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UNA PERSPECTIVA ACTUAL DEL “TRASTORNO FONOLÓGICO“

O DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO Y SUS


REPERCUSIONES EN EL APRENDIZAJE.
1
Por: Néstor Antonio Pardo Rodríguez

RESUMEN. Tradicionalmente se define a la Dislalia o Trastorno Fonológico, como una


alteración o trastorno del habla, entendiéndose ésta como el acto motor que conlleva la
articulación de sonidos en la expresión oral o modalidad comunicativa audio – oral. En la
Dislalia o Trastorno Fonológico existirían alteraciones fonológicas y/o fonéticas que
dificultarían la correcta expresión del individuo. Pero, ¿se ha definido previamente el
perfil del niño o la persona que presenta Dislalia o Trastorno Fonológico? ¿Será la
Dislalia o Trastorno Fonológico una alteración pura o el síntoma de diversos
desequilibrios lingüísticos, socioemocionales, psicomotrices, nutricionales y
odontoestomatológicos? Estas y otras preguntas son las que generan este artículo.

PALABRAS CLAVES: Dislalia, Trastorno, Fonológico, alteración, habla, lenguaje


modalidad, comunicativa, fonética, fonología, psicomotor.

INTRODUCCIÓN

La inadecuada traducción de términos o el uso popular de los mismos, sin un análisis


sustancial, nos llevan a confundir definiciones importantes de términos como Lenguaje,
Lengua, Habla y Modalidades Comunicativas, utilizándolas indistintamente una por otra.
Esto complica la ubicación adecuada de los diferentes trastornos, desórdenes o
alteraciones en Habla o Lenguaje.

1
Néstor Antonio Pardo Rodríguez. Terapeuta del Lenguaje / Fonoaudiólogo graduado por la Universidad Nacional de
Colombia. Diplomado en Educación Temprana y Psicomotricidad Infantil de la Universidad Nacional de Trujillo, Perú.
Maestría en Educación Superior de la Universidad Francisco Xavier de Chuquisaca, Bolivia. 36 años de experiencia en los
campos de Educación (regular, especial e inclusiva), Salud (prevención y rehabilitación), Promoción Comunitaria y
Cooperación Internacional: 16 años en Colombia, en instituciones gubernamentales y privadas de nivel nacional,
departamental y municipal, y 20 años de experiencia internacional en Bolivia, Nicaragua y Perú.

Ha sido Secretario de Educación Municipal, Asesor de Concejo Municipal en el tema de Educación, Creador de Programas de
Educación Especial, Promotor de ONGs relacionadas con la temática de la Educación y Terapeuta del Lenguaje (sectores
Público y Privado) en Colombia. Cooperante de la ONG de Cooperación Internacional Británica CIIR / Progressio en
Nicaragua del Servicio Internacional Británico en La Paz (Bolivia), Ex - Fonoaudiólogo Asesor y Coordinador del Equipo
Técnico de los Centros Infantiles Municipales del Gobierno Municipal de Cobija (Pando), Bolivia.
Tradicionalmente se define la Dislalia o Trastorno Fonológico como una alteración o
trastorno del habla, entendiéndose ésta como el acto motor que conlleva la articulación
de sonidos en la expresión oral o modalidad comunicativa audio – oral. NO ES un
trastorno del Lenguaje.

Como facultad de la mente humana, el Lenguaje implica la capacidad para codificar o


descodificar un mensaje, mediante mecanismos que permitan transformar ideas,
emociones y conceptos en Praxias, previo el reconocimiento de los estímulos internos y
externos que nos inducen a la comunicación.

También se podría definir Lenguaje como la Función Neuropsicológica Superior,


capacidad o facultad de aprender una Lengua y utilizarla en forma creativa a través de
las diversas modalidades comunicativas.

LENGUAJE LENGUA MODALIDADES


COMUNICATIVAS
El lenguaje es una Conjunto de símbolos y Las modalidades de
facultad de la mente signos arbitrarios, comunicación son las formas
humana con base en la convencionalizados que orales o no – orales que
cual se codifica o utiliza un determinado utiliza creativamente una
descodifica un mensaje. grupo para comunicarse. persona para comunicarse:
Tal facultad se Audio – Oral (Habla)
operacionaliza o Este conjunto está Visual - Gráfica: escritura,
implementa, mediante reglamentado a través de pintura, dibujo.
una estructura estructuras propias de la Gestual o Mímica
neuropsicológica misma: Kinésica Convencional:
conformada por una red relacionada con la Lengua de
de alta complejidad de - Sintaxis Señas
mecanismos y centros - Semántica Tactil - Haptica: Contacto
nerviosos especializados - Fonética físico, Alfabeto Braille.
genéticamente en: - Pragmática
- Morfología Otras modalidades
la organización de la - Ortografía complementarias,:
producción y el
reconocimiento de las Ejemplos: Castellano, SUPRASEGMENTALES DEL
cadenas sonoras del Francés, Inglés, Lengua de HABLA: Comprenden
habla y los componentes Signos de Perú, etc. timbre, ritmo, prosodia
de otras modalidades (entonación y pausas), y la
comunicativas; intensidad.
KINÉSICOS NO
las reglas que gobiernan CONVENCIONALES:
el ordenamiento movimientos y posturas
secuencial de las corporales, incluidos la
palabras en frases y mirada y el contacto
oraciones; corporal.
CRONÉMICOS: concepción,
 y el sistema de estructuración y uso del
significado que se tiempo.
adhiere a éstas, como PROXÉMICOS: concepción,
consecuencia de las estructuración y uso del
experiencias cotidianas espacio (proximidad al
y la interacción social interlocutor).
del individuo en una
variedad de situaciones
comunicativas.

Lenguaje, Lengua y Modalidades Comunicativas.

El Terapeuta del Lenguaje / Terapeuta de la Comunicación, Logopeda o Fonoaudiólogo


debe realizar en compañía de un Equipo Profesional Ínter o mejor Transdisciplinario un
proceso de evaluación integral e integrado, centrándose no solo en las producciones
orales, sino en todas las áreas del desarrollo lingüístico, y en el contexto social y
comunicativo del sujeto.

En este artículo se hará un intento por resaltar que la llamada ― Dislalia - o Trastorno
Fonológico generalmente no es en sí un trastorno, sino más bien un síntoma de diversas
problemáticas que puede presentar un niño en su desarrollo tanto del lenguaje,
comportamiento como de su proceso de socialización.

LENGUAJE Y DISCURSO ORAL

Las tres funciones neuropsicológicas básicas del ser humano son: Praxias, Gnosias y
Lenguaje. La aparición de éstas, parte de la capacidad que tiene el ser humano para
aprender y son a la vez las fuentes fundamentales para continuar aprendiendo. La
adquisición y el perfeccionamiento del lenguaje, están estrechamente asociados con la
evolución del movimiento. Cada pequeño traslado o cambio de posición de nuestro cuerpo,
no solo trae consigo todo un mensaje, sino que también contribuye a que las estructuras
anatómicas encargadas de la aparición del habla, cumplan su función.
Entre las características más fascinantes de nuestro cerebro se destaca su capacidad
para modificar constantemente su propia función en respuesta a las experiencias, que se
presentan de segundo a segundo. Es decir, la posibilidad de recordar y aprender. El
aprendizaje hace referencia a los procesos por medio de los cuales adquirimos nuevo
conocimiento acerca de los sucesos del mundo que nos rodea.

El proceso funcional de aprendizaje debe tener la capacidad para recibir, codificar,


almacenar, evocar, relacionar, analizar y manejar la información, de manera que pueda
surgir desde dentro el razonamiento, la correlación, la idea.

Para recibir información, la atención juega un papel clave. En la misma se distinguen tres
factores básicos: a) el estado de activación, alerta o vigilia (encendido del sistema); b) la
detección del estímulo (mecanismos por los cuales se identifica la entrada de una señal);
y c) la orientación hacia él (respuesta motora en la búsqueda del estímulo).

Después de la detección del estímulo, debemos reconocerlo y discriminarlo. Es decir,


saber de dónde proviene, definir su tipo: gustativo, olfativo, auditivo, visual,
propioceptivo, interioceptivo, etc. y comprenderlo. En esto consiste la Gnosia: es el
reconocimiento del estímulo con base en la información que ya se tiene y el contraste con
otros estímulos, para diferenciarlo. Así, se pueden definir Gnosias simples como el color
y Gnosias complejas, como el reconocimiento de una palabra en un idioma determinado.

La Gnosia puede ir al tiempo u ocasionar una Praxia. Es decir, la planificación de un


movimiento coordinado desde el cerebro para realizar una acción determinada. Hay
Praxias simples, como indicar o mover un dedo, hasta Praxias tan complejas como
expresar una oración hablada o escrita.

El Lenguaje, a su vez, necesita de Gnosias y Praxias para su realización. Como facultad de


la mente humana implica la capacidad para codificar o descodificar un mensaje, mediante
mecanismos que permitan transformar ideas, emociones y conceptos en Praxias, previo el
reconocimiento de los estímulos internos y externos que nos inducen a la comunicación.

LA LENGUA

Según Rossi - Landi (1970), la lengua no es una creación del individuo, sino producto de la
comunidad:
― En ningún caso el aprendizaje individual del lenguaje dentro de una lengua consistió en la
producción de los instrumentos de los que cada lengua hoy consiste; se cumplió
socialmente a través de decenas o centenares de milenios y sería totalmente absurdo
pensar que pueda ser cumplido nuevamente por un solo individuo. Sería como aprender a
servirse de los instrumentos y procedimientos, supongamos, de la extracción minera
2
contemporánea, sino recorrer solo toda la historia de tal extracción

Esto también lo afirma Miller (1979) indicando que las 1500 lenguas existentes en el
mundo ofrecen un testimonio vigoroso de que implica un aprendizaje. Así, al niño no le es
posible construirla, ya que ―de hecho, ninguna sociedad conoce, ni jamás ha conocido la
lengua de otro modo que como un producto heredado de las generaciones precedentes y
3
hay que tomar tal cual es , sencillamente aprende desde los primeros días de vida el
modelo lingüístico que le proporciona la sociedad donde nació, por medio del cual le es
posible aprehender la realidad.

La lengua, fenómeno cultural históricamente posterior al habla, es según Rojas (1989), el


reino de las articulaciones de los signos, ―un sistema que combina una serie distinta de
significantes con una serie distinta de significados, de tal manera que esas articulaciones
convierten la facultad del lenguaje en pensamiento hablado y sirve de mediadora entre el
4
individuo y la sociedad . Ha sido construida por cada colectividad durante el transcurso
civilizador de la especie humana, por medio de la convencionalización de señales o
símbolos vocales, kinésicos o gráficos, definidos para enmarcar conceptos válidos para la
interacción intersubjetiva eficaz.

De allí surge la idea de que la palabra señala un objeto, un fenómeno, una acción, o una
relación (Lublianskaia, 1980).

―Nos da la posibilidad de analizar los objetos, destacar de ellos las propiedades


esenciales y situarlos en determinada categoría. La palabra es un medio de abstracción y
síntesis, refleja los nexos y relaciones profundas que hay tras los objetos del mundo
5
exterior

2
ROSSI-LANDI, Ferruccio. El lenguaje como trabajo y como mercado. Monte Avila Editores, Caracas,
1970. pp. 22 y 23.
3
SAUSSURE, op. cit. p. 136
4
ROJAS, Jaime. La psicolingüística. Editorial El Propio Bolsillo, Medellín, 1989. p. 33
5
LURIA, Aleksandr. Lenguaje y pensamiento. Editorial Fontanella, Barcelona, 1980. p. 27
Para Sawyer y Butler (1991) identificar lo que una palabra
significa es un problema complejo. Dentro de la memoria
semántica hay un diccionario mental del hablante. Este
proporciona información acerca de las palabras, sus
significados y pronunciación, así como de sus contextos
asociacionales. Como consecuencia, el significado de una
palabra es activado dentro del contexto en el cual se lee.

En otros términos, el contexto dispone de ayudas para


elegir cuál de los significados es el apropiado, siempre y
cuando el niño tenga un suficiente conocimiento del mundo que
lo rodea.

El nivel fonológico de la Lengua o Idioma, comprende 2 aspectos a saber:

 La Fonética
 La Fonología

LA FONÉTICA

Estudia todas las posibilidades articulatorias y acústicas de los sonidos producidos y


percibidos por los seres humanos independientemente de sus significaciones sociales. Se
ocupa, desde una perspectiva anatómica y fisiológica, del plano material y concreto de los
sonidos como de las realidades físicas. La fonética articulatoria describe el
funcionamiento del aparato vocal humano (órgano de la respiración, fonación, articulación
y resonancia) con relación a la corriente de aire empleada en la producción de los sonidos
del habla. El nivel de representación fonética es el nivel articulatorio o superficial
(Contreras y Lleó, 1982)

LA FONOLOGÍA

Se ocupa del plano de los significados, del funcionamiento de unidades fónicas distintivas
en la formación del signo lingüístico. Estas unidades fónicas, llamadas ―fonemas‖ son
inmateriales y formales y las definimos como modelos ideales de sonido, abstracciones de
las cualidades permanentes del sonido (rasgos distintivos), que funcionan como una
representación mental. El nivel de representación fonológico es el nivel abstracto o
subyacente (Contreras y Lleó, 1982).
EL SONIDO, LA AUDICION Y EL HABLA

Uno de los elementos indispensables para los procesos normales de la audición y el habla
es el sonido. Este, en sí es una onda mecánica longitudinal que se propaga a través del
aire. Entre sus características específicas se encuentran la frecuencia y la intensidad,
que son objeto de estudio de la acústica, una rama de la física (Cromer, 1978; Miller,
1979).

El oído humano en situaciones normales puede captar sonidos de una frecuencia entre 16
y 20.000 ciclos por segundo (vibraciones dobles por segundo o hertz), aunque es más
sensible a las diferencias entre un tono y otro cuando se hallan 50 dB (decibeles) por
encima del umbral de audición y en la gama de los 500 a los 4.000 ciclos por segundo
(zona de la discriminación auditiva del habla). Entre mayor sea el número de hertz (Hz)
de la onda sonora, más agudo será el sonido según la sensación subjetiva del individuo, y
mayor será la frecuencia.

Es de anotar que los sonidos del habla, al igual que todos los que se producen en la
naturaleza no son tonos puros, sino complejas mezclas que se congregan en un espectro,
por lo cual el oído debe ser capaz no sólo de captarlos, sino de analizarlos y enviarlos al
cerebro para que éste identifique los mensajes que portan.

Así, la producción de la expresión oral, en su fase mecánica, se divide en dos etapas: la


emisión de un sonido audible cuando las cuerdas vocales vibran, produciendo una
frecuencia fundamental (F0 = 125 - 250 Hz); y la constitución de un fonema concreto por
medio de modificaciones adaptativas del aparato articulador, el cual tiene algunas
estructuras que pueden cambiar de posición.

Buena parte del problema del uso de la discriminación auditiva para aprender a leer es
una cuestión de desarrollo cognoscitivo. El ser humano debe desarrollar el concepto de
fonema como unidad del sonido oral y el oído es capaz, entonces, de captarlo y
discriminarlo según este aspecto, su duración y el intervalo temporal entre la aparición
de éste y otro fonema contrastante.

Los rasgos pertinentes o distintivos de los sonidos del habla son universales pero cada
comunidad hablante elige solo aquellos que cumplen una función en la lengua, y así,
podemos construir el sistema fonológico de cada idioma. El cerebro humano discrimina
con precisión aquellos rasgos de sonido que fueron reforzados en la infancia por la
comunidad hablante y obtuvieron una ―cualidad de señal‖ o rasgo distintivo permanente y
se convirtieron en huellas memorables de la ecología y de la calidad de vida de la
comunidad hablante.

Los sonidos que el hombre primitivo emitía reiteradamente en una situación determinada
provocaban una actividad analítico-sintética diferenciada de los analizadores auditivo y
fónico-motor. La satisfacción de sus necesidades, posterior a tal conducta, reforzaba la
correspondiente reacción vocal, así como la adecuada imagen acústica, afianzando en la
corteza las asociaciones útiles (Spirkin, 1962). Esto permitió la especialización de los
dispositivos respectivos y la génesis del habla.

Todo este largo proceso enunciado como desarrollo de la humanidad es fiel copia de lo
que pasa en el niño en unos pocos años. Para que ocurra una efectiva comunicación, el
cerebro, a través de las redes del sistema nervioso central, debe recibir, transmitir,
seleccionar y organizar toda la información antes de llegar a la comprensión. Todas las
estructuras cerebrales identificables están presentes desde el nacimiento, pero el
desarrollo de las células continúa, incrementando la complejidad de la estructura
dendrítica y expandiendo sus conexiones con otras neuronas (De Conde, 1984), según la
estimulación que se proporcione al niño y una adecuada nutrición.

No obstante, el hecho de que el ser humano llegara a comunicarse por medio de acciones
auditivo-vocales fue una feliz casualidad, puesto que los vertebrados terrestres
quedaron prácticamente sordos por espacio de 200 millones de años, al emerger del agua
(Vergara, 1990). De no haber desarrollado el oído medio, solución biológica aportada por
la naturaleza para tal problema, el hombre actual no tendría audición, por lo cual hubiera
debido utilizar signos manuales, gestuales o gráficos para la interacción con otros
miembros de su colectividad y sobre tal fundamento se sustentaría el lenguaje.

El componente fonológico, se desarrolla entre los primeros meses de vida hasta


aproximadamente 6-7 años, aunque no existe una edad clara de adquisición. Los fonemas
presentan una secuencia de desarrollo según las edades, y según la mayoría de los
autores, a la edad de 4 años los niños deben tener la mayoría de los fonemas adquiridos e
interiorizados, dando espacio a que se instauren de manera precisa y madura, los
fonemas vibrantes especialmente los múltiples y el manejo de las secuencias
consonánticas hasta la edad de 5 años. A los 6 años debe el niño tener manejo coherente
y constante de cada uno de los rasgos distintivos de cada uno de los fonemas en su
cadena hablada.

La conciencia fonológica introduce al niño en el sistema de los sonidos del habla a través
de la captación de las funciones diferenciales de los fonemas, sílabas y palabras y en la
conciencia de las secuencias de fonemas en la palabra y en la combinación de sonidos.

Todo ser humano durante su proceso de desarrollo fonológico, utiliza una serie de
mecanismos de adquisición y desarrollo de cada uno de los sonidos del habla y los
fonemas, pero si estos son inadecuados o mal estimulados, se producirá un proceso
fonológico no acorde a la edad, o una alteración fonológica.
DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO

Los prefijos como "dis" tratan de establecer parámetros clínico – patológicos (criterios
de enfermedad) a hechos que muchas veces son solo producto del normal desarrollo de la
persona, o no son tan graves como podría pensarse. El profesional debe ser cuidadoso al
emitir estos diagnósticos, ya que producen generalmente ansiedad a los padres de
familia. Es mejor hacer una explicación sencilla sobre su caracterización y la manera de
abordarlo desde el hogar y la consulta.

Algunos niños con ―Dislalia o Trastorno Fonológico presentan un retraso significativo,


respecto a otros individuos de su edad, en la adquisición y maduración de los esquemas
motrices del habla y en la producción de la palabra.

Es de anotar que los sonidos del habla, al igual que todos los que se producen en la
naturaleza no son tonos puros, sino complejas mezclas que se congregan en un espectro,
por lo cual el oído debe ser capaz no sólo de captarlos, sino de analizarlos y enviarlos al
cerebro para que éste identifique los mensajes que portan.

Para Cromer (1978), Di Nicola (1979) y otros, siguiendo un proceso evolutivo, los órganos
del hombre destinados primariamente a la respiración y a la alimentación han
desarrollado la función adicional de proferir una rica sucesión de sonidos, cuyo uso es
aprendido desde la más temprana infancia y se utilizan simbólicamente con otras
personas que tienen la misma lengua y están en capacidad de percibirlos y comprenderlos.
Por esto, al habla se la conoce algunas veces como ―función superpuesta‖.

CLASIFICACIÓN DE LA DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO

Algunos autores dividen esta entidad en los siguientes tipos:

1. DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO EVOLUTIVO. Se refiere a las


fallas en la pronunciación (articulación) de los sonidos del habla en los niños más
pequeños, como consecuencia del proceso normal de aprehendizaje de la lengua nacional,
nativa o materna. Consideramos que no debería hablarse aquí realmente de Dislalia o
Trastorno Fonológico, pues si se trata de un proceso normal, ¿para qué rotularlo como
trastorno? En ese sentido, ¿podría hablarse de un ―disgateo evolutivo‖ a la condición de
un niño que apenas sostiene su cabeza a los 3 meses de edad o de disbipedestación
evolutiva cuando el niño apenas está gateando?

2. DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO AUDIÓGENO. Es la alteración en


el habla como consecuencia de pérdidas auditivas (hipoacusias, sorderas) o desórdenes
en la discriminación auditiva. Aquí la Dislalia o Trastorno Fonológico sería un síntoma y a
la vez un resultado de tales trastornos auditivos. Hay que tratar primero el problema
auditivo.

3. DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO PSICÓGENO. Se tipifica como un


trastorno del habla que presentan generalmente las personas con retraso en su
desarrollo global, debido a la lentitud de su aprendizaje.
4. DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO ORGÁNICO (DISGLOSIA). Se
genera como secuela de malformaciones de las estructuras del mecanismo fono –
articulador del habla. Obviamente deben comenzar a solucionarse con la corrección de
tales malformaciones.

Nosotros preferimos hablar de 3 tipos de Dislalia o Trastorno Fonológico:

DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO FONÉTICO:

Es la más típica y fácil de reconocer por parte de padres, educadores o especialistas. El


niño o la niña pronuncian inadecuadamente ciertos sonidos, de una manera sistemática y
repetitiva. Estos errores tienen un origen fonético / práxico: les falta dominio de las
praxias bucofonoarticulatorias, o pueden tener malos hábitos de masticación, deglución y
respiración. Se les dificulta encontrar el punto y modo de articulación de los sonidos del
habla, sin que esté afectada notoriamente la capacidad de reconocer los fonemas o
existan alteraciones significativas en la información que llevan los pares craneales a los
músculos de las estructuras fonoarticulatorias.

Ocasionalmente podrían presentarse dificultades en la habilidad motora, existiendo una


relación directa entre problemas psicomotores y el habla. Los patrones inadecuados van
desapareciendo al tiempo que la persona adquiere mayor habilidad en las destrezas
motoras finas. En este sentido, el tratamiento irá enfocado no solo a las estructuras
orofaciales, sino a todo el aspecto psicomotor del sujeto y a otros factores
intervinientes desde lo socio – emocional, etc.
DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO PURO:

Según la concepción de Bloomfield (1933), los fonemas de una lengua no son sonidos, sino
conjuntos de rasgos sonoros que los interlocutores se hallan adiestrados en producir y
reconocer dentro de la corriente sonora del habla. Esto ha sido comprobado por
diferentes autores, entre ellos Bailey (1983), para quien los diferentes sonidos del habla
se distinguen acústicamente por la envoltura del espectro, y particularmente por la
frecuencia de los picos espectrales. Estos surgen de las resonancias del tracto vocal y se
denominan formantes, identificados por medio de un número (f1, f2, f3, f4, etc.), siendo el
primer formante el de más baja frecuencia. Es decir, que el conjunto de formantes
(rasgos sonoros) conforma un espectro cuyo corpus o envoltura es en sí lo que constituye
el sonido del habla que cognitivamente reconoce el ser humano como fonema.

Cuando las dificultades en articulación del habla se deben a fallas en las habilidades de
reconocimiento, discriminación y organización del inventario de los fonemas en un sistema
que le sirva para manejar las diferencias de significado, estaríamos hablando de
problemas fonológicos y no meramente fonéticos que afectan la pronunciación.

Dentro de las Dislalia o Trastorno Fonológico Puro podríamos ubicar las anteriormente
llamadas Dislalia o Trastorno Fonológicos Audiógeno, ya que los niños con pérdidas
auditivas, sean permanentes o intermitentes por un largo tiempo, no se benefician
suficientemente de la estimulación normal del lenguaje para mantenerse dentro de los
parámetros temporales normales para la adquisición de éste. Diversos investigadores han
reportado que el aprendizaje se retrasa en niños con estas patologías (Eisen, 1962; Holm
y Kunze, 1969; Kaplan, Fleshman y Bender, 1973; Katz y Ullmer, 1972; Needleman, 1977).
Esto podría explicarse teniendo en cuenta los estudios de Werker (1982), Werker,
Gilbert, Humphrey y Tees (1981); Werker y Tees (1984) los cuales han demostrado que
durante la segunda parte del primer año, los infantes pueden gradualmente perder
capacidad para distinguir contrastes sonoros no usados en su idioma nativo.

De otro lado, Stark (1988) estudió el desarrollo fonológico de 45 bebés, con edades
entre los 2 y los 18 meses, aparentemente normales de acuerdo con los reportes del
nacimiento y antecedentes pediátricos. Ella examinó a 30 de éstos cuando estaban en
segundo grado y concluyó que las subsecuentes dificultades en la lectura podrían
predecirse sobre la base de la identificación temprana de un retraso en el desarrollo
fonológico. Sugirió que un significativo incremento en la latencia del desarrollo de las
habilidades motoras del habla debería considerarse como predictor de la dificultad para
la lectura. Broman, Bien y Shaughnessy (1985) en una investigación sobre los niños con
bajos niveles de adquisición de la lectura notaron que éstos tienden a presentar una
historia de problemas en la producción e inteligibilidad del habla, sugestiva de un retraso
en la maduración del sistema nervioso central.

DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO PSICÓGENO:

Nelson (1985), demostró que los niños que gozaban de la oportunidad de salir más a
menudo de sus casas, tenían mayores niveles de adquisición de lenguaje que otros niños.
Las salidas y el cambio de actividades rutinarias dentro del hogar, pueden generar
diversas experiencias que proporcionan tanto el contenido como la motivación para
compartirlas mediante el discurso.

Corresponde a la familia el establecimiento de unas relaciones reforzantes, la creación


de un ambiente de estimulación desde períodos tempranos del desarrollo lo que
repercute significativamente en la competencia social, salud, bienestar emocional,
desempeño intelectual e independencia personal, entre otros. Los trastornos de tipo
afectivo pueden incidir sobre el desarrollo general del niño o la niña y específicamente en
el lenguaje o habla.

Por otra parte, algunos autores proponen dentro de la Dislalia o Trastorno Fonológico
Psicógena aquellos errores de articulación del habla originados por deficiencia
intelectual. Pensamos que no se deben confundir situaciones y entidades. En estos casos,
es obvio que el desarrollo fonético y fonológico se caracteriza por estar desfasado en el
tiempo, incompleto y con deficiencias significativas en la discriminación fonemática, pero
muchas de las dificultades que complejizan la expresión oral son de origen disártrico y
producen además una deficiente modulación vocal.

RELACIÓN DE LA DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO CON LA LECTURA Y


LA ESCRITURA

Para Tsvétkova (1977), la lectura es un proceso que tiene mucho en común con la
escritura y que a la vez se distingue de ella en muchos aspectos. Mientras que la
escritura va desde la representación de la expresión que procede anotar, pasa por su
análisis sónico y termina en el recifrado de los sonidos (fonemas) en letras (grafemas), la
lectura comienza por la percepción del conjunto de las letras, pasa por su recifrado en
sonidos y termina con la identificación del significado de la palabra. Tanto la escritura
como la lectura son procesos analíticos - sintéticos que comprenden el análisis fonológico
y la síntesis de los elementos del discurso.
A menudo, y de manera popular, se dice que escribimos como hablamos. Esto indicaría que
todos los niños que presentan Dislalia o Trastorno Fonológico serían malos lectores y
escritores. La realidad nos demuestra algo diferente. Hay una relación estrecha entre la
conciencia fonológica y la lectura o la escritura y no con lo meramente fonético. Habría
que diferenciar (ver Dislalia o Trastorno Fonológico Fonético y Dislalia o Trastorno
Fonológico Puro).

Aunque en Español hay una gran cercanía de transcripción de las letras o grafemas con su
correspondiente sonido, esto no es así en todos los casos. Presentamos algunos ejemplos
a continuación, con una representación figurada de la articulación de los sonidos. Como se
ve, no todos los grafemas coinciden plenamente con los sonidos del habla. Algunos no
suenan como la h o la u en que o gue. Igual, hay cambios en la pronunciación de g y j o x.
De otro lado, debemos analizar cómo hacemos para comprender un texto en otro idioma
si no somos competentes en su pronunciación. Si lo fonético fuera la base, no podríamos
comprenderlo.

CONCLUSIÓN

El dominio de la expresión y comprensión de mensajes por medio de las modalidades oral


y escrita constituye el eje central de todo aprendizaje escolar y aún más allá, un
elemento esencial del ejercicio de la ciudadanía. El desarrollo de competencias
lingüísticas es un factor determinante en la elaboración de procesos de comunicación y
conceptualización. Este hecho literalmente debe ser el objeto de una atención particular
por parte de los padres, así como de profesionales y educadores, interesados en el
desarrollo de los niños.

Es necesario comprender que los problemas comunicativos no pueden seguir teniendo una
connotación de enfermedades, sino de eventos que afectan el bienestar psico – social de
la persona. En este sentido, La DISLALIA O TRASTORNO FONOLÓGICO,
corrientemente definida como una alteración funcional del habla, debe también
prospectarse desde lo individual, encontrando los factores ambientales, socio –
emocionales, de nutrición, salud y modelos comunicativos en el hogar que pudieran estar
causando en su conjunto esta problemática,

La edad ideal para iniciar una terapia logopédica o del habla formal, es hacia los 4 años.
Antes de ello, la familia, con una adecuada asesoría por parte del Terapeuta del
Lenguaje, Fonoaudiólogo o Terapeuta del Lenguaje o Fonoaudiólogo, puede ayudar al niño
a superar el problema.

La intervención terapéutica debe ser específica para cada persona y en lo posible


trasnsdisciplinar, centrándose primero La intencionalidad e inteligibilidad del discurso. El
tratamiento debería concluirse antes de la vinculación del niño a un programa escolar,
para prevenir y evitar dificultades en el aprendizaje de la lectura y en el proceso de
asociación fonema - grafema.

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