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mistad entre las dos potencias angloparlantes las llevaría a

6. El poder como teoría La Internacional


entrar en guerra.
Comunista y la
No debe olvidarse que quienes discuten todos esos problemas Desde luego, hay que tomar en cuenta que el Comintern estaba Revolución
son marxistas. Por lo tanto, las cuestiones más importantes que acostumbrado a esa forma de autointoxicación que lo hacía con- Latinoamericana
debían ventilarse en ler Congreso Mundial de 1928, en la reunión fundir sus deseos con la realidad. La Unión Soviética y el Comin-
de 1929 en Buenos Aires y en los años siguientes debían ser, y tern estaban interesados en semejante conflicto que debilitaría
las dos mayores potencias capitalistas y por lo tanto lógicamente
Manuel Caballero
eran relacionadas con las condiciones y el carácter de la lucha
de clases. Tampoco se debe olvidar que quienes discuten son llevaría a aumentar la fuerza del comunismo. Pero reducir toda
leninistas, vale decir, maquiavelianos. Así en todo momento de esa discusión a un espejismo es puro simplismo, porque los líde-
su actividad política, en todo momento de su vida tenían que res del Comintern llegaron a ser casi proféticos en sus pronósti-
enfrentarse al problema del poder, en términos teóricos como en cos sobre la futura guerra mundial. En la reunión de 1929 en
términos prácticos. Su primer acercamiento al problema fue teó- Buenos Aires, al mismo tiempo que el uruguayo Sala predecía
rico, en los debates sobre dos cuestiones de primera importan- que la próxima guerra sería contra la Unión Soviética, contra la
cia: la primera, relativa al "enemigo principal"; la segunda, a la revolución china o entre las potencias imperialistas357, Codovilla
fuerza dirigente de la revolución futura. decía que la guerra sería interimperialista y contra la URSS358; y
Humbert-Droz que esa guerra podía comenzar en cualquier parte
y que por lo tanto, el más pequeño conficto podría hacer saltar el
Los Enemigos polvorín de un conflicto mundial 359.

Para los marxistas, el enemigo principal es desde luego el capi- Por otra parte, había otro elemento que contribuía a hacer más
talismo. Para los leninistas, ese enemigo es el imperialismo. confuso este problema del "enemigo principal": los latinoameri-
Para los leninistas, de cualquier parte, y en especial para los lati- canos de los diversos países tenían una tendencia non normal a
noamericanos, se entiende que el imperialismo no es un fenóme- ver el asunto de acuerdo con su propia situación geográfica. Así,
no mundial único, sino que tenía raíces nacionales distintas. mientras en cl Sexto Congreso Mundial el delegado brasileño ha-
blaba de la opresión de los pueblos latinoamericanos por los
En América, sería tentador identificarlo como imperialismo "nor- imperialismos inglés y norteamericano360, el mexicano Carrillo
teamericano". Pero en ese momento el problema no resulta tan se refería al subcontinente como el "hinterland del imperialismo
simple. Todavía el imperialismo británico es muy fuerte en Amé- americano" 361. En todo caso, hay que decir que el hecho de
rica Latina, pero hay algo más: la cuestión no se debe examinar tener que dividir sus disparos entre dos imperialismos, entre un
desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista
político, tomando en cuenta una circunstancia muy precisa.
Como se decía más arriba, la situación política después de 1927 357 El Movimiento..., p. 34.
llevó a la Unión Soviética y al Comintern a dirigir sus dardos una
vez más contra Inglaterra. No se trataba sólo doe cambiar el 358 Ibídem, p. 15.
blanco de una campaña propagandística, sino de una actitud que
359 Ibidem, p. 41.
condujo al Comintern a uno de sus mayores errores de cálculo:
creer (o pretender que creía) que la rivalidad entre Estados Uni- 360 Inprecorr, 25 julio 1928, p. 708.
dos y Gran Bretaña no solamente había sustituido la vieja hosti-
lidad entre este último país y Alemania, sino que la nueva ene- 361 Idem. UNTREF VIRTUAL | 1
par de enemigos, no era cosa para facilitar la tarea de los comu- revolución era inevitable, y lo era en un futuro inmediato. Es más,
nistas latinoamericanos. ya había sucedido, con la Revolución de Octubre en Rusia. Se- La Internacional
mejante revolución podía hacer eclosión en forma espontánea, Comunista y la
En relación con el otro enemigo, los "grandes terratenientes", pero su victoria era imposible sin una fuerza que la dirigiese. Revolución
tampoco había mucha claridad. ¿Cuál habría de ser el principal Obviamente, el Comintern no tenía mayor confianza en otra cla- Latinoamericana
aspecto para definirlos? La expresión "grandes terratenientes" se que no fuese el proletariado, para llevar a término un proceso
parece apuntar al tamaño de sus propiedades, de sus tierras. revolucionario. Pero en los "distritos rurales" del mundo el prole-
Pero las "tesis agrarias" del partido argentino, publicadas antes tariado era demasiado nuevo, débil y sin conciencia de clase.
Manuel Caballero
de la reunion d Buenos Aires, señalaban una situación que no ¿Quién, entonces, dirigiría el irrefrenable laiton de la revolución?
era peculiar de ese país: el mayor propietario territorial era el
Estado362. Este problema del Estado como terrateniente era la Para los comunistas, la respuesta no tiene duda posible: es el
razón principal esgrimida contra la expropiación de los latifundios partido. Este es casi un lugar común del leninismo, después de
por todos los que se oponían a una reforma agraria radical en la publicación de ¿Qué Hacer? en 1902. Pero esa respuesta con-
Latinoamérica363. tiene también un peligro, lo que Isaac Deustcher llamaba el "sus-
tituismo", que se acuerpó en el Partido Bolchevique después de
Desde luego, el régimen latifundista no se define solamente por el 1921. Esto es, que cuando el proletariado no existe y por lo tanto
hecho de la posesión de una gran (incluso de una enorme) exten- no puede cumplir su papel, el partido entonces toma su lugar y
sión de tierras, sino que se relaciona con una condición particular cumple con su cometido, con los deberes que como clase le
de la estructura de clases en el campo. Pero cuando esas cues- competían365. No entra en los propósitos de este trabajo discutir
tiones estaban comenzando a discutirse, los marxistas latinoame- la validez del planteamiento de Deutscher, pero es claramente
ricanos no tenían una idea clara de tales conceptos y la ambigua obvio que la debilidad del proletariado, la desconfianza hacia del
expresión acuñada por el Comintern, "grandes terratenientes" no campesinado y hacia los intelectuales formaban un conjunto de
ayudaba a facilitar su comprensión. De hecho, la consigna "la tie- condiciones que empujaban a los comunistas latinoamericanos a
rra para quien la trabaja" era interpretada de manera diferente por adoptar una actitud semejante.
los uruguayos, los bolivianos y los brasileños 364.

Lo que sorprende en todo esto es el escaso desarrollo teórico de 362 La Correspondencia..., mayo de 1929, p. 21.
estos problemas. Pero es que se vuelve a plantear el problema
de la actitud de los comunistas hacia las cuestiones agrarias, al 363 En el primer mitin de Acción Democrática en 1941, Rómulo Betancourt,
su Secretario General dejó claro que su partido no pedía la confiscación de
menos hasta 1935.
tierras privadas, sino que el Estado podía fomentar la reforma agraria uti-
lizando sus propiedades. Véase Naudy Suárez (ed.), Programas Politicos
Venezolanos de la primera mitad del siglo XX (Caracas, Colegio
Dirigentes Y Aliados De La Revolución Universitario "Francisco de Miranda", 1977). Vol. II, p. 27.

Otro problema era cl de los dirigentes de la revolución futura. To- 364 Mientras los uruguayos decían que eso podía ser entendido por los
do eso tenía que examinarse en relación con la fuerza dirigente, campesinos de su país, los brasileños no tenían la misma opinión y los boli-
vianos, sin emitir explícitamente una opinión, parecían reticentes. La Corres-
es decir, el partido, y la clase dirigente, o sea el proletariado. Y a
pondencia..., 15 mayo 1929, pp. 28-37.
su vez, considerar también el papel de sus aliados en el proceso
revolucionario. Fuese socialista o democrático-burguesa o mejor, 365 Véase el Capítulo "Victory in Defeat" de la obra de Isaac Deutscher The
fuese democrático-burguesa y socialista, para el Comintern la Prophet Armed. UNTREF VIRTUAL | 2
En el ya citado manifiesto de 1921 dirigido a los trabajadores de ricano. Aparte de eso, el Comintern mismo tenía que luchar en
las dos Américas, el Comintern enviaba a los proletarios revolu- sus años iniciales contra una tendencia muy fuerte entre sus La Internacional
cionarios de América del Sur un mensaje urgente: debían orga- adherentes, la cual consistía no sólo en negar la necesidad del Comunista y la
nizar un partido comunista en cada país; partido, sino, mucho más peligroso aún, la de oponer el Partido Revolución
a la revolución368. En América Latina, la fundación de partidos Latinoamericana
No es necesario que tal partido sea poderoso desde sus inicios: comunistas va a encontrar dos tipos de oposición: la de quienes
tan sólo necesita de un programa claro y preciso: crear una au- pensabanque en buen lógica nn se podía crear "el partido de la
daz agitación para favorecer los principios y las tácticas revolu- clase obrera" donde la clase obrera no existía y la de quienes
Manuel Caballero
cionarias; ser implacable en su lucha contra quienes llevan las veían el problema como un asunto de mera táctica. En general,
masas á cometer errores y las traicionan366. esta segunda línea de pensamiento no era sino una forma de
esconder la otra. En la Conferencia de Buenos Aires, el boliviano
De hecho, este primer mensaje recomendaba a los comunistas Mendizábal explicó por qué, en lugar de crear un partido comu-
que actuasen como si fuesen partidos ya viejos y expertos, cuan- nista, tenían que ingresar a un partido laborista, ya que "las ma-
do en realidad apenas existían en estado embrionario. El Comin- sas" estaban de acuerdo con el comunismo, pero tenían miedo
tern les proponía que llevasen a cabo tareas que no podían ser del nombre del partido369. El debate más largo e interesante
cumplidas ni siquiera por partidos que tenían, sea la autoridad sobre el tema fue planteado por los delegados peruanos. Su
del gobierno, sea la fuerza armada, para poner en acto sus pro- razonamiento era que la única manera de poder acercarse a las
posiciones políticas. masas era con un partido que no se llamase comunista370.
Proponían entonces que el partido se llamase "socialista". En el
Con este manifiesto, el Comintern proponía a sus futuros cama- fondo de todo eso, seguía viva la polémica con el APRA, funda-
radas latinoamericanos que redactasen "un programa claro y do en 1924. Codovilla se dio cuenta de que sus camaradas esta-
preciso". O sea, arque el propio Comintern no será capaz de ha- ban determinados a llevar a cabo su proyecto de fundar el parti-
cer sino siete años más tarde, y eso con las oscuridades y ambi- do que proponían, cualquiera que fuese la opinión del Secreta-
guos conceptos va señalados. En segundo lugar, los conminaba riado Sudamericano371.
"a crear" una situación que ni el más poderoso de los partidos
comunistas era capaz de hacerlo por el mero hecho de su exis-
tencia como partido. Como lo señala muy correctamente Frank
Borkenau, la derrota del Comintern en Alemania por la misma
época (1921), fue una clara indicación de los peligros de una 366 L'Internationale..., Enero 1921, p. 3321.
política tan aventurera367. Era también una indicación no menos
367 Frank Borkenau, World Communism..., pp. 216-217.
clara de lo que los comunistas americanos podían esperar si
osaban tomar un camino semejante. 368 Esta tendencia era muy poderosa sobre todo entre algunos militantes
norteamericanos que provenían de los International Workers of the World
De todo aquello, los comunistas latinoamericanos recibían ape- (anarcosindicalistas), así como entre los anarquistas españoles y los "socia-
nas dos mensajes a los cuales de una forma u otra podían res- listas de izquierda" alemanes.
ponder: ignorar su propia debilidad y combatir a los "traidores".
369 El Movimiento..., p. 74.
En otras palabras, la lección del sectarismo. Tal vez no haya otra
posibilidad cuando se inicia un movimiento, cuando se crea un 370 El Movimiento..., p. 155.
partido o una escuela de pensamiento y cuando se le transplan-
ta a un ambiente nuevo, como en este caso al continente ame- 371 Ibidem, p, 190. UNTREF VIRTUAL | 3
El mexicano Suárez-Siqueiros fue más lejos, en la misma reu- darles el tipo de organización que ya tenía el Partido Bolche-
nión. Como la creación de un partido comunista llevaba un tiem- vique), todo esto se había convertido en un lugar común de las La Internacional
po muy largo, la revolución no iba a esperar por los comunistas. discusiones del Comintern. Pero en 1929, para los leninistas lati- Comunista y la
Entonces, como algo transitorio, proponía una especie de "cau- noamericanos, no se trataba de recordar la ortodoxia de su Revolución
dillo rojo"372. Esta posición, por supuesto, era inaceptable para maestro, sino que eso se ligaba directamente a dos problemas: Latinoamericana
los líderes del Comintern , especialmente Codovilla, y se hizo el de la formaciónde partidos de masas, y el de los aliados del
todo el esfuerzo posible para demolerla. Pensar, decía Codovilla, PC en la revolución latinoamericana.
que tal como Siqueiros lo sugería, la derrota que sufría la revolu-
Manuel Caballero
ción china fuese debido a la ausencia de un "caudillo rojo", era Cuando el Sexto Congreso del Comintern dio inicio a sus debates,
simplemente subestimar la importancia, la significación del par- presentó dos nuevos reclutas que, en el contexto latinoamericano,
tido. Si la revolución china conocía entonces la derrota, no se no dejaban de ser importantes: el Partido Socialista y Comunista
debía a la ausencia de un "caudillo rojo" sino a la falta de un par- del Ecuador y el Partido Socialista Revolucionario de Colombia. En
tido que fuese digno de tal nombre373. Al terminar la conferencia, aquel momento, ambos partidos tenían una conexión real con la
las resoluciones asentaban qué "en todos los países de América vida política de sus respectivos países, y el colombiano podía pre-
Latina existen condiciones objetivas y subjetivas para el desa- sentarse como un partido de masas, al menos al compararlo con
rrollo de fuertes partidos comunistas" y más aún, que... "el Parti- el escaso puñado de militantes que en la mayoría de los países de
do Comunista debe crearse y desarrollarse con su fisonomía América Latina se llamaban Partido Comunista. No obstante, des-
propia, sean cualesquiera las condiciones políticas del país; que de el estricto punto de la ortodoxia "bolchevique", ni el colombiano
este podría crear una máscara legal adoptando otro nombre ni el ecuatoriano podían considerarse partidos comunistas. Eran,
exteriormente, pero manteniendo su composición social e idiolo- particularmente el colombiano, producto de una decisión de los
gia [sic] comunistas374". sindicatos de tener su propio partido y así, obviamente, eran una
especie de partido laborista 376. Su organización tenía como base
¿Que significaba "su fisonomía propia"? En la resolución el pro- la residencia de sus militantes, tal y como lo hacían los partidos
blema del nombre del partido pareciera haber sido puesto de la- socialistas, y no el lugar de trabajo, como los comunistas377. En
do como una cuestión secundaria. Y, sin embargo, para Lenin no
lo era: cambiar el nombre de su Partido Bolchevique de "social-
demócrata" a "comunista" era despojarse de la "ropa sucia", para 372 Esta es la idea que, al final de los debates y en cierto modo como con-
emplear su propia expresión. Pero el Comintern necesitaba tener clusión, Codovilla rebatiría a Siqueiros. El Movimiento..., p, 191. Siqueiros
la seguridad de que la cuestión del nombre no era una forma de negó haber dicho tal cosa (Ibidem, p. 195), pero su alusión a Sandino era
esconder divergencias políticas más serias. Así, al entrar en el muy clara.
terreno de la organización, después de constatar que sólo unos
373 El Movimiento..., p. 191.
cuantos partidos (México, Brasil, Uruguay y Argentina) tenían
una estructura de tipo celular (o sea, la forma específica de orga- 374 Resoluciones..., p. 4.
nización que los comunistas tenían en todas partes) en lugar de
la territorial, el Comintern recordaba a los comunistas que "La 375 Ibidem, p, 43.
célula como sistema básico no es un organismo apto solamente
para los países europeos, sino también para los partidos de 376 Cf. Treinta años de lucha del partido Comunista de Colombia (Bogotá,
Ediciones Los Comuneros, 1960), p. 14.
América Latina" 375.
377 Sobre las diferencias en la organización entre los partidos socialista y
Después de que el Quinto Congreso de la Internacional lanzó la comunista, véase Maurice Duverger, Les partis politiques (París. Armand UNTREF VIRTUAL | 4

llamada campaña de "bolchevización" de su secciones (o sea, Colin, 1977).


una carta dirigida por el Comité Ejecutivo de la Internacional al En su informe como representante del Comité Ejecutivo ante la
Partido Socialista Revolucionario de Colombia antes de la reu- reunión de Buenos Aires, Humbert-Droz dijo a sus (generalmen- La Internacional
nión de Buenos Aires, ya le recomendaba cambiarse para la te) jóvenes camaradas que sería un error ver a la pequeña bur- Comunista y la
organización celular 378. Sin embargo, en agosto de 1928, en el guesía como una sola clase; en lugar de eso, era un conjunto con- Revolución
órgano teórico del Comintern, Humbert-Droz escribía que "La tradictorio de varias clases cuyas diversas tendencias dependían Latinoamericana
depuración de todos los elementos de confusión e insuficiencia de la fuerza de los mayores enemigos que se enfrentaban desde
debe ser llevada a cabo por medio de una paciente educación los opuestos extremos del campo social: la gran burguesía y el
por parte de la Internacional a fin de que esos partidos conser- Proletariado. Nada de eso era nuevo ni heterodoxo desde el
Manuel Caballero
ven su carácter de movimientos de masas y no se debe proce- punto de vista de un marxista, pero lo que era típico en ese mo-
der mecánicamente a expulsiones, divisiones,depuraciones"379. mento particular de la vida del Comintern era su desprecio de los
El conseja del suizo líder del Comintern estaba condenado a ser intelectuales, especialmente de los estudiantes, quienes eran ca-
desoído. En los años siguientes, con Stalin haciendo sentir más lificados en su mayoría de... "ideólogos liberales, humanitarios,
y más su peso en el partido ruso y en la Internacional, iban a ser socializantes, que siguiendo la moda de ias universidades eu-
años de purgas masivas y sangrientas. El Partido Socialista ropeas, sienten que el imperialismo impide el desenvolvimiento
Revolucionario de Colombia se transformó en un partido ortodo- normal de la vida nacional y sueñan con un régimen liberal a la
xo "bolchevizado", y por allí mismo, poco importante en la esce- europea'' 383.
na política de su país 380.
Humbert-Droz no estaba batiéndose contra molinos de viento,
Hay que decir que este asunto de la formación de partidos comu- como solía ser el caso en diatribas semejantes. Seguramente, se
nistas "verdaderos", con su propio nombre y su propia organi- daba cuenta de la influencia que los estudiantes tenían en la fun-
zación, lo cual en este momento parecía ser para los comunistas dación de partidos de izquierda tales como el APRA que iban a
una cuestión de principios, perdió ese carácter diez años más transformarse en rivales de los partidos comunistas. Pero tal vez
tarde. Bajo la pretendida influencia "browderista", el Partido sentía también la necesidad de contrarrestar algunas de las ilu-
Comunista de Colombia, por ejemplo, se fue al otro extremo, y siones que sus camaradas podían acunar acerca de las poten-
en 1944 cambió su nombre por el antiguamente aborrecido de cialidades revolucionarias de la pequeña burguesía. Tal vez esta-
"Socialista Democrático"381. ba todavía polemizando con lo que el ecuatoriano Paredes había

El Comintern consideraba su deber poner el acento en el prima-


do deudo. El partido era el verdadero líder, el "Estado Mayor" de
la revolución. Pero, desde luego, ni siquiera un cuerpo tan ex-
378 La Correspondencia..., mayo 1929, s/p [21.22].
cepcional podía trabajar solo. Es por eso que se planteaba otro
problema, el de la clase dirigente en la revolución democrático- 379 L'lnternationale ..., agosto 1928, p. 1362.
burguesa. No solamente antes de la reunión de Buenos Aires,
sino incluso antes del Sexto Congreso Mundial, el Comintern 380 Treinta años de lucha..., p. 21.
tenía tendencia a negar a la burguesía nacional un papel impor-
381 Ibidem, p. 65.
tante en el liderazgo de esa revolución así llamada, restando
apenas tres clases interesadas en llevar a cabo tal movimiento: 382 L' Internationale..., agosto 1928, p. 1207.
la pequeña burguesía, el campesinado y el proletariado, para
nombrarlos en orden ascendente 382. 383 El Movimiento..., p. 84.
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dicho en la tribuna del Sexto Congreso Mundial 384; y también campo y conserva generalmente fuertes lazos con él. Éste origen
con el colombiano Cárdenas, quien había llegado más lejos aún campesino de la gran masa de obreros industriales hace en parte La Internacional
al expresar en el mismo escenario su esperanza de que la revo- su fuerza, facilitando y fortificando la estrecha alianza y la nece- Comunista y la
lución latinoamericana fuese "algo entre revolución proletaria y saria ligazón del proletariado industrial con la masa campesina. Revolución
pequeñoburguesa" 385. Pero es también una causa de su debilidad ideológica de su falta Latinoamericana
de organización y de conciencia de clase 388.
En lo relativo al campesinado, Humbert-Droz llegó a Buenos
De tal modo que el proletariado amén de aislado, desconfiaba
Manuel Caballero
Aires con una tesis algo nueva, si bien no entraba mucho en
detalles. Decía él que no era correcto hablar de campesinos al por igual de la pequeña burguesía urbana y del campesinado. El
referirse a los trabajadores de las áreas rurales. Si se les paga- partido comunista desconfiaba incluso del proletariado urbano.
ba de algún modo con un salario o a través de alguna orma de Pese a todo, necesitaba aliados. Aquí se plantea entonces el pro-
recompensa como por ejemplo, un pedazo de tierra recibido del blema de los aliados políticos, el tipo de alianza a proponerse; y
terrateniente en préstamo, no eran entonces campesinos, sino todas las cuestiones conexas.
proletarios. Como la inmensa mayoría de los explotados latino-
americanos eran trabajadores agrícolas pagados o recompensa- En los años que siguieron al Sexto Congreso y sobre todo des-
dos, eran por lo tanto proletarios 386. La tesis de Humbert-Droz, pués del estallido de la crisis económica mundial de 1929, lo que
si luego hubiese sido completada y puesta en acción en el terre- Kermit MacKenzie llama la tendencia a "hacerlo solo" se hizo
no táctico, tal vez pudo haber tenido una gran significación, habi- dominante en él Comintern389. La política de Frente Unico, pro-
da cuenta de que él mismo concluía que las únicas clases real- puesta por Lenin en el Tercer Congreso Mundial de 1921, entró
mente revolucionarias, as únicas interesadas en llevar a cabo en un período de hibernación390. Para los comunistas latinoa-
una revolución que no se detuviese después de sus primeras mericanos, sin embargo, era obvio que esos grupos minúsculos
victorias, eran los proletarios agrícolas y los campesinos, y que que en la mayoría de sus países eran sus partidos, no tendrían
"El motor de la revolución en América Latina es la cuestión de la capacidad para lanzar una campaña política (y menos aún provo-
tierra, la lucha por la tierra contra los grandes terratenientes feu- car una revolución) contando con sus meras fuerzas. En todo
dales y las grandes compañías extranjeras" 387. momento, el problema de los aliados tenía nolens volens que
aflorar.
Pero una vez más, la desconfianza hacia el campesinado aflora-
ba. No sólo fue ignorada la opinión de Humbert-Droz, sino que la
falta confianza se extendía hacia quien, una vez eliminados el
384 VI ème Congrès..., p. 1182 bis.
campesinado y la pequeña burguesía, emergía como el líder ló-
gico del proceso revolucionario: el proletariado urbano. En estos 385 Ibidem, p. 1575.
países, ese proletariado era, lo había dicho Kuusinen en la tri-
buna del Sexto Congreso, demasiado cercano por sus orígenes 386 El Movimiento..., p. 82.
al campesinado. La misma idea se expresaba en el "Proyecto..."
enviado por el Comité Ejecutivo a Buenos Aires: 387 Ibidem, p. 85.

388 La Correspondencia.... mayo de 1929, p. 6.


La gran masa del proletariado está todavía formada de obreros
agrícolas. que visen en condiciones de semiesclavitud. El prole- 389 MacKenzie, Comintern and World Revolution.... p. 138.
tariado industrial no ha alcanzado todavía un grado de diferen-
ciación social semejante al del proletariado europeo. Llega del 390 Cf. Milos Hajek, Storia dell'Internazionale..., pp. 149-227. UNTREF VIRTUAL | 6
Primeramente, se advirtió a los comunistas latinoamericanos que pero esos mismos bloques deben estar constituidos por adhesio-
no debían tomar la iniciativa de fundar partidos "campesinos" u nes colectivas, de manera que sean organismos de Frente Unico La Internacional
"obrero-campesinos"391. Debían, igualmente, evitar formar parte y no se transformen en partidos de varias capas sociales. Las Comunista y la
de un partido nacionalista revolucionario como los formados en- Ligas Campesinas, las Ligas Antiimperialistas, el Socorro Rojo Revolución
tonces en Cuba y en Venezuela392. Sólo en casos especiales, internacional, los Amigos de Rusia, etc., deben ser las diversas Latinoamericana
los comunistas, sometidos siempre a la disciplina de su propio agrupaciones de masas en cuyo seno podrán actuar, conjunta-
partido, podían ser autorizados a ingresar en tales organizacio- mente con las masas laboriosas, los elementos antiimperialistas
nes, a fin de luchar "desde adentro" contra el oportunismo y el que no pueden actuar en el partido del proletariado397.
Manuel Caballero
reformismo393. Es más, el partido tenía el deber de impedir que
los intelectuales pequeñoburgueses se introdujesen en su orga- De tal manera, el Comintern echaba por la borda partidos que
nización hasta que no hubiesen pasado por un largo proceso de eran o podían llegar a ser organizaciones de masas y proponía
actividad política y social que los "proletarizase" ideológicamen- en su lugar una especie de Frente donde, poniendo de lado las
te. Mientras tanto, tenían al menos una organización donde po- Ligas Campesinas y tal vez algunas Ligas antiimperialistas, el
dían emplear su tiempo y sus energías revolucionarias: las Ligas espectro de las alianzas era tan estrecho que prácticamente
Antiimperialistas 394. equivalía a oponer que los comunistas realizasen una alianza
con ellos mismos.
En ese momento, la clase de alianza preferida por el Comintern
era la formación de "Bloques Obreros y Campesinos". Para la Con semejantes limitaciones, los partidos comunistas latinoa-
Internacional, esos "bloques" eran las organizaciones que mejor mericanos estaban condenados a no alcanzar nunca metas
se adaptaban a la estrategia de la unidad "por la base" del Frente políticas muy importantes. En ese período, las secciones latino-
Unico. Esos "bloques" eran la mejor forma de relacionarse con americanas del Comintern no sólo estaban aisladas, sino que
las masas influenciadas por el entonces llamado "socialfascis- ni siquiera pensaban en la toma de Poder. El problema de las
mo" sin correr el peligro de que los propios militantes comunistas
pudiesen contaminarse con tan aborrecible enfermedad política.

391 Véase el "Proyecto...", en La Correspondencia.... mayo 1929, p. 13.


¿Qué significaban tales "bloques"? En general, los líderes del
Comintern respondían a esa pregunta diciendo lo que no eran, lo 392 Humbert-Droz, L'Internationale..., agosto 1928, p. 1356. Obviamente,
que no debían ser. Es así como en Buenos Aires, Humbert-Droz era una exageración hablar de la existencia de un partido como ese en
advertía a sus camaradas que dicho "bloque" no era un partido, Venezuela: en realidad, el Partido Revolucionario Venezolano era una orga-
y mucho menos un partido comunista 395. No era un sindicato, y nización fundada en el exilio con la adhesión individual de algunos comu-
nistas, pero nunca tuvo ninguna influencia en Venezuela, aunque algunos
no era recomendable que se les constituyese a través de adhe-
de sus líderes trataron infructuosamente de invadir el territorio venezolano
siones individuales, aun cuando algunas provincias argentinas
con el fin de derrocar la dictadura de Juan Vicente Gómez.
habían logrado buenos resultados por tal medio 396. El bloque no
debía ser una alianza de partidos, porque en ese bloque el único 393 "Proyecto...", en La Correspondencia..., p. 15.
que tenía derecho a ingresar (o a infiltrarlo) era el partido comu-
nista. Si eso no era así, el bloque obrero y campesino podía con- 394 Resoluciones..., p. 5.
taminarse con la ideología pequeñoburguesa. El bloque ideal, lo
395 El Movimiento..., p. 100.
dijo Codovilla en Buenos Aires, lo debían constituir:
396 Ibidem, p. 171.
... organismos de Frente Unico y de alianza de las diversas UNTREF VIRTUAL | 7

capas sociales interesadas en la lucha contra el imperialismo, 397 Ibidem, pp. 189-190.
alianzas va a aflorar de nuevo, pero en una forma diferente,
cuando el Comintern enfrente el problema del poder en térmi- La Internacional
nos concretos. Comunista y la
Revolución
Para decirlo en pocas palabras, el Comintern va a mostrar enton- Latinoamericana
ces dos maneras diferentes de encarar el problema, de acuerdo
con las dos vías diferentes de aproximarse al poder. La primera
de ellas es cuando el Comintern intenta tomar el poder "desde
Manuel Caballero
afuera", esto es, organizando una insurrección, como en el caso
de Brasil en 1935. La segunda vía, cuando el Comintern intentó
llegar al poder "desde adentro": la política de Unión Nacional que
desembocó finalmente en el browderismo.

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