Amado lector, dedico a usted estas líneas en las

cuales contiene un mensaje que usted necesita

saber. En las sagradas escrituras encontramos

ese mensaje. ¿Cuál será?

Mi amigo, Isaías 53:6 dice: “Todos nosotros nos

descarriamos como ovejas. Cada cual se aparta

por su camino, mas Jehová cargó en él, el pecado

de todos nosotros”. Como usted se da cuenta,

todos nosotros nos descarriamos por el camino

que mejor nos pareció. La biblia muestra que cada

camino es uno de los pecados en los cuales se ha

enredado el hombre, ejemplo: el vicio del alcohol

o borracheras, adicción a las drogas, los juegos

de azar, la prostitución, el crimen, el odio, el robo,

el hombre que quiere ser mujer y la mujer

que quiere ser hombre, estos son vicios que han

degenerado a muchos seres humanos. A estos

vicios y otros no mencionados aquí son las que

la postura de Dios le llama pecado.

Amado lector, el pecado trae muerte, desesperación, angustia, infelicidad, soledad, frustración, y lo
peor de todo, trae la condena eterna. La biblia dice: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la
dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” Romanos 6:23

Todos nosotros nos descarrilamos, nos perdimos y lo triste de todo nos revelamos contra Dios, nos
hicimos enemigos suyos, sin embargo el dejó su gloria, la adoración de millones de ángeles y se vino a
esta tierra movido a misericordia a buscarme a mí y a usted, dice la biblia que: “De tal manera amo
Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más
tenga vida eterna.” San Juan 3:16

Él no quiere que usted se pierda, él quiere perdonar sus pecados y que se ponga a cuentas con él. La
biblia dice: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: Si vuestro pecados fueren como la grana,
como la nieve serán emblanquecidos, si fueren rojos como el carmesí vendrán a ser como blanca lana.”
Isaías 1:18
Amigo, ¿Desea el perdón de sus pecados? Pídale perdón a Cristo Jesús, él es el único salvador personal
de su alma, si así lo hace su vida no será la misma. Le invitamos a que nos escriba o nos visite en la
iglesia donde conocerá la sana doctrina.