Вы находитесь на странице: 1из 26

La chía, alimento milenario.

Beltrán-Orozco, M. C.1 y Romero, M. R.2


1
Departamento de Graduados e Investigación en Alimentos, E. N. C. B., I. P. N.,
Becario de Cofaa. cbeltran@encb.ipn.mx
2
Estudiante de posgrado.

Resumen

Hay evidencia científica que muestra que la semilla de chía (Salvia


hispánica, L.) comenzó a usarse en la alimentación humana unos
3,500 años antes de Cristo y se convirtió en un cultivo básico en el
centro de México entre 1,500 y 900 años antes de Cristo. La semilla
de chía fue utilizada como alimento por los indios del oeste y del sur
de México. Los aztecas la consumían debido a su aporte energético
Los indios del oeste de Norteamérica comían sólo el equivalente de
una cucharada para resistir un viaje de 14 horas.

Este alimento milenario cuyo uso cayó en el olvido, se ha encontrado


que es una buena fuente de ácidos grasos Ω-3, proteína y fibra
dietaria. El mucílago de la semilla puede ser útil como aditivo
alimenticio.

Debe considerarse seriamente, el rescate de su utilización como


alimento para consumo humano, para la época actual, ya que las
opciones para incorporar las semillas de chía a la dieta son ilimitadas.

Palabras clave: Salvia hispánica, ácidos grasos Ω-3, chía, ácido α-


linolénico, fibra dietaria

Chia: a millenary food.

0
Abstract.

Scientific evidence shows that the chia seed (Salvia hispanica, L.)
started to be used for human feeding about 3,500 years before Christ,
and that it became a basic crop in the center of Mexico between 1,500
y 900 years before Christ. The indigenous people from the west and
south of Mexico used the chia seed as food. The Aztecs consumed it
due to its energetic contribution. The indigenous people from the west
of North America only needed to eat the equivalent of a spoon to be
able to resist a 14 hours journey.

This millenary food which its use has been forgotten, has been found
to be a good source of fatty acids Ω-3, protein and dietary fiber. The
mucilage from the seed can be useful as a food additive too.

The rescue of its utilization as a food for human consumption, must be


seriously taken currently because of the options to incorporate chia
seeds in the human diet are unlimited.

Key words:
Salvia hispanica, Ω-3 fatty acids, chia seed, α-lynolenic acid, dietary
fiber.

INTRODUCCIÓN:

1
La chía alimento milenario enormemente aprovechado por los antiguos
aztecas y por los indios del oeste norteamericano. Durante mucho
tiempo, las semillas de chía constituyeron un elemento básico en la
dieta de dichos pueblos (Eatchia. com., Hentry et al 1990). Sin
embargo, con el paso del tiempo su uso cayó en el olvido. Fue a
finales del siglo pasado que el interés por la chía resurgió, ya que se
encontró que posee un elevado contenido de ácidos grasos Ω-3,
además de ser una buena fuente de fibra dietaria.

Características botánicas:

El término chía se refiere a un pequeño grupo de plantas anuales


pertenecientes a la familia Lameaceae, nativas del suroeste de
California, Texas, México y América Central (Hortiplex Plant Database,
2002; Plants for a Future Database, 2002; Plantatlas, 2002; Global
Compendium of Weeds, 2002).

La clasificación botánica de la chía Salvia hispánica L se muestra en el


Cuadro 1:

2
Cuadro 1.
Clasificación botánica de la Salvia hispánica L
Reino Plantae
Subreino Tracheobionta – Planta vascular
Superdivisión Spermatophyta – Planta de
semillas
División Magnoloiphyta – Planta con flores
Clase Magnoliopsida - Dicotiledónea
Subclase Asteridae
Orden Lamiales
Familia Lamiaceae (Familia de la menta)
Género Salvia
Especie hispánica
Hentry et al, 1990.

Son características generales de la especie hispánica poseer plantas


anuales, con altura de un metro, con periodo de florecimiento en julio y
agosto; crecen en suelos arcillosos o arenosos que estén bien
drenados incluso en zonas áridas; no toleran las heladas ni crecen en
la sombra. (Plants for a future. Database 2002; Global Compendium of
Weeds, 2002).

La chía es una planta anual de verano. En nuestro país esta especie


es originaria de las áreas montañosas que se extienden desde el
oeste central de México hasta el norte de Guatemala (Rose-Hulman
Institute of Technology, 2002). Las formas silvestres se dispersan a
través de la sierra Madre Occidental de Sonora y de Chihuahua
(Hentry y col, 1990).

Figura 1:
Semillas de chía
(chía Pet, 2002)

3
La Salvia hispánica L cuenta con varios nombres comunes como
salvia española, artemisa española, chía mexicana, chía negra o
simplemente chía (Figura 1). La variedad nativa de la República
Mexicana es la chionocalyx Fernald, (SEMARNAT, 2002).

La variedad nativa de México, crece en bosques de juníperos, encino,


pino, pino-encino y otras a una altitud aproximada de 1900 m
(SEMARNAT, 2002). Se propaga por semilla (INEGI, 1994; Vázquez et
al, 1995).

Su cultivo está distribuido en los estados de Jalisco: Cuautitlán,


Ahualulco de Mercado, Tolimán y en Michoacán: Tzintzuntzán,
Uruapan, Zacapu, Erongarícuaro, Huaniqueo, Morelia, Pátzcuaro, La
Piedad (SEMARNAT, 2002).

En los países donde la chía no es nativa, como en la Gran Bretaña el


cultivo es a pequeña escala: Las semillas se siembran en un
invernadero en marzo y abril. La germinación usualmente tarda un
lapso de dos semanas. Dichos germinados se trasplantan cuando
tienen la altura suficiente para ser colocadas en macetas individuales.

La siembra en tierra firme se realiza desde finales de la primavera


hasta principios del verano (Plants for a future, 2002 ; chía Pet, 2002).

ANTECEDENTES.
La chía tiene una larga historia como alimento humano. Su
domesticación se remonta al año 2600 A.C. En el tiempo de la

4
conquista, Mesoamérica tenía por lo menos 20 especies botánicas
domesticadas con usos diferentes. Cuatro de ellas sobresalían desde
el punto de vista nutrimental: amaranto, porotos (frijoles), chía y maíz.
Estos cuatro constituían los principales componentes de la dieta diaria
(Rose-Hulman, 2002).

La importancia de estos cuatro cultivos en las dietas aztecas está bien


fundamentada en el histórico Codex Florentino (Figura 2).

Figura 2. Códice Florentino


( Sahagun, 1579).

Fray Bernardino de Sahagún escribió en tiempos de la conquista de


América la Historia General de las Cosas de la Nueva España, donde
se describen algunos aspectos relacionados con la producción,
comercialización y usos de la chía en varios pasajes de este
monumental trabajo de 12 volúmenes (Sahagún, 1579). Los aztecas,
entre otros usos, ofrecían la chía a los dioses como parte de las
ofrendas en las ceremonias religiosas (Eatchia, 2002).

El Códice Mendocino, señala, que la


ciudad de Tenochtitlan recibía cada año
como tributo de los pueblos

5
conquistados, un mínimo de 6,360 toneladas de maíz; 4,410 toneladas
de porotos; 4,410 toneladas de chía y 3,780 toneladas de amaranto.
La ciudad de Tenochtitlan, recibía también, un promedio de 3.335
toneladas anuales de maíz, chía, porotos y amaranto, como producto
de la agricultura intensiva realizada en las 9.000 hectáreas de
chinampas (Figura 3).

Figura 3. Agricultura intensiva


en chinampas (Encarta, 2002)

La chía como parte de la dieta entre los aztecas:

Es interesante destacar que las dietas básicas entre los aztecas,


derivaban de los cuatro granos anteriormente citados.

Se pueden diseñar dietas, las cuales cumplan con las


recomendaciones diarias para un hombre adulto, usando solo la
combinación de los cuatro alimentos incluidos en el Cuadro 2: maíz,
frijol, chía (Salvia hispanica) y huautli (Amaranthus sp.), obtenidos a
través de los tributos dados a la Gran Tenochtitlan.

Sobre las bases de los cuatro principales granos, recibidos como


tributo cada año, se podría alimentar entre 60,000 y 150,000 personas
con una dieta balanceada, que además excede los requerimientos
proteínicos diarios. (Ortiz de Montellado, 1978). Esto sin contar la
producción en las chinampas, en las cuales se producían siete
cosechas por año. Una hectárea de chinampa podía alimentar 20
individuos. Armillas (1971), ha estimado que había alrededor de 9,000

6
hectáreas de chinampas, las cuales proveían una fuente de alimento,
para alimentar unas 180,000 personas. Así que, se podían alimentar
adecuadamente entre 240,000 a 330,000, con la producción de las
chinampas, y los granos obtenidos de los tributos (Ortiz de Montellano,
1978).

Por siglos la semilla de chía fue utilizada como alimento por los indios
del oeste y del sur de México. Los aztecas la consumían debido a su
aporte energético (Coates y Ayerza, 1996b). Los indios del oeste de
Norteamérica comían sólo el equivalente de una cucharada para
resistir un viaje de 14 horas.

Hay evidencia científica que muestra que la semilla de chía comenzó a


usarse en la alimentación humana unos 3,500 años antes de Cristo y
se convirtió en un cultivo básico en el centro de México entre 1,500 y
900 años antes de Cristo. Esta semilla se usó como alimento
mezclada con otros cultivos, en bebidas, molida en harina, incluida en
medicinas y prensada para obtener su aceite, utilizado luego como
base para pinturas para el rostro y el cuerpo. (eatchia, 2002).

7
Cuadro 2.
Comparación de la dieta de los aztecas con los requerimientos
diarios propuestos la (FAO/OMS).

Ener Proteí Gras Calc Fósfo Vitami Tiami Riboflav Niaci Ácido
gía na (g) a (g) io ro na A na ina (mg) na ascórbi
(kcal (mg (mg) (mg) (mg) (mg) co
) ) (mg)
Dieta 1
Maíz 1432 33.6 18 44 484 0.6 1.52 0.4 7.6 ---
(400 g)
Frijol 343 22.7 1.6 1.3 415 0.008 0.47 0.4 2.1 1
(100 g)
Chía 463 15.6 22.7 518 518 0.01 0.38 0.13 3.74 ---
(100 g)
Huauhtli 53 6.2 0.6 468 91 2.74 0.09 0.29 1.5 75
(Amarant
o)
(100 g)
Total 2291 78.1 42.9 976 1508 3.36 2.86 0.97 15.0 76
Dieta 2
Maíz 1074 25.2 13.5 33 363 0.45 1.44 0.3 5.7 -
(300 g)
Frijol 686 45.4 3.2 2.6 830 0.016 0.94 0. 4.2 2
(200 g)
Chía 926 31.2 45.4 103 1036 0.02 0.76 0.26 7.48 -
(200 g) 6
Huauhtli 53 6.2 0.6 468 91 2.74 0.09 0.29 1.5 75
(Amarant
o)
(100 g)
Total 2793 108 62.7 154 2320 3.23 3.23 1.15 18.9 77
0
*FAO / 2200 45 --- 800 800 1 1.2 1.8 20 45
WHO
Ortiz de Montellano, 1978, Scrimshaw y Young (1976). y *Flores, et al
(1960).

8
Se sabe, así mismo, que los indios y los misioneros las utilizaban
como una cataplasma para heridas de bala y otras lesiones de
gravedad, así como para prevenir infecciones.

Cuando los españoles la introdujeron a España, dicho


espécimen fue nombrado Salvia hispánica por Linnaeus. El
explorador Edward Palmer en 1871 escribió: "Para la preparación de la
chía, las semillas se asan, se muelen y se le adiciona agua hasta
formar una masa espesa cuyo volumen superaba varias veces el
volumen de la mezcla original y se le agrega azúcar. De ello resultaba
el pinole semi-fluido, muy estimado entre los indios porque era uno de
los mejores y más nutritivos alimentos sobre todo para viajar a través
del desierto (Hentry y col,1990).

Aplicaciones:

En la actualidad, mucha gente utiliza esta milenaria semilla en la


preparación de una bebida refrescante y popular llamada “chía fresca”,
que se consume tanto en México y América Central como en California
y Arizona (eatchia, 2002).

La semilla de la chía tiene un alto contenido proteínico por lo que


se utiliza principalmente como alimento para el ganado. El mucílago
de la semilla puede ser útil como aditivo alimenticio.

Debido al alto contenido proteínico y de ácidos grasos Ω-3, así


como su gran resistencia a las sequías, este cultivo resulta atractivo
para los países en vías de desarrollo. En Argentina, por ejemplo, la

9
chía es una cosecha más provechosa que la cosecha tradicional de
habas (Ayerza y Coates, 1999).

Fuera de los países de donde es nativa, la chía se dio a conocer


para la gran mayoría como la novedosa semilla usada en alimentos
para animales con el producto denominado chía Pet™. Poco se sabe,
sin embargo, del enorme valor alimenticio de las semillas y de sus
características medicinales (Coates y Ayerza, 1996a).

Existen también varias aplicaciones industriales para la chía.


Debido a que contiene hasta un 60% de fibra y de ella el 5%
aproximadamente representa la fracción mucilaginosa, hace que la
chía presente una “naturaleza espesante”, muy apreciada dentro de la
industria de la cosmetología. (Bushway y Belya, 1981).

Además de ser comestible, el aceite de las semillas se puede


utilizar para las pinturas o como substituto para el aceite de linaza. Los
aceites de la hoja de chía pueden ser útiles en condimentos o
fragancias y, posiblemente como pesticidas, porque muchos insectos
parecen evitar a la planta (Pascual-Villalobos y col,1997).

El aceite de chía es un aceite claro que no llega a ser amarillo


con el tiempo y, es por lo tanto un preservativo excelente para los
colores en lona, cerámica y madera según lo encontrado en trabajo
mexicano de la laca (Hentry y col, 1990). También ha demostrado que
tiene una importancia significativa en gran cantidad de compuestos
industriales tales como barnices, pinturas, etc. (Ayerzay Coates,
2002c; Taga y col, 1984)

10
Composición:

Se conoce que las semillas de chía que antaño fueran tan


valoradas tienen ventajas nutritivas únicas (Anderson, 1998).

Se ha determinado que las semillas de chía contienen


cantidades de aceite que varían entre un 32-39%. Dicho aceite junto
con el de lino, ofrecen el porcentaje natural conocido más elevado de
ácido α-linolénico. (Cuadro 3). (Ayerza, 1995, 1996; Ayerza y
Coates,2002c; Coates y Ayerza, 1996a, 1998; Oomah y Kenasehuk,
1995; Taga y col, 1984)

Cuadro 3:

Contenido de aceite y composición de los ácidos


grasos de las semillas de chía y linaza
Semillas Contenido Ácidos Grasos (g/100 g)a
de aceite α- linoleico oleico esteárico palmítico
(%) linolénico
b
Chía 32.8 20.34 6.6 2.36 0.95 2.13
c
Linaza 43.3 25.46 6.32 7.32 1.3 2.25
a
Por 100 g de semilla.
Fuentes b Ayerza y Coates (1999); c Batí, (1993).

El Cuadro 4 muestra un comparativo en la composición de los


ácidos grasos presentes en dos fuentes marinas: algas y pez
menhaden y dos fuentes terrestres: lino y chía:

La chía presenta el mayor contenido de ácidos Ω-3 y Ω-6 si se


compara con el porcentaje presente en las algas, el pez menhaden
(Brevoortia tyrannus) y el lino, con la gran ventaja de que, al contener

11
antioxidantes naturales puede preservarse por mayor tiempo que los
demás y no provoca el típico olor y sabor a pescado.

Cuadro 4:
Composición de los ácidos grasos de la chía, lino, pez
menhaden (Brevoortia tyrannus) y algas
Ácidos grasos Ácidos Ω- 6 Ω- 3
monoinsaturados Linoleico Linolénico
(MUFA)
Oleico
Aceite % ácidos grasos totales
1
Pez Menhaden 25.0 2.2 29.8
2
Algas 12.6 --- 36.7
3
Chia 6.5 19.0 63.8
Lino 19.5 15.0 57.5
1 2 3
USDA, 1999; Abril y Barclay, 1998; Ayerza, 2002d.

La oxidación de los lípidos alimenticios es la mayor preocupación tanto


para los consumidores como para los productores. Dado que la
oxidación en la chía es de mínima a nula, mantiene un gran potencial
dentro de la industria alimenticia, comparada con otras fuentes de
ácido graso α-linolénico como el lino, que muestra una
descomposición rápida debido a la ausencia de antioxidantes. El lino
también contiene cianoglicósidos y compuestos antagónicos a la
vitamina B6. Descubrimientos científicos recientes, muestran que los
niveles bajos de vitamina B en la sangre están asociados con un
riesgo creciente de enfermedades coronarias fatales y embolia
(Bushway y Belya, 1981).

La semilla de chía posee 19-23% de proteína. Este porcentaje se


compara favorablemente con el de otros granos como el trigo (14%),
maíz (14%), arroz (8,5%) avena (15,3%), cebada (9,2%) y amaranto
12
(14,8%). Sin embargo, a diferencia de otros granos los aminoácidos de
la proteína de chía (Cuadro 5) no tienen factores limitantes en la dieta
de las personas adultas (Bushway y Belya, 1981).
Cuadro 5:
Análisis de los aminoácidos de la proteína de la semilla de chía.
(Ting y col, 1990).

Aminoácido Chía S. (g./16 g. N) Chía P (g./16 g. N)

Aspártico 7.64 7.36

Tirosina --- ---

Treonina 3.43 3.23

Serina 4.86 4.43

Glutámico 12.4 13.65

Glicina 4.22 4.03

Alanina 4.31 4.41

Valina 5.1 5.32

Cistina 1.47 1.04

Metionina 0.36 0.36

Isoleucina 3.21 3.35

Leucina 5.89 5.99

Tirosina 2.75 2.75

Fenialanina 4.73 4.77

Lisina 4.44 3.6

Histidina 2.57 2.45

Arginina 8.9 8.63

13
Prolina 4.4 3.92

Total 80.64 79.52


Nota: S: extracción con disolvente, P: extracción con prensa.

La chía es también una fuente de proteína de fácil absorción y


digestión (Anderson, 1998). Esta eficiente asimilación favorece el
desarrollo de los tejidos especialmente durante el periodo de
crecimiento en los niños y los adolescentes, así como durante el
crecimiento y la regeneración durante embarazo y la lactancia. Es útil
en la regeneración y desarrollo del tejido muscular en los atletas, los
levantadores de peso y demás deportistas.

La semilla de chía es una buena fuente de vitamina del complejo B


(Cuadro 6 ). También lo es de calcio, fósforo, potasio, zinc y cobre
(Cuadro 7). Estas semillas representan una fuente abundante de
calcio y de boro. Este último actúa como un catalizador para la
absorción y utilización del calcio.

Cuadro 6:
Contenido de vitamina de la semilla de chía sobre la base de peso
seco (Bushway y Belya, 1981).

Niacina (B3) Riboflavina (B2) Tiamina (B1) Vitamina A


(µg/g semilla) (µg/g semilla) (µg/g semilla) (i.u./g semilla)

82.50 + 2.50 2.13 + 0.21 14.42 + 1.16 43.0 + 0

14
Cuadro 7:
Minerales presentes en semillas de chía sin aceite
Sobre la base de peso seco (Bushway y Belya, 1981).

Elemento Muestra de chía

Macro-elementos mg/100 g

Ca 870

K 890

Mg 466

P 922

Micro-elementos

Al 44,2

B 0,9

Cu 2,45

Mn 5,85

Mo 0,19

Zn 7

15
Actividad como antioxidante.
Los extractos de agua y metanol de la semilla de chía una vez que se
ha prensado y extraído el aceite, demostraron una fuerte actividad
antioxidante. Los antioxidantes más importantes son el ácido
clorogénico, el ácido cafeico y los flavonoles (Cuadro 8).

Cuadro 8:
Concentración de antioxidantes en extractos de semilla de chía.
(Taga y col, 1984).
Compuesto Concentración
(mol/kg de semilla de chía)
Ácido cafeico 6.6 x 10-3
Ácido clorogénico 7.1 x 10-3
Flaviennes
Miricetina 3.1 x 10-3
Quercetina 0.2 x 10-3
Kaempferol 1.1 x 10-3

Los estudios epidemiológicos indican que un alto nivel de consumo de


alimentos y bebidas ricos en flavonoles pueden proteger contra las
enfermedades cardiovasculares, embolia, cáncer de pulmón y cáncer
de estómago (Ayerza y Coates, 2001a).

Obtención de alimentos ricos en ácidos grasos Ω-3.


Los huevos provenientes de gallinas alimentadas con chía tienen una
relación entre el ácido graso α-linolénico y el ácido graso
docosahexanoico (DHA) similar a la que se encuentra en la leche
humana. Cuando a la dieta se le agregan grandes cantidades de chía,
la elongación e insaturación del ácido α-linolénico se retarda y el

16
contenido de ácido graso DHA (un ácido graso muy inestable)
permanece constante. Este comportamiento metabólico junto con la
potente actividad antioxidante de la chía a través de los compuestos
flavonoides y ácido cinámico, permiten a las gallinas producir huevos
que tienen una estabilidad mucho mayor que la de los huevos con alto
contenido de DHA (Ayeza y Coates, 2001a).

La chía como fuente de fibra.


Una vez que el aceite se ha extraído de la semilla de chía, el material
remanente contiene un 50 -60% de fibra. La semilla posee un 5% de
fibra soluble que aparece como mucílago al colocarla en agua y es útil
como fibra dietética (Bushway y Belya, 1981).

Si se deja remojar una cucharada de esta semilla en un vaso de cristal


con agua por espacio de 30 minutos, se formará un gel bastante firme.
Esta reacción se debe a la fibra soluble presente en las semillas
(Anderson, 1998). La chía tiene un carácter hidrosoluble excepcional,
ya que puede absorber 12 veces su peso en agua.

Cuando está en medio acuoso, la semilla queda envuelta en un


polisacárido mucilaginoso copioso, el cual es excelente para la
digestión que, junto con el grano en sí mismo forma un alimento
nutritivo ( Hentry y col, 1990).

Ventajas de la chía como ingrediente de la dieta cotidiana.


Las opciones para incorporar las semillas de chia a la dieta son
ilimitadas. Estas deben reposar en agua antes de usarlas.

17
Para preparar un gel basándose en semilla de chía la proporción entre
debe ser 9 partes de agua por una de semillas. El agua debe estar en
un recipiente de plástico, añada lentamente las semillas mientras
mezcla enérgicamente con un batidor metálico. Este proceso evitará
cualquier aglutinamiento de las semillas. (Anderson, 1998). Espere un
par de minutos, bata de nuevo y deje reposar de 5 a 10 minutos. Bata
de nuevo antes de usar o de guardar en el refrigerador (el gel dura
hasta dos semanas). Se puede añadir este gel a mermeladas, jaleas,
cereales fríos o calientes, yogures, mostazas, salsa tártara, entre otras
muchas aplicaciones.

A cualesquiera de los alimentos antes mencionados o a los productos


no horneados se puede añadir este gel de un 50 a un 75%. Se notará
una consistencia muy suave con el sabor intacto. Al añadir del 50 al
75% del gel a los alimentos, se consumirán menos grasas al utilizar un
ingrediente que es 90% agua.

En el pan se puede utilizar el gel de chía como un imitador de grasa


(Voragen, 1998), así como para resaltar su sabor. Se puede cubrir la
masa para pan con gel de chia antes de hornear (también puede cubrir
galletas, conchas para tartas y otros productos de panadería
disminuyendo la cantidad de agua hasta tener una relación de 8 partes
de agua por una de semillas de chía) para aumentar la vida de
anaquel (Anderson, 1998).

La chía es ideal para enriquecer gran cantidad de productos como


fórmulas y alimentos para bebés, alimentos horneados, barras
nutritivas, yogures, salsas, etc. Cuando se utiliza como alimento

18
animal se pueden obtener productos enriquecidos con omega-3 como
huevos, pollo, carne vacuna, jamón, leche, quesos, etc. Utilizada como
una fuente de ácidos grasos Ω-3, no requiere el uso de antioxidantes
artificiales como las vitaminas sintéticas. El Cuadro 9 muestra algunos
productos enriquecidos existentes en el mercado.
Cuadro 9.
Productos enriquecidos en omega-3 con chía: Huevos, pollo y leche
(Ayerza y Coates, 2001a).
Alimento chía contenido contenido Aumento Valor
agregada de Ω-3 de Ω-3 diario
a la ración por
con chía sin chía ración1
% mg/100 g de porción % %
alimenticia
Huevos
Blanco 10 742 90 824 57w
Rojo 10 716 76 942 55w
Carne de
polo
Blanca 10 709 95 746 55x
Parda 10 613 112 547 47x
Leche 2 45 34 32 8.5y
Semilla de 100 2034 ----- ----- 100k
chía
Tamaño de la porción: w 100 g (dos huevos); x 100 g; y 244 g (una taza);
v
% de la dieta animal; 1 el % de los valores diarios se basan en una
dieta de 2.300 calorías. Canada [dept of] Health and Welfare. 1990.
Recomendaciones nutritivas. Canadian Government Publishing
Center, Ottawa, Canada.

Las cuatro principales ventajas de usar las semillas de chía como


ingrediente de la dieta diaria: (Anderson,1998)

19
1. La chía no tiene colesterol. En esto difiere de la carne, aceite y
harina de pescado que contienen cantidades muy significativas.
2. Brinda sensación de plenitud. Si se desea una bebida de
energizante en el desayuno, mezcle una cucharilla de semillas
del chia en una taza de jugo de naranja y deje las semillas
reposar por 10 minutos. Esta bebida le quita la sensación de
hambre hasta el medio día.
3. La chía puede almacenarse por años sin que se deteriore el
sabor, el olor o el valor nutritivo. Esta es una importante ventaja
comparando con los productos marinos puesto que los aceites y
harinas de pescado y de algas necesitan un empaquetado y
condiciones de almacenamiento especiales para prevenir
incluso, los menores cambios en el medio ambiente.
4. La chía es un producto sustentable y ecológico. El alto contenido
de aceites esenciales de las hojas de chía, actúa como un
extremadamente potente repelente de insectos, evitando la
necesidad de utilizar químicos para proteger al cultivo (Pascual-
Villalobos y col, 1997). El uso de chía como fuente de ácidos
grasos omega-3 previene la depredación de los abastecimientos
naturales de pescado y también elimina la preocupación en
cuanto a la acumulación de toxinas del medio ambiente, como la
dioxina y el mercurio que se acumulan en el pescado y sus
productos. La extracción por disolvente y los preservantes
sintéticos no se necesitan al usar la chía en las dietas animales o
humanas. Esta es una importante ventaja comparada con las
otras fuentes de ácidos grasos omega-3.

20
Otra ventaja es que la chia agregada a las dietas animales provoca
una dramática reducción en el contenido de ácidos grasos saturados
(hasta 30,6 % en los huevos) de los productos obtenidos. La
disminución es significativamente mayor que la que se encuentra
cuando se suministran dietas que contienen productos marinos
(pescado y algas) y semillas de lino. Los ácidos grasos saturados de
las dietas se asocian con las enfermedades cardiovasculares, y su
efecto sobre el colesterol de baja densidad en sangre (LDL) es más
fuerte que el del colesterol dietético. Esta diferencia significativa entre
la chía y las otras fuentes de omega-3 tiene implicaciones de gran
importancia en la comercialización (Ayerza y Coates, 2000; Ayerza y
Coates, 2001b; Ayerza et al, 2002a; Ayerza y Coates, 2002b).

Conclusiones:
• La incorporación de la chía a la dieta humana presenta grandes
beneficios a la salud, ya que este cultivo milenario, es también
un alimento excepcional, debido a su composición, estabilidad,
sus bondades como alimento funcional, ya que aporta fibra
dietaria soluble, antioxidantes, ácidos grasos Ω-3, además de
una importante cantidad de proteínas.
• El uso de chía como fuente de ácidos grasos omega-3 previene
la depredación de los abastecimientos naturales de pescado y
también elimina la preocupación en cuanto a la acumulación de
toxinas del medio ambiente, que se acumulan en el pescado y
sus productos.
• La chía presenta una importante ventaja frente a los productos
marinos, ya que puede almacenarse por años sin que se
deteriore el sabor, el olor o el valor nutritivo de la misma.

21
Bibliografía:

Abril, R. and Barclay, W (1998). Production of docosahexaenoic


acid-enriched poultry eggs and meat using an algae-based feed
ingredient. Pages 77-88 in A.P. Simopoulos ed. The return of
omega-3 fatty acids into the food supply. Karger AG., Basel,
Switzerland.

Anderson, R. (1998). La magia de la chía.

Armillas, P. (1972). Science, 174,653.

Ayerza, R. (1995). Oil Content and Fatty Acid Composition of Chia


(Salvia hispanica L.) from Five Northwestern Locations in Argentina.
Journal of The American Oil Chemists' Society, 72:1079-1081

Ayerza, R. (1996). Fatty acid composition, protein and oil content of


chia (Salvia hispanica L.) grown in Columbia and Argentina. Third
European Symposium on Industrial Crops and Products, Reims,
France.

Ayerza, R. and Coates, W. (1999). An omega-3 fatty acid enriched


chia diet: its influence on egg fatty acid composition, cholesterol and
oil content. Canadian Journal of Animal Science,79:53-58.

Ayerza, R. and Coates, W. (2000). Dietary levels of chia: influence


on yolk cholesterol, lipid content and fatty acid composition, for two
strains of hens. Poultry Science, 78:724-739.

Ayerza, R. and Coates, W. (2001a). Chia seeds: natural source of


Ω-3 fatty acids. The Annual Meeting of The Association for the
Advancement of Industrial Crops, Atlanta, Georgia, USA, p.17.

Ayerza, R. and Coates, W. (2001b). The omega-3 enriched eggs:


the influence of dietary linolenic fatty acid source combination on
egg production and composition. Canadian Journal of Animal
Science, 81:355-362.

Ayerza,R. Coates, W and Lauria, M. (2002a). Chia seed (Salvia


hispanica L.) as an ω-3 fatty acid source for broilers: influence on
fatty acid composition, cholesterol and fat content of white and dark
meat, growth performance and sensory characteristics. Poultry
Science.

22
Ayerza, R. and Coates, W. (2002b). Dietary levels of chia: influence
on hen weight, egg production and sensory quality, for two strains of
hens. British Poultry Science

Ayerza, R. and Coates, W. (2002c). Semillas de chia: nueva fuente


natural de ácidos grasos omega-3, antioxidantes y fibra dietética.
Southwest Center for Natural Products Research &
Commercialization Office of Arid Lands Studies, The University of
Arizona.

Ayerza, R. (2002d). Omega-3 fatty acid enriched eggs: advantage


of chia over other raw material. Bioresources Research Facility, The
University of Arizona, Tucson, USA.

Bhatty, R.S. (1993). Further compositional analyses of flax:


mucilage, trypsin inhibitors and hydrocyanic acid. Journal of
American Oil Chemistś Society, 70(9):899-904.

Bushway, A., Belya (1981). Chia seed as a Source of Oil,


Polysaccharide, and Protein. Journal of Food Science, 46:1349-
1356.

Chiapet (2002). Sitio en Internet: www.chiapet.com

Coates, W. and Ayerza. (1996a). Production Potential of Chia in


Northwestern Argentina: 1996 Results. Abstracts of The Annual
Meeting of The Association for the Advancement of Industrial Crops,
San Antonio, Texas, USA, p.11.

Coates, W. and Ayerza, R (1996b). Production potential of chia in


Northwestern Argentina. Industrial Crops and Products. Industrial
Crops and Products, 5:229-233.

Coates, W. and Ayerza (1998). Commercial production of chia in


Northwestern Argentina. Journal of The American Chemists’
Society, 75(10):1417-1420.

eatchia (2002). Sitio en Internet: www.eatchia.com

Encarta Enciclopedia (2002) Microsoft. Microsoft Corporation.

Global Compendium of Weeds (2002). Sitio en Internet:


www.hear.org/gcw/html/index.html.

23
Flores, M., Flores, Z. Flores, García, B., Galarte, Y. (1960). Tablas
de Composición de Alimentos de Centro América y Panamá.
Instituto de Nutrición Centro América y Panamá, Guatemala.

Hentry, H.S. Mittleman, M y McCrohan, P.R. (1990). Introducción de


la chía y la goma de tragacanto en los Estados Unidos. p. 252-256.
En: J. Janick y J.E. Simon (eds.), Avances en Cosechas Nuevas.
Prensa de la Madera, Portland, O.

Hortiplex Plant Database (2002). Sitio en Internet:


www.hortiplexgardenweb.com/plants/p1/gw1036063.html

Instituto Nacional Indigenista. (1994). Atlas de las plantas de la


medicina tradicional mexicana. Tomo I. INI. México.

Oomah, B.D. and Kenaschuk, E.O. (1995). Cultivars and agronomic


aspects. Pages 43-45 in Flaxseed in Human Nutrition, edited by
S.C. Cunnane and L.U. Thompson. American Oil Chemists Society
Press, Champaign, USA.

Ortiz de Montellano, B (1978). Aztec Canibalism: An ecological


necessity? Science 200: 611 – 617

Pascual-Villalobos, M, Correal E, Molina E, Martínez, J (1997).


Evaluación y selección de especies vegetales productoras de
compuestos naturales con actividad insecticida. Centro de
Investigación y Desarrollo Agroalimentario (CIDA) Murcia, España.
Proyecto N°SC94-039

Plantatlas (2002). Sitio en Internet:


www.plantatlas.usf.edu/main.asp

Plants for a Future Database (2002). Salvia hispánica. Sitio en


Internet: www.plants.usda.gov/cgi_bin/topics.cgi

Rose-Hulman, Institute of Technology (2002). Latin American


Studies Program.

Sahagún, B. de. (1579). Historia General de las Cosas de Nueva


España, School of American Research, Santa Fe, USA.

SEMARNAT (2002). Especies con usos no maderables en bosque


de Encino, pino y pino-encino en los estados de Chihuahua,

24
Durango, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca. Sitio en Internet:
www.semarnat.gob.mx/pfnm/SalviaHispanica.html

Scrimshaw, N. S., y Young, V. R., (1976). Sci. Am. 235, 51.

Taga, M.S., Miller, and Pratt (1984). Chia seeds as a source of


natural lipid antioxidants. Journal of American Oil Chemists Society,
61:928-931.

Ting, I.P., Brown, Naqvi, et.al. (1990). Pages 197-202 in: H.H.
Naqvi, A. Estilai, and I.P. Ting, eds., New Industrial Crops and
Products. The University of Arizona and The Association for The
Advancement of Industrial Crops.

(USDA) United States Department of Agriculture. (1999). USDA


Nutrient database for standard reference, release 13. Agricultural
Research Service, Nutrient Data Laboratory Home Page, Download
26/3/01, http://www.nal.usda.gov/fnic/foodcomp

Voragen, A. (1998) Technological aspects of functional food-related


carbohydrates. Review. Trends in food Science & Technology. 9:
328-335.

25

Вам также может понравиться