EL PLA, EL 1869-1873:
174
I. 2. VOTANTS REPUBLICANS A LES ELECCIONS LEGISLATI-
VES A BARCELONA I EL PLA, EL 1876-1893:
175
D2 669p 96p 42p 58 39p
76,8 77,7 69,6 56,2 75,0
Born 186cr1 269*ur
117cr 65p
240* 322*
76,7
Barcelo- 396*cr1 791*ur
neta 251cr 80p
487* 849*
77,3
D5 2.041 p* 222p 250p 108 95p
68,1 69,7 51,0 67,3 28,3
Dressanes 817*cr1 437*ur
461cr 127p
1.006* 488*
39,9
Hospital 462*cr1 921*ur
346cr 158p
606* 966*
66,7
Hosta- 587*cr1 1177*ur
francs 386cr 257p
802* 1285*
78,2
Gràcia/Afores
Gràcia
[5.219]fr
7.422*fr 7.395*fr
35 psoe 5 psoe
176
II. 1BIS. RESULTATS ELECTORALS LEGISLATIVES A BARCE-
LONA PROVÍNCIA (PRIMERA I SEGONA CORONES COMAR-
CALS) EL 1869-1873:
177
1876 1879 1881 1884 1886 1891 1893
Mataró 7p 13p 35p 1.016f 1.533f
394 psoe 306 psoe
3,0 9,0 24,0 30,0 3,0 51,1
Granollers 3.018f
36,0
Vilafranca 2.045f 4.153*f
31,2 22,9 43,6
Vilanova 2.644f 3.632f
31 psoe
33,7
178
D1 608* fr 369 n
Barceloneta/ ? rev 149 fr/f 330 cr 1.749 ur 1.132 cr
St. Martí- 509 252
Poblenou 75,7 49,1 69,1
D5 1.284 fr 854 n
Dressanes/ 139 rev 180 fr/f 369 cr 3.751 ur 2.351 ur
Hospital 1.114 281
81,3 63,8 78,3
D7 661 fr 237 n
Hostafrancs/ 59 rev 121 fr/f 495 cr 6.644 ur 4.245 ur
Sants/ 576 147
Les Corts 88,4 53,7 74,1
D8 344** n
Gràcia/ 388** fr/f 507 cr 3.708 ur 2.700 ur
St. Gervasi 381**
83,1 52,1 70,1
D9 631** n
St. Andreu/ 957** fr/f 468 cr 2.820 ur 2.034 ur
La Sagrera/ 653**
La Muntanya 82,7 54,2 69,4
D10 302** n
St. Martí-Clot/ 283** fr/f 472 cr 3.071 cr 2.207 cr
La Llacuna/ 287**
C. de l’Arpa/
El Poblet 81,3 52,7 67,3
Gràcia/Afores 30 psoe 2.483* fr
St. Adrià/ 363 pr
Horta/Sarria 162 f
153
179
II. 3 BIS. VOTANTS REPUBLICANS EN LES LEGISLATIVES DE
BARCELONA PROVÍNCIA, EN LA PRIMERA I SEGONA CORONES,
EL 1896-1905
180
D4 2.479 r 2.024 cr 1.498 cr 2.215 ce 1.611 cr 818 r 879 r
Concepció 6243 sc 2.507 uf
36,7 37,9 53,1 60,8 50,7 44,0 63,5 53,2
D6 4.150 r 3.392 cr 2.697 cr 4.038 ce 3.171 cr 1.461 r 2.053 r
Universitat 8.674 sc 4.079 uf
36,9 40,5 55,1 60,7 53,9 47,3 69,1 58,2
D2 2.983 r 2.124 cr 1.726 cr 2.527 ce 1.947 cr 891 r 1.173 r
Institut/ 5.602 sc 2.226 uf
Born 36,6 38,7 54,3 61,2 52,6 57,2 71,5 60,9
D1 3.032 r 1.985 cr 1.925 cr 2.501 ce 2.049 cr 734 r 886 r
Barceloneta. 2.196 sc 1.077 uf
St. Martí-
Poblenou. 44,9 49,1 65,0 69,5 64,8 58,3 82,1 71,2
D5 3.078 r 2.230 cr 2.500 cr 2.902 ce 2.342 cr 2.923 r 2.027 r
Dressanes/ 4.405 sc 2.269 uf
Hospital 49,1 52,7 61,9 63,3 60,8 64,6 63,4 68,1
D7 6.154 r 4.135 cr 3.638 cr 5.060 ce 4.684 cr 3.164 r 5.459 r
Hostafrancs/ 7.408 sc 3.605 uf
Sants/Corts 43,2 48,5 64,1 67,8 63,5 62,5 72,6 54,3
D8 2.677 r 2.239 cr 1.770 cr 2.788 ce 2.390 cr 828 r 860 r
Gràcia/ 6.453 sc 2.823 uf
St. Gervasi 38,4 42,4 54,3 60,6 51,1 50,4 73,4 60,4
D9 1.996 r 1.510 cr 1.154 cr 2.080 ce 1.726 cr 1.179 r 710 r
St. Andreu/ 3.499 sc 1.573 uf
La Sagrera/
La Muntanya 41,5 43,3 60,1 66,9 57,0 60,5 68,3 68,2
D10 2.621 r 1.899 cr 1.628 cr 2.388 ce 2.276 cr 1.013 r 1.476 r
St. Martí-Clot/ 2.351 sc 1.182 uf
La Llacuna/
C. de l’Arpa/
El Poblet 43,2 45,9 60,2 66,9 59,6 60,3 79,0 62,7
181
II. 4 BIS. VOTANTS REPUBLICANS EN LES LEGISLATIVES DE
BARCELONA PROVÍNCIA, EN LA PRIMERA I SEGONA CORONES,
EL 1907-1923
182
D1 Barceloneta, 2.670 ERC 9.669 ERC
Ciutat Vella 4.094 CR/S 2.346 PRR
1.104 EEF
38,4 37,0
D4 Dreta Eixample 4.023 ERC 9.064 ERC
2.311 CR/S 2.735 PRR
1.184 EEF
36,4 33,4
D8 Gràcia 4.754 ERC 11.357 ERC
3.037 CR/S 2.026 PRR
705 EEF
40,9 36,3
D6 Esquerra Eixample 4.027 ERC 7.013 ERC
1.460 CR/S 2.602 PRR
662 EEF
43,5 36,4
D3 Les Corts, Sarrià 1.763 ERC 4.575 ERC
564 CR/S 793 PRR
326 EEF
45,7 37,6
D5 Raval 4.476 ERC 12.260 ERC
3.440 CR/S 2.277 PRR
1.829 EEF
35,2 42,3
D2 Poble Sec, Montjuïc 4.371 ERC 9.584 ERC
3.314 CR/S 1.828 PRR
1.151 EEF
43,1 44,8
D7 Hostafrancs, Sants 5.430 ERC 13.546 ERC
3.299 CR/S 1.721 PRR
1.221 EEF
45,5 38,8
D9 St. Andreu, Horta 5.779 ERC 11.972 ERC
2.230 CR/S 1.264 PRR
1.181 EEF
54,8 43,4
D10 Sant Martí 2.943 ERC 9.343 ERC
3.464 CR/S 1.150 PRR
1.322 EEF
42,6 33,5
183
III. TAULA DE CENTRES I LOCALS REPUBLICANS, DE SINDI-
CATS, COOPERATIVES I D’ALTRES ASSOCIACIONS DE SIGNIFI-
CACIÓ LAICA I PROGRESSISTA A BARCELONA, 1875-1895, 1896-
1906, 1907-1923, 1923-1930, 1930-193117 .
Guió de la taula:
Barcelona
El Pi-Catedral- Santa Anna
Sant Just-Sant Jaume
Llotja-la Mercè
Santa Caterina-Sant Pere
Ribera
Fort-Pienc-Parc de la Ciutadella
Barceloneta
Raval-Dressanes
Raval-Hospital
Raval-Tallers
Raval-Sant Antoni
Esquerra Eixample –Sant Antoni
Poble Sec
Hostafrancs
Esquerra Eixample
Dreta Eixample
Horta
Horta-Vallcarca-el Coll
184
Gràcia
Gràcia-Camp d’En Grassot
Sarrià
Sants
Sants-Can Tunis
CLAUS USADES:
BARCELONA18
Barcelona 1875-1895
• Centre Federatiu de Societats Obreres de Barcelona (1875/1876-)
• Federació Local de la FTRE (1882-1888?)
• Centre de Maquinistes i Serrallers Mecànics (1890-)
• Societat de Maquinistes i Fogoners de Ferrocarrils (1891-)
• Unió de Societats Obreres (1893-)
• Societat de Teixidors de Seda de Barcelona i la seva Rodalia (1893-)
185
Barcelona 1896-1906
Barcelona 1907-1923
Barcelona 1923-1930
Barcelona 1930-1931
• Agrupació Pro-Cultura Faros. (1930-)
EL PI-CATEDRAL-SANTA ANNA19
el Pi- Catedral-Santa Anna 1875-1895
• Cercle Democràtic Barcelonès (1882-1884...)
• Societat d’Obrers Fusters de Barcelona (1887-)
• Centre Republicà Democràtic Federal ([1881] 1889-1899). Acollí una acti-
va Joventut Federal Propagandista de Barcelona (1890-).
• Societat d’Oficials Picapedrers ‘L’Aliança’ (1889-) [Cf. també el Raval-
Sant Antoni]
• Centre [o Casino] Federal Demòcrata [o Democràtic] de Barcelona (1890-
1892)
• Casino del Centre Republicà (1890-, 1893-) [ Passà a Tallers-Sant Antoni]
• Centre Republicà Històric de Barcelona (1890-)
• Societat de Manyans d’Obra de Barcelona i la seva Rodalia (1890-) [Cf.
també el Raval-Sant Antoni]
• Cercle Republicà Històric [de Catalunya] (1891-, 1893...)
• Centre d’Obrers Fusters (...1892...)
• Societat de Manyans Mecànics de Barcelona i la seva Rodalia (1893-). [
Cf. Centre de Manyans Mecànics de Barcelona (1887-), Sant Just-Sant
Jaume, i Societat d’Obrers Serrallers Mecànics de Barcelona i Voltants
(1895-), Santa Caterina-Sant Pere]
• Cercle Republicà (1894-)
• Societat d’Oficials Carboners de Barcelona (1894-)
186
d’Obrers Serrallers Mecànics del Pla de Barcelona (1901- 1910)
• Centre d’Oficials Perruquers Barbers de Barcelona (1900-1901)
• Societat de Peons Paletes de Barcelona (1900-, 1900-)
• Cercle Democràtic Republicà Federal ([1881] 1900-). Passà a Centre Català
Republicà Federalista (1901, 1902, 1905...)[cf. també Dreta Eixample,
1902] Continuà la Joventut Federal Propagandista de Barcelona (1905-).
• Casino Republicà Democràtic Progressista [o Casino Progressista, o Cercle
Republicà Progressista] (1901-1905...). Acollí una Joventut Republicana
(1902-1909)
• Centre de Fusió Republicana (... 1901...)
• Centre Català Republicà Federalista (1901, 1902, 1905...)[cf. també Dreta
Eixample, 1902] Continuà la Joventut Federal Propagandista de Barcelona
(1905-).
• Societat d’Obrers Fusters de Barcelona (1901-)
• Federació Local de Federacions Obreres de Barcelona i Voltants (1902-)
• Cercle Republicà Autonomista (1902-)
• Federació de Societats Obreres Metal.lúrgiques de Barcelona (1903-
1905). Al mateix lloc: Societat d’Obrers Constructors de Bàscules i Cai-
xes de Cabals (1903-)
• Cooperativa ‘La Mercantil’ (1903-, 1912)
• Cooperativa del Cercle Barcelonès d’Obrers (1904...)
• Tertúlia Republicana Progressista (1904-1910)
187
Constructors Mecànics (1912-) i Associació Obrera d’Arts i Oficis i
Professions de Barcelona (1913-)
• Joventut Republicana Nacionalista (1915-)
• Casal Democràtic Nacionalista (1919-)
• Sindicat Lliure Professional Mercantil (1921-1927...). També: Corpora-
ció General de Treballadors Unió de Sindicats Lliures (1921-1924), SLP
del Ram de l’Aliment (1921-), SLP de Pintors (1921-), SLP d’Arts Grà-
fiques (1921-1930...), SLP de Pelleters (1921-1927...), SLP de Treballa-
dors de les Làmpares Elèctriques (1921-1927...), SLP de Porters i Sere-
nos de Fàbrica (1921-1922), SLP de Barbers i Perruquers (1922-
1927...), SLP de Productes Químics (1922-), SLP de Flequers (1922-
1932...), SLP de Cristallers i Similars (1922-), SLP de Fusters (1922-
1927...), SLP de Cansaladers (1922-), SLP de Vaquers (1922-1932..)
• Sindicat Lliure dels Ferrocarrils Espanyols (1921-1927...)
188
SANT JUST-SANT JAUME20
Sant Just-Sant Jaume 1875-1895
• Centre Democràtic Federalista [aviat Centre Republicà Democràtic Fede-
ralista] (1881-1889). [Passà a el Pi-Catedral-Santa Anna, 1889-]
• Centre [o Cercle] Democràtic Progressista (1882-) [ Passà a el Pi-Catedral-
Santa Anna, 1885-1888]
• Cercle Barcelonès Obrer (1887-)
• Centre de Manyans Mecànics de Barcelona (1887-) [Cf. Societat de
Manyans Mecànics de Barcelona i la seva Rodalia (1893-), el Pi-Catedral-
Santa Anna , i Societat d’Obrers Serrallers Mecànics de Barcelona i
Voltants (1895-), Santa Caterina-Sant Pere]
• Tertúlia Democràtico-Progressita (1887-, 1891...)
• Casino d’Euterpe ([1850’] 1888-)
• Unió de Gravadors a Cilindres per a Estampats ([1887]1888-). [Cf. Santa
Caterina-Sant Pere]
• Societat Metal.lúrgica ‘El Progrés’ de Barcelona i la seva Rodalia (1892-)
• Centre Provincial Republicà Progressista (1894-)
• Joventut Republicana Democràtica Progressista (1894-)
189
Sant Just-Sant Jaume 1907-1923
• Ateneu Obrer del Districte III (Associació ‘L’Eura’) (1907)
• Unió Republicana Autonomista del Districte III (1907, 1908)
• Centre Radical Republicà del Districte III (1908-1922, ...). [Passa a Pi-
Catedral-Santa Anna]. Impulsà la Joventut Radical Republicana (1908-)
• Joventut Radical Republicana (1908-, 1914-1916, -1918). Cf. Joventut d’A-
vantguarda Radical (1918-1922, ...)
• Els Descamisats (1909-1910)
• Centre Nacionalista Republicà del Districte III (1910-1912). Passa a Ateneu
Nacionalista Republicà (1913-)
• Centre d’Unió Federal Nacionalista Republicana del Districte III (1911-)
• Casino Radical (1912-1913)
• Casino Republicà Progressista (1912-). Passa a Centre Republicà Reformis-
ta del Districte III (1912-1914)
• Unió Nacionalista Radical (1913-)
• Bloc Republicà Autonomista (1915-)
• Centre Republicà... (1916)
• Joventut d’Avantguarda Radical (1918-1922, ...). Cf. Joventut Radical
Republicana (1908-, 1914-1916, -1918).
• Sindicat Lliure Regional (1920) [Passa a el Pi-Catedral-Santa Anna]
• Federació Regional de Societats y Sindicats Obrers de Catalunya (UGT)
(1922-) Al mateix lloc: Joventut Socialista (1922-), Societat Obrera de
Fonedors Tipogràfics i Similars (1923-1925), Societat d’Obrers Armers
(1923-1930)
190
LLOTJA-LA MERCÈ21
Llotja-la Mercè 1875-1895
• Societat de Carreters de Barcelona ‘El Primer de Maig’ (1890-). Passà,
sempre al mateix lloc, a Cercle de la Secció de Conductors de Carros de
Barcelona i la seva Rodalia (1891-), Societat Recreativa i Instructiva de
Transportistes de Barcelona (1892-). Acollí també la Societat de Mossos
de Carruatges de Barcelona i la seva Rodalia (1893-)
• Joventut Republicana Federal de Barcelona (1890-). En el mateix lloc: Cen-
tre de Talladors Sastres de Barcelona (1890-) i Societat de Jornalers Sas-
tres ‘El Pacte’ (1890-)
• Centre de Talladors Sastres de Barcelona (1890-). Al mateix lloc: Socie-
tat de Jornalers Sastres ‘El Pacte’ (1890-)
• Associació de Dependents de Duana (1890-)
• Societat de Cambrers de Barcelona ‘La Lliga’ (1891-)
• Centre d’Obrers Confiters i Pastissers (1892-). [Cf. també el Raval-Dres-
sanes]
• Associació de Mestres Sabaters de Barcelona ‘La Unió’ (1893-)
• Casino Republicà Progressista de Barcelona (1893-)
191
de Barcelona ‘La Cosmopolita’ (1909-) i Associació d’Obrers en Vidre
de Barcelona i Voltants (1909-)
• Centre Radical Republicà del Districte III (1908-1922, ...). Impulsà una
Joventut Radical Republicana (1908-) [Cf. Sant-Just-Sant Jaume]
• Societat d’Obrers Cistellers L’Oest (1910-1911). Al mateix lloc: Societat de
Bastaixos de Carbó ‘La Fraternitat’ (1910-), Societat d’ Obrers Pintors de
Cotxes ‘La Nova Unió’ (1910-), Societat de l’Art Tèxtil (1910-), Federació
d’Obrers Pintors Decoradors de Barcelona i Província (1910-), Societat de
Constructors de Cotxes i Carrosseries d’Automòbils (1910-), Societat d’O-
brers de la Contracta del Dic de l’Est (1910-)
192
1931-): Mercè 19.
• Sindicat Únic del Transport de Barcelona i el seu Radi (1931-). També:
Societat de Mossos d’Equipatges dels Molls de Barcelona (1931-1932)
• Mutualitat Obrera Catalana (1931-)
• Grup Socialista de la Casa del Poble (1931-). Al mateix lloc: Gràfica
Socialista de Barcelona (1931-) i Federació Local Socialista (1931-
1933..). També: Sindicat Obrer de Productes Químics (1931-), Sindicat
de Cotxers, Palafreners i Similars de Cotxes Fúnebres (1931-), Unió
General de Dependents de Companyies i Agències Marítimes (1931-).
193
Districte de l’Institut (1898-)
194
• Ateneu Obrer del Districte II (1904-1923, 1931-, 1921.1934)
• Centre Instructiu Obrer de Barcelona (1907 )
• Fundació [o Institutció] Horaciana (1907-)
• Unió del Ram de l’Aigua i Art Fabril (1907-1910)
• Lliga Federal (-1907). Cf. Centre de la Federació Republicana del Distric-
te II (1907-)
• Centre Republicà Democràtic Federal del Districte II (-1907). Cf. Centre de
la Federació Republicana del Districte II (1907-).
• Centre de la Federació Republicana del Districte II (1907-, 1916, 1920-
1923, 1931). Cf. Lliga Federal (-1907) i Centre Republicà Democràtic
Federal del Districte II (1895-1907). Cf. Centre d’Esquerra Republicana del
Districte IV (1931) [Cf. també la Ribera]
• Associació Obrera Nacionalista ‘Metralla’ (1908-1910)
• Centre Republicà Autonomista del Districte II (1908-1911). Cf. Centre
Radical Autonomista del Districte II (1911-)
• Societat de Cabrers de Barcelona (1908-)
• Joventut Radical Federal del Districte II (1908-)
• Ateneu Humanitat (1909-1925)
• Centre Nacionalista Republicà del Districte II (1910-)
• Centre Federal de Barcelona (1910-)
• Cooperativa ‘La Reforma’ (1910-)
• Societat d’Obrers Pelleters (1910-)
• Centre Radical Autonomista del Districte II (1911-). Cf. Centre Republicà
Autonomista del Districte II (1908-1911).
• Societat d’Oficials Matalassers (1911-)
• Associació de Professors Racionalistes (1911-)
• Institut Teosòfic d’Educació Integral i Harmònica (1911-1931)
• Joventut Fraternal del Districte II (1912-)
• Federació Nacional de Ferroviaris Espanyols. Secció Barcelona-Nord
(1912-)
• Federació Sindical d’Obreres (1912-1934...)
• Cercle Reformista (1914-)
• Centre Obrer Aragonès (1914-1943)
• Centre Republicà Aragonès [aviat Centre de la Joventut Republicana Aragone-
sa] (1915-1919,1922-, 1930]. Cf. Casa de la Democràcia Aragonesa (1930).
• Ateneu Republicà Català del Districte II (1915-)
• CENTRE OBRER [CRT DE CATALUNYA] (1916-, 1923-): Societat
d’Obrers de Begudes i Gasoses i Similars (1916-), Sindicat de Soldadors
i Similars (1916-), Societat d’Obrers Espardenyers i... ‘Emancipació’
(1916-), Sindicat de Paletes i Peons de Barcelona i el seu Radi (1917-),
Societat d’Obrers de Fàbriques de Gomes i Amiants (1918-), Societat
195
d’Empedradors ‘La Igualtat’ (1918-), Sindicat del Ram de la Metal.lúr-
gia de Barcelona (1918-1922, 1922-), Sindicat del Ram de la Pell (1918-,
1922-) , Sindicat Únic d’Obrers del Ram de Gas, Aigua i Electricictat
(1919-), Sindicat del Ram d’Elaboració de Vidre (1922-), Federació
Local de Sindicats Únics de Rams i Indústries (1924-)
• Ateneu Fènix (1917-)
• FEDERACIÓ OBRERA CATÒLICA (1918-): Agrupació Professional
Ferroviària de Barcelona Nord (1918-), Sindicat Catòlic de l’Art Tèxtil
de Catalunya (1920-), Unió Professional d’Obreres del Ram de la Con-
fecció de Flors Artificials (1920-), Unió Professional d’Obrers Pelleters
(1920-), Unió Professional d’Oficis Varis (1920-1926), Unió Professional
d’Obrers Mecànics, Metàl.lics i Annexos (1924-)
• Unió de Societats Corals i Orfeó Clavé (1919-)
• Sindicat d’Empleats de Banca i Borsa (1919-1927)
• Ateneu de Concentració Republicana del Districte II (1922-1933)
• Banc Cooperatiu Barceloní (1922-)
• Sindicat General de Tècnics de Catalunya (1922-)
• Sindicat Únic Mercantil (1922-)
• Ateneu Socialista (1923-)
• UNIÓ SOCIALISTA DE CATALUNYA (1923-)
196
Sta. Caterina-St. Pere 1930-1931
• Ateneu Obrer del Districte II (1904-1923, 1931-, 1921-1934)
• Ateneu Polytechnicum (1924-1939, 1927-1936 ...)
• Sindicat de l’Art Rodat de Barcelona i el seu Radi (1929-1931)
• Casa de la Democràcia Aragonesa (1930). Cf. Centre Republicà Aragonès
[aviat Centre de la Joventut Republicana Aragonesa] (1915-1919,1922-,
1930).
• Centre Català Republicà del Districte IV (1931)
• Centre Català d’Esquerres del Districte IV (1931)
• Centre d’Esquerra Republicana del Districte IV (1931). Cf. Centre de la
Federació Republicana del Districte II (1907-, 1916, 1920-1923, 1931) i
Lliga Federal (-1907) i Centre Republicà Democràtic Federal del Districte
II (-1907). [Cf. també la Ribera]
• Ateneu Popular del Districte IV (1931). Cf. Ateneu Popular d’Estudis
Socials (1924-).
• Ateneu Obrer Instructiu (1931-)
• Penya Republicana del Districte IV (1931-)
• Ateneu Democràtic Republicà del Districte I (1931-)
LA RIBERA23
La Ribera 1875-1895
• Societat Fraternal d’Oficials Fusters (1888-)
• Centre Cosmopolita (1888-)
• Joventut Democràtica Lliurepensadora (1888-)
• Societat d’Obrers Galoners i Passamaners de Barcelona i la seva Roda-
lia (1890?) [Cf. també el Raval-Tallers]
la Ribera 1896-1906
• Unió d’Oficials Esterers de Barcelona (1900-1905)
• Societat d’Obrers Fusters de Barcelona i Contorns (...1901...1902...)
• Club Republicà Democràtic Federal ‘Els Girondins’ (1901-1905...). [Cf.
també Llotja-la Mercè i Santa Caterina-Sant Pere]
• Cercle (o Centre) Republicà Fraternal del Districte II (1903/1904-1923)
[Cf. també Santa Caterina-Sant Pere]
la Ribera 1907-1923
• Ateneu Obrer de Barcelona (1882-1930’) [Cf. el Raval-Dresanes, el Raval-
Tallers i Santa Caterina-Sant Pere]
• Centre de la Federació Republicana del Districte II (1907-, 1916, 1920-
197
1923, 1931). Cf. Lliga Federal (-1907) i Centre Republicà Democràtic
Federal del Districte II (-1907). Cf. Centre d’Esquerra Republicana del Dis-
tricte IV (1931) [Cf. també Santa Caterina-Sant Pere]
• Agrupació Federal del Districte II (1907-)
• Unió Ferroviaria. Secció Catalana (1910-). Al mateix lloc: Centre Repu-
blicà Democràtic Socialista (1912-)
• Unió d’Oficials Escombriaires de Barcelona i Radi (1911-). Cf. Unió
d’Oficials Escombrers, Esparters, Estorers i Similars (1926-)
• Joventut Republicana de Barcelona (1913/1914...)
• Agrupació Lliurepensadora del Districte II (1914-)
La Ribera 1923-1930
• Ateneu Obrer de Barcelona (1882-1930’) [Cf. el Raval-Dresanes, el
Raval-Tallers i Santa Caterina-Sant Pere]
• Centre de la Federació Republicana del Districte II (1907-, 1916, 1920-
1923, 1931). Cf. Lliga Federal (-1907) i Centre Republicà Democràtic
Federal del Districte II (-1907). Cf. Centre d’Esquerra Republicana del Dis-
tricte IV (1931) [Cf. també Santa Caterina-Sant. Pere]
• Cooperativa de Carregadors i Descarregadors de Cotó per a la Construcció
de Cases Barates (1925-)
• Unió d’Oficials Escombrers, Esparters, Estorers i Similars (1926-). Cf.
Unió d’Oficials Escombriaires de Barcelona i Radi (1911-)
• Cooperativa del Centre Obrer Aragonès (1927-)
La Ribera 1930-1931
• Ateneu Obrer de Barcelona (1882-1930’) [Cf. el Raval-Dresanes, el
Raval-Tallers i Santa Caterina-Sant Pere]
• Centre de la Federació Republicana del Districte II (1907-, 1916, 1920-
1923, 1931). Cf. Lliga Federal (-1907) i Centre Republicà Democràtic
Federal del Districte II (-1907). Cf. Centre d’Esquerra Republicana del Dis-
tricte IV (1931) [Cf. també Santa Caterina-Sant Pere]
• Centre d’Esquerra Republicana del Districte I (1931-)
• Federació Nacional de la Indústria Ferroviària (1931-) [Cf. Unió Ferro-
viària. Secció Catalana (1910-) ]
FORT-PIENC-PARC DE LA CIUTADELLA24
FortPienc-Parc 1875-1895
• Centre Republicà Demòcrata Unionista (1891-) [Al mateix lloc: Societat de
Tintorers de Seda de Barcelona (3 set 1893-)]
• Centre d’Unió Republicana del Districte II (1893-1894...)
198
• Cercle de la Unió Constitucional Republicana del Districte II [ o del 2on
Districte de Sant Martí de Provençals] (1894-1903)
• Cooperativa ‘L’Atrevida Martinenca’ (1894/1896-1923) [Cf. també el Clot]
Passà a Unió de Cooperadors de Fort Pius ‘Atrevida Martinenca’ i ‘Fidel’
(1928-).
FortPienc-Parc 1896-1906
• Cercle de la Unió Constitucional Republicana del Districte II [ o del 2on
Districte de Sant Martí de Provençals] (1894-1903)
• Cooperativa ‘L’Atrevida Martinenca’ (1894/1896-1923) [Cf. també el Clot].
Passà a Unió de Cooperadors de Fort Pius ‘Atrevida Martinenca’ i ‘Fidel’
(1928-).
• Cooperativa del Parc (1900-)
• Cercle Republicà Obrer Progressista (1902-). Cf. Centre d’Unió Republica-
na del Districte II (1893-1894...)
• Ateneu Republicà Radical de la Barriada del Fort Pius (1903). Cf. Ateneu
Republicà Instructiu del Fort Pius (1903-1911) i Ateneu Republicà Radical
del Fort Pius (1911-1923)
• Ateneu Republicà Instructiu del Fort Pius (1903-1911). Cf. Ateneu Repu-
blicà Radical del Fort Pius (1911-1923)
• Foment Instructiu i Recreatiu del Districte I (1903-). Cf. Foment Republicà
Instructiu del Districte Xè (1903) i Centre d’Unió Republicana del Districte
Xè (1903-1910)
• Foment Republicà Instructiu del Districte Xè (1903). Cf. Foment Instructiu
i Recreatiu del Districte I (1903-) i Centre d’Unió Republicana del Distric-
te Xè (1903-1910)
• Centre d’Unió Republicana del Districte Xè (1903-1910). Cf. Foment Ins-
tructiu i Recreatiu del Districte I (1903).
• Cooperativa ‘La Fraternitat Martinenca’ (9 febrer 1904-)
FortPienc-Parc 1907-1923
• Cooperativa ‘L’Atrevida Martinenca’ (1894/1896-1923) [Cf. també el Clot].
Cf. Unió de Cooperadors de Fort Pius ‘Atrevida Martnenca’ i ‘Fidel’ (1928-)
• Ateneu Republicà Radical de Fort Pius (1911-1923). Cf. Ateneu Republicà
Instructiu del Fort Pius (1903-1911).
• Ateneu Republicà Instructiu del Parc (1905/1906-, 1907 )
• Centre Radical del Parc (1909) Cf. Fraternitat Republicana Radical del
Parc (1909/1910-)
• Joventut Autonomista Radical de Districte I l (1909-)
• Joventut Republicana Radical del Parc (1909-)
• Fraternitat Republicana Radical del Parc(1909/1910-) Cf. Centre Radical
199
del Parc (1909).
• Centre Republicà Radical Instructiu ‘Guttenberg’ (1911-)
FortPienc-Parc 1923-1930
• Unió de Cooperadors de Fort Pius ‘Atrevida Martnenca’ i ‘Fidel’ (1928-).
Cf. Cooperativa ‘L’Atrevida Martinenca’ (1894/1896-1923) i Cooperativa
‘L’Atrevida Martinenca’ (1894/1896-1923).
FortPienc-Parc 1930-1931
• Agrupació Republicana Democràtica Federal de Sant Martí de Provençals
(1931-)
BARCELONETA
Barceloneta 1875-1895
• Cooperativa Obrera ‘La Fraternitat’ (1879-)
• Casino Republicà Progressista de la Barceloneta (1883-). Cf. Casino Repu-
blicà de la Barceloneta (1883, 1891, 1903...1920’)
• Ateneu –o Centre- del Marquès de la Mina (1885-, 1921-, 1931-)
• Casino Republicà de la Barceloneta (1883, 1891, 1903...1920’) . Cf. Casino
Republicà Progressista de la Barceloneta (1883-).
• Societat de Fusters de Riba del Port de Barcelona (1890-)
• Societat de Carregadors, decarregadors i Estibadors de Fusta del Port
de Barcelona (1890-)
• Societat de Mariners Treballadors del Port de Barcelona (1890-, 1903-
1910)
• Societat d’Oficials Fusters del Port (1891-)
• Societat Lliurepensadora ‘El Fènix’ (1892-)
• Casino Artesà (1892-1901, ...)
• Associació de Maquinistes i Fogoners de Ferrocarrils ‘La Tracció’
(1893-)
• Joves Federals de la Barceloneta (1895-, 1903...)
Barceloneta 1896-1906
• Cooperativa Obrera ‘La Fraternitat’ (1879-)
• Casino Republicà de la Barceloneta (1896-, 1903-, 1929, ...). Cf. Casino
Republicà Progressista de la Barceloneta (1883-)
• Ateneu –o Centre- del Marquès de la Mina (1885-, 1921-, 1931-)
• Societat de Mariners Treballadors del Port de Barcelona (1890-, 1903-
1910)
200
• Casino Artesà (1892-1901, ...)
• Associació de Maquinistes i Fogoners de Ferro ‘La Tracció’ (1893-)
• Joves Federals de la Barceloneta (1895-, 1903...)
• Casino de Fusió Republicana-Barceloneta (1899-)
• Societat de Bastaixos Autoritzats de Barcelona i Radi (1900-1901)
• Cooperativa d’Obrers ‘El Segle XX’ (1901-, 1903-1904 ...1930)
• Centre Cooperatiu de Pescadors de Barcelona (1901- 1904 ...1945)
• Societat de Fogoners Marítims ’La Raó’ (1901-1911)
• Associació d’Obrers Mariners i Similars de Barcelona (1901-)
• Sindicat Obrer del Ram de Fonda Marítima de Barcelona (1902-)
• Cooperativa ‘La Victòria’ ( 1903-1912...)
• Centre Cooperatiu Industrial (1904-)
• Centre Instructiu Obrer de la Barceloneta ( 1904-, 1907...1912...) Cf. Cen-
tre Republicà Radical Instructiu del Districte I (1912-)
• Sindicat Marítim del Port de Barcelona (1904-1910)
• Centre Republicà Democràtic Federalista de la Barceloneta (1905-1911)
• Societat de Treballadors de Transport d’Equipatges del Port de Barce-
lona ‘La Unió’ (1905-)
• Societat d’Obrers Carregadors i Descarregadors de Carbó Mineral i
Gen. del Port ‘La Defensa’ (1906-)
• Societat d’Obrers Carregadors i Descarregadors i Estibadors de Fustes
‘La Col.lectiva’ (1906-). Cf. Societat de Descarregadors i Estibadors de
Fustes de Barcelona (1910-1931)
• Agrupació Lliurepensadora de la Barceloneta (1906-)
Barceloneta 1907-1923
• Cooperativa Obrera ‘La Fraternitat’ (1879-).
• Casino Republicà de la Barceloneta (1883, 1891, 1903...)
• Ateneu –o Centre- del Marquès de la Mina (1885-, 1921, 1931-)
• Societat de Mariners Treballadors del Port de Barcelona (1890-, 1903-
1910)
• Cooperativa d’Obrers ‘El Segle XX’ (1901-, 1903-1904 ...1930)
• Centre Instructiu Obrer de la Barceloneta ( 1904-, 1907...1912...) Cf. Cen-
tre Republicà Radical Instructiu del Districte I (1912-)
• Societat Econòmica Radical Socialista (1907-...1908...)
• Centre Nacionalista Republicà de la Barceloneta (1907-)
• Centre Republicà Autonomista de la Barceloneta (1907-1910)
• L’Avantguarda Obrera (1908-)
• Societat de Calafats i Fusters del Port de Barcelona (1908-1917)
• Centre Republicà Català de la Barceloneta (1909-)
• Joventut d’Avantguarda[ o Avantguardista] Radical de la Barceloneta
201
(1909-)
• Joventut Radical de la Barceloneta (1909-)
• La Piqueta [El Picot?] (1909-1910)
• Societat de Descarregadors i Estibadors de Fustes de Barcelona (1910-
1931). Cf. Societat d’Obrers Carregadors i Descarregadors i Estibadors
de Fustes ‘La Col.lectiva’ (1906-).
• Societat d’Obrers Descarregadors de Blat i altres Cereals del Port
(1910-, 1921-)
• Ateneu Republicà Pi i Margall (1910-, 1912 ... 1913... 1914...1915..., 1931-)
• Kosmophilo (1911-)
• Societat d’Obrers Constructors de Calderes i Muntatges de Ferro (1911-)
• Fraternitat Radical Instructiva –Casa del Poble- del Somorrostro (1911-
1923/24)
• Centre Republicà Radical Instructiu del Districte I (1912-),. Cf. Centre Ins-
tructiu Obrer de la Barceloneta . (1907)
• Cooperativa ‘Joventut Pescadora’ (1911-, 1912)
• Societat d’Obrers Fogoners i Mariners de Barcelona ‘La Naval’ (1912-
1930,...)
• Secció Cooperativa del Casino Republicà de la Barceloneta (1913)
• Cooperativa Col.lectiva Obrera ‘La Salvació Fraternal’ (1913-1916)
• Ateneu de Cultura de la Barceloneta (1913-, 1931-)
• Unió femenina de Barcelona (1913)
• Centre Republicà Reformista de la Barceloneta (1913-)
• Federació d’Obrers de la Navegació i Transports d’Espanya (1914)
• Societat d’Obrers Fusters de Ribera i Calafat ‘La Reformista Naval’
(1915)
• Cooperativa ‘La Modèstia’ (1915-)
• Sindicat d’Obrers del Port de Barcelona i el seu Radi (1916-)
• Unió Obrera de Fusters de Ribera i calafats del Port de Barcelona
(1917-1918)
• Sindicat de Treballadors de les Obres del Port de Barcelona (1918)
• Centre Obrer Instructiu ‘La Marina’ (1919-)
• Casa del Poble de Somorrostro (1919-)
• Societat d’Obrers de Càrrega i Descàrrega de Cereals i Altres Gèneres
del Port de Barcelona (1921-)
• Sindicat Únic Regional de Transports Marítims, Terrestres i Similars de
Catalunya (1922-)
Barceloneta 1923-1930
• Cooperativa Obrera ‘La Fraternitat’ (1879-)
• Casino Republicà de la Barceloneta (1883, 1891, 1903... 1920’)
202
• Cooperativa d’Obrers ‘El Segle XX’ (1901-, 1903-1904 ...1930)
• Societat d’Obrers Fusters al Port de Barcelona ‘La Unió’ (1928-)
• Casino Cultural Marquès de la Mina (1929-). Hostatja la Fraternitat Repu-
blicana Radical de la Barceloneta (1930-)
Barceloneta 1930-1931
• Cooperativa Obrera ‘La Fraternitat’ (1879-)
• Casino Republicà de la Barceloneta (1883, 1891, 1903... 1920’)
• Cooperativa d’Obrers ‘El Segle XX’ (1901-, 1903-1904 ...1930)
• Centre d’Esquerra Republicana de la Barceloneta (1931-)
• Grup Socialista de la Barceloneta (1931-)
EL RAVAL-DRESSANES25
el Raval-Dressanes 1875-1895
• Centre Republicà Històric (1882-). [Passà a el Raval-Tallers (1882-)]
• Ateneu Obrer de Barcelona (1882-) [ Passà a el Raval-Tallers (1886-1920) i
la Ribera (1920-)]
• Institució d’Escoles Laiques (1883-). Cf. Cercle Obrer ‘La Regeneració’
(1885-1893).
• Cercle Obrer ‘La Regeneració’ (1885-1893). Cf. Institució d’Escoles Lai-
ques (1883-). Acull el Cercle Obrer de Barcelona (1888-) i una Societat
Instructiva (1892-)
• Societat d’Obrers Marbristes de Barcelona i Voltants (1888)
• Societat La Progressiva (1889-)
• Centre d’Obrers Flequers de Barcelona (1890-)
• Societat de Barreters, Armadors i Planxadors de Barcelona i la seva
Província (1890-) [Cf. també EE-Sant Antoni i el Raval-Hospital]
• Societat d’Oficials Sabaters de Barcelona ‘La Unió’ (1890-) [Cf. també el
Raval-Tallers i el Raval-Hospital]
• Associació de Cotxers i Conductors de Tramvies i Jardineres de Barce-
lona i la seva Rodalia (1890-)
• Societat d’Oficials de Naips (1890-) [Cf. també el Raval-Hospital]. Al
mateix lloc: Societat d’Oficials Constructors de Cotxes de Barcelona
(1890-) [Cf. també el Raval-Hospital, el Raval-Sant Antoni i Esquerra
Eixample-Sant Antoni], Societat d’Obrers Ferradors de Barcelona i la
seva Rodalia (1890-) [Cf. també el Raval-Hospital], i Societat d’Obrers
Serradors Mecànics de Barcelona i la seva Rodalia (1891-). S’hi afegí l’
Associació Obrera d’Arts i Oficis de Barcelona i la seva Rodalia (1892-
), Societat de Ferrers Mecànics de Barcelona i la seva Rodalia (1892-),
Societat del Ram de Cadiraires de Boga de Barcelona i Voltants (1892-),
203
Associació Obrera d’Arts i Oficis de Barcelona i Voltants (1892-), Socie-
tat d’Operaris Fondistes de Barcelona i Voltants (1892-) [cf. també el
Raval-Hospital] i Societat d’Obrers Cotxers d’Òmnibus de Barcelona i
Voltants (1893-1905). S’hi afegí la Unió de Societats Obreres de Barce-
lona –Cercle de Treballadors (UGT)- (1893-)
• Centre de l’Art en la Sastreria (1891-) [Cf. també el Raval-Tallers]
• Societat d’Oficials Barbers i Perruquers de Barcelona (1891-)
• Centre d’Oficials Fusters i Modelistes (1891-1895...). Al mateix lloc:
Associació Espanyola de Caps de Taller i Maquinistes (1892, 29 abril-).
• Societat d’Oficials Tapissers (1891-). Al mateix lloc: Centre d’Oficials
Fusters Modelistes de Barcelona (1891-) [Cf. també Santa Caterina-Sant
Pere i el Raval-Hospital]
• Cercle del Centre Republicà del Quart (sic) Districte (1893-). Cf. Cercle
Republicà Centralista (1895-1897) i Cercle del Centre Republicà, 1897-
1907 [Cf. també Sant Just-Sant Jaume (1895)]
• Societat d’Oficials Guanters de Barcelona (1893-)
• Societat de Cambrers de Barcelona ‘La Unió’ (1894-)
• Cercle Republicà Centralista (1895-1897). Cf. Cercle del Centre Republicà,
1897-1907 [Sant Just-Sant Jaume]
• Societat Coral ‘Catalunya Nova’ (1895-1936, 1907).
el Raval-Dressanes 1896-1906
• Societat Coral ‘Catalunya Nova’ (1895-1936, 1907)
• Cercle del Centre Republicà (1897-1907). Cf. Cercle Republicà Centralis-
ta (1895-1897) i Cercle del Centre Republicà del Quart (sic) Districte
(1893-).
• Centre de Fusió Republicana (1899-1906). Cf. Centre d’Unió Republicana
(1904, 1906-1908) [Cf. també el Raval-Tallers]
• Orfeó Barcelonès (1900- 1914...): Comte d’Assalt 26 (1907)
• Cercle Republicà [o Centre d’Unió Republicana, o ‘de la Plaça del Teatre’]
(1903-, 1907-, -1909... 1914)
• Ateneu Enciclopèdic Popular (1903-1939). [Cf. també el Raval-Hospital]
• Societat del Ram de Cadiraires de Bova de Barcelona i Voltants ‘La
Moderna’ (1903-)
• L’Harmonia Familiar Republicana (1904-)
• Centre d’Unió Republicana (1904-, 1906-1908...). Cf. també el Centre de
Fusió Republicana (1899-1906).
• Club Radical d’Unió Republicana (1905-1910)
el Raval-Dressanes 1907-1923
• Societat Coral ‘Catalunya Nova’ (1895-1936, 1907)
204
• Cercle Republicà [o Centre d’Unió Republicana, o ‘de la Plaça del Teatre’ ]
(1903- , 1907-, 1909... 1914). Acollí una Joventut Republicana (1913-), aviat
Joventut Republicana Unificada (1914-). Passà a Ateneu d’Unió Republica-
na (1914-).
• Patronat d’Obrers (1907)
• Centre -o Cercle- d’Unió Republicana (1906-1908...)
• Centre Republicà Autonomista dels Districtes Vè i Viè (1907)
• Orfeó Nova Catalònia (1907-)
• Centre Nacionalista Republicà del Districte V (1908-)
• Ateneu Republicà Radical del Districte Vè (1910-, 1913.., 1915) Hostatjà
una Joventut Revolucionària Intransigent (1912-1913)
• Centre Socialista de Barcelona (1910-, 1924...). [Cf. també Gràcia (1916-),
Sant Just-Sant Jaume (1920’) i el Raval Sant Antoni (1920’), el Raval-Tallers
(1924) i Llotja-Mercè (1926-)-]
• Casa del Poble del Districte Vè ( 1911-, 1916-, 1921...). Acollí una Joventut
Republicana Radical del Districte IV (1911-) i el Grup Radical Excursionis-
ta ‘L’Avenir’ (1911-). També diverses societats obreres (1916-1922): Societat
Obrera de Dependents Enllustradors de Botes ‘La Unió’ (1918-), Societat
d’Empleats d’Espectacles Públics de Barcelona i Radi (1921-) i Associació
de Peixaters Ambulants de Barcelona i el seu Radi (1922-). També: ): una
renovada Joventut Radical (o Republicana) Autonomista del Districte V
(1917-, 1918-, 1919/1920).
• Agrupació Republicana Radical (1911-1914)
• Ateneu Integral Federal Socialista (1911-, 1913-). Al mateix lloc: Associa-
ció Obrera del Ram de Fundició del Bronze (1912-)
• Centre Republicà del Districte V (1911-). En el mateix lloc: Societat d’Ofi-
cials Escultors Figuristes (1912-), Societat Benèfica d’Obrers Transpor-
tadors de Farcells del Mercat de Sant Josep (1912-) i Societat de Mecà-
nics de Màquines per a Cosir (1913-). També: Sindicat Coral d’Òpera
(1917-1926), Sindicat de l’Art d’Elaborar Fusta i els Annexos de Barce-
lona (1918-):i la Societat de Mestres Barbers de Barcelona ‘L’Econòmi-
ca’ (1918-1931).
• Centre Republicà Reformista del Districte V (1913)
• Centre Instructiu Racional de Barcelona (1918-). Al mateix lloc: Sindicat
d’Obrers del Ram de la Construcció de Barcelona i Voltants (1918-)
• Sindicat de Professions Liberals (1919-). Al mateix lloc: Sindicat Únic
d’Obrers del Ram de la Construcció de Barcelona i Voltants (1920,
1922-)
• Sindicat Lliure d’Obrers [sic] (1919-)
• Penya Republicana Radical del Districte Vè (1921/1922...). Impulsà un
Grup Anticlerical Lliure pensador (1921/1922-1929) i acollí el Cercle Repu-
205
blicà Lleidatà (1921) [Cf. també el Raval-Hospital]
• Federació de Dependents de Catalunya (1921-1927)
• Sindicat Lliure Professional de la Metal.lúrgia (1921-1932...). Al mateix
lloc: SLP de Flequers Vieners (1921-)
• Sindicat Unió de Perruquers, Barbers de Barcelona i el seu Radi (1922-)
el Raval-Dressanes 1923-1930
• Societat Coral ‘Catalunya Nova’ ([1895-1936], 1907-)
• Casa del Poble del Districte Vè ( 1911-, 1916- 1921.. , 1926, 1930). Acollí
redaccions òrgans de premsa anarcosindicalistes: ‘Vida Sindical’ (1926),
‘Acción’ (1930), ‘Mañana’ (1930). També: Associació Obrera de Carre-
gadors de Fruita del Port (1927-), Sindicat Professional de Sabaters de
Barcelona (1929-) i la Unió Local d’Associacions i Sindicats Obrers de
Barcelona (1929-1930).
• Penya Republicana Radical del Districte Vè (1921/1922...). Impulsà un
Grup Anticlerical Lliure pensador (1921/1922-1929) i acollí el Cercle Repu-
blicà Lleidatà (1921). També un Centre Obrer de Cultura (1924-).
• Centre Socialista de Barcelona (1924-1926). Hostatjà un Ateneu Socialis-
ta de Barcelona. Cf. Centre Socialista de Barcelona (1910-) [Cf. també el
Raval-Tallers (1924) i Llotja-Mercè (1926-)].
• Sindicat del Ram de l’Alimentació (1924-). Al mateix lloc: SLP de Pro-
fessions Vàries (1924-1930...), Sindicat d’Obrers Flequers ‘L’Aurora’
(1925-1930) i Unió d’Obrers Serradors Mecànics de Barcelona (1927-
1928...)
• Sindicat Unió del Ram del Vestir (1924-)
• Unió d’Obrers Tulistes (1925-1928...)
el Raval-Dressanes 1930-1931
• Casa del Poble del Districte Vè ( 1911-, 1916- 1921..., 1926, 1930-). Aco-
llí: Sindicat del Ram de la Metal.lúrgia de Barcelona i el seu Radi
(1930-), Sindicat de Llum i Força (1930-), Sindicat d’Obrers Barbers de
Barcelona i el seu Radi (1930-), Sindicat del Ram de la Pell de Barcelo-
na i el seu Radi (1930-), Sindicat del Ram de Comunicacions (Secció
Telègrafs) (1930-), CNT (1930-), SU d’Espectacles Públics de Barcelona
i el seu Radi (1931-), SU de Serveis Públics (1931-).També, una Joventut
d’Aliança Republicana (1931-)
• Sindicat Professional de Pelleters (1930-). Al mateix lloc: Societat Obre-
ra de Vaquers de Barcelona i Voltants ‘La Familiar’ (1930-) i Sindicat
Professional d’Obrers Enllustradors de Botes de Barcelona i el seu Radi
(1930-).
• Centre Laborista (1930-)
206
• Ateneu Republicà Radical del Districte Vè (1931). Cf. Ateneu Republicà
Radical del Districte Vè (1910-1915)
El RAVAL-HOSPITAL26
el Raval-Hospital 1875-1895
• Centre Federatiu de Societats Obreres de Barcelona i els seus Voltants
(1876-, 1882)
• Cooperativa d’Espardenyers de Barcelona (..1880..)
• Societat d’Obrers Marbristes de Barcelona i la seva Rodalia (1888-) [Cf.
també el Raval-Sant Antoni]
• Societat de Blanquers de Barcelona i la seva Rodalia (1888-)
• Societat de les Tres Classes de Vapor (1890?)
• Societat d’Obrers Xocolaters de Barcelona i Voltants (1890-)
• Cercle de Paletes i Peons de Barcelona (1890-). Al mateix lloc: Societat ‘La
Propagadora’ del Ram d’Ebenisteria de Barcelona i Voltants (1891-)
• Societat d’Obrers del Ram de Refineria de Sucre de Barcelona i Voltants
(1890-)
• Societat d’Obrers Enllustradors de Botes (1890-)
• Societat d’Obrers Ferrers de Barcelona i Voltants (1890-)
• Societat d’Oficials Constructors de Cotxes de Barcelona (1890-) [Cf.
també EE-Sant Antoni, el Raval-Sant Antoni i el Raval-Dressanes]
• Societat d’Oficials Sabaters de Barcelona ‘La Unió’ (1890-) [Cf. el
Raval-Tallers i el Raval-Dressanes]. Al mateix lloc: Societat d’Obrers
Dependents de Cafès, Cerveseries i Xocolateries de Barcelona i la seva
Rodalia (1890-)
• Societat de Barreters, Armadors i Planxadors de Barcelona (1890-) [Cf.
EE-Sant Antoni i el Raval-Dressanes]
• Societat d’Obrers Enllustradors de Barcelona (1890-)
• Societat Autònoma de Treballadors de Barcelona i el seu Pla (1891-). Al
mateix lloc: Societat de Tintorers de Barcelona i el seu Radi (1891?)
• Centre d’Oficials Fusters Modelistes de Barcelona (1891-) [Cf. també el
Raval-Dressanes, i Santa Caterina-Sant Pere]. Al mateix lloc: Societat de
Treballadors del Camp de Barcelona i Voltants (1893-). També:.Cercle
Obrer d’Estudis Socials (1893-1903).
• Cercle Republicà Governamental (1891-). [Cf. també el Raval-Tallers]
• Societat (o Associació) Autònoma de Dones de Barcelona i Voltants (1891-)
[Cf. també el Raval-Tallers]
• Foment de la Instrucció Lliure (1891-)
• Societat de Ferrers Mecànics de Barcelona i Voltants (1892-1895...)
207
• ‘La Unió Mútua’ de Flequers (1892-) [Cf. el Raval-Tallers]
• Cercle del Centre Republicà del Quart Districte (1893- 1903, ...). [ Cf.
també Sant Just-Sant Jaume]
• Societat de Treballadors de Càrrega i Descàrrega de Carbó de .... (1895-).
Al mateix lloc: Societat d’Obrers Carregadors i Descarregadors i Estiba-
dors de Fustes de Barcelona (1895-)
el Raval-Hospital 1896-1906
• Societat ‘La Llum de l’Avenir’ (1896-)
• Societat ‘L’Espiga’ de Barcelona (1898-1926)
• Societat d’Obrers Traginers de Gènere Alimentari del Moll de Barcelo-
na (1898-). Al mateix lloc: Associació de Teixidors Mecànics (1899-) i
Societat d’Obrers Constructors de Caixes de Cartró (1900-). També:
Centre Obrer de Barcelona (1901-) i Unió d’Obrers Marbristes de Bar-
celona (1901-).
• Societat d’Oficials Paletes de Barcelona (1899-).
• Societat de l’Art d’Imprimir de Barcelona (1899-). Al mateix lloc: Unió
del Ram d’Ebenisteria ( 1899-, 1900...1901...), Societat d’Obrers Enqua-
dernadors i Ratlladors (1900-) [Cf. també el Raval-Tallers], Societat
d’Escultors Tallistes de Pedra i Marbre de Barcelona (1900-), Societat
d’Escultors Figuristes de Fusta, Pedra, Marbre... (1901-1907), Societat
d’Obrers Constructors de Pianos (1901-) i Sindicat Obrer de Col.loca-
dors de Mosaics Enrajoladors (1901-).
• Societat Fabril d’Obreres en Gèneres de Punt de Barcelona i Voltants
(1899-1905).
• Associació d’Obrers Carreters de Barcelona (1900-). Al mateix lloc:
Societat d’Obrers ‘La Unió’ i Societat Obrera ‘El Progrés’ (1900-).
• Unió d’Oficials Tapissers (1899-).
• Unió del Ram d’Ebenisteria (1899-1900...1901...). Al mateix lloc: Centre
Instructiu del Ram d’Ebenisteria (..1900..)
• Societat Obrera del Port de Barcelona i Voltants Càrrega, Descàrrega
Carbó (1900-).
• Centre de Corporacions Obreres de Barcelona [UGT] (...1900...). Acull:
Societat d’Obrers del Ram de Sastreria de Barcelona i Voltants (1900-),
Associació d’Obrers de Vidre de Barcelona i Voltants (1900-1902),
Societat d’Obrers Botoners en Pasta i Os de Barcelona (1900-), Societat
d’Operaris i Barretaires de la Secció de Planxa (1900-1909) i Associació
de Teixidors i Muntadors de Matalassos Metàl.lics (1901-)
• Centre Obrer de la Societat d’Obrers Torners en Fusta de Barcelona
(...1900...).
• Societat de Pintors i Decoradors ‘La Fraternal’ [ o ‘La Fraternitat’]
208
(...1900, 1901...)
• Centre Català Republicà Federalista de Barcelona (1901-1905)
• Societat d’Operaris Paraigüers i Bastoners de tots els Rams (1902-
1910).
• Societat de Tramvies (1903)
• Societat d’Obrers del Ram de Mosaics Hidràulics i de Pedra artificial
‘El Model’ (1903-)
• Cooperativa del Centre Industrial de Catalunya (...1904...)
• Cooperativa de l’Agrupació d’Oficials Pintors (...1904...)
• Societat d’Obrers Constructors de Llits Tornejats de Barcelona i Vol-
tants (1904-1908...)
• Federació Nacional Espanyola de Dependents (1904-1911)
• Fraternitat Republicana ‘El Progrés’ del Districte Vè (1905-1911). Passa a
Casa del Poble del Districte Vè [Cf. el Raval-Dressanes, 1911-].
• Associació General d’Empleats d’Escriptori (1905-)
el Raval-Hospital 1907-1923
• Societat Cooperativa Obrera Impremta Comunal (...1907...)
• Fraternitat Republicana ‘El Progrés’ del Districte Vè (1905- 1911). Acollí
una Agrupació Radical de la província de Tarragona (1908-, 1910-). [Passà
després a Casa del Poble del D V (1911-), el Raval-Dressanes].
• Casino Republicà Democràtic Progressista (1907-)
• Associació de la Dependència Mercantil de Barcelona (1907-1909). Aco-
llí la Federació Local de Solidaritat Obrera (1907)
• Associació de Lampistes, Courers i Llauners (1907-1918)
• Centre Radical [o Republicana Radical] del Districte Vè (1908-, 1923-).
Acollí unes Dames Benèfiques del Districte Vè (1910)
• Joventut Republicana Autonomista (...1908...)
• Agrupació Provincial Republicana de Lleida (1908-). Cf. Cercle Republicà
Lleidatà (1916-).
• Agrupació Radical de la província de Tarragona (1908-, 1910-). Hostatjà el
1910 a la Fraternitat Republicana El Progrés del Districte Vè. Cf. Centre
Radical Provincial Tarragoní (1918-)
• Casino ‘La Constància Progressista’ (1910-)
• Joventut Republicana Radical del Districte V ( 1911-, 1913-, 1915, 1919,
1925)
• Centre Instructiu Radical del Districte III (1911)
• Casa Cultural Esbarjo Republicana Radical ‘La Col.lectiva Social’ (1911-)
• Ateneu Integral del Districte Vè (... 1912...):
• La Fraternitat Radical del Districte V (1912-)
• Federació de Sindicats Obrers Metal.lúrgics (1913-)
209
• Centre d’UFNR del Districte V (1913-). Impulsà una Coral de la Unió Fede-
ral Nacionalista Republicana del Districte V (1914-)
• Cercle Republicà Lleidatà (1916-, 1920’). Cf. Agrupació Provincial Repu-
blicana de Lleida (1908-) Acollí el 1922 la Penya Republicana Radical
(1921) i un Grup Anticlerial Lliurepensador [Cf. també el Raval-Dressanes]
• Fraternitat Republicana de la Casa del Poble (1916-)
• Joventut Radical Autonomista del Districte V (1917-1919/1920).
• Agrupació Republicana Autonomista del Districte V (1917-). Al mateix lloc:
Centre Republicà Autonomista del Districte Vè (1918-1921) i Penya Repu-
blicana Radical del Districte V (1921-)
• Centre Radical Provincial Tarragoní (1918-). Cf. Fraternitat Republicana
‘El Progrés’ del Districte Vè (1905- 1911) i Agrupació Radical de la pro-
víncia de Tarragona (1908-, 1910-).
el Raval-Hospital 1923-1930
• Cercle Republicà Lleidatà (1916-, 1920’). Cf. Agrupació Provincial Repu-
blicana de Lleida (1908-) Aixoplugà el 1922 la Penya Republicana Radical
(1921) i un Grup Anticlerial Lliurepensador.
• Joventut Republicana Radical del Districte V ( 1911-, 1913-, 1915, 1919,
1925)
• Centre Republicà Radical Tarragoní (1925-)
el Raval-Hospital 1930-1931
• Centre Republicà Català del Districte V è (1930-)
• Centre i Joventut d’ERC del Disrticte V è (1931-)
EL RAVAL-TALLERS27
el Raval-Tallers 1875-1895
• Centre Republicà Històric (1882-1883...) [ Passà a Dreta Eixample (1886),
el Pi, Catedral, Santa Anna (1887) i Sant Just-Sant Jaume (1887-)]
• Ateneu Obrer de Barcelona ([1882-] 1886-1920) [ Cf. el Raval-Dressanes.
Passà a la Ribera (1920-)]
• Cercle Socialista de l’Agrupació Barcelonesa del Partit Obrer (1888-
[1930]
• Cercle (o Centre) Republicà Governamental (1888-) [Passa a el Raval-Hos-
pital (1890) i Centre de la Unió Constitucional Republicana (1893-1894)]
• Centre Instructiu d’Oficials Tapissers (1888-)
• Unió d’Oficials Estorers de Barcelona (1890-). Al mateix lloc: Societat de
Mestres Ferrers de Barcelona i la seva Rodalia (1894-)
• Casino del Centre Republicà (1890-) [Passa a el Pi-Catedral-Santa Anna
210
(1893) i tornà després a el Raval-Tallers]. Acull una Joventut Republicana
Centralista.
• Societat d’Oficials Sabaters ‘La Unió’ (1890) [Cf. també el Raval-Dressa-
nes i el Raval-Hospital]
• Societat d’Obrers Lampistes, Llautoners i Llauners de Barcelona i la
seva Rodalia (1890-). Al mateix lloc: Societat d’Estucadors de Barcelona
i la seva Rodalia (1891-), ‘La Unió Mútua’ de Flequers (1892-), Societat
d’Obrers Galoners i Passamaners de Barcelona i el seu Radi (1890’),
Societat del Ram d’Ebenistes de Barcelona ‘L’Activa’ (1890’)
• Societat de Constructors de Carros de Barcelona i la seva Rodalia
(1890-). [Cf. també Santa Caterina-Sant Pere]
• Cercle Republicà-Federal Històric i Orgànic (1891)
• Societat d’Obrers Polidors de Marbre i Pedre (1891-)
• Unió de Muntadors i Vernissadors de Mobles Tornejats de Barcelona i
la seva Rodalia (1891-)
• Centre de l’Art en la Sastreria (1891-). [Cf. també el Raval-Dressanes]
• Societat de Pantaloneres, armilleres, Vestidores i Jornaleres Sastreses de
Barcelona i el seu Radi (1892-)
• Centre d’Unió Republicana (1893-1901...).
• Centre de la Unió Constitucional Republicana (1893-1894)
El Raval-Tallers 1896-1906
• Ateneu Obrer de Barcelona ([1882-] 1886-1920) [ Cf. el Raval-Dressanes.
Passà a la Ribera (1920-)]
• Cercle Socialista de l’Agrupació Barcelonesa del Partit Obrer (1888-
[1930] )
• Centre d’Unió Republicana (1893-1901...).
• Associació de la Dependència Mercantil (1898-, [1931])
• Societat d’Oficials Dauradors ‘El Centre’ (1899-).
• Centre d’Unió Republicana (1899-). Acull l’Associació Escolar Republica-
na (1900-). També la Societat de Socors Mutus del Ram de Confiters i
Pastissers (1900-, 1918...) Passà, al mateix lloc, a Centre Republicà de Bar-
celona (1901-). Cf. Centre Republicà Autonomista del Districte VI (1906,
1908).
• Societat d’Estampació Tipogràfica l’Art d’Imprimir (1901-). Al mateix
lloc: Societat de Constructors de Carruatges de Fusta i Ferro ‘La Nova
Unió’ (1903-1904), l’ Agrupació Obrera Instructiva ‘L’Avenir’ (1903-) i
l’Associació de Teixidors Metàl.lics i Constructors de Somiers (1903-).
També la Societat d’Enquadernadors i Ratlladors (1903) [Cf. també el
Raval-Hospital]
• Centre de Viatjants i Representants del Comerç i de la Indústria (1900-,
211
1909)
• Ateneu Enciclopèdic Popular (1903-1939) [Cf. el Raval-Dressanes (1903)]
• Societat del Ram de la Selleteria i Guarnidors de Carruatges (1903-)
• Unió de Blanquejadors i Parament en Gèneres Blancs (1904-)
• Associació d’Oficials Rellotgers de Barcelona (1904-1910)
• Joventut d’Unió Republicana (1905-). Passà a Joventut Republicana Auto-
nomista (1906-)
• Centre d’Unió Republicana del Districte VI (1905-)
• Centre Nacionalista Republicà (del Districte Sisè) (1906-, 1907-, 1909...)
• Societat d’Obrers de l’Art de la Fundició del Ferro i Altres Metalls
(1906-)
• Societat d’Oficials Guanters de Barcelona (1906-)
El Raval-Tallers 1907-1923
• Centre de Viatjants i Representants del Comerç i de la Indústria (1900-,
1909)
• Ateneu Enciclopèdic Popular (1903-1939) [Cf. el Raval-Dressanes (1903)]
• Centre Republicà Autonomista del Districte VI è (1906, 1908). Acull una
Associació Escolar Republicana Autonomista (1906-). Impulsà l’Ateneu
Autonomista del Districte VI è (1912).
• Centre Nacionalista Republicà (1906-, 1910-). Acollí la Joventut Federal
Nacionalista Republicana (1911-)
• Joventut Radical del Districte VI (1911-)
• Societat Cooperativa de les Farmàcies Populars (...1911, 1912...)
• Federació Litogràfica Espanyola i Oficis Similars (1911-)
• Unió Obrera de l’Art d’Imprimir (1912- 1919)
• Federació Local de Paletes (1912-)
• Centre Cooperatiu (1912)
• Cooperativa l’Avenç Obrer (1912)
• Centre Obrer [CRT de Catalunya, Federació Local ] (1913-1914, ...).
Acull: Federació Local Barcelonina de Societats de Resistència (1913-),
Associació de Constructors de Somiers en Fusta (1913-), Societat de
Fumistes i els seus Similars de Barcelona (1913-), Societat de Torners i
Demés Constructors en Porcellana (1913-), Sindicat d’Obrers Flequers
‘Cap a l’Avenir’ (1913-), Societat d’Obrers ‘La Unió Vidriera’ (1914-
1918) , Sindicat de Peons en General de Barcelona i el seu Radi (1914-).
Al mateix lloc: Joventut Radical Republicana (1913-1928).
• Societat Republicana Progressista (1914-1915)
• Joventut Nacionalista Republicana de Barcelona (1916-)
• Ateneu Radical del Districte VI (1917)
• Centre Federal Autonomista del Districte VI (1920)
212
el Raval-Tallers 1923-1930
• Ateneu Enciclopèdic Popular (1903-1939) [Cf. el Raval-Dressanes (1903)]
• Ateneu de Concentració Republicana Radical del Districte VIè (1910-1930’)
Mantingué Escola Laica i Orquestra (‘La Lira Radical’). Hi hostatjà el
Terci Republicà Radical del Districte Vè (1923-1933).
• Joventut Republicana Radical del Districte VIè (1911-, 1918- 1931...)
• Ateneu Socialista de Barcelona (-1924). Cf. Centre Socialista de Barce-
lona (1910) [Cf. també Raval-Dressanes, Gràcia i Llotja-Mercè]
• Societat d’Enllustradors de Botes de Cafès, Bars i Similars (1924-
1929...)
• Societat de Mossos de Pesca Salada (1924-1926). Al mateix lloc: Societat
d’Obrers Marbristes de Barcelona i Voltants (1924-1934...), Societat
d’Obrers Carregadors i Descarregadors de Cotó i Gèneres Diversos del
Port (1924-1931...), Sindicat d’Indústria ‘L’Obrer Fabril’ (1924-1928...),
Sindicat d’ Obrers Paletes i Peons (1924-1928...) i Societat de Jornalers
de la Pesca Salada (1925-1931...). També: Agrupació Obrera d’Unió
Patriòtica (1927)
• Cooperativa Autònoma Federal Espanyola de Treball i Capital (1924-)
el Raval-Tallers 1930-1931
• Ateneu Enciclopèdic Popular (1903-1939) [Cf. el Raval-Dressanes (1903)]
• Ateneu de Concentració Republicana Radical del Districte VIè (1910-1930’)
Mantingué Escola Laica i Orquestra (‘La Lira Radical’). Hi hostatjà el
Terci Republicà Radical del Districte Vè (1923-1933).
• Joventut Republicana Radical del Districte VIè (1911-, 1918- 1931...)
• Sindicat de la Indústria de l’Automòbil (1930’)
• Societat Naturista (1931-)
• Centre d’Extrema Esquerra Federal (1931-). Al mateix lloc: Institut Zamen-
hof (1931-). També Cercle Republicà Federal del Districte Vè (1931-).
EL RAVAL-SANT ANTONI28
el Raval-Sant Antoni 1875-1895
• Unió de Treballadors del Camp (FTRE) (...1883...)
• Centre de Col.locació i Socors Mutus d’Obrers Flequers (1887-)
• Societat Democràtica Progressista del IV art Districte (1888-1903)
• Centre Instructiu d’Oficials Tapissers (1888-)
• Societats d’Obrers Marbristes de Barcelona i la seva Rodalia (1888-)
[Cf. el Raval-Hospital]. Al mateix lloc: Societat d’Impressors de Barcelo-
na (1890-) i Societat d’Obrers de les Arts Gràfiques (1892-), Societat de
213
Fonedors de Ferro de Barcelona i el seu Radi (1890’), Societat d’Obrers
Manyans de Barcelona i la seva Rodalia (1891-), Societat ’El Progrés’
del Ram d’Ebenisteria (1890’). També: Cercle Lliurepensador ‘La Llum’
(1891-1903). Al mateix lloc Societat Mútua d’Obrers en Pianos ‘L’Auxiliar’
(1890-) i la Societat d’Obrers Serrallers de Barcelona i el seu Radi
(1891-). També: Societat (o Associació) Autònoma de Dones de Barcelona
i Voltants (1891/1892) i Agrupació de Treballadores de Barcelona (1891).
[Cf. també el Raval-Hospital]
• Societat d’Oficials Picapedrers ‘L’Aliança’ (1889-) [Cf. també el Pi-Cate-
dral-Santa Anna]. Al mateix lloc: Societat de Fonedors de Ferro de Bar-
celona i el seu Radi (1890’), Societat d’Oficials Fusters del Ram d’Eines
(1894-)
• Societat d’Oficials Talladors en Pedre i Marbre (1890-)
• Associació Tipogràfica de Barcelona (1890-)
• Societat d’Oficials Serrallers d’Obres de Barcelona i Voltants (1890-). Al
mateix lloc: Societat d’Oficials Constructors de Cotxes de Barcelona
(1890-) [Cf. també el Raval-Hospital, EE-Sant Antoni i el Raval-Dressanes]
• Societat de Semolers i Midoners de Barcelona i la seva Rodalia (1890-).
Al mateix lloc: Societat d’Oficials i Aprenents Fideuers de Barcelona
(1892-).
• Centre de la Unió Republicana-Progressista de Barcelona (1891)
• Societat d’Obrers Polidors de Marbres i Pedra (1891-)
• Cercle de la Unió Republicana del Districte de la Universitat (1892-1903)
• Societat de Torners en Fusta de Barcelona i Voltants (1895-)
214
celona i Voltants (1903-).
• Societat de Fonedors de Ferro i Metalls (1899-1904). Al mateix lloc:
Estamperia Tipogràfica (1900-)
• Societat d’Obrers del Ram de Llimes de Barcelona i Voltants (1900)
• Societat d’Empedradors de Catalunya (1900-). Al mateix lloc: Societat
d’Oficials Torners en Fusta de Barcelona ‘La Moderna’ (1901-), Socie-
tat d’Elaboradors de la Pedra Litogràfica ‘La Família’ (1902-) i Socie-
tat d’Oficials Serrallers d’Obres (1902, 1903...). També: Societat Mútua
‘Aurora de Redempció’.
• Sucursal de la Cooperativa Obrera Catalana (...1903..)
• Cooperativa Hotel Comunal d’Obrers (1903, 1904)
• Agrupació Escolar Republicana Socialista (1904-)
• Centre Instructiu d’Unió Republicana del Districte IX (1904-)
• Societat d’Obrers Ferreters de Barcelona i Radi (1906-1910)
215
1930’). Acollí els Joves Bàrbars del districte V (1913-), la Joventut Radical
Ateneista (1917-1923) i el Terci Republicà Radical del Districte V è (1923-
1933). També l’Orquestra ‘La Lira Radical’. Al mateix lloc: Agrupació
Comunista (1922-). També Casino Radical del Districte V (1925-) i Socie-
tat Coral ‘Barcanova’ (1929-)
• Joventut Republicana Radical del Districte VIè ([1911-1921], 1921-
1931...). [Cf. el Raval-Tallers (1911-1921)] . Cf. Joventut Instructiva Repu-
blicana Radical del Districte VI (1917-1918)
• Societat de Picapedrers de Barcelona i Voltants (1926-1930...)
216
EE-Sant Antoni 1896-1906
• Centre Democràtic de Foment i Esbarjo de l’Esquerra de l’Eixample (1896-
1900)
• Societat de les Tres Seccions de Vapor, Preparadors, Filadors i Teixidors
de Barcelona (1897-1916)
• Nou Casino Republicà Progressista (1897-1904)
• Casino Democràtic de la Fusió Republicana de la Universitat (1897-1904)
[Cf. també el Raval-Sant Antoni]
• Associació Gremial de Cultura Humanes i Nacional ‘La Lleialtat’ (1898 )
• L’Abella Constructora (1899-1908l)
• Societat de Muntadors i Envernissadors de Mobles Tornejats i Plans de
Barcelona (1899-)
• Societat d’Oficials Escultors Tallistes (1900-1914). Al mateix lloc: Socie-
tat d’Obrers Fonedors en Bronze i altres Metalls (1900-1905)
• Societat d’Obrers Tintorers de Robes Usades de Barcelona i Voltants
(1900-1910)
• Societat de Treballadors Llanxers, Bodeguers i Estibadors de Carbó i
Altres Minerals [o de Llanxers de Carbó i altres objectes del Port]
(1902-). Al mateix lloc: Societat Obrera de Cotxers de Barcelona ‘La
Unió’ (1903-1905), Societat de Mossos de Magatzems de Filats, Teixits i
Borres (1903), Societat d’Obrers Apuradors de Carbó Vegetal als Vai-
xells (1903-), Societat de Dependents de Carboneries de Barcelona ‘La
Fraternal’ (1903-) i Societat de l’Art Fabril (1903-).
• Agrupació Professional dels Obrers Constructors de Pianos (1903-)
• Cooperativa Hotel Comunal d’Obrers (1903, 1904)
• Associació d’Obrers Vaquers de Barcelona i Voltants (1903-)
• Catalunya Federal (1903-1907)
• Societat d’Obrers Terrissaires de Barcelona i Voltants (1904-)
• Cooperativa ‘Fraternitat Obrera’ (1904-)
• Societat de Treballadors de Càrrega i descàrrega de Carbó de Pedra i
altres Minerals (1905l-)
• Societat de Mossos de Magatzem i Fàbriques de Filats Teixits i Borres
(1905-1910)
• Societat Benèfica ‘La Unió d’Obrers’ (1905-)
217
(1917-1931...).
• Cooperativa ‘La Igualtat’ (1907-)
• Nova Societat Mutua d Dependents Perruquers i Barbers de Barcelona
(1907-1914)
• Centre Republicà Radical del Districte VI è (1908-). Acollí la Societat d’O-
brers Carreters de l’Ajuntament (1908-) [Passà a el Raval-Sant Antoni]
• Societat Teosòfica del Ram de Barcelona (1908-)
• Centre Nacionalista Republicà del Districte VII (1909-1915)
• Joventut d’Unió Republicana del Districte VII (1911-). Al mateix local: Bar-
celona Stelo (1910-).
• Cooperativa ‘L’Oportunitat’ (1912)
• Cooperativa del Centre Aragonès (1912)
• Associació Obrera d’Impressors (1912-)
• Societat Obrera d’Artífexs en Cristall (1912-). Al mateix lloc: Societat
d’Obrers Pintors decoradors de Barcelona (1913-)
• Societat d’Obrers Torners i Constructors de Llits de Viena (1912-). Al
mateix lloc: Societat de Barreters Planxadors de Fantasia (1912...)
• Vida Radical (1914-1916)
• Societat ‘La Marsellesa’ (1915-)
• Unió Republicana (1915-)
• Societat Socors Mutus ‘El Cosmopolita’ (1916-)
• Foment Autonomista Democràtic (1916-)
• Centre Republicà Radical del Districte VII (1916-)
• Cooperativa d’Empleats dels Tramvies de Barcelona SA (1917-1931)
• El Foment Nacional de Picadors (1918)
• Associació de Dependents del Ram de Deixalles (1918-1930...). També:
Mont de Pietat de la Unió Obrera de Constructors de Caixes de Cartró
(1919-1922-), Associació de Tractants de Despulles de Bou i Vedella
(1920-1931) i Associació i Mont de Pietat d’Empleats de la Secció d’Ar-
britis Indirectes de l’Ajuntament (1922-)
• Cercle Republicà Federal Instructiu del Districte VII (1919-)
• Associació de Directors i Empleats Tècnics i Administratius Vidrieres
Espanyoles (1920-)
• Sindicat d’Enguixadors Revocadors de Parets de Barcelona i el seu Radi
(1922-1927). També:Mont de Pietat de Beneficència d’Enguixadors
Revocadors de Parets de Barcelona (1923-1924...)
218
(1916-1917).
• Sindicat Lliure Professional de Dependents Cansaladers de Barcelona
(1926-). També: Mútua del SLP de Dependents Cansaladers de Barcelo-
na (1926-)
• Cooperativa de Producció ‘La Internacional’ (1927-)
• Sindicat Professional d’Enguixadors Revocadors de Barcelona i Radi
(1928-1931...)
POBLE SEC30
Poble Sec 1875-1895
• Centre d’Unió Republicana del DistricteVIIè [o del Districte IVart] (1892-
1908, 1913...). Cf. Centre d’Unió Republicana d’Hostafrancs (-1899). Cf.
Ateneu Radical Republicà Instructiu del Poble Sec (1908-).
219
• Societat d’Obrers Descarregadors de Carbó Vegetal del Moll ‘L’Avenir’
(1906-1909)
• Casino Republicà Federal del Poble Sec (1906-)
220
l’Agrupació Radical Claridad (1922-). Hostatjà l’ Associació de Treballa-
dors del Ram de l’Alimentació de Barcelona i Radi (1930-), aviat Sindicat
Únic del Ram de l’Alimentació, i Sindicat Únic del Ram d’Elaborar Fusta
i Annexos de Barcelona i el seu Radi (1930-). També: Sindicat Únic d’O-
brers Camperols de Barcelona i la seva Província (1931-1932...)
• Federació Local de Sindicats Únics (1930-1931)
• Centre Català Republicà del Poble Sec (1930-)
• Ateneu Català Democràtic del Districte II (1930-). Al mateix lloc: Joventut
d’Esquerra Republicana de Catalunya del Districte II (1931-1934....)
• Agrupació Democràtica Cultural’ (1930-). AL mateix lloc: Club Republicà
del Districte II (1931-)
• Centre d’Esquerra Republicana del Districte IIon (1931-)
• Centre Català d’Esquerres(o d’Esquerra) (1931)
• Agrupació d’ERC del Barri del Brollador (1931-):
• Agrupació d’Esquerra Republicana del Barri de les Pedreres (1931-)
• Casal Català Republicà del Poble sec (1931-)
• USC. Secció del Districte II de Barcelona (1931-)
• Penya 14 d’Abril (1931-)
• Centre d’Extrema Esquerra Federal del Districte II (1931-)
HOSTAFRANCS31
Hostafrancs 1875-1895
• Societat Coral La Unió d’Hostafrancs (1877-, 1884-, 1900-, 1904... 1912 )
• Centre d’Unió Republicana d’Hostafrancs (1893-1899). Cf. Centre d’Unió
Republicana del VIIè Districte (abans IV) (1899)
• Ateneu [Obrer] d’Hostafrancs (1895/1896-, 1907, 1912)
• Societat d’Obrers Pedrers de la Muntanya de Montjuïc (1895-1914)
Hostafrancs 1896-1906
• Societat Coral La Unió d’Hostafrancs (1877-, 1884-, 1900-, 1904... 1912 )
• Centre d’Unió Republicana d’Hostafrancs (1893-1899). Cf. Centre d’Unió
Republicana del VIIè Districte (abans IV) (1899)
• Ateneu [Obrer] d’Hostafrancs (1895/1896-, 1907, 1912)
• Societat d’Obrers Pedrers de la Muntanya de Montjuïc (1895-1914)
• Centre Republicà Federal del VIIè Districte (1900-1902...)
• Fraternitat Republicana del Districte VII (1903-1911). Cf. Ateneu Obrer
Autonomista d’Unió Republicana (1906-1908) i Ateneu Obrer Republicà
Autonomista del Districte VII.(1908-)
• Cooperativa ‘La Balança’[o ‘La Balança Econòmica](1903-, 1912)
• Associació Nacionalista Republicana ‘Sang Nova’ (1904-, 1912...). Cf.
221
Casal Català Republicà Sang Nova.
• Ateneu Obrer Autonomista d’Unió Republicana (1906-1908). Cf. Fraterni-
tat Republicana d’Hostafrancs [o del VIIè Districte] (1903-) i Ateneu Obrer
Republicà Autonomista del Districte VII [o d’Hostafrancs] (1908-).
• Ateneu Obrer Republicà Autonomista del Districte VII [o d’Hostafrancs]
(1908-, 1917-1919...). Cf. Fraternitat Republicana d’Hostafrancs(1903-) i
Ateneu Obrer Autonomista d’Unió Republicana (1906-1908). Acollí la
Joventut Republicana Radical d’Hostafrancs (1908-)
• Societat d’Oficials Rajolers del Districte d’Hostafrancs (1906-)
Hostafrancs 1907-1923
• Societat Coral La Unió d’Hostafrancs (1877-, 1884-, 1900-, 1904... 1912 )
• Ateneu [Obrer] d’Hostafrancs (1895/1896-, 1907, 1912)
• Societat d’Obrers Pedrers de la Muntanya de Montjuïc (1895-1914)
• Fraternitat Republicana d’Hostafrancs [o del Districte VII] (1903-1911).
Cf. Ateneu Obrer Autonomista d’Unió Republicana (1906-1908) i Ateneu
Obrer Republicà Autonomista del Districte VII.(1908-)
• Cooperativa ‘La Balança’[o ‘La Balança Econòmica](1903-, 1912)
• Associació Nacionalista Republicana ‘Sang Nova’ (1904-, 1912...). Cf.
Casal Català Republicà Sang Nova.
• Ateneu Obrer Autonomista d’Unió Republicana (1906-1908). Cf. Fraterni-
tat Republicana d’Hostafrancs [o del VIIè Districte] (1903-) i Ateneu Obrer
Republicà Autonomista del Districte VII [o d’Hostafrancs] (1908-).
• Ateneu Obrer Republicà Autonomista del Districte VII [o d’Hostafrancs]
(1908-, 1917-1919...1923). Cf. Fraternitat Republicana d’Hostafrancs
(1903-) i Ateneu Obrer Autonomista d’Unió Republicana (1906-1908). Aco-
llí la Joventut Republicana Radical d’Hostafrancs (1908-) i la Societat Repu-
blicana Radical d’Hostafrancs (1908).
• Societat d’Oficials Rajolers del Districte d’Hostafrancs (1906-)
• Cooperativa ‘Economia Social’ (1912)
• Ateneu Enciclopèdic del Districte VII (1909-1913).
• Universitat Popular (1910-). Hostatja l’Obra de Max Bimbo a favor dels
Desemparats (1910-), l’Agrupació Pestalozziana (1910-) i l’Ateneu dels
Joves (1911-).
• Centre d’UFNR del Districte VII (Hostafrancs) (1910-1914)
• Centre Republicà Autonomista del Districte VII (Hostafrancs) (1914-)
• Centre d’Intel.ligència Republicana Espanyola (1915-1916)
• Unió d’Escorxadors de Porcs (1917-1919)
• Societat de Planxistes i Similars (1918) [En el mateix local: Mutualitat
Escolar ‘Nostra Guardiola’, 1918]
• Centre Republicà Radical del Districte VI (1922-)
222
Hostafrancs 1923-1930
• Centre Republicà Radical del Districte VI (1922-)
Hostafrancs 1930-1931
• Centre d’Acció Republicana d’Hostafrancs (1930-1933)
• Sindicat de Drapaires de Catalunya (1931)
• Cercle Republicà del Districte VIIè (1931)
ESQUERRA DE L’EIXAMPLE32
Esquerra Eixample 1875-1895
• Casino del Centre Republicà del IIIer Districte (1893-)
223
Esquerra Eixample 1907-1923
• Societat Coral Euterpe de Clavé (1900’)
• Fraternitat Republicana de la Casa del Poble (1903-, 1907-, 1915-, -1929).
Acollí, entre d’altres organismes, la Joventut Republicana Radical de la
Casa del Poble (1906/1907-1918), l’Associació de Dames Radicals (1909-
1911), l’Associació Benèfica Radical, les Dames Roges (1908/1909-), Els
Explotadors de la Humanitat (1910-1912), Associació de Mestres del Partit
Radical (1914-), Agrupació Escolar Republicana (1916-). També la Unió
Obrera Republicana (1907-).
• Acció Social Popular (1907-)
• Societat d’Obrers Litògrafs (1907). Al mateix lloc: Societat Instructiva
de Conductors i Mecànics d’Automòbils (1908-1915). [ Cf. Gràcia]
• Societat ‘L’Harmonia’ d’Obrers Sabaters (1907)
• Aplec Nacionalista Republicà (1908-1910). Al mateix lloc: Associació de
Picapedrers de Barcelona i Voltants (1910-1911).
• Societat d’Enguixadors Adornistes ‘La Reforma’ (1908-1909). Al mateix
lloc: Societat ‘La Victòria de l’Obrer’ (1911-1912).
• Ateneu Democràtic del Districte VII (1911-1925)
• Mútua del Ram de l’Ebenisteria (1912). Al mateix lloc: Sindicat d’Obrers
Enquadernadors i Similars (1912-1914), Unió de Fotogravadors (1913-
1920) i Unió de Funcionaris Administratius de l’Estat (1914). També:
Societat Nova de Resistència dels Picapedrers (1914-).
• Centre Obrer Productor d’Escultors de Pedre i Marbre (1914-). Cf. Gràcia
• Ateneu Fènix (1916-)
• Societat ‘L’Eutanàsia’ (1916)
• Centre de la Joventut Radical (1918)
• Centre dels Obrers de Montblanc i el Maestrat (1918-). Al mateix lloc:
Centre Federal Autonomista del Districte VI (1920-) i Penya Republicana
Radical del Districte VI (1921-1923...). També: Sindicat General de Tèc-
nics de Catalunya (1921- [1932]), Associació Professional de Dependents
de Farmàcia (1921-), Cercle Valencià ‘El Túria’ (1922-), Cooperativa d’O-
brers i Empleats Municipals per a la Construcció de Cases Barates (1923-) i
Associació de Socors Mutus d’Obrers Cotxers (1923-1928).
• Centre Republicà Democràtic Federal Històric de Barcelona (1918-).
• Centre Republicà Federal (1919-)
• Unió Obrera de l’Art d’Imprimir (1919/1920)
• Sindicat Professional de Repartidors de Diari (1923-).
224
Acollí, entre d’altres organismes, la Joventut Republicana Radical de la
Casa del Poble (1906/1907-1918), l’Associació de Dames Radicals (1909-
1911), l’Associació Benèfica Radical, les Dames Roges (1908/1909-), Els
Explotadors de la Humanitat (1910-1912), Associació de Mestres del Partit
Radical (1914-), Agrupació Escolar Republicana (1916-). També la Unió
Obrera Republicana (1907-).
• Ateneu Democràtic del Districte VII (1911-1925)
• Sindicat Professional de Repartidors de Diari (1923-).
• Joventut d’Esquerra Catalana (1924-)
• Associació de Contramestres Alemanys (1924-)
• Societat de Dependents Enllustradors de Botes de Saló ‘La Igualtat’
(1924-1927)
• Unió de Chauffeurs (1924-). Al mateix lloc: Sindicat Teatral Espanyol
(1925-), Associació Obrera de Premsa Diària (1927-1930), Sindicat
Regional de la Indústria i el Comerç (1930-).
• Societat d’Obrers Ciselladors i Polidors en Marbre de Barcelona i el seu
Radi (1927-1930)
• Sindicat Professional d’Enguixadors Adornistes ‘La Unió’ (1927-1931)
• Ateneu Republicà (1928-)
DRETA EIXAMPLE
Dreta Eixample 1875-1895
• Centre Republicà Autonomista de la Dreta de l’Eixample (1891-1895...
1899)
225
mista de la Dreta de l’Eixample (1906-, 1908)
• Colònia Obrera Republicana de la Província de Lleida (1903-1906)
• Fraternitat Republicana (1903-)
• Cooperativa ‘La Flor Obrera’ (1904)
• Cooperativa ‘La Favorita Obrera’ (1904)
• Societat d’Oficials Constructors de Cotxes de Barcelona (1904-1905)
• Grup Esperantista de Barcelona (1906-)
• Centre Republicà Autonomista de la Dreta de l’Eixample (1906-, 1908...)
226
SMdP 1896-1906
• Federació Regional de Boters ( [1880’]...1901...)
• Societat de Modelistes en Fusta
• Societat d’Obrers de l’Art Fabril de Sant Martí de Provençals
• Associació d’Obrers Barbers i Perruquers de Sant Martí de Provençals
(1900-)
• Societat de Peons de Paleta de Sant Martí de Provençals (1903-)
• Societat d’Obrers Fusters de Sant Martí de Provençals (1903-)
• Societat d’Oficials i Aprenents de Paletes de Sant Martí de Provençals
(1903-)
• Societat d’Obrers Blanquejadors en Cabdells de Barcelona i Voltants
(1903-1904)
SMdP 1907-1923
• Associació Gremial d’Obrers Taverners (1908-)
• Societat d’Oficis Diversos de Sant Martí (1912-)
• Societat Nova d’Oficials Fusters de Sant Martí (1912-1918)
• Societat d’Oficials i Aprenents La Nova de Sant Martí de Provençals
(1912-)
SMdP 1923-1930
• Societat Obrera ‘L’Aliança’ (1928) Travessera de St Martí 9
SMdP 1930-1931
227
• Cercle Republicà Instructiu del Poblenou (1890-1907). Cf. Fraternitat
Republicana Instructiva (1907-), Ateneu Obrer Republicà del Poblenou
(1909-)
• Centre d’Unió Republicana Centralista (1890-1894). Cf. Cercle Republicà
Instructiu del Poble Nou (1890-), Fraternitat Republicana Instructiva
(1907-) i Ateneu Obrer Republicà del Poblenou (1909-)
• Societat ‘La Progressiva Martinenca’ d’Obrers Blanquers (1890’)
• Cooperativa ‘La Flor de Maig’ (1890-1950’)
• Cooperativa ‘Unió Obrera’ (1891-1910)
• Centre Cristià Espiritista Martinenc ‘L’Esperança’ (1891-)
• Unió d’Obrers Blanquers de Pells de Llana i Cabra de Sant Martí de
Provençals i la seva Rodalia (1891-)
• Societat d’Oficials Boters de Sant Martí de Provençals ([1868-], 1891-.)
• Cercle Republicà Històric (1892-1895)
• Cercle Republicà Democràtic Federalista (1892-). Al mateix lloc: Joventut
Federal Propagandista de Sant Martí de Provençals (1892-).
• Cercle del Centre Republicà de Sant Martí (1893-). Cf. Centre Republicà
Democràtic Centralista (1892-1893) [SMdP-el Clot]
• Cooperativa ‘Pau i Justícia’ (1895-, ...1904,...1922...)
• Societat de Blanquers ‘La Unió Popular’ (1895-1916...)
228
• Societat de Blanquejadors i Estampadors de Barcelona (1900)
• La Il.lustració Obrera (1900-1902)
• Cercle Republicà Instructor (1900-1907). Cf. Cercle Republicà Nacional
(1897)
• Centre Instructiu Republicà Martinenc (1900-) Passà a la Fraternitat Repu-
blicana Instructiva Martinenca [Cf. SMdP-el Clot]
• Joventut Republicana Radical Instructiva del Districte I [o Centre de la
Joventut Republicana Radical] (1901-1918).
• Societat d’Obrers Vidriers de Barcelona (1902-1911)
• Cercle Obrer Instructiu ‘El Filarmònic’ (1902-)
• Cooperativa dels Paletes (1903)
• Cooperativa ‘L’Econòmica’ (1903, 1904, 1912...)
• Cooperativa ‘La Independent’ (1903, 1904)
• Cooperativa ‘L’Activa Obrera’ (1903-)
• Associació d’Obrers i Empleats de l’Enllumenat Públic de Barcelona i
Voltants ‘El Llum’ (1903-1906)
• Societat d’Obrers Blanquers de Barcelona i Voltants ‘Els Oprimits’
(1903)
• Centre Republicà i Radical de Sant Martí de Provençals (1903-, 1905...).
• Centre Republicà Radical Instructiu de Sant Martí (1903-1920’).Hostatjà la
Joventut Democràtica Radical Instructiva del Poble Nou [1920’].
• Centre Familiar Republicà del Poble Nou [o de Sant Martí de Provençals]
(1903-1908...)
• Centre Republicà ‘La Fraternitat Martinenca’ (1903-)
• Societat d’Obrers Escorxadors ‘La Benvinguda’ (1904-1905)
• Societat de Folradors de Vidre de Sant Martí de Provençals (1904-)
• Centre Democràtic d’Unió Republicana del Poble Nou (1904-1931). Cf.
Centre Democràtic Republicà Radical del Poble Nou (1931)
• Cooperativa ‘L’Activa’ (1904)
• Centre Republicà Democràtic Federalista [o Centre Federal del Poble Nou
o Centre Republicà Democràtic Federal] (1905...1913). [Hostatjà la Joven-
tut d’UFNR el 1913].
• Joventut Republicana Instructiva del Districte I (1906-)
• Agrupació Cooperativa Martinenca de Consum i Producció (1906-) Al
mateix lloc: Cooperativa Col.lectiva ‘La Fraternitat Martinenca’ (18 set
1906): Ctra Mataró 370 baixos.
• Ateneu Obrer Republicà Federalista del Poble Nou (1906-)
• Centre Fraternal de Cultura del Poble Nou (1906-)
• Centre Republicà Gremial (1906-1910)
229
• Cooperativa ‘L’Artesana’ (1876-, 1896, 1907, 1912, 1921...):
• Casino l’Aliança del Poblenou ([1869-] ...)
• Casino (o Ateneu) Colom (1889/1890-...1939...)
• Cooperativa ‘La Flor de Maig’ (1890-1950’)
• Cooperativa ‘Unió Obrera’ (1891-1910)
• Cooperativa ‘Pau i Justícia’ (1895-, ...1904....1922...)
• Societat de Blanquers ‘La Unió Popular’ (1895-1916...)
• Cooperativa ‘La Magnòlia’ (1900, 1912). Hostatja la Societat d’Obrers
Fariners de Barcelona i voltants ‘La Solidària’ (1900-1901)
• Joventut Republicana Radical Instructiva del Districte I [o Centre de la
Joventut Republicana Radical] (1901-1918).
• Societat d’Obrers Vidriers de Barcelona (1902-1911)
• Centre Republicà Democràtic Progressista de Sant Martí de Provençals
(1903-1909). Cf. Centre Republicà Democràtic Progressista Radical
• Cooperativa ‘L’Econòmica’ (1903, 1904, 1912...)
• Centre Republicà Radical Instructiu de Sant Martí (1903-1920’) [Hostatjà
els 1920’ la Joventut Democràtica Radical Instructiva del Poble Nou].
• Centre Familiar Republicà del Poble Nou [o de Sant Martí de Provençals]
(1903-1908...)
• Societat de Folradors de Vidre de Sant Martí de Provençals (1904-1910,
1911-)
• Centre Democràtic d’Unió Republicana del Poble Nou (1904-1931). Cf.
Centre Democràtic Republicà Radical del Poble Nou (1931)
• Centre Republicà Democràtic Federalista [o Centre Federal del Poble Nou
o Centre Republicà Democràtic Federal] (1905...1913). [Hostatjà la Joven-
tut d’UFNR el 1913].
• Ateneu Obrer Republicà Federalista del Poble Nou (1906-)
• Societat de Cultura Racional (1907-, 1909- ,1913...)
• Centre Republicà Autonomista del Poble Nou (1907-, 1908...)
• Club Nacionalista Republicà de la Barriada del Poblenou (1907-). Cf. Cen-
tre Nacionalista Republicà del Poble Nou (1913-)
• Fraternitat Republicana Instructiva del Districte I (1907-1909). [Cf. SMdP-
el Clot]. Passà a Ateneu Obrer Republicà del Poble Nou (1909-)
• Centre Republicà Democràtic Progressista Radical (1909-). Cf. Centre
Republicà Democràtic Progressista de Sant Martí de Provençals (1903).
• Joventut Socialista Radical de Barcelona (1908-)
• Cooperativa ‘La Cosmopolita’ (1908-)
• Ateneu Obrer Republicà del Poble Nou [ o Ateneu Obrer del Poble Nou]
(1909-1936 o 1939). Cf. Cercle Republicà Instructiu del Poblenou (1890-
1907) i Fraternitat Republicana Instructiva Martinenca (1907-1909). Cf.
Ateneu Obrer Republicà Radical del Poble Nou (1933-).
230
• Centre Republicà Democràtic Progressista Radical (1909-). Cf. Centre
Republicà Democràtic Progressista de Sant Martí de Provençals (1903-
1909).
• Cooperativa de Panificació Obrera (1910-1912)
• Societat de Folradors de Vidre de Sant Martí de Provençals (1904-1910,
1911-)
• Joventut Democràtica Radical Instructiva del Poble Nou (1911- 1923...).
Cf. Centre Republicà Radical Instructiu de Sant Martí (1903-1920’)
• Societat d’Operaris Vidriers ’L’Ideal’ (1911-) Cf. Societat d’Obrers
Vidriers de Barcelona-Poble Nou (1913).
• Centre Socialista de Sant Martí de Provençals (1911-)
• Societat d’Oficis Diversos de Sant Martí de Provençals (1912-)
• Cooperativa ‘El Crèdit’ (1912, 1931-)
• Cooperativa ‘El Jardí’ (1912)
• Cooperativa de Consum Montserrat (1912)
• Societat d’Obrers Agricultors de Barcelona i el seu Radi (1912)
• Societat d’Obrers Vidriers de Barcelona-Poble Nou (1913). Cf. Societat
Vidriera del Poblenou (1915-1918).
• Centre Nacionalista Republicà del Poble Nou (1913-)
• Federació Nacional de Boters (...1914... 1916...).
• Cooperativa ‘Els Fills del Treball’ (1915-, 1918-)
• Societat Vidriera del Poblenou (1915-1918). Cf. Unió de Vestidors de
Garrafes (Vidriers del Poblenou) ‘La Tranquil.litat’ (1918-1919)
• Societat de Contramestres i Ajudants en Teixits ‘El Radium’ (1916-
1924)
• Cooperativa d’Empleats de Barcelona (1918-1920)
• Centre Instructiu Republicà Radical Castellonenc (1918/1919-,1926). Hos-
tatjà, inicialment, en el Centre Democràtic Radical del Poblenou,(1909-).
• Unió de Vestidors de Garrafes (Vidriers del Poblenou) ‘La
Tranquil.litat’ (1918-1919). Cf. Societat Vidriera del Poblenou (1915-
1918).
• Societat de Cilindradors i Art Fabril ‘La Constància’ (...1919..). També:
Sindicat de l’Art Fabril i Tèxtil (1919...1922).
• Societat Esperantista Nova Gento (1920-)
• Associació de Comerciants i Dependents de Comerç, Farina i Cereals
(1922-)
• Sindicat Lliure Professional de Vidriers Ampollers (1922-)
231
• Casino (o Ateneu) Colom (1889/1890-...1939...)
• Cooperativa ‘La Flor de Maig’ (1890-1950’)
• Cooperativa ‘Pau i Justícia’ (1895-, 1904, ...1922...)
• Centre Democràtic d’Unió Republicana del Poble Nou (1904-1931). Cf.
Centre Democràtic Republicà Radical del Poble Nou (1931)
• Ateneu Obrer Republicà del Poble Nou [ o Ateneu Obrer del Poble Nou]
(1909-1936 o 1939). Cf. Cercle Republicà Instructiu del Poblenou (1890-
1907) i Fraternitat Republicana Instructiva Martinenca (1907-1909). Cf.
Ateneu Obrer Republicà Radical del Poble Nou (1933-).
• Joventut Democràtica Radical Instructiva del Poble Nou (1911- 1923...).
Cf. Centre Republicà Radical Instructiu de Sant Martí (1903-1920’)
• Societat de Contramestres i Ajudants en Teixits ‘El Radium’ (1916-
1924)
• Centre Instructiu Republicà Radical Castellonenc (1918- 1926). [Hostatjà al
principi al Centre Democràtic Radical del Poblenou, 1909-]
• Sindicat Lliure Professional de Vidriers Ampollers (1922-)
• Associació Obrera de la Indústria Tèxtil i Fabril de Barcelona i Vol-
tants(1925-1926)
• Sindicat d’Obrers del Camp de Sant Martí de Provençals (1929-)
232
SANT MARTÍ-PEKIN (CAMP DE LA BOTA)
SMdP-Pekín 1875-1895
SMdP-Pekin 1896-1906
• Cooperativa ‘L’Aurora Pequinenca’ (1903-)
• Centre d’Unió Republicana(Pekín) (1905-, 1906-1907). Cf. Casa del Poble
de Pekín (1908-)
• Casa del Poble de Pekín (Camp de la Bota) ([1906] 1908/1909-, 1910-,
1923...)
SMdP-Pekin 1907-1923
• Centre d’Unió Republicana(Pekín) (1906-1907). Cf. Casa del Poble de
Pekín (1908-)
• Casa del Poble de Pekín (Camp de la Bota) ([1906] 1908/1909-, 1910-,
1923...)
• Cooperativa ‘L’Obrera Pescadora’ (1915-)
• Fraternitat Republicana de Pekín Districte X (1916-)
SMdP-Pekin 1923-1930
• Casa del Poble de Pekín (Camp de la Bota) ([1906] 1908/1909-, 1910-,
1923...)
SMdP-Pekin 1930-1931
233
Obrer Industrial del Ram de Blanquers de Sant Martí de Provençals]
(1891-) També: Societat’ La Progressiva Martinenca’ (15 juny 1892)
• Societat de les Tres Classes de Vapor (1891-). Al mateix lloc: Cercle de
Paletes i Fusters de Sant Martí de Provençals (1890’)
• Societat de Peons de Vàries Classes ‘La Confiança’ (1891-, 1892) [Hos-
tatja al Casino Republicà Demòcrata Federal (1892-)]
• Cercle Democràtic de la Unió Republicana (1891/1893)
• Societat d’Obrers d’Estampats i Blanqueig Mecànics ‘La Veritable
Unió’ (1891-)
• Centre Republicà Democràtic Centralista (1892-1893...). Passà a Cercle del
Centre Republicà de Sant Martí (1893-) [SMdP-Poble Nou]
• Casino Republicà Demòcrata Federal (1892-). Hostatja Societat de Peons
Varies Classes ‘La Confiança’ (1891-, 1892).
• Societat Unió d’Obrers Estampadors i Blanquejadors Mecànics (1893-)
[Cf. també SMdP-Camp de l’Arpa]
• Societat de Maquinistes i Fogoners ‘L’Esperança’ (1893-1896). Al
mateix lloc: Societat d’Obrers i Empleats dels Ferrocarrils de Catalun-
ya ‘La Ferroviària’ (1894-1896). Cf. Sindicat General dels Ferrocarrils
d’Espanya (1896-, ....1900...).
• Centre de la Unió Republicana del 2on Districte(Sant Martí) (1893-1894...).
També Cercle Democràtic de la Unió Republicana (1893-):
• Centre Republicà Progressista (1893).
• Casino Republicà Progressista (Sant Martí) (1894-)
• Casino del Centre Republicà (1894—1899). Passà a Cercle Republicà Ins-
tructiu.
• Societat d’Instrucció i Esbarjo de Fogoners i Aprenents de Sant Martí
de Provençals ‘La Patidora’ (1894-)
• Cercle de la Unió Constitucional Republicana del 2on Districte de Sant
Martí de Provençals (1894)
• Societat d’Obrers i Empleats dels Ferrocarrils de Catalunya (1894-
1896).
• Cooperativa ‘L’Atrevida Martinenca’ (1894/1896-1923) [Cf. també, Fort-
Pienc-Parc]
• Centre Republicà Demòcrata [Federal] Instructiu ‘El Progrés’ (1895,
1898). Al mateix lloc: Centre Demòcratic Progressista (1890’ )
234
• Sindicat General dels Ferrocarrils d’Espanya (1896-, ....1900...). Cf.
Societat de Maquinistes i Fogoners ‘L’Esperança’ (1893-1896) i Societat
d’Obrers i Empleats dels Ferrocarrils de Catalunya (1894-1896)
• Associació d’Oficials Calderers en Coure de Barcelona (1898-)
• Cooperativa ‘El Deure Cooperatiu’ (1899-)
• Associació d’Obrers Barbers i Perruquers de Sant Martí (1900-)
• Centre Republicà Democràtic-Federalista del Clot [o Centre Republicà
Federalista del Clot, o Centre Federal del Clot] (1900-1909).
• Agrupació Obrera Republicana del Districte Xè (1901-). [Cf. també SMdP-
el Poblet]
• Centre Republicà Democràtic Instructiu ‘El...’ (1902-)
• Cooperativa ‘La Constància Martinenca’ (1902-, 1912...)
• Societat de Peons Paleta de Sant Martí de Provençals(1903-). Al mateix
lloc: Societat d’Obrers Fusters de Sant Martí de Provençals (1903-) i
Societat d’Oficials i Aprenents de Paletes de Sant Martí de Provençals
(1903-).
• Societat d’Obrers Blanquejadors en Cabdells de Barcelona i Voltants
(1903-1904)
• Cooperativa ‘L’Economia Obrera’ (1903, 1912)
• Cooperativa ‘La Humanitària’ (1903). Cf. Cooperativa ‘La Nova Huma-
nitària’ (1904-)
• Cooperativa ‘La Calderera Barcelonina’ (1904)
• Cooperativa ‘La Favorita Obrera’ (1904-, 1912)
• Cooperativa ‘La Nova Humanitària’ (1904-). Cf. Cooperativa ‘La Huma-
nitària’ (1903)
• Fraternitat Republicana Instructiva ‘El Poble’ del Clot (1904- 1923...) Hos-
tatjà la Joventut Autonomista del Districte Xè i la Joventut Radical.
• Fraternitat Republicana Instructiva Martinenca (1904-1929). Cf. Centre
Instructiu Republicà Martinenc El Progrés (1895, 1898)..
• Centre Instructiu Obrer (1904-1905).
• Ateneu d’Unió Obrera del Clot (1904-1905). Cf. Ateneu Obrer Català de
Sant Martí (1905-1934, 1936)
• Ateneu Obrer Català de Sant Martí (1905-, 1907, 1908, 1912, 1913, 1914...
1936). Cf. Ateneu Llibertari del Clot (1936)
• Societat Democràtica Republicana ‘La Internacional’ ( 1905-1906). Passà a
Societat Democràtica Republicana Federal ‘La Internacional’ (1906-)
235
Federalista del Clot, o Centre Federal del Clot] (1900-1909).
• Cooperativa ‘La Constància Martinenca’ (1902-, 1912...)
• Cooperativa ‘L’Economia Obrera’ (1903, 1912)
• Cooperativa ‘La Favorita Obrera’ (1904-, 1912)
• Fraternitat Republicana Instructiva ‘El Poble’ del Clot (1904- 1923...) Hos-
tatjà la Joventut Autonomista del Districte Xè i la Joventut Radical.
• Fraternitat Republicana Instructiva Martinenca (1904-1929). Cf. Centre
Instructiu Republicà Martinenc El Progrés (1895, 1898)..
• Ateneu Obrer Català de Sant Martí (1905-, 1907, 1908, 1912, 1913, 1914...
1936). Cf. Ateneu Llibertari del Clot (1936)
• Centre Progressiu Instructiu d’Unió Republicana del Districte Xè (1907-
1909). Cf. Centre Instructiu Radical del Districte Xè (1909-1913) i Ateneu
Instructiu Radical del Districte Xè (1913-1924)
• Centre Federal ‘La Internacional’ (1908)
• Societat d’Obrers Pintors Decoradors ‘La Sempre Viva’ (1909-). Al
mateix lloc: Agrupació d’Obrers de Societats de Resistència de Sant
Martí de Provençals (1910-).
• Centre Instructiu Radical del Districte Xè (1909-1913). Passà a Ateneu Ins-
tructiu Radical del Districte Xè (1913-1924).
• Centre Nacionalista Republicà (Sant Martí de Provençals) (1909-, 1910,
1912)
• Societat de Tintorers, Blanquejadors i Aprestadors en Cabdells (1910-)
• Centre Fraternal de Cultura (1910-)
• Centre Federal Nacionalista Republicà del Clot (1910-, 1912) [Cf. també
SMdP-Camp de l’Arpa]
• Societat d’Estampadors, Cilindradors i Aprestadors (1911-). Cf. Sindi-
cat de Cilindradors de Barcelona i el seu Radi (1916-).
• Centre Autonomista Republicà del Districte X (1912-)
• Cooperativa ‘La Lleialtat Martinenca’ (1912-)
• Ateneu Instructiu Radical del Districte Xè (1912/1913-, 1917, 1924). Cf.
Centre Progressiu Instructiu d’Unió Republicana del Districte Xè (1907-
1909) i. Centre Instructiu Radical del Districte Xè (1909-1913).
• Sindicat d’Art Fabril i Similars ‘La Constància’ (1912-). Al mateix lloc:
Federació Regional de l’Art Fabril de Catalunya (1913)
• Unió de Tintorers, Emblanquinadors i els seus Annexes (1912-1917). Cf.
Sindicat Únic de Tintorers...
• L’Actual Barcelonesa d’Obrers i Obreres Tulistes i Similars (1913-1919)
• Societat de Peons Paletes de Sant Martí (1914-)
• Joventut Republicana del Districte X (1914)
• Sindicat de Cilindradors de Barcelona i el seu Radi (1916-). Cf. Societat
d’Estampadors, Cilindradors i Aprestadors (1911-)
236
• Sindicat de Contramestres. Ajudants i Personal de Preparació ‘El
Radium’ (1916-, 1921-1922)
• Sindicat Unió d’Obrers Tintorers en Troques i Similars (1917-). Al
mateix lloc: Sindicat d’Obrers de Fàbriques de Gomes i Amiants i Simi-
lars (1918) i Ateneu Lliure del Clot (1918-).
• Penya Republicana del Districte Xè (1921-1923)
• Sindicat Lliure Professional del Ram de l’Aigua (1921-1925)
• Societat dels Treballadors de la Cia Anònima de Productes Químics
(1922-)
• Sindicat Únic Fabril i Tèxtil (1923-). AL mateix lloc: Ateneu Obrer
Racionalista del Clot (1923-)
• Societat d’Oficials Perruquers i Barbers de les Afores de Barcelona
(1923-1925)
237
SMdP-El Clot 1930-1931
• Centre Obrer de Sant Martí de Provençals (1930-). Al mateix lloc: Sin-
dicat Únic Fabril i Tèxtil [o. Sindicat Fabril i Tèxtil ]
• Grup Socialista Obrer de Sant Martí de Provençals (1930-)
• Ateneu Obrer Català de Sant Martí (1931-1936)
• Centre d’Esquerra del Districte IXè (1931)
• Centre Català d’Esquerra del Clot (1931)
• Agrupació de Preparadors i Acabadors de Tul (1931-1932...)
• Ateneu Llibertari del Clot (1931-).
238
guarda Radical Instructiu del Poblet (1916/1917-, 1921/1922-, 1929-)
• Ateneu de la Sagrada Família (1908-, 1925-1941)
• Cooperativa ‘La Protectora Obrera del Poblet’ (1909-)
• Joventut Obrera Radical del Districte Xè (el Poblet) (1909-1912)
• Ateneu Regionalista del Poblet (1910-). Al mateix lloc: Cooperativa ‘El
Rusc Obrer’
• Agrupació Femenina Socialista (1911-)
• Cooperativa ‘La Formiga Martinenca’ (1912, 1930-)
• Casino Radical dels Districtes IV i X (1913-, 1914-, 1915)
• Joventut Nacionalista Obrera del Poblet (1921-)
• Penya Republicana del Districte X (1921-1923)
239
SMdP- Camp de l’Arpa 1896-1906
• Cooperativa ‘L’Antiga’ del Camp de l’Arpa (1866-, 1886-, 1903, 1908-,
1912)
• Foment Martinenc [o Foment Martinenc-Ateneu Obrer] (1877/1879-, 1907,
1912...)
• Ateneu Obrer Martinenc [o Ateneu Obrer Provençalenc ](1880-, 1887-,
1900-, 1904-1914, -1939)
• Sindicat dels Obrers Rajolers del Districte X de Barcelona (1900)
• Cooperativa ‘La Formiga Martinenca’ (1903-1932)
• Cooperativa ‘L’Avenir Martinenc’ (1903-)
• Cooperativa ‘La Producció Treballadora’ (1903)
• Cooperativa ‘L’Obrera Martinenca’ (1903)
• Cooperativa ‘L’Amistat Martinenca’ (1903/1904-, 1912...)
• Cooperativa ‘La Flor de Maig’. Sucursal del Clot (1903...1912..)
• Cooperativa ‘L’Equitativa’ [de les Torres] (1903-)
• Centre Obrer Republicà de les Torres (1904-, 1907, 1912)
• Joventut Republicana del Districte IXè (1905/1906-).
• Fraternitat Republicana del Camp de l’Arpa [o del Districte IXè] (1906,
1907, 1908,):
240
• Societat d’Obrers Fusters Constructors de Màquines (1909-1911)
• Joventut Radical Socialista del Districte IX (1910-, ...1913-). Cf. també
Joventut Radical Instructiva del Camp de l’Arpa (1910-1917).
• Joventut Radical Instructiva del Camp de l’Arpa (1910-1917) Cf. Joventut
Radical Socialista del Districte IX (1910...).
• Societat Nova d’Oficials Fusters de Sant Martí (1912-1918). Al mateix
lloc: Cooperativa ‘La Flor de Maig. Sucursal n. 4 (1912-1913) i, després,
Societat Mutua ‘La Flor de Maig’ (1913-).
• Societat d’Obreres en Gènere de Punt ‘La Justiciera’ (1912-)
• Ateneu Llibertat de la Unió Federal Nacionalista Republicana del Distric-
te IXè (Camp de l’Arpa) (1913). Cf. Foment Republicà Democràtic Federa-
lista (1908-1913).
• Cooperativa Obrera ‘La Fidel Balança’ (1914-)
• Agrupació d’Estampadors a Mà de Barcelona i Voltants (1915-1932)
• Esquerra Republicana de Catalunya del Districte IX (1916-1925). Cf.
Joventut Avantguarda Mutual Instructiva (1925-1928), Penya Ciclista ‘La
Tranca’ (1928) i Joventut Avantguarda Radical Instructiva del Districte IXè
(1936).
• Basar Obrer de la Colònia Urbana Barcelonina (1917-1924)
• Unió Republicana d’Esquerra del Camp de l’Arpa [o Fraternitat Republi-
cana Radical del Camp de l’Arpa ] (1918- 1939).
• Centre Democràtic Nacionalista (1918-1921). Al mateix lloc: Grup Excur-
sionista ‘Els Bons Amics’ (1918-).
• Centre Republicà Radical Federal (?)
• Unió Femenina del Camp de l’Arpa (?)
241
SMdP- Camp de l’Arpa 1930-1931
• Ateneu Obrer Martinenc [o Ateneu Obrer Provençalenc ](1880-, 1887-,
1900-, 1904-1914, -1939)
• Unió Republicana d’Esquerra del Camp de l’Arpa [o Fraternitat Republi-
cana Radical del Camp de l’Arpa ] (1918- 1939).
• Ateneu Republicà de Sant Martí (1931-)
SMdP-Guinardó 1907-1923
• Centre Radical i Instructiu Guttemberg (1910)
• La Constructora Obrera de la Bossa del Treballador (paletes) (1913)
• Cooperativa ‘La Rosella del Guinardó’ (1913-, 1925)
SMdP-Guinardó 1923-1930
• Cooperativa ‘La Rosella del Guinardó’ (1913-, 1925)
SMdP-Guinardó 1930-1931
• Cercle Republicà de Barcelona (1930)
• Cercle Republicà del Guinardó (1930)
• Cooperativa de Consum de Can Baró (1930)
• Casal Federal del Guinardó (1930)
242
• Cooperativa La Constància Sagrerenca (1902-, 1923)
SMdP-la Sagrera 1907-1923
• Centre Republicà Radical (1907/1908). Cf. Centre d’Unió Republicana
Sagrerenca (1892-1907) i Centre Republicà Coalicionista Sagrerenc (1891-
1892). Cf. Centre d’Unió Republicana Sagrerenca (1909).
• Cooperativa La Constància Sagrerenca (1902-, 1923)
• Centre Republicà Autonomista de la Sagrera (1908-). Cf. Associació Repu-
blicana Autonomista de la Sagrera (Casal Nacionalista Sagrerenc) (1909)..
• Centre d’Unió Republicana Sagrerenca (1909). Cf. Centre Republicà Radi-
cal (1907/1908)
• Associació Republicana Autonomista de la Sagrera (Casal Nacionalista
Sagrerenc) (1909). Cf. Centre Republicà Autonomista de la Sagrera (1908-)
• Centre Radical Instructiu Sagrerenc (1911-1914). Manté una Joventut Radi-
cal Instructiva Sagrerenca (1912, 1913). Cf. Agrupació Radical Instructiva
del Districte IX (1914-1933).
• Agrupació Radical Instructiva del Districte IX (1914-1933). Cf. Centre
Radical Instructiu Sagrerenc (1911-1914).
• Agrupació Radical Instructiva del Districte X (1916-1927).
• Associació dels Treballadors de la Companyia Anònima de Productes
Químics (1922).
SANT ANDREU
Sant Andreu 1875-1895
• Centre Obrer Instructiu Andreuenc ‘El Casinet’ (1873-, 1930)
• Societat de les Tres Classes de Vapor de Sant Andreu de Palomar
(...1881...1890-...)
• Cooperativa ‘L’Andreuenca’ (1879-, 1889-, 1896-, 1903, 1905, 1912)
• Centre Democràtic Històric (1882-1889)
• Ateneu Obrer de Sant Andreu del Palomar (1885-, 1888, 1905, 1907, 1911,
1934)
• Ateneu de les Classes Obreres de Sant Andreu (1886-)
243
• Societat d’Oficials Barbers (1886-)
• Centre[o Cercle] Democràtic Progressista (1887-)
• Centre Democràtic i Instructiu de Productors (1888-)
• Cercle de la Unió Republicana (1889-)
• Centre Republicà del Districte IX (1889-). Cf. Centre Republicà del Distric-
te IX (1899-)
• Societat d’Obrers Paletes de Sant Andreu de Palomar (1890)
• Cercle Socialista l’Agrupació Andreuenca del Partit Obrer (1891)
• Casino El Progrés (1892-, 1905, 1909, 1911)
• Centre d’Unió Republicana de Sant Andreu (1892-)
• Casino La Il.lustració (1893)
• Federacio d’Obrers dels Ferrocarrils d’Espanya (1893)
• Cercle Republicà Democràtic Federal (1893-). Cf. Cercle Republicà
Democràtic Federal de Sant Andreu de Palomar (1896-, -1904)
• Cercle Republicà Democràtic Federal de Sant Andreu de Palomar (1896-, -
1904). Cf.
• Cercle Republicà Democràtic Federal (1893-).
244
• Cercle de la Unió Republicana del Districte IX (1904-1906)
• Cercle de la Joventut de la Unió Republicana del Districte IX [o de Sant
Andreu] (1904-1911). Cf. Joventut Republicana Radical de Sant Andreu
(1911-) i Casa del Poble del Districte IX [o de Sant Andreu de Palomar]
(1916-).
• Avenç Nacionalista Republicà de Sant Andreu de Palomar (1905, 1906,
1910)
• Centre Democràtic Republicà Federal [o Federalista] (1906, -1910)
245
• Societat de Peons Paletes ‘La Progressiva’ (1913).
• Societat d’Oficials Paletes de Sant Andreu de Palomar ‘L’Obrera Benè-
fica’ (1913)
• Taller Cooperatiu d’Obrers Fusters (1914-1916)
• Cooperativa L’Avenir Eulalienc (1915)
• Centre Obrer Instructiu Andreuenc (1915)
• Casa del Poble del Districte IX o de Sant Andreu de Palomar (1916- 1930).
Cf. Cercle de la Joventut de la Unió Republicana del Districte IX [o de Sant
Andreu] (1904-1911, -1930).
• Associació d’Empleats de la Catalana de Gas i Electricitat (1919-1922)
• Centre de Sindicats Lliures Professionals de Sant Andreu: Paletes
(1921-1927), del Ram de l’Aigua (1921-1925), Carreters (1922), del
Ram de la Pell (1922-1925) i Fariners (1922-1927).
246
Cf. Cercle de la Joventut de la Unió Republicana del Districte IX [o de Sant
Andreu] (1904-1911, -1930).
• Avenç Democràtic Republicà de Sant Andreu(1930). Cf. Centre Obrer Ins-
tructiu Andreuenc ‘El Casinet’ (1873-, 1930)
• Centre Català Republicà de Sant Andreu (1931)
• Centre d’Extrema Esquerra Federal del Districte IX (1931)
• Ateneu Obrer de les afores de Sant Andreu (1931)
• Centre Català Republicà de les Carolines (1931?)
• Centre Català Republicà del Verdum (1931?)
• Casal Català Republicà de les Roquetes (1931?)
HORTA (D IX)
Horta 1875-1895
• Ateneu Obrer Hortenc (1888-, 1921)
• Coral La Violeta Hortenca (1892-). Cf. Societat Coral Obrera ‘La Violeta
Hortenca’ (1901-1910) .
• Casino Republicà Democràtic Federal de Sant Joan d’Horta (1893-1900).
Cf. Centre Federal d’Horta (1900-) i Casino Federal d’Horta (1911)
• Casino de la Unió Republicana (1893-)
• Societat Cooperativa Obrera (1894)
Horta 1896-1906
• Ateneu Obrer Hortenc (1888-, 1921)
• Casino Republicà Democràtic Federal de Sant Joan d’Horta (1893-1900).
Cf. Centre Federal d’Horta (1900-) i Casino Federal d’Horta (1911)
• Cercle Democràtic Nacional dels Districtes IXè i Xè (1901-)
• Societat Coral Obrera ‘La Violeta Hortenca’ (1901-1910). Cf. Coral La
Violeta Hortenca (1892-) i
• Agrupació Orfeònica ‘La Violeta Hortenca’ (1918-)
• Cooperativa Obrera ‘L’Avantguarda Obrera’ (1901-1925)
• Cooperativa Instructiva Obrera (1902-1904)
• Fraternitat Republicana d’Horta (1903/1904-, 1907, 1909, 1912... 1931)
• Societat Obrera d’Escorxadors d’Horta (1904)
Horta 1907-1923
• Ateneu Obrer Hortenc (1888-, 1921)
• Societat Coral Obrera ‘La Violeta Hortenca’ (1901-1910). Cf. Coral La
Violeta Hortenca (1892-) i
• Agrupació Orfeònica ‘La Violeta Hortenca’ (1918-)
• Cooperativa Obrera ‘L’Avantguarda Obrera’ (1901-1925)
247
• Fraternitat Republicana d’Horta (1903/1904-, 1907, 1909, 1912... 1931)
• Joventut Radical Socialista del Districte IX (sic) (1910-1912)
• Cooperativa ‘L’Emancipació Obrera’ (1912-1917)
• Cooperativa ‘La Protectora Obrera’ (1912)
• Societat de Peons Paletes d’Horta ‘La Solidaritat’ (1914)
• La Igualtat Obrera d’Adobers d’Horta i Santa Eulàlia M (1914-)
• Agrupació Orfeònica ‘La Violeta Hortenca’ (1918-). Cf. Societat Coral
Obrera ‘La Violeta Hortenca’ (1901-1910) i Coral La Violeta Hortenca
(1892-).
Horta 1923-1930
• Cooperativa Obrera ‘L’Avantguarda Obrera’ (1901-1925)
• Fraternitat Republicana d’Horta (1903/1904-, 1907, 1909, 1912... 1931)
• Cooperativa de Producció, Compra i Consum ‘L’Harmonia’ (1929)
Horta 1930-1931
• Fraternitat Republicana d’Horta (1903/1904-, 1907, 1909, 1912... 1931)
• Centre [o Ateneu] Català Republicà d’Horta i Santa Eulàlia (1930-)
• Ateneu de Cultura Llibertària d’Horta (1931/1932-)
Horta-Vallcarca 1896-1906
• Centre Democràtic Progressista [Horta/Vallcarca] (1887- 1900)
• Centre Republicà Instructiu [o Centre Instructiu de Vallcarca] (1903-, 1905,
1907, 1912)
Horta-Vallcarca 1907-1923
• Centre Republicà Instructiu [o Centre Instructiu de Vallcarca] (1903-, 1905,
1907, 1912)
• Societat de Socors Mutus La Palma de Vallcarca (1917)
Horta-Vallcarca 1923-1930
Horta-Vallcarca 1930-1931
• Casal Català Republicà del Coll (1931)
248
GRÀCIA (D VIII)
Gràcia 1875-1895
• Coral Joventut Obrera Gracienca (1865-, 1904)
• Cooperativa de Majordoms i Contramestres de Telers Mecànics (1873-)
• Cooperativa de Teixidors a Mà (1876-, 1895-)
• Centre Democràtic (o Republicà Democràtic) Federal de la Vila de Gràcia
(1881-)
• Federació Local de Gràcia [FTRE] (...1882...1888)
• Centre Republicà Històric de la Vila de Gràcia (1882-)
• Casino Demòcrata Governamental de la Vila de Gràcia ‘El Porvenir’
(1883-)
• Centre de la Unió Democràtica (Republicana Democràtica Federal) de
Gràcia (1883)
• Centre Fraternal (1883-)
• Centre del Progrés (1883-)
• Societat d’ Obrers Fusters de Gràcia i Voltants (1883-). Cf. Societat d’O-
brers Fusters de Gràcia i Voltants (1892-1918).
• Cooperativa Gracienca (1885-)
• Ateneu lliure Gracienc (1885-)
• Casino Republicà Democràtic-Progresista (1885-)
• Societat de Vaquers i Cabrers (1886-)
• Centre Gremial de Gràcia (1887-)
• Societat de Picapedrers de Gràcia (1887-)
• Cooperativa ‘La Constància Gracienca’ (1888-)
• Societat d’ Operaris de la Fàbrica dels Srs. Matas i Cia (1888-). Cf. Coo-
perativa dels Operaris de la Casa dels Srs. Matas i Cia (1918).
• Cercle Obrer Gracienc (1889-1891). Cf. Ateneu Obrer Gracienc (1891-
1910)
• La Llum de la Veritat. Tertúlia Democràtica Gracienca (1890-)
• Centre Republicà Gracienc [o Casino Republicà Gracienc] (1890-, 1896-)
• Cercle Republicà Històric de Gràcia (1890-, 1891, 1892-)
• Societat Cooperativa de Consum El Progrés.(1890-)
• Societat ‘Progrés’ del Ram de Lampisteria, Llautoneria i Llauneria
(1890-)
• Societat ‘La Flor del Blat’ (1890-)
• Societat Autònoma de Paletes de Gràcia (1890’)
• Centre Industrial de la Vila de Gràcia (1890-)
• Centre de la Unió Republicana (1891- , 1892). Hostatjà la Joventut d’Unió
Republicana de Gràcia (1892).
• Amics Republicans(1891-, -1902). Cf. Centre Republicà de Gràcia i Sant
249
Gervasi de Cassoles (1902-)
• Ateneu Obrer Gracienc o Ateneu Obrer de la Vila de Gràcia [o Ateneu Obrer
de Gràcia] (1891-, 1894-, 1904, -1910, 1912, 1915, 1916). Cf. Cercle Obrer
Gracienc (1889-1891) i Instirut Obrer Gracienc.
• Centre Instructiu i Recreatiu de la Vila de Gràcia (1891-)
• Cercle Republicà [o Democràtic] Progressista de la Vila de Gràcia
(1891/1892-).
• Societat d’Obrers Fusters de Gràcia i Voltants (1892-1918). Cf. Societat
d’ Obrers Fusters de Gràcia i Voltants (1883-)
• Cooperativa La Lleialtat (1892-1897). Cf. Cooperativa de Teixidors a Mà
(1876-)
• Colònia Obrera Model (1893-)
• Societat d’Obrers Flequers de Gràcia i Sant Gervasi ‘L’Espiga de Maig’
(1893-)
• Societat de Mestres Sabaters de Gràcia (1893-)
• Casino Republicà del 3er i 4art Districtes (1893-1898)
• Societat ‘La Tertúlia Obrera’ (1894-)
• Cooperativa l’Harmonia Obrera (1895-)
• Cercle Recreatiu Català (1895-)
Gràcia 1896-1906
• Coral Joventut Obrera Gracienca (1865-, 1904)
• Ateneu Obrer Gracienc o Ateneu Obrer de la Vila de Gràcia [o Ateneu Obrer
de Gràcia] (1891-, 1894-, 1904, -1910, 1912, 1915, 1916). Cf. Cercle Obrer
Gracienc (1889-1891) i Institut Obrer Gracienc.
• La Llum del Progrés (1896-)
• Casino [o Centre]Republicà de la Vila de Gràcia (1896-). Cf. Centre Repu-
blicà Gracienc (1890-). Hostatjà La Banya Gracienca (1895-), l’Agrupació
Republicana de Gràcia i Sant Gervasi (1903-1909), la Unió Republicana
Gracienca (1905), la Joventut d’Unió Republicana Gracienca (1905-). Cf.
Fraternitat Republicana Gracienca (1903-1906) i Unió Republicana Radi-
cal Gracienca .
• Centre Federal de la Vila de Gràcia (1896-)
• Casino Democràtic Republicà Federal Pactista (1896-)
• Institut Obrer Gracienc (1896-, 1907, -1914)
• Cooperativa de Consum ‘La Torrijana’ (1897-)
• Societat Cooperativa ‘L’Avellana’(1897-)
• Casino de Fusió Republicana de la Vila de Gràcia (1898-)
• Societat Progressiva Femenina (1898-, 1907, 1912, -1915, 1922). Cf. Socie-
tat Autònoma de Dones...(1892-).
• Societat d’Obrers Bordadors Mecànics de Barcelona (1899-)
250
• Societat Cooperativa ‘La Instructiva’ (1899-1904...)
• Societat de Cinters, Passamaners i Galoners (1899-)
• Federació de Societats d’Obrers Fusters de la Regió Catalana (1900-)
• Cercle Democràtic Nacional del VIIIè Districte (1900-, -1905)
• Centre Cooperatiu ‘Amics de l’Aurora’ (1901-)
• Cooperativa Obrera ‘L’Honradesa Gracienca’ (1901-)
• Societat d’Obrers Paletes de la Barriada de Gràcia (1901-)
• Centre Republicà de Gràcia i Sant Gervasi (1902-)
• Cooperativa Obrera ‘La Catalana’ (...1903...1904...)
• Centre de Paletes de Gràcia (...1903..)
• Societat de Peons de Paleta de la Barriada de Gràcia (1903-1909)
• Associació dels Dependents de Billar i similars (1903-)
• Ateneu Popular de Gràcia (1903-1904)
• Centre d’Ajustadors Fusters de Barcelona i Voltants (1903-)
• Agrupació Humanitària dels Obrers dels Tallers de la Maquinista
Terrestre i Marítima (1903)
• Fraternitat Republicana Gracienca o Unió Republicana Gracienca (1903-
1906). Cf. Unió Republicana Radical Gracienca (1906-1923)
• Centre Republicà Obrer[i Centre Obrer Republicà Radical] de la Dreta de
Gràcia (1903-, 1905-1923). Impulsà Joventut Avantguarda Radical de la
Dreta de Gràcia (1918).
• Centre Republicà del Districte IV (1903). Cf. Centre Republicà Instructiu
del Districte VIII (1904-1910)
• Cooperativa La Constància Gracienca (1903, 1905, 1912)
• Cooperativa ‘La Rossellana’ (1903)
• Orfeó Gracienc (1903-)
• Centre Republicà Instructiu del Districte VIII (1904-1910). Cf. Centre Repu-
blicà del Districte IV (1903).
• Cooperativa Progressiva Gracienca (1904-)
• Agrupació Lliurepensadora de Gràcia i Sant Gervasi (1904/1905-, 1908)
• Joventut Republicana de Gràcia i Sant Gervasi (1904-)
• Cooperativa ‘L’Abella Obrera Barcelonina’ (1904)
• Cooperativa ‘La Honradesa’ (1904)
• Cooperativa ‘La Violeta’ (1904)
• Cooperativa ‘La Previsora Obrera’ (1904-, 1912)
• Cooperativa ‘l’Emparament de l’Obrer’ (1905-1923)
• Joventut Autonomista de Gràcia (1905-)
• Solidaritat Obrera en els Transports Rodats (1905-1906)
• Centre Republicà Federal de Gràcia (1906-)
• Associació Obrera Nacionalista (1906)
• Centre Republicà Autonomista Gracienc (1906)
251
Gràcia 1907-1923
• Ateneu Obrer Gracienc o Ateneu Obrer de la Vila de Gràcia [o Ateneu Obrer
de Gràcia] (1891-, 1894-, 1904, -1910, 1912, 1915, 1916). Cf. Cercle Obrer
Gracienc (1889-1891) i Institut Obrer Gracienc.
• Institut Obrer Gracienc (1896-, 1907, -1914)
• Societat Progressiva Femenina (1898-, 1907, 1912, -1915, 1922). Cf. Socie-
tat Autònoma de Dones...(1892-).
• Societat de Peons de Paleta de la Barriada de Gràcia (1903-1909)
• Centre Republicà Obrer[i Centre Obrer Republicà Radical] de la Dreta de
Gràcia (1903-, 1905-1923). Impulsà Joventut Avantguarda Radical de la
Dreta de Gràcia (1918).
• Cooperativa La Constància Gracienca (1903, 1905, 1912)
• Centre Republicà Instructiu del Districte VIII (1904-1910). Cf. Centre Repu-
blicà del Districte IV (1903).
• Agrupació Lliurepensadora de Gràcia i Sant Gervasi (1904/1905-, 1908)
• Cooperativa ‘La Previsora Obrera’ (1904-, 1912)
• Cooperativa ‘l’Emparament de l’Obrer’ (1905-1923)
• Joventut Autonomista de Gràcia (1905-)
• Unió Republicana Radical Gracienca (1906-1923). Cf. Fraternitat Republi-
cana Gracienca (1903-1906). Acollí la Joventut d’Unió Republicana Radi-
cal del Districte VIII (1908-1912, 13..), la Joventut Republicana Radical
Gracienca (1912-) i el Grup Excursionista ‘Els Mateixos’ (1918). Acull
Club Esportiu d’Unió Republicana (1922)
• Centre Republicà Democràtic Autonomista de la Dreta de Gràcia (1906-,
1907, 1908)
• Acadèmia Lliure de Gràcia (1907)
• Centre Nacionalista Republicà de Gràcia (1907-)
• Societat d’Obrers de Gèneres de Punt (1907)
• Joventut Republicana Radical del Districte VIII (1909-1912). Cf. Joventut
Radical Gracienca (1908) i Joventut Republicana Radical Gracienca. Cf.
Unió Republicana Gracienca 1916-1923).
• Joventut Republicana Autonomista Gracienca (1908)
• Cooperativa Obrera del Districte VIII (1908-)
• Societat ‘L’Acabada de Néixer’ d’Obrers Pintors (1910)
• Ateneu Gracienc de la UFNR (1910-, 1912, 1913, 1917)
• Centre Socialista del Districte VIIIè (1910-, 1912)
• Cooperativa de Consums Autonomista Republicana Graciènca [o Societat
Cooperativa Autonomista Republicana Gracienca] (1910-1925). Cf. Coo-
perativa de Consum ‘La Gracienca’ (1916)
• Cooperativa d’Obrers de Consum ‘L’Art’ (1911-, 1912)
252
• Orfeó Socialista (1912)
• Joventut Socialista Barcelonesa [o de Barcelona].Secció de Gràcia
(1912-)
• Agrupació Coral Obrera ‘La Casualitat’ (1912-1923)
• Cooperativa ‘Acció Col.lectiva’ (1912)
• Centre Republicà Reformista del Districte VIII (1912-)
• Cooperativa ‘L’Emparament de l’Obrer’ (1913...-1920/1921)
• Cooperativa ‘La Igualtat Gracienca’ (1913-)
• Sindicat d’Obrers i Obreres de Tintoreria i Neteja de Taques a Robes
Usades (1913-1915)
• Societat de Socors Mutus ‘El Progrés’ (1913-1917)
• Confederació Regional del Treball de Catalunya (1913)
• Cooperativa ‘L’Obrera Gracienca’ (1913-1921)
• Societat de Peons Paletes de la Barriada de Gràcia (1914-)
• Societat d’Obrers Tramviaires de Barcelona (1914)
• Societat d’Obrers Jardiners (1914)
• Societat ‘La Defensa’ d’Operaris del Ram d’Ebenisteria (1915-1916)
• Ateneu Obrer Racionalista de Gràcia (1917-). Acull el Sindicat d’Obrers
en Mobles de Jonc (1917-1918):
• Casa del Poble del Districte IVart (1917-1919). Acull l’ Institut Lliurepen-
sador Benèfic (1919).
• Centre Espiritista ‘La Bona Nova’ (1917-1931)
• Sindicat d’Art Fabril de la Sederia (1917)
• Cooperativa dels Operaris de la Casa dels Srs. Matas i Cia (1918) Cf. Socie-
tat d’ Operaris de la Fàbrica dels Srs. Matas i Cia (1888-)
• Unió d’Obrers Fusters de Barcelona i Voltants (1918)
• Joventut d’Avantguarda Radical de la Dreta de Gràcia (1918-1926)
• Federació de Professors Particulars de Primera i Segona Ensenyança
Carrera Seglar (1919)
• Joventut Nacionalista Obrera ‘Pàtria Nova’ (1920)
• Federació de Cooperatives de la Província de Barcelona (1921-1930)
• Cooperativa Obrera ‘El Bon Esdevenidor’ (1921)
• Cooperativa Obrera Mútua del Maestrat (1921)
• Cooperativa d’Empleats i Obrers de Rec i Força Ebre Construcció de Cases
Barates (1921)
Gràcia 1923-1930
• Unió Republicana Radical Gracienca (1906-1923). Cf. Fraternitat Republi-
cana Gracienca (1903-1906). Acollí la Joventut d’Unió Republicana Radi-
cal del Districte VIII (1908-1912, 13..), la Joventut Republicana Radical
Gracienca (1912-) i el Grup Excursionista ‘Els Mateixos’ (1918). Acull
253
Club Esportiu d’Unió Republicana (1922)
• Centre Espiritista ‘La Bona Nova’ (1917-1931)
• Joventut d’Avantguarda Radical de la Dreta de Gràcia (1918-1926)
• Federació de Cooperatives de la Província de Barcelona
• Ateneu Instructiu Benèfic (1923-).
• Grup Humanitari Espiritista Pau, Amor i Progrés (1924)
• Cooperativa ‘La Internacional’ (1924-1930)
• Barcelona Esperanto Societo (1925)
• Agrupació Coral Obrera l’Antiga Banya Gracienca (1926-)
• Agrupació Ángeles López de Ayala (1926)
• Cooperativa Obrera Lumen (1927)
• Cooperativa Obrera ‘La Formal’ (1927)
• Unió de Constructors Serrallers (1929)
Gràcia 1930-1931
• Centre Espiritista ‘La Bona Nova’ (1917-1931)
• Ateneu Republicà Català de Gràcia (o Ateneu Republicà de Gràcia) (1930-)
• Confederació Regional del Treball de Catalunya (1930-)
• Joventut socialista Catalana ‘Patria Nova’ (1931-)
• Centre d’Esquerra Republicana del Districte VIIIè (1931-)
• Bloc Obrer i Camperol de Gràcia (1931-)
• Centre Obrer de Gràcia (1931)
254
Gràcia-Camp d’en Grassot 1923-1930
• Agrupació de Festes Populars del Camp d’En Grassot (1926-)
SANT GERVASI
Sant Gervasi 1875-1895
• Centre Democràtic Instructiu de Sant Gervasi de Cassoles (1883)
• Federació Local de Sant Gervasi de Cassoles [FTRE] (...1885...1888)
• Ateneu de Sant Gervasi (1886-, 1887-, 1888, 1900)
• Centre Obrer de Sant Gervasi de Cassoles (1887-, 1889-)
• Societat de Paletes de Sant Gervasi de Cassoles (1891-)
• Cercle Republicà Possibilista de Sant Gervasi de Cassoles (1891/1892-
1894)
• Cercle Federalista de Sant Gervasi de Cassoles (1894-)
• Centre ‘La Fraternitat Cassolenca’ (1896-)
255
Sant Gervasi 1907-1923
• Cooperativa ‘L’Avenir de l’Obrer’ (1902-1911)
• Secció d’Oficials i Peons de Paleta de Sant Gervasi de Cassoles (1902-
1908)
• Fraternitat Republicana Gervasienca (1903-, ...1920). Cf. Foment Galvan-
yenc.
• Centre Republicà de Sant Gervasi de Cassoles (1906-1908). Cf. Centre de la
Unió Republicana de Sant Gervasi (1904-1906). .
• Centre Republicà Autonomista de Sant Gervasi [o Centre Autonomista
Català de Sant Gervasi] (1904-, 1906-, 1907, 1908, 1909-1910)
• Ateneu Obrer Autonomista de Sant Gervasi (1906-). Cf. Centre Nacionalis-
ta Republicà de Sant Gervasi (1907-1923)
• Centre Amor Universal (1907)
• Centre Nacionalista Republicà de Sant Gervasi (1907-1923) Cf. Ateneu
Obrer Autonomista de Sant Gervasi (1906-). Cf. Centre Familiar de Sant
Gervasi (1923), Centre d’Acció Catalana del Districte III (1924) i Centre
Nacionalista Republicà de Sant Gervasi (1933).
• Associació de Voluntaris Catalans a Cuba el 1869 (1907)
• Joventut d’Unió Republicana del Districte VIII (1909-1910). Acollida a El
Nou Estel (1910).
• Centre Federal Nacionalista Llibertat de Barcelona (1914)
• Societat d’Obrers Constructors de Pianos i Orgues i Annexes (1918)
• Centre Col.lectivista (1918)
• Cooperativa Obrera el Tibidabo (1921-1932)
256
Sant Gervasi 1930-1931
• Cooperativa Obrera el Tibidabo (1921-1932)
• Unió Nacional d’Empleats de Comerç Alemanys (Grup Local de Barce-
lona) (1924-1936). Cf. Unió Alemanya d’Empleats de Comerç, Berlin,
sucursal Barcelona (1931-)
• Ateneu Republicà de la Bonanova (1931)
• Centre Obrer de Cultura i Esports (1931)
• Centre d’Esquerra Republicana de Sant Gervasi [Camp d’En Galvany ]
(1931-)
SARRIÀ
Sarrià 1875-1895
• Centre Artesà ‘La Violeta’ (1889, ...1921...)
Sarrià 1896-1906
• Centre Artesà ‘La Violeta’ (1889, ... 1921)
• Agrupació Obrera d’Empleats de Ferrocarril de Sarrià a Barcelona
(1901-1912)
• Societat Cooperativa d’Empleats del Ferrocarril de Sarrià a Barcelona
(1902/1903-)
• Societat de Paletes de Sarrià (1901-)
• Centre Popular Instructiu de Sarrià (1905-)
• Societat d’Obrers Fusters de Barcelona (1905)
Sarrià 1907-1923
• Centre Artesà ‘La Violeta’ (1889, ... 1921)
• La Humanitària Republicana Federal del Districte II (1907-1910)
• Centre Republicà Radical de Sarrià (1907-1908, 1909-1910)
• Centre d’Unió Republicana Sarrienca (1918-1919)
Sarrià 1923-1930
• Centre Obrer Aragonès de Sarrià (1929)
Sarrià 1930-1931
• Casal Republicà Català de Sarrià (1931-)
SANTS
Sants 1875-1895
• Ateneu de Sants (1865-1868-, 1896-1908)
257
• Societat ‘La Familiar Obrera’ (1872-, 1893-, 1911..)
• Unió dels Treballadors del Camp (FRE de l’AIT) (1872-1874...)
• Societat de les Tres Classes de Vapor de Sants (...1881...)
• Centre Federatiu de Societats Obreres de Sants (...1881...)
• Federació Local [FTRE] (...1883...1888)
• Centre Democràtic Progressista (1887-)
• Cooperativa ‘La Formiga Obrera’ (1885-)
• Centre Federalista de Sants (1888-)
• Cercle Republicà Possibilista de Sants (1889-, 1891, ...)
• Centre de Paletes de Sants (1890’)
• Casino Possibilista de Sants (1896)
• Societat de Socors Mutus i Cooperativa ‘La Protectora del Progrés de Bar-
celona’ (1891-)
• Societat de Socors Mutus ‘La Igualtat’ (1891-1904,...)
• Cooperativa ‘La Igualtat’ (1892-1894)
• Cooperativa ‘La Lleialtat Sansenca’ (1892-1936...)
• Grup Garibaldi de Sants (...1892...)
• Centre Obrer d’Amics de Sants (1892-)
• Societat d’Obrers Flequers de Sants (1892-)
• Centre [o Casino] Republicà Democràtic Progressista de Sants (1893-)
• Centre Federal (o Federalista) de Sants (1893-1903, 1907)
• Centre Republicà Democràtic Federal ‘El Pacte Fraternal’[o ‘Pacte Fede-
ral’] (1893, 1894-)
• Cercle Obrer Instructiu i Recreatiu de Sants (1894-)
• Centre d’Unió Republicana de Sants (1895-)
Sants 1896-1906
• Ateneu de Sants (1865-1868-, 1896-1908)
• Societat ‘La Familiar Obrera’ (1872-, 1893-, 1911..)
• Cooperativa ‘La Formiga Obrera’ [o ‘La Formiga] (1885-, 1888-, 1898-
1901-1918)
• Cercle[o Casino] Republicà Possibilista de Sants (1889-, 1891, 1896, -
1903)
• Cooperativa ‘La Lleialtat Sansenca’ (1892-, 1898-1927, ...1936...)
• Societat d’Obrers Flequers de Sants (1892-)
• Centre Federal (o Federalista) de Sants (1893-1903, 1907). Cf. Centre
Republicà Federal del Districte VIIè (1901-1911)
• Centre [o Casino] Republicà Democràtic Progressista de Sants (1893-1903)
• Centre d’Unió Republicana de Sants (1895-1903)
• Societat d’Obrers Fusters de Sants (1897-)
• Societat d’Obrers Rajolers de Barcelona (1898-1899)
258
• Cooperativa de Producció ‘La Redentora’ [obrers rajolers] (1899-, 1903,
1912, 1916, 1928...)
• Progrés de Sants (1900)
• Societat ‘L’Avenir Obrer Paleta’ (1900-)
• Orfeó de Sants (1900-, o 1902- 1945)
• Centre Republicà Federal del Districte VIIè [o Centre Republicà Democrà-
tic Federal de Sants ] (1901-, 1903-, ...1911). Cf. Centre Federal (o Fede-
ralista) de Sants (1893-1903, 1907).
• Societat General de Treballadors del Ram de Rajolers de Barcelona
(1901-)
• Cooperativa Nova de Sants [ o ‘Nova ‘ o ‘La Nova Obrera’, 1903-] (1903-,
1904, 1912)
• Cooperativa ‘La Balança’ (1903)
• Cooperativa Model del Segle XX (1903-, 1912, ...1928...)
• Societat d’Obrers Vidriers de Sants i la Bordeta ‘L’Avenir’ (1903)
• Societat d’Obrers Blanquejadors i Estampadors de Sants (1903-1906)
• Fraternitat Republicana [Radical] Santsenca (1904-, 1909, 1915, 1919,
1935) Aixoplugà la Joventut Republicana Revolucionaria (1908) i la Joven-
tut Republicana Radical Santsenca (1912-).
• Centre Espiritista Amor i Ciència (1904-)
• Societat Mútua de Terrissaires de Barcelona i Voltants (1905-1906)
• Foment Artístic de Sants (1905). Cf. Foment Artístic Republicà de Sants
(1907-)
• Societat La Unió d’Hortolans Escombriaires (1906)
• Societat Mútua d’Obrers Fusters de Sants (1906-)
Sants 1907-1923
• Ateneu de Sants (1865-1868-, 1896-1908)
• Societat ‘La Familiar Obrera’ (1872-, 1893-, 1911..)
• Cooperativa ‘La Formiga Obrera’ [o ‘La Formiga] (1885-, 1888-, 1898-
1901-1918)
• Cooperativa ‘La Lleialtat Sansenca’ (1892-1936...)
• Centre Federal (o Federalista) de Sants (1893-1903, 1907). Cf. Centre
Republicà Federal del Districte VIIè (1901-1911)
• Cooperativa de Producció ‘La Redemptora’ (1899-, 1903, 1912, 1916,
...1928...)
• Orfeó de Sants (1900-, o 1902- 1945)
• Centre Republicà Federal del Districte VIIè [o Centre Republicà Democrà-
tic Federal de Sants ] (1901-, 1903-, ...1911). Cf. Centre Federal (o Fede-
ralista) de Sants (1893-1903, 1907).
• Cooperativa Nova de Sants [ o ‘Nova ‘ o ‘Nova Obrera’] (1903-, 1904,
259
1912)
• Cooperativa Model del Segle XX (1903, 1912)
• Fraternitat Republicana [Radical] Santsenca (1904-, 1909, 1915, 1919,
1935) Aixoplugà la Joventut Republicana Revolucionaria (1908), la Joven-
tut Republicana Radical Santsenca (1912-) i la Joventut de la Fraternitat
Republicana Radical Santsenca (1914-, 1922-). També algun sindicat:
Societat d’Obrers Cistellers ‘La Constància’ (1917).
• Foment Artístic Republicà [Català o Autonomista] de Sants (1907-, 1911-
1912). Cf. Foment Artístic de Sants (1905).
• Cooperativa ‘El Progrés Santsenc’ (1907-1925..1912...1925). Acollí la Coo-
perativa Economat Fraternitat Republicana ( 1907-, 1912, ...1925)
• Societat d’Obrers Electricistes (1908)
• Societat d’Obrers Vidriers ‘La Unió Moderna’ (1908)
• Centre Republicà Autonomista de Sants (...1908)
• Joventut Republicana Radical de Sants (1909)
• Cooperativa ‘Dos de Maig’ (1909-1910)
• Societat d’Oficials Rajolers del Districte VII (1910)
• Farmàcia Cooperativa Popular (1910)
• Cooperativa ‘L’Empar Obrer’ (1912)
• Cooperativa ’L’Amistat Santsenca’ [o l’Amistat] (1911...)
• Joventut Republicana Federal Galileo (1911-1912)
• Societat d’Obrers de l’Art de Fonedors de Ferro (1912). Acull el Sindi-
cat d’Oficials Botoners (1912) i el Centre de Cultura Racional de Sants
(1913-1914).
• Societat d’Obrers en l’Art de la Cistelleria (1912)
• Societat d’Empredadors ‘L’Espanyola’ (1912-1914). Cf. Ateneu Raciona-
lista Obrer de Sants (1914-)
• La Reserva Radical (1912-1913) Cf. Centre Republicà Radical (1913)
• Centre Republicà Radical (1913). Cf. La Reserva Radical (1912-1913)
• Unió Republicana de Sants (1913)
• Ateneu de la Unió Federal Reformista (sic) del Districte VII (1913)
• Federació Nacional d’Obrers Agricultors i Similars (1913)
• Cooperativa Forn Collectiu de Sants (1914)
• Societat d’Obrers Flequers de la Barriada de Sants, Hostafrancs i les
Corts (1914)
• Federació Regional de Rajolers i Peons de Catalunya (1914)
• Societat d’Obrers Rajolers ‘La Invencible’ (1914)
• Unió de Treballadors de la Fàbrica d’Eusebi Bertrand (1914-1915)
• Joventut Republicana Radical Santsenca [o de Sants] (1914-1935). Cf.
Joventut Republicana Radical de la Fraternitat Republicana Santsenca.
Acollí el Grup Lliurepensador Miquel Servet.
260
• Ateneu Racionalista Obrer de Sants (1914-...1918...1919...). Acollí, entre
d’altres, els sindicats la Unió Vidriera [ i La Unió de Similars Vidriers
(1917)], Sindicat de l’Art Fabril i Similars ‘La Constància’ (...1919...),
Sindicat de Tintorers, Sindicat de Metal.lúrgics, Societat d’Empreda-
dors ‘L’Espanyola’ (1912-1914), Societat d’Obrers d’Extracció de
Latrines (1916), Sindicat Únic de Botoners de Barcelona i del seu Radi
(1918), Sindicat del Ram d’Elaborar Vidre (1918-1922), etc.
• Centre Obrer de Sants (1915-). Acollí, entre d’altres, la Societat de Peons
de Paletes de Sants (1915-), la Societat d’Obrers Flequers ‘Unió Sant-
senca’ (1915), la Societat d’Obrers Pintors Decoradors de Sants ‘El Des-
pertar’ (1916),
• Societat d’Oficials Paletes de Sants ‘L’Harmonia’ (1916)
• Centre Popular Polític i Instructiu de la Bordeta (1916)
• Cooperativa ‘L’Actuació Econòmica’ (1917-1922)
• Centre Republicà Socialista ‘La Lluita’ del Districte VIIè [o de Sants]
(1918)
• Societat d’Obrers de Làmpares Elèctriques (1918)
• Sindicat de Pintors Decoradors de Vidre (1918)
• Centre Republicà Radical (1918/1919-1928)
• Centre Republicà Instructiu Germanor (1922-1928)
• Cooperativa de la Unió de les Vaqueries (1920-1922)
• Centre Polític i Instructiu Districte VII ‘Renovació’ (1920)
• Sindicat Lliure Professional de l’Art Fabril i Tèxtil (1922-1932)
Sants 1923-1930
• Cooperativa ‘La Lleialtat Sansenca’ (1892-1936...)
• Cooperativa de Producció ‘La Redemptora’ (1899-, 1903, 1912, 1916,
...1928...)
• Orfeó de Sants (1900-, o 1902- 1945)
• Fraternitat Republicana [Radical] Santsenca (1904-, 1909, 1915, 1919,
1935) Aixoplugà la Joventut Republicana Revolucionaria (1908), la Joven-
tut Republicana Radical Santsenca (1912-) i la Joventut de la Fraternitat
Republicana Radical Santsenca (1914-, 1922-). També algun sindicat:
Societat d’Obrers Cistellers ‘La Constància’ (1917).
• Cooperativa ‘El Progrés Santsenc’ (1907-1925..1912...1925). Acollí la Coo-
perativa Economat Fraternitat Republicana ( 1907-, 1912, ...1925)
• Joventut Republicana Radical Santsenca [o de Sants] (1914-1935). Cf.
Joventut Republicana Radical de la Fraternitat Republicana Santsenca.
Acollí el Grup Lliurepensador Miquel Servet.
• Centre Republicà Radical (1918/1919-1928)
• Centre Republicà Instructiu Germanor (1922-1928)
261
• Sindicat Lliure Professional de l’Art Fabril i Tèxtil (1922-1932)
• La Igualtat Cooperatista (1923)
• Grup ‘Atlant Empar’ (1925)
• Cooperativa Obrera de Cadirarires (1928-1929)
• Associació d’Obrers del Camp de Barcelona i Província ‘Justícia i Lli-
bertat’ (1930)
Sants 1930-1931
• Cooperativa ‘La Lleialtat Sansenca’ (1892-1936...)
• Orfeó de Sants (1900-, o 1902- 1945)
• Fraternitat Republicana [Radical] Santsenca (1904-, 1909, 1915, 1919,
1935) Aixoplugà la Joventut Republicana Revolucionaria (1908), la Joven-
tut Republicana Radical Santsenca (1912-) i la Joventut de la Fraternitat
Republicana Radical Santsenca (1914-, 1922-). També algun sindicat:
Societat d’Obrers Cistellers ‘La Constància’ (1917).
• Joventut Republicana Radical Santsenca [o de Sants] (1914-1935). Cf.
Joventut Republicana Radical de la Fraternitat Republicana Santsenca.
Acollí el Grup Lliurepensador Miquel Servet.
• Sindicat Lliure Professional de l’Art Fabril i Tèxtil (1922-1932)
• Associació d’Obrers del Camp de Barcelona i Província ‘Justícia i Lli-
bertat’ (1930)
• Foment Republicà del Districte VIIè [Sants] (1930). Acollí una Joventut del
Foment Republicà del Districte VIIè.
• Casal Republicà Democràtic del Districte VII (1930)
• Sindicat de la Indústria Vidriera i Annexes de Barcelona i el seu Radi
(1930): Salou 35
• Ateneu Republicà Federal del Districte VIIè (1931)
• Unió Cultural Cooperativa de Sants (1931-1934)
• Esquerra Republicana de Catalunya. Centre de Sants (1931)
• Centre d’ERC del Districte II (Grup Aunós) (1931): Ctra Prat Vermell 64
• Bloc Obrer Camperol de Sants (1931)
• Joventut Republicana Federal del Districte VII (1931)
• Ateneu Enciclopèdic ‘Sempre Avant’ (1930’)
• Centre Obrer de Sants (1931). Acollí, entre d’altres, la sucursal del Sindi-
cat de la Construcció, el Comitè Pro-Presos de Catalunya, el Sindicat
del Ram del Vidre, etc
• Ateneu Llibertari de Sants (1931, 1932)
262
SANTS-CAN TUNIS (D VII)
Sants-Can Tunis 1875-1895
LES CORTS
Les Corts 1875-1895
• Tres Classes de Vapor de les Corts de Sarrià (...1881...)
• Federació Local de les Corts de Sarrià [FTRE] (...1885...)
• Centre Familiar Instructiu i Recreatiu de Les Corts (1883/1884-, 1892...).
Cf. Ateneu Obrer Instructiu de les Corts (1905-)
• Cooperativa ‘La Perla’ (1891-, 1902-1903)
• Cooperativa ‘La Unió’ (1891-, 1903)
263
• Associació Instructiva Obrera (1901-1906, 1907...)
• Centre Republicà Federal de les Corts (1901-)
• Tertúlia Federal Republicana de les Corts (1903-1910)
• Societat Cooperativa d’Oficials Botoners en Nacre ‘El Progrés’ (1903-1905)
• Cooperativa ‘L’Harmonia Obrera’ (1903, 1903, 1904).
• Casa del Poble Fraternitat Republicana de Les Corts de Sarrià [o Fraterni-
tat Cortsenca] (1904-1905). Acollí una Cooperativa Republicana Obrera
Casa del Poble de les Corts (1905).
• Centre d’Oficials Perruquers i Barbers del Districte VII (1904-1907)
• Cooperativa ‘La Col.lectivista’ (1905)
• Ateneu Republicà del Districte VII (1905)
• Ateneu Obrer Instructiu de les Corts o Centre Familiar Instructiu-Ateneu
Obrer de les Corts (1905-, 1907...). Hostatjà la societat d’esbarjo i instruc-
ció L’Harmonia Cortsenca (1907-1908).Cf. el Centre Familiar Instructiu i
Recreatiu (1883-). Cf. Ateneu Obrer d’Esquerra Republicana (1931).
• Centre Republicà de les Corts ‘El Poble’ (1906-). Cf. Centre Radical ‘El
Poble’ de les Corts (1908, 1912, 1921)
264
trucció L’Harmonia Cortsenca (1907-1908).Cf. el Centre Familiar Instructiu
i Recreatiu (1883-). Cf. el Centre Familiar Instructiu i Recreatiu (1883-). Cf.
Ateneu Obrer d’Esquerra Republicana (1931).
265
NOTES
1. Per més que el meu objectiu no és sinó l'anàlisi de la cultura política obrera i popular d'es-
querres, és important no oblidar que la presència de la dreta en els barris i la perifèria fou
també, almenys en ocasions, prou rellevant. Ens cal molt tenir-la en compte, i massa sovint la
història obrera ha caigut en el parany d'ignorar-la.
2. Com queda clar per la mena de 'text-martyr' que presento, no he d'incloure aquí les moltes i
necessàries referències bibliogràfiques o documentals que hi ha darrera de tot plegat. Ara bé,
permeteu-me reconèixer la tasca que des de fa anys, molts, ha anat desenvolupant Pere Solà a
l'entorn, en especial, de censos i registres oficials d'associacions, al costat de l'anàlisi més
específica d'algunes entitats i les seves consideracions sobre la sociabilitat popular.
3. Òbviament els districtes municipals -constituïts normalment en la base electoral de la ciutat-
variaren al llarg del temps tant en relació a les denominacions com la seva delimitació. M'he
inclinat per a centrar-me, en primer lloc, en la divisió fixada el 1878 que es mantingué amb
pocs canvis al llarg de la Restauració fins el 1897, en el moment de les agregacions de la major
part de les poblacions del Pla. A partir d'aquí la divisió adoptada és la de 1900, que perdurà
fins el 1931. No hi ha, excepte en uns pocs casos, una correspondència estricte respecte de la
divisió anterior, però he procurat establir-ne, sigui de manera molt genèrica, alguna, per tal de
possibilitar ni que sigui molt a l'engròs una certa visió sobre l'evolució de la població per bar-
ris i àrees poblacionals significatives de la ciutat. Sense entrar aquí en el detall de les dis-
tribucions, basti ara recordar que, com és ben conegut, l'antic municipi de Sant Martí de
Provençals en resultà força esquarterat: el Poblenou anà a parar de fet al Districte I amb la
Barceloneta i, pel seu costat, la Sagrera passà al Districte IX, amb Sant Andreu de Palomar.
Els altres grans canvis afectaren a Sants i en el nou Districte VII anaren a parar part del
PobleSec -la França Xica-, així com les Corts de Sarrià. Sant Gervasi de Cassoles passà al Dis-
tricte VIII amb Gràcia.
4. El 1910 el Partit Judicial de la Concepció comprenia, a més de part dels districtes municipals
barcelonins IV, VIII i X, els ajuntaments de Badalona, Sant Adrià i Santa Coloma de Gramenet
5. Tinc en compte, dins cada partit judicial, les poblacions amb més de quatre mil habitants el
1936.
6. Cal tenir en compte que en aquells moments el districte-partit judicial- de Terrassa comprenia
també Sabadell.
7. He considerat en principi les votacions màximes obtingudes pels republicans en cada cas. He
tingut en compte, a més, la normativa electoral vigent en cada situació i període i he procurat
evitar les hipotètiques dobles i triples comptabilitzacions (donat que a Barcelona els electors
acostumaven a poder votar fins a tres noms). Per al càlcul de votants promig he seguit en gran
mesura els criteris avançats per Eugènia Salvador a Les Eleccions Legislatives i Municipals a
Barcelona 1810-1986, Barcelona, Ajuntament/Fundació Bofill, 1989, pp 4-5. D'altra banda,
he marcat * quan hi ha hagut en el districte o lloc alguna victòria republicana; he assenyalat
** quan en aquell districte o lloc el triomf ha estat complet. Finalment, he de deixar constàn-
266
cia que en gran mesura les dades incloses aquí provenen de la premsa i del Butlletí Oficial de
la província; dades que en ocasions he contrastat amb les donades per altres autors en els
resums globals publicats. La relació pormenoritzada de les diverses fonts usades seria ara, en
aquest text de treball, excessivament prolixa.
8. El Districte de 'Gràcia/Afores' comprenia, en principi, Sants, Les Corts, Sarrià, la mateixa
Gràcia, Sant Gervasi de Cassoles, Horta, Sant Andreu, Sant Martí de Provençals, Sant Adrià,
Santa Coloma de Gramanenet i Badalona
9. Formaven part del partit judicial de Sant Feliu de Llobregat les següents poblacions: L'Hos-
pitalet, el Prat de Llobregat, Cornellà, Sant Boi, Gavà, Sant Feliu de Llobregat , Molins de Rei,
Martorell i Esparreguera, juntament amb Abrera, Begues, Castelldefels, Castellví de Rosanes,
Cervelló, Corbera, Esplugues, Gelida, Papiol, Pallejà, Sant Andreu de la Barca, Sant Climent,
Sant Esteve de Sesrovires, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern, Sant Llorenç d'Ortons, Santa
Coloma de Cervelló, Santa Creu d'Olèrdola, Sant Vicenç dels Horts, Vallirana, Vallvidrera i
Viladecans. És a dir, amb alguna correcció, la comarca del Baix Llobregat.
10. Al costat de Montcada, Cerdanyola, Sant Cugat del Vallès, Sabadell i Castellar, formaven
part del Partit Judicial de Sabadell: Barberà, Palausolità, Polinyà, Ripollet, Santa Perpetua de
Moguda, Sant Esteve de Castellar, Sant Quirze de Terrassa i Sentmenat. Tanmateix en les
eleccions legislatives Sabadell no aparegué com a districte uninominal fins el 1891.
11. Al costat de Rubí, Terrassa i Olesa de Montserrat, les altres poblacions del Partit Judicial de
Terrassa eren: Castellbisbal, Gallifa, Matadepera, Rellinars, Sant Llorenç Savall, Sant Pere
de Terrassa -annexionat en una gran part a Terrassa el 1904-, Ullastrell, Vacarisses i Vilade-
cavalls.
12. El partit judicial de Mataró comprenia a més de la capital, Alella, Argentona, Cabrera,
Cabrils, Caldes d'Estrac, Dos-Rius, el Masnou, Orrius, Premià de Mar, Sant Andreu de Lla-
vaneres, Sant Ginès de Vilassar, Sant Joan de Vilassar, Sant Pere de Premià, Sant Vicenç de
Llavaneres, Teià i Tiana.
13. El Partit de Granollers incloïa, a més, Ametlla, Aiguafreda, Bigues, Caldes de Montbui,
Canovelles, Cardedeu, Cànoves, Castellterçol, Fogars de Monclús, la Garriga, Llerona, Lli-
nars, Lliçà de Munt, Lliçà de Vall, Martorelles, Mollet, Montseny, Montmany, Montmeló,
Montornès, Palou, Parets, la Roca, Sant Antoni de Vilamajor, Sant Faust de Capcentelles,
Sant Feliu de Codines, Sant Pere de Vilamajor, Sant Quirze de Safaja, Santa Eulàlia de
Ronçana, Tagamanent.
14. Comprèn també Avinyonet, les Cabanes, Castellví de la Marca, Fontrubí, la Granada, Lavid,
Mediona, Olèrdola, Pacs, Pla, Pontons, Puigdalba, Sant Cugat Sesgarrigues, Sant Martí Sar-
roca, Sant Pere de Riudebitlles, Sant Quintí de Mediona, Sant Sadurní d'Anoia, Santa Fe,
Santa Margarida, Subirats, Terranova del Penedès, Torrelles de Foix, Vilobí.
15. Entre 1875 i 1890 Terrassa i Sabadell compartiren districte electoral, amb les seccions
següents: Sabadell, Terrassa, Sant Pere de Terrassa, Sant Cugat, Santa Perpètua (Ripollet),
Palausolitar (Polinyà), Sant Quirze (Cerdanyola i Barberà) i Viladecavalls (Ullastrell). Amb
la divisió de 1887, Terrassa agrupà, al costat de la capital, Castellbisbal i Rubí (que anteri-
orment pertanyien a Sant Feliu de Llobregat), Ullastrell i Sant Pere de Terrassa i poblacions
267
properes a Sant Llorenç de Munt, com Vacarisses, Viladecavalls, Talamanca, Mura (que fig-
urava fins el moment en el districte de Castellterçol) i Rellinars; també Olesa. Pel seu costat,
el nou districte de Sabadell es configurà amb la ciutat, més Sant Cugat, Sant Quirze, Santa
Perpètua i Palau-Solità, juntament amb Sentmenat i Sant Esteve de Castellar (que havien for-
mat part de Castellterçol).
16. Segueixo aquí les votacions mitjanes calculades per Ramon M. Canals i Rosa Toran a Les Elec-
cions Legislatives i Municipals a Barcelona 1810-1986, Barcelona, Ajuntament/Fundació
Bofill, 1989. Cal tenir en compte que hi ha una nova distribució en la delimitació dels districtes,
que afectà especialment al primer i el X: la Barceloneta fou unida al conjunt de la Ciutat vella,
inclòs el barri de la Ribera, mentre que el Poble Nou fou restituït a Sant Martí de Provençals.
17. Només contemplo els locals dels diversos centres, casinos, ateneus o cooperatives, en la
mida que siguin autònomes, procurant d’evitar les múltiples repeticions que sovint es pro-
dueixen en les relacions més usuals. Dins cada local usualment es trobaven comitès, grups
de joventuts, cooperatives, escoles, corals, etc. que normalment no especifico. Les dates
referides a l’existència de l’entitat (especialment pel que fa a la seva desaparició) són ben
sovint discutibles i només es poden considerar aproximades i a comprovar. De tota manera,
cal recordar que aquí, sobre tot, el que interessa és destacar els molts indicis de la forta con-
tinuïtat de l’associacionisme popular, juntament, és clar, amb la persistència al llarg del
temps d’una determinada tipologia del mateix.
18. Mantinc aquest apartat –al igual que faré en els generals de cada ex-municipi del Pla- per a
incloure aquelles entitats amb local que no he pogut determinar amb exactitud.
19. He fixat els límits en Jaume I, Plaça de Sant Jaume, Ferran, les Rambles del Centre, de Sant
Josep (o de les Flors), Estudis i Canaletes, Plaça de Catalunya, Fontanella, Via Laietana (Bil-
bao, Jonqueres, Riera de Sant Joan, Gràciamat) Plaça de l’Àngel. Durant força temps corre-
spongué al districte electoral III.Audiència.
20. Una mica arbitràriament, dins els límits del vell Districte III Llotja, electoral i municipal dels
anys 90 del segle XIX, situo la frontera entre Sant Just-Sant Jaume i Llotja-la Mercè en una
línia que passaria pels carrers dels Escudellers, Comtessa Sobrediel, Plaça de Regomir, Cor-
reus Vells, Plaça dels Traginers, Pom d’Or, Basea i Argenteria. Em sembla que marca amb
prou aproximació les dues vessants del districte: aquella més girada cap a l’eix comercial i
central del carrer de Ferran , la Plaça de Sant Jaume i Jaume I, i aquella altra abocada al Pas-
seig de Colom i el barri de la muralla del Mar. Òbviament la frontera al sud s’establia a les
Rambles de Santa Mònica i del Centre.
21. Per a la delimitació d’aquesta àrea de Llotja-la Mercè, vegeu-ne les indicacions de la nota
anterior.
22. Correspon a part del Districte II Institut. L’he delimitat per Via Laietana (Bilbao, Jonqueres,
Riera de Sant Joan, Gràciamat), Princesa, Comerç, Passeig de Sant Joan (Saló de Sant Joan),
Ronda de Sant Pere, Urquinaona.
23. En aquest cas les fronteres de la Ribera són: Plaça de l’Àngel, Argenteria, Plaça de Santa
Maria del Mar, Espaseria, Pla del Palau. Duana, Marquès de l’Argentera, Passeig de la Indús-
tria, Princesa. Formà part del Districte II el Born.
268
24. Formà part del Districte II Institut i el Born. Area fronterera amb Sant Martí, en els barris del
Fort Pienc i rere el Parc, no sempre ha estat fàcil la delimitació. He procurat incloure aquí tot
el Fort Pienc –el dels vells municipis de Barcelona i també la part de Sant Martí de
Provençals. El límit entre rere el Parc i el Poble Nou l’he mantingut en el carrer de Marina
–que marcà la frontera entre un i altre municipi. A l’est , ells límits s’estableixen a l’entorn
d’Ausias Marc, Marina, i Granvia/Nàpols.
25. He optat per introduir distincions dins el Raval, que em semblen històricament importants en
relació a la sociabilitat popular. El Raval –Dressanes el faig arribar fins el carrer de Sant Pau,
amb les Rambles de Santa Mònica i del Centre, Santa Madrona i Paral.lel (Marquès del
Duero) tancant el triangle. Com en d’altres ocasions, he considerat he dividit els carrers fron-
terers a banda i banda (els números imparells de les Rambles i Sant Pau, i els parells del
Paral.lel formen per tant part d’aquesta àrea que he definit com a del Raval-Dressanes).
26. Aquí la frontera bàsica l’he establerta en els números imparells del carrer del Carme i de
Sant Antoni Abad, a més de la Rambla de Sant Josep, Sant Pau i Ronda de Sant Pau, amb els
números imparells en el primer cas i els parells pel que fa a Sant Pau i la Ronda.
27. Aquí l’àrea s’emmarca dins dels carrers del Carme (parells), Ponent (Joaquim Costa, parells),
Ronda Sant Antoni (parells), Pelai (parells), Rambles de Canaletes i d’Estudis (imparells)
28. Delimitació: Ponent ( números imparells), Carme i Sant Antoni Abat (Parells), Ronda de
Sant Antoni (parells)
29. La delimitació fixada és: Rondes de Sant Antoni i de Sant Pau (imparells), Paral.lel (parells),
Gran Via (parells). Hi ha alguna frontera imprecisa amb Hostafrancs, però m’he inclinat per
fixar la frontera d’aquest en la plaça d’Espanya i la Gran Via.
30. Cf. Una part del Poble Sec fou inclosa tradicionalment en el Districte de les Drassanes i el
Districte Vè. Es tracta de l’àrea marcada pels Paral.lel, Fontrodona i de Carrera. Tanmateix
en aquestes taules la frontera amb l’àrea que he denominat Raval-Drassanes. L’he fixada en
el Paral.lel (números parells) des del seu començament. Això sí, pel sud i rera la muntanya
de Montjuic, l’espai de Can Tunis correspon a Sants-Can Tunis.
31. M’he inclinat per unes fronteres restringides, en la Plaça d’Espanya, Gran Via, Tarragona ,
Mallorca, fins l’Espanya Industrial i, seguint la frontera amb l’antic municipi de Sants, arrib-
ar de nou a la Gran Via seguint la riera d e Magoria.
32. He fixat com a límits: Tarragona (números parells), Provença (parells), Rambla de Catalun-
ya (imparells) i Gran Via (imparells), Pelai (imparells), Plaça de Catalunya.
33. He fixat, com sempre una mica al meu aire i amb intencionalitat operativa, els límits del
Poble Nou en el carrer de Marina (parells), Carretera de Mataró (Pere IV, parells) fins Sant
Adrià i el mar.
34. Els límits els he situat , en un triangle més aviat obert, a la carretera de Mataró (Pere IV,
imparells), carrer de la Independència (parells) i Meridiana (parells), fins a la Sagrera, a l’en-
torn de la Fàbrica de Sert de començaments del segle XX, en el carrer del Comerç (actual
Felip II, imparells).
269
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ACCIÓN COLECTIVA Y
COMPORTAMIENTOS
POLÍTICOS
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8. Acerca de los orígenes de la CNT en Badalona: el
primer congreso de la Federación Local de Sociedades
Obreras en 1918.
Joan Zambrana
Introducción:
273
de orden menor en cuanto a su potencialidad y carácter antagonista.
A su vez habría que subrayar, para no caer en malentendidos, que en sus
orígenes la Federación Local de Sociedades Obreras, no estaba ligada orgáni-
camente a la CNT, aunque la progresiva coincidencia en planteamientos y tác-
ticas los llevaría a decantarse posteriormente hacia la organización confederal.
Cuestiones como la autonomía obrera de base local, la unidad sindical de
los trabajadores (en relación a la unión del proletariado en una sola organiza-
ción estatal), la rivalidad con otros grupos societarios obreros dentro de la
localidad que intentaban desempeñar un "rol" diferente dentro de las reivindi-
caciones del movimiento obrero, así como la propia dificultad de la CNT para
desarrollarse como una estructura sindical consolidada durante buena parte de
este periodo, influirán en este lento proceso de convergencia hacia una rela-
ción orgánica de mayor amplitud que el estrictamente local.
Este primer Congreso Obrero Local, sintetiza pues, de forma palmaria las
inquietudes y deseos que buena parte del movimiento obrero badalonés tenía
en aquellos momentos, después del proceso lento y clarificador que se había
ido desarrollando tanto en el movimiento obrero local como en el de ámbito
catalán durante la década de 1910 a 1920.
A grandes rasgos, los veinte "temas" que componen el orden del día del
Congreso intentan aunar una voluntad de coordinación y cohesión local de las
diversas sociedades obreras que componen la Federación Local, junto a un
cambio progresivo en el modelo organizativo a través de una propuesta de
Sindicatos Únicos (claramente influenciados por la dinámica general que la
Confederación Regional del Trabajo de Cataluña había impregnado en el Con-
greso de Sants de junio de 1918 y de la que esta Federación no queda inerme)
y por último un "programa mínimo" sindical, social y cultural que reflejara las
aspiraciones del obrerismo de clase badalonés con una voluntad clara de trans-
formación social.
Es importante señalar que fue en la última sesión antes de finalizar el Con-
greso cuando se decidió por unanimidad de todos los sindicatos y a propuesta
de la Federación Local el ingreso en la C.R. del T de Cataluña (CNT).
Se supera de esta manera las "dudas organizativas" que el obrerismo local
venía arrastrando desde 1915 y se apuesta ya de forma definitiva por una
estructura organizativa sindical de ámbito catalán y estatal (CNT) que sería el
eje central en el cual se agruparía el movimiento obrero badalonés hasta el
final de la Guerra Civil.
274
Badalona:el desarrollo hacia una ciudad industrial
275
Badalona tendrá una serie de particularidades propias.
Su rasgo distintivo en cuanto a la forma en que se produce la evolución
demográfica es que la dinámica generada en Badalona no fue tan acelerada en
relación a otras poblaciones del entorno periférico de Barcelona.
Si tuviéramos que extrapolar los datos de las dos ciudades-tipo que existi-
rán en el año 1936 alrededor de Barcelona, como son Badalona y Hospitalet
de Llobregat, nos encontramos pues con dos ritmos de crecimiento demográ-
fico sustancialmente diferentes en su intensidad y desarrollo.
276
En segundo lugar y en lo que afecta a la evolución del sector industrial, que
como hemos indicado es el causante principal del aumento de la población de
Badalona, y para poder tener una visión de conjunto respecto a la evolución
ascendente hasta el periodo que analizamos, creo que es bueno aportar una
serie de datos sobre el número de empresas que existían en la ciudad durante
diversos años de la época que se está estudiando.
277
NÚMERO DE TRABAJADORES
1.910 1.920
Alimentación - 40
Artes gráficas - 240
Barberos 125 -
Campesinos 150 200
Construcción - 425
Paletas 300 -
Manobras 300 -
Pintores 80 -
Ceramistas 250 -
Cordeleros 150 -
Carpinteros 250 125
Serradores mecánicos 500 -
Metalúrgicos 500 75
Piel, cueros - 200
Textil 2.200 3.300
Transportes - 2.000
Oficios varios 300 -
Vidrieros 500 1.170
Población obrera total 5.400 (25,76%) 8.800 (29,97%)
Población Badalona 20.957 29.361
278
El proceso de conformación del sindicalismo revolucionario en Bada-
lona.
Dentro del largo proceso histórico de configuración de una clase obrera
catalana, con organizaciones societarias de diversos contenidos organizativos
y/o ideológicos, Badalona será una de las ciudades en las que dicho proceso
podría ser más rico en matices.
A lo largo de este devenir obrero que se inicia a mediados del siglo XIX
nos encontramos desde un asociacionismo obrero de corte reformista, que
estaría encabezado por "Las Tres Clases de Vapor" que agruparía durante un
tiempo a buena parte del movimiento obrero textil de ámbito barcelonés y
catalán del último tercio del siglo XIX y principios del siglo XX, hasta socie-
dades de tipo corporativo y confesional (las denominadas Hermandades de
Oficios), poco estudiado hasta el momento, pero que representarían formas de
societarismo filo-gremiales.
A su vez, también existirá durante bastante tiempo una interrelación entre
un republicanismo local (que estará relacionado con el republicanismo que por
aquella época lideraba Lerroux) y un movimiento obrero que sin una defini-
ción clara en términos ideológicos y/o estratégicos se decantará por algunas
ideas-fuerza que se adscriben al republicanismo radical, intentando mantener
una autonomía obrera de difícil conjunción.
Dentro de lo que sería la evolución de un "obrerismo revolucionario de
orientación libertaria" en Badalona conocemos la pertenencia de algunas
sociedades obreras a la Federación Regional Española (1870-1874) y también
a la Federación de Trabajadores de la Región Española (1881-1884).
Tenemos referencia de la edición en Badalona del portavoz de los trabaja-
dores de la madera a nivel del estado español, denominado "La Cuña" (1898-
1913), el cual se editará durante un largo ciclo en nuestra ciudad.
A su vez se conoce, dentro del proceso de aperturas de "Escuelas Racio-
nalistas" iniciado por Ferrer i Guardia en Cataluña a principios del siglo XX,
la apertura de una Escuela Racionalista en Badalona en el año 1907, editando
una revista que se denominaría "Lux".
Dicha escuela estuvo subvencionada por nueve sociedades obreras y repu-
blicanas de la localidad, adquiriendo un nivel de aceptación suficiente para su
funcionamiento regular con 118 socios y un alumnado de 41 niñas y 124 niños.
Sin embargo, tanto desde los sectores religiosos como desde los poderes
burgueses locales se hizo todo lo posible para obstaculizar su funcionamiento
regular, teniendo que suspender sus actividades al finalizar el año 1907.
En lo que hace referencia al desarrollo de organismos obreros de principios
de siglo conocemos, según los datos que nos ha facilitado Xavier Cuadrat, que
fue en Badalona donde se realizó la asamblea de "Solidaridad Obrera" para
convertirse dicha sociedad en un "organismo provincial" en la fecha del 25 de
279
Marzo de 1908 y que en ella estaban representadas sociedades obreras de la
localidad, así como del entorno provincial barcelonés.
Posteriormente las sociedades obreras de Badalona estuvieron representa-
das por 6 agrupaciones en el "Congreso Obrero Nacional" de 1910 convoca-
do por la "Confederación Regional de Solidaridad Obrera" y que sería el
embrión de la futura constitución de la CNT.
Xavier Cuadrat nos indica en su libro que tanto en Badalona, como en Vila-
nova y Manresa la organización obrera durante la época en la que se desarro-
lla dicho Congreso estaba "muy quebrantada".
Siguiendo con este periplo organizativo nos encontramos que en el primer
Congreso de la CNT en 1911 asisten representantes de 2 sociedades obreras
que representan a 274 adherentes.
Como se puede ver el peso numérico de la naciente CNT en Badalona era
de poca importancia comparado con el número de trabajadores que laboraban
en la ciudad.
Una de las causas apuntadas alrededor de esta baja afiliación es la que inci-
de en aseverar que el societarismo obrero de raíz anarquista no fue mayorita-
rio en el proceso de organización y desarrollo de la clase obrera badalonesa
desde el ultimo tercio del siglo XIX hasta los inicios de 1915.
Según Pere Gabriel, el proceso de perdida de influencia de la inicial CNT
en Badalona fue causada por las siguientes razones:
280
na y nos indica un primer momento de agregación de este sindicalismo de
clase local que tiene voluntad de agruparse y de generar dinámica solidaria y
propagandística en la ciudad.
Se descarta una adscripción ideológica de mayor contenido en aras de una
agregación local de las sociedades obreras con el objetivo ya expresado de
potenciar la solidaridad obrera local.
De los estatutos de constitución de la Federación, se pueden extraer una
serie de características de índole muy general que nos indican los elementos
constitutivos y de "agrupación" en los inicios de la Federación Local.
Decían así los estatutos iniciales de la Federación:
281
ciación obrera con otras federaciones del país y/o del extranjero, creación de
un órgano de prensa obrero local sin adscripciones partidistas y/o ideológicas
que sirviera de transmisor de propaganda y una reivindicación de la emanci-
pación de la clase obrera a través de la cultura intentando financiar y expandir
la creación de escuelas racionalistas.
Es de destacar durante este proceso inicial el papel de motor que desarro-
lló la Sociedad Obrera de Vidrieros de Badalona en el esfuerzo de aunar y
coordinar voluntades, tanto locales como de mayor amplitud. Desde 1915 y a
través de dicha Sociedad, Badalona será la sede de la Federación Española de
Vidrieros y Cristaleros, lo que repercutirá favorablemente en una relación de
conocimiento y fluidez con el entorno sindical catalán y del estado español.
A su vez editarán, desde Badalona, el periódico "El Vidrio" órgano de
prensa de la Federación Española de Vidrieros y Cristaleros desde 1915 hasta
1920.
Junto a muchos militantes que desarrollaron una labor importante en este
periodo de crecimiento sindical, es de justicia resaltar el papel que Joan Peiró
jugó en este proceso de aunar esfuerzos societarios.
Estuvo en los inicios y fue uno de los impulsores de la constitución de la
Federación Local de Sociedades Obreras de Badalona, siendo Secretario
General de la misma desde julio de 1915 hasta agosto de 1916.
A su vez, desarrolló el papel de director del órgano obrero local "La Col-
mena Obrera" desde 1917 y también del órgano de prensa "El Vidrio" porta-
voz de la Federación Española de Vidrieros y Cristaleros a nivel estatal.
Es dentro del movimiento obrero de Badalona donde Joan Peiró iniciará su
labor de activista y propagandista sindical a través de la Federación Local y
posteriormente de la CNT, siendo uno de los militantes que mayor peso tuvo
en este obrerismo catalán libertario no específicamente barcelonés que se
desarrolló después del Congreso de Sants de 1918 de la CRT y que llegará
hasta el final de la Guerra Civil.
Durante esta fase de este inicio de la Federación Local de Sociedades
Obreras (1915-1918) se activarán y extenderán las redes de comunicación
inter-societarias, siendo el órgano de prensa de la Federación Local "La Col-
mena Obrera", una de las herramientas de propaganda y solidaridad que más
ayudo en dicha tarea.
En una dinámica sostenida de crecimiento global, tanto en su aspecto cuan-
titativo como cualitativo, el movimiento obrero local planteará diversas rei-
vindicaciones basadas fundamentalmente en la disminución del tiempo de tra-
bajo y en la reivindicación de mejoras en las condiciones y valorización del
trabajo obrero.
En está comunicación no he planteado un análisis detallado del proceso de
luchas llevadas a cabo durante este periodo, si bien creo que las mismas fue-
282
ron determinantes para ir desarrollando tanto un espíritu solidario obrero en el
ámbito de Badalona, como una mayor determinación en la necesidad de agru-
parse sindicalmente en un marco de mayor amplitud que el propiamente local.
Si bien la Federación Local de Sociedades Obreras funciona durante este
periodo como organización no vinculada orgánicamente ni a la CNT ni a la
UGT, si que mantenía una relación fluida con dichas organizaciones que se
expresó en diversos actos conjuntos que se desarrollaron en Badalona en rela-
ción a dinámicas globales de lucha del movimiento obrero catalán y español.
Durante esta fase inicial, se puede afirmar que la aspiración o "ideal" que
desarrolla la Federación Local sería el de una única organización obrera que
agrupara a todos los trabajadores del país y que tuviera un perfil de autonomía
en relación a los grupos políticos y/o ideológicos que existían dentro del movi-
miento obrero.
Este "obrerismo" tendría, en general, un perfil "emancipador" y "anticapi-
talista" que le unía con mayor claridad a las tesis del sindicalismo revolucio-
nario de la CNT, que no a un sindicalismo mediatizado por la preponderancia
del coyunturalismo político y/o electoral, como podría ser el caso de la UGT,
por su relación con el PSOE o el de diversos grupos republicanos por su ine-
ficacia práctica.
Así podemos encontrar dentro del órgano de la Federación, "La Colmena
Obrera", mayor cantidad de escritos y manifiestos de propagandistas liberta-
rios que no de otros que provengan del campo socialista. A su vez, se hará pro-
paganda divulgadora de "Solidaridad Obrera", órgano de la CRT de Cataluña,
como órgano de difusión de las luchas obreras.
Es pues una autonomía obrera local que se irá escorando hacia la organi-
zación confederal dentro de un proceso de agregación progresivo que se irá
dando en el conjunto del obrerismo catalán, una vez que la CNT vaya adqui-
riendo el carácter de organización asentada y supere algunas deficiencias
organizativas anteriores.
Según la valoración que Josep Termes hace sobre esta época nos encontra-
mos ante un fenómeno social nuevo y masivo que contiene una gran potencia
movilizadora sindical.
283
El primer congreso de la Federación Local de Sociedades Obreras de
Badalona. (11/12/1918)
284
en relación y correlación al unísono latente del proletariado español,
actualmente en lucha, podamos llegar cuanto antes a la meta de nues-
tras aspiraciones.
Nuestros rumbos, consecuencia proletaria, fe en nuestros ideales, espe-
ranza en el porvenir afirmando lo presente es que se precisa en los actua-
les momentos, si es que de veras queremos arrojar al lastre pernicioso de
las inconsecuencias y las claudicaciones vergonzosas en el seno de los sin-
dicatos obreros.
Animo, pues, compañeros; hacia el Congreso en perspectiva hacia la
purificación de nuestros sindicatos; y sobre todo hacia la unificación de
la clase trabajadora española, capacitándola para la lucha y la victoria."4
285
Sindicatos 1918 Sindicatos 1919
Similares Cristaleros - SU Vidrio 650
Peones Albañiles 150 SU Construcción 2.000
Curtidores - SU Arte Fabril 3.000
Pintores - Oficios Varios 500
Metalúrgicos - SU Metalúrgico 1.500
Ideal Cristalera - Cordeleros 302
Oficiales Albañiles 200 SU Madera 500
Carreteros - SU Alimentación 228
Arte Fabril 1.500 Peluq./Barberos 130
Ladrilleros - Tintoreros Madejas 180
Único de Madera 80 SU Transporte 150
Oficios Varios 350
Tintoreros
Barberos
Vidrieros 175
6 sindicatos / afiliación: 2.455 6 sindicatos / afiliación: 2.455
El orden del día del Congreso fue haciendose durante el periodo de tiem-
po acordado y en el intervinieron las diferentes sociedades y sindicatos que
querían plantear problemáticas que afectaban a la organización obrera local en
diversos aspectos. (organización interna, cuestiones de perfil ideológico, cues-
tiones de estrategia sindical, cuestiones de estrategia social local, etc).
Al final de este proceso se llegó al orden del día que adjunto y que cons-
taba de veinte temas para su discusión y debate.
286
TEMA 2: Demostrado por la práctica experimental de los hechos que los
múltiples factores que forman el conjunto orgánico de la sociedad presente no
tienen otro eje positivo que el factor económico, que es el problema madre,
¿no entiende el Congreso que las Federaciones, ya sean de oficios determina-
dos o varios y ya sean nacionales, regionales, comarcales o locales, como asi-
mismo los Sindicatos, deben exclusivamente concentrar todos sus esfuerzos
sobre el punto de mira de la abolición de salariado, que es la fuente de toda
esclavitud, por se ello la clave única de la emancipación integral del proleta-
riado? Entendiendolo así, ¿no sería conveniente que La Colmena Obrera salie-
ra de su situación ambigua y en lo sucesivo se inspirara y orientara únicamente
en las modernas teorías del Sindicalismo, siendo el periódico, sin embargo,
respetuoso con todas las doctrinas y escuelas?
TEMA 7: ¿Qué medios pueden ser más factibles para procurar el sosteni-
miento de la Escuela Racionalista, y quien debe ser el representante de la
misma? ¿El Ateneo Sindicalista o bien la Federación Local?
287
PROPONENTE: Sindicato de Curtidores
TEMA 12: ¿Qué medios serán más prácticos para la abolición del trabajo
a destajo? Principal causa del desequilibro del "Arte Fabril y Textil"
TEMA 15: ¿Qué actitud debe observar la Federación con los Sindicatos
que no estén adheridos a la misma?
288
TEMA 18: ¿De que forma los Sindicatos deberán costear los gastos de la
inserción del mismo?
TEMA 19: ¿Qué medios podrán emplear los Sindicatos en los conflictos
entre el capital y el trabajo para que desvanezcan los rutinarismos que llevan
fatales consecuencias a toda la Organización?
289
3) Temas que superan el ámbito laboral estricto y que buscan desarrollar una
estrategia de lucha social y de concienciación cultural y sindical: tema 3 (propo-
ne una lucha en contra del abuso sobre el precio de los alquileres en Badalona,
se plantea la opción de constituir un Sindicato de Inquilinos para luchar por su
abaratamiento, así como en sus condiciones de habitabilidad); y por último los
temas 7, 9 y 13 que hacen hincapié en la necesidad de que funcione una Escue-
la Racionalista proponiéndose diversas vías para que ello pueda ser factible.
290
clasificará el trabajo eventual y el tiempo de duración, siempre de acuerdo con
los Sindicatos de las respectivas localidades".
Sobre el tema 11 en relación a conflictos internos en el seno de un mismo
sindicato se aprueba que " la Federación tendrá la suficiente autoridad para lla-
mar a unos y otros afectados por el litigio y les requerirá a que desistan en ello,
y caso de que no lo hagan los presentará en una reunión de juntas y delegados
para que éstas obren en consecuencia"
Sobre el tema 14 referido a la permanencia en un mismo local se aprueba
que" a fin de unificarnos más aún, los Sindicatos vienen obligados a residir en
el local de la Federación siempre que tengan sitio en el mismo. Entiende que
esto reportara un beneficio moral y material a la organización obrera de la
localidad, con el precedente que los Sindicatos que así no lo hagan, serán con-
siderados al margen de la organización".
Sobre el tema 16 se plantea nombrar un nuevo comité de la Federación
Local que sustituya al anterior. (Cinco son los miembros elegidos: Perelló del
Sindicato de Vidrieros; Busto y Clará del Sindicato de Metalúrgicos; y Pom-
peyo y Cabañas del Sindicato de la Construcción)
Sobre los temas 17 y 18 referidos a la periodicidad del órgano de prensa
"La Colmena Obrera" y a su financiación por parte de los Sindicatos se acuer-
da " que se publique quincenalmente y semanalmente, cuando las circunstan-
cias así lo exijan. Los gastos serán pagados por los Sindicatos, los cuales vie-
nen obligados a tomar un tanto por ciento de ejemplares que se estipulará en
un Consejo de Federación como mínimo de cada publicación".
Es de destacar que "La Colmena Obrera" se había convertido en un órga-
no de prensa de gran importancia para la cohesión sindical y militante de la
organización obrera de la ciudad de Badalona. Su tirada media llegó a estar
situada alrededor de los 2.500 ejemplares, siendo el periódico que mayor difu-
sión tenía de todos los que existían en aquellos momentos en la ciudad. (y no
eran pocos los periódicos que se editaban regularmente en Badalona).
Era un periódico que relataba desde las luchas obreras de la ciudad, pasando
por el debate sindical general, análisis de la situación política española hasta
artículos de fondo ideológico desde una perspectiva sindicalista y/o anarquista.
De la importancia del mismo para relatar la historia obrera de esta época
es importante destacar el análisis que del mismo hace Josep Termes:
291
Creo que es importante señalar dentro de este proceso de reorganización
interna la aprobación por parte del Congreso de la modificación de los Esta-
tutos de la Federación Local de Sociedades Obreras que regían desde sus orí-
genes en 1915, creándose una comisión para confeccionar el nuevo reglamen-
to de la misma.
Si bien no es conocido el contenido de los nuevos estatutos, es de imagi-
nar que los mismos reflejarían los cambios aprobados durante el Congreso
tanto en lo que respecta a sus aspectos organizativos como a los de contenido
ideológico que se estaban introduciendo.
292
como fuera de ella, para aplicar el boicot, etc, desde el primer momen-
to que estalle un conflicto en una o varias fábricas de tal o cual indus-
tria.”
293
do el problema económico que, por ser el problema madre, debiera de
haber sido abordado de lleno para llegar a su solución. Pero abordar de
lleno el problema económico no puede ser obra sino de los propios inte-
resados, los trabajadores, puesto que resolver el problema económico en
su forma única consiste en abolir el salariado y en que cada productor per-
ciba el producto integro de su trabajo, para cuya consecución es indispen-
sable que pasen a ser propiedad común la tierra, las minas, las fábricas,
talleres y todos los medios de producción, de transporte y cambio.
No es desconocido para esta ponencia que la humanidad, en su gran gene-
ralidad no está preparada moral ni intelectualmente para operar esa trans-
formación, y de ahí nace para ella, la ponencia, la necesidad de una labor
preparatoria por medio de la propaganda de estos principios emancipado-
res, razón por la cual propone:
1.- Que con relación a la modificación introducida en los Estatutos de la
Federación Local, el periódico órgano de la misma, LA COLMENA
OBRERA, en lo sucesivo sea orientado netamente en las teorías del Sin-
dicalismo Revolucionario, siéndole permitido la abierta crítica, dentro de
los límites del obligado respeto, de todas las doctrinas y escuelas políticas,
religiosas, sociales y filosóficas.
2.- Que, a partir del momento de su aprobación se ponga a la cabecera de
LA COLMENA OBRERA la siguiente inscripción: "Semanario Sindica-
lista órgano de la Federación Local de Sociedades Obreras de Badalona"
Siguiendo con el repaso de los temas del Orden del día que se refieren a estra-
tegia sindical nos encontramos con el tema 10 que aborda la problemática del
reconocimiento del Sindicato como el interlocutor de los intereses de los trabaja-
dores en relación a la burguesía.
La resolución tiene un marcado carácter "práctico", no haciendo del recono-
cimiento del Sindicato un asunto finalista y anteponiendo la posible victoria de
las luchas obreras a través de los Comités de Huelga que son en esencia la exten-
sión del sindicato.
Por lo que respecta al tema 12 que abordaba que medios utilizar para la lucha
contra el trabajo "a destajo" y que incidía fundamentalmente en las condiciones
de trabajo del Sindicato del Arte Fabril y Textil.
Se toma una resolución que sigue las directrices del Congreso Textil y
Fabril
" esto es, no cesar un solo instante hasta haber logrado la completa orga-
nización del mismo y entonces será posible lograr la reivindicación en
dicha industria".
294
El tema 15, plantea la actitud que se debe tomar en relación con los Sindi-
catos que no estén adheridos en la misma.
Sobre ello creo que es importante señalar la contundencia de la resolución
aprobada, así como el carácter que se quiere imprimir "de organización legíti-
ma y total" de la que se imbuía la Federación Local de Sociedades Obreras
entendiéndose como el único representante legítimo de la clase obrera bada-
lonesa hasta el punto de afirmar "que los Sindicatos que no quieran ingresar
en la Federación son enemigos de la organización obrera y por lo tanto se les
debe considerar al margen de la misma."
Por último dentro de este apartado temático de estrategia sindical aparece
el Tema 19 que hace referencia a la superación de los "rutinarismos en las
luchas entre capital y trabajo y que llevan a fatales consecuencias a toda la
Organización".
La resolución aprobada incide en los aspectos económicos que serían ade-
cuados variar por la problemática que origina. Así se afirma "la ponencia
entiende que deben suprimirse los medios empleados hasta la fecha de pasar
subsidio, con excepción de los compañeros que tengan grandes necesidades, y
no puedan trabajar por ejercer algún cargo, en cumplimiento de su deber".
No quisiera acabar este apartado temático sin señalar el paso dado por la
Federación Local de Sociedades Obreras de Badalona de aprobar por unani-
midad de todos los sindicatos el ingreso dentro de la C. R. Del T de C (CNT)
en la última sesión del Congreso.
Ya he indicado que tal decisión no formaba parte del orden del día del Con-
greso, aunque podamos aceptar que dentro del Tema 20 ("Asuntos Generales")
podían incluirse diversas problemáticas que no se especificaran como temáti-
ca concreta.
A su vez, sobre esta cuestión creo que la información que tenemos es cuan-
do menos confusa y/o ambigua en relación a la situación en la que se encon-
traba la Federación Local de Sociedades Obreras de Badalona.
Por un lado y a través del órgano de prensa de la misma, "La Colmena
Obrera", no vemos que se derive una relación de implicación orgánica de la
Federación Local de Sociedades Obreras en el Congreso Regional de Sants
(Barcelona) celebrado en junio de 1918.
En la prensa obrera local aparecen breves informaciones sobre su realiza-
ción y su finalización (La Colmena Obrera nº 66 1-6-1918 y nº 69 13-7-1918),
pero de ello no se puede entender que se esté presente como Federación Local,
agrupando a todos las sociedades existentes.
Posteriormente, en un artículo extenso firmado por "Azaderi"6 titulado
"Los acuerdos del Congreso Regional y la organización obrera de Badalona"
se hace un análisis pormenorizado de algunos aspectos del Congreso de Sants.
En concreto los que se refieren al acuerdo sobre los Sindicatos Únicos y
295
aquellos referidos al impulso de la Escuela Racionalista.
El análisis hecho por el articulista hace hincapié en la defensa "que nues-
tros representantes" hicieron de estos temas que hemos apuntado, si bien no
indica quiénes eran tales representantes.
Conocemos por la Memoria del Congreso Regional de Sants (6-1918) que
hubo una delegación de Sociedades Obreras de Badalona (sumando una afilia-
ción de 2.455 afiliados que representaban a seis sociedades obreras: Sociedades
de Obreros de Albañiles, Vidrieros, Fabril, Oficios Varios, Carpinteros y Peones
y Albañiles y que junto a éstas estaba un representante de la Federación Local).
Conociendo el número de sociedades que acudieron al I Congreso Obrero
Local que fueron 15 creo que se puede llegar a la conclusión que parte de las
mismas fueron al Congreso Regional (6) y que la otra parte se abstuvo de
intervenir en dicho proceso congresual catalán (9).
Es pues desde este I Congreso Local cuando se puede afirmar que la Fede-
ración Local de Sociedades Obreras de Badalona creada en 1915, estando
representadas por todas sus sociedades obreras, se adhiere a la CRT, superán-
dose la situación de ambigüedad y/o ambivalencia que a lo largo de buena
parte del 1918 se había estado produciendo.
296
La pregunta al Congreso plantea la opción de constituir un Sindicato de
Inquilinos, siendo el Congreso el que le diera las características que tendría
que asumir.
La resolución de la ponencia nos hace una reflexión sobre el tipo de creci-
miento que se estaba dando en la ciudad de Badalona y afirma que:
" ... Por lo tanto, como de nadie tenemos ni debemos esperar que venga
a hacer justicia y sí solo tendremos la justicia que nosotros mismos
sepamos imponer, es por lo que esta ponencia propone:
1.- Que bajo los auspicios de la Federación Local de Sociedades Obre-
ras se cree un Sindicato de Inquilinos, cuya misión podría ser la
siguiente:
A.- Agrupar a todos los obreros arrendatarios de habitaciones para la
defensa mutua entre los mismos contra las demasías y abusos de los
caseros.
B.- Que la Junta del Sindicato, una vez constituido, abra una informa-
ción estadística de lo que renta cada inmueble y lo que tributa por
catastro, denunciando a la opinión el escandaloso negocio que se
hace contra toda justicia y razón.
C.- Oponerse por todos los medios que la práctica nos enseñara como
factibles y prácticos, a la exigencia de los depósitos en metálico y
de un trimestre por adelantado, como asimismo a la parcialidad del
Juzgado Municipal.
297
D.- Fomentar la idea de que cada desahuciado por sentencia del Juzga-
do Municipal pleitee como pobre en el Juzgado de Primera Instan-
cia, corriendo los gastos que ello ocasione a cargo del Sindicato.
298
Hemos renovado los métodos aportando a la organización nuevos ele-
mentos de combate, cuya eficacia podrá percibirse a no tardar mucho,
y La Colmena Obrera, además de ser desde ahora semanario, se orien-
tara y orientara a la clase obrera de Badalona con los sanos y fecundos
principios del Sindicalismo Revolucionario, cosa que, si bien en cierta
forma hasta el presente se había hecho - pues el criterio de los indivi-
duos no puede acomodarse a un ambiente asfixiante- no es menos cier-
to que se tropezaba con determinadas dificultades que malograban en
gran parte toda labor educativa en orden de las ideas. Hoy ya no será
así.
Seremos respetuosos con los que no piensen como nosotros, pero recla-
mamos nuestro derecho de crítica analítica de todo aquello que creamos
equivocado, de todo aquello que sea un mal para los intereses morales
y materiales de los trabajadores.
Es hora ya de que salgamos de ambigüedades perniciosas. Basta ya de
medias tintas..."7
299
NOTAS
1. Pere Gabriel Classe Obrera i Sindicats 1903-1920, tesis doctoral U.B. Facultad de Ciencies Politi-
ques i Economiques, 1981 Pag. 648)
2. La Colmena Obrera nº 19 Pag 3-4
3. Josep Termes “De la revolució de setembre a la fi de la guerra Civil 1868-1939” en Historia de
Catalunya vol.IV, dirigida poe Pierre Vilar. Pág 294-295, Ed.62,1989.
4. La Colmena Obrera nº32 Pag.3 4/11/1916
5. Josep Termes, ob.cit
6. La Colmena Obrera nº74, 21-9-1918
7. La Colmena Obrera n.84, 31-12-1918
300
FUENTES Y BIBLIOGRAFIA:
A) ARCHIVOS:
- Arxiu Històric de la Ciutat de Badalona (AHCB)
"La Colmena Obrera" - Órgano de prensa de la Federación Local de Socie-
dades Obreras de Badalona 1ª Época 1915-1919
- Arxiu Històric de la Ciutat. Institut Municipal d´Història de Barcelona
(Casa de l´Ardiaca), Barcelona
"Memoria del Congreso de la Confederación Regional del Trabajo de
Cataluña" Junio de 1918.
B) LIBROS Y REVISTAS:
BAR, Antonio. La CNT en los años rojos. (Del sindicalismo revoluciona-
rio al anarcosindicalismo - 1910-1926) (Akal Editor, 1981)
CARRERAS i GARCIA, Montserrat. La industria a Badalona del 1700 al
1936 (Carrer dels Arbres 3ª Época nº4 - 1993)
CUADRAT, Xavier. Socialismo y Anarquismo en Cataluña (1899-1911).
Los orígenes de la CNT.. (Ediciones de la Revista de Trabajo, 1976)
GABRIEL, Pere. Classe Obrera i Sindicats a Catalunya (1903-1920)
(Tesis Doctoral UB - Facultad Ciencies Politiques i Económiques, 1981)
GABRIEL, Pere. “Propagandistas confederales entre el sindicato y el anar-
quismo. La construcción barcelonesa de la CNT en Cataluña, Aragón, País
Valenciano y Baleares”. AYER nº 45 - 2002
MANENT i PESAS, Joan. Records d´un sindicalista llibertaria catala
(1916-1943). Edicions Catalanes de Paris, 1976.
PEIRÓ, Joan. Escrits 1917-1939. Próleg de Pere Gabriel, Edicions 62,
1975
SANTACANA i TORRES, Carles. “La configuració dels municipis perifè-
rics: l´impacte cultural o sociopolític”, citado el José Luís Oyón, Vida obrera
en la Barcelona de entreguerras, CCCB, 1998.
TERMES, Josep. De la Revolució de setembre a la fi de la Guerra Civil
(1868-1939), - Historia de Catalunya - Vol. VI, Edicions 62, 1989.
301
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9. Vells i nous espais de practiques sindicals i politiques
al Prat de Llobregat, 1917-19391
Soledad Bengoechea
Mercè Renom
A mode d'introducció
303
seva població, però aquest creixement, tot i que espectacular, no ocasionà
encara la creació de barris perifèrics. Molts dels nouvinguts eren solters que
podien rellogar-se als pisos i cases de la vila. D'altra banda, els temporers que
arribaven per a treballar al camp de vegades dormien en qualsevol racó, sovint
amuntegats, en llocs on no hi havia les mínimes condicions higièniques. El fet
que el nucli urbà del Prat no experimentés un creixement espectacular afavo-
rí que els domicilis socials de sindicats i partits polítics estiguessin a prop del
centre de la vila. Durant el curt espai de temps que durà la vida democràtica
republicana, l'Ajuntament va dur a terme una tasca fructífera; especialment va
atendre les paleses necessitats d'urbanisme, amb la posada a punt de la infras-
tructura del poble (vials, pavimentació, clavegueres). Mancaven escoles, i
aquesta necessitat es va aguditzar sobre tot durant la Guerra Civil, degut a l'a-
rribada de nenes i nens exiliats.
El focus industrial important implantat durant els anys vint del passat segle
se centrà gairebé en exclusiva en dues grans empreses: La Paperera i La Seda.
Tant el treball agrari, que havia tingut sempre una importància notable, com
ara també l'industrial, radicaven a la mateixa vila pratenca. Aquesta cir-
cumstància afavorí que els obrers i jornalers pratencs se sindiquessin en el
mateix lloc on treballaven i on vivien. Era un fenomen diferent del que s'esta-
va donant en alguns altres indrets de perifèries properes a Barcelona, on els
obrers afiliats a la CNT se sindicaven en els centres de treball, que habitual-
ment eren lluny de l'habitatge i fins i tot fóra de la ciutat on residien.
Els treballadors de les dues grans fàbriques situades al Prat, en alguns
moments juntament amb els treballadors del camp, van protagonitzar un
important moviment obrer i sindical de predomini masculí. Les assalariades
fabrils cobraven unes retribucions inferiors a les dels homes que feien el
mateix tipus de feina. Les dones també feien treballs relacionats amb la
comercialització agrària, la neteja domèstica o industrial, la confecció i altres.
En aquests tipus de feina era molt difícil organitzar-se sindicalment.
El nucli urbà del Prat estava envoltat de camps, la qual cosa donava a la vila
unes característiques pròpies del món rural, però la proximitat de Barcelona li
havia permès introduir elements propis d'una cultura urbana. Aquesta imatge de
modernitat quedava reforçada per la presència de dues sales que oferien repre-
sentacions cinematogràfiques. Una d'elles estava ubicada al bell mig de la
plaça; era la Sala Moderna, coneguda popularment com la Sala de l'Esparter.
L'altra era el Centre Artesà, que datava de 1883. Ambdós locals, de vella tradi-
ció i d'arrels republicanes, constituïen els eixos de la vida cultural pratenca. En
els seus locals s'establia una sociabilitat de tipus informal, però van servir per
a cimentar la societat. A manca de qualsevol altra lloc de reunió, durant els difí-
cil anys de la Dictadura, però també després, a la República, els obrers les uti-
litzaren com espais per a fer reunions sindicals, polítiques i culturals. En els
304
seus locals, els obrers del camp primer, i més tard els sindicalistes que treba-
llaven a la indústria (tant els més majoritaris de la CNT com els de la UGT i
els Lliures), van donar conferències, mítings i exposaren el seu programa.
Entre els pratencs hi havia molta afició als esports (ciclisme, futbol), el que
reforçava aquesta imatge de modernitat de la vila. Les petites associacions
populars que agrupaven els amants dels esports també van servir com a ele-
ments articuladors de la societat pratenca. Sovint reforçaren els vincles d'a-
mistat i de veïnatge, i probablement els seus associats sindicalistes tingueren
un paper destacat en la captació de nous militants.
Malgrat que no es pot establir una relació directa entre republicanisme i
anarcosindicalisme, al Prat, alguns membres de la CNT de caràcter més mode-
rat sovint militaren a les files del republicanisme. I durant la República van ser
nombrosos els militants de l'Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que es
van afiliar a la CNT, un fet que tingué molt a veure amb el decret de sindica-
ció obligatòria, però que mostra el pes de la CNT al Prat.
305
majoria, els tècnics que venien al Prat procedien de les empreses papereres
que La Paperera posseïa al País Basc i Navarra, i també d'allà van venir una
bona part dels treballadors que ja tenien experiència en el ram del paper. La
necessitat de mà d'obra va impulsar l'arribada a l'empresa d'emigrants proce-
dents d'altres llocs de Catalunya i del País Valencià. En els seus primers
moments de vida l'empresa donava feina a un total de 78 persones, de les quals
6 eren dones que havien vingut de fora, i encara no s'hi havia incorporat cap
pratenca. El nombre de treballadors de La Paperera va créixer en poc temps
d'una manera notable. Els nouvinguts, bascos, joves i solters, en sortir de la
feina i els dies festius anaven en grup de taverna en taverna, com era freqüent
en els seus pobles.
Les dures condicions de treball a La Paperera afavorí la formació d'un
nucli de joves treballadors, la majoria immigrants, que militaren a les files de
l'anarcosindicalisme i tingueren un gran protagonisme a la vida social i políti-
ca del Prat.
La societat La Seda de Barcelona, S.A. es constituí al Prat el 23 de maig
de 1925, pocs anys després d'establir-se La Paperera. Es va instal·lar en els
terrenys que havia ocupat la Compañía Española de Industrias Químicas, uns
terrenys propers a la fàbrica de paper. El 4 de febrer de 1928 s'iniciava la fabri-
cació de fibra artificial a les instal·lacions primitives, amb 924 empleats. Com
en el cas de La Paperera el capital era forà, però ara venia d'Holanda, i per
muntar la nova empresa igualment van arribar tècnics i obrers forasters espe-
cialitzats, ara dels Països Baixos.
La implantació de les dues grans indústries i l'arribada d'immigrants per
treballar-hi va canviar molts aspectes de la vida quotidiana del Prat. Ara, a la
ciutat ja creixia el nombre d'obrers industrials, alhora que la presència de jor-
nalers al camp era molt important, especialment en alguns moments del cicle
productiu agrari, com la collita. Aquests obrers i jornalers crearen les condi-
cions idònies per a la introducció dels diferents sindicats. Tant uns com els
altres van veure en aquestes organitzacions els organismes adequats per a
organitzar-se i millorar la duresa de les condicions de treball de l'època.
306
Tanmateix, durant la segona dècada del segle vint es produí un canvi en l'o-
rientació d'algunes societats obreres agrícoles. El punt d'inflexió fou el 1913,
quan la Federació Nacional d'Obrers Agrícoles adoptà la tendència anarquista
com a element definitori del seu programa ideològic. Arreu de l'Estat, aquest
precedent va ser seguit pel sindicat anarcosindicalista CNT. A partir d'aquí
començaren a aparèixer una altra mena de societats obreres camperoles diferents
de les mútues i germandats. Aquestes noves associacions tenien uns objectius
més amplis: parlaven de traspassar l'àmbit estricte de la mutualitat i de construir
una veritable solidaritat obrera. A partir del 1917 la inestabilitat de la feina, les
males condicions de treball, la pobresa salarial i la situació política espanyola i
europea van afavorir l'enfortiment del sindicat anarquista, la CNT.
Sota l'impacte de la Revolució Russa, el juny del 1918 els cenetistes van
posar de manifest l'ideari revolucionari de l'organització: es recorreria a la vaga
com a tàctica reivindicativa i a la vaga general com a tàctica política. El sindi-
cat va créixer de dia en dia, de tal manera que el 1919 havia aconseguit afiliar
la major part dels obrers catalans. El desembre d'aquell any, la CNT celebrà a
Madrid un Congrés, el Congrés de la Comèdia, on van ser-hi present una dele-
gació de cenetistes arribats del Prat, un fet que ja feia preveure el pes que la CNT
tindria a la vila. En aquells moments, l'afiliació cenetista al Prat devia superar el
centenar, xifra important si tenim en compte que aleshores era una zona emi-
nentment agrícola, perquè encara no s'havien assentat La Seda i La Paperera.
Poc després d'aquest Congrés, a la vila es va donar a conèixer una asso-
ciació nova vinculada al camp: la Societat d'Obrers Agricultors del Prat de
Llobregat. No es definia com anarcosindicalista, i s'instal·là en una casa de la
Plaça de la Constitució. En aquesta mateixa adreça, tres anys més tard tenia la
seva seu el Sindicat Únic de la CNT. El més probable és que ja de bon princi-
pi fos un sindicat de la CNT, però que tingués recel a definir-se com a tal, per-
què eren uns moments de gran conflictivitat arreu d'Espanya, i de manera
especial a Barcelona.
Durant el febrer de 1923, legalitzada de nou la CNT després d'un període
de persecució, es fundà al Prat el Sindicat Únic de Treballadors d'Oficis Varis
(SUTOV), afecte al sindicat cenetista. Comptava amb un nombre important
d'afiliats, 250 (cal tenir en compte que La Seda encara no funcionava i que La
Paperera havia obert portes només un any abans), i el secretari de l'associació
era un treballador de La Paperera. El domicili social el van situar al mateix
lloc que el sindicat de camperols i, com dèiem abans, els sindicalistes dona-
ven a conèixer els seus objectius i impartien conferències al local de la Sala
Moderna, situada al bell mig de la plaça, veritable caixa de ressonància de l'i-
deari i de les reivindicacions polítiques de la CNT i dels ateneus llibertaris.
307
Els sindicats durant la Dictadura de Primo de Rivera
El 13 de setembre de 1923, el capità general de Catalunya, Miguel Primo
de Rivera, donà un cop d'estat i formà un Directori militar. Així es va posar fi
al sistema liberal, que s'havia iniciat el 1875 amb la Restauració monàrquica.
Durant la Dictadura, la CNT va estar perseguida. La UGT, pel contrari, par-
ticipà amb el nou règim. El sindicat socialista donà suport al projecte de gene-
ralitzar el funcionament dels Comitès Paritaris, organismes corporatius que
havien de regular els conflictes laborals plantejats entre patrons i obrers, i par-
ticipà activament en les eleccions d'aquests comitès. Tanmateix, a moltes zones
del país, la UGT no aconseguí realment ocupar el buit deixat per la CNT.
Molts obrers i quadres sindicals es van afiliar als Sindicats Lliures, també
representats dins dels Comitès Paritaris de la Dictadura. Entre el 1928 i 1931,
els Lliures van tenir una forta implantació al Prat, tant al ram del paper com
en el de la seda. Aquesta acceptació dels lliures com a vehicle de negociació
de les aspiracions obreres, mentre la CNT va estar prohibida --i en llocs amb
poca tradició d'implantació de la UGT-- pot tenir una explicació pragmàtica ja
que els treballadors necessitaven disposar d'una organització per a discutir i
resoldre les seves aspiracions. En altres àmbits i per alguns sectors els lliures
van ser considerats com sindicats "grocs" i filo-feixistes. Aquests sindicats
van ser prohibits quan es proclamà la República. Llavors molts sindicalistes
dels Lliures van passar a militar a les files del sindicat socialista, però sobre-
tot a les de la CNT. Com dèiem abans, els obrers necessitaven organitzacions
per a defensar les seves reivindicacions de classe i podien cohabitar amb
marcs ideològics no compartits en la seva totalitat si els oferien espais de reu-
nió i instruments per a actuar. El canvi d'un sindicat a altre no ha estat infre-
qüent en la història del moviment obrer, perquè no tots els treballadors man-
tenen una ideologia determinada al llarg del temps, ni tots compartien una
mateixa ideologia, malgrat agrupar-se en un mateix sindicat. Moltes vegades
el que es prioritzava era la opció estratègica i l'oportunitat o eficàcia de les
organitzacions disponibles. Perquè el que necessitaven els treballadors era una
organització que els permetés defensar les seves reivindicacions.
Els Sindicats Lliures havien sorgit a Barcelona durant l'any 1919. El seu
president era el tradicionalista Ramon Sales Amenós, un jove dependent de
comerç. Es pot dir que van comptar amb el beneplàcit de la patronal i de les
autoritats civils i militars. Els nous sindicats utilitzaven un discurs tenyit d'un
to anticapitalista i de gran ambigüitat. Des de la seva aparició, van intentar de
combatre l'hegemonia de la CNT i s'abocaren a la violència. Principalment a
Barcelona, l'acció dels pistolers dels Lliures va ser sistemàticament patida i
contestada pels anarcosindicalistes i per terroristes vinculats a la CNT. Però
durant la Dictadura, quan la CNT era perseguida, certament van aconseguir un
espai dins el moviment obrer.
308
Cap el 1927 va començar a manifestar-se un deteriorament de la conjuntura
econòmica i la conflictivitat a Catalunya augmentà. Va ser en aquell context que
els Lliures van aparèixer al Prat. Es van implantar en les dues grans empreses,
però sobretot a la recentment creada La Seda, on treballaven moltes dones. Els
Lliures es van donar a conèixer al Prat també al local de la Sala Moderna, un
vell espai de sociabilitat que s'havia convertit en emblemàtic per a la classe obre-
ra, un diumenge de setembre de 1928 de la mà del seu fundador, Ramon Sales,
ara president de la Confederación Regional de Sindicatos Libres de Cataluña.
Dos mesos després es va fundar al Prat el Sindicat Lliure Professional d'O-
ficis Varis. El lema de l'organització era "Justícia i Llibertat". Aquest sindicat
aviat va agafar una forta embranzida. Els treballadors es van afiliar massiva-
ment, com indiquen les xifres: començà amb 450 socis d'ambdós sexes, un
nombre molt important per un poble petit com aleshores era el Prat (amb uns
5.000 habitants). Cal destacar que entre els membres de la junta directiva de
la nova organització predominaven els cognoms d'origen basc. I és que molts
dels nouvinguts procedien de la fàbrica, ja tancada a la producció, que La
Paperera tenia a Villava (Navarra).
Uns quants dies després es creava una organització dels Lliures a La Pape-
rera. El 13 de gener de 1929, amb 92 socis, quedava format el Sindicat Lliure
Professional d'Obrers Paperers del Prat.
Cap al final de la Dictadura de Primo de Rivera, a escala estatal la UGT va
començar a distanciar-se del règim. En aquell context la UGT es va introduir al
Prat i va crear el Sindicat Nacional d'Obrers Paperers del Prat del Llobregat (26
d'agost de 1929), afecte a la Federació Nacional d'Obrers Paperers i a la UGT;
es va presentar al públic pratenc utilitzant també el local de la Sala Moderna. Va
tenir una presència important en el sector del paper, on la militància dels Lliu-
res era més baixa. De moment no hi ha constància que s'implantés a la Seda, on
els Lliures eren forts. Les relacions dels ugetistes amb els sindicalistes dels Lliu-
res no van ser fàcils. Els ugetistes els qualificaven de grocs, consideraven que
estaven totalment venuts a les empreses i es negaven a tenir-hi tractes. La neces-
sitat que els obrers tenien d'associar-se es va posar de manifest en aquests anys:
a La Paperera el pes de la UGT va créixer molt en proclamar-se la República,
just en el moment en que els Lliures van ser prohibits.
A Catalunya i a Espanya l'oposició a la Dictadura primoriverista anava
augmentat en nombre i en mobilització (republicans, socialistes, catalanistes,
anarcosindicalistes...). I a final del 1929, la CNT va començar de nou a ser
present al Prat, amb una implantació principal al camp i a La Paperera.
Uns anys abans, a la segona meitat dels anys vint, mentre el procés d'in-
dustrialització es fiançava al Prat, havien començat a actuar un grup de joves
cenetistes molt radicals. Una bona part eren immigrants bascos i navarresos
que havien vingut a treballar a La Paperera. Molts d'aquells forasters arribaven
309
a la vila sense experiència en les lluites laborals i socials i sense haver patit la
repressió dels vells anarcosindicalistes catalans. En arribar al Prat, però, entra-
ren en contacte amb els antics militants, que els hi van introduir en l'ideari àcra-
ta. El treball braç a braç amb aquests cenetistes i les dures condicions de feina
de les dues grans indústries van ser la millor escola de formació sindical d'a-
quests joves rebels i idealistes, que van tenir una participació extraordinària
més tard, ja durant la República, i van treure protagonisme als antics dirigents
cenetistes pratencs, que van deixar de tenir pes dins l'organització.
A les portes de la República s'estava produint un canvi a l'ambient que es
feia perceptible. Sota aquesta influència, els sindicats UGT i CNT començaren
a manifestar sense por les seves reivindicacions i també van mostrar les distin-
tes estratègies que, durant aquests anys, caracteritzaren les actuacions d'aques-
tes dues organitzacions. En un ambient d'eufòria, els sindicalistes de La Pape-
rera van presentar unes noves bases de treball a l'empresa. Aquestes platafor-
mes van posar de manifest les divergències existents entre els dos sindicats. Els
ugetistes pensaven que aquestes noves bases serien una font de problemes i que
al final la demanda acabaria en vaga. Criticaven els cenetistes i afegien que els
seus dirigents no donaven orientacions clares. La UGT s'oposava a fer accions
de força perquè s'estava organitzant i perquè volia aconseguir afiliar un ventall
ampli d'obrers. Considerava que no se sentia prou forta com per començar i
sostenir una vaga i s'estimava més seguir la línia de la negociació. Negava els
mètodes expeditius i els moviments esporàdics i, en conseqüència, criticava la
CNT, que probablement havia fet una crida a la lluita.
La crisi econòmica mundial, la crisi política i social d'Europa i la pròpia
crisi espanyola contribuïren en bona mesura a posar fi a la Dictadura i a fer
fracassar la via intermèdia que proposava el general Berenguer, successor de
Primo de Rivera. Amb aquest panorama a la política espanyola, el Govern
convocava unes eleccions municipals per al 12 d'abril de 1931.
Les eleccions municipals del 12 d'abril de 1931 van donar la victòria als
republicans en les grans ciutats de l'estat i obriren el camí a la proclamació de
la República dos dies després. A Catalunya, l'ERC, el partit de Francesc Macià
i Lluís Companys, va obtenir la majoria de vots. Del 14 d'abril de 1931 al
novembre de 1933, una coalició de republicans i socialistes governà l'estat
espanyol. En aquesta data darrera, un tomb electoral espanyol portà al poder
una coalició de dretes fins el febrer de 1936 (l'anomenat "bienni negre"), quan
va triomfar el Front Popular o Front d'Esquerres de Catalunya.
310
La CNT davant la República
Entre la població pratenca, el resultat de les eleccions del 14 d'abril va sus-
citar diferents expectatives. Amb la democràcia instaurada per la República,
els pratencs van poder afiliar-se als diferents partits polítics i sindicats. En
aquell context, el sindicat anarcosindicalista es presentà com la gran opció
històrica del moviment obrer; aviat va guanyar el terreny que havia perdut a
la Dictadura i sobrepassà el nombre de militants. En aquell marc permissiu, la
CNT del Prat va veure la possibilitat d'afiliar molts dels treballadors que
durant la Dictadura s'havien enrolat als Sindicats Lliures o a la UGT i, com
havia fet el 1923, unificà els sindicats cenetistes de diferents oficis (probable-
ment fins i tot els camperols) en un Sindicat Únic de Treballadors (SUT), que
va situar el domicili social en un local que estava molt a prop del centre de la
ciutat. El Sindicat Únic es constituí dos dies després de proclamar-se la Repú-
blica a instàncies d'un jove immigrant treballador de La Seda.
Durant aquests anys republicans, al Prat s'establí una relació directa entre
anarcosindicalisme i republicanisme. Molts dels afiliats al partit guanyador a
les eleccions de l'abril de 1931, Esquerra Republicana de Catalunya, que va
tenir una forta implantació al Prat durant la República, van militar alhora a la
CNT. I el propietari de la Sala Moderna, on ja hem dit que es reunien i dona-
ven mítings i conferències els sindicalistes pratencs, era membre de l'ERC i
ostentava un càrrec consistorial, alhora que oferia la seva sala sense que ens
consti cap mena de discriminació.
Al Prat arribà la notícia que la CNT celebraria un congrés a Madrid pel
juny de 1931. A la Sala Moderna hi va haver una assemblea cenetista i es
nomenaren els delegats que assistirien a l'esdeveniment. Dos pratencs van ser
a Madrid. El fet que un d'ells, que presidí una de les sessions, fos un campe-
rol dóna una idea de la importància que la CNT seguia tenint en el món agra-
ri del Prat. Ambdós van parlar, segons van dir allà, en nom de 1.878 militants
pratencs, un número realment elevat per a una localitat que encara no arriba-
va als 7.000 habitants.
El congrés de Madrid va reflectir les divergències obertes en el si de la
CNT. Hi havia sectors més moderats, constituïts generalment per vells diri-
gents, que van veure en la legalitat la possibilitat de portar a terme una estratè-
gia pròpiament sindical aprofitant el règim de llibertats democràtiques. Per
tant, eren partidaris de col·laborar amb la República. Per contra, els sectors
més radicals de la CNT, encapçalats per la Federació Anarquista Ibèrica (FAI)
i per homes dels quadres de defensa confederals, eren partidaris d'aprofitar l'o-
bertura de la República per impulsar la revolució. Principalment en alguns
llocs de Catalunya, com és el cas del Prat, la FAI i els grups de combat cene-
tistes van tenir una forta influència dins la CNT. En el congrés espanyol del
1931, aquesta línia va agafar una forta embranzida, i en algunes de les ponèn-
311
cies s'afirmà que el perill més important per a la classe treballadora era la
democràcia que portava el nou règim. Aquestes resolucions marcaren l'estiu
del 1931, que va iniciar-se amb un enfrontament entre la CNT i el Govern. Al
Prat, a instàncies dels confederals, començaren a produir-se conflictes a la
fàbrica de La Seda, i al mateix temps al camp.
312
una intensa campanya de propaganda clandestina en que criticaven l'actuació
governamental. En el Ple Regional de Sindicats de Catalunya, reunit a l'Ateneu
Republicà de Barcelona els dies 2,3 i 4 d'agost, es va plantejar un debat sobre
quina havia de ser la resposta de la CNT a la repressió. Una posició defensava
que s'havia que contestar fos com fos. Una altra posició sostenia que era neces-
sari fer una intensa preparació abans d'enfrontar-se a qualsevol tipus d'acció. Va
ser en aquell ple que els delegats cenetistes del Prat, que encara tenien el sin-
dicat clausurat, van deixar clarament definida la seva estratègia radical: van
defensar una proposta que assenyalava que s'havia de contestar a les provoca-
cions del Govern actual en un sentit de defensa immediata.
Tanmateix, quan a l'octubre de 1931 va reaparèixer la CNT al Prat, a la
nova junta directiva hi havia alguns homes de tendència moderada, que per-
tanyien al sector més sindicalista de l'organització, potser perquè els sectors
més actius estaven a la clandestinitat. Fins i tot alguns d'aquests dirigents
cenetistes eren propers als republicans. El mateix president del sindicat, tre-
ballador de La Paperera, fou, anys a venir, regidor d'ERC.
Durant el gener de 1932, els sectors radicals anarquistes van provocar una
insurrecció a la conca minera de l'Alt Llobregat, a Fígols i a Sallent. Al Prat,
la nit del 8 de gener de 1932 un grup de nois i noies anarcosindicalistes equi-
pats amb sacs plens d'armes van intentar assaltar, sense èxit el camp d'aviació.
Des del final d'aquell any, el control de la CNT quedà definitivament en mans
d'aquests joves anarcosindicalistes radicals la majoria treballadors de La Pape-
rera. Després de buscar els seus orígens i de seguir la seva trajectòria vital es
pot afirmar que tots eren immigrants.
La conflictivitat que la CNT protagonitzava va rebre una forta repressió
governamental: detencions, empresonaments, tortures i desterraments. Fins el
setembre de 1933, tot sovint el local de la CNT va estar tancat. El sindicat no
hi podia celebrar assemblees, bé perquè estava clausurat, bé perquè li era
denegat el permís.
Malgrat aquesta persecució, en la mateixa línia insurreccional endegada
pels sectors maximalistes de l'organització, els dirigents de la CNT del Prat
també van protagonitzar una de les insurreccions que van tenir lloc a Catalun-
ya el 8 de desembre de 1933, un mes després del triomf electoral de la coali-
ció de dretes. Aquell dia, l'alcaldia del Prat va rebre una informació que assen-
yalava que elements de la FAI tenien una reunió clandestina al local de la
CNT. L'alcalde es posà en contacte amb el sergent comandant de la Guàrdia
Civil del Prat. Semblava que els reunits programaven fer atemptats contra edi-
ficis públics, persones i propietats de la localitat.
Cap al vespre, forces de la Guàrdia Civil es van dirigir al local de la CNT,
perquè havien rebut notícies que podien ocultar una fàbrica de bombes. Els
ocupants del local van obrir foc contra les forces d'ordre. En el tiroteig va
313
morir un cenetista i van resultar ferits un guàrdia civil i un sindicalista. En el
local van ser detingudes unes quaranta persones i es van requisar unes 24
bombes, segells de cotització i documents. Després van ser tallades les línies
telefòniques del servei interurbà i el Prat quedà incomunicat fins a primeres
hores del dia següent. Com a mesura de reforç arribaren forces de seguretat
que procediren a conduir a la ciutat comtal una part dels detinguts. Els restants
van quedar en poder del jutge d'instrucció.
El Govern republicà va respondre a l'actuació cenetista amb mesures enèr-
giques, que radicalitzarien encara més la conducta dels militants més revolu-
cionaris de l'organització. Hi va haver més detencions, entre elles familiars de
sindicalistes, que durant dies van patir tota mena de tortures i maltractaments
a mans de la Guàrdia Civil. Després d'aquests successos, la revifalla que la
CNT havia experimentat el setembre anterior va quedar esclafada durant uns
mesos. Al Prat el sindicat estava desarticulat, amb la direcció a la presó i els
militants vigilats i perseguits. Arreu de Catalunya, les insurreccions de 1933
van posar de manifest les dues línies existents en el moviment confederal. Els
moderats van criticar que la CNT s'havia vist arrossegada a l'aventura per la
FAI, en definitiva, pels sectors més radicals de l'organització cenetista. Al
Prat, l'organització anarcosindicalista no es reorganitzà fins la primavera de
1936, tot just coincidint amb el triomf del Front Popular. Però la clandestini-
tat a què aquest sindicat havia estat sotmès, la persecució dels seus militants i,
probablement també, la seva radicalització van acabar amb la important
presència que havia tingut a la vila.
La UGT
Com hem vist, al Prat, la UGT s'havia introduït a La Paperera durant els
anys de la Dictadura de Primo de Rivera. Ara, amb la República, continuava
actuant, però comptava amb una escassa afiliació de només 73 socis. No acon-
seguia la implantació que tenia la CNT. I això que era de caràcter més refor-
mista que el sindicat anarcosindicalista i que en general va col·laborar amb la
República a través dels jurats mixtos instaurats pel ministre de Treball. Al
final del 1932 la UGT estava també implantada a La Seda. El sindicat socia-
lista pratenc compartia el domicili social amb el Partit Socialista. El fet que les
seves reivindicacions no haguessin estat ateses pels Governs de la República,
que comptaven amb participació socialista, determinà la seva radicalització.
Pel juliol de 1933, la UGT del Prat feia un gir en la seva actitud, i es declara-
va revolucionària, malgrat que no violenta.
En produir-se la victòria electoral de les dretes, el novembre de 1933, s'im-
posà la línia d'unitat proletària defensada per Largo Caballero, que fou elegit
secretari general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) el gener de
314
1934. Com arreu de l'Estat, al Prat l'anomenat bienni negre va ser nefast per
al normal desenvolupament de la vida política i sindical. Com dèiem abans, la
CNT va estar clausurada, molts obrers van ser acomiadats, desterrats o empre-
sonats, el consistori democràtic va ser suspès després dels Fets d'Octubre de
1934 i alguns dels seus membres van ser també empresonats. Tot això afectà
de manera directa la UGT del ram del paper, que aquest mateix mes es disso-
lia perquè havia passat de tenir 73 socis a tenir-ne només 9.
Malgrat aquests situació, el març de 1935 es donava a conèixer el Sindicat
d'Indústries Químiques Rayón, d'UGT. Afiliava a treballadors i treballadores
de La Seda i de La Paperera de la mateixa branca (química).
Tot i que cap dona va ocupar la junta directiva d'aquest sindicat, algunes
treballadores de La Seda eren molt actives i feien propaganda i crides a les
obreres per que acudissin a les assemblees explicatives del programa de l'or-
ganització, dels seus objectius, etc. La UGT feia els actes en un bar situat al
bell mig de la Plaça de la Vila, i també al cafè de La Rambla, i el míting del
Primer de Maig el va fer a la Sala Moderna.
315
vertit en una organització petita, de només 269 afiliats. Com abans, en el Sin-
dicat Únic estaven inclosos tots els rams industrials, fins i tot els camperols.
Com arreu de l'estat, a principis d'abril de 1936, la CNT i la UGT del Prat
van decidir unificar la seva estratègia. Delegats d'aquests sindicats elaboraren
unes bases de treball per a ser presentades a la direcció de La Paperera, però
la proposta no va tenir gaire acceptació entre els obrers de l'empresa. Final-
ment, les bases van ser proposades el 5 de maig al director de la societat. En
elles es demanava que la direcció reconegués els sindicats CNT i UGT i
acceptés un comitè de fàbrica, el reconeixement de la borsa de treball dels sin-
dicats respectius, i l'abolició de la contractació diària per passar-la a setmanal.
Per a tractar de pal·liar l'atur, les bases demanaven la desaparició del treball a
preu fet i la regulació de les hores extraordinàries, de manera que no sobre-
passessin en algunes seccions les sis hores per setmana; quinze dies de vacan-
ces; millores en cas de malaltia; la instal·lació de dutxes en cada secció i un
menjador amb taules i seients. La companyia també s'havia de comprometre a
respectar la plaça dels obrers detinguts per motius socials o que prestessin el
servei militar. Per últim, les bases plantejaven que l'empresa havia de pagar
una quantitat mensual als jubilats.
La direcció es va negar a parlar amb la comissió encarregada de presentar
les bases, perquè l'empresa volia que els obrers negociessin a través dels jurats
mixtes. Però la CNT, fidel a la seva tàctica de tractar amb l'empresa sense cap
mediació estatal, sempre va rebutjar aquesta via. L'empresa es negà a acceptar
les bases i acusà els obrers de col·locar-se en un pla il·legal. El dia 25 de maig
s'inicià a La Paperera una vaga seguida per 479 obrers que durà unes quantes
setmanes, una aturada que només finalitzà quan esclatà la Guerra Civil. Dins la
CNT pratenca, la direcció estava en mans de joves radicals treballadors de La
Paperera, que són els que portaren el conflicte, i per això les posicions cenetis-
tes es van fer molt dures. Però la duració de la vaga dividí l'opinió pública pra-
tenca, que culpava els cenetistes d'haver iniciat una vaga que semblava aboca-
da al fracàs. La CNT va respondre a aquestes acusacions. Va llançar fulls
volants en els quals s'afirmava que la vaga havia estat declarada per tots els tre-
balladors de l'empresa, no només per uns quants joves de la CNT:
“La huelga no se declara por el deseo de cuatro jóvenes impulsivos e inex-
pertos. Se han declarado en huelga todos los trabajadores de La Papelera Espa-
ñola por las razones ya expuestas. Que la opinión pratense se dé por enterada
y nos juzgue a todos. Por lo tanto la Compañía tiene la palabra” (Arxiu Muni-
cipal del Prat, 235-7, 1936 maig 26).
L'acord inicial assolit entre la CNT i la UGT es trencava a mesura que
avançava el conflicte. Els cenetistes culpabilitzaven els ugetistes del fracàs de
les negociacions; els acusaven de col·laboracionistes i d'elaborar unes contra-
bases amb un delegat enviat pel Govern i l'alcalde. La UGT sempre va negar
316
aquestes denúncies, però la divisió dels obrers era una realitat.
Les setmanes passaven i els obrers de La Paperera i les seves famílies con-
tinuaven sense cobrar el salari. Molts ànims estaven esgotats, la discussió de
les bases entre la comissió de vaga i la directiva de l'empresa era molt violen-
ta, però els cenetistes es negaven a tornar a la feina. Mantenien les crides i
llançaven fulls volants demanant als obrers que aguantessin la vaga. Tot sem-
bla indicar, però, que n'hi havia molts que volien tornar a la feina. Seguien els
remors de que el conflicte no s'acabava per la tossuderia d'uns quants dirigents
sindicals i que l'empresa es proposava tancar les portes. Lògicament, davant
d'aquesta possibilitat s'estenia el temor entre molts treballadors i les seves
famílies.
El conflicte de La Paperera es va perllongar durant setmanes i l'esclat de la
Guerra Civil va trobar els treballadors de l'empresa en vaga.
El camp
Al Prat, l'octubre de 1931, hi havia un total de 268 empresaris de la terra
(propietaris, masovers i arrendataris). Per altra banda, el nombre d'obrers del
camp que en aquest moments estaven censats era de 543. A més, en determi-
nats moments de l'any arribaven milers de camperols que treballaven i malvi-
vien en aquell terme municipal. Molts dels assalariats agrícoles que treballa-
ven fixes al Prat procedien de la immigració, ja que d'aquests 543 obrers agrí-
coles censats, només 62 havia nascut a la localitat; la resta havien arribat de
diferents llocs. La província de Castelló era la zona que havia donat més
immigrants al camp pratenc: 146 persones. De la província de Barcelona
(sense comptar el Prat) n´hi havia 34. De la província de Tarragona n'havien
arribat 59. De la província de Múrcia n'eren 56. De Lleida havien vingut 24.
De la província de València, 23. Menor era la immigració d'Almeria (19),
Terol (17), Saragossa (14). Molt poc rellevant era la de Girona, Conca, Palèn-
cia, Osca, Palma de Mallorca, Salamanca, Burgos, Lleó, Granada, Lugo i
Navarra. Hi havia alguns immigrants que eren al Prat de feia molts anys (de
Tarragona, Lleida, Castelló, València i de Sant Boi de Llobregat i Gavà). I, en
concret, des que s'havia proclamat la República, feia cinc mesos, havien arri-
bat ja un total de 34 jornalers (16 de Castelló, 5 de Tarragona, 3 de Múrcia, 2
de Lleida, 2 de Saragossa i 1 de Osca, 1 de Girona, 1 de València, 1 de Múr-
cia, 1 de Lleó i 1 d'Almeria).
El repartiment de la terra pratenca presentava unes particularitats que crea-
ven un gran número de problemes. Per una banda, hi havia els grans empresaris
que tenien necessitat de contractar jornalers fixos, però que també n'utilitzaven
d'altres per a fer treballs temporals. D'altra banda, hi havia un gran nombre de
petits propietaris que en determinades èpoques de l'any realitzaven treballs agrí-
317
coles a les grans propietats, a més de treballar les seves. Finalment, hi havia una
gran quantitat de treballadors agrícoles assalariats que residien de manera esta-
ble al Prat. Els immigrants que arribaven per a treballar de manera temporal for-
maven el grup social al que els pratencs anomenaven "els forasters". Tradicio-
nalment, aquests treballadors temporers havien fet possible la presència, conti-
nuïtat i importància del que ja era una institució al Prat: els caps de colla.
Els anomenats caps de colla, que al Prat sobretot treballaven per als grans
propietaris, realitzaven la contractació dels obrers agrícoles a jornal, a preu
fet, en nom dels amos. Des de molts anys enrera, eren els agents que actuaven
com a intermediaris entre patrons i obrers per a pactar la feina agrícola. La
seva figura era molt important i, de fet, molts patrons es negaven a contractar
cap obrer que no fos enviat per aquest intermediari. A primera hora del matí,
tots els dies, grups de camperols es reunien a la plaça de l'Ajuntament i espe-
raven que els caps de colla els contractessin per treballar un dia, o una setma-
na. Per la seva feina, els caps de colla cobraven una quantitat a l'empresari, i
una altra a l'obrer al qual contractava. No pagaven un preu fix, sinó que la
quantitat s'estipulava seguint les oscil·lacions del mercat laboral. Aquest cos-
tum creava problemes amb els treballadors que residien habitualment a la
localitat. Els que arribaven al Prat de la resta d'Espanya, desesperats, estaven
d'acord a cobrar salaris baixos, tot i que potser sabien que les condicions de
vida que trobarien serien molt dures.
318
bliment d'una borsa de treball en el si del sindicat, a la qual havien d'acudir
obligatòriament tots els patrons quan necessitaven un jornaler. Aquesta clàu-
sula obligava els patrons no solament a reconèixer el sindicat, sinó que també
implicava que el mercat laboral quedava controlat pels sindicalistes, que tra-
mitarien la contractació dels obrers directament amb els patrons, amb la qual
cosa s'invalidava la funció dels caps de colla. La llista de demandes de treball
havia de seguir un ordre rigorós, però tothom, des d'antics jornalers fins a d'al-
tres de recentment arribats, tenia dret a inscriure-s'hi. El sindicat volia també
establir uns salaris fixos i homogenis per a tots els treballadors. Però era clar
que tal i com estava la situació això només s'aconseguiria amb un rígid con-
trol del mercat laboral. Finalment, i en última instància, amb aquesta mesura
la CNT també intentava aconseguir que s'afiliessin al sindicat una gran part
dels obrers i fins i tot els petits propietaris. A més, amb el seu plantejament de
crear una borsa de treball única i obligatòria per a tothom, pretenia impedir la
presència de qualsevol altre sindicat.
Convé destacar que, com ja hem comentat, el juny de l'any 1931 un obrer
agrícola pratenc, en representació dels sindicalistes confederals del Prat, va
assistir a un congrés de la CNT celebrat a Madrid. Al congrés s'establí que els
sindicats agrícoles de la CNT havien de reunir en el seu si jornalers, però
també petits propietaris. Els sindicalistes van declarar que l'enemic principal
era el gran capital i van acordar que l'objectiu a curt termini era aconseguir
millores materials. Tanmateix, la CNT no renunciava a la seva finalitat última,
que era suprimir el sistema capitalista. També s'estipulà que s'havia d'aconse-
guir la socialització (la col·lectivització) de la terra i de tots els mitjans i ins-
truments que cooperaven a la producció. Un objectiu que al Prat i a molts
altres pobles de Catalunya es va fer realitat quan esclatà la Guerra Civil.
Al Prat, com a altres zones obreres, l'estiu del 1931 va ser força conflictiu.
La discussió de les bases de treball agrícola va coincidir amb la vaga de La
Seda. Al camp, els propietaris agrícoles es van oposar rotundament a acceptar
les bases. Sobretot es negaven a contractar els treballadors en una borsa con-
trolada pels cenetistes, perquè sabien que aquesta mesura afavoriria el creixe-
ment del sindicat i, també, perquè no volien la desaparició dels caps de colla
que exercien un filtre i un control. En aquesta situació, mentre la contínua arri-
bada de forasters que venien a treballar al camp creava malestar i desunió, es
decretà una vaga al camp, amb el propòsit d'aconseguir que els empresaris sig-
nessin les bases abans esmentades. Tot fa pensar que la CNT va ser el sindicat
que decretà l'aturada.
En un intent per evitar el gran moviment migratori que es donava a Espan-
ya, el 9 de setembre de 1931 la República va aprovar una llei que establia que
els bracers veïns de cada poble tindrien preferència per a treballar en les feien
agrícoles. El problema real, la injusta distribució de la terra, seguia sense abor-
319
dar-se. Al Prat, per a fer efectiva l'ordre es va crear el carnet de veïnatge, i
només aquells que tinguessin l'esmentat carnet podrien treballar al camp d'a-
quella localitat. La resta solament tindria accés a la feina quan hi hagués treball
sobrant. L'alcaldia estaria encarregada de fer complir el que s'havia estipulat, i
els patrons que no seguissin les normes serien sancionats amb una multa.
Aquesta clàusula va provocar encara més conflictes. Els immigrants que no
tenien un carnet que els acredités com a veïns no podien treballar. A més, a pesar
de l'ordre emesa per Governació, els caps de colla continuaven seleccionant a la
plaça els treballadors que aquell dia podrien treballar i no s'estaven de contrac-
tar nouvinguts. La pugna restava oberta. Hi havia els partidaris de la contracta-
ció directa del treballador per l'agricultor. Hi havia que propugnaven continuar
la contractació per mitjà dels caps de colla. I finalment, els cenetistes lluitaven i
plantejaven conflictes per tal d'aconseguir que el sindicat controlés el mercat de
treball agrícola. Davant la contínua conflictivitat social, la comissió d'assumptes
socials que funcionava al si de l'Ajuntament es va veure obligada a intervenir.
Es va parlar de crear al consistori una borsa de treball agrícola. En la seva orga-
nització, direcció i funcionament intervindrien, juntament amb una representa-
ció municipal, representants de la patronal i delegats del camp pratenc autorit-
zats pels obrers agrícoles. Seria un mena de comissió mixta.
Aquesta mesura es va arribar a implantar no pas sense problemes. La
patronal agrícola s'hi oposava, sobretot perquè significava eradicar els caps de
colla. Els cenetistes probablement també estaven en contra, perquè la CNT
rebutjava qualsevol intervenció governamental. I l'alcalde dubtava que pogués
obligar els patrons a que no admetessin altres obrers que els procedents de la
borsa de treball municipal. La situació va continuar estacionada fins que el
context polític experimentà una variació. Dos anys més tard, quan l'alcaldia
estava presidida per un conservador, es va reconèixer com a dret consuetudi-
nari "el tradicional sistema de contractació dels obrers camperols en aquell
terme municipal", es a dir, la intervenció i el control dels caps de colla en la
selecció de personal.
320
amb la qual cosa van rebre la confiança de l'alcaldia. L'alcalde amb la preten-
sió de tenir com a interlocutor un sindicat que s'avingués a negociar, va inten-
tar que la CNT, que durant molts períodes estava clausurada, s'integrés a la
UGT. La proposta va ser ben acollida pels ugetistes, perquè aquest sindicat
també aspirava a unificar tots els treballadors de la terra sota el seu comanda-
ment. Però la CNT s'hi va negar com s'havia negat a col·laborar en la borsa de
l'Ajuntament.
Des de l'any 1934 fins la Guerra Civil es van produir conflictes entre sin-
dicalistes i patrons al camp pratenc. Els caps de colla van continuar actuant
d'intermediaris durant tota la República i només van desaparèixer dos anys i
mig a partir del 19 de juliol de 1936, quan els sindicats col·lectivitzaren tota
la terra pratenca. Acabada la guerra, van reaparèixer amb les mateixes fun-
cions d'intermediaris del contracte agrícola.
La Guerra Civil
Juliol de 1936
La por que generà la victòria del Front Popular, el febrer del 1936, va ser
un incentiu per a que els sectors més poderosos de l'estat espanyol (gran bur-
gesia i propietat agrària) i els tradicionalment més reaccionaris (sectors de
l'exèrcit i part del clergat) utilitzessin el seu enorme poder econòmic i social,
que seguia intacte, per a bloquejar, i finalment per a destruir, el projecte refor-
mista de la República. El juliol de 1936 aquests sectors van donar suport a una
operació militar contra la legalitat republicana, que sembrà de sang i misèria
una gran part del territori espanyol. A Barcelona, la insurrecció va alçar-se a
les casernes, un matí calorós del 19 de juliol, però va ser aturada principalment
per les Milícies Antifeixistes formades per sindicalistes de la CNT, de la UGT
i per militants de partits d'esquerra.
L'estiu de 1936 el Prat es trobava alterat pel llarg conflicte que es vivia dins
La Paperera. El 19 de juliol van arribar remors confosos que parlaven que les
organitzacions obreres de Barcelona sostenien una lluita contra els militars i un
grup de joves sindicalistes pratencs va acudir-hi a reforçar els seus companys.
Alguns pratencs que van anar a la capital ja no van tornar al poble, perquè un
parell de dies més tard s'enrolaren a les columnes de voluntaris que anaven al
front. Com en altres llocs, la vila va anar quedant sense un nombre considera-
ble de joves, el grup de població més idealista i radical. Però altres dels que
havien acudit a Barcelona van tornar amb les armes requisades durant l'assalt a
la caserna de Pedralbes, convençuts que les necessitaven per fer la revolució.
321
Els sindicats
Els sindicats, sobretot l'anarcosindicalista, van tenir un paper molt destacat
en la derrota de la insurrecció militar el 19 de juliol. Un cop frustrada la insu-
rrecció facciosa a Catalunya, algunes forces proletàries van intentar controlar
la societat. El Govern de la Generalitat es trobà afeblit i, el dia 20 de juliol,
Catalunya estava en mans dels obrers sota les ordres dels principals líders
anarquistes. Al Prat, la CNT, que com hem vist estava dirigida pràcticament
per immigrants radicals, començà una oberta confrontació amb la burgesia
local i fins i tot amb sectors menestrals i obrers afins a l'Esquerra Republica-
na més moderats.
Aquells dies es constituïa a Catalunya el Partit Socialista Unificat de Cata-
lunya (PSUC), de tendència comunista. Al Prat, els quadres més destacats del
nou partit van sortit principalment de la UGT. El PSUC instal·là el seu domi-
cili social a la Plaça de la Vila.
El dia 22 de juliol, al Prat es constituí un consell local només amb els par-
tits polítics que havien format el Front Popular. Amb aquest pas, una part de
la població pratenca, aquella que havia votat les dretes el febrer passat, va que-
dar sense representació municipal. El Consell es va formar amb una forta
majoria d'ERC i va decidir que el mateix dia s'havien de posar en marxa totes
les agrupacions laborals de la ciutat (camp, indústries, comerços...).
Tot i que les institucions polítiques s'estaven reorganitzant, al Prat, com
arreu de Catalunya, el veritable poder va recaure en els sindicats. També el dia
22 de juliol, els sindicalistes pratencs van constituir un grup de control, el
Comitè de Milícies Antifeixistes. Durant aquesta primera etapa de la guerra,
les Milícies van exercir les funcions d'ordre públic i l'ajuntament republicà va
quedar relegat. Tot indica que, al Prat, la CNT i la UGT van establir relacions
de cooperació, tant en el terreny econòmic com en el polític. La direcció del
Comitè de Milícies Antifeixistes del Prat estava composta per vuit persones,
quatre de cada sindicat. Els de la CNT eren quatre dirigents sindicalistes des-
tacats treballadors de La Paperera, tots immigrants, i pertanyien al sector anar-
cosindicalista més revolucionari de l'organització: després de la guerra tots
van marxar camí de l'exili. Un membre de la UGT que participà en el Comitè
aviat fou alcalde pel PSUC. El 1939, ell també marxà cap l'exili.
Les Milícies Antifeixistes van ser una de les manifestacions més patents
del poder popular, un poder que sovint va estar molt radicalitzat. De vegades,
aquesta radicalització va portar a excessos i això fou un dels motius pels quals
el 27 de setembre del 1936 la Generalitat les va dissoldre. El 15 d'octubre, el
Comitè de Milícies Antifeixistes del Prat deixava de tenir funcions, i els seus
components, que aleshores eren trenta, van incorporar-se a l'Ajuntament. Per
primer cop des del 19 de juliol, els milicians van continuar assegurant l'ordre
i la vigilància, però ja no tenien aquella independència de que gaudien abans
322
i es van haver de sotmetre a les decisions de l'Ajuntament; ja no actuaven
sense control, sinó en nom d'una institució.
Per primer cop a la seva història, durant aquells anys de la guerra la UGT
catalana va esdevenir una organització forta, on van confluir nombroses
opcions sindicals no anarquistes. Aquest creixement és inseparable del decret
de la Generalitat del 27 d'agost de 1936 que establia la sindicació obligatòria,
amb la qual cosa pràcticament tota la societat quedava sindicalitzada. El 1933,
el nombre de sindicats ugetistes al Baix Llobregat dependents del secretariat
de la UGT de Catalunya eren 4, mentre que el 1938 el nombre havia ascendit
a 118. Al Prat, aquest fort creixement es va donar també. Una bona part dels
treballadors pratencs s'enrolaren en els sindicats ugetistes i col·laboraren molt
estretament amb els cenetistes en les tasques col·lectivitzadores.
Paral·lelament a aquesta expansió ugetista, la Casa del Pueblo del Prat, que
s'havia obert els anys anteriors, també va agafar una forta embranzida. La seva
importància es posà de manifest amb la instal·lació d'un teatre, el Teatro de la
Casa del Pueblo. Per la seva part, la CNT va obrir un Ateneu Llibertari i una
escola moderna i racionalista. L'ateneu estava situat a la plaça de l'Estació, en
una torre incautada que després La Seda convertí en escola. Al local venien
conferenciants, es feien actes culturals i els nois i les noies llibertàries tenien
accés a una biblioteca que s'havia creat mitjançant la requisa de llibres.
323
trucció, portada per la CNT i la UGT; la granja La Ricarda, propietat de l'indus-
trial Manuel Bertrand i Serra; i altres establiments o petites indústries de diversos
rams (barbers, forners, etc.). També es formà la col·lectivitat del transport amb nou
autobusos concessionaris del servei de viatgers entre el Prat i Barcelona.
La col·lectivització de la terra
La guerra va donar l'ocasió als anarcosindicalistes de portar a terme un dels
seus punts programàtics: la col·lectivització de la terra.
La col·lectivització de la terra pratenca es va fer ja abans que fos aprovat
el decret de col·lectivitzacions (el 24 d'octubre) i de manera progressiva. En
un principi la CNT decidí que la col·lectivització es faria particularitzadament,
segons les característiques de cada propietat i, en certa forma, amb caràcter
moderat. Les terres i els béns dels trenta propietaris més importants van ser
expropiats, però els amos s'hi podien quedar si ho desitjaven, bé com a obrers,
bé com a tècnics. De fet, una part d'aquestes terres ja havien estat abandona-
des pels propietaris, que havien fugit; uns perquè tenien por, d'altres perquè
eren simpatitzants de l'aixecament militar. La petita propietat, sempre que no
passés de 22 hectàrees de terra, va ser respectada. En aquesta situació hi havia
més de seixanta propietats.
La col·lectivitat agrària del Prat fou la més important del Baix Llobregat,
en hectàrees. Va ser gestionada per la CNT i la UGT i prengué el nom que
tenia el sindicat adscrit als rabassaires, Sindicat Agrícola Col·lectivitzat El
Llobregat. La col·lectivitat constituí una unitat econòmica dirigida i adminis-
trada per la directiva de l'esmentat sindicat. El sindicat va anar assumint totes
les activitats derivades del treball agrícola: administració de les terres, distri-
bució entre els socis, adquisicions de llavors i adobs, comercialització dels
productes al mercat de Barcelona, etc. Els antics propietaris, arrendataris i jor-
nalers constituïren la massa de personal actiu de la col·lectivització. Pel que fa
a la contractació -que havia portat tantes lluites fins aleshores, perquè es feia
per mitjà dels caps de colla-, a partir d'aquell moment el sindicat va passar a
controlar l'única Oficina de Col·locació Obrera del Camp, a la qual acudia el
mateix sindicat a la cerca del personal que necessitava cada dia i en cada cas.
Durant tota la guerra, la CNT, la UGT i el PSUC van mantenir en la Junta
Municipal Agrària el mateix criteri revolucionari respecte de les col·lectivitzacions
agrícoles, en contra de l'ERC, l'Acció Catalana Republicana i la Unió de Rabas-
saires, partidàries de retornar les terres als antics petits o mitjans propietaris.
Però cap al final de la contesa la Generalitat començà a prendre mesures
que afavorien la descol·lectivització agrària. Els sectors camperols que s'ha-
vien oposat a la socialització de la terra van aprofitar aquests decrets per
demanar-ne la seva redistribució.
324
La col·lectivització a les indústries
Al Prat, en el sector de la indústria (incloent-hi la pesca) hi havien
col·locats 1.735 treballadors (582 a La Paperera, 1.100 a La Seda, 43 a la
Vidriera Jordi i 10 a varis). Com havia passat al camp, quan s'imposà el decret
de col·lectivitzacions tota l'economia ja estava col·lectivitzada. Com s'ha dit
pàgines enrera, el juliol de 1936, en iniciar-se la guerra, La Paperera estava
aturada per causa de la vaga decretada per la CNT. El dia 22, la CNT i la UGT
van col·lectivitzar l'empresa i van establir-hi un comitè de control. La col·lec-
tivitat fixà una sèrie de normes salarials i d'altres tipus. Quan acabà la guerra
molts dels col·lectivistes de La Paperera, inclòs el personal tècnic, van patir
una dura repressió.
Pel que fa a La Seda, quan començà la guerra els directius i tècnics de
nacionalitat holandesa van ser repatriats. Segons el decret de col·lectivitza-
cions, les empreses de capital estranger havien de quedar intervingudes, no
col·lectivitzades. Tanmateix, un document que recull la resposta a l'enquesta
enviada per la Generalitat ens indica que La Seda també estava col·lectivitza-
da i administrada per la CNT i la UGT. Com altres indústries de Catalunya,
per ordre de la Generalitat, La Seda va deixar de fabricar raió per dedicar-se
exclusivament a la fabricació de material de guerra. La producció de la fàbri-
ca es va especialitzar en la fabricació d'obusos, amb peces importades de Rús-
sia, Polònia, Iugoslàvia i altres països. A la fàbrica sempre hi havien treballat
moltes dones, però en aquests tres anys el nombre d'obreres va augmentar con-
siderablement. Faltava mà d'obra, perquè molts homes eren al front, i les
dones aleshores portaren els torns.
325
localitat havien de procedir a l'elecció dels tinents d'alcalde i regidors munici-
pals que els pertoquessin, d'acord amb el nombre d'habitants.
Al Prat li van correspondre 22 regidors. El nombre de delegats escollit per
cada organització havia de ser, com hem dit, proporcional a la seva represen-
tació en el Consell de la Generalitat.. El 15 d'octubre de 1936 va ocupar l'al-
caldia del Prat un home del recentment creat PSUC, un antic dirigent sindical
del ram del paper dels Lliures i d'UGT. La resta de càrrecs estaven repartits
entre 7 homes de la CNT, 5 del PSUC, 2 d'ACR, 6 d'ERC i 2 de la UR. La
composició del nou consistori indicava el domini de les forces d'esquerra.
Durant uns quants anys, aquestes forces marginaren les antigues elits políti-
ques locals i incorporaren al govern municipal un bon nombre d'immigrats
arribats durant els últims decennis.
A finals de 1936 s'estava procedint al desarmament de les Milícies Antifei-
xistes, per aconseguir que el control de la localitat anés quedant en mans del
consell municipal, i això no era el que alguns sectors socials del Prat havien
esperat. Uns nois de les Joventuts Llibertàries (JJLL) de la FAI, antics militants
d'ERC, van establir uns acords amb alguns membres de les Joventuts del PSUC
i van constituir un comitè d'enllaç format per quatre membres (mesos abans que
el Govern central, des de València, creés aquests comitès per a tot Catalunya).
El 17 de desembre de 1936 el consell municipal va recollir una suggerèn-
cia del comitè d'enllaç i prengué l'acord que els agents del servei de vigilància
municipal evitessin que ni en els carrers ni en els llocs públics fos permesa
l'estada de persones en estat d'embriaguesa, amb sanció per a l'establiment
subministrador.
Però, progressivament, el comitè d'enllaç va intentar imposar-se a l'Ajun-
tament i va elaborar una sèrie de pautes de conducta per a la població, i va afe-
gir que si el consistori no era capaç d'assegurar el seu compliment, el mateix
comitè prendria les decisions corresponents. L'alcalde, del PSUC, considerà
que les mesures preses pel comitè eren dictatorials i es va obrir una confron-
tació que durà setmanes. Aquestes confrontacions que s'anaren plantejant
durant els primers mesos de la guerra al Prat i, en general, a tot Catalunya,
posen de manifest una pugna per l'exercici del poder que probablement va
inquietar encara més una població que vivia esverada davant de la incertesa
dels esdeveniments. La confrontació i les tensions que es produïen a les files
del moviment obrer arribaren a un punt crític amb els esdeveniments dels Fets
de Maig de 1937.
326
Govern municipal entre el PSUC i l'ERC perquè ambdós grups volien
col·locar un dels seus homes a l'alcaldia. La pugna la va guanyar l'ERC i un
home d'aquest partit, un ugetista de cinquanta-tres anys del sector de la cons-
trucció, va ser nomenat alcalde. En el nou consistori, entre tinents d'alcalde i
regidors, les forces més esquerranes eren majoria, però el fet que l'alcalde fos
d'ERC matisava la situació. En total els representants eren 6 de la CNT, 5
d'ERC, 4 del PSUC, 2 de la UR, 2 d'ACR.
El PSUC, però, va pressionar fins aconseguir que el 5 de març assumís l'al-
caldia un home jove, de només vint-i-nou anys, destacat ugetista de La Pape-
rera. Aquest nou consistori també va tenir una vida difícil, sobretot per pro-
blemes amb la CNT i la FAI. Pocs dies després de l'arribada de l'ugetista a l'al-
caldia començaren les dificultats, com sempre causats pel control de l'ordre
públic. La CNT protestà en el consell municipal amb l'acusació que un mem-
bre de la col·lectivització agrària havia ajudat algunes persones a sortir a l'es-
tranger amb el permís de l'Ajuntament.
Alhora, durant el primer any de la guerra, van haver-hi disputes al consis-
tori pel tema de la possessió de les armes. El conflicte no va finalitzar fins que
es va aconseguir desarmar els grups no autoritzats per la Generalitat i els ajun-
taments. Des de finals d'abril de 1937 la Generalitat insistia en que se li lliu-
ressin totes les armes de la reraguarda. Això va ser un dels elements que pro-
vocaren els anomenats Fets de Maig de 1937. Després d'aquests successos, el
PSUC aconseguí una notable hegemonia respecte del grup CNT-FAI.
Al Prat, els conflictes de maig començaren el dia 4. Poc abans, la FAI havia
constituït un Comitè de Defensa que pretenia aconseguir el poder local passant
per damunt de l'actual consistori. L'enfrontament es va radicalitzar quan un
militant de la CNT-FAI va amenaçar de mort l'alcalde, que s'havia negat a dei-
xar el comandament. Aquest demanà ajut a les forces d'ordre públic, però no
van acudir. No tenint força coactiva, l'alcalde va utilitzar la seva influència per-
sonal d'antic dirigent ugetista i de treballador de La Paperera (empresa en la
qual treballaven molts cenetistes radicals) per apaivagar els insurrectes. Tan-
mateix, no va poder impedir que el Comitè de Defensa desarmés els membres
del consell municipal i altres militants d'ERC i d'ACR. Després dels Fets de
Maig, la CNT, que havia quedat amb la imatge trencada, es va retirar del con-
sistori. I també l'ERC va deixar la representació municipal.
Arreu de Catalunya la CNT va perdre l'hegemonia sindical després del
maig de 1937, si bé encara conservava bona part de la seva força. En canvi, la
UGT va prendre una nova embranzida i els comunistes van perseguir els anar-
quistes i els militants del POUM.
Al Prat, no sabem amb exactitud la magnitud que va adquirir aquesta
repressió. El POUM com a partit no s'havia arribat a constituir, però a la vila
hi havia alguns simpatitzants. Després dels Fets de Maig aquests poumistes es
327
van mobilitzar i van començar a repartir pasquins i fulls volants que la policia
qualificà de subversives, mentre que la guàrdia nacional republicana va dete-
nir els seus portadors. També es va requisar tota la propaganda relacionada
amb les Joventuts Llibertàries i amb l'agrupació Mujeres Libres.
La persecució contra poumistes, cenetistes i anarquistes continuà durant
l'estiu i la tardor següents. A l'agost, la Generalitat encarregà a un jutge d'obrir
una investigació sobre la possible existència de cementiris i dipòsits clandes-
tins de cadàvers al Prat i, també, sobre els pillatges comesos en els béns de les
víctimes. Sembla que aquesta investigació va ser aprofitada per alguns mem-
bres del consistori per a castigar els anarquistes, ja que l'alcalde va aportar a la
recerca un llistat de noms de possibles sospitosos, tots ells cenetistes. Després
de la detenció tots els detinguts van estar uns quants mesos a la presó Model.
La persecució contra la CNT esdevingué quotidiana fins al final de la guerra.
La prolongació i la duresa de la guerra anà afeblint l'entusiasme i la solida-
ritat dels primers mesos. Moltes famílies rebien notícies del front que anuncia-
ven la pèrdua dels seus al·legats, altres joves tornaven ferits o mutilats. L'exèr-
cit de la República perdia posicions i des de principis de 1938 va haver de cri-
dar la "quinta del biberó". El poder local s'erosionava per les divisions. S'a-
greujava la manca d'aliments. I es posaven en evidència les contradiccions de
l'esperit revolucionari. En aquell context, el dia 25 de gener de 1939, a quarts
de nou del matí, el nucli urbà del Prat va ser ocupat per l'exèrcit de Franco.
Sota el règim franquista es desferen les col·lectivitzacions del període de la
guerra i es desmantellaren totes les organitzacions de la classe obrera, fins i tot
les no revolucionàries. Les propietats socials dels partits i sindicats van ser con-
fiscades pel règim. Alguns sindicalistes pratencs que van protagonitzar les llui-
tes socials durant la República i l'assaig de revolució durant la Guerra Civil s'e-
xiliaren, i els que no ho van fer patiren el pes de la repressió. Alguns foren exe-
cutats, i els que van tenir millor sort foren empresonats o traslladats a camps de
treball. Així es tancà una llarga i fèrtil etapa del sindicalisme pratenc.
Balanç
En el període d'entreguerres, al Prat de Llobregat --una ciutat de la perifè-
ria de Barcelona- es va viure una intensa conflictivitat agrària i industrial. Hi
havia tradició d'organització de treball agrari, però no n'hi havia de sindicalis-
me fabril. A partir de la industrialització dels anys vint el sindicalisme va tenir-
hi una notable implantació, amb onades de gran radicalisme i una presència
important de la CNT fins als Fets de Maig de 1937.
Els primer sindicalisme important, tant agrari com industrial, va vincular-se
a la CNT que va tenir una orientació radical amb una afiliació majoritàriament
jove i de recent immigració, sense que encara s'haguessin creat barris nous.
328
L'estructura social del Prat estava polaritzada. D'una banda, hi havia grans
propietaris agrícoles i els industrials de les noves fàbriques sense massa vin-
culació a la vila; de l'altra, un sector força reduït de classe mitjana; i, final-
ment, una gran proporció d'assalariats agrícoles i fabrils.
Als anys vint, el Prat tenia una economia eminentment agrària. Va indus-
trialitzar-se en aquells anys, amb la posada en marxa de La Papelera Españo-
la (1917) i La Seda de Barcelona (1926). Tant l'agricultura com la indústria
van atraure immigrants, sobretot homes joves. És a dir, el Prat va tenir unes
indústries prou grans com per atraure immigració que es va instal.lar a la vila
i alhora aquestes indústries van donar feina a obrers d'altres localitats.
Quan la Dictadura de Primo de Rivera va il·legalitzar la CNT, els sindica-
listes pratencs, tant del ram del paper, com de la seda van acceptar d'actuar
dins l'organització dels Sindicats Lliures. Al Prat no arribaria la UGT fins l'a-
gost de 1929, a La Paperera. Al camp va constituir-se l'abril de 1933.
En aquests primers moments, la UGT va tenir més presència en el sector del
paper, on la militància dels Lliures era més baixa. I no tenim constància de que
s'implantés fins més endavant a la Seda, on els Lliures sí que eren forts. Les pràc-
tiques de la UGT van tenir un component més conciliador que les cenetistes.
En proclamar-se la República i legalitzar-se els sindicats, alhora que es
prohibien els Sindicats Lliures --considerats grocs i filofeixistes--, la CNT va
reprendre les seves activitats i va fer-se forta especialment a la Seda, però
també a la Paperera.
El Juliol de 1931 s'iniciava una vaga a La Seda, que duraria més d'una set-
mana, per forçar un augment salarial i el reconeixement com a sindicat. Hi
hagué acomiadaments i repressió, en especial contra la CNT. Això originà una
crisi profunda: a més de les detencions i la repressió més general, el sindicat
cenetista va ser clausurat. Els processats eren homes joves, la majoria solters,
que vivien al Prat però cap d'ells hi havia nascut. La vaga de la Seda va coin-
cidir amb una situació de conflictes en el camp, centrats en la negociació de
les formes de contractació de treballadors, que també abocà a una vaga. Sem-
bla que va ser la CNT que va decretar l'atur. Els anarcosindicalistes exigien
controlar la borsa de treball agrícola.
A finals d'aquell any 1931 reapareixia la CNT al Prat sota una direcció mode-
rada tot i que en el Congrés de l'agost anterior els cenetistes pratencs havien
defensat una línia dura. Aquesta línia dura es feu novament visible a principis de
1932, coincidint amb la insurrecció de la conca minera de l'Alt Llobregat, i esta-
va personificada per treballadors de La Paperera, amb un perfil també d'homes
joves i immigrats. Aquesta etapa, que va durar fins a la victòria del Front Popu-
lar, va ser de molta inestabilitat, amb enfrontaments (un mort cenetista el desem-
bre de 1933, poc després del triomf electoral de la coalició de dretes), repetides
repressions i tancaments del local, i amb una important baixada de l'afiliació.
329
Aquesta davallada va afectar també a la UGT que, tanmateix, ja comptava amb
una escassa afiliació, com hem dit, iniciada a La Paperera però també estesa a
la Seda. Cap dona no va formar part de la junta directiva del sindicat ugetista de
la Seda, tot i que hi havia majoria de dones treballadores en aquesta empresa;
consta, però, que van dur una activitat sindical remarcable.
Amb la victòria del Front Popular, el febrer de 1936, es van revitalitzar les
organitzacions sindicals, tant la CNT (però amb una militància molt menor de
la que havia tingut), com la UGT. I, seguint una orientació més general, les
dues organitzacions van decidir unificar la seva estratègia a la Paperera, sense
que obtinguessin el suport més ampli dels treballadors alhora que la direcció
es negava a negociar. Això provocà l'inici d'una vaga el 25 de maig que enca-
ra es mantenia quan va esclatar la Guerra Civil, que va donar lloc a la divisió
entre els treballadors de l'empresa i entre l'opinió pública ciutadana. El prota-
gonisme estava en mans dels cenetistes joves de la Paperera i no tenia el
suport de la UGT.
Al camp, durant la República, els anys anteriors a la guerra, com hem dit,
els treballadors agraris del Prat també van mobilitzar-se en un tema singular
com era el de la contractació, denunciant el paper intermediari i de control dels
caps de colla. Es discutiren diferents propostes. Els cenetistes exigien contro-
lar la borsa de treball i van acabar convocant una vaga l'estiu de 1931, coinci-
dint amb la de la Seda. Aquest debat va mantenir-se fins a l'esclat de la guerra.
Quan va produir-se l'aixecament militar contra la República, la Paperera
estava en vaga, una vaga, recordem-ho, que no tenia el suport de la UGT. La
nova situació bèl·lica va accelerar altres línies d'acció i deixà la vaga en segon
terme. El dia 22 de juliol la CNT i la UGT, conjuntament, van iniciar el pro-
cés de col·lectivització de l'empresa. La Seda també va ser col·lectivitzada i, a
més, convertida en fàbrica d'armament. Pel que fa al camp, es va constituir una
unitat econòmica dirigida i administrada conjuntament per la CNT i la UGT.
Aquestes col·lectivitzacions van fer-se abans de que el Decret de col·lectivit-
zacions de l'octubre de 1936 les regulés. Altres rams de la producció pratenca
també van ser col·lectivitzats.
Duran el anys de la guerra, i fins al final, hi va haver una estreta col·labo-
ració entre la CNT, la UGT i el PSUC en l'àmbit de les col·lectivitzacions i van
mantenir en la Junta Municipal Agrària el mateix criteri revolucionari. En
canvi, l'ERC, l'Acció Catalana Republicana i la Unió de Rabassaires hi van
estar en contra.
Els problemes més visibles van sorgir entre els sindicats i l'ajuntament, tot
i que durant la guerra, molts sindicalistes i polítics de l'esquerra van tenir un
paper destacat en el govern municipal del Prat. Repetidament, l'ERC i el
PSUC van rivalitzar per obtenir l'alcaldia. Però, fins i tot amb l'alcaldia en
mans del PSUC, van produir-se diversos conflictes amb els sindicats, ja que la
330
CNT pretenia actuar com un poder paral·lel al de l'ajuntament. La confronta-
ció arribà a un punt àlgid amb els Fets de Maig de 1937. Tant la CNT com
l'ERC van deixar de participar en el govent municipal.
El final de la guerra va comportar la desfeta dels projectes revolucionaris,
el desmantellament de les institucions democràtiques, la repressió dels sindi-
calistes i polítics de l'etapa republicana --exili, empresonament i a vegades la
mort-- i la incautació dels bens de partits i sindicats. Com als altres nuclis
industrials, la reconstrucció va ser un llarg procés clandestí en el marc de la
llarga dictadura franquista.
331
NOTES
1. Aquest treball s'ha realitzat en base al nostre estudi: Memòria i compromís. Classes treballadores,
sindicalisme i política al Prat de Llobregat (1917-1979), Barcelona, Columna Assaig, 1999, on es
poden trobar les referències documentals i bibliogràfiques que el sustenta. També es poden veure les
nostres reflexions a "L'aportació dels sindicalismes del Prat de Llobregat a la història del moviment
obrer català", L'Avenç, núm. 254 (gener de 2001, pàg. 18-25); i "Les fonts orals i la història de la
dictadura franquista. Valor de les entrevistes davant dels buits documentals i d'informacions que cal
contrastar", a Fonts orals. La investigació a les terres de parla catalana. Actes de les Jornades de la
CCEPC. Barcelona: Coordinadora de Centres d'Estudi de Parla Catalana; Museu d'Història de Cata-
lunya; Cossetania, 2003, pàgs. 75-80. En el moment de fer l'estudi no era possible la consulta dels
arxius d'empresa que ara ja estan catalogats.
332
10. La acción libertaria en el origen de "una ciudad
dormitorio".
El cenetismo colomense (1923-1936)
Juan José Gallardo
333
Sobre este panorama rural comenzaba a incidir, sin alterarlo básicamente, la
instalación de unas incipientes industrias. Desde principios del S. XIX existían
pequeñas manufacturas de algodón que funcionaban con telares manuales y en
régimen de pequeña producción familiar, contando en algunos casos con obre-
ros asalariados. En 1857 había 8 fabricantes de tejidos con un total de 123 tela-
res manuales, instalándose algunos telares Jacquard en los años siguientes. La
mano de obra contaba con un importante número de mujeres y niños, como era
habitual en la industria textil de la época, sin llegar a ocupar más de cien tra-
bajadores. En 1890 se pidió permiso para la instalación de la primera máquina
de vapor. Con el cambio de siglo se instalaron fábricas de otros sectores indus-
triales y de mayor capacidad de producción y utilización de mano de obra. Es
el caso de Pañolerías Baró, empresa textil instalada en la margen izquierda del
río Besós en 1902; y otras tres grandes industrias situadas en la margen dere-
cha del río como Miquel Costa&Miquel, que llega en 1902, y fabricaba papel;
Ignasi Sala, empresa textil ubicada antes de 1920; y la fábrica química de Enric
Sanchís, instalada en 1907. Algunas de estas empresas ya ocupaban a varios
centenares de trabajadores, aunque no todos de Sta. Coloma de Gramenet.
Los factores que parecen explicar este proceso los resume Rafael García i
Heredero en: a) cercanía a Barcelona, importante mercado de consumo, incre-
mentándose la importancia de este factor a partir de 1915 cuando se inaugura
el primer puente sobre el río Besòs, que comunicaba a la localidad con Barce-
lona a través del barrio de Sant Andreu; b) cercanía a la estación del ferrocarril,
situada en la frontera de Sta. Coloma con Sant Andreu; c) el suministro de agua
que ofrecía el río Besòs, imprescindible para industrias textiles, químicas o del
papel; d) un precio del suelo más barato para las industrias situadas en lamar-
gen derecha del río; y e) una mano de obra de origen campesino poco conflic-
tiva, no influenciada aún por las luchas sindicales de la gran Barcelona y ancla-
da todavía en un ambiente social de carácter conservador3 , en definitiva, una
mano de obra dócil teniendo en cuenta que, sobre todo en el textil, era mayori-
tariamente femenina. José Berruezo explica en sus memorias como "las pocas
industrias que existían, particularmente de tejidos, como era Can Baró, prefe-
rían admitir para su funcionamiento productivo a las hijas de los campesinos,
mano de obra tranquila y poco inclinada a las exigencias de las obreras de Bar-
celona que se declaraban en huelga"4. Una confirmación de lo que dice Berrue-
zo fue el fracaso del sindicato textil La Constancia, mayoritariamente femeni-
no, en sus intentos por penetrar, desde 1913, en Santa Coloma
Sin embargo, el proceso industrializador fue de tan escaso alcance que no
consiguió alterar la característica eminentemente rural de Sta. Coloma, carac-
terística que comenzaría a transformarse bajo las consecuencias económicas
que se derivaron de la Primera Guerra Mundial.
Por un lado, se aprecia cómo entre 1914 y 1918 el número de industrias se
334
incrementó pasando de 6 a 9. Este ritmo continuó a lo largo de la década de
los 20 hasta llegar en 1929 a las 23 industrias5. Por otro lado, se produce un
aumento espectacular de la población, pasando de 2728 hab. en 1920 a 5789
en 1923, es decir, que se duplica y no como consecuencia de factores exter-
nos, como el impulso de la Exposición Universal de Barcelona cuyos efectos
se harían notar más tardíamente. Este proceso encuentra su explicación en dos
factores de carácter interno: a) la llegada creciente de inmigrantes, proceden-
te de otras zonas de Cataluña, Aragón, Valencia y Murcia que no encontrando
vivienda en Barcelona se asientan en localidades cercanas, al tiempo que se
les abren expectativas de trabajo en las industrias de la propia localidad; y b)
en 1916 Anselmo Riu creó la Empresa Nacional de Tierras, que tenía como
objetivo la compra de tierras a los grandes propietarios, su parcelación y su
venta en condiciones ventajosas (sistema de la estampilla verde) a pequeños
propietarios y asalariados cualificados de Barcelona que aspiraban a la cons-
trucción de la "caseta i l'hortet" en las afueras de la gran ciudad. Aparecieron
de esta manera pequeños núcleos de población aislados unos de otros y que
fueron el origen de los posteriores barrios (Río Norte y Sur, Singuerlín, Fondo,
Santa Rosa, Guinardera, Italianos, Riera Alta...). Paralelamente los "señores"
veraneantes estaban dejando de venir a Sta. Coloma, síntoma de los cambios
que se producían en la localidad6 .
Pero el fenómeno que terminó por afectar de una manera decisiva a la vida
social y política de la ciudad fue consecuencia directa de la Exposición Uni-
versal de Barcelona de 1929. Las instalaciones de dicha Exposición obligaba
a desalojar a miles de familias que vivían en las barracas de Montjuïc. Para
ello el Ayuntamiento de la capital organizó un Patronato de la Habitación que
debía encargarse de la construcción de cuatro grupos de viviendas modestas
(Casas Baratas) para alojar a la población expulsada de la montaña. Dos de
ellos, Buen Pastor (posteriormente Milans del Bosch) y Barón de Viver, se
construyeron en el término municipal de Santa Coloma, en la orilla derecha
del río Besòs. Concentró casi 1200 viviendas y cerca de 4.000 personas7.
El impacto social, económico y político sobre el pueblo fue de gran mag-
nitud. Pensemos que la población pasaba de golpe de los 5.789 hab. de 1923
a los 12.930 del censo de 1930. En sólo 10 años, entre 1920 y 1930, la pobla-
ción se había quintuplicado. Esta nueva población desbordó la capacidad de
servicios de un pueblo todavía marcado por el ruralismo. Fue necesario mul-
tiplicar las gestiones del Ayuntamiento, ampliar los servicios de atención sani-
taria, escolar, de cementerios, del matadero municipal, de mercado..., cuestio-
nes para las que no estaba preparada la localidad. Además, se trataba de una
población extraña para los habitantes tradicionales del pueblo, pues eran
mayoritariamente asalariados industriales, más del 80% eran inmigrantes8 que
no conocían el catalán, afectados duramente por el paro y la crisis económica
335
que, aunque tenuemente, se dejarían sentir a partir de 1930, etc. Zona también
de marginalidad y delincuencia que alteró la tranquilidad aún persistente en
Sta. Coloma, lo que terminaría provocando una relación distante y recelosa
entre los sectores más antiguos de la población y estos recién llegados, a pesar
de que la separación provocada por el río entre ambos núcleos reducía los con-
tactos a lo estrictamente necesario.
336
sociales marcada por el paternalismo, un profundo conservadurismo y con una
gran influencia de la iglesia católica. No tenemos constancia de que se produ-
jeran conflictos de carácter social durante este período, ni huelgas, ni peticio-
nes laborales colectivas, etc..
El primer intento de organizar un sindicato obrero del que tenemos noticias
fue la creación del Sindicato Único de Trabajadores, legalizado el 16 de julio
de 1923, una época en que la CNT gozó de una cierta tolerancia después del
período represivo de Martínez Anido. Fue fundado por dos trabajadores, uno
que vivía en Santa Coloma, Enrique Pérez Graus, y otro procedente de la emi-
gración murciana, José Berruezo Silvente. Ambos eran trabajadores sin cuali-
ficación, peón de albañil el primero y jornalero el segundo. El local sindical
se situó en zonas apartadas del centro, en la carretera que conduce a Montca-
da (carretera de la Roca) en un lugar denominado casa Bogatell. Apenas con-
siguió reunir a una treintena de trabajadores de los que sabemos poca cosa. De
la composición de su junta directiva, de nueve miembros, sólo sabemos la pro-
fesión de los impulsores, la dirección de Berruezo y poco más. Ninguno de
ellos aparece en el censo electoral de 1921, y sólo Berruezo aparece en el
Padrón de 1924. Esto podría indicar que eran trabajadores de poca estabilidad
y que su presencia en Santa Coloma fue provisional. De hecho, cuando el SUT
reaparece en el período republicano, sólo Berruezo estará de nuevo presente.
El SUT se federó a la CNT, de quien asumió sus principios básicos: federalis-
mo, acción directa, apoliticismo, anticapitalismo y proyecto de crear una
escuela racionalista. El presidente, Enrique Pérez, fue detenido por el Soma-
tén local a raíz de su intervención en un conflicto de la construcción colo-
mense donde se pedía la jornada de ocho horas. La exigencia de su libertad
condujo a la convocatoria de una huelga, la primera de la que tenemos noti-
cias, de 24 horas, que consiguió la liberación del detenido9. Era el 12 de sep-
tiembre de 1923. Al día siguiente Primo de Rivera daba un golpe de estado,
pero el SUT todavía mantuvo sus puertas abiertas hasta mayo de 1924. Duran-
te ese período su actividad se centró en los problemas financieros, pues con
las cuotas cobradas apenas se cubría el alquiler del local, y es que algunos de
los afiliados se dieron de baja ante la nueva situación política. Es difícil situar
al SUT en algunas de las tendencias que por entonces dividían a la CNT, aun-
que sus componentes fueron partidarios de no cerrar el local voluntariamente,
como sí estaban haciendo en otras localidades y ramas los sectores más radi-
cales de la CNT, sino que aguantaron hasta que una orden gubernativa les obli-
gó al cierre: "... a pesar de las actuales circunstancias y contra los deseos de
ciertas gentes, nuestro local continúa abierto. Conste que si el Sindicato de
esta localidad cierra sus puertas no será por voluntad de la Junta"10.
337
Los anarquistas bajo la Dictadura de Primo de Rivera
338
Los inicios del Ateneo Instructivo Colomense deben situarse hacia 1927,
cuando algunos miembros de la extinta Unión Colomense deciden crear una
entidad fundamentalmente cultural que diera cobertura a actividades contra la
Dictadura. Estas personas pertenecen a corrientes republicano-catalanistas13.
Fue en esta entidad donde encontramos, hacia 1929, a un nutrido grupo de
anarcosindicalistas encabezados por José Berruezo Silvente y su primo José
Berruezo Romera, que terminarán controlando la sección de cultura del Ate-
neo, que se convirtió en el eje sobre el que giraría la mayor parte de sus acti-
vidades durante su último año de funcionamiento (1930)14. El año 1930, el de
la Dictablanda, sería el de mayor actividad, pues pasaron por sus locales, per-
sonajes de la talla de Rovira i Virgili, Jordi Arquer, Ángel Samblancat, Ángel
Pestaña, y otros. Como vemos un amplio elenco que reflejaba la composición
plural del Ateneo, desde republicanos federales, pasando por catalanistas,
marxistas y anarcosindicalistas, convirtiendo esta entidad en el lugar de con-
fluencia de toda la oposición local a la Monarquía y la Dictadura.
También encontramos a anarcosindicalistas en una asociación situada en
El Fondo, unos de los barrios que estaba creciendo aceleradamente en esta
década. Fue la Sociedad Coral El Pensament d'en Clavè, constituida en agos-
to de 1928 y cuya sede era el denominado Café del Centro. Se trataba de una
entidad eminentemente obrera, con predominio, entre los componentes de su
Junta Directiva, de trabajadores cualificados y artesanos, como el carpintero
Juan Gabaldá Caballé, importante militante cenetista durante todo el período
republicano. También contó con militantes de la Extrema Izquierda Federal y
del republicanismo, futuros afiliados a CNT15. La entidad tuvo como objetivo
fundamental el mantenimiento de una escuela racionalista, representaciones
de obras teatrales de carácter social como "Lanuza o los mártires de la liber-
tad", "La fábrica", etc. Las relaciones con el AIC fueron cordiales, hasta el
punto de que los anarquistas del Ateneo llegaron a plantear la fusión de las dos
entidades. Sin embargo, el período abierto por la dimisión de Primo de Rive-
ra abortó el proceso, al dedicarse muchos militantes republicanos a organizar
partidos políticos, mientras que los anarcosindicalistas, desde mediados de
año, empezaron a plantear la reorganización del SUT.
Estos dos ejemplos son muestra de una estrecha colaboración de anarco-
sindicalistas y republicanos bajo la Dictadura, pero no son los únicos casos.
El personaje más influyente del anarcosindicalismo local, José Berruezo Sil-
vente, fue corresponsal del diario El Diluvio durante 1930 y parte de 1931,
a propuesta de Ángel Samblancat. Desde sus páginas, Berruezo se centró en
denunciar a los colaboradores de la Dictadura, sobre todo a los alcaldes16 y
concejales, haciéndoles responsables de la caótica situación urbanística en
que se había convertido Santa Coloma en esa década. Esta colaboración no
debería entenderse como cercanía de Berruezo al federalismo republicano,
339
sino como una oportunidad para la denuncia social ante la falta de otros
medios de comunicación. Dejó su colaboración en cuanto Solidaridad Obre-
ra fue abierta de nuevo.
340
La reorganización cenetista
341
Por la mañana se daban clases a los niños y por la noche a jóvenes traba-
jadores: alfabetización, historia, geografía, aritmética, geometría, ciencias
naturales, etc. estaban entre sus prioridades, y según fuentes orales, muy enfo-
cada hacia las enseñanzas prácticas relacionadas con el mundo del trabajo. La
Casa del Pueblo contaba con una biblioteca, un grupo de teatro infantil, otro
de adultos y un grupo excursionista. Siempre tuvo problemas de financiación,
pues además del pago a los maestros, se requerían gastos de material, mante-
nimiento, etc. Las cuotas de los alumnos no eran suficientes y los problemas
se resolvían con aportaciones voluntarias, subvenciones del sindicato local, en
ocasiones de otros órganos de la Confederación, con sorteos de libros entre los
asistentes a las conferencias, pero, sobre todo, con el montajes de representa-
ciones teatrales. Hemos de tener en cuenta que la Casa el Pueblo tenía gastos
tan importantes como el Comité Pro-Presos que, en la medida que se incre-
mentaba la represión, cada vez fueron mayores. Todo ello en coincidencia con
un incremento del paro obrero que castigó con dureza a los afiliados con
menor cualificación, que eran mayoría en Santa Coloma.
De la Casa del Pueblo surgiría la más importante oposición política, desde
fuera de las instituciones, a los ayuntamientos republicanos. Su labor se cen-
tró en la denuncia de la situación urbanística de la localidad, principalmente
del estado en que vivían los usuarios de barracas cercanas al río Besós, del
estado de las calles, de la falta de alumbrado, de la inexistencia de estafeta de
correos, de la represión y la tortura a militantes obreros, de los desahucios
contra los que mantenían la huelga de alquileres que, sobre todo, en las Casas
Baratas, se alargó durante toda la República.
342
hasta el punto que los líderes locales tuvieron que cambiar de fórmula organi-
zativa y convertir el sindicato local en barriada de Barcelona20. La causa de este
descenso no residía necesariamente, creemos nosotros, en la radicalización de
la acción sindical de una CNT ya controlada por los sectores "faístas" (recor-
demos que la rebelión del Alt Llobregat ya había tenido lugar), sino en el hecho
de que los trabajadores colomenses desarrollaban su actividad principalmente
fuera de la localidad por lo que estaban organizados en su sindicato de rama,
por lo general de Barcelona, y dejaban de cotizar en el sindicato de su lugar de
residencia. Así se lamentaba la Junta Directiva: "Hasta ahora sólo un reducido
número de compañeros nos hemos preocupado de este Sindicato, siendo
muchos los que se han escudado, para no actuar, en el pretexto de que ellos per-
tenecen a otro Sindicato, y que por lo mismo actúan allá donde trabajan"21.
Pero, por otro lado, la CNT local tuvo muy difícil penetrar entre los traba-
jadores de las industrias locales, sobre todo en la más importante, Pañolerías
Baró, donde trabajaban numerosas mujeres, muchas de ellas hijas de campe-
sinos de la localidad y muy jóvenes. A mediados de 1933 la empresa redujo la
jornada a tres días a la semana con la consiguiente rebaja de salarios, medida
presentida por el SUT como una trampa patronal. Poco después, de acuerdo
con los trabajadores de la empresa, se recuperó la semana completa, pero con
reducción de la semanada en 1,25 pts. Esto fue denunciado por el SUT y se
acusaba a los propios trabajadores de la situación por no estar sindicados: "...
si no ha cambiado (la situación) en favor de los obreros y obreras en ella
empleados, ha sido porque ellos no lo han querido, puesto que el Sindicato
siempre estuvo dispuesto a apoyarlos cuando ello fuese necesario. Estando
sindicados... serán respetados sus derechos... Siguiendo como hasta aquí no
deben extrañarse de que les ocurra lo que les ocurre: imposición por parte del
burgués, rebaja de jornales so pena de trabajar dos o tres días, etc., etc."22. Algo
parecido ocurría en la empresa de curtidos de Eusebio Renom: "... aquí se hace
caso omiso de las bases firmadas en cuanto a jornales y respeto a las trabaja-
doras. Se comprende que sea así por cuanto los obreros de esta fábrica se han
pasado siempre de listos y han censurado constantemente la actuación de los
Sindicatos, a pesar de que no conocen ni por el forro la cuestión social"23
La mayoría de los asalariados que vivían en Santa Coloma trabajaban en
industrias de fuera de la localidad. Fue en este sector de obreros entre los que se
encontraban la inmensa mayoría de afiliados al SUT. Pero esta situación gene-
raba contradicciones. Estos obreros aparecían como afiliados al SUT porque
vivían en Santa Coloma, pero en realidad su militancia sindical, su participación
activa en los debates, las cotizaciones, etc. las realizaban en su fábrica y en la
sede de su sindicato en Barcelona, lo que les permitía justificarse ante la mili-
tancia colomense por su falta de asistencia al sindicato local. A todo ello hemos
de añadirle el hecho de que muchos afiliados vivían en las Casas Baratas, cuyo
343
tercer grupo (Baró de Viver/Pi i Margall) se hallaba muy aislado del pueblo, en
tanto que el segundo grupo (Milans del Bosch/Carles Aribau)24, mucho más
habitado, se encontraba físicamente más cerca de Sant Adrià que de Santa Colo-
ma sintiéndose muchos habitantes más adrianenses que colomenses. Esta situa-
ción dio lugar a la paradoja de que siendo la CNT la organización con más afi-
liados en Santa Coloma, su capacidad de influencia sindical en las fábricas loca-
les, que al fin y al cabo era su razón de ser, era muy reducida. La estructura eco-
nómico-social del pueblo determinaba la fuerza de la organización sindical,
situación característica de cualquier "ciudad dormitorio". Sin embargo, la
influencia social de los anarcosindicalistas se manifestaría en la acción social y
política en la calle, de crítica a la autoridad local, denuncia de injusticias socia-
les, movilizaciones de solidaridad, denuncia de la explotación obrera en ciertas
fábricas, movilización de los afectados por el paro forzoso, etc.
344
con especial incidencia en los dos grupos colomenses. Sin embargo, a pesar de
la solidaridad de la organización local (organizó varios mítines), fue una lucha
que trascendía Santa Coloma y fue llevada con una amplia autonomía por la
Comisión Económica que agrupaba a los delegados de los cuatro grupos.
De todas formas, las acciones más importantes fueron las destinadas a bus-
car soluciones al problema del paro forzoso en la localidad, una lucha que se
alargó desde el mes de mayo de 1931 a septiembre de 1933. No es casualidad
que elijamos este conflicto y no una gran huelga fabril, pues no tenemos cono-
cimiento de que la CNT encabezara ningún conflicto laboral desde instancias
locales. Esto sería una muestra del tipo de trabajadores que fue capaz de orga-
nizar la CNT local. Fueron principalmente trabajadores en paro forzoso, sin
cualificación profesional y expulsados mayoritariamente del sector de la cons-
trucción, ramo al que afectó con gran dureza la crisis económica, hasta el
punto de que, en Barcelona, el paro afectó a casi la mitad de su masa laboral.
De este ejemplo podremos extraer algunas conclusiones sobre las formas de
acción cenetista y los mecanismos ideológicos que las sustentaron.
En un censo elaborado por el Ayuntamiento en 1931, se registraron 209
personas en paro, pero se aclaraba que los parados afiliados a CNT se habían
negado a inscribirse. Estos parados afectos al cenetismo, según fuentes diver-
sas, alcanzaba la cifra de más de doscientos25, la mayoría vecinos de las Casas
Baratas. El conjunto de parados colomenses, cercano 12% de su población
activa, casi doblaba la media de la ciudad de Barcelona, que era, según Bal-
cells, de algo más del 6%.
Pocas semanas después de proclamarse la República, los parados exigieron
soluciones. El Ayuntamiento, en la línea de lo realizado por otros municipios
cercanos, como Badalona, creó dos brigadas de obras, de 40 obreros cada una,
con las aportaciones realizadas por el propio Ayuntamiento, algunos empresa-
rios locales y suscripción popular. Sin embargo, el sistema no pudo mantener-
se, ya que los empresarios dejaron de realizar aportaciones y el Ayuntamien-
to, en déficit financiero permanente, no podía mantener la suya por tiempo
indefinido. Las brigadas desaparecieron en el otoño de 1931. Fue entonces
cuando el conflicto comenzó a enconarse y, en el caso que nos ocupa, fue un
aspecto esencial del distanciamiento que un sector de la clase obrera empezó
a mostrar frente a las autoridades republicanas, a las que responsabilizaron de
no saber dar solución a un problema de extrema gravedad, pues el hambre azo-
taba a numerosas familias de obreros en paro.
Los parados, a lo largo del conflicto, ofrecieron una amplia gama de alter-
nativas y de formas de lucha. Entre las primera, pidieron al Ayuntamiento la
realización de obras públicas que estaban previstas desde hacía tiempo, como
la construcción del nuevo cementerio, el arreglo de calles y, sobre todo, la
construcción de la nueva plaza de abastos, y proponían que se financiara con
345
un impuesto especial sobre los especuladores inmobiliarios. La tardanza en el
inicio de obras públicas aumentó la tensión en la localidad que el Ayunta-
miento intentó suavizar con reparto de bonos de comida a lo que los parados
se negaron con el argumento de que ellos no querían caridad sino trabajo, pero
paralelamente amenazaron con no pagar los artículos de consumo adquiridos
en las tiendas, amenaza que se hizo realidad, lo que provocó la detención de
varias mujeres de parados, que fueron sobre las que recayó este aspecto de la
lucha. Los parados llegaron a ofertar su disposición a que, si se creaban nue-
vas brigadas, se repartiera el trabajo, estando dispuestos a trabajar menos y
cobrar menos, pero que fuera el máximo de parados los que consiguieran ocu-
pación. Al tiempo que se producían estas peticiones, se realizaron importantes
acciones de protesta, como manifestaciones y concentraciones en la Plaza de
la Vila, casi siempre con presencia de mozos de escuadra y policías de asalto,
concentraciones ante la casa del alcalde, el miembro de ERC y pequeño indus-
trial Pere Plà Arús, la presencia e interrupción de un pleno municipal, del que
fueron expulsados a mano armada por los guardias municipales.
Pero la acción de más resonancia estuvo directamente relacionada con el
uso de la acción directa. Al grito de ¡queremos trabajar! y en un contexto de
gran tensión, un grupo de más de 200 parados requisaron herramientas (picos,
palas, etc.) en varias ferreterías ante el estupor del vecindario del centro de la
localidad, se dirigieron a la riera de Can Franquesa, una zona periférica, y
comenzaron obras de canalización que el Ayuntamiento tenía pendiente. Sólo
la presencia policial consiguió reducir a los trabajadores que terminaron con-
centrados ante el Ayuntamiento y entrevistándose con el alcalde, al que arran-
caron la promesa del pronto inicio de las obras del mercado municipal. Final-
mente, esta obra comenzó a construirse a finales de 1932, pero la empresa con-
cesionaria trajo sus propios trabajadores. Los parados exigieron que se realiza-
ra con obreros en paro de la localidad, para lo que crearon una Bolsa de Tra-
bajo donde se inscribieran los parados y que fuera de ella de donde se contra-
taran a los trabajadores. El objetivo era que el sindicato controlase el mercado
laboral local, privando de este privilegio a la empresa privada y eliminar, al
tiempo, el posible clientelismo-amiguismo si era el Ayuntamiento quien conse-
guía controlar la contratación. Finalmente consiguieron que la mitad de los
obreros necesarios fueran locales, pero el Ayuntamiento exigía que estuviesen
empadronados, requisito que pocos parados cenetistas cumplían. Las obras se
llevaron a cabo, pero de manera interrumpida por constantes huelgas de la
construcción durante la primavera de 1933. A mediados de ese año la represión
sobre la CNT en toda Cataluña se incrementó y, entre otras cosas, llevó al cie-
rre del local del SUT lo que consiguió desarticular la lucha que habían mante-
nido los parados hasta entonces y que, una vez iniciado el Bienio Negro, no
consiguieron relanzar.
346
Como vemos, en este conflicto se pusieron de manifiesto varias cosas. La
solidaridad en el seno de los parados que se concretó en la oposición a dejar
fuera a los no empadronados o en la propuesta de reparto del trabajo, el recha-
zo de la caridad pública, la acción directa ya fuera mediante la requisa de
herramientas de trabajo o de alimentos, el intento de control del mercado labo-
ral local, la presencia continua en la calle, la protesta ante la máxima autori-
dad política local, propuestas de alternativas para trabajar, mecanismos para
financiar las obras públicas, etc. El fracaso de su lucha acentuaría el desen-
canto creciente frente a la República, concluyendo muchos obreros que el dis-
curso radical o faísta tenía más sentido del que parecía en un principio. Qui-
zás en aspectos como el analizado aquí podamos encontrar claves que ayuden
a entender por qué las asambleas cenetistas terminaron llevando a las juntas
directivas de los sindicatos a representantes de los sectores más radicales del
sindicalismo libertario.
El abstencionismo electoral
Un tema muy debatido entre los historiadores es el del alcance real de los
llamamientos anarcosindicalistas a la abstención en las convocatorias electo-
rales. Tradicionalmente se ha aceptado que el abstencionismo anarquista,
sobre todo, en las elecciones de noviembre de 1933, fue, junto a la división de
republicanos y socialistas, la causa del triunfo de las derechas. En los últimos
años esta tesis está puesta en cuestión y se generaliza la idea de que sólo los
militantes más conscientes y comprometidos mantenían en la práctica las posi-
ciones abstencionistas, en tanto que la mayoría de los afiliados acudían a
votar. El análisis de lo ocurrido en Santa Coloma puede ayudar a situar la
cuestión en un ámbito local privilegiado, pues la mayoría de la población era
obrera y, principalmente en las casas baratas, con una gran influencia de la
CNT. Los resultados, teniendo en cuenta sólo el número de electores, el nivel
de participación y el de abstención, fueron los siguientes26 :
347
De estos datos se puede extraer una primera conclusión: en las eleccio-
nes celebradas en un contexto de euforia u optimismo, como fueron las rea-
lizadas poco después de proclamada la República, o en un contexto de espe-
ranza para las izquierdas, en el que incluso los anarcosindicalistas hicieron
una tibia campaña abstencionista, como fueron las de febrero de 1936, el
nivel de participación fue mucho mayor que en el resto de las elecciones,
pero aún así con una abstención nada despreciable. Así, por ejemplo, en las
de junio de 1931, en Santa Coloma se produce una mayor abstención que (no
existen datos para Badalona y Sant Adrià, las poblaciones más cercanas) en
Sabadell (32,9%), Tarrasa (29,6%), Rubí (27,2%) o Ripollet (21,5%)27 ; y en
las de 1936 es también mayor que la de Sant Adrià (32,5%) o Badalona
(24,8%).
En el resto de elecciones, la abstención alcanzó cotas realmente extraordi-
narias, entre el 55 y el 59%. En las de 1933, cuando la CNT lanzó una gran
campaña contra las elecciones, el nivel de abstención en Santa Coloma fue el
mayor de todo el período (59,2%), al igual que en las poblaciones vecinas, a
las que superó: Sant Adrià alcanzó el 51,1% y Badalona el 44%. También fue
muy elevada en las elecciones al Parlament de Catalunya (58,3%) y en las
municipales de enero de 1934.
Esta alta abstención pudo deberse a la conjunción de dos factores. Por un
lado, la labor política de los anarcosindicalistas con sus llamamientos a la
abstención y la labor ideológica que desarrollaban para deslegitimar a los
parti-dos políticos y autoridades republicanas; y, por otro lado, al carácter
poco estable de la población asentada, sobre todo, en las Casas Baratas, lo
que podía hacer que su abstencionismo no fuera necesariamente por motivos
ideológicos sino técnicos. Sin embargo, llama la atención que en las muni-
cipales de 1934, unas elecciones donde se elegían a personas cercanas a los
vecinos y que atendían problemas concretos de los ciudadanos, la abstención
también fuese especialmente elevada.
A todo ello hay que añadirle, para el caso de las elecciones autonómicas,
la procedencia mayoritariamente emigrante de esta población, lo que hacía
que fuesen receptivos a las críticas que desde el anarcosindicalismo se reali-
zaba al nacionalismo catalán y, por tanto, se mostraran bastante indiferentes
ante este tipo de elecciones. Sin despreciar el hecho de que problemas técni-
cos, la indiferencia política, o la inestabilidad en el lugar de residencia pudie-
ran haber contribuido a la abstención electoral, no cabe duda de que el men-
saje abstencionista de los anarcosindicalistas al recibirse en un medio social
abierto a sus postulados, contribuyó decisivamente a que en Santa Coloma el
nivel de participación en las elecciones fuese realmente bajo.
348
La represión sobre los anarcosindicalistas
La incapacidad para dar solución a los problemas que los trabajadores plan-
teaban, unido a la creciente radicalización de la CNT, que consideraba que el
objetivo no era la reforma sino la revolución, provocaron un creciente aleja-
miento respecto a la República de un importante sector de la clase obrera.
Hemos podido comprobar cómo en Santa Coloma, y a partir de problemas
locales (paro forzoso, barberos, etc.), se confirma la desconfianza creciente de
los anarquistas respecto de las nuevas autoridades republicanas. Este distancia-
miento se hacía cada vez mayor en la medida en que los trabajadores aprecia-
ban que a sus actos y movilizaciones se respondía con la presencia desmesura-
da de las fuerzas policiales, cuando no con la represión directa: detenciones
arbitrarias, prohibiciones de conferencias y actos culturales, cierre de locales,
desahucios, etc. Aunque la repuesta de las autoridades, incluidas las locales, se
dirigía en principio contra la conflictividad de origen laboral, fueron muchas
las ocasiones en que se extendió contra las organizaciones libertarias en su con-
junto, afectando de manera directa a la Casa del Pueblo y a la Escuela Racio-
nalista. Y es que, en el ámbito de una localidad pequeña, de poca industrializa-
ción, con un sindicalismo poco desarrollado, como era Santa Coloma, y donde
la conflictividad social no fue de gran magnitud, el objetivo de la represión
consistió no sólo en obstaculizar la labor de los anarcosindicalistas y su cre-
ciente influencia, sino en intentar desarticular las únicas instancias de oposición
real que existía en la localidad a las nuevas autoridades republicanas.
A partir de la documentación que hemos podido localizar, exponemos una
breve cronología de las acciones que las autoridades políticas o policiales rea-
lizaron contra el movimiento anarcosindicalista en Santa Coloma:
3-7-1931. Se suspende, por orden del Gobierno Civil, un mitin del SUT en
protesta por la carestía de la vida y los altos alquileres de las viviendas.
8-12-1931. Se suspende la conferencia de Puig Elías que debía inaugurar
las actividades de la Escuela Racionalista.
Enero de 1932. Petición del alcalde al gobernador civil de presencia de la
Guardia Civil en Santa Coloma, en relación a las protestas y movilizaciones
llevadas a cabo a raíz de la insurrección del Alt Llobregat el 8 de enero.
Enero de 1932. Detención de Jaime Rillo, bibliotecario de la Casa del Pue-
blo, en relación con los sucesos derivados de la insurrección del Alt Llobregat
el 8 de enero. Fue deportado a las colonias africanas junto a destacados miem-
bros de CNT de Cataluña, como B. Durruti.
12-3-1932. Prohibida asamblea de vecinos en el 2º grupo de Casas Bara-
tas, en relación a la huelga de alquileres que mantenían.
6-3-1932. Apaleamiento y tortura del militante de la CNT Juan Gabaldá
por parte de los Mozos de Escuadra.
349
12-5-1932. Denuncia al Juez de Santa Coloma de varios miembros del
SUT acusados de colocar pasquines llamando a la huelga.
27-5-1932. Prohibición de todo tipo de acto sindical por parte del Gobierno
Civil, en relación a la jornada de protesta convocada por CNT para el día 29.
31-5-1932. Detención de José Berruezo y Julián Floristán, dos de los más
importantes militantes de la Casa del Pueblo y del SUT, en relación con la jor-
nada de protesta realizada por CNT el día 29 de ese mes.
4-8-1932. Suspendida la conferencia de A. Picasso, organizada por la Casa
del Pueblo, titulada "Comunismo libertario y comunismo estatal".
12-8-1932. Informe político del alcalde al Gobierno Civil sobre la actitud
de los líderes de CNT José Berruezo Romera, Enrique Collado, Ginés Sicilia
y Carlos Picó.
10-12-1932. Asalto policial a la Casa del Pueblo cuando ensayaba el cua-
dro artístico de la entidad.
22-10-1932. Control político del mitin de la Casa del Pueblo contra los
altos precios de los autobuses.
10-12-1932. Asalto policial a la Casa del Pueblo. Detención de Julio Valls,
Tesorero de la entidad.
14-12-1932. Prohibición, a petición del alcalde de Santa Coloma, de una
asamblea de parados.
1-3-1933. Nueva detención de José Berruezo Silvente, en relación con las
movilizaciones que los parados estaban llevando a cabo, bajo acusación de
haber participado en la colocación de una bomba.
15-3-1933. Detención de Julián Floristán, Carlos Picó y Enrique Collado,
en relación a las movilizaciones de parados realizadas en este mes. Todos ellos
miembros destacados de la Casa del Pueblo y del SUT.
20-4-1933 Detención de obreros de la construcción, Julio Joya Martínez y
Gregorio Carrasco Arconada, que se mantenían en huelga.
Abril-septiembre de 1933. Cierre, durante más de cinco meses, del local del
Sindicato Único. En el momento de su reapertura se encontró el archivo y el
material completamente destruidos. Sus actividades no consiguieron reanudarse.
14-7-1933. Detenciones de Manuel López Nieto, Vicente Rosalén, Ginés
Puertas Villanueva y Juan Puertas Villanueva, miembros de CNT y vecinos
del 3r. Grupo de Casas Baratas.
15-7-1933. Despido de un trabajador cenetista de la empresa de lejía pro-
piedad de F. Badiella.
8-11-1933. Despido de barberos afiliados al SUT con motivo del conflicto
que se arrastraba desde el año anterior.
Agosto de 1934. Detención de todos los asistentes a la conferencia de
Manuel Villar organizada por la Casa del Pueblo. El tema era "El movimien-
to obrero argentino".
350
31-3-1935. Detenciones de Gregorio Jover y Andrés Peláez, miembros de
la Casa del Pueblo y del SUT.
15-5-1935. Detenciones de miembros de las Juventudes Libertarias a raíz
del boicot a los transportes públicos.
Junio de 1935. Detención de José Berruezo Silvente. Conducido a la
Modelo y posteriormente a la cárcel de Valencia junto a casi 300 militantes de
la CNT, entre ellos Durruti y Jover.
13-11-1935. Detención de Armengol González y Manuel Martínez, ambos
miembros de CNT. Permanecieron como presos gubernativos más de un mes
en la cárcel.
Como podemos apreciar, fue durante 1932 y 1933 cuando más presión se
ejerció sobre los anarcosindicalistas locales, coincidiendo con la ofensiva sin-
dical desarrollada por la CNT en toda Cataluña. Posteriormente, el descenso
de la conflictividad social debido a la represión estatal, la consiguiente lan-
guidez de las organizaciones libertarias, la falta de noticias en su prensa debi-
do a los continuos cierres, la desafiliación, etc., hace que apenas tengamos
información sobre hechos similares durante el bienio negro.
Los anarquistas locales pusieron constantemente en evidencia la represión
que sobre ellos se ejercía. Sirva de ejemplo este artículo de José Berruezo:
"Nada nos extraña, pues, que estando Santa Coloma sometida al des-
potismo caciquil de la "Esquerra", se persiga y encarcele a los trabaja-
dores, se mantenga la clausura de nuestro sindicato, se despida de las
fábricas a los trabajadores que no son catalanes y se concentre nume-
rosa Guardia Civil para perseguir a los "indeseables" forasteros que no
han tenido la suerte de montar talleres con las herramientas "adquiri-
das" por sus padres28 .
… que tenemos tres o cuatro compañeros detenidos, acusados de igno-
ramos qué terribles delitos, aunque suponemos que será el de ser obre-
ros sin trabajo y, por añadidura "forasteros". Que Vidiella (sic), el fabri-
cante de lejía marca "El Colom", ha despedido al compañero Cruz a los
cuatro años de trabajar en la fábrica, porque es murciano. Que la Casa
del Pueblo, cuya labor cultural es conocida por todo el pueblo y apre-
ciada por todas las personas decentes, está siendo objeto de una estre-
chísima vigilancia, hasta el extremo de que el jueves, cuando salían de
las clases nocturnas los numerosos alumnos de ambos sexos que a ellas
asisten, la Guardia Civil les esperaba a la puerta…"29
351
cia de sentirse perseguidos indiscriminadamente por las autoridades, conciencia
que debió contribuir a su alejamiento respecto al nuevo régimen republicano.
La constante vigilancia sobre los anarquistas y sus actividades alcanzaba su
máxima expresión en aquellos barrios en que mayor era la afiliación a CNT,
como era el caso de los dos grupos de Casas Baratas, donde además, como ya
vimos, se mantenía un duro conflicto en protesta por los alquileres de las vivien-
das: "De un tiempo a esta parte las autoridades locales, y especialmente el alcal-
de, pretenden hacernos la vida imposible… En los dos grupos de Casas Baratas
no se puede salir a partir de las nueve y media de la noche, a menos que los veci-
nos se expongan a sufrir cacheos y molestias de todas clases. La provocación
por parte de la Guardia Civil se va haciendo intolerable. El ciudadano que des-
pués de cenar se le ocurre salir a pasear un rato, ya sabe lo que le espera: cacheo
seguro y ser vigilado de cerca por toda clase de agentes de la autoridad"30.
No parece que la represión respondiera en todos los casos, al menos en
Santa Coloma, a una actitud de ilegalidad en la actuación de los anarcosindi-
calistas, pues no se comprende que actividades tan alejadas de los conflictos
laborales como eran las conferencias culturales, los ensayos teatrales o las cla-
ses de la Escuela Racionalista, se vieran periódicamente interrumpidas o vigi-
ladas y sus asistentes cacheados y detenidos; o que se detuviera a sus líderes
sin tener cargos fiables en su contra. Más bien todo parece indicar que se tra-
taba de desarticular al conjunto del movimiento libertario, aprovechando la
represión sobre acciones ilegales impulsadas por el SUT (incautación de
herramientas, por ejemplo), para cargar también sobre el resto de estructuras
libertarias: la Casa del Pueblo y la Escuela Racionalista.
352
local se puso de manifiesto desde los inicios de la guerra. Fueron ellos los pri-
meros en salir a la calle y suministrar militantes en el acoso y asalto al cuartel
de Sant Andreu el día 19 de julio. Tomaron la iniciativa en la constitución del
Comité Revolucionario que gobernó la localidad hasta su disolución en octu-
bre de 1936. Impulsaron la creación de la Colectividad Agrícola Gramenet del
Besòs en tierras cercanas a la industria de Ignacio Sala. Según sus propias
fuentes, en septiembre de 1936 controlaban a dos mil afiliados, la organiza-
ción más numerosa de Santa Coloma, y finalmente, su líder más destacado,
José Berruezo, fue alcalde desde mayo de 1938 hasta el final de la guerra. El
franquismo, en su dura venganza, se cebó con la militancia cenetista que había
quedado en la localidad. De los 14 fusilados, 11 fueron de la CNT.
353
el 7,59%) y andaluces con el 8,74% (respecto al total eran el 5,92%)
Como vemos, el mito de una CNT invadida de murcianos no puede gene-
ralizarse y, en nuestro caso, no es aplicable. Vemos que los afiliados catalanes
están subrepresentados, normal si entendemos que la mayor parte de la pobla-
ción no trabajadora manual era catalana. Los procedentes de las cuatro regio-
nes que más inmigrantes suministraron están sobrerepresentados, pero mien-
tras que murcianos y valencianos lo están muy poco, vemos que aragoneses y
andaluces lo están bastante por encima de lo que realmente representaban a
nivel general. En nuestro caso, los murcianos no destacan particularmente.
Desde el punto de vista la situación profesional, los datos no dejan margen
de duda. La inmensa mayoría de la militancia era jornalera, alcanzando el
71,69%, datos que están por encima de la media de lo que este grupo repre-
sentaba respecto a la población activa colomense en 1930, que era poco más
del 66%. Obreros cualificados alcanzaban el 17,47%, también por encima de
la media de este grupo respecto a la población activa (10,64%), y los artesa-
nos, que sólo llegaban al 1,81%, en este caso por debajo de la media del grupo
respecto al total de la población activa (3,41%). Sólo nos aparece una mujer
asociada a la CNT local. Tenemos también un sólo labrador, grupo de impor-
tante representación demográfica en el pueblo, pero que por su situación aso-
ciada a la propiedad se hace extraño verlos relacionados con el mundo anar-
cosindicalista. Nos aparecen también profesiones relacionadas con "cuello
blanco", como tres empleados y un escribiente, que aunque de escasa repre-
sentación no debe dejar de señalarse.
¿Dónde vivían estos cenetistas? El 18,4% vivían en los barrios situados en
la orilla derecha del río Besós, los más alejados del núcleo histórico del pueblo,
donde se hallaban los dos grupos de Casas Baratas, la barriada Sanchís y las
Carolinas, estos dos últimos relacionados con las fábricas de Enric Sanchís e
Ignacio Sala. Pero fue en el grupo Milans del Bosch donde se concentró el por-
centaje más elevado, representando por sí solo el 15,52% de toda la militancia
local. Si nos trasladamos a la orilla izquierda del río, el barrio que más afiliados
cenetistas concentró fue Río Sur, un barrio nuevo aparecido durante la década
de los veinte. Sin embargo, en el barrio Centro, residencia de la mayor parte de
los grupos acomodados de Santa Coloma, también aparece una nutrida repre-
sentación cenetista, alcanzando el 14,4% del total, seguido por otros barrios
periféricos, como Raval (13,36%), Fondo (9,03%) y otros con menor represen-
tación como Río Norte, Singuerlín o Santa Rosa. Sólo un barrio aparece sin
cenetistas, el de Guinardera, situado en la montaña más alejada de la ciudad.
Podemos concluir diciendo que el 85,56% de los afiliados cenetistas vivían en
los barrios periféricos y/o nuevos surgidos en la década de los veinte.
Un indicador del grado de compromiso radical de esta militancia puede ser
el nivel de voluntarios marchados al frente en las primeras semanas de la gue-
354
rra civil. Aun tomando esta variable con todas las reservas, hemos podido
comprobar que de los 117 cenetistas que, según nuestras fuentes, marcharon a
la guerra, el 49,57% fueron voluntarios, una cifra lo suficientemente repre-
sentativa como para concluir que la militancia colomense mostró un alto grado
de movilización ante el levantamiento faccioso. De los que conocemos la
columna en la que estuvieron se concluye que la mayoría fueron con la
Columna García Oliver y la Columna Ortiz, seguida de la Columna Durruti.
También encontramos a cuatro cenetistas colomenses que participaron en el
fracasado intento de desembarco en Mallorca. De pocos de estos voluntarios
conocemos su origen geográfico, pero por los datos de inmigrantes de los afi-
liados a CNT hemos de suponer que eran mayoritariamente inmigrantes, aun-
que no sepamos la proporción de catalanes y de otras regiones del Estado. Sin
embargo, de los que sabemos su profesión, podemos decir que el 84,62% eran
jornaleros y que en el 81,48% de los casos vivían en barrios nuevos o perifé-
ricos, sobresaliendo las Casas Baratas, de donde procedían el 27,78% del total
de voluntarios. El prototipo de voluntario sería, pues, un inmigrante jornalero
que vivía en la periferia de la periferia barcelonesa.
Epílogo
355
nes de vida muy difíciles, muy castigada por la crisis económica y el paro for-
zoso, convirtiéndose así en núcleo de marginación social, pero también en una
de zona de numerosísima afiliación sindical.
En estas condiciones, podemos encontrar dos fases bien diferenciadas en el
desarrollo del movimiento obrero colomense. Una primera, que sería la época
anterior a 1923, en la que los trabajadores con inquietud social o política deben
moverse en un medio profundamente conservador, típico de una población rural
sometida al poder e influencia de los sectores tradicionales: directores de fábri-
cas, como el de Can Baró, los cura-párrocos de las iglesias locales, arrendatarios
acomodados, como Llorenç Serra, etc.. En este contexto, marcado por relaciones
paternalistas y autoritarias, los trabajadores apenas desarrollaron lo que podría-
mos denominar "conciencia de clase" y se hicieron poco eco de los llamamien-
tos que desde los sindicatos de Barcelona se realizaban. Estos trabajadores desa-
rrollaron sus inquietudes en organizaciones que no eran estrictamente obreras y
que sería mejor denominar populares, por la composición que habitualmente solí-
an tener: asalariados del campo y de fábricas, pequeños propietarios de tierras,
tenderos etc. Entre ellas destacaron las sociedades de socorros mutuos, las socie-
dades corales, cooperativas de consumo impulsadas por los patronos, etc.
Esta situación cambió con la aparición del primer sindicato de clase en
1923. Esta organización supuso una ruptura radical con el tipo de organizacio-
nes en que hasta entonces se habían integrado los trabajadores colomenses. No
surgió de la evolución económica y social de la propia localidad, ni por la evo-
lución de ninguna de las organizaciones o entidades que hasta ese momento
existían, sino que fue producto del voluntarismo de un pequeño núcleo de emi-
grantes recién llegados. En este caso, el sindicato sí que se planteaba como una
organización revolucionaria, de clase, autónoma y anticapitalista. No sabemos
si este primer núcleo obrerista hubiese podido consolidar e incrementar la orga-
nización, aunque en estas fechas su influencia en la localidad era muy escasa,
pero su labor fue interrumpida violentamente por la imposición de la Dictadu-
ra de Primo de Rivera. Entramos, de esta forma, en lo que podríamos conside-
rar la segunda etapa del movimiento obrero en Santa Coloma.
El paréntesis de la Dictadura no supuso la definitiva paralización de las acti-
vidades de este primer núcleo obrerista. La llegada continuada de población
foránea, mayoritariamente obrera e influida por los postulados del anarcosindi-
calismo, hacía presagiar el incremento de su influencia. Sin embargo, el con-
texto de represión sobre los sindicatos cenetistas les obligó a desarrollar su
labor en otros ámbitos, contribuyendo decisivamente al impulso de entidades
culturales como el Ateneo Instructivo Colomense o la Sociedad Coral "El Pen-
sament", junto a sectores republicanos y catalanistas de la localidad. Estas aso-
ciaciones centraron su labor en la realización de conferencias y debates, pero
cumplieron una importantísima labor política de deslegitimación de la dictadu-
356
ra y de la Monarquía, preparando el terreno para la llegada de la República.
Tras el 14 de abril el obrerismo colomense alcanzó su apogeo. Las liberta-
des recién conquistadas le permitió desarrollar un cúmulo de actividades que
no se centraron sólo en la reconstrucción del Sindicato. En coherencia con los
postulados anarcosindicalistas que ideológicamente profesaba, entendió la
acción por la emancipación social de una manera amplia y global, en donde la
formación cultural de los trabajadores era una condición indispensable para la
consecución de la anhelada sociedad libertaria. Desarrollaron, así, la Casa del
Pueblo y la Escuela Racionalista junto al Sindicato Único de Trabajadores.
Eran distintas organizaciones, pero formaban parte de un mismo proyecto:
avanzar hacia la revolución social.
Las características sociales de la población, sin embargo, impidieron la
consolidación de un fuerte sindicalismo local que, excepto en los primeros
meses de la República, siempre fue débil y agrupó a sectores muy concretos
de los asalariados: obreros de la construcción y, principalmente, parados; es
decir, el sector de la clase obrera más inestable en el puesto de trabajo, de
menor cualificación profesional, el más castigado por la crisis económica, y
que coincidía mayoritariamente con población inmigrante. La acción se cen-
tró, de esta manera, en torno a la exigencia al Ayuntamiento para que impul-
sara obras públicas y que contratase para su realización a parados de la loca-
lidad, proponiendo que el trabajo se repartiese entre los obreros en paro y que
las contrataciones estuviesen bajo control sindical para evitar "amiguismo" o
clientelismo político.
En otro orden de cosas, la labor política desarrollada por los anarcosindi-
calistas tuvo como eje la labor de la Casa del Pueblo. No sólo organizó con-
ferencias, debates y mítines, sino que mantuvo, a pesar de las dificultades polí-
ticas y económicas, una Escuela Racionalista que funcionó durante toda la
República. Fue desde la Casa del Pueblo que el movimiento libertario se hizo
presente en la política local, alejándose rápidamente de las esperanzas deposi-
tadas inicialmente en las nuevas autoridades republicanas, realizando cons-
tantes denuncias de injusticias sociales y de actos de autoritarismo, de crítica
a las condiciones de vida en que se hallaban muchos colomenses y de las con-
diciones de trabajo que se mantenían en las fábricas de la localidad. El centro
de sus ataques fue la labor de los alcaldes de ERC, primero Manuel Vilaseca
y después Pere Plà, a los que consideraron responsables políticos de las difi-
cultades en que se movían los trabajadores; no ahorraron críticas al que con-
sideraban el más importante cacique del pueblo, el director de Can Baró;
denunciaron a antiguos miembros de los Sindicatos Libres, como Vicente Arti-
gas, o al jefe de Acción Ciudadana, González Albadalejo; también criticaron
a algunos patronos que consideraban que daban un trato humillante a sus tra-
bajadores, como Fernando Rovira, Eusebio Renom o Rosendo Casals.
357
El movimiento obrero se convirtió, al actuar desde diferentes ámbitos, en
la fuerza real de oposición a ERC en Santa Coloma, ejerciéndose sobre él una
política de represión que se abatió sobre todas sus estructuras organizativas,
incluidas las de carácter cultural. Prohibiciones, detenciones, controles poli-
ciales de sus actos, clausura de locales, etc., etc., fueron habituales no sólo tras
el triunfo de la derecha en las elecciones de noviembre de 1933, sino desde
principios de 1932, cuando era la izquierda republicano-socialista en Madrid,
y ERC en el Principado, quienes dirigían la vida política del país. A pesar de
las dificultades, el núcleo anarquista de Santa Coloma mostró una gran forta-
leza ideológica al desarrollar su actividad en un contexto hostil donde todavía
eran muy importantes las relaciones paterno-autoritarias entre obreros y patro-
nos locales, y donde la iglesia seguía manteniendo una enorme influencia. A
pesar de los elementos de debilidad que presentaba el movimiento libertario
en Santa Coloma, fue el protagonista principal de las acciones que se llevaron
a cabo en la localidad durante el día 19 de julio de 1936 y siguientes para fre-
nar la posible actitud de las derechas locales en favor del golpe militar.
358
NOTAS
1. "Sobre tot, a l'arribar la primavera, l'aire era saturat de farum de terra molla i d'indefinibles per-
fums de roses, de marduix, de fruites. Abellia la visió de les nostres pagesetes tornant del camp
amb els flairosos cistells de maduixes i el raucar de les granotes a les basses". En Joan Vilaseca,
Història de Santa Coloma de Gramenet durant el S. XIX. Ed. Conselleria de Cultura de l'Ajunta-
ment de Sta. Coloma de Gramenet. 1980. Pág. 25
2. Joan Vilaseca Sagalés, ob. cit. Págs. 25-27 Si no se especifica lo contrario la información sobre la
Sta. Coloma agrícola y rural está extraída de esta obra.
3. Rafael García i Heredero: "El desenvolupament industrial a Sta. Coloma. Una aproximació". En
Puig Castellar. Nº1, Revista del Museu Torre Balldovina, 1989. Pág. 81
4. José Berruezo Silvente: Por el sendero de mis recuerdos. Ed. Grupo de Estudios Históricos Socia-
les, Santa Coloma de Gramenet 1987. Pág. 35
5. Montse Carreras y Helena Ruiz: La República i la Guerra Civil a Sta. Coloma de Gramenet. Ed.
Ayto. de Sta. Coloma de Gr., 1986. Págs. 183-184
6. Mª Mercè Carbonell i Munné y otros: Santa Coloma: de poble pagès a ciutat obrera. Ed. Ayto. de
Sta. Coloma de Gr., Servei de Cultura i Joventut. 1988. El sistema de la "estampilla verde" consis-
tía, según la obra mencionada, en: "Es tractava d'uns cupons verds que donaven a botigues de Bar-
celona quan es comprava algun producte. Aquestes "estampilles" (que causaren tan d'impacte que
fins i tot es batejà un carrer al barri de Singuerlín amb el nom de la "estampilla verde") eren una
mena de reclam per a aquests petits comerciants, empleats i també obrers que així podien comprar
un terrenyet, amb facilitats de pagament, lluny de les angoixes de la ciutat i alhora a quatre passes
d'aquesta. Aixó era el somni de molta gent d'aquella època i ara ja podien venir a Sta. Coloma a
fer-se "la caseta i l'hortet".
7. José María Huertas Clavería y otros: Tots els barris de Barcelona. Ed. 62
8. Ricard Fernàndez i Ontiveros: "A l'altra banda del Besós. Els terrenys segregats de Sta. Coloma el
1945", en Puig Castellar Nº 3-4, Revista del Museu Torre Balldovina, 1992. Pág. 126.
9. Solidaridad Obrera, 12-9-1923.
10. Solidaridad Obrera 14-9-1923.
11. Alejandro Andreassi, Libertad también se escribe en minúscula. Anarcosindicalismo en Sant
Adrià de Besòs (1925-1939), ed. Hacer, Barcelona 1996, pág. 48, nota 1. Aquí se señala cómo
era frecuente el uso del excursionismo como excusa para mantener reuniones de delegados sindi-
cales de la comarca del Barcelonés. Esta información se obtenía de fuentes orales: Diego Cam-
poy, Antonio Jerez y Andrés Alvarez, militantes cenetistas de Sant Adrià y Badalona.
12. Alejandro Andreassi, ob. cit., págs. 41-44.
13. Alguno de ellos, como Ignasi Riera será miembro de ERC, partido que abandonarían en 1936
para fundar Unió Republicana d'Esquerres.
14. Pere Solà, en su obra Las escuelas Racionalistas en Cataluña (1909-1939), ed. Tusquets, Barce-
lona 1976, pág. 112, dice, refiriéndose al Ateneo Instructivo: "Uno de los numerosos centros
anarcosindicalistas de los años de la Dictadura de Primo con una proyección educativa es este
359
Ateneo". Se basa para ello en el relato que José Berruezo le envió desde el exilio y donde expli-
caba sus experiencias culturales en Mazarrón y en Santa Coloma de Gramenet, repasando su
labor en el A.I.C. y en la Casa del Pueblo que funcionó en la localidad durante la República. Cre-
emos que Solà ha cometido la equivocación de considerar como anarcosindicalista una entidad
que, como explicamos, fue muy plural ideológicamente, aunque los anarquistas colomenses cum-
plieron en ella un papel de especial importancia. Este error se recoge también en la obra de Ale-
jandro Andreassi , ob. cit., pág. 62 y nota 33 de pág. 72.
15. Ruperto Martínez sería concejal por la Extrema Izquierda Federal, Jaime Roca fue corresponsal
del periódico republicano federal El Diluvio. Ambos fueron afiliados a CNT.
16. Durante 1930 hubo dos alcaldes en Santa Coloma, Miquel Serra, que ya lo fuera en las últimas
corporaciones de la Restauración y que era miembro de la Lliga, y Enric Sanchís, miembro del
Ayuntamiento como mayor contribuyente (dueño de una de las más importantes industrias de la
localidad) que se hizo cargo de la alcaldía tras la dimisión de Serra a finales de año. Fue miem-
bro de la Lliga posteriormente.
17. Obsérvese que el nombre hace referencia a la tradición socialista más que a la anarquista, que
solía denominar a sus centros culturales como Ateneo. Sin embargo el nombre se mantuvo
durante toda la República, a pesar que las Juventudes Libertarias, como nos contaba un antiguo
militante (Enrique Casañas), pidieron reiteradamente el cambio de nombre de la entidad, apre-
ciando que Casa del Pueblo tenía connotaciones "demasiado moderadas".
18. En Estudios publicó opiniones respecto al sistema educativo, al papel de la mujer en la sociedad
capitalista, neomalthusianismo, eugenesia social, etc. Ya durante la guerra colaboró con Ideas,
órgano del cenetismo radical editada en L'Hospitalet, también en Cultura y Acción de la CNT
aragonesa sobre las colectivizaciones y la burocratización de la organización durante la guerra.
Podríamos situarlo con claridad en el sector radicalizado de la CNT colomense, pues como
maestro de la escuela racionalista vivió desde 1932 en Santa Coloma de Gramenet. Véase sobre
su figura el artículo, "Máximo Llorca: un maestro de Santa Coloma ante la revolución y la guerra
(1936-1939" en Ágora nº 7, Santa Coloma de Gramenet, 2002.
19. José Manuel Márquez y Juan José Gallardo, "La configuración de un suburbio periférico de
inmigrantes y jornaleros.Santa Coloma de Gramenet en 1930", comunicación presentada en las
Jornadas: Radicalismo cenetista y obrerismo en la periferia de Barcelona en el período de
entreguerras. Según este estudio la población activa de Santa Coloma en 1930 era de 4191 per-
sonas, de las cuales más del 66% era jornalera.
20. Esto suponía que en Santa Coloma existirían secciones sindicales de los diferentes ramos y que
el afiliado debía cotizar en esas secciones. Los líderes locales suponían que de esta manera la
militancia local aumentaría. Ver con mayor profundidad esta problemática en Juan José Gallardo
Romero, Los orígenes del movimiento obrero en Santa Coloma de Gramenet. El anarcosindica-
lismo 1923-1936, ed. Grupo de Historia José Berruezo, Santa Coloma de Gramenet, 2000.
pp.123-126.
21. Solidaridad Obrera, 3-11-1932.
22. Solidaridad Obrera, 27-6-1933.
23. Solidaridad Obrera, 1-1-1936.
360
24. Durante la República, los nombres de estos grupos de Casas Baratas fueron cambiados.
25. En estas cifras coinciden Solidaridad Obrera, El Diluvio y el periódico local El Alba.
26. La procedencia de las fuentes para la elaboración de esta tabla es: para las elecciones al Congre-
so de los Diputados de junio de 1931 y de febrero de 1936, y al Parlament de Catalunya de
noviembre de 1932, de Mercè Vilanova, Atlas electoral de Catalunya durant la Segona Repúbli-
ca, Ed. La Magrana y Fundació Jaume Bofill, Barcelona 1986, págs. 299-316. Para las eleccio-
nes al Congreso de Diputados de noviembre de 1933, elaboración propia a partir de los datos
ofrecidos en Montserrat Carreras y Helena Ruiz, ob. cit., pág. 73. En este caso no se ofrecen los
votos obtenidos por los partidos republicanos (Radical y Federal) en la localidad. Se ha optado
por incorporar un número de votos igual al que habían obtenido en las elecciones de junio de
1931. Para las elecciones Municipales de enero de 1934 se ha obtenido de los resultados publica-
dos por La Veu del Casal en su número 4 de febrero de 1934.
27. Mercé Vilanova, ob. cit., págs. 299-316. Los datos de otras poblaciones que se indican más ade-
lante también proceden de esta obra.
28. Clara referencia al alcalde Pere Plà i Arús, propietario de un taller de reparación de bicicletas.
29. Solidaridad Obrera, 15-7-1933.
30. Solidaridad Obrera, 15-7-1933.
31. Coversaciones con Enrique Casañas Piera, militante de las JJ.LL de Santa Coloma durante la
República.
32. José Berrruezo Silvente, Por el sendero de mis recuerdos 1920-1939, ed. Grupo de Estudios His-
tórico-sociales, Santa Coloma de Gramenet 1986.
361
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11. Radicals i moderats a Barcelona i el seu entorn: una
reflexió sobre les seves causes.
Eulàlia Vega
Als anys trenta trobem dues posicions dins de la CRT de Catalunya: d'una
banda el projecte moderat dels veterans dirigents de la CNT, els quals van
intentar impulsar l'estratègia sindicalista durant els primers mesos de la Repú-
blica. El nou règim els assegurava les llibertats polítiques i sindicals impres-
cindibles per a portar-la a terme, no volien per tant cap enfrontament amb les
noves institucions. També es van veure obligats a frenar l'entusiasme que el
nou règim havia causat entre els obrers i recordar-los que la República no
representava els interessos de la classe obrera sinó els del capital. Paral·lela-
ment, existia el projecte radical dins de la central confederal, era el dels mili-
tants anomenats faistes i també dels comunistes. Aquests consideraven que la
República havia obert una conjuntura revolucionària i que calia aprofitar el
moment abans que aquesta es consolidés. Impulsaven la realització de la revo-
lució de manera immediata i l'enfrontament sistemàtic amb les institucions
363
republicanes burgeses. L'objectiu prioritari d'aquesta estratègia no era la pre-
paració sinó la realització del fet revolucionari.
Quins eren els faistes, els que encapçalaven aquestes posicions? On els
podem situar? De manera bastant poc precisa s'ha parlat de la FAI, com de la
tendència que es va enfrontar a la sindicalista en aquests primers moments
republicans. L´organització denominada FAI constituïa en aquests moments
una força bastant escassa i si bé es va sumar al corrent radical, no el va
encapçalar. Van ser militants anarquistes com García Oliver, Durruti, Ascaso,
etc., que sense estar dins de la FAI en aquell moment, van tenir una posició
més decidida i radical enfront els dirigents moderats de la CNT. La majoria
d'aquests eren nouvinguts, aprofitaven el moment polític obert amb la procla-
mació de la República per tornar de l'exili o sortien de les presons a les que la
Dictadura de Primo de Rivera els havia confinat i s'incorporaven a la militàn-
cia confederal. El testimoni de J. García Oliver, acabat de tornar de la presó
de Burgos, és indicatiu de l'ambient que es respirava. "Pronto entré en relación
con los compañeros que trataban de crear una oposición ideológica frente a la
actitud claudicante de los viejos sindicalistas. (...) En el local del Sindicato de
la Construcción de Barcelona se reunían Parera, de Banca y Bolsa; Luzbel
Ruiz, de Peluqueros; Castillo, de Artes Gráficas; Juanel, de Construcción; y
algunos más, todos ellos viviendo la pasión de los puritanos, y a quienes unía
el afán de impedir que la CNT cayese en el abismo de la transigencia con los
compromisos que Pestaña y otros líderes sindicales contrajeron en el pacto de
San Sebastián, que muchos dieron por muerto, pero que el azar de unas elec-
ciones municipales había revitalizado (...). Su aspiración era impedir que el
aventurismo político y reformista se apoderase de la CNT. Me acogieron cali-
damente. Esperaban mi apoyo a su linea de militantes revolucionarios. Me
puse totalmente a su lado. Y nos pusimos a laborar"1.
J. García Oliver va encapçalar des d'aquest moment les posicions més radi-
cals dins l'anarcosindicalisme. Anarquisme i CNT estaven íntimament lligats per
ell, per tant militava en el Sindicat de l'ofici que va tenir al llarg dels anys repu-
blicans. Aquests van ser diversos: cambrer, envernissador del mobiliari dels vai-
xells de la Transatlàntica al port de Barcelona i també altres treballs esporàdics
al ram tèxtil. Va estar, doncs, principalment vinculat al Sindicat de la Fusta i al
Sindicat del Tèxtil d'aquesta ciutat. En el primer Sindicat estava amb els també
militants radicals Alfonso Miguel i Gregorio Jover. En el segon amb Ricardo
Sanz i amb Safon, tots dos del ram de l'aigua, i aquest darrer responsable dels
quadres de Defensa de la barriada del Poble Nou. Altres militants, com Juan
Manuel Molina, "Juanel", es trobaven en el Sindicat de la Construcció, organis-
me que també va tenir una posició important en el manteniment de les posicions
radicals. Aquest militant era el secretari del Comitè Peninsular de la FAI i direc-
tor de la publicació Tierra y Libertad, l'òrgan de la Federació Anarquista Ibèri-
364
ca, que sortia a Barcelona des de 1930. Dins del camp faista també hem d'in-
cloure un grup més intel·lectual, que des de la propaganda, tant escrita com oral,
van atiar el foc contra el moderantisme, situant-se en contra dels dirigents cene-
tistes moderats d'una manera bel·ligerant, així com de les seves postures "revi-
sionistes" i "col·laboracionistes" amb ERC. Treballaven de periodistes obrers,
mestres racionalistes o escriptors. Entre aquests podem citar a Diego Abad de
Santillán, director de Tierra y Libertad a partir de 1934, Fidel Miró, secretari de
les Joventuts Llibertàries, Frederica Montseny, col·laboradora de El Luchador i
La Revista Blanca, el mestre racionalista Fèlix Carrasquer, i Josep Peirats,
redactor de Solidaridad Obrera, entre altres.
En el dictamen sobre les Federacions Nacionals d'Industria, que es va deba-
tre en el Congrés del Conservatori de juny de 1931 a Madrid, els radicals van
manifestar-se en contra de la formació d'aquestes per considerar-les centralis-
tes i burocràtiques i poc aptes a les necessitats del país. Es van mostrar contra-
ris, per tant, de la "preparació revolucionaria" defensada pels trentistes. En total
varen ser 15 Sindicats barcelonins els que votaren en contra. Entre aquests dos
sindicats de Barcelona: el de la Construcció i el de la Fusta. El delegat del Sin-
dicat de la Fusta, Joan García Oliver, va enfrontar-se a J. Peiró en les seves
argumentacions en contra de la nova estructuració defensada pel militant mata-
roní. També van manifestar-se en contra en el moment de la votació altres sin-
dicats de l'entorn barceloní: el S.U. de l'Hospitalet, de Sardanyola-Ripollet,
Olesa de Montserrat, Martorell, els de les comarques minaires (Fígols, Cardo-
na i Súria), Calella, Blanes, el Sindicat d' Arts Gràfiques de Sabadell i Manre-
sa, i també el S.U. d'Alimentació i d'Oficis Diversos de Manresa2.
Tanmateix, la majoria dels Sindicats de Barcelona i del seu entorn van
manifestar-se a favor. Les posicions de J. Peiró, i d'altres militants que es
podrien qualificar com constructivistes, van ser recolzades per 61 sindicats,
d'aquests 13 de la ciutat i 48 de les comarques barcelonines. Destaquem els
següents S.U. de la ciutat de Barcelona: el de la Metal·lúrgia, el del Vestir,
Vidre, Fabril i Tèxtil, Productes Químics, Industria Ferroviària, Pell, Automò-
bil, Sanitat, Barbers, Transport, Arts Gràfiques i Alimentació. Entre els de les
comarques dels voltants la totalitat dels Sindicats de Badalona, Cornellà, Sta.
Coloma de Gramenet, Granollers, Igualada, Mataró, Vilassar de Dalt, Man-
lleu, Valls, 3 de Manresa i 3 de Sabadell, entre altres.
Pel que respecte als oficis hi trobem representants del Sindicat de la Cons-
trucció i de la Fusta tant entre els defensors com entre els detractors de les Fede-
racions Nacionals d'Industria3. Més important que la qüestió laboral i sindical
sembla ser la qüestió de les influències personals mantingudes pels militants
que estaven a prop d'aquests Sindicats. És clar que la militància radical anava
guanyant terreny entre els sindicats de la ciutat de Barcelona, encara que en el
moment de la proclamació de la República estava intacte en general el prestigi
365
dels veterans militants confederals així com les perspectives obertes amb la pro-
clamació del nou règim i per aquest motiu les seves propostes en el Congrés de
Madrid van tenir una acollida bastant favorable. Tanmateix, aquesta situació no
va durar massa. Ja en el Ple regional d'agost de 1931, es varen manifestar amb
claredat les posicions radicals que varen enfrontar-se a les moderades respecte
a la posició que havia de prendre la CRT de Catalunya davant la repressió
governamental, en especial davant els fets sagnats de Sevilla (18-25 de juliol)4.
Els primers defensaven una resposta contundent a les provocacions del Govern
republicà, mentre que els moderats defensaven una preparació i una organitza-
ció més intensa d'aquesta abans d'afrontar qualsevol tipus d'acció.
La primera posició va ser defensada pels destacats militants J. García Oli-
ver, B. Durruti i Prades (representants del S.U. del Tèxtil), Marcos Alcón i
Agustina (representants del S.U. del Vidre), el S. de la Sanitat de Barcelona i
els S.U. del Prat de Llobregat i Fígols. La posició moderada fou defensada pel
M. Mascarell (del S. del Vidre de Mataró), Ferrer (del S. de la Metal.lúrgia de
Manresa), la representació de Girona i del Sindicat de Salt i la comarcal del
Ter i Fresser. Tot i que els destacats militants que es denominaran trentistes no
estaven encapçalant aquesta posició, si que era evident que estaven d'acord
amb la mateixa i donaven un suport indirecte. Tanmateix, les seves posicions
varen quedar en minoria. La proposta radical va ser recolzada amb 65 vots i
tant sols 33 vots va recollir la moderada5.
A partir del mes d'agost la pèrdua d'influència de les posicions moderades
en la ciutat de Barcelona es va fer d'una manera ràpida i progressiva. En tro-
bar-se en minoria, i davant de l'avenç del radicalisme, el grup de veterans mili-
tants confederals, entre ells A. Pestaña, J. López, J. Peiró, C. Piñón i B. Marcó,
van redactar un manifest públic explicant la seva posició davant del moment.
Anava signat per trenta militants, sent anomenats des d'aleshores "trentistes"
tant els seus signants com tots els que defensaven posicions moderades dins
del sindicat confederal6. La dimissió del director de Solidaridad Obrera, Joan
Peiró, i de tota la redacció moderada el setembre de 1931, i la seva substitu-
ció per una direcció faista, va facilitar les coses7. Va ser elegit com a director
el militant anarquista Felipe Alaiz i com a redactors figuraven entre altres els
destacats faistes J. García Oliver, F. Montseny, J. Alberola i Liberto Callejas.
La progressiva influència del projecte radical entre els quadres sindicals es
va concretar en la posada en marxa de la tàctica de la "gimnàstica revolu-
cionària" i de l'organització dels Comitès de Defensa Confederal per fer la
revolució. Ja en el Ple Regional de sindicats de Catalunya, celebrat l'agost de
1931, s'havia discutit en sessió secreta la destinació de la recaptació del fons
de la publicació CNT, futur òrgan nacional, als comitès de defensa. La pro-
posta, realitzada per J. García Oliver i B. Durruti, fou d'utilitzar-los en el "pla
revolucionari" a què estaven compromesos els Comitès de Defensa, és a dir,
366
en les accions insurrecionals que s'estaven preparant. La proposició no va
obtenir el recolzament del Ple, però va tenir un fort impacte entre els delegats
assistents8. La creació d'aquests organismes no va ser generalitzat en tota la
CRT de Catalunya. Únicament en la ciutat de Barcelona van ser una realitat,
on es van constituir en cada barriada obrera, formant "unidades combativas
bastante perfectas"9. Cadascun dels quadres estava format per deu membres,
un dels quals feia de responsable del grup. Hi havia un Comitè de Defensa
Local que coordinava els diversos comitès. El de Barcelona feia també fun-
cions de Comitè de Defensa Regional de Catalunya, i estava integrat pels
antics membres del grup "Los Solidarios": Aurelio Fernández, Gregorio Jover,
Ricardo Sanz, Buenaventura Durruti, Francisco Ascaso i Joan García Oliver.
La posada en pràctica de la tàctica insurreccionalista promoguda pels radi-
cals, el gener de 1932 a la zona minera de l'Alt Llobregat i el Cardener, i les
detencions i suspensions de la premsa obrera i dels locals sindicals va determi-
nar la definitiva marginació del projecte moderat i el desplaçament dels mili-
tants trentistes dels càrrecs que encara estaven exercint: dimissió d' A. Pestaña
del Comitè Nacional, per la seva feble resposta davant dels fets revolucionaris
(març de 1932), sent substituït pel faista Manuel Rivas (del Sindicat de la Cons-
trucció). Aquest fet va ser acompanyat per la dimissió d' Emili Mira, secretari
del Comitè Regional, i de Sebastià Flor, el seu tresorer (en el Ple Regional d'a-
bril de 1932) per les mateixes raons que les que havien causat la de Pestaña. Es
va posar en el seu lloc al faista A. Gilabert, amb el suport de més de la meitat
de les delegacions catalanes. Aquesta votació va tenir important conseqüències
com va ser l'expulsió de la FL de Sabadell (setembre 1932), per negar-se a
pagar el segell confederal com a protesta per l'elecció del secretari regional, que
s'havia fet, segons ells, d'una manera irregular. S'havia votat per nombre d' afi-
liats i no de manera proporcional al nombre de cotitzants, com s'havia decidit
en el Ple regional de Lleida el desembre de 1931.
Els mesos següents va tenir lloc les expulsions dels destacats militants
trentistes dels càrrecs que venien ocupant en els seus respectius sindicats de la
ciutat de Barcelona. J. López i A. Gibanel van ser expulsats del Sindicat de la
Construcció de Barcelona (octubre de 1932); Camil Piñón i Francesc Arín ho
foren del Sindicat del Transport (novembre de 1932); Ricard Fornells del Sin-
dicat de l' Alimentació (novembre de 1932); A. Pestaña i Bartolomé Viñas del
Sindicat de la Metal·lúrgia (desembre de 1932); J. Dinarés de la secció d' Art
Rodat del Sindicat del Transport (desembre de 1932) i Joaquín Cortés i altres
del Sindicat Fabril i Tèxtil (març de 1933). Els Sindicats confederals de la ciu-
tat comtal quedaven a mans dels faistes. Els trentistes perdien aquest estratè-
gic espai sindical i la seva influència en el mateix.
Si la ciutat de Barcelona quedava controlada pel radicalisme faista aquest
no va aconseguir la influència de tot el territori català. El fet de l'expulsió de
367
la FL de Sabadell, una de les més potents de la CRT de Catalunya, tant per la
seva organització com pel nombre d'afiliats que controlava, va tenir impor-
tants conseqüències en la decantació de posicions en els sindicats catalans.
També el moviment insurrecte de gener de 1933 va jugar a favor de la deli-
mitació de camps. A Catalunya el moviment no va tenir tant ressò com al País
Valencià i Andalusia. Tot i així van haver enfrontaments entre els Comitès de
Defensa i la Guàrdia civil a les diverses barriades obreres de Barcelona, així
com les poblacions del seu entorn Sardanyola, Ripollet, Sallent i Terrassa,
entre altres. La insurrecció mal coordinada va ser fàcilment sufocada. Es varen
fer nombroses detencions, entre els quals J. García Oliver, Gregorio Jover,
Antonio Ortiz, "El Valencia" i cinc membres del Comitè de Defensa del Poble
Nou, tots ells van ser brutalment apallissats.
Per protestar per l'expulsió dels Sindicats de Sabadell, així com en condemna
pels fets insurreccionals que, segons ell, estaven acabant amb la CNT, el Sindicat
de la Metal·lúrgia de Manresa, i el seu president Marcel Augés, va fer un manifest
en el que demanava l'adhesió dels Sindicats contraris a la trajectòria que estava
portant l'organisme confederal10. El manifest va ser discutit entre els afiliats dels
sindicats catalans i va tenir l'adhesió de 47 d'aquests. Destaquem entre aquests: 10
Sindicats de Sabadell, 6 de Manresa, 3 de Mataró, el Sindicat de la Metal·lúrgia
de Badalona, el Sindicat Tèxtil i Fabril de Sant Boi del Llobregat, el SU de Santa
Perpetua de la Moguda, el del Transport d'Igualada, 3 Sindicats de Valls, 4 de
Ripoll, el SU de Gironella, de Puig-reig i de Sant Vicenç de Castellet, entre altres.
Aquests Sindicats, que passarien a formar ben aviat el nucli dels Sindicats d' Opo-
sició a la CNT (SSOO), no tenien la mateixa orientació laboral11. Podem distingir
entre ells els de caràcter industrial que eren els que estaven a les poblacions més
properes al nucli de Barcelona, dels de caràcter bàsicament agrícola o de ben
escassa qualificació industrial, com eren els de les comarques més allunyades. El
gruix de la CRT de Catalunya va continuar en la CNT, controlats per una direcció
de caràcter radical, que havia passat a dominar la Federació Local de Barcelona,
el Comitè Regional, el Comitè Nacional i el periòdic Solidaridad Obrera .
Com a conclusió d'aquest apartat podem dir que la perifèria de Barcelona no
té punts de vista més polítics i radicals que els d'aquesta ciutat. Tots dos espais
comparteixen a partir de l'any 1932 orientacions extremistes similars. A Barce-
lona, els faistes es fan progressivament amb el control dels Sindicats i organit-
zen en les barriades obreres els Comitès de Defensa Confederal, veritables for-
ces de xoc revolucionari. L'espai territorial moderat no serà per tant la ciutat de
Barcelona sinó les poblacions de l'entorn industrial: en especial Sabadell, Man-
resa, Mataró, Igualada i en menor mesura Badalona. Serà en aquesta zona terri-
torial on les propostes anarcosindicalistes moderades van tenir un major ressò
sent la base de la constitució dels SSOO a la CNT a mitjans de 1933.
368
Diverses causes de la presa de posicions
El segon punt que volem abordar és el de veure els possibles factors que
poden haver influenciat en el decantament de les posicions d'uns militants a
favor del radicalisme i d'uns altres a favor de postures més moderades. En pri-
mer lloc analitzarem un dels arguments clàssics que s'ha anat mantenint en
aquest tema i és la influència de la immigració. Per diverses raons s' ha man-
tingut la idea que els faistes eren els "murcians", els que provenien d'indrets
diferents de la península i que els trentistes eren els treballadors catalans.
Reflexionar sobre aquest punt ens pot ajudar a desfer mites.
L'origen d'aquesta idea prové del debat que durant la segona meitat de l'any
1928 va tenir lloc en el setmanari d'esquerres L'Opinió de Barcelona sobre les
causes de la influència persistent de l'anarcosindicalisme entre els obrers d'un
país industrial com era Catalunya. Va ser el dirigent comunista dissident Joa-
quím Maurín i l'anarcosindicalista Joan Peiró els que van centrar la polèmica,
malgrat la intervenció d'altres dirigents com el comunista Andreu Nin i els
republicans Joan Lluhí i Vallescà i Jaume Aiguader principalment12.
Segons l'esquema marxista ortodox, difós per Maurín, no es podia explicar
la persistència de l'anarquisme en una zona industrial com era Catalunya, i per
tant, va defensar la tesi que "l'anarquisme no té cap relació amb el caràcter
català" i que la seva existència era deguda a "la invasió de Catalunya d'elements
no catalans". "L'anarquisme, a Espanya, l'ha produït sobre tot el camperol anda-
lús. (...) L'obrer de fàbrica, el veritable proletari, sent i pensa d'altra manera. (...)
El proletariat, com classe, no pot ser anarquista. (...) Anarquista poden ser-ho
l'artesà, el camperol, pel motiu de viure encara subjectes a un règim econòmic
anterior al capitalista. (...) L'obrer que treballa en la fàbrica, i que s'adapta, forço-
sament acaba per adquirir una comprensió socialista". (...) "Aquesta immigració
d'obrers no qualificats ha estat la que ha produït principalment l'anarquisme a
Barcelona. L'ascens de l'anarcosindicalisme a partir del 1917 es deu principal-
ment a l'afluència de peonades a Barcelona, atretes per la prosperitat industrial.
(...) El moviment obrer va passar a ser dirigit no precisament pel proletariat, sinó
per la part més audaç, més enèrgica dels obrers no qualificats"13.
Aquesta tesi, que perseguia l'arrelament del socialisme marxista entre el pro-
letariat català, va ser també difosa per en Jaume Miravitlles, militant del Partit
Comunista Català i després del BOC fins el 1934, quan va passar a ERC. Aquest
prolífer periodista i escriptor va publicar el 1932 Los obreros y la política, i és
en aquesta obra on s'aborda concretament les causes de les dues tendències entre
el proletariat català: la FAI i els Trenta. Per l'autor "desde sus orígenes y por
razones de orden puramente temperamental han luchado en el interior del anar-
quismo dos tendencias tácticas. Los proudhonianos (partidarios de Proudhon) y
los blanquistas (partidarios de Blanqui)". Segons ells, la immensa majoria de l'a-
369
ristocràcia obrera del segle XIX era proudhoniana. "Actualmente en Cataluña
los que representan esta tendencia pequeño-burguesa y reformista son "los
Treinta". Les accions revolucionaries de Blanqui eren seguides en aquell
moment per d´intel·lectuals i obrers que se situaven en la FAI.
Una altra circumstància intervenia també en la caracterització de les dues
tendències per J. Miratvilles. "En els "Trenta" predominan (o predominaban
en sus orígenes) los obreros catalanes. En la FAI los procedentes de las otras
regiones ibéricas". A més cal tenir en compte un altre factor més economicis-
ta. "A lo largo de los años se ha ido formando (en Cataluña), un cuerpo de con-
tramaestres, obreros cualificados y de especialistas. Estos obreros ocupan den-
tro del proletariado una situación privilegiada y constituyen una capa social
predispuesta por razones económicas, a las ideologías reformistas, al "seny de
la raça". Son estos elementos los que constituyen la base social de "los Trein-
ta". (...) El peonaje esta formado en Cataluña, en su inmensa mayoría, por ele-
mentos procedentes de las regiones agrarias españolas. Es la situación de infe-
rioridad que ocupan aún dentro de la clase trabajadora, la que determina su
temperamento revolucionario"14 .
Aquestes tesis van ser esteses no solament entre les organitzacions socialis-
tes marxistes, PCC i BOC especialment, sinó també per altres organismes d'o-
rientació ideològica molt diversa. Van ser recollides i difoses pels polítics repu-
blicans d'ERC, que intentaven guanyar-se els trentistes i que es manifestaven
en contra de les tesis revolucionaries de la FAI. La base obrera d'ERC podia ser
potencialment la dels obrers amb "seny" trentistes i per tant des de la procla-
mació de la República la CNT, i els dirigents trentistes, van ser tractats d'una
manera especial, sobre tot en la intervenció en els conflictes laborals, intentant
una solució favorable a la vaga. Més endavant, aquesta situació es va endurir
tant entre l'ERC com entre l'Estat Català i no es va distingir entre les diverses
tendències confederals diferents. A més, des de la Generalitat, el grup de
Dencàs i Badia d'Estat Català, va fer una política clarament antianarquista. Va
denunciar i perseguir els anarquistes de la FAI, per ser un producte importat
d'Espanya i per aquest motiu calia aixafar-ho. "La FAI és un producte d'Espan-
ya. Foc a la Fai!", denunciaven els pamflets distribuïts per Estat Català15.
El mite de la importància de la immigració en l' anarquisme català, ha estat
difós també per la historiografia sense haver estat posat massa en qüestió. Cal
que ens preguntem si realment podem caracteritzar el grup dels radicals com el
dels obrers sense qualificació vinguts de les regions agràries espanyoles i el
dels trentistes com el dels obrers qualificats catalans? Per respondre en aques-
ta qüestió cal que examinem ambdós camps i els contrastem. Escollirem per a
fer-ho a les personalitats més destacades d'una i altra tendència, per tenir més
informació de les seves biografies i ser més senzilla la comparació16. Dins del
camp radical tenim obrers catalans com Joan García Oliver, nascut a Reus el
370
1901 (Baix Camp), el qual va tenir diversos oficis no qualificats: cambrer,
envernissador i obrer del tèxtil. No tenia estudis especials. Tampoc els tenia
Ricardo Sanz García, nascut a Canals, La Costera (València) el 1898, arribat a
Barcelona als 18 anys per treballar en el seu ofici inicial de tintorer (ram de l'ai-
gua), encara que també ho va fer a la construcció i al ram mercantil. Un altre
militant nascut a Terol el 1891, però que de molt jove havia viscut a València
era Gregorio Jover Cortes. En aquesta ciutat havia après l'ofici de fabricant de
somiers, treball que va exercir durant tota la seva vida. Va arribar a Barcelona
quan tenia uns 20 anys. Era un dels més grans del grup, comptava amb 40 anys
amb la proclamació de la República, estava casat i tenia dos fills. Juan Manuel
Molina Mateo, "Juanel", havia nascut a Jumilla, Múrcia, el 1901. Era obrer de
la Construcció i havia arribat a Barcelona el 1921, quan tenia 20 anys.
D'altres zones geogràfiques eren Aurelio Fernández Sánchez, nascut a
Oviedo el 1897, d'ofici mecànic, i que va arribar a Barcelona el 1922; Buena-
ventura Durruti Dumange, nascut a Lleó el 1896, tenia 35 anys en el moment
de la proclamació de la República, era també mecànic ajustador. Com l'ante-
rior va arribar a Barcelona el 1922, i ho va fer des de Saragossa amb Francis-
co Ascaso, amic inseparable, per decisió conjunta. Francisco Ascaso Abadía
havia nascut a Almudévar (Osca) el 1901. Era forner d'ofici, però també va
exercir de tintorer, cambrer i en una fàbrica de tubs de plom a França. Fora
d'aquest grup, podem trobar altres militants radicals catalans, com Marcos
Alcón Celma, que havia nascut a Barcelona el 1902, treballador del vidre, i
que va substituir a Pestaña en el Comitè Nacional, quan aquest va dimitir;
Josep Peirats i Valls havia nascut a la Vall d'Uxó, La Plana Baixa, el 1908,
però va arribar a Barcelona (Collblanc-La Torrassa) quan tenia tres anys.
També Frederica Montseny i Mañé va néixer a Madrid el 1905, de pares cata-
lans, que van traslladar-se a Barcelona quan ella tenia 12 anys. El seu ofici era
periodista i escriptora.
En general podem dir que tenien una edat que oscil·lava al voltant dels 30
anys, amb alguna excepció com la de Gregorio Jover, que era més gran. Eren
obrers, de famílies d'escassos recursos que havien tingut d'emigrar per trobar
millors expectatives de treball. Amb escassa formació, la majoria eren autodi-
dactes i tenien també una escassa qualificació professional, tant els catalans
com els nascuts en altres zones de la península. En general havien exercit
diversos oficis al llarg de la seva joventut, encara que era un treball el que
dominava, entre aquests trobem: obrers de la Construcció (Peirats, Juanel
Molina), cambrers (J. García Oliver, i F. Ascaso), mecànics (Durruti, Aurelio
Fernández), ram de l'aigua (R. Sanz, García Oliver) i vidre (Marcos Alcón)17.
Si examinem el grup moderat veiem que geogràficament trobem catalans i
nascuts en altres zones de fora de Catalunya. Entre el primer grup trobem a Joan
Peiró i Belis, que havia nascut a Barcelona el 1887, d'ofici vidrier. Va viure
371
també a Badalona, fins que es va establir definitivament a Mataró. Camil Piñon
i Oriola era nascut a Barcelona el 1889, d'ofici metal·lúrgic i treballador del port;
i Pere Massoni i Roger, que havia nascut probablement també a Barcelona el
1896, obrer maoner, ferit pels Sindicats Lliures de la patronal, atemptat que li va
deixar ferides irreparables. Cap dels tres tenien estudis i eren autodidactes. Per
últim, Ricard Fornells i Francesc era català, i nascut el 1889. Tenia una forma-
ció superior als anteriors en haver estudiat uns anys de magisteri. Va treballar en
diversos oficis des de vidrier fins al ram de l'alimentació. També va dirigir l'es-
cola racionalista "Institució Pedagògica Cultura" a Sabadell.
Del grup dels nascuts fora de Catalunya trobem a Àngel Pestaña Nuñez,
que havia nascut a Santo Tomàs de las Ollas, Lleó, el 1886, i que va fer diver-
sos oficis com ara estibador, espardenyer, rellotger, aquest darrer el més esta-
ble. Arribà a Barcelona el 1914. Juan López Sánchez va néixer a Bullas, Múr-
cia el 1900, d'ofici obrer de la Construcció. Va fer també de periodista i publi-
cista. Fill d'un Guàrdia Civil va traslladar-se amb la seva família a Barcelona
cap el 1910. Agustín Gibanel va néixer a Alcolea del Cinca el 1896, aragonès.
Sergent de l'exercit, abandonà la carrera militar i va fugir a França on va tre-
ballar a la Construcció. També va fer de publicista. S'instal·là a Barcelona el
1931. Joaquín Cortés va néixer a Úbeda (Jaén) cap el 1895. Va arribar a Bar-
celona als voltants de 1916, on treballar en el ram tèxtil. El 1919 va fugir a
Amèrica, i no va tornar a Barcelona fins la proclamació de la República.
També era andalús Progreso Alfarache Arrabal, nascut a Algeciras cap el
1895, militant de la CRT d'Andalusia des de molt jove en el ram d'Arts Gràfi-
ques de Sevilla. Arribà a Barcelona cap el 1928, provinent de França.
Del sector moderat també podem treure unes conclusions. En general per-
tanyien a una generació lleugerament més gran que el sector radical, però no tant
com per afirmar que uns eren els joves i els altres eren els vells. Tenien una fran-
ja d'edat entre 35 i 40 anys, amb algunes excepcions com la de Pestaña, que tenia
45 anys, Peiró amb 44 i Piñón amb 42 respectivament. Hi havien entre ells cata-
lans i no catalans. Entre aquests darrers trobem valencians, murcians, aragone-
sos, andalusos i castellans. Potser en el balanç dels dirigents moderats hi ha un
percentatge més gran de catalans que no pas d'altres zones de fora de Catalun-
ya. Entre els oficis que varen exercir trobem obrers de la Construcció (López,
Portolés, Peñarroya, Massoni, Cortada), metal·lúrgics (Piñón, Minguet, Arín),
xòfers (B. Marcó i Cristià), treballador del Port (Piñón), vidre (Peiró) i tèxtil
(Cortés). La gran majoria van ser autodidactes i la seva qualificació professio-
nal era escassa, l'ofici dominant era el d'obrers de la Construcció.
Per acabar, podem afirmar que no hi ha una diferenciació entre el sector
radical i moderat respecte l'origen geogràfic, la seva formació i la seva quali-
ficació professional. Eren obrers, pertanyien a la classe treballadora amb
escassos recursos. Tots havien hagut de treballar des de molt joves, gairebé
372
uns nens, entre els vuit i onze anys. Havien canviat diverses vegades d'ofici
perseguits per la patronal per la seva militància. El "pacte de fam" de la patro-
nal, que implicava la negativa a donar feina als militants perseguits, va afec-
tar a Piñón i Arín, els quals van haver de canviar d'ofici, i a Peiró, que va haver
de canviar diverses vegades de localitat18. També va succeir el mateix amb el
sector radical. La qüestió generacional tampoc els allunyava tant, tret d'algu-
na excepció. Als anys republicans un obrer de trenta anys era ja una persona
madura, en casar-se generalment cap els vint anys. També cal tenir en comp-
te que l'edat de defunció era bastant més baixa que l'actual, i més en els àmbits
obrers. Diversos militants trentistes varen morir abans de la Guerra per malal-
tia a una edat inferior als 40 anys (Agustín Gibanel, Pere Massoni, Josep Cris-
tià i Genaro Minguet).
Quines característiques podem determinar entre els defensors del projecte
moderat que no posseïen els radicals? Fonamentalment tenien una gran expe-
riència sindical, fruit d'una activa militància des dels anys del gran creixement
i expansió de la CNT durant i després de la Primera Guerra Mundial. Havien
participat en les tasques organitzatives i de propaganda, juntament amb altres
destacats militants com Salvador Seguí, en els anys "gloriosos" de la CNT19.
Van patir persecucions, exili o la clandestinitat sota la Dictadura de Primo de
Rivera, sense deixar mai la lluita per les idees anarcosindicalistes. Finalment,
per acabar amb aquesta situació política van participar amb les conspiracions
amb els elements polítics republicans d'esquerra en la seva lluita contra la Dic-
tadura. També varen protagonitzar la reorganització dels sindicats confederals
el 1930, ocupant càrrecs en les Juntes dels Sindicats, en el Comitè Regional,
en el Comitè Nacional i també en la premsa confederal Solidaridad Obrera de
Barcelona especialment. En definitiva, es van veure implicats en una trajectò-
ria més pròpiament de militants sindicalistes que anarquistes, amb un alt com-
promís cap a l'organització anarcosindicalista tant en el moment de la seva
creació com en el de la reorganització dels sindicats el 1930. Més que els fac-
tors de la immigració, l'edat o la qualificació professional semblen tenir més
pes en el sector trentista una experiència sindical similar passada, i un alt grau
de compromís amb la CNT, el que va ser determinant a l'hora d'impulsar la
mateixa estratègia a seguir davant de la proclamació de la República.
En un segon nivell d'anàlisi caldria veure quins van ser els factors que van
influenciar la qüestió del radicalisme, i de l'adhesió que els sindicats de la CRT
de Catalunya varen fer dels líders radicals. Si analitzem poblacions de la
perifèria de Barcelona, o certs barris de la mateixa ciutat, amb una alta tassa
d'immigració, podem caure en el parany de sobrevalorar aquest factor en la
presa de posicions dels sindicats envers l'extremisme. Tanmateix, cal conside-
rar també altres causes de la presa de posicions dels sindicats que va portar a
una radicalització en augment de la CRT de Catalunya a partir de l'any 1932 i
373
1933. La influència de la crisi econòmica en la situació laboral (atur, reducció
de salaris, precarietat...) és un factor a considerar, en la dificultat d'estendre
una estratègia sindicalista. També la repressió de l' Estat, la violència institu-
cional (detencions, clausura de locals,...) va impedir el manteniment de les
posicions moderades, que necessitaven de la legalitat per poder estendre les
seves propostes constructives20. Aquests factors van portar a un allunyament
progressiu de la República per part de l'organització anarcosindicalista, que
passats els primers moments d'entusiasme i de possibilisme, veia la constant
persecució dels seus militants, la clausura dels locals sindicals, la suspensió
dels seus actes, el que impedia una vida legal normalitzada21. També el fracàs
de les lluites i conflictes laborals, portades a terme pels militants confederals,
va portar a un desencís de les expectatives obertes amb la conjuntura republi-
cana i a l'adhesió dels afiliats i sindicats a unes tàctiques més radicals22. En
definitiva, són diversos els factors que van influenciar la presa de posicions
dels sindicats de la perifèria de Barcelona i de Catalunya en general, afegint
també com una qüestió més el tema, important però no determinant, del caris-
ma que els veterans militants trentistes tenien en les comarques catalanes; així
com el que tenien els dirigents radicals entre diverses poblacions dels voltants
de Barcelona. Es evident que tots aquests elements es barrejaven en el moment
que els sindicats catalans van haver d'expressar la seva opinió envers l'orien-
tació tàctica i estratègica a seguir en la conjuntura republicana.
374
NOTES
1. J. García Oliver, El eco de los pasos, Ruedo Ibérico, Barcelona, 1978, p.115.
2. Memoria del Congreso extraordinario celebrado en Madrid los días 11 al 16 de junio de 1931. Tip.
Cosmos, Barcelona, 1931, reproduïda a Revista de Trabajo, num. 53, 1976.
3. Més informació de la qüestió a Eulàlia Vega, El Trentisme a Catalunya. Divergències ideològiques
en la CNT (1930-1933). Curial, Barcelona, 1980, pp.80-91.
4. Una descripció sobre aquests fets a José Manuel Macarro, La utopia revolucionaria. Sevilla en la
Segunda República. Ed. Monte de Piedad y Caja de Ahorros, Sevilla, 1978, pp.147 i ss.
5. Confederación Regional del Trabajo de Cataluña, Memorias de los comicios de la regional catalana
celebrados los días 31 de mayo y 1 de junio y 2, 3 y 4 de agosto 1931. Gráficos Alea, Barcelona, 1931.
6. El manifest titulat "A los camaradas, a los sindicatos, a todos" va ser publicat a L'Opinió, nº 76, 30
agost de 1931.
7. "Una resolución irrevocable", Solidaridad Obrera, nº 261, 22 de setembre de 1931.
8. Segons J. López, "Sobre el treintismo confederal", Revista de Trabajo, núm. 38, 1972.
9. J. García Oliver, op. cit. p. 129.
10. "A los Sindicatos y a todos los afiliados a la Confederación Nacional del Trabajo", Sindicalismo,
nº1, 14 de febrer de 1933.
11. Una informació més detallada de la trajectòria dels SSOO a Catalunya en Eulàlia Vega, Entre revo-
lució i reforma. La CNT a Catalunya (1930-1936), Ed. Pagès, Lleida (en curs de publicació); per
la FL de Sabadell en Albert Balcells, "El moviment obrer a Sabadell i la crisi de l'anarco-sindica-
lisme entre 1930 i 1936", Perspectiva Social, núm. 1, 1973.
12 Albert Balcells (introducció i selecció), El arraigo del anarquismo en Cataluña (Textos de 1926-
1932), A.Redondo Ed., Barcelona, 1973.
13. Joaquim Maurín, "Socialisme i anarquisme: El proletariat català no és anarquista", L'Opinió, núm.
21, 7 de juliol de 1928, pp. 90-92 en A. Balcells, El arraigo... (La traducció al català és meva).
14. Jaume Miravitlles, Los obreros y la política, en Albert Balcells, op.cit. pp. 168-170. També a l'è-
poca altres periodistes, com per exemple Carles Sentís, van argumentar en el mateix sentit. Veure
d'aquest autor Viatge en Transmiserià, La Campana, Barcelona, 1994.
15. Més informació a Jordi Sabater, Anarquisme i catalanisme: la CNT i el fet nacional català durant
la Guerra Civil, Ed. 62, Barcelona, 1986.
16. Per les dades biogràfiques MªTeresa Martínez de Sas; Pelai Pagès i Blanch, Diccionari biogràfic
del moviment obrer als Països Catalans, Ed. Universitat de Barcelona/Abadia de Montserrat, Bar-
celona, 2000; Miguel Íñiguez, Esbozo de una Enciclopedia histórica del anarquismo español, Fun-
dación Anselmo Lorenzo, Madrid, 2001; Eulàlia Vega, Entre revolució i reforma.
17. Susanna Tavera va examinar la influència del factor de la joventut en els militants radicals, en
"Escola de rebel.lia. La joventut i l'anarcosindicalisme" en VVAA, La joventut a Catalunya al
segle XX. Materials per a una Historia, Diputació, Barcelona, 1987,vol. 1, pp. 139-157. Per
Dolors Marín sembla ser un tema més determinant a Clandestinos. El Maquis contra el franquis-
mo, 1934-1975, Plaza & Janés, Barcelona, 2002, p.180
375
18. Entrevista amb Camil Piñón, Barcelona, juliol de 1977 i amb Guillermina Peiró, Mataró, juny de
2002.
19. Sobre la sindicalització practicament absoluta de la classe obrera barcelonina i catalana a la CNT
en els anys 1918-1919 veure Pere Gabriel, "Propagandistas confederales entre el sindicato y el
anarquismo. La construcción barcelonesa de la CNT en Cataluña, Aragón, País Valenciano y Bale-
ares" en Susanna Tavera (ed.): El anarquismo español, Marcial Pons, Madrid, 2002, pp.123 i ss.
20. Aquestes qüestions han estat desenvolupades a Eulàlia Vega, Entre revolució i reforma.
21. Per exemple la persecució de la CNT a Santa Coloma de Gramanet es remarcada en el treball de
J.J. Gallardo "La acción libertaria en el orígen de <una ciudad dormitorio>. El cenetismo colo-
mense (1923-1936)” en aquest mateix volum. També veure del mateix autor, Los orígenes del
movimiento obrero en Santa Coloma de Gramanet. El anarcosindicalismo 1923-1936, Ed. Grupo
de Historia José Berruezo, Santa Coloma de Gramanet, 2000.
22. Aquest factor també posat de relleu a Soledad Bengoechea; Mercè Renom, " Vells i nous espais de
pràctiques sindicals i polítiques al Prat de Llobregat, 1917-1939 ", en el mateix volum. També de
les mateixes autores veure Memòria i compromís. Classes treballadores, sindicalisme i política al
Prat de Llobregat (1917-1939), Columna, Barcelona, 1999.
376
12. Un andamio en movimiento:
Organigrama y territorio en la CNT1
Enric Ucelay-Da Cal
Susanna Tavera
377
siendo la acumulación de formas e incarnaciones. Por ejemplo, según el anar-
quista José Peirats, uno de los más destacados historadores de la CNT:
La organización obrera CNT, antes de optar por esta sigla, y a lo largo de
su azarosa existencia, ha tenido varias denominaciones:
De 1870 a 1881, Federación Regional Española; de 1881 a 1888, Federa-
ción de los Trabajadores de la Región Española; de 1889 a 1896, Pacto de
Unión y Solidaridad de la Región Española; de 1900 a 1906, Federación
Regional de Sociedades de Resistencia de la Región [E]spañola; hasta 1907,
Unión Local de Sociedades Obreras de Barcelona; de 1907 a 1910, Federación
Solidaridad Obrera, primero local (Barcelona) y después Regional (Cataluña);
de 1910 en adelante, Confederación Nacional del Trabajo de España3.
A señalar que los datos proporcionados por los historiadores anarquistas con-
forman una especie de cadena en la cual el orden o secuencia implica débitos
respecto a las obras y los autores precedentes: Buenacasa (1927); Peirats (1951-
1953); Lamberet (1953); Abad de Santillán (1962); Leval (1971); y de nuevo
Peirtas (1979)4. La narración libertaria extranjera -como el clásico Woodcock
(1962)- no hizo más que redundar en este esquema5. La historiografia "front-
populista" hispánica ha asumido estas informaciones secundarias, las facilitadas
por la historia militante anarquista, sin distancia crítica alguna , incorporándose
a la cadena, y formando así mismo nuevos tramos de ella. Sin embargo, estos
mismos autores justificativos de la revolución libertaria, y sus muchos epígonos
historiográficos, no han querido asumir las implicaciones que conlleva la per-
cepción de movimiento6. En ciencia política, puede que de forma abusiva, se ha
venido argumentando, por ejemplo, que la diferencia organizativa entre el fas-
cismo y los socialismos o comunismos estaba en su recurso a la forma movi-
mental, vista como algo inmadura por relación al partido. Desde el principio del
siglo XXI, por el contrario, tras la irremisible caída de los sistemas de "partido
único" comunista entre 1989 y 1991, con la supuesta decadencia de los partidos
democráticos como mecanismos electorales, y el surgimiento de sistemas de
enlace "post-partidistas" en la lucha antiglobalizadora, el sentido crítico que
tenía el término ha cambiado. En esta breve intervención, no obstante estas sig-
nificadas implicaciones, vamos a concentrarnos en un único aspecto: se trata de
investigar la concepción espacial de la CNT, así como su articulación práctica y
la cronología de ésta. ¿Por qué se trabaja este tema? Porque la CNT se definió
política y organizativamente en función de un esquema territorial que obedecía
sobre todo a objetivos revolucionarios federales, cuyo análisis aclara las razones
de algunas decisiones políticas del movimiento libertario.
Veamos. El barrio no existe como espacio formalmente reconocido, por
mucho que sea la clave de toda la lógica de espacio de la expansión y articula-
ción anarcosindicalista, la base "atómica", incortable, de toda la gran red y la cre-
ación de instituciones laborales paralelas al poder. En esta inexistencia, es igual
378
que la cuadrilla y la peña, que no existen "orgánicamente" aunque el "grupo de
afinidad" (por definición una tautología) fuera la pieza fundamental de toda fede-
ración estrictamente anarquista, hasta ser canalizada en la Federación Anarquis-
ta Ibérica (FAI), fundada al abrigo de una paellada en una playa de Valencia en
19277. Así, el barrio, como el pequeño pueblo del que, en ciertos sentidos, hace
mímica gracias a la inmigración del campo, queda como terreno adscrito al grupo
anarquista local, enraízado en su vida cotidiana (si hay más de un grupo, "ya se
pondrán de acuerdo" es el criterio de cualquier instancia externa)8. Afiliarse, pues,
era adherirse a un sistema de instancias superiores en tanto que conectaban con
el gran mundo, con otras realidades, incluso con las afines, aunque estuvieran
más allá del horizonte inmediato. Mientras que la FAI no hizo, en principio, más
que coordinar las micro-entidades de la base sobre un relativo fondo moral, res-
pondiendo más bien a las pulsaciones, energías o falta de energía, de los grupos
que formaban una red de núcleos de militantes, potencialmente muy sensibles en
cuanto a su individualidad, la CNT, como central sindical, ofrecía servicios gené-
ricos de representación laboral a una gama muy amplia de afiliados, a los que se
sumaban aquéllos que, por decirlo de algún modo, se beneficiaban sin molestar-
se en pagar las cuotas9. Ante un conflicto concreto de la pequeña fábrica o taller,
"los sindicalistas" podían "bajar" e involucrarse en el asunto, pero la misma natu-
raleza de la oferta organizativa cenetista, que presumía de que todo el peso de
"los trabajadores" caería en bloque a favor de los demandantes, transformaba esta
misma oferta en generalista y poco especializada.
Así que, para entender mejor el espacio micro informal, delimitado por el
barrio obrero y sus correspondientes fábricas, veamos el macro formal, el sin-
dicato confederal y su desarrollo "orgánico". La "organización confederal" se
preciaba de ser a la vez monolítica (como instrumento de defensa de los tra-
bajadores) y flexible, hasta sensible (en tanto que organismo libertario). Se
presentaba como algo fijo, pero era fluctuante; en verdad, como el famoso
arroyo de Heráclito, en las tres décadas aproximadas que van desde 1910 a
1939, la CNT nunca fue la misma, aunque siempre lo pareciera.
Hay que empezar por la ambigüedad estructural entre la CNT como orga-
nismo español y catalán. Barcelona sostuvo una carrera demográfica con
Madrid por el puesto de ciudad primada o primera de España entre mediados
del siglo XIX y la segunda mitad del siglo XX. La ciudad condal aunaba siner-
gias como principal foco industrial español y se configuraba como anti-capi-
tal, frente a "la Villa y Corte", en todos los órdenes: desde el de sus costum-
bres supuestamente más europeas o parisinas (Barcelona era considerado el
379
"París del Sur") hasta el de su peculiar gusto cultural y su especial sentido del
humor. En especial, el protagonismo ambicionado por Barcelona se funda-
mentaba en una laboriosa ética del trabajo, esgrimida frente a la gandulería
funcionarial cortesana, y, por ende, en su sociedad civil como respuesta al
Estado borbónico10. La expansión libertaria sindical se proyectó desde Barce-
lona y, por ello, acarreó valores propios de su ambiente.
El culto al individuo y su libre albedrío es el punto de partida común a toda
la sociedad catalana, al que luego esa misma sociedad ha procurado siempre
añadir, desde perspectivas bien encontradas, algo de disciplina para asegurar
que las voluntades así liberadas no se torcieran en demasía. Hay, sin embargo
conceptualizaciones que mágicamente han sido borradas: nadie, per ejemplo,
durante los casi treinta años de afán de recuperación histórica transcurridos
desde el final del franquismo, ha planteado la temática del individualismo en
Cataluña, cuando ésta es uno de los pocos mecanismos sociológicos claros
que permite argumentar precisamente una comunión de valores entre federa-
listas (Pi i Margall decía que "Un ser que lo reune todo en sí es indudable-
mente soberano [sic]"), catalanistas y "libertarios" (defensores, como su nom-
bre indica, de la libertad individual)11. El movimiento libertario, pues, forma
parte indisociable de los valores de la sociedad catalana, tanto o más que el
mismo catalanismo saludado como "popular" por los partidarios de la llama-
da "tesis Termes". Pero formar parte de y ser reconocidos como propios no son
lo mismo: si bien la sociedad civil, más o menos en manos catalanistas y con
un importante componente católico, no quiso abrirse al reconocimiento del
conjunto anarquista y/o anarcosindicalista, tampoco los libertarios hicieron
poco más que amenazar con engullírsela entera. En resumen, la afiliación
cenetista significaba la afirmación de una alteridad propia, en paralelo al fun-
cionamiento normativo de la sociedad, con los republicanos haciendo de
puente tradicional entre ambas partes. Llegada la ocasión de la plenitud repu-
blicana en 1931, el incómodo equilibrio entre los de dentro y los de fuera se
rompió, sin solución de continuidad que ofreciera garantías a unos y otros12.
Retrospectivamente, cabe preguntarse dónde estuvo la definitiva ruptura
hispánica con la tradición obrerista del internacionalismo decimonónico en
cualquiera de sus articulaciones tipo FRE o FTRE. Se ha señalado que el dis-
tanciamiento se sitúa en 1910-1911 con la creación de la CNT sobre una base
de federaciones locales, a imagen y semejanza de la CGT francesa13. Una
mirada más atenta permite establecer que la ruptura se dió en dos momentos.
El primero corresponde, como es obvio, a la creación de la CNT. El segundo
a la refundación de la CRT catalana en el Congreso de Sants en pleno verano
de 191814. En este "comicio" o asamblea se impulsó la expansión de los Sin-
dicatos Únicos por toda España y el consiguiente proceso de construcción his-
tórica de la CNT como conjunto territorial integrado por Confederaciones
380
Regionales y presidido por sus correspondientes comités. Este hecho, unas
veces resolvía y otras agravaba la competitividad entre diversos centros urba-
nos con sus consiguientes formas de trabajo, generalmente manual, que aspi-
raban a controlar los respectivos conjuntos.
La ambigüedad estructural entre CNT y CRTC estuvo bien vigente a lo largo
de los años 1910-1916. Pere Gabriel ha ahondado recientemente en este mismo
tema, desde la perspectiva concreta de "la influencia ejercida por los propagan-
distas confederales barceloneses en la configuración inicial de la CNT, muy espe-
cialmente en Aragón, Valencia y Baleares" en los períodos 1910-1912 y 1917-
192315. Por supuesto que la función central del periódico como correa de trans-
misión en la "organización confederal", carente de un tronco organizativo de par-
tido, reforzó este protagonismo de los "compañeros catalanes" mediante el diario
Solidaridad Obrera, indiscutido vocero confederal16. Entenderlo así ayuda a des-
hacer la confusión acerca del crecimiento de los sindicatos catalanes y, también,
de las organizaciones obreras de zonas clave como Andalucía y Levante en 1916-
1918. Pero, el elemento que resulta fundamental para acabar con el galimatías es
la refundación de la CNT catalana en el Congreso de Sants. Por el simple hecho
de que contaban con una fórmula organizativa básica distinta, los Sindicatos Úni-
cos establecieron el perfil y casi la existencia independiente de una CRT catala-
na. La construcción histórica de la CNT en el resto de España residió precisa-
mente en la adopción de este modelo, consistente en la articulación de unas Con-
federaciones Regionales como envergadura de unos Sindicatos Únicos de ramo.
El objetivo de éstos era la "sindicalización total" como programa subyacente,
operativo mediante todo tipo de coacciones y en funcionamiento a lo largo de
1916-1919, o sea, durante todo el crecimiento sindical que precedió y siguió al
Congreso de Sants. La "sindicalización total" no se abandonó ante la crisis de
1919-1920, sino que, por el contrario, se afirmó violentamente en los años 1919-
1923 transformándose en mito, el mecanismo soreliano que había de garantizar
el triunfo final a la causa libertaria. No empezó a abandonarse el "mito"hasta la
llegada de la crisis escisionista de 1931-1932 y fue progresivamente substituído
por el convencimiento de que la presencia anarcosindicalista en puntos territo-
riales claves, como puedan ser los partidos judiciales o las cabezas de comarca,
proporcionaría el andamiaje necesario para un sistema revolucionario y federal.
La naturaleza del fenómeno quedó, de hecho, oculta bajo la discusión anar-
quista en torno al "imperialismo" confederal de los catalanes. Lo señaló el pro-
pio Ángel Pestaña unos meses antes del Congreso de la Comedia de Madrid, el
4 de octubre de 1919, en una conferencia pronunciada en Madrid sobre "La
huelga de la Canadiense y el sindicalismo". Dijo entonces Pestaña:
381
convencidos de la bondad de nuestras teorías, convencidos de que nues-
tros procedimientos son lógicos y racionales [...] Nosotros queremos
decir que cuando alguien objeta: en Cataluña podéis hacer esas cosas,
pero en Madrid, pero en Madrid no; el trabajador madrileño no es como
el catalán, yo le digo que es lo mismo, que es igual; lo que hay es un pro-
blema de educación”.17
382
locales como el de Mintz para Casas Viejas, que relata una demanda casi fija
de servicios sindicales en un contexto laboral muy desfavorable, por decirlo
finamente19. Sea trata de un patrón que puede encontrarse en toda la dinámica
de base, desde Andalucía a Cataluña20. Pero sólo es coherente visto así, desde
abajo. En realidad, la articulación de la CNT, su desarrollo en tanto que
macro-organización, fue al revés: es decir, primero, por etapas, se edificó el
andamiaje regional, hasta que, finalmente, llegada la transición a la II Repú-
blica en 1931, pudo la Confederación desplegarse del todo. En resumen, la
formación territorial de la CNT fue un proceso histórico definido por el surgi-
miento y la organización política de sus Regionales.
Se trata de un proceso de agrupación sindical que es fruto de una decisión
política e independiente por tanto, de las fases de un desarrollo sindical pro-
piciado por una coyuntura económica favorable a la consecución de las dema-
nadas obreras. De hecho, como veremos, en los años 1920-1922, una fase de
retroceso obrero coincidente con la crisis de la post-guerra mundial, se crea-
ron cinco regionales de la CNT, las cuatro del Norte peninsular, y la de Bale-
ares. La existencia de los sindicatos obreros es, por tanto, una condición nece-
saria, pero no suficiente. Los gremios, sindicatos, o sociedades obreras podí-
an funcionar e, incluso, podían haber estado representados en algunos Con-
gresos Nacionales de la CNT antes de que la instancia territorial regional de
las correspondientes Regionales fuera adoptada políticamente. Por ejemplo,
en las Actas del Congreso de la Comedia (Madrid, 1919), los listados de sin-
dicatos representados se organizaban en siete apartados: Andalucía, Aragón,
Baleares y Canarias, Cataluña, Levante, Norte y Centro. Sin embargo, en
aquellas mismas fechas sólo existían tres regionales de la CNT: las de Catalu-
ña, Levante y Andalucía. La formación de todas las restantes es posterior.
El proceso de construcción de las confederaciones regionales de la CNT,
como ya se ha constatado, tiene la particularidad de que CNT y CRTC se con-
funden, como mínimo hasta la refundación de la Regional de Cataluña en el
Congrés de Sants (1918). En el Segundo Congreso Obrero de la Federación
Regional de Solidaridad Obrera, celebrado en Palacio de las Bellas Artes de
Barcelona, entre los días 8 y 10 de septiembre de 1910, se creó formalmente la
CNT, sobre la base de la Confederación Regional de Resistencia Solidaridad
Obrera, definida por sus Estatutos (1909) como una organización regional y no
local. Sin embargo, la CNT sería, en realidad y en estas primeras etapas, "una
Federación de Federaciones Locales", por situación propia y -como se ha
dicho- a semejanza de la CGT francesa21. El Primer Congreso propiamente
dicho de la flamante CNT, de nuevo reunido en el Palacio de las Bellas Artes
de Barcelona, entre los días 8 y 10 septiembre 1911, tomó las decisiones terri-
toriales básicas. De cualquier forma, estas decisiones serían aplazadas sine die
por la clausura de la CNT a continuación, en el mismo mes de septiembre de
383
1911, y por la casi general desmovilización obrera que siguió al cierre. Las
federaciones locales debían corresponder a los pueblos grandes o ciudades, las
comarcales a zonas rurales o de pueblos muy pequeños agrupados y las regio-
nales debían establecerse según "regiones naturales" que en la definición anar-
cosindicalista generalmente corresponderían, aunque con variaciones impor-
tantes, a las regiones históricas de España. Las alteraciones del esquema gene-
ral correspondieron a aquellos casos en que la competencia con los socialistas
así lo aconsejó o, en aquellos otros en que fue necesario respetar las atraccio-
nes económicas, sociales y de comunicación propias de cada localidad, comar-
ca o, en su caso, provincia. Desde el principio continuaron dándose por buenas
las Federaciones Nacionales de oficio preexistentes como, por ejemplo, la de
los trabajadores del Arte de Imprimir. Como resaltaron los acuerdos allí apro-
bados, "todos los sindicatos obreros [debían agruparse] en la Federación de su
comarca respectiva", "las Federaciones comarcales [integrarían] la Confedera-
ción Regional", y, finalmente, "todas las Federaciones Regionales se [reunirí-
an] en una extensa y potente organización nacional que [abarcaría] todas las
regiones que existan en la nación"22. La Asamblea de la Regional catalana,
celebrada en Barcelona, entre los días 23 y 25 de marzo de 1913, abordó estos
temas de nuevo y se elaboraron los correspondientes Estatutos.23
De hecho, se hace del todo evidente la existencia de tres diferentes olas o eta-
pas en las que la "construcción" literal de la CNT en tanto que "casa común de
los trabajadores" de España se acometió mediante la organización de espacios
regionales: 1918-1919, 1920-1922, y 1931-1933. En estas tres fases se pasó de
la creación teórica de la CNT como entidad titular de la "región española" a la
de su definición territorial básica, mediante organismos a su vez regionales y
comarcales y hasta llegar a la base municipal. El objetivo: construir un anda-
miaje territorial -revolucionario, corporativo y federal- que funcionara como
mecanismo "hinchable", y que, a partir de su distribución formal, sirviera como
estructura de representación revolucionaria del verdadero Pueblo español, com-
puesto por los que trabajaban y no explotan a los demás. La insistencia en el
municipalismo anarcosindicalista y su supuesta vinculación con la patrística
ácrata de Proudhon y Bakunin ha escondido la importancia del esquema regio-
nal y comarcal y su estrecha relación con el sistema de representación electoral
de la Monarquía, primero, y de la República, después.
La primera etapa, 1918-1919, se consagró al esfuerzo, partiendo de Barcelo-
na, de edificar las Regionales del arco mediterráneo: Cataluña, Andalucía y
Levante. Todas estas zonas contaban con sindicatos y gremios dispersos, así
como con una fuerte tradición organizativa muy localizada. La intención era,
pues, aprovechar estos recursos humanos para crear una representación obrera
efectiva, capaz de sostener el peso de su propio desarrollo a escala española. El
primer paso decisivo fue, tal como ya se ha remarcado, la refundación de la CRT
384
de Cataluña en el Congreso de Sants (Barcelona), entre los días 28 de junio y 1
de julio de 1918. A partir de los acuerdos de Sants, con la adopción del patrón
organizativo de los sindicatos de rama industrial, sumada a la voluntad de
expandir la CNT por toda España, se tenía una fórmula básica de cara a una
revolución sindical, que, como indica el mismo término de "Sindicatos Únicos",
pretendía establecer el monopolio efectivo de la mano de obra. En este sentido,
y al calor de los supuestos, utópicos y gratuitos, derivados de la revolución bol-
chevique en Rusia y de su mucha propaganda al respecto, funcionó el mito o
convicción de que era factible la "sindicalización total". Con tales expectativas
en la mente de todos, en su Quinto Congreso, en Valencia los días 25/27 diciem-
bre 1918, la Federación Nacional de Obreros Agrarios o Federación Nacional
Agraria decidió adherirse a la CNT. La FNOA o FNA se extendía desde las
comarcas de Jerez hasta Cataluña y había sido creada "a imagen y semejanza" -
con la excepción territorial, claro- de la Unión de Trabajadores del Campo
(UTC) de la AIT, de gloriosa memoria en Andalucía24. Finalmente, entre el 1 y
el 3 de diciembre de1919, se fundó en Valencia la CRT de Levante, con un
alcance territorial desde Castellón de la Plana hasta Murcia y Albacete25.
Antes incluso de que se celebrara el Congreso de Sants, la Federación Obre-
ra Regional Andaluza (FORA), de hecho la CRT de Andalucía, había sido fun-
dada en Sevilla, en los primeros días de mayo de 1918, si bien no se presentó
publicamente, destapada como revelación de Regional, hasta pasado el Día de
Reyes de191926. La dinámica organizativa del campesinado y trabajadores a
jornal en pueblos pequeños y grandes antecedió a la de los obreros de los prin-
cipales centros urbanos del bajo Guadalquivir y de Sevilla27. Esta regional
incluía presumiblemente las provincias de Extremadura y, caso de no ser así,
los sindicatos de Badajoz se incorporaron a la CRT de Andalucía en algún
momento posterior a la celebración del Congreso de junio de 1931 en Madrid28.
En una segunda etapa, entre 1920 y 1922, se instituyeron las cuatro Regio-
nales del norte peninsular y la de Baleares: Galicia (La Coruña, 1920)29 ; Astu-
rias (Oviedo, 1920)30 , Norte (Logroño,1920)31, que integraba las Vascongadas,
Santander, Valladolid y La Rioja. Sin embargo, en 1922, La Rioja pasó a la
Regional de Aragón, a la que también se incorporó Navarra en esa misma
fecha. Así quedó organizada definitivamente la Regional de Aragón, La Rioja
y Navarra (Zaragoza, 1922)32. Finalmente, también se creó una Regional para
las Baleares (Palma,1922)33. A excepción del ámbito insular de la CRT de
Baleares, estas Regionales cubrían el arco que va desde el valle del Ebro hasta
el extremo occidental de la costa cantábrica -desde Aragón a Galicia- y corres-
pondían por tanto a zonas en las que la organización del sindicalismo confe-
deral tuvo que ganar sus adeptos en un difícil pulso de competencia con socia-
listas y comunistas.
En una tercera etapa, entre 1931 y 1932, se constituyeron las Regionales
385
del Centro y de Canarias. En un primer tiempo, entre el otoño de 1930 y la pri-
mavera siguiente, la preocupación principal de los sindicalistas, enunciada por
la dirección de la Solidaridad Obrera bajo mando de Joan Peiró, fue la recons-
trucción del andamiaje territorial -tanto revolucionario, como corporativo y
federal-, desmantelado durante la Dictadura de Primo de Rivera. Era un obje-
tivo que se podía realizar al tiempo que se coordinaba la participación anar-
quista y anarcosindicalista en el esfuerzo insurreccional de los republicanos.
Como mostró el mismo alzamiento de Jaca, a mediados de diciembre de 1930,
en el juego a la vez insurreccional y de presiones electorales al cual estaban
apuntados los republicanos desde el llamado "Pacto de San Sebastián" de
agosto del mismo año, no provocó grandes contradicciones entre facciones
libertarias. Un sector anarquista, liderado por Durruti y Ascaso, consideraba
que se podía colaborar con militares ("técnicos"), como Ramón Franco, con
ultrarrepublicanos y hasta con comunistas para realizar "la revolución dentro
de la revolución", es decir, para forzar la dinámica republicana más allá de su
objetivo de suplantación constitucionalista de la Monarquía. Frente al inespe-
rado éxito republicano en las elecciones municipales de abril de 1931, fueron
los partidarios de la línea armada quienes impulsaron el golpe del 14 de abril,
consistente en presentar al gobierno la disyuntiva de limpiar las calles a tiros
o dimitir. Pero, como el Gobierno provisional de la República estuvo liderado
por liberales católicos, ex-monárquicos como Alcalá-Zamora y Miguel
Maura, el medio insurreccionalista creyó que podía hacerles lo mismo a las
nuevas autoridades (curso de acción ejemplificado por la "Quema de conven-
tos" del 10-11 de mayo), y presionar a su gusto desde la calle en vez de parti-
cipar en coaliciones electorales y ejercer de este modo su participación en el
reparto del poder.
Así, entre 1931 y 1932, la orientación dominante en el anarcosindicalismo
juzgó cada vez más que la oportunidad permitía ir "A por la República Sindi-
cal", a fin de establecer una participación corporativa de los sindicatos en las
futuras Cortes y un rediseño radicalmente federal de las instituciones. La
suposición era, sencilla y llanamente, que la distribución de la "organización
confederal" debía anticipar el mapa de una confederación regionalizadora, que
dispersaría el poder central español. En previsión de los eventos ansiosamen-
te esperados, el proyecto se reafirmó mediante la formación de dos regionales
nuevas, la del Centro y la de Canarias, con la voluntad de cubrir la totalidad
del territorio estatal y/o nacional y prepararse así para acometer una profundi-
zación de la "revolución republicana", en la que la transformación federal ser-
viría como superación de la renovación republicana, meramente institucio-
nal34.
En el Congreso celebrado en Madrid a mediados de junio de 1931 se dis-
cutió el tema de las Federaciones Nacionales de Industria, una posibilidad
386
organizativa que, en teoría, al menos, respondía a la estructura de regionales
existente y representaba un perfeccionamiento del modelo de Sindicatos Úni-
cos de ramo adoptado en 191835. Como tal, había sido planteado ya por Eleu-
terio Quintanilla, y rechazado, en el Congreso de la CNT de 1919; pero, el
hecho de que anduviera en discusión por diferentes ambientes políticos y
sociales durante la Dictadura de Primo de Rivera, incluso en los propios
medios primorriveristas, indica que no era un planteamiento original, ni exclu-
sivo de los libertarios36. FInalmente, el proyecto anarcosindicalista de Fede-
raciones de Industria se aprobó en 1931 por una importante mayoría, pero a
diferencia de los Sindicatos Únicos, éstas nunca llegaron a articularse plena-
mente y se perdieron en disputas entre tendencias ideológicas y enfrenta-
mientos de competencias entre ramos sindicales. Había existido un antece-
dente de oficio en el Arte de Imprimir, se mantuvo además el armazón Vidrie-
ro que, con sede en Mataró, controlaba Peiró e, incluso, llegó a ser realidad la
Federación Ferroviaria (cuyo antecendente posiblemente fue una Federación
Nacional de Ferroviarios Españoles, algunas de cuyas delegaciones locales -
por ejemplo, la de Sevilla- estuvieron representadas en el Congreso de la CNT
de 1919 en Madrid); pero, todo parece inidcar que los planes para constituir
un Sindicato Nacional Marítimo de la CNT no fueron adelante37. Llegados los
años treinta, el activismo, insurreccional incluso, desarrollado por la Federa-
ción Nacional de la Industria Ferroviaria, principalmente desde Madrid y a
partir de diciembre de 1932, permitiría potenciar la presencia de la recién cre-
ada Regional del Centro de la CNT38. En efecto, en noviembre de 1931, se
estableció la CRT del Centro, que incluía a las dos Castillas, más Cáceres
(Badajoz pertenecía a la Regional Andaluza, así como Ceuta y Melilla)39. El
verano siguiente, el 26 de agosto de 1932, se proclamó la CRT de Canarias,
con la sede del Comité en Santa Cruz de Tenerife, lugar donde estaba implan-
tada desde 1917 como voluntariosa reunión de gremios40. En resumen, cuatro
Federaciones, diecinueve Sindicatos, con un total de 15.000 afiliados. El I
Congreso Regional fue celebrado para finales de diciembre o principios de
enero de 1933, con la intención de atraer a los sindicatos de la UGT de Gran
Canaria. La expansión cenetista no paró ahí. La regional andaluza propuso,
según acuerdo del pleno del 27/30 de marzo de1932, la creación provisional,
hasta la convocatoria de un nuevo Congreso ordinario, de la Confederación
Regional del Trabajo de África, ya que ella no podía atender todas sus necesi-
dades cotidianas41. Para resumir: en enero de 1933, las Regionales en funcio-
namiento eran diez y cubrían la totalidad del terrritorio español42.
387
• Regional del Norte: Vascongadas y Santander
• Regional de Baleares
• Regional de Galicia
• Regional de Cataluña
• Regional de Andalucía y Extremadura: Badajoz y los enclaves del norte
de África (Melilla dependía de Málaga, Ceuta y Tánger de la comarcal
del Campo de Gibraltar).
• Regional de Aragón, Rioja y Navarra
• Regional de Canarias
Puede que no sea obvio, pero el mapa resultante del proceso de "construc-
ción" de las Regionales cenetistas se asemeja en algunas de sus contradiccio-
nes a las muchas regionalizaciones inherentes a la estructura administrativa
del estado y la sociedad en España. Así, coincide con marcadas diferencias e
importantes semejanzas con la distribución por regiones militares, judiciales,
universitarias y eclesiásticas, pero también con las delimitaciones agropecua-
rias y de organización económico-social. Esta contradictoria coincidencia
puede apreciarse contrastando los límites de las Regionales cenetistas con los
de la estatal "Inspección del Trabajo en Talleres y Fábricas" y estableciendo
que las diferencias tan sólo se dan provincia arriba, provincia abajo. Si bien,
por ejemplo, la región catalana siempre se mantuvo intacta en cualquier divi-
sión administrativa, Galicia se fundió para la "Inspección del Trabajo" con
Asturias y León; Aragón con Navarra y Soria, pero no con Logroño, por tanto;
las tres provincias vascas con Santander y, además, con Logroño; y, por ulti-
mo, el conjunto levantino llegaba hasta Murcia y Albacete pero también alber-
gaba Cuenca43.
Esta presencia territorial es la que les permitiría a los anarquistas ofrecer
literalmente un marco administrativo alternativo al Estado republicano, que se
había convertido en su gran enemigo. El abismo se profundizó una vez que,
en agosto de 1931, la Esquerra Republicana se sumó a la coalición que tejía
Azaña y abandonó su apoyo a cualquier atisbo de federación, ya que Macià,
como presidente de la Generalitat, entendió que resultaba más interesante la
situación de una Cataluña autónomica excepcional, único sistema político
jurídicamente reconocido además del mismo Estado republicano, que la de ser
una más entre otras muchas. Además, el esquema republicano fue heredero de
la Dictadura en su provincialismo acendrado, si bien corrigió al primorrive-
rismo por su abandono de la regionalización.
Mientras que todo el sistema político de la llamada "Restauración alfonsi-
na", expresado en la Constitución de 1876 y en la Ley Electoral de 1878 por
diseño del conservador Cánovas del Castillo, se había fundamentado en la
correlación para las elecciones legislativas entre distrito electoral y partidos
388
judiciales, la institución de la provincia sólo servía para el funcionamiento del
ministerio de la Gobernación y para la coordinación de servicios votados
desde los Ayuntamientos, diputaciones mediante44. Así se garantizaba el esti-
lo de representación política informal e indirecto que, a partir del restableci-
miento del sufragio universal en 1890 vino a llamarse "caciquismo", o sea, el
predominio de la opinión rural, con sus tratos diferenciales y sus vinculacio-
nes, frente a la creciente dinámica urbanizadora, basada en el interclasismo y
las opciones a escoger. Por supuesto, ya en tiempos del "Gobierno largo" del
liberal Sagasta (1885-1890), se constató que el sistema provincial no encaja-
ba con la votación a Cortes por distritos inferiores. Hubo entonces toda suer-
te de propuestas regionalizantes y comarcalizadoras, desde las filas del con-
servadurismo hasta los primeros brotes particularistas y post-foralistas, pasan-
do por los federales y el integrismo. No por accidente, estas inquietudes coin-
cidieron con el nacimiento del "movimiento libertario". Formada la CNT, su
ambición implícita era convertirse en la patria auténtica de los trabajadores,
afirmada en contra de la espúrea "patria de los ricos". Ello incluía transfor-
marse en el armazón de la futura federación española o, mejor, ibérica.
El tema de la regionalización por encima de la provincia y con una comar-
calización coherente por debajo quedó con un tema de crítica anti-liberal (los
liberales eran los principales defensores de la organización pública existente)
tanto desde la izquierda como desde una parte de la derecha. Con el colapso
del sistema de partidos parlamentarios en 1912-1913, en parte producto de la
creación de la Mancomunidad de provincias catalanas, y la creciente disfun-
ción de las Cortes, se generalizó cada vez más la idea de una reforma de la
"administración local" (ya anticipada por Maura en 1907-1908), tema que fue
recogido por la "limpieza" propuesta por la intervención militar de 1923 y que
daría pie a su más notable obra legislativa, los Estatutos Municipal y Provin-
cial de 1924 y 1925, respectivamente. Pero la Dictadura, sin el matiz de la
representación electoral, acabó por aferrarse a la provincia como unidad eje-
cutiva de mando, puente entre gobierno y municipio. La improvisada Repú-
blica, surgida inesperadamente, como es bien sabido, de unos comicios muni-
cipales, se definió como encarnación del ciudadano en todos los sentidos de la
palabra, contra el súbdito pasivo del "caciquismo" rural. Así, el hecho de que
los concejales monárquicos fueran técnicamente mayoría pudo deshecharse
por una razón superior, fruto del voto urbano que había sido "unánime" (las
escasas capitales provinciales que votaron las candidaturas monárquicas eran
más bien centros agrarios). A mediados de mayo, el Gobierno provisional,
fuertemente presionado por la agitación callejera cenetista, revisó la Ley Elec-
toral en un sentido fundamental y con importantes implicaciones: suprimió los
distritos electorales basados en los partidos judiciales e instituyó otros uni-
provinciales, excepto en aquellos focos metropolitanos que los desbordaban,
389
por su tamaño, y que fueron reconocidos a su vez como circunscripciones.
En la medida en que, a lo largo del verano de 1931, falló la presión desde
la calle, se rehizo el equilibrio interno en el "movimiento libertario", haciéndo-
se imposible la convivencia entre los partidarios de la escalada insurrecciona-
lista y aquéllos que preferían actuar como gran grupo de presión sindical, si
bien continuó siendo común el objetivo de un reconocimiento corporativo de la
función política de la "organización confederal". El disenso, pues, era más tác-
tico que estratégico, lo que explica el reencuentro, en aparencia mágico, de la
primavera de 1936, después de la tensión y amargura provocadas por las esci-
siones y expulsiones de 1931-1932. Para todos los miembros del movimiento,
estuvieran en concreto dentro de la "organización" o se hubieran situado en la
disidencia sindicalista libertaria, la "Confederación" era literalmente un esbozo
de la futura articulación representativa y "Nacional" que reuniría a todos los
que participaban en la sociedad con su "Trabajo". En otras palabras, la CNT no
era sólo un sistema escalonado de coordinación sindical. Era, asimismo, el
punto de partida para edificar "el organismo económico de la revolución",
como famosamente argumentó Abad de Santillán cara al Congreso cenetista del
193645. Además, también era un proyecto para la reorganización futura de la
"República Sindical" española que, por mucho que estuviera en franca oposi-
ción al sistema republicano imperante, respondía al mismo tiempo a la expe-
riencia política estatal española y a las innovaciones autonómicas del período
1931-1936. Así, las Regionales, completadas en 1931-1932, eran la adaptación
previsoria a una federación republicana todavía nonata, pero que existía en
potencia o existiría, dentro del mismo marco republicano, si se podía encontrar
la salida adecuada tratando con "los políticos". Este afán se había mostrado, de
forma bien directa, en la confluencia de cenetistas con andalucistas y militares
en el confuso proyecto insurreccional del verano de 193146. También, como
hemos constatado, lo demuestra la anticipación cenetista de las implicaciones
del artículo octavo de la Constitución de 1931, que preveía la concesión de la
autonomía al Protectorado de Marruecos (que, estrictamente, era una zona
autónoma del Imperio Xerifiano). A veces, hasta significaba que la regionali-
zación cenetista se imbricaba en tensiones sub-regionales y rivalidades de
representación como el famoso pleito insular entre Tenerife (sede de la Regio-
nal cenetista) y Gran Canaria, resuelto superficialmente por la Dictadura de
Primo al crear dos provincias donde antes había habido una.
La función señera de la autonomía catalana en este sentido regionalizador
quedaba clara, y más cuando la Generalitat (bello nombre, no estrictamente
estatal) asumió la plena comarcalización, en contra de la tendencia a la poten-
ciación de las provincias que mostraba la práctica republicana de la coalición
azañista-socialista, tan propensa al ejercicio ejecutivo de su política47. La
simetría comarcalizadora de la CNT refleja una voluntad de preservar la fun-
390
ción destacada de los antiguos partidos judiciales dentro de unas Regionales
que anunciaban la presumible distribución de poder en una República deveni-
da expresión directa del "Pueblo trabajador". Así, pues, se debe entender la
voluntad manifestada por la CNT-FAI unificada en 1936-1937 de llegar a ser
"Pueblo". Ello puede verse en palabras retrospectivas de José Peirats (a su vez
acentuando las pugnas internas dentro del movimiento) acerca de la Federa-
ciones Nacionales de Industria: "Las Federaciones Nacionales de Industria
querían hacer de ella [la CNT] esa organización completa en los aspectos
industrial, administrativo y revolucionario. La verdadera organización. Que
aspiraba a suplantar ventajosamente al capitalismo por una economía sociali-
zada. Su implantación fue acordada en el congreso de 1931. Pero su puesta en
práctica fue saboteada por los demagogos de la revolución. Fueron juzgadas
como un lastre para la agilidad revolucionaria48."
A partir del verano de 1931, los nuevos dirigentes de la CNT, desde una
confusión entre táctica y estrategia (la famosa "gimnasia revolucionaria") y un
cálculo erróneo sobre su capacidad de actuar mediante la presión callejera,
desafiaron al nuevo régimen, situándose en una postura de confrontación sos-
tenida que se tradujo en varios intentos insurreccionales a lo largo 1932-1933.
Las exigencias de una política terrorista permanente, con alzamientos periódi-
cos de bastante alcance y con las naturales respuestas de las autoridades repu-
blicanas y de las fuerzas del orden, desbordaron la capacidad sindical de la
"organización confederal". Este desbordamiento se tradujo en una pérdida de
afiliación que fue progresiva a lo largo de los años republicanos, que se puede
observar bien claramente en los datos de la Regional catalana:
• CRT de Cataluña:
• XII-1919: 428.631 adherentes
• VI- 1931: 300.533 adherentes
• III-1933: 198.764 adherentes
• V-1936: 136.163 adherentes
391
Muy significativamente, el Pleno de la Regional catalana de noviembre de
1937, no proporcionó datos de afiliación sindical49. El hecho se suele explicar
por las dificultades de guerra, por el decreto de sindicación obligatoria, pero
también porque la CNT formaba parte de los Comités Revolucionarios de toda
Cataluña, un entramado de representación revolucionaria que se suponía expre-
sión de la voluntad de los trabajadores transformados ya en verdadero "pueblo
catalán". Siempre se ha dicho que el mantenimiento de la fuerza revoluciona-
ria, que permitió la respuesta del l9 de julio frente al levantamiento militar y a
los acontemientos posteriores residía, en primer lugar, en factores subjetivos
derivados de que el insurreccionalismo anarquista había actuado como una
especie de altavoz expansivo y multiplicador. Este efecto, además, les permitía
a los anarquistas relativizar e incluso ignorar las consecuencias más negativas
del insurreccionalismo, entre ellas la pérdida de afiliación sindical, y seguir con
su discurso radical frente a todo y todos. En segundo lugar, también se ha
supuesto que el mantenimiento de la fuerza revolucionaria se debía a la exis-
tencia de los grupos que, en base a su ágil versatilidad de acción, comportaban
niveles muy altos de movilización que podían suplir la falta de eco sindical.
Por el contrario y tal como muestran los listados territoriales aportados por
este trabajo, a pesar de la grave crisis de afiliación experimentada en los años
1933-1936, la CNT mantenía en mayo de 1936 una importante y equilibrada
presencia en el territorio de Cataluña y es ésta la que cimentaba el convenci-
miento revolucionario de los anarquistas. Esta presencia ha sido constatada en
las sedes de partidos judiciales y de juzgado provinciales, así como en las
cabeceras de comarca. A señalar que ello implica, primero, todo el sistema
político de representación democrática y, segundo, de comunicación en Cata-
luña. Una presencia territorial tal les habría permitido a los anarquistas hacer
frente al desmoronamiento del sueño de la "sindicalización total" de la pobla-
ció obrera y reemplazarlo por el de la presencia en las localidades que serían
decisivas para la substitución del estado democrático por otro "sindical, revo-
lucionario y federal"50.
Si es cierta esta hipótesis acerca del mantenimiento del potencial revolu-
cionario mediante el despliegue organizativo, se debe ver, primero, la presen-
cia de la CNT en los partidos judiciales de Cataluña51. En 1933, la CRTC tenía
representación en 31 (70,45%) partidos judiciales de un total de 44. También
la tenía en la totalidad de las sedes de Juzgado Provincial o sea en las cuatro
capitales de provincia catalanas. En 1936, la CRT catalana mantenía, a pesar
de la crisis de afiliación sindical, su representación en 26 (59,09%) partidos
judiciales, habiendo quedado sin prestaciones en cinco. Sólo tenía representa-
ción en tres sedes de Juzgado Provincial o sea en tres capitales de provincia
catalanas (Barcelona, Lérida y Gerona) y había perdido por tanto una, Tarra-
gona. En cuanto a las cabezas comarcales de Cataluña, en 1933, la CRT tenía
392
representación en 30 comarcas de un total de 38 y en 27 casos los sindicatos
cenetistas estuvieron representados en el centro comarcal constituyendo por
tanto el 71,05 % del total52. En 1936, la CRTC tenía representación en 32
comarcas de un total de 38 y en 24 casos los sindicatos cenetistas mantuvie-
ron su representación en el centro comarcal constituyendo por tanto el 63,15%
del total. Significativamente, cuando la Generalitat catalana aprobó por decre-
to la división territorial de Cataluña, las partes más potencialmente políticas
del conjunto libertario -los grupos de la FAI y de las Juventudes Libertarias-
iniciaron la progresiva concordancia de sus estructuras internas a la "configu-
ración comarcal establecida"53.
393
barrios metropolitanos y en otros centros menores, aparte de la ciudad condal,
y, en general, las muchas vías de enfocar este problema desde la geografía
urbana, hay que ver el despliegue organizativo de la CNT, además de, por
supuesto, otras facetas del movimiento libertario, como los grupos anarquis-
tas y la FAI o las Juventudes Libertarias. Otra mirada, en cierto sentido geo-
política, ésta desde la perspectiva de la concepción territorial de los propios
anarcosindicalistas, permite estudiar el proceso y los mecanismos históricos
de construcción de la Confederación, establecidos todos ellos en base a una
concepción federal de la sociedad libertaria.
A efecto de ilustrar y documentar esta hipótesis, presentamos a continuación
cuatro apéndices, dedicados a establecer la estructura territorial de la Confede-
ración Regional catalana según el Pleno Regional de Sindicatos de la CRTC de
1933 y el Congreso de la CNT de 1936. Por la la naturaleza de este encuentro,
nuestra atención se circunscribe a la CRT de Cataluña en la década de los años
treinta y, especialmente, en 1933-1936. Por ello, los apéndices a continuación
insisten de una manera especial en el alcance territorial de la CRT catalana en
esos años. La reflexión se organiza a partir del material informativo sobre la
CRT de Cataluña, listados de militancia proporcionadas por el Pleno Regional
de Cataluña en marzo de 1933 y por el del Congreso Nacional Extraordinario
de Zaragoza en mayo de 193657. Se ha escogido esta información, y no otra, por-
que es coétanea de la estructuración establecida por la Consejeria de Economia
de la Generalitat en la División Territorial de Cataluña, establecida en febrero
de 1933, modificada en diciembre de 1936 y editada en julio de 193758. La ten-
dencia hacia la mútua homologación del esquema territorial cenetista y el cata-
lán sólo creció durante los años revolucionarios, tras el verano de 1936 e inclu-
so, aunque parezca sorprendente, tras los "hechos de mayo" de 1937, cuando
empezaba a vislumbrarse la completa reorganización del conjunto de anarquis-
tas y anarcosindicalistas en un Movimiento Libertario Español.
Según el Informe presentado por un delegado de la Federación Regional
Catalana de la FAI al Pleno Peninsular de Regionales de la FAI, celebrado en
Valencia los días 4-7 de julio de 1937, la Regional catalana se había estructura-
do internamente en nueve zonas, que correspondían a las nueve "regiones" (o
agrupaciones de comarcas) establecidas por la División Territorial auspiciada
por la Generalitat de Cataluña: 1ª zona: Barcelona; 2ª zona: Gerona; 3ª zona:
Tarragona; 4ª zona: Reus; 5ª zona: Tortosa; 6ª zona: Torelló [significativamen-
te, no Vic]; 7ª zona: Manresa; 8ª zona: Lérida; 9ª zona: Seo de Urgel. Además,
la representación de los 650 grupos anarquistas que, según la Regional catalana
de la FAI, sumaban las unidades de base en Cataluña, ya aparecían en el men-
cionado Pleno como adscritos a las nueve zonas mencionadas, a diferencia del
resto de Regionales faístas, en las cuales los grupos aparecían adscritos a ámbi-
tos provinciales, comarcales y/o locales; esta variedad de organización territo-
394
rial correspondía a las restantes Regionales de la FAI, situación que se compli-
caba en el caso de Andalucía, ya que, dados sus frentes más o menos estables,
se incluían éstos en el organigrama andaluz59. El modelo catalán penetró, al
menos en la teoría, también en las Juventudes Libertarias, cuya Regional cata-
lana, en el Congreso Regional Extraordinario celebrado en Barcelona los días
10-15 de octubre de 1937, contempló un proyecto de reorganización de las
JJ.LL. de Cataluña, según el cual un futuro Comité Regional debería tener dele-
gaciones de las nueve zonas60. Si bien, por ahora, no se ha podido confirmar la
profundidad de esta "sub-regionalización" en los Sindicatos Únicos de la CRTC,
en una reunión del Comité Regional de Cataluña, celebrada el 4 de noviembre
de 1937, ya se está hablando de la labor de los "delegados de zona" y, en con-
creto, un delegado de Torelló, por la Sexta Zona, es quien informa del malestar
reinante en los militantes de Osona contra el centralismo de los comités liberta-
rios61.
Esta coincidencia en el tiempo entre el plan comarcal de la Generalitat y las
pretensiones racionalizadoras de los libertarios catalanes es la que nos ha per-
mitido ordenar los datos de afiliación a la CRT de Cataluña, sin miedo de incu-
rrir en errores de apreciación cronológica. Asimismo, para las dos décadas
anteriores, es necesario plantear la tensión interna existente dentro del anarco-
sindicalismo entre lo que se podría llamar un "modelo catalán" y otras visiones
posibles de la integración de trabajadores y militantes en un mismo organigra-
ma territorial. Si la CNT fue un "gigante con los pies de barro", según las muy
interesadas palabras de Joaquim Maurín, ex-dirigente y "político", lo fue (entre
otras razones) por ser un planteamiento evolutivo, tanto proceso como contras-
te de recetas, cuya viabilidad se experimentaría, muy especialmente, sobre el
terreno, en el despliegue organizativo, y con una cronología variable. Pudo
haber algunos anarquistas por todos los rincones de España (y Portugal), pero
no por doquier una "organización confederal" hasta que se articulase un deter-
minado patrón de encuadramiento. La misma experiencia iba cambiando las
ideas "orgánicas" y las sistematizaba, hasta que las pautas de alineamiento lle-
garon a imponerse incluso a los mismos grupos ácratas. Con todo ello, a nues-
tro parecer, lo que puede constatar es que la CNT -y, por extensión, todo el
movimiento libertario hasta la creación de una entidad con tal nombre- nunca
dejó de ser un andamio en movimiento. Sin una valoración adecuada del ritmo
dinámico de su despliegue y la progresiva reinvención de un modelo que, a la
vez, seguía unas pautas de extensión, las debatía sobre la marcha, mientras
miraba de reojo el propio despliegue de la administración estatal, con la que se
sentía activo competidor. Así, por decirlo de otro modo, su alzamiento organi-
zativo ha de concordarse con sus alzamientos esporádicos.
395
MAPAS
MAPA I ESPAÑA: LAS CONFEDERACIONES REGIONALES DE LA CNT. 1918-1919
Es una primera etapa de arranque territorial 1918-1919. La CNT se consagró al esfuerzo, partien-
do de Barcelona, de edificar los regionales del arco mediterráneo: Cataluña (1918), Andalucía (1918),
Levante (1919).
La Regional de Andalucía incluía Badajoz y la de Levante estaba compuesta por el País Valen-
ciano, Murcia y Albacete.
396
MAPA III:ESPAÑA: LAS CONFEDERACIONES REGIONALES DE LA CNT EN 1931-1932
En la tercera etapa, 1931-1932, se formaron oficialmente las Regionales del Centro (1931), y de
Canarias (1932).
La Regional del Centro, -antes llamada como proyecto, “Confederación Regional de ambas Castil-
las”- Incluía Burgos y Valladolid (antes pertenecientes al Norte), así como Cáceres. La regional canaria
pretendía dar solución al histórico “pleito insular” y a la división provincial entre Gran Canaria y
Tenerife introducida por la Dictadura primoriverista.
397
MAPA V: CATALUÑA: LA DIVISIÓN COMARCAL DE 1936 Y LAS “ZONAS”ANARQUIS-
TAS DE 1937
El mapa muestra la estructuración establecida por la Consejería de Economía de la Generalitat en
la División territorial de Cataluña, establecida en febrero de 1933, modificada en diciembre de 1938.
Al mismo tiempo, las nueve “regiones” de la Divisiò Territorial catalana coinciden en las nueve
“zonas” establecidas por la FAI en julio de 1937: 1ª zona: Barcelona; 2ª zona: Gerona; 3ª zona: Tar-
ragona; 4ª zona Reus; 5ª zona: Tortosa; 6ª zona: Torelló (significativamente , no Vic); 7ª zona: Manre-
sa; 8ª zona: Lérida; 9ª zona: Seo de Urgel ( y no Tremp que, según la división Teritorial de Cataluña
compartía la capitalidad de esta región). El mismo modelo catalán penetró, al menos en la teoría, en
las juventudes libertarias, cuya Regional catalana, en octubre de 1937, contempló un proyecto de reor-
ganización, según el cual un futuro Comité Regional debería incorporar delegaciones de las men-
cionadas nueve “zonas”. Como poco, en cuanto se refiere a los Sindicatos Únicos de la CRTC, algu-
nas fuentes aluden a “delegados de zona” poco despés en ese mismo 1937.
398
NOTAS
1. La redacción de esta ponencia ha sido posible, en parte, gracias al Programa Sectorial de Promoción
General del Conocimiento, Ministerio de Educación y Ciencia, DGYCIT: Proyecto nº PB 96-1150.
Juanjo Romero Marín ha realizado los mapas a partir de los datos de este artículo.
2. J. L. Oyón, "Historia urbana e historia obrera: reflexiones sobre la vida obrera y su inscripción en
el espacio urbano", Historia Contemporánea, nº 24, 2002, pp. 9-56; así mismo: J.L. Oyón (ed.), Vida
obrera en la Barcelona de entreguerras, Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, Barcelo-
na, 1998. También de Oyón, con J. Maldonado y E. Griful, Barcelona 1930: un atlas social, Edi-
cions UPC, Barcelona, 2001.
3. J. Peirats, Mecanismo orgánico de la Confederación Nacional del Trabajo, CNT, Brot Editora,
Santa Maria de Barberà (Barcelona), 1979, p. 7.
4. Manuel Buenacasa, El movimiento obrero español, 1886-1926 (Historia y crítica). Figuras ejem-
plares que conocí, Familia y Amigos del Autor, París, 1966 (la primera parte de este libro, la corres-
pondiente a la "Historia del movimiento obrero anarcosindicalista" data de 1927 y fue editada inde-
pendientemente por ediciones Costa de Barcelona en 1928 con prólogo de Max Nettlau; la familia
del autor añadió para la edición de París una parte posterior que Buenacasa había escrito sobre los
perfiles biográficos de algunos correligionarios suyos); José Peirats, Los anarquistas en la crisis
política española, Editorial Alfa, Buenos Aires, 1964 y La CNT en la revolución española [1951-
1953], Paris, Ruedo Ibérico, 1971, 3 vols.; Renée Lamberet, Mouvements Ouvriers et Socialistes
(Chronologie et Bibliographie). L'Espagne (1750-1936), Les Éditions Ouvrières, París, 1953; Diego
Abad de Santillán, Contribución a la Historia del Movimiento Obrero español. De 1905 a la pro-
clamación de la Segunda República, Cajica, Mexico D.F., 1962; Gastón Leval, Espagne Libertari-
re, (1936-1939). L'oeuvre constructive de la Révolution Espagnole, Éditions du Cercle, París, 1971.
De Peirats también, Mecanismo orgánico de la Confederación Nacional del Trabajo ... op,cit.
5. George Woodcock, El anarquismo: historia de las ideas y movimientos libertarios [1962] (con un
capítulo sobre "El anarquismo en España" de Pere Gabriel), Editorial Ariel, Barcelona, 1979.
6. El concepto de "historiografía frontpopulista" en E. Ucelay-Da Cal, "La historiografía en Cataluña
(1960-1980): marxismo, nacionalismo y mercado cultural", Historia y Crítica, nº 1, 1991, pp. 131-
153. La historiografia "frontpopulista" hispánica se considera aquí ejemplificada por Manuel Tuñón
de Lara y, entre otras, por sus obras El movimiento obrero en la historia de España, 3 vols., Taurus
Ediciones, Madrid, 1977, Introducció a la Història del Moviment Obrer, Nova Terra, Barcelona,
1966.
7. E. Ucelay-Da Cal, "Formas grupales masculinas en la sociedad catalana: una hipótesis de trabajo
sobre los mecanismos fundamentales del asociacionismo catalán", Boletín de la Sociedad Españo-
la de Psicoterapia y Técnicas de Grupo, época IV, nº 10, diciembre 1996, pp. 11-44.
8. Para la clásica teorización del barrio como "pueblo urbano", producto de la inmigración: Herbert J.
Gans, The Urban Villagers. Group and Class in the Life of Italian-Americans [1962], Free Press,
Nueva York, 1982.
9. La problemática del free ride ha sido notoriamente formulada por Mancur Olsen, The Logic of
399
Collective Action. Public Goods and the Theory of Groups [1965], Harvard University Press, Cam-
bridge (Ma.), 1995.
10. E. Ucelay-Da Cal, "Llegar a capital: rango urbano, rivalidades interurbanas y la imaginación nacio-
nalista en la España del siglo XX", en A. Morales Moya (coord.), Ideologías y movimientos polí-
ticos, España Nuevo Milenio, Madrid, 2001, pp. 221-263; reeditado, como texto revisado: Wor-
king Paper 137, Fundació Rafael Campalans Barcelona, 2003; esta version es accesible en
<http://www.fundaciocampalans.com>.
11. S. Lukes, El individualismo, Península, Barcelona, 1975; para la cita: F. Pi y Margall (A. Jutglar,
ed.), La Reacción y la Revolución [1854], Anthropos, Barcelona, 1982, p. 246.
12. Se formula la alteridad libertaria en E. Ucelay-Da Cal, "Socialistas y comunistas en Cataluña
durante la Guerra Civil: un ensayo de interpretación", Anales de Historia de la Fundación Pablo
Iglesias, Monográfico: Socialismo y Guerra Civil (Coordinador: S. Juliá), vol. 2, 1987, pp. 295-
324; para otros aspectos, las tesis de E. Ucelay-Da Cal, La Catalunya populista: Imatge, cultura i
politica en l'etapa republicana, 1931-1939, La Magrana, Barcelona, 1982. Estas reflexiones se
actualizan en: E. Ucelay-Da Cal, "El pueblo contra la clase: populismo legitimador, revoluciones
y sustituciones políticas en Cataluña (1936-1939)", Ayer, nº 50 ,2003.
13. Xavier Cuadrat, Socialismo y anarquismo en Cataluña (1899-1911). Los orígenes de la CNT, Edi-
ciones de la Revista de Trabajo, Madrid, 1976. También, Antonio Bar, La CNT en los años rojos
(Del sindicalismo revolucionario al anarcosindicalismo, 1910-1926), Akal editor, Madrid, 1981 y
Congreso de constitución de la Confederación Nacional del Trabajo, prólogo de José Peirats, notas
de interpretación de Francesc Bonamusa, Editorial Anagrama, Barcelona, 1976. Por último, Gerald
H. Meaker, The Revoluctionary Left in Spain, 1914-1923, Stanford University Press, Stanford
(Ca.), 1974.
14. Comicios Históricos de la CNT (Memoria del Congreso celebrado en Barcelona los días 28/30 de
junio y 1º de julio de 1918, Toulouse, Ediciones CNT, 1957. También Manuel Lladonosa, El
Congrès de Sants, Nova Terra, Barcelona, 1975.
15. Pere Gabriel, "Propagandistas confederales entre el sindicato y el anarquismo. La construcción bar-
celonesa de la CNT en Cataluña, Aragón, País Valenciano y Baleares" Ayer, nº 45, Madrid, 2002,
pp. 107 y ss.. La existencia de un triángulo territorial revolucionario formado por la CNT de Cata-
luña, Valencia y Aragón en Juan Pablo Fusi, "El movimiento obrero en España, 1876-1914", Revis-
ta de Occidente, nº 131, Madrid, 1974, pp. 204-237.
16. S. Tavera y E. Ucelay-Da Cal, "Amigos anarquistas, amigos periodistas. La prensa libertaria como
sucedáneo de partido, 1930-1939", Congreso de Historia "El anarquismo en España (75 aniver-
sario de la fundación de la FAI)", Fundación Anselmo Lorenzo, Guadalajara 29/30-XI y 1-XII-
2002.
17. Ángel Pestaña,, "La huelga de la Canadiense y el sindicalismo" (1919), en Trayectoria sindicalis-
ta, (prólogo y edición de Antonio Elorza), Editorial Tebas, Madrid, 1974, pp. 407, 409-410. El
impacto de esta charla en Antonio Bar, ... op. cit., pp.482 y ss.
18. Federico Urales, El ideal y la revolución [1933] en "Folletos y papeles utópicos del anarquismo
español" Revista del trabajo, nº 56, Madrid, 1976, p. 246. Para este autor y su defensa de un comu-
nalismo municipal ácrata, José Álvarez Junco y Susanna Tavera, "Federico Urales o el Publicis-
400
mo como Militancia Anarquista" en Joan Anton y Miquel Caminal (coords.), Pensamiento Políti-
co Español Contemporáneo (1800-1950), Editorial Teide, Barcelona, 1992, pp. 513-556.
19. Jerome R. Mintz, Anarchists of Casas Viejas, University of Chicago Press, Chicago, 1982.
20. Antonio López Estudillo, Republicanismo y anarquismo en Andalucía. Conflictividad social agra-
ria y crisis finisecular (1868-1900), Ediciones de La Posada, Córdoba, [2001] y, del mismo autor,
"El anarquismo español decimonónico" Ayer, nº 45, Madrid, 2002, pp. 73-104.
21. Xavier Cuadrat, op. cit., p. 491, notas 100 y 101. También, Antonio Bar, La CNT en los años
rojos... pp. 150 y ss..
22. Antonio Bar, op. cit., pp. 229 y ss.
23. Ibid., pp. 308-310.
24. Para la FNOA o FNAE, Gerald H. Brenan, El laberinto español. Antecedentes sociales y políticos
de la Guerra Civil, Ruedo Ibérico, París, 1962; Juan Díaz del Moral, Historia de las agitaciones
campesinas andaluzas-Córdoba. Antecedentes para una reforma agraria, [1929], Alianza Edito-
rial, Madrid, 1973; Edward Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina en la España del
siglo XX, Ediciones Ariel, Barcelona, 1970; y, finalmente, Jacques Maurice, El anarquismo anda-
luz. Campesinos y sindicalistas, 1868-1936, Barcelona, Editorial Crítica, 1990. Una visión global
de la UTC en Temma Kaplan, Orígenes sociales del anarquismo en Andalucía. Capitalismo agra-
rio y lucha de clases en la provincia de Cádiz, 1868-1903, Editorial Crítica, Barcelona, 1977.
25. Como ha señalado ya Pere Gabriel, también en el caso valenciano la historiografía se ha centrado
de manera primordial en los años de la II República y de la Guerra Civil (Albert Girona, Guerra i
revolució al país valencià (1936-1939), Tres i Quatre, Valencia, 1986). Sin embargo, para el con-
junto es posible consultar Xavier Paniagua y Juan Antonio Piqueras, Trabajadores sin revolución,
1868-1936, Institució Alfons el Magnànim, Valencia, 1986. Las tensiones de la capital valenciana
entre blasquisme y sindicalisme, previas al lanzamiento del sindicalismo en los años de la I Gue-
rra Mundial, en Ramir Reig, Obrers i ciutadans. Blasquisme i moviment obrer. València, 1898-
1906. Institució Alfons el Magnànim, Valencia, 1982. También, los estudios de Alfons Cucó sobre
los números de afiliación confederal que lamentablemente no han tenido continuidad (Alfons
Cucó, "Contribución a un estudio cuantitativo de la CNT", Saitabi, XX, Universidad de Valencia,
1970, pp. 181-202 y, del mismo autor, "Contribución al estudio del anarco-sindicalismo valencia-
no", Saitabi, XXII, Universidad de Valencia, 1972, pp. 69-85). Para Alicante, Salvador Forner,
Industrialización y movimiento obrero. Alicante, 1923-1936, Institució Alfons el Magnànim/Dipu-
tació Provincial de Valencia, Valencia, 1982, especialmente pp. 239 y ss.
26. Según Malefakis, la Regional andaluza anduvo en funciones desde mayo del 1918, pero no consi-
guió sincronizar los conflictos locales que surgían por toda Andalucía (Reforma agraria y revolu-
ción ... op. cit., p. 181). Ángeles González Fernández, por su parte, señala que los trabajos para la
constitución de la FORA habían partido de planteamientos anárquicos y no puramente sindicalis-
tas y que, asimismo, delegados anadaluces habían asistido en Barcelona y durante el invierno de
1918 a una Conferencia Nacional Anarquista en la que se les recomendó una colaboración abier-
ta con las organizaciones sindicales (Utopía y realidad. Anarquismo, anarcosindicalismo y orga-
nizaciones obreras, 1900-1923, Sevilla, Diputación de Sevilla, 1996, pp. 334 y ss.) Para las pri-
meras resonancias de la creación de la CNT en Sevilla, la misma autora y obra, pp. 135-141. Otros
401
tratamientos regionales en Antonio M. Calero, Historia del movimiento obrero en Granada (1909-
1923), Editorial Tecnos, Madrid, 1973, pp. 166 -169; Maria Dolores Ramos, Burgueses y proleta-
rios y malagueños. Lucha de clases en la crisis de la Restauración, Ediciones de la Posada, Cór-
doba, 1991. Una visión sintética, en José Luis Gutiérrez Molina, "Andalucía y el anarquismo
(1868-1936)", Ayer, nº 45, Madrid, 2002, pp. 171-197. También, Antonio Bar, op. cit, pp. 339 y ss.
y Juan Diaz del Moral, op. cit., 173 y 305.
27. Manuel Buenacasa, op. cit., pp. 126 y 127.
28. A pesar de la existencia de núcleos anarcosindicalistas en Cáceres y Badajoz, el impulso a organi-
zarse dentro de la CNT no llegó hasta después de ser proclamada la II República y se atuvo a una
clara división: Badajoz en la CRT de Andalucía y Cáceres en la del Centro. A pesar de ello, en el
Congreso regional anadaluz del 13/17 noviembre de 1931, la Comarcal del Campo de Gibraltar
manifestó que Extremadura debía constituir su propia Regional, una iniciativa que nunca llegó a
hacerse realidad ("Congresos y Plenos" Boletín de la Confederación Nacional del Trabajo de
España, Año I, nº 2, Barcelona, XI-1931, pp. 7-18). Así mismo, en el Pleno de regionales del
14/16 de abril de 1932, Badajoz informó de los problemas que suscitaba la inscripción de sus esta-
tutos por no aceptar el gobierno civil que hicieran mención alguna sobre la "acción directa" ("Actas
del Pleno de Regionales, celebrado en Madrid los días 14/16 de abril de 1932", Boletín de la Con-
federación Nacional del Trabajo de España, Año I, nº 6, Barcelona, V-1932, pp. 2-30). Ver tam-
bién, Ángel Olmedo Alonso, El anarquismo extremeño frente al poder, Institución Cultural El Bro-
cense-Diputación de Cáceres, Cáceres, 1997, pp. 67 y ss.
29. Manuel Buenacasa, op. cit., pp. 185- 203; Diego Abad de Santillán, . op. cit., vol. 2, pp.2198-302.
También, Dionisio Pereira, A CNT na Galicia, 1922-1936, Laiovento, Santiago de Compostela,
1994 y Paco Madrid, op. cit., vol.1, pp. 391 y ss.
30. Manuel Buenacasa, op. cit., pp. 182-185. Desde una perspectiva no militante, pero centrada exclu-
sivamente en Asturias, Ángeles Barrio, "El anarquismo asturiano. Entre el sindicalismo y la polí-
tica, 1890-1920" Ayer, nº 45, Madrid, 2002, pp. 147-170 y, de la misma autora, Anarquismo y anar-
cosindicalismo en Asturias (1890-1936), Siglo XXI, Madrid, 1988, especialmente pp. 225 y ss.
También, "Anarquistas, republicanos y socialistas en Asturias (1890-1917)" en B Hoffmann, P.
Joan i Tous y M. Tietz (eds.): El anarquismo español. Sus tradiciones culturales, Iberoamerica-
na/Vervuet, Madrid/Franckfurt, 1995, pp. 41-56. Así mismo, Pamela Beth Radcliff, From Mobili-
zation to Civil War. The Politics of Polarization in the Spanish City of Gijón, Cambridge Univer-
sity Press, Cambridge N.Y., 1996, pp. 173- 182. La expansión de la CRT de Asturias no ha sido
posible fecharla. Se constata que, en 1932, incorporaba las provincias de León y Palencia en el
balance sindical prentado por el Comité Regional astuariano al "Pleno Nacional de delegados
regionales celebrado en Madrid los días 28/30-VIII-1931 [`1932?]" Boletín de la Confederación
Nacional del Trabajo de España, Año I, nº 10, Barcelona, IX-1932, pp. 15-16.
31. Dado que nos ha sido imposible consultar el folleto de Galo Díez, uno de los inspiradores del anar-
cosindicalismo vasco, las aproximaciones más generales en Manuel Buenacasa, op. cit, pp. 130-145,
Diego Abad de Santillán, op. cit., pp. 305-307 y Juan Pablo Fusi, Política obrera en el País Vasco,
1880-1923, Ediciones Turner, Madrid, 1975, pp. 411-419. Así mismo es la Tesis Doctoral de Paco
Madrid la que facilita los datos más concisos del Congreso inaugural de la CRT del País Vasco,
402
Logroño y Valladolid a partir de un vaciado exhaustivo del periódico Solidaridad Obrera de Bilbao
(La prensa anarquista y anarcosindicalista en España desde la I Internacional hasta el final de la
Guerra Civil, Universidad de Barcelona, 1989, Vol.I, Tomo I, pp. 463-469 y 476). También, Gerald
H. Meaker, op. cit., p. 421. A señalar que el folleto de Manuel Chiapuso toma "como punto de parti-
da el año 1931, ya que la II República marcó una etapa de desarrollo cenetista especialmente en San
Sebastián (Generalidades sobre Euzkadi y la CNT, Comité de Relaciones de Euzkadi-Norte, Bayo-
na, 1945, p. 13). El impulso de los años 1930 y la debilidad previa se constata así mismo en el "Infor-
me de la Federación Local de Sindicatos Únicos de San Sebastián. Labor de un año, 1931-1932"
Boletín de la Confederación Nacional del Trabajo de España, Año I, nº 8, Barcelona, VII- 1932, pp.
29-31, y en el informe del Comité Regional del Norte al "Pleno Nacional de Delegados regionales
celebrado en Madrid los días 28/30-VIII-1931 [1932?], Boletín de la Confederación Nacional del
Trabajo de España, Año I, nº 10, Barcelona, IX-1932, pp. 14-15.
32. Manuel Buenacasa, op. cit., pp. 145-157; Diego Abad de Santillán, op. cit., vol. 2, pp. 302-305;
Pere Gabriel, "Propagandistas confederales entre el sindicato y el anarquismo. La construcción bar-
celonesa de la CNT en Cataluña, Aragón, País Valenciano y Baleares" Ayer, nº 45, Madrid, 2002,
pp. 128-134; Laura Vicente, Sindicalismo y conflictividad social en Zaragoza (1916-1923), Insti-
tución Fernando el Católico, 1993, pp. 117-124. También Emilio Majuelo, Luchas de clases en
Navarra (1931-1936), Gobierno de Navarra, Pamplona, 1989, pp. 137 y ss.
33. Pere Gabriel, El moviment obrer a les Balears (1869-1936), Documenta, Palma, 1996; El movi-
ment obrer a Mallorca, Curial, Barcelona, 1973 y, de este mismo autor, "Propagandistas confede-
rales entre el sindicato y el anarquismo... “art. cit.".
34. E. Ucelay-Da Cal, "Moderni sogni girondini: Italiani, portoghesi e catalani nella rivoluzione repub-
blicana spagnola (1923-1938)", Quaderni del Circolo Rosselli, Monográfico: Carlo Rosselli e la
Catalogna Antifascista [editor: A. Landuyt], nº 2, 1996, pp. 67-86.
35. Eulàlia Vega, El trentisme a Catalunya. Divergències ideològiques en la CNT (1930-1933), Curial,
Barcelona, 1980, pp. 80-93.
36. Para las discusiones en el Congreso confederal, Ramón Alvarez, Eleuterio Quintanilla (Vida y obra
del maestro). Contribución a la Historia del Sindicalismo Revolucionario en Asturias, Méxi-
coD.F., Editores Mexicanos Unidos, 1973,especialmente pp. 209 y ss. También, entre otros, Anto-
nio Bar, op. cit., pp. 543 y ss. Planteamientos no libertarios en Gregorio Fernández Díez, El valor
de Castilla. Estudio económico y semipolítico, Tipografía Senén Martín y Libreria Dossat , Ávila
y Madrid, 1926, pp. 471 y ss.
37. CNT, Memoria del Congreso celebrado en el teatro de la Comedia los días 10 al 18 de diciembre
de 1919, Tip. Cosmos, Barcelona, 1932, p. 226. Para los planes del Sindicato pesquero, "Activi-
dades del Comité", Boletín de la Confederación Nacional del Trabajo de España, Año I, nº 5,
II/IV-1932, pp. 3 y ss.
38. J. S. Brademas, Anarcosindicalismo y revolución en España (1930-1937), Ariel, Barcelona, 1974,
pp. 98-103. Los planes insurreccionales que escondía la huelga auspiciada por la FNIF para
diciembre de 1932 en sendos escritos del Comité Nacional de la CNT (Boletín de la Confedera-
ción Nacional del Trabajo de España, Año I, Nos 12-13-14, XII-1932/I-1933, pp. 2-5 y Año II, nº
15, Barcelona, III-1933, pp. 39-42). "Notas Administrativas", Boletín de la CNT de España, Año
403
I, nº 2, pp. 21-22) y 22-23
39. Gaston Leval, op. cit., pp 191y ss.; Ángel Olmedo Alonso: El anarquismo extremeño frente al
poder. Estudio de un periódico libertario: El Amigo del Pueblo, 1930-1933, Diputación de Cáce-
res, Cáceres,1997. Las informaciones confederales, que insisten en las facilidades incluso econó-
micas prestadas por el Comité Nacional de la CNT, en "Pleno de delegados de las Confederacio-
nes Regionales, Barcelona, 13/14-IX-1931" Boletín de la CNT de España, Año I, nº 1, X-1931, pp.
19-23 y "Informe de la situación moral y material de la CRT del Centro. Pleno Nacional de Dele-
gados Regionales”, Madrid 28/30-VIII-1931 [`1932?], Boletín de la Confederación Nacional del
Trabajo de España, Año I, nº 10, IX-1932, pp. 10-11.
40. "Informe semanal de la Regional de Canarias", Boletín de la Confederación Nacional del Trabajo
de España, Año I, nº 10, IX-1932, pp. 16-17; e "Informes de Regionales" Boletín de la Confede-
ración Nacional del Trabajo de España, Año I, nos 12-13-14, XII-1932/I-1933, pp. 16 y ss. Tam-
bién Teresa González Pérez, Anarquismo y educación en Canarias, El Baifo, Santa Cruz de Tene-
rife, 1996, pp. 68 y ss.; y Ricardo García Luis y Juan Manuel Torres Vera, Antoñé de la C.N.T. de
Tenerife, Lágrimas y Rabia, Tenerife, 2003, p. 11.
41. Para este tema, "Congresos y Plenos: Congreso de la Regional Andaluza, Sevilla 13/17-X-1931",
Boletín de la Confederación Nacional del Trabajo de España, Año I, nº 2, IX-1931, pp. 7-18; y
"Actas del Pleno de regionales, celebrado en Madrid los días 14/16 de abril de 1932" Boletín de la
Confederación Nacional del Trabajo de España, Año I, nº 6, V-1932, pp. 2-30.
42. El mapa en Graham Kelsey, Anarcosindicalismo y Estado en Aragón, 1930-1938,
Zaragoza/Madrid, Instituto Fernando el Católico / Fundación Salvador Seguí, 1994, p. 507.
43. En el volumen "España" de la Enciclopedia Espasa Calpe, HIjos de J. Espasa, Calpe, Barcelona,
1925.
44. Enrique Tierno Galván, Leyes políticas españolas fundamentales (1808-1978), Tecnos, Madrid,
1979.
45. D. Abad de Santillán, El organismo económico de la revolución [marzo 1936], Tierra y Libertad,
Barcelona, enero 1937.
46. Pedro Vallina, Mis memorias, 2 vols., México D.F./Caracas, Tierra y Libertad, 1968-1971; José
Manuel Macarro Vera, Sevilla la roja, Muñoz Moya y Contraveta editores, Sevilla, 1989; y del
mismo autor, La utopía revolucionaria. Sevilla en la II República, Monte de Piedad y Caja de Aho-
rros, Sevilla, 1986. Relacionado con este tema puede verse la percepción de la CNT como algo
monolítico, sin el cruce de facciones o la dinámica de grupos, en Jesús Martín Mora "La CNT de
Málaga una vez proclamada la II República. El principio de la ruptura entre el sindicato y el nuevo
régimen" en José Luis Casas Sanchez y Francisco Durán Alcalá (coords.): I Congreso El republi-
canismo en la Histora de Anadalucía, Patronato Niceto Alcalá-Zamora y Torres, Priego de Cór-
doba, 2001, pp. 439-453.
47. José Luis Gutiérrez Molina señala que "[tomando] como unidad de análisis los 92 partidos judi-
ciales en los que Andalucía estaba divida durante las tres primeras décadas del siglo XX. Un refe-
rente más cercano al carácter confederal andaluz y anarquista que la división provincial, que a
menudo se saltaban las federaciones comarcales de la CNT. [...] encontramos una significativa pre-
sencia anarquista en todas las capitales de provincia y en más de la mitad de los partidos." José
404
Luis Gutiérrez Molina, "Andalucía y el anarquismo (1868-1936).... “art. cit." p. 176.
48. José Peirats, Examen crítico-constructivo .. p. 93.
49. Memoria del Congreso Extraordinario de la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña
celebrado en Barcelona los días 25 de febrero al 3 de marzo de 1937, Talleres Gráficos Juan, Bar-
celona, 1937.
50. David Martínez Fiol y Susanna Tavera, "Corporativismo y revolución: los límites de las utopías
proletarias en Cataluña (1936-1939)", Historia Social, , nº 32, Valencia, 1998, pp. 53-71.
51. La elaboración de estos datos se ha realizado, para 1933, a partir de Memoria del Pleno Regional
de Sindicatos Únicos de Cataluña celebrado en Barcelona del 5 al 13 de marzo de 1933 , pp. 5-
9. Para 1936, "Los Sindicatos representados en el Segundo Congreso Nacional Extraordinario",
Solidaridad Obrera, 6 mayo 1936 y 8 mayo 1936. En ambos casos, se han clasificado según la
"Divisió judicial de Catalunya" del Diccionari Nomenclàtor de pobles i poblats de Catalunya [2ª],
Editorial Aedos, Barcelona, 1962, Apèndix III, pp. 559-567.
52. Para los datos de representación territorial de la CNT en las comarcas catalanas en1933 y 1936,
ibidem. En ambos casos, la información se ha clasificado según la "Divisió Territorial de Cata-
lunya per la Conselleria d'Economía d e la Generalitat", Diccionari Nomenclàtor . Apèndix II, pp.
547 y ss.
53. Antoni F. Tulla y Alexandre Vivar: "Unidades Territoriales hacia el socialismo (ordenación del
territorio y estructura socioeconómica)", en Enric Lluch y Oriol Nel.lo, El debat de la divisió terri-
torial de Catalunya. Edició d'estudis, propostes i documents (1939-1989), Diputació de Barcelo-
na, Barcelona, 1984, p. 458.
54. Fernando Garrido, Historia de las asociaciones obreras en Europa ó las clases trabajadoras rege-
neradas por la asociación, 2 vols., Barcelona, Imprenta y Libreria de Salvador Manero, 1864.
55. Eulàlia Vega y Susanna Tavera, "L'afiliació a la CRT de Catalunya: entre l'eufòria revolucionària i
l'ensulsiada confederal, 1919-1936", Col.loqui Internacional:Revolució i Socialisme Bicentenari
de la Revolució Francesa (1789-1989). Primer Centenari de la Segona Internacional (1889-1989),
Vol. II: Comunicacions (Barcelona, Departament d'Història Moderna i Contemporània, Institut
Francés de Barcelona i Fundació Caixa de Barcelona, 1990) p. 357; Susanna Tavera García: La ide-
ología política del anarcosindicalismo catalán (1930-1936), Tesis Doctoral, Universidad de Bar-
celona, 1980.
56. J. Peirats, La práctica federalista como verdadera afirmación de principios, París, Federación
Local de la CNT de París, 1964, pp. 9-11.
57. Memoria del Pleno Regional de Sindicatos de Cataluña celebrado en Barcelona del 5 al 13 de
marzo de 1933, Talleres Gráficos Alfa, Barcelona, 1933, pp. 5-9; "Los Sindicatos representados
en el segundo Congreso nacional extraordinario de la CNT" Solidaridad Obrera, 6-V-1936 y 8-V-
1936. Una compilación de los datos de afiliación proporcionados por los Congresos de la CNT de
1910, 1911, 1919, 1931 y 1936 en Miguel González Urién, y Fidel Revilla González, La CNT a
través de sus Congresos, Editores Mexicanos Unidos, México D.F., 1981, pp. 282-307. Una apro-
ximación ácrata a la implantación confederal en España en, Marcos José Correa López: La ideo-
logía de la CNT a través de sus congresos, Universidad de Cádiz, Cádiz, 1993, pp. 191-196. Como
se trata de investigar su concepción espacial, no pretendemos una visualización y, por lo tanto, no
405
se han realizado mapas.
58. Diccionari Nomenclàtor de pobles i poblats de Catalunya (2ª edición), Editorial Aedos, Barcelo-
na, 1964, pp. 547- 556. También, Generalitat de Catalunya, Divisió Territorial de Catalunya per
vegueries, comarques i municipis, Barcelona, 1937 (edición facsímil editada por Seix Barral, Bar-
celona, 1977).
59. FAI, Memoria del Pleno Peninsular de Regionales de la FAI, celebrado en Valencia los días 4, 5,
6 y 7 de julio de 1937, Valencia, Ediciones de la Sección de Prensa y Propaganda del Comité peni-
nuslar de la FAI, 1937, pp. 11-12, 112-122, especialmente 112-114. También FAI, Informe que Pre-
senta el Comité Peninsular a las Regionales y que el Comité de Relaciones de Grupos Anarquis-
tas de Cataluña somete a la Región, Barcelona, Basa y Pagés, 1937, sin paginar. Además, las inter-
venciones del CP-FAI, en el primer pleno del Movimiento Libertario Español (16-30 de octubre de
1938), en Actas del Pleno Nacional del Movimiento Libertario celebrado en Barcelona los días 16
y sucesivos del mes de octubre de 1938 [ejemplar mecanografiado, X-1938], AHN, Sección Gue-
rra Civil, Salamanca, Político-Social Barcelona, carpeta 1429.
60. Comité Regional [de Cataluña], Juventudes Libertarias, Congreso Regional Extraordinario de las
Juventudes LIbertarias de Cataluña, Barcelona, Relieves Basa y Pagés Colectivizada, 1937, pp.
34 y ss.
61. F. Godicheau, Répression et Ordre Publique en Catalogne pendant la Guerre Civile (1936-1939),
tesis doctoral, École des Hauts Études en Sciences Sociales (Paris), 2001, Vol. 1, pp. 338-339.
406
APÉNDICES
Apéndice I
1919:
1) 5 /9,9% de la población: Vallès Oriental y Gironés.
2) 10/19,9% de la población: Conca del Barberà, Baix Penedès,
Garraf, Baix Llobregat, Maresme, Baix Empordà, Garrotxa y Anoia.
3) más del 20% de la población: Ripollès, Bages, Vallès Occidental,
Barcelonès y Priorato.
1931:
1) 5 /9,9% de la población: Maresme, Vallès Occidental, Osona, Ber
guedà.
2) 10/19,9% de la población: Anoia, Garraf, Baix Llobregat, Vallès
Oriental, Barcelonès.
3) más del 20% de la población: Bages.
1932:
1) 5 /9,9% de la población: Baix Llobregat, Anoia, Bages, Berguedà,
Garrotxa, .
2) 10/19,9% de la población: Garraf, Barcelonès, Vallès Oriental.
3) más del 20% de la población: Priorato.
1933:
1) 5 /9,9% de la población: Conca de Barberà, Garraf, Vallès
Oriental, Bages, Osona, Ripollès, Garrotxa.
2) 10/19,9% de la población: Baix Llobregat, Barcelonès, Vallès
Occidental, Maresme, Berguedà .
3) más del 20% de la población: ninguna.
407
1936:
1) 5 /9,9% de la población: Barcelonès, Maresme, Vallès Occidental.
2) 10/19,9% de la población: ninguna.
3) más del 20% de la población: ninguna.
Apéndice II
408
Sindicato de la Construcción de Mataró
Sindicato del Papel Cartón de Mataró
Sindicato de oficios Varios de Mataró
Sindicato del Transporte de Mataró
Sindicato de la Piel de Mataró
Sindicato de Tintoreros y Blanqueadores de Mataró
Sindicato de la Alimentación de Mataró
Federación Local de Sabadell
Comité Pro Presos
Sindicato de Artes Gráficas de Sabadell
Sindicato de Construcción de Sabadell
Sindicato de Gas y Electricidad de Sabadell
Sindicato de Alimentación de Sabadell
Sindicato de la Madera de Sabadell
Sindicato de la Metalurgia de Sabadell
Sindicato de Servicios Municipales de Sabadell
Sindicato de Oficios Varios de Sabadell
Sindicato Único de Trabajadores de Sabadell
Sindicato del Arte Fabril y Textil de Sabadell
Sindicato de Carreteros y Choferes de Sabadell
Sindicato de Barberos de Sabadell
Federación Comarcal del Bajo Llobregat4
Comité Pro Presos
Federación Comarcal del Cardoner y Alto Llobregat
Comité Pro Presos
Federación Comarcal del Litoral
Federación Comarcal del Vallès y Federación Local de Tarrasa
Sindicato del Transporte de Tarrasa
Sindicato Arte Fabril y Textil de Tarrasa
Sindicato de la Construcción de Tarrasa
Sindicato de Luz y Fuerza de Tarrasa
Federación Comarcal de Torelló5
Sindicato de Oficios Varios
409
Sindicato Único de Trabajadores de Blanes
Sindicato Único de Trabajadores de Bellmunt
Sindicato Único de Trabajadores de Caldas de Montbuy
Sindicato de Trabajadores de Calella y sus contornos
Sindicato Fabril y Géneros de Punto de Calella
Sindicato Único de Trabajadores de Callús
Sindicato Único de Trabajadores de [la] Colonia Rosal
Sindicato Único de Trabajadores de Cardona
Sindicato Único de Trabajadores de Canet de Mar
Sindicato Único de Trabajadores de Castell Vell y Vilar
Sindicato Único de Trabajadores de Cabra del Campo
Sindicato Único de Trabajadores de Cornellá
Sindicato Único de Trabajadores de Capellades
Sindicato Corchotaponero de Casá de la Selva
Sindicato de la Construcción de Casá de la Selva
Sindicato de Oficios Varios de Calonge
Sindicato Único de Trabajadores de Cornudella
Sindicato Único de Trabajadores de La Cenia
Sindicato Único de Campesinos de Cerviá
Sindicato Único de Trabajadores de Campdevánol
Sindicato Único de Trabajadores de Esparraguera
Agrupación Obrera de Flix
Sindicato Único de Trabajadores de Figuerola
Sindicato de Oficios Varios de Figueras
Sindicato Único de Trabajadores de Falset
Sindicato Único de Trabajadores de Figuera del priorato
Sindicato Único de Trabajadores de Figols (informativo)
Sindicato Único de Trabajadores de Granollers
Sindicato Único de Trabajadores de Gironella
Sindicato Único de Trabajadores de Gavá
Sindicato Único de Trabajadores de La Garriga
Sindicato Único de Trabajadores de García
Sindicato Único de Trabajadores de Ginestar
Sindicato Único de Trabajadores de Giamets
Sindicato Único de Trabajadores de Gerona
Subsección de Ferroviarios [de la Federación Nacional Ferroviaria]de
Gerona
Sindicato Único de Trabajadores de Hospitalet
Sindicato Ramo de la Piel de Igualada
Sindicato del ramo de la Construcción de Igualada
Sindicato de la Metalurgia de Igualada
410
Sindicato del Arte Fabril de Igualada
Sindicato de la Madera de Igualada
Sindicato del Transporte de Igualada
Sindicato de Oficios Varios de Igualada
Sindicato de Canteros de Igualada
Sindicato Único de Trabajadores de Llagostera
Sindicato Único de Oficios Varios de La Bisbal
Sindicato de Construcción de Lérida
Sindicato de Artes Gráficas de Lérida
Sindicato del Transporte de Lérida
Sindicato d ela Madera
Sindicato Único de Trabajadores de Malgrat
Sindicato Único de Trabajadores de Manlleu
Sindicato Único de Trabajadores de Moncada
Sindicato Único de la Construcción de Manresa
Sindicato del Transporte y Oficios Varios de Manresa
Sindicato de la Metalurgia de Manresa
Sindicato de la Madera de Manresa
Sindicato Fabril y Textil de Manresa
Sección Ferroviaria [de la Federación Nacional Ferroviaria?]de Manresa
Luz y Fuerza de Manresa
Sindicato de la Alimentación de Manresa
Sindicato de Piel de Manresa
Sindicato Único del Vidrio de Masnou
Sección de Ferroviarios [de la Federación Nacional Ferroviaria?]de Mar-
torell
Sindicato de Oficios Varios de Martorell
Sindicato de Oficios Varios de Montblanch
Sindicato Único de Trabajadores de Masroig
Sindicato Único de Trabajadores de Marsá
Sindicato Único de Trabajadores de Mora de Ebro
Sindicato Único de Trabajadores de Mora la Nueva
Sindicato Único de Trabajadores de Molá
Sindicato Único de Trabajadores de Mollet
Sindicato Único de Trabajadores de Monjos
Sindicato Único de Trabajadores de Navás
Sindicato Único de Trabajadores de Navarcles
Sindicato Único de Trabajadores de Olesa de Montserrat
Sindicato de la Construcción de Olot
Sindicato Único de Trabajadores de Pinell de Bray
Sindicato Único de Trabajadores de Pont de Vilumara
411
Sindicato Único de Trabajadores de Puigreig
Sindicato Único de Trabajadores de Pla de Cabra
Sindicato Único de Trabajadores de Premiá de Mar
Sindicato de Oficios Varios de Palafrugell
Sindicato de la Construcción de Palafrugell
Sindicato Único de Trabajadores de Papiol
Sindicato Único de Trabajadores de Pobla de Claramunt
Sindicato de Panaderos de Palamós
Sindicato de Pescadores de Palamós
Sindicato de Corchotaponeros de Palamós
Sindicato del Transporte de Palamós
Sección Ferroviaria [de la Federación Nacional Ferroviaria?]de Palamós
Sindicato Único de Trabajadores del Prat del Llobregat
Sindicato de Oficios Varios de Roda
Sindicato Único de Trabajadores de Reus
Sindicato Único de Trabajadores de Ripoll
Sindicato Único de Trabajadores de Rubí
Sindicato Único de Trabajadores de Rasquera
Sindicato Único de Trabajadores de Ribas del Fresser
Sindicato Único de Trabajadores de San Sadurní de Noya
Sindicato Único de Trabajadores de San Feliu del Llobregat
Sindicato Único de Trabajadores de San Baudilio del Llobregat
Sindicato Único de Trabajadores de San Vicente de Castellet
Sindicato Único de Trabajadores de San Hipólito de Voltregá
Sindicato Único de Trabajadores de San Quirico de Besora
Sindicato Único de Trabajadores de Sardañola-Ripollet
Sindicato Único de Trabajadores de Suria
Sindicato Único de Trabajadores de Sallent
Sindicato de Oficios Varios de San Juan de las Abadesas
Sindicato Único de Trabajadores de San Cugat del Vallés
Sindicato Único de Trabajadores de Santa Coloma de Queralt
Asociación del Calzado de Sitges
Sindicato Único de Trabajadores de San Feliu de Codinas
Sindicato Único de Trabajadores de San Feliu de Guixols
Sindicato de la Construcción de San Feliu de Guixols
Sindicato de Oficios Varios de San Feliu de Guixols
Sindicato de Cargadores y Descargadores de San Feliu de Guixols
Sindicato del Transporte de San Feliu de Guixols
Sindicato de Barberos de San Feliu de Guixols
Sindicato de Oficios Varios de Santa Coloma de Farnés
Sindicato Único de Trabajadores de San Celoni
412
Sindicato Único de Trabajadores de Serra de Almós
Sindicato Único de Trabajadores de San Juan de Vilatorrada
Sindicato Único de Trabajadores de San Menat
Sindicato del Transporte de Tarragona
Sindicato Petrolero de Tarragona
Sindicato de Oficios Varios de Tarragona
Sección Ferroviaria [de la Federación Nacional Ferroviaria?] de Tarragona
Sindicato de Mosaistas de Tarragona
Sindicato de Luz y Fuerza de Tarragona
Sindicato de Teléfonos de Tarragona
Sindicato Único de Trabajadores de Tortosa
Sindicato Único de Trabajadores de Tiana
Sindicato Único de Trabajadores de Torre del Español
Sindicato Único de Trabajadores de Tivisa
Sindicato Único de Trabajadores de Tordera
Sindicato Único de Trabajadores de Tremp
Sindicato Único de Trabajadores de Torregrosa
Sindicato Único de Trabajadores de Villanueva y Geltrú
Sindicato de Industriales de Valls
Sindicato de Trabajadores del Campo de Valls
Sindicato Único de Trabajadores de Vallmoll
Asociación Obrera de Vich
Sindicato Único de Trabajadores de Villafranca de Penedés
Sindicato Único de Trabajadores de Vilasar de Dalt
Sindicato Único de Trabajadores del Vendrell
Sindicato Único de Trabajadores de Vinebre
Sindicato de Esplugas de Francolí (adherido)
Sindicato Único de Trabajadores de Aytona (adhesión)
Sindicato de Sarreal (adhesión)
Sindicato Único de Trabajadores de Amer (adhesión)
Sindicato Único de Trabajadores de Monistrol de Montserrat (adhesión)
Sindicato Único del Caucho de Manresa (adhesión)
Sindicato Fabril y Textil de Olot (adhesión)
Sindicato Único de Trabajadores de San Juan de las Fonts (adhesión)
Sindicato Único de Trabajadores de San Lorenzo de Savall (adhesión)
Subsección Ferroviaria de Cataluña [Federación Nacional
Ferroviaria?](adhesión)
Subsección Ferroviaria de Vich [Federación Nacional Ferroviaria?](adhe-
sión)
Subsección Ferroviaria de Villanueva de Geltrú [Federación Nacional
Ferroviaria?](adhesión)
413
Apéndice III
414
Sindicato Único de la Construcción, de Oficios Varios y Campesinos, de
Luz y Fuerza, de Alimentación y Sindicato Fabril y Textil de Mataró
Sindicato Único de Vilasar de Mar
Sindicato Único de Caldas de Montbuy
Federación Comarcal de Valls-Montblanch
Comarca de Vendrell
Comité Comarcal de Granollers
Federación Comarcal de Olot
Sindicato Único de Olot
Federación Provincial de Lérida
Sindicato Único de Mayals
Sindicato Único de Almatret
Sindicato Único de Albesa
Sindicato Único de Tremp
Sindicato Único de Serós
Sindicato Único de Albatarrech
Sindicato Único de Alcarraz
Sindicato Único de Cervera
Comité Provincial de Reus
Sindicato Único de Reus
Ferroviarios de Reus
415
San Sadurni de Noya
Sindicato Único de Olesa de Montserrat
Sindicato Único de Cardona
Sindicato Único de Sabadell
Sindicato Únicode Navás
Sindicato Único de Balsareny
Sindicato Único de Gironella:
Sindicato Único de Capellades
Sindicato Único de Villafranca del Panadés
Sindicato Único de Vich
416
Sindicato Único de Palafrugell
Sindicatos Corchotaponero, de oficios Varios, del Transporte, de la Cons-
trucción, de Camareros, de Carga y Descarga de San Feliu de Guixols
Sindicato Único de San Juan de las Fonts
Sindicato Único de Figueras
Sindicato de Artes y Oficios Varios de Puigcerdá
Sindicato Único de Oficios Varios de La Bisbal
Sindicato Único de Llagostera
Apéndice IV
Barcelona (*)
Tarragona (*)
Lérida (*)
Gerona (*)
Arenys de Mar(*)
Calella (*)
Balaguer
Berga
La Bisbal d'Empordà (*)
Lérida (*)
417
San Feliu de Guíxols (*)
Les Borges Blanques
Cervera
Tárrega
Falset (*)
Figueras (*)
Gandesa
Granollers (*)
Mollet del Vallés (*)
Igualada (*)
Manresa (*)
Mataró (*)
Montblanch (*)
Olot (*)
Puigcerdá
Ripoll (*)
Reus (*)
Sabadell (*)
San Feliu del Llobregat (*)
Gavá (*)
Martorell (*)
Molins de Rey
San Baudilio del Llobregat (*)
Santa Coloma de Farnés (*)
La Seu d'Urgell
Solsona
Sort
Tarrasa (*)
Rubí (*)
Tortosa (*)
Tremp (*)
Valls (*)
Vendrell (*)
Vich (*)
Villafranca del Panadés (*)
San Sadurní de Noya (*)
Villanueva y la Geltrú (*)
418
BAIX LLOBREGAT:
- Cornellá
- Esparraguera
- Gavá
- Martorell
- Olesa de Montserrat
- Papiol
- Prat de Llobregat
- San Feliu de Llobregat
- San Baudilio de Llobregat
BARCELONÉS:
- Barcelona
- Badalona
- Hospitalet
MARESME:
- Arenys de Mar
- Arenys de Munt
- Calella
- Canet de Mar
- Mataró
- Malgrat
- Masnou
- Premiá de Mar
- Tiana
- Tordera
- Vilasar de Dalt
VALLÉS OCCIDENTAL:
- Caldas de Montbuy
- Moncada
- Rubí
- Sabadell
- Sardañola-Ripollet
- San Cugat del Vallés
- San Menat
- Tarrasa
- San Lorenzo de Savall (adhesión)
VALLÉS ORIENTAL:
- Granollers
- La Garriga
- Mollet
419
- San Feliu de Codinas
- San Celoni
ALT EMPORDÀ:
- Figueras
- Pont de Molins
BAIX EMPORDÀ:
- Calonge
- La Bisbal
- Palafrugell
- Palamós
- San Feliu de Guixols
GARROTXA:
- Olot
- San Juan de las Fonts (adhesión)
GIRONÉS:
- Cerviá
- Gerona
- Llagostera
- Salt
LA SELVA:
- Blanes
- Cassá de la Selva
- Santa Coloma de Farnés
- Amer (adhesión)
ALT CAMP:
- Cabra del Campo
- Figuerola
- Pla de Cabra
- Puigpelat
- Valls
- Vallmoll
ALT PENEDÉS:
- Monjos
- San Sadurní de Noya
- Villafranca del Panadés
BAIX PENEDÈS:
- Vendrell
GARRAF:
- Sitges
- Villanueva y Geltrú
TARRAGONÉS:
420
- Tarragona
BAIX CAMP
- Reus
CONCA DE BARBERÀ
- Esplugas de Francolí
- Montblanch
- Santa Coloma de Queralt
- Sarreal
PRIORAT:
- Bellmunt
- Cornudella
- Falset
- Figuera del Priorato
- Guiamets
- Masroig
- Marsá
- Molá
RIBERA:
- Ascó
- Flix
- Garcia
- Ginestar
- Mora de Ebro
- Mora la Nueva
- Rasquera
- Serra de Almós
- Torre del Español
- Tivisa
- Vinebre
BAIX EBRE:
- Tortosa
MONTSIÀ:
- Amposta
- La Cenia
TERRA ALTA:
- Pinell de Bray
CERDANYA:
------
OSONA:
- Manlleu
- Roda
421
- San Hipólito de VoltregáTorelló
- Vich
RIPOLLÈS:
- Campdevánol
- Ripoll
- Ribas del Fresser
- San Quirico de Besora
- San Juan de las Abadesas
ANOIA:
- Capellades
- Igualada
- Pobla de Claramunt
BAGES:
- Balsareny
- Callús
- Colonia Rosal
- Cardona
- Castell Vell y Vilar
- Manresa
- Navás
- Navarcles
- Pont de Vilumara
- San Vicente de Castellet
- Suria
- Sallent
- San Juan de Vilatorrada
- Monistrol de Montserrat (Adhesión)
BERGUEDÀ:
- Figols
- Gironella
- Puigreig
SOLSONÈS:
------
GARRIGUES:
- Torregrosa
- Arbeca
NOGUERA:
------
SEGARRA:
------
SEGRIÀ:
422
- Lérida
- Aytona (adhesión)
URGELL:
------
ALT URGELL:
------
PALLARS JUSSÀ:
- Tremp
PALLARS SOBIRÀ:
------
VALL D'ARAN:
------
Apéndice V
Barcelona (*)
423
Tarragona
Lérida (*)
Gerona (*)
Arenys de Mar(*)
Calella (*)
Balaguer
Berga
La Bisbal d'Empordà (*)
San Feliu de Guíxols (*)
Les Borges Blanques
Cervera (*)
Tàrrega
Falset
Figueras (*)
Gandesa
Granollers (*)
Mollet del Vallès (*)
Igualada
Manresa (*)
Mataró (*)
Montblanch (*)
Olot (*)
Puigcerdá (*)
Ripoll (*)
Reus (*)
Sabadell (*)
San Feliu del Llobregat
Gavá (*)
Martorell (*)
Molins de Rey
San Baudilio del Llobregat
Santa Coloma de Farnés
La Seu d'Urgell
Solsona
Sort
Tarrasa (*)
Rubí
Tortosa (*)
Tremp (*)
Valls (*)
424
Vendrell (*)
Vich (*)
Villafranca del Panadés (*)
San Sadurdí de Noya
Villanueva y la Geltrú (*)
BAIX LLOBREGAT:
- Cornellá
- Gavá
- Martorell
- Olesa de Montserrat
BARCELONÈS:
- Barcelona
- Badalona
- Hospitalet
MARESME:
- Arenys de Mar
- Arenys de Munt
- Argentona
- Calella
- Caldetas
- Canet de Mar
- Mataró
- Masnou
- Pineda
- Premiá de Mar
- Vilasar de Dalt
VALLÈS OCCIDENTAL:
- Caldas de Montbuy
- Sabadell
- Sardañola-Ripollet
- Tarrasa
VALLÈS ORIENTAL:
- Granollers
- Mollet
ALT EMPORDÀ:
- Figueras
425
BAIX EMPORDÀ:
- La Bisbal
- Palafrugell
- San Feliu de Guixols
GARROTXA:
- Olot
- San Juan de las Fonts (adhesión)
GIRONÉS:
- Cerviá
- Gerona
- Llagostera
- Salt
LA SELVA:
- Blanes
- Lloret de Mar
ALT CAMP:
- Valls
ALT PENEDÈS:
- Monjos
- San Sadurní de Noya
- Villafranca del Panadés
BAIX PENEDÈS:
- Vendrell
GARRAF:
- Villanueva y Geltrú
TARRAGONÈS:
BAIX CAMP
- Reus
CONCA DE BARBERÀ
- Montblanch
PRIORAT:
- Bellmunt
- Masroig
- Marsá
- Molá
- Porrera
RIBERA:
- Ascó
- Benisanet
- Flix
- Garcia
426
- Ginestar
- Mora de Ebro
- Mora la Nueva
- Ribarroja
- Serra de Olmos
- Torre del Español
- Tivisa
- Vin
- Perelló
BAIX EBRE:
- Tortosa
MONTSIÀ:
- Amposta
- La Cenia
TERRA ALTA:
- Batea
- Fatanella
CERDANYA:
- Puigcerdá
OSONA:
- Manlleu
- Roda de Ter
- San Hipólito de Voltregá
- Torelló
- Vich
RIPOLLÈS:
- Capdevanol
- Ripoll
- Rivas [sic]del Fresser
- San Quirico de Besora
ANOIA:
- Capellades
BAGES:
- Balsareny
- Cardona
Castell Vell y Vilar
- Manresa
- Navás
- Navarcles
- San Vicente de Castellet
- Suria
427
- Sallent
- Monistrol de Montserrat
BERGUEDÀ:
- Gironella
- Puigreig
SOLSONÈS:
GARRIGUES:
- Arbeca
- Granadella
NOGUERA:
- Albesa
SEGARRA:
- Cervera
SEGRIÀ:
- Albaterrech
- Alcarraz
- Alguaire
- Almatret
- Aytona
- Lérida
- Mayals
- Serós
URGELL:
ALT URGELL:
PALLARS JUSSÀ:
- Tremp
PALLARS SOBIRÀ:
VALL D'ARAN:
428
NOTAS
1. Se han utilizado para la afiliación a la CRT: Memoria del Congreso celebrado en el Teatro de la
Comedia de Madrid los días 10/18 de diciembre de 1919, Barcelona, 1932; Memoria del Congreso
extraordinario celebrado en Madrid los días 11/16 de junio de 1931, Barcelona,1932; Memorias de
los Comicios de la Regional catalana celebrados los días 31 de mayo y 1 de junio y 2/4 de agosto
de 1931, Barcelona, 1931; Memoria del Pleno regional de Sindicatos Únicos de Cataluña celebra-
do en Barcelona del 5/13 de marzo de 1933, Barcelona, 1933; "Los Sindicatos representados en el
segundo Congreso Nacional extraordinario d e la CNT", Solidaridad Obrera, 6-V-1936 y 8-V-1936.
Para la división comarcal: Diccionari Nomenclàtor de pobles i poblats de Catalunya [2ª], Editorial
Aedos, Barcelona, 1962, Apèndix III, pp. 559-567. Se han hecho las oportunas comprobaciones en
Generalitat de Catalunya, Divisió Territorial de Catalunya per vegueries, comarques i municipis,
Barcelona, 1937 (edición facsímil editada por Seix Barral, Barcelona, 1977). Para la población:
Generalitat de Catalunya, Població de Catalunya, 1936, Barcelona, 1937. También, Emili Giralt i
Raventós (dir.): El desarrollo industrial de Cataluña. La Población en Cataluña y en las demás
regiones españolas, 1857-1960, Barcelona, 1968, pp. 46-48.
2. Relación facilitada por CRT de Cataluña: Memoria del Pleno regional de Sindicatos Únicos de
Cataluña celebrado en barcelona del 5 al 13 de marzo de 1933, Barcelona: Talleres Gráficos Alfa,
1933, pp. 5-9. Se ha respetado el orden alfabético de los diversos núcleos sindicales locales ya que
es como éstos aparecen, aunque con muchas excepciones, en el listado del "comicio" regional. Tal
ordenación sólo ha sido alterada en algunos casos para visualizar mejor la estructura territorial de la
CRTC y por ello las Federaciones Locales, Comarcales y la Regional antecede a los sindicatos loca-
les. Así mismo se ha respetado la grafía con que en la Memoria confederal aparecen los nombres de
las diversas localidades.
3. A estas organizaciones territoriales, deben añadirse la Federación Local de Sindicatos de Manresa,
la Local de Mataró, la Local de Lérida, la Comarcal de San Feliu de Guixols; la Comarcal de Sin-
dicatos VIgatana, Ter y Fresser; y, por último,la Comarcal del Bajo Llobregat. Aunque no aparecen
en el listado de 1936, todas ellas fueron a la Conferencia Regional de enero de 1936 y cabe supo-
ner, por tanto, que también estaban organizadas cinco meses más tarde, en mayo del mismo año.
(Memorias de la Conferencia Regional Extrordinaria celebrada los días 25/27 de enero de 1936,
CRT de Cataluña, Barcelona, 1936, pp. 122-127).
4. A señalar que a las Federaciones Comarcales la CRTC les atribuía en este listado sólo los sinidca-
tos de la localidad en que residía el Comité Comarcal habiéndose respetado este criterio. Así mismo
no ha habido más remedio que respetar el orden de relación anarcosindicalista en otras comarcales,
por ejemplo la del Litoral o el Cardones y el Alto Llobregat, ya que por no coincidir con los crite-
rios establecidos por la "Divisió Territorial" es imposible establecer sus límites y alcance.
5. Presumiblemente de Osona.
6. "Los Sindicatos representados en el segundo Congreso Nacional Extraordinario d e la CNT" Soli-
daridad Obrera, 6-V-1936 y 8-V-1936.
429
7. A estas organizaciones territoriales, deben añadirse la Federación Local de Sindicatos de Manresa,
la Local de Mataró, la Local de Lérida, la Comarcal de San Feliu de Guixols; la Comarcal de Sin-
dicatos VIgatana, Ter y Fresser; y, por último,la Comarcal del Bajo Llobregat. Aunque no aparecen
en el listado de 1936, todas ellas fueron a la Conferencia Regional de enero de 1936 y cabe supo-
ner, por tanto, que también estaban organizadas cinco meses más tarde, en mayo del mismo año
(Memorias de la Conferencia Regional Extrordinaria celebrada los días 25/27 de enero de 1936,
CRT de Cataluña, Barcelona, 1936, pp. 122-127).
8. El listado de Solidaridad Obrera incluye algún pueblo de la comarca de la Ribera como Ginesta y
Mora la Nueva y aquí hemos preferido respetar esta ordenación.
9. Realizado a partir de CRT de Cataluña: Memoria del Pleno regional de Sindicatos Únicos de Cata-
luña celebrado en Barcelona del 5 al 13 de marzo de 1933 (Barcelona: Talleres Gráficos Alfa,
1933) pp. 5-9.
10. Para esta clasificación se ha tomado la de la "Divisió Territorial de Catalunya per la Conselleria
d'Economía d e la Generalitat", cifra Diccionari Nomenclàtor de pobles i poblats de Catalunya
[2ª], Editorial Aedos, Barcelona, 1962, pp. 547 y ss.
11. "Los Sindicatos representados en el segundo Congreso Nacional Extraordinario de la CNT" Soli-
daridad Obrera, 6-V-1936 y 8-V-1936.
12. Para esta clasificación se ha tomado la de la "Divisió Territorial de Catalunya per la Conselleria
d'Economía d e la Generalitat", cifra Diccionari Nomenclàtor de pobles i poblats de Catalunya
[2ª], Editorial Aedos, Barcelona, 1962, pp. 547 y ss.
430
13. Milicianos anarquistas de Barcelona: inserción urbana
y perfil social, 1930-1936
José Luis Oyón
Carlos Calvo
431
del área de Barcelona para conocer sus áreas urbanas de procedencia. Es un pri-
mer intento de sopesar desde los hechos la presencia del anarquismo más com-
prometido y radical en las barriadas de la aglomeración barcelonesa. La fuen-
te manejada ha sido Solidaridad Obrera. Hemos anotado desde finales de julio
hasta finales de diciembre del 36 diferentes noticias enviadas al frente de fami-
liares muy directos que declaraban su dirección. Las primeras noticias, sin un
encabezamiento específico, se solían incluir en una sección del diario de "Avi-
sos y comunicados". Posteriormente, fueron apareciendo mayoritariamente en
otra columna más definida denominada "Buzón del miliciano"3. En esas breví-
simas misivas se solicitaba conocer el paradero del joven miliciano que había
acudido al frente, o simplemente se informaba del buen estado de salud del
interesado o de sus allegados: compañeras/esposas o madres -los casos más fre-
cuentes-, hermanos u otros parientes próximos -los menos. Con el transcurrir
de los meses, las demandas más urgentes sobre el paradero y estado de salud
del recién enrolado iban dando paso a solicitudes más cotidianas de simple
correspondencia, envío de paquetes, etc. La dirección de los parientes directos
con los que el miliciano cruzaba la correspondencia permite en teoría situar su
domicilio con precisión. En el caso de los padres o de las esposas la domicilia-
ción del voluntario puede asegurarse con total fiabilidad. En los casos menos
habituales donde los interesados por noticias eran las novias o hermanos se ha
inferido el barrio de residencia del miliciano a través de la localización del
domicilio de aquéllos, habida cuenta de la gran proximidad que en la Barcelo-
na de los años 30 observaban tanto los futuros cónyuges, como los parientes
más cercanos4. Hemos podido anotar en total 327 direcciones dentro del área
de Barcelona. Su mapificación forma la primera parte de este trabajo. El análi-
sis de las hojas familiares del Padrón de Barcelona de 1930, nos ha permitido
también conocer el oficio, condiciones de vivienda, de familia e inmigración de
unos cuantos milicianos barceloneses que habitan en la ciudad en esa fecha.
Hemos podido establecer así un primer perfil del miliciano que abordamos en
las segunda parte de nuestra intervención.
432
te para garantizar un salario decente a sus familias (10 pesetas diarias). Esas
críticas fueron furibundamente respondidas desde Solidaridad Obrera. Segu-
ramente esas alusiones podrían responder a situaciones desesperadas de algu-
nas familias, pero no pueden de ninguna manera generalizarse ni creemos que
reflejasen la norma. Con el paso de las semanas, cada ataúd llegado del fren-
te iba dejando claro el auténtico compromiso político de los milicianos. Un
segundo problema tiene que ver con la misma representatividad de la fuente.
No estamos seguros de que la totalidad de los milicianos de los que daba noti-
cia Solidaridad Obrera perteneciesen a las columnas anarquistas. La mayoría
de los voluntarios que acudieron al frente en los primeros meses se encuadra-
ron en las mismas y es lógico suponer además que el principal portavoz del
cenetismo en la ciudad diera cuenta sobre todo de las noticias relacionadas con
sus propios militantes. Muchas veces aparecen reseñados la columna, centuria
y grupo al que pertenecía el interesado y podemos asegurar su adscripción a
las filas anarquistas5. Pero eso no ocurre siempre. Una vez eliminados de la
lista los milicianos de las columnas o unidades comunistas, ugetistas y de la
izquierda catalanista que explícitamente se indicaban en las notas de prensa,
queda siempre la duda de adscribir sin más a las filas anarquistas a los mili-
cianos restantes. Queda finalmente por discutir la cobertura de la fuente. Los
327 domicilios localizados parecen muy pocos para dar una idea del alista-
miento a las milicias anarquistas6. Hemos podido subsanar en parte esa esca-
sa cobertura. La hemos ampliado para la ciudad de Barcelona con dos fuentes
complementarias que tendremos ocasión de comentar. Primero, una serie de
telegramas llegados desde el frente, otra sección específica de Solidaridad
Obrera que recogió hasta octubre del 36 unas mil direcciones de milicianos o
personas allegadas. En segundo lugar, un pequeño añadido de nuevos milicia-
nos cuyos nombres aparecen citados en dicho diario sin indicar dirección de
referencia y que nos ha permitido rastrear cerca de un centenar de voluntarios
más en el Padrón barcelonés de 1930 antes aludido. La consulta de esas 1.100
direcciones adicionales no está en contradicción como veremos con nuestra
lista restringida, sino que más bien corrobora su validez.
Hechas estas advertencias, hemos dibujado a grandes trazos los barrios de
mayor presencia miliciana en la ciudad y sus cuatro municipios de influencia
urbana: Badalona, Sant Adrià, Santa Coloma y L´Hospitalet. El plano 1 dibuja
en el área de Barcelona los 327 milicianos apuntados de Solidaridad Obrera.
Tres zonas destacan a primera vista: el Raval central, en la ciudad histórica, y
la Torrassa y Badalona en los márgenes de la ciudad (todas ellas con 21 mili-
cianos reseñados). La presencia de esas zonas (las más jornaleras, de más
reciente inmigración y de condiciones de vida más precaria de la ciudad, como
se verá) queda reforzada al comprobar que muchos de los barrios que aparecen
en un segundo escalón se sitúan también en esos dos grandes escenarios urba-
433
nos. La Barceloneta es un importante barrio que envía milicianos anarquistas
al frente (15) y algo parecido, aunque de forma no tan marcada, ocurre en Sant
Pere-Santa Caterina (10), Santa Mónica y Ciutat Vella Sud (8). En las zonas
periféricas destacan los municipios limítrofes -Sant Adrià (10), Santa Coloma
(8)-, los cuatro grupos de Casas Baratas (11), los espacios fronterizos entre
Sants, Les Corts y la Izquierda del Ensanche en torno a la Colonia Castells (11),
Collblanch (9), o el área oriental de Sant Martí (8). Por supuesto, no todos los
barrios que envían milicianos caen en esos dos grandes apartados. Los viejos
barrios obreros y populares aportaban un importante contingente de voluntarios
al frente: Sants (19), el Poble Sec (9), Gràcia (8), el Poble Nou, el Clot o Fort
Pius (7). Pero se encuentran bastante por debajo de lo esperable, sobre todo si
relacionamos el aporte real de milicianos con la población. Aproximadamente
un 60% del total de voluntarios enrolados en las milicias anarquistas procedí-
an de los dos grandes escenarios urbanos citados: los barrios más jornaleros e
inmigrantes del Centro Histórico y el cinturón periférico formado por los muni-
cipios limítrofes y las nuevas periférias barcelonesas del período de entregue-
rras. En el extremo opuesto, las áreas ricas de la ciudad apenas aparecen dibu-
jadas en nuestro plano. Un espacio extremadamente vacío agrupa las áreas
mejores de Ciutat Vella y continúa hacia el Ensanche Central hasta llegar a San
Gervasi y la Bonanova. El poblado Ensanche y los suburbios ricos aportan solo
uno de cada diez de los milicianos localizados.
En el gráfico 1 se han representado las distintas áreas de la ciudad y su cin-
tura en seis grandes agregados espaciales. En cada uno de ellos se ha dividido
el número de milicianos totales enviados al frente por la población. Es una
manera de amortiguar las interpretaciones desvirtuadas que resultan de consi-
derar áreas espaciales demasiado pequeñas. En un extremo del gráfico pueden
verse, claramente destacados de los demás agregados, los dos grandes anillos
del cinturón periférico: el de las segundas periferias y el de los municipios
limítrofes, ambos de crecimiento explosivo durante el período de entreguerras.
Aportan más del doble de los voluntarios esperables dada su población. Con
solo un 18% de la población total considerada, ese cinturón periférico de la
ciudad contribuía con cerca del 40% del total de voluntarios anarquistas. En
el otro extremo del gráfico los suburbios ricos y el Ensanche contribuyen,
como es lógico, con la mitad o menos de los voluntarios esperables. Entre esos
dos extremos, otros dos agregados rondan la media de la ciudad: el del Cen-
tro Histórico, ligeramente por encima, y el los suburbios populares, ligera-
mente por debajo. En realidad, el conjunto del Centro Histórico queda mejor
explicado si lo dividimos en dos subagregados espaciales de características
bien diferentes: el formado por los barrios más densificados de la inmigración
(Barceloneta, Raval Central-Santa Mónica y Sant Pere-Santa Caterina) que se
situarían en la raya del 150, más próximos por tanto a los dos agregados peri-
434
féricos, y el del resto de barrios del Centro Histórico, en la raya del 60, más
cercanos a los dos agregados ricos.
El plano 2 recoge en detalle los barrios de mayor aporte relativo de mili-
cianos. Al dividir el número de milicianos enviados a las columnas anarquistas
por la población del barrio, se da una primera idea del grado de implicación en
las milicias, del impacto de los primeros meses de guerra en la vida cotidiana
de esas áreas urbanas. Es de alguna forma una manera de medir la relevancia
del compromiso anarquista, su influencia en los jóvenes de las barriadas. El
plano ha de tomarse por el momento con todas las reservas, dada la exigüidad
de las cantidades que han servido de base para el cálculo. Aunque sea solo ten-
tativo, pensamos que merece un comentario. A excepción del conjunto Sant
Pere-Santa Caterina, todos los barrios representados en el plano sobrepasan al
menos en un 50% la media de voluntarios del área de Barcelona. Como puede
observarse, la distribución de esos barrios es extremadamente excéntrica. Las
barriadas de mayor aporte relativo de milicianos anarquistas se sitúan sin dis-
cusión en la periferia, destacando la Torrassa, Sant Adriá y Santa Coloma en el
cinturón más excéntrico. La información permite generalmente discernir el
detalle de los distintos espacios de esos municipios, pero un análisis detallado
de los voluntarios de Santa Coloma pone de manifiesto que la contribución de
los nuevos barrios inmigrantes recién formados superó claramente a la del cen-
tro tradicional7. En el cinturón excéntrico interior, ya en el municipio de Bar-
celona, donde sí figuran direcciones exactas en nuestra fuente, las "segundas
periferias" se dibujan con extrema claridad: los cuatro grupos de Casas Bara-
tas, Collblanch, la parte oriental de Sant Martí, los futuros Nou Barris o algu-
nas parcelaciones, no tan excéntricas pero también de nueva formación, como
el área de la Colonia Castells, la zona de levante de Gràcia o la barriada del
Hospital de Sant Pau. De los suburbios populares del Ochocientos, que agru-
paban la mayor parte de la población obrera barcelonesa, apenas hay rastro.
Tradicionales barrios del obrerismo barcelonés, como Sants, Hostafranchs, el
Poble Nou, el Poble Sec, la Sagrera o el Camp de l´Arpa no sobrepasan nunca
la media de la ciudad en cuanto a aporte relativo de voluntarios y mucho menos
otros núcleos obreros y populares tradicionales como Sant Andreu o Gràcia.
Sòlo sobresalen en el plano algunos pequeños barrios de frontera entre el
Ensanche y el Clot, como Fort Pius y el Poblet. Como era de esperar, ni el
Ensanche ni lo suburbios ricos asoman en el plano. El Centro Histórico es otro
de los grandes agregados destacables, especialmente realzado por el gran vacío
que lo rodea. Es un Centro Histórico que queda limitado, no obstante, a sus
áreas más densificadas. La Barceloneta, el Raval Central y Santa Mónica,
zonas que ya habían destacado en las inciertas jornadas de julio, son los bas-
tiones fundamentales de envío de milicianos al frente.
Tenemos algunas pistas para comprobar la pertinencia de nuestros resulta-
435
dos. La lista de cerca de un centenar de milicianos adicionales que hemos
podido rastrear en el Padrón de Habitantes de Barcelona de 1930 los confir-
ma. Las segundas periferias y el Centro Histórico más densificado permane-
cen como áreas mayores de provisión de milicianos anarquistas al frente.
Agrupan cerca de la mitad de los voluntarios barceloneses llegados al frente
para una población que representaba el 22% de la ciudad. Las segundas peri-
ferias son las más significativas al aportar ellas solas el 27% del contingente
de voluntarios para una población de solo un 10% del total. De todas formas
no deja de ser una pequeña lista adicional. Una manera indirecta de compro-
bar la validez de estos resultados es acudir al análisis de las listas de telegra-
mas enviados desde el frente. La fuente es en este caso de extensa cobertura,
pero no está exenta de problemas si la queremos comparar con la lista de 327
milicianos. Son algo más de mil telegramas enviados desde el frente que fue-
ron apareciendo publicados en Solidaridad Obrera hasta primeros de octubre
del 36. Al no poder ser entregados a sus destinatarios por tener señas incom-
pletas -nombre o dirección insuficientes o quizás porque el destinatario no se
hallaba en el domicilio, se rogaba acudir a Telégrafos a recogerlos. Salvo raras
excepciones, las listas que iban apareciendo publicadas se refieren al munici-
pio de Barcelona, por lo que solo podemos cotejar sus resultados con los de
nuestra lista de milicianos anarquistas de dicho municipio. La lista no distin-
gue tampoco entre los milicianos de las columnas anarquistas y los de las otras
columnas no anarquistas presentes en los distintos frentes, como las recluta-
das por el POUM, el PSUC-UGT y los partidos catalanistas. Además, al no
conocer el nombre del miliciano remitente, no podemos asegurar que se envia-
se más de un telegrama por cada miliciano, con lo cual los datos pueden venir
sesgados hacia los más proclives al uso del telégrafo. Queda finalmente la
misma imprecisión de las direcciones y de sus destinatarios8.
A pesar de estas reservas, el gráfico 2 es lo suficientemente elocuente
como para corroborar lo que hasta ahora eran solo esbozos sobre listas no sufi-
cientemente amplias. Para el municipio de Barcelona, no cabe duda de que las
segundas periferias eran en términos relativos el mejor vivero de voluntarios.
Su representación excede en un 75% la media de la ciudad. El Centro Histó-
rico es el segundo gran vivero, aunque a una cierta distancia del primero (un
27% más de la media barcelonesa). En términos absolutos, reúnen ambos
cerca del 50% de los telegramas llegados desde el frente, para una población
de aproximadamente un tercio del total de la ciudad. Las suburbios obreros y
populares siguen ligeramente por debajo de lo esperable y otra vez los agre-
gados de Ensanche y suburbios ricos son los menos representados. Al compa-
rar este gráfico con el gráfico 1, hay que hacer no obstante una importante pre-
cisión. Si bien los grandes agregados espaciales se confirman, las distancias
entre ellos disminuyen. Eso se debe principalmente a la mayor presencia de
436
los agregados menos representados, los de suburbios ricos y Ensanche. Si en
la distribución de los milicianos anarquistas tales agregados alcanzaban solo
un 12% del total de Barcelona ciudad, su representación ha ascendido ahora
al 23%. El Ensanche es el caso más ilustrativo de desacuerdo entre las dos
fuentes. De una presencia de solo un 9% su participación ha subido ahora
hasta el 19%. Habida cuenta de la inclusión en la fuente de milicianos no anar-
quistas, es lógico suponer que este ascenso de los barrios ricos y medios de la
ciudad y, más en general, el acercamiento de las distancias entre agregados se
deba a una localización diferenciada de milicianos comunistas y catalanistas
en estos barrios. Posteriores investigaciones habrán de mostrar si es cierto este
diferente perfil residencial del miliciano no anarquista y, por extensión, la dis-
paridad geográfica de la militancia del POUM, del PSUC o de la izquierda
catalanista respecto a la militancia cenetista.
Nuestro argumento sin embargo es que la distribución en Barcelona de los
telegramas llegados desde el frente confirma la mayoría de las áreas de reclu-
tamiento de milicianos anarquistas que habíamos esbozado en la otra fuente.
En efecto, destacan otra vez la mayor parte de barrios de las nuevas periferias:
el área oriental de Sant Martí, Collblanch, la zona de la Colonia Castells, la
barriada del Hospital de Sant Pau, el Carmel y Can Baró, el área de los futu-
ros Nou Barris, la zona de levante de Gràcia, las Casas Baratas, Vallcarca,…
En el Centro Histórico, sobresalen de nuevo Santa Mónica, el Raval Central y
la Barceloneta. Y entre los viejos suburbios obreros y populares vuelven a
señalarse el Clot y Fort Pius como casos excepcionales. En suma, toma cuer-
po la idea de que fueron los barrios de más reciente formación del cinturón
barcelonés y los barrios del Centro Histórico densificado los bastiones más
importantes de reclutamiento de milicianos. El impacto de la guerra y la revo-
lución debió ser en consecuencia más inmediato y más sentido en la vida coti-
diana de esas zonas de mayor aflujo relativo de jóvenes voluntarios al frente,
que en el resto de barriadas obreras de Barcelona.
Diversos hechos adicionales avalan la sospecha fundada de esa mayor
inmediatez de la guerra y la revolución en ese conjunto de barriadas. En pri-
mer lugar, la presencia destacada en muchas de estas zonas de activos Comi-
tés Revolucionarios de Barriada. Originados en las filas cenetistas los días
previos al esperado golpe militar del 19 de julio, los Comités de Defensa
tuvieron un decisivo papel en la triunfante contraofensiva revolucionaria.
Convertidos en Comités Revolucionarios de Barriada -aunque la nomenclatu-
ra en algunos casos se mantuvo-, asumieron el poder territorial en Barcelona
desde entonces y, durante los meses en los que se mantuvieron activos, se ins-
talaron en locales ocupados que fueron progresivamente ampliando. Organi-
zados en un Comité Local de Coordinación Revolucionaria, su inicial función
de vigilancia y control militar del barrio fue ampliándose a las funciones de
437
incautación de bienes abandonados, ocupación de tierras, etc. Parece que
desde el primer momento estos comités ejercieron también funciones de alis-
tamiento y adiestramiento de los primeros voluntarios que partieron al frente
desde el 23 de julio. A esas funciones se sumaron la de abastecimiento de ali-
mentos para las milicias -asociando muchas veces al local del Comité propia-
mente dicho un almacén de abastos- y la de la relación en general con los
voluntarios del barrio. Otras tareas iban desde la organización de mítines de
apoyo, la apertura de suscripciones y recogida de donativos para el frente, a la
organización de espectáculos y festivales para recaudar fondos. La imbrica-
ción entre milicias y comités revolucionarios de barriada parece en cualquier
caso grande, como nos explica Sara Berenguer en sus memorias del Comité
Revolucionario de Las Corts. Los Comités Revolucionarios de barriada fun-
cionaban de hecho como comités de milicias a la escala local9.
El cuadro 1 lista todos los comités de los que hemos podido tomar nota en
Solidaridad Obrera hasta finalizar 1936. Junto a los comités de los barrios
obreros y populares tradicionales, como los de Sants, el Poble Nou, Gràcia o
Sant Andreu, aparecen en la lista un buen número de comités en las zonas de
mayor presencia relativa de milicianos. En el ámbito del Centro Histórico, se
confirman los enclaves de la Barceloneta y el Raval y aparecen también los
barrios de Sant Pere-Santa Caterina. En las segundas periferias barcelonesas
hubo comités en los barrios de la Trinitat y Verdum, en el área de la Colonia
Castells -luego trasladado al centro del distrito-, en Can Tunis y en el área
comprendida entre las barriadas del Hospital de Sant Pau y del Poblet. Los
cuatro núcleos de Casas Baratas tuvieron, como se ve, un comité (o subcomi-
té) revolucionario. Todos los núcleos centrales de los cuatro municipios peri-
féricos se dotaron igualmente de un comité10 y lo hubo además en varios de los
nuevos barrios consolidados en esos municipios en los años de entreguerras,
como fue el caso de La Torrassa y Santa Eulàlia en l´Hospitalet y del barrio de
la Salut en Badalona. Algunos de los núcleos citados fueron muy activos en la
organización de tareas relacionadas con la Revolución y las milicias. Si hemos
de hacer caso del número de reseñas de Solidaridad Obrera más o menos rela-
cionadas con actividades de apoyo a las milicias y la Revolución, parece que
fueron especialmente dinámicos los de La Torrassa, las Casas Baratas, Barce-
loneta, además de los de Sants, el Poble Nou, les Corts, Santa Coloma y l´Hos-
pitalet11. Las noticias respecto a las milicias confederales son algunas veces
explícitas, no sólo en lo referente al abastecimiento de alimentos y ropas de
abrigo a los voluntarios y la celebración de sorteos, festivales y actos para
recaudar fondos, sino también respecto a la salida de milicianos al frente. En
la Barceloneta se nos explica que más de 150 militantes del barrio acudieron
al frente desde los primeros momentos de la movilización. En Santa Coloma,
a finales de año, sabemos de la existencia de unos 600 voluntarios en los dis-
438
tintos frentes. El 11 de septiembre, un largo artículo nos recuerda la salida de
la batería "Sacco y Vanzetti" desde las Casas Baratas de Horta y su recorrido
en un ambiente de entusiasmo hasta la estación de la Sagrera. Algunas alusio-
nes aparecen también en Can Tunis y Badalona12.
La existencia de un caldo de cultivo que hacía de estas zonas auténticos
viveros de jóvenes milicianos puede confirmarse en segundo lugar al analizar
la implantación de las Juventudes Libertarias. Los jóvenes faístas del área de
Barcelona tuvieron una distribución territorial en la que destacan sin lugar a
dudas las barriadas que venimos comentando. Aunque nos consta que la lista
es incompleta, en ese mismo cuadro 1 pueden verse otra vez muchas coinci-
dencias con las áreas de mayor aflujo relativo de milicianos. Vuelven a iden-
tificarse las zonas de casco antiguo de la Barceloneta, el Raval y Sant Pere. En
las áreas periféricas de Barcelona, la lista es extensa. Los locales de las Juven-
tudes Libertarias se repartían por Can Baró, la zona obrera de les Corts, los
grupos de Casas Baratas, la barriada del Hospital de San Pablo, el Carmel, la
Trinitat, Santa Eulàlia y Vallcarca. Los jóvenes faístas de los municipios limí-
trofes disponían al menos de locales en los centros de Badalona, Hospitalet,
Santa Coloma y Sant Adriá, y en los barrios de la Salut (Badalona), La Torra-
sa y Santa Eulàlia (Hospitalet). Los miembros de las Juventudes desempeña-
ron un papel de primera línea a la hora de sofocar el movimiento faccioso y,
como se sabe, muchos se alistaron a continuación en las primeras columnas al
frente, tal como anota Solidaridad Obrera en diversos pasajes dedicados a la
Barceloneta o Santa Coloma"13. Lo mismo que ocurrió en los Ateneos Liber-
tarios14. Aunque nuestra lista de ateneos anotados en 1936 es también incom-
pleta y apunta bastantes ateneos de muy reciente formación, no deja de refle-
jar muchas de las barriadas reseñadas: los núcelos más densificadas del Cen-
tro Histórico y los especiales enclaves del Clot, el Poblet y Fort Pius en el
apartado de suburbios del siglo XIX. Según el diario confederal, de algunos
de estos ateneos -Barceloneta, Poblet, Carmel- partieron jóvenes a engrosar
las columnas confederales durante la segunda mitad de dicho año.
Aunque, como se ve en nuestra lista, el número de Comités y locales de
Juventudes Libertarias del cinturón de Barcelona supera al de los agregados del
Centro Histórico, del Ensanche y de los suburbios ricos, todas estas informa-
ciones periodísticas requieren una mínima ojeada crítica. La aparición, por
ejemplo de una reseña sobre un barrio periférico en el órgano de mayor difu-
sión de la prensa confederal15 podía deberse a la simple necesidad de asegu-
rarse una mínima audiencia, de dar un cierto eco a esos apartados arrabales. El
establecimiento de subcomités revolucionarios, como los de los grupos de
Casas Baratas por ejemplo, obedeció seguramente a la misma necesidad de
control militar de zonas muy aisladas y no sólo a la profundidad del senti-
miento revolucionario. De todas formas, la radicalidad de las luchas de las
439
Casas Baratas en numerosos episodios de los años 30 es perfectamente demos-
trable ojeando la prensa confederal desde la misma caída de la Dictadura. Y lo
mismo puede decirse de otros barrios del cinturón periférico, como la Trinitat,
Santa Coloma, Sant Adrià, o La Torrassa16. Hay que avisar también de que las
noticias de Solidaridad Obrera que hablan de la existencia de comités revolu-
cionarios de barriada, Juventudes Libertarias o ateneos no pueden equipararse
sin más. Los ateneos de los viejos suburbios obreros y populares tenían una
más larga tradición en sus barrios y una afiliación indudablemente más alta.
Sus Juventudes Libertarias parecen asímismo numéricamente más fuertes17.
Pero por los pocos datos que tenemos, la representación de algunas de las nue-
vas barriadas no era para nada despreciable, tanto en Barcelona como en los
municipios limítrofes. En definitiva, es cierto que las informaciones reseñadas
obligan a tomar los datos de implantación de algunas instituciones anarquistas
con extrema precaución y pueden hacernos magnificar la dimensión del fenó-
meno del compromiso militante de los bastiones radicales apuntados. Pensa-
mos, de todas formas, que el cruce de estos datos con los de la aportación de
milicianos al frente y con la misma historiografía hasta ahora existente sobre
alguno de estos barrios coincide lo bastante como para suponer con fundamen-
to la existencia de un compromiso firme e inmediato de todas estas barriadas
en la Guerra y en la Revolución, un compromiso asentado seguramente en la
presencia de un ambiente previo y de una atmósfera urbana favorable que actuó
de catalizador de la inmediata respuesta en defensa de la nueva situación revo-
lucionaria.
Explicar ese contexto urbano, ese ambiente barrial en el que habían crecido
los voluntarios ha sido otra de nuestras preocupaciones ¿Quiénes eran realmen-
te los milicianos que acudieron en los primeros momentos al frente? ¿Cuáles sus
características sociales, de vivienda, familiares?... Una primera vía indirecta de
aproximación es conocer las características de los barrios de procedencia. El
Padrón de Habitantes de 1930 permite unas primeras hipótesis de partida para la
ciudad de Barcelona18. Si hemos de definir una característica común a todos los
barrios de mayor presencia relativa de milicianos, habría que señalar sin duda a
la inmigración reciente como un factor explicativo principal. Parece que el mili-
ciano tipo proviene de los barrios donde la presencia de mano de obra de recien-
te llegada a la ciudad y en principio poco cualificada es la pauta. El plano 3 expli-
ca la coincidencia general de barrios de mayor presencia miliciana con los de
mayor relevancia de los más recientemente llegados. Son habitualmente los
barrios de menor presencia catalana y máxima concentración de los llegados en
440
los últimos veinte años (especialmente de murcianos, andaluces y valencianos)
los mejores viveros de milicianos. Otros factores secundarios son comunes a
estas barriadas, como las altas tasas de analfabetismo. Para las segundas perife-
rias, habría que añadir alguno más, como la cohabitación, el hacinamiento y la
destacada presencia de formas de infravivienda ( barracas y pasillos).
¿Podemos dibujar mejor el perfil social de estos primeros combatientes?
¿Podemos pasar de los planos a las personas, a las características concretas de
los milicianos? Hasta ahora, además de atribuirles una distribución espacial y
una adscripción política de base, les hemos supuesto una militancia política radi-
cal que, una vez controlado el golpe militar de julio del 1936, les llevó a un alis-
tamiento inmediato para participar en los primeros combates de la Guerra Civil,
los más voluntariosos y espontáneos. Los historiadores han venido ofreciendo
valoraciones generales sobre el papel jugado por las primeras columnas de
voluntarios catalanes, incorporadas a la lucha en los frentes de Aragón, Balea-
res y centro de la Península. Sus logros y fracasos militares han sido juzgados
con frecuencia; las valoraciones van desde el entusiasmo incondicional de la
"historia comprometida" hasta el desprecio de los que, convencidos a priori del
fracaso de los "activismos primitivos", subrayan la incapacidad de unas milicias
populares, desorganizadas y anárquicas, para lograr lo que el resto de las fuer-
zas republicanas casi nunca logró a lo largo de la Guerra Civil, romper el fren-
te de los militares sublevados y estructurar, ya de paso, un sistema económico y
social que borrara de raíz y sin coacciones, por la fuerza moral de la ética y las
ideas, siglos de atavismo y opresión19. Conocemos, en cambio, pocos estudios
que hayan intentado acercarse al perfil individual de los componentes de estas
fuerzas militares. La ausencia de análisis basados en datos personales obliga, en
el mejor de los casos, a obvias y ecuánimes apreciaciones de psicología social,
"les columnes s'emportaren el bo i el pitjor de la revolució, l'idealista que no
volia la pau de la reraguarda i preferia jugar-se la vida al front, i l'aventurer o el
desvagat que tenia ganes de fer servir les armes"20. Lo más normal, no obstante,
son las aproximaciones desde la militancia ideológica, que nos ofrecen retratos
de héroes o facinerosos, según la lente de observación empleada.
Para contrastar nuestras primeras suposiciones sobre su perfil social hemos
reconstruido la situación de una serie de hogares de milicianos. Aunque no
pretendamos con estas líneas suplir este vacío de información, sí creemos
posible añadir a las ubicaciones espaciales expuestas anteriormente algunas
referencias que nos permitan aproximarnos al perfil social, demográfico y cul-
tural del contingente de milicianos enrolados en las columnas libertarias. El
Padrón de Habitantes de 193021 recoge, hogar por hogar, todos los residentes
censados en esa fecha, especificando edades, parentescos, ocupaciones, situa-
ciones respecto a la alfabetización y escolarización, procedencia y años de
residencia Barcelona. La utilidad de esa encuesta censal para nuestros propó-
441
sitos viene incrementada por el hecho de que disponemos de estudios anterio-
res que, tomándola como base de muestreo estadístico, nos ofrecen un atlas
social de Barcelona con cuyos datos podremos comparar nuestros resultados
para perfilar su significado22.
Hemos de reseñar, pese a ello, que la utilización del Padrón presenta dos
inconvenientes fundamentales. En primer lugar su fecha de elaboración, que
hace muy difícil la localización de la mayoría de los combatientes reclamados
más de cinco años después en las secciones ya citadas de Solidaridad Obrera;
este desfase nos priva además de conocer su estado civil y situación en la
jerarquía familiar en el momento de incorporarse al frente. En segundo lugar,
estamos hablando de una encuesta censal que no incluye, noticias de militan-
cia o afiliación política que podrían ser de gran utilidad a la hora de acotar la
muestra. En esas circunstancias, de nuestros 327 registros sólo hemos podido
recabar datos de 148 voluntarios a los que, por su clara ubicación en colum-
nas anarquistas, seguiremos atribuyendo sin demasiado margen de error un
significado compromiso político y una clara tendencia, como poco, hacia una
activa militancia libertaria. No se nos oculta que en esta etapa inicial de nues-
tra investigación ofrecemos conclusiones que han de ser confirmadas por una
continuidad del trabajo que, mediante la búsqueda de otras series de datos, nos
permita ampliar el grupo de análisis y la concreción de los diferentes grados y
formas de compromiso político de sus componentes.
Reconocido el carácter inicial de nuestro estudio, creemos, no obstante,
que la propia estructura de nuestra exposición (distribución espacial inicial y
descripción a continuación de un posible perfil social y demográfico) puede
servir como prueba de contraste para incrementar la confianza en nuestros
datos. En efecto, la ubicación sobre el espacio urbano que manifiestan nues-
tros mapas, con una clara sobrerrepresentación de los domicilios situados en
las barriadas de reciente creación y las zonas del casco viejo de la ciudad más
densificadas por los movimientos inmigratorios del período de entreguerras,
ya nos inducen a esperar un conjunto de características sociodemográficas
básicas que ayudarían a validar nuestra muestra si se dedujeran también de los
datos extraídos mediante estudiada consulta al Padrón.
Ha sido expuesta la tendencia a la homogeneización de las categorías
sociales de las nuevas periferias de entreguerras en comparación con los
suburbios populares formados en Barcelona durante el siglo XIX, relacionán-
dose esta homogeneización con una tendencia general a la segregación del
espacio obrero y popular23. Se subraya en los estudios realizados sobre estos
espacios su marcado carácter proletario y de inmigración recientes y la pre-
sencia de factores secundarios, como la escasez relativa de población autócto-
na, la poca cualificación laboral y cultural, la cohabitación, el hacinamiento…
Si el resultado de nuestras indagaciones mostrara una concordancia general
442
con estas características, tanto el dibujo de nuestros mapas como la primera
descripción de un primer perfil social del miliciano anarquista saldrían refor-
zados en su credibilidad. Los matices que dentro de esta correspondencia
general pudieran establecerse permitirían enriquecer el retrato de los compo-
nentes de las milicias populares y perfilar posibles diferenciaciones respecto a
la masa social de los barrios que fueron sus viveros.
Cuadro 2
Proporción de milicianos por grupos de edad
Grupo de de edad %
< 20 15
20 - 24 45
25 - 30 20
> 30 20
443
nos resultaría que un 60% de los miembros de la lista era menor de 25 años.
Algunos de los voluntarios eran casi niños y así lo manifiestan algunas veces
los adultos, casi siempre madres, que los reclaman desde la retaguardia. Surge
la tentación de relacionar esta distribución cronológica con los ciclos de creci-
miento y recesión tan característicos del movimiento libertario y de su sindica-
to paralelo, la CNT. ¿Podría corresponder esta nutrida representación de jóve-
nes casi adolescentes alistados al gran resurgimiento del ambiente anarquista,
al espectacular incremento de la afiliación experimentado por el sindicato con-
federal durante los primeros años de la República? Los testimonios de la época
se recrean en el recuerdo de una floreciente actividad juvenil libertaria durante
el lustro republicano,25 pero nos parece un tanto aventurado forzar suposicio-
nes; para poder hacerlo hemos de ampliar los registros de nuestras bases de
datos y hemos de profundizar también en el conocimiento de los militantes
anarquistas de base. De momento nos conformaremos con avanzar la idea de
unas columnas anarquistas formadas por combatientes de marcada juventud,
aunque no faltara en ellas la presencia de militantes de tradición.
Digamos también que estos jóvenes eran prácticamente todos varones.
Solamente tres chicas hemos encontrado en nuestras indagaciones. Sara Beren-
guer, pese a ilustrar la cubierta de su libro de memorias26 con el dibujo de una
atractiva miliciana al más puro estilo iconográfico de la época (con mono azul
y fusil, entre trincheras), nos describe un ambiente de mujeres comprometidas,
ligadas a las tareas de retaguardia, presentes en las proximidades del frente
solamente con ocasión de visitas familiares o de programas de soporte moral a
los soldados. También son significativos al respecto los recuerdos de Emilien-
ne Morin, compañera de Durruti, despachada de las proximidades de la línea
de batalla por el líder anarquista, que no quería tener ningún privilegio respec-
to a sus hombres, privados de presencia femenina27. Todo esto puede contrade-
cir algunas leyendas, pero la mayoría de las noticias que tenemos nos confir-
man que, pese a las películas, casi no hubo libertarias en el combate.
Como ya hemos dicho anteriormente, los casi seis años de distancia que hay
entre la fecha de elaboración del Padrón y el estallido de la Guerra Civil nos
impiden hablar con exactitud de la situación familiar de los milicianos encon-
trados en la encuesta. Es obvio decir que la mayoría de los combatientes, jóve-
nes en 1936, eran célibes en 1930, aunque los 19 que ya estaban casados no
representan una proporción desdeñable, teniendo en cuenta los grupos de edad
proporcionados. Por otra parte los mensajes incorporados en las solicitudes de
contacto de Solidaridad Obrera nos ayudan algo en nuestras suposiciones, dado
que algunas veces especifican las relaciones familiares de los interesados.
Dominan, con 35 referencias, los requerimientos entre padres e hijos, pero tam-
bién abundan, 17 casos, los contactos entre milicianos y compañeras. Se supo-
ne que estar casado no debe favorecer en principio la decisión de incorporarse
444
voluntariamente a un frente de batalla, pero es seguro que en las primeras
columnas anarquistas no eran raros los casos de combatientes casados.
Muchos de ellos vivían al empadronarse en casa de sus padres, algunas
veces en el hogar de algún hermano o pariente próximo y muy raramente esta-
ban alojados en hogares ajenos a su familia. Parece, por tanto, que nos estamos
refiriendo a un grupo de población de procedencia familiar estructurada, aun-
que en este aspecto nos falten datos para concretar definitivamente la situación
de gran parte de ellos no en el momento de incorporarse al conflicto.
Comprobemos ahora hasta qué punto los datos del Padrón nos permiten
atribuir a los milicianos de nuestra muestra esa característica de inmigración
reciente que se ha considerado propia del paisaje social de los barrios de resi-
dencia donde hemos pretendido ubicarlos. Comenzaremos por hacer un esque-
ma de las regiones de origen de la población estudiada (cuadro 3) centrando
la atención en la procedencia de los cabezas de hogar de los domicilios anali-
zados más que en los lugares de nacimiento de los propios milicianos, ya que
son los porcentajes de los progenitores los que nos permitirán obtener alguna
idea significativa sobre la movilidad geográfica del grupo ( la edad determina
necesariamente un elevado porcentaje de combatientes nacidos en Barcelona).
Constatemos en primer lugar el gran peso proporcional de los hogares prove-
nientes de la inmigración: un 82,3% que se eleva sobre el 70% de la media
barcelonesa, según las cifras del atlas social ya citado. Sin alcanzar el peso
demográfico que tenían los cabezas de hogar inmigrantes en un microcosmos
como el de la recién creada Colonia Castells28, donde llegaban a constituir el
91% del total, los porcentajes de foráneos superan claramente en nuestra
muestra a los de barrios como Can Dragó, que han sido presentados como pro-
totipo de áreas de segunda periferia29.
En cuanto a la diversidad de los orígenes, dos aspectos llaman poderosa-
mente la atención: la escasez de jefes de hogar llegados a Barcelona desde el
resto de Cataluña, que superan en muy poco la tercera parte de su media bar-
celonesa y, sobre todo, la espectacular sobrerrepresentación de los hogares
regidos por murcianos y andaluces (los colectivos más característicos de la
inmigración de la Ciudad Condal durante la segunda y tercera décadas del
siglo pasado) que triplican holgadamente sus porcentajes normales en el total
de la ciudad.
445
Cuadro 3
Milicianos y hogares de milicianos según procedencias
% cabezas de % cabezas de
Procedencia % milicianos hogar en hogares hogar en
de milicianos Barcelona
Barceloneses 42,3 17,7 29,3
Resto de Cataluña 6,6 10,6 27,6
Murcianos 12,4 17,7 4,5
Andaluces 12,4 16,3 5,4
Aragoneses 8,0 13,5 8,9
Valencianos 8,6 12,8 11,5
Otros 9,5 11,4 12,8
446
rural de tierras mediterráneas que comienzan a alejarse del mar (Maestrazgo,
Bajo Aragón, Plana Alta, Alto Palancia, Canal de Navarrés...) que también
parecen significarse en nuestros hogares de milicianos. Entre la pequeña aldea
y el núcleo de relevancia comarcal existen pueblos con capacidad para generar
una cierta variedad de ocupaciones; en ellos la población más ligada al trabajo
y al control minifundista de la tierra sería siempre la más reacia a emigrar.
Arón Cohen nos ha hablado en estas mismas jornadas de la crisis de la
minería del Sudeste de la Península durante las dos primeras décadas del siglo
pasado32. Con esta crisis hemos de relacionar sin duda a una gran parte de
nuestros inmigrados almerienses y murcianos. Pero el profesor Cohen nos ha
puesto en guardia también sobre el peligro de dejarnos llevar por el camino de
las conclusiones fáciles, atribuyendo necesariamente al minero una postura
política radical. Algunas simplificaciones, por atractivas que resulten, no son
suficientes para describir los itinerarios de concienciación que, en sus lugares
de origen o en sus puntos de destino, pudieron llevar a ciertos colectivos inmi-
grantes a una significada actitud de compromiso y participación. Eulàlia Vega
nos mostraba en su ponencia que el debate de las causas de la influencia per-
sistente del anarcosindicalismo entre los obreros de Cataluña tiene una anti-
güedad que se remonta, como poco, al final de la segunda década del siglo
pasado y nos ha recordado que el mito de la importancia de la inmigración en
el anarquismo catalán ha sido compartido desde muy diversas tendencias ide-
ológicas, incluidas las que se han vehiculado a través de la historiografía33. En
la situación actual de nuestros datos, después de mostrar que los milicianos
localizados provenían en más de un 80% de fuera de Barcelona (casi sus tres
cuartas partes no tenían origen catalán), nosotros hemos de alinearnos entre
los mantenedores del mito: la gran mayoría de nuestros combatientes, a los
que suponemos activos seguidores de las corrientes libertarias dominantes en
Barcelona en 1936, estaban relacionados directamente con la inmigración. Es
más, podemos completar la información diciendo que pertenecían a un entor-
no social de muy reciente llegada a la ciudad.
Veamos, en efecto (cuadro 4), que estamos ante un colectivo claramente
relacionado con el gran movimiento inmigratorio que llevó a Barcelona a con-
tar con un millón de habitantes en vísperas de la Guerra Civil, casi doblando
su población en el transcurso de 20 años. En un 63% de los hogares que hemos
registrado figuraba como titular un forastero llegado a la ciudad con posterio-
ridad a 1910. En realidad serían cerca del 80%, si en lugar de contabilizar toda
la muestra analizásemos solamente las familias regentadas por un cabeza de
hogar no barcelonés.
447
Cuadro 4
Período de llegada a Barcelona de los cabezad de familia
de los hogares milicianos
Período de llegada % sobre el total de hogares
Barceloneses 17,7
< 1.890 2,9
1.890 - 1.899 4,3
1.900 - 1.909 11,9
1.910 - 1.919 35,9
1.920 - 1.929 27,2
Cuadro 5
Inmigración reciente. Proporción de hogares con permanencia en
Barcelona <= 20 años
Procedencia Proporción porcentual
Catalanes 60
Murcianos 83,3
Andaluces 100
Aragoneses 89
Valencianos 68,8
448
como protagonista a un proletariado de muy escasa cualificación.
La misma encuesta es una fuente muy útil para acercarnos al tema, dado que
entre sus registros hay uno dedicado a recoger la situación profesional de los
censados. Para sistematizar su información y poder establecer comparaciones
significativas emplearemos el mismo sistema de clasificación adoptado en la
elaboración del Atlas social de Barcelona citado anteriormente. Sus autores
proponen una escala de seis categorías profesionales que van desde las ocupa-
ciones de la elite social, clase I, hasta las situaciones propias de los estadios no
laborales, imprecisamente declarados marginales, que constituirían la clase VI.
Quedan entre medias, clases II y III, los niveles correspondientes a los comer-
ciantes, los funcionarios de relevancia, los trabajadores de "cuello duro", etc.
Correspondería la clase IV a los trabajadores de una cierta cualificación y la V
los proletarios sin cualificar, esencialmente jornaleros y peones.
Establecido el sistema de discriminación, podemos observar (cuadro 6) la
adscripción profesional correspondiente a todos los varones en edad de traba-
jar residentes en los hogares de milicianos, a los regentes de estos hogares y a
los propios milicianos34. Tenemos así, no sólo la visión de la situación profe-
sional de los milicianos estudiados, sino también la más general de su entor-
no próximo y la que correspondería a su origen social, concretada en la ads-
cripción de los cabezas de hogar, normalmente cabezas también de las fami-
lias de los milicianos.
No deberá extrañarnos, desde luego, que en un cuadro dedicado a descri-
bir el ambiente sociolaboral de individuos comprometidos activamente con el
anarquismo sean con mucho las categorías IV y V, las correspondientes al pro-
letariado en sentido más estricto, las más nutridas, dejando un margen anec-
dótico a la presencia de miembros de las clases altas y de ocupados en profe-
siones liberales y empleos asalariados de cuello duro. Sí nos parece menos
obvia y más significativa la proporción que guardan entre sí las dos categorí-
as más presentes, que nos indican la relación en la muestra entre el proletaria-
do con oficio y cierta cualificación y el grueso de peones, jornaleros y apren-
dices sin formar. De nuevo hemos de afirmar que nuestros resultados no con-
tradicen la opinión muy extendida de que la militancia libertaria más activa
prendió dentro del proletariado de menor cualificación laboral.
Veamos en este sentido cómo, mientras en la ciudad de Barcelona la rela-
ción entre los cabezas de hogar de las categorías V y IV está en una propor-
ción de 4,4 a 1, aproximadamente, en los hogares de milicianos se sitúa más
de un punto por encima; si consideramos a los propios milicianos, la distancia
se separa hasta una proporción de 7,5 a 1. Volviendo a los porcentajes de los
cabezas de hogar, que nos permiten comparaciones más amplias con estudios
anteriores, el 70% del grupo de asalariados no cualificados se corresponde
casi miméticamente con las cifras que se consideran propias de las segundas
449
periferias barcelonesas35, muy lejano al 51% que se ha calculado para esta
categoría en el total de la ciudad36 .
Nos parece también interesante subrayar la similitud entre la distribución
de las categorías profesionales de los milicianos y las de su entorno social más
próximo. Se rompe muy ligeramente esta semejanza de porcentajes en la cate-
goría III, pero relativizaríamos esta separación, teniendo en cuenta que se
incluyen en este grupo ocupaciones, como las del despacho de comercio, muy
propias de la edad que tenían en 1930 los futuros combatientes, que aunque
pudieran considerarse como trabajos "más limpios" y de más instrucción, no
siempre implicaban una proyección social en la edad adulta del trabajador. El
paso de los años en la ciudad y una mayor preparación podrían proporcionar
nuevas perspectivas a estos dependientes y también a los aprendices, que en
nuestra muestra aportaban un 8,4 al porcentaje total de la categoría V, pero en
general hemos de concluir que una gran mayoría de los milicianos de nuestro
estudio eran proletarios sin cualificar, vivían en un entorno de proletarios sin
cualificar y procedían de ese mismo medio sociolaboral.
Cuadro 6
Categorías profesionales %
Varones
residentes en
Cabezas de Cabezas de
Categoría hogares de
Milicianos los hogares de hogar del total
profesional milicianos en
milicianos de Barcelona
edad de
trabajar
I 0,9 0,3 0,7 3,7
II 3,7 3,1 2,2 15,2
III 4,7 3,7 2,9 8,4
IV 9,34 11 12,2 11,5
V 70,1 73,6 69,1 51,2
VI 11,2 8,3 12,9 9,9
450
retaguardia, en los primeros compases de una terrible Guerra Civil. Ya hemos
dicho que los primeros datos no reflejan que nuestros voluntarios anarquistas
proviniesen de un entorno familiar desestructurado. En cuanto al aspecto labo-
ral, tampoco tenemos justificación para atribuir a este grupo de trabajadores,
situados casi todos en la base de la pirámide social, ningún elemento de mar-
ginalidad. Las calificaciones que los encuestadores reflejaron en la categoría
VI, una vez descontados los registros imprecisamente declarados (que no son
pocos en el caso de los milicianos, dada la edad de los encuestados) y los de
los grupos no laborales, dejan poco margen a los profesionalmente desubica-
do38. El caso de la Colonia Castells, donde seguramente contó con muchas
simpatías el movimiento libertario de los años 30 y de la que salieron algunos
jóvenes al frente durante los primeros meses de la Guerra, es un ejemplo que
nos puede hacer reflexionar en este sentido: pese a ser en su época una isla de
jornaleros inmigrados, acogía según todos los testimonios una población muy
pobre pero de gran cohesión y dignidad social.
451
precariedad inicial del asentamiento de gran parte de las familias estudiadas39
Cuadro 7
Porcentajes de hogares según su tipología
Hogares de clase
Hogares de
Tipo de hogar sócioprofesional Total Barcelona
milicianos
V en Barcelona
Nucleares 50 59,5 56,8
Extensos 16,4 15,5 17,5
Múltiples 11,4 12,6 10,3
No familiares 17,8 8,6 6,3
Solitarios / Corres. 4,3 6,4 9,1
452
tribución porcentual en tres tramos de edades de los residentes en los hogares
de los combatientes, comparada con la de los habitantes de una barriada ejem-
plar de nuevas periferias barcelonesas (Can Dragó) y la del total de barcelo-
neses, nos servirá para mostrar con pocas dudas que estamos hablando de una
población joven, cuya gráfica de representación se ensancharía por la base,
debido a la proporción de niños y adolescentes, en detrimento de los estratos
intermedios y sobre todo de la cúspide, diferenciándose substancialmente de
la medias habituales en de la ciudad (cuadro 8).
Cuadro 8
Porcentajes de población por tramos de edades
Tramos Barcelona Barrio Can Dragó Muestra milicianos
15 años 23 33,4 33,2
15 a 64 72 62,8 65,1
64 5 3,8 1,6
2.5 la alfabetización
453
pudieron darse en la ciudad43. Si saber leer y escribir tenía un significado de
diferenciación social en los ambientes proletarios de la Barcelona de los años
30 y para los anarquistas, como ya se ha dicho, era además un paso esencial
en el camino de la autonomía y liberación social e individual, no parece lógi-
co suponer que los militantes libertarios más activos fueran ajenos a las exi-
gencias provocadas por esta exaltación de los valores del aprendizaje y no
aprovecharan la oferta de actividades que tenían a su disposición para iniciar
o incrementar su instrucción. No nos extraña, por tanto, que la variable del
analfabetismo tienda a apartarse de la correlación que nos muestra el Atlas
social de Barcelona y se descoloque en parte respecto a los valores propios de
la categoría de peones y jornaleros inmigrantes de las segundas periferias.
Podemos observar, en efecto, (cuadro 9) que, por lo que respecta al grupo
estricto de los milicianos, el índice de alfabetización es claramente superior a
lo que podrida esperarse por su pertenencia mayoritaria a la que hemos deno-
minado clase V. Debía ser lógico, por la edad, que los combatientes supieran
leer y escribir en mayor medida que sus compañeros de trabajo de treinta y
tantos años; no obstante, el 7% de analfabetos, inferior incluso al de la media
general de la ciudad, es significativamente reducido. Parecen más alfabetiza-
dos los milicianos y lo parecen también, aunque no tan claramente, los miem-
bros de su ambiente social, sobre todo las mujeres, que con un 30% de anal-
fabetismo se sitúan en un índice intermedio entre el 37,8% que podría supo-
nerse y el 21,4 del total de las menores de 40 años de la ciudad44.
Cuadro 9
Porcentajes de analfabetismo
Residentes en Cabezas de Cabezas de
hogares de hogar hogar
Milicianos
milicianos < 40 barceloneses barceloneses
años < 40 años < 40 años Clase V
V H V H V H V H
7 - 10 30 7,6 21,4 10,4 37,8
454
coherente con la distribución espacial que iniciaba nuestro trabajo.
En el estado actual de nuestra investigación sobre el perfil del voluntaria-
do anarquista (el origen geográfico, los años de permanencia en Barcelona, las
ocupaciones laborales, la estructura y dimensión de los hogares y la edad de
la población) todo nos induce a constatar el carácter "transmiseriano" de los
viveros de reclutamiento del voluntariado anarquista. La comprobación de los
rasgos de precariedad social que la impresión popular nos había transmitido
nos incita a utilizar, por su valor descriptivo, el concepto inventado por Car-
los Sentís, aunque nosotros pongamos en duda la identificación entre pobreza
y marginalidad que ha llevado a cabo una cierta tradición (de la que el propio
periodista es un ejemplo) más interesada en estigmatizar la figura del inmi-
grante que en analizar detenidamente dicho grupo social45.
Enric Ucelay nos explica en su estudio del populismo catalán del período
republicano46 los esfuerzos de la izquierda catalanista durante los primeros
compases de la República por lograr que la CNT se convirtiese en una central
obrera asimilable, el sindicato del proletariado republicano catalán. Analizar
lo que pudiera haber pasado si no hubieran triunfado los sectores radicales del
sindicato sobre los seguidores más posibilistas puede dar pie a una interesan-
te teoría de suposiciones, pero lo cierto es que el sector treintista salió derro-
tado en la pugna interna del sindicato, los hombres de Dencàs y Badía acaba-
ron reprimiendo sin complejos a los sindicalistas anarquistas y hubo que lle-
gar al mayo de 1937 para que los libertarios comenzaran a sentirse "asimila-
dos". Mientras tanto, no parece casualidad que fuera en La Torrassa de l´Hos-
pitalet donde se proclamase voluntariosamente el comunismo libertario en
1933, y tampoco sorprende que el anarquismo gozase de fuerte vitalidad entre
la juventud de la zona oriental de Les Corts, allí donde se perdía la relativa
diversidad del barrio menestral para dar lugar a un paisaje social uniforme de
jornaleros e inmigrantes sin cualificar.
No se nos oculta que estamos abusando de nuestras conclusiones. Habla-
mos en estas páginas de un grupo de anarquistas de características muy con-
cretas, jóvenes y seguramente activos militantes, a la par que especialmente
impulsivos. Sería prudente continuar la investigación entre otros sectores del
movimiento libertario para poder extender los resultados a colectivos más
amplios, entre los que pudo caber una gran diversidad en la firmeza ideológi-
ca y muy diferentes grados de compromiso personal. Eulàlia Vega, nos ha
ofrecido en estas mismas jornadas una comparación entre las biografías de los
promotores más destacados de cada una de las dos tendencias enfrentadas en
la CNT al inicio de los años 30, minimizando la importancia de su origen geo-
gráfico a la hora de decantarse por uno u otro bando; no cabe duda de que
entre el grupo de personajes excepcionales que ella nos ha presentado y nues-
tros voluntarios de base hay un amplio abanico de situaciones intermedias en
455
relación a las cuales se puede evaluar la diferente influencia de las variables
sociodemográficas y contemplar quizás la posibilidad de diferentes distribu-
ciones geográficas en la ciudad.
Y si esta tarea pudiera ser interesante limitándola al seno de la militancia
libertaria, lo sería mucho más si la extendiésemos, por ejemplo, a los diferen-
tes grupos situados en lo que Enric Ucelay denomina populismo catalán. ¿Qué
importancia tuvieron factores como el origen geográfico, el arraigo en la ciu-
dad o la situación socioeconómica a la hora de adoptar una postura "construc-
tiva" respecto al proyecto cívico republicano vertebrado alrededor de la
izquierda que dirigió durante la República las instituciones catalanas? He aquí
una tarea que puede marcar un atractivo itinerario de investigación.
456
Gráfico 1
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Gráfico 2
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460
COMITES REVOLUCIONARIOS DE BARRIADA JUVENTUDES LIBERTARIAS ATENEOS LIBERTARIOS
Local Central
Cortes 491 o Ronda S. Antonio, 44, Centro Tarragoní
CENTRO HISTÓRICO
Barceloneta Barceloneta, balneario de S. Sebastián Barceloneta, Mar 40, 1 Cultura Libertaria de la Barceloneta, San Telmo 60
Sant Pere-Sta Caterina Centro, Subcomisión S. Agustín, Exconvento S. Agustín Centro (Sant Pere), Alta De San Pedro 39 Racionalista de Barcelona, Balsas de S. Pedro 26, pral
Raval Centro, subcomisión Hotel Oriente, Unión 5 Distrito 5º Distrito 5º, Ferlandina, 20
SUBURBIOS POPULARES
Poble Sec Pueblo Seco Pueblo Seco, Cabañes 33-35
PobleNou Pueblo Nuevo, Rambla Triunfo, 76 (Antes las Monjas) Pueblo Nuevo, Rambla Triunfo, 76 (Antes las Monjas) Racionalista Del Pueblo Nuevo
Sants Sans, Plaza de España, Hotel nº1 “Sans, Leyva 41;Cros, 5” Sants, Torre Damians, 8 y 10, Hostalfranch
Gràcia Gracia, Carolinas Gracia. Rebeldes 12 y 14 (Junto a Plaza Trilla) Gracia, Rebeldes 12 y 14 (junto a plaza Trilla)
Sant Andreu San Andrés Norte de Barcelona (San Andrés)
Poblet El Poblet, Provenza 389 (antiguo Patronato) Poblet. Eugenio Pasanades?, 164 Poblet Sicilia 249
Fort Pius ¿Norte, Estación del Norte? Fuerte Pío Grupo Cultura Fuente Pío
Horta Horta Noreste (Horta).
Clot El Clot San Martín (Clot).Plaza Mercado 2 Clot , Plaza Mercado, 2
Sagrera La Sagrera, Sagrera 10 Racionalista de la Sagrera 10y 12
SEGUNDAS PERIFERIAS “Casa Baró”, “Mas lejos”, “Valseca, 2;Av.Fco. Ascaso 41” Casa Baró, Escuela Eliseo Reclus, Cerdeña frente a Dos Rius
Can Barò Las Corts Las Corts, Provenza, 106 Agrupación Humanidad, Pasaje Sagristá, luego a plaza Concordia
Les Corts Est Noroeste (Vallcarca) Coll (Vallarca y Coll), Portell 4
Vallcarca Noroeste (Santa Eulàlia)
Santa Eulalia Casas Baratas Horta, Calle 11, 531 Casas Baratas Horta. Local Sindicato Construcción
Casas Baratas Ramón Albó “Noroeste (Carmelo), Fulton, Sindicato Contruciò Cultural libertario Monte Carmelo, Acracia (antes Casals) 10 y 12
Carmel Casals 26. luego Acracia”
San Martín, Mallorca/Dos de Mayo Barriada del Hospital General, Castillejos 320. pral. 4 Amor y Libertad, Castillejos 320
Barriada del Hospital S. Pau Sucomité Casas Baratas 2º grupo (B. Carles Aribau) Casas Baratas Segundo grupo (B Carles Aribau)
C. Baratas Milan del Bosch 19 de julio (antes Trinidad) Norte de Barcelona (Barriada 19 de julio) Trinitat, ex-iglesia
Trinitat Verdún Barriada de Verdún, Borrás, 18, Anarquía (ex-iglesia Verdum)
Verdum Casa Antunez
Can Tunis Prat Vermell
C. Baratas Eduardo Aunós Racionalista Antorcha, Pedro IV, 346, b
Sant Martí Est Subcomité Casas Baratas 3er Grupo (Colonia Pi Maragall)
C Baratas Barón de Viver
SUBURBIOS RICOS Bonanova, Bigay 6 Centro Cultura Libertario Vida Nueva, Bigay 6
Bonanova Pedralbes
Pedralbes Avant, Sarrià 117 antiguo Orfeò Sarrianec
Sarrià
NOTAS
1. VILANOVA, M., Atlas electoral de Catalunya durant la Segona República, La Magrana, Barcelo-
na, 1986, especialmente, 54-91, 205-223, 292-296. BOIX, C, VILANOVA, M., "La participación
electoral en Barcelona entre 1934 y 1936", Historia y Fuente Oral, 7, 1992, 47-84. Ramón Grau y
Mercé Vilanova tienen todavía inédito un trabajo detalladamente espacializado de todas las citas
electorales barcelonesas de los años 30.
2. VILANOVA, M., Atlas electoral de Catalunya,… cit, 182-188. MONJO, A., VEGA, C., Els treba-
lladorrs i la guerra civil. História d´una indústria catalana col.lectivitzada, Empúries, Barcelona,
1986, Cap. 6.
3. Notas más dispersas y excepcionales, como el entierro de un miliciano en su barriada o misivas varias
sobre envíos de paquetes, regalos al frente, etc. han permitido completar la lista de direcciones.
4. Sobre la generalizada proximidad de parientes, futuros cónyuges y amigos en los barrios obreros de
la Barcelona de entreguerras puede consultarse: OYON, J.L. "Obreros en la ciudad: lineas en un pro-
yecto de investigación en historia urbana", Historia Contemporánea, 18, 1999, 317-346; IBID:
"Historia urbana e historia obrera: reflexiones sobrel la vida obrera y su inscricpción en el espacio
urbano, 1900-1950", Historia Contemporánea, 24, I, 2002, 11-58; OYON, J.L. et altri, Un suburbi
obrer a la Barcelona d´entreguerras. La Colonia Castells, 1923-1936, Ajuntament de Barcelona,
Barcelona, 2003, Cap. 4.
5. De los 350 milicianos localizados, sabemos con seguridad las columnas o destinos en los diferentes
frentes de guerra de unas dos terceras partes. Hemos descartado los pertenecientes explícitamente a
columnas no anarquistas, Dentro del grupo libertario, más de una tercera parte correspondía a la
Columna Durruti o a puntos del frente donde esta luchaba, una cuarta parte a la Columna Ortiz, can-
tidades que oscilan en torno al 10% a las columnas los Aguiluchos y Ascaso, y el resto a columnas
o grupos anarcosindicalistas de menor importancia.
6. No se ha podido evitar la sobreanotación de algunas zonas de la ciudad de las que se dan noticias
de algunos pequeños colectivos o collas procedentes de determinados barrios, grupos de afinidad,
de amigos, hermanos o compañeros de trabajo.
7. Los dos grupos de Casas Baratas de Santa Coloma, por ejemplo, aportaban más del 30% de los mili-
cianos colomenses para una población activa que representaba sólo la mitad de ese porcentaje.Su
contribución, por tanto, era el doble de la media colomense. Otros barrios alejados del centro de
importante desarrollo en el período de entreguerras, como Fondo y el Raval muestran también tasas
superiores a la media, mientras que el centro tiene por contra una representación tres veces menor a
la esperable. Se han considerado aquí 90 voluntarios que Gallardo y Márquez han rastreado en el
Archivo Municipal de Santa Coloma. Agradecemos a ambos su colaboración.
8. Si las señas son incompletas, podemos llegar a confundir el barrio de destino del telegrama al supo-
ner que éste se envía a familiares o amigos más allegados, pero no hay que descartar que también,
especialmente cuando se envió más de un telegrama, los destinos pudieran incluir sedes de partido
o de sindicato, lugares de trabajo y amigos o conocidos no tan estrechamente allegados a los remi-
tentes como lo estaban en nuestra lista de 327 milicianos. Los telegramas dibujan con seguridad el
463
ámbito de relación más estrecha de los allegados del miliciano, pero quizás también una esfera más
amplia de relaciones cuya dimensión no conocemos.
9. BERENGUER, S., Entre el sol y la tormenta. Treinta y dos meses de guerra (1936-1939), Seuba
Ediciones, Calella, 1988, más en general para Barcelona: PAZ, A., Durruti en la Revolución espa-
ñola, Fundación Anselmo Lorenzo, Madrid, 1996, 3ª parte cap. III, IV, VI y VIII.
10. Para los comités Revolucionarios de Santa Coloma, incluyendo de los dos grupos de Casas Baratas ver
GALLARDO ROMERO, J.J., MARQUEZ RODRIGUEZ, J.M., Revolución y Guerra en Gramanet
(1936-1939), Grupo de Estudios Históricos Gramenet del Besós, Santa Coloma, 1997, 23-94.
11. Las reseñas fueron de diverso tipo. Desde largas noticias sobre la participación del barrio y las
transformaciones desde las jornadas de julio, hasta convocatorias de mítines pro-milicias, suscrip-
ciones y donativos (en dinero o en alimentos, ropas de abrigo,..) para el frente, espectáculos y fes-
tivales para recaudar fondos o noticias directas sobre las salidas de milicianos al frente y su parti-
cipación en el mismo
12. Solidaridad Obrera, 2 sept, 24 sept, 8 dic. En una muestra casi dramática de compromiso revolu-
cionario, una pareja de militantes del Comité Revolucionario de Gràcia salen inmediatamente para
el frente recién celebrada la boda.
13. Solidaridad Obrera, 2 sept. 1936 para la Barceloneta y 8 dic. 1936, donde se dice que las Juven-
tudes Libertarias de Santa Coloma acudieron "en bloque".
14. Solidaridad Obrera, 29 sept, 8 nov. 1936: notas de la salida al frente de Poblet - columna Luz y
Libertad del Ateneo Libertario del Poblet y de la columna Cristóbal del Ateneo del Carmelo.
15. Es cierto que muchas de las noticias que aparecieron en el diario confederal respecto a los barrios
que venimos destacando probablemente se hincharon para elevar la moral combativa del militan-
te. Hay que objetar, no obstante, que eso también valdría para otras barriadas de Barcelona de las
que el diario confederal apenas dio cuenta.
16. Sobre la Trinitat anarquista: HUERTAS CLAVERIA, J.M. et altri, Els barris de Barcelona, vol. IV,
Enciclopedia Catalana, Barcelona, 2000, pp- 96-121. Sobre los municipios limítrofes: GALLAR-
DO ROMERO, J.J., Los orígenes del movimiento obrero en Santa Coloma de Gramenet. El anar-
cosindicalismo 1923-1936, Grup de Historia José Berruezo, Santa Coloma, 2000. ANDREASSI
CIERI, J., Libertad también se escribe con minúscula. Anarcosindicalismo en Sant Adrià`(1926-
1939), Ed. Hacer, Barcelona, 1996. MARIN, Mª D., Clandestinos, Plaza y Janés, Barcelona, 2002,
Cap. 4. CAMOS, J. l´Hospitalet, l´història de tots nosaltres, 1931-1936, Diputació de Barccelona,
Barcelona, 1986, OYON, J.L. et altri, Un suburbio obrer a la Barcelona d´entreguerras. cit. Sobre
la importancia del cinturón periférico barcelonés en general y más en concreto en las Casas Bara-
tas: RIDER, N. "The new city and the anarchist movement in the early 1930s", en A. Smith (ed),
Red Barcelona. Social Protest and labour mobilization in the twentieth century, Routledge, Lon-
dres-N.York, 2002. Sobre la decisiva importancia del paro, la inmigración reciente y el trabajo sin
cualificar en la ascendencia del faismo dentro del mundo cenetista ver también: EALHAM, CH.,
"The crisis of organized labour: the battle for hegemony in the Barcelona worker´s movement,
1930-6", en A. Smith (ed.), Ibid.
17. En septiembre del 36, por ejemplo, el Ateneo Racionalista de Pueblo Nuevo presentaba 300 cre-
denciales al Congreso Regional de la CNT de Cataluña, el Ateneo Libertario de Sants acreditaba la
464
representación de 250 afiliados y el Racionalista de la Sagrera, de 150. En el área periférica, los de
Can Baró y el área de Santa Martí Est no pudieron presentar más de 80 credenciales cada uno. Es
la misma distancia que se apreciaba entre la afiliación a las Juventudes Libertarias de Gràcia o Sants
si la comparamos con las de Santa Coloma. De todas formas, la afiliación en otras barriadas del cin-
turón periférico fue considerablemente alta: el Ateneo Cultura y Libertad del Carmel, por ejemplo,
llegó a las 250 representaciones y los dos ateneos de Badalona sumados a cerca de las 300 (Solida-
ridad Obrera, 15 sep. 1936, Congreso Regional de Sindicatos y grupos de Cataluña de la CNT)
18. OYON, J.L., MALDONADO, J., GRIFUL, E., Barcelona 1930: un atlas social, Edicions UPC,
Barcelona, 2001.
19. Podemos encontrar un ejemplo de este tipo de valoraciones en CASANOVA, J. De la calle al fren-
te. El anarcosindicalismo en España (1931-1939)., Crítica, Barcelona 1977, 155-221.
20. TERMES, J. De la Revolució de Setembre a la fi de la Guerra Civil (1868-1939),. Edicions 62,
Barcelona, 1999, 396.
21. AAMB. Padrón de habitantes de 1930
22. OYON, J.L., MALDONADO, J., GRIFUL, E., Barcelona 1930, ….cit.
23. Para un estudio de las características generales de las nuevas periferias ver: OYON, J.L.,GARCIA
SOLER, C,. "Las segundas periferias, 1918-1936: una geografía preliminar", OYON, J.L (ed.).
Vida obrera en la Barcelona de entreguerras. Barcelona, CCCB, 1998, pp 47-83 y OYON, J.L. et
altri, Un suburbi obrer,….cit., Cap.1.
24. Como ya hemos dicho, el Padrón de 1930 recoge la edad de todos los censados; una sencilla suma
de 6 años nos permite trasladarla a 1936 con un margen de meses.
25. Recuerdos como los vertidos por Conxa Pérez Collado en nuestra entrevista de 27/6/2001 nos per-
mitieron entrever esta efervescencia juvenil libertaria y reflejarla en la descripción del ambiente
que se vivía en los años 30 en un entorno proletario como el de la barriada de la Colonia Castells.
Ver: OYON, J.L.et altri , Un suburbi ,…cit.
26. Es significativo al respecto el texto que Sara Berenguer redacta para comentar una página de ilus-
traciones de su libro: " Las maestras pelaban patatas, las enfermeras fregaban los suelos, las chicas
de servicio doméstico acudían en avalancha a las clases preparatorias que se iban improvisando;
muchas corrían a ofrecerse, con máquina y todo, para coser monos; otras hacían acopio de boca-
dillos y refrescos y establecían el puesto en las barricadas para obsequiar a los pelotones de mili-
cianos que salían en camiones a reconquistar pueblos"( BERENGUER, S. , Entre el sol y la tor-
menta… cit. Ilustraciones p. 28-29).
27. ENZENSBERGER, H.M.,. El corto verano de la anarquía. Vida y muerte de Durruti., Grijalbo,
Barcelona, 1977.
28. OYON, J.L. et altri. Un suburbi obrer... cit., 64.
29. OYON, J.L GARCIA SOLER, C. “Las segundas periferias”... cit. 81.
30. MALEFAKIS, J. Reforma agraria y revolución campesina en la España del Siglo XX. Barcelona,
Ariel. 1976.
31. Los más recientes trabajos sobre la inmigración barcelonesa confirman el origen esencialmente
minero, pesquero y agrícola intensivo de los llegados de Murcia y Almería. Ver al respecto OYON,
J.L., MALDONADO, J., GRIFUL, E., Barcelona 1930, ….cit., Cap.2 y TATJER MIR, M., "Las
465
raíces de la inmigración andaluza en Cataluña: Barcelona 1930, 3er Congreso de historia catala-
no-andaluza. Cataluña y Andalucía, 1898-1939, Ediciones Carena, Barcelona, 2001 ("la Andalu-
cía latifundista poco aporta en estos años al crecimiento poblacional de Barcelona", ibid. .27).
32. COHEN, A., "A propósito de algunos medios sociales de emigración: mineros sociales del Sur de
España", Jornadas: El cinturón rojinegro. Radicalismo cenetista y obrerismo en la perifería de
Barcelona, Sant Cugat del Vallés, Julio 2003.
33. VEGA, E., "Radicals i moderats a Barcelona i el seu entorn: Una reflexió sobre les seves causes". Ibid.
34. Por lo que respecta a las mujeres, el Padrón incluye a la mayoría de las censadas en el epígrafe de
"sus labores". Lo que sabemos sobre el trabajo femenino de la época induce a pensar que la encues-
ta es muy poco fiable en este aspecto. Un gran número de mujeres trabajaba fuera de casa, en el
servicio doméstico y también en fábricas y talleres. Junto al gran bloque general de mujeres teóri-
camente dedicadas a las tareas de la casa, nosotros hemos encontrado en los hogares de milicianos
alguna trabajadora cualificada (dependienta, modista, sastresa...), pero la mayor proporción de ofi-
cios femeninos especificados corresponderían con gran diferencia a ocupaciones de escasa cualifi-
cación: sirvientas, costureras, jornaleras y aprendizas. Las deficiencias de la fuente y la similitud
de las categorías laborales femeninas realmente especificadas respecto a las de los varones hacen
que centremos nuestro análisis únicamente en los datos que sobre el trabajo masculino nos pro-
porciona el Padrón.
35. OYON, J.L GARCIA SOLER, C., Las segundas periferias... cit.
36. Un auténtico gueto de inmigración reciente y proletariado sin cualificación, la Colonia Castells,
presentaba un 78,9% de cabezas de hogar adscritos a la categoría V de nuestra clasificación.
OYON, J.L. et altri. Un suburbi obrer... cit.,. 59.
37. La muestra arquetípica sería SENTIS, C., Viatge en transmiserià,. Barcelona, La Campana, 1993
(reedición de la serie de artículos publicados en Mirador en otoño de 1932).
38. Hemos de reseñar, por el contrario, que en la categoría V pudieron registrarse casos de irregulari-
dad o precariedad laboral, adscritos bajo los cómodo calificativos de peones o jornaleros.
39. Que estemos hablando de núcleos familiares que en gran parte cobijaban un adolescente en el
momento de realizar el empadronamiento puede explicar el bajo porcentaje de hogares formados
por solitarios o corresidentes, aunque esto pueda ser síntoma también de un ambiente general de
situaciones familiares bien estructuradas.
40. La dimensión de los hogares de la Colonia Castells puede considerarse incluso más elevada si tene-
mos en cuenta el reducido espacio de sus viviendas. Su promedio de 5,22 habitantes en domicilios
de 30 metros cuadrados de superficie útil refleja un alto grado de hacinamiento.
41. UCELAY DA CAL, E., La Catalunya populista. Imatge, cultura i política en la etapa republica-
na (1931-1939), La Magrana, Barcelona,1982. Ver, por ejemplo, 121-133.
42. Para una aproximación a lo que podía significar el saber leer y escribir en el ambiente proletario
de la Barcelona de principios de siglo: VILANOVA, M., Les majories invisibles. Explotació fabril,
revolució i repressió. Icaria, Barcelona, 1995.
43. Dada la distribución de grupos de edad que hemos presentado en líneas anteriores y la juventud de
los combatientes, nos parece que nuestra comparación se hará más legítima considerando la pobla-
ción menor de 40 años.
466
44. Los formularios del Padrón tenían también un apartado dedicado a recoger datos de escolarización.
Esta información no siempre se registró con esmero y así nos encontramos con que una gran pro-
porción de entradas en las que se hace muy difícil deducir la asistencia a la escuela; nuestras series
generales sobre la asistencia a la escuela del total de la población infantil allegada al ambiente
social de los milicianos carecen de fiabilidad. Con todas las reservas, sí podría ser significativo el
dato de que entre el reducido número de combatientes que en 1930 tenía edad para estar en los últi-
mos años de la edad escolar, solo uno figurase expresamente como no escolarizado y otro sin espe-
cificación concreta.
45. Sobre la inserción geográfica de la población inmigrante y su percepción deformada en la Barce-
lona de los años 30 ver: OYON, J.L., "Inmigrantes en la Barcelona de 1930: de la integración a la
segregación espacial", en prensa.
46. La diversa obra de Dolors Marín dedicada a La Torrassa, destino final del "transmiseriano" de Sen-
tís, es una buena muestra del arraigo del anarquismo en una barrio periférico de precarias condi-
ciones de vida (ver al respecto su aportación en estas mismas Jornadas).
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