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AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD"

UNIVERSIDAD FRANKLIN ROOSEVELT


CARRERA PROFESIONAL DE OBSTETRICIA

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD

CURSO : PSICOLOGIA

DOCENTE : JESUS BALBIN EVELYN

INTEGRANTES :

 PEREZ TAPARA, ELIZABETH ROCIO

 BONIFACIO BRICEÑO, FLOR DE MARÍA

 CHAVEZ TORRES, KENNITH DARLENY

 PARAGUAY GARCIA, ELIDA MAGALI

CICLO : II

HUANCAYO – PERÚ

2019
DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo principalmente


a Dios, por habernos dado la vida y
salud para poder seguir adelante día a
día y lograr nuestros objetivos
permitiéndome el haber llegado hasta
este momento tan importante de nuestra
formación profesional. A nuestros
padres, por demostrarme su cariño y su
apoyo incondicional en mi formación
académica para lograr ser profesional
de éxito.

2
INDICE

DEDICATORIA ........................................................................................................................... 2
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 4
CAPITULO I................................................................................................................................. 5
BASES TEORICAS DE LA PERSONALIDAD ....................................................................... 5
1.1. Definición de Personalidad.................................................................................... 5
1.2. Componentes de la personalidad ........................................................................ 5
1.2.1. Coste humanístico ............................................................................................... 6
1.2.2. Biométrico ........................................................................................................ 10
1.2.3. Sociales............................................................................................................. 10
1.2.4. Psicodinámica ................................................................................................. 11
CAPITULO II ............................................................................................................................. 13
TRANSTORNOS DE LA PERSONALIDAD ......................................................................... 13
2.1. Trastornos de la personalidad del grupo A..................................................... 13
1.1.1. Trastorno esquizoide de la personalidad ................................................ 14
1.1.2. Trastorno esquizotípico de la personalidad............................................ 14
1.1.3. Cuadro clínico ................................................................................................. 15
2.2. Trastornos de la personalidad del grupo B..................................................... 17
2.2.1. Trastorno de personalidad antisocial ....................................................... 17
2.2.2. Trastorno límite de la personalidad........................................................... 17
2.2.3. Trastorno histriónico de la personalidad................................................. 18
2.2.4. Trastorno narcisista de la personalidad .................................................. 18
2.2.5. Caso 2 .................................................................................................................... 19
CAPITULO III ............................................................................................................................ 21
TRANSTORNOS PSICOTICOS ............................................................................................ 21
3.1. Psicosis puérpera .................................................................................................. 21
3.1.1. Síntomas y signos habituales ..................................................................... 22
3.1.2. Causas y factores de riesgo ........................................................................ 23
3.1.3. Tratamiento de la psicosis posparto......................................................... 23
3.2. Esquizofrenia catatónica ...................................................................................... 24
3.2.1. Diagnostico .......................................................................................................... 25
3.2.2. Tratamiento .......................................................................................................... 25
CONCLUSIONES ..................................................................................................................... 27
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ...................................................................................... 28

3
INTRODUCCIÓN

El estudio de la personalidad pertenece al campo de estudio de la psicología. La


personalidad puede explicarse desde varios enfoques; en primer lugar, permite
conocer de manera aproximada los motivos que conducen a un individuo a
actuar, sentir, pensar y desenvolverse en un medio; también es posible conocer
la manera en la cual un individuo puede aprender e interactuar en el entorno. La
personalidad se puede definir como la estructura dinámica que tiene un individuo,
esta estructura se compone de características psicológicas, conductuales,
emocionales y sociales; estas características se desarrollan a partir de la
interacción de elementos ambientales y biológicos. Se han desarrollado teorías
de la personalidad para describir y explicar la conducta de las personas; a través
del tiempo surgieron otras tipologías sencillas, cuyo objetivo era describir las
diferencias individuales dependiendo de las características observadas en las
conductas. Las explicaciones pseudocientíficas originaron diferentes corrientes
de conocimiento, como el psicoanálisis de Sigmund Freud con el desarrollo del
aparato psíquico, así como otros estudios de diferentes psicoanalistas; después
se desarrollaron los modelos cognitivos, que surgieron a partir de las limitaciones
teóricas y prácticas de la corriente conductual, así como el reduccionismo y la
metodología del paradigma mecanicista. Finalmente se desarrollaron otros
modelos pertenecientes a las corrientes humanistas, por una parte, se originaron
como resistencia a paradigmas anteriores del tipo mecanicista, así como por la
curiosidad de explorar áreas del ser humano que antes no era posible estudiar,
entre esas áreas se encuentra la personalidad; de esta manera, las teorías de
Abraham Maslow, Carl Rogers y Fritz Perls complementaron el paradigma
humanista. No existe una teoría única de la personalidad, sin embargo hay varias
teorías que explican y comprenden al ser humano desde puntos de vista
particulares y diferentes. Salazar 2006

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CAPITULO I

BASES TEORICAS DE LA PERSONALIDAD

1.1. Definición de Personalidad


La personalidad se encuentra dentro del estudio del campo de la
psicología, y se puede explicar desde varias funciones, en primer lugar
permite conocer de forma aproximada los motivos que llevan a un
individuo a actuar, a sentir, a pensar y a desenvolverse en un medio; por
otro lado, la personalidad permite conocer la manera en la cual una
persona puede aprender del entorno. La personalidad se puede definir
como la estructura dinámica que tiene un individuo en particular; se
compone de características psicológicas, conductuales, emocionales y
sociales. Los griegos atribuyeron el término de persona a la máscara que
utilizaban los actores en los teatros para identificarse con alguien en
particular. Cuando los actores utilizaban esta máscara, actuaban de
acuerdo al personaje que representaban. Del concepto de persona deriva,
por lógica, el término personalidad, esto significa que la personalidad es
lo que determina quién es cada quién y cómo nos manifestamos en el
entorno.

1.2. Componentes de la personalidad


La personalidad se configura por dos componentes o factores: el
temperamento y el carácter.

5
a. Temperamento: Todos los seres humanos poseen una herencia
genética, es decir, las características que se heredan de los padres,
como por ejemplo, el color de ojos, el tono de piel, e incluso la
propensión a determinadas enfermedades. El temperamento es un
componente de la personalidad porque determina, de alguna manera,
ciertas características de cognición, comportamiento y emocionales.

b. Carácter: Se denomina carácter a las características de la


personalidad que son aprendidas en el medio, por ejemplo, los
sentimientos son innatos, es decir, se nace con ellos, pero la manera
en cómo se expresan forma parte del carácter. Las normas sociales,
los comportamientos y el lenguaje, son sólo algunos componentes del
carácter que constituyen a la personalidad.

Algunos autores y ciertas corrientes tienen diferentes puntos de vista


sobre la importancia de uno u otro factor, es decir, algunos autores
aseguran que el temperamento es más importante en el despliegue de
la personalidad, mientras que otros autores sostienen que el factor
ambiental el carácter determina la personalidad. No se puede asignar
más peso a uno u otro factor, en realidad la personalidad se determina
en partes proporcionales.

1.2.1. Coste humanístico


El enfoque o modelo Gestalt pertenece a la tercera fuerza de la
psicología, es decir, a las corrientes humanistas, que se diferencia
de la primera fuerza o corrientes psicoanalíticas y de la segunda
fuerza o corrientes cognitivo conductuales por su metodología y
filosofía. El humanismo y la Gestalt teorizan las posibilidades del
ser humano en su crecimiento, de esta manera, el ser humano ya
no se considera como un ser patológico, como lo concebía el
psicoanálisis, o como un ser alterable y modificable
conductualmente. En este sentido, las teorías postmodernas
relacionadas al humanismo realizaron nuevas propuestas

6
conceptuales, y así, conceptos como el amor, la libertad, la
esperanza, la autorrealización, la satisfacción, la felicidad e incluso
la espiritualidad humana, formaron parte del nuevo paradigma
humanista. El enfoque Gestalt se desarrolló a partir de la ruptura
de su fundador (Fritz Perls) con el psicoanálisis; Perls es
influenciado por modelos sistémicos, por teorías de la percepción
(psicología de la Gestalt), por la filosofía existencial, por la
fenomenología, por el budismo Zen y por la situación histórica-
social de la segunda mitad del siglo XX, es así como surge la
terapia o el enfoque Gestalt. Otros modelos que pertenecen a las
corrientes humanistas, también surgen como resistencia a
paradigmas anteriores del tipo mecanicista o por la curiosidad de
explorar áreas del ser humano que antes no era posible estudiar.
En este sentido, las teorías de Abraham Maslow y Carl Rogers
complementan el paradigma humanista de la época.

 Historia de vida: La historia de vida es la serie de


acontecimientos que cada individuo vive, éstos incluyen
aprendizajes, relaciones familiares, situación histórica,
logros personales, fracasos, ideas, actitudes, fantasías, y
todas aquellas situaciones que configuran la vida de una
persona.

 Satisfacción de necesidades: La satisfacción de


necesidades se relaciona con las cualidades, defectos y
capacidades que tiene cada persona para obtener lo que
solicita el organismo. Una necesidad se relaciona con todo
aquello que el organismo requiere para su supervivencia, y
la manera en cómo cada persona satisface sus 53
necesidades está determinada por la historia de vida
personal y por el modo en que se han satisfecho sus
necesidades.

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 Autoconcepto: El autoconcepto se relaciona con la “historia
que cada ser humano cree de sí mismo”, es similar a una
autobiografía que se desarrolla a diario y que se enriquece
con la opinión que tienen otras personas.

Éstas son sólo algunas de las características más descriptivas


de la configuración de la personalidad en el ser humano; definir
y estructurar la manera en cómo se desarrolla la personalidad
desde una postura humanista sería contradecir los principios de
este paradigma, ya que lo que pretende el enfoque Gestalt es
no determinar o encuadrar al ser humano en una serie de
características que lo limitan, al contrario, pretende entenderlo
con base en una serie de características que tienen múltiples
posibilidades de desarrollo. Existen otras propuestas derivadas
de la Gestalt que son similares al aparato psíquico del
psicoanálisis, esto no es extraño ya que los fundadores de cada
modelo fueron originalmente psicoanalistas. El Yo, Ello y
Superyó de Sigmund Freud se desarrolló originalmente para
comprender cómo el ser humano reprimía sus instintos
primitivos convirtiéndolos en funcionales o aceptables para la
sociedad. Las corrientes humanistas desarrollaron un modelo
similar, aunque no tan complejo como el aparato psíquico. Este
modelo se basa en tres fases o entidades del ser humano:

 Yo falso: Es aquello que el individuo concibe como lo


que no es, aunado al autoconcepto; en el Yo falso se
encuentran los conceptos que cada individuo aliena o
separa de su propia imagen; no necesariamente es algo
que en realidad no pertenece a las características de
cada individuo, incluso puede ser algo que aún no es
aceptado como propio, por ejemplo, creer que uno
mismo es poco tolerante ante la frustración, cuando en
realidad –y basado en hechos comprobables- al trabajar

8
con 54 gran presión se sale adelante; entonces, el Yo
falso es la creencia infundada de uno mismo.
 Yo real: Es aquello que cada individuo asume como
propio y que es aceptado como parte de sus
características; sin embargo, el Yo real es similar al
anterior en el sentido de que las características que
asume como reales y propias pudieran ser falsas o
aprendidas. Por ejemplo, una persona que se considera
poco atractiva, y que se asume y actúa de tal forma, se
relaciona e interacciona con el medio a partir de esa
concepción, sin embargo, esta autoaceptación puede ser
un aprendizaje que tuvo desde muy temprana edad y
hasta el momento no ha cuestionado; este tipo de
información e ideas que las personas creen como
propias y que no han cuestionado su veracidad, en
Gestalt se les denominan introyectos. El riesgo de los
introyectos en el desarrollo de la personalidad es que las
personas tienen una imagen falsa hacia el entorno, pero
que el individuo considera como verdadera.

 Yo ideal: Es aquello que el ser humano busca ser; en


ocasiones, el Yo ideal funciona como un motivador en
cada persona para llegar a un estado que en el presente
no es. Se debe recordar que las corrientes humanistas,
entre ellas la Gestalt, enfatizan el presente como lo único
que existe; en este sentido, el Yo ideal es un motor que
moviliza el desarrollo de la personalidad hacia la
satisfacción de sus necesidades, como una forma de
evitar el presente. El Yo ideal puede ser alcanzable, por
ejemplo, un joven que estudia secundaria puede tener
aspiraciones de ser universitario en el futuro, este es un
Yo ideal alcanzable, y por lo tanto no existe frustración
para llegar a ese momento; sin embargo, pueden existir
ideales que son sumamente difíciles o imposibles de

9
alcanzar, en esos casos, la persona vive frustrada o
insatisfecha por aquello que no ha conseguido o nunca
conseguirá.

1.2.2. Biométrico

El cognitivismo, surgido en la década de los años cincuenta,


estudia los procesos mentales internos como la inteligencia, la
memoria y el lenguaje. Pero a diferencia del estructuralismo y el
funcionalismo, no utilizaba técnicas introspectivas. En su lugar, y
de forma similar al conductismo, analizaba conductas específicas,
pero explicándolas en términos de procesos mentales internos en
vez de recurrir a simples relaciones de estímulo-respuesta.

Los desarrollos en el área de las ciencias de la computación en los


años 70 contribuyeron notablemente a despertar el interés en esta
escuela psicológica. Las analogías entre el cerebro humano y los
computadores (como la ejemplificada en la tabla siguiente)
indicaban que eventualmente sería posible explicar la conducta
humana mediante un conjunto definido de reglas.

1.2.3. Sociales

Las teorías conductuales nos ayudan a entender las conductas de


nuestros hijos. Pero el beneficio principal de una teoría acertada es
el desarrollo de un enfoque de intervención competente. En el
pasado, las conductas se manejaban con el objetivo de eliminarlas,
generalmente utilizando el castigo y premiando las nuevas
conductas. Era más bien un "enfoque disciplinar". Los enfoques
más recientes se centran en técnicas positivas para intervenir,
comenzando con un verdadero conocimiento de las razones por las
cuales se manifiestan las conductas. El considerar a todas "las
conductas como comunicación" se ha convertido en el estándar de
estos nuevos enfoques. También se ha prestado una mayor
atención a otras razones por las diferencias en conducta. Entre

10
ellos, los factores de riesgo, tales como la condición médica o
neurológica del niño, sus deficiencias sensoriales, si las tuviera, y
su historial socioemocional y de patrones de apego. También se
toman en consideración los elementos ambientales y contextuales
(lugares y personas) que pudieran funcionar como elementos
"desencadenantes" de la conducta.

A continuación, se presentan cuatro de los enfoques o métodos que


se utilizan actualmente en el entorno educativo:

 El Apoyo Positivo de la Conducta (Positive Behavior Support -


PBS) es un enfoque que ofrece un proceso para describir la
conducta, entender las funciones o los factores que contribuyen
a la persistencia de la conducta y desarrollar un plan para
ayudar de forma proactiva.
 La Evaluación Funcional de la Conducta (Functional Behavioral
Assessment - FBA) es un método que se utiliza para recopilar
tanta información como sea posible sobre la conducta del niño
y sobre las razones por las cuales se pudiera estar produciendo.
 El resultado de una FBA en un Plan de Intervención Conductual
(Behavior Intervention Plan - BIP).
 Actualmente, los sistemas de Intervenciones Conductuales
Positivas y Apoyo (Positive Behavior Interventions and Support
- PBIS) se utilizan a lo largo del sistema escolar, desde la
escuela preescolar hasta la secundaria.

1.2.4. Psicodinámica

La teoría propuesta por Freud relacionaba personalidad con el


funcionamiento de la mente, distinguiendo entre el “ello”, el “yo” y
el “superyo”. En este sentido, concibe la personalidad como
sistemas opuestos que entran en conflicto incesantemente.

El “ello” representa la parte innata de la personalidad, nuestros


impulsos, necesidades y deseos más elementales, operando de

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acuerdo al placer y cubriendo las necesidades básicas fisiológicas
sin pensar en las consecuencias. El ello lo forman los deseos más
primarios, pulsiones más primitivas como el hambre, la sed y los
impulsos irracionales.

El “yo” evoluciona según se avanza en el desarrollo, tiene como fin


cumplir los deseos del ello y a la vez tiene que conciliarse con las
exigencias del superyó, ejecutando un papel regulador entre
ambos. Sigue el principio de realidad satisfaciendo los deseos del
ello pero de una manera apropiada y representa el agente
consciente e intenta ser realista y racional.

Por su parte, el “superyó” representa los pensamientos morales y


éticos, contrarresta al “ello”, y consta de dos subsistemas que son
la conciencia moral y el ideal del yo. No está presente desde el
inicio de la vida de la persona, sino que surge como consecuencia
de la internalización de la figura de padre debido a la resolución
del complejo de Edipo.

Del equilibrio entre el ello y el superyó al que llegue el yo,


dependerá que la conducta de los sujetos se considere normal o
anormal, constituyendo cada uno su personalidad característica.

Otros conceptos claves en su teoría son el inconsciente, ya que


comprende todos aquellos procesos y fenómenos de los que no
somos lúcidos.

El consciente hace referencia a los fenómenos que ocurren a


nuestro alrededor así como procesos mentales de los que nos
damos cuenta. Finalmente, entre ambos se encontraría el
preconsciente referidos a aquellos fenómenos de los que no se es
consciente pero que sí se puede llegar a serlo si se presta atención.

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CAPITULO II

TRANSTORNOS DE LA PERSONALIDAD

2.1. Trastornos de la personalidad del grupo A


Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo A se
caracterizan por pensamientos o comportamientos excéntricos o
extraños. Incluyen el trastorno paranoide de la personalidad, trastorno
esquizoide de la personalidad y trastorno esquizotípico de la personalidad.

Trastorno paranoide de la personalidad

 Desconfianza y sospecha generalizadas hacia los demás y sus


motivos

 Creencia injustificada de que los demás intentan dañarte o


engañarte

 Sospecha injustificada de la lealtad o la fiabilidad de los demás

 Vacilación al confiar en los demás debido al temor no razonable de


que usarán la información en tu contra

 Percepción de comentarios inocentes o situaciones no intimidantes


como si fuesen insultos o ataques personales

 Reacción hostil o de furia a los insultos o desaires percibidos

 Tendencia a guardar rencor

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 Sospecha injustificada y recurrente de que el cónyuge o la pareja
sexual es infiel

1.1.1. Trastorno esquizoide de la personalidad

 Falta de interés en las relaciones sociales o personales;


preferencia por la soledad

 Amplitud limitada de las emociones

 Incapacidad para disfrutar la mayoría de las actividades

 Incapacidad para captar las señales sociales normales

 Aparentar ser distante o indiferente

 Poco interés o interés nulo en las relaciones sexuales

1.1.2. Trastorno esquizotípico de la personalidad

 Vestimenta, pensamientos, creencias, discurso o conductas


peculiares.

 Experiencias perceptivas extrañas, como escuchar que


alguien susurra tu nombre.

 Falta de expresión emocional o respuestas emotivas


inadecuadas.

 Ansiedad social y falta de relaciones cercanas o


incomodidad con dichas relaciones.

 Respuesta indiferente, inadecuada o suspicaz a los demás.

 «Pensamiento mágico» (creer que puedes ejercer influencia


en personas y acontecimientos con el pensamiento).

 Creencia de que determinados incidentes o acontecimientos


casuales tienen mensajes ocultos exclusivos para ti.

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1.1.3. Cuadro clínico

Caso 1

La paciente es un ama de casa de 70 años de edad con dos hijos


adultos.

Motivo de consulta: La paciente siempre había sido siempre una


persona muy ordenada, por lo tanto cuando comenzó a olvidarse
cosas elementales, su esposo comenzó a preocuparse. La llevó al
médico de familia quien la derivó al servicio de psiquiatría de un
hospital general para su examen. Según su marido, los problemas
de memoria se hicieron evidentes cuando la paciente se quejaba
de que no podía recordar algunos nombres. Su esposo notó que a
veces era incapaz de acordarse de cosas que habían sucedido el
día anterior. Debido a que cada vez su problema progresaba mas,
tenía dificultad para calcular el dinero al ir de compras, y a menudo
volvía sin las cosas que necesitaba. Siempre había estado
orgullosa de su forma de cocinar pero ahora arruinaba la comida.
Cada vez que cocinaba, le ponía demasiada sal o no la salaba. Se
olvidaba también de apagar la cocina o dejaba la canilla abierta.
Durante los doce meses anteriores a la consulta no había podido
hacer las tareas del hogar sin ayuda de su marido. Consultó a su
médico familiar varias veces y éste le recetó fármacos
neurotróficos, sin resultados aparentes.

Antecedentes: La paciente vivía con su esposo, un maestro


jubilado de 72 años. Ella también había sido maestra pero dejó de
ejercer cuando nació su primer hijo y nunca más volvió a trabajar.
Su esposo la describió como una persona serena, sociable y jovial.
No había habido mayores problemas en el matrimonio o con los
hijos, sin embargo, en los meses anteriores a la consulta, su esposa
se había vuelto retraida, apática irritable y un poco recelosa. El
padre de la paciente falleció en una institución para enfermos
mentales, en la cual había sido internado a los 75 años por
“arterioesclerosis”.

15
Datos actuales: Al ser examinada la paciente se presenta algo
desprolija. Lúcida, pero notoriamente ansiosa y suspicaz.
Desorientada en tiempo y espacio. Recordaba los nombres de sus
hijos pero no sus edades o fechas de nacimiento. Tampoco podía
recordar la suya propia ni sabía el nombre del presidente de su
pais. Su lenguaje era bien articulado pero lento, y poco preciso.
Tenía dificultad para encontrar las palabras para expresarse. No
podía recordar tres objetos después de un intervalo de cinco
minutos. No pudo copiar un cubo y fracasó completamente al copiar
la figura del “Rey”. Realizaba cálculos con mucha dificultad y no
podía contar hacia atrás. Entendía los refranes sólo en forma literal,
y no podía detectar el error de lógica en la “historia del tren” (en
esta historia, se le dice al paciente que casi todos los accidentes
ocurren en el último vagón, por eso se decidió sacarlo). Era incapaz
de advertir la naturaleza del problema. No se detectaron anomalías
en el examen físicos y neurológico. Su presión arterial de la era
normal para su edad. Todos los análisis de laboratorio dieron
negativos, pero una tomografía computada mostró una marcada
atrofia cortical.

Discusión: La paciente presenta un deterioro de la memoria y


otras habilidades intelectuales, suficiente para impedir sus
actividades en la vida cotidiana. Esto se encuentra asociado con un
cambio en su comportamiento social ( apatía , suspicacia e
irritabilidad). La disminución de la memoria y otras funciones
intelectuales ha estado claramente presente durante seis meses; el
inicio ha sido insidioso y comenzó después de los sesenta y cinco
años, con un deterioro progresivo, y en ausencia de una causa
específica. La conciencia se mantuvo lúcida. Estas observaciones
nos permiten hacer un diagnóstico clínico seguro de demencia en
la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío (F00.1). De acuerdo
con los Criterios Diagnóstico para la Investigación, la demencia de
grado moderado, debido a que la paciente está impedida de actuar
sin la ayuda de su esposo y requiere atención considerable. Dada

16
la ausencia de delirios, alucinaciones o síntomas depresivos, se
puede agregar la codificación 0, como quinto carácter.

2.2. Trastornos de la personalidad del grupo B

Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo B se


caracterizan por pensamientos o comportamientos dramáticos,
excesivamente emotivos o impredecibles. Incluyen el trastorno de
personalidad antisocial, trastorno límite de la personalidad, el trastorno
histriónico de la personalidad y trastorno narcisista de la personalidad.
2.2.1. Trastorno de personalidad antisocial

 Indiferencia hacia las necesidades o los sentimientos de los


demás

 Mentiras, robos, uso de apodos, estafas constantes

 Problemas legales recurrentes

 Violación constante de los derechos de los demás

 Comportamiento agresivo, a menudo violento

 Indiferencia hacia la seguridad propia y de los demás

 Conducta impulsiva

 Irresponsabilidad constante

 Falta de remordimiento por el comportamiento

2.2.2. Trastorno límite de la personalidad

 Conducta impulsiva y riesgosa, como tener relaciones


sexuales sin protección, involucrarse en apuestas o tener
atracones

 Imagen personal inestable o frágil

 Relaciones inestables e intensas

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 Cambios en el estado de ánimo, a menudo como reacción
al estrés interpersonal

 Conductas suicidas o amenazas de autolesión

 Temor intenso a estar solo o a ser abandonado

 Sentimientos de vacío continuos

 Ataques de ira frecuentes e intensos

 Paranoia intermitente relacionada con el estrés

2.2.3. Trastorno histriónico de la personalidad

 Búsqueda constante de atención

 Excesivamente exaltado, drástico o provocativo en el plano


sexual, con el objetivo de captar la atención

 Discurso espectacular con opiniones fuertes, pero con


pocos hechos o detalles para respaldarlas

 Fácilmente influenciable

 Emociones poco profundas que cambian rápidamente

 Preocupación excesiva por la apariencia física

 Pensamiento de que las relaciones con los demás son más


cercanas que lo que en realidad son

2.2.4. Trastorno narcisista de la personalidad

 Creencia de que eres especial y más importante que los


demás

 Fantasías sobre el poder, el éxito y la atracción

 Incapacidad para reconocer las necesidades y los


sentimientos de los demás

 Exageración de logros o talentos

18
 Expectativa de elogios y admiración constantes

 Arrogancia

 Expectativas no razonables de favores y ventajas, a


menudo aprovechándose de los demás

 Envidia hacia los demás o creencia de que los demás te


envidian

2.2.5. Caso 2
Descripción del caso
Varón de 21 años, soltero, convive en las ˙últimas semanas con un
amigo, ya que tiene orden de alejamiento de tres meses de su
familia de origen. Estudios primarios, trabajos eventuales cortos,
en la actualidad está· en paro.

Motivo de consulta Derivado desde la fundación Jiménez Díaz


donde ha estado ingresado 48 horas con un diagnóstico de psicosis
no especificada y abuso de cannabis continuo. Tratamiento al alta:
Risperdal 3 mg (1-0-2).

Enfermedad actual Acude


al Centro de Atención de Drogodependientes acompañado de un
amigo refiriendo que le han dicho que los porros le sientan mal.
Consume 7-8 porros / día y hace 10 días tras viajar a Pamplona y
quedarse sin dinero suspende el consumo de hachís y a los 4 días
comienza a pensar que la gente habla mal de mí... me querían
hacer daño todos, describe también alucinaciones auditivas
fugaces, simples, hiperestesias auditivas, labilidad e incongruencia
afectiva y sensaciones hipocondríacas extrañas que vive con gran
angustia. Todo ello le hace irse de Pamplona y acudir a urgencias
hospitalarias.

Antecedentes personales somáticos


Sin interés.

19
Juicio clínico
Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de
cannabis.
-Trastorno psicótico inducido por cannabis.
-Probable trastorno disocial de la personalidad.

Comentarios
La sintomatología nos ayuda poco para poder hacer un buen
diagnóstico diferencial entre un primer brote esquizofrénico y un
episodio psicótico inducido. Los síntomas y edades son similares y
en este caso existe incluso un trastorno de personalidad de base,
que para algunos autores favorecería la posible aparición de una
esquizofrenia. Quiz· la larga historia de abuso, su inicio en la
adolescencia, la rápida desaparición de la sintomatología (aunque
siempre superior a los dos días que señalan los textos) y la alta
impregnación neuroléptica incluso a dosis bajas nos haría pensar
en un trastorno inducido. El diagnóstico definitivo nos lo dar· la
evolución.

20
CAPITULO III

TRANSTORNOS PSICOTICOS

3.1. Psicosis puérpera

La psicosis puerperal o posparto es un tipo de trastorno psicótico que


aparece en mujeres que acaban de tener un bebé, generalmente en las
dos semanas que siguen al parto. Se caracteriza por síntomas típicos de
la psicosis como alucinaciones, delirios, desorganización del
pensamiento, desinhibición conductual y catatonia.

En los trastornos psicóticos se da una pérdida de contacto con la realidad


que puede manifestarse en distintas áreas y tiene una gravedad variable.
Se cree que existe una fuerte influencia genética que determina el
desarrollo de síntomas de psicosis.

Esta forma de psicosis fue descrita por el médico obstétrico alemán


Friedrich Benjamin Osiander en 1797. En el pasado se atribuía la psicosis
puerperal a infecciones, a alteraciones tiroideas o a la eclampsia, un
trastorno convulsivo del embarazo; aunque estas hipótesis se han
descartado (excepto la tiroidea), las causas siguen sin estar del todo
claras.

Es una alteración relativamente poco frecuente, dado que afecta a 1 de


cada 1000 mujeres que dan a luz. En comparación la depresión posparto,
un subtipo del trastorno depresivo mayor, se presenta en
aproximadamente el 15% de las madres. Aunque pueden aparecer
síntomas psicóticos en el marco de una depresión posparto, se trata de
trastornos diferentes.

21
Los manuales DSM no incluyen el diagnóstico de psicosis puerperal;
utilizando estas guías habría que clasificar estos casos como “Trastornos
psicótico no especificado”. En la CIE-10 encontramos la categoría
“Trastornos mentales y del comportamiento en el puerperio”, en la que se
incluye también la depresión posparto.

3.1.1. Síntomas y signos habituales


Los síntomas referidos y signos observables de la psicosis
puerperal varían en gran medida en función del caso concreto, e
incluso a lo largo del curso del trastorno en una misma persona.
Síntomas opuestos, como la euforia y el estado depresivo, se dan
en ocasiones de forma conjunta.

Los signos iniciales más frecuentes de la psicosis


posparto incluyen la aparición de sensaciones de euforia, la
reducción en la cantidad de sueño, la confusión mental y la
verborrea.

Además de ser clasificables en un cuadro de tipo psicótico de


naturaleza similar a la de la esquizofrenia o el trastorno
esquizoafectivo, los síntomas habituales de la psicosis puerperal
en ocasiones también se asemejan a los de la manía y la
depresión, las principales alteraciones del estado de ánimo.

 Delirios y otras creencias extrañas


 Alucinaciones, especialmente de tipo auditivo
 Paranoia y suspicacia
 Irritabilidad e inestabilidad emocional
 Estado de ánimo bajo, incluso depresivo
 Manía: sensación de euforia, aumento de energía y
agitación psicológica
 Pensamiento acelerado y confusión grave
 Dificultades para la comunicación
 Hiperactividad motora y desinhibición conductual

22
 Disminución de la necesidad o de la capacidad para dormir
 Falta de reconocimiento de las alteraciones
 Aumento del riesgo de suicidio y de infanticidio

3.1.2. Causas y factores de riesgo

La investigación revela que la psicosis puerperal se asocia a la


esquizofrenia, al trastorno bipolar y al esquizoafectivo; alrededor de
un tercio de mujeres con estos trastornos sufren episodios
psicóticos graves tras el parto. Además, las personas que
presentan psicosis posparto tienen un 30% de posibilidades de
tener otro episodio en embarazos subsiguientes.

Se cree que existe un componente genético en este trastorno,


puesto que el hecho de que una pariente cercana haya sido
diagnosticada de psicosis puerperal aumenta el riesgo de
desarrollarlo en aproximadamente un 3%. La historia familiar de
depresión en el embarazo o el posparto, trastornos psicótico-
afectivos y disfunciones tiroideas también son factores de riesgo.

No obstante, la mitad de mujeres que sufren psicosis puerperal no


presentan ningún factor de riesgo; una hipótesis que podría explicar
esto sería la que asocia este trastorno a los cambios hormonales y
del ciclo de sueño que se producen después del parto. Las madres
primerizas parecen tener una probabilidad mayor de desarrollar
este tipo de psicosis.

3.1.3. Tratamiento de la psicosis posparto

Cuando se detecta un caso de psicosis posparto lo más habitual es


que la estancia en el hospital se alargue, o bien que la madre sea
hospitalizada de nuevo. En general el manejo de esta alteración se
lleva a cabo mediante farmacoterapia, aunque existen programas
de intervención psicológica de emergencia para la psicosis que
pueden ser muy útiles como complemento.

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Entre los medicamentos utilizados para tratar esta alteración
destacan dos categorías: los antipsicóticos y los estabilizadores del
estado de ánimo, psicofármacos de referencia en el trastorno
bipolar. Los antidepresivos también pueden ser útiles para manejar
síntomas como el estado de ánimo depresivo, la irritabilidad, las
dificultades para dormir y los problemas cognitivos.

Los casos resistentes al tratamiento farmacológico que además


son graves, como los que conllevan un riesgo manifiesto de
suicidio, son tratados en ocasiones con terapia electroconvulsiva.

La mayoría de personas que sufren esta alteración se recuperan


de forma completa al cabo de entre seis meses y un año, mientras
que la gravedad de los síntomas suele disminuir de forma clara
antes de los tres meses tras el parto. El riesgo de suicidio sigue
siendo elevado durante el periodo de recuperación.

3.2. Esquizofrenia catatónica

La esquizofrenia catatónica es una rara enfermedad que combina la


sintomatología clásica de la esquizofrenia con la catatonia. Una de sus
principales características es que los pacientes que la padecen pueden
pasar por periodos alternantes de apatía extrema en donde entran en una
especie de coma y de excitación extrema, padeciendo movimientos
motores incontrolables.

La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta al paciente


deteriorando sus capacidades en diversos aspectos psicológicos. Los
pacientes que la padecen pueden perder el contacto con la realidad, sufrir
alucinaciones, delirios, tener pensamientos anormales y alteración del
funcionamiento social y laboral.

La catatonia es un síndrome psicomotor caracterizado por anormalidades


motoras. Cuando ambas se unen se diagnostica al paciente con
esquizofrenia catatónica.

Los pacientes que sufren de este trastorno o bien experimentan una


pérdida extrema de las habilidades motoras o muestran la hiperactividad

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motora. La resistencia al movimiento se observa en estos pacientes. Los
síntomas también implican la repetición de las frases sin sentido e imitan
a otras personas (ecopraxia).

Otros síntomas son la falta de la higiene personal, la falta de las


emociones, los ataques de ira, los problemas para funcionar en la escuela
o el trabajo, el aislamiento social y los movimientos torpes y
descoordinados. Incluye también una postura llamada como la flexibilidad
cerosa, lo que significa que la persona cuando se coloca en una posición
específica, mantiene la postura durante mucho tiempo.

3.2.1. Diagnostico

No existe una prueba diagnóstica definitiva para la esquizofrenia. El


psiquiatra realiza el diagnóstico basándose en una evaluación del historial
de la persona y de su sintomatología.

Para establecer el diagnóstico de esquizofrenia, los síntomas deben durar


por lo menos seis meses y asociarse con deterioro significativo del trabajo,
los estudios o del desarrollo social. La información procedente de la
familia, amigos o profesores es importante para establecer cuándo
comenzó la enfermedad.

El médico deberá descartar la posibilidad de que los síntomas psicóticos


del paciente estén causados por un trastorno afectivo. Con frecuencia se
realizan análisis de laboratorio para descartar el abuso de sustancias
tóxicas o un trastorno subyacente de tipo endocrino o neurológico que
pueda tener algunas características de psicosis. Ejemplos de este tipo de
trastornos son los tumores cerebrales, la epilepsia del lóbulo temporal, las
enfermedades autoinmunes, la enfermedad de Huntington, las
enfermedades hepáticas y las reacciones adversas a los medicamentos.

3.2.2. Tratamiento

El tratamiento de la esquizofrenia es farmacológico, principalmente con


neurolépticos o antipsicóticos. Se diferencian dos tipos de antipsicóticos:

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 Los clásicos: la clorpromazina, el haloperidol o la tioridazina.

 Los neurolépticos atípicos: clozapina, risperidona, olanzapina,


ziprasidona o quetiapina

Ambos grupos tienen en común la capacidad de corregir desequilibrios de


los neurotransmisores, sobre todo la dopamina, y aliviar los síntomas
positivos. Sin embargo, los neurolépticos atípicos tienen especial
capacidad de conseguir el desequilibrio del neurotransmisor serotonina. A
ello se ha asociado la efectividad de este tipo de neurolépticos sobre los
síntomas negativos. Los neurolépticos atípicos tienen además la ventaja
de producir menos efectos secundarios.

En casos muy concretos, como la escasa respuesta al tratamiento con


medicamentos, con grave riesgo de suicidio o agresión hacia otros, en el
subtipo de esquizofrenia catatónica puede estar indicado el tratamiento
con electroshock. Pese a su mala prensa, las condiciones de aplicación
actual del electroshock hacen que sea un procedimiento seguro, además
de muy eficaz.

Los tratamientos antipsicóticos han permitido que, en la mayor parte de


los casos, el pacientecon esquizofrenia pueda vivir en comunidad. Es
extraordinariamente importante aprovechar esta posibilidad y combinar el
tratamiento farmacológico con una serie de medidas destinadas a que el
paciente esté ocupado y activo.

Estas medidas constituyen lo que se denomina terapia psicosocial.


Precisa de mecanismos asistenciales como por ejemplo, talleres
ocupacionales, centros de día, centros de salud mental y grupos de
autoayuda.

El diálogo entre paciente con esquizofrenia y el médico puede ser un


instrumento terapéutico importante, si tiene como fin que el enfermo
conozca su patología. El médico le puede enseñar a convivir con la
patología y a utilizar sus propios recursos psicológicos y ajenos -familia,
amigos, apoyo-, para acercarse más a su entorno.

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CONCLUSIONES

Como conclusión ante todas las clasificaciones de trastornos y sus derivadas, se


concluye con la diversidad de los trastornos de la personalidad que hace muy
difícil explorar las causas que originan a cada uno, por ello se les define
brevemente lo que trata cada trastorno. De hecho, en muchos casos no se posee
la información suficiente para tener una explicación más específica de dichas
causas. Lo que sí es un hecho es que estos trastornos están influidos por
factores biológicos, psicológicos, sociales y sociocultural, ya que todo lo que nos
rodea nos afecta de alguna manera y para las personas que sufren alguno de
estos trastornos es un reto muy difícil de aprender a vivir con ellos, ya que la
personalidad no se puede curar pero si la puede controlar por medio de terapias,
para poder saber cómo convivir con el tipo de trastorno que presente la persona
y tratar de tener un estilo de vida lo más adaptable.

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Stone MH. Abnormalities of personality. Within and beyond the realm of


treatment. New York: WW Norton; 1993. p. 4.

2. Livesley WJ. Practical management of personality disorder. New York:


Guilford Press; 2003. pp. 17-8.

3. DSM-IV-TR. Criterios diagnósticos. American Psychiatric Association. En:


López-Ibor Aliño JJ, Valdés Myiar M, editores. Barcelona: Masson; 2002.

4. Widiger TA, Simonsen E, Krueger R, Livesley WJ, Verheul R. Personality


disorder research agenda for the DSM-V. J Pers Disord. 2005;19:315-38.

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