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DERECHO MORAL DE DIVULGACION

Para poder desarrollar el tema en mención sobre los derechos morales de divulgación y tener

un amplio panorama sobre el tema, primigeniamente, hagamos mención o desarrollemos en qué

consisten los derechos morales.

Una de las características más particulares del derecho de autor son los llamados derechos

morales , ya que estos procuran la defensa de elementos extramatrimoniales, como por ejemplo el

derecho de divulgación , paternidad , integridad , entre otros , así estos derechos morales fueron

considerados como de elemental protección siendo previstos como parte de los derechos humanos

,protegiéndose estos derechos en las dos declaraciones más importantes en la materia , la

Declaración Americana de los derechos y deberes del hombre y en la Declaración Universales de

los Derechos Humanos.

Los derechos morales, se consideran como, “el conjunto de derechos inherentes a la persona

del autor, que tienen carácter de irrenunciables”. (DIEGO, 1991, pág. 217)

También se dice que los derechos morales son el “conjunto de prerrogativas de carácter

personal concerniente a la tutela de la relación, inherente a la creación, que nace entre la

personalidad del autor y su obra. Su fin esencial es garantizar los intereses del propio autor y de la

sociedad” (Mabel, 1995, pág. 56)

Otros se refieren a la esfera más vinculada a la personalidad del autor frente a los patrimoniales

que se refieren a sus intereses económicos. A través de los mismos se protege la identidad y

reputación del autor.


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En el convenio de Berna se estipula que los derechos morales son independientes de los

derechos patrimoniales de que goza el autor. Los derechos morales se conceden exclusivamente a

los autores y en muchas leyes nacionales serán conservados por el autor, incluso en los casos en el

que el autor haya cedido sus derechos patrimoniales.

Los derechos morales reconocidos en el decreto legislativo 822, a diferencia de los derechos

patrimoniales, son perpetuos, inalienables, inembargables, irrenunciables e imprescriptibles.

Asimismo, de acuerdo con el artículo 22, la lista cerrada de derechos morales comprende al de

divulgación, paternidad, integridad, modificación o variación, retiro de la obra del comercio y

acceso. Nosotros nos concentraremos en el derecho moral de divulgación,

En ese sentido los derechos morales se dividen en dos categorías, en virtud de la capacidad de

ejercerlos.

Los derechos morales positivos: solo pueden ser ejercidos por el autor de la obra ya que estas

se basan en decisiones personales del mismo. Entre estas encontramos el derecho moral de

divulgación de la obra (puede ser ejercido por los herederos, sin embargo la decisión sobre la

divulgación de la obra es una prerrogativa personal del autor, la modificación de la misma o la

retirada del comercio .Los derechos morales negativos: también denominados defensivos, en

virtud de no incluir ninguna decisión sobre la obra que pudiese afectar entre ellas están el

derecho moral de paternidad, integridad, etc. (Delia, 1993, pág. 155)

Ahora ya teniendo una noción de los derechos morales nos centraremos en el tema que nos

corresponde, el derecho moral de divulgación.


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Derecho moral de divulgación

El derecho de divulgación consiste en la facultad del autor de hacer no accesible la obra al

público, decisión que supone la sustracción de la creación intelectual del seno de la intimidad del

autor para ser conocida por los demás, y ello implica para el creador la exposición de su obra su

propia reputación a la crítica.

“Derecho de divulgación entendida como , el derecho que tiene el autor de decidir si su obra ha

de ser divulgada ,es decir ,si se hará de conocimiento público , por ejemplo , mediante su

publicación y de ser así , en qué forma se realizar tal divulgación.” (Erick & Ruddy, 2013, pág.

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Generalmente se entiende que la obra esta divulgada cuando se ha hecho accesible al público,

sin especificarse las diversas modalidades que constituyen divulgación, ya que ellas dependen de

las propias características de la obra de las diversas formas de difusión que van surgiendo con el

tiempo.

Respecto al momento en que se estima que la obra ha sido divulgada debe destacarse, en primer

lugar, que poco importa si el acceso de la obra al público ha tenido o no fines de lucro, porque lo

tutelado es el derecho del autor de autorizar o no la salida de la obra de su esfera personal; y, en

segundo lugar, que la creación se entiende divulgada si la difusión se ha efectuado de modo tal

que se permita su conocimiento al público en general o se la exponga la crítica, de manera que la

presentación ante un circulo intimo o familiar no constituye divulgación.

“De otro lado es importante señalar lo siguiente, si la obra inédita se pone al alcance del público

por cualquier medio, sin el consentimiento del autor, no puede considerarse divulgada, ya que la

violación de un derecho no presume su ejercicio”. (ANTEQUERA PARILLI, 1998, pág. 372)


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El derecho la divulgación puede verse en doble sentido , uno en sentido positivo, es decir, como

la facultad del autor de dar conocer su creación decidir acerca de los modos de su divulgación; dos

en sentido negativo, como el derecho del creador de no divulgar su obra de impedir su divulgación

(derecho de inédito).

Finalmente queda por determinar si el derecho de divulgación se extingue con la muerte del

autor si, por el contrario, se transmite por causa de muerte.

Como fue visto supra, menos que la respectiva legislación formule alguna excepción expresa,

el ejercicio del derecho moral se transmite mortis causa, al menos en lo que hace a su ejercicio, lo

que no excluye al derecho de divulgación, de suerte que los herederos otros causahabientes del

autor pueden autorizar o no que se haga pública la obra inédita de su causante. Nada impide, sin

embargo, que el autor, por acto de última voluntad, pueda disponer acerca de la divulgación de su

obra inédita, prohibiéndola, pero esa decisión solamente podría surtir efecto durante el periodo de

protección post mortem auctoris del derecho patrimonial, es decir, mientras la obra se encuentre

en dominio privado.

Es importante señalar lo siguiente el derecho de divulgación es un derecho primario, en el

sentido de que precede a los restantes derechos morales y, sobre todo, a los derechos patrimoniales.

Con anterioridad al ejercicio de este derecho, la obra forma parte de la esfera íntima del autor y

por tanto está excluida de toda explotación económica. Y es cuando sale de esa esfera íntima

cuando puede ser susceptible de prerrogativas patrimoniales. Lo que no significa que la facultad

de divulgación tenga un carácter pecuniario; habrá que distinguir entre la divulgación que forma
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parte de las facultades morales y la facultad de explotación económica en que esa divulgación se

materializa.

Así mismo señalar lo siguiente la divulgación es un hecho único e irreversible. Una vez

producida, la obra queda divulgada para siempre y comienza su vida pública. Por eso, la

divulgación requiere de una expresión o exteriorización, que se manifiesta en la comunicación

material y física de la obra al público. Pero no basta con la comunicación a unas pocas personas,

es necesario que la obra salga de la esfera íntima del autor de verdad y que llegue al conocimiento

del público en general.

Y finalmente en nuestra legislación nacional el derecho mora de divulgación de acuerdo al

artículo 23° del decreto legislativo 822, “por el derecho de divulgación, corresponde al autor

decidir si su obra ha de ser divulgada y en qué forma. En el caso de mantenerse inédita, el autor

podrá disponer, por testamento o por una manifestación escrita de su voluntad, que la obra no sea

publicada mientras esté en el dominio privado, sin perjuicio de lo establecido en el código civil en

lo referente a la divulgación de la correspondencia epistolar y las memorias. El derecho de autor a

disponer que su obra se mantenga en forma anónima o seudónima, no podrá extenderse cuando

ésta haya caído en el dominio público,

Evaluación doctrinaria de derecho moral de divulgación

“El derecho de divulgación consiste en la facultad del autor de decidir si dará a conocer su obra y

en qué forma, o si la tendrá reservada en la esfera de la intimidad. También comprende el derecho

de comunicar públicamente el contenido esencial de la obra o una descripción de esta.” (Delia,

1993, pág. 154)


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¨Se entiende por divulgación de una obra toda expresión de la misma que, con el

consentimiento del autor, la haga accesible por primera vez al público en cualquier forma, y por

publicación, la divulgación que se realice mediante la puesta a disposición del público de un

número de ejemplares de la obra que satisfaga razonablemente sus necesidades estimadas de

acuerdo con la naturaleza y finalidad de la misma´´ (Victor, 2008)

Pasemos a ver un caso en concreto que tiene que ver con el derecho moral de

divulgación

DIRECCIÓN DE DERECHO DE AUTOR

Comisión de Derecho de Autor

RESOLUCIÓN Nº 0320-2010/CDA-INDECOPI

EXPEDIENTE Nº 000179-2010/DDA

Contenido Moral.

El contenido moral del derecho de autor responde al reconocimiento del autor en su condición

de ser persona y por ende, tiene como fin proteger el derecho de éste a un nombre (derecho de

paternidad), a su intimidad (derecho de divulgación) a su libertad de expresión (derecho de

integridad) o derecho de cambiar de opinión (derecho de retracto). De acuerdo a Marisol Ferreyros

Castañeda: “Siguiendo al artículo 21º del Decreto Legislativo 822 y sus disposiciones

concordantes, pueden señalarse como características del derecho moral las siguientes:

1. El derecho moral es absoluto, o sea, tiene efectos erga omnes, pues es oponible a todos (art.

18º), incluso frente al propietario del soporte material en el cual la obra éste incorporada.
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2. El derecho moral es perpetuo, al menos en lo que se refiere a la paternidad del autor y la

integridad de su obra, cuyo ejercicio, una vez que la misma ha ingresado al dominio público (art.

57º), corresponde a los herederos del autor, al Estado, a la entidad de gestión colectiva pertinente

y a cualquier persona natural o jurídica que acredite tener interés legítimo sobre la respectiva obra

(art.29º).

3. El derecho moral es inalienable, ya que su titular no puede desprenderse de él mediante cesión

o transmisión por acto entre vivos, y por lo tanto es nulo cualquier contrato por el cual su titular

transfiera ese derecho.

4. El derecho moral es inembargable, pues no tiene un contenido patrimonial, lo que no significa

que una violación a un derecho moral esté exenta de una obligación de reparación económica.

5. El derecho moral es inexpropiable, porque es inejecutable, ya que, un contenido estrictamente

extramatrimonial, como la paternidad del autor o la integridad de su obra, no podría ser objeto de

una enajenación forzosa.

6. El derecho moral es irrenunciable, como consecuencia de su inalienabilidad, (…)

7. El derecho morales imprescriptible, porque no se adquiere por prescripción adquisitiva ni se

pierde por prescripción extintiva.

8. El ejercicio del derecho moral se transmite a los herederos (art. 21º, segundo párrafo), salvo

aquellas facultades que, como la del retiro de la obra del comercio, se extinguen con la muerte del

autor (art. 27º, último párrafo), (...)”


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El derecho de divulgación.

De acuerdo al artículo 23° del Decreto Legislativo 822, “Por el derecho de divulgación,

corresponde al autor decidir si su obra ha de ser divulgada y en qué forma. En el caso de mantenerse

inédita, el autor podrá disponer, por testamento o por una manifestación escrita de su voluntad,

que la obra no sea publicada mientras esté en el dominio privado, sin perjuicio de lo establecido

en el Código Civil en lo referente a la divulgación de la correspondencia epistolar y las memorias.

El derecho de autor a disponer que su obra se mantenga en forma anónima o seudónima, no podrá

extenderse cuando ésta haya caído en el dominio público. ”Según Lipszyc, “el derecho de

divulgación consiste en la facultad del autor de decidir si dará a conocer su obra y en qué forma,

o si la mantendrá reservada en la esfera de su intimidad. También comprende el derecho a

comunicar públicamente el contenido esencial de la obra o una descripción de ésta”

Análisis del caso en concreto.

En el presente caso, el denunciante afirma que la EDITORA Y LIBRERÍA JURÍDICA

GRIJLEY E.I.R.L. y la UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA –en adelante las

denunciadas- habrían infringido sus derechos morales de divulgación, integridad y modificación y

los derechos patrimoniales de reproducción, comunicación pública y distribución de la obra

denominada “MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE GENERAL I”, la cual habría sido

reproducida y publicada en una nueva edición sin contar con la autorización previa y por escrito

como lo prescribe la Ley de Derecho de Autor. Dicha nueva edición habría sido promocionada en

la Revista “Jurídica” Nº 280 de fecha 08 de diciembre de 2009, la cual es un suplemento de análisis

legal del Diario Oficial “El Peruano”.

Si la co-denunciada EDITORA Y LIBRERÍA JURÍDICA ha infringido los derechos morales

de divulgación, integridad y modificación; y patrimoniales de reproducción y distribución de las


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obras materia del presente procedimiento y, por ende, si existiría una responsabilidad solidaria de

la co-denunciada UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA.

Respecto de los Derechos Morales.

Derecho moral de divulgación.- Que, el artículo 23º del Decreto Legislativo 822 señala que:

“Por el derecho de divulgación, corresponde al autor la facultad de decidir si su obra ha de ser

divulgada y en qué forma. En el caso de mantenerse inédita, el autor podrá disponer, por testamento

o por otra manifestación escrita de su voluntad, que la obra no sea publicada mientras esté en el

dominio privado, sin perjuicio de lo establecido en el Código Civil en lo referente a la divulgación

de la correspondencia epistolar y las memorias. (…)” El denunciado señaló en su escrito de

denuncia que se habría vulnerado su derecho de divulgación debido a que las denunciadas habrían

comercializado sus obras sin contar con su autorización previa y por escrito tal y como lo señala

el Decreto Legislativo 822. De acuerdo con Ricardo Antequera Parili y Marisol Ferreyros

Catañeda en “El Nuevo Derecho de Autor en el Perú: “Mientras la obra se encuentre en el ámbito

íntimo del autor, la revelación no autorizada de la misma significaría un atentado a su vida privada,

porque la obra es una exteriorización de la personalidad del autor, (…)”. Asimismo sostiene que:

“El término “divulgación” está definido en el numeral 9 del artículo 2º del Decreto Legislativo

822, como el derecho de hacer accesible la obra, interpretación o producción al público por primera

vez, con el consentimiento del autor, artista o el productor, según el caso, por cualquier medio o

procedimiento conocido o por conocerse”. Que, por tal motivo, la Comisión entiende a la

divulgación como aquel acto por el cual la obra sale de la intimidad del autor y entra en

conocimiento público.

Que, en el presente caso, la co-denunciada EDITORA Y LIBRERÍA JURÍDICA GRIJLEY

E.I.R.L. no ha infringido el derecho moral de divulgación del denunciante dado que no se trata de
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una obra inédita, ya que fue previamente publicada y divulgada con el consentimiento del autor,

tal como se acredita con el contrato de edición de fecha 03 de setiembre de 2004, así como en la

Cláusula Primera en la que se indica que dicha obra ya ha sido publicada anteriormente. En ese

sentido, la Comisión de Derecho de Autor considera que la presente denuncia deberá declararse

INFUNDADA en dicho extremo.

Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto


refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y
armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la materia}

CAPÍTULO III
Contenido
SECCIÓN 1

Derecho moral

Artículo 14 Contenido y características del derecho moral

Corresponden al autor los siguientes derechos irrenunciables e inalienables:


1.º Decidir si su obra ha de ser divulgada y en qué forma.
2.º Determinar si tal divulgación ha de hacerse con su nombre, bajo seudónimo o signo, o
anónimamente.
3.º Exigir el reconocimiento de su condición de autor de la obra.
4.º Exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación, modificación,
alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o menoscabo a su
reputación.
5.º Modificar la obra respetando los derechos adquiridos por terceros y las exigencias de protección
de bienes de interés cultural.
6.º Retirar la obra del comercio, por cambio de sus convicciones intelectuales o morales, previa
indemnización de daños y perjuicios a los titulares de derechos de explotación.
Si, posteriormente, el autor decide reemprender la explotación de su obra deberá ofrecer
preferentemente los correspondientes derechos al anterior titular de los mismos y en condiciones
razonablemente similares a las originarias.
7.º Acceder al ejemplar único o raro de la obra cuando se halle en poder de otro, a fin de ejercitar
el derecho de divulgación o cualquier otro que le corresponda.
Este derecho no permitirá exigir el desplazamiento de la obra y el acceso a la misma se llevará a
efecto en el lugar y forma que ocasionen menos incomodidades al poseedor, al que se indemnizará,
en su caso, por los daños y perjuicios que se le irroguen.
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Artículo 15 Supuestos de legitimación «mortis causa»

1. Al fallecimiento del autor, el ejercicio de los derechos mencionados en los apartados 3.º y 4.º
del artículo anterior corresponde, sin límite de tiempo, a la persona natural o jurídica a la que el
autor se lo haya confiado expresamente por disposición de última voluntad. En su defecto, el
ejercicio de estos derechos corresponderá a los herederos.

2. Las mismas personas señaladas en el número anterior y en el mismo orden que en él se indica,
podrán ejercer el derecho previsto en el apartado 1.º del artículo 14, en relación con la obra no
divulgada en vida de su autor y durante un plazo de setenta años desde su muerte o declaración de
fallecimiento, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 40.

Artículo 16 Sustitución en la legitimación «mortis causa»

Siempre que no existan las personas mencionadas en el artículo anterior, o se ignore su paradero,
el Estado, las Comunidades Autónomas, las Corporaciones locales y las instituciones públicas de
carácter cultural estarán legitimados para ejercer los derechos previstos en el mismo.

Conclusiones:

 Los derechos morales son independientes de los derechos patrimoniales de que goza el

autor. Los derechos morales se conceden exclusivamente a los autores y en muchas leyes

nacionales serán conservados por el autor, incluso en el caso en el que el autor haya cedido

sus derechos patrimoniales.

 Según algunos autores podemos dividir los derechos morales en dos categorías, en virtud

de la capacidad de los, los derechos morales positivos: solo pueden ser ejercidos por el

autor de la obra ya que estas se basan en decisiones personales del mismo. Entre estas

encontramos el derecho moral de divulgación de la obra. y Los derechos morales negativos:

también denominados defensivos, en virtud de no incluir ninguna decisión sobre la obra

que pudiese afectar entre ellas están el derecho moral de paternidad, integridad, etc.

 El derecho de divulgación consiste en la facultad del autor de hacer no accesible la obra al

público, decisión que supone la sustracción de la creación intelectual del seno de la


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intimidad del autor para ser conocida por los demás, y ello implica para el creador la

exposición de su obra su propia reputación a la crítica.

 Generalmente se entiende que la obra esta divulgada cuando se ha hecho accesible al

público, sin especificarse las diversas modalidades que constituyen divulgación, ya que

ellas dependen de las propias características de la obra y de las diversas formas de difusión

que van surgiendo con el tiempo.

 El derecho la divulgación puede verse en doble sentido , uno en sentido positivo, es decir,

como la facultad del autor de dar conocer su creación decidir acerca de los modos de su

divulgación; dos en sentido negativo, como el derecho del creador de no divulgar su obra

de impedir su divulgación (derecho de inédito).

 La divulgación es un hecho único e irreversible. Una vez producida, la obra queda

divulgada para siempre y comienza su vida pública. Por eso, la divulgación requiere de una

expresión o exteriorización, que se manifiesta en la comunicación material y física de la

obra al público. Pero no basta con la comunicación a unas pocas personas, es necesario que

la obra salga de la esfera íntima del autor de verdad y que llegue al conocimiento del

público en general.
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Bibliografía

ANTEQUERA PARILLI, R. (1998). : Derecho de Autor. caracas : SAPI.

Delia, L. (1993). Derechos de Dutor y Conexos . buenos aires : unesco .

DIEGO, E. C. (1991). DERECHOMORAL DEL AUTOR Y SU PROTECCION POST MORTEN

EN LA LEGISLACION ESPAÑOLA. MADRID.

Erick, I. A., & Ruddy, M. P. (2013). Guia de derecho de autor. Lima: MIRZA.

Mabel, G. (1995). Derechos de autor. Buenos Aires: la roca.

Victor, A. R. (2008). LA PROTECCION DEL DERECHO DE AUTOR Y LA PROPIEDAD

INTELECTUAL. REVISTA DE DERECHOS UNED, 409 439.

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