Destrozos en su trigal. Pensó: _ ¿Quien habrá sido? Tengo que hacer algo para Atrapar al intruso. Entonces preparo una trampa. A la madrugada Siguiente, lo despertaron unos chillidos. Fue a su trigal Y en la trampa encontró a un cay. Inmediatamente lo Amarro a un árbol. - Esta noche comeré cuy chactado - le advirtió Don Emilio al cuy-. ¡Me relamo de pensarlo! El cuy estaba triste y buscaba la manera de escapar. De pronto paso cerca de ahí un zorro. Al ver al cuy amarrado, el zorro le dijo: -¡compadre! ¿Que ha sucedido? -Don Emilio quiere casarme con su hija mayor. Me tiene amarrado hasta que aprenda a comer Gallinas - le contesto el cuy-. Si te pones en mi lugar, te casarías y comerías gallinas todos los días. -¡A mi me gusta comer gallinas! – Se entusiasmo el zorro. -Entonces, desátame. El zorro obedeció: desato al cuy, en su lugar, Se hizo atar fuertemente. Cuando don Emilio regreso, casi cae del asombro. Empezó a darle de palos, hasta que el zorro conto Como lo había engañado el cuy. Entonces, don Emilio Sintió lastima y lo soltó. El zorro escapo rápidamente por el campo. Camino y Camino, hasta que encontró al cuy. -¡Esta vez no escaparas! –exclamo. ¡Pagaras lo que Me hiciste! Al ver el zorro, el cuy se puso a cavar un hoyo en la Tierra. N o dejaba de gritar: -¡Rápido, compadre, que se viene el fin del mundo! ¡Lloverá fuego! El zorro, más asustado y nervioso que nunca, empezó a Cavar. Y cuando el hoyo estuvo echo, el zorro le dijo: -¡Yo primero! ¡No quiero morir quemado! ¡Tápame con tierra, hermanito! Esta bien, compadre. Te voy a enterrar, pero Prométeme que nunca olvidaras nuestra amistad. -¡Lo prometo! –afirmo el zorro. El cuy enterró al zorro y hecho a correr. El zorro espero y espero. Después de un rato, el zorro se dio cuenta De que había sido engañado por Segunda vez.