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EVALUACIÓN EDUCATIVA

 AUTOR: T2 MAN BLAS FIGUEROA TAMARIZ

INTRODUCCIÓN: La importancia y los objetivos del ensayo, así como los aspectos más relevantes
del tema tratados por los autores mencionados en el cuerpo del documento. No incluir gráficos o
ilustraciones no de los hábitos más comunes y naturales del ser humano es el hecho de juzgar y
valorar de manera limitada y subjetiva las cosas, los actos y las personas de nuestro entorno,
inclusive juzgándonos a nosotros mismos, poniendo o poniéndonos en tela de juicio atributos como
belleza, bondad, capacidad, inteligencia, destrezas y utilidad de las cosas y las personas, con el fin de
reflexionar y mejorar día a día esos atributos. Podemos hablar de evaluación en todos los campos de
la actividad humana, pero en el ámbito educativo hoy en día es quizá uno de los temas de mayor
importancia y protagonismo de todos los países. Es por eso que gobiernos, administradores,
profesores, padres, alumnos y toda la sociedad están más conscientes que nunca de su importancia,
repercusiones y beneficios que trae el hecho de evaluar y ser evaluados para tomar mejores
decisiones en los programas educativos y alcanzar mejores índices de calidad del aprendizaje
educativo. Es así que el presente trabajo surge a través de una reflexión y autoevaluación de la
práctica docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje especialmente dedicado al apartado de la
evaluación educativa, para cambiarlos viejos paradigmas que se han creado respecto a la cultura
evaluativa y al examen como único instrumento evaluador y hacerla ver como un proceso catalizador
de formación de manera organizada y planeada el cual nos sirva para recabar información antes
(diagnóstico), durante (formativa) y después(sumativa) del proceso de enseñanza-aprendizaje, para el
mejoramiento y perfeccionamiento de nuestras prácticas docentes y para el beneficio de los
estudiante .Para lo cual partiremos de un bosquejo histórico y de ciertas ‘percepciones que sobre ella
hacen diversos estudiosos, además de la importancia de mejorar los procesos evaluativos mediante la
autoevaluación, coevaluación, heteroevaluación y la metaevaluación para cambiar viejas
percepciones o vicios respecto a ella, definiendo claramente en conjunto los criterios a evaluar para
establecer un lazo colaborativo entre profesor y alumno, los cuales juzgarán su aprendizaje para
beneficio colectivo. Finalmente se elaborará una propuesta de un instrumento de evaluación integral
(examen escrito) con reactivos basados en el modelo Herman Brain Dominance Instrument
(HBDI), propuesto por Ned Herrmann para ser aplicado a los alumnos en beneficio de
su aprendizaje.

I. CONCEPCIONES DE EVALUACION (¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN?).


En nuestro quehacer educativo se pueden distinguir dos momentos de gran relevancia los cuales
consisten en: la programación y la evaluación, ya sea de un programa de estudio, de una materia e
inclusive de una simple unidad. No es suficiente programar, hace falta comprobar hasta qué punto se
han conseguido los objetivos definidos en la misma para poder tomar decisiones, además la
programación y la evaluación deben estar completamente alineado, como dice John Biggs
(Debe haber un alineamiento constructivo).
Por eso la función de la evaluación no se reduce a una simple medida o calificación, va más allá de
estos viejos paradigmas, implica el contrastar lo que se mide con lo que se pretende conseguir, para
luego tomar decisiones trascendentales sobre la continuidad o no de un currículo. Por tales
consideraciones resulta prudente echar un vistazo general acerca del concepto de valuación, realizada
por estudiosos, para tener una visión más clara y profunda de ella, y así para poder afrontar

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con mayor seguridad y certeza una de las actividades más difíciles y protagonistas del proceso de
enseñanza-aprendizaje, que en los últimos años ha cobrado relevancia en las sociedades de todos los
países, no solo en el ámbito educativo, sino también en lo político por las prestaciones económicas
que de ella se obtienen por los organismos internacionales.
Pablo Ríos Cabrera dice:
La evaluación educativa se concibe como un proceso a través del cual se recoge y se interpreta,
formal y sistemáticamente, información pertinente sobre un programa educativo, se emiten juicios de
valor sobre esa información y se toman decisiones conducentes a mantener, reformar, cambiar,
eliminar o innovar elementos del programa o de su totalidad… cuya finalidad es mejorar los procesos
y ser selectiva y clasificadora...”
T. Tenbrink, “
La evaluación es el proceso de obtener información y usarla para formar juicios que a su vez se
utilizarán en la toma de decisiones”
El profesor Antonio Ayala Ramos dice:
“La evaluación es un proceso a través del cual se observa, recoge y analiza información relevante del
proceso de aprendizaje de los alumnos con la finalidad de reflexionar, emitir juicios de valor y
tomar decisiones pertinentes y oportunas para optimizarla”
Miguel Ángel Santos Guerra,
“La evaluación puede concebirse y utilizarse como un fenómeno destinado al aprendizaje y no sólo a
la comprobación de la adquisición del mismo”
Con todas estas concepciones podemos centrarnos más en el concepto de evaluación educativa,
para que nuestros pensamientos equidisten a un solo punto de partida y no nada más verla como el de
recoger, analizar e interpretar datos (evaluación diagnóstica), no solamente sea el de corregir y tomar
decisiones sobre la marcha (evaluación formativa), no solamente el de emitir juicios y una
calificación (evaluación sumativa), sino más bien aprender de ella.
Evaluar lo hecho metaevaluación), sin verla como el momento final de un proceso , si no como el
comienzo de un nuevo proceso más rico y fundamentado, en fin, como un proceso de continuo
aprendizaje.

MOMENTOS DE LA EVALUACIÓN (¿CUÁNDO SE EVALÚA?).


Imaginar el proceso de enseñanza-aprendizaje sin evaluación, sería como salir a un camino deseando
llegar a un determinado lugar, pero sin preocuparnos en ningún momento por analizar las señales que
nos indican si vamos por el camino adecuado; correríamos el riesgo de descubrir tardíamente que
hemos llegado a donde no deseábamos, o que llegamos, pero habiendo utilizado el camino más
complicado porque no nos detuvimos a observar que había otro camino más corto y en mejores
condiciones.
Es por esto que contar con la información adecuada en el momento preciso contribuye a tomar
decisiones más acertadas para mejorar los resultados en el proceso de enseñanza-aprendizaje
mediante los tres momentos de la evaluación de los aprendizajes: diagnóstica, formativa y sumativa

La evaluación diagnóstica.
Nos permite establecer un punto de partida fundamentado en la detección de la situación en la que se
encuentran nuestros alumnos. El profesor podrá identificar las características del grupo y orientar
adecuadamente sus estrategias. El alumno a su vez podrá obtener información sobre los aspectos
donde deberá hacer énfasis en su dedicación. Debe llevarse a cabo al inicio de curso y al inicio de
cada unidad o bloque si se considera conveniente.

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La evaluación formativa
se realiza durante todo el proceso de aprendizaje del alumno, en forma constante, ya sea al finalizar
cada actividad de aprendizaje o en la integración de varias de éstas. Tiene como finalidad informar a
los alumnos de sus avances con respecto a los aprendizajes que deben alcanzar y advertirle sobre
dónde y en qué aspectos tiene debilidades o dificultades para poder regular sus procesos. Aquí se
admiten errores, se identifican y se corrigen; es factible trabajar colaborativamente. Asimismo, el
profesor puede asumir nuevas estrategias que contribuyan a mejorar los resultados del grupo. La
evaluación formativa la podemos comparar con los semáforos, los cuales nos indican si debemos
seguir adelante (luz verde), si debemos avanzar con precaución (luz amarilla) o si definitivamente es
necesario un par o para una revisión (luz roja).

La evaluación sumativa
se lleva a cabo después de concluir el proceso de enseñanza-aprendizaje, su finalidad consiste en
comprobar hasta qué punto los estudiantes han aprendido, mediante ella se asume una acreditación,
una promoción, un fracaso escolar o una calificación.

La diferencia entre la evaluación formativa y la evaluación sumativa se resume de manera práctica en


el siguiente episodio: “Cuando el cocinero prueba la salsa, la evaluación es formativa porque todavía
se pueden corregirlos errores; pero cuando la prueba el cliente, la educación es sumativa, porque
emitirá una calificación sin poder corregir los errores”.

III. MEJORAMIENTO DE LA EVALUACIÓN (¿QUIENES EVALÚAN?)


Los agentes que participan de la evaluación se han diversificado y ello ha significado mayor
participación en el proceso de evaluación y también el desarrollo de una mayor autonomía
y conciencia de lo que los sujetos saben y lo que les falta por saber. En por eso que la planificación
de la evaluación educativa debe considerar la acción de agentes como el docente, el estudiante y los
compañeros, ello favorecerá el desarrollo de aprendizajes relevantes. Miguel Ángel Santos Guerra en
su libro “La evaluación como aprendizaje: una flecha en la diana”, define a la evaluación como:
“…un fenómeno destinado al aprendizaje…”, es por eso que pensar en la evaluación como un
proceso de comprensión y aprendizaje es algo que nos servirá a futuro para hacer más enriquecedor
nuestro proceso de enseñanza aprendizaje,esta comprensión muchas veces debe hacerse de forma
individualizada (autoevaluación) evaluando nuestras propias actuación es públicas o laborales, ya
que continuamente en nuestras vidas tomamos decisiones en función de las cosas positivas y
negativas para una mejora constante, como sucede en la en la evaluación educativa; pero muchas
veces es necesario hacer meditaciones de nuestro desempeño, no de forma individualizada, sino en
forma colegiada (coevaluación) para tener un mejor panorama y una diversidad de opiniones para
hacer las mejoras evaluativas correspondientes y pertinentes favoreciendo así, la mejora continua.
Esta coevaluación puede hacerse también con nuestros alumnos para tener un trato más directo y
hacer más fuertes los lazos afectivos maestro-alumno-institución, pero tener mucho cuidado porque
puede a conducir diferentes caminos cuando no se tiene la costumbre en el grupo de realizar
prácticas de este tipo, debiendo comenzar por valorar exclusivamente lo positivo para acogerlos
y que se sientan seguros y dispuestos; sin olvidar que los estudiantes tiene la misma visión o
percepción de “para qué se evalúa” que muchos profesores y que la sociedad en general, y que
habitualmente esta valoración se realiza para resaltar lo negativo, lo mal hecho, para sancionar, para
suspender, y eso es lo que hacen ellos en cuanto tiene oportunidad: decirlo que han hecho mal otros,
con lo cual los efectos de la coevaluación pueden convertirse en la disgregación del grupo y el
rechazo de todos contra todos, haciéndola improductiva. Más sin embargo, nuestro
desempeño docente constantemente es evaluado por personas ajenas a nuestra institución
o por expertos en la materia (heteroevaluación), tal es el caso de la prueba “ENLACE” y “PISA”, el
cual representa un proceso rico de aprendizaje por los datos y posibilidades que ofrece y a su vez

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complejo por enjuiciar las actuaciones de otras personas, lo importante es que a partir de los
resultados nosotros como profesores podemos hacer más rico y nutritivo nuestro que hacer docente
en el aula para beneficio de los alumnos y para una superación personal y profesional.

Con todo este análisis podemos aprovecharlo para hacer evaluaciones de nuestras evaluaciones
(metaevaluación), la cual Fernando Díaz, en “La metaevaluación y su método”, define a la
metaevaluación como: “…la actividad o conjunto de actividades que consisten en la elaboración de
listas de comprobación y en la aplicación directa de estas listas a un caso específico para, con base en
ellas, construir un juicio sobre la evaluación como resultado. Estas listas incluyen, a veces, criterios y
escalas de valores para medir variables cuya inclusión responde a esos criterios”. Esto para llegar
acuerdos, tomar decisiones o a diseñar nueva estrategias para mejorar el proceso de aprendizaje.

IV. CRITERIOS DE EVALUACIÓN


Una vez que se han tomado las primeras decisiones respecto al objeto a evaluar y a la función que
tendrá esa evaluación resulta necesario concentrarse en un componente fundamental de la tarea de
evaluar: los criterios de evaluación. Elola y Toranzos plantean que los criterios son "...elementos a
partir de lo cuales se puede establecer la comparación respecto del objeto de evaluación o algunas de
sus características." (2000, Pág.. 4). Además que "Este es uno de los elementos de más dificultosa
construcción metodológica y a la vez más objetable en los procesos de evaluación... La mayor
discusión en materia de evaluación se plantea alrededor de la legitimidad de los criterios adoptados
en una determinada acción evaluativa, es decir quién y cómo se definen estos criterios." En relación
con lo anterior es necesario aclarar que al evaluar los aprendizajes de los alumnos, sería valioso y
deseable que éstos puedan participar del proceso de decisión de los criterios con los cuales se juzgará
su aprendizaje. De alguna manera, al permitirles reflexionar sobre qué características de los
productos o acciones son valiosas, se estará también educando y enseñando a autoevaluarse.

Los criterios de evaluación pueden tener diferentes ponderaciones (grados de claridad), pueden
utilizarse en forma exclusiva o en combinación con otros criterios, y resultan centrales a la hora de
evaluar la enseñanza o el aprendizaje. Estos criterios deberán acreditar legitimidad y estar en
concordancia con la función y el objeto de la evaluación previamente definidos

V. INSTRUMENTOS DE EVALUACION.
Una vez establecidos los criterios de evaluación, el siguiente paso es el diseño de instrumentos más
adecuados para llevar a cabo la tarea evaluativa en el proceso enseñanza-aprendizaje de los alumnos.
Existe una gran gama de instrumentos, nuestra tarea será elegir el más apropiado a las características
de nuestros alumnos. En el siguiente cuadro se enumeran diferentes técnicas e instrumentos para
generar información que alimente el proceso de evaluación:
Para este ensayo se utilizará el instrumento de evaluación de la prueba escrita, la cual es un
instrumento de lápiz y papel, en los cuales las preguntas formuladas por el docente son respondidas
por los alumnos, el hecho de ser escritas no garantiza, por sí mismo, que este tipo de pruebas sean
mejores o peores que otras, en términos de su calidad y eficiencia. No obstante, presentan una
ventaja importante con respecto a las orales, ya que las respuestas escritas permiten ser analizadas y
calificadas de mejor manera que las orales. En cierto sentido, representan un testimonio de lo
que verdaderamente respondió el estudiante, con base en lo cual se puede justificarla calificación
emitida, en caso de algún reclamo.

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VI. CONCLUSIONES.
Ha sido muy gratificante y productivo la elaboración de este ensayo porque me ha y nos ha
despejado de viejos paradigmas evaluativos a los que estamos acostumbrados por la herencia que
nos han dejado nuestros profesores e inclusive por la falta de actualización de nuestra parte en el
ámbitoevaluativo, al ver al examen como único instrumento evaluativo: paracomprobación de maner
a cuantitativa la adquisición de los conocimientos, como instrumento de sometimiento y no
solamente eso, si no de verlo como el fin del proceso enseñanza-aprendizaje. Para que la evaluación
educativa adquiera su verdadera dimensión, debemos entenderla en un primer momento como una
recolección de información de manera sistemática, esta recolección debe hacerse a través de varios
instrumentos y evidencias y no solo de uno (en este caso el examen que era o es el instrumento por
excelencia utilizado por el maestro) para obtener una información de carácter más cualitativa, para en
un segundo momento con base a esta información tomar las decisiones más adecuadas que permitan
hacer cambios, ajustes, o correcciones que se consideren pertinentes con la intencionalidad de
mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje durante la marcha y no solo al final como se entiende
en la concepción tradicional. Bajo esta nueva concepción ahora vemos a la evaluación como un
instrumento de ayuda, que a través de la retroalimentación permiten mejorar el rendimiento
académico del estudiante pero también mejorar la práctica del docente, como dice Santos Guerra
“como un fenómeno de aprendizaje” .Aunque esto no es nada fácil, como toda cuestión de actitud y
de mentalidad lleva tiempo cambiarlo, pero no hay nada imposible si en realidad se quiere cambiar, y
sobre todo si se quiere ayudar a los alumnos que son la nueva generación sobre los cuales descansará
el destino de nuestro país

VII, BIBLIOGRAFIA.

BIGGS, John.Calidad del aprendizaje universitario. Narcea editores, 2006.

CASTRO, Rubilar Fancy, Correa Zamora María Elena, otros. “Currículo y evaluación”,
http://www.buenastareas.com/ensayos/Tipos-De-Evaluacion/140538.html.
Consultada el día 9 de mayo de 2010.

ELOLA, Nidia y Lilia V. Toranzos, “Evaluación educativa: una aproximación conceptual”, Buenos
Aires, 2000.

RIOS Cabrera, Pablo. “Evaluación en tiempos de cambio”, texto editado para la especialidad en
Competencias docentes, UPN-Cosdac, México, 2008.

SANTOS Guerra, Miguel Ángel.La evaluación como aprendizaje: una flecha en la diana
. Ed. Bonum, Buenos Aires, 2007.

VidalesDelgado Ismael. “Tipos de reactivos”


http://www.caeip.org/docs/recursosparamaestros/evaluacion/TIPOS%20DE%20REACTIVOS%20Is
mael%20Vidales.pdf. Consultada el día 10 de mayo de 2010.

https://es.scribd.com/doc/78889199/ENSAYO-EVALUACION-EDUCATIVA

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