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Capítulo 1º
DE LAS PENAS
Capítulo 2º
DE LOS EMPLEADOS
170
ANEXOS 171
Capítulo 3º
DEL SUPERINTENDENTE
Capítulo 4º
DEL ADMINISTRADOR
nes con las penas que crea conveniente imponer de entre las que señala
este reglamento.
8º Oir i proveer de remedio a las quejas que los presos pongan
contra la mayordoma por los abusos que estos cometan, ya imponiendo
castigos para que no están autorizados sin anuencia del administrador, o
sujetándolos a cargos que no son de su obligacion, o cometiendo en
ellos cualquiera otra violencia.
9º Llevar un libro alfabético en que se anotan las condenas de los
reos destinados a la casa, i el dia en que se cumplan para pedir su
libertad al juez de rematados, sin cuyo conocimiento, ninguno podrá ser
dado de alta.
10º Formar al principio de cada año un inventario de todos los útiles
del establecimiento i pasar una copia de él con el Vº Bº Superintendente
al Ministerio de Justicia.
11º Remitir cada semestre al mismo Ministerio un estado en que se
exprese el número de detenidas que hai en el establecimiento, su edad i
estado, las causales de su detencion i los trabajos que se hayan hecho en
la casa en el semestre de que se dé cuenta.
12º Cuidar de que el capellan diga las misas i pláticas que son de su
obligacion, como igualmente de que se dén anualmente dos corridas de
ejercicios, si fuere posible, i de que se confiesen los reos tres veces al
año, pidiendo al efecto al Intendente los confesores que sean necesarios.
13º Hacer, previa la aprobacion del superintendente las compras de
las primeras materias i demas útiles que necesite la casa, como tambien
las ventas de todo lo que en ella se trabaje.
Capítulo 5º
DE LAS PENAS
Art. 1º El administrador no podrá imponer a los detenidos otras penas
que prision solitaria, zepo o disminucion de alimento, siendo de su de-
ber dar parte de ellas al superintendente ántes de veinticuatro horas,
bajo la mas estricta responsabilidad.
2º Le será expresamente prohibido dar golpes de mano, ni usar de
palo u otra arma para correjir a los presos, i solo le será lícito aplicar las
penas referidas en el artículo anterior.
3º El superintendente podrá ordenar en casos de gravedad i que a su
juicio requieran una severa represion, se aplique a los reos desde uno
hasta doce azotes, despues de averiguar escrupulosamente el delito que
merezca tal castigo i convencerse de la criminalidad del culpable.
174 ANEXOS
Capítulo 6º
DE LA DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO
Capítulo 7º
DE LOS SUELDOS
ARTICULO ADICIONAL