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Diplomado: Nuevas perspectivas en la enseñanza de las ciencias sociales

Módulo: Sociología contemporánea


Trabajo final: Ensayo
Alumno(a): Ameyalli M. Valentín Sosa

LA POTENCIALIDAD CREADORA DE LOIMAGINARIO Y


SU RELACIÓN CON LO POLÍTICO

El presente ensayo busca presentar de forma breve el concepto sociológico de lo


imaginario, intentando establecer una relación con la esfera de lo social y a su vez,
con lo político. También se busca argumentar a favor de la siguiente idea: es posible
entender fenómenos como lo político, por ejemplo, desde las aproximaciones a lo
imaginario entendiendo que estos estudios originalmente surgen en y para el debate
sociológico pero su capacidad de explicación de lo social les permite expandirse a
otras áreas de estudio.

Lo imaginario: Antecedentes y definición

La necesidad de entender y explicar el mundo surgió con el ser humano desde sus
orígenes. Darle un sentido al mundo que lo rodea no solamente tuvo como objetivo
restar incertidumbre al ser humano, sino que, poco a poco también permitió otorgar
un posicionamiento al ser humano mismo, volverlo un ser social con capacidad de
aprehensión de su realidad y de una conciencia en el mundo.

Han sido los diversos procesos y recursos los cuales el ser humano ha construido
para intentar explicar el mundo en el que se encuentra, siendo en general el primero
de ellos el mito. El mito es el discurso último en el que se constituye la tensión
antagonista para cualquier desarrollo del sentido (

Sin embargo, con el pasar del tiempo, las formas de interpretar, explicar y
relacionarse con el mundo también se han modificado. El inicio de la modernidad

1
trajo consigo una serie de elementos que redefinirían el orden social, entre ellos, el
cuestionamiento de paradigmas existentes hasta el momento, y dando como
resultado el establecimiento de nuevos. Uno de los productos más trascendentales
en este proceso fue lo que se conocería posteriormente conoció como Ciencia,
consolidada como propuesta en el siglo XVIII, y que aparecería como un intento
epistemológico y metodológico de obtener conocimiento privilegiando a la razón, a
la objetividad y erradicando cualquier explicación de carácter mágico-religioso y
privilegiando a la razón frente a cualquier otra forma de obtención de conocimiento.

Es a partir de este momento histórico, que a la Ciencia se le adjudicaría un papel


preponderante para la explicación del mundo, pues su objetividad, capacidad de
universalización y verificabilidad permitían el desarrollo de técnicas, métodos y
tecnologías que hicieron poco a poco, que la vida y con ello las relaciones sociales
cambiarán. La asociación entre avance tecnocientífico y bienestar social,
contemplaban una relación intrínseca, pensando que se alcanzaría un estadio ideal
de progreso y maravillas tecnológicas.

Sin embargo, es con las grandes guerras ocurridas en el siglo XX y procesos que
involucraron la tecnificación y la economización de la muerte, como lo fue el caso
del Holocausto, que el paradigma del conocimiento científico como única forma
validad de obtención de conocimiento y explicación de la realidad se cuestionó
severamente. La Ciencia, cómo forma exclusivamente válida para la obtención de
conocimiento y explicación del mundo se trastocó, por lo que se intentaron
reflexionar y proponer de nueva cuenta, nuevas formas que explicaran al mundo y
el posicionamiento del sujeto en él.

Es en la década de los sesenta, que en el campo de las Ciencias Sociales surge


una propuesta teórica que buscó retomar conceptos de otras ramas como el
psicoanálisis para presentar una aproximación distinta a la explicación y estudio de
la realidad social. Estas nuevas aproximaciones propondrían entender la relación
del ser humano y su entorno a partir de categorías subjetivas, a las cuales se les
había dado poca atención hasta ese momento: la imaginación y lo imaginario. El
nacimiento de la escuela del estudio del imaginario surgida en Francia en la década

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de los sesenta tuvo como objetivo el de contrarrestar ese racionalismo positivista
que clausura a las ciencias humanas impidiéndoles resemantizar creativamente
conceptos ya perimidos (Wunenburger, 2003, p 7).

Para esta escuela la imaginación no debe entenderse como un elemento onírico o


completamente fuera del mundo de lo real, sino como un elemento con una fuerte
carga creadora capaz de trazar dimensiones de cargas valorativas y simbólicas en
torno al mundo que lo rodea. Las significaciones imaginarias sociales instituyen y
crean un orden social a la vez que son instituidas y creadas por ese mismo orden
(H. Cabrera, S/A, p. 3).

Lo imaginario entonces aparece como una facultad con capacidad creadora y a la


vez, como el conjunto, relativamente coherente, de producciones que genera. Es
necesario entender que, a abordar al imaginario como una dimensión abstracta del
pensamiento humano, es necesario identificarlo por sus productos en un orden
social, es decir, por el modelo de mundo que propone y plantea.

Alcances de lo imaginario

Lo imaginario, al ser la facultad generadora de significaciones sociales,


necesariamente cruza otros ordenes de la vida social, estableciéndose sin duda,
como el hilo conductor entre ellos. Los imaginarios sociales, entonces, como
consecuencia del proceso de la imaginación colectiva, crean y refuerzan elementos
que permiten al ser social establecerse en el mundo social, y asumir en el
posicionamiento en y frente a él. El orden simbólico, funcional y moral son los tres
grandes ejes en donde la potencialidad de lo imaginario se presenta como una
facultad netamente social.

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Gráfico 1.
SIMBÓLICO
Ilustra los tres órdenes en los cuáles es posible identificar las creaciones
del imaginario, siendo este el elemento central que origina y refuerza las
Imaginario creencias y posicionamientos en cada uno de los niveles.

MORAL FUNCIONAL

Lo imaginario crea símbolos y signos a partir de los cuales, los sujetos se relacionan
y se desenvuelven en el mundo. La ordenación e interpretación del mundo, es en sí
mismo un orden simbólico dotado de valores, creencias, percepciones en dónde el
individuo toma un lugar específico.

El orden moral es consecuencia de las creencias y valores en torno al mundo


desarrollados a partir de imaginarios sociales instituidos y establecidos como
válidos. La noción de bueno y malo, lo que es socialmente aceptado o no es
consecuencia de los imaginarios en determinado tiempo y espacio, por lo que en un
contexto fue instituido como válido, en otra temporalidad o espacialidad quedarían
obsoletos.

La importancia del establecimiento de un orden simbólico y moral es que a partir de


determinados valores, creencias y posicionamientos (imaginarios), se
institucionaliza un orden social y con ello una serie de instituciones que funcionen
para la perpetuación de dichos imaginarios. El orden funcional es el que otorga
corporalidad a los imaginarios.

El papel de la mujer a lo largo de la historia, por ejemplo, es y ha sido consecuencia


de una institucionalización de determinados imaginarios a lo largo de diferentes
contextos. Por ejemplo, el imaginario social en la sociedad mexicana normalmente
establece de forma natural una relación “natural”1 entre las mujeres y la maternidad,

1
Uno de los peligros de los imaginarios y con ello de las narrativas que genera es el hecho de
naturalizarlos, entenderlos como principio y fin en el orden social y totalmente inamovibles. Las
rupturas y creación de nuevos imaginarios normalmente tienden a ser subversivos, pues trastocan
todo el orden social instituido.

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por lo que existe toda un orden simbólico y funcional que defiende y privilegia los
valores y las creencias en torno a esta visión del mundo, lo cual puede explicar el
rechazo social a otro tipo de imaginarios en torno al ejercicio de lo femenino 2.

¿Lo imaginario y lo político? ¿Por qué una reflexión sobre lo imaginario?

Una vez entendido el potencial creador del imaginario, es necesario añadir un último
elemento al análisis: el poder. Dentro de las institucionalizaciones de los
imaginarios, están presentes las relaciones de poder en constante enfrentamiento
por posicionar o lograr la permanencia de determinado orden social.

En el ejemplo anterior, en torno a la relación que se establece de manera “natural”


entre mujer y maternidad, a pesar de que el sistema de valores y creencias en la
sociedad legitiman ese modelo de mundo, el propio desarrollo de las sociedades
puede llegar a cuestionar (o no), el imaginario social vigente. Las disrupciones, por
consecuente, permiten entender que los imaginarios sociales están inmersos en
relaciones de poder que establecen y/o cuestionan los modelos de mundo, En
términos del filósofo francés Jacques Rancière, ante la división sensible del mundo,
lo político va a permitir entender que existen valores y actores no contemplados en
esa división del mundo y que constantemente buscan ser contados por el sistema
establecido (Rancière, S/Año).

Ante esto, ¿cuál es la importancia de reflexionar ante los imaginarios en los que
estamos inmersos? Por la autonomía de consumo y posicionamiento frente a ellos,
en palabas de Cornelious Castoriadis: una sociedad autónoma, una sociedad
verdaderamente democrática es una sociedad que cuestiona todo lo que es predado
y por la misma razón libera la creación de nuevos significados (Beriain, 2011, p,
114).

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Profundizando en el ejemplo, el orden simbólico en la sociedad mexicana crea toda una serie de
símbolos que privilegian el modelo de mundo en torno a lo que es ser mujer y ser madre, por ejemplo,
festividades como el Día de las madres o la patria potestad en el orden jurídico, siendo este y las
legislaciones en torno al aborto, fenómenos del orden funcional que legitiman o no, los valores que
generan y buscar perpetuar este imaginario social.

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REFERENCIAS

Bibliografía

Beriain, Josetxo, (1996). Dinámicas de estructuración en las sociedades modernas.


España: Universidad Pública de Navarra. Departamento de Sociología.

Beriain, Josetxo. (2011). El imaginario social moderno: Una posmetafísica de la


indeterminación y la contingencia. En Nuevas posibilidades de los imaginarios
sociales (114-139). España: Tremn-Ceasga.

Wunenburger, Jean-Jacques. (2003). Antropología del imaginario. Buenos Aires;


Ediciones del sol.

Electrónicas

H. Cabrera, Daniel. (S/A). Imaginario social, comunicación e identidad colectiva. 02


de julio de 2019, de Portal Comunicación-Universitat autònoma de Barcelona Sitio
web: http://www.portalcomunicacion.com/dialeg/paper/pdf/143_cabrera.pdf

Méndez, E. (2000). El desarrollo de la ciencia. Un enfoque epistemológico. 02 de


julio de 2019, de Redalyc Sitio web: https://www.redalyc.org/pdf/122/12290403.pdf

Rancière, Jacques. (S/Año). La división de lo sensible. Estética y política. 02 de julio


de 2019, de Poderes Unidos Sitio web:
https://poderesunidosstudio.files.wordpress.com/2009/12/jacques-ranciere-la-
division-de-lo-sensible1.pdf

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