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Maternidad subrogada (Vientre de Alquiler)

1.- ¿Sustente, el alquiler de vientre es un vacío legal?


Según el abogado Miguel Ramos, nuestro país no prohíbe el método de la maternidad subrogada y
que incluso ya se han registrado casos en los que el Poder Judicial ha tenido que evaluar casos de
reproducción asistida.

“El Poder Judicial ya ha tenido pronunciamientos, validando casos de maternidad y ovo donación, y
ha precisado que, al no existir una prohibición en el artículo 7 de la Ley General de Salud, estos
procedimientos son posibles y no tienen nada de ilícitos”, explicó en entrevista con “La Ley es la
Ley”.

No obstante, el letrado reconoció que hay un vacío legal que debe corregirse lo más pronto posible
para evitar que otras personas provenientes del extranjero, incurran en el mismo caso.

“Hay una deficiencia en la legislación para regular, sea admitiendo o negando (esta práctica). Frente
a este vacío, personas deciden venir para conseguir maternidad o paternidad”, apuntó.

¿Qué se debe hacer?

Ramos consideró que la Comisión Revisora debería plantear una solución legislativa a este vacío
legal no solo en el caso de embarazos subrogados y ovo donación, sino también en el caso de
embriones congelados.

“Esto debe verse en la nueva redacción del código civil (porque) ya hubo una modificación respecto
a la presunción de paternidad (en un matrimonio)”, concluyó.

2.- ¿El alquiler de vientre sería un tráfico de niños?

La gestación subrogada "se aprovecha de la precariedad de esas mujeres"

Los vientres de alquiler suponen un riesgo real de tráfico de personas". "El estado de necesidad que
tienen las mujeres sometidas a la situación de alquilar su vientre, a cambio de un precio, no deja de
ser similar a la explotación sexual

3.- ¿El fin justifica los medios, Vale decir los deseos de ser padres implica recurrir a estas
técnicas?

Hay parejas que acuden a terceras personas para poder tener un bebé. Una mujer “alquila” su útero
en el que se implanta el ovario de la mujer y el espermatozoide del hombre que desean ser los
padres. Los que justifican su práctica afirman que “con esto se permite que el niño sea el hijo
biológico de la pareja puesto que la madre de alquiler tan sólo se encarga de gestar un embrión fruto
del esperma del padre y el óvulo de la madre”.

Es un procedimiento muy agresivo mediante el cual se somete a una mujer a un tratamiento de


reproducción asistida con el objeto de que geste un embrión genéticamente ajeno y traiga al mundo
un bebé por encargo. Pero que el óvulo fecundado sea genéticamente ajeno no significa que todo el
cuerpo y la psique de la mujer embarazada no se vean involucrados y comprometidos en el proceso
de gestación y con el feto que se desarrolla en su cuerpo.
4.- ¿Qué sucede si la madre se arrepiente luego del parto y no quiere entregar al niño, será
estafa?

No sería estafa.

Porque, la estafa existirá únicamente en los casos en los que el autor simule,
deliberadamente, su intención por llevar a cabo una acción con engaño.
Tal engaño, provocará el error en cadena; desplazamiento
patrimonial, perjuicio para la víctima y el lucro injusto. Puesto que aquí,
no hay intención premeditadas ni simuladas por parte de la madre.

Sim embargo en nuestro país si se hiciera un contrato de esta naturaleza, sería totalmente
inválido, pues si bien no está expresamente prohibido, la Ley General de Salud – Ley Nº 26842- en
su artículo 7º, interpretado en sentido contrario, lo prohíbe desde que permite la reproducción
asistida, siempre que la madre genética y gestante sea la misma.

"Artículo 7o.- Toda persona tiene derecho a recurrir al tratamiento de su infertilidad, así como a
procrear mediante el uso de técnicas de reproducción asistida, siempre que la condición de madre
genética y de madre gestante recaiga sobre la misma persona. Para la aplicación de técnicas de
reproducción asistida, se requiere del consentimiento previo y por escrito de los padres biológicos.

5.- ¿Cuál sería el resarcimiento, si la contratante pierde la vida en el proceso?

El alquiler de vientres es un complejo contrato que adopta cláusulas sumamente rigurosas


sobre la mujer gestante, que revelan su explotación y la comercialización de la vida humana

Peligro de vida en la mujer gestante: el contrato fija una suma determinada y precisa para la
indemnización que asumen los padres genéticos en caso de muerte de la mujer subrogante.

6.- ¿Esta situación debería ser amparado por el derecho, de ser amparado solo debería ser
para parejas homosexuales, heterosexuales, etc.?

El vientre de alquiler es una nueva situación en el Perú que no debe ser dejada de lado o
regulada con una sola norma y que además su trasgresión no tiene consecuencias jurídicas.
Y solo debería ser para parejas heterosexuales, porque al estar bajo la tutela de parejas
Homosexuales, transexuales, etc. Se pone en riesgo la integridad moral y fisiológica del
niño (preferencia sexual) que es el principio de interés superior del niño.
Algunas de las cláusulas de este contrato son:

 Exámenes médicos psicológicos y físicos: la mujer gestante y su marido se comprometen a


someterse a los exámenes físicos y psicológicos solicitados tanto a criterio del médico
tratante, como a pedido de madre y padre genético; renunciando a la confidencialidad de los
resultados de los mismos. Tales pruebas, susceptibles de ser múltiples, podrán realizarse
desde el momento anterior a la transferencia e implantación hasta luego del nacimiento del
niño. Se incluye también las relativas a determinar la filiación genética (ADN). Asimismo
se otorga el derecho a los padres genéticos de asistir a cada visita médica, como así también
de estar presente al momento del alumbramiento.

 Abstienencia de relaciones sexuales: en el contrato la madre subrogante se compromete a


no tener relaciones sexuales con nadie desde el primer día de su ciclo menstrual antes de la
transferencia del embrión y hasta que se confirme el embarazo.

 Mantenimiento del embarazo: durante este periodo la mujer gestante debe cumplir todas
las indicaciones dadas por el médico tratante de la técnica y obstetra -recordando que
ambos deben ser designados con la aprobación de padre y madre genético-, las que incluyen
horarios de estudios prenatales, consumo de medicamentos y vitaminas, realización de
ecografías en presencia de la otra parte, y toda otra prueba que se crea conveniente como
por ejemplo ensayos de consumo de nicotina y drogas, enfermedades de transmisión sexual
e infecciosas. Expresamente se incluyen procedimientos médicos invasivos tales como:
aquellos destinados a conocer los posibles defectos genéticos o congénitos del feto, pruebas
genéticas. Las instrucciones médicas pueden incluir ecografías frecuentes, reposo,
abstinencia de relaciones sexuales, administración de medicamentos por vía oral o
inyectable durante periodos prolongados, entre otros aspectos.

 Otras obligaciones sobre estilo de vida: Existen otras conductas que se compromete a
asumir la mujer gestante, como el informe cada dos semanas de la evolución del embarazo,
o de las preocupaciones que puedan surgir durante el embarazo. También se somete a
ciertas prohibiciones sobre el estilo de vida que debe llevar adelante: absteniéndose de
practicar deportes o actividades cuando lo recomiende el médico u obstetra, realizar viajes
al exterior sin previo aviso a los padres genéticos, aplicar tinte de cabello, consumir
productos que contengan cafeína, realizarse perforaciones, acupuntura o tatuajes, ingerir
hierbas medicinales, sacarina u otros edulcorantes artificiales, permanecer próxima a
limpiadores, pesticidas y otros aerosoles, abstenerse de realizarse cirugías cosméticas, etc.

 Muerte de los padres comitentes: el contrato contempla la posibilidad de muerte de los


padres que encargaron al niño y en ese caso se designa una tercera persona que se haga
cargo de la custodia del niño.

 Entrega del niño y renuncia a la patria potestad: llegado a término el embarazo, el niño
nacido debe ser inmediatamente entregado a los padres genéticos, como así también la
custodia sobre el mismo, renunciando a todo tipo de reclamación de la patria potestad y
absteniéndose de hacer cualquier tipo de contacto con los padres genéticos y/o sus
familiares, como de intervenir en la crianza del menor gestado.
 Asunción de riesgos y liberación de responsabilidades: excepto que algunas cláusulas
específicas del contrato, la madre subrogante y su marido asumen todos los riesgos
médicos, financieros y psicológicos y liberan a los padres genéticos, sus abogados, el
médico y otros profesionales involucrados en el acuerdo, de cualquier responsabilidad
legal, salvo en caso de mala praxis.

 Obligación de dar muerte al niño en gestación (aborto): la mujer gestante deberá


someterse a una práctica abortiva a pedido de los padres genéticos en el caso que el niño
presente alguna anomalía mental o física; también en caso de existencia de más de dos
niños (interrupción selectiva); y cuando a criterio del médico tratante su salud se encuentre
amenazada. La negativa de ello importa incumplimiento contractual, con la respectiva
consecuencia económica y legal para ella.

 Aborto selectivo: como a la mujer se le pueden transferir hasta tres embriones, el contrato
contempla la posibilidad de abortar a alguno de ellos si todos se implantan, para reducir el
número de niños que nacerán Si la madre subrogante rechaza este aborto, se considera que
es una violación del contrato, siempre que el médico compruebe que la salud de la gestante
no está en peligro.

 Peligro de vida en la mujer gestante: el contrato fija una suma determinada y precisa para
la indemnización que asumen los padres genéticos en caso de muerte de la mujer
subrogante.

 Rescisión del contrato: en caso de imposibilidad de lograr el embarazo, la mujer gestante


deberá aguardar tres ciclos de transferencia embrionaria fallidos -realizados durante un
año-, para poder poner fin al contrato.

 Incumplimiento: en caso de incumplimiento a las cláusulas del contrato o realización de


conductas distintas a las estipuladas, la mujer gestante pierde el derecho que le asiste al
pago de los gastos -y si los hubiere ya recibido deberá reembolsarlos-; y se constituye
además en responsable de todos los gastos dinerarios en que hubieren incurrido madre y
padre genético incluyendo médicos, psicológicos, de viaje y legales sin restricción de otras
erogaciones.

La descripción del contenido de los contratos de “alquiler de vientre” denota la situación de


explotación y vigilancia a la que se somete la mujer gestante del niño, quien sólo fundada en una
motivación económica puede aceptar ser parte en un procedimiento en el cual se restringe
gravemente bienes tales -entre otros- como su intimidad, libertad, afectividad.

Igualmente, el niño queda privado de uno de los componentes fundamentales de su identidad, la


madre que lo dio a luz, y ve manipulada su vida como si fuera una cosa que se entrega contra un
pago de dinero.

Desde otro enfoque, el deseo frustrado de maternidad y paternidad como también los sentimientos
que conllevan, son utilizados con miras francamente comerciales por los Centro de Reproducción
Asistida. Estos ofrecen, frente a delicadas situaciones, una “solución expedita” desconociendo
reparos éticos y jurídicos sobre las consecuencias generadas por estos métodos que introducen una
lógica productiva en la transmisión de la vida humana. Relegando los daños personales que
conciben, -en el caso del contrato de alquiler de vientre por ejemplo la privación de la leche
materna-, se construye con la ayuda del legislador una nueva explotación mercantil en donde la
transmisión de la vida, ya privada de su innata dignidad, es el nuevo objeto apetecible y rentable del
comercio.

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