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El neoclasicismo en México.
La radicación de la academia de san Carlos abriría una fecunda producción de tres décadas de
arquitectura neoclásica; pero ya desde antes los ingenieros militares y teóricos de la ilustración
señalaban sus líneas de ataque contra el arraigado barroquismo. El ingeniero miguel constansó
amplia la casa de la moneda y diseña las casa reales de san Luis. El potencial cultural de México
le dio la posibilidad de tener no solo su academia, sino también hombres que ayudaron a la
difusión del neoclasicismo inclusive en Europa.
Por otra parte el foco de irradiación de la política capitalina mexicana se expandió a los
principales centros urbanos del país, fenómeno que en el plano de la arquitectura neoclásica
americana es único ya que en los demás países fue un hecho aislado restringido a la capital.
La formación de sociedades de amigos del país o económicas, la realización de diversas obras
en el interior, dieron al neoclasicismo mexicano ese carácter nacional que lo singulariza.
Cuatro variables de penetración neoclásica en México que son asimilables a la totalidad del
continente:
1- presencia por creación, obras nuevas de neto corte académico.
2- tareas de sustitución, modificación de fachadas, eliminación de retablos, etc…
3- trabajos de reconstrucción por sustitución de antiguas obras.
4- conclusión de obras ya comenzadas.
Las dos variables de sustitución y reconstrucción marcan las pautas de la falta de conciencia
histórica concreta en los historicistas del pasado greco-latino. Entre las obras más
representativas del neoclasicismo mexicano debamos señalar, las de Manuel Tolsá, arquitecto
y escultor valenciano artífice del auge de la academia de san Carlos. Tolsá realizó su obra
cumbre en el palacio de la minería (1797-1813), restaurado en 1830 por el francés antonine
villard. La sobriedad desornamentada del palacio no obvia la necesaria grandiosidad y
empaque tan caros a los críticos de arte peninsulares, mientras la calidad arquitectónica de
Tolsá se manifiesta en la magnífica solución espacial de la escalera imperial.
En otras obras civiles como las casas del puente Alvarado, numero 52 y las del marqués de
apartado, Tolsá introduce modificaciones ornamentales y de partido, revalorando el entrepiso,
retoma la tradición de los corredores volados y nuevos trazados de patios. El palacio
Buenavista de patio ovalado, las obras del convento de la enseñanza y de san francisquito en
Irapuato, el diseño para el hospital cabañas, concretado luego por José Gutiérrez y Manuel
Gómez Ibarra, la iglesia de las teresitas en Querétaro (1803) completada por tresguerras y
Ortiz, son trabajos singulares del periodo, a los que debemos agregar la alhóndiga de
granaditas de José mazo y avilés y la caja de agua de san Luis de potosí para tener un
panorama destacado del neoclasicismo mexicano.
El neoclasicismo en Guatemala.
Se conjuga una circunstancia trágica, el terremoto que asolo la antigua Guatemala en 1773,
que lleva al traslado y refundación como nueva ciudad. Se encomienda el nuevo trazado a diez
navarro; el plano confeccionado en 1776 sufre modificaciones en España por el arquitecto
francisco sabattini, quien designo a su discípulo marcos Ibáñez para la dirección de las obras de
la ciudad.
Junto a Ibáñez llegaron el delineante Antonio Bernasconi y el ingeniero Joaquín Isasi quienes
consolidarían el neoclasicismo en Guatemala. El 1779 Ibáñez proyecta la catedral.
El movimiento neoclásico guatemalteco se vio consolidado por proyectos como los de la
escuela de grabados de garci Aguirre. El ingeniero José de sierra, propulso la formación de una
escuela de arquitectura y una academia de matemáticas en el marco de la sociedad
económica.
La presencia de Ramírez, marqui y garci Aguirre marco indeleblemente el triunfo del
neoclasicismo, caracterizado por las experiencias de las construcciones antisísmicas. En este
sentido podemos interpretar la tendencia horizontal de la iglesia de santo domingo (1792-
1804) proyectada por Garcí Aguirre.
El neoclasicismo en Brasil.
Mientras el resto de Brasil acusaba claramente la efervescencia del barroco minero o la
continuidad evolutiva de sus antiguos programas arquitectónicos, en Belem do pará se
producían importantes acontecimientos derivados de los tratados de límites entre España y
Portugal.
Antonio José Landi diseñaría las modificaciones de los templos del Carmen y la merced dentro
de los criterios aun rococós. Sin embargo sus proyectos para las iglesias de san Juan bautista y
santana son ya claramente neoclásicos utilizando en esta ultima una cúpula sobre crucero y en
san Juan bautista una planta de base octogonal abovedada. Entre las obras civiles diseñadas
por Landi cabe recordar el palacio de los gobernadores y el antiguo hospital militar donde se
guardan las normas de simetría. Los ingenieros militares como domingo Sambuceti, realizaron
fuertes dentro de los lineamientos de Vauban como el príncipe de Beirá en la frontera con
Bolivia. La formación de una arquitectura eficiente sin los rasgos superfluos de lo decorativo,
llevo a estos ingenieros a actuar como precursores del neoclasicismo.
México independiente.
La continuidad del neoclásico de Tolsá y del más fluido de tresguerras puede encontrarse en la
cámara de diputados de Agustín paz en el cementerio de santa Paula, etc… tampoco faltaran
los ejemplos revivalistas neogóticos como la iglesia de el conventillo y el hotel casino de
Aguascalientes (1848-50), las torres de la catedral de Guadalajara (1849) o inclusive cierto
eclecticismo neobarroco como el del teatro Alarcón de san Luis de potosí de tresguerras (1825-
27) o la capilla del panteón de Tepic (1840).
Lorenzo hidalga, sus proyectos precursores como el del mercado El volador (1843) y de la
penitenciaria en panóptico (1848) demuestran el conocimiento efectivo de las obras
contemporáneas, el dominio de la capacidad de análisis funcional y comparativo, que llaman la
atención en una época de esquematismo y superficialidad. Teatro santa Anna (1844), casi nada
cambio de la ciudad colonial, solo el fervor antibarroco y antihispanista. Aparece un nuevo
tema de relevancia, el teatro, que es furor en toda América. La vivienda no varía
sustancialmente, y el otro tema que aporta el periodo es el de los cementerios donde ya
tenemos el antecedente de Tolsá en su proyecto para cementerio modelo (1808), la formación
del primer camposanto secular en santa Paula (1836).
Centroamérica.
A partir de 1823 la antigua intendencia de Guatemala se separa de México y conforma las
provincias unidas de América central que a la sombra de francisco Morazán trato de
sobrellevar los conflictos de liberales y conservadores y superar las intrigas de los agentes
británicos.
En 1841, la sociedad económica de amigos del estado de Guatemala acordó restablecer la
escuela de dibujo y busco recrear las condiciones del periodo de garci Aguirre y marqui.
Las tendencias neoclásicas se expresaron durante este periodo de una forma ortodoxamente
clasicista, lo cual no obvio la persistencia de formas barrocas y tradicionales en el interior. El
teatro nacional, proyecto de miguel rivera maestre y castillo san José del ingeniero José María
cervantes autor también del puente de Mixco y del proyecto de fuerte para el cerrito del
Carmen.
En costa rica la perdurabilidad de las tradiciones constructivas se evidencia en la escasa
evolución de la tecnología. El terremoto que en 1842 redujo a escombros la ciudad de Cartago
genero el desarrollo de una temática arquitectónica maderera.
El Caribe.
Cuba y puertorrico, bajo el dominio español hasta fines del siglo xlx; lo que en otros países se
manifestó, en el nivel oficial, como reacción antihispanica y búsqueda de nuevos modelos, aquí
se expresa en la continuidad de un neoclasicismo.
La persistencia de la tradición en las primeras décadas del siglo se manifiesta en las viviendas
que reiteran el planteo compacto con la planta baja destinada a comercio, entresuelo para la
servidumbre u oficinas y una planta alta residencial. Las primicias del clasicismo académico se
expresan claramente con el diseño del arquitecto Antonio maría de la torre para el templete
(1827) de corte griego. Durante el gobierno de miguel tacón como capitán general de la isla se
construyo el primer ferrocarril de América y equipamientos urbanos como mercados públicos,
mataderos, servicios de cloaca y alumbrado, teatro, cárcel, etc…el teatro tacón fue inaugurado
en 1838 siendo obra del maestro Antonio mayo.
Santo domingo, panamá y puerto rico verán erigirse a mediados del xlx viviendas a las que se
incorporen balcones de filigrana, muchos de los cuales reiteran la tipología de un esqueleto
metálico formando un cajón adosado a la fachada. En puerto rico desde fines del xvlll se
habían popularizado viviendas de azotea de ladrillo y balcones de madera, escaleras
importantes con huellas de mármol e inclusive ocasionales alicatados catalanes.
Ya a medidos del xlx comenzaron a expandirse los balcones de hierro forjado con marco que
reemplaza a las columnas o pies derechos madereros, dando cierta autonomía formal al
conjunto; diversas obras de Manuel castro, Lorenzo hernaiz y Luis Antonio pagani. La capilla de
santa maría magdalena de passi del arquitecto José Hernández en 1863 señala la continuidad
del neoclásico.
Venezuela.
Se forma como un país semi rural donde la única ciudad importante es caracas. La separación
de la gran colombio a partir de 1830 marca largos años de bancarrota total, alzamientos,
revoluciones, guerras civiles, anarquías y personalismo que caracteriza la historia de un
periodo caótico en la cual brilla la luz nefasta de una pléyade de caudillos con vocación
salvadora y actuación cada vez más desfavorable para los intereses de la república. Solo las
últimas tres décadas del xlx son de interés para la historia de la arquitectura y que la situación
política económica impidió la realización de obras publicas.
Colombia.
La fuerza del neoclasicismo arquitectónico expresado en las obras del padre Petrés en los
últimos años del dominio hispánico encontraron su continuidad en los diseños del padre
Marcelino Pérez de arroyo quien en la región del valle del cauca proyectara numerosas obras,
como la iglesia de san francisco de Cali. El congreso de nueva granada de tomas Reed fue la
obra cumbre del periodo. Una obra de este tipo debía encuadrarse necesariamente en los
parámetros del clasicismo monumental, único capaz, para la concepción estética de la época,
de simbolizar la trascendencia de la legislación materializada.
Ecuador.
El cabildo abierto en quito que declaro la independencia en 1830 señalo la muerte de la gran
Colombia y dio comienzo a nuevas rivalidades intestinas entre quiteños y guayaquileños. La
inestabilidad de la situación política y el sectarismo regionalistas no eran factores propicios
para el desarrollo de una nueva experiencia en el plano arquitectónico. Se introducen algunas
novedades del academicismo neoclásico como en la columnata dórica del palacio de gobierno.
Perú.
Dos periodos nítidos se pueden señalar para la arquitectura poscolonial peruana como de
interés; el de la confederación peruano-boliviana (1836-39) y el iniciado bajo el mando de
castilla.
Entre las obras dignas del periodo de la confederación podemos recordar los arcos triunfales
(temática romanticista) que el protector santa cruz levanto en zepita y Cuzco (arco de santa
clara), y el del general deusta en puno con glorieta circular. En Arequipa se desarrolla una
arquitectura que sabe unir las tradiciones constructivas de la piedra sillar con las novedades
del clasicismo. La tendencia es general hacia viviendas horizontales y bajas que eliminan el
cornisamento o petril superior dando frecuentemente la imagen de obras inconclusas pero
macizas. Paulatinamente se van aumentando las alturas de las bóvedas (sistema tradicional de
construcción arequipeña).
En Trujillo encontramos en el periodo un interesante desarrollo en las viviendas que
adoptando elementos propios del neoclasicismo los conjuga con del rococó dando una curiosa
simbiosis, sobre todo en la parte externa de la obra. En lima los diseños ornamentales van
tendiendo paulatinamente a formas clásicas. Las modificaciones sustanciales en típico balcón
limeño de cajón para adicionarle un matiz clásico expresan el intento generalizado de América
de transformar la arquitectura hispánica mediante el recurso de variar el exterior sin afectar lo
profundo de sus concepciones.
Entre las diversas obras públicas cabe mencionar el mercado central de lima, casi un centenar
de escuelas en diversas regiones, establecimientos de administración política departamental y
de policía; panteones y cementerios en múltiples ciudades que suelen oscilar entre neoclásicos
y neogóticos. El eclecticismo y los revivals fueron poco a poco reemplazando a los cánones
clasicistas de la arquitectura peruana de la primera mitad del siglo xlx.
Bolivia.
La persistencia del neoclasicismo colonial se expresa en la obra de la catedral de potosí (1809-
1836) y en las sucesivas etapas de la catedral de la paz, ambas proyectos originales de
Sanahuja. El primer arquitecto boliviano José Núñez del prado nombrado con el grado de
profesor de arquitectura civil, se le encomienda obras de importancia como el teatro
municipal, el palacio de gobierno y el mercado. Los temas configuran el tríptico habitual de la
ideología de los gobernantes de la independencia: nuevas obras para el poder político,
modificación de los gustos de recreación, creciente intercambio económico de libre comercio.
En provincias, sobre todo en sucre y potosí, varía poco el esquema colonial y la presión
demográfica no altera el paisaje urbano. En Cochabamba las recovas de la plaza mayor fueron
hechas dentro de la misma tradición colonial. También en potosí la plazuela 6 de agosto fue
remodelada en 1851 por el arquitecto José maría trigo quien le coloco 44 arcos perimetrales.
En el templo se planta circular la rotonda (1850-56) en sucre se reconoce cierta influencia
italiana en la columnata jónica y en las estatuas que ocupaban el remate del templo. Esta obra
es contemporánea a otras similares que se realizaban en el cono sur americano, pero difiere
en lo sustancial de cualquier tipología virreinal.
Chile.
La influencia inglesa y norteamericana se vislumbra por el fervor de lo neogótico, revival
romántico que tenia amplia difusión y que encontró en chile un buen promotor como José
garandillas que realizo la iglesia neogótica del asilo del salvador. La presencia francesa también
fue importante a través del trabajo de Pierre dejean; proyecto la catedral y instituto de la
concepción. Claude François Brunet desbaines fundó la escuela de arquitectura. Trabajo como
arquitecto del gobierno a partir de 1850 y diseño el teatro municipal (1853) con un gran
pórtico dodecastilo. En las residencias incorpora las ideas de arquitectura de fachadas con la
utilización de nuevos materiales, mármoles, cristales en las claraboyas que cubren los antiguos
patios, y en fin, un repertorio ornamental academicista a lo Luis Felipe o restauración.
Uruguay.
La república oriental es uno de los frutos de la balcanización y fragmentación del territorio
americano como creación de la diplomacia inglesa. A partir de su independencia pasa a una
década de crecimiento vertiginoso. El trazado de la ciudad nueva lo realiza el cordobés José
maría reyes. La tutela británica y francesa sobre el nuevo país independiente se manifiesto en
obras como el templo protestante que prestaba servicios a la tripulación de la flota inglesa
anclada en Montevideo para controlar a rosas.
En la línea del clasicismo la obra más importante fue el teatro solis, realizado sobre diseños del
italiano Carlos Zucchi en 1841. Otra obra singular de Zucchi en el Uruguay fue su proyecto
urbanístico para vincular la ciudad nueva con el antiguo casco colonial. El eje de transición de
su trazado para la plaza independencia se vincula a las tradiciones borbónicas francesas con
fachadas homogeneizadas mediante pórticos cuya unidad rítmica común la constituía una
arcada romana, e inclusive, comprende el diseño del conjunto de arquerías y recovas de Elías
gil, conocidas por la pasiva.
Argentina.
La historia argentina del periodo tiene dos etapas bien claras en que se ensayaron modelos
diversos tanto en lo político como en lo económico social. Rivadavia ejemplificada en argentina
la faceta de la negación histórica, la miopía barnizada de “progresismo” y del eficientismo de
los ilustrados. El periodo que va desde 1810 a 1825 será marcado por el enfrentamiento
dialectico entre ideología y realidad. No son, sin embargo, años de logros edilicios dado que los
recursos económicos apenas llegaban a lo imprescindible, afectados como estaban a mantener
las guerras de emancipación primero e intestinas después. Quizá tan importante como las
realizaciones sea la ideología subyacente que buscaba transformar la arquitectura más allá del
mero replanteamiento que esbozara el neoclasicismo academicista.
Rivadavia venia de pasar cinco años en Francia e Inglaterra, y había formado su perspectiva
cultural ilustrada. Advertido de la necesidad de concretar prácticamente la nueva política
cultural, importara a los franceses Pierre benoit, prospero Catelin, charles Henri Pellegrini y
José Pons; a los ingleses james bevans y charles rann y a los italianos Carlos Zucchi y Paolo
caccianiga.
El aparente cosmopolitismo era, sin embargo, coherente con el deseo de construir a bs as en la
imagen de la ciudad europea culta y civilizada frente a la barbarie expresada por las formas de
vida tradicionales. Creara el departamento de ingenieros arquitectos y el departamento de
ingenieros hidráulicos a cargo de Catelin y bevans respectivamente. Desde ese momento
parece definirse que la arquitectura y las bellas artes serán patrimonio del pensamiento
francés, mientras el equipamiento y la infraestructura quedaran a cargo de los británicos.
Las obras expresivas del plan rivadaviano abarcan dos sectores: arquitectura e infraestructura,
en el primer caso las obras de significación son el pórtico dodecastilo de la catedral y la sala de
representantes de bs as, ambas de Catelin.
El neoclasicismo francés no hace escuela, la arquitectura denostada de los godos sigue vigente,
no por constituir un arma de expresión política e ideológica, sino por configurar un elemento
ya consustanciado y moldeado con una expresión vital rioplatense.
En ciertas áreas, nuevos adelantos tecnológicos permiten la incorporación de soluciones
inéditas (iglesia de san Carlos, salta.) mientras que el proceso de concentración urbana y la
mayor complejidad funcional de las ciudades ira exigiendo nuevos temas de arquitectura.
Rosas ejemplifica, en oposición a Rivadavia, la búsqueda de una continuidad histórica, que mas
allá de las formas autoritarias de ejercicio del poder implica la conciencia de nación por encima
de los modelos importantes.
La arquitectura del periodo de rosas no descuella por realizaciones espectaculares, y en rigor
es contradictoria analizada globalmente. Una línea mantiene el criterio de importación de
formas arquitectónicas en boga en Europa, movimiento romántico (revivalista; Richard Adams
y Eduardo Taylor en sus templos protestantes) mientras que otras tendencia, también
romántica, se expresa en un lenguaje más cercano a la tradición hispánica (obras de Felipe
senillosa, como el caserón de rosas en san Benito de Palermo, recrean la sencillez expresiva de
la arquitectura tradicional aun cuando recurren a tipologías semejantes a las divulgadas por los
tratadistas clásicos.
La arquitectura del periodo oscila entre el retorno al neoclasicismo de los maestros de obra de
periodo hispánico y las novedades de las influencias sajonas como en la mayoría del territorio
continental.
En las décadas subsiguientes a la caída de rosas (1852), el desarrollo de la arquitectura
clasicista italiana alcanzo apogeo por la llegada de arquitectura en el litoral se hicieron sentir
en sus catedrales. En concepción del Uruguay, Pedro fosatti realizara para Urquiza el palacio
de san José y el saladero santa cándida que constituyen ejemplos señeros de palacetes rurales
con fuerte influencia de las villas palladianas. Carlos enrique Pellegrini construye el teatro
colon con cubierta de hierro importada de Inglaterra y afirmaba el adelanto de los pueblos se
mide ahora por el consumo de hierro.
Brasil.
En diversos aspectos, la brasileña es una realidad distinta, ya que por las otras características
de su origen y por las otras características de su origen y por los acontecimientos históricos
que allí se concretaran su evolución se aparta de los moldes hispanoamericanos.
Si ello es real en lo que significa la vida política y económica del xlx brasileño, no lo es tanto en
el plano arquitectónico como veremos.
En el plano arquitectónico, la tardía explosión del barroco mineiro dará paso a la refinada y
erudita versión neoclásica que la corte con su prestigio y poder impulsara. Es cierto, sin
embargo, que determinadas obras como la casa de cámara e cadeia de Ouro preto (museo de
la inconfidencia) significa un avance hacia el neoclasicismo en el siglo xvlll.
La iglesia de san José, 1815 por Joao da Silva moriz y en la notable asociación comercial del
salvador (bahía) que diseñada por el portugués Cosme Damián da cunha fidie evidencia la
impronta del clasicismo británico.
La academia das bellas artes de rio de janeiro, cuyo edificio proyecto Grand jean de montigny
con un monumental pórtico que señalo nuevos rumbos conceptuales. Las obras de Grand jean
de montigny fueron el mercado municipal (1835-1841) y el proyecto del senado del imperio,
en el plano oficial.
También en el plano urbanístico la apertura de un bulevar y otras calles, así como la plaza
municipal, significaron modificaciones de importancia que se completaron con el
equipamiento de fuentes y arcos, a los cuales el boato cortesano era tan afecto.
Dentro del neoclasicismo capitalino la santa casa de misericordia (1840-52) y el hospicio de
Praia vermelha (1840-52) que sobre planteo original de domingos monteiros se concluirá con
fachadas diseñadas por José maría Jacinto rebello, quien además proyectara el excelente
palacio de itamaraty en 1851.
Con cierto retraso respecto a la capital el neoclasicismo se desarrollo en el interior. En
Pernambuco: Luis vauthier durante los años 1840 a 1846 dejo obras interesantísimas, como el
teatro santa Isabel. En bahía, el cementerio del pilar y la alfandega (aduana) con un cuerpo
circular con ejemplos notables.
La grandilocuencia de muchos proyectos neoclásicos, la utilización de materiales importados y,
en frecuentes casos, de nuevas tecnologías no impide identificar las propuestas de la academia
con sus contemporáneas de otros países en América. Sin embargo, la concreción de un
neoclasicismo marginal en provincias, que se expresara en algunos edificios públicos y sobre
todo en las haciendas y residencias urbanas se diferencia más nítidamente de los partidos
arquitectónicos hispanoamericanos.
El romanticismo historicista.
Las vertientes de reacción anticlasicista, teñidas unas veces de un sentido nacionalista y otras
más próximas al socialismo utópico, manifiestan una renovación de interés por la historia y su
incorporación operativa al diseño arquitectónico; ello se integra en una visión cultural
romántica y un deseo de identificación nostálgica con determinado momento histórico.
En el plano arquitectónico la tradición romántica tuvo más fuerza en Inglaterra y Alemania que
en Francia o Italia. En América el espíritu romántico y nacional europeo no podía calar más que
de forma superficial ya que su estado de ánimo cultural le era conceptualmente ajeno.
Historicista de la historia de otros y en nacionalista de países extranjeros por incapacidad de
asumir la propia nación. Los revivals románticos no pueden ser coherentes porque no existen
los modelos originarios, para la imitación revivalista se apelo a los modelos de las grandes
catedrales europeas.
Las temáticas neogóticas y neorrománticas se utilizaron predominantemente en templos
católicos y protestantes, en cuarteles, cárceles y con un sentido pintoresquista en residencias
rurales o suburbanas.
La restauración como reconstrucción arqueológica y con adiciones contemporáneas fue una de
las vertientes culminantes del romanticismo europeo. Los trabajos de viollet le duc en
carcassone, los de rogent en Barcelona donde también acaba la catedral gotica y los de Luca
beltrami en el Castello sforzesco de Milan identifican con matices esa corriente.
En América esta vertiente solo se canaliza en los trabajos propiamente arqueológicos en las
ruinas precolombinas.
La tendencia historicista tomara fuerza como reacción ante el avasallamiento cultural y se
sumara a la serie de movimientos antiacademicistas de las primeras décadas del siglo
subsiguiente. También habrá una persistencia, hasta mediados del xx, de contenidos
meramente simbólicos en grandes conjuntos de arquitectura religiosa que apelaran a formas
románicas bizantinas, neogóticas de estructura de hierro e inclusive de formas insólitas como
la iglesia ortodoxa rusa de bs as. Otra vertiente que identifico la expresión nacional española
fue la neo mudéjar.
La tradición funcional.
El área de infraestructura y equipamiento urbano fue adjudicada predominantemente a la
vertiente inglesa, realizaba las inversiones en las obras portuarias y ferrocarrileras esenciales
para su política económica de América. Los límites entre la arquitectura y la ingeniería
entraban en conflicto, llevaba en general a un reparto donde lo estrictamente funcional o
técnico correspondía a la ingeniería y las zonas de imagen formal a la arquitectura. Esta
dualidad de uso estructural y epidermis diferenciada se dará con mucha frecuencia a partir del
momento en que la tecnología del hierro se adopta masivamente en las construcciones. Los
edificios urbanos que requieren superficies cubiertas de grandes luces, pero que no quieren
negar su imagen afrancesada optan por formar un cascaron epidérmico.
Arquitectura de gobierno.
Las casas de gobierno en América tendieron a ocupar los antiguos palacios de los virreyes o
gobernadores mientras el poder legislativo o el municipal tendieron a reutilizar los cabildos.
La variedad estilística de estas obras es realmente notable, y si ejemplos precursores como el
capitolio de Bogotá adoptaban las pautas del neoclasicismo, los ejemplos más tardíos del siglo
xlx y el xx señalan la vigencia del eclecticismo. Un caso singular lo constituye la casa rosada de
bs as, en el que se unen dos antiguos edificios por medio de un gran arco y logias
neorrenacentistas del arquitecto francisco tamburini. La vertiente italiana con sus cortiles
ordenados y sobrios, su lenguaje mesurado y los juegos de planos espaciales porticados se
reiteran en múltiples ejemplos de casas de gobiernos provinciales de la argentina como las de
Paraná (Bernardo rigoli y Luis sessarego 1885). Habrá también ejemplos eclécticos de logias y
mansardas como las de santa fe (francisco Ferrari 1910), borbónicas como la de Jujuy (g. a.
correa 1927) o preanunciando un modernismo secesionista como la de Tucumán (domingo
selva 1910); ejemplos tardíos de neocolonial como el palacio nacional de Guatemala de Rafael
Pérez de león o el palacio de gobierno del Perú en lima. Sin duda en el conjunto no se nota
una unidad conceptual ni tipológica más allá de cierto carácter monumental y una notoria
fastuosidad en ciertos salones de despacho y recepción. Tampoco es clara una imagen
simbólica ni hay un lenguaje dominante que caracterice a los palacios de gobierno y vistos así
en conjunto tiende a desdibujarse cualquier intento de sacar conclusiones globales. Su
individualismo, monumentalidad, refinamiento y exhibicionismo suelen ser las ideas rectoras
que se expresan con calidades distintas.
Los edificios legislativos o parlamentarios tienen sin duda una mayor aproximación a modelos
identificables. Un grupo podría ser claramente emparentado con los lineamientos del capitolio
de los estados unidos de Norteamérica (William thorthon 1847). Otro conjunto acusa
señaladamente la impronta del concurso para el Reichstag de Berlín de 1872 y su concreción
por Paul wallet (1889-98) e incluso prescindiendo de la fisonomía goticista, del parlamento de
Budapest (1882-1902).
Ejemplos notables como los palacios del congreso nacional de argentina (Víctor meano 1898) y
el palacio legislativo de Uruguay (Víctor meano 1904 – gaetano moretti 1913).
Los edificios ministeriales y de justicia se adscribieron generalmente a las formas estilísticas
borbónicas o neorrenacentistas, tendiendo a ratificar las ideas de solidez y sobriedad como
expresión del poder y seguridad del estado. El equívoco de una arquitectura oficial así
tipificada ha hecho que anacrónicamente hasta mediados del siglo xx se realizaron obras de
esta prestancia formal.
Afectados de seriedad y empaque, ostentosos en grandes espacios inútiles y mezquinos en lo
funcional se debatían entre la figuración de la imagen y la viabilidad de uso. Su rigidez
conceptual no preveía cambios a pesar de las aspiraciones de eternidad que las obras
presumían.
Las concesiones a la composición académica las llevaba a forzar circulaciones y organizaciones
en aras de la simetría, a efectuar vanos desproporcionados a las necesidades reales, en función
del fachadismo e inclusive a generar vastas áreas muertas como sucedía en los altillos bajo las
mansardas.
Lo imprescindible no era ser sino parecer y a ello sacrificaban muchas otras consideraciones.
Estas obras del estado que, siendo subsidiario en lo económico para posibilitar el laissez faire
liberal, era a la vez compulsivo en lo político, señalan la preocupación esencial de crear la
imagen moderna de ciudad europea y se insertan en las políticas de modificaciones urbanas
tanto de ensanches de las antiguas capitales como de las aperturas de las grandes avenidas.
Dentro del mismo campo de obras de gobierno, otra temática que adquiere interés es la de los
edificios para correos y telégrafos; no escapan a las características ya señaladas. El predominio
italianizante se acusa en el correo de Chiclayo (Perú) en el uso del almohadillado y en el léxico
ordenado de pilastras, con un cuerpo central cuya fisonomía nos lo aproxima a la tipología de
los municipios. En cambio el correo de Veracruz (México) se estructura con gran pórtico de
columnatas central y dos cuerpos laterales avanzados con mansardas, a la mejor usanza
borbónica.
La amplitud de los espacios en dimensión heroica puede encontrarse en mastodónticos
ejemplos como los correos de bs as y rosario donde la escala humana se pierde totalmente
subordinada a la grandilocuencia exhibicionista.
De tanto empaque y presuntuosidad los valores simbólicos se iban mezclando y en definitiva
no había mayor distancia para evaluar fisonómicamente la propuesta formal de la majestad de
la justicia como la de las solidas razones de la aduana o la eficaz comunicación del correo. El
eclecticismo ni siquiera logro una tipología formal coherente para individualizar cada temática.
La arquitectura religiosa.
Esta temática que domino nítidamente el panorama de los edificios singulares durante el
periodo hispánico aparece en este relegada, en función de una serie de factores confluyentes.
Primero el proceso de secularización y laicización de la sociedad bajo el influjo de las corrientes
liberales y positivistas que enfrentaron duramente la visión sacral de la iglesia católica.
Segundo ya existían numerosos templos que superaban las capacidades operativas. Y tercero
la ruptura con España, la posición de algunas órdenes a favor de los realistas, el cierre de los
seminarios mas los permanentes saqueos de templos y conventos por los ejércitos (bolívar,
quien distribuyo alegremente bienes de la iglesia para las fundaciones de escuelas de artes y
oficios o de instrucción básica).
La operatividad del poder civil sobre el religioso comenzó en México por las medidas que
determinaban desde 1856 la apertura de calles demoliendo porciones significativas de los
conventos y monasterios. El loteo del convento san francisco de México marco en 1861 el
comienzo de la bárbara destrucción de buena parte de nuestro patrimonio arquitectónico con
esa muestra de desprecio que los presuntos ilustrados tenían frente al pasado y que los
vanguardistas liberales concentraban en la iglesia.
La destrucción del tejido y el paisaje urbano residencial de nuestras ciudades se debe a las
generaciones que desde 1880 comenzaron tenazmente a demoler en aras de inconfesables
negocios y de proclamados principios estéticos.
En toda América la realización de nuevos templos se hizo predominantemente bajo el influjo
del neogoticismo y eventualmente de un eclecticismo que sumaba facetas románicas, e
historicistas dando como resultado eso que los autores llamaban renacimiento bizantino.
En general, si las elites oligárquicas hacían gala de su positivismo anticlerical los pueblos
americanos mantenían su adhesión popular a la religión.
La reacción de la iglesia frente al liberalismo la alineo en ocasiones junto a los conservadores a
pesar de haber encabezado muchos religiosos los movimientos independentistas tanto en lo
ideológico como en lo operativo.
Las nuevas obras religiosas y la propia reactivación de los antiguos santuarios se lograron a
impulsos de un renovado catolicismo popular.
La calidad de estas obras en lo constructivo demuestra la persistencia de la capacidad
artesanal de la colonia. El valor simbólico del emplazamiento dominante prevalece y el templo
continuara siendo el hito de referencia vertical en el paisaje urbano.
En México es posible señalar la diferencia entre la obra de los centros urbanos que se pierde
en el fárrago del carnaval de mascaras y las obras en los pequeños pueblos que adquieren
nuevamente el valor monumental dominante.
Aquí ya no se trata de reeditar una imposible sacralización de la ciudad y el territorio, como
sucedía en el periodo barroco, pero sí de dejar en claro la presencia y vigencia de la iglesia.
El impacto de obras como san Antonio de Aguascalientes, de refugio reyes (1896-1913)
señalan esa continuidad de presencia de la obra singular a pesar de la disminución de
gravitación cuantitativa en la temática arquitectónica.
El neogoticismo surge a mediados del siglo xlx tanto en obras de origen británico por el influjo
de los revivals de pugin como por el afán de completar obras inconclusas. La persistencia de la
modalidad y la sensibilidad popular se nota en esta temática de la arquitectura decimonónica.
Aquí se funden las premisas simbólicas de los modelos prestigiados con la integración subjetiva
de los artífices. Aquí la distancia con el academicismo de la ecole de beaux arts es sideral,
aunque persista la trama de la simetría y resuenen los denuestos que en 1846 lanzara la
academia contra el neogoticismo originando la célebre polémica. Se trata de una vigencia de
algo que parecía extinguido y una raíz cultural propia capaz de transformar el contenido
conceptual del modelo europeo.
Esta es la diferencia sustancial que podemos encontrar en la arquitectura finisecular porfiriana
de raigambre popular con la contemporánea del cono sur. Aquí se americanizo la temática
europea; allí hubo solo europeos o europeizantes haciendo arquitectura.
Templos goticistas o románicos los hay en panamá como la catedral de colon o la de san
francisco en el parque bolívar. Ambos expresan la medianía de las obras eclécticas carentes de
fuerza conceptual.
En Venezuela mientras tempranamente se apelaba al neogótico en el universidad, las iglesias
contemporáneas como santa teresa eran clasicistas.
Como ejemplo goticista por excelencia podemos señalar la santa capilla que recuerda su
modelo parisino (hurtado Manrique, Venezuela). Entre los claustros, el de san José es sin duda
de los más interesantes por su escala y sistema de columnas germinadas.
En Colombia abundan también los ejemplos goticistas como la iglesia de chapinero la ermita
de Cali o el santuario de nuestra señora de las lajas en Ipiales.
En ecuador obras como el palacio arzobispal clasicista y las iglesias de Ibarra (1868), la de
otavalo o la catedral de Guayaquil, señalan la misma modalidad ecléctica.
En escala heroica se realizo también la catedral de cuenca en un indescriptible estilo románico
tardío con toques gótico temprano y notable alarde volumétrico de bóvedas, cúpulas,
cupulines y pináculos que denotan con su abrumadora presencia en el paisaje cuencano.
En Perú una obra interesante por su propuesta externa es la iglesia de Chiclayo de corte
clasicista, pero que tiene un atrio con columnatas en dos pisos enmarcando por el basamento
de las torres. Parece como si se hubiera querido recuperar la idea del balcón-capilla abierta del
periodo hispánico.
También se realizaron múltiples templos goticistas entre los que vale la pena recordar la iglesia
de Lurín (Ica) estructurada a partir de una esbelta torre central. Dos ejemplos especiales los
constituyen las iglesias de Arica y la catedral de Tacna realizadas en hierro por el estudio de
Gustav Eiffel en parís, quien concreto también otros templos en Centroamérica como la iglesia
de santa Ana en el salvador.
La iglesia de san marcos de Arica es de reducidas dimensiones pero de alto valor espacial,
tanto por las calidades volumétricas del emplazamiento cuanto por la conformación de su
ámbito interno donde la tecnología de hierro se ha adaptado notablemente para crear las
condiciones de recogimiento.
En Santiago de chile hay un importante conjunto de iglesias clasicistas con pórtico de
columnatas realizadas por el arquitecto italiano Eusebio chelli, entre ellas la iglesia de las
agustinas (1857) la de los capuchinos (1861). Entre los edificios goticistas el más notable es la
iglesia del salvador realizada sobre proyecto del alemán Teodoro burchard entre 1870 y 1900.
En Bolivia algunos ejemplos neogóticos y neoclasicistas, como el templo de san Roque en
Tarija (1908) marcan la impronta de una temática que no encontró un eco destacado quizás
por la tardía culminación de obras como las catedrales de la paz, potosí y santa cruz de la
sierra. Debemos también recordar la realización de la catedral neorromanica de trinidad (Beni)
en el tercer decenio de nuestro siglo que señala la persistencia de formas y conceptos en un
país ya enclaustrado territorialmente.
Brasil, entre los templos de fisonomías clasicistas debemos recordar la iglesia de matriz de
nuestra señora de la gloria en rio de janeiro realizada por julio Federico koeller y Gastón riviere
con su pórtico monumental.
Entre las neogóticas, la matriz del santísimo sacramento de itajai (sc) y sobre todo la
monumental catedral de petropolis con torre central y girola en el presbítero circular.
Paraguay, la iglesia de san Lorenzo con su goticismo escenográfico muestra la valoración de las
tradiciones locales al ubicare en el centro de la plaza y mantener las galerías laterales.
En el Uruguay también hay un conjunto ecléctico de templos de este periodo. Entre los
neogóticos la capilla de la sagrada familia o Jackson diseñada por Víctor rabu es un interesante
ejemplo flamígero mientras que el mismo arquitecto francés hace en neorromanico la del asilo
Larrañaga, también con torre en el eje.
Es oportuno señalar que el uso de la torre única axial es excepcional en el periodo hispánico
pero es un recurso frecuente desde la segunda mitad del xlx inclusive con tipologías de torre
única en la cabecera como propiciaba milizzia. Por ejemplo en la iglesia san Antonio de los
capuchinos en Montevideo realizada por Emilio turini entre 1877 y 1885 donde el campanario
esta en el costado de la epístola próximo a la cúpula.
La opción de los arquitectos de ascendencia italiana por el clasicismo neorrenacimiento que se
va perfilando en chile, Paraguay y Uruguay se ratificara rotundamente en argentina donde
también es constatable la preferencia de franceses, ingleses y alemanes por los revivals
medievalistas.
La arquitectura religiosa en este periodo es de suma importancia, bien por la fundación de
nuestros poblados de colonos italianos o españoles donde la iglesia católica constituye el
primer hito de referencia o bien por las colonias suizas, alemanas, francesas o inglesas donde
el templo protestante hace lo propio o incluso ambos compiten en monumentalidad.
Por otra parte muchas ciudades del interior convertidas en capitales de los nuevos estados
federados rehacen sus iglesias matrices y catedrales generando así un rápido proceso de
reposición edilicia desde mediados del xlx.
Tucumán (1848), corrientes (1856), salta (1858), Santiago del estero (1868), Catamarca (1878),
rosario (1897), santa fe (inconclusa 1890), Paraná (1895) y la rioja (1894) en erigirse sus nuevas
catedrales dentro de los lineamientos clasicistas o eclécticos definidos por los italianos grosso,
righetti, canepa, caravatti y arnaldi con excepción del francés dalgare Etcheverry cuya obra
temprana en Tucumán también es neoclásica.
El sentido escenográfico italianizante difundido por el franciscano Luigi giorgi comprende una
temática interesante donde el contraste virulento de lo cromático juega un papel relevante
junto a un barroquizante repertorio de pináculos y frisos de terracota aplicados. La iglesia san
francisco de salta tiene falsos cortinados de yesería hacia la calle y a un impactante fondo rojo
con molduras pintadas en blanco y amarillo (1882).
El genovés juan bautista arnaldi es más ecléctico, ya que no vacila en incluir rasgos
neorromanicos como en los templos de santo tome, rosario o la rioja (queda pendiente la de
santa fe). En Paraná donde con una gran visión espacial resuelve el amplio templo colocando
una notable cúpula y manteniendo un juego de galerías laterales que lo vinculan en el tiempo
con las propuestas del área guaranitica en cuyo límite se encuentra la ciudad.
Luis caravatti en Catamarca muestra su manejo del lenguaje clasicista aunque apela también a
curiosas heterodoxias como la realización de cuatro torres en el seminario, el pintoresco
templo bizantino de capayan o la fachada totalmente recubierta de azulejos en san Isidro.
En corrientes el turinés juan col es más ecléctico ya que no vacila en usar el neogótico en la
capilla de santa Rita contemporáneamente con el neorromanico de la hoy obliterada iglesia de
la cruz.
Otro ejemplo arquitectónico neogótico es el santuario de nuestra señora de lujan realizada
entre 1887-1932 por los franceses Ulrico courtis y Ernesto moreau que instalan en medio de la
pampa una sucursal medieval inaudita.
Docenas de otros templos en ciudades del interior y bs as ejemplifican una temática que
requeriría una mayor profundización en cuanto a motivaciones, valores simbólicos, calidades
tecnológicas y constructivas, concepción urbana, etc…
En este sentido el idioma expresivo de las obras protestantes o católicas no se diferencia,
aunque las primeras suelen ser más simples y recatadas frente a la grandilocuencia de las
segundas.
Es interesante constatar que mientras en México el proceso de la arquitectura religiosa decae
notoriamente en los principales centros urbanos y florece en el interior, en la argentina en este
mismo periodo y bajo mentalidades similares, la arquitectura religiosa encuentra un amplio
cauce en las ciudades y recursos necesarios para emprender grandes obras.
La arquitectura residencial.
El tema de la vivienda es el que marca más claramente las contradicciones de la política liberal
en América pues señala no solo la persistencia de la estratificación social que venía de la
colonia, sino que introduce de mayor rigidez y amplia la brecha entre ricos y desposeídos.
Los cambios que el proceso de urbanización origino, ya sea por la migración campo-ciudad, ya
por la llegada de los inmigrantes, agudizaba la demanda de vivienda originando fenómenos de
densificación y hacinamiento de los cuales no se tenía experiencia.
La evolución de las casas de viviendas o conventillos fue dramática desde México a bs as. En la
capital argentina en 1892 había un promedio de seis habitantes por cuarto en una ciudad
donde solo había un millar de edificios que superaba los tres pisos.
La prosperidad y la riqueza generada en el campo se concentro en pocas manos en la ciudad,
dando lugar a un sector privilegiado de la población y agudizando los conflictos sociales.
Un sector de la sociedad liberal capitalista y materialista que lamentaba no haber nacido en
Europa, una población americana marginada por su barbarie, un aluvión de inmigrantes que
huían de la Europa empobrecida (vaya modelo) para hacer la América. Nunca hubo una época
tan dispuesta a hacer cosas y nunca hubo una época tan dispuesta a tapar cosas.
El abandono de los centros históricos y las antiguas casonas coloniales determino la
tugurizacion de las áreas centrales de México, cusco, quito, la habana, lima y bs as. El traslado
a las nuevas colonias o barrios residenciales donde las condiciones de servicio, infraestructuras
e imagen fueran las adecuadas, implico así la negación de un pasado gravoso y la apertura a las
nuevas formas de vida.
El problema radica pues en las áreas construidas de la ciudad, ocupadas por los inmigrantes
rurales sin trabajo fijo, que buscaban acceder al centro como potencial laboral efectivo;
(arrendaban cuartos de antiguas casonas) ello ha originado en el transcurso del tiempo el
deterioro de las unidades residenciales, y la degradación de las condiciones de vida en los
centros históricos.
La acción sobre los centros urbanos; las modificaciones en el conjunto de viviendas existentes
afectan en primer lugar a las formas de ocupación densificada que altera el uso total de la
casa. Las derivaciones del uso intensivo, la ocupación de los espacios abiertos con nuevas
edificaciones, las bajas condiciones de salubridad, carencia de agua potable y de instalaciones
de obras sanitarias convirtieron estos tugurios en el rango más aberrante de la ciudad
decimonónica. La formación de conventillos fue usual en bs as desde 1870con familias que
ocupaban una sola pieza. Una segunda tipología es la que deriva de la especulación del uso del
suelo urbano y tiende a subdividirse el loteo; esta tipología conocida como casa chorizo pues
sus habitaciones se ordenaban en hilera en torno al medio de un patio-pasillo que estructura
las comunicaciones, constituyo no solo la propuesta adaptada en las zonas centrales de bs as o
rosario, sino que sobre sus bases se construyo buena parte de las viviendas de la nueva ciudad
de la plata.
La casa chorizo constituyo en definitiva una de las tipologías con mayor arraigo en los países
del cono sur en virtud de sus posibilidades de construcción en lote estrecho, la viabilidad de
utilización del frente para comercio o taller y del fondo para vivienda, o inclusive mantener las
estratificaciones de uso de la antigua casa colonial. Las antiguas casas coloniales se
maquillaron con el ropaje clasicista y continuaron manteniendo sus antiguas estructuras. Esto
fue lo más inocuo pues en definitiva era, en última instancia, solo incoherente o si se quiere
coherente con la incoherencia general.
Peor fue cuando se construyeron aberrantes tugurios con espectaculares fachadas en atención
a aquellos principios del ornato urbano olvidando el hábitat humano. Más allá de las áreas
centrales y los barrios residenciales de las elites las ciudades crecieron en cientos de
kilómetros cuadrados de construcción monótona e insulsa, enormes zonas de feo desorden
heterogéneo conjunto de instalaciones, materias primas y excrementos de la producción
industrial y de los servicios.
La creación de nuevos barrios residenciales; las variaciones que pueden adoptar las antiguas
tipologías en su nueva versión. Una de las modificaciones sustanciales fue que el
emplazamiento en el lote ya no ocupa con edificación todo el frente, sino que deja un paso
lateral. Esta circulación permitía el acceso al jardín del fondo, del carruaje y luego del auto.
Esta disposición obliga a un tratamiento de doble fachada sobre el frente y el lateral. Hay una
tendencia clara a elevar la altura formando un basamento (a veces para ventilar el subsuelo)
colocando ventanas muy verticales que respondían a la mayor altura de las habitaciones y
finalmente montando un remate ya sea con los pretiles de balaustradas, o cubiertas de
mansardas.
El jardín respondía a las teorías higienistas y a la ostentación de disponibilidad de tierra, a la
vez que permitía una nueva forma de aproximación al esquema versallesco de la fuente, el
estanque, las palmeras y las estatuas.
El palacio de Cousiño en Santiago de chile, paúl lathoud 1871; el palacio errazuriz, René
segent, bs as (hoy museo de arte decorativo).
En el caso brasileño las tipologías de vivienda incluían desde antaño los entresuelos para los
esclavos ya que junto con los estados unidos fueron los últimos países en abolir la esclavitud
(1888). Ello como la habitual utilización compacta de los lotes más estrechos, genero hasta
fines del xlx tipologías de viviendas diferentes a las de Hispanoamérica. Sin embargo la nueva
colonización europea originara una aproximación hacia los modelos comunes.
De la compatibilización del lenguaje de la casa quinta y la urbana saldrá a comienzos del xx una
tipología que busca introducirnos en el concepto de la ciudad jardín. Así la idea del palacete
aislado, propia de las áreas suburbanas, es reemplazada por la secuencia de obras singulares
alineadas, como en la avenida Alvear de bs as o la central en rio de janeiro y la calle 18 de julio
en Montevideo.
Surgen los bulevares con sus palacetes laterales como el oroño en rosario, las avenidas de
palmeras como la mangue en rio de janeiro.