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“El Poder Judicial ya ha tenido pronunciamientos, validando casos de maternidad y ovo donación, y
ha precisado que, al no existir una prohibición en el artículo 7 de la Ley General de Salud, estos
procedimientos son posibles y no tienen nada de ilícitos”, explicó en entrevista con “La Ley es la
Ley”.
No obstante, el letrado reconoció que hay un vacío legal que debe corregirse lo más pronto posible
para evitar que otras personas provenientes del extranjero, incurran en el mismo caso.
“Hay una deficiencia en la legislación para regular, sea admitiendo o negando (esta práctica). Frente
a este vacío, personas deciden venir para conseguir maternidad o paternidad”, apuntó.
Ramos consideró que la Comisión Revisora debería plantear una solución legislativa a este vacío
legal no solo en el caso de embarazos subrogados y ovo donación, sino también en el caso de
embriones congelados.
“Esto debe verse en la nueva redacción del código civil (porque) ya hubo una modificación respecto
a la presunción de paternidad (en un matrimonio)”, concluyó.
Los vientres de alquiler suponen un riesgo real de tráfico de personas". "El estado de necesidad que
tienen las mujeres sometidas a la situación de alquilar su vientre, a cambio de un precio, no deja de
ser similar a la explotación sexual
3.- ¿El fin justifica los medios, Vale decir los deseos de ser padres implica recurrir a estas
técnicas?
Hay parejas que acuden a terceras personas para poder tener un bebé. Una mujer “alquila” su útero
en el que se implanta el ovario de la mujer y el espermatozoide del hombre que desean ser los
padres. Los que justifican su práctica afirman que “con esto se permite que el niño sea el hijo
biológico de la pareja puesto que la madre de alquiler tan sólo se encarga de gestar un embrión fruto
del esperma del padre y el óvulo de la madre”.
No sería estafa.
Porque, la estafa existirá únicamente en los casos en los que el autor simule,
deliberadamente, su intención por llevar a cabo una acción con engaño.
Tal engaño, provocará el error en cadena; desplazamiento
patrimonial, perjuicio para la víctima y el lucro injusto. Puesto que aquí,
no hay intención premeditadas ni simuladas por parte de la madre.
Sim embargo en nuestro país si se hiciera un contrato de esta naturaleza, sería totalmente
inválido, pues si bien no está expresamente prohibido, la Ley General de Salud – Ley Nº 26842- en
su artículo 7º, interpretado en sentido contrario, lo prohíbe desde que permite la reproducción
asistida, siempre que la madre genética y gestante sea la misma.
"Artículo 7o.- Toda persona tiene derecho a recurrir al tratamiento de su infertilidad, así como a
procrear mediante el uso de técnicas de reproducción asistida, siempre que la condición de madre
genética y de madre gestante recaiga sobre la misma persona. Para la aplicación de técnicas de
reproducción asistida, se requiere del consentimiento previo y por escrito de los padres biológicos.
Peligro de vida en la mujer gestante: el contrato fija una suma determinada y precisa para la
indemnización que asumen los padres genéticos en caso de muerte de la mujer subrogante.
6.- ¿Esta situación debería ser amparado por el derecho, de ser amparado solo debería ser
para parejas homosexuales, heterosexuales, etc.?
El vientre de alquiler es una nueva situación en el Perú que no debe ser dejada de lado o
regulada con una sola norma y que además su trasgresión no tiene consecuencias jurídicas.
Y solo debería ser para parejas heterosexuales, porque al estar bajo la tutela de parejas
Homosexuales, transexuales, etc. Se pone en riesgo la integridad moral y fisiológica del
niño (preferencia sexual) que es el principio de interés superior del niño.
Algunas de las cláusulas de este contrato son:
Mantenimiento del embarazo: durante este periodo la mujer gestante debe cumplir todas
las indicaciones dadas por el médico tratante de la técnica y obstetra -recordando que
ambos deben ser designados con la aprobación de padre y madre genético-, las que incluyen
horarios de estudios prenatales, consumo de medicamentos y vitaminas, realización de
ecografías en presencia de la otra parte, y toda otra prueba que se crea conveniente como
por ejemplo ensayos de consumo de nicotina y drogas, enfermedades de transmisión sexual
e infecciosas. Expresamente se incluyen procedimientos médicos invasivos tales como:
aquellos destinados a conocer los posibles defectos genéticos o congénitos del feto, pruebas
genéticas. Las instrucciones médicas pueden incluir ecografías frecuentes, reposo,
abstinencia de relaciones sexuales, administración de medicamentos por vía oral o
inyectable durante periodos prolongados, entre otros aspectos.
Otras obligaciones sobre estilo de vida: Existen otras conductas que se compromete a
asumir la mujer gestante, como el informe cada dos semanas de la evolución del embarazo,
o de las preocupaciones que puedan surgir durante el embarazo. También se somete a
ciertas prohibiciones sobre el estilo de vida que debe llevar adelante: absteniéndose de
practicar deportes o actividades cuando lo recomiende el médico u obstetra, realizar viajes
al exterior sin previo aviso a los padres genéticos, aplicar tinte de cabello, consumir
productos que contengan cafeína, realizarse perforaciones, acupuntura o tatuajes, ingerir
hierbas medicinales, sacarina u otros edulcorantes artificiales, permanecer próxima a
limpiadores, pesticidas y otros aerosoles, abstenerse de realizarse cirugías cosméticas, etc.
Entrega del niño y renuncia a la patria potestad: llegado a término el embarazo, el niño
nacido debe ser inmediatamente entregado a los padres genéticos, como así también la
custodia sobre el mismo, renunciando a todo tipo de reclamación de la patria potestad y
absteniéndose de hacer cualquier tipo de contacto con los padres genéticos y/o sus
familiares, como de intervenir en la crianza del menor gestado.
Asunción de riesgos y liberación de responsabilidades: excepto que algunas cláusulas
específicas del contrato, la madre subrogante y su marido asumen todos los riesgos
médicos, financieros y psicológicos y liberan a los padres genéticos, sus abogados, el
médico y otros profesionales involucrados en el acuerdo, de cualquier responsabilidad
legal, salvo en caso de mala praxis.
Aborto selectivo: como a la mujer se le pueden transferir hasta tres embriones, el contrato
contempla la posibilidad de abortar a alguno de ellos si todos se implantan, para reducir el
número de niños que nacerán Si la madre subrogante rechaza este aborto, se considera que
es una violación del contrato, siempre que el médico compruebe que la salud de la gestante
no está en peligro.
Peligro de vida en la mujer gestante: el contrato fija una suma determinada y precisa para
la indemnización que asumen los padres genéticos en caso de muerte de la mujer
subrogante.
Desde otro enfoque, el deseo frustrado de maternidad y paternidad como también los sentimientos
que conllevan, son utilizados con miras francamente comerciales por los Centro de Reproducción
Asistida. Estos ofrecen, frente a delicadas situaciones, una “solución expedita” desconociendo
reparos éticos y jurídicos sobre las consecuencias generadas por estos métodos que introducen una
lógica productiva en la transmisión de la vida humana. Relegando los daños personales que
conciben, -en el caso del contrato de alquiler de vientre por ejemplo la privación de la leche
materna-, se construye con la ayuda del legislador una nueva explotación mercantil en donde la
transmisión de la vida, ya privada de su innata dignidad, es el nuevo objeto apetecible y rentable del
comercio.