Вы находитесь на странице: 1из 1

comunidad.

Por lo tanto, presuponer una dicotomía entre propiedad indígena


colectiva de la tierra y propiedad privada occidental sería una simplificación
poco útil para los fines de la presente discusión. Por el contrario, la relevancia
de la autoctonía surge claramente en tendencias y patrones observables en las
transacciones de tierra al interior de la comunidad indígena. Aun cuando el
Estado chileno permite que sólo las personas que poseen certificados indígenas
compren tierras al interior de una comunidad indígena, la venta de tierras a
mapuche afuerinos es muy infrecuente y los individuos que deciden trasladarse
a una comunidad donde no tienen vínculos parentales no son fácilmente in-
cluidos en las actividades de la comunidad, incluyendo las demandas de tierras.
Vale la pena considerar que la autoctonía no es un principio extendido a los ma-
puche como grupo étnico, sino al grupo de personas que comparten el mismo
lugar de origen, de acuerdo a la expresión de tuwün.
El contraste entre los principios del tuwün y las nociones jurídicas de la tierra
es evocativo de la distinción analítica entre tierras míticas y jurídicas propuesta
por Abramson (2000). Las tierras míticas están centradas en relaciones de iden-
tidad con retazos específicos de tierra que determinan a su vez sentimientos de
derechos. Por el contrario, una relación de propiedad “está vinculada al contexto
jurídico bajo cuya jurisdicción la solidez de cada propiedad, sin importar cuál
es su historia, descansa sobre la legitimidad de mediaciones contemporáneas
más que en la autoridad del pasado” (ibíd.:8). En este contexto, “cada cambio
de propiedad tiene lugar como un acontecimiento, desconectado de todos los
demás” (ibíd.: 14). Bajo este principio, la compensación por la pérdida de tie-
rra ancestral llevada a cabo por el Estado constituye un momento fundacional
e irreversible. Por medio de la inclusión de propiedades anexadas dentro de
documentaciones oficiales de propiedades de tierra, el Estado tiene la última
palabra en la demarcación y ubicación de la tierra asignada a los demandantes.
Los límites de la tierra indígena están ahora completamente demarcados como
límites de propiedades inalienables e inmutables, y la posibilidad de resolucio-
nes futuras en demandas pendientes está descartada. Este es el último momento
del proceso transformativo del “territorio ancestral” implícito a las negociacio-
nes estatales de las demandas de tierra mapuche.

Conclusión

Este capítulo comenzó con una pregunta: ¿pueden las demandas de tierra indí-
genas ser tratadas como procesos indígenas? A través de la revisión tanto de la
experiencia de la tierra ancestral como del involucramiento de los demandantes

170
PIERGIORGIO DI GIMINIANI

tecnología de los márgenes.indb 170 12/06/15 12:13

Вам также может понравиться