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En este artículo se describe un caso clínico de un paciente de 59 años, que acude a nuestra
consulta para rehabilitar la dentición que presenta un desgaste severo generalizado (fig.1).
En primer lugar, será conveniente saber si se ha perdido DV. Los dientes
posteriores son los mejores indicadores de esta pérdida. Si las piezas
posteriores de ambas arcadas están presentes en su mayoría, con una
inclinación axial normal que les permita ofrecer un contacto oclusal estable a
los dientes antagonistas y con unas caras oclusales sin desgastes aparentes,
es muy difícil que el paciente haya perdido DV. Para poder presentar una
disminución en la DV de oclusión es necesario que los dientes posteriores
muestren un desgaste importante en sus caras oclusales, o que estén
inclinados, hayan migrado o algunos o todos se hayan perdido. En este caso,
los molares presentan un desgaste muy marcado (fig. 2).
Cuando sabemos qué altura tendrá la cúspide palatina del segundo premolar
superior, ya estamos en disposición de encerar las caras oclusales de los
dientes posterosuperiores y, en función de ellas, las de los dientes
posteroinferiores. En el encerado de las caras oclusales posterosuperiores
dejaremos sin hacer la mitad distal de la cara oclusal del diente más distal y
tampoco enceraremos la cara palatina de los caninos (fig. 5). El motivo de dejar
sin encerar estas áreas es que servirán de apoyo para la silicona transparente,
con la que trasladaremos a los dientes en la boca ese encerado oclusal. Una
vez concluido el encerado, fabricaremos una llave de silicona transparente
sobre los sextantes posteriores encerados (Elite Glass, Zhermack). Es
necesario que sea transparente, ya que a través de ella polimerizaremos el
composite que pondremos sobre las caras oclusales de los dientes posteriores
en la boca.
En la misma cita tomaremos el color para las cofias de óxido de circonio (si el
color de los muñones es correcto, el grosor de las cofias de óxido de circonio
será de 0,3 mm; mientras que si se trata de muñones oscuros, debe tener un
grosor de 0,6 mm) y los registros craneomaxilar e intermaxilar. Será
fundamental transferir al articulador la correcta DV de oclusión. Para ello, es
muy útil tomar los registros por sectores, es decir, colocaremos una cera de
registro tipo Moyco entre los dientes posteriores tallados de un lado,
manteniendo los provisionales posteriores del otro lado y los anteriores.