Вы находитесь на странице: 1из 11

Juan Camilo Murcia Arias

Cod:20121108282
Ensayo 3, Epistemologia.

La crítica del pensamiento aristotélico de fuerza fue ejecutada por Galileo, quien
progreso en el razonamiento del movimiento de los cuerpos, prestando mucha
atención de como un péndulo puede mantener su movimiento durante mucho
tiempo y que un cuerpo que se introduce por una superficie con un impulso inicial
tarda más en interrumpir el movimiento en cuanto más pulida esté la superficie.
Representamos a continuación algunos pasajes de su obra "Dos nuevas ciencias",
en la que Simplicio simboliza el punto de vista escolástico y Salviati protege las
ideas del propio Galileo.
Entre los colonizadores de la ciencia hay un caso especial, entre (1564-1642).
Este físico, matemático, astrónomo y filósofo italiano, espontáneamente estimado
como el constituyente de la física experimental (quizá si el primer científico
moderno), fue también un resplandeciente ingeniero e inventor. Y lo que resulta
característicamente interesante es el hecho que muchas de sus imaginaciones no
estaban determinadas a la píldora de su quehacer científico continuo (como
ocurría con sus otros condiscípulos), sino que incumbían a instauraciones para
uso cotidiano, consignadas a proporcionar una mayor facilidad la vida de las
personas.
En lo que a ciencia se recuenta, Galileo Galilei es sin lugar a dudas uno de las
estampas o iconos más importantes, debido a su gran esfuerzo y a sus estudios,
experimentos y por el gran brinco que dio la ciencia gracias a él.
No obstante es principalmente conocido por sus investigaciones astronómicas a
través del recién inventado telescopio, la función científica de Galilei va mucho
más allá. En principio, Galilei fue el primer científico moderno, ya que a través de
sus indagaciones y experimentos constituyo los asientos del método científico, a
la vez que por primera vez logró hacer profecías con relación al perfeccionamiento
de los modelos que estudiaba, concernientes a la astronomía.
Con muchos agradecimientos a su trabajo con el telescopio, y a una
transformación hecha por el mismo a los telescopios del instrumento con la cual
resultados y obtener 30 magníficos aumentos, la ciencia dió el primer moviemiento
hacia la temporada moderna. A través de tal herramienta Galileó supremamente
logró impugnar el modelo Ptolemáico, el cual había sido admitido por el clero
eclesiástico épocas antes, y soportaba que la Tierra era el foco del universo,
alrededor del cual giraban los planetas y las estrellas en esferas cristalinas.
Galileo lo vió; Galileo lo evidencio, Galileo lo manifestó y Galileo lo comunico. A
través de una divulgación llamada ¨El mensajero de las estrellas¨, Galileo dió a
frecuentar con detalle las consecuencias de sus experimentos, lo que
embarazaba a la opinión eclesiástica secular, que para aquel periodo se oscilaba
por el sisma de la innovación, por lo que veía en tal divulgación un riesgo para la
Santa Iglesia.
A pesar de todo lo sobrevivido, Galileo en cautividad permaneció realizando
experimentos con sus estudios sobre la inclinación de los objetos. En los postreros
años de su vida, dio con un gran descubrimiento, que más tardíamente sería la
piedra angular para el compromiso de Isaac Newton y el origen de la mecánica
clásica. Galileo se dio cuenta de que soberanamente de su masa, las substancias
al caer conservan la misma velocidad, lo que no conseguía comprender.
Lastimosamente, expiro antes de rescindir su estudio sobre la aceleración de los
objetos, aunque los datos alcanzados fueron bastantes para las descendencias
posteriores.

Personalmente lo reflexiono que uno de mis héroes favoritos de la historia.


Matemático, científico, filósofo, físico y astrónomo. En su Carta a la Gran Duquesa
Cristina documento una de las citas más radiantes que conozco: “No me siento
obligado a creer que el mismo Dios que nos ha dotado de sentido común,
raciocinio e intelecto, tenga como objetivo privarnos de su uso” Ésta y otras citas
de Galileo Galilei envuelven que él verdaderamente nunca desatendió del todo su
fe, a la cual siempre le almaceno acatamiento a pesar de la injusticia y
extravagancias de la Iglesia. Él veía la calidad de no alternar de obligar un
compromiso o matrimonio entre ciencia y fe. También articulo otro pensamiento
análogo al decir: “La Biblia te enseña la forma de ir al cielo, pero no la forma en la
que los cielos van”.

Aquellos que me frecuentan saben que como desconfiado e irreligioso no


enemisto con la Iglesia Católica, sin embargo, me estima significativo tomar un
poco el pliego de “abogado del diablo” en esta congruencia. Reflexiono muy
importante discutir cualesquiera mitos que se han fundado alrededor de la
historia de Galileo.

Primero: La Iglesia no importunaba a Galileo sencillamente “por enseñar ciencia


y no La Biblia” o algo equivalente. La iglesia en dicho periodo de tiempo al igual
que la generalidad de científicos, no se aglutinaban a la teoría heliocéntrica de
Copérnico (que por cierto era católico) sino a la anticuada visión
Aristotélica/geocéntrica, que era generosamente aceptada también en la arcaica
Grecia. Si bien, La Iglesia hallo en parte influenciada por una mala elucidacion de
La Biblia, la cual, según cualesquiera líderes, de alguna conducta respaldaba la
teoría Aristotélica. Sin embargo: En mi punto de vista la falla de La Iglesia no fue
“atacar a la ciencia” y “adherirse a dogmas religiosos”. Más allá de eso, su falla
fue aprovecharse del dominio que poseía.

De modo que la Iglesia utilizo su poder, y desempeñando los lujos y fantasías que
éste le concediera; dispuso obstaculizar en la enseñanza de la teoría
heliocéntrica. Hay que mantener en cuenta que la interdicción no pudo aquietar
complacidamente el avance de la teoría. Considero que uno de los sucesos que
esta historia de Galileo nos logra mantener en la cabeza es que el cristianismo
occidental o la religión no son las insuperables demostraciones de maldad en el
mundo, (obviamente) sino antes bien; nos paradigma la significativa lección de
jamás confiar en los “poderosos de turno”. Me arriesgaría a decir que cualesquiera
de las personas y colocaciones más poderosas del mundo en la popularidad ya no
son cristianos, ni religiosos. Asimismo es incuestionable que el dominio que la
religión gozaba en occidente se suprime día a día.

En mi dictamen, la religión no irreparablemente es el contrapuesto principal de la


historia de Galileo, sino el abuso de poder mismo soberanamente de quién lo
goce. Sin interesar si aquellos vigorosos sean de izquierda o de derecha, de norte
o de sur, religiosos o ateos, a veces poseerán la prospección a hacer lo posible
por aprisionar a sus propios fundamentos, y amordazar agresivamente a aquellos
que los objeten. El poder puede envenenar. En la época moderno dicho prodigio
sigue ocurriendo. La arbitrariedad de autoridad, y sus tentativas de silenciar a
opiniones discrepantes. Favorablemente en la era de internet, encubrir verdades
sobre el despotismo de poder es cada vez más difícil. Tenemos grandiosos
ejemplos de esto como los casos de Julian Assange o Edward Snowden.
Segundo: También pienso un mito multitudinario imaginar que la Iglesia Católica y
todas las religiones en corriente de alguna manera detuvieron (o detienen)
totalmente el avance científico.

Considero que sí se puede debatir en qué grado la influencia de la iglesia católica


(y los protestantes) afectaron el avance de la ciencia, sin embargo no me parece
acertado llegar a hacer afirmaciones tan grandes como: “Sin la iglesia (sin
religión), estaríamos unos 300 años adelante en el futuro tecnológicamente
hablando”.

Es sencillo encontrar artículos en Wikipedia, (y otros sitios) con listas que incluyen
una amplia cantidad de importantes científicos católicos, protestantes,
musulmanes, etc. Listas con sus respectivas fuentes, por supuesto. Listas de
personas que vivieron en distintos periodos históricos.

Para mí, esto puede ser considerado como evidencia a favor de que tanto la
religión, como las personas que la componen no necesariamente han sido ni son
anti-ciencia, sino personas racionales, curiosas y hambrientas de conocimiento, tal
como Galileo. Excepciones aplican.

Otro ejemplo moderno del punto que estoy tratando de alcanzar podría ser Arabia
Saudí, una nación muy conservadora en sentido religioso, (con problemáticas que
vale la pena discutir en otra oportunidad) pero al mismo tiempo es una nación que
no está para nada atrasada en términos de avance tecnológico. Tienen incluso su
propio programa espacial.

Es evidente que tanto el mundo Islámico como el mundo cristiano han tenido sus
grandes altos y sus horribles bajos en cuanto a ciencia y sociedad concierne. La
ciencia en el mundo protestante creo que merece un artículo aparte, pues muchas
de las potencias occidentales de la actualidad han “crecido” en mundos
influenciados por el protestantismo, y a mi parecer, este no ha afectado
gravemente el avance científico.

Algunas de mis conclusiones:

 La iglesia católica adoptó la teoría aristotélica geocéntrica como una


especie de dogma.
 Me parece incorrecto decir que la iglesia católica era "anti-ciencia".
 Me parece correcto decir que la iglesia católica era dogmática y autoritaria.
 El avance de la ciencia no necesariamente se entorpece por la religión.
 Sobra decir que tanto Galileo como la Iglesia sabían que la tierra es
redonda.

Asimismo logramos reflexionar a Galileo como un propagandista científico, en el


emotivo en que arriesgo por textos minifestados en italiano en vez de en latín,
lenguaje dominante en el mundo de la filosofía y de la ciencia. Este transcurso de
la ciencia se consigue considerar que empezó con la divulgacion de un texto sobre
“Manchas solares”, al que siguió los impactantes “Diálogo sobre los dos máximos
sistemas del mundo, el ptolemaico y el copernicano y “Dos nuevas ciencias. Con
estas obras Galileo hizo asequible a todo el mundo doctrinas que quedaban en
contra de la religión católica, como que la Tierra no es el foco del Universo y de
que nos movemos a la redonda del Sol, como un planeta más. La divulgacion de
estas obras le formaron muchos problemas con la Inquisición, fundamentalmente
la obra de 1632 lo tranfiere a la última y concluyente presentacion ante el Santo
Oficio, que lo censura a adjurar de sus develamientos y a vivir aislado hasta el fin
de sus días. De esta formalidad surge la famosa frase Eppur si muove; que,
soberanamente de que sea cierta o leyenda, manifiesta muy bien la circunstancia
del científico delante al poder político y religioso.
Uno de los seguidores de galileo es el científico Sir Isaac Newton que para mi
opinión personal es, sin lugar a dudas, el científico más importante de la historia,
competido únicamente por el propio Albert Einstein. Entre sus numerosos logros
científicos y académicos, el más significativo fue la combinación de las
matemáticas y la astronomía, proporcionando paso a toda una nueva gama de
ciencias empíricas basadas en la diligencia de las leyes y procedimientos
matemáticas implantada por él para describir y anunciar el movimiento del todo.
Es el padre de la mecánica clásica, mejor acreditada como Física, ya que
mediante sus leyes permuto absolutamente la clarividad que el hombre tenía del
universo, pues manifestaba la relación entre todos los objetos, sus movimientos,
recorridos orbitales y una abundancia de fenómenos que antes eran manifestados
mediante teorías imaginativas, ligadas intrínsecamente a las reconocimientos
religiosas cristianas.
Gracias a sus ecuaciones y las leyes de atracción universal, el hombre dió un
paso adelante inmensamente grande en lo que a ciencia y tecnología respecta.
Aún hoy, se monopolizan las mismas leyes y ecuaciones demandadas hace más
de 200 años, en la investigación espacial y la colocada en órbita de satélites y
transbordadores espaciales.
Distintos de sus contribuciones a la ciencia fueron el perfeccionamiento del cálculo
matemático, el estudio de la luz y la óptica, el cálculo integral y diferencial, las
derivadas, la espectrografía, entre otros.
Newton desenvolvió y explicó la naturaleza y efectos de la gravedad
perfectamente, aunque en ningún momento pudo explicar su origen. En realidad,
Newton concluyo premeditadamente hacer caso omiso a éste factor, pues las
leyes se desempeñaban a la perfección. Newton fue un aprendiz provechoso y
heredero lucaciano de Barrow, cuyas clases presenciales en matemáticas
indisputablemente fueron la piedra angular de su alineacion científica, que tomó
solidez cuando dispone relegar los programas de estudio de Cambridge y
examinar las obras de Galileo (1564-1642) y de René Descartes, entre varias
otras.
Las obras del gran físico toscano simbolizaron una indiscutible revolución en el
descendimiento: Galileo implanto el expediente de evidenciar una presunción o
teoría realizando experimentaciones y no esgrimiendo argumentos puramente
filosóficos o especulativos. Sus experimentaciones sobre la caída libre de los
cuerpos, utilizando el corrimiento de los mismos sobre planos inclinados marcan
un inmediato en la historia de la Ciencia. Galileo hace constar que los cuerpos en
movimiento tienen una propencion natural a seguir moviéndose (inercia), siempre
que no se vean afectados por el rozamiento u otra acción (fuerza).
Esta será una de las leyes de la Mecánica que cuando mas progrese Newton se
delegara de determinar. Pese a cualesquiera equivocaciones de Galileo, su obra
instituyo los fundamentos de la Ciencia y marcó el camino de sus partidarios,
como Newton. Fue el francés Descartes, dispositivo clave en el periodo entre
Galileo y Newton, quien por modelo aclara el significado de inercia en el
movimiento libre y rectilíneo de los cuerpos. Sin incautación uno de las
estimaciones más grandes de este jesuita y gran pensador, entendido de los
éxitos y desdichas de Galileo, fue inplantar el álgebra en la geometría, esto es
personificar mediante un conjunto de números (coordenadas cartesianas)
cualquier forma geométrica. Este develamiento revolucionó las matemáticas, con
una consecuencia tan grande en los siglos siguientes, alcanzando a ser clave para
el desarrollo de teorías del s. XX como la Relatividad de Einstein o la Mecánica
Cuántica de Planck.
Newton, inervenido y dotado con los instrumentos desarrolladas por Galileo,
Descartes y varios otros; incursionó con luz propia en el campo científico y lo
alboroto por completo. En abril, gana una beca en Cambridge y al siguiente año
recibe su carrera profesional en Humanidades y es elegido miembro
circunstancial del consejo de gobierno del Trinity College. A los 25 años acoge su
doctorado también en Humanidades y pasa derechamente a miembro principal del
College, adquiriendo patrocinios para consagrar con mayor libertad a sus
actividades académicas pero también con la obligación de tomar las órdenes
santificadas del que será jubilado cuando sucede a Barrow como
catedrático lucaciano.
El momento que va de 1663 a 1668, según el conveniente Newton, es el más
productivo de toda su vida y en el que desplego sus trabajos significativos para la
humanidad. Dos de ellos le proporcionarian una fama merecida: uno, el
perfeccionamiento del Cálculo Diferencial e Integral o Cálculo Infinitesimal (a la
que Newton llamó fluxiones) una vigorosa herramienta de análisis matemático,
clave para representar procesos en los que se desencadenan cambios; y dos,
Fundamentos de la Mecánica, comprendidos en sus tres leyes básicas del
movimiento (cinemática) y sus causas (dinámica) manifestadas con el lenguaje
matemático del Cálculo Infinitesimal. Las grandiosas ideas científicas de Newton,
tanto las matemáticas (Cálculo Infinitesimal) como las de Física (movimiento,
gravedad y óptica) se formularon en ese periodo corto que incluye sus aposentos
en Lincolshire entre 1665 y 1667 debido al cese de actividades académicas en
Cambridge por amenaza de la peste.

En lo que pertenece en cuanto a su vida personal, Newton no era una persona


encantadora. Tenía un carácter volátil e incontrolado, muy mal humor desde que
despertaba, era cascarrabias, grosero y poco amistoso. Consagro su vida entera a
la ciencia, al asentamiento de llegar al sepulcro sin conocer los placeres de la
carne y el calor femenino,probablemente gracias a su solitaria personalidad y
testarudez por el estudio científico.
Sin lugar a dudas, Newton gozaba de una inteligencia superior y una capacidad
analítica incomparable, lo que le merece un lugar en la historia como el científico
más importante de la historia.

Newton, era un tipo extravagante, desobediente a todas las satisfacciones de la


vida, frío, sin la menor contingencia en su larga coexistencia; un hombre que no
comió con placer una sola vez, sino que se empapaba con intransigencia de la
mañana a la noche en sus contrariedades, que desdichadamente eran de una
clase rara vez beneficiosa, ya que derrochaba el 70% de su atrevimiento en
estudios cabalísticos y en el atrevimiento chocante de calcular la fecha de los
acaecimientos bíblicos, hasta el asentamiento de que, según se dice, dejó más de
millón y mediano de discursos y cantidades en diez mil fichas emborronamiento.
Sólo se conquistaba ocalcionalmente de los problemas científicos, y dice de sí
mismo que únicamente se concedió con indiscutible celo a la ciencia, y luego
nunca más, durante los 18 meses que tuvo que perpetuarse en la granja de su
madre cuando era discípulos, durante la peste de Londres. Los convites
accidentales para que se invadiese de problemas científicos las tomaba, según
manifiesta, periódicamente, como una especie de molestia.
A pesar de esto, y necesariamente a causa de su ocurrencia única, ha descuidado
una serie de trabajos y escritos que establecen lo más importante que nos ha
cedido la historia de la física, y se le encumbra ajustadamente como el padre de la
física moderna, como el descubridor de la imagen clásica del mundo y el fundador
de la mecánica universal. Cada proposición que escribió es evidentemente clásica
por la luminosidad de la expresión, la preciosidad del estilo, completamente
antigua, y la penetración translucida con que enfoca el problema, y, según el
dictamen de los pocos que obtienen seguir sus cálculos excepcionalmente
difíciles, éstos también establecen obras catedráticas.

Una de las primordiales conocimientos para el éxito de la filosofía natural de


Newton fue el documento que ésta tuvo al desplegar una teología natural valiosa.
En la Inglaterra del siglo XVII floreció el uso de las licenciaturas del mundo natural
para experimentar el conocimiento, supremacía y magnanimidad del Creador, y la
obra de Newton fue apadrinada ágilmente por los teólogos nativos. Además,
Newton mismo propago las oposiciones teológicas de su conveniente filosofía
natural. Aunque en la originaria impresión de los Principia no hay ninguna señal de
Dios, para la segunda edición Newton implanto un “Escolio General” en el que
manifiestamente contenía la relación entre Dios y su Creación. Al consumar sus
observaciones, escribió: “Esto concluye la discusión sobre Dios, y tratar a Dios a
partir de los fenómenos es ciertamente una parte de la filosofía natural”. Pero
inconmensurablemente antes de esto, en sus escritos originales, logramos ver
demostración del convencimiento de Newton de que su filosofía natural obedece
del hecho de que el mundo fue creado por “un Agente voluntario” que es “muy
despabilado en mecánica y geometría”. A pesar de su abatimiento silencioso
sobre Dios en la inaugural edición de los Principia no tenemos, por tanto, razón
alguna para poner en tela de juicio la verdad de la afirmación de Newton a Richard
Bentley, según la cual, El prejuicio de Newton por la elucidacion de las Escrituras
durante algún lapso de tiempo fue desatendida como desconcertante. Sin
incautacion, su calidad para un discernimiento adecuado de Newton ahora se
muestra de acuerdo y espolea mucha actividad nueva entre los expdertos. El
sobresaliente de este trabajo permite ver en la coyuntura el núcleo de la pregunta
de Richard H. Popkin: “¿por qué uno de los más grandes teólogos anti-Trinitarios
se dedicó a escribir obras de filosofía natural, como los Principia Mathematica?”
Hoy en día es claro que la refutacion a esta interroacion se puede descubrir en el
hecho de que la filosofía natural de Newton era de un solo fragmento, no sólo con
su alquimia y teología natural, sino asimismo con sus atrevimientos en exégesis
bíblica. Cuando alguna vez se le interrogo cómo hizo sus grandiosos
develamientos en ciencia natural, se dice que Newton manifestó de antemano
que: “pensando continuamente en ello”. Ahora se considera que estaba pensando
permanentemente en su Dios y la naturaleza de su predestinacion y que todos los
desiguales aspectos del trabajo de su vida deberían verse como diferentes formas
de descubrir continuamente todo lo que podía sobre Dios y Su relación con el
mundo.
En mi opinión Pocos personajes históricos merecen tanto una biografía como
Isaac Newton. Más allá de lo que hayan podido hacer estadistas, legisladores,
militares y millonarios, sus logros se pierden sin remedio en las arenas del tiempo
como se derrochaban las hazañas del Ozymandias de Shelley. Pero la obra de
este inglés del siglo XVII persigue hoy tan aclamada como el día en que la
expreso, y su balazo se sigue abandonando sentir.

Fue la suya la originaria gran teoría de combinación de la física, que manifestó


que la materia de los cielos se manda por el equivalente compuesto de reglas que
la materia terrestre. Inclusive la luz se desertó sometiéndose a por su genio. Sus
contribuciones van desde la física hasta la matemática, como fabricador del
cálculo diferencial. Pero quizá el científico sea más acreditado que el hombre, y no
todo, positivamente, fue ciencia en la vida de Newton. Vale el escarmiento
inspeccionar con interés las fisonomías de temperamento que lo caracterizaron
en un entusiasta investigador, sus campeadas en la alquimia y la teología, su
desplazamiento para transformarse y pasar de hombre confinado a animal social.
Escases de éxito tuvo Newton en sus licenciaturas sobre la alquimia, que aún no
había sobrepasado el rango de ciencia, para lo que mantuvo la espera hasta el
siglo XVIII. Asimismo estudió hasta irse hasta el fondo de la cronología bíblica y
los escritos de los Padres de la Iglesia y documento artículos sobre sus estudios
teológicos, algunos de los cuales se difundieron durante su vida y otros
persistieron originales hasta después de su muerte.
Newton era un creyente persuadido por el mismo y su conocimiento del universo.
En relación con su propia teoría de la gravitación universal, dijo esto:
“La gravedad explica los movimientos de los planetas, pero no puede explicar
quién puso los planetas en movimiento. Dios gobierna todas las cosas y sabe todo
lo que es o lo que se puede hacer”.
Numerosa gente sabe que Newton acostumbraba la alquimia y la teología. Pero
pocos estarán al corriente del esfuerzo que consaraba a ambos temas. Tal es así,
que uno acaba especulando que sus contribuciones científicas no fueron más que
una pequeña interrupción en un mar de perpetua actividad, la de un hombre nunca
en tranquilidad. Es más, la teología forma un elemento tan significativo en su vida,
cristianizar en un arrianista que impugnaba a la trinidad, que su prospero hecho
fue impugnar la extremaunción de la Iglesia que, por su cargo, formalmente
defendía.

Como no era reconocido hacer investigaciones alquímicas en el siglo XVII


numerosas otros científicos, concibieron sus experimentaciones en la total
ilegalidad. Auxiliado por los principios alquimistas de Nicolas Flamel y las
elecciones de Paracelso, cambiar en oro distintos elementos conocidos también
se volvió un anhelo del inglés.
Para la época, la alquimia rodaba en dos manivelas. Descubrir el tan anhelado
poder del “elixir de la vida” edificando la piedra filosofal y transfigurar los metales
cargantes al oro. Es el secundario eje donde se orientaria Newton, arraigarse
experimentaciones con el plomo y el mercurio, pues la combinación investigaba
apartar del plomo peculiaridades básicas para la elaboración del oro, metal
cualificado uno de los más dotados de hermosura y de eximio valor. Como
resultado a esto, casi al final de su vida tendría un accidente con el mercurio.

Pero abandonando de lado sus pasmosas contribuciones científicas, hay dos


instantes en la vida de Newton definitivamente fascinantes y a ellos,
conseguientemente, se les consagra el miramiento debido.

El originario es la extraordinariamente transformacion de un hombre prisionero y


algo misántropo en un animal social competente de progresar en el ambiente de
Londres. El sacramento se descubre pronto: la aproximadamente imperecedera
desplazamiento de trabajo que le convirtió en el más significativo científico
europeo le consintio también reconvertirse a sí mismo para concordar a las
situaciones inconstantes. Básicamente, Newton descollaba en todo aquello que se
planteaba, y rincones a ser delegado, se convirtió en el mejor, como cumplidor de
la casa de la moneda.

El otro evento es la pusilánime altercado sobre la imaginación del cálculo


diferencial. Vergonzosa, porque el gran comprometido de su coexistencia fue el
propio Newton por no propagar en su instante sus descubrimientos. Ambos
facciones expusieron un nivel de acometividad y curiosidad indigno de las
personas cómplices de este hecho, especialmente, como dice el autor,
reflexionando que el descubrimiento del cálculo diferencial presenta gloria
suficiente para más de un hombre.

Ambos contextos se resumen en un temperamento sin igual y una provocación


descomedida. Modifico la Royal Society convirtiéndola en una fundación científica
seria, pero a su vez la manipulo con mano de hierro.

Newton Pone desenmascarando toda su peculiar personalidad fascinante,


atormentada y paradójica del más transcendente científico de la historia, pero
también con extrema autoridad intelectual. Newton se presenta con inseparables
sus degradaciones y esplendores, concedido de toda su dimensión humana.
Richard Westfall sintetiza y explica las principales aportaciones científicas de
Newton y, sobre todo, describe su génesis.

Вам также может понравиться