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NUTRICIÓN DE ADULTOS MAYORES

La nutrición como especialidad médica aparece casi siempre colgada de la


endocrinología, hace referencia a un apéndice de la misma. Hoy es el día
en el que no disfruta todavía de un reconocimiento autóctono e
independiente, por más que hayan surgido a lo largo del tiempo diversas
sociedades científicas específicas y que su existencia como unidad o
servicio autónomo sea una realidad en numerosos centros médicos. Tanto
así que la nutrición en los hospitales es un tema de mucho interés para los
médicos cardiólogos, oftalmólogos, otorrinolaringólogos, traumatólogos
que aseguran que una buena alimentación acompañada de varias horas de
caminata es un buen estado de salud para un adulto mayor.

Una buena alimentación es fundamental en cada una de las etapas de


nuestra vida desde la infancia hasta la vejez. Los aspectos básicos de una
dieta son los mismos a lo largo de nuestra vida, pero las necesidades
nutricionales individuales cambian a medida que vamos envejeciendo.

Conforme envejecemos, requerimos menos energía (calorías) que cuando


éramos jóvenes. Esto se debe a que los procesos naturales del organismo
requieren menor cantidad de calorías disminuye la actividad física
empezando a minorar la masa muscular.

Los alimentos proporcionan la energía y los nutrientes que necesita para


estar sano. Entre los nutrientes se incluyen proteínas, carbohidratos,
grasas, vitaminas, minerales y el agua.

Hay estudios que demuestran que una buena dieta en la edad avanzada
reduce el riesgo de osteoporosis, hipertensión arterial, enfermedades
cardíacas y algunos tipos de cáncer. A medida que envejece, usted puede
necesitar menos energía. Pero aun así necesitará la misma cantidad de
nutrientes en los alimentos

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DEFINICIÓN DE EDAD

Debido a ciertos factores biológicos, cronológicos, sociales, económicos,


etc.…a partir de ella, el término viejo, anciano, adulto mayor sigue siendo
un tema de debate en la sociedad y no hay criterio numérico estándar y/o
establecido.

En la mayoría de los países se puede definir a un adulto mayor como


aquella persona con más de 65 años, sin embargo debido al aumento de
esperanza y heterogeneidad del envejecimiento pueden clasificarse en tres
grandes grupos.

Las características físicas y biológicas de estos tres grandes grupos soy


muy significativas para poder describirlas a continuación:

 Ancianos jóvenes: personas entre los 65-74. Por lo general, este


grupo de personas goza de buena salud y autosuficiencia.

 Ancianos: personas de los 85 años entre los 75-84. La invalidez


funcional y la necesidad de ayuda para realizar las actividades
domésticas, etc. Estos pueden ser cambios más destacables.

 Ancianos viejos: personas mayores de los 85 años. La fragilidad y


la incapacidad son los aspectos más predominantes.

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INFLUENCIA DEL ENVEJECIMIENTO SOBRE EL ESTADO
NUTRICIONAL

El envejecimiento es un proceso en el que intervienen diferentes factores.


Consideraremos factores influyentes los cambios biológicos y los
psicológicos y sociales. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que a
menudo es difícil diferenciar entre los cambios aparecidos en el transcurso
del proceso de envejecimiento y los que surgen a lo largo de enfermedades
crónicas del mismo.

Se pueden definir dos cambios principales:

 Cambios biológicos: Aunque el paso del tiempo es el mismo para


todo el cuerpo humano, no todos los órganos sufren sus efectos de
la misma forma ya que los efectos pueden variar. Estos efectos
acostumbran a tener un carácter universal, progresivo y, en muchos
casos irreversible, y suelen afectar de una forma u otra a la
alimentación y/o a la fisiología de la nutrición.

 Cambios psicosociales: Los cambios psicológicos y sociales que


acompañan al envejecimiento pueden repercutir negativamente
sobre el estado nutricional de la persona mayor. Esta se puede
relacionar con la esfera social y física.

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CAMBIOS BIOLÓGICOS

1. Cambios en la estatura y en el peso corporal: A partir de los 60


años hay una disminución de la talla, en la que se pierde 1 cm o más
por cada diez años (década). Esta disminución se relaciona con la
curvatura de la columna vertebral y el aplanamiento de las
vértebras.

De por medio el peso que ha aumentado sucesivamente entre la


edad de los 40-50 años, se estabiliza después de unos años, a partir
de los 70 años, empieza a descender consecuentemente

2. Cambios en los compartimentos corporales: tenemos detallados


los siguientes :

 Aumento del compartimento graso: aumenta la grasa visceral


y disminuye la grasa subcutánea.

 La disminución del compartimento muscular: se puede definir


como un trastorno frecuente en el anciano a causa la
disminución de la proteína del músculo, a la disminución de
la sensibilidad a la insulina y a la disminución de la actividad
física.
Esta pérdida de masa muscular se relaciona con un minoría
de la capacidad funcional, menor autonomía y con una mayor
morbilidad.

 La disminución de la masa ósea: como resultado de la


desmineralización de los huesos, se produce, por los cambios
en el metabolismo óseo, por alteraciones endocrinas y por la
absorción deficiente o ingesta inadecuada de calcio.

 Disminución del agua corporal total: destaca la del


compartimento extracelular, con una menor capacidad para
mantener el balance hídrico, de por medio los adultos
mayores tienden a ser más susceptibles a la deshidratación.

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 Involución o reducción del tamaño de diferentes órganos: esto
depende de cómo reaccionan los órganos con el paso de los
años.

3. Cambios en el aparato digestivo: Los cambios que más afectan al


binomio alimentación nutrición son los que actúan sobre el aparato
digestivo:

3. a. Región oro facial:

 La xerostomía, es un problema común en la población


anciana debido a una disminución de la secreción salival o
sequedad de la boca. La composición de la saliva también se
altera: se hace viscosa y espesa. Los efectos fundamentales
de estos dos cuadros revierten en dificultades de lubricación,
masticación, degustación e ingestión.

 La pérdida de piezas dentarias y la disminución del


volumen del esmalte por desgaste de las caras oclusales y
proximales pueden afectar a la ingesta de alimentos.

 Las modificaciones del sistema neuromuscular de la


cavidad bucal provocan una coordinación muscular deficiente
para deglutir.

 La atrofia de las papilas gustativas este proceso se da


alrededor de los 50 años y produce cambios en la
sensibilidad a los sabores dulces y salados, lo que conduce
al consumo de alimentos excesivamente sazonados o
azucarados.

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4. b. Tracto gastrointestinal

 Las alteraciones en la mucosa gástrica y en las glándulas


digestivas se da una baja de la funciones digestiva.

 La disminución de la motilidad intestinal: la superficie de los


intestinos para la correcta absorción, la movilidad de dichos
nutrientes y la baja fluidez de la sangre alteran la capacidad de la
absorción y la correcta digestión.

 La marcada atrofia del músculo propulsor: se pronuncian


cambios en las células secretoras de moco.

4. Cambios en el sistema nervioso: Con el pasar de los años, las células


del sistema nervioso van disminuyendo y, resalta la pérdida del tono de
dichas neuronas, se da los movimientos y puede aparecer temblor senil. Se
dan cambios de memoria, menor capacidad de adaptación en los alimentos
y nutrientes.

5. Cambios en los órganos de los sentidos: al pasar de los años los


sentidos van disminuyendo y este puede asociarse a la palatabilidad de la
variedad alimenticia y alteran el comportamiento alimentario.

6. Cambios metabólico

El metabolismo va disminuyendo entre el 10-20% desde la edad de los 30-


70 años debido a la pérdida de masa muscular, al absorber hidratos de
carbono no influye hasta tener una edad más avanzada .La aliteración de
diabetes aumenta al paso de los años y relaciona muchas veces con el
sobrepeso.

La concentración de colesterol varia con la edad y dependiendo del sexo.


Esta aumenta seguidamente entre los 20-50 años y se regulariza a partir
de los 70 años cuando disminuye constantemente.
Cuando hablamos de proteínas en relación al metabolismo pierde
protagonismo para que se de en el intestino o hígado.

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CAMBIOS PSICOSOCIALES

En la tercera edad los cambios emocionales son normales. Los trastornos


o depresiones se pueden dar con gran normalidad en cierta parte de la
población que corresponde a esta edad.

Las causas se pueden relacionar con los siguientes aspectos:

 Aspecto o ámbito social: baja responsabilidad en la familia,


soledad, jubilación, entre otras.

 Aspecto o ámbito físico: no se aceptan a los cambios en su propio


medio de envejecimiento y no se adaptan a ellos mismos

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REQUERIMIENTOS Y RECOMENDACIONES
NUTRICIONALES EN LA EDAD AVANZADA

Los estudios relativos al establecimiento de los requerimientos y


recomendaciones nutricionales en la edad avanzada han sido abundantes
en los últimos años. El tema es de notable interés, dado el progresivo
incremento de la población anciana en las últimas décadas en el mundo
desarrollado y el efecto nocivo que tienen las alteraciones nutricionales en
esta población de riesgo.

El establecimiento de los requerimientos nutricionales, macro y


micronutrientes, para un anciano sano se deben tener varios aspectos. En
primer lugar, habría de precisarse qué es lo que entendemos por un
anciano “sano”, y en segundo lugar aun limitándonos a una persona de
edad avanzada sin importantes problemas patológicos, hay que señalar
que a partir de una edad superior a los 60 años, los requerimientos
nutricionales pueden ser muy variables en función de la edad, el sexo, la
composición corporal y el grado de actividad física realizada. Otro aspecto
de especial complejidad a tener en cuenta es el relativo a los factores
culturales, ambientales y socioeconómicos que pueden influir en la
complejidad de los alimentos ingeridos y en la interacción y sinergias entre
estos alimentos y sus componentes. El estado actual de nuestros
conocimientos sobre los requerimientos nutricionales en la edad avanzada
es todavía limitado y requiere una importante y compleja investigación
adicional.

En los siguientes sub apartados se exponen los datos más relevantes sobre
los requerimientos nutricionales de las personas sanas de edad avanzada.

 Energía: En la edad avanzada existe habitualmente un bajo nivel de


actividad física, mientras que, en cambio, la capacidad de absorción
de la energía no se modifica. Estos hechos aconsejan una reducción
de la ingesta energética en relación con la edad adulta para intentar
impedir la tendencia a la obesidad, tan frecuente en esta franja de
edad. No obstante, los requerimientos energéticos en la vejez
habían sido infraestimados,y en la actualidad se acepta que estas
necesidades oscilan entre el 1,4 y 1,8 del valor de la tasa de
metabolismo basal (TMB).Resulta evidente que en el marco de los

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consejos globales de salud en la población anciana, la práctica de
actividad física debe tener un importante papel y, por esta razón, es
conveniente que el múltiplo de la TMB para calcular los
requerimientos energéticos se acerque lo máximo posible a 1,8.

 Proteínas: Las necesidades de ingesta proteica en la población


sana de edad avanzada apenas difieren de los requerimientos de la
población de edad adulta. Éstos requerimientos oscilan entre 0,9 y
1,1 g/kg y día (10-15% de la ingesta calórica total).No se han
observado diferencias en los requerimientos de aminoácidos
esenciales.

No obstante, debe tenerse en cuenta la calidad de las proteínas de la dieta,


de modo que el 60% de los aportes proteicos deben ser de origen animal y
el 40% de origen vegetal.

 Grasas: El porcentaje calórico de grasas recomendado en la


población anciana en relación al aporte calórico global es el mismo
que el aconsejado en la población adulta (30-35%). Es aconsejable
que el aporte de grasa saturada no supere el 8%,y sobre un total de
un 30% es aconsejable un aporte de un 14% de grasa mono
insaturada (aceite de oliva) y un 8% de poliinsaturada (pescados,
aceité)

 Hidratos de carbono (Carbohidratos): De forma semejante a la


población adulta el aporte global de hidratos de carbono debe
representar del 55 al 60% del aporte calórico global. Es importante
que la mayor parte de estos carbohidratos sean complejos con bajo
índice glucémico. Es aconsejable que una parte de los hidratos de
carbono de la dieta sean ricos en fibra, para que de este modo se
puedan cubrir más fácilmente los requerimientos diarios de este
componente de la dieta.

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Requerimientos nutricionales en el anciano sano. Energía y
macronutrientes
Nutrientes Requerimientos %REG Distribución
diarios

Energía 1,4-1,8*×TMB - -

Proteínas 0,9-1,1 g/kg 10-15 60% origen


animal,40%vegetal

Grasas - 30-35 Sobre un total 30%:8%


GS***,14% GMI , 8% GPI

Hidratos de - 55-60 Mayor parte en forma de


carbono hidratos de carbono
complejos

 Fibra: La fibra dietética, en sus distintas modalidades, constituye un


importante componente de la dieta. Hay una extensa evidencia
científica de que el aporte diario de la adecuada cantidad de fibra
dietética tiene importantes efectos beneficiosos para la salud, no
solo en la regulación digestiva y en la mejoría de la constipación
intestinal, sino también en la prevención de morbilidades que puedan
conducir a la enfermedad cardiovascular e incluso produciendo una
disminución del riesgo de padecer un cáncer, especialmente de
mama o de colon. El consenso general de recomendaciones de
ingesta de fibra dietética para la población adulta sana oscila entre
20 y 35 g/día, dependiendo del consumo de calorías. Se valora que
una ingesta calórica de 2.000 calorías diarias debería contener 25 g
de fibra dietética

Estas referencias también son válidas para los requerimientos de fibra


dietética para la población anciana sana (20-35 g diarios), aunque debido
a la disminución de las necesidades calóricas en los ancianos, la ingesta
de fibra dietética cambia de forma prevista haciendo referencia a la
hidratación.

 Agua: La necesidad de una ingesta hídrica adecuada es importante


en todas las edades, pero especialmente en la infancia y en la edad
avanzada. En los ancianos que tienen una inferior cantidad de agua
en su composición corporal y una menor capacidad de regulación a

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través de la sensación de sed, el menor aporte hídrico puede
conducir a situaciones de deshidratación en algunas alteraciones
patológicas. Las necesidades hídricas pueden variar en relación con
algunas variables, como el grado de actividad física, la sudoración o
la carga de solutos en la dieta. Los requerimientos de ingesta de
líquidos se estiman entre 1 y 1,5 ml por kcal ingerida. Como que una
parte importante del aporte hídrico se cubre con la alimentación,
suele ser suficiente para cubrir las necesidades hídricas la ingesta
diaria de 1.000-1.500 ml de agua o líquido de bebida.

 Electrólitos: Los requerimientos diarios de sodio (Na), cloro (Cl) y


potasio (K) están ampliamente cubiertos en una alimentación
suficiente y equilibrada. No existen requerimientos especiales para
el anciano sano. Las necesidades mínimas de (Na) para un adulto
sano son de 500 mg diarios. Habitualmente, la ingesta de (Na)
supera los 2.300 mg diarios que es el máximo aconsejable. Los
requerimientos de Cl son de 750 mg diarios y los de K de 2.000 mg.

Requerimientos nutricionales en el anciano sano. Fibra, agua y


electrólitos

Hidratos Requerimiento diarios

Fibra 20-35 g, Dependiendo el consumo calórico si la


ingesta de 2000 calorías, la cantidad de fibra
dietética debería alcanzar los 25 g.

Agua 1-1,5 ml por kcal ingerida. Dado el aporte hídrico


contenido en alimentación, suele ser suficiente la
ingesta diaria de 1000 a 1500 ML de agua o líquido
de bebida.

Electrolitos
-sodio -500 mg*
-cloro -750 mg*
-potasio -2.000 mg

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Vitaminas

El establecimiento de los requerimientos adecuados de vitaminas en la


edad avanzada resulta algo más complejo porque nutricionistas y geriatras
están interesados no solo en fijar los Requerimientos de vitaminas y
minerales para el anciano sano, sino también en establecer los
requerimientos óptimos para prevenir enfermedades crónicas frecuentes
en la ancianidad como ocurre en el caso de la osteoporosis. Además, no
siempre resulta fácil establecer la frontera entre el anciano “sano “y el que
padece una ligera malnutrición, tan frecuente en esta franja de edad.

En los siguientes sub apartados se señalan los requerimientos diarios de


las distintas vitaminas en la edad avanzada que en algunos casos coinciden
con los aconsejados para la edad adulta.

Vitaminas liposolubles

 Vitamina A: Las necesidades de ingesta diaria de esta vitamina en


la edad avanzada se han establecido en 600-700 μg de equivalente
de retinol (ER).Estos requerimientos son inferiores a los de la
población adulta (900 μg ER), debido a que en la edad avanzada se
produce un aumento de la absorción intestinal y/o una disminución
del aclaramiento plasmático de los ésteres de retinol.

 Vitamina D: Contrariamente a lo que ocurre con la vitamina A, los


requerimientos diarios de vitamina D en la edad avanzada son
superiores (10-20 μg) a los que están establecidos en la edad
adulta. Diversas razones vinculadas a la edad (escasa exposición a
la luz solar, menor respuesta de la piel a esta exposición,
disminución de la absorción y de la hidroxilación de la vitamina D)
explican este aumento de requerimientos. Además, como
posteriormente será analizado, resulta importante en la edad
avanzada asegurar el aporte de vitamina D y calcio para prevenir y
tratar la osteoporosis.

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 Vitamina E: Hasta el momento actual, no existen recomendaciones
diferenciadas en cuanto a las necesidades diarias de vitamina E en
la edad avanzada. Estos requerimientos, como en edades más
juveniles, están establecidos en 20 mg diarios de equivalente de
tocoferol (ET).

 Vitamina K: Las personas de edad avanzada tienen tendencia a


tener niveles séricos más elevados de vitamina K que la población
de edad más juvenil. Por esta razón se aconseja una ingesta inferior
de vitamina K en la población anciana, 60-90 μg diarios, en
contraste con los 100 μg aconsejados en la edad adulta.

Vitaminas hidrosolubles

 Vitamina C: Existen abundantes pruebas de los beneficios para la


salud de tener unos niveles séricos elevados de vitamina C. En la
población joven se considera aconsejable un aporte diario de 200
mg. Existen discrepancias en cuanto a la edad senil, ya que algunos
datos sugieren que un aporte inferior sería suficiente. No obstante,
dada la conveniencia de mantener unos niveles elevados de
vitamina C en la vejez y la falta de inconvenientes de un incremento
del aporte, parece oportuno recomendar los mismos requerimientos
diarios que en la población más joven (200 mg).

 Tiamina: En la población adulta, los requerimientos de tiamina están


establecidos en un aporte diario de alrededor de 1 mg. La población
anciana puede considerarse que presenta un cierto riesgo de
padecer un déficit de tiamina, ya que en ancianos institucionalizados
no es infrecuente la incidencia de una encefalopatía de Wernicke.
Por este motivo parece aconsejable recomendar un aporte de
seguridad de 1,8 mg diarios.

 Riboflavina: Existen datos en la literatura que demuestran que los


requerimientos de riboflavina no varían con relación a los de la
población más joven. Con estos datos parece adecuado mantener
los requerimientos de 1,5 mg diarios para la población anciana, que
son los aconsejados para la población española de edad adulta.

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 Niacina El aporte diario recomendado de niacina para la población
anciana es de 9-13 mg equivalentes de niacina (EN), algo inferior al
recomendado para la población adulta.

 Ácido pantoténico (vitamina B5): Las consecuencias clínicas de su


déficit son muy excepcionales y limitadas a casos graves de mal
nutrición. Además, sus fuentes alimentarias, de origen animal y
vegetal, están ampliamente distribuidas. Por este motivo no es
preciso establecer unos requerimientos especiales para la edad
avanzada y resulta oportuno mantener para esta franja de edad los
mismos requerimientos de 7 mg/día aceptados para la población
adulta.

 Vitamina B6: Las necesidades diarias de vitamina B6 oscilan según


sea la cantidad de proteínas ingeridas. De este modo, sus
requerimientos diarios para la población adulta se han establecido
en unos 15 μg/g de proteína ingerida. No hay datos convincentes
que aconsejen variar estos requerimientos para la población de edad
avanzada.

 Biotina: Los requerimientos diarios de esta vitamina para la


población adulta están establecidos entre 50 y 100 μg. No existen
datos suficientes que permitan establecer recomendaciones
especiales para la población de edad avanzada.

 Ácido fólico: Existen datos del estudio Framingham referidos a


población de edad avanzada que ponen en evidencia que los niveles
de homocisteína están relacionados inversamente con la cantidad
de folatos en la ingesta, y que los citados niveles de homocisteína
son elevados si la ingesta de folatos es inferior a 400 μg/día. Por
este motivo, parece adecuado establecer este nivel de
requerimientos para esta franja de edad, aunque el nivel de
necesidades para edades más juveniles sigue establecido en 200
μg/día.

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 Vitamina B12: Los requerimientos de esta vitamina que en la
población joven están establecidos en 2 μg diarios se incrementan a
2,5 μg en la población anciana.

Requerimientos nutricionales en el anciano sano. Vitaminas

Vitaminas Requerimientos Diarios

liposolubles

-Vitamina A 600-700 µg ER

-Vitamina D 10-20 µg

-Vitamina E 20 mg ET

-Vitamina K 60-90 µg

Hidrosolubles

-Vitamina C 200 mg

-Tiamina 1,8 mg

-Riboflavina 1,5 mg

-Niacina 9-13 mg EN

-Ácido pantoténico 7 mg

-Vitamina B6 15 µg por g de

Proteína ingerido

-Biotina 50-100 µg

-Ácido fólico 400 µg

-Vitamina B12 2,5 µg

 Minerales: El correcto aporte alimentario de los distintos minerales,


como ocurre en el caso de las vitaminas, es importante para
mantener un buen estado de salud. También en este caso no es
difícil para una persona sana mantener un correcto aporte de
minerales si su alimentación es suficiente y equilibrada.

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Los requerimientos diarios de minerales de la población de edad
avanzada son similares a los de la franja de menor edad. Los
ancianos tienen un riesgo claramente más evidente de padecer
déficit de algún mineral con relación a la población de edad más
juvenil.

En especial, los ancianos presentan un riesgo de padecer déficit de


calcio, hierro y cinc, minerales de gran importancia nutricional en la
población de edad. En distintos sub apartados se exponen los
requerimientos de los minerales más importantes en la población de
edad avanzada.

 Hierro: La absorción del hierro no está afectada por la edad. Los


requerimientos de los ancianos sanos de este mineral son de 10 mg
diarios. Estos requerimientos son similares a los de la población más
joven.

 Cinc: El organismo dispone de un ajustado sistema de regulación


de la absorción de cinc, de acuerdo con sus necesidades. Los
requerimientos de cinc para la población anciana sana, como en la
de menor edad es de unos 10 mg diarios.

 Selenio: Los requerimientos de este mineral en la edad avanzada


son una ingesta diaria de 50-70 μg de este mineral es más que
suficiente en las personas de edad.

 Calcio: En la vejez se produce una disminución en la eficacia de la


absorción no compensada por un aumento de la resorción renal.
Dadas estas circunstancias, y aunque existen discrepancias en la
literatura, parece adecuado establecer unos requerimientos de
ingesta diaria de calcio de 1.200 mg, algo superiores a los
recomendados en la edad adulta.

 Fósforo: Los requerimientos de este mineral en la edad avanzada


no son distintos que en edades más juveniles y están establecidos
en 700 mg diarios.

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 Magnesio: Los requerimientos de magnesio en la edad avanzada
están establecidos en 225-280 mg diarios.

 Cobre: Los requerimientos en los ancianos se han establecido en


1,3-1,5 mg diarios, cifra muy similar a la aconsejada en edades más
juveniles.

 Yodo: Los requerimientos diarios de yodo para la población adulta


están establecidos entre 90 y 150 μg. No existen requerimientos
especiales de este mineral en la edad avanzada.

Requerimientos nutricionales en el anciano sano. minerales

Minerales requerimientos diarios

Hierro 10 mg

Cinc 10 mg

Selenio 50-70 ug

Calcio 1.200 mg

Fosforo 700 mg

Magnesio 225-280 mg

Cobre 1,3-1,5 mg

Yodo 90-150 ug

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INTERVENCIÓN NUTRICIONAL EN LA PERSONA DE EDAD
AVANZADA

La intervención nutricional se plantea de manera unitaria, el estado de


nutrición, de los cambios biológico y psicosociales asociados al
envejecimiento, de la funciones en capacidad de necesidades nutricionales
del individuo. Su meta es distribuir los nutrientes necesarios y en
cantidades correctas para el buen estado nutricional.

El control nutricional es uno de los principales ejes de trabajo para evitar


problemas de salud más comunes en este tipo de población.

Este se subdivide en los siguientes:

 Prevención del déficit nutricional: ayuda a evitar problemas de


salud en referencia a la nutrición de los ancianos.

 Alimentación Tradicional (AT): es la elección ideal y perseverante


para alimentarse, siempre y cuando te ayude con los nutrientes que
tu cuerpo necesite recalcando las cantidades específicas para
mantener un buen estado nutritivo del adulto mayor.

 Alimentación Básica Adaptada (ABA): favorece la nutrición de la


persona mayor que no pueden alcanzar un adecuado aporte
nutricional con la AT, porque está adaptada a sus necesidades en
textura, nutrientes, sabor y sencillez de preparación.

 Suplementos Nutricionales (SN): cuando se buscan determinados


efectos terapéuticos con la dieta o cuando se precisa un aumento de
los aportes nutricionales deberá complementarse.

 Nutrición Enteral (NE): Este método artificial de nutrición por sonda


está indicado en personas mayores que conservan la función
intestinal.

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PUNTOS CLAVES ANTE LAS RECOMENDACIONES DE LA
ALIMENTACIÓN EN ADULTOS MAYORES

Antes de brindar las recomendaciones de alimentación a un adulto mayor,


se debe tomar en cuenta lo siguiente:

 No hay alimentos prohibidos, es decir que por la edad, algunos


tengan que eliminarse, a no ser que le causen daño a la persona o
que padezca alguna enfermedad en la cual el consumo de ciertos
alimentos se restringe o limita. Por ejemplo, es frecuente que
algunos adultos mayores no toleren la leche, las cebollas, los frijoles
y el repollo. Si estos alimentos causan malestar, no se deben incluir.

 Se debe tomar en consideración la capacidad masticatoria de la


persona adulta mayor. Por ejemplo, si es una persona que no tiene
piezas dentales, es importante modificar la textura de los alimentos
que se le ofrezcan, antes de excluirlos de su dieta.

 Según la última encuesta de nutrición, el 15,8% de los adultos


mayores presentan anemia y el mayor porcentaje de esa población
se ubica en las zonas rural y metropolitana, por lo que se debe
fomentar el consumo de alimentos altos en hierro y vitaminas del
complejo B.

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PRINCIPIOS BÁSICOS DE UNA ALIMENTACIÓN SANA EN
EL ADULTO MAYOR

Una alimentación variada y saludable garantiza que el adulto mayor tenga


calidad de vida, por lo tanto es importante que el adulto mayor cumpla los
siguientes tiempos de alimentación:

 Desayuno
 Merienda
 Almuerzo
 Merienda
 Cena
 Merienda nocturna en caso de ser diabético

Cereales y leguminosas:

 Recordar la combinación de arroz (tortillas, pastas o pan) y frijoles


(lentejas o garbanzos), lentejas o garbanzos: dos partes de arroz
por una de frijoles.

 Preferir cereales integrales y leguminosos, ya que proporcionan


más fibra, vitaminas del complejo B y minerales como hierro, potasio
y zinc.

 Cereales integrales como: pan, pastas, galletas.

Verduras harinosas:

 Preferir las preparaciones asadas, en guisos, hervidas, con


cáscaras y ensopas y purés, a las preparaciones fritas.

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Alimentos de origen animal:

 Preferir los quesos blancos y pasteurizados.

 Preferir el yogur con pro biótico porque mejora la flora bacteriana.

 Preferir leche o yogur semidescremados (2% grasa) o


descremados (menos 1% grasa) y las leches deslactosadas en caso
de intolerancia.

 Eliminar la grasa visible de las carnes antes de prepararlas, por


ejemplo quite la piel al pollo y las partes grasosas de las carnes.

 Evitar la cocción de carnes a altas temperaturas, ahumado y a la


parrilla.

 Preferir preparaciones con poca grasa, como por ejemplo: en sopas,


picadillos, con pastas, al vapor, asadas, horneadas y en salsas
naturales.

Vegetales y frutas:

 Elegir vegetales y frutas de diferentes colores como por ejemplo:

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-Morados: remolacha, mora, uvas, ciruelas, berenjena.

-Verdes: brócoli, espinacas, limón, berros, acelgas.

-Blancos: coliflor, cebolla, banano, anona.

-Amarillos y anaranjados: zanahoria, ayote sazón, piña, papaya, naranja,


manga madura. Rojos: tomate, chile dulce.

Grasas y azúcares:

 Entre las grasas saludables se encuentran los aceites vegetales:


oliva, maíz, girasol, soya y aceite de canola, entre otros.

 Todas las grasas se deben consumir en pequeñas cantidades.

 El azúcar proporciona energía y el exceso se almacena en forma de


grasa en el organismo, lo que puede ocasionar problemas de salud
como obesidad, diabetes, enfermedad cardiovascular y elevación
de los triglicéridos.

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LAS VENTAJAS DE LA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA Y
COMPLETA EN LA VEJEZ

La alimentación suficiente, pero no excesiva en número de calorías, y


equilibrada en su composición de macro y microcomponentes resulta muy
importante para mantener un buen estado de salud en todas las edades.
Pero esta importancia de la alimentación equilibrada y completa en la edad
avanzada tiene unos matices importantes que conviene destacar.

 Las guías alimentarias y las recomendaciones nutricionales de estas


franjas de edad están dirigidas al objetivo de evitar el excesivo
consumo energético para combatir la obesidad, y al mismo tiempo a
que la alimentación sea equilibrada y rica en antioxidantes para
prevenir morbilidades y muy especialmente la enfermedad
cardiovascular.

 La ingesta calórica sea suficiente, pero no excesiva, equilibrada y,


por tanto, con el aporte adecuado de macro y micronutrientes.

 La prevención de este riesgo depende de la dirección y de las


unidades desnutrición de estos centros. Este problema, de difícil
solución, constituye un auténtico reto para las Direcciones
Generales de Salud Pública y los Servicios de Asistencia Social.

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INGESTAS RECOMENDADAS DE ENERGÍA Y NUTRIENTES

La influencia del proceso de envejecimiento sobre las necesidades de


nutrientes es objeto de numerosos estudios que han conducido a
establecer, desde el punto de vista institucional, unas INGESTAS
RECOMENDADAS para cubrir las necesidades de la mayor parte de la
población geriátrica sana. Estas recomendaciones especifican las
cantidades de energía y de cada uno de los nutrientes que un individuo
necesita para obtener un óptimo estado de salud.

Alimentos funcionales
Principales alimentos enriquecidos con vitaminas y minerales.

Componentes Alimentos
Vitaminas A y D Leches enriquecidas
Vitaminas C y E Zumos enriquecidos
Ácido fólico Leches enriquecidas, pan de molde
Calcio enriquecido
Hierro Leches enriquecidas, zumos enriquecidos
Zumos enriquecidos, cereales fortificados

Energía
Las necesidades energéticas disminuyen con la edad al reducirse
gradualmente la actividad física y la masa muscular. Estudios recientes
demuestran una disminución de un 10% por década a partir de los 60 años.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que estudios de ayuno relativo, han
demostrado que las personas mayores de 60 años adelgazan más
rápidamente que las personas más jóvenes, y al cesar la restricción, le es
muy difícil aumentar su ingesta alimentaria para conseguir aumentar un kilo
de peso y recuperar el peso perdido.

24
Calorías necesarias en una ingesta diaria de un adulto mayor.

Edad (años) Necesidades de ingesta energética (cal/día)


Varones mujeres
60-69 2.400 2.000
70-79 2.200 1.900
>80 2.000 1.700

Es importante tener en cuenta, que aportes menores de 1500 Calorías/día,


suponen riesgo de baja ingesta de vitaminas y minerales que no permite
cubrir los requerimientos nutricionales diarios.

Proteínas

Las necesidades proteicas en las personas de edad avanzada están


influidas por:

 La disminución del compartimento muscular que condiciona una


menor disponibilidad de aminoácidos para la síntesis proteica.

 Ingesta calórica por debajo de los niveles recomendados (dificulta la


utilización eficaz de las proteínas ingeridas).

 Infecciones y enfermedades crónicas (situaciones comunes en las


personas mayores).

Por tanto es necesario asegurar un aporte elevado de proteínas y ajustado


de calorías, así como realizar ejercicio físico de forma regular. En resumen,
las recomendaciones sobre la ingesta de proteínas para la población
geriátrica se sitúan en: 1-1,25 g/kg/día.

25
No obstante, en situaciones especiales como infecciones agudas, fracturas
o intervenciones quirúrgicas pueden recomendarse ingestas mayores,
(1,25-2 g/kg/día).

Carbohidratos

Las dietas hipocalóricas o los periodos de ayuno en personas mayores


pueden favorecer la aparición de trastornos metabólicos importantes como
son la lipólisis, la producción de cuerpos cetónicos, el catabolismo proteico
y la pérdida de sodio, potasio y líquidos.

Por ello, se recomienda que un 50-60% de la ingesta energética provenga


de los carbohidratos en forma de hidratos de carbono complejos. Los
carbohidratos simples deben limitarse al 10% del total hidrocarbonado,
debido a la tendencia de las personas mayores a desarrollar una resistencia
periférica a la insulina.

En las personas lactasa-deficientes (intolerantes a la lactosa), se deberá


valorar la cantidad de lactosa tolerada y elaborar la dieta estricta sin lactosa
o con pequeñas cantidades (la mayoría de personas con intolerancia a la
lactosa toleran hasta 7 g por ración).

Grasas

Se recomienda que los lípidos de la dieta no sobrepasen el 30% del total


energético ingerido en un día, pero se admite hasta un 35% cuando el
aceite de oliva es la grasa de adición mayoritaria.

En relación con el reparto de ácidos grasos, no deberá sobrepasarse el 7-


10% en forma de saturados, ni el 10% en forma de poliinsaturados, y el
resto debe aportarse en forma de mono insaturados (10-18%). Se deberá
garantizar el aporte diario de ácidos grasos esenciales.

El consumo de colesterol ha de ser inferior a 300mg/día.

26
Principales fuentes de grasas
Saturadas Carnes, embutidos, lácteos,
mantequilla, margarina, algunos
productos procesados

Mono insaturadas Aceite de oliva

Poli insaturadas Pescados, frutos secos, aceites de


semillas

Fibra
La fibra dietética es esencial para asegurar una óptima función
gastrointestinal. El consumo de fibra junto con una ingesta hídrica
adecuada previene el estreñimiento, favorece un mejor control de la
glucemia y del colesterol y reduce el riesgo de aparición de algunas
neoplasias.

Las recomendaciones de fibra para las personas mayores sanas, según la


“American Dietetic Association” (2001), oscilan entre 20 a 35 g /día, siendo
los alimentos ricos en fibra, como los cereales, frutas y verduras la principal
fuente alimentaria.

Debido a la presencia en algunos casos de ciertas intolerancias


gastrointestinales como flatulencias y distensión abdominal y a la menor
ingesta energética diaria, algunos países como Francia e Inglaterra
recomiendan un consumo menor de fibra para la población geriátrica, entre
18 y 20g /día.

Minerales y oligoelementos
Los avances en el estudio de las necesidades de nutrientes han permitido
establecer unas recomendaciones de minerales y oligoelementos para los
dos grupos de población de edad avanzada: personas de 60-69 años y
personas mayores de 70 años. Las ingestas recomendadas para estos dos
grupos de población aparecen en la tabla.

27
No obstante, hay algunos minerales que, por su papel crítico en la edad
geriátrica, deben ser tratados de manera particular.

 Calcio: nutriente de gran importancia, ya que interviene en la


conservación del esqueleto (alta prevalencia de osteoporosis en las
personas mayores).

 Hierro: las personas mayores no son un grupo de riesgo en cuanto


a la ferropenia; pese a ello, existen numerosos factores que
predisponen a su carencia: enfermedades inflamatorias, digestivas,
etc. Hay que tener en cuenta que las mujeres en edad
posmenopáusica aumentan progresivamente sus reservas
orgánicas de hierro.

 Cinc: nutriente antioxidante de difícil ajuste, sobre todo en


situaciones de ingesta energética baja.

 Selenio: nutriente antioxidante que previene la formación de los


radicales libres.

 Magnesio: se relaciona con la prevención de eventos


cardiovasculares, presencia de diabetes y aparición de
osteoporosis.

Principales fuentes
Calcio Leche, queso, almendras, yogur.
Hierro Hígado, yema de huevo, lentejas,
carne.
Zinc Lentejas, queso curado, carne,
marisco.
Selenio Hígado, pescado, cereales
integrales, yema de huevo.

Magnesio Frutos secos, soya, legumbres,


cacao el polvo.

28
Vitaminas

Los estados sub carenciales de vitaminas son relativamente frecuentes en


las personas mayores, con manifestaciones clínicas menores o no
evidentes. Estos estados aparecen cuando no se realiza una dieta variada
ni equilibrada y no se cubren las necesidades energéticas diarias del
individuo.

Al igual que ocurre con los minerales, en la actualidad disponemos de


recomendaciones de ingestas diarias de vitaminas para la población de
edad avanzada, consideradas en dos grupos: de 60 a 69 años y más de 70
años.

Ácido Fólico, vitamina B6 y B12: el déficit de estos nutrientes se relaciona


con niveles anormales de homocisteína en sangre, que inducen a la
aparición de enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular y
demencia.

Principales fuentes

Vit. D Pescado, Leche, Huevos, Luz solar.

Vit. E Aceite de oliva, Yema de huevo, Nueces, Guisantes.

Vit. C Kiwi, Naranja, Pimiento, Espinacas.

Ác. Fólico Berros, Hígado, Acelgas, Nueces, Yema de huevo.

Vit. B6 Arenque, Salmón, Lentejas, Conejo.

Vit. B12 Hígado, Carne, Pescado, Huevos.

Ingesta de líquidos

Debido a que en esta etapa de la vida el mecanismo que desencadena la


sed está alterado, se recomienda ingerir líquidos con regularidad a lo largo
de todo el día, teniendo en cuenta las necesidades hídricas diarias.

29
Prestando una especial atención en los meses calurosos y, en situaciones
con necesidades aumentadas y en individuos con indicación de ingesta
hídrica restringida (edemas, insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia
renal...).

Por ello, se establecen las siguientes recomendaciones.

1 ml/ Cal consumida Condiciones normales

1,5 ml/ Cal consumida Necesidades aumentadas: fiebre,


sudoración en épocas calurosas,
diarreas, etc.

A nivel práctico, estas recomendaciones equivalen a consumir como


mínimo 8 vasos de agua al día.

La Deshidratación: puede provocar caídas, infección del tracto urinario,


enfermedad dental, trastornos broncopulmonares, cálculos renales,
constipación y deterioro de la función cognitiva. Existen diferentes fuentes
de hidratación a partir de los alimentos y bebidas, entre las que se
encuentran el agua potable, jugos, refrescos, leche, café, té, frutas y
verduras.

El Dr. Derlis Doldán, Geriatra del Puesto Nro.8 del Hospital Geriátrico del
IPS, indicó que cuando el adulto mayor, no quiere o no puede beber o
alimentarse, o ambas cosas, se debe investigar de inmediato la causa, si
por alguna patología de base u otra asociada esto ocurre y ver la mejor
alternativa para que se hidrate y nutra.

Recordó que el agua es un nutriente esencial para el organismo,


constituye el 75% del peso corporal, cumple varias funciones: el
mantenimiento del volumen sanguíneo, el transporte de nutrientes y
oxígeno, como solvente en muchos procesos metabólicos y participa en
forma activa como reactivo en muchas reacciones químicas, en la
regulación de la temperatura corporal y la eliminación de productos de
desecho.

30
VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL

La valoración del estado nutricional en geriatría debe formar parte de la


VALORACIÓN GERIÁTRICA INTEGRAL (VGI).

La VGI se considera la herramienta o metodología fundamental en que se


basa la clínica geriátrica para evaluar y diagnosticar los problemas clínicos,
mentales y sociales que pueda presentar el anciano, con el objetivo de
elaborar un plan terapéutico, de cuidados y de seguimiento.

Esta valoración deberá ser realizada por un equipo multidisciplinar:


personal de enfermería, médicos, trabajadores sociales, dietistas,
fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicólogos y neurólogos.

Objetivos de la valoración nutricional en geriatría

1. Determinar las situaciones de riesgo para desarrollar desnutrición.

2. Diagnosticar el estado de malnutrición evidente o de curso subclínico


que puede pasar inadvertido en exploraciones no específicas.

3. Identificar la etiología de los posibles déficits nutricionales.

4. Diseñar el soporte nutricional adecuado que conduzca a una mejoría


del estado de salud del anciano.

5. Evaluar la efectividad del soporte nutricional.

31
Valoración nutricional

La valoración del estado nutricional debe incluir las siguientes


determinaciones:

Valoración global

Historia clínica: antecedentes patológicos individuales y familiares


referidos a enfermedades crónicas y consumo de medicamentos.

Exploración física: los principales signos clínicos de interés que se deben


observar son la palidez, aparición de edemas y alteraciones de las mucosas
o de la piel.

Valoración funcional: permite detectar la autonomía para realizar las


actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Las escalas
validadas para la población mayor más utilizadas en nuestro país son el
índice de Barthel, el índice Katz, el índice de Lawton y la escala de
incapacidad física y psíquica de la Cruz Roja.

Evaluación mental o cognitiva: los principales signos de alarma que hay


que tener en cuenta son el cambio de costumbres, la variación del ritmo del
sueño, el desinterés, la tristeza y una posible desorientación. A la vez, se
debe observar el aspecto personal y el comportamiento (actitud,
coherencia, iniciativa) de la persona durante la consulta.

Hábitos dietéticos: algunos de los métodos más utilizados para estimar la


ingesta de alimentos son la historia dietética, el cuestionario de frecuencia
de consumo, el registro de la dieta y recordatorio de 24 horas.

32
PESO Y TALLA

Los cambios de peso y en especial los recientes, es un valor que indica


cambios nutricionales significativos.

Utilización del peso como valoración nutricional: % Pérdida de peso =


[Peso habitual (kg) - peso actual (kg)/peso habitual] x100

Tiempo severa Pérdida de peso significativa Pérdida de peso significativa

1 semana 1-2% >2%

1 mes 5% >5%

3 meses 7,5% >7,5%

6 meses 10% >10%

Índice de masa corporal (IMC)

IMC= peso (kg)/ [altura (m)]2


IMC ideal para personas >65 años: 24-29
Desnutrición leve: 17-19
Desnutrición moderada: 16-16.9
Desnutrición grave: <16

33
CONCEPTO DE DESNUTRICIÓN

Se llama desnutrición a un estado patológico de distintos grados de


seriedad y de distintas manifestaciones clínicas causado por la asimilación
deficiente de alimentos por el organismo.

La desnutrición puede ser causada por la mala ingestión o absorción de


nutrientes, también por una dieta inapropiada como hipocalórica o hipo
proteica. Tiene influencia en las condiciones sociales o psiquiátricos de los
afectados. Ocurre frecuentemente entre individuos de bajos recursos y
principalmente en niños de países subdesarrollados.

La diferencia entre esta y la malnutrición es que en la desnutrición existe


una deficiencia en la ingesta de calorías y proteínas, mientras que en la
malnutrición existe una deficiencia, exceso o desbalance en la ingesta de
uno o varios nutrientes que el cuerpo necesita (ejemplo: vitaminas, hierro,
yodo, calorías, entre otros).

Es el trastorno corporal producido por un desequilibrio entre el aporte de


nutrientes y las necesidades del individuo motivado por una dieta
inapropiada o porque el organismo utiliza defectuosamente los nutrientes.
Provoca en el grupo de población anciana un deterioro rápido e importante
de la función inmunitaria y favorece la aparición de enfermedades.

Debido a la menor reserva orgánica y a la fragilidad del anciano existe una


relación recíproca entre nutrición y enfermedad, que conlleva la aparición
de un círculo vicioso difícil de romper: Enferman más los ancianos
desnutridos y se desnutren más los ancianos enfermos

34
TIPOS DE DESNUTRICIÓN

Desnutrición crónica o marasmo

Es la consecuencia de un desequilibrio crónico entre la ingesta y las


necesidades energéticas del individuo.

Características:

 Pérdida gradual de masa muscular y masa grasa Utilización de las


reservas endógenas del individuo.

 Conservación de las proteínas viscerales hasta que el individuo ha


perdido un porcentaje de peso relativamente importante.

 Exploración física: pelo quebradizo, piel seca, fría, sin elasticidad y


con manchas marrones.

Desnutrición aguda o Kwashiorkor

Se produce como consecuencia del consumo insuficiente de proteínas en


la dieta.
Características:

 Hipoalbuminemia, descenso del número y de la funcionalidad de los


linfocitos Disminución de la respuesta inmunitaria.

 Edemas y aumento del agua extracelular.

 Depleción de las reservas proteicas con conservación de las grasas.

 Exploración física: lesiones cutáneas, despigmentación, vientre


protuberante, alopecia, cabellos finos, secos y quebradizos.

35
Desnutrición mixta

Se produce por carencia global, calórica y proteica. Es la forma más grave


y más frecuente en nuestro medio.

Suele afectar a pacientes hospitalizados con desnutrición leve que se ve


agravada por una enfermedad aguda sobreañadida.

Características:

 Presenta características clínicas de los dos tipos de desnutrición.

Consecuencias de la desnutrición en la persona de edad avanzada

 Alteración del sistema inmunitario con una elevada incidencia de


infecciones.

 Fragilidad o menor capacidad de reserva orgánica: inmovilismo,


incontinencia de esfínteres, estados confusionales agudos, úlceras
por decúbito y anorexia.

 Menor respuesta a la medicación.

 "Cascada de problemas" con ingresos hospitalarios repetidos,


estancias hospitalarias largas, gran consumo de recursos socio
sanitarios y supervivencias corta.

36
INDICADORES DE DESNUTRICIÓN O DE RIESGO DE
DESNUTRICIÓN EN EL ANCIANO

Los principales indicadores de malnutrición en los ancianos son los


siguientes:

 Pérdida de peso involuntaria de un 5% en 1 mes, de un 7.5% en 3


meses o de un 10% en 6 meses.

 Bajo peso para la talla, inferior a más de un 20% del peso corporal
ideal.

 Índice de masa corporal menor a 22.

 Albúmina sérica por debajo de 3,5 mg/dl.

 Niveles de colesterol sérico menores a 160 mg/dl.

 Cambio en el estado funcional: cambio de situación “independiente


a dependiente”.

 Ingesta alimentaria inadecuada.

 Circunferencia muscular del brazo inferior al 10° percentil.

 Pliegue cutáneo tricipital menor del 10° percentil o mayor del 95°
percentil.

37
OBESIDAD EN EL ANCIANO

Según los datos estadísticos más fiables y recientes se calcula que en los
países occidentales (Europa, Estados Unidos) entre el 12 y el 15% de la
población supera los 65 años de edad y se anticipa que esa cifra se situará
entre el 20 y el 25% hacia el año 2030.

Este dramático cambio demográfico tiene ya, y más aún en el futuro,


importantes consecuencias sociales, sanitarias, económicas y políticas,
entre otras varias. En el capítulo de este libro escrito por el profesor
J.M.Ribera Casado, se discuten estos problemas y, en particular, la
situación epidemiológica y socio-sanitaria de la población anciana en
Latinoamérica.

Concepto y definición de obesidad en la persona anciana

El envejecimiento no es una enfermedad, pero conlleva, eso sí, un riesgo


potencial de padecer enfermedades crónicas, que es mayor que el
previsible para adultos con edad inferior a 60 años.

La obesidad es: “Una situación de exceso de la masa corporal de tejido


adiposo...y aunque, es considerada equivalente a un aumento de peso
corporal… eso no es necesariamente así, pues individuos muy musculados
pueden exceder su peso teórico en términos numéricos sin incremento real
en su adiposidad”.

Consideración similar podría hacerse sobre la no equivalencia de obesidad


y exceso de peso en circunstancias patológicas como la acumulación
excesiva de agua y sodio en la insuficiencia cardiaca o renal.

Esta distinción conceptual es importante pues la obesidad, en esencia,


resulta de una pérdida del equilibrio entre la ingesta de energía (aportada
por los alimentos) y el gasto energético inducido por la actividad física u
otras factores.

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Además, y por razones prácticas, la sistematización o clasificación de la
obesidad y sus grados de severidad, en términos de su potencial impacto
sobre la salud del individuo, se establece sobre estimadores
antropométricos indirectos de la cantidad global del exceso de grasa y de
su patrón distributivo corporal.

No obstante, esta asociación negativa entre IMC y riesgo más elevado de


mortalidad no es tan claro en las personan obesas mayores de 65 años. En
efecto, un cierto número de recientes estudios prospectivos de base
poblacional con 3 o más años de seguimiento en personas mayores de 65
años de edad, no demuestran una asociación clara entre IMC elevado y
mayor mortalidad; ni se ha observado aumento de ese riesgo a cualquier
elevado nivel de IMC en individuos mayores de 75 años.

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