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COMUNICACIÓN EDUCATIVA I

2. EMISOR

Es aquella persona que transmite, emite o envía el mensaje a través de un canal


hasta un receptor.

2.1. Habilidades comunicativas

Las Habilidades o Competencias Comunicativas se entienden como un conjunto de


procesos lingüísticos que se desarrollan durante la vida, con el fin de participar con
eficiencia y destreza, en todas las esferas de la comunicación y la sociedad humana.
Hablar, escuchar, leer y escribir son las habilidades del lenguaje. A partir de ellas,
nos desenvolvemos en la cultura y la sociedad, y a través de su desarrollo, nos
volvemos competentes comunicativamente.

El lenguaje verbal y el no verbal (cine, música, pintura, etc.), la diversidad lingüística,


la gestualidad, la emocionalidad, la comprensión de las diferencias, las semejanzas
entre el habla y la escritura y el papel mediador de la lectura, cimientan nuestra
capacidad de comprender, interpretar y elaborar contenidos comunicativos, para la
interpretación del mundo, la expresión de la subjetividad y el ejercicio de nuestra
ciudadanía.

Existen diferentes clasificaciones de habilidades comunicativas. Aquí presentamos


algunas nociones básicas.

-Claridad.

-Concreción
-Brevedad.
-Orden del mensaje.
-Insistencia.
-Ser agradable.
-Información compleja.
-Generar confianza.
-Información de retorno o feedback.
-Tono de voz adecuado.

2.1. Concreción y claridad

El proceso de comunicación es muy amplio y determina todos los ámbitos de la vida


cotidiana.

Uno de ellos es el proceso de enseñanza - aprendizaje.


De los seis elementos citados, vamos a estudiar el mensaje, específicamente la
claridad y la concreción como características garantes de un buen proceso de
comunicación en el aula, ya sea en clases presenciales o virtuales.
Claridad: la claridad significa que el mensaje se interpreta y se entiende
rápidamente.
La información es fácil de entender cuando el lenguaje es sencillo, las ideas
están bien construidas y cada tema se desarrolla siguiendo un orden lógico
(coherencia).

Concreción: significa usar las palabras que comunican exactamente lo que quiere
expresar. O sea, se utilizan las palabras o códigos (esquemas, dibujos, caricaturas,
etc.), datos y demás recursos didácticos indispensables, justos y significativos para
expresar ideas precisas; la calidad, la cantidad, la pertinencia de la información
permiten una comunicación adecuada. Debemos ser breves porque mientras más
largas y complejas son las oraciones, mayor es la probabilidad de afectar la claridad
del mensaje y confundir a nuestros interlocutores. Otros requerimientos por tomar
en cuenta son: Organizar la información según el medio utilizado Elegir el formato
adecuado para presentar la información, seleccionar los medios, materiales y
recursos didácticos de apoyo.

Los docentes están tan habituados a trabajar al frente de la clase y transmitir


mensajes (tanto verbales como no verbales) que muchas veces no son conscientes
de los requerimientos de tal acto comunicativo. Implica ciertos pasos y cuidados.

Para desarrollar una clase oral, se deben tomar en cuenta cuatro elementos, según
menciona Hernández (2006: 68-69):

1. La figura del docente: debe tener una imagen que proyecte actualización y
progreso, que no es un experto en la materia (un sabelotodo), sino más bien una
persona informada, responsable y con amplitud para aprender toda la vida.

2. La definición de resultados: las metas deben estar claras a partir de los


objetivos planteados.

3. La dinámica del aula: el docente se expresa con gestos y movimientos, además


de sus palabras. Entonces surgen algunas preguntas, a saber: ¿Cómo se desplaza
en el aula?, ¿Cómo crea espacios de aprendizaje?, ¿Cómo interactúa con los
alumnos?, ¿Establece un diálogo con los estudiantes?, ¿En qué tono de voz se
dirige a ellos?, ¿Cuándo y cómo motiva a los estudiantes?, ¿Cómo los incentiva a
intentar algo nuevo? ¿Qué estilo y palabras emplea para corregir a un estudiante?
4. El tratamiento de contenidos: se deben organizar y dosificar para presentarlos
a los estudiantes. La comunicación oral docente se caracteriza sobre todo por la
interactividad del proceso, la cual facilita a los involucrados la participación y la toma
de decisiones. Este hecho es de particular relevancia en el modelo pedagógico, que
es autodidáctico, auto dirigido y constructivista. El docente es un facilitador del
proceso de aprendizaje.
Habilidades verbales de recepción

Escuchar

Es la capacidad de sentir, de percibir sensorialmente lo que transmite otra persona,


comprender el mensaje; este aspecto permite al oyente, evaluar la importancia de
lo escuchado para responder acertadamente al interlocutor; exige además tomar
conciencia de las posibilidades de tergiversación de los mensajes.

Leer

La lectura es fundamental en el desarrollo de habilidades y competencias


comunicativas del ser humano. Como realización intelectual, es un bien colectivo
indispensable en cualquier contexto económico y social. Como función cognitiva,
permite el acceso a los avances tecnológicos, científicos y de la información. Da la
posibilidad de recrear y comprender mejor la realidad. Leer, es ser capaz de dialogar
críticamente con el texto, tomar una postura frente a él y valorarlo integrándolo en
el mundo mental propio.

Habilidades verbales de emisión

Hablar

Se denomina hablar a la capacidad que tiene el ser humano de comunicarse


mediante sonidos articulados. Estos sonidos son producidos por el aparato fonador,
que incluye lengua, velo del paladar, cuerdas vocales, dientes, etc. Esta propiedad
es distintiva en el hombre, ya que si bien está presente en distintas especies del
reino animal, es en la naturaleza del hombre en la que alcanza su más alta
manifestación, en la medida en que despliega un altísimo grado de complejidad y
abstracción en lo referente al contenido.

Escribir

La expresión escrita representa el más alto nivel de aprendizaje lingüístico, por


cuanto en ella se integran experiencias y aprendizajes relacionados con todas las
habilidades lingüísticas (escuchar, hablar y leer) y se ponen en funcionamiento
todas las dimensiones del sistema lingüístico (fonológica, morfo-sintáctica, léxica-
semántica y pragmática).

La escritura es una habilidad compleja, que implica que el escritor tenga


conocimientos, habilidades básicas, estrategias y capacidad para coordinar
múltiples procesos.

Habilidades no verbales

Las habilidades no verbales son todas aquellas que incluyen el lenguaje corporal y
todo lo que no sean las palabras. Es el arte de interpretación de símbolos y señales
comunicados por los gestos, expresiones faciales, contacto visual, la postura, etc.
El tono de voz por ejemplo es una habilidad no verbal por excelencia porque no es
la palabra, sino el matiz de la palabra, es el lenguaje corporal de la palabra. La
capacidad de comprender, resignificar y utilizar la comunicación no verbal o
lenguaje corporal, es una poderosa herramienta para conectarse con los demás y
con la realidad circundante.

2.2. Nivel de conocimientos y comunicación educativa

Para que un mensaje sea eficaz debe responder a unos requisitos fundamentales.

1.-Claridad de los mensajes deben ser claros, comprensibles e inequívocos.


2.-Precision, la información transmitida tiene que ser completa y precisa, de forma
que no cree en los receptores desconfianza y sospecha.
3.-Objetividad y veracidad. La información debe ser verdadera, autentica, imparcial
y esencialmente objetiva.
4.-Oportuno, el mensaje ha de emitirse en el momento en que es útil y necesario, y
no antes ni después.
5.-Interesante, el mensaje ha de ser crear en el receptor una relación y eso solo es
posible si es interesante.

2.3. Aspectos afectivos.

Cada ser humano a partir de sus necesidades e intereses inician el proceso


comunicativo. Es la NECESIDAD o el INTERÉS lo que nos llama a establecer un
vínculo de relación con el otro.

Cualquier tipo de relación entre los seres humanos, configura la identidad y


personalidad de cada interlocutor. Depende del nivel de autoestima y su escala de
valores de cada interlocutor, para que la identidad sea fortalecida, y los detalles en
los gestos y palabras garanticen el valor agregado de la comunicación.

Aspectos afectivos
Cada evento o circunstancia genera diversas emociones en cada ser humano.
Depende de las experiencias vividas por cada interlocutor para expresar y manejar
sus emociones. Los diferentes hechos comunicativos, cumplen diferentes
funciones, sin embargo se puede considerar que cumplen la función terapéutica en
el hablante, ya que constituye una forma de controlar emociones y mitigar los
sentimientos de culpabilidad, remordimiento, etc. En este aspecto suceden dos
hechos a identificar:

 Las emociones que causa el emisor al receptor: Un emisor puede causar


sentimientos de odio, rechazo, miedo, desprecio, simpatía, amor, piedad, etc.
Cualquier tipo de emoción ocasionada por el emisor, condiciona el tipo de
relación comunicativa, en consecuencia la calidad de la relación con el oyente.
Por ejemplo en el aula, si un alumno tiene sentimientos de rechazo (por cualquier
causa) hacia el profesor, este no pondrá atención en el salón de clases o será un
distractor para los demás; entonces la comunicación se verá afectada.

 Las emociones que presenta el receptor antes y durante de la relación


con el emisor: El receptor puede estar viviendo una situación difícil, jubilosa, etc.
Este estado de ánimo condicionará, de manera determinante, los resultados y
calidad de la relación con el emisor. En este sentido, al poner en juego los aspectos
sociales, culturales, étnicos, raciales, condiciona la claridad, objetividad de los
mensajes y la actitud del emisor. Toda comunicación se ve afectada de manera
positiva o negativa al condicionarse al estado de ánimo de superioridad, inferioridad,
el uso del idioma, raza, condición social, estado social, poder que tenga el oyente
frente al hablante.
Lo mencionábamos anteriormente, el profesor debe saber identificar los estados de
ánimo de los alumnos, pues también estos condicionan el proceso de la
comunicación.

Por lo anterior, la actitud tolerante será fundamental para que la relación entre el
emisor y receptor sea llevadera. Es necesario comprender y tratar de colocarnos en
el lugar del otro para entender, en su verdadera dimensión la intencionalidad del
mensaje y encontrar las alternativas más adecuadas a cada situación y contextos
comunicativos.

Un hecho, en el cual siempre, la comunicación pierde calidad, es cuando


reaccionamos de manera impropia a nuestra rol que estamos cumpliendo o al
estatus al que pertenecemos. Es decir, los estados emocionales no son manejados
de manera adecuada y constituyen un ruido distorsionador del hecho comunicativo.

2.4. Aspectos de valores.

El emisor y el receptor presentan dimensiones: profesional, social y personal que


hace que cada persona sea única, diferente e irrepetible. Cuando hablamos de ser
profesional, estamos refiriéndonos al oficio, ocupación, especialización profesional
que determina una forma y estilo de relación comunicativa e interpersonal. Sin
embargo este tipo de relación se ve influenciada por la dimensión social, cuyos
referentes son de orden económico, político, religioso, cultural, racial, etc.

Cada relación con otras personas, grupos sociales, culturales e instituciones, etc.
determina un estatus social caracterizado por el ejercicio del poder sobre los demás.
Esta realidad califica de importante, notable al emisor y ejerce influencia y dominio
sobre los demás. Estas dos dimensiones son adquiridas de acuerdo a cada contexto
y momento histórico de cada ser.

Los valores influencia la calidad de la comunicación entre emisor y receptor. Lo


mismo sucede en el proceso de decodificación y comprensión del mensaje. Un
oyente puede comprender un mensaje de acuerdo a su escala de valores,
sentimientos, roles, etc.
A todo esto, hay que tener en cuenta que existen los ruidos en la comunicación que
afecta en la calidad de la comunicación; así tenemos, entre otros:

Los prejuicios que constituyen un distorsionador importante y además recurrente.


Siempre actuamos con el supuesto de que… La objetividad no existe en este caso
o es muy pequeña. Estos prejuicios se presentan en razón del tipo de experiencias
vividas por el oyente, la cultura, la raza, el sexo, el contexto, el nivel educativo, el
estatus social, político y económico del emisor o receptor.

Autoestima del hablante u oyente, la misma que está condicionada por las
experiencias vividas con anterioridad, generando un tipo de personalidad con
actitudes positivas o negativas. Toma de decisiones de acuerdo al tipo de ejercicio
del poder que tienen el hablante u oyente.

Estos ruidos generan y condicionan la calidad de la comunicación humana. Todo


hecho comunicativo es determinado por una necesidad o interés que configura la
condición de ser humano.

Por ejemplo, en el aula un alumno de acuerdo a su cultura, puede estar interesado


en establecer una comunicación con su profesor o con sus demás compañeros o
por el contrario, sus costumbres no le permiten hablar sobre un tema en específico
lo que impedirá que el proceso de comunicación sea efectivo.

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