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EL MISTERIO DE LA IGLESIA
¿QUÉ ES LA IGLESIA CATÓLICA?
Esta pregunta no tiene una respuesta sencilla. Vamos por partes:
Puede parecerle curioso a los que no conocen mucho del tema, pero lo cierto es que se comprende mejor
lo que es la Iglesia Católica hablando primero de aquello que está a la raíz de su origen, el pueblo de Israel.
En efecto, en el Antiguo Testamento Dios elige y llama a un pueblo concreto, Israel, a ser su particular
propiedad entre todos los pueblos de la tierra. Más aún, Israel se constituye como pueblo a partir del
llamado de Dios. Antes de esta divina elección, lo que tenemos es un grupo de pequeñas tribus con sus
propias características que lo que tiene en común es sobre todo la esclavitud en Egipto. Y será sobre todo
la liberación de Egipto y su éxodo por 40 años en el desierto del Sinaí hasta la tierra prometida de la
Palestina lo que logrará que estas tribus vario pintas de transformen en un solo pueblo, capaz de reclamar
para sí la recompensa de Dios, la tierra prometida, donde este pueblo echará sus raíces y definirá su
identidad como pueblo de Israel, escogido por Dios para la salvación.
Por su parte, la Iglesia católica comparte con Israel la visión sobre sí misma de ser:
1. Un pueblo elegido por Dios.
2. Depositario de un mensaje de salvación.
3. Que por ello mismo lo convierte en Instrumento Universal de Salvación.
4. Por ello, la Iglesia se ve a sí misma como pueblo misionero, portador de un mensaje de salvación.
Nada que ver con la visión de los judíos que se veían a sí mismos como una comunidad exclusiva y
excluyente.
5. Mediador de las gracias necesarias para que esta salvación llegue a todos los pueblos de la tierra.
Primera lección: lo que en lenguaje común llamados todos “los cristianos” en el lenguaje técnico canónico
son llamados “los fieles cristianos”, christifidelibus. Por fieles cristianos hemos de entender, pues, al
conjunto de todos los bautizados en el seno de la Iglesia católica.
Segunda lección: sobre los christifidelibus el C.I.C. nos dice varias cosas, es decir, los describe así:
1. Son aquellos que han sido “incorporados” a Cristo. Pero atención, lo de “incorporados” no es
cualquier palabrita. En el lenguaje de la fe católica “incorporados” quiere decir o significa, los hechos
uno con Cristo, son, pues, Cristos vivos en el único Hijo de Dios, Jesucristo.
2. E “integrados” al nuevo pueblo de Dios por el bautismo: de esto ya hablamos anteriormente, el pueblo
de Dios ya no es una raza, una identidad étnica (Israel, el pueblo judío), ahora el nuevo pueblo de Dios
es una comunidad de salvación llamada a llevar a todos los pueblos el mensaje de la salvación y hacer
que todos los pueblos vivan bajo los valores del reino de Dios. Y a este pueblo misionero se pertenece
o se pasa a ser parte mediante el bautismo, signo espiritual de conversión radical.
3. Los christifidelibus participan “a su modo” y “según su propia condición” de la misión de Cristo de
santificar, enseñar (a todos los pueblos) y administrar (las cosas terrenales) en nombre y bajo la
persona de Cristo.
4. Su misión: llevar adelante la misión que Dios encomendó a su Iglesia: instaurar el reino de Dios.
A partir del ya citado Concilio Vaticano II yde ahí en adelante la teología católica ha hecho grandes avances
en la clarificación del ser y la misión de los laicos.
Fieles cristianos no es lo mismo que laicos. F.C. son todos los bautizados y estos a su vez, los bautizados,
pueden ser personas que o se consagran a Dios en el ministerio sacerdotal o viven su vida en el mundo
como creyentes en Cristo, es decir, como laicos que evangelizan en el mundo.
Pues bien, ¿qué sentido, qué finalidad tienen esas leyes, en la vida social?
(Responden los estudiantes de este curso):
Bien común
Regular conductas
Establecer orden y paz
Reconocer, defender, garantías
Cumplir con la justicia social
Promover la igualdad social cauce
En orden a respondernos esta interrogante nos hemos propuesto varias perspectivas:
1) Una respuesta desde la PERSPECTIVA PASTORAL:
Dicha respuesta parte de esta premisa:
Si la plenitud de la FE es el AMOR
La plenitud del AMOR es la VERDAD
En otras palabras, no hay verdadera FE donde no gobierna en plenitud el AMOR.
Y no hay verdadero AMOR donde no gobierna a plenitud la VERDAD.
FE sin amor es fanatismo.
Y amor sin verdad es tiranía.
En conclusión: para vivir como hijos de Dios necesitamos de la Fe, lo esencial de la fe es el amor. Y a su
vez lo esencial del amor es la verdad, amar como Dios nos ama.
Para vivir como hijos de Dios necesitamos de la fe, cuya plenitud es el amor, cuya máxima expresión es la
verdad.
Y esta la finalidad del derecho canónico en la iglesia: PRESERVAR LA FE, (MANTENIENDO O) CONDUCIENDO
EL AMOR EN EL CAUCE DE LA VERDAD.
2) Una respuesta desde la perspectiva PERSPECTIVA TEOLÓGICA
NO faltan tanto al interior como al exterior de la Iglesia personas que consideran que la naturaleza jurídica
del DDCC se contrapone radicalmente a la naturaleza espiritual de la Iglesia, en cuanto pueblo
sobrenatural por ser elegido y conformado por Dios.
¿Cómo se supera desde la teología católica esa aparente contradicción?
Muy sencillo: desde la encarnación del Hijo de Dios Jesucristo. En otras palabras, en la persona viva de
Jesucristo, Dios y Hombre verdadero se conjuga lo divino con lo terrenal, lo sobrenatural, con lo natural;
la naturaleza de Dios con la naturaleza humana.