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II- REPRESENTANTES
John Bowlby (1907-1990) fue un psiquiatra y psicoanalista inglés famoso por sus
estudios sobre la importancia de la relación madre-hijo, y autor de numerosos libros.
Algunos de sus trabajos son el fruto de su trabajo en el “London Chlid Guidance Clinic”
y en la famosa clínica “Tavistock” de Londres, en otro de sus estudios, llamado
‘’Separación: ansiedad y angustia’’, revela sus recuerdos más terribles de aquel tiempo.
Debido a tales experiencias de niño, mostró una inusual sensibilidad al sufrimiento
infantil a través de su vida. En 1950 la Organización Mundial de la Salud encargó a este
psicoterapeuta tareas de asesoramiento sobre la salud mental de los niños sin hogar.
Bowlby es el autor de la “Teoría del Apego” relativa al desarrollo de la afectividad en el
ser humano; trabajó con niños con trastornos de conducta y comenzó a pensar que las
experiencias reales en la infancia tenían un efecto sobre el desarrollo de la
personalidad.
Apego: Se concibe como un mecanismo pre programado que activa todo una gama
de comportamientos posibilitando la vinculación madre-hijo con el objetivo biológico de
proveer de la proximidad, protección y seguridad del cuidador y que permitirá la
exploración de lo desconocido.
Vínculo: Hace referencia al lazo afectivo que emerge entre dos personas y que
genera un marco de confianza en el otro y en la vida, en un contexto de comunicación y
de desarrollo.
Seguro Utiliza el cuidador como una base segura para la exploración. Reacciona de forma apropiada,
Protesta contra la partida del cuidador y busca proximidad, y es rápida y consistente a las
consolado por la espalda, volviendo a la exploración. Puede ser necesidades. El cuidador formó,
consolado por extraños, pero muestra una clara preferencia por con éxito un vínculo paternal
el cuidador. seguro con el niño.
Ansioso Ceñido, incapaz de hacer frente a las ausencias del cuidador. Excesivamente protector del niño, y
Busca garantías constantemente. no puede permitir la toma de
riesgos, y da paso hacia la
independencia.
Ambivalente/Resistente No se puede utilizar el cuidador como una base segura, Inconsistente entre las respuestas
buscando la proximidad antes de que ocurra la separación. Se apropiadas y negligentes. Por lo
irrita con la separación con ambivalencia, rabia, renuencia a general, reacciona solo después de
acurrucarse al cuidador y enseguida volver a jugar. Se aumento de la conducta de apego
preocupa por la disponibilidad del cuidador, buscando contacto, del recién nacido.
pero resistiendo furiosamente cuando es alcanzado. No es
aliviada fácilmente por extraños. En este relacionamiento, el
niño siempre se siente ansioso porque la disponibilidad del
cuidador nunca es consistente.
Evitativo Poco intercambio afectivo en el juego. Poca o ninguna irritación Pequeña o ninguna a la irritación
con la salida, poca o ninguna respuesta visible al volver, del niño. Desalienta el lloro y
ignorando o alejándose sin ningún esfuerzo para mantener alienta la independencia.
contacto, se asegura. Trata al extraño de manera similar al
cuidador. El niño siente que no hay apego, por lo tanto el niño
es rebelde y tienen baja autoimagen y autoestima.
Desorganizado Vuelven los estereotipos como si tuviera frío o se balanceara. Comportamiento asustado o
La falta de una estrategia coherente de apego demuestra asustador, intrusión, retiro,
comportamientos contradictorios y / o confundidos, cómo negatividad, confusión de roles,
acercarse, pero con el rostro boca abajo. errores de comunicación afectiva y
los malos tratos. Muy a menudo
asociado a muchas formas de
abuso infantil.
V- PROCESO TERAPEUTICO
Búsqueda con el paciente de sus experiencias de apego buscando en primer lugar
detectar el patrón de apego del paciente, como se relaciona en general y con el
terapeuta.
Examinar los sucesos importantes de su vida, sobre todo las separaciones, los
encuentros y los duelos.
El análisis detallado sobre los primeros años de su vida, ha sido de gran valor a los
clínicos, tanto en el trabajo con niños como con adultos.
Señalar la manera en que tienden a construir sus sentimientos, sus expectativas en
los vínculos, predicciones y consecuencias de las mismas.
Relacionar sus modos de vincularse, incluso con el terapeuta con experiencias de la
vida real que tuvo con figuras de apego, y así arrojar comprensión en sus relaciones
actuales.
El objetivo es ayudar a revisar al paciente los modelos representacionales de sí
mismos y sus figuras de apego, los cuales rigen actualmente sus percepciones,
predicciones y actos.
Intervenciones preventivas:
VI. LIMITACIONES
La dinámica evolutiva de la teoría del apego y la base segura, ha sentado las bases
para observaciones clínicas de gran importancia en la psicología como así también
demuestra un gran potencial con respecto a la capacidad de exploración y a la confianza
que conserva el sujeto adulto fuera de su hogar. No obstante, dicha teoría posee dos
puntos que ameritan ser analizados críticamente. En primera instancia, no existe un
estudio longitudinal que tome toda la vida biológica de un sujeto para explicar la influencia
del apego materno en la vida adulta. Los estudios disponibles han sido realizados en
lactantes menores a 6 años y retomados en adultos (Waters et al, 2002) (Korstanje, 2008).
En segundo lugar, dicha limitación sugiere que los datos obtenidos no se refieren a
una relación causa efecto en el lazo materno, sino como éste último ha sido
simbólicamente construido por el sujeto en su adultez. En parte, nada puede asegurar que
los problemas clínicos ulteriores sean el inevitable resultado de un trauma originado en la
niñez. Si bien, Bowlby pensó la teoría del apego desde una perspectiva psicoanalítica
clínica, en la actualidad la teoría se encuentra bajo dos frentes (corriente de psicología
clínica vs psicología de la personalidad o social) que no han dirimido sus diferencias,
creando dos formas de interpretar el mismo fenómeno. En este sentido, los especialistas
clínicos que han tratado a la teoría del apego se han demorado en comprender a Bowlby
quien no sólo veía en éste una forma evolutiva sino también simbólicamente mediada por
la experiencia subjetiva (Stern, 2000:41-43) (Waters et al, 2002) (Korstanje, 2008).
Tercero, una comparación entre diferentes sociedades confirmó que los tipos de
apego varían sustancialmente entre cada una de ellas. En los últimos años, si bien muchos
investigadores de todas partes del mundo han aplicado estas escalas en sus sociedades,
los resultados fueron totalmente contrarios a aquellos que habían alcanzado tanto
Ainsworth como Bowlby. Por ejemplo en Israel la mayoría arrojó un apego inseguro
ambivalente; en Japón los resultados fueron similares con una evidente ausencia del
apego evitativo. En Alemania, es precisamente el apego evitativo aquel que se distingue
por sobre las otras tipologías. (Delgado-Oliva, 2004:77).
Dentro de la psicología, ha sido la psicología ambiental una de las ramas que se han
dedicado a estudiar la relación que surge de la interacción del hombre con su espacio y la
influencia de éste sobre su personalidad y conducta. Un trabajo etnográfico en adultos
mayores ha revelado que los conceptos clásicos de seguridad, miedo al delito y
victimización deben ser examinados nuevamente y superados. Las cuestiones que hacen a
la seguridad y el apego al territorio versan a la presencia o ausencia de “un entramado
familiar” y de redes sociales que permitan la contención. Si bien, las entrevistas revelan
que ciertos “temores” están ligados al espacio se caracterizan por ser obstáculos contra la
movilidad (calles rotas, veredas angostas y colectivos), los entrevistados (mayores de 75
años) se ven más consternados por la enfermedad y la falta de asistencia (vulnerabilidad)
que por el delito en sí-mismo (Varela, 2005:166-167). Ello ejemplifica la importancia que los
vínculos tienen en el proceso de identidad y apego al territorio. Particularmente, la teoría
del apego no sólo se constituye como un punto de unión entre la posición psicoanalítica
clásica sobre el vínculo entre madre e hijo, sino que además demuestra
experimentalmente, aunque con ciertas limitaciones, la persistencia de ese lazo a lo largo
de la vida del sujeto.
La teoría del apego ofrece una visión amplia y de largo alcance del funcionamiento
humano y facilita la comprensión de un terapeuta sobre sus pacientes, así como también la
relación terapéutica, lo cual es fundamental para alcanzar los resultados o efectos
deseados en los individuos, además a través de su clasificación de los tipos de apego, se
ha demostrado que ha sido de gran utilidad en la psicoterapia, ya que desarrolló bases
sólidas para entender las necesidades relacionales de los seres humanos en su proceso
de desarrollo, es decir, aquella necesidad del bebé de estar próximo a su madre, de ser
acunado en sus brazos, protegido y cuidado ha sido estudiada científicamente y esto es
fundamental para saber qué tipo de apego está desarrollando o ha desarrollado un
individuo y si le proporciona bienestar psicológico; permite estudiar el por qué se presentan
diversas patologías y todas aquellas dificultades para establecer vínculos. Además, esta
teoría explica la amplia variedad de dolor emocional que puede producirse como
consecuencia de una separación indeseada o una perdida afectiva y hace hincapié en el
establecimiento de un apego seguro, que es el sostén necesario para el desarrollo
adecuado del infante, el cual le brinda seguridad emocional, generando un buen desarrollo
de su personalidad y un sentido básico de solidez, seguridad y confort.
VII. ACTUALIDAD