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de los
glúcidos, lípidos y proteínas. La oxidación total de 1 g de glúcidos o de
proteínas proporciona 4,1 kcal, en tanto que 1 g de lípidos aporta 9,3 kcal.
Fig. 8.20. Procesos del metabolismo glucídico favorecidos en hiperglucemia en diferentes tejidos. a) Hígado:
se favorece la
glucogénesis. La glucólisis en estas condiciones provee precursores para la síntesis de TAG. b) Tejido adiposo:
La entrada de glucosa está favorecida y permite la formación de precursores para la síntesis de TAG. c)
Músculo esquelético. En reposo se favorece la síntesis de glucógeno; en ejercicio la glucólisis aerobia o
anaerobia en dependencia del tipo de ejercicio. d)Cerebro: degrada la glucosa en condiciones aerobias y así
obtiene la energía que precisa. PDA: fosfodihidroxiacetona; TAG: triacilgliceroles; CK: ciclo de Krebs; LP:
lipoproteínas.
Fig. 8.21. Procesos del metabolismo glucídico favorecidos en hipoglucemia en diferentes tejidos. a) Hígado:
se favorece la
glucogenólisis y la gluconeogénesis lo que permite el paso de glucosa a la sangre. b) Tejido adiposo: Se
encuentra limitada laentrada de glucosa, se activa la lipólisis y pasan ácidos grasos a la sangre y glicerol que
en el hígado es un precursor de la gluconeogénesis. c) Músculo esquelético. El lactato formado por la
glucólisis anaerobia pasa a la sangre y en el hígado su destino es la formación de glucosa; los aminoácidos
que se obtienen por la proteolisis se transaminan con el pirúvico formando alanina que pasa a la sangre y en
el hígado constituye un precursor de la gluconeogénesis. d)Cerebro: aún con niveles relativamente bajos de
glucosa en sangre, por su GLUT y su isoenzima hexoquinasa I mantiene la glucólisis obteniendo la energía
que requiere, a no ser que la hipoglucemia sea mantenida, en cuyos casos se experimentan adaptaciones
metabólicas que le permiten el empleo de otros combustibles.
Cetogénesis
El acetil-CoA producido por la oxidación de los ácidos grasos en las
mitocondrias del
hígado puede ser completamente oxidado por la vía el ciclo de Krebs. Pero una
fracción de este acetil-CoA tiene otros destinos en el hígado, entre ellos, la
formación de cuerpos
cetónicos. Estos son compuestos de bajo peso molecular, solubles en agua y
constituyen la fuente principal de energía para el corazón y también aportan
energía al músculo y al
cerebro en condiciones de inanición.
Este proceso conocido como cetogénesis, ocurre esencialmente en las
mitocondrias
del hepatocito, en las cuales el acetil-CoA es convertido en acetoacetato o â-
hidroxibutirato.
Estos compuestos junto con la acetona, son conocidos como cuerpos cetónicos.
Lipoproteína (a): Es una partícula compuesta por LDL con apo B100 incluida y
la
proteína apo (a). La elevación de los niveles sanguíneos de esta lipoproteína se
asocia a
riesgo coronario y la modificación de los niveles sanguíneos en la población
obedece a
determinantes genéticos.
LDL oxidadas: La oxidación completa de las LDL contribuiría a formar células
espumosas
y por tanto favorece la ateroesclerosis. Se ha comprobado que las LDL de
sujetos con cardiopatía coronaria, diabéticos, fumadores son más susceptibles
de peroxidación y por tanto están asociadas al desarrollo de la ateroesclerosis
en estos pacientes.
Glicosilación de lipoproteínas: La hiperglucemia produce directamente, sin
mediar
enzimas, glicosilación, que es la unión de glucosa con aminoácidos de las
apoproteínas.
Las lipoproteínas glicosiladas son funcionalmente anormales, así las LDL
glicosiladas se
oxidan con mayor facilidad, siendo más aterogénicas.
Los procesos que aportan aminoácidos al pool de estos compuestos son los
siguientes:
1. La absorción intestinal.
2. El catabolismo de proteínas hísticas.
3. La síntesis de aminoácidos.
En sentido contrario actúan procesos que sustraen aminoácidos del pool y son
los
siguientes:
1. La síntesis de proteínas.
2. La síntesis de otros compuestos nitrogenados.
3. El catabolismo de aminoácidos
Cerebro
Este órgano es uno de los más exigentes de nuestro cuerpo en cuanto a
utilización de
la glucosa sanguínea, la cual utiliza para que sus células generen grandes
cantidades de
ATP en el mantenimiento de los potenciales de membrana, imprescindibles
para la transmisión de los impulsos nerviosos, así como en la síntesis de
neurotransmisores y de otras sustancias. En condiciones normales el cerebro
utiliza 60 % de toda la glucosa de un ser humano en reposo.
Músculo esquelético
El músculo esquelético puede utilizar diferentes combustibles como glucosa,
ácidos
grasos y cuerpos cetónicos. Este órgano puede presentar grandes diferencias
en la demanda
energética en dependencia a la actividad que realiza. En el músculo en reposo
el
principal combustible son los ácidos grasos, mientras que durante el ejercicio
intenso y
de corta duración la glucosa es la principal molécula combustible, que la puede
obtener
a partir de la degradación del propio glucógeno muscular. Durante el ejercicio
intenso el producto de la glucólisis anaerobia, el lactato, sí puede salir de las
células musculares hacia la sangre, llegar al hígado, para convertirse en
glucosa mediante la gluconeogénesis y regresar al músculo en forma de
glucosa (ciclo de Cori)
También otro producto del metabolismo muscular es el aminoácido alanina,
que se obtiene por transaminación del ácido pirúvico formado en la glucólisis.
Este aminoácido
puede llegar al hígado y convertirse allí en pirúvico de nuevo por
transaminación, formar
glucosa por la vía de la gluconeogénesis y regresar esta biomolécula al
músculo por la sangre (ciclo de la alanina o de Cahill). Otro aminoácido que
también exporta el músculo en gran cantidad es la glutamina, que pasa al
intestino como combustible y preferentemente al riñón donde por acción de la
enzima glutaminasa forma ácido
glutámico y NH3, combinándose este último con los H+ excretados por el riñón
para
formar NH4+.
Corazón
A diferencia del músculo esquelético que puede tener un metabolismo aerobio
y bajo
ciertas condiciones anaerobio, el músculo cardíaco tiene un metabolismo
predominantemente aerobio y prueba de ello es el número elevado de
mitocondrias que se observan en sus células o fibras musculares. Otra
diferencia importante es que el corazón prácticamente no tiene reservas de
moléculas combustibles, ni de glucógeno ni de triacilgliceroles y solo una
pequeña cantidad de fosfocreatina, por lo que debe recibir los combustibles de
otros tejidos a través de la sangre. Este órgano utiliza como combustibles los
ácidos grasos, la glucosa, el ácido láctico y los cuerpos cetónicos.
Tejido adiposo
El tejido adiposo es el principal depósito de triacilgliceroles, un depósito de
combustible
muy importante en el ser humano, pues los ácidos grasos que junto al glicerol
forman
esta molécula, cuando son liberados, transportados junto a la albúmina y
degradados por
el mecanismo de la â-oxidación en las células de muchos otros tejidos, rinden
gran cantidad de energía metabólica útil en forma de ATP. Los triacilgliceroles
almacenados en un adulto normal pueden dar al organismo una energía total
equivalente a 565,000 KJ (565 MJ). Esta energía puede ser suficiente, si se
considera que se requieren 10 MJ diarios, para mantener la vida un par de
meses si no se presentan complicaciones metabólicas.
En los adipocitos se sintetizan y se degradan de forma continua
triacilgliceroles, (Fig.12.3) procesos que son controlados, la síntesis por la
hormona insulina, y la adrenalina y glucagón principalmente controlan la
degradación por la estimulación de la lipasa hormona sensible mediante
modificación covalente de esta enzima; también en el proceso de lipólisis, para
la separación del tercer ácido graso interviene una monoacilglicerol lipasa que
tiene gran actividad dentro de los adipocitos.
Para el almacenamiento de triacilgliceroles en el tejido adiposo se utilizan
como fuentes, en primer lugar la glucosa sanguínea, que penetra en los
adipocitos por acción de la hormona insulina, y una vez dentro de estas células
da origen a la acetil-CoA , y a partir de este metabolito se sintetizan ácidos
grasos, que conjuntamente con el glicerol-3-fosfato derivado de la
fosfohidroxiacetona, reaccionan entre sí para formar los triacilgliceroles;
aunque la fuente principal de ácidos grasos para la síntesis de tracilgliceroles
en este tejido la constituyen los triacilgliceroles que viajan por la sangre con los
quilomicrones y las VLDL (lipoproteínas de muy baja densidad). Al llegar a los
capilares del tejido adiposo
los triacilgliceroles que son transportados por esas dos lipoproteínas, son
hidrolizados por la lipasa lipoproteínica estimulada por la insulina y los ácidos
grasos liberados ingresan al tejido adiposo.
Hígado
Una de las funciones importantes del hígado es la síntesis de moléculas
combustibles
para su utilización por otros órganos. El hígado es una localización importante
para la síntesis de ácidos grasos y también sintetiza glucosa por la vía de la
gluconeogénesis a partir del ácido láctico, el glicerol, la alanina y otros
aminoácidos; capta la glucosa de la sangre cuando sus niveles son elevados,
como ocurre después de la ingestión de glúcidos. En el citoplasma de los
hepatocitos (Fig. 12.4), se almacena esta glucosa como glucógeno.
Riñón
Su función principal es la producción de orina, en la que se excretan los
productos de
desecho del metabolismo. Además el riñón contribuye de manera muy
importante al mantenimiento del equilibrio hidromineral y ácido-básico del
organismo del ser humano. Aproximadamente 160 a 200 L se filtran desde el
plasma hacia el glomérulo cada día, pero solo entre 1 y 2 L de orina se
producen, lo que indica que hay un mecanismo de reabsorción de las
sustancias filtradas muy importante y para este trabajo los riñones requieren
una gran cantidad de energía. Los riñones consumen (por ejemplo)
aproximadamente 10 % de todo el oxígeno que diariamente requiere una
persona, a pesar de representar solo 0,5 % del peso corporal. Los riñones
tienen una parte más externa, donde se encuentran la mayor parte de los
glomérulos y donde existe un predominio de metabolismo aerobio; en esta
región se lleva a cabo la glucólisis aerobia, el catabolismo de ácidos grasos y
de cuerpos cetónicos para el suministro de energía metabólica; la región más
central denominada la médula renal obtiene su energía del metabolismo
anaerobio de la glucosa. Durante el ayuno los riñones también pueden ser un
sitio importante de gluconeogénesis y pueden contribuir al suministro de
glucosa sanguínea.
las reservas de glucógeno solo alcanzan para unas cuantas horas, pero las
reservas de
grasas y proteínas pueden alcanzar para varias semanas. Sin embargo una de
las
prioridades del metabolismo en esas condiciones es mantener las
concentraciones de
glucosa sanguínea por encima de 3 mmol/L, para el funcionamiento del cerebro
y
también de otras células como los eritrocitos y las células de la médula
suprarrenal
que dependen únicamente de este combustible. ¿Cómo se realiza esta
adaptación
metabólica?
Fig. 12.6. Esquema de la formación de los cuerpos cetónicos. Cuando en el ayuno la gluconeogénesis está
aumentada,
la glucolisis deprimida, y la lipólisis aumentada se acumula la acetil-CoA y una parte importante de estas
moléculas se derivan hacia la formación de cuerpos cetónicos en el hígado.
Fig.12.7. Variación de las concentraciones de glucosa, cuerpos cetónicos y ácidos grasos en plasma
sanguíneo
durante los primeros días de ayuno.