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La Drogadicción y la influencia en la Criminología

Ipanaque Echevarría Liz Karol

Gutiérrez García Karla Fiorela

Meléndez Barboza Aron

Merlo Panduro Karen Mechita

Peralta Mendoza Mercedes Rosario

Universidad Nacional de Ucayali

Notas de los autores

Liz Karol Ipanaque Echevarría y otros, Programa de Derecho, Ciclo IX–B, Universidad

Nacional de Ucayali, Pucallpa 13 de junio del 2019

Esta investigación ha sido financiada por los propios estudiantes

La correspondencia relacionada con esta investigación debe ser dirigida al docente Wilson

Palomino Córdova, Universidad Nacional de Ucayali, Carretera Federico Basadre Km. 6,2,

Contacto: rosario2211@outlook.es
ii

Dedicatoria

Esta investigación va dedicado a todas las personas que se esmeran en lograr sus

objetivos y buscan soluciones hacía las problemáticas que actualmente nos irrumpe y nos desvía

del verdadero fin del derecho.

Autores: Ipanaque Echevarría, Peralta Mendoza, y

otro.
iii

Agradecimiento

A dios porque siempre ha estado con nosotros en cada paso que damos, cuidándonos y

dándonos fortaleza para continuar en busca de nuestros objetivos.

A nuestros padres por guiarnos a lo largo de nuestra existencia, ser el apoyo y fortaleza en

aquellos momentos de dificultad y de debilidad.

A nuestro docente porque gracias a su paciencia y enseñanza continuamos en la senda de

nuestra formación académica.

Autores: Ipanaque Echevarría, Peralta Mendoza, y

otros.
iv

Abstract

The criminology of drug addiction, is currently a huge problem whose severity is

becoming increasingly manifest. Millions of people around the world are making misuse of all

kinds of illegal substances. These people are harming their health and well-being, jeopardizing

their responsibility to lead a healthy and productive life. There are also the billions of innocent

victims of drug abuse: families of users, communities, employers and societies. The problems

arising from the misuse and illicit trafficking of drugs are among the most serious in the world

today because they threaten future generations and, with it, the future of life.
v

Prefacio

La drogadicción no es reciente, pues, el ser humano ha experimentado con drogas desde hace

miles de años, con el fin de escapar de su realidad, divertirse o experimentar nuevas sensaciones,

sin embargo, esto continua hasta la actualidad.

Con el paso del tiempo la droga se ha convertido en un producto de abusivo y a la vez no

pasa de moda, sino que genera mucho dinero trayendo como consecuencias las muertes,

ejecuciones por venganza, crímenes, años de cárcel, accidentes de tránsito, pérdidas económicas,

inválidos, desórdenes mentales, entre otros, en conclusión, podemos decir que la drogadicción ha

sido un tipo de cultura y que en el tiempo actual ha venido a ser una transmisión de costumbres

fuerte y duradera.

Por otro lado, estas sustancias actúan en el organismo, especialmente afecta el sistema

nervioso central, la cual, es la estructura más delicada y más importante que tiene el ser humano,

y si estas sustancias actúan sobre esas estructuras dañándolas, perjudicándolas, indudablemente

que van constituir un elemento grave y peligroso para la colectividad; para la salud individual y

lógicamente para la salud pública.

Entre los tipos de drogas destacamos dos, esto, según su grado de dependencia, encontramos a

las drogas dura que son aquellas que provocan una dependencia física y psicosocial, es decir, que

alteran el comportamiento psíquico y social del adicto, como el opio y sus derivados, el alcohol,

las anfetaminas y los barbitúricos.

Por otro lado, tenemos a las drogas blandas que son las que crean únicamente una

dependencia psicosocial, entre las que se encuentran los derivados del cáñamo, como el hachís o

la marihuana, la cocaína, el ácido lisérgico, más conocido como LSD, así como también el

tabaco. Esta división de duras y blandas, es cuestionada, y se podría decir que las duras son
vi

malas y las blandas son buenas o menos malas, pero administradas en mismas dosis pueden tener

los mismos efectos nocivos.

En la presente investigación desarrollaremos el tema de “Criminología de la Drogadicción”,

ya que es un papel importante en la realización de crímenes, además, constará de dos capítulos;

el Capítulo I consistirá en las drogas

Por otro lado, esperamos que está investigación brinde y refuerce los previos conocimientos

y tenga como objetivo una mejor comprensión sobre la criminología de la drogadicción que

actualmente afecta a la sociedad.


vii

Tabla de Contenido

Dedicatoria ................................................................................. ii

Agradecimiento ......................................................................... iii

Abstract ..................................................................................... iv

Prefacio ...................................................................................... v

Tabla de Contenido.................................................................. vii

La Drogadicción y la Influencia en la Criminología

Capítulo I: Drogas ........................................................................................... 1

1.1.- Aspectos Generales……………………………………….………..……...1

1.1.1.- Definición. ......................................................................................................... 1

1.2.- Tipos de Drogas ........................................................................................... 2

1.2.1.- Según grado de dependencia. ........................................................................ 2

1.2.2.- Según efectos. ................................................................................................... 2

1.2.3.- Otros. .................................................................................................................. 3

Capítulo II: Drogadicción ........................................................................... 10

2.1.- Generalidades............................................................................................ 10

2.1.1.- Definición. ........................................................................................................10


viii

2.1.2.- Factores. ...........................................................................................................11

2.1.3.- Tipos de consumo............................................................................................12

2.1.4.- Grado de adicción. ..........................................................................................13

2.1.5.- Factores de Riesgo. .........................................................................................15

2.1.6.-Factores ambientales aumentan el riesgo de adicción ..............................18

2.1.7.- Factores biológicos aumentan el riesgo de adicción ................................18

2.1.8.- Consecuencias de la Drogadicción ..............................................................19

2.2.- Criminología de la Drogadicción ............................................................. 20

2.2.1.- Teorías Explicativas de la Delincuencia .....................................................20

2.2.2.- Factores de riesgo de criminalidad: ............................................................22

2.2.3.- Factores de la drogadicción desde una perspectiva criminológica ........23

2.2.4.- Modelos explicativos de consumo de Drogas y Relación con la Comisión de

delitos ...................................................................................................................25

2.2.5.- Perfil criminológico del narcotraficante.....................................................30

2.2.6.- Perfil criminológico del drogadicto. ............................................................30

2.2.7.- Comisión de delitos. ........................................................................................32

2.2.8.- Conexión criminalidad violenta/drogas ilicitas. ........................................36

2.2.9.- Psicocirugía Cerebral Reduce la Agresividad de Adictos de PBC de Cocaina.

..............................................................................................................................39
ix

Capitulo III.- Trafico Ilícito de Droga y su Regulación en el Perú. 40

3.1.- Codigo Penal .................................................................................................. 40

Conclusiones ............................................................................ 47

Recomendaciones .................................................................... 48

Referencias Bibliográficas ...................................................... 49

Apéndice ................................................................................... 50
1

La Drogadicción y la influencia en la Criminología

Capítulo I: Drogas

1.1.- Aspectos Generales


1.1.1.- Definición.
Para la Organización Mundial de la Salud, la droga es toda sustancia que introducida en un

organismo vivo puede modificar una o varias funciones de este.

De acuerdo a esta definición podemos agregar un carácter interpretativo considerando a la

droga como una sustancia que con dependencia de su utilidad terapéutica actúa sobre el sistema

nervioso central modificando la conducta del individuo y que por el uso continuado puede

generar el fenómeno de la fármaco-dependencia.

Por otro lado, podemos decir que son aquellas sustancias cuyo consumo puede producir

dependencia, estimulación o depresión del sistema nervioso central, o que dan como resultado un

trastorno en la función del juicio, del comportamiento o del ánimo de la persona.

El término drogas visto desde un punto de vista estrictamente científico es principio activo,

materia prima. En ese sentido droga puede compararse formalmente dentro de la farmacología y

dentro de la medicina con un fármaco, es decir que droga y fármaco pueden utilizarse como

sinónimos. Los fármacos son un producto químico empleado en el tratamiento o prevención de

enfermedades. Los fármacos pueden elaborarse a partir de plantas, minerales, animales, o

mediante síntesis.

Existe una segunda concepción que es de carácter social, según ésta las drogas son sustancias

prohibidas, nocivas para la salud, de las cuales se abusan y que en alguna forma traen un

perjuicio individual y social.


2

1.2.- Tipos de Drogas


1.2.1.- Según grado de dependencia.
 Las Drogas “Duras”. - Son aquellas que provocan una dependencia física y

psicosocial, es decir, que alteran el comportamiento psíquico y social del adicto, como

el opio y sus derivados, el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos.

 Las Drogas “Blandas “. - Son las que crean únicamente una dependencia psicosocial,

entre las que se encuentran los derivados del cáñamo, como el hachís o la marihuana,

la cocaína, el ácido lisérgico, así como también el tabaco. Esta división de duras y

blandas, es cuestionada, y se podría decir que las duras son malas y las blandas son

buenas o menos malas, pero administradas en mismas dosis pueden tener los mismos

efectos nocivos.

1.2.2.- Según efectos.

 Narcóticos: La palabra narcótico es un vocablo griego que significa “cosa capaz de

adormecer y sedar”. Esta palabra se usa con frecuencia para referirse a todo tipo de

drogas psicoactivas, es decir, aquellas que actúan sobre el psiquismo del individuo, se

pueden dividir en: -Opio, opiáceos y sucedáneos sintéticos. -Neurolépticos o

tranquilizantes mayores. -Ansiolíticos o tranquilizantes menores. -Somníferos o

barbitúricos. -Grandes narcóticos o anestésicos generales. Son drogas que producen

dependencia física y psicológica, unos de sus efectos son: la euforia, reducción del

temor, de la tensión, de la ansiedad, la actividad física, produciendo insomnio,

vómitos, etc. Los drogadictos necesitan dosis más y más elevadas para lograr sus

efectos, lo cual es costoso. Las víctimas inveteradas recurren a menudo al crimen para

satisfacer su vicio.
3

El opio y sus Derivados responde al nombre popular de adormidera o amapola se

conoce el fruto del cual se obtiene el opio y sus derivados. Es un polvo de color

tostado. Se extrae de los granos que contiene el fruto y entre sus usos medicinales se

encuentran la supresión del dolor, el control de los espasmos y el uso como

antitusígeno. Entre sus derivados se encuentra la morfina, la heroína, la metadona y la

codeína, todos ellos pueden brindar extraordinarios beneficios terapéuticos si son

recetados y controlados por un médico. Los opiáceos se presentan como polvo para

fumar o solución inyectable. Este narcótico produce un estado de euforia y ensoñación;

una sensación de éxtasis que se acorta rápidamente a causa de la tolerancia

 Sedantes: Son drogas que deprimen y retardan las funciones del cuerpo. A menudo,

estas drogas se llaman tranquilizantes y píldoras para dormir o, a veces, simplemente

sedantes. Sus efectos oscilan entre calmar a personas que experimentan ansiedad y

promover el sueño. Tanto los tranquilizantes como las píldoras para dormir pueden

tener ambos efectos, según la cantidad ingerida.

1.2.3.- Otros.

1. Ansiolíticos o Tranquilizantes Menores: Habitualmente usados para tratar las neurosis,

estas drogas constituyen la mitad de todos los psicofármacos consumidos en el mundo,

a pesar de que producen un síndrome de abstinencia muy grave. Al abandonar su

consumo pueden aparecer episodios depresivos, desasosiego o insomnio.

2. Somníferos o Barbitúricos: Su uso puede provocar lesiones en el hígado o en los

riñones, producir erupciones cutáneas, dolores articulares, neuralgias, hipotensión,

estreñimiento y tendencia al colapso circulatorio. La dependencia física se genera entre

las 4 o las 6 semanas.


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3. Alucinógenas: Las drogas conocidas como alucinógenos son fármacos que provocan

alteraciones psíquicas que afectan a la percepción. La palabra “alucinógeno” hace

referencia a una distorsión en la percepción de visiones, audiciones y una generación

de sensaciones irreales. La alucinación es un síntoma grave de la psicosis de la mente y

su aparición distorsiona el conocimiento y la voluntad. Los alucinógenos se consideran

productos psicodélicos que inhiben los mecanismos de defensa del yo, y facilitan la

distribución de la sensibilidad, así como la aparición de imágenes desconcertantes.

a) Ácido Lisérgico. - Conocido como LSD es una sustancia semi sintética,

derivado del ergot, extracto éste del cornezuelo del centeno, usado en medicina

al final de la edad media. También fue muy utilizado en obstetricia para evitar

hemorragias puerperales y promover la contracción del útero. En un principio

fue utilizado con fines terapéuticos de alcohólicos, cancerosos y otros enfermos

terminales para ayudarles a superar el trance. Posteriormente fue abandonada la

práctica al comprobarse los resultados adversos, tales como suicidios a causa de

las engañosas imágenes y terroríficas visualizaciones. También se comprobó

que podía desencadenar esquizofrenia y deterioros mentales variados.

b) Éxtasis o MDMA: La metilendioximetanfetamina (MDMA), normalmente

conocida como “éxtasis”, “ectasi” o “X-TC”, es una droga sintética sicoactiva

con propiedades alucinógenas de gran potencial de emotivo y perturbador

psicológico, con propiedades similares a las anfetaminas. Se asemeja a la

estructura de la metilendioxianfetamina y de la metanfetamina, otros tipos de

drogas sintéticas causante de daños cerebrales. Durante los años 60 se utilizó

con fines terapéuticos dado que según determinados sectores de la psiquiatría

ayudaba a la comunicación y al tratamiento de neurosis fóbicas. El éxtasis


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produce efectos psíquicos de gran potencial perturbador. Inicialmente el sujeto

experimenta sensaciones de confianza y excitación, a las que siguen un estado

de hiperactividad e incremento en los pensamientos morbosos. Los efectos del

estimulante se diluyen provocando trastornos sicólogos, como confusión,

problemas con el sueño (pesadilla, insomnio), deseo incontenible de consumir

nuevamente droga, depresión, ansiedad grave y paranoia. Estos efectos han

sido reportados incluso luego de varias semanas de consumo. También se han

informado casos graves de psicosis. Entre los síntomas físicos pueden citarse:

anorexia, tensión y trastornos musculares similares a los presentes en la

enfermedad de parkinson, bruxismo, náuseas, visión borrosa, desmayo,

escalofrío y sudoración excesiva.

c) Metanfetamina: La persona que usa “Ice” piensa que la droga le proporciona

energía instantánea. La realidad es que la droga acelera el sistema nervioso,

haciendo que el cuerpo utilice la energía acumulada. Los efectos que causa al

cuerpo varían de acuerdo a la cantidad de droga utilizada. Entre los síntomas

observados se encuentran los siguientes: lesión nasal cuando la droga es

inhalada; sequedad y picor en la piel; acné; irritación o inflamación;

aceleración de la respiración y la presión arterial; lesiones del hígado, pulmones

y riñones; extenuación cuando se acaban los efectos de la droga(necesidad de

dormir por varios días); movimientos bruscos e incontrolados de la cara, cuello,

brazos y manos pérdida del apetito; depresión aguda cuando desaparecen los

efectos de la droga.

d) MDA: La MDA, es una droga similar a la anfetamina que también ha sido

objeto de abuso, presentando efectos psico-físicos similares a los de la MDMA.


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Está droga destruye las neuronas productoras de serotonina, que regulan

directamente la agresión, el estado de ánimo, la actividad sexual, el sueño y la

sensibilidad al dolor.

e) Cannabis Sativa-Hachis-Marihuana: El Cannabis Sativa es un arbusto silvestre

que crece en zonas templadas y tropicales, con una altura de seis metros,

extrayéndose de su resina el hachís. Su componente más relevante es el delta

THC, conteniendo la planta más de sesenta componentes relacionados. Se

consume preferentemente fumada, aunque pueden realizarse infusiones con

efectos distintos. Un cigarrillo de marihuana puede llegar a contener 150 mg.

de THC, y llegar hasta el doble si contiene aceite de hachís, lo cual puede llevar

al síndrome de abstinencia si se consume de 10 a 20 días. La dependencia se

considera primordialmente psíquica. Los síntomas característicos de la

intoxicación son: ansiedad, irritabilidad, temblores, insomnios.

Puede presentarse en distintas modalidades de consumo, sea en hojas que se

fuman directamente, en resina del arbusto o en aceite desprendido de este

último. De la modalidad en que se presente la droga dependerá su

denominación: “marihuana” es el nombre de las hojas del cáñamo

desmenuzadas, que después de secarse y ser tratadas pueden fumarse, su efecto

es aproximadamente cinco veces menor que el del hachís. El nombre hachís

(también conocido como hashis) deriva de los terribles asesinos (hashiscins)

árabes, que combatieran en las cruzadas en los años 1090 y 1256. El hachís se

obtiene de la inflorescencia del cáñamo hembra, sustancia resinosa que se

presenta en forma de láminas compactas con un característico olor. Durante los

años sesenta comienza el consumo casi masivo de la marihuana, así como de


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otras alucinógenas como el peyote, el LSD, etc. A pesar de ser una sustancia

ilegal, su consumo sigue en aumento. El THC afecta a las células del cerebro

encargadas de la memoria. Eso hace que la persona tenga dificultad en recordar

eventos recientes, y hace difícil que pueda aprender mientras se encuentra bajo

la influencia de la droga.

4. Estimulantes: El término estimulante se aplica a varios grupos de drogas que tienden a

aumentar la agudeza mental y actividad física. Algunas personas emplean los estimulantes

para contrarrestar la somnolencia y el sentimiento de cansancio producido por las píldoras

para dormir. Este ciclo de estímulo/depresión es sumamente perjudicial para el cuerpo y

además peligroso. Tradicionalmente usados para combatir la fatiga, el hambre y el

desánimo, los estimulantes provocan una mayor resistencia física transitoria gracias a la

activación directa del sistema nervioso central.

a. Estimulantes Vegetales: El café, té, el mate, la cola, el caco, el betel y la coca son

plantas que crecen en muchas partes del mundo, a pesar que suelen consumirse

repetidas veces en el día, son sustancias tóxicas que poseen efectos secundarios.

Aunque los estimulantes vegetales son considerados como inocuos, conviene moderar

su consumo ya que se trata de sustancias tóxicas susceptibles de producir efectos

secundarios nocivos.

 Coca: La coca, hoja del arbusto indígena americano, pertenece al grupo de los

estimulantes. Su consumo es ancestral en ciertas partes de Latinoamérica, donde es una

práctica habitual el mascar las hojas. Su efecto sobre el sistema nervioso central es

menor que los de la cocaína. La coca es consumida mascándola con algún polvo

alcalino como cenizas o cal. También es fumada tanto sola como mezclada con tabaco
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y marihuana. Está comprobado que tiene síntomas de abstinencia, depresión, fatiga,

toxicidad y alucinación.

b. Estimulantes Químicos:

 Cocaína: Es un poderoso estimulante de corta duración que actúa sobre el sistema

nervioso central. La cocaína proviene del árbol de la coca que crece en América del

Sur. La cocaína (clorhidrato de cocaína) de mayor consumo en los estados unidos es un

polvo blanco y cristalino que se extrae de las hojas de la coca. La cocaína que se

compra en la calle es una mezcla de cocaína pura y de otras sustancias que se le añaden

para aumentar las existencias y las ganancias del vendedor. Estas sustancias con las

cuales se mezcla son: talco. Harina, laxantes, azúcar, anestesia local y otros

estimulantes y polvos. La cocaína que se puede fumar es precisamente la que se

obtiene en la calle, la que se convierte en base pura al eliminar la sal de hidroclorido y

otras sustancias que se la haya añadido. La Única forma de introducirla al sistema es

fumándola. La cocaína es una de las drogas más adictivas que hay, ya que su efecto,

aunque fuerte es de corta duración.

 Crack- Bazuco: También denominado “crack, bazuco”, forma más peligrosa de

cocaína que se puede fumar es una pasta de cocaína hecha usando gasolina o ácido

sulfúrico para extraer una pasta fumable, la pasta se seca y se fuma en una pipa o se

tritura para hacer un cigarrillo. La cocaína se puede usar con otras drogas para producir

una variedad de efectos. A una euforia de cocaína le sigue a menudo un desplome que

dura de 30 a 60 minutos o más. Durante el desplome, el consumidor se siente cansado,

ansioso e irritado. El uso de la cocaína proporciona un alivio inmediato a estos

síntomas y crea un ciclo de uso para evitar los efectos resultantes no placenteros.
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Generalmente, mientras mayor sea la euforia peor serán las consecuencias del

desplome. El síndrome de retirada, seguido del uso prolongado y extensivo de la droga,

puede causar irritación, náuseas, agitación, desordenes en el dormir, depresión aguda,

dolores musculares y una intensa ansia por la droga.


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Capítulo II: Drogadicción


2.1.- Generalidades
2.1.1.- Definición.
Es una enfermedad que tiene su origen en el cerebro de un gran número de seres humanos, la

enfermedad se caracteriza por su larga duración, sus progresivas recaídas. Además, se considera

como una dependencia psíquica, cuyo individuo siente una imperiosa necesidad de consumir

droga o, en caso contrario, un desplome emocional cuando no la ingiere y una dependencia física

producida por los terribles síntomas de abstinencia al no ingerirla. La drogadicción causa

problemas físicos, psicológicos, sociales y financieros.

Por otro lado, se denomina drogadicción al estado psíquico y a veces físico causado por la

interacción entre un organismo vivo y una droga caracterizado por modificaciones del

comportamiento, y por otras reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible al

tomar la droga en forma continua o periódica con el fin de experimentar sus efectos síquicos y a

veces para evitar el malestar producido por la privación. La dependencia es el estado del

individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un deseo de ingerir alguna substancia.

Si este deseo se mantiene por mecanismos metabólicos y su falta crea un síndrome de

abstinencia, se denomina dependencia física. Si la dependencia se mantiene por mecanismos

psicosociales, suele definirse como dependencia psíquica o psicosocial. Al hablar de dependencia

de una droga se refiere al uso compulsivo de este, pero hay que diferenciar la dependencia física

y síquica.

En la primera se presenta el Síndrome de Abstinencia al dejar de consumir y en la segunda

dicho síndrome no se presenta. Se debe entender que el adicto seguirá siendo un adicto mientras

viva, es decir, que el individuo se rehabilita para poder vivir sin consumir la droga y, de allí en
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adelante, éste será un adicto en remisión, no estará usando la droga, pero para mantenerse en ese

estado de abstinencia o remisión no podrá bajar la guardia.

2.1.2.- Factores.

1) Habituación: Es algo que realizamos a diario y que se hace costumbre. El consumo

habitual de Drogas puede llegar a la dependencia.

2) Dependencia: Es la necesidad física de consumir frecuentemente y en cantidades cada

vez mayores, dando como resultado problemas físicos y sicológicos al individuo.

La Organización Mundial de la Salud sugiere reemplazar el término toxicomanía por

dependencia, que sería más apropiado de acuerdo con los conceptos que luego

enunciaremos. Dicha organización establece siete tipos de dependencia, que son las

siguientes:

a. Dependencia Morfínica: Se llama comúnmente "adormidera", la morfina como la

heroína son utilizadas por los adictos por vía endovenosa, mediante la

autoinyección. Ambos alcaloides producen efectos hipnóticos y analgésicos de

gran intensidad. Engendran verdadera dependencia física, con un dramático

síndrome de abstinencia (en ese estado el adicto es capaz de realizar cualquier

delito para lograr la droga). La codeína es otro alcaloide del opio, también capaz de

engendrar dependencia, aunque en menor gravedad. Los adictos la utilizan como

droga supletoria, ingiriendo comprimidos de medicamentos y jarabes antitusígenos

de fabricación comercial, en grandes cantidades.

b. Dependencia Cocaínica: La facilidad de la disolución del clorhidrato en agua

contribuye al uso de esta droga por vía inyectable, con frecuentes accidentes

tóxicos, y aún fatales, por sobredosis. En los últimos tiempos se ha difundido el


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fumado del alcaloide en su forma básica, es decir, no salificado como clorhidrato,

mezclado con tabaco o marihuana, modalidad llamada "Crack". El alcaloide es

absorbido en este caso por vía pulmonar, llegando al cerebro en contados segundos

y produciendo un intenso y súbito "Rush", una enorme euforia, que dura varios

minutos para pasar luego a una muy desagradablemente depresión, lo que lleva al

adicto a volver a fumar; de esta manera se suceden euforias y depresiones, lo que

puede conducir al sujeto al paro cardiorrespiratorio fatal. Tradicionalmente se

consideró que la cocaína no producía dependencia física. Con la aparición del

"crack" esta afirmación se desvanece: un adicto a la cocaína, que utiliza tal forma

de consumo, no deja de fumar mientras disponga de droga, o de los medios para

conseguirla. La demanda psíquica es de una violencia tal que el sujeto constituye

un serio peligro para la sociedad y de seguridad nacional.

3) Adicción: Es el consumo de una droga o la participación en una actividad se convierte

en adicción, si a pesar de que le causa problemas en su vida, usted sigue haciéndolo.

2.1.3.- Tipos de consumo.

1) Consumidor Experimental. - Causa más común de su consumo: curiosidad, experimentar

un estado de ánimo diferente. Características del consumo, consumo esporádico.

Individuos que llegan a probar una vez y luego la dejan y no vuelven a consumirla.

2) Consumidor Recreacional. - Causa más común de su consumo: búsqueda de placer,

características del consumo: esporádico, de tipo social.

3) Consumidor Circunstancial. - Causa más común de consumo: necesidad de lograr un fácil

apoyo para enfrentar una situación determinada. Características de consumo: consume

cada vez más para sentirse bien ante determinadas situaciones.


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4) Consumidor Habituado. - Causa más común de consumo: mantener el estado anímico,

psicológico o físico que produce la droga. Características de consumo: una o más veces al

día.

5) Consumidor Adicto. - Causas más comunes de su consumo: necesidad permanente y

compulsiva de experimentar el estado psicológico y/o físico que la droga produce.

2.1.4.- Grado de adicción.

1) Primaria: Esta palabra significa “primera” o que aparece en primer lugar. Muchas

personas piensan que la adicción a las drogas aparece después o es consecuencia de

algún problema como lo es alguna enfermedad mental, un “trauma” sufrido durante la

niñez o cosas similares. Si así fuera diríamos que es una enfermedad secundaría, esto

es, que es una consecuencia directa de otro problema mental o emocional, o sea que

primero apareció el problema mental y después, como resultado, vino la adicción a las

drogas. Esta es una idea algo anacrónica y no completamente cierta. La ciencia

contemporánea ya corrigió este punto de vista. La realidad es que la adicción al alcohol

o a las drogas puede padecerla cualquier persona, tenga o no tenga enfermedad mental

alguna, y debe ser tratada, primeramente, esto es: antes que cualquier otro problema

emocional o mental y esto quiere decir sencillamente que la persona tiene que aceptar

que está enfermo(a) y que debe abstenerse de seguir consumiendo drogas o alcohol,

además de pedir ayuda a los expertos en la materia. Algunos investigadores científicos

afirman que es posible saber con mucho tiempo de anticipación si una persona va a ser

adicta o no en alguna etapa de su vida. Estos eruditos aseguran que desde temprana

edad un niño(a) se comporta dé tal manera que se va preparando el terreno para que se

desarrolle la adicción al alcohol o las drogas algunos años después.


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Ellos hablan de los niños que son muy nerviosos, hiperactivos e inestables. Esta idea

no es nueva. Pero también tenemos que decir que esos niños pueden cambiar su

manera de comportarse al ser presionados por el medio familiar o social o,

sencillamente, al llegar a la pubertad pueden sufrir cambios en su manera de ser que se

deban más a las crisis propias de esta etapa de la vida y, por lo tanto, esta supuesta

personalidad “preadictiva” (riesgo de convertirse en adictos) desaparece para siempre.

2) Progresiva: Muchos adictos, sus familiares, amigos piensan que con sostener una

buena platicada con la persona problema, dándole algunos consejos o regaños, esta va

a dejar de consumir droga o de abusar de las bebidas alcohólicas y las cosas van a

cambiar. Desgraciadamente esto no es así en el caso de los verdaderos alcohólicos y

adictos. Se requiere de ayuda especializada. Es muy probable que después de esas

platicas interesantes e intensas en las que se invirtieron tiempo, energías e inteligencia,

tanto la persona adicta como el voluntario o voluntaria que ser prestó para ayudar,

salgan convencidos ambos de que algo bueno va a suceder próximamente, pero al cabo

de pocos días u horas las cosas van a regresar a como estaban antes o peor. Algunas

personas suponen que el hecho de dejar de consumir por algún tiempo su droga de

preferencia, alejarse de ella por semanas o meses, se convertirá en el mejor argumento

para demostrarse a sí mismo y a los demás que no tienen ningún problema y que

pueden dejar de beber o drogarse cuando así lo deseen o se lo propongan. La realidad

es que, en lo más profundo de su interior, estará contando las horas y minutos en los

que este plazo se termina para volver a consumir la droga de manera ilimitada. Durante

el período de abstinencia en el que la persona no se involucró con el uso de alcohol o

las drogas, su deseo por hacerlo no disminuyó, por lo contrario, se vio acrecentado y

toda la energía contenida de ese deseo se desbocará a la hora de beber o usar droga.
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3) Mortal: Esto parece fácil de entenderse: a medida que las personas adictas consuman

más drogas o alcohol, tiene más riesgo de morir por una sobredosis. Pero este punto no

es el único que hace mortal a esta enfermedad. Hay otros muy importantes. También

puede perder la vida en algún pleito a golpes o por lesiones producidas por arma

blanca o arma de fuego, situaciones que se presentan comúnmente cuando las personas

se encuentran intoxicadas por el alcohol o las drogas, o incluso pueden morir al no

ingerir alimentos o líquidos vitales ya que la mayoría de las drogas quitan el hambre y

en ocasiones hasta la sed; del mismo modo se puede sucumbir sencillamente porque

mientras se abusa del alcohol o de las drogas se pierde el sentido de la vida y se llega

al suicidio y esto es algo que le sucede a gran cantidad de alcohólicos y adictos,

finalmente se puede perecer por la sencilla razón de que a la mayoría de los adictos les

resulta muy difícil parar de consumir el alcohol o drogas y esto va a provocar un

deterioro progresivo de las funciones vitales del organismo hasta que este deje de

funcionar.

2.1.5.- Factores de Riesgo.

Problemas familiares: Uno de los motivos por lo que muchos jóvenes entran en el mundo de

las drogas es porque dentro de esta hay un malestar. Se debe bien por problema entre los

cónyuges, que en muchos casos acaba en divorcio, y no se le presta la atención adecuada al

menor, bien por problemas económicos y porque viven en barrios marginales donde la droga está

muy presente y acaban acudiendo a ella.

Problemas emocionales: Cuando estamos mal en el ámbito emocional causados por diferentes

motivos como una ruptura, muerte de un familiar, en muchos casos se acude a la droga como
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método de escape y evadirse de la realidad mientras duren los efectos de las drogas y sentirse en

un mundo aparte.

Para sentirse bien. La mayoría de las drogas de las que se abusa producen sensaciones intensas

de placer. Esta sensación inicial de euforia es seguida por otros efectos, que varian según el tipo

de droga que se consume. Por ejemplo, con estimulantes como la cocaína, la sensación de euforia

es seguida por sentimientos de poder, confianza en uno mismo y mayor energía. En contraste, la

euforia causada por opiáceos como la heroína es seguida por sentimientos de relajación y

satisfacción.

Para sentirse mejor. Algunas personas que sufren de ansiedad social, trastornos relacionados

con el estrés y depresión, comienzan a abusar de las drogas en un intento por disminuir los

sentimientos de angustia. El estrés puede jugar un papel importante en el inicio del consumo de

drogas, la continuidad en el abuso de drogas o la recaída en pacientes que se recuperan de la

adicción.

Para desempeñarse mejor. Algunas personas sienten presión por aumentar o mejorar

químicamente sus capacidades cognitivas o su rendimiento deportivo, lo que puede desempeñar

un papel en la experimentación inicial y el abuso continuo de drogas como los estimulantes

recetados o los esteroides anabólicos/androgénicos.

La curiosidad y el “porque otros lo hacen. En este aspecto, los adolescentes son

particularmente vulnerables, debido a la fuerte influencia de la presión de sus pares. Los

adolescentes son más propensos que los adultos a participar en comportamientos riesgosos o

temerarios para impresionar a sus amigos y expresar su independencia de las normas parentales y

sociales.

“Asimismo, también tenemos como factores de riesgo que ha podido observar y demilitar el

organismo” (CONACE 2005).


17

Factores de riesgo personal. - dificultad en el manejo de las emociones: impulsividad;

problemas en la autoestima y autoconcepto; dificultad para postergar la satisfacción; intolerancia

a la frustración; curiosidad y búsqueda de nuevas experiencias; predisposición genética para el

consumo de alcohol y drogas; poca claridad en el proyecto de vida.

Factores de riesgo en lo familiar. -abandono; poco reconocimiento o expresión de afecto;

ausencias de normas y límites claros; ausencia de respeto y disciplina; poca claridad en los

valores; modelos de padres muy autoritarios y muy rígidos; maltrato y violencia intrafamiliar;

problemas dela comunicación; conflictos familiares frecuentes; patrones familiares de consumo

de droga; patrones familiares de conducta delictiva.

Factores de riesgo en lo comunitario. - escasa organización y participación comunitaria;

actitud permisiva frente al consumo de drogas; disponibilidad de drogas y presencia de tráfico;

ausencia de solidaridad y espíritu de trabajo; desarraigo cultural; carencia de líderes comunitarios

(sanos); ambiente de violencia y maltrato.

Factores de riesgo en lo social.- crisis de valores; pocas oportunidades educativas;

empobrecimiento de la población; exclusión social; desempleo; programas de de prevención

insuficientes; presencia de redes de distribución de drogas; nuevas modalidades de penetración de

drogas.

Por lo descrito son múltiples los factores de riesgo que se interrelaciona entre sí, generando

mayor o menor probabilidades en un sujeto para que incurra en el consumo de drogas, además,

son múltiples también las dimensiones de riesgos que se puede observar.

Por lo tanto, como apreciamos la problemática del riesgo en el consumo drogas es

multideterminadas y compleja.
18

2.1.6.- Factores ambientales aumentan el riesgo de adicción.

a) El hogar y la familia. La influencia del entorno hogareño, especialmente durante la infancia,

es un factor muy importante. Los padres o los miembros mayores de la familia que abusan del

alcohol o las drogas, o que manifiestan comportamientos criminales, pueden aumentar el riesgo

de que ellos también desarrollen problemas con las drogas. Las primeras interacciones de los

niños dentro de la familia son cruciales a la hora de determinar su desarrollo saludable y mitigar

el riesgo de abuso de drogas.

b) Los amigos y compañeros de escuela. Los amigos y conocidos pueden tener una influencia

cada vez mayor durante la adolescencia. Si estos pares consumen drogas, pueden convencer hasta

a quienes no tienen factores de riesgo de que las prueben por primera vez. El fracaso escolar o la

falta de habilidades sociales pueden poner a un niño en mayor riesgo de consumir o convertirse

en adicto a las drogas.

2.1.7.- Factores biológicos aumentan el riesgo de adicción.

Los científicos estiman que los factores genéticos explican entre el 40 y el 60 por ciento de la

vulnerabilidad de una persona a la adicción. Esto incluye los efectos de los factores ambientales

en el funcionamiento y la expresión de los genes de una persona. Otros factores incluyen la etapa

de desarrollo y otras condiciones médicas que pueda tener una persona. Los adolescentes y las

personas con trastornos mentales tienen un mayor riesgo de abuso y adicción a las drogas que la

población general.
19

2.1.8.- Consecuencias de la Drogadicción.

a) Relaciones personales: Las relaciones con la familia, amigos o pareja se alteran,

aparecen discusiones frecuentes, la comunicación se interrumpe, hay pérdida de

confianza y alejamiento.

b) Trabajo: Frecuentemente se manifiesta baja productividad y deterioro de la calidad del

trabajo o la pérdida del mismo.

c) Economía: El destinar la mayor parte del dinero a comprar drogas, genera

endeudamiento.

d) Salud psíquica: Es posible la aparición de una amplia gama de trastornos psicológicos,

estados de ánimo negativos e irritabilidad, actividades defensivas, pérdida de

autoestima e intenso sentimiento de culpa, así como alucinaciones visuales y auditivas,

disminución de la capacidad intelectual, lenguaje confuso, y la destrucción de

neuronas.

e) Conducta: La droga se vuelve casi lo más importante, los adictos se tornan egoístas y

egocéntricos (no les importa nada más que ellos mismo).

f) Salud física: Se presentan trastornos del apetito, úlceras, insomnio, fatiga y otras

enfermedades provocadas por el consumo de drogas como son: taquicardia,

conjuntivitis, atrofia cerebral, temblores y convulsiones.

g) Tolerancia: La droga produce tolerancia física, por lo que es necesario ir aumentando

la cantidad de dosis consumida para experimentar los mismos efectos.


20

2.2.- Criminología de la Drogadicción


2.2.1.- Teorías explicativas de la delincuencia.

Consideramos que antes de explicar y analizar la criminología de la drogadicción es necesario

tener en cuenta las toarías explicativas de la delincuencia

Es así que desde la psicología de la delincuencia se ha hablado mucho desde diversas ópticas

científicas o cuasi científicas. El psicoanálisis entre ellos ha pretendido dar un cuadro acabado de

la cuestión sin incurrir en casuística empírica o bien, haciendo elucubraciones de escaso contenido

científico comprobable.

No obstante estas aclaraciones, es interesante hacer un recorrido muy somero sobre las

principales teorías que han dado cuenta de la psicología de la delincuencia, para tener claros los

procesos y mecanismos psicológicos que se dan en la misma, como así también, una vez hecho el

mismo, identificar factores de riesgo que nos puedan hablar de ciertas probabilidades de un sujeto

devenga delincuente.

Las principales teorías explicativas de la delincuencia:

1) Aprendizaje de la delincuencia.

La delincuencia o la conducta delincuente, es una conducta aprendida que se va dando con el

desarrollo de la personalidad del sujeto. Bandura es un autor reconocido en el ámbito de la

Psicología precisamente por proponer un modelo de aprendizaje social de la conducta, que realza

el papel de la imitación y de las expectativas de la conducta (BANDURA, 1987 p. 123).

Por otro lado, AKERS, R y SERRANO, A., (2006) toma el modelo del autor anterior y considera

que en el aprendizaje de la conducta delictiva, se dan cuatro mecanismos interrelacionados

Asociación diferencial con personas que muestran hábitos y actitudes delictivas.


21

a) Adquisición por parte del sujeto de definiciones favorables a continuar con la conducta

delictiva.

b) Reforzamiento diferencial de la conducta delictiva,

c) Imitación de modelos pro delictivos. (p. 28-30)

2) Predisposición a la conducta violenta.

El apartado anterior nos habla de los mecanismos psicológicos que se dan en la adquisición de

la conducta violenta delictiva. Pero, por otro lado, existen rasgos y características individuales de

cada sujeto que predisponen a eso. Es decir, que podrían activarse estos rasgos de naturaleza

biopsicológica frente a la exposición de las relaciones diferenciales por las que un sujeto se conduce

violentamente,

3) Ruptura con vínculos sociales.

La pérdida de vínculos sociales integrados al ámbito social de manera estable y sana incide en

la predisposición y cristalización de la conducta violenta. Cuanto menores son los lazos afectivos

y emocionales con personales socialmente integradas, mayor es la implicación de un sujeto hacia

la conducta violenta. Según la teoría de los vínculos sociales el desarrollo en ambientes

facilitadores y favorecedores como la familia, el grupo de amigos, la escuela, pueden hacer que el

sujeto no presente conducta violenta en el futuro. De esto, principalmente, se han encargado

algunos desarrollos sobre el control social formal.


22

4) Carreras delictivas y criminología del desarrollo.

Esta postura sostiene a la delincuencia en conexión con las diversas etapas evolutivas del sujeto,

siendo que en los periodos de mayor desarrollo (infancia y adolescencia) es donde existen mayores

factores de riesgo a los que se ve expuesto el sujeto.

Se diferencian factores dinámicos de factores estáticos, entre los cuales encontramos psicopatía,

personalidad, y características históricas del sujeto que son inmodificables. Por lo tanto, lo propicio

es detectar estos factores de riesgo durante las primeras etapas del desarrollo del sujeto para que

no se cristalicen y en el futuro el mismo no presente conducta violenta.

Esta última postura es la que más nos sirve para nuestro análisis. Lejos de agotar la cuestión en

esos factores de riesgo enumerados, haremos un recorrido más profundo sobre los mismos para

poder identificarlos

2.2.2.- Factores de riesgo de criminalidad.

a) Factores individuales: Pobre capacidad de resolución de conflictos: hiperactividad:

temperamento difícil en la infancia: escasa capacidad de insight; baja tolerancia a la frustración;

escasa introproyección de las normas; baja tolerancia a la postergación de la satisfacción;

trastornos de personalidad; dificultad en el manejo de las emociones; consumo de drogas;

psicopatia; impulsividad; tendencia a exposición de situaciones de riesgo; búsqueda de nuevas

sensaciones y estimulaciones.

b) Factores familiares: Baja cohesión familiar; tener padres con enfermedad mental; estilos

parentales coercitivos, ambivalentes o permisivos; familia diseregada; violencia intrafamiliar.

c) Factores ligados al grupo de pares: Pertenencia a grupos de pares involucrados en

actividades riesgosas.
23

d) Factores escolares: bajo apoyo del profesor; alienación escolar; violencia escolar.

e) Factores sociales o comunitarios: Bajo apoyo comunitario; estigmatización y exclusión de

actividades comunitarias.

Damos por supuesto que existen múltiples manifestaciones de la criminalidad.

2.2.3.- Factores de la drogadicción desde una perspectiva criminológica.

Entre ello tenemos a Astolfi señala la necesidad del planteamiento interdisciplinario, desde los

niveles biológicos, psicológicos, sociales y culturales, otro especialista tenemos a Jean Mabileu

dice que existe un nexo entre la personalidad del sujeto y su adicción. Entre otras palabras, el

proceso de adquisición de una toxicomanía será más o menos rápido según al droga y la

naturaleza física y psíquica de las personas

Por tanto para precisar la problemática explicativa de la adicción o farmacodependiente, hay

que tener en cuanta además de las condiciones personales o internas, también los múltiples

factores externos que en nuestro mundo contemporáneo contribuye al inicio y la posterior

dependencia de las drogas.

a) Factores económicos y sociales: Las condiciones sociales conflictivas, sean de tipo

familiar o entorno social, aunados a las condiciones económicas muchas veces

desfavorables, son elementos que propician la aparición del futuro drogadicto. Es así que

tenemos que las diversas condiciones socio-económicas negativas en sus características

más específicas son parte de la sociocriminología. Dentro de dicho ámbito esta la teoría de

la anomie plantea , por ejemplo, una explicación de consideramos discutible (Gagnon,

1967).
24

Como parte del contexto social, el vicio comercializado que se encarga del trafico de

drogas y de atraer nuevos adictos, también es un factor externo que contribuye a la

aparición y el mantenimiento de esta forma de conducta desviada.

b) Factores médicos y iatrogénicos: Constituye igualmente circunstancias favorables o

iniciadoras en el consumo de ciertas sustancias. Con el auge de una variedad de

psicofármacos , sobre todo los ansiolíticos, barbitúricos y bromuros, se han creado el

problema de habituación medicamentosa en sujetos sometido alguna forma de terapia con

tales fármacos , incluso dent4o de este contexto, caen en adicción los médicos y

enfermeras , quienes por tener mayores facilidades pueden adquirirlas con relativas

facilidad

La receta de analgésicos como la morfina, o estimulantes como la anfetamina, o bien

algunos hipnóticos o sedantes, como la variedad de barbitúricos, bromuros y

tranquilizantes menores, fácilmente indicados por el médico, sin la precaución del caso,

son situaciones que puedan desencadenar en una farmacodependencia por determinadas

personalidades.

c) Aspecto psicológico: Aspecto del futuro adicto, algunos autores señalan que los rasgos de

inmadurez, baja tolerancia a las frustraciones, bajo umbral para la percepción del dolor,

pasividad, tendencia a quebrar las reglas, impulsividad, animo depresivo, son aspectos de

la personalidad que puede favorecer al decaimiento en la drogadicción, que alguno al

bautizado con el nombre de personalidad farmacotimica.

Otros especialistas como Solomon consideran que el adicto puede ser asociado a rasgos

psiquiátricos, entre los que estarían las neurosis, trastorno de personalidad (psicopatías) y

alteraciones psicóticas. En ambos casos, el joven adolecente con tales rasgos de


25

personalidad o trastorno, constituye el sujeto más proclive hacia la farmacodependencia,

en función de sus circunstancias sociales (Solis Espinoza, 1997).

2.2.4.- Modelos explicativos de consumo de Drogas y Relación con la Comisión de

delitos.

Ya hemos visto que tanto el consumo de drogas como la criminalidad presentan factores de

riesgo en común. Tal es así, que en el caso de la criminalidad, un factor de riesgo es el consumo de

drogas. Lejos de agotar la temática en este punto es interesante ver cómo algunos autores han

tratado estas cuestiones, Por otro lado, creo que sería estéril plantear que el consumo de drogas

lleva a la criminalidad, y viceversa

Por lo tanto, lo que quiero hacer en este apartado es presentar la discusión al respecto, y ver la

tensión que se observa entre estos dos fenómenos; es decir el consumo de drogas, y la criminalidad,

que como dijimos más arriba, nos abocaremos exclusivamente al micro delito.

Un autor muy interesante en esta línea es Nicholas , quien señala cinco temáticas en relación al

tópico de las drogas y su relación con el delito (Nicholas, 2001):

a) El suministro y el uso de drogas ilícitas, las cuales en sí mismas constituyen un delito.

b) El desarrollo de organizaciones criminales dedicadas al comercio de drogas legales, y la

comisión de crímenes como asesinatos, corrupción de la policía, y el uso de la violencia para

facilitar las actividades del tráfico ilícito de drogas.

c) La comisión de delitos bajo la influencia de drogas ilícitas.

d) La comisión de delitos para obtener dinero para comprar drogas. e Los delitos cometidos en

contra de los consumidores de drogas ilícitas.


26

El autor da un amplio panorama respecto de la relación entre el consumo de drogas y la

criminalidad, Ahora bien, nos damos cuenta que los dos primeros puntos se refieren a la

criminalidad organizada, o criminalidad compleja. Es decir, todo el abanico de delitos conexos que

se dan en derredor del llamado narcotráfico.

En el presente, nos interesan el punto c) y el d), ya que nos hablan de la relación entre el consumo

de drogas y la criminalidad que nos interesa.

Por otro lado, el criminólogo José María Rico, hace un análisis de la vinculación entre el uso de

drogas y la comisión de delitos, nos habla del carácter criminógeno del uso de drogas. O sea, las

relaciones existentes entre tal uso y diversas formas de criminalidad (en sintonía con lo que vengo

planteando más arriba). según el autor, estas relaciones pueden ser directas, cuando se cometen

ciertos delitos bajo la influencia de determinadas sustancias, e indirectas, cuando el acto delictual

se realiza para conseguirlas, Es decir, que para Rico, también los puntos antes reseñados (el c y el

d mencionados por Nicholas son los que más entrarían en vigencia en derredor de esta problemática

(Rico, 2011).

Por otro lado, Hall propone tres hipótesis básicas para relacionar la problemática del consumo

de drogas con la criminalidad:

a) El consumo de drogas conduce a la comisión de delitos.

b) La población infractora está más propensa a consumir drogas ilícitas.

c) El delito y las drogas tienen factores subyacentes comunes.

Las primeras dos hipótesis son interesantes. Nos hablan acerca de una suerte de simbiosis entre

el consumo de drogas y la criminalidad. Por un lado, Hall nos dice que consumir drogas lleva hacia

la criminalidad; y por otro lado, que quienes cometen delitos, están más propensos hacia el
27

consumo de drogas. En efecto, en estas dos afirmaciones hay una relación tensional que da cuenta

de una subcultura especifica, donde tanto la criminalidad como el consumo de drogas son patrones

de conducta aceptados por todos los miembros de dicha subcultura.

No obstante este análisis, creo que la hipótesis que más sirve es la tercera, donde afirma que

tanto las drogas y el delito presentan factores subyacentes (o de riesgo) comunes.

Hemos visto en el apartado anterior, que se repiten en efecto, los factores de riesgo que pueden

generar en un sujeto tanto conductas de criminalidad como así también de consumo de drogas. Lo

que le da un marco global interesante, es precisamente la subcultura criminal, donde se dan toda

una serie de patrones conductuales y valores establecidos, aceptados y compartidos por todos los

miembros de la misma.

En efecto, la subcultura criminal no es la única que muestra entre sus miembros la aceptación

del consumo de drogas; pero sí es donde se observa esta conducta asociada a la criminalidad que

nos interesa en el presente.

Asimismo, se afirma que el delito y el consumo de drogas tienen una etiología común. Ya

hablamos anteriormente de lo que encierra la palabra “etiología”, pero dado que estos autores han

escrito en la década del 80, el modelo médico aún seguía vigente, por lo que ese vocablo tenía una

acepción indiscutida en estas cuestiones (RASKIN, H. Y GORMAN, D, 2000, págs. 189-193).

Igualmente, su hipótesis y modelo explicativo es interesante y nos sirve para acomodarlo al

paradigma de la Gestión del Riesgo, donde los factores de riesgo son los que nos dan un panorama

interesante acerca de las probabilidades que puede presentar un sujeto a la hora de incurrir en el

consumo de drogas.
28

Estos dos autores argumentan que las personas que consumen drogas y cometen delitos tienen

factores comunes:

a) Características personales: características genéticas (predisposición) O del temperamento,

trastorno de personalidad antisocial, abuso de alcohol en los padres, o mala relación con los padres.

Señalan los autores también que ciertas subculturas pueden promover la comisión de delitos y el

consumo de drogas como una prueba de masculinidad.

b) Factores ambientales: provenir de vecindarios caracterizados por pobreza, desorganización,

segregación racial, poblaciones ambulatorios o comunidades densamente pobladas. La

desorganización social y la ausencia de capital social parecen ser mecanismos clave en las

características estructurales del crimen.

c) Cruzamiento situacional: los delincuentes y los consumidores de drogas provienen de

ambientes sociales en los cuales hay una intersección de comportamientos desviados, Ciertos

lugares y situaciones generan elevadas tasas de consumo de drogas y delitos.

Hay que hacer la salvedad que estos autores Raskin y Gorman afirman que lo antes reseñado

no implica que todos los sujetos involucrados en el consumo de drogas y en la comisión de delitos

posean las mismas características. No obstante esto, los autores señalan algunos hallazgos de las

investigaciones para probar la relación droga y el delito:

a) Los consumidores de drogas son heterogéneos en sus niveles de criminalidad y en los tipos

de delitos que cometen.

b) Los infractores son heterogéneos en sus niveles de consumo de drogas y en su patrón de

consumo.
29

c) La mayoría de los consumidores de drogas no cometen delitos, con excepción de la posesión

o venta (igualmente es una afirmación genérica, que habría que contrastar en los diversos

contextos).

d) Aunque hay factores comunes causales en el consumo de alcohol y drogas y el

comportamiento del delincuente, existen diversos subgrupos que evidencian vías causales

diferentes.

e) En la mayoría de los infractores que consumen drogas, el consumo de no es la causa inicial

de la implicación en los delitos.

f) El alcohol es la droga asociada más a menudo con los crímenes violentos motivados

psicofarmacológicamente,

Obviamente, en base a estos lineamientos generales, nos damos cuenta de la dificultad que surge

de vincular la problemática del consumo de drogas con la criminalidad. En efecto, en todos los

casos de los autores analizados, surge esa complejidad, que es bien propia del accionar del sujeto.

Cada cual posee sus propias características,

Pero igualmente, es interesante resaltar que confluyen en algún punto en común cuando se habla

de subcultura criminal y cuando enumeramos los factores de riesgo, tanto de criminalidad como de

consumo de drogas. bien no son determinantes, y esto es lo que el paradigma de la Gestión del

Riesgo siempre plantea, si por otro lado nos marcan una línea común a seguir como así también la

presencia de los mismos nos hablan de la probabilidad de aparición de determinados patrones

conductuales en los sujetos que los presentan.


30

2.2.5.- Perfil criminológico del narcotraficante.

En el área de conductas especiales se percibe incremento a su tolerancia a la frustración y

capacidad de demora.

Denota apertura para hablar sobre su núcleo familiar secundario e interés por modificar si

fuera necesaria su forma de actuar.

Se conduce con una imagen convencional y libre de conflictos denotando confianza en sí

mismo y satisfacción con los logros alcanzados.

En sus relaciones interpersonales se conduce con reserva, sin embargo, esto no dificulta la

interacción social hacia las figuras de autoridad. Se conduce con respeto y aceptación.

Su tolerancia a la frustración, capacidad de demora y control de impulsos se mantienen en

nivel funciona.

Ahora los Narcos saben que participando de los envíos al exterior es algo así como asegurar

la maleta en un aeropuerto y que en caso de que él envió sufra algún inconveniente, el pleito se

dirime en favor de los intereses propios; Es como comprar un seguro de viaje o algo así.

2.2.6.- Perfil criminológico del drogadicto.

La drogodependencia es un agente de incuestionable incidencia cuando se habla de él es

imposible dejar de hacer consideraciones acerca del rol que las drogas cumplen en su génesis y al

tratar las toxicomanías no podemos omitir sus aspectos criminológicos.

Un drogadicto, por el solo hecho de serlo, no debe ser visto como un delincuente, pero no se

puede negar que tal condición lo enfrentará con más posibilidad y frecuencia con las conductas

peligrosas e ilícitas.

La acción negativa de la droga relaciona siempre, a quien está de cualquier forma vinculado

con ella, con el delito, aunque no llegue a cometerlo.


31

En una de las conclusiones resultantes de los coloquios celebrados en Madrid en 1972, la Real

Academia Nacional de Medicina de España, refiriéndose a la dependencia a drogas, expresó que

como una enfermedad social que está afectando especialmente a la juventud en la que causa

daños físicos, psíquicos y sociales llevándola a hacer caso omiso de deberes familiares, laborales

y morales.

Partiendo de este concepto podemos apreciar que, sintetiza la incidencia de la droga en los dos

factores del binomio “individuo - mundo circundante”, que siempre deben ser analizados al

estudiar la etiología del delito. No obstante, lo expuesto, se leen y escuchan opiniones, no

siempre cumplidas a nivel científico y muchas veces evidentemente tendenciosas y especulativas,

que restan a determinadas drogas acción criminógena, siendo la marihuana la que por lo general

se toma como ejemplo en la controversia. No nos debe extrañar esta actitud, ya que algunos

inclusive adjudican a las drogas toxicomanígenas una “acción positiva atribuyéndole sus efectos

negativos a la personalidad de quienes la usan y a la ineficacia de quienes deben ejercer el control

del consumo.

Nosotros consideramos que el toxicómano es siempre proclive a cometer delitos y a ser

víctima de ellos y que la droga tiene probada idoneidad para cumplir distintos roles en la

criminogénesis. La cárcel es así, junto con el hospital, el manicomio y el cementerio, el epílogo

frecuente de la vida de estas personas. Sin embargo, la droga no es todo y debe considerarse un

elemento más a tener en cuenta en el estudio criminológico.

Sus efectos varían en los diferentes individuos y por lo tanto no es posible la generalización.

Como en todos los aspectos, también en el que estamos ahora tratando es imprescindible estudiar

la personalidad de base del adicto delincuente, que es la que “dará vida” a la droga.
32

2.2.7.- Comisión de delitos.

a) Delitos contra las Personas: Los delitos contra las personas resultan del desequilibrio

profundo que engendra el uso de estupefacientes. Algunos drogados son inadaptados

sociales que pueden volverse agresivos. Aunque hay drogas que manifiestan sus efectos

mediante la inercia, (cocaína, por ejemplo) vuelven al sujeto violento, como cualquier

alcohólico. Otros actos criminales son consecuencia de las turbaciones mentales

resultantes de una intoxicación crónica: alucinaciones, ideas fijas, gran irritabilidad, etc.

La abstinencia forzosa de la droga también hace sentir sus resultados en el orden penal.

b) Delitos contra la Propiedad: Teniendo en cuenta las cifras astronómicas que alcanzan

estos productos en el "mercado negro", no es de extrañar- que el adicto recurra a

conseguir ilícitamente dinero, al necesitar mucho para lograr las cantidades indispensables

que su organismo le reclama. Y esto sería menos grave si la mayoría de las veces su

capacidad para el trabajo no estuviese muy mermada a consecuencia, precisamente, de los

efectos de sus tomas.

c) Los que comete Bajo los Efectos de la Droga: Las características modalidades guardan

generalmente relación con el efecto que la acción tóxica de la droga produce en el sujeto.

Llamaremos actos violentos, cargados de agresividad cuando se esté bajo la influencia de

un estimulante, que se traducirán en homicidios, lesiones, desacatos, etc. En muchos

casos la presencia de otros componentes, como la ansiedad, el temor, el pánico, etc., dan

al delito peculiares características. Bajo la acción de los depresores, es poco probable la

comisión de delitos violentos, habida cuenta de la incidencia que tiene sobre la volición

traducida en una merma de la actividad. Se encuentran aletargados, evadidos de la

realidad, y en ese estado de ensoñación nada les importa que sea ajeno al “paraíso” en el
33

que están inmersos; en cambio, los adictos a los opiáceos son muy peligrosos en la

abstinencia.

Los barbitúricos, en su cuadro de intoxicación aguda, pueden generar automatismos que

llevan por este mecanismo a la comisión de delitos y también a la propia muerte al seguir

ingiriendo la droga automática e inconscientemente hasta llegar a la dosis letal no buscada

voluntariamente (falsos suicidas). Las perturbaciones perceptivas producidas por los

alucinógenos ya sea por sí misma o generando delirios de distinto contenido son

frecuentes causas de delito. Los estados delirantes motivados por las drogas participan

en la psicogénesis delictiva de la misma manera que lo hacen cuando responden a otra

etiología.

Las autoagresiones, que llegan al suicidio, son también frecuentes. La agresividad se

dirige entonces hacia el mismo adicto, embargado en el trance generalmente por una gran

ansiedad mientras un cocainómano, por ejemplo, preso de una alucinación visual enfrenta

el “peligro” y no duda en atacarlo, otros “drogados” fugan aterrorizados frente a la

amenaza y pueden arrojarse por la ventana.

Existen casos donde la muerte aparenta a un suicidio. Al sentirse omnipotentes por el

efecto del tóxico, no vacilan en colocarse en situaciones inequívocamente suicidas; tal el

caso de una adolescente que se detuvo en el medio de una avenida muy transitada con sus

brazos en alto con la intención de detener el tráfico que circulaba por ambas direcciones.

La muerte fue el lógico destino de la desgraciada niña, y la peritación toxicológica

esclareció la real etiología del suceso.

Delitos por omisión también pueden ser originados por drogas, ya sea por el efecto propio

de las depresoras o el “paradójico” de los estimulantes.


34

La asociación de drogas y de éstas con el alcohol potencializan el efecto criminógeno,

pudiendo llegarse a niveles de extremada peligrosidad en psicópatas, epilépticos,

postraumatizados cráneo-encefálicos, etc.

Merecen especial atención, por la importancia médico-legal y psiquiátrico forense que

tienen, los delitos que pueden ser cometidos durante el efecto flash back, o sea, la

reaparición de los síntomas psíquicos, propios de la intoxicación aguda sin participación

de la droga hasta varios meses después del último consumo. Se produce así una

reviviscencia de la situación ocurrida tiempo atrás, con las mismas posibilidades en el

campo criminólogo abocado al estudio de la génesis delictiva. Sabemos que el organismo

sufre las modificaciones específicas que la acción de la droga le genera y en tal sentido se

producen sus efectos, pero éstos pueden ser paradójicos y contrarios a los esperados,

eventualidad que debe siempre considerarse para efectuar la correcta valoración de los

hechos. Si una persona, por ejemplo, toma anfetaminas próximamente a la iniciación de

un viaje, lo hará con el objeto de disminuir la sensación de fatiga y evitar dormirse en la

ruta; sin embargo, podrá generar un desastre al perder el control del vehículo, como

consecuencia de un resultado opuesto al buscado.

En los accidentes de circulación es necesario investigar la incidencia etiológica de las

drogas. En muchos las modalidades del siniestro y las actitudes incongruentes de los

conductores inducen a pensar en la participación tóxica, ratificación que se obtiene

mediante las peritaciones pertinentes, debiendo procederse de igual manera con las

víctimas, que pudieron serlo por la misma causa.

d) Delitos relacionados con la Obtención de la Droga: El hábito, o sea, la adaptación del

organismo a la droga y a la etapa subsiguiente de dependencia, es decir, cuando ya se está

sujeto a ella, psíquica o psicofísicamente, hacen que el adicto trate de conseguirla a


35

cualquier precio, sin medir las consecuencias. Cuando es presa del síndrome de

abstinencia y padece la dramática sintomatología de la carencia, que puede ser suprimida

sólo con la administración de una nueva dosis, el “hambre de droga” -la “necesidad”- lo

enfrenta con una dramática situación que debe resolver sin demora, y el delito violento,

caracterizado por su impulsividad y agresividad, puede ser la única alternativa para

obtenerla.

Son frecuentes los robos, hurtos, fraudes, estafas, asaltos, falsificación de recetas,

malversaciones, calumnias, chantajes, etc. Generalmente, intentan no ejercer violencia

contra las personas, pero cuando la situación supera esa posibilidad, se cometen lesiones y

homicidios.

La delincuencia en estas circunstancias puede ser individual o asociada, siendo frecuente

que se organicen grupos e integren bandas entre jóvenes adictos para conseguir la droga,

ya sea robándola directamente de farmacias y droguerías, o logrando, mediante el delito,

dinero para obtenerla, soliendo ser las primeras víctimas familiares y amigos.

El adicto, inmerso en una degradación física, psíquica y moral acepta cualquier situación

para lograr la droga, que llega a ser su única preocupación, resultando así víctima de

delitos. Comete actos que resultan perjudiciales para su propio patrimonio,

transformándose en presa fácil y codiciada de traficantes y usureros.

En oportunidades la sugestionabilidad y la abulia que ostentan, es aprovechada por

delincuentes habituales, quienes los instigan a participar en delitos, mientras ellos se

mantienen al margen del hecho, a la espera del botín.

La prostitución también guarda relación con la droga. La mujer adicta no vacila en vender

su cuerpo para conseguirla, pero si bien el hecho individual tiene gran importancia
36

criminológica, el uso que de las drogas hacen los tratantes para arrastrar a las mujeres a la

prostitución lo es de manera superlativa.

El gansterismo, organizado para tales fines, recurre a las drogas para captar a muchachas,

como paso previo a la prostitución, usando diferentes tácticas para alcanzar sus perversos

objetivos.

Una de ellas es a través de “jóvenes atractivos” que entablan relación con las candidatas y

las inician en la droga, proveyéndoles en esta etapa de inducción todas las dosis

requeridas. Cuando ya están habituadas y sometidas a la tiránica acción de la droga, se las

priva bruscamente de ella aduciendo cualquier motivo, y es entonces cuando los rufianes

han ganado la batalla, y las infelices mujeres, con el fin de obtenerla, no vacilan en ejercer

la prostitución.

El empleo de las drogas es uno de los instrumentos que han facilitado el auge del

proxenetismo y ha permitido abandonar, en muchos ámbitos, otros medios de sujeción

que resultaban de mayor riesgo para los tratantes. No obstante, lo expuesto, las adictas

están imposibilitadas para “trabajar en forma regular y eficiente”, llegando a ser

rechazadas por los clientes y abandonadas por los mismos que las iniciaron en ambas

esclavitudes.

En forma análoga a lo que sucede con las alcohólicas, muchas llegan a la prostitución por

las drogas, y otras tantas han caído en la drogadicción por la prostitución.

2.2.8.- Conexión criminalidad violenta/drogas ilicitas.

En líneas generales la conexión criminalidad violenta/drogas ilícitas no es sencilla, ya que

tal como lo expresa el documento presentado por el Programa de Naciones Unidas para el
37

Control Internacional de Drogas en la Cumbre Mundial de Desarrollo Social, celebrada en

Copenhague, Dinamarca, en marzo de 1995:

1. La producción, manufactura, distribución o posesión de drogas puede constituir delito.

2. Las drogas pueden aumentar la posibilidad que ocurran otros delitos que no son de drogas.

3. Las drogas se pueden usar para hacer dinero con su consecuente lavado.

4.- Las drogas pueden estar relacionadas con otros problemas, como el uso ilegal de armas, varias

formas de violencia o terrorismo.

Por otra parte, la conexión criminalidad violenta/drogas ilícitas tiene una compleja historia

que se remonta a las primeras décadas de este siglo, cuando se empiezan a criminalizar las drogas

con las primeras leyes penales sancionadas en Estados Unidos. En un comienzo la preocupación

giraba en torno a la relación delincuencia/consumo de drogas ilícitas. Sin embargo, por las

posteriores repercusiones que tendría el tema en la formulación de políticas públicas, a nivel

mundial, no puede dejar de mencionarse aquí, aunque sea brevemente.

En este sentido, desde 1920 hasta 1970, se llevaron a cabo cientos de estudios para establecer

la relación entre la delincuencia y el consumo de drogas con un interesante debate entre los

partidarios del "modelo médico de la adicción" y el "modelo delictivo".

Predominaba un discurso calificado como "científico" que consideraba el consumo de drogas

como generador de delito, lo cual sirvió para defender las políticas públicas y el uso de fuerza

física contra las amenazantes minorías.

A partir de los años setenta, con la creación en Estados Unidos de una serie de institutos de

investigación, entre ellos el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) a nivel oficial,
38

la investigación comenzó a generar una mejor comprensión de la conexión criminalidad

violenta/drogas.

A pesar de estas nuevas inquietudes, los numerosos estudios realizados todavía son poco

consistentes y difícilmente generalizables, como conocimiento acumulativo, dada la diversidad

de muestras y definiciones operativas. En lo único que hubo acuerdo es en que la relación existe,

pero la naturaleza de la vinculación permanecería inespecífica y en controversia. No se logró

responder ¿qué causa qué?

1.- En primer lugar, el modelo psicofarmacológico que establece la relación entre el consumo de

drogas y la conducta delictiva.

Incluye aquellos individuos que pueden volverse irritables o irracionales, a raíz de la ingestión

de determinadas sustancias, y en consecuencia manifiesta conducta violenta, especialmente por el

consumo de alcohol, estimulantes, barbitúricos y PCP. Aquí el autor incorpora hechos antes

ignorados como la violación, el maltrato familiar y los homicidios y lesiones en el tránsito

terrestre. Se trata de una criminalidad inducida.

Su frecuencia, sin embargo, no es de la magnitud señalada en el discurso de los medios y

tampoco se ha podido demostrar la relación en términos causales directos, sino más bien de

correlación ya que ninguna droga posee propiedades criminogéneas universales.

2.- En segundo lugar, el modelo económico-compulsivo, para incluir aquellos consumidores que

participan en criminalidad violenta para costear su consumo y por lo tanto, su motivación

principal es conseguir dinero. Las drogas más relevantes son la heroína y la cocaína por su alto

costo y los patrones compulsivos de consumo que generan. No obstante, se excluyen aquellos

consumidores que tienen los medios económicos. En su mayoría son hechos que sólo se vuelven
39

violentos dependiendo del contexto social en que se realizan. Se trata de una criminalidad

funcional. La víctima de la violencia económico-compulsiva, así como de la violencia

psicofarmacológica puede ser cualquier ciudadano.

3-. En tercer lugar, el modelo sistémico para explicar la violencia intrínseca al involucramiento

con cualquier sustancia ilegal. Se refiere a los patrones tradicionales de interacción dentro de los

sistemas y redes del tráfico y distribución de drogas ilegales.

2.2.9.- Psicocirugía cerebral reduce la agresividad de adictos de PBC de cocaína.

En una clínica especializada en neurocirugia y psicocirugia cerebral, en el distrito de

Miraflores – Lima, se practica una operación quirúrgica del cerebro conocida como psicocirugía

de la agresión, denominada también “cingulotomia”, que esta reducción es a un 60% la

agresividad del paciente adiccto al consumo de pasta básica de cocaína (PBC).

El doctor Teobaldo Llosa, sostiene que esta operación no llega a cambiar la personalidad del

individuo, sino reduce la agresividad aun 60 %, mientras que el 40% queda en estado latente

operación quirúrgico de la agresión.

Pero el científico peruano también argumento a veces en vez de mejorar empeora la paciente,

pero cuanto estos síntomas aparecen con agresividad, actualmente los médicos especializados en

neurocirugía emplean la “amigdolatomia”, es el método más moderno para controlar la

agresividad reactiva.

La amigdolatomia consiste en la seccionamiento de las amígdalas cerebrales que serven para

controlar la agresividad y lo impulsos antisociales o con tendencia criminales. (Diario El

Comercio, 1984)
40

Capitulo III.- Tráfico Ilícito de Droga y su Regulación en el Perú.

3.1.- Código Penal

El código penal peruano establece las consecuencias jurídicas de las diversas formas en la

actividad relacionada con la droga. En ese sentido señala lo siguiente:

Artículo 296.-.Promoción o favorecimiento al Tráfico Ilícito de Drogas y otros.-El que

promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias

psicotrópicas, mediante actos de fabricación o tráfico será reprimido con pena privativa de

libertad no menor de ocho ni mayor de quince años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y

cinco días-multa, e inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1) , 2) y 4) .El que posea

drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas para su tráfico ilícito será reprimido

con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años y con ciento veinte a

ciento ochenta días-multa, e inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1) y 2).El que

introduce al país, produce, acopie, provee, comercialice o transporte materias primas o sustancias

químicas controladas o no controladas, para ser destinadas a la elaboración ilegal de drogas

tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, en la maceración o en cualquiera de sus etapas

de procesamiento, y/o promueva, facilite o financie dichos actos, será reprimido con pena

privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y con sesenta a ciento veinte días-

multa, e inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1) y 2).El que toma parte en una

conspiración de dos o más personas para promover, favorecer o facilitar el tráfico ilícito de

drogas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y

con sesenta a ciento veinte días-multa, e inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1) y 2).

(Modificado por Decreto Legislativo Nº 1367).


41

Artículo 296-A. Comercialización y cultivo de amapola y marihuana y su siembra

compulsiva.-El que promueve, favorece, financia, facilita o ejecuta actos de siembra o cultivo de

plantas de amapola o adormidera de la especie papaver somníferum o marihuana de la especie

cannabis sativa será reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho años ni mayor de

quince años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa e inhabilitación

conforme al artículo 36, incisos 1), 2) y 4). El que comercializa o transfiere semillas de las

especies a que alude el párrafo anterior será reprimido con pena privativa de libertad no menor de

cinco ni mayor de diez años y con ciento veinte a ciento ochenta días-multa, e inhabilitación

conforme al artículo 36, incisos 1) y 2).

La pena será privativa de libertad no menor de dos ni mayor de seis años y de noventa a ciento

veinte días-multa cuando:

1. La cantidad de plantas sembradas o cultivadas no exceda de cien.

2. La cantidad de semillas no exceda de la requerida para sembrar el número de plantas

que señala el inciso precedente.

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor de treinta y

cinco años, e inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1) y 2), el que, mediante amenaza o

violencia, obliga a otro a la siembra o cultivo o al procesamiento ilícito de plantas de coca,

amapola o adormidera de la especie papaver somníferum, o marihuana de la especie cannabis

sativa.

Se excluye de los alcances de lo establecido en el presente artículo, cuando se haya otorgado

licencia para la investigación, importación y/o comercialización y producción, del cannabis y sus

derivados con fines medicinales y terapéuticos. De incumplirse con la finalidad de la licencia

señalada se aplica la pena prevista en el presente artículo. Será reprimido con la pena máxima
42

más el cincuenta por ciento de la misma al funcionario público que otorga irregularmente la

licencia o autorización referida.(Modificado por Decreto Legislativo Nº 1367)

Artículo 296-B.– Tráfico Ilícito de Insumos Químicos y Productos Fiscalizados.-El que

importa, exporta, fabrica, produce, prepara, elabora, transforma, almacena, posee, transporta,

adquiere, vende o de cualquier modo transfiere insumos químicos o productos fiscalizados,

contando con las autorizaciones o certificaciones respectivas, hace uso indebido de las mismas,

para ser destinadas a la elaboración ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias

psicotrópicas, en cualquier etapa de su procesamiento, será reprimido con pena privativa de

libertad no menor de siete ni mayor de doce años y con ciento veinte a ciento ochenta días multa

e inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1, 2 y 4.

El que, contando con las autorizaciones o certificaciones respectivas para realizar actividades con

Insumos Químicos y Productos Fiscalizados en zona de producción cocalera, emite reportes,

declaraciones, informes de obligatorio cumplimiento u otros similares, conteniendo datos de

identidad falsos o simulados del destinatario, será reprimido con pena privativa de libertad no

menor de cuatro ni mayor de ocho años y con ciento veinte a ciento ochenta días-multa e

inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1, 2 y 4.

Artículo 296-C.- Penalización de la resiembra.-El propietario, posesionario o tercero, que

haciendo uso de cualquier técnica de cultivo, resiembre parcial o totalmente con arbusto de coca,

semillas y/o almácigos, aquellos predios de coca erradicados por el Estado, será reprimidos con

pena privativa de libertad no menor de 3 ni mayor de 8 años.

Serán decomisados a favor del Estado, los predios que total o parcialmente estuvieran cultivados

ilegalmente con plantas de coca, semillas y/o almácigos en áreas del territorio nacional,

cualquiera sea la técnica utilizada para su cultivo, y no procedieran sus propietarios o

posesionarios a sustituirlos o erradicarlos.


43

Artículo 297.- Formas agravadas.-La pena será privativa de libertad no menor de quince ni

mayor de veinticinco años, de ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa e

inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1), 2), 4), 5) y 8) cuando:

1. El agente comete el hecho abusando del ejercicio de la función pública.

2. El agente tiene la profesión de educador o se desempeña como tal en cualquiera de los

niveles de enseñanza.

3. El agente es médico, farmacéutico, químico, odontólogo o ejerce otra profesión

sanitaria.

4. El hecho es cometido en el interior o en inmediaciones de un establecimiento de

enseñanza, centro asistencial, de salud, recinto deportivo, lugar de detención o

reclusión.

5. El agente vende drogas a menores de edad, o los utiliza para la venta o emplea a una

persona inimputable.

6. El hecho es cometido por tres o más personas o en calidad de integrante de una

organización criminal dedicada al tráfico ilícito de drogas o que se dedique a la

comercialización de insumos para su elaboración.

7. La droga a comercializarse o comercializada excede las siguientes cantidades: veinte

kilogramos de pasta básica de cocaína, diez kilogramos de clorhidrato de cocaína,

cinco kilogramos de látex de opio o quinientos gramos de sus derivados, y cien

kilogramos de marihuana o dos kilogramos de sus derivados o quince gramos de

éxtasis, conteniendo Metilendioxianfetamina – MDA, Metilendioximetanfetamina-

MDMA, Metanfetamina o sustancias análogas.


44

8. La pena será privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor de treinta y cinco

años cuando el agente actúa como jefe, dirigente o cabecilla de una organización

dedicada al tráfico ilícito de drogas o insumos para su elaboración.

9. Igual pena se aplicará al agente que se vale del tráfico ilícito de drogas para financiar

actividades terroristas.

Artículo 297.- Formas agravadas. -La pena será privativa de libertad no menor de quince ni

mayor de veinticinco años, de ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa e

inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1) , 2) , 4) , 5) y 8) cuando:

1. El agente comete el hecho abusando del ejercicio de la función pública.

2. El agente tiene la profesión de educador o se desempeña como tal en cualquiera de los

niveles de enseñanza.

3. El agente es médico, farmacéutico, químico, odontólogo o ejerce otra profesión

sanitaria.

4. El hecho es cometido en el interior o en inmediaciones de un establecimiento de

enseñanza, centro asistencial, de salud, recinto deportivo, lugar de detención o

reclusión.

5. El agente vende drogas a menores de edad, o los utiliza para la venta o emplea a una

persona inimputable.

6. El hecho es cometido por tres o más personas, o en calidad de integrante de una

organización criminal dedicada al tráfico ilícito de drogas, o al desvío de sustancias

químicas controladas o no controladas o de materias primas a que se refieren los

Artículos 296 y 296-B.

7. La droga a comercializarse o comercializada excede las siguientes cantidades: veinte

kilogramos de pasta básica de cocaína o sus derivados ilícitos, diez kilogramos de


45

clorhidrato de cocaína, cinco kilogramos de látex de opio o quinientos gramos de sus

derivados, y cien kilogramos de marihuana o dos kilogramos de sus derivados o quince

gramos de éxtasis, conteniendo Metilendioxianfetamina – MDA,

Metilendioximetanfetamina – MDMA, Metanfetamina o sustancias análogas.

La pena será privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor de treinta y cinco años

cuando el agente actúa como jefe, dirigente o cabecilla de una organización dedicada al tráfico

ilícito de drogas o insumos para su elaboración.

Igual pena se aplicará al agente que se vale del tráfico ilícito de drogas para financiar actividades

terroristas.

Artículo 298.- Microcomercialización o microproducción.-La pena será privativa de libertad

no menor de tres ni mayor de siete años y de ciento ochenta a trescientos sesenta días-multa

cuando:

1. La cantidad de droga fabricada, extractada, preparada, comercializada o poseída por el

agente no sobrepase los cincuenta gramos de pasta básica de cocaína y derivados

ilícitos, veinticinco gramos de clorhidrato de cocaína, cinco gramos de látex de opio o

un gramo de sus derivados, cien gramos de marihuana o diez gramos de sus derivados

o dos gramos de éxtasis, conteniendo Metilendioxianfetamina – MDA,

Metilendioximetanfetamina – MDMA, Metanfetamina o sustancias análogas.

2. Las materias primas o los insumos comercializados por el agente que no excedan de lo

requerido para la elaboración de las cantidades de drogas señaladas en el inciso

anterior.

3. Se comercialice o distribuya pegamentos sintéticos que expelen gases con propiedades

psicoactivas, acondicionados para ser destinados al consumo humano por inhalación.


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La pena será privativa de libertad no menor de seis años ni mayor de diez años y de trescientos

sesenta a setecientos días-multa cuando el agente ejecute el delito en las circunstancias previstas

en los incisos 2, 3, 4, 5 o 6 del artículo 297 del Código Penal.

Artículo 300. Suministro indebido de droga.- El médico, farmacéutico, químico, odontólogo u

otro profesional sanitario que indebidamente receta, prescribe, administra o expende

medicamento que contenga droga tóxica, estupefaciente o psicotrópica, será reprimido con pena

privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cinco años e inhabilitación conforme al

artículo 36, incisos 1, 2 y 4; a excepción del cannabis y sus derivados, con fines medicinales o

terapéuticos, que no es punible, siempre que se suministre a pacientes que se registren en el

registro a cargo del Ministerio de Salud, constituido para tal fin.

Artículo 301.- Coacción al consumo de droga.-El que, subrepticiamente, o con violencia o

intimidación, hace consumir a otro una droga, será reprimido con pena privativa de libertad no

menor de cinco ni mayor de ocho años y con noventa a ciento ochenta días-multa.

Si el delito se comete en agravio de menores de edad, personas con discapacidad, mujeres en

estado de gravidez o adulto mayor, la pena será no menor de ocho ni mayor de doce años y de

ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa. Si se produce afectación grave a la salud

física o mental de la víctima, la pena será no menor de doce ni mayor de quince años.

Artículo 302.- Inducción o instigación al consumo de droga.- El que instiga o induce a persona

determinada para el consumo indebido de drogas, será reprimido con pena privativa de libertad,

no menor de dos ni mayor de cinco años y noventa a ciento ochenta días-multa.

Si el agente actúa con propósito de lucro o si la víctima es persona manifiestamente inimputable,

la pena será no menor de cinco ni mayor de ocho años y de ciento ochenta a trescientos

sesenticinco días-multa.
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Conclusiones

 La drogadicción es una cuestión explícitamente social, que involucra distintos factores

criminógenos como la familia y el estado, los cuales son los responsables directos de la

propagación de esta enfermedad, que aqueja a todos los estratos de nuestra sociedad.

 Criminológicamente podemos decir que esta situación actual de la drogadicción, la cual,

las variedades de presentación de las drogas son múltiples y los consumidores tienen

características especiales, junto a ello la comercialización de este producto está vinculado

a otros problemas sociales como la delincuencia, prostitución, trata de personas, etc.

 Como estudiantes de derecho y sobre todo como futuros operadores del derecho, debemos

entender y aplicar correctamente los conocimientos de criminología, debido a que esta

ciencia nos permitirá conocer los aspectos psico-físico-económicos-sociales de la persona

que delinque por causa de la drogadicción.


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Recomendaciones

 La Criminología es una de las ciencias que debería ser conocida y aplicada por los

operadores del derecho como son: los jueces y fiscales, ya que son los juristas que aplican

estas normas, cuando emiten sus resoluciones como las sentencias debidamente

motivadas, evitando de esta manera emitir sus mandatos que lesionen derechos

constitucionales establecidos.

 El Nuevo Código Procesal Penal, trata de cierta manera incluir a la criminología dentro de

los artículos de esta codificación, restableciendo la forma de concebir al delincuente de un

sistema garantista, donde se respeta los derechos inherentes al autor de la comisión de

algún ilícito, pero esta concepción ha traído como consecuencia de que la delincuencia

crezca y se organice.

 Debe establecer programas más eficientes que estén destinados la prevención del

consumo de las drogas en lo adolecente y los jóvenes.


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Referencias Bibliográficas

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Fustice. Washington: US Department of Justice". Ed. Estados Unidos Edit. S/N.

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SOLIS ESPINOZA, A. (1997). "Criminologia Panorama Contemporareo". Ed. Lima Edit. S/N.
50

Apéndice

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