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Estrategias para

conectar
pensamientos,
ideas y emociones

Técnicas en
Resolución de
Conflictos

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1. Estrategias para conectar
emociones, ideas y
pensamientos

1.1. La inteligencia emocional


Las emociones son importantes, ya que nos permiten adaptarnos y facilitan
nuestra supervivencia. La atención a nuestras emociones nos ayuda a
desenvolvernos mejor en nuestra cotidianidad.

Las emociones disfuncionales, por ejemplo, nos pueden llevar a tomar


conductas impulsivas o conductas desproporcionalmente exageradas,
agresivas, etcétera; por lo tanto, advertirlas y comprender cómo manejarlas
nos ayudaría a regular la situación y afrontarla de una manera más
adaptativa la situación.

Para Goleman (2015), un referente en el tema, la inteligencia emocional es


“la habilidad para comprender y manejar las emociones propias y las de las
personas que nos rodean, en la forma más conveniente y satisfactoria” (P.p
43-44)

Todos los modelos que estudian la inteligencia emocional coinciden en que


esta incluye comprender y gestionar eficazmente las emociones propias y
ajenas. Así planteado, parece simple, pero es algo muy amplio, ya que las
emociones:

 Controlan la toma de decisiones


 Promueven conductas
 Facilitan o dificultan el razonamiento y los pensamientos,
sirven como señal subjetiva para interpretar una situación
vital, favoreciendo así su procesamiento (Roca,2015,
bit.ly/2IHxwtS)

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Como menciona Roca (2015), las emociones y su regulación, están asociadas
a las cogniciones y a las conductas.

El mismo autor, planteó la idea de que “la gestión positiva de las emociones
era más determinante para el éxito en la vida que el coeficiente intelectual”
(“Ocho lecciones de Daniel Goleman sobre inteligencia emocional”, s. f.,
https://bit.ly/2zYUI2V).

A continuación, se señalan las principales reflexiones que expone:

1.- La inteligencia no es solo racional, también hay inteligencia emocional.

Según Goleman (2015), se pueden distinguir dos mentes, una que piensa y
otra que siente, y para construir nuestra vida mental, estas dos formas de
conocimiento interactúan entre sí. La primera es la mente racional, la
modalidad de comprensión de la que solemos ser conscientes, más
despierta, más pensativa, más capaz de ponderar y reflexionar, el otro tipo
de conocimiento más impulsivo y más poderoso-aunque a veces ilógico-, es
la mente emocional.

La mayor parte del tiempo estas dos mentes nos guían para tomar las
decisiones que se nos presentan a diario.

2.- Las emociones son poderosas y cuando se dominan se produce la


inteligencia emocional. “Todas las emociones son, en esencia, impulsos que
nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha
dotado la evolución” (Goleman, 2015, p. 11).

Las emociones son importantes para el ejercicio de la razón.


En la danza entre el sentir y el pensar, la emoción guía
nuestras decisiones instante tras instante, trabajando mano
a mano con la mente racional y capacitando -o incapacitando-
al pensamiento mismo. (Goleman, 2015, p. 24).

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La habilidad para dominar el mundo emocional debe ejercitarse en aquellas
situaciones en las que las personas se encuentran en condiciones
desfavorables, para asimilar información y aprender nuevos hábitos de
respuesta, pero esto es especialmente difícil, ya que es cuando tienen
problemas; por lo tanto, la habilidad psicológica de resistir al impulso debe
ser es una de las más complicadas de emprender (Goleman, 2015).

3. La inteligencia emocional es indispensable para llevar una buena vida.

El autor menciona que las personas con estas habilidades emocionales


(conocerse bien, tener autocontrol emocional, tener sentimientos de
empatía, sostenimiento de relaciones estrechas, etc.) son más proclives a
ser efectivas en su vida; en cambio, las personas que no son capaces de
ejercer un control sobre su vida emocional permanecen con guerras internas
que boicotean sus capacidades (Goleman, 2015).

4. La inteligencia emocional es un factor muy influyente en nuestra salud.

Goleman (2015) expresa que “las emociones perturbadoras y las relaciones


tóxicas han sido identificadas como factores de riesgo que favorecen la
aparición de algunas enfermedades” (p. 110); por lo tanto, “ayudar a las
personas a manejar mejor sus sentimientos perturbadores –enfado,
ansiedad, depresión, pesimismo y soledad- es una forma de prevención de
enfermedades (Goleman, 2015, p. 119).

5. “La inteligencia emocional es determinante en el aprendizaje y el éxito


académico” (“Ocho lecciones de Daniel Goleman sobre inteligencia
emocional”, s. f., https://bit.ly/2zYUI2V)

En el artículo “Ocho lecciones de Daniel Goleman sobre inteligencia


emocional” (s. f.), se expresa que “la tensión emocional prolongada puede
obstaculizar las facultades intelectuales del niño y dificultar así su capacidad
de aprendizaje” (“Ocho lecciones de Daniel Goleman sobre inteligencia
emocional”, s. f., https://bit.ly/2zYUI2V).

En la misma publicación se menciona que “el buen desempeño de un niño


en la escuela depende del más básico de todos los conocimientos: cómo
aprender” (“Ocho lecciones de Daniel Goleman sobre inteligencia
emocional”, s. f., https://bit.ly/2zYUI2V). Respecto a esto, se han
descubierto siete elementos relacionados con la inteligencia emocional:
“confianza en sí mismo y en los demás, curiosidad, intencionalidad (el deseo
de tener un impacto), autocontrol, conexión con los demás, capacidad de

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comunicar y habilidad de cooperar con los demás” (“Ocho lecciones de
Daniel Goleman sobre inteligencia emocional”, s. f., https://bit.ly/2zYUI2V).

6. La inteligencia emocional nos muestra cuál es el liderazgo positivo.

“El liderazgo no tiene que ver con el control de los demás sino con el arte de
persuadirles para colaborar en la construcción de un objetivo común”
(“Ocho lecciones de Daniel Goleman sobre inteligencia emocional”, s. f.,
https://bit.ly/2zYUI2V).

7. Conócete a ti mismo es un axioma importante ligado a la inteligencia


emocional.

“El conocimiento de uno mismo, es decir, la capacidad de reconocer un


sentimiento en el mismo momento en que aparece, constituye la piedra
angular de la inteligencia emocional” (Goleman, 2015, p. 32).

Se puede decir que el autocontrol necesita de dos componentes clave de la


inteligencia emocional, que son la autoconciencia y la autorregulación.

8. La inteligencia emocional es clave para nuestra vida social.

Goleman (2015), dice que “el arte de las relaciones se basa, en buena
medida, en la habilidad para relacionarnos adecuadamente con las
emociones ajenas” (p. 32). Esto se relaciona con la compasión y la empatía,
las que requieren que las personas presten atención a los demás.

“Comprender los sentimientos de los demás implica a su vez, asumir nuestro


punto de vista y respetar las diferencias existentes en el modo en que las
demás personas experimentan sus sentimientos” (Goleman, 2015, p. 169).

1.2. Estrategias para conectar emociones, ideas y


pensamientos en niñez y adolescencia
En la infancia y la adolescencia, se pueden asimilar con mayor facilidad los
hábitos emocionales positivos que van a regir el resto de la vida, por lo que
estas etapas representan una gran oportunidad para fomentar el
aprendizaje de la inteligencia emocional. Para hacerlo, se les debe enseñar
a los niños y adolescentes a conocer su mundo interno y a ponerle nombre
a sus emociones, “pues este será el primer paso para conseguir gestionarlas

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[las] de manera positiva” (“Ocho lecciones de Daniel Goleman sobre
inteligencia emocional”, s. f., https://bit.ly/2zYUI2V).

Para Bunge, Mandil y Gomar (2009), en el trabajo con niños y adolescentes


es fundamental el entrenamiento en el reconocimiento de las emociones.
Los niños, en particular, muchas veces no distinguen las emociones que los
movilizan, por lo que el primer paso del aprendizaje será diferenciarlas y
nombrarlas. Un ejemplo de actividad que puede realizarse es el “uso de
caritas dibujadas con acertijos referidos al tipo de expresión” (Bunge et al.,
2009, p. 17).

Otro aspecto que se debe considerar es que muy pocas veces las personas
se detienen a cuestionar los pensamientos; por lo tanto, otro de los pasos
iniciales es orientar al individuo en la detección de autodiálogos e imágenes
disfuncionales que se suscitan en las situaciones problemáticas. Con el
propósito de una autoobservación, se suelen utilizar viñetas con “globitos
de pensamientos vacíos” (Bunge et al., 2009, p. 18).

De lo anteriormente descripto se desprende la importancia de que las


personas reconozcan la relación existente entre el pensamiento, la emoción
y la conducta. Para ello, la psicoeducación es fundamental y se puede poner
en práctica a través del “uso de historietas y esquemas ilustrados, mediante
los cuales [el individuo] puede, primero aprender y luego deducir la
interrelación entre los sucesos, lo que pensó e interpretó respecto a las
situaciones problemáticas y las correspondientes consecuencias afectivas y
conductuales” (Bunge et al., 2009, p. 18).

6
Referencias

Bunge, E., Mandil, J. y Gomar, M. (2009). Terapia cognitiva con niños y


adolescentes. Aportes técnicos (2.da ed.). Buenos Aires, AR: Akadia.

Goleman, D. (2015). Inteligencia emocional. Barcelona,ES-B. Ed.Vi-Da


Global.

Ocho lecciones de Daniel Goleman sobre inteligencia emocional. (s. f.).


Recuperado de https://gestionandohijos.com/daniel-goleman-inteligencia-
emocional/

Roca,E (2015). Integración de estrategias de inteligencia emocional en la


Terapia cognitivo- conductal. Recuperado de
http://www.cop.es/colegiados/pv00520/pdf/Inteligencia%20emocional%2
0y%20terapia%20cognitivo-conductual.pdf

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