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Una vida con propósito

¿Para qué estoy aquí en la tierra?

1. Todo comienza con Dios

Día Uno: Pensando en mi propósito

Un punto para reflexionar: No tiene nada que ver conmigo


Si quiero descubrir cuál es mi propósito, la razón por la que fui creado; debo
entender que esto no tiene nada que ver con los sueños y anhelos personales que
tenga, tampoco tiene relación con alcanzar el “éxito” a los ojos de la sociedad, sino
que conocer mi propósito al conocer a Dios. Desde la antigüedad filósofos y
personajes intelectuales se han preguntado acerca del significado de la vida, pero
solo han llegado a vagas conclusiones intentando adivinar su significado. Incluso
ateos en busca del significado de la vida al no encontrar una respuesta
satisfactoria llegaron a la conclusión de que sin Dios no somos nada, para
entender el propósito partir de que fuimos creados por Dios entonces solo a
través de Él conocemos el propósito de nuestra existencia.

Un versículo para recordar: “Todo tuvo su comienzo en él y encuentra su


propósito en él” Colosenses 1, 16b
Todo lo que Dios creo fue hecho para él, nuestras vidas hallan su propósito
cuando vivimos para él.
Cundo hablamos del significado de la vida debemos entender que Dios nos llamó
nos diseñó con un propósito, al igual que solo el creador de una herramienta o un
instrumento conoce su función, nosotros debemos confiar en Dios que fue quien
nos creó, como dice en Romanos 8, 28 “Y sabemos que a los que amamos a Dios,
todas las cosas nos ayudan a bien, esto es , a los que conforme a su propósito
son llamados” que todas las circunstancias que tengamos que atravesar son para
nuestro bien para preparar su creación para el fin con el que fue creado.

Una pregunta para considerar: Con toda la publicidad a mí alrededor, ¿Cómo


puedo recordarme que la viada es en realidad acerca de vivir para Dios y no
para uno mismo?
Cuando deje de buscar la aprobación de las personas, entonces empezare a vivir
para Dios, Muchas de nuestras metas, sueños y anhelos están enlazados en
busca de la aprobación de nuestros padres y seres queridos, podemos alegar que
son nuestros, pero en realidad son los de ellos, querremos cumplirlos para
escuchar un “estoy orgulloso de ti”, muchas veces en busca de alcanzar nuestras
metas nos perdemos en el camino y ya no vivimos para Dios sino para nosotros
mismos y para los hombres. En Juan 12;43 “ellos preferían quedar bien con la
gente y no con Dios” (TLA). Es tiempo de enfocarse y confiar en Dios, en los
planes y el propósito que Él tiene para mi vida.
Día Dos: Pensando en mi propósito
Un punto para reflexionar: No soy un accidente
Tenemos que entender que todo absolutamente todo, estaba en los planes de
Dios empezando por mi nacionalidad, el lugar donde nací, la familia que tengo,
etc. Ningún detalle se le escapó al Señor. Aun las circunstancias que pasamos
fueron para formarnos conforme a su propósito, como dice la frase popular “Todo
estaba fríamente calculado”. La biblia dice en 1 Corintios 10, 13 “ Y pueden confiar
en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden
soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo
vencerlas, y así podrán resistir.” Si pasaste por problemas muy fuertes, Dios confía
y sabía que podías superarlos pues Él estaba ahí dándote fuerzas para salir
adelante.

Un versículo para reflexionar: “Yo soy el creador de ustedes. Estaban bajo mi


cuidado aun antes de que nacieran” Isaías 44,2
Dios nos tienen bajo su cuidado desde antes de la creación de la tierra, en
Efesios 1:4 dice “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para
que fuésemos santos y sin mancha delante de él,” desde antes del Génesis ya
estábamos en los planes de Dios y bajo su cuidado, así que tenemos que
aprender a confiar en Él, tal vez hemos pasado por muchas traiciones o personas
en quien confiábamos nos fallaron pero él es DIOS y no va fallar jamás, es parte
de su naturaleza su FIDELIDAD y lo mejor de todo es que su fidelidad no depende
de nosotros, por eso es que podemos confiar en Él, sus promesas y el propósito
para el que fuimos creados.

Una pregunta para considerar: Sabiendo que Dios me ha creado de forma


única, ¿Qué áreas de mi personalidad, de mi pasado y de mi aspecto físico
estoy luchando por aceptar?
A veces nos miramos al espejo y pensamos: no creo que Dios pueda usar mi vida,
o ser q1uer pueda lograr mis metas y sueños? Y analizamos con nuestra lógica
humana que la situación actual, mi situación económica, mi estatus social tal vez
no son favorables, pero debe aprender a confiar en Dios y entender que Él tiene
todo bajo su control.

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