Вы находитесь на странице: 1из 5

Tradición como modo de adquirir el dominio

La tradición es un modo de adquirir el dominio mediante el cual se


transfiere el dominio de una cosa a otra persona que puede adquirirlo.

La tradición se encuentra consagrada en el artículo 740 del código civil el


cual dice lo siguiente:
«La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas, y consiste
en la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la
facultad e intención de transferir el dominio, y por otra parte la capacidad
e intención de adquirirlo.
Lo que se dice de dominio se extiende a todos los otros derechos reales.»

Las partes en la tradición se denominan tradente y adquirente el primero


como la persona que tiene la intención de transferir el dominio de un bien,
y el segundo es la persona que por la tradición adquiere el dominio del
bien, este último debe ser capaz según lo preceptuado por el artículo 740
del código civil.
La capacidad es un requisito en la tradición para el adquirente del bien;
hay dos clases de capacidad según el código civil; la capacidad de goce
que hace parte de todos desde que somos personas y la capacidad de
ejercicio, este tipo de capacidad la define el código civil diciendo que todas
las personas son legalmente capaces, excepto aquellas que la ley declara
incapaces; además de la capacidad un requisito es la intención del
adquirente, tanto que para que la tradición sea válida se requiere también
el consentimiento de esta persona.
Además también es requisito para la validez de la tradición que esta sea
hecha voluntariamente por el tradente o su representante; otro requisito
para la validez de la tradición es la necesidad de un título traslaticio de
dominio, dicho título debe ser válido respecto de la persona a quien se
confiere, tampoco debe haber error en cuanto a la identidad de la especie
o la persona a quien se hace la entrega.
Cuando en la tradición intervienen mandatarios o representantes legales,
es necesario que estos obren dentro de los límites del mandato o de su
representación legal. Bajo tradición puede transferirse el dominio con
condición suspensiva o resolutoria, pero esto debe ser expresado.
Por último en cuanto a mandatarios o representantes legales se refiere
pueden entregar o recibir a nombre del dueño o mandatario y para que
dicha entrega sea válida es necesario que estén debidamente facultados.
Ya que la tradición hecha por el mandatario debidamente facultado, se
entiende como si la hubiese hecho el mismo mandante.

¿Cómo debe realizarse la tradición del dominio de


bienes inmuebles?
La tradición se relaciona con la entrega de una cosa del tradente al
adquirente, pero tratándose de bienes inmuebles la tradición del dominio
no se efectúa por la simple entrega del bien inmueble, es necesario la
inscripción del título en la oficina de registro de instrumentos públicos.

Los derechos de usufructo y uso formados sobre bienes inmuebles,


también se realizara la tradición de la misma forma, al igual que en el
derecho de habitación y en la hipoteca.
Respecto a la tradición de bienes inmuebles la Corte Suprema de Justicia,
Sala de Casación Civil y Agraria en sentencia de 21 de junio del 2000,
expediente 5409, se refirió de la siguiente manera:
«Prueba de la transferencia del dominio. Si bien es cierto que la constituye
la copia autentica de la escritura pública que contiene el acto traslaticio,
debidamente registrada en la oficina correspondiente, también sirve al
mismo propósito el instrumento público que, huérfano de la anotación de
registro, se complementa con el certificado de tradición del bien
enajenado, en el que conste la inscripción del acto documentado en la
escritura.»

Por otro lado cuando se trate de bienes inmuebles heredados, el heredero


solo puede disponer de ellos, cuando:
a) Cuando se haya dado el decreto judicial que da la posesión efectiva
de dicho bien.
b) Cuando se haya registrado el decreto judicial mencionado y los títulos
que confieran el dominio.
Solo a partir de este momento un heredero pasa a ser el propietario del
bien y por ende puede disponer de este, por ejemplo vendiéndolo, dándolo
en comodato, hipotecándolo, etc.
Es tan importante el registro de los bienes inmuebles que según lo
preceptuado en el artículo 759 del código civil, los títulos traslaticios de
dominio, no darán o trasferirán la posesión efectiva del respectivo derecho
mientras no se haya verificado el registro en instrumentos públicos.
Entonces tratándose de bienes inmuebles, la tradición del dominio de la
cosa se perfecciona al momento de registrarse el titulo traslaticio de
dominio en la oficina de registro de instrumentos públicos.
Por último en cuanto a la transferencia de derechos personales, la tradición
aquí se da por la sola entrega del título del cedente al cesionario.
Prescripción como modo de adquirir el dominio

En Colombia existen cinco modos de adquirir el dominio que son la


tradición, la accesión, la sucesión por causa de muerte, la ocupación y la
prescripción adquisitiva de dominio; esta última también puede ser
extintiva del dominio.

La prescripción adquisitiva de dominio se da cuando se ha poseído un bien


por determinado tiempo.
El código civil Colombiano en su artículo 762 define la posesión de la
siguiente manera:
«Es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor y dueño,
sea que el dueño o el que se da por tal, tenga la cosa por sí mismo o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él, El poseedor es
reputado dueño, mientras otra persona no justifique serlo»

La posesión puede ser regular o irregular; la primera se da cuando existe


justo título y buena fe mientras que en la segunda no es necesario
ninguno de estos requisitos. Hay que diferenciar la posesión de la mera
tenencia, en la mera tenencia se reconoce la propiedad de otro; es decir
por ejemplo Juan tiene la cosa, pero la tiene a nombre de otro, no ejerce
ánimo de dueño, es como si simplemente cuidara la cosa o disfrutara de
ella.

Entonces ¿cuándo se da la prescripción adquisitiva de dominio?

Se requiere haber poseído el bien, si la prescripción es ordinaria cinco (5)


años y diez (10) años si es extraordinaria, claro esto en cuanto a bienes
inmuebles se refiere. La ordinaria se da cuando se ha poseído de manera
regular el bien y la extraordinaria cuando se ha poseído de manera
irregular.
Anteriormente el código civil establecía diez (10) años para la prescripción
ordinaria y veinte (20) para la extraordinaria, pero la ley 791 de 2002 redujo
la prescripciones veintenarias a diez (10) años y estableció el tiempo de la
prescripción ordinaria en cinco (5) años. La modificación realizada por esta
ley es muy importante ya que reduce el tiempo para las personas que han
poseído y ejercido su ánimo de señor y dueño, dándoles la posibilidad que
en menor tiempo puedan por declaración judicial a través del proceso de
pertenencia tener la propiedad.

Вам также может понравиться