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Para los marxistas, el enemigo principal es desde luego el capi- Por otra parte, había otro elemento que contribuía a hacer más
talismo. Para los leninistas, ese enemigo es el imperialismo. confuso este problema del "enemigo principal": los latinoameri-
Para los leninistas, de cualquier parte, y en especial para los lati- canos de los diversos países tenían una tendencia non normal a
noamericanos, se entiende que el imperialismo no es un fenóme- ver el asunto de acuerdo con su propia situación geográfica. Así,
no mundial único, sino que tenía raíces nacionales distintas. mientras en cl Sexto Congreso Mundial el delegado brasileño ha-
blaba de la opresión de los pueblos latinoamericanos por los
En América, sería tentador identificarlo como imperialismo "nor- imperialismos inglés y norteamericano360, el mexicano Carrillo
teamericano". Pero en ese momento el problema no resulta tan se refería al subcontinente como el "hinterland del imperialismo
simple. Todavía el imperialismo británico es muy fuerte en Amé- americano" 361. En todo caso, hay que decir que el hecho de
rica Latina, pero hay algo más: la cuestión no se debe examinar tener que dividir sus disparos entre dos imperialismos, entre un
desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista
político, tomando en cuenta una circunstancia muy precisa.
Como se decía más arriba, la situación política después de 1927 357 El Movimiento..., p. 34.
llevó a la Unión Soviética y al Comintern a dirigir sus dardos una
vez más contra Inglaterra. No se trataba sólo doe cambiar el 358 Ibídem, p. 15.
blanco de una campaña propagandística, sino de una actitud que
359 Ibidem, p. 41.
condujo al Comintern a uno de sus mayores errores de cálculo:
creer (o pretender que creía) que la rivalidad entre Estados Uni- 360 Inprecorr, 25 julio 1928, p. 708.
dos y Gran Bretaña no solamente había sustituido la vieja hosti-
lidad entre este último país y Alemania, sino que la nueva ene- 361 Idem. UNTREF VIRTUAL | 1
par de enemigos, no era cosa para facilitar la tarea de los comu- revolución era inevitable, y lo era en un futuro inmediato. Es más,
nistas latinoamericanos. ya había sucedido, con la Revolución de Octubre en Rusia. Se- La Internacional
mejante revolución podía hacer eclosión en forma espontánea, Comunista y la
En relación con el otro enemigo, los "grandes terratenientes", pero su victoria era imposible sin una fuerza que la dirigiese. Revolución
tampoco había mucha claridad. ¿Cuál habría de ser el principal Obviamente, el Comintern no tenía mayor confianza en otra cla- Latinoamericana
aspecto para definirlos? La expresión "grandes terratenientes" se que no fuese el proletariado, para llevar a término un proceso
parece apuntar al tamaño de sus propiedades, de sus tierras. revolucionario. Pero en los "distritos rurales" del mundo el prole-
Pero las "tesis agrarias" del partido argentino, publicadas antes tariado era demasiado nuevo, débil y sin conciencia de clase.
Manuel Caballero
de la reunion d Buenos Aires, señalaban una situación que no ¿Quién, entonces, dirigiría el irrefrenable laiton de la revolución?
era peculiar de ese país: el mayor propietario territorial era el
Estado362. Este problema del Estado como terrateniente era la Para los comunistas, la respuesta no tiene duda posible: es el
razón principal esgrimida contra la expropiación de los latifundios partido. Este es casi un lugar común del leninismo, después de
por todos los que se oponían a una reforma agraria radical en la publicación de ¿Qué Hacer? en 1902. Pero esa respuesta con-
Latinoamérica363. tiene también un peligro, lo que Isaac Deustcher llamaba el "sus-
tituismo", que se acuerpó en el Partido Bolchevique después de
Desde luego, el régimen latifundista no se define solamente por el 1921. Esto es, que cuando el proletariado no existe y por lo tanto
hecho de la posesión de una gran (incluso de una enorme) exten- no puede cumplir su papel, el partido entonces toma su lugar y
sión de tierras, sino que se relaciona con una condición particular cumple con su cometido, con los deberes que como clase le
de la estructura de clases en el campo. Pero cuando esas cues- competían365. No entra en los propósitos de este trabajo discutir
tiones estaban comenzando a discutirse, los marxistas latinoame- la validez del planteamiento de Deutscher, pero es claramente
ricanos no tenían una idea clara de tales conceptos y la ambigua obvio que la debilidad del proletariado, la desconfianza hacia del
expresión acuñada por el Comintern, "grandes terratenientes" no campesinado y hacia los intelectuales formaban un conjunto de
ayudaba a facilitar su comprensión. De hecho, la consigna "la tie- condiciones que empujaban a los comunistas latinoamericanos a
rra para quien la trabaja" era interpretada de manera diferente por adoptar una actitud semejante.
los uruguayos, los bolivianos y los brasileños 364.
Lo que sorprende en todo esto es el escaso desarrollo teórico de 362 La Correspondencia..., mayo de 1929, p. 21.
estos problemas. Pero es que se vuelve a plantear el problema
de la actitud de los comunistas hacia las cuestiones agrarias, al 363 En el primer mitin de Acción Democrática en 1941, Rómulo Betancourt,
su Secretario General dejó claro que su partido no pedía la confiscación de
menos hasta 1935.
tierras privadas, sino que el Estado podía fomentar la reforma agraria uti-
lizando sus propiedades. Véase Naudy Suárez (ed.), Programas Politicos
Venezolanos de la primera mitad del siglo XX (Caracas, Colegio
Dirigentes Y Aliados De La Revolución Universitario "Francisco de Miranda", 1977). Vol. II, p. 27.
Otro problema era cl de los dirigentes de la revolución futura. To- 364 Mientras los uruguayos decían que eso podía ser entendido por los
do eso tenía que examinarse en relación con la fuerza dirigente, campesinos de su país, los brasileños no tenían la misma opinión y los boli-
vianos, sin emitir explícitamente una opinión, parecían reticentes. La Corres-
es decir, el partido, y la clase dirigente, o sea el proletariado. Y a
pondencia..., 15 mayo 1929, pp. 28-37.
su vez, considerar también el papel de sus aliados en el proceso
revolucionario. Fuese socialista o democrático-burguesa o mejor, 365 Véase el Capítulo "Victory in Defeat" de la obra de Isaac Deutscher The
fuese democrático-burguesa y socialista, para el Comintern la Prophet Armed. UNTREF VIRTUAL | 2
En el ya citado manifiesto de 1921 dirigido a los trabajadores de ricano. Aparte de eso, el Comintern mismo tenía que luchar en
las dos Américas, el Comintern enviaba a los proletarios revolu- sus años iniciales contra una tendencia muy fuerte entre sus La Internacional
cionarios de América del Sur un mensaje urgente: debían orga- adherentes, la cual consistía no sólo en negar la necesidad del Comunista y la
nizar un partido comunista en cada país; partido, sino, mucho más peligroso aún, la de oponer el Partido Revolución
a la revolución368. En América Latina, la fundación de partidos Latinoamericana
No es necesario que tal partido sea poderoso desde sus inicios: comunistas va a encontrar dos tipos de oposición: la de quienes
tan sólo necesita de un programa claro y preciso: crear una au- pensabanque en buen lógica nn se podía crear "el partido de la
daz agitación para favorecer los principios y las tácticas revolu- clase obrera" donde la clase obrera no existía y la de quienes
Manuel Caballero
cionarias; ser implacable en su lucha contra quienes llevan las veían el problema como un asunto de mera táctica. En general,
masas á cometer errores y las traicionan366. esta segunda línea de pensamiento no era sino una forma de
esconder la otra. En la Conferencia de Buenos Aires, el boliviano
De hecho, este primer mensaje recomendaba a los comunistas Mendizábal explicó por qué, en lugar de crear un partido comu-
que actuasen como si fuesen partidos ya viejos y expertos, cuan- nista, tenían que ingresar a un partido laborista, ya que "las ma-
do en realidad apenas existían en estado embrionario. El Comin- sas" estaban de acuerdo con el comunismo, pero tenían miedo
tern les proponía que llevasen a cabo tareas que no podían ser del nombre del partido369. El debate más largo e interesante
cumplidas ni siquiera por partidos que tenían, sea la autoridad sobre el tema fue planteado por los delegados peruanos. Su
del gobierno, sea la fuerza armada, para poner en acto sus pro- razonamiento era que la única manera de poder acercarse a las
posiciones políticas. masas era con un partido que no se llamase comunista370.
Proponían entonces que el partido se llamase "socialista". En el
Con este manifiesto, el Comintern proponía a sus futuros cama- fondo de todo eso, seguía viva la polémica con el APRA, funda-
radas latinoamericanos que redactasen "un programa claro y do en 1924. Codovilla se dio cuenta de que sus camaradas esta-
preciso". O sea, arque el propio Comintern no será capaz de ha- ban determinados a llevar a cabo su proyecto de fundar el parti-
cer sino siete años más tarde, y eso con las oscuridades y ambi- do que proponían, cualquiera que fuese la opinión del Secreta-
guos conceptos va señalados. En segundo lugar, los conminaba riado Sudamericano371.
"a crear" una situación que ni el más poderoso de los partidos
comunistas era capaz de hacerlo por el mero hecho de su exis-
tencia como partido. Como lo señala muy correctamente Frank
Borkenau, la derrota del Comintern en Alemania por la misma
época (1921), fue una clara indicación de los peligros de una 366 L'Internationale..., Enero 1921, p. 3321.
política tan aventurera367. Era también una indicación no menos
367 Frank Borkenau, World Communism..., pp. 216-217.
clara de lo que los comunistas americanos podían esperar si
osaban tomar un camino semejante. 368 Esta tendencia era muy poderosa sobre todo entre algunos militantes
norteamericanos que provenían de los International Workers of the World
De todo aquello, los comunistas latinoamericanos recibían ape- (anarcosindicalistas), así como entre los anarquistas españoles y los "socia-
nas dos mensajes a los cuales de una forma u otra podían res- listas de izquierda" alemanes.
ponder: ignorar su propia debilidad y combatir a los "traidores".
369 El Movimiento..., p. 74.
En otras palabras, la lección del sectarismo. Tal vez no haya otra
posibilidad cuando se inicia un movimiento, cuando se crea un 370 El Movimiento..., p. 155.
partido o una escuela de pensamiento y cuando se le transplan-
ta a un ambiente nuevo, como en este caso al continente ame- 371 Ibidem, p, 190. UNTREF VIRTUAL | 3
El mexicano Suárez-Siqueiros fue más lejos, en la misma reu- darles el tipo de organización que ya tenía el Partido Bolche-
nión. Como la creación de un partido comunista llevaba un tiem- vique), todo esto se había convertido en un lugar común de las La Internacional
po muy largo, la revolución no iba a esperar por los comunistas. discusiones del Comintern. Pero en 1929, para los leninistas lati- Comunista y la
Entonces, como algo transitorio, proponía una especie de "cau- noamericanos, no se trataba de recordar la ortodoxia de su Revolución
dillo rojo"372. Esta posición, por supuesto, era inaceptable para maestro, sino que eso se ligaba directamente a dos problemas: Latinoamericana
los líderes del Comintern , especialmente Codovilla, y se hizo el de la formaciónde partidos de masas, y el de los aliados del
todo el esfuerzo posible para demolerla. Pensar, decía Codovilla, PC en la revolución latinoamericana.
que tal como Siqueiros lo sugería, la derrota que sufría la revolu-
Manuel Caballero
ción china fuese debido a la ausencia de un "caudillo rojo", era Cuando el Sexto Congreso del Comintern dio inicio a sus debates,
simplemente subestimar la importancia, la significación del par- presentó dos nuevos reclutas que, en el contexto latinoamericano,
tido. Si la revolución china conocía entonces la derrota, no se no dejaban de ser importantes: el Partido Socialista y Comunista
debía a la ausencia de un "caudillo rojo" sino a la falta de un par- del Ecuador y el Partido Socialista Revolucionario de Colombia. En
tido que fuese digno de tal nombre373. Al terminar la conferencia, aquel momento, ambos partidos tenían una conexión real con la
las resoluciones asentaban qué "en todos los países de América vida política de sus respectivos países, y el colombiano podía pre-
Latina existen condiciones objetivas y subjetivas para el desa- sentarse como un partido de masas, al menos al compararlo con
rrollo de fuertes partidos comunistas" y más aún, que... "el Parti- el escaso puñado de militantes que en la mayoría de los países de
do Comunista debe crearse y desarrollarse con su fisonomía América Latina se llamaban Partido Comunista. No obstante, des-
propia, sean cualesquiera las condiciones políticas del país; que de el estricto punto de la ortodoxia "bolchevique", ni el colombiano
este podría crear una máscara legal adoptando otro nombre ni el ecuatoriano podían considerarse partidos comunistas. Eran,
exteriormente, pero manteniendo su composición social e idiolo- particularmente el colombiano, producto de una decisión de los
gia [sic] comunistas374". sindicatos de tener su propio partido y así, obviamente, eran una
especie de partido laborista 376. Su organización tenía como base
¿Que significaba "su fisonomía propia"? En la resolución el pro- la residencia de sus militantes, tal y como lo hacían los partidos
blema del nombre del partido pareciera haber sido puesto de la- socialistas, y no el lugar de trabajo, como los comunistas377. En
do como una cuestión secundaria. Y, sin embargo, para Lenin no
lo era: cambiar el nombre de su Partido Bolchevique de "social-
demócrata" a "comunista" era despojarse de la "ropa sucia", para 372 Esta es la idea que, al final de los debates y en cierto modo como con-
emplear su propia expresión. Pero el Comintern necesitaba tener clusión, Codovilla rebatiría a Siqueiros. El Movimiento..., p, 191. Siqueiros
la seguridad de que la cuestión del nombre no era una forma de negó haber dicho tal cosa (Ibidem, p. 195), pero su alusión a Sandino era
esconder divergencias políticas más serias. Así, al entrar en el muy clara.
terreno de la organización, después de constatar que sólo unos
373 El Movimiento..., p. 191.
cuantos partidos (México, Brasil, Uruguay y Argentina) tenían
una estructura de tipo celular (o sea, la forma específica de orga- 374 Resoluciones..., p. 4.
nización que los comunistas tenían en todas partes) en lugar de
la territorial, el Comintern recordaba a los comunistas que "La 375 Ibidem, p, 43.
célula como sistema básico no es un organismo apto solamente
para los países europeos, sino también para los partidos de 376 Cf. Treinta años de lucha del partido Comunista de Colombia (Bogotá,
Ediciones Los Comuneros, 1960), p. 14.
América Latina" 375.
377 Sobre las diferencias en la organización entre los partidos socialista y
Después de que el Quinto Congreso de la Internacional lanzó la comunista, véase Maurice Duverger, Les partis politiques (París. Armand UNTREF VIRTUAL | 4
capas sociales interesadas en la lucha contra el imperialismo, 397 Ibidem, pp. 189-190.
alianzas va a aflorar de nuevo, pero en una forma diferente,
cuando el Comintern enfrente el problema del poder en térmi- La Internacional
nos concretos. Comunista y la
Revolución
Para decirlo en pocas palabras, el Comintern va a mostrar enton- Latinoamericana
ces dos maneras diferentes de encarar el problema, de acuerdo
con las dos vías diferentes de aproximarse al poder. La primera
de ellas es cuando el Comintern intenta tomar el poder "desde
Manuel Caballero
afuera", esto es, organizando una insurrección, como en el caso
de Brasil en 1935. La segunda vía, cuando el Comintern intentó
llegar al poder "desde adentro": la política de Unión Nacional que
desembocó finalmente en el browderismo.
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