Вы находитесь на странице: 1из 19

CIENCIAS POLITICAS

TRABAJO DE SEGUNDO PARCIAL


1.Investigue sobre el Poder Constituyente y el Poder Constituido, formule su opinión
sobre estos temas.
Constitución es la ley fundamental que un pueblo se da a sí mismo. En la doctrina y en el
derecho público, una Constitución no es un simple instrumento de gobierno, sino "la
expresión primaria, extraordinaria e ilimitada de la soberanía, puesta en ejercicio
especialmente con ese fin", apunta Sánchez Viamonte. Desarrolla su pensamiento
recordándonos que la idea del contrato social supone un estado de naturaleza anterior para la
sociedad y para toda organización política; y afirma que dicha idea "dio origen
a la teoría del poder constituyente y del acto constituyente durante la Revolución Francesa".
Concluye al señalar que "de esa manera el contrato sodal depurado de sus adherencias
históricas, se convierte en acto de constitución de un pueblo", y basa tal
concepción al hacer suyas las palabras pronunciadas, el 1 de agosto de1789, por el
diputado Garriere, en la Asamblea Nacional francesa. Nos ilustra, además, al evocar
que "El vocablo constituyente se incorpora a la técnica del derecho público mediante
la obra intelectual del abate Emmanuel Sieyés y especialmente por su famoso libro ¿Qué es
el tener Estado?, publicado en 1788, donde emplea esa expresión para calificar el poder
perteneciente al pueblo de constituir la sociedad civil o Estado y de darse una organización
política y jurídica"
Es importante, para englobar el marco conceptual de este tema e igualmente los entornos
periféricos del mismo, echar un vistazo al pensamiento de los filósofos y seguidores de la
escuela estructura lista que han inscrito sus ponencias alrededor del
Denominado contrato social.
Rodrigo Borja toma el pensamiento de Tomás Hobbes (1588-1679), iniciador de esta teoría,
y lo desarrolla en gran armonía con las contribuciones intelectuales de Locke y

Rousseau, y nos ofrece esta síntesis: "Contrato social. Usan esta expresión para señalar una
suerte de acuerdo tácito al que han llegado los individuos para salir de una vida primitiva y
desordenada, en la que no existían garantías de los derechos de las personas, y arriban a una
forma de convivencia social en la que el poder, sometido a la ley, se coloca al servicio de la
paz, el orden y el respeto a las prerrogativas de todos".

Sin perjuicio de lo expuesto, cabe tener presente que algunos autores vinculan el problema
del poder constituyente con la "residencia de la soberanía". Así, en la época de las
monarquías absolutas de origen divino, lo poderes constituyente y constituido estaban en
manos del monarca. Un avance en esa materia se registró en el periodo de las monarquías
esta mentarias, en las cuales el rey gobernaba asesorado por consejos, parlamentos o cortes
integradas por mandatarios de las diversas clases sociales, lo que nos permite asegurar
(coincidimos con Bernaschina González) que el poder constituyente residía en el monarca y
en el "pueblo", conjuntamente. Más adelante, al introducirse las teorías de la "soberanía
nacional" y luego de la "soberanía popular", el pueblo se convierte en el único poder
constituyente que elige o designa a los poderes constituidos al fijar las normas jurídicas
superiores, según destacaremos al abordar el tema de la Democracia directa.

Adelantemos, en todo caso, las acepciones semánticas de los vocablos constituyente y


constituido en base a las definiciones contenidas en el Diccionario de la Lengua Española.

OPINIÓN

"La superlegalidad constitucional, para ser completamente organizada, ha de reunir las dos
condiciones siguientes: La organización de una operación constituyente, con un poder
constituyente que esté por encima de los poderes gubernamentales ordinarios y con un
procedimiento especial de revisión, que da a la Constitución un carácter rígido y; la
organización de un control jurisdiccional de la constitucionalidad de las leyes ordinarias"

"El cuerpo electoral, en el régimen de la Constitución vigente, no es otra cosa que un


órgano del Estado; un órgano como lo es la Asamblea General, o como lo son los que
integran los otros Poderes constituidos. Un órgano dotado de las funciones taxativas y
precisamente enumeradas que no son otras que la electoral y la constituyente; un órgano
contenido por el Derecho, cuyos modos de actuación están previstos por el Derecho, el
ejercicio de cuyas competencias carecerá de eficacia jurídica en cuanto no se cumplan
dentro de los términos fijados por el Derecho" Nosotros agregamos que, además, cumple
función legislativa , sin perjuicio de reconocer que la afirmación del autor citado es
discutible por su naturaleza y por lo que se dice a continuación .

El Poder Constituyente es el sistema orgánico al que le compete el dictado de la


Constitución. Se compone, según su forma de actuación casuistica, con el cuerpo electoral,
órgano originario, con las precisiones señaladas supra, y por los poderes constituidos, en
este último caso, si a poder constituyente derivado referimos.

La doctrina discute sobre la existencia de la función constituyente. Nosotros nos inclinamos


por la existencia de la referida función porque el orden jurídico determina un régimen
jurídico diverso al acto constituyente, respecto al aplicable a los demás actos jurídicos.
La diferencia entre Poder Constituyente y Poder constituido se efectúa partiendo de la
constatación de que el primero crea el Estado , reconoce los derechos humanos y sus
garantías y establece los Poderes del Estado. Esos poderes del Estado (Poder Legislativo,
Poder Ejecutivo y Poder Judicial), son los poderes constituidos por el Poder Constituyente.
Por ello, y por determinar su integración y competencia, el poder constituido se encuentra
en un escalón por debajo de su creador.

Los jusnaturalistas entienden que el Poder Constituyente originario no tiene límites de


derecho positivo. Sin embargo el mismo se encuentra sometido a los principios del derecho
natural.

Los positivistas afirman que el Poder Constituyente originario no está limitado por una
Constitución que no existe. Por ello no existe límites al Poder Constituyente originario .
Ello es así porque el pueblo, al constituirse originariamente en Estado y determinar los
fundamentos de su ordenamiento jurídico y político, no se encuentra condicionado por
limitación alguna de derecho positivo.

2.Analice los principios y mecanismos del Poder Constituyente, emita su comentario.

El poder constituyente es, en la técnica constitucional, la voluntad política creadora del


Estado, que se convierte en voluntad jurídica al dictar la Constitución; y crear mediante ella
el gobierno y el ordenamiento jurídico de la sociedad. En esencia, aquí recogemos el
pensamiento de Sánchez Viamonte, "El gobierno creado por la constitución es organizado y
reglamentado por ella.
En una palabra, es poder constituido, que nace del poder constituyente y que le está
subordinado"; en consecuencia, los poderes del gobierno: legislativo, judicial y ejecutivo a
los que según la Constitución ecuatoriana de 2008, se Sumarán el
poder electoral y el de transparencia y control social son poderes constituidos y se mueven
dentro de la órbita que les fija el poder constituyente mediante la Constitución.
Bajo esa concepción, sobre la cual se sustenta el constitucionalismo, son principios
fundamentales que toda creación o modificación constitucional es atribución del poder
constituyente; que es función y también cualidad característica de dicho poder ejercer esas
facultades; que no se trata de un simple mecanismo de formas y procedimientos; que el acto
inicial y creador del Estado concretados en las cláusulas constitucionales son siempre
función constituyente; que existiendo una Constitución la introducción de reformas, la
incorporación de nuevas disposiciones y la revocatoria de otras, en cualquier caso, la
sanción de las mismas a través de disposiciones constitucionales es una derivación de la
función constituyente.
Doctrinariamente los tratadistas, al referirse a los mecanismos del poder constituyente,
diferenciando etapas: una, denominada de primigeniadad y otra, de continuidad.
En el primer caso, es decir, en la fase inicial y creadora del Estado, el poder constituyente
actúa sin limitación alguna, "porque la única limitación posible consistiría en la
preexistencia de una voluntad jurídica proveniente del mismo titular y dotada de sus
mismos atributos y características".
Tal es el origen de la Constitución del Estado del Ecuador, adoptada por el Congreso
Constituyente en Riobamba, en septiembre de 1830.
En el segundo caso, ósea, en la etapa de continuidad, es aquella cuando se ejercita esa
facultad constituyente para revisar totalmente o reformar parcialmente una constitución
anterior, como ocurriera a lo largo de la vida republicana del país a través de la posterior
adopción de las dieciocho constituciones políticas. En palabras de Borja los indicados
mecanismos se homologan al hecho de que "hay un poder constituyente originario y otro
derivativo, según se trate del ejercicio de esta voluntad soberana para constituirse por
primera vez en Estado o para renovar total o parcialmente su estructura constitucional'.
COMENTARIO

El Poder Constituyente alude a la potestad de dictar las normas jurídicas supremas o de


mayor rango, que regirán las principales instituciones del ordenamiento.

El Poder Constituyente: Es Originario cuando crea el Estado mediante una Constitución, y


Es Derivado cuando reforma una Constitución.

El poder constituyente es la voluntad originaria, soberana, suprema y directa que tiene un


pueblo, para constituir un Estado dándole una personalidad al mismo y darse la
organización jurídica y política que más le convenga.

El pueblo es el único titular del Poder Constituyente Originario; mientras que los órganos
constituidos, especialmente los de naturaleza parlamentaria, pueden ejercer tal Poder en
forma delegada, limitada o Derivada.

Finalmente concluyo diciendo que el Poder Constituyente, creando una Ley Fundamental o
reformándola, tiene que ser la más clara expresión de la voluntad general imperante en el
momento en que ese Poder Constituyente es "llamado" a actuar como representante de
aquella.

3.Realice un estudio sobre los principios y mecanismo del poder constituido. Presente
su opinión
Subsecuente con lo expuesto en el ítem anterior, partiendo de la base de que la Constitución
emana del poder constituyente, el cual organiza a los demás poderes del Estado, la
determinación del orden jurídico fundamental señala las facultades, atribuciones y
competencias del poder constituido. Es, pues, éste un primer y básico requisito que lo
identifica como tal. El segundo nace y se deriva a partir de la etapa de continuidad de un
Estado ya existente, que se ve precisado como ya indicáramos a renovar o modificar las
normas de su Constitución, con apego a las propias disposiciones constitucionales. En
efecto, para ejemplificar, la Constitución ecuatoriana de 2008, elaborada por la Asamblea
Constituyente (poder constituyente) y aprobada mediante referéndum (democracia directa),
en su Capítulo tercero, de las reformas a la Constitución (Arts.44 1 a 444) establece el
procedimiento y requisitos que deberán observarse para enmendar uno o varios artículos de
la misma, y transfiere a la denominada Asamblea Nacional (poder constituido) la potestad
para aprobar reformas constitucionales. Una nueva Constitución agrega deberá ser sometida
a la aprobación mediante referéndum. Es claro, por lo demás, que la Asamblea Nacional
tiene entre sus atribuciones y deberes. Participar en el proceso de reforma constitucional"
"La reforma constitucional, efectuada por el parlamento ordinario y según sus métodos
constitucionales previstos, no implica el ejercicio del poder constituyente, sin o del poder
constituido".
A manera de contrapunto, consideramos ilustrativo recoger una importante reflexión que,
en esta materia, deja abierto:
El debate académico e incluso doctrinario.
El tratadista Bernaschina 337 anota que “Desde un punto de vista puramente jurídico, no es
aceptable la teoría del poder constituyente, pues, su fundamento no es otro que el de exigir
trámites especiales aprobación de dos congresos, referéndum, asamblea especialmente
elegida para la de terminación del orden jurídico fundamental". Al alinearse a este
razonamiento, el citado constitucionalista chileno manifiesta que (esa teoría) "Se justificó
en una época en que el desenvolvimiento constitucional no había alcanzado el desarrollo
que ahora tiene el Derecho Político, pero hoy día (su libro fue publicado en 1958) no puede
aceptarse, porque violenta el principio democrático o, si se quiere, el principio de las
mayorías.

OPINION

En el presente trabajo elaborado con mucho énfasis y comprensión para de esta manera
concluir en cada unos de los puntos con bastante equilibrio, es por ello que en primer lugar
entendemos por poder constituyente como aquella "voluntad originaria, soberana, suprema
y directa que tiene un pueblo, para constituir un Estado dándole una personalidad al mismo
y darse la organización jurídica y política que más le convenga" de acuerdo a sus libertades
y sus concepciones, pero este poder constituyente va acompañado de una serie de
características que lo hacen único de manera tal que el poder constituyente es originario ya
pertenece sólo al pueblo quien lo ejerce directamente o por medio de representantes
elegidos de manera democrática, es ilimitado en cuanto que no está supeditado a ninguna
autoridad o procedimiento pre-existente que lo regule, y por otro lado este poder no se
agota ya que una vez ejercido el estado queda en latente a que pueda ocurrir otro proceso
que le origen o reforme la constitución.

En otro orden de ideas tenemos como diferencias mas relevantes del poder constituyente y
poder constituido, es que el primero es la base, la raíz de los poderes constituidos, que no
pueden ni limitarlo ni dotarle de una determinada configuración. En el poder constituyente
descansan todas las facultades y competencias constituidas en la Constitución de la
república

Ahora bien nos quedo bastante claro que el poder de reforma no es más que la facultad
constitucionalmente conferida por el Poder Constituyente al poder constituido y
específicamente al Órgano Legislativo para que mediante un procedimiento distinto y más
complejo del que se emplea para dictar y reformar las leyes, con la finalidad de reformar
leyes ordinarias, y reforme la

Constitución para adecuada a los cambios ocurridos en el país por razones económicas,
políticas o sociales. De igual manera entendimos que la forma más expresa en que se
manifiesta el poder constituyente es atreves de la democracia directa y participativa,
ejemplo de ello fue La asamblea constituyente de nuestro país realizada o motivada con el
espíritu de las ideas de la revolución o golpe de Estado triunfante, que se plasma en el
nuevo texto constitucional. Lo importante de todo el trabajo realizada fue la absorción de
conceptos básicos tan elementales para nuestra carrera que permitirán de una forma u otra
enriquecer nuestros conocimientos enfocados a la gran carrera que decidimos emprender la
cual es EL DERECHO.

4.Investigue ¿Qué es la Democracia directa, sus principios y aplicación?; proponga un


comentario personal.
El carácter histórico, su evolución y la acogida brindada a las nuevas tendencias en torno al
concepto y ejercicio de la democracia han permitido la incorporación de importantes
elementos.
En ese contexto se identifican las concepciones de los anarquistas, por un lado, y de los
liberales, por otro, dos corrientes que, en este punto específico, coincidían en señalar que el
Estado no debía existir y que, no obstante, admitido como un hecho, era un "mal necesario"
al cual había que atribuirle "exclusivamente las facultades de juzgar y de resguardar la
propiedad".
La burguesía triunfante en la Revolución Francesa sostendría que "Las normas generales
creadas por el pueblo vendrían a ser una expresión de su libertad; los representantes
actuarían por el pueblo, en su interés y en resguardo de sus libertades". En ese marco
conceptual encajaría el célebre discurso de Abraham Lincoki en cuanto proclamó que la
democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, "la más lúcida
definición de democracia (que) no pasa de ser un acierto retórico", advierte Borja, tras lo
cual discurre en un análisis desmitificador de la aseveración del mandatario
norteamericano.
De cualquier manera "la democracia pasa a tener como fundamento político la libertad de
los individuos, pero no una libertad absoluta, sino una libertad compatible con el interés
social", a partir de lo cual "la libertad debe conciliarse con la actividad del Estado, como
orden social coactivo". No abarcó, es evidente, el aspecto económico de los individuos en
el ámbito de una sociedad asimétrica, materia que sería cubierta por la llamada democracia
económica al proponer que, además de la libertad, se incorpore un compromiso para
"conseguir un mínimo de bienestar colectivo", tal fue el antecedente y fundamento, por
ejemplo, del concepto de "la función social de la propiedad". Borja es categórico: "La
riqueza es un instrumento de la libertad. Por tanto, la injusta distribución de ella implica
también una injusta distribución de la libertad".
Por su parte, Bernaschina apunta que: "La democracia económica plantea, pues, una
antinomia entre la libertad, como fundamento de la democracia política, y la intervención
estatal absoluta en materias económicas, para asegurar el gobierno del pueblo y sus
conquistas sociales".
Desde esa perspectiva, se ha dicho con razón que: "El orden jurídico no es lo único que
interesa a la Teoría del Estado; ahora ese orden jurídico debe ser, además, un orden social;
esa es la diferencia entre la Teoría General del Estado y la Política en su punto de vista
principal para concebir al Estado". Estamos en un estadio, luego de la incorporación de los
principios constitucionales generados tras la segunda guerra mundial, que incluye la
denominada demacrada integral o soda/: la vida colectiva regulada por las normas jurídicas.
Recuérdese que la democracia nació como un "sistema político ideal" para asegurar los
derechos de los individuos y la libertad, nos dice Bernaschina. Sin embargo, señala que "la
democracia, desde un punto de vista jurídico ideal, como creación de las normas para todos
los miembros del grupo social, tampoco se ha realizado, ni sería posible realizarla, pues los
niños, los dementes y los criminales están, por regla general, privados de los derechos
políticos". Ese apunte confluye hacia las muchas clasificaciones que se han hecho respecto
a los canales de expresión democrática:
1. Democracia directa;
2. Democracia representativa; y,
3. Democracia semi-directa. En línea acaso paralela se registra, por ejemplo, la
clasificación que proporciona Bourdeau, para quien la democracia se divide en gobernada,
vale decir, aquella en la que el "pueblo controla, pero no dirige", o sea el pueblo no
gobierna directamente; en cambio, la democracia gobernante es aquella a través de la cual
el pueblo ejerce efectiva y directamente el poder.
Conceptualmente -nos recuerda Borja- "democracia directa es aquella en que el pueblo
ejerce el gobierno del Estado por sí mismo, esto es, sin intermediarios, en contraste con la
democracia indirecta o representativa en que la sociedad está gobernada por personas
elegidas por ella y a quienes confía el cumplimiento de funciones de mando de naturaleza y
duración determinadas y sobre cuya gestión conserva el derecho a una fiscalización regular.
Principios
• Numeral 1. Los derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o
colectiva ante las autoridades competentes (...).
• Numeral 2. Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y
oportunidades,
• Numeral 4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las
garantías constitucionales.
• Numeral 6. Todos los principios y derechos son inalienables, irrenunciables, indivisibles,
interdependientes y de igual jerarquía.
• Numeral 9. El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos
garantizados en la Constitución.
La Carta Política, al apuntar los derechos de participación, en el Capítulo
quinto del Título II, expresamente dispone que las ecuatorianas
y los ecuatorianos gozan de los derechos (Art. 61) de:
1. Elegir y ser elegido.
2. Participar en los asuntos de interés público.
3. Presentar proyectos de iniciativa popular normativa.

4. Ser consultados.
5. Fiscalizar los actos del poder público.
6. Revocar el mandato que hayan conferido a las autoridades de elección popular.
7. Desempeñar empleos y funciones públicas con base en méritos y capacidades, y en un
sistema de selección y designación transparente (...).
8. Conformar partidos y movimientos políticos, afiliarse o desafiliarse libremente de ellos
(...).
COMENTARIO
La objeción más importante que se suele achacar a la democracia directa se refiere a su
practicidad y eficiencia. Decidir sobre todos o casi todos los temas de importancia pública
mediante referéndum puede ser lento y costoso, y puede provocar en los ciudadanos apatía
y fatiga. Los defensores actuales de la democracia directa suelen sugerir que la democracia
electrónica (con herramientas como los wikis, los foros o la televisión) puede paliar esos
problemas.
También, dado que las preguntas deben ser cortas, con una respuesta de sí o no, los
votantes podrían elegir políticas incoherentes. Por ejemplo, una mayoría podría votar a
favor de reducir los impuestos mientras una mayoría podría también votar por un
incremento del gasto público en educación. La respuesta común a esta crítica es que el
problema de las decisiones inconsistentes no es exclusivo de esta forma de democracia.
Algunos estudiosos utilizan el término democracia semidirecta para describir sistemas de
democracia directa que cuentan con mecanismos para proteger las libertades civiles así
como para proteger de la mayoría los intereses de las minorías. Sin embargo, dado que la
democracia directa suele funcionar siempre de esta forma, la necesidad de dicho término no
está del todo clara. La puesta en práctica de la democracia directa suele traducirse en un
proceso de confrontación, en el que la ciudadanía discute y elige dos opciones definidas por
expertos. Este proceso se caracteriza por una falta de deliberación orientada hacia el
consenso.

5.Investigue sobre la Democracia Representativa, exponga su opinión sobre el tema


planteado.

Hurgar en el pasado nos permite conocer, recoger y recopilar manifestaciones y conductas


que informan la naturaleza y el alcance de los actos políticos y las expresiones normativas
desarrolladas a lo largo del tiempo. Allá, en ese acervo patrimonial histórico, encontramos
formas de creaciones jurídicas encaminadas a atenuar la autocracia enquistada en el poder y
a desterrar definitivamente las monarquías absolutas. Hallamos, asimismo, vestigios de
representación, sin atender, por cierto, un tipo ideal de democracia. Ubicamos, además,
testimonios de la evolución constitucional, que arrancan desde esos antecedentes primarios
y van paralelos con los orígenes de la ciencia política. Llegamos, en un momento, a
identificar la ficción de la soberanía nacional que consagró el gobierno representativo,
como expresión jurídica endosada a reproducir la manifestación popular, más tarde inscrita
como una de las formas de la democracia directa. Biscaretti aborda con profundidad el
complejo análisis sobre el concepto y alcance de la representación política, y en el afán de
superar las controversias que levanta el tema, lo desbroza cavilando en su naturaleza, en sus
fundamentos jurídicos y en los requisitos de sub sistencitf. En cuanto al primer aspecto
vinculado con la representación política, ósea sobre su naturaleza anota y comenta algunas
teorías que abordan el tema: la de la simple designación de capacidades; la del mandato o
delegación de poderes por parte del pueblo; y la de la representación de voluntades. En la
primera reconoce que aquélla es fruto de la elección, aunque de por sí ésta no origine una
verdadera relación de representación, sino, simplemente, aparece como el mejor método de
designación de los individuos. En la segunda, vale deck, respecto al mandato o delegación
de poderes de la representación política, apunta que luego de la Revolución Francesa, el
"mandato es arrancado" del principio de la soberanía popular, principio que fue desvirtuado
ya que "la soberanía corresponde jurídicamente al Estado y no al pueblo. Finalmente, en
relación con la tercera teoría, vale deck, la de la "representación de voluntades", la niega
explícitamente al sostener que "es evidente que la colectividad popular no tiene propia
voluntad autónoma que pueda representarse.
Por todo lo expuesto, formula que "la representación política entra más bien en la categoría
de representación de intereses que suele darse cuando un sujeto actúa en nombre propio,
pero en interés de otro. El mismo autor, al examinar los fundamentos jurídicos de la
representación política, en síntesis, destaca que "es notorio cómo la elección no confiere
necesariamente carácter representativo", al no encontrar en esa designación por parte del
representado su fundamento jurídico; por tanto, añade "no es ni suficiente, ni indispensable
que haya elección para configurar una representación del pueblo por parte de un órgano
estatal"
Al referirse a los requisitos de subsistencia que se los atribuye a la representación política,
sostiene que "se quiere mantener un sentido específico de aquel particular cuidado de
intereses que debe ser propio de los órganos representativos (para lo cual) es menester
exigir por lo menos dos requisitos esenciales, a saber:
a) Que entre el órgano y la colectividad pueda constituirse jurídica mente una relación
concreta, en el sentido de que los intereses en cuestión sean localizables claramente
en la misma colectividad; y,
b) Que tal rekción de homogeneidad de intereses se establezca realmente de hecho
entre la mencionada colectividad y el órgano definido, por ley, como representativo,
sometido siempre a una responsabilidad política ante aquélla, al menos en el acto de
su renovación periódica", pues "es preciso reconocer que no se ha encontrado hasta
ahora un procedimiento eficaz distinto del electivo, realizado en un ambiente
deverdadera libertad.
La censura crítica del tratadista italiano difiere, por cierto, de los razonamientos de
Bernaschina. Éste, al abordar las características de la democracia representativa, acude a la
teoría clásica y de ella reproduce las siguientes:
1. Elección periódica de los representantes;
2. Dependencia de los representantes respecto de los electores; y,
3. Responsabilidad de los representantes.
En esencia trata de rescatar el contacto permanente de los representantes con el elector
"para que así su voluntad pueda ser el reflejo del sentir nacional". Tal dependencia afirma
hace posible la verdadera representación. Asigna a los partidos políticos la calidad de
intermediarios para vincular a los ciudadanos con sus mandantes, y a partir de ello
establecer las responsabilidades de los funcionarios de elección popular, para no destruir la
característica del gobierno representativo. Por esa vía da cabida a la revocatoria del
mandato, asunto al cual ya nos referimos en el tema anterior.
En la base de la representación sitúa al principio de que: "el acto del representante vale para
el representado: Si A, como representante de B, realiza un acto, se dice que ese acto ha sido
realizado por B, quien responde de sus consecuencias y es el obligado".
Concluye su análisis sobre los fundamentos de la representación con la categórica
aseveración de que: "La teoría de la representación no es más que una ficción, como lo es la
de suponer que los actos ejecutados por el representante vale como si los hubiera realizado
el pueblo, al que se considera un elemento del Estado".
Borja, desde su perspectiva analítica, conduce el tema de la democracia representativa por
otro cauce. "La democracia es y seguirá siendo una meta. El mérito de una sociedad y de un
gobierno es acercarse a ella impaciente y militantemente a sabiendas de que nunca se la
alcanzará plenamente. La sustancia de la forma democrática del Estado es la participación
popular. Esto es lo que define y caracteriza al sistema. No existe democracia sin
participación. Por tanto, no hay para qué hablar de democracia participativa.
Esto es casi un pleonasmo. La democracia es participativa o no es democracia".
Con estas premisas fundamentales añadida la ética política el tratadista ecuatoriano apunta
un concepto de Perogrullo: "Entre la masa popular y el ejercicio del poder siempre hay
personas interpuestas, dado que hasta hoy no ha podido resolverse la contradicción que se
planteó y que cada vez asume mayor fuerza entre el pueblo, titular de la soberanía, y la
imposibilidad física del gobierno directo. La fórmula que se ideó para resolver esta
contradicción, aunque deja mucho que desear, fue la del sistema representativo, en que el
poder se ejerce por personas que, elegidas por el pueblo, actúan en su nombre y en
representación y le ligan con sus actos".

OPINION
Es evidente que el siglo XX ha conocido un éxito sin precedentes de la forma de gobierno
democrático. Un éxito que puede medirse no tanto por el grado de observación real de las
reglas del juego democrático, sino por el incuestionable triunfo de la legitimidad de esta
forma de gobierno. Los desafíos que ha conocido la democracia liberal hasta hace unas
décadas, iban acompañados de intentos de justificar la viabilidad y hasta la justicia de otros
modos de organizar la vida política. Hoy apenas es posible oír argumentos que justifiquen
su cuestionamiento

6.Estudie que son las Instituciones legales articuladoras de la democracia. Presente su


criterio

Reconocemos, con otros autores, que la formación de una conciencia to de maduración, y


cuando esto ocurre las instituciones adquieren "caracteres biológicos fundamentales", según
atinada expresión de Sánchez Viamonte. Este tratadista argentino coincide con J. Declareuil
en cuanto al reconocimiento del derecho imtituáonalizado, es decir, según sus palabras, el
derecho "constituido no sólo como un sistema o continente normativo y formal, sino,
también, como una conciencia humana y social, que le da contenido, estabilidad y
perdurabilidad".
Algo más, que conlleva nuestra coincidencia. En realidad, la continuidad no es suficiente,
por sí misma, para crear una institución. "Sólo se institucionaliza lo que adquiere vitalidad
orgánica, lo que se incorpora a la sociedad con caracteres anátomo fisiologicos.
Se podría deck que el material plástico y cambiante de que está formado el Derecho, adapta
sus formas a las exigencias de un constante fluir, característico de la vida social a lo largo
de la historia. Cuando ese material plástico fragua, es deck, se solidifica o consolida tal
como ocurre con el yeso o el cemento-, sus formas adquieren fijeza definitiva. En ese
momento se fragua la institución", tal es la sabia admonición de Sánchez Viamonte.
Con estas raíces conceptuales, que forman el andamiaje de lo que en este tema hemos
inscrito como "Instituciones legales articuladoras de la democracia", trataremos de
dilucidar los principales contenidos de los puntos que reseñamos a continuación.
7.Analice la Institucionalidad del Derecho Político y cuál es su función; Exprese su
comentario
Borja define al derecho político como "la rama del derecho público que se encarga de
regular la estructura, organización, funciones y cumplimiento de los fines del Estado y de
cualesquiera otras sociedades políticas. Para decirlo de la manera más simple: es el
conjunto de normas que ordenan la vida política de un pueblo".
Hay que advertir, no obstante, que: "el derecho político obedece, en mucho, a factores
reales de poder que, al margen de las leyes, dejan su impronta en la vida pública de una
comunidad". El tratadista ecuatoriano, con citas de otros estudiosos, discurre alrededor de
la "verdad política" y pone en duda que ésta pueda conocerse a través del derecho
constitucional. Nos dice, con propiedad, que "El derecho pertenece al mundo de las normas,
del 'deber ser'. La política, al mundo del 'ser': es un dato de la realidad".
¿Son estos conceptos antinomias de la institucionalidad del derecho político? En nuestra
opinión, no. Es evidente que un conjunto de circunstancias, propias del momento histórico
en que se producen, promueven y plantean el problema político formal del
constitucionalismo. Por esa vía se canalizan respuestas y reacciones humanas y sociales
que, luego, se decantan en contenidos normativos ordenadores del proceso formal de ese
constitucionalismo. Cabe, entonces, reconocer que toda institución es la estabilización de
formas necesarias para el logro de esa reciprocidad.
"Conviene distinguir apunta Sánchez Viamonte entre lo organizado y lo orgánico. En
principio lo orgánico es natural, y lo organizado artifidal. Cuando las formas jurídicas
creadas artificiosamente llegan a convertirse en formas orgánicas, se llaman instituciones, y
a eso se llega únicamente cuando la forma adquiere consistencia, rellenada por una
conciencia viva y operante, que actúa desde dentro hacia fuera".
Colofón de lo expuesto: sin perder de vista las "condiciones" en que se producen o
manifiestan los hechos políticos, existe la institucionalidad del derecho político, en cuanto
una institución es un sistema orgánico de normas vivas y operantes, emancipado de los
hechos que le rodean y del tiempo en que se producen. "Es preciso diferenciar el derecho
político, que se ocupa de las reglas que rigen la vida de una comunidad política, de la
áenáapolítica, que es el estudio de las realidades y naturaleza de los fenómenos políticos el
derecho político se mueve en el mundo de las normas y la ciencia política, en el de los
objetos mismos".
COMENTARIO
El mundo está poblado por miles de millones de habitantes, cada uno con diferente manera
de pensar, cual huellas dactiloscópicas, imposible de hallar uno igual que otro. Si cada uno
de nosotros tuviéramos la oportunidad de ser elegido gobernantes nuestras acciones estarían
evidentemente influenciadas por nuestra manera de pensar: implantaríamos, entonces, una
nueva forma de gobierno, similar, es cierto, a las anteriormente citadas, pero, con un toque
personal.
El hecho de adoptar una u otra forma de gobierno no implica tener que gobernar con
"injusticia", aunque es sabido que visto de diversas perspectivas la justicia es distinta para
cada ser humano. Sin embargo, existen parámetros que nos orientan a fin de ser lo "más
justos posibles", esto es: ser elegidos de manera imparcial, sin manipuleos, sin
discriminación.
Instintivamente reconocemos que la "democracia" es la forma de gobernar, aunque no sería
correcto desconocer las actividades contraproducentes y dañinas que muchos gobernantes
cometieron blandiendo la bandera de la democracia, y reeligiéndose continuamente como
producto de artimañas practicadas en los sistemas electorales y en sus mismos electores.
Uno de las características de los derechos humanos es la progresividad: esperemos que a
medida que nos desarrollemos como seres humanos se desarrollen también formas de
gobierno adecuadas y convenientes para todos.

8.Investigue sobre la clásica división de poderes: teoría de los pesos y contrapesos;


formule su opinión al respecto;
Lugar común al abordar la soberanía popular de los poderes del Estado es la filosofía
jurídica, que reside, en su esencia más pura, en el pensamiento de tres grandes ideólogos, a
los cuales ya nos hemos referido: Locke, Montesquieu y Rousseau. "Es una reacción contra
el absolutismo, proclamando la existencia de principios provenientes de la soberanía
popular y del individuo que están por encima de los gobernantes, que se ha convertido en
estandarte de lucha contra las tiranías y dictaduras". Recuérdese que para Locke (1632-
1704) existían normas eternas y de justicia, superiores a los gobernantes y obligatorias para
todos. Ya Aristóteles había hablado de la separación de poderes. Todavía hoy tiene validez
la clasificación aristotélica, desarrollada magistralmente bajo la sugestión del sistema inglés
a través del pensamiento de Charles Louis de Secondat, nombre de pila de Montesquieu
(1689-1759). Éste, con sus añoranzas y su doctrina se levanta contra el abuso del poder,
para lo cual considera que: "el poder tiene que ser contrapesado por el propio poder", y
construye la separación de poderes en base a la cual se fundamenta todo el
constitucionalismo moderno: legislativo, ejecutivo y judicial, separados y limitados entre
sí: "Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder".
Rousseau (1712-1778) acude con la propuesta del contrato social; su pensamiento político
filosófico influiría en la génesis de la formación del Estado.
"La guardia y custodia del derecho natural debe confiarse a la mayoría del pueblo". Cada
individuo -sostuvo-, al obedecer a la voluntad general, se autolimita a sí mismo y su
voluntad queda supeditada a la voluntad general.
A esa troika genial del pensamiento político-jurídico, cabe añadir a Tocqueville (1805-
1859), quien al jerarquizar a la igualdad la traduce como la expresión esencial en la que
descansa la ley. Con agudeza reflexiona sobre el "presente y futuro de la libertad en el seno
de los nuevos sistemas sociales igualitarios que se irían implantando por doquier".
Con la república democrática, el gobierno dejó de ser autoridad personal. En teoría, el
soberano rey fue sepultado por el soberano pueblo, cuya representación, como mandante, es
ejercida por mandatarios o servidores de la voluntad popular".
En el Capítulo II de este Manual revisamos con detenimiento los tres clásicos poderes,
funciones o ramas del Estado, e incluso incorporamos a la función electoral y de
transparencia y control social, consagradas como tales en el constitucionalismo ecuatoriano,
a partir del año 2008.
Claro está que ninguno de los tres poderes clásicos se limita estrictamente a su función
principal específica como autoridades gubernativas: dictar la ley, aplicarla y ejecutarla.
Cada una desempeña, a la vez, las otras dos funciones, "sin perder por eso su particularidad
distintiva, necesaria para la división del trabajo argumenta Sánchez Viamonte, para el
perfeccionamiento técnico y para la compensación recíproca".
Con sentido crítico, Bernaschina al comentar la teoría de Montesquieu reconoce que la
misma "pasó a ser un dogma que no admitía discusión y que se ha planteado como
postulado jurídico, sin estudiar detenidamente su falso fundamento y las contradicciones en
que incurre al sostener que los poderes (punto de vista formal) o funciones (punto de vista
material) son iguales e independientes, y que deben actuar en forma coordinada".
El poder del Estado es uno, pero se ejerce a través de los órganos estatales, y cada uno
asume su responsabilidad acorde con su competencia y funciones asignadas. Esta división
de poderes se refiere a un poder único, que se lo ejerce por medio de los diversos órganos,
poderes o ramas del Estado. "La autoridad pública se distribuye entre los órganos
legislativo, ejecutivo y judicial, de modo que a cada uno de ellos corresponde ejercer un
cúmulo limitado de facultades de mando y realizar una parte determinada de la actividad
gubernativa", aclara Borja.
CONCLUSION

Los poderes ejecutivo, legislativo y judicial son los que se manejan e nuestro pais de esta
manera son las personas que toman todas las deciciones sobre el bienestar de nuestro pais,
para de esta manera sacar adelante al mismo.

9. ¿Cuáles son los mecanismos de control de los órganos del Estado?; escriba su
criterio personal.
"Todo Estado, por la sola razón de su existencia, supone un gobierno y también el derecho
u ordenamiento jurídico, impuesto a los gobernados por los gobernantes. Pero lo que
caracteriza al Estado de derecho es un orden jurídico fundamental y estable, impuesto
normativamente al gobierno y a k sociedad; a los gobernantes y gobernados. En el Estado
de Derecho, el orden jurídico comprende, por igual, al gobierno, a los gobernantes y a los
gobernados. En el Estado de Derecho, los gobernados se hallan bajo el amparo y protección
de la sociedad, contra el gobierno y contra los gobernantes, mediante normas impuestas a
todos por igual, en las cuales reside el principio de autoridad, y cuya inobservancia priva de
validez a los actos gubernativos. Por eso afirmamos que no hay Estado de Derecho sin
Constitución, ni puede revertir otra forma de gobierno que la republicana democrática, que
nace de la soberanía popular y que asegura los derechos del hombre y del ciudadano".
"Estado de derecho. En su más simple acepción, es el Estado sometido al derecho, o sea el
Estado sujeto a la acción omnicomprensiva de la ley. La característica fundamental de este
tipo de Estado es su entera sumisión a normas jurídicas, es decir, la total racionalización de
su hacer político con arreglo a un esquema lógico jurídico que regula imperativa y
minuciosamente la actividad del Estado, las competencias de sus órganos gubernativos y
los derechos de las personas, de modo que la autoridad no puede requerir ni prohibir nada a
sus ciudadanos más que en virtud de un precepto legal previamente establecido".
Ambos conceptos, evidentemente, apuntan en la misma dirección.
Ligados a tales concepciones debemos anotar y destacar que: "El Estado es un orden
jurídico coactivo y positivo; no necesita plantearse 'para qué' y 'por qué es'. No se puede
identificar al Estado con un fin específico determinado, porque sería restringir
su concepto; sería circunscribir el ordenamiento jurídico a un punto fijo, lo que importa es
reconocer su calidad de ordenamiento jurídico supremo, no sujeto a otro orden o voluntad
superior", afirma Bernaschina.
Al margen de la doctrina, reproducimos a manera de ejemplo lo que ocurre en diversos
ordenamientos constitucionales, tal el caso de la Constitución ecuatoriana del año 2008, que
trae la siguiente definición y finalidades del Estado: CÍE1 Ecuador es un Estado
constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente,
unitario, intercultural, plurinacional y laico"
Añade, al precisar los deberes primordiales del Estado, o, dicho de otro modo, las
finalidades que se asignan al Estado (Art. 3): "
1. ¿Garantizar (...) el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales (...)?
2. Garantizar y defender la soberanía nacional;
3. Fortalecer la unidad nacional en la diversidad;
4. Garantizar la ética laica (...);
5. Planificar el desarrollo nacional (...);
6. Promover el desarrollo equitativo y solidario (...);
7. Proteger el patrimonio natural y cultural del país; y,
8. Garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz..."
Dos ideas complementarias que dan sentido de unidad a cuanto dejamos señalado. La
primera: "no se puede fijar un límite a la competencia estatal, sea máximo o mínimo. Sin
embargo, grandes autores reconocen Bernaschina sostienen que el Estado tiene un fin
jurídico, ya sea para declarar, garantizar o proteger el derecho, o, en otras palabras, el poder
del Estado estaría limitado por el derecho". La segunda: apropiándonos del pensamiento de
Kelsen, el Estado es el derecho, es la cultura, es el poder y es la libertad, es el orden
jurídico mismo, "es una forma del poder político institucionalizado", dice Burdeau.
Otro elemento concurrente son los mecanismos de control de los órganos del Estado, y su
directa vinculación con el reconocimiento de la supremacía constitucional, en cuanto (es el
caso ecuatoriano) "El orden jerárquico de aplicación de las normas será el siguiente: la
Constitución; los tratados y convenios internacionales; las leyes orgánicas; las leyes
ordinarias; las normas regionales y las ordenaras distritales; los decretos y reglamentos; las
ordenanzas; los acuerdos y las resoluciones; y los demás actos y decisiones de los poderes
públicos" (Art. 425). Tal precisión, en extremo valiosa en un Estado de derecho, desde el
punto de vista doctrinario encuentra su sustento en el hecho de que: "El derecho, al cual el
Estado debe someterse, se manifiesta a través de normas que, en conjunto, forman un
ordenamiento jurídico escalonado descrito por algunos juristas como pirámide jurídica en
cuya cúspide está la Constitución y en cuyos planos inferiores, cada vez más amplios y
diversificados, están las leyes generales, las leyes especiales, las ordenanzas, los
reglamentos y las demás normas de rango inferior.
La Constitución de 2008 establece que: "El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda
persona que actúe en ejercicio de una potestad pública, estarán obligados a reparar las
violaciones a los derechos de los particulares por la falta o deficiencia en la prestación de
los servicios públicos, o por las acciones u omisiones de sus funcionarías o funcionarios y
empleadas o empleados públicos en el desempeño de sus cargos" (Art. 11.9, párrafo
segundo).
En la indicada Carta Política, al referirse al "Control de la acción de Gobierno", consagra la
potestad de la Asamblea Nacional para proceder al enjuiciamiento del Presidente o
Vicepresidente de la República (Art. 129) por delitos, taxativamente señalados, cometidos
en el ejercicio de su mandato, cuya sanción a través del juicio político atraviesa por la
censura y la destitución. La facultad legislativa alcanza, además, a los ministros de Estado,
a los titulares de la Procuraduría General del Estado, de la Contraloría General del Estado,
de la, Fiscalía General del Estado, de la Defensoría del Pueblo, de la Defensoría Pública
General, de las Superintendencias, del Tribunal Contencioso Electoral, del Consejo
Nacional de la Magistratura y del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, y
de las demás autoridades que determine la Constitución.

COMENTARIO

Tanto la normativa constitucional como la legislación laboral en los países


latinoamericanos registran significativos avances tendientes a consagrar el principio de la
igualdad y la no discriminación por razones de sexo, lográndose un importante
reconocimiento de la igualdad formal. Subsisten en algunos países ciertas disposiciones que
contradicen este principio. En general discriminación en la práctica constituye el mayor
problema.

Se percibe una clara tendencia a derogar las normas discriminatorias en perjuicio de la


mujer en materias de acceso al empleo o su desempeño, el tipo de empleos disponibles para
ellas, las jornadas de trabajo y, en general, todos los aspectos de las condiciones de trabajo.
A su vez, la diferencia de remuneraciones entre hombres y mujeres es abordada de manera
formal e insuficiente por casi todas las legislaciones. Convendría hacer un seguimiento a la
nueva normativa promulgada en Ecuador, basada en el principio de igual salario por trabajo
de igual valor.

Las normas relativas a la maternidad han experimentado avances, al intentar combinar las
medidas protectoras con las antidiscriminatorias. El concepto de trabajadores de ambos
sexos con responsabilidades familiares ha sido el marco para la promulgación de normas
sobre licencia de paternidad y, aun cuando no ha habido avances legales en materia de
cuidado de hijos pequeños de trabajadoras/es, este tema ha estado en el centro del debate y
se ha transformado en objeto de la negociación colectiva en algunos países.

Es posible esperar avances en el tema de acoso sexual en los próximos años, dada la
proliferación de proyectos de ley en discusión en los Parlamentos y la creciente
preocupación por el tema. Por último se debe señalar que la legislación se refiere a las
trabajadoras en una relación laboral definida. El creciente número de trabajadoras que
escapan a esta figura y que, por lo tanto, no tienen la protección de la ley laboral, exige
revisar la normativa, para enfrentar la multiplicidad de nuevas situaciones provocadas por
los procesos de globalización y flexibilización de las relaciones laborales.

BIBLIOGRAFIA
Pensamiento Político parte II

Norberto Bobbio, El futuro de la democracia, Fondo de Cultura Económica, México.

Robert Dahl. (1998) 1999. La democracia: Una guía para los ciudadanos. Taurus. Buenos
Aires. ISBN 950-511-482-6Guillermo O'Donnell, (1997), ¿Democracia delegativa?".
Santiago Sevilla. 2006 "La Democracia Feliz" Comedia en Liceus.com El Portal de las
Humanidades.

Вам также может понравиться