Вы находитесь на странице: 1из 2

Mi segundo texto de 1000 palabras de mierda. Al final veré si cuento éstas o no.

En fin, qué difícil


es esto de ponerse a escribir. Y sobre todo decir algo interesante.

El mundo no es, si yo no soy.

He escogido un título aterrador, sinceramente, ¡solo lo leería algún alumno budista!. Está claro para
el que haya leído un poco de filosofía. Sabría de qué iría este post. Pero por favor, no corra y no
saque conclusiones precipitadas.

Todos hemos deseado salir de nuestro mundo, en el que parece a veces que estamos confinados para
ser lo que se supone que debemos ser y hacer. Todos sin excepción. Algunos más que otros pero al
fin y al cabo siempre hubo un punto de inflexión en nuestras vidas que nos hemos cansado de ser
esto que somos por muchos motivos.

Llevo años leyendo filosofía pesada, difícil de entender incluso para el que la escribió, encriptada,
solo para los que tienen oídos para oír y los que están preparados para encontrar al maestro. Pero
supongo que los de a pie, los de calle, que también andan buscando alguna respuesta a sus muchas
dudas, necesitarán saber algo más, un poquito de esperanza que llene sus muchos vacíos o vacíe sus
muchas dudas.

No, no voy a ser yo. Quítate eso de la cabeza. Yo voy a poner alguna duda más en tu cerebro y si
puedo, la voy a marcar como se marca al ganado. Así que si no quieres estar marcad@ por mi
opinión de por vida, mejor continua tu camino sin terminar de leer mi post de 1000 palabras de
mierda.

La cuestión es que yo puedo decir lo que tengo que decir, rápidamente, de una manera entendible
para todo el mundo y sin tener que andarme con rodeos. Sin marear al lector y sin torturarme en
buscar mil formas de decorar lo que es simple y directo. Pero el ser humano necesita marketing de
alguna manera y hay que conseguir marketing. Parece que mientras más palabras son capaces de
leer nuestros lectores más convencidos están de que lo que tú dices es verdad y no una falacia más
como todas las que corren por internet. Sí, qué cínica que soy verdad? Ya lo sé, pero soy perfecta
como Dios me quiso hacer si crees en Dios.... o en lo que creas. Si yo estoy aquí y tú allí estás
leyéndome, uno de los dos es el maestro. Hay maestros cínicos.

Bueno sin intención de desviarme del tema, pero ya sabes que tengo que buscar mis mil palabras,
toda la filosofía que he leído y libros y más libros de psicología, autoayuda, religión, en fin un
sinfín de historias para poblar una mente inquieta como la mía que decidió, no hace mucho, no
buscar la iluminación que tantas personas buscan.

¿Cómo es posible no querer vivir en un mundo sin dolor? ¡A parte de cínica, masoquista! Es una
respuesta sencilla, pero no te la voy a dar hasta que no lleve más o menos las ochocientas palabras,
por eso del marketing, pero si tienes paciencia ya queda poco, a ver que sigo investigando en mi
subsconciente qué hay por ahí.

Vivimos en un mundo dual, que se crea a base de emociones (que aunque te hayan dicho lo
contrario, se aprenden). Todas las emociones tienen sus niveles; así está el amor y su nivel más
bajo: el odio; cuando está en el nivel más alto es al amor absoluto y así pasando por diversas facetas
que no son sencillas de explicar y que los dejo para otro post de mil palabras de mierda. Así nos
vamos haciendo una idea de todas las emociones que son capaces de albergar el ser humano. La
supuesta iluminación de la que los libros hablan, de la que Jesucristo hablaba es la ausencia
absoluta de éstas emociones, es un estado de psicopatía más parecido. O por así decirlo un estado
neutral de emociones, dónde todo te importa un carajo.
Está de lujo vivir en un mundo donde todo te importe un carajo, pero si todo te importa un carajo,
para qué cojones vives en este mundo dual que es perfecto para experimentar?

Para saber amar absolutamente, primero hemos tenido que tener la sensación del odio absoluto y
haber sobrevivido a eso. Hemos tenido que sentir mucho miedo para adentrarnos en lo más
profundo de nuestro valor para enfrentarnos a algo, hemos tenido que sentir una inmensa pena para
pasar por el extremo de la alegría dónde te sientes a rebosar y describiendo solo emociones podría
dedicar mis mil palabras, pero lo dejamos para otro post.

No pretendo ser experta en el asunto, sinceramente solo quiero escribir mil palabras. Pero doy mi
opinión y la opinión es como el culo: cada cual tiene el suyo.

Un mundo sin olor, sin sonido, sin dolor, sin amor, sin muerte, sin declive, sin fin... de verdad qué
clase de loco podría querer eso! No me imagino un mundo sin chocolate, sin sexo salvaje, sin una
copa de vino y una semana de gimnasio duro para quemarlo, sin la lucha constante de tener que
ganarme un sueldo para sobrevivir y sin las ganas de volver a enamorarme. No me imagino un
mundo sin mis amigos, sin el baile, sin mis padres (que aunque se irán y se reencarnarán cerca de
mí de nuevo o eso espero) yo los vivo, los disfruto y los sufro y aunque he llorado lágrimas de
auténtico dolor, pánico, miedo, terror; también he amado con una pasión sin igual, también me he
dejado la piel en decisiones valientes que han terminado ser un absoluto fracaso y me he hundido en
el infierno. Y te quedas con la sensación de que el dolor siempre es superior a la felicidad que la
vida te proporciona, pero yo creo que no. Que es una percepción propia de cómo vemos la vida. Por
si lo pensamos muy bien, lo único realmente importante en el mundo, somos nosotros mismos.... si
cerramos los ojos y morimos, el mundo muere con nosotros, deja de existir... así que si
verdaderamente el mundo es, porque yo estoy en él.... por qué no hacer lo que pueda, con lo que
tengo, sabiendo que al fin y al cabo todo esto es un juego en el que tengo que aprender las más
grandes emociones de la historia porque soy afortunada de pasar por tantas trampas y saber
afrontarlas ya con tanta alegría, simpatía y serenidad. Y sobre todo... todavía me enamoro cuando
me he llevado los mayores palos de la historia del amor. Aún sigo amando como una adolescente,
esperando que él también me ame. A veces con prudencia y otras como una loca, por el simple
hecho de que cómo voy a saber cómo me saldrán las cosas a mí, en mi mundo personal, si no lo
experimento?

Si yo no soy, el mundo no es. Así que voy a ser lo que en este juego me toca ser. Yo misma. Voy a
dejar la iluminación para el final del pasillo.

Вам также может понравиться