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ACCIONES CONCRETAS Y
PROBADAS PARA
ELIMINAR EL SUFRIMIENTO Y

RENCOR A TU PADRE Y
SENTIRTE EN PAZ

BY MARÍA DEL MAR MEDITERRÁNEO

 ACCIONES CONCRETAS Y

10 PROBADAS PARA ELIMINAR EL

SUFRIMIENTO Y RENCOR A TU
PADRE Y SENTIRTE EN PAZ

BY MARÍA DEL MAR MEDITERRÁNEO

Tenía yo 14 años cuando mis padres se divorciaron. Mi padre rehízo su vida y

mi madre quedó sola con su severa enfermedad psiquiátrica. A esa edad, me
hice cargo de mi madre, y así sigue siendo hoy.

En mis primeros años sin padres funcionales (que no físicos), me aferraba

desesperadamente a la que, hasta entonces, había sido mi figura de
seguridad, de protección y de guía en la vida: mi padre.

Pero la convivencia en su nueva casa y con su nueva familia no fue bien, y yo

fui expulsada. Yo me sentí expulsada de lo que consideraba mi familia.

Pasé mi adolescencia y primera juventud sin querer verlo, haciendo mi vida

como si nada pasara, como si todo ese rechazo, esos malos gestos y malas
palabras, esas recriminaciones, acusaciones y tratos malos, no existieran.

Sencillamente no tenía los recursos emocionales ni psicológicos para enfrentar

todo eso de la única persona en mi vida en la que confiaba ciegamente: mi
padre.

No fue hasta mis 27 años, que se me cayó la venda de los ojos y comencé mi
duro viaje de confrontación y sanación. Se siente como el ave fénix que se

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precipita hacia la muerte, sin saber que después resurgirá de sus cenizas
fortalecido.

Ya no albergo rencor hacia mi padre, ni sufro por sentir que no me quiere ni

por no sentirme importante en su vida. Aunque reconozco que siempre

quedará una cicatriz.

Hoy albergo amor y compasión en mi corazón, la compresión de que la vida

nos pone siempre en aquellas situaciones que más nos benefician, con el fin de
regalarnos los aprendizajes que necesitamos hacer de la vida para

completarnos y transformarnos en mejores seres humanos.

Respecto a mis heridas paternas, hoy soy una mujer despierta, sanada, plena
y feliz. He recopilado y condensado las 10 principales acciones que me llevaron

a curar el dolor, el sufrimiento y el rencor que mi herida con mi padre me

causaba, y que yo he aprendido a lo largo de estos años de exploración,
desarrollo y sanación.

Me siento profundamente feliz y privilegiada de poder compartir esto hoy

contigo.

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 El primer paso es tomar conciencia de
tu situación.

Si estás leyendo este mini ebook es

porque ya has dado el primer paso.

1 Eres consciente de que hay algo en tu

vida que no te hace feliz, y quieres
solucionarlo.

Y ese algo es con tu padre.

Probablemente te sientas rechazada,

TOMA CONCIENCIA dada de lado, dejada atrás, ofendida,
descuidada por tu padre; incluso
abandonada.

ACCIÓN 1:

Reserva un rato del día para ti, al menos una hora.

Apaga el móvil y avisa en casa de que vas a reflexionar, a tomarte un

rato contigo misma.

Coge papel y lápiz y así lo deseas. Contesta a las siguientes preguntas:

- ¿Qué me pasa?
- ¿Cuál es mi situación actual con mi padre?
- ¿Cómo me siento al respecto?
- ¿Por qué me siento como me siento?
- ¿Hay algo que pueda hacer yo para solucionarlo?
- ¿Me vendría bien pedir ayuda?
- ¿Qué pequeña acción concreta puedo hacer hoy para acercarme
un paso hacia una situación en la que me sienta más feliz?

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ESCUCHA TUS EMOCIONES
¿Te escuchas? ¿Atiendes lo que tus emociones
tienen que decirte? ¿Las atiendes?

Cuando vives inmersa en tu rutina diaria de

atender tus obligaciones laborales, sociales y
familiares, es normal que te dejes a ti en un
segundo plano.

Sientes que el mundo en el que vives exige

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mucho de ti, y eso te hace estar orientada
constantemente hacia afuera. A veces, incluso
te enfadas por pequeñeces que te irritan
sobremanera, pero no sabes muy bien porqué.

Si estás en esta situación, estás desatendiendo

tu mundo interno. Estás abandonando a tus
emociones.

ACCIÓN 2:

Reserva un rato cada día (de media hora a una hora). Anótate esta tarea en tu
agenda y bloquea este espacio para ti. Avisa de que vas a estar haciendo tu

rutina de escritura, desconecta el móvil y que nadie te moleste. Escoge un

cuaderno bonito que te guste, y escribe. Saca lo que tengas dentro, lo que te

inquieta y te preocupa, lo que te hizo daño, lo que te hace sufrir, lo que te

reconcome… Háblale a tu padre, dile todo lo que siempre te hubiera gustado

decirle y no pudiste, cómo te sentiste.

Aquí no hay censuras, no hay juicios ni malas expresiones. No importa si

escribes bonito o no, lo importante es que contactes con tus emociones más
profundas, y las dejes fluir. Tú misma darás con la solución a conflictos que

tenías enquistados desde hace tiempo, o al menos, se desenquistarán.

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VALIDA TUS EMOCIONES
Las mujeres que nos vimos afectadas por las

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heridas de rechazo y de abandono, necesitamos
mirar a los demás para corroborar si lo que
estamos haciendo está mal o bien hecho. Esto
se potencia especialmente en el sistema
educativo tradicional. Buscamos la aprobación
de otros.

Tus sentimientos han sido desplazados y

acallados durante demasiado tiempo con la
finalidad de que no interfieran en tu vida, de que
no te hicieran pasar momentos demasiado
incómodos.

Es hora de que tú misma decidas lo que tiene

valor para ti y lo que no, lo que merece la pena y
lo que no, lo que quieres en tu vida, y lo que
no…
ACCIÓN 3:

Durante tu proceso de escritura aflorarán sentimientos y emociones,

percepciones e ideas, que ni siquiera tú eras consciente de ellas.

Hónralas. Al terminar tu proceso de escritura dale las gracias a tus emociones

por estar ahí, sin juzgarlas como buenas o malas, porque sean como sean, lo

único que quieren es tu mayor bien; es señalarte algo que no está bien en tu
vida, con la finalidad de que puedas tomar acción al respecto.

Cuando sientas esas emociones ahí contigo, diles en tu interior: Gracias por
estar ahí. Sé que sólo buscáis mi mejor bien. Ahora, yo os doy un espacio en
mi vida, os reconozco y os doy la validez que merecéis. Existís. Yo os escucho.

Esta acción, aunque parezca pequeña, es poderosísima, desata el comienzo

de tu sanación.

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DIGIERE TUS EMOCIONES
La digestión de las emociones viene con su

4 expresión.

No somos pocas mujeres las que no nos

permitimos expresar nuestras emociones.
Parece que tenemos la creencia de que ello nos
hace débiles, o simplemente no nos apetece
enfrentarnos a esa situación dolorosa de
nuestra vida. Es más sencillo mirar hacia otro
lado.

–No llores, pequeña. –Te decían de niña.

ACCIÓN 4:

–Llora, llora como si no hubiera un mañana. –Te digo yo.

Llora desde las tripas, llora todo ese dolor, ese sufrimiento, esas ofensas

acumuladas, esas injusticias silenciadas.

Llora con lágrimas, llora con llanto, llora con gritos y sollozos. Llora

golpeando la almohada, los cojines, el colchón.

Llora con saña, con rabia, con dolor y agonía, con sufrimiento y
desesperanza.

¿Sabes lo que estás haciendo con esto? Sacando fuera de ti todo “el mal”.
Expresando esas emociones no reconocidas y enquistadas en tu alma.

Cuidándote, atendiéndote y dándote permiso para expresar todo eso que un

día fue negado y rechazado.

Es hora de ir procesando poco a poco toda esa basura acumulada en ti.

Recuerda bien estas palabras: en tu vulnerabilidad reside tu mayor poder.

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5 TU NIÑA
INTERIOR

¿Conoces a tu niña interior? ¿Cómo se siente? ¿Qué necesita de ti?

Tu niña interior es la parte de ti que sigue siendo niña. Aunque no la veas a

diario, influye más de lo que imaginas en tu vida y en tu día a día.

Es esa parte de ti que siente miedo, inseguridad, desaprobación… Es esa

parte que necesita seguridad y protección, y que anhela amor y atención.

Es esa área de ti que sigue siendo inocente, que disfruta de las pequeñas
cosas y que es feliz con los pequeños momentos.

Ella tiene más poder sobre tus decisiones de lo que imaginas.

ACCIÓN 5:

Dialoga con tu niña interior. Adquiere el hábito de, cada tres días, sentarte en
un lugar silencioso y tranquilo, donde nadie te moleste y colocarte en postura
de meditación. Respira, contacta con tu respiración, y deja que tus

pensamientos fluyan y pasen de largo como nubes en el cielo. Siente esa

parte asustada y necesitada de ti, esa parte que reclama y sufre, y también es

inocente y alegre.

Pregúntale a tu niña interior qué puedes hacer por ella, qué necesita, qué
puedes hacer tú para que se sienta mejor. Dile que estás ahí para ayudarla,

para protegerla y para amarla, pase lo que pase. Pasa tiempo con ella, lo
necesita.

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6 TOMA RESPONSABILIDAD
Ahora que has contactado y conoces a tu niña interior, es hora
de hacerte cargo de ella.

Es cierto que tu niña interior ha sufrido mucho. Ahora

reconocemos y validamos esto.

Es cierto que tu niña interior ha sido mal-tratada y ofendida.

Ahora reconocemos y validamos esto.

Pero ahora, tú decides hacerte cargo de ella, para protegerla,

cuidarla y tomar la responsabilidad.

ACCIÓN 6:

Siéntate en postura de meditación. Contacta con tu respiración. Nota como el

aire entra y sale por tus fosas nasales.
Observa tus pensamientos y déjalos que fluyan como nubes en el cielo. Si te

enredas en uno de ellos, vuelve a contactar con tu respiración, y déjalo pasar.

Contacta con tu niña interior. Dile que a partir de ahora las cosas van a

cambiar y que te haces responsable de su cuidado y protección. Dile que te

hable, que la escuchas (y hazlo).

Ahora, tú has decidido retomar tu poder y afirmar, que nadie tiene ya el poder

de hacerte daño, porque ahora tú tomas responsabilidad de tu niña interior, de

ti misma y por lo tanto, de tu propia vida.

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7
ACEPTA
Muchas situaciones de sufrimiento sostenido en el tiempo vienen de una falta de
aceptación. La no-aceptación de que tu padre no es perfecto, no es un súper
hombre, no lo sabe todo y sí, también se equivoca.

La no-aceptación de que tu padre es un ser humano ante todo y que

posiblemente, de pequeño sufrió, y mucho. Si tu padre te ha herido a ti,
probablemente sus padres lo hirieron a él y nunca curó esas heridas. Heridas
que te ha traspasado.

ACCIÓN 7:

Entra en estado de meditación, como ya has aprendido a hacer.

En tu interior, ve a un lugar seguro, un entorno en el que te sientas protegida

por tus seres más queridos que ya no están. Puede que sea un lugar que ya
conozcas, como la casa de tu abuela, o imaginario, como tu cabaña secreta
de la montaña. Reúnete ahí con tu padre y conversa con él. Dile que te

ofendió, que te hizo daño, que te humilló e hirió. Dale la oportunidad de que
él también se exprese, y deja tus emociones fluir, no las detengas, no

detengas nada de lo que ahí surja. Deja que todo se mueva y fluya. Permite

brotar a las imágenes. Todo se está reordenando.

En ese estado, acepta las cosas como se dieron. Acepta que se dieron así para
tu mejor bien. Para hacerte crecer en áreas en las que necesitabas crecer. Da
las gracias por lo que te sucedió, y sobre todo por los grandes aprendizajes
que ello te trae. Recuerda, aquí estás segura.

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 AUTOCONOCIMIENTO

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Fruto de estos contactos habituales con tu
ACCIÓN 8: espacio interior, con tus emociones y
necesidades, en definitiva, con tu Ser interior,
Obsérvate. La práctica de vas a ir conociéndote a ti misma cada vez más.

la meditación (a la que ya Es necesario y tremendamente positivo

te has introducido) te
ayuda a contactar cada
vez más con tu interior,
con tus necesidades
reales (no las que la
publicidad te indica que
tienes que tener) y con tu
conocerte a ti misma, porque así vas dejando
cada vez más de lado lo que la sociedad y tu
cultura te han enseñado que tienes que querer y
cómo tienes que actuar, y vas contactando y
profundizando cada vez más con lo que tú
realmente necesitas y quieres, y cómo lo
necesitas y lo quieres.

Yo interior.
Observa estos aspectos de ti misma:
- Tu diálogo interno: cómo te hablas a ti misma.

- Tu pensamiento: en qué se focaliza tu mente cuando parece que no estás

pensando en “nada”.

- Cómo te tratas: qué te dices a ti misma cuando sientes que haces algo mal, o
cuando sientes miedo ante un cambio, o ante una determinada situación.

Este auto-conocimiento te dará poder para redirigir tu mundo interno, y por ende tu
mundo externo.

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 PERDÓN INTERIOR
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Llegamos a un punto clave en tu proceso de sanación del daño y rencor que viene
de tu padre: el perdón.

No digo que vayas y le digas: “¡eh papá, que te perdono por el daño que me has
hecho!”. No me refiero a esto.

Me refiero a que reconozcas que un conflicto nunca es responsabilidad de una sola

parte. Al menos hay dos personas involucradas, y las dos tienen su parte de
responsabilidad.

Tomar tu parte de responsabilidad significa no esperar que otras personas que no

seas tú, se ocupen de tus necesidades. Significa no esperar que nadie te ame más
que tú a ti misma, ni que nadie haga más de lo que tú misma harías por ti.

ACCIÓN 9:

Entra en estado de meditación, como ya sabes hacer. Cuando hayas pasado

todas las fases anteriores y sientas que estás preparada, llénate de un

profundo amor y compasión por ti misma, y perdónate.

Perdónate por no haber sabido cuidarte y protegerte mejor, por consentir que
otros que te golpearan emocionalmente. Por esperar cosas de los demás, que

ellos no podían darte, porque no se lo dan ni a ellos mismos.

Lo sé, esto es profundamente doloroso con tu padre: reconocer y aceptar
que ya no esperas que él te ame, porque ahora eres tú la única responsable
de darte ese amor.

Te perdonas por todo eso, y por extensión, lo perdonas a él en tu corazón.

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La auto-nutrición es la suma de
todas las acciones anteriores de por
vida.
Conforme vayas practicando y
dominando el arte de la auto-
nutrición, se irá implantando cada
vez más en tu vida hasta
convertirse en un hábito.
Como consecuencia, cada vez te
cuidarás y te priorizarás más a ti
misma, como resultado de llegar a
aceptarte y a amarte tal y como
eres.
Amarte con todos tus defectos,
porque de hecho, los defectos
forman parte de la perfección:
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AUTO-
NUTRICIÓN
Ya eres perfecta tal y como eres.
Solo hace falta que te des cuenta
tú.
Es posible que esto aún no lo veas,
pero te aseguro que si implantas las
acciones que aquí te propongo
como hábitos, llegarás a
experimentar ese sentido de la
perfección imperfecta en ti misma,
siendo esto, uno de los grandes
exponentes de tu amor hacia ti
misma.
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ACCIÓN 10:

Reitera e insiste en este proceso cíclico del camino de tu auto-conocimiento.

Incorpora como hábitos la auto-escucha, el perdón interno y el amor, hacia ti

misma primero, y por extensión, al resto del planeta.

Sumérgete en esta espiral ascendente, en la que cada paso se repite una y otra

vez, pero cada vez a un nivel más elevado. Un nivel, en el que cada vez tienes
una visión más amplia y completa de la vida y del planeta que habitas:

Recuerda:

Ámate,

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SOBRE LA AUTORA

MARÍA DEL MAR MEDITERRÁNEO

María del Mar es Licenciada en Ciencias Ambientales. Su experiencia personal

la llevó a crear su Método para sanar las heridas emocionales paternas… un
sistema que ha creado basándose en su vivencia de confrontación y superación

de ausencia paterna, que le permitió trascender el sufrimiento y sanar el rencor

hacia su padre por estar ausente en su vida, y lograr llevar la vida feliz y en paz

que anhelaba, tema que desarrolla más extensamente en su próximo libro.

Es Mentora para mujeres de Heridas Paternas formada en Estados Unidos en

el programa The Fatherless Daugther Movement, un movimiento

estadounidense dirigido a la recuperación de las heridas paternas en las

mujeres.

También es Coach certificada formada en el Máster en Coaching, Inteligencia

Emocional y Programación Neurolingüística, acreditada por la Universidad
Rey Juan Carlos y la Asociación Española de Coaching.

Si deseas conocer más sobre cómo puede ayudarte con sus servicios pincha
aquí.

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 Es autora de un libro que está muy próximo a ver la luz, y trata sobre:

- La herida paterna

- Consecuencias de la herida paterna

- Pasos para la reconciliación interior con el padre.
- Acciones para la sanación de las heridas de rechazo y abandono que el
padre deja en la hija.
- El empoderamiento de la mujer para dejar de ser víctima.
- El despertar de la conciencia.

Es la creadora del blog mariadelmarmediterraneo.com, un espacio donde ofrece

recursos y apoyo a mujeres que, como ella, alguna vez sintieron que su padre no
estuvo ahí para ellas, sufren y sienten un rencor por ello, para curar la herida con su
padre y volver a tener la paz y la felicidad que anhelan en sus vidas y en sus
relaciones personales.

Reserva ahora una sesión gratuita de valoración pinchando aquí para dejar de

sufrir por el no-amor de tu padre y comienza ya a construir una vida feliz llena de
relaciones personales sanas.

Un ejemplo, es el relato sobre cuando tomó consciencia de que su padre ya

no la incluía en su vida, cuando se sintió por primera vez abandonada:

“Y de repente, tu mundo arde. Ves como todos los edificios, todos los parques,
todas las hermosas flores que decoraban tu hermoso mundo son consumidas y
devoradas por las llamas. Los edificios se desploman ante tus ojos impávidos y tu
mundo queda reducido a ceniza y polvo. Destrucción y desolación es lo que te
queda. Miedo y soledad”.

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