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Sandro D’Onofrio
Como menciona García del Castillo, “…lo imaginario [imaginación o phantasía] ha sido,
tanto que indeterminado, indefinible y, por ello, reducido al plano de lo que debe quedar
fundamental para entender el sentido de la vida humana, pues, de alguna manera, orienta
su curso a nivel del intelecto y vida práctica, por ejemplo. Dicho esto, el presente trabajo
se propone entender de la imaginación en qué consiste y en qué rol cumple respecto a las
Intelecto y vida práctica. La primera abordará qué entiende Aristóteles por imaginación
1. La imaginación
Aristóteles menciona que la imaginación es una facultad propia del alma humana y de
algunos animales –de ellos no nos ocuparemos en este trabajo- aunque no esclarezca con
precisión a qué modo de ser del alma (nutritiva, sensitiva, intelectiva) pertenece. Respecto
a los modos de ser del alma, nos dice que no pertenece ni a la sensibilidad ni al puro
inteligir pero que sí está relacionada con ambas (Rivera 2). Entonces, ¿qué es?
La imaginación es la facultad por la que los seres tienen acceso a imágenes. Puede darse,
ya sea que se les aparezca, presente o que se las conciba. No se trata de sensaciones,
pensamiento o actos de existencia real. “…la imaginación no puede ser tampoco ninguna
de las disposiciones habituales o potencias a las que siempre acompaña la verdad, como
son la ciencia o el intelecto y es que la imaginación puede ser también falsa”. Esto también
explica porque cuando nos dice que si se nos ocurre una idea que puede causar temor, con
dejar de angustiarnos. “…Porque cuando sabemos que algo terrible está ante nosotros
sentimos una fuerte impresión, pero cuando lo imaginamos nos quedamos tan tranquilos
tiene una relación necesaria con el intelecto, que vendría a ser la facultad más elevada del
ser humano. Sin imaginación no hay entendimiento ni capacidad de inteligir. Para opinar,
para el intelecto, para la ciencia, se necesita a la imaginación (De Anima 428a 2-4). Lo
importante a resaltar de todo esto es que tanto la opinión, el intelecto y la ciencia ayudan
al ser humano a una mayor comprensión del mundo y de sí mismos. Gracias a ellas, el ser
Hasta este punto, aún no queda claro qué hace a la imaginación tan importante y cuál es
su vínculo tanto con lo sensible como con el intelecto. Para ello, se hablará qué expresan
las imágenes y qué vínculo tienen con la vida humana tanto a nivel sensitivo como
intelectivo.
1.1. La imaginación y su relación con lo sensible
Como dice Castoriadis, el acto de imaginar no puede tener lugar sin el cuerpo, este le da
contenido (en García del Castillo 16). Es por el cuerpo que sé es consciente de un sinfín
de atributos, características del mundo natural y de los objetos en general que se tienen
gracias a los sentidos y son el contenido de estos últimos que están comprometidos en la
aristotélicos, los objetos sensibles. Aquellos que puede ser captados por los cinco
sentidos. Aquí entra en mención la vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto. Y a estos
es importante sumarle las cualidades comunes (koiná) o sensibles comunes que son
movimiento, inmovilidad, número, figura, tamaño, entre otros, que están presentes en
todos los objetos de percepción de algún modo. Todo lo mencionado es propio del modo
de ser sensitivo del alma. Hablemos brevemente de los cinco sentidos arriba
mencionados.
precisamente el color (De Anima 418a 27). Es lo primero que resalta a la vista. No
sorprendería entonces que al tener presente una imagen de un objeto cualquiera, pueda
contraste, entre aspectos afines a la luz y el color. En Del sentido y lo sensible, Aristóteles
nos dice: “La facultad de la vista, en efecto, nos hace conocedores de muchas diferencias
de toda especie, ya que todos los cuerpos participan del color” (17). Todo esto se ve
reflejado en la imaginación. Este sentido, en particular, respecto de los demás, tiene una
que pueden ser contrastados, verificados, percibidos por otros sentidos. Es cierto que la
vista no hace una clara y exacta exposición de todos ellos pero sí un acercamiento a través
de la luz. Este elemento, que permite la visión, el acto de ver por la vista, tiene la
deriva de la palabra luz (pháos) puesto que no es posible ver sin luz (García del Castillo
manera muy similar que el sentido de la vista. Ambos muestran una visión ante el ser
sensibles han pasado por la visión humana, cuáles son con los que se ha tenido algún tipo
de relación.
(sensibles) que suenan producto del contacto de dos objetos, también se puede escuchar
sonidos que son producidos a voluntad provenientes de seres animados como los animales
y los seres humanos. De entre todos los sonidos, Aristóteles rescata uno en especial: la
voz (420b 5-9). Este solo proviene de la voz humana. En ella se puede apreciar
características de longitud, tono, articulación, entre otras. No solo por ello, tiene la
transmite sabiduría. El oído puede captarla, aunque no sea competencia de este sentido
entenderla, ni pensarla, de todas maneras, pasa por él. Los sonidos afectan al sentido y
también al ser humano. El sentido tratado aquí no tiene una relación tan directa como con
la visión, pero sí podemos decir que la imaginación cumple un rol más que de visión, de
recuerdo (de este tema se tratará más adelante). Pongamos un ejemplo, al querer saber si
un niño tiene la voz más aguda en comparación a otro, y ambos o uno de ellos no están
presentes, tendré que regresar a un evento en el que los escuché a ambos y posteriormente
Del olfato cuyo sensible es el olor, Aristóteles dice que el olfato humano es inferior al de
todos los demás seres vivos (Del sentido y lo sensible 25). Aristóteles piensa que carece
de precisión y agudeza. A pesar de eso, afecta al alma humana. Aun así no deje una
impresión tan fuerte a diferencia de otros sentidos, se puede recurrir a los sensibles del
olfato por medio de la phantasía. Ella muestra, como nos dice Sorabji, al ser humano no
solo los sensibles y sus diferencias sino que también remite la dirección de dónde
Quedan dos sentidos por abordar: el tacto y el gusto. Del primero, su sensible es lo
tangible, todo aquello que puede ser tocado, palpado. Puede ocurrir al momento en que
el ser humano ejerce contacto, presión sobre otro objeto, o, simplemente al rozar con uno.
Aquí, a diferencia del sentido de la vista, se pueden palpar las texturas, seguir el borde a
las texturas, etc. Respecto al gusto, cuyo sensible es el sabor, Aristóteles dice que es una
forma de tacto (Del sentido y lo sensible 21). En ambos casos, por medio de la phantasía,
el ser humano puede traer al presente todo lo que estos sentidos han experimentado. Es
Presentada una breve exposición de los sentidos y mencionado que sus respectivos
sensibles son los que salen a la luz en el acto de imaginar, aclararemos que no es de
etc. (ya mencionados anteriormente). Estos últimos son percibidos por medio de una
sensibilidad común. Los sensibles que presentan los sentidos más las cualidades comunes
de los objetos, en general, dan al ser humano una apreciación de las cosas más completa,
un panorama más amplio, con mayor perspectiva, fondo, etc. Frede, refiriéndose a
Aristóteles dice: “Nosotros tenemos algo como una visión panorámica de toda una
imaginar todo aquello percibido por los sentidos, muestra en acto presente alguna
experiencia humana. Esto se puede hacer a libre voluntad, cuando alguien quiere recordar
la voz de qué niño suena más aguda y trae al presente esa imagen de los dos cantando,
por ejemplo. Puede darse sin que el humano se lo proponga, cuando tiene imágenes por
medio de sus sueños, cuando se le presenta una experiencia o una imagen vivida.
Sea cual sea el motivo de la aparición de la imagen, la phantasía le muestra al ser humano
reposo. De alguna manera muestra el dinamismo del mundo sensible y perceptible. El ser
Tratado el punto de lo sensible y su vinculación con la phantasía, toca explicar qué rol
Para Sorabji, la phantasía se puede entender como retención de imágenes, ella no participa
afectado, a causa de los sentidos, en el ser humano. Su forma de hacer presente lo que ha
sido experimentado es debido a que lo percibido está presente el alma humana, está
registrado. El alma recuerda lo que vive. Lo experimentado se sedimenta de alguna
Ello ocurre por la facultad humana de la memoria. Por medio de ella, el ser humano puede
memoria y el recuerdo 36). Se presenta en los seres humanos en grados distintos, hay
quienes tienen buena memoria, hay quienes no. Se trata de la retención de imágenes que
enmarcan los sucesos en el que el alma aprendió, pensó, oyó (De la memoria y el recuerdo
38).
La memoria evoca recuerdos en forma de imágenes y aquí está presente la relación con
la phantasía. Esta también expone los recuerdos en forma de imágenes, es decir también
pueda explicar la razón por la que no les atribuye una facultad ni modo de ser particular
del alma, menciona en De la memoria y el recuerdo: “Es, pues, evidente que la memoria
corresponde a aquella parte del alma a la que también pertenece la imaginación (39)”.
Así como pasa con la phantasía, que es la evocación de la forma del objeto o la experiencia
sensible, así también pasa con la memoria. Solo se retiene la impresión no el hecho. (De
la memoria y el recuerdo 39). El ejemplo que funciona para explicar ello es el sello del
anillo. En De Anima, Aristóteles nos dice que se recibe la forma sensible sin la materia
“al modo en que la cera recibe la marca del anillo sin el hierro ni el oro, y es que recibe
la marca de oro o de bronce pero no en tanto que es de oro o de bronce” (420a 19-21).
Aquí solo queda huella la forma del sello, no se traslada el material del anillo. Sin
embargo, esa forma remite al objeto en cuestión y es una muestra de que se ha tenido
objeto se retiene en la memoria después de experimentar con él, debe pasar un tiempo
para eso (Del sentido y lo sensible 41). El tiempo hace que se vaya sedimentando el objeto
recuerdo al presente es un modo de darle una existencia actual. Para Aristóteles, la acción
el recuerdo 45). Esta búsqueda de recuerdos no es otra cosa que la búsqueda de imágenes.
La búsqueda de traer –en los casos que aplique, pues con los sueños no hay decisión o
voluntad propia- al presente aquello que el ser humano quiere atender, prestar atención,
ver. Imaginar es, entonces, una manera de seleccionar los recuerdos de entre un
sinnúmero de experiencias que equivalen, por así decirlo, a la vida humana. A partir de
sus recuerdos, el ser humano ordena, configura, acomoda, organiza, reconstruye sus
Este proceder es una constante en el día a día del ser humano, este no puede no remitir a
las imágenes. El tener acceso a la experiencia sensible, por tener un cuerpo, lo lleva a
movimiento del ser humano.” Este movimiento alcanza la connotación de acción. Esto
implica que se trata de un movimiento cuyo principio es la elección (López 169)”. Este
movimiento se da a nivel del alma. Entonces por él, el alma accede al intelecto y a su vida
práctica.
una constante reactivación del pasado. El ser humano regresa a su experiencia, regresa a
recrea, reconstruye, desde el presente, las imágenes que evoca (Suárez 9).
deseado, que puede ser la imagen, mueve al pensamiento porque su principio es el objeto
deseado (433a 1-3). Y no conforme con solo imaginarlas (imagen), las va a querer
conocimiento (Ferme 51). Para ello, necesita recurrir a la imagen, para interpretar y
enunciar toda la experiencia. Como dice Aristóteles en De Anima, el alma no intelige sin
El intelecto está facultado a expresar de manera comprensible para los seres humanos, el
capacidad intelectiva lo lleva a entender las relaciones que pueden existir entre los objetos
de percepción. Sin estos, no se tendría algo que decir. “De ahí también que cuando se
las imágenes son como sensaciones solo que sin materia… [Sin las imágenes] no sería
que, finalmente, ha quedado sellado en su memoria. Suárez nos dice: “Las evocaciones
de los eventos pasados implican creatividad y síntesis cognitiva (10)”. Esto nos indica
que el ser humano es un partícipe activo de lo que enuncia, predica, en otras palabras, de
ser humano dirige lo que va a enunciar, predicar, es, en otras palabras, su forma de dirigir
su conocimiento. En el orden de los aspectos que resalta y rescata de los objetos sensibles
Respecto a la vida práctica, así como la imaginación lleva al ser humano al movimiento
para inteligir sobre lo vivido, también lo motiva a moverse para dirigir sus conductas.
(García del Castillo 31). Y que además “la imaginación guía las acciones humanas,
control de la conducta (García del Castillo 30)” La imaginación aquí funciona como guía,
a partir de la cual el ser humano tiene acceso a lo ya vivido y es por la experiencia que le
resulta familiar que él puede actuar y tomar decisiones respecto de su conducta. “Cuando
[el ser humano] afirma o niega [de lo imaginado] que es bueno o malo, huye de ello o lo
persigue (431a 14)”. Vale aclarar que no solo los seres humanos pueden moverse gracias
al recurso de la imagen, los animales que también cuentan con esta facultad también
Así como con las facultades tanto sensitivas como intelectivas, también en el caso de la
vida práctica, el ser humano funciona como guía. Esto se puede dar respecto a cómo se
comportan los objetos de percepción y, entonces, a partir de ellos, el ser humano sabe qué
hacer respecto de ellos, ya sea como manejar, por ejemplo, un caballo, una lira o, qué hay
que hacer con un martillo, etc.; ya sea tener imágenes de otras conductas humanas que lo
preparan y disponen para saber qué hacer. En cualquier caso, el ser humano, como con
los temas anteriores, recurre al pasado. Recurre a las vivencias que ya ha experimentado
que le recuerdan en el modo práctico qué hacer o qué es lo que probablemente pase y
imagen, a partir de la cual el ser humano piensa, decide, actúa. A partir de la imagen tiene
acceso a su modo de ser y así poder contrastar, cambiar, reformular, mejorar, acciones
prácticas.
Conclusiones
y por su relación estrecha con la memoria cumple un rol de guía que influye
decisivamente en las facultades humanas tanto intelectiva como de vida práctica. Para
tiene material para sus imágenes. Ello ayudó a entender que cada objeto de percepción o
sensible (diferente en cada sentido) tiene su correspondencia con la imagen que el ser
humano evoca. Como segundo punto se dijo que la imaginación tiene una relación
estrecha con la memoria –tema sobre el que Aristóteles no da suficientes alcances- esto
hace que le permita al ser humano, en su acto de imaginar, recordar imágenes, y sobretodo
recordar justamente aquello que más ha sido retenido en su memoria. Esto lleva a entender
sino aquello que, de alguna manera más ha prestado atención o en todo caso aquello que
ha quedado grabado. Esto nos indica que tanto memoria como imaginación hacen una
selección que lleva al ser humano a recurrir a ciertos recuerdos. Esta es una forma de que
ser intelectivo y práctico por darse a partir de la imaginación –es decir la imagen que ha
sido seleccionada – han sido orientados, guiados, en base a ella. La imaginación prepara
al alma humana para que pueda darse la intelección y la vida práctica de determinada
humana. Así la imaginación no solo da pie a las facultades humanas sino también orienta
Bibliografía
Aristóteles
García del Castillo, P., Aristóteles, De ánima III, 3: Primera exploración por el