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ANEXO Nº 5

REGLAMENTO PARA LA CASA


DE CORRECCION DE SANTIAGO

Reproducido en Boletin de Leyes y Decretos del Gobierno, Santiago,


1846, libro 14, número 8, págs. 183-190

Santiago, Agosto 13 de 1846


He acordado y decreto:
Reglamento para la Casa de Correccion de Santiago

Capítulo 1º
DE LAS PENAS

Art. 1º No podrá admitirse en la casa de correccion en calidad de deteni-


das a otras personas que las delincuentes destinadas a ella por órden de
la autoridad competente.
2º Desde el día de su entrada se someterán a los trabajos a que el
administrador las dedique, sin que jamas puedan permanecer ociosas, a
no ser que el estado de su salud se los impida, a juicio del médico de la
casa que las reconocerá al efecto.
3º Todas las personas detenidas están obligadas a prestar sumisa obe-
diencia a las órdenes de los superiores de la casa i a someterse a los castigos
que se les impongan, siempre que sean los detallados en este reglamento.

Capítulo 2º
DE LOS EMPLEADOS

Art. 1º Todo empleado de la casa, desde el momento que tome posesión

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ANEXOS 171

de su destino, queda obligado a la estricta observancia de todos i cada


uno de los articulos de este reglamento.
2º Cada uno según el órden de su jerarquía estará bajo la inmediata
dependencia de su superior; i así el superintendente dará órdenes que
serán obedecidas por el administrador verificándose otro tanto con las
que éste expida a los demas empleados subalternos i directamente, a los
detenidos.
3º Todo empleado no puede permanecer en su destino sino mién-
tras, a juicio de la autoridad que tiene la facultad de destituirlo, esté en
posesión de la honradez, moralidad i demas aptitudes que requiere su
buen desempeño.
4º Habrá en la casa de correccion un superintendente, un adminis-
trador, un mayordomo, una mayordoma i un portero.

Capítulo 3º
DEL SUPERINTENDENTE

Art. 1º Un ciudadano filantrópico i de espíritu público, nombrado por el


Supremo Gobierno a propuesta de la Ilustre Municipalidad, hará de
superintendente de la Casa de Correccion. Sus atribuciones son:
1º Velar por la legal inversion de los capitales que pertenezcan a la
Casa, deponiendo inmediatamente al empleado que sea convencido de
fraude, sin perjuicio de la causa criminal que debe iniciar, poniendo el
hecho en conocimiento del juez competente.
2º Poner su VºBº a las cuentas que le pase el administrador.
3º Visitar a menudo la casa, a fin de evitar cualquier desórden que
pudiera ocurrir, oyendo siempre con benignidad las quejas o reclamacio-
nes que hagan los detenidos contra el administrador u otro individuo
del establecimiento.
4º Examinar con la frecuencia posible los alimentos que se dan a los
presos, para ver si los proveedores cumplen o no con las obligaciones
que sus respectivas contratas les impongan.
5º Poner en el acto remedio a todos los abusos o males que notare,
tanto en la disciplina interior de la casa, como fuera de ella, por parte de
los empleados o detenidos.
6º Aprobar o desaprobar los castigos que el administrador aplicare
sin su conocimiento, como asimismo la direccion e ínversion que diere
el capital i trabajos de la casa.
7º Hacer anualmente la distribucion de los fondos que resulten exis-
tentes (despues de deducidos los gastos). Esta distincion se hará del
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modo siguiente: una tercera parte se adjudicará al administrador, i de las


otras dos restantes, una se aplicará al capital o fondo de la casa, i otra se
distribuirá entre las reas que con su trabajo hayan contribuido a formar
el fondo repartible, i pudiendo el superintendente oyendo ántes al admi-
nistrador, por via de castigo, privar a alguna o algunas de las reas de la
parte que le correspondiese, i adjudicándola expresamente en los libros
al fondo de la casa e invirtiéndola en premios concedidos a la honradez i
laboriosidad de los mismos reos con trabajadores.

Capítulo 4º
DEL ADMINISTRADOR

Art. 1º Una persona de conocida honradez i probidad nombrada al


efecto por el Supremo Gobierno a propuesta de la Ilustre Municipalidad
será el administrador de la Casa de Correccion.
2º Desde que entre a ejercer sus funciones, se someterá a los deberes
que le imponga el superintendente i tendrá las siguientes atribuciones:
1º Dirijir por sí los trabajos que tenga la casa i dividirlos entre los
presos por edades; i si fuere posible por crímenes, procurando la separa-
cion de los mas jóvenes i ménos criminales tanto en las horas de trabajo
como en las de descanso.
2º Tener una vijilancia mui activa a fin de que los mayordomos no
permitan que los presos riñan entre sí ni se roben o comuniquen clan-
destinamente con las personas de afuera i ménos los de uno con los de
otro patio.
3º Velar sobre que se cuide con esmero a los enfermos que hubiere
visitado el médico, procurándoles las medicinas que sean necesarias i los
alimentos que exijan las dolencias que los aquejen.
4º Nombrar de entre las detenidas una que por su conducta i demas
cualidades sea aparente para inspeccionar a las demas.
5º Remitir inmediatamente con custodia al hospital a todo enfermo
que sufra un mal contajioso o que pida una curacion larga i formal,
previo al parecer del médico.
6º Cuidar de que ningun preso salga bajo cualquier pretexto o comi-
sion de la casa. Si hubieren de salir por órden de autoridad competente,
será siempre bajo correspondiente custodia.
7º Encargar encarecidamente a sus subalternos la mayor vigilancia, a
fin de evitar desórdenes que afecten la moral o buen réjimen interior del
establecimiento, o conversaciones o acciones que ofendan el pudor i
causen escándalos entre los presos, tratando de reprimir tales desórde-
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nes con las penas que crea conveniente imponer de entre las que señala
este reglamento.
8º Oir i proveer de remedio a las quejas que los presos pongan
contra la mayordoma por los abusos que estos cometan, ya imponiendo
castigos para que no están autorizados sin anuencia del administrador, o
sujetándolos a cargos que no son de su obligacion, o cometiendo en
ellos cualquiera otra violencia.
9º Llevar un libro alfabético en que se anotan las condenas de los
reos destinados a la casa, i el dia en que se cumplan para pedir su
libertad al juez de rematados, sin cuyo conocimiento, ninguno podrá ser
dado de alta.
10º Formar al principio de cada año un inventario de todos los útiles
del establecimiento i pasar una copia de él con el Vº Bº Superintendente
al Ministerio de Justicia.
11º Remitir cada semestre al mismo Ministerio un estado en que se
exprese el número de detenidas que hai en el establecimiento, su edad i
estado, las causales de su detencion i los trabajos que se hayan hecho en
la casa en el semestre de que se dé cuenta.
12º Cuidar de que el capellan diga las misas i pláticas que son de su
obligacion, como igualmente de que se dén anualmente dos corridas de
ejercicios, si fuere posible, i de que se confiesen los reos tres veces al
año, pidiendo al efecto al Intendente los confesores que sean necesarios.
13º Hacer, previa la aprobacion del superintendente las compras de
las primeras materias i demas útiles que necesite la casa, como tambien
las ventas de todo lo que en ella se trabaje.

Capítulo 5º
DE LAS PENAS
Art. 1º El administrador no podrá imponer a los detenidos otras penas
que prision solitaria, zepo o disminucion de alimento, siendo de su de-
ber dar parte de ellas al superintendente ántes de veinticuatro horas,
bajo la mas estricta responsabilidad.
2º Le será expresamente prohibido dar golpes de mano, ni usar de
palo u otra arma para correjir a los presos, i solo le será lícito aplicar las
penas referidas en el artículo anterior.
3º El superintendente podrá ordenar en casos de gravedad i que a su
juicio requieran una severa represion, se aplique a los reos desde uno
hasta doce azotes, despues de averiguar escrupulosamente el delito que
merezca tal castigo i convencerse de la criminalidad del culpable.
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Capítulo 6º
DE LA DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO

Art. 1º El administrador hará que desde el 1º de Octubre hasta el 1º de


Abril, se levanten los presos a las cinco de la mañana o al venir el dia,
empleando media hora en sacar sus camas de los dormitorios para sacu-
dirlas i hacer barrer aquellos. Los dormitorios permanecerán cerrados
todo el dia hasta las nueve de la noche en que se acostarán los reos.
Concluido el aseo de las piezas se empleará media hora mas en el aseo
del cuerpo o policía personal de los presos, i despues de hecha esta
operacion que debe concluir a las seis de la mañana, principiará el
trabajo yendose cada uno a su respectiva labor.
2º Desde el 1º de Abril hasta el 1º de Octubre se levantarán los
detenidos a las seis de la madrugada o al venir el dia, i se harán las
mismas operaciones indicadas en el artículo precedente, de modo que se
empiese el trabajo a las siete de la mañana.
3º Almorzarán de nueve a diez del dia, i comerán de cinco a seis de
la tarde, quedando todos en descanso hasta la hora de acostarse.
4º Ni los domingos, ni los jueves desde las dos de la tarde para
adelante, habrá trabajo de ningun jénero que sea forzoso para los
presos.
5º Los domingos desde las doce del dia hasta las cuatro de la tarde,
i los jueves desde las dos hasta las cuatro de la misma, podrán los
presos recibir visitas de sus familias o conocidos, siendo de incumben-
cia del administrador tomar las providencias que estimare oportunas a
fin de evitar los abusos a que pudiera haber lugar en el uso de ese
permiso de comunicarse con las jentes de fuera, privando de él a las
que abusen.

Capítulo 7º
DE LOS SUELDOS

Artículo único. El destino de superintendente será gratuito: el adminis-


trador gozará del sueldo de 30 pesos mensuales i a mas la tercera parte
de que habla la parte 8º del art. 2º cap. 3º; el mayordomo tendrá 12
pesos al mes i la mayordoma ocho pesos, el portero seis pesos mensuales
i los tres primeros racion en crudo.
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ARTICULO ADICIONAL

La guardia de la casa estará a la órden del administrador, quien tendrá


sobre ella todas las facultades que requiere el buen servicio. Al adminis-
trador toca inspeccionar la conducta de los individuos que estuviesen de
guardia, i es responsable de los abusos que por su culpa se cometan.

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