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Michael Sebastian Sarmiento Jimenez

“RECONVERSIÓN GANADERA”

La “Reconversión Ganadera” es un tipo de producción ganadera, la cual constituye


una estrategia de desarrollo rural que busca reducir los desequilibrios económicos
y sociales, mejorando la calidad de vida de la población campesina, movilizando las
capacidades internas de desarrollo para alcanzar mayor crecimiento y
competitividad regional. El modelo de reconversión ganadera se estructura a partir
del acoplamiento de los siguientes componentes: Transformación Productiva,
formación del Capital Humano, incremento del valor por uso de buenas prácticas
ganaderas con criterios de concertación, participación y equidad e integración la
institucionalidad regional, nacional, pública y privada.

La implementación de este plan tiene diferentes propósitos, como lo son de manera


social y productiva; además permite dinamizar la economía generando más
ocupación, más ingresos, mejor salubridad e incentivando las asociaciones y
permitiendo la vinculación de campesinos con los servicios regionales, quienes con
su experiencia y conocimiento ayudaran en la resolución diferentes conflictos la
resolución de conflictos respecto al contexto y manejo de ganadería.
Sin embargo y de acuerdo al proyecto para ejecutarse acerca de la “Reconversión
Ganadera”, el señor Julián debe explicarle a los productores ganaderos de la región
el impacto, el beneficio y la facilidad de la implantación de esta metodología de
producción; también que las fincas tengan la mejor calidad de ganado y que cada
una de estas familias tengan una mejor sostenibilidad del medio. Al respecto, la idea
no es talar bosques para sembrar pasto, es aprender nuevos modelos
agroforestales que produzca calidad de leche y carne sin talar árboles, para que en
el futuro cercano, los pequeños y medianos productores tenga influencia en sus
producciones bovinas.

Teniendo en cuenta lo anterior es fundamental manejar unos modelos los cuales


van a permitir dar impulso a la actividad agropecuaria, la cual en los últimos años
ha llevado a pequeños y medianos ganaderos a que sus terrenos y se tecnifiquen;
obteniendo así unas mejorar económicas, sanitarias, sociales y hasta educativas en
su ámbito rural. Es por ello que se ve la necesidad de adaptar los sistemas
ganaderos a la realidad de estos tipos de explotaciones, donde los modelos
alternativos permitan no sólo aumentar la producción de carne, sino que este
aumento vaya de la mano de un uso sustentable y rentable del ambiente. Por
consiguiente se crea una combinación y uso de insumos acorde a las
características, posibilidades y necesidades de cada unidad de producción. En este
contexto, los modelos de gestión del proyecto “reconversión ganadera”, están
encaminados a ayudar al ganadero a partir de las siguientes:

SISTEMAS SILVOPASTORILES:
El sistema silvopastoril (SSP) está relacionado con el uso de la tierra y tecnologías
en que leñosas perennes (árboles, arbustos, palmas y otros) son
intencionadamente combinados en la misma unidad de manejo con plantas
herbáceas (cultivos, pasturas) y/o animales, incluso en la misma forma de arreglo
espacial o secuencia temporal, y en que hay interacciones tanto ecológicas como
económicas entre los diferentes componentes. En este sistema interactúan cinco
componentes: el componente arbóreo, el componente ganadero, el forrajero, el
suelo y el clima. Los sistemas silvopastoriles tienen como objetivo implementar
pautas de manejo que permitan lograr productos de mayor valor, es decir, el sistema
silvopastoril busca lograr unidades forestales de mayor diámetro, lo cual es una
característica que le otorga mayor calidad. La implementación del sistema
productivo silvopastoril requiere la definición y puesta en práctica de un conjunto de
variables. Ésta, es una etapa de suma importancia para lograr la adaptabilidad del
sistema al agro-ecosistema. Se detallan a continuación las variables más
relevantes:

 Elección del género forestal: depende del sitio elegido y el objetivo de


producción. Además, es importante considerar cómo el mismo responde ante
su inclusión en un sistema agroforestal.
 Preparación del terreno e implantación: el trabajo de preparación del suelo
será similar al de cualquier cultivo agrícola. Lo que sí hay que considerar es
que dependiendo de la especie a plantar, el material de propagación puede
ser diferente.
 Diseño y distribución de los árboles: se debe considerar el objetivo de
producción maderera y tener en cuenta que a mayor espaciamiento de los
árboles, mayor será la producción de forraje y la calidad de los rollizos
 Cantidad de Árboles por Potrero: Es importante que exista un número
relativamente alto de árboles en diferentes estados de desarrollo en cada
potrero. La población de árboles en el sistema es muy significativa puesto
que a mayor número de árboles dentro de las pasturas menor será la
compactación del suelo y el efecto nocivo de los agentes físicos que puedan
causar procesos erosivos. Sin embargo, cuando el número de individuos
sobrepasa la cantidad de 200 árboles/ha, la productividad forrajera se puede
ver afectada. En consecuencia, es importante aclarar que dentro de la
población de árboles debe haber individuos en diferentes estados de
crecimiento, para que se genere una dinámica que permita su
aprovechamiento escalonado, de tal manera que el productor pueda
cosechar individuos adultos o sobre maduros para la venta periódicamente.
 Diversidad de especies arbóreas en potreros: Diferentes estudios
demuestran que la estabilidad de una pradera se ve favorecida al haber un
mayor número de especies forrajeras rastreras o arbustivas. Al mismo
tiempo, la introducción o presencia de árboles en potreros favorece la
biodiversidad del sistema, propicia las interacciones entre las especies que
lo habitan, además de que permite mejorar la dieta a los bovinos al disponer
de mayor cantidad de forraje de alta calidad (follaje y frutos).
 Manejo del pastizal: en el “sotobosque” se desarrolla vegetación herbácea
(gramínea y leguminosa) que tienen distinto valor forrajero y además tienen
diferentes hábitos de crecimiento. El diseño y la distribución de los árboles
definirán la posibilidad de desarrollo del componente herbáceo debajo de los
mismos. Es por este motivo que se hace necesario ralear para mantener un
sombreamiento por debajo del 60 %.
 Componente ganadero: la experiencia ganadera en sistemas silvopastoriles,
dadas las características del forraje que crece en el sotobosque, hace que la
carga animal dependa de: la densidad de la plantación, del género
implantado, tipo de animal, manejo y forraje.

CAPACIDAD DE CARGA DEL ANIMAL:

De forma general, los objetivos principales de la integración de rumiantes en SSP


son:

1) Producir proteína animal sin incorporar nuevas áreas al sistema de producción;

2) Reducir los costos de eliminación de las plantas invasoras del sotobosque a


través del pastoreo de especies palatables o del daño y pisoteo de las no apetitoso.

3) Reducir el riesgo de incendios al evitar el acúmulo de la vegetación herbácea


fresca o seca.

4) Acelerar el ciclo de nutrientes de la biomasa a través de la deposición de heces.

5) Proveer ingresos adicionales a través del aumento de la productividad de la tierra.

En cultivos perennes, además de la obtención de ganancias adicionales a la


actividad principal, la utilización de animales para el pastoreo del sotobosque es
hecha con la intención de reducir los costos de control de la vegetación herbácea
con alto potencial de competir con los árboles por agua y nutrientes. Una vez
rebajada la altura de la vegetación rastrera se reducen los riesgos de incendio, al
mismo tiempo en que algunos frutos, pueden ser más fácilmente localizados en el
terreno y recolectados.

El papel de los animales puede ser visto también como un elemento acelerador del
proceso de ciclo de nutrientes en el sistema, puesto que gran parte de la biomasa
que consumen retorna al suelo en forma más degradada, como heces y orina. Hasta
un 90% de los nutrientes minerales (incluyendo el nitrógeno) contenidos en el forraje
consumido por los animales en pastoreo retorna a la pastura en forma de heces y
orina.

En los sistemas silvopastoriles (SSP), cuando el grupo de animales es solo uno,


por ejemplo las vacas de ordeño, la siguiente formula nos permite conocer el
número de potreros a instalar:

Nº de potreros = Periodo de descanso / Periodo de ocupación = + 1

Ejemplo, Si tenemos un sistema rotacional de 28 días de descanso y siete días de


ocupación necesitamos:

Nº poteros = 28 / 7 + 1 = 5 potreros

El tamaño de los potreros está asociado con la Carga Animal. En los trabajos
realizados en condiciones regionales se recomienda una carga de 2,5 a 5,0
cabezas/hectárea con gramíneas como guinea y elefante, y áreas no mayores de
1,5 hectáreas. Si cada potrero tiene un área de 1 hectárea, tendríamos:

Área Total = 5 potreros x 1 Ha = 5 hectáreas

Número de cabezas a pastear:

5 Ha x 2,5 cabezas = 12,5, ó

5 Ha x 5,0 cabezas = 25,0

USO DEL SUELO:

El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre, un conjunto complejo de


elementos físicos, químicos y biológicos donde se desarrolla la vida en la superficie
de la tierra porque en el mismo se anclan, sostienen y alimentan las plantas que son
la base de la agricultura y la ganadería. Por la complejidad de los procesos y
transformaciones que allí se localizan, así como por la cantidad de seres vivos e
interrelaciones minerales, el agua y el aire, se considera que el suelo es un
verdadero sistema ecológico. Todas las actividades agropecuarias de la humanidad
están ligadas históricamente al suelo.

Un buen suelo es condición necesaria para una buena productividad agrícola y


pecuaria. Su requiere que posea propiedades químicas, físicas y biológicas. El
conjunto equilibrado de las tres genera las características más importantes del suelo
como son su fertilidad, permeabilidad y su estructura: Para el desarrollo vigoroso de
las plantas forrajeras que alimentan el ganado, se requiere una buena disponibilidad
de nutrientes para las plantas; lo suelos bene poseer buena capacidad de retención
de agua y al mismo tiempo drenaje, buena aireación, y una estructura que permita
el buen desarrollo de la raíz. Para una efectiva reconversión ganadera debemos
tener en cuenta los siguientes aspectos relacionados con el suelo:

Fertilización: El tipo de fertilización que se aplica a una pastura causa diferente


efecto sobre el suelo. Cuando se emplea fertilización orgánica, se espera mejorar
la estructura del suelo y por tanto disminuir la compactación. La fertilización
química puede crear intoxicaciones o desbalance de nutrientes si no se tienen en
cuenta las características físico-químicas del terreno, además de que no se
beneficia a la parte física del suelo. De acuerdo con estos principios, entre mayor
sea el área de pasturas abonadas con materiales orgánicos, mayor será la
estabilidad del sistema.

Estado Productivo de la Pastura: El estado productivo de la pastura es un


reflejo de todas las condiciones del suelo. Esta condición se mide de acuerdo
a la cantidad de forraje verde que ella produzca. Si se tiene una pastura en
la máxima producción de materia verde, significa que el suelo se encuentra
en buenas condiciones, también indica que el efecto de insectos u otros
patógenos no es relevante en el sistema. Un buen estado de la pastura da
estabilidad económica a la empresa ganadera, ya que la principal fuente de
nutrientes para el ganado debe ser el forraje que coseche en una pradera.

Cobertura del Suelo: La cobertura del suelo contribuye a disminuir o prevenir


su deterioro. Por el contrario, la desnudez del suelo puede ser atribuida a
pasturas degradas, sobrepastoreo, a prácticas de mecanización muy
intensiva, y puede conducir a procesos de erosión hídrica, eólica, laminar,
entre otras. Se debe procurar a toda costa que el suelo permanezca cubierto
al menos con plantas acompañantes.
CERCAS VIVAS:

Las cercas vivas son una práctica que comúnmente han desarrollado los
productores en las explotaciones agrícolas de diversas regiones productoras. Los
agricultores han acumulado una amplia experiencia en la implantación y manejo del
sistema “cercas vivas”; cada especie tiene sus propias características de
crecimiento, manejo y productos que se pueden obtener, tales como leña, madera,
frutos, flores, forraje para el ganado vacuno y otros animales domésticos, principios
medicinales y otros. El análisis de la práctica “cercas vivas” ha estado muy
vinculado, fundamentalmente, a la que se considera su principal utilidad, que es no
permitir el acceso de los animales y las personas a un determinado terreno; no
obstante, sus usos y ventajas son múltiples.

Cercas Vivas: Las cercas vivas tienen un efecto positivo sobre muchas especies
animales en el sentido de ofrecer alimento y de brindar condiciones adecuadas
de vida (percheros para las aves, sitios para construir nidos, entre otros). Sin
embargo, el mayor impacto sobre los recursos naturales radica en la disminución
de cosecha de madera proveniente de los bosques. Es decir, se hace una
economía de madera que posibilita conservar mayor cantidad de bosque
primario. Por lo anterior, a mayor cantidad de cercas vivas haya en la finca se
considera mejor su condición de sostenibilidad.
Barreras Vivas y Rompe-vientos: El pastoreo de ganado sobre áreas con alta
pendiente es quizá la mayor causa de degradación del suelo en los sistemas
ganaderos de altura. Sin embargo, existen otros factores que acentúan este
problema como los vientos y las aguas lluvias incontroladas, además de la
aplicación exagerada de prácticas culturales para el establecimiento de cultivos.
Por lo anterior, aquellos predios que adopten estrategias encaminadas a
controlar o reducir los procesos erosivos, como la construcción de barreras vivas,
obtendrán una mejor calificación en este ejercicio.
BANCOS PROTEICOS:

Los “bancos de proteínas” o “bancos proteicos” constituyen la siembra de especies


herbáceas o de árboles y arbustos con follaje de alto contenido proteico, dispuestos
en arreglos de altas densidades de plantas que puedan ser cosechados y llevados
a los animales en un sistema de corte y acarreo, o que puedan ser pastoreados
directamente por lo general, durante cortos periodos diarios (1,5 a 2,5 horas diarias).

Por lo general, se puede establecer un banco de proteínas en un área del 20 a 30%


del terreno utilizado para pasturas, dependiendo por supuesto de la productividad y
el número de animales a suplementar. Lo recomendable es que el banco de proteína
esté en un sitio cercano a donde se debe llevar el forraje cosechado (caso de corte
y acarreo), o donde se podría controlar en una forma más eficiente el ramoneo si se
utiliza bajo esta modalidad. Esta localización cercana permite reducir los costos de
manejo del banco de proteína.

 Diversidad de Especies Forrajeras: La asociación de muchas especies en la


pastura permite que los animales complementen mejor la dieta que en una
pradera homogénea; el ecosistema de una pastura diversa se hace menos
vulnerable biológicamente, ya que no todas las especies forrajeras son
atacadas por los mismos agentes. El hecho de existir especies de diferente
tipo de crecimiento, aéreo y radicular, optimiza el uso de la energía lumínica
(limitante en zonas de altura), del agua y de los nutrientes disponibles, lo cual
mejora la eficiencia biológica y económica del sistema.

SISTEMAS DE PASTOREO.

Son alternativas de uso de las pasturas por los animales en pastoreo. La finalidad
básica de un sistema de pastoreo es: lograr mantener una alta producción de forraje
de alta calidad durante el mayor período de tiempo. Mantener un balance favorable
entre las especies forrajeras (gramíneas y leguminosas). Obtener una eficiente
utilización de forraje producido y lograr una producción ganadera rentable. Sin
embargo, en cualquiera de los sistemas de pastoreo utilizados, el animal, en menor
o mayor magnitud, actúa negativamente sobre la pastura, debido a: compactación
del suelo, con una disminución de la aireación y de la infiltración; lesiones
mecánicas a las plantas y desperdicio del material vegetativo por efecto del pisoteo,
de la orina y de las heces; y alteración del balance natural entre especies forrajeras
por susceptibilidad de las mismas al pisoteo y defoliación. Para un efectivo manejo
del pastoreo en unidades de producción relacionadas con la reconversión ganadera,
se debe tener presente:
Diversidad de Especies Forrajeras: La asociación de muchas especies en la
pastura permite que los animales complementen mejor la dieta que en una pradera
homogénea; el ecosistema de una pastura diversa se hace menos vulnerable
biológicamente, ya que no todas las especies forrajeras son atacadas por los
mismos agentes. El hecho de existir especies de diferente tipo de crecimiento, aéreo
y radicular, optimiza el uso de la energía lumínica (limitante en zonas de altura), del
agua y de los nutrientes disponibles, lo cual mejora la eficiencia biológica y
económica del sistema.

Rotación de Potreros: Con este indicador se demuestra que en la medida en


que la rotación de las praderas sea más intensa, mejor comportamiento biológico y
ambiental tendrán las pasturas y la finca en general. Por más intenso se entiende
un menor periodo de ocupación de las franjas de pastoreo y un periodo de descanso
ajustado, en lo posible, a los requerimientos para la recuperación de las especies
presentes en las pasturas. Esto quiere decir que, a mayor número de potreros por
lote de ganado, los animales permanecerán menos tiempo en cada potrero. La
condición menos deseable con respecto al manejo de pasturas es aquella en la cual
los animales permanecen todo el año en un mismo potrero (pastoreo continuo). Esta
situación ocasiona el mayor daño a las especies deseables, permite mayor invasión
de malezas, mayor compactación del suelo y, por tanto, mayor degradación de la
pastura. Como pastoreo alterno se entiende aquella situación en la que se tienen
solo dos potreros por grupo de animales.

Áreas con Cobertura Natural: La expansión de los sistemas de producción


sobre los bosques ha llevado a la extinción de numerosas especies y a la
amenazada constantemente sobre la flora y fauna silvestre. Además, la presión que
se ejerce sobre los entornos naturales genera un riesgo permanente para

La conservación de la biodiversidad: En este sentido, las fincas ganaderas


pueden ofrecer grandes posibilidades de protección para la vida silvestre. Para ello
es necesario que los ganaderos preserven espacios boscosos o que liberen áreas
para la regeneración natural, que oferten condiciones de vida para las especies
nativas.

Relación pastoreo/bosques y rastrojos: En el anterior indicador se destacó la


pertinencia de dejar áreas variables de bosques y rastrojos en la finca para
garantizar conservación de los recursos genéticos nativos. Sin embargo, se debe
ser muy cuidadoso al determinar los espacios que se mantendrán en bosques para
impactar lo menos posible la productividad ganadera en los hatos. Aunque la
evaluación se hace en forma numérica, es importante tener en cuenta la calidad del
bosque y del rastrojo presente en estos relictos.

CONCLUSIÓN

Después de haber analizado el proceso del proyecto “Reconversión Ganadera”, se


concluye que una de las principales herramientas para llevarse a terminación y
aplicabilidad un proyecto; es necesario tener en cuenta la teoría que me permite
adquirir nuevos conocimientos que me van a encaminar a un buen desarrollo del
mismo.

Sin embargo los ganaderos deben entender que es posible alcanzar un potencial
biológico mayor si se hace un manejo ambiental inteligente; si se integra la
ganadería con otros sistemas productivos acorde con los límites ambientales de
cada región y cada ecosistema, además la reconversión social de la ganadería debe
también coincidir en forma total con la reconversión ambiental y la eficiencia
económica puede llegar a ser equivalente a la eficiencia social y ambiental. No
obstante se hace evidente el uso apropiado de estrategias que se ajusten al tipo de
ganadería de la región, donde se encontrándose debilidades que poco a poco se
van a ir convirtiendo en fortalezas.

Por ende, permite la contribución atenúa de los impactos ambientales y al mismo


tiempo, incrementa los beneficios sociales como generación de empleo, mayor
oferta alimentaria y mejor distribución de la riqueza.

Finalmente nuestra actividad agropecuaria en Colombia requiere cambios políticos


en las estructuras agrarias, en las políticas macroeconómicas, agropecuarias y
ambientales, y modificaciones de la labor de quienes tienen interés real en el
ganado como medio de producción. Investigadores, funcionarios públicos, técnicos
y ganaderos deben reconocer que es posible alcanzar un potencial biológico mayor
si la naturaleza se maneja adecuadamente, y si se integra la ganadería con otros
sistemas productivos observando con especial atención los límites ambientales de
cada región y cada ecosistema, de allí la importancia de implantar proyectos de
“Reconversión Ganadera” en las diferentes áreas rurales del país.

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