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UNIVERSIDAD DE LAS REGIONES AUTÓNOMAS

DE LA COSTA CARIBE NICARAGÜENSE,

NUEVA GUINEA

Caracterización y disposición de las aguas residuales

AUTORES:
Br. Kevin Cabrera
Br. Omer Mayén
Br. Yeltsin Álvarez
Br. Henry Morales Díaz
Br. Vincent Dows Hilton

DOCENTE:

Ing. Raúl Mejia

Nueva Guinea, 23 Mayo del 2019


La problemática ambiental global exige un manejo sostenible de los recursos
naturales; requiere de voluntad política para la gestión de los recursos y de
sociedades conscientes de las consecuencias que la contaminación provoca sobre
el medio ambiente en general.

Históricamente las aguas residuales se han descargado a los cuerpos de agua


superficiales sin tratamiento, trayendo consigo el deterioro del cuerpo receptor y sus
consecuentes impactos sobre los recursos naturales y las comunidades.

Las aguas residuales son materiales derivados de residuos domésticos o


de procesos industriales, los cuales por razones de salud pública y por
consideraciones de recreación económica y estética, no pueden desecharse
vertiéndolas sin tratamiento en lagos o corrientes convencionales. Los materiales
inorgánicos como la arcilla, sedimentos y otros residuos se pueden eliminar
por métodos mecánicos y químicos; sin embrago, si el material que debe ser
eliminado es de naturaleza orgánica,

El tratamiento de las aguas residuales da como resultado la eliminación de


microorganismos patógenos, evitando así que estos microorganismos lleguen a ríos
o a otras fuentes de abastecimiento.
Caracterización y disposición de las aguas residuales
Las aguas residuales se caracterizan por su composición física, química y biológica.
Es conveniente observar que muchos de los parámetros que aparecen en la tabla
están relacionados entre ellos. Por ejemplo, una propiedad física como la
temperatura afecta tanto a la actividad biológica como a la cantidad de gases
disueltos en el agua residual.
El tratamiento de las aguas servidas se divide en cuatro etapas principales:

· Tratamiento primario: consiste en la separación dé la materia suspendida por


medios mecánicos (cribado, coagulación, floculación y sedimentación). Se obtiene
una purificación del 30 al 50%. Se puede hacer mediante una laguna artificial, donde
converja el agua servida.

· Tratamiento secundario: después del tratamiento primario, las aguas son


sometidas a la acción de microorganismos a través de Iodos activados, filtros
percoladores y del lecho de contacto o lecho bacteriano. La eficiencia lograda oscila
entre 85 y 93%. “eficiencia en la eliminación de sales minerales (fósforo, nitrógeno)
es baja. En poblados pequeños y medianos se puede lograr esto con una segunda
laguna artificial a continuación de una primera.

· Tratamiento terciario o tratamiento avanzado: es el procedimiento final, capaz de


remover contaminantes reacios como las sales solubles (fosfatos y nitratos). Se
usan diversos procedimientos, según el uso posterior que se quiera dar al agua. La
adición de alúmina férrica y cloración produce agua limpia, libre de bacterias,
adecuada para la industria. Con filtros rápidos y coaguladores (sulfato de aluminio,
poli electrolitos, sustancias orgánicas poliméricas) se logran eliminar las sales
minerales. Este proceso es capaz de eliminar el 98% de los contaminantes.

· Tratamiento de los lodos: los restos sedimentados o Iodos, provenientes de las


aguas servidas, deben ser tratados y transformados en abonos orgánicos.

Hoy en día existen tecnologías muy adecuadas para estos tratamientos. Para
poblados pequeños bastan tres lagunas contiguas, en lugares especiales y seguros.
En esas lagunas se dejan crecer plantas (totora, carrizo, lirio de agua) que ayudan
a purificar el agua.
Clasificación origen y composición de las aguas residuales.

Tipologías Aguas Residuales:

Aguas residuales domésticas: Aquellas procedentes de zonas de vivienda y de


servicios generadas principalmente por el metabolismo humano y las actividades
domésticas.

Aguas residuales industriales: Todas las aguas residuales vertidas desde locales
utilizados para efectuar cualquier actividad comercial o industrial, que no sean
aguas residuales domésticas ni aguas de escorrentía pluvial. Aguas residuales
urbanas: Las aguas residuales domésticas o la mezcla de las mismas con aguas
residuales industriales y/o aguas de escorrentía pluvial. Todas ellas habitualmente
se recogen en un sistema colector y son enviadas mediante un emisario terrestre a
una planta EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales). Las industrias que
realicen el vertido de sus aguas residuales en esta red colectora, habrán de
acondicionar previamente sus aguas.
Aguas Residuales Domésticas.

La contaminación principal de las aguas residuales domésticas es por materia


orgánica, tanto en suspensión como en disolución, normalmente biodegradables, y
cantidades importantes de nitrógeno, fósforo y sales minerales.
Aguas Residuales Industriales.

Las aguas residuales industriales son enormemente variables en cuanto a caudal y


composición, difiriendo las características de los vertidos, no sólo de una industria
a otra, sino también dentro de un mismo tipo de industria.

A veces, las industrias no emiten vertidos de forma continua, si no únicamente en


determinadas horas del día o incluso únicamente en determinadas épocas de año,
dependiendo del tipo de producción y del proceso industrial. También son habituales
las variaciones de caudal y carga a lo largo del día.

Éstas tienen un mayor grado de contaminación que las aguas residuales urbanas,
además, con una contaminación mucho más difícil de eliminar.

Su alta carga unida a la enorme variabilidad que presentan, hace que el tratamiento
de las aguas residuales industriales sea complicado, siendo preciso un estudio
específico para cada caso.
Los compuestos orgánicos e inorgánicos se encuentran en aguas residuales
procedentes de instalaciones industriales diversas. A diferencia de las aguas
residuales domésticas, los efluentes industriales contienen con frecuencia
sustancias que no se eliminan por un tratamiento convencional, bien por estar en
concentraciones elevadas, o bien por su naturaleza química. Muchos de los
compuestos orgánicos e inorgánicos que se han identificado en aguas residuales
industriales son objeto de regulación especial debido a su toxicidad o a sus efectos
biológicos a largo plazo.

Aguas Residuales Urbanas.

Las aguas residuales urbanas presentan una cierta homogeneidad cuanto, a


composición y carga contaminante, ya que sus aportes van a ser siempre los
mismos. Pero esta homogeneidad tiene unos márgenes muy amplios, ya que las
características de cada vertido urbano van a depender del núcleo de población en
el que se genere, influyendo parámetros tales como el número de habitantes, la
existencia de industrias dentro del núcleo, tipo de industria, etc.

Las aguas residuales se componen, básicamente, de un 99,9% de agua en su


estado conocido como de agua potable y de, un 0,1% por peso de sólidos, sean
éstos disueltos o suspendidos. Este 0,1% referido es el que requiere ser removido
para que el agua pueda ser reutilizada. El agua sirve o actúa como medio de
transporte de estos sólidos, los que pueden estar disueltos, en suspensión o
flotando en la superficie del líquido.

Agua Sólidos Gases Componentes


Potable Disueltos Biológicos
99,9% 0,1% (por peso) O2 Bacterias
Suspendidos CO2 Micro y
Disueltos H2S microrganismos
Coloidales N2 Virus
Sedimentables

¿Por qué tratar las aguas residuales?

Con el desarrollo de la urbanización y con la diversificación de los procesos


industriales, un sinnúmero de elementos químicos elaborados por la sociedad junto
a una mayor cantidad de materias orgánicas es dispuestos en los cursos normales
de agua, depositándose en lagunas, lagos, ríos y mar. La DBO aumenta y el limitado
oxígeno disuelto no es suficiente para posibilitar la recuperación de dichos
elementos. La naturaleza no es capaz por sí sola de realizar el proceso de auto
purificación de los cursos de agua.
La calidad y cantidad de las aguas residuales.

En períodos de sequía como el actual la atención de la opinión pública y de las


administraciones se centra fundamentalmente en el volumen de agua embalsada,
dejándose de lado un aspecto fundamental como es la calidad del agua. A pesar de
que en las últimas semanas la sequía ha dado un respiro en muchas regiones, cabe
preguntarse qué calidad tiene el agua del que disponemos. En algunas ciudades se
han desatado sospechas sobre si el agua de suministro puede ser calificada como
potable.
Las lluvias de las últimas semanas han permitido un ligero aumento de las reservas
de agua en los embalses españoles, alcanzándose una situación menos
preocupante que la del año anterior.

La calidad del agua es también motivo de preocupación en la agricultura. La


sobreexplotación y salinización de acuíferos en Andalucía y Levante hace que en
amplias zonas la conductividad del agua empleada en los regadíos sea excesiva.
El empleo de éste agua conduce a la paulatina salinización y alcalinización del
suelo, con la consecuente pérdida de su fertilidad. Este problema latente no debe
ser menospreciado, ya que en numerosas ocasiones a lo largo de la historia ha sido
el motivo de la desaparición de economías y sociedades sustentadas por la
agricultura.

Impacto en la salud: uso y riesgos en aguas de consumo, alimentos y


productos hidrobiológico.

Los contaminantes de las aguas servidas municipales son los sólidos suspendidos
y disueltos que consisten en materias orgánicas e inorgánicas, nutrientes, aceites y
grasas, sustancias tóxicas, y micro organismos patógenos.
El agua de lluvia urbana puede contener los mismos contaminantes, a veces en
concentraciones sorprendentemente altas. Los desechos humanos sin un
tratamiento apropiado, eliminados en su punto de origen o recolectados y
transportados, presentan un peligro de infección parasítica (mediante el contacto
directo con la materia fecal), hepatitis y varias enfermedades gastrointestinales,
incluyendo el cólera y tifoidea (mediante la contaminación de la fuente de agua y la
comida).
Cuando las aguas servidas son recolectadas pero no tratadas correctamente antes
de su eliminación o reutilización, existen los mismos peligros para la salud pública
en el punto de descarga. Si dicha descarga es en aguas receptoras, se presentarán
peligrosos efectos adicionales (p.ej. el hábitat para la vida acuática y marina es
afectada por la acumulación de los sólidos; el oxígeno es disminuido por la
descomposición de la materia orgánica; y los organismos acuáticos y marinos
pueden ser perjudicados aún más por las sustancias tóxicas, que pueden
extenderse hasta los organismos superiores por la bio acumulación en las cadenas
alimenticias). Si la descarga entra en aguas confinadas, como un lago o una bahía,
su contenido de nutrientes puede ocasionar la eutrofización, con molestosa
vegetación que puede afectar a las pesquerías y áreas recreativas. Los desechos
sólidos generados en el tratamiento de las aguas servidas (grava, cerniduras, y lodo
primario y secundario) pueden contaminar el suelo y las aguas si no son manejados
correctamente.
Los proyectos de aguas servidas son ejecutados a fin de evitar o aliviar los efectos
de los contaminantes descritos anteriormente en cuanto al ambiente humano y
natural. Cuando son ejecutados correctamente, su impacto total sobre el ambiente
es positivo. Los impactos directos incluyen la disminución de molestias y peligros
para la salud pública en el área de servicio, mejoramientos en la calidad de las
aguas receptoras, y aumentos en los usos beneficiosos de las aguas receptoras.
Adicionalmente
La instalación de un sistema de recolección y tratamiento de las. Aguas servidas
posibilita un control más efectivo de las aguas servidas industriales mediante su
tratamiento previo y conexión con el alcantarillado público, y ofrece el potencial para
la reutilización beneficiosa del efluente tratado y del lodo. Los impactos indirectos
incluyen la provisión de sitios de servicio para el desarrollo, mayor productividad y
rentas de las pesquerías, mayores actividades y rentas turísticas y recreativas,
mayor productividad agrícola y forestal y/o menores requerimientos para los
fertilizantes químicos, en caso de ser reutilizado el efluente y el lodo, y menores
demandas sobre otras fuentes de agua Como resultado de la reutilización del
efluente.

De estos, varios potenciales impactos positivos se prestan para la medición, por lo


que pueden ser incorporados cuantitativamente en el análisis de los costos y
beneficios de varias alternativas al planificar proyectos para las aguas servidas. Los
beneficios para la. Salud humana pueden ser medidos, por ejemplo, mediante el
cálculo de los costos evitados, en forma de los gastos médicos y días de trabajo
perdidos que resultarían de un saneamiento defectuoso. Los menores costos del
tratamiento de agua potable e industrial y mayores rentas de la pesca, el turismo y
la recreación, pueden servir como mediciones parciales de los beneficios obtenidos
del mejoramiento de la calidad de las aguas receptoras. En una región donde es
grande la demanda de viviendas, los beneficios provenientes de proporcionar lotes
con servicios pueden ser reflejados en parte por la diferencia en costos entre la
instalación de la infraestructura por adelantado o la adecuación posterior de
comunidades no planificadas.
La construcción de sistemas que reutilizan las aguas servidas o el lodo tratado,
puede ser más costosa que aquellos donde el lodo es eliminado como desperdicio.
Al evaluar las alternativas que contemplan la reutilización, sin embargo, es
importante incluir tales beneficios como una mayor disponibilidad de agua para
apoyar el desarrollo de la región, la oportunidad de disminuir las demandas de riego
sobre las potenciales fuentes públicas de agua potable, la menor necesidad de
fertilizantes químicos, mejoras de incremento en la producción de cultivos y de
madera, y métodos de costo reducido para la. Revegetación de los suelos
marginales o su adecuación para la agricultura o la silvicultura. A menudo estos
también pueden ser medidos, la mayoría mediante el cálculo de los costos evitados.
A menos que sean correctamente planificados, ubicados, diseñados, construidos,
operados y mantenidos, es probable que los proyectos de aguas servidas tengan
un impacto total negativo y no produzcan todos los beneficios para los cuales se
hizo la inversión, afectando además en forma negativa a otros aspectos del medio
ambiente.
Los artículos individuales enumerados se explican por si solos, por su mayor parte,
y no serán analizados en detalle en el texto. Sin embargo, tienen varias
características en común muchos de los potenciales impactos y medidas
atenuantes, que podrían ser enfatizadas como problemas especiales durante la
preparación, evaluación e implementación del proyecto. Estos son:

 primero, la importancia de una planificación amplia y bien fundamentada del


sistema de aguas servidas;
 segundo, la dependencia fundamental de los proyectos de aguas servidas, de
una correcta operación y mantenimiento (y por lo tanto de un fuerte apoyo
institucional para ambos);
 tercero, la selección de una tecnología apropiada;
 cuarto, la necesidad de un programa efectivo de pre tratamiento de las aguas
servidas industriales en todo sistema municipal que sirva a clientes industriales;
y,
 finalmente, la necesidad de considerar un número de potenciales impactos
socioculturales que a veces se pasan por alto al preparar los proyectos.

Impacto ecológico: uso y riesgos en recreación, flora fauna acuática.

La falta de plantas de tratamiento para las aguas residuales en las ciudades y en


las industrias, hoteles y explotaciones mineras, agrícolas y ganaderas, ocasiona
grandes desechos de aguas contaminadas que hacen mucho daño al medio
ambiente. La mayoría de esas aguas es descargada en los ríos, Lagos, mares, en
los suelos a cielo abierto o en el subsuelo, a través de los llamados pozos sépticos
y rellenos sanitarios.

En las últimas décadas el mundo ha venido mostrando preocupación y está


tratando de resolver los problemas relacionados con la disposición de los efluentes
líquidos provenientes del uso doméstico, comercial e industrial de las aguas de
abastecimiento.

La primera prioridad que demanda una comunidad es el suministro del agua, con
calidad adecuada y cantidad suficiente. Ya logrado este objetivo, surge otro no
menos importante que consiste en la adecuada eliminación de las aguas ya
utilizadas que se convierten en potenciales vehículos de muchas enfermedades y
trastorno del medioambiente.
Las fuentes de agua (ríos, acuíferos, lagos, mar), han sido incapaces por sí
mismas para absorber y neutralizar esta carga contaminante, y por ello estas
masas de agua han perdido sus condiciones naturales de apariencia física y su
capacidad para sustentar una vida acuática adecuada, que responda al equilibrio
ecológico que de ellas se espera para preservar los cuerpos de agua. Como
resultado, pierden aquellas condiciones mínimas que les son exigidas para su
racional y adecuado aprovechamiento como fuentes de abastecimiento de agua,
como vías de transporte o fuentes de energía.

Las aguas de desecho dispuestas en una corriente superficial (lagos, ríos, mar) sin
ningún tratamiento, ocasionan graves inconvenientes de contaminación que
afectan la flora y la fauna. Estas aguas residuales, antes de ser vertidas en las
masas receptoras, deben recibir un tratamiento adecuado, capaz de modificar sus
condiciones físicas, químicas y microbiológicas, para evitar que su disposición
cause los problemas antes mencionados. El grado de tratamiento requerido en
cada caso para las aguas residuales deberá responder a las condiciones que
acusen los receptores en los cuales se haya producido su vertimiento.

Las plantas de tratamiento de aguas residuales deben ser diseñadas, construidas


y operadas con el objetivo de convertir el líquido cloacal proveniente del uso de las
aguas de abastecimiento, en un efluente final aceptable, y para disponer
adecuadamente de los sólidos ofensivos que necesariamente son separados
durante el proceso. Esto obliga a satisfacer ciertas normas o reglas capaces de
garantizar la preservación de las aguas tratadas al límite de que su uso posterior
no sea descartado.

Presentación de flotantes.
La determinación de materia flotante en aguas residuales y residuales tratadas es
de importancia para el control y tratamiento de descargas.

Esta norma mexicana establece el método de prueba para la determinación de


materia flotante en aguas residuales y residuales tratadas.

Este método se basa en la observación de la materia flotante en una muestra de


aguas residuales en el sitio de muestreo mediante la separación de ésta en una
malla de aproximadamente 3 mm de abertura; este método es una prueba
cualitativa.
Malos olores.
Una de los compuestos que contribuye en gran medida a la generación de malos
olores es el sulfuro de hidrógeno (H2S) que es un producto natural de la
descomposición anaerobia de la materia orgánica, muy frecuentemente encontrado
en drenajes y en plantas de tratamiento de aguas residuales y de lodos de desecho.
La solución a este problema de olores en las plantas de tratamiento puede ir
desde simplemente adecuar el diseño y operación de las mismas, hasta evaluar
incluir nuevas o diferentes tecnologías y procesos dentro de la PTAR para evitar la
producción de olores, gestionando de manera más eficiente el empleo de
microorganismos para la degradación de los contaminantes, ejemplo:

1. Cuando se trata de un proceso aerobio es importante medir


constantemente la concentración de oxígeno disuelto en el agua, un medio
sin oxígeno es mortal para los microorganismos que al pasar a condiciones
anóxicas morirán generando malos olores.
2. Es de vital importancia amortiguar los cambios en el pH y salinidad (medida
en Conductividad Eléctrica); ambos producen que el metabolismo de los
microorganismos se altere llevándolos a ser más lentos y por ende
ineficientes en la remoción de los contaminantes. Los cambios en el pH
también volatilizan el H2S.
3. Uso de filtros de carbón activado pueden ser una opción para retener los
malos olores en el carbón el cual los absorbe.

Si bien el tratamiento de aguas es un área tradicional de la Ingeniería Química,


está siempre vigente. Las normativas ambientales estrictas, la presión social, y en
muchos casos la escasez de agua de una región, obligan a incrementar cada vez
más los niveles de tratamiento para efluentes industriales y municipales.

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