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El escritor y antropólogo de nacionalidad peruana José María Arguedas Altamirano, Sabemos que era

una persona mestiza, que vivió en dos mundos diferentes, pero siempre le dio mayor interés al mundo andino
por encima de todo porque buscaba que haya una igualdad entre toda la gente Pues muchas personas
no tenemos aún claro que todos somos iguales, que todos somos peruanos, que tenemos un mismo pasado
histórico y lo desvalorizamos. En sus obras, plasma todos sus sentimientos y todo lo que vivió en el sexto

En la obra el sexto Gabriel (Arguedas) ingresa a causa de su actividad como líder estudiantil, cuenta las
experiencias que vivió en este lugar, donde conoció las injusticias y demás anomalías que se cometieron dentro
de una presión. Al llegar al penal, es enviado al pabellón donde se encuentran los políticos (3er piso)
donde conoce al líder de los apristas (Luis), y los comunistas (Pedro) y (Camác) el ultimo es un
comunista con quién tiene que compartir la celda, aprendiendo las más claras lecciones sobre la cárcel
y la vida, luego de una conversación con los líderes de ambas agrupaciones llega a la conclusión que
ninguno de los partidos es compatible con sus ideas.
Hay presos de tres categorías y cada una de ellas ocupa una de las tres plantas en que se escalonan
las celdas: primer piso, los vagos, segundo piso los asesinos y delincuentes avezados; por ultimo
tercer piso, los políticos. En el segundo piso se encuentra Puñalada asesino y jefe de unas de las
bandas que existen dentro de la prisión; este controla el negocio de prostituir a un joven llamado
clavel, todo aquel que llegaba a la prisión se lo mandaban a su celda, por ejemplo libio tasayco (niño
de 14 años apresado injustamente), la venta de drogas y otros objetos dentro de la prisión. Este y
los otros jefes de la prisión, “Rosita” y “Maraví”, desean controlar por completo el penal motivo por el
cual existe una cierta tensión entre ellos.
Gabriel descubre, sorprendido, que es posible hablar sin tapujos de la situación política, expresar
ideas que afuera eran impronunciables: la libertad de palabra es la única ventaja que el mundo de
adentro (el sexto) tiene sobre el mundo de afuera. En todo lo demás la cárcel es una pesadilla.
Arguedas define a "El Sexto" como una escuela del vicio, pero a la vez como una escuela de
generosidad. Cámac tenía un ojo enfermo; pero por el sano irradiaba una luz convincente, de tenaz rebeldía,
el fulgor de sus ojos impresionaban a Gabriel. Es en ese lugar donde el escritor encontró lo peor que la
sociedad pero a la vez la esperanza de quienes luchaban por cambiar el país, sufriendo no solo la
privación de la libertad sino el vivir en la inmundicia, torturas y sufrimientos. Al margen de las menudas
disputas creencias que se dan entre los presos políticos, existe ideales comunes que en
determinados momentos une a todos ellos: la lucha contra una dictadura totalitaria y el deseo por
implantar en el país la justicia social.

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