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Mora Calvo
No se trata de ser anti-científico por ser anti- mientras Kierkegaard defiende la subjetividad
científico. Los movimientos de la lógica dialécti- sobre la objetividad, la humanidad concreta so-
ca se pueden aceptar como necesarios, pero de bre el concepto, Hegel afirma al concepto como
todos modos son quimeras. Y al contrario, no son intermedio indispensable entre el ser y el devenir,
válidos en sí mismos si se vuelven extensivos pa- entre lo inmediato y la reflexión. Mientras que
ra los procesos humanos. Los movimientos de la para Hegel el proceso real es el desarrollo de la
vida social e individual -sobre todo esta última- Idea (dialéctica de la uni versalidad-particulari-
sólo son contingentes. dad) y ésta es un desenvolvimiento del ser en tan-
Así, según el danés, en el plano de la existen- to ser lógico existente y aprehensible.? para Kier-
cia nada está hecho o dado, y nada es susceptible kegaard la universalidad y la particularidad son
de continuidad (cantidad), sino más bien de irreconciliables en favor de la subjetividad, es
transformación de un estado de vida a otro, de decir, en favor de la libertad y la elección.
una cualidad a otra. La vida es transformación en
todo lo existencial y en toda la existencia.
El devenir hegeliano constituye lo real y la ra-
La libertad como forma vital
zón es -en este caso- el timón del cambio; la "10-
gicidad" interna de lo real. Así, la realidad sería el
Dice lean Whal, quizá con certeza, que Hegel
desarrollo de esa fuerza espiritual o metaempírica
fue el último de esa especie de filósofos que ha-
(el Espíritu, Absoluto o Idea) y la misma dinami-
cen esfuerzos por comprender el mundo racional-
cidad de ésta sería -sin lugar a dudas- la realiza-
mente.f El propósito de Kierkegaard, por el con-
ción en la historia, mejor aún: el Espíritu se auto-
trario, es romper la tradición del panlogismo filo-
devela y realiza en la historia y como historia.3
sófico. Ante la superación de la oposición de
Es necesario ser anti-científico, según Kierke-
contrarios (síntesis) bajo el principio de la media-
gaard, para escapar de la ciencia de la lógica
ción, aparece el planteamiento kierkegaardiano
(principalmente hegeliana). Es neceario superar
de la situación, esto es, la crisis de la conciencia.
todo tipo de lógica formal. La lógica de Hegel es
Dios y el hombre, Dios y las cosas no pueden ser
modal (cuantitativa), por este motivo todo es y
englobados en una misma categoría, son catego-
todo es uno o lo mismo." Por su parte. ¿qué es la
rías distintas: el individuo es una existencia con-
dialéctica cualitati va o kierkegaardiana? Es la
creta ante Dios. Ante Dios, el hombre no es un
transformación cualitativa que pertenece a la
fragmento impersonal. Por el contrario, el Espíri-
existencia, ya que hasta en una misma existencia
tu (Absoluto o Idea) sería impersonal pero con-
nada es siempre igual. La vida no es sistemática,
cretizado hegelianamente en el Estado y en la
la existencia es subjetiva y apasionada, la existen-
historia universal.
cia no es un proceso lógico, como afirmaría Hegel.
El anterior considerando del universo, de la his-
No se trata, por tanto, diría Kierkegaard, de ser
toria y todo cuanto en ello se implica es, según
irracionalista. Se trata de que la existencia huma-
Kierkegaard, un procedimiento y un discurso es-
na es más importante que cualquier sistema.>
trictamente formales. Por eso, jamás sería viable
Así dirá el danés:
afirmar la individualidad de los particulares que
por naturaleza son espirituales, a diferencia del ani-
"Un ser humano existente particular de seguro no es una
idea, y su existencia es ciertamente muy distinta de la mal, como inmersa en el género y absorbida por és-
existencia conceptual de la Idea. Una existencia, como te. El individuo es un existente no sólo nominal. si-
un ser humano particular, es sin duda una imperfección no fáctico y concreto, tanto como Dios. El indivi-
si se compara con la vida eterna de la Idea, pero es una duo es real y realmente (y no en apariencia lógica)
perfección en comparación con no existir del todo"6 se encuentra "ante Dios", aislado en el propio se-
creto de su culpa, de su fe, de su esperanza, de su
En otras palabras, queda asentada una disparidad amor, de sus sueños, de sus penas, de su angustia,
entre la dialéctica hegeliana y la kierkegaardiana: de su libertad. El hombre es un individuo vivo y
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que la Omnipotencia debería hacerlo a uno un ser cia.21 La existencia humana halla su libertad en
dependiente. Mas concebida, verdaderamente, la este punto de relación con lo divino, "quien no se
Omnipotencia es visible que implica la determina- pone en esa relación al modo de un abandono ab-
ción de poderse recobrar uno a sí mismo en la ma- soluto, no se pone en relación con Dios. Y con
nifestación misma de la Omnipotencia. Precisa- respecto a Dios no nos podemos poner en rela-
mente, por este motivo, la cosa creada puede ser in- ción 'hasta cierto punto', porque Dios es justa-
dependiente debido a la Omnipotencia misma";'? mente la negación de todo lo que es 'hasta cierto
Dicho en otros términos: la Omnipotencia (Dios) se punto'''.22 Por eso, la verdad es la subjetividad,
puede recobrar a sí misma mientras se está dando y la realidad del existente frente a la divinidad. La
esa relación entre dador y receptor constituiría subjetividad (el singular o el particular) se asume
necesariamente la independencia de este último. libre ante lo absoluto (Dios). El singular, el "in-
De esta forma, la Omnipotencia divina coinci- dividuo común", el que simplemente es hombre y
de con la bondad, pues la bondad es dar plena- no aprecia el azar y sus frutos, encuentra su subje-
mente, pero recobrándose a sí misma omnipoten- tividad -su individualidad más auténtica- sólo co-
temente. Así se hace independiente quien recibe. locándose "ante Dios" en una relación donde no
Luego recibir es ser libre. Distintamente a la Om- hay pretextos ni trampas, pues Dios conoce indivi-
nipotencia, la finitud de la criatura hace depen- dualmente a cada hombre, lo mismo que el amor
dientes. Sólo la Omnipotencia hace seres inde- de la Providencia vela por cada hombre.U
pendientes.lf Aún creando toda la imponente En vista de todo lo anterior, la libertad humana
creación, Dios no pierde absolutamente nada de no es la inteligencia pensante y resuelta en la auto-
su potencia y, además, puede hacer seres libres. consciencia absoluta.é+ ni es su propio objeto de sí
Pese a lo anterior, la naturaleza independiente por retomar siempre a sí y no identifica a lo interno
resulta ser también el existente más frágil: puede y lo externo como voluntad generaI;25 libertad no es
ser independiente incluso de la Omnipotencia. la reflexión perfecta y la coincidencia absoluta de
Pues, "si el hombre gozara de la más pequeña racionalidad e historia.26 Al contrario, Kierkegaard
consistencia autónoma frente a Dios, Dios no po- argüye a Hegel que la historia es un devenir exterior
dría hacerle un ser libre. La creación desde la na- donde todas las posibilidades son equivalentes. Y,
da implica, a su vez, que la Omnipotencia puede aún así, con todas ellas, una Providencia preside la
hacerlo a uno libre".19 Sólo esta relación hace la historia y el individuo la debe aceptar.
libertad humana. Job lo perdió todo y cuando ha-
lló a Dios encontró su verdadera felicidad. Lo
mismo hizo Abraham. Hay que protestar contra La libertad como libertad de elección
el tiempo y el devenir y dirigirse a Dios.20
Resumiendo: la libertad humana supone: 1) Tener subjetividad es ser independiente y ser
distinción entre criatura y Creador; 2) la creación independiente es actuar eligiendo. Siendo el
ex nihilo de la libertad finita por la Omnipotencia hombre racional puede actuar bajo órdenes posi-
divina; 3) la esencia divina como trascendente; y, bles de la razón: "puede hacer esto o lo otro", o
4) la libertad absoluta de la creación. lo que es igual "puedes hacer no hacer", sin em-
Un misterio más: Dios mismo, el principio ab- bargo, el hombre siempre hace, aunque sea no
soluto de la coacción del deber, es elOmnipoten- hacer. Las acciones decisivas comprenden pasio-
te y no envidia la libertad de la criatura; al con- nes apremiantes, la acción y la reflexión se hacen
trario, él la crea pues es omnipotente y quiere ser desproporcionadas.s? Es imposible. dejar de ele-
amado por el hombre en esa creación. Así, Dios gir, ello se siente como impulso, hay que elegir y
es una verdad, un "hecho absoluto", como tal no decidir pese a toda incertidumbre objetiva. La li-
puede demostrarse, pues los hechos no se de- bertad es real pero es un riesgo. La libertad es un
muestran, sólo se aceptan o rechazan. La verdad esfuerzo inacabado y en eso es como la existen-
cristiana, por tanto, debe ser testimoniada, esto cia: la existencia nos ha sido dada, pero no hecha.
es, adecuar a esa verdad (Dios) la propia existen- Por tanto, existir es tomar decisiones, una deci-
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sión tras otra (repetición sin fin). Por otra parte, quiere arrancar su yo de la potencia que lo ha
esto implica no sólo que el existente humano es creado. Pero, no obstante toda su desesperación,
subjetividad y pura libertad de elección, sino que, no lo puede hacer; a pesar de todos los esfuerzos
también, de la existencia o de la esencia no se de la desesperación, ese poder es más fuerte que
puede decir nada, sólo del existente. él y lo obliga a ser lo que no quiere ser [oO.] En-
Si la existencia es libertad, poder ser, posibili- contrarse obligado a ser un yo como él no quiere
dad, incluso posibilidad de no elegir, de escoger ser es su tormento, el tormento de no poder des-
y condenarse, también es por todo ello amenaza, hacerse de sí mismo't.U Por tanto, la desespera-
angustia. La angustia es la posibilidad de la liber- ción se hace contra Dios eligiéndose enferma-
tad. La angustia es el puro sentimiento o afectivi- mente miserable. Pero hay una desesperación
dad de lo posible, el sentido de lo que puede su- salvadora: reconocerse finito e infinito (a la vez),
ceder y de lo que puede ser más terrible que la abrirse a la trascendencia del Absoluto, saltar ha-
realidad. Y se relaciona con el futuro porque es el cia lo eterno.
futuro de la libertad y porque el futuro es lo po-
sible. Es la característica de la condición humana
y es una condición ontológica y también moral y La dialéctica como salto de la conciencia
por eso no se puede separar del hombre: el peca-
dor se angustia ante la posibilidad de luego arre- La elección es máxima cuando pasa del yo
pentirse; el que vive sin pecar, vive en la angus- (conciencia espiritual) hacia la relación con Dios.
tia de recaer en el pecado.28 Hay angustia porque La interioridad se afirma en esa misma esencia y
el hombre tiene espíritu. Lo importante no es en ese ejercicio libre que hace de sí poseída de sí
evadir la angustia (suicidio), sino darle entrada y misma. Solamente en virtud de la relación con
eliminar todo pensamiento finito y mezquino.é? Dios es como puede actuar la conciencia libre-
Ahora bien, así, con esa angustia, Dios quiere mente, sin miramientos. Para elegir verdadera-
salvar al hombre. mente la conciencia humana debe actuar inde-
La angustia se originaba ante las posibilidades pendientemente respecto de todo lo finito. La li-
del hombre con el mundo, la desesperación se bertad no puede estar vacía de posibilidad. Toda
origina ante las posibilidades del hombre consigo influencia contingente es un obstáculo que la eli-
mismo. La desesperación es la culpa del hombre mina. Para actuar libremente acerca de lo finito
que no sabe aceptarse en sus aspectos más pro- hay que elegir a Dios, moverse fuera del mundo,
fundos. El hombre puede sentirse un Dios o pue- saltar cualitativamente hacia otra forma de vida.
de evadirse por distracciones.w Ese malentendi- Kierkegaard declara que la elección esencial
do consigo mismo (sea que alguien se busque a sí es la del Absoluto. Esa es la única elección nece-
mismo o que alguien se evada de sí) es la enaje- saria. Esto se debe elegir, es imperioso elegirlo
nación de sí. Es la enfermedad mortal, un morir porque es el contenido mismo de la libertad. Es
sin acabar muriendo, una impotente autodestruc- una elección en la que no cabe elección. Sólo
ción. Ni la muerte, ni el sufrimiento, ni la pobre- aquí es libertad la libertad; cuando la libertad de
za, ni la enfermedad o la miseria, ni la tribula- elección se ejerce incondicionalmente.
ción, ni los tormentos ni las penas espirituales ni La libertad kierkegaardina es así la afirma-
las preocupaciones son una causa de desespera- ción completa del espíritu, la afirmación más al-
ción para el cristiano. Ninguna de esas cosas es el ta y decisiva hacia la trascendencia: del hombre
final. El desesperado es un enfermo de muerte a Dios y de Dios al hombre. El paso no lo da la
porque es vivir conscientemente la muerte del razón, sino la elección que efectúa el espíritu.
yo. Desesperar es negar la libertad dada en Dios; Fijado el espíritu en Dios opta por saltar al Ab-
desesperar es rechazar la única defensa y real al- soluto, en vez de elegir la libertad de elección,
ternativa humana: lanzarse a Dios para ser libera- elige perder la libertad y la libertad de elección.
do por él y acosta de semejante arrojo (salto). Ne- Ante este terreno del salto cualitativo la razón no
garse a Dios es aniquilarse. "El desesperado puede reconquistar territorios. El temor y el tem-
586 HERNÁN R. MORA CALVO
blor que asustan al pensamiento ante el examen sesperación, se arranca lo finito al hombre y en
del pasado elegido (vida pasada= vida sin Dios= su lugar se coloca lo eterno, que llega por la fe.
vida estética y vida ética), serían los únicos me- Sin embargo, la fe es paradójica.
dios de reintegración de lo ya cedido. ¿Qué que- Ante la paradoja la conciencia percibe la lu-
da entonces por hacer? Sólo una cosa. La liber- cha con la razón y sabe que necesita elegir y pa-
tad de elección si no salta a Dios no se ha con- ra ello arriesga todo y lo abarca todo. El existen-
vertido en libertad. te experimenta las posibilidades como futuros es-
De esta forma la dialéctica de la conciencia es tados de existencia, aunque sean impensables a la
un salto de la libertad. Libertad dada por Dios razón. El salto de fe es la posibilidad de un esta-
(Omnipotente y creador) de de la nada a los es- do de vida superior y en Dios. Negado por la ra-
píritus finitos, y libertad como elección absoluta zón, Dios es aceptado por la fe y visto por ésta
del Absoluto, que sustrae la voluntad de la liber- como el salvador del existente. Así, el salto cua-
tad de elección indefinida, garantía ésto para el litativo hacia la fe no es un paso en falso, sino un
ser finito de la libertad de elección. En conse- riesgo confiado. La fe es el ejercicio paradójico
cuencia, la dialéctica kierkegaardiana sólo es po- de la libertad de quien se depo ita confiadamen-
sible en la tensión entre finito e infinito. te en Dios, para quien todo es posible. La fe es el
Por tanto, dar este salto es actuar por fe, se tra- mayor riesgo del ser humano. En el salto cualita-
ta de un acto volitivo más que racional; y, sin em- tivo de la fe sólo permanece el individuo frente a
bargo, es la mejor y mayor elección que juega y Dios, en quien se atreve a creer pese a toda prue-
en que se juega todo el hombre. Así, la fe sería la ba adversa o ambigua ofrecida por la razón o la
más elevada pasión del hombre. No se puede te- diversidad de las cosas. Son palabras de Kierke-
ner fe sin querer creer. Ahora bien, si bien es cier- gaard mismo:
to que tener fe es una gracia de Dios, empero,
responder a la fe apasionadamente es la mayor "La fe consiste precisamente en la paradoja de que el
afirmación de la libertad humana. En efecto, si es Particular se encuentra como tal Particular por encima
cierto que el individuo sólo adquiere contacto de lo general, y justificado frente a ello, no como su-
con el infinito por iniciativa de Dios, paralela- bordinado, sino como superior. Conviene hacer notar
que es el Particular quien después de haber estado su-
mente a como la vida le fue dada por éste, así
bordinado a lo general en su cualidad de Particular,lle-
también es cierto que sólo es propio del hombre
ga a ser lo Particular por medio de lo general, y como
"saltar" buscando afirmar la más absoluta posibi- tal, superior a éste, de modo que el Particular comotal
lidad del yo. El pecador bajo el arrepentimiento se encuentra en relación absoluta con lo absoluto.Es-
no logra mucho. El arrepentimiento no es sufi- ta situación no admite la mediación, pues toda media-
ciente para lograr la absoluta posibilidad. El sal- ción se produce siempre en virtud de lo general; nos
to que salva absolutamente es el salto que da el encontramos pues -y para siempre-con una paradoja
ser finito hacia el ser infinito.R El yo sólo puede por encima de los límites de la razón"34
calmarse en la fe.
Consecuentemente, el salto de fe es la relación En consecuencia, la paradoja conduce al salto
absoluta con lo absoluto. La negación del salto es y todo lo que era posibilidad se hace realidad, in-
estancarse en la diversidad y la repetición vacía, cluso la plenitud de la existencia humana. Esto
es la libertad de la nada. Se elige a Dios o se eli- explica que la sola existencia no tiene fundamen-
ge la falsedad.P to, su fundamento estriba en las posibilidades
que logren transformar al existente cada vez que
salte. La existencia y el existente sólo tienen sen-
La paradoja como expresión dialéctica tido cuando se ejecuta un salto absoluto (paradó-
jico) desde la libertad hasta su actualidad. El sal-
Desesperar para bien es negar absoluta y defi- to con su paradoja es la única solución; y ésta es
nitivamente todo lo finito, aspirar a lo infinito tanto más escandalosa a la razón, cuanto más
transformando todo lo finito. Por medio de la de- asienta la existencia.
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30. El caso más típico es el hombre esteta, p. ej. Estética y ética en Laformación de La personaLidad.
don Juan. Trad. Armando Marot. Buenos Aires: Nova, 1959;
31. S. Kierkegaard: La maLattia mortaLe. Trad. pp. 79-80).
Comelio Fabro (Florencia: Sansoni, 1953). p. 225. 34. S. Kierkegaard: Temor y tembLor. Trad. Vicen-
32. "Quien no quiere hundirse en la miseria de la te Simón Merchán. Madrid: Técnos, 1995/1987; Pro-
finitud ha de lanzarse necesariamente y en el sentido blemata l. pp. 46-47.
más profundo sobre la infinitud" (S. Kierkegaard: EL 35. Creo porque es absurdo; frase latina que los es-
concepto de angustia. Trad. José Gaos. Madrid: Espa- critores cristianos suelen atribuir a Tertualiano, quizá a
sa-Calpe, 1972; cap. V. p. 157). partir de la lectura de su De carne Christi N; aunque hay
33. "Elijo lo absoluto que a mí me elige. planteo una referencia menor en su De baptismus, 11.
lo absoluto que se me plantea. pues si no tengo pre- 36. "La paradoja no es concesión. sino una catego-
sente que esta segunda expresión es también lo ab- ría. una determinación ontológica que expresa la rela-
soluto. entonces mi categoría de elección es falsa. ción entre un espíritu existente y cognoscente y la ver-
[... ) Elijo lo absoluto. ¿y qué es lo absoluto? Es mi dad eterna" (S. Kierkegaard: Diario Vlll, A 11).
yo mismo en mi eterna validez" (S. Kierkegaard: 37. S. Kierkegaard: Diario VI. A 33.