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Introducción

En este presente trabajo titulado Retiro en la Edad Tardía, más conocida como la etapa de la vejez, que
es uno de los últimos ciclos de la vida al cual algunas personas llegan.

Conoceremos que esta edad comienza aproximadamente a los 65 años, que es cuando el individuo es
obligado a jubilarse, y se caracteriza por el declive gradual del funcionamiento de todos los sistemas
corporales. Al mismo tiempo conoceremos los cambios físicos, cognitivos y sociales, al igual que su
jubilación, entre otros, se presenta brindar de la manera más clara como se visualizan todos estos
aspectos en nuestra sociedad.

En esta edad veremos algunos casos de conocedores del tema, donde por citar a Malcom Knoweles
(m.en. F. Sanz. P. 103) que presenta una serie de características de la vida adulta de los americanos y
las clasifica en diferentes etapas de la adultez, como serán la edad adulto Joven 18-30 años, edad
adulto medio 30-65 años, edad adulta tardía 65 y años más.

La Edad Tardía es inevitable, al igual que enfermarse no necesariamente es parte inevitable de la


adultez tardía, el que un adulto mayor se enferme o esté sano depende menos de la edad que de otros
factores, incluyendo la predisposición genética, factores ambientales pasados y presentes, y factores
psicológicos. Ciertas enfermedades, como el cáncer y la cardiopatía, tienen un claro componente
genético.
Retiro en edad tardía

La adultez tardía mantiene una distinción única entre los periodos de la vida humana: como la gente
vive más tiempo, la edad adulta tardía ha incrementado su duración. Sea que marquemos el inicio del
periodo a los 60, 65 o 70 años, en la actualidad hay más individuos vivos en la adultez tardía que en
cualquier otro momento en la historia del mundo. Para los demógrafos, los adultos tardíos jóvenes son
los que tienen de 65 a 74 años de edad. Los adultos tardíos medios tienen entre 75 y 84, y los adultos
tardíos de edad avanzada son las personas de 85 años en adelante.

El crecimiento en la vejez es posible y muchos ancianos que se sienten sanos, competentes y en control
de su vida, experimentan de manera positiva la última etapa de la vida. La personalidad no cambia
mucho en la vejez.

Para Erik Erikson, en la Teorías Sobre el Desarrollo de la Personalidad: la edad adulta tardía
corresponde como la octava fase del desarrollo psicosocial: integridad del yo frente a la desesperación.
Las personas que llegan a esta etapa, sin aceptar lo forma en que han vivido, pueden caer en la
desesperación.

crecimiento depende de que se lleven a cabo las tareas


psicológicas de cada etapa de la vida emocionalmente sana.
Para Erikson, el logro mayor de la adultez tardía es el sentido de la
integridad del yo. En la octava y última etapa del ciclo de la vida,
integridad del yo frente a la desesperanza. La virtud que puede
desarrollarse durante ésta etapa es la “sabiduría” , un interés
informado y desapegado por la vida cuando se encara la propia
muerte. Erikson también creía que incluso cuando las funciones del
cuerpo se debilitan, las personas deban mantener una “participación
vital” en la sociedad.
Erikson: La vejez constituye la última etapa del ciclo de la vida y el conflicto es la integridad del yo
frente a la desesperanza. Virtud desarrollada es la Sabiduría. Aceptación de la vida propia y la muerte
inminente.

Según David Levinson, las personas que no se han evaluado continuamente y modificado sus
estructuras de vida, pueden llegar a ser desesperadamente temerosas de la muerte; de modo contrario,
quienes han aceptado su vida, pueden admitir de manera más fácil, la inevitabilidad de la muerte.

Para Jung, la individuación y trascendencia son dos elementos básicos en el desarrollo saludable de la
madurez, ya que en esta etapa puede surgir el verdadero yo mediante el equilibrio o integración de las
partes en conflicto de la personalidad, incluyendo aquéllas no reconocidas o aceptadas.

Karen Horney, con su teoría de la neurosis, expresa que ésta es una forma de hacer más llevadera la
vida como una manera de control interpersonal y adaptación. Estableció patrones de necesidades
neuróticas, de las cuales las siguientes corresponden a la edad adulta tardía: * Necesidad neurótica de
afecto y aprobación *Necesidad neurótica de poder *Necesidad de admiración personal *Necesidad
neurótica de autosuficiencia e independencia.

De la teoría del yo de Carl Rogers, el concepto de vivencia existencial en la edad adulta tardía
corresponde a vivir en el aquí y ahora, como una tendencia a mantenerse en contacto con la realidad,
sin insistir en vivir en el pasado ni en el futuro.
El otro postulado de Rogers, es la tendencia actualizante, como capacidad latente o manifiesta, de
comprenderse a sí mismo y de resolver sus problemas de modo suficiente para lograr la satisfacción y
la eficacia necesaria.

Cambios Cognitivos: Problemas mentales y de comportamiento

Demencia: no es una condición inevitable del envejecimiento. La mayor parte de las demencias son
irreversibles. Cerca de las terceras partes de los casos de demencia pueden originarse en enfermedades:

Alzheimer: trastorno cerebral degenerativo, progresivo.

Alzheimer Parkinson: trastorno neurológico degenerativo, progresivo e irreversible.

Demencia multiInfarto: causada por una serie de pequeñas parálisis.

Depresión: Esta no está bien diagnosticada en los ancianos, por razón de que puede ser confundida
con la demencia o puede ser vista equivocadamente como un acompañamiento natural del
envejecimiento. La depresión que no se diagnostica apropiadamente ni se trata puede empeorar.

Memoria: ¿cómo cambia? La mala memoria se considera signo de envejecimiento. Al igual que otras
habilidades cognitivas, el funcionamiento de la memoria de los ancianos varía mucho.
Memoria a corto plazo: Persona que repita una secuencia de números, ya sea en el orden presentado
o en el orden inverso.
Memoria Sensorial: La repetición inmediata en el mismo orden.
Memoria de trabajo: la repetición inversa
Memoria a largo plazo: Los investigadores dividen la memoria a largo plazo en tres grandes
componentes:
Memoria episódica: Habilidad para reconocer información recientemente encontrada.
Memoria Semántica: Mantiene almacenado el conocimiento de los hechos históricos.
Memoria Procedimental: Habilidades, hábitos y manera de hacer cosas que pueden recordarse sin
esfuerzo consciente.

Discriminación hacia el adulto mayor (ageism): confrontar los estereotipos de la edad adulta
tardía.

Cascarrabias, vejestorio, viejo chocho, senil, ruco, vieja bruja, son algunas de las etiquetas de la edad
adulta tardía. Si le parece que no pintan un cuadro bonito, tiene razón: esos términos son degradantes e
injustos, y representan una discriminación hacia el adulto mayor abierto y sutil. La discriminación
hacia el adulto mayor es el prejuicio y discriminación dirigidos contra la gente de edad avanzada.

La discriminación hacia el adulto mayor se manifiesta de varias maneras. Se encuentra en actitudes


negativas generalizadas hacia las personas mayores, sugiriendo que no tienen pleno dominio de sus
facultades mentales. Por ejemplo, los resultados de muchos estudios de actitudes han encontrado que
los adultos mayores son vistos de manera más negativa que los más jóvenes en una variedad de rasgos,
en particular los que tienen que ver con la competencia y el atractivo general.

Signos exteriores de envejecimiento


Uno de los signos más obvios del envejecimiento son los cambios en el cabello de una persona. La
mayor parte del cabello de la gente se vuelve distintivamente gris y finalmente blanco, y se adelgaza.
El rostro y otras partes del cuerpo se arrugan a medida que la piel pierde elasticidad y colágeno, la
proteína que forma las fibras básicas del tejido corporal.

La osteoporosis afecta al 25 por ciento de las mujeres mayores de 60 años y es una causa importante de
huesos rotos entre mujeres y hombres mayores. Se previene en gran medida si se consumió suficiente
calcio y proteínas en las primeras etapas de la vida y si se realizó ejercicio adecuado. Además, la
osteoporosis se trata e incluso se previene mediante el uso de medicamentos.

Envejecimiento interno. A medida que los signos físicos externos del envejecimiento se hacen cada vez
más aparentes, ocurren cambios significativos en el funcionamiento interno de los sistemas orgánicos.
Las capacidades de muchas funciones declinan con la edad.

El cerebro se hace más pequeño y más ligero con la edad, aunque, en ausencia de enfermedades,
conserva su estructura y función. A medida que el cerebro se encoge, se separa del cráneo, y la
cantidad de espacio entre el cerebro y el cráneo se duplica de los 20 a los 70 años. El flujo de sangre se
reduce dentro del cerebro, el cual también usa menos oxígeno y glucosa.

Funcionamiento sensorial: vista, oído, gusto y olfato

La adultez tardía trae consigo detrimentos en los órganos sensoriales del cuerpo. Las disminuciones
sensoriales tienen una importante repercusión psicológica porque los sentidos sirven como vínculo
entre la mente y el mundo externo.

Vista. Con la ayuda de gafas o lentes de contacto, muchos ancianos pueden ver bastante bien. Sin
embargo, la visión de muchos de ellos es 20/70 y tienen dificultad para percibir la profundidad o el
color, o realizar actividades como leer, coser, ir de compras o cocinar. La pérdida en la sensibilidad
visual de los contrastes puede dificultar la lectura de letra muy pequeña o muy clara.

Oído. Casi 1 de cada 3 personas con edades entre 65 y 74 años, y cerca de la mitad de quienes tienen
85 años o más experimentan pérdidas auditivas que interfieren su vida diaria. La pérdida de audición
puede contribuir a la percepción de que las personas mayores son distraídas e irritables.

Gusto y olfato. Con frecuencia el gusto depende del olfato. La pérdida de estos dos sentidos puede ser
consecuencia normal del envejecimiento. La sensibilidad a sabores agrios, salados y amargos puede
estar más afectada que la sensibilidad a lo dulce. En las mujeres, parece que los sentidos del gusto y el
olfato se deterioran menos que en los hombres.

Problemas de salud en las personas mayores: trastornos físicos y psicológicos

La mayor parte de las enfermedades encontradas en la edad adulta tardía no son características de esta
etapa; por ejemplo, individuos de todas las edades sufren de cáncer y de enfermedades del corazón.
Trastornos físicos comunes. Las causas principales de muerte entre los adultos mayores son las
cardiopatías, el cáncer y la apoplejía. Cerca de tres cuartas partes de los adultos tardíos mueren por
estos problemas.

Trastornos psicológicos y mentales. Se piensa que entre 15 y 25 por ciento de los adultos mayores de
65 años muestran algunos síntomas de un trastorno psicológico, aunque esto representa una tasa de
prevalencia menor que en los adultos jóvenes. Los síntomas conductuales relacionados con esos
trastornos en ocasiones son diferentes en los mayores de 65 años de los exhibidos por los adultos más
jóvenes.
Enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer, un trastorno cerebral progresivo que produce
pérdida de memoria y confusión, cada año conduce a la muerte a 100 000 personas en Estados Unidos.
Diecinueve por ciento de quienes tienen entre 75 y 84 años padecen Alzheimer y casi la mitad de los
mayores de 85 años son afectados por la enfermedad.

La jubilación

La jubilación es un camino que realiza un funcionario o trabajador activo, ya sea por su propia
voluntad, por enfermedad crónica o grave y también por incapacidad cuando pasa a una situación
pasiva o de inactividad laboral; se le reconoce una prestación económica que suele consistir en una
renta mensual como compensación de su pérdida de ingresos que se deriva del cese laboral.

En la mayoría de los países, para acceder a una jubilación es necesario cumplir requisitos de la edad
entre los 60 y 65 años, con un límite de 30 años de aportaciones e imposiciones de acuerdo a lo que
estipulan las leyes.

Actualmente, en muchos países se ha incrementado la jubilación hasta 68 años para los hombres y 65
años para las mujeres, esto se debe al incremento de la expectativa de vida y la disminución de la tasa
de fecundidad, que ha generado un reajuste en el presupuesto de los sistemas de pensiones en los
seguros sanitarios

En países desarrollados, muchos jubilados dedican su tiempo a recorrer el mundo, otros se cambian por
situación de salud a vivir en países tropicales como el nuestro huyendo del frío glacial, algunos optan por seguir
trabajando sea medio tiempo o parcial para mantenerse activos pero, a la vez, sin tener horario completo ni
exigencias laborales. A nivel profesional trabajan en asesoramiento de acuerdo a sus conocimientos y
experiencias, generalmente son los adultos menores a 70 años.

En nuestro país la situación social es distinta, la mayoría de ellos deben de contribuir para la canasta familiar e
inclusive muchos utilizan su pensión para sus gastos médicos y servicios sanitarios especializados o colaborar
en educación de sus nietos.

Trabajadores mayores: combatir la discriminación por edad.

Muchas otras personas continúan trabajando, de tiempo completo o parcial, durante parte de la adultez
tardía. Que puedan hacerlo se debe en gran medida a la legislación aprobada a finales de la década de
1970, en la que se hicieron ilegales las edades de jubilación obligatoria en casi todas las profesiones.

Parte de la legislación general que prohibe la discriminación por edad, dio a la mayoría de los
trabajadores la oportunidad de permanecer en los empleos que tenían previamente o empezar a trabajar
en campos totalmente distintos (Lindemann y Kadue, 2003). Sea que los adultos mayores continúen
trabajando porque disfrutan la recompensa intelectual y social que trae consigo el trabajo o porque
necesitan trabajar por razones financieras, muchos se encuentran discriminados por la edad, que sigue
siendo una realidad a pesar de las leyes que la hacen ilegal. Algunos empleadores animan a los
trabajadores mayores a dejar sus puestos para reemplazarlos con empleados más jóvenes cuyos salarios
serán considerablemente menores. Además, algunos empleadores creen que los trabajadores mayores
no están a la altura de las demandas del empleo o que están menos dispuestos a adaptarse a los
cambios en el lugar de trabajo, estereotipos acerca de los adultos tardíos que perduran a pesar de los
cambios legislativos (Moss, 1997).

El trabajo en la edad adulta tardía


El trabajo y los resultados que se obtienen de éste, tiene una posición central en la vida de los
individuos y va a influenciar su parte personal, familiar, social-económica y espiritual. Las sociedades
actuales se configuran en torno a tu trabajo, lo que haces, cuánto ganas o disfrutas de tu profesión o
puesto laboral. Los hombres que continúan trabajando después de los 65 años tienden a tener mejor
salud y a ser mejor educados que quienes se retiran, y es muy probable que consideren el trabajo pago
como necesario para la autorrealización.

Jubilación: llenar una vida de ocio. ¿Por qué un individuo decide jubilarse?

Aunque la razón básica parece obvia: para no trabajar, la decisión de jubilarse en realidad se basa en
diversos factores. Por ejemplo, en ocasiones los empleados están agotados después de toda una vida de
trabajo, buscan un respiro de la tensión y frustración de sus empleos y de la sensación de que no están
logrando tanto como una vez desearon.

Otros se jubilan porque su salud ha menguado y otros porque sus empleadores les han ofrecido
incentivos como bonificaciones o mayores pensiones si se jubilan a cierta edad. Por último, algunas
personas han planeado durante años jubilarse y pretenden usar su tiempo libre para viajar, estudiar o
pasar más tiempo con sus hijos y nietos (Mutran, Reitzes y Fernández, 1997; Beehr et al., 2000).

Cualquiera que sea la razón para jubilarse, el individuo suele pasar por una serie de etapas. La
jubilación empieza con un periodo de luna de miel, en el cual los antiguos trabajadores participan en
varias actividades, como viajar, que previamente eran impedidas por el trabajo de tiempo completo.

La siguiente fase es la del desencanto, en el cual los jubilados concluyen que la jubilación no es todo lo
que pensaban que sería. Extrañan el estímulo y compañía de su trabajo previo o encuentran difícil
mantenerse ocupados.

La siguiente fase es la reorientación, en la cual los jubilados reconsideran sus opciones y se ocupan en
nuevas actividades más satisfactorias. Si tienen éxito, esto conduce a la etapa de rutina de la jubilación,
en la cual se avienen a las realidades de la jubilación y se sienten realizados en esta nueva fase de la
vida. No todos alcanzan esta etapa, algunos se sienten desencantados con la jubilación durante años.

Finalmente la última fase del proceso de jubilación es la terminación. Aunque algunos terminan la
jubilación regresando al trabajo, para la mayoría la terminación resulta de un deterioro físico
importante. En este caso, la salud empeora tanto que la persona ya no logra desenvolverse de forma
independiente. Es obvio que no todos pasan por esas etapas y que la secuencia no es universal. En gran
medida, las reacciones de un individuo a la jubilación surgen de las razones por las que se jubiló en
primer lugar.
Conclusión

Finalizando este tema, concluyo que los adultos mayores, a menudo son víctimas del prejuicio y la
discriminación, situación que tarde o temprano será nuestro caso.

Aquellos adultos que en sus 70 años no se sienten útiles para sus familiares o personas a su alrededor,
tienden a experimentar discapacidades, por tal razón su vida se acorta debido a la depresión.

Sin duda el mundo laboral es un entorno que ayuda a formar nuestra propia identidad. Esto se
transparenta claramente en la vida cotidiana en la que el fácil identificarse con la profesión que se
ejerce.

Opinión Personal

La vejez depende de cada persona y su actitud ante su apariencia física e ilusiones en la vida. Debe el
Gobierno, antes de pedir un incremento a los años de jubilación, velar por la calidad de vida de la
población que entra a una tercera edad.

Como dice Maurice Chevalier: “Una vejez cómoda es la recompensa de una juventud bien empleada”.

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