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FACILITADOR PARTICIPANTE
WIILLIAMS LINERO OCTAVIO LOGGIODICE
V-25750906
Acá resulta procedente realizar la debida critica del artículo 246º del (COPP)
cuando establece irónicamente que "… se ejecutara de modo que perjudique lo
menos posible a los afectados o afectadas…" Acotamos que la interpretación de
este artículo parece ser impropia y de carácter desproporcionado para con
quienes permanecen largos periodos recluidos en calidad de "prisioneros
preventivos" y esperan un juicio breve, expedito, sin dilaciones indebidas, idóneo,
imparcial, gratuito, Mixto, Oral y Público. Cosa que en nuestro país parece ser
una misión imposible o un privilegio de estrato social.
Claro está, todo esto de solapa con el alegato que establece el artículo 247º
(COPP) cuando nos habla de la Interpretación Restrictiva de la cual goza o
ejerce el juzgador, estas que se esgrimen en casos como la Aprensión por
Flagrancia, que según el artículo 248º (COPP) es flagrante y no lo es al mismo
tiempo, de igual forma pero diferente; o sea, ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo
contrario. Pues como puede imputársele la flagrancia a un individuo si no se
demuestra contundentemente su participación en un hecho punible o delito.
El hecho de ser perseguido por una autoridad policial, víctima o clamor público; no
demuestra probatoriamente la culpabilidad del hecho al que se le vincule. Es decir,
el que un sujeto que se encuentre trabajando electricidad a pocos metros donde
ocurra un delito de agresión con objeto punzo penetrante, no quiere decir que
quien agredió a la víctima sea el trabajador antes mencionado por la simple
suposición de que por cargar un destornillador, pudiera ser el objeto o arma con la
cual se efectuó la agresión. Es así como este artículo, según nuestra humilde y
vaga interpretación, entra en conflicto con los subsiguientes: 249º, 250º, 251º,
252º, 254º,y 255º, (COPP). Y 49º de la (CRBV).
El juez sólo puede adoptar estas medidas si existe algún riesgo o circunstancia
que pueda poner en peligro o frustrar el desarrollo del proceso penal. En cualquier
caso, un abogado podrá ofrecer asesoramiento sobre todas estas cuestiones a la
vista de las peculiaridades que presente cada supuesto concreto.
1.- “De la Aprehensión por Flagrancia”, prevista en el Capítulo II, el cual involucra
la aplicación de los artículos 234 y 235 del Código Orgánico Procesal Penal
destacando la remisión expresa contextual que hace este último artículo 373
ejusdem, que regula el procedimiento especial aplicar para este tipo de medida.
3.- “De las Medidas Cautelares Sustitutivas” contempladas en el Capítulo IV, que
envuelve la aplicación del artículo del Código Orgánico Procesal Penal que van del
242 al 249.
Artículo 255. Motivación. Las medidas de coerción personal sólo podrán ser
decretadas conforme a las disposiciones de este Código, mediante 51 resolución
judicial fundada. Esta se ejecutará de modo que perjudique lo menos posible a los
afectados.
Artículo 256. Interpretación restrictiva. Todas las disposiciones que restrinjan la
libertad del imputado, limiten sus facultades y las que definen la flagrancia, serán
interpretadas restrictivamente.
Artículo 257. Definición. Para los efectos de este Capítulo se tendrá como delito
flagrante el que se esté cometiendo o acaba de cometerse.
También se tendrá como delito flagrante aquel por el cual el imputado se vea
perseguido por la autoridad policial, por la víctima o por el clamor público, o en el
que se le sorprenda a poco de haberse cometido el hecho, en el mismo lugar o
cerca del lugar donde se cometió, con armas, instrumentos u otros objetos que de
alguna manera hagan presumir con fundamento que él es el autor.
Por tanto, ante situaciones en las que falte alguno de dichos elementos o en las
que aparentemente (subjetivamente) se estime o presuma que se está realizando
o acaba de realizarse un hecho punible o, en todo caso, cuando no se precise de
la necesaria y urgente intervención policial o del particular, no podrá utilizarse la
flagrancia para la restricción de derechos fundamentales y garantías
constitucionales, tal como la inviolabilidad de la libertad personal.
Derecho de la Libertad
Principio de Afirmación de la Libertad
Presunción de Inocencia
Procedimiento de Libertad
Dicho lo anterior, es imperativo concluir que las medidas de coerción personal son
necesarias en el proceso penal, ya que a través de ellas se puede lograr el fin del
proceso y salvaguardar el derecho a la tutela judicial efectiva que tiene la víctima,
pero así como son necesarias, también son intrusiones en la esfera jurídica de la
persona del imputado, que de igual manera tiene derechos fundamentales que
deben tutelarse, sin desconocer los derechos de la víctima, por tanto, debe
entenderse que en el proceso penal venezolano, en lo que atañe al régimen de las
medidas de coerción personal, el principio de estado de libertad debe ser aplicado
y comprendido por el operador jurídico aunado con el derecho de presunción de
inocencia, nadie es culpable hasta que se pruebe lo contrario, por lo que no debe
detenerse preventivamente a todo imputado.
Las Medidas de Coerción Personal son una disposición de seguridad y orden, que
buscan limitar la libertad personal, al aplicar su contenido de manera excepcional,
brindando con ello el despeje absoluto de las incertidumbres o retardos de la
práctica y ejecución personal.
Con relación al origen de las medidas de coerción personal Pérez (1999), expresa
que:
Todo esto hizo surgir, no solamente en la conciencia del legislador patrio, sino
también en la conciencia de su sociedad, la necesidad de tener, más que
modificar, que actualizar el Sistema Procesal Penal Venezolano a las realidades
políticas, jurídicas y sociales vigentes, identificables con las exigencias comunes a
todo ordenamiento jurídico que sea capaz de revelar un espíritu garantista y
modernista, contemporáneo con las creaciones y aplicaciones universales, como
es el del Sistema Procesal Penal de carácter acusatorio.
Es por ello que resulta necesario destacar que en este sistema acusatorio su
transparencia brilla por sí misma, ya que sus principios se multiplican y amplían de
una manera tal que ilustran con una visión más clara y con una panorámica más
amplia la naturaleza jurídica del Sistema Procesal Penal imperante, esto al
establecer la prevalencia de:
Sin embargo, a pesar de todo esto, hay que mencionar que en Venezuela éste
sistema acusatorio no se aplica de manera absoluta o rígida, Si no relativa, mixta o
atenuada debido a que particularmente los principios más ecuménicos del
proceso; como son: “Los Principios Relativos al Procedimiento” no se dan en todo
su transcurrir, ya que existen actos que no se practican de manera oral, sino de
manera escrita, como es en el caso de la presentación por parte de la
representación fiscal ante el Juez de Control según el Artículo 326 del Código
Orgánico Procesal Penal Venezolano, así como también, hay actos que no se
efectúan con total publicidad, como se da en los casos en que el tribunal de juicio
estima conveniente hacer desalojar la sala de audiencia durante el juicio cuando
concurren algunas de las circunstancias a las que se refiere el Artículo 333 del
Código Orgánico Procesal Penal Venezolano; por tal razón es que se afirma, que
bien es necesaria la aplicación exigida de las normas rectoras, en ocasiones una
Interpretación unidimensional de sus letras no resulta conveniente, ya que se
lesionaría la equidad del proceso por la satisfacción de una exigencia legislativa.