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Democracia no violencia y paz

13. fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar
transparencia y rendimientos de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la
toma de decisiones y acceso a la justicia.
14. integrar en la educación forma y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las
habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de
vida sostenible.
15. tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración.
16. promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.

El camino hacia adelante

El destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo. El proceso
requerida un cambio de mentalidad i de corazón, requiere también de un nuevo sentido de
interdependencia global y responsabilidad universal. Con el objetivo de construir una
comunidad global sostenible, las naciones del mundo deben renovar su compromiso con
las naciones unidas, cumplir con sus obligaciones bajos los acuerdos internacionales
existentes y apoyar la implementación de los principios de la carta de la tierra, por medio
de un instrumento internacional legalmente vinculante sobre medio ambiente y desarrollo.

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EL DESAFÍO ÉTICO DE LA GLOBALIZACIÓN

Globalización significa que todos dependemos unos de otros hay que tener en cuenta los
factores globales porque las acciones que hacemos o dejamos de hacer pueden influir
radicalmente en la vida de personas al otro lado del mundo. Nada nos protege de la
repercusión mundial de nuestras acciones, ni a nosotros ni a quienes sufren nuestras
acciones, y la globalización no tiene marcha atrás.

Se ilustra el cambio que ha sufrido la humanidad con la globalización hablando de la

separación que hacia Karl Jaspers entre la culpa moral y la culpa metafísica (hace seis
décadas). Jaspers hablaba de culpa moral para denominar “el remordimiento que sentimos
cuando hacemos daño a otros seres humanos”. La culpa metafísica es la que sentimos
cuando se hace daño a un ser humano aunque no influya nuestra acción. La globalización le
ha quitado sentido a esta distinción, hoy en día no tiene sentido hablar de una culpa moral y
otra metafísica.

El problema es, , que la desaparición de limites espacio temporales ha sido radical, pero
nuestra imaginación moral no ha sido capaz de seguirle la pista. Desde el punto de vista,
hoy en día una persona de occidente acomodada a las costumbres de nuestra cultura no
puede enfrentarse a todo el mal que causa. Sin embargo, hay un factor clave que puede
suponer un cambio, y es la información. La globalización ha cambiado por completo la
forma de consumir información y las posibilidades de un ciudadano cualquiera, que hoy en
día puede conocer, por ejemplo, la procedencia de los productos que consume
habitualmente.

Explica cómo, mientras que la red de dependencias se ha expandido por todo el planeta, la
cultura, la política y el derecho no se han globalizado, si realmente existe una sistema social
global este no se parece a los sistemas sociales que solemos considerar normativos.

La globalización en su forma actual significa pérdida de poder de los Estados nacionales y

por el momento ausencia de cualquier sustituto eficaz”. Esta frase debería estar en la mente
de todos los núcleos de poder que a día de hoy dicen ser democráticos. Le hemos dado vía
libre a las grandes empresas para que sean globales y campen a sus anchas por el planeta, y
a la vez vemos como se alzan gobiernos cuyo discurso principal es el cierre de fronteras y
el separatismo. Max Weber habla sobre el nacimiento de un nuevo capitalismo cuando la
actividad económica se separó de la “densa red de derechos y obligaciones mutuas
mantenidos por las comunidades rurales y urbanas”. Al ocurrir este fenómeno, el mundo de
los negocios llegó a un terreno libre de problemas morales y restricciones legales. Este
acontecimiento dio lugar a un avance tremendo de la capacidad industrial y la riqueza, que
fue de la mano con el auge de la miseria humana y la polarización de los niveles de vida de
la humanidad. Más tarde los estados modernos siguieron la pista de estos avances y
llenaron el vacío ético existente.

La globalización se puede considerar como una “segunda secesión” por la que, una vez
más, “el mundo económico se ha escapado del confinamiento doméstico, aunque esta vez
se ha abandonado en moderno hogar imaginario”. Con la globalización la economía se ha
expandido y ha encontrado nuevos territorios bajo los que nadie legisla con eficacia, y los
potencias locales que intentan frenar su avance son tirados por tierra. Una vez más el
avance económico nos lleva a las mismas consecuencias sociales, esta vez a escala global.

Hay sectores de la población que poco a poco modifican sus actos en consecuencia a la
repercusión mundial de los mismos, esto se llama consumo responsable y es, para el
ciudadano, la mejor manera de plantar cara a las grandes empresas, no es de gran utilidad si
no se hace en masa, pero visto el panorama político que vemos hoy en día.

De todas formas la solución real está en manos de los actores internacionales, y es la

adaptación política frente a la globalización. Solo cuando se legisle de forma global la
economía se verá cercada por los límites éticos necesarios para que el mundo sea mas
igualitario.