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Sensación
Merleau-Ponty critica las nociones clásicas de sensación; entre ellas, la manera en cómo
algo me afecta y la vivencia de un estado de mí mismo (25). Otra acepción es verla como
un sentir puro y aislado como rojo, verde, etc. Para el filósofo francés, estas son nociones
erradas ya que consideran a la sensación como una vivencia instantánea que viene de algo
que la produce sin darle gran participación al sujeto.
Por el contrario, para Merleau-Ponty, “es...comunicación vital con el mundo que nos lo
hace presente como lugar familiar de nuestra vida” (73). Se da primordialmente a
condición de existir para un Yo central y único (234). Es el sujeto que puede experimentar
un modo de ser del mundo ya que las cualidades que siente como rojo, verde, etc., no son
simplemente elementos de consciencia sino propiedades del objeto. Otra definición que
le da Merleau-Ponty es “algo perceptivo que está siempre en el contexto de algo más;
siempre forma parte de un campo” (26). Es un sentir que simultáneamente es parte de un
todo. Es un dato de percepción. No se trata de sentir puro como la impresión de colores
por separado.
La asociación y la proyección de recuerdos
Para Merleau- Ponty, la asociación se da por la posesión de sensaciones puntales que
forman parte de un todo. (35-36). Es así como podemos ver una figura cualquiera. Uno
mismo hace la asociación de los puntos locales que definen su contorno distinguiéndolo
de un fondo. El conjunto de esos puntos se vuelve visión y forma un cuadro, por ejemplo
(36).
¿Cómo es posible reconocer esos puntos? Merleau-Ponty en esta sección nos da el
ejemplo de la mancha. Dice, que cuando uno ve una mancha roja es porque ya ha tenido
experiencias anteriores con el vocablo mancha. La figura que responde a su experiencia
de mancha la asocia con otra figura similar. Los ojos del sujeto recorren el contorno y
puede darse cuenta de que se trata de una mancha.
Este procedimiento que hace la mente humana no se da de manera gratuita como simple
asociación exterior sino se da por contigüidad y semejanza (37). Hay recuerdos de las
experiencias vividas que el humano evoca. Es la mirada actual (en el presente) que basada
en recuerdos va a concebir y reconocer la imagen de las cosas.
La asociación y la proyección de recuerdos que se da de manera simultánea pueden
entenderse como percepción. Pero no es una simple asociación de múltiples impresiones
que los recuerdos ayudan a asociar. Para Merleau-Ponty, es “…ver cómo surge, de una
constelación de datos, un sentido inmanente sin el cual no es posible hacer invocación
ninguna de los recuerdos” (44).
La atención y el juicio
La atención, piensa Merleau-Ponty, puede dirigirse a todos los contenidos de la
consciencia y por ende a los objetos de percepción. Ya que la consciencia está relacionada
con los objetos del mundo. Al percibir un objeto cualquiera y disponer nuestra atención
hacia él, la consciencia procesa y configura la información del objeto que le es expuesta.
Atender un objeto del mundo es presenciar su aclaración (49). El objeto se expone de tal
forma que el sujeto restructura su conocimiento previo de las cosas y lo transforma. El
sujeto se crea un campo perceptivo o mental que puede dominar (51). Se sitúa a la vista
de un objeto con el que su consciencia pueda, por así decirlo, relacionarse y manejar, sino
se distrae y pierde la orientación de su tarea de entender al objeto en cuestión.
Para Merleau-Ponty, el campo perceptivo que se crea al relacionarse sujeto y objeto es
una creación. El sujeto mismo otorga sentidos y modos de entender al objeto que tiene al
frente. Dirige su comprensión y como escribió Merleau-Ponty: “…constituye activamente
al objeto nuevo que explicita y tematiza lo que hasta entonces solamente se ofrecía a título
de horizonte indeterminado” (52).
Respecto al juicio, Merleau-Ponty nos dice: “el juicio es una toma de posición, se ordena
a conocer algo que sea válido para mí en todos los momentos de mi vida”. Se trata de una
percepción que tiene una razón de darse y que puede ser aplicable en diferentes ámbitos
humanos.
El campo fenomenal
El campo fenomenal es el espacio que el sujeto a través de su percepción abre para tener
un acceso a las cosas. “La percepción hace que la experiencia vivida en este campo pueda
coordinarse en cada instante con la del instante anterior y con la del instante posterior; mi
perspectiva con la de otras consciencias…” (75). Este campo tiene un carácter temporal
pues el sujeto da un sentido a sus nuevas y presentes percepciones apoyándose en el
pasado. De esa manera, el sujeto va constituyendo sentido a sus vivencias y experiencias
en el mundo. Todo esto se da pues la percepción exige una articulación con el pasado
para ganar contenido, explicitación y sentido.
II. El mundo percibido en la F.P: (En esta parte, he escrito una rápida
explicación sobre el mundo según la lectura de F.P y he incluido algunos
subcapítulos de la sección EL MUNDO PERCIBIDO)
Pensar en el mundo, bajo la mirada y comprensión de un cuerpo no nos sugeriría pensarlo
como un paisaje simplemente geográfico sino como diría Haour, en un mundo habitado.
Esto involucra la participación y relación de personas que constantemente están
interactuando y relacionándose con él: participando activamente. Los humanos le
confieren múltiples sentidos dependiendo de cómo dirijan su experiencia en él. Lo
mencionado aquí nos haría pensar que el cuerpo es el protagonista en cuanto al sentido
que se le da al mundo y al curso de la existencia humana. Sin embargo, para Merleau-
Ponty, el cuerpo no actúa solo por propia iniciativa, sino que responde a una invitación.
Esta invitación la recibe del mundo. ¿Cómo entiende el mundo, Merleau-Ponty?
Él nos dice que el mundo siempre está ahí inajenable antes de cualquier reflexión (7).
Existe antes e independientemente de que nosotros seamos conscientes de su existencia
y podamos predicar sobre él. Al tomar consciencia, hacemos un mundo para nosotros.
Esto, como ya se trató, tiene su punto de partida en el cuerpo. Cada uno de nosotros
configuramos el mundo a nuestra manera. “Un mundo se ordena entorno a mí y empieza
a existir para mí” (9). Por lo expuesto, parecería que se hablara de diferentes mundos que
se diferencian de persona en persona. Cada una crea un mundo para sí y de acuerdo a este
orienta su vida, sin embargo, es parte de un mundo más grande que envuelve a todos.
“Mundo es aquello mismo que nos representamos no en cuanto hombres o en cuanto a
sujetos empíricos, sino en cuanto somos todos, una sola luz y participamos del Uno sin
dividirlo” (11).
El movimiento:
En esta sección, Merleau-Ponty aborda el movimiento de los objetos móviles. Piensa que
es, básicamente, un cambio de posición (282).
El espacio vivido
En actitud natural, no hay necesariamente percepciones, sino flujo de experiencias (296).
Merleau-Ponty menciona el ejemplo de París. Cuando uno está por primera vez en París,
todo se muestra de manera difuminada. No hay referencias de lugares claros. Todo parece
novedad. Y al no ver un rostro familiar, uno mismo le va dando su sentido a las cosas con
las que se relaciona. Es así como podemos ir desenvolviéndonos en Paris, a través de esos
primeros sentidos que otorgamos a lo desconocido. Vamos registrando en la memoria
experiencias con sentido y sobre ellas, generar nuevas experiencias. Por eso podemos
tener cada vez nuevas percepciones “Toda percepción supone cierto pasado del sujeto
que percibe…” (296).