ELABORÓ: TOMASA SOTELO ROMÁN

DEL ARTÍCULO EPISTEMOLOGÍAS DEL SUR

De Boaventura de Sousa Santos y en particular de la sociología de las ausencias,

entendida como la investigación que tiene como objetivo mostrar que lo que no
existe es, de hecho, activamente producido como no existente ósea como una al-
ternativa no creíble a lo que existe. La no existencia es producida siempre que una
cierta entidad es descalificada y considerada invisible no-inteligible o desechable.
No hay por eso una manera de producir ausencias si no varias. Lo que las une es
una misma racionalidad monocultural por eso distingue cinco modos de producción
de ausencia no-existencia: el ignorante, el retrasado, el inferior, el local o particular
y el improductivo o estéril.

El ignorante. Se deriva de la monocultura del saber y del rigor del saber. Es el modo
de producción de no existencia más poderoso. Consiste en la transformación de la
ciencia moderna y de la alta cultura en criterios únicos de verdad y de cualidad
estética, respectivamente. La no existencia asume aquí la forma de ignorancia o de
incultura.

Definiendo el concepto de ignorante. Es falta de conocimiento, ignorar una materia

o asunto. Cuando escucho a alguien calificando a una persona como ignorante
siento diferentes reacciones. Generalmente, se hace con cierto tono despectivo y
desde mi punto de vista genera ira y coraje. Si este concepto sale de mi boca, es
porque estoy agrediendo o llamándole la atención a una persona.

El retrasado. Se basa en la monocultura del tiempo lineal, la idea según la cual la

historia tiene sentido y dirección únicos y conocidos. Ese sentido y dirección se hace
formulado de diversas formas en los últimos doscientos años. Progreso, revolución,
modernización, desarrollo, crecimiento, globalización. Común a todas estas formu-
laciones es la idea de que el tiempo es lineal y al frente del tiempo están los países
centrales del sistema mundial y junto a ello los conocimientos, las instituciones y las
formas de sociabilidad que en ellos dominan. Esta lógica produce no existencia de-
clarando atrasado todo lo que, según la norma temporal es asimétrico en relación
con lo que es declarado avanzado.

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Bajo esta lógica la modernidad occidental ha producido la no contemporaneidad de

lo contemporáneo. La no existencia asume la forma de residualización la cual, a su
vez, ha adoptado en los últimos dos siglos varias designaciones. La primera fue la
de lo primitivo o salvaje, siguiéndole otras como la de lo tradicional, lo premoderno
y lo simple, lo obsoleto o lo subdesarrollado.

La definición de retrasado es persona afecta al retraso mental. Cuando escucho

esta expresión calificando a otra persona, me genera rabia y mucho coraje porque
va envuelta de ignorancia y rencor y de amargura.

El inferior. La lógica de la clasificación social se asienta en la monocultura de la

naturalización de las diferencias. Consiste en la distribución de las poblaciones por
categorías que naturalizan jerarquías. La clasificación racial y la clasificación sexual
son las manifestaciones más señaladas de esta lógica. La clasificación social se
basa en atributos que niegan la intencionalidad de la jerarquía social. La relación de
dominación es la consecuencia y no la causa de esa jerarquía y puede ser incluso
considerada como una obligación de quien es clasificado como superior (por ejem-
plo, la carga de un hombre blanco en su misión civilizadora). De acuerdo con esta
lógica, la no existencia es producida bajo la forma de una inferioridad insuperable
en tanto que natural. Quien es inferior lo es porque es insuperablemente inferior y
por consiguiente no puede constituir una alternativa creíble frente a quien es supe-
rior.

Un sujeto se siente inferior cuando se ve bajo, inservible, pequeño, chico, en rela-

ción con otros. Cuando escucho menospreciar a alguien con estas palabras siento
una gran impotencia porque se está degradando a una persona a un nivel tan bajo
que no tiene la oportunidad de defenderse.

El local o particular. Es la lógica de la escala dominante. En la modernidad acciden-

tal, la escala dominante aparece bajo dos formas principales: lo universal y lo global.
El universalismo es la escala de las entidades o realidades que se refuerzan inde-
pendientemente de contextos específicos. La globalización es la escala que en los
últimos veinte años adquirió una importancia sin precedentes en loas más diversos
campos sociales. En el ámbito de esta lógica la no existencia es producida bajo la

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forma de lo particular y lo local. Las entidades o realidades definidas como particu-

lares o locales están aprisionados en escalas que las incapacitan para ser alterna-
tivas creíbles a lo que existe de modo universal o global.

Se refiere a una parte y no a su totalidad. Se encuentra en el hablar despectiva-

mente de indígenas y tradiciones. Siento una gran tristeza porque se margina a un
grupo de personas muy importantes de la sociedad.

Improductivo o estéril. La quinta lógica de no existencia es la lógica productivista y

se asienta en la monocultura de los criterios de productividad capitalista. En los tér-
minos de esta lógica, el crecimiento económico es un objetivo racial incuestionable
y, como tal, es incuestionable el criterio de productividad que mejor sirve a ese ob-
jetivo. Este criterio se aplica tanto a la naturaleza como al trabajo humano.

La naturaleza productiva es la naturaleza máximamente fértil dado el ciclo de pro-

ducción, en tanto que trabajo productivo es el trabajo que maximiza la generación
de lucro, igualmente, en un determinado ciclo de producción. Según esta lógica, la
no existencia, es producida bajo la forma de lo improductivo, la cual aplicada a la
naturaleza es esterilidad y aplicada al trabajo, es pereza o descalificación profesio-
nal.

Improductivo se puede definir como holgazán, flojo, parásito. Al escuchar este con-
cepto dirigido a una persona, siento ira, coraje e incluso miedo.

Estamos así ante las cinco formas sociales principales de no existencia producidas
o legitimadas por la razón eurocéntrica dominante: lo ignorante, lo residual, lo infe-
rior, lo local o particular, y lo improductivo.

Se trata de formas sociales de inexistencia porque las realidades que conforman

aparecen como obstáculos con respecto a las realidades que cuentan como impor-
tantes: las científicas, avanzadas, superiores, globales o productivas.

Son partes descualificadas de totalidades homogéneas que, como tales, confirman

lo que existe y tal como existe. Son lo que existe bajo formas irreversiblemente des-
cualificadas de existencia.