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MAGISTRADO PONENTE: LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

El 4 de octubre de 2018, fue recibido en la Secretaría de esta Sala Constitucional, escrito contentivo de la
acción de amparo constitucional interpuesta por el abogado Freddy Ferrer Medina, inscrito en el Instituto de
Previsión Social del Abogado bajo el N° 53.682, actuando en su carácter de defensor privado del ciudadano
LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHÁVEZ, titular de la cédula de identidad N° 10.426.230, contra la
sentencia N° 251-18 dictada el 5 de abril de 2018, por la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Zulia mediante la cual declaró con lugar el recurso de apelación ejercido por el
ciudadano Adonay Antonio Bracho Urdaneta (víctima por extensión), titular de la cédula de identidad N°
1.688.696, asistido por el abogado Gerardo Villasmil Parra, inscrito en el Instituto de Previsión Social del
Abogado bajo el N° 34.624, contra el fallo N° 003-18, dictado el 16 de enero de 2018, por el Juzgado Sexto de
Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, mediante el cual se
declaró el desistimiento de la acusación particular propia incoada por el referido ciudadano, en el marco del
proceso penal que se le sigue al ciudadano Leonardo Enrique Castillo Chávez, por la presunta comisión del
delito de “homicidio intencional en la modalidad de exceso de defensa”.

El 4 de octubre de 2018, se dio cuenta en Sala y se designó ponente al Magistrado Luis Fernando
Damiani Bustillos, quien con tal carácter suscribe el presente fallo.

Mediante el fallo N° 924 del 17 de diciembre de 2018, la Sala se declaró competente y solicitó al
Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, remitir
copia certificada del fallo N° 003-18 dictado el 16 de enero de 2018, mediante el cual declaró el desistimiento de
la acusación particular propia incoada por el ciudadano Adonay Antonio Bracho Urdaneta, en el marco del
proceso penal que se le sigue al ciudadano Leonardo Enrique Castillo Chávez, por la presunta comisión del
delito de “homicidio intencional en la modalidad de exceso de defensa”.

El 25 de enero de 2019, se recibió en la Secretaría de esta Sala el Oficio alfanumérico 6J-190-2019,


anexo al cual el Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia, remitió las copias certificadas que le fueron requeridas.

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El 31 de enero, 11 de febrero, 3 y 17 de mayo de 2019, el abogado accionante solicitó se admita la


presente acción de amparo constitucional.

Realizado el estudio individual de las actas que conforman el presente expediente, esta Sala
Constitucional pasa a decidir previas las siguientes consideraciones.

I
DE LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL

El abogado accionante fundamentó su pretensión de amparo constitucional en los siguientes términos:

Que “[l]os hechos objeto del presente [p]roceso [p]enal, se iniciaron en fecha 05 de [o]ctubre de 2008,
por denuncia signada con el N° I-332.399, interpuesta por el ciudadano ROBERTO ANTONIO BRACHO
ROMERO, ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Sub-Delegación
Maracaibo, Estado Zulia; y no fue sino, hasta en fecha 09 de Mayo de 2013, que el Ministerio Público
presentó formal acusación fiscal contra el imputado LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHAVEZ (sic), por la
presunta comisión del delito de [homicidio], encuadrando los hechos en el tipo penal de HOMICIDIO
INTENCIONAL CON EXCESO EN LA DEFENSA previsto y sancionado en el artículo 405 del Código Penal,
en concordancia con el artículo 65 eiusdem, en perjuicio de quien en vida respondiera al nombre de ADONAY
JOSÉ BRACHO ROMERO, y solicitando el enjuiciamiento del mismo” (Mayúsculas, subrayado y negrillas del
original, corchetes de esta Sala).

Que “[e]n fecha 10 de diciembre de 2015, el Juzgado Tercero de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, en el acto de audiencia oral preliminar, ocurrida en el
citado proceso, entre otros pronunciamientos, resolvió admitir totalmente la acusación fiscal en contra del
imputado LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHÁVEZ por la presunta comisión del delito de HOMICIDIO
INTENCIONAL CON EXCESO EN LA DEFENSA. Así mismo admitió parcialmente la acusación particular
propia presentada por los apoderados judiciales de la víctima (…) y finalmente ordenó el auto de apertura a
juicio” (Mayúsculas del original, corchetes de esta Sala).

Que “[e]n fecha 21 de septiembre de 2016, el Tribunal Séptimo de Juico acordó fijar el juico oral y
público para el día jueves trece (13) de octubre de 2016, y ordenó citar a las partes conforme a lo previsto en el
artículo 325 del Código Orgánico Procesal Penal; no obstante, a partir del ingreso del expediente al señalado
Juzgado y subsiguiente fijación del [j]uicio [o]ral y [p]úblico, fue diferida la celebración del mismo en seis
oportunidades, debido a la incomparecencia de los apoderados judiciales de la víctima, quienes estaban
debidamente notificados por haber comparecido a los respectivos actos previos, justificando solo dicha
inasistencia al acto celebrado el 29 de agosto de 2017” (Corchetes de esta Sala).

Que “(…) en los actos diferidos los días 06 de [j]ulio de 2017 y 01 de [n]oviembre de ese mismo año,
además de la inasistencia de los apoderados de la víctima, no compareció al [a]cto de [a]pertura del [j]uicio
[o]ral y [p]úblico y no justificó su incomparecencia la víctima por extensión ADONAY BRACHO, quien
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también se encontraba debidamente notificado, ya que el aludido Juzgado Séptimo de Juicio, en los actos de
diferimiento correspondiente a los días 26 de [a]bril de 2017 y 03 de [s]eptiembre de ese mismo año, dejó
constancia de que las partes presentes quedaban notificados en la fecha indicada” (Mayúsculas y negrillas del
original, corchetes de esta Sala).

Que en “(…) virtud de esta cronología de hechos y en [su] condición de defensa técnica del acusado
LEONARDO CASTILLO CHÁVEZ, en fecha 14 de [n]oviembre de 2017, [solicitaron] ante el Juez Sexto de
Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, en virtud de la
inhibición del Juez Séptimo de Juicio que venía conociendo del presente proceso penal, el DESISTIMIENTO
de la indicada acusación particular propia interpuesta por los apoderados especiales de la víctima por
extensión ADONAY ANTONIO BRACHO URDANETA, en contra de [su] defendido, ya que en [su] criterio
existió una manifestación tácita de [d]esistimiento de la [a]cción, dada su inasistencia al acto de apertura al
debate oral y público, fijado por el Tribunal Séptimo de Juicio para el día 01 de [n]oviembre de 2017, en un
todo, conforme a lo establecido en el ordinal 5o del artículo 279 del Código Orgánico Procesal Penal”
(Mayúsculas y negrillas del original, corchetes de esta Sala).

Que ese “(…) pedimento fue resuelto por el referido Tribunal Sexto de Juicio del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia, mediante decisión N° 003-18, de fecha 16 de [e]nero de 2018, donde concluye en que,
del recorrido procesal de las actas del expediente, se evidencia la inasistencia de la víctima y sus apoderados
judiciales a los actos de apertura del juicio oral y público convocados por la jurisdicción para los días 06 de
julio y 01 de [n]oviembre de 2017; y en consecuencia declara la [d]esestimación de la acusación particular
propia, por estar referida a un delito de acción pública y de conformidad con la norma adjetiva establecida
en el artículo 279 el Código Orgánico Procesal Penal (…)” (Mayúsculas y negrillas del original, corchetes de
esta Sala).

Que “[a]pelada dicha decisión por el ciudadano ADONAY ANTONIO BRACHO URDANETA, en su
condición de víctima por extensión, debidamente asistido por el profesional del derecho GERARDO
VILLASMIL PARRA, en fecha 30 de [e]nero de 2018, la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial del Estado Zulia, resuelve la misma mediante [s]entencia N° 251-18, de fecha 05 de [a]bril de ese
mismo año, en cuya parte [d]ispositiva declara CON LUGAR el citado [r]ecurso de [a]pelación y en
consecuencia acuerda la [n]ulidad [a]bsoluta de la [d]ecisión N° 003-18, de fecha 16 de [e]nero de 2018,
dictada por el aludido Juzgado Sexto de Primera Instancia en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal
del Estado Zulia, y ordena la reposición de la causa al estado de que un órgano subjetivo distinto al que dictó
la decisión anulada se pronuncie” (Mayúsculas y negrillas del original, corchetes de esta Sala).

Que “(…) con fundamento en las previsiones contenidas en los artículos 26, 27 y 51 de la
Constitución Bolivariana de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con lo establecido en los
artículos 1 y 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, [ejerce] ACCIÓN
DE AMPARO CONSTITUCIONAL contra la expresada decisión de la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, N° 251-18 de fecha 05 de [a]bril de 2018, el cual

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[fundamentan] en el hecho de que dicha decisión lesiona flagrantemente el derecho a la defensa, el debido
proceso y a la tutela judicial efectiva de [su] representado como acusado en el juicio que se debate, todo ello
en función de que las razones aducidas por el aludido Tribunal Colegiado en su fallo, para declarar la
[n]ulidad [a]bsoluta de la [d]ecisión N° 003-18, de fecha 16 de enero de 2018, dictada por el Juzgado Sexto
de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, mediante la cual
dicho Tribunal de Instancia acordó declarar el desistimiento de la acusación particular propia interpuesta
por los profesionales del derecho JOSÉ GERARDO PARRA DUARTE, BUDENE ANTONIO BRICEÑO
PÉREZ y HUMBERTO CÉSAR MORENO FUENMAYOR, en su carácter de apoderados judiciales del
ciudadano ADONAY ANTONIO BRACHO URDANETA, en contra de [su] defendido LEONARDO ENRIQUE
CASTILLO CHAVEZ (sic), carecen de fundamento y constituyen, una transgresión a los derechos declarados
en este último fallo a favor de [su] defendido y por ende una violación a las citadas garantías
constitucionales que [están] denunciando (…)” (Mayúsculas y negrillas del original, corchetes de la Sala).

Que “[n]o existe en el presente caso la situación de ausencia total o insuficiencia en la motivación en
el fallo dictado por el Juzgado Sexto de Juicio considerada en la [s]entencia recurrida en [a]mparo para
revocarlo, pues no es verdad que en el mismo no se establezca una fundamentación jurídica ajustada a
derecho ni se establezca de manera precisa los fundamentos de hecho y de derecho con base a los cuales el
Juzgador consideró que proceda la desestimación de la acusación particular propia presentada por la
víctima en la oportunidad legal correspondiente” (Negrillas del original, corchetes de esta Sala).

Que “[e]n efecto, como puede apreciarse, en la decisión dictada por el señalado Juzgado de Juicio y
anteriormente transcrita, se determinan claramente los hechos que dieron lugar a la declaratoria del
[d]esistimiento, como lo fue la inasistencia de los apoderados de la víctima y de ésta por extensión a los actos
de apertura del juicio oral y público fijados para el 06 de [j]ulio de 2017 y 01 de [n]oviembre de ese mismo
año, advirtiendo que ésta última, o sea la víctima, quien debía comparecer independientemente de que tales
apoderados asistieran o no, demostrando su interés en el sostenimiento de la acusación particular propia
ejercida, siendo además todos ellos previamente notificados de tales actos, así como la subsiguiente
aplicación del ordinal 5o del artículo 279 del Código Orgánico Procesal Penal, que tipifica la figura del
[d]esistimiento en el caso de que la parte acusadora no acuda al juicio, por constituir una señal inequívoca de
falta de interés” (Negrillas del original, corchetes de esta Sala).

Que “(…) el Juzgador advierte que, no obstante el [d]esistimiento decretado, la víctima conservaría el
resto de los derechos establecidos en el artículo 122 del citado código y que el juicio continuaría con la
representación del Ministerio Público por tratarse del juzgamiento de un delito de acción pública” (Negrillas
del original, corchetes de esta Sala).

Que “(…) contrariamente a lo señalado por la citada Corte de Apelaciones en la decisión recurrida, la
sentencia del Tribunal de Juicio revisada por la misma expresa las razones de hecho y de derecho, en que se
basó el sentenciador para dictar su decisión, pues la misma contiene tanto la descripción detallada de lo
solicitado, como el debido razonamiento lógico jurídico del juzgador respecto a dicho pedimento,

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estableciendo tanto sus argumentos como la debida fundamentación legal y jurídica articulada a los hechos y
al derecho, además de su conclusión jurídica, haciéndola claramente inteligible y comprensible, frente a las
partes y para quien se imponga de su contenido, al punto de permitir el conocimiento de que fue emitida una
decisión objetiva y no arbitraria y en estricto acatamiento al ordenamiento jurídico positivo” (Negrillas del
original).

Que “(…) la aludida decisión no se encuentra inmotivada y que el sentenciador de instancia sí


expresó los razonamientos jurídicos que en su criterio eran aplicables para decidir la solicitud de
[d]esistimiento, es decir, que sí resolvió de forma clara y razonada a derecho la solicitud de [d]esistimiento
presentado por la defensa técnica, otorgando así seguridad a las partes, y obrando dentro del principio según
el cual la motivación no amerita ser extensa, siempre que sea suficiente y se baste a si (sic) misma, sin dar
lugar a dudas respecto a las razones de juzgamiento” (Negrillas del original, corchetes de esta Sala).

Que “(…) la solicitud de [d]esistimiento no está sometida a ningún procedimiento incidental, ni


tampoco existe disposición alguna que ordene que la misma sea solicitada y decidida en audiencia pública
oyendo previamente a las partes; por el contrario, el artículo 279 del Código Orgánico Procesal Penal, antes
aludido, establece claramente que el [d]esistimiento será declarado de oficio o a petición de cualquiera de las
partes, vale decir, en cualquier momento después de ocurrida alguna de las causales previstas en dicha
norma, siendo dicha decisión apelable según lo dispone el artículo 439 ordinal 3o de ese mismo Código, en el
entendido de que a través del ejercicio de este recurso, la parte perjudicada podría plantear los argumentos y
defensas, que convengan a sus derechos e intereses e incluso promover pruebas para acreditar los
fundamentos del recurso, conforme al artículo 440 del Código Orgánico Procesal Penal” (Negrillas del
original, corchetes de esta Sala).
Que “[e]n cuanto a la oportunidad para el dictado de este tipo de sentencias que no requieren su
pronunciamiento en audiencia pública, el artículo 159 del Código Orgánico Procesal Penal, sólo dispone que
las mismas sean notificadas a las partes a los fines del ejercicio de los recursos respectivos; y aun en el caso
de que la misma estuviere sujeta al lapso de tres (03) días a que alude la Corte de Apelaciones en el fallo
recurrido, la inobservancia del Juez a dicho lapso debido a ocupaciones preferentes, el ínterin de la
tramitación administrativa de la inhibición de la Juzgadora que dirigía el Tribunal Séptimo de juicio y el
conocimiento del Tribunal Sexto de Juicio u otros motivos, puede ser subsanada ordenándose la notificación
del mismo a las partes interesadas, como ocurrió en el presente caso, donde la sentencia del Juzgado Sexto
de Juicio claramente ordena la práctica de dicha notificación (…)” (Negrillas del original, corchetes de esta
Sala).

Que “(…) con respecto a las convocatorias para actos del juicio surgidas con posterioridad a la
solicitud de [d]esistimiento y antes de dictarse la sentencia por el Tribunal de Juicio, y de la asistencia de la
víctima a dichos actos sin objeción de la defensa técnica, quien tampoco ratificó dicha solicitud en esas
oportunidades, es necesario tener en cuenta que, de acuerdo a la parte in fine del artículo 279 del Código
Orgánico Procesal Penal, las decisiones que acuerden el [d]esistimiento son apelables, pero el recurso no
suspende el proceso, de lo cual resulta que mucho menos la simple solicitud pueda originar dicha

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suspensión; y ello explica que, no obstante su proposición, el juicio hubiere continuado a la espera del
respetivo fallo y subsiguiente recurso que, como se dejó dicho, tampoco generaría la suspensión del proceso”
(Negrillas del original, corchetes de esta Sala).

Que “(…) las citadas convocatorias fueron normales, como también la asistencia de las partes a los
actos convocados, sin que la defensa técnica estuviere obligado a oponerse a ello o insistir en su solicitud;
que al no hacerlo hubiere convalidado el derecho de la víctima a continuar en el proceso, ni mucho menos
abdicado de su pretensión (…)” (Negrillas del original).

Que “(…) resulta claro y evidente que la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia, yerra al concluir en su fallo que la decisión del Juez Sexto de Juicio de esa misma
Circunscripción Judicial, haya violentado las [g]arantías [c]onstitucionales a la tutela judicial efectiva, del
derecho a la defensa y del debido proceso consagradas en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y los derechos inherentes a la víctima dispuestos en los artículos 120 y
122 del Código Orgánico Procesal Penal (…)” (Negrillas del original)

En virtud de lo anterior, el abogado accionante solicitó que “(…) el presente escrito libelar, sea
admitido, tramitado y decidido conforme a derecho por todas las razones antes expuestas y siendo que la
sentencia dictada por dicho Tribunal Colegiado no está sujeta al [r]ecurso de [c]asación en forma inmediata,
por no ser definitiva, ni declarar la terminación del proceso o imposible su continuación, solicit[a] (…) dar
curso a la presente ACCIÓN DE AMPARO declarándola CON LUGAR, anulando el fallo recurrido,
declarando procedente el desistimiento solicitado y declarado por el Tribunal de Instancia (…)” (Mayúsculas
y negrillas del original, corchetes de esta Sala).

II
DEL FALLO APELADO

Mediante el fallo N° 251-18 del 5 de abril de 2018, la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, fundamentó su decisión en los siguientes términos:

“(…) el Juez de instancia en el caso sub-iudice procedió a dar respuesta sobre la solicitud de la
desestimación de la acusación particular propia presentada por la defensa privada ABG. FREDDY
FERRER inscrito en el inpreabogado bajo el N° 53.682, en su carácter de defensor privado del
acusado LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHÁVEZ, titular de la cédula de identidad N° V-
10.426.230, a quien se le sigue causa penal por la presunta comisión del delito de HOMICIDIO
INTENCIONAL CON EXCESO DE DEFENSA, previsto y sancionado en el artículo 405 en
concordancia con el artículo 66 del Código Penal Venezolano, en prejuicio (sic) del ciudadano
ADONAY BRACHO (OCCISO), estableciendo un breve reencuentro de los hechos suscitados de la
causa signada con el N° 6U-865-17, señalando en virtud del recorrido procesal efectuado por el
Órgano Subjetivo la inasistencia de la victima (sic) o de sus apoderados judiciales a los actos
convocados el Tribunal Sexto de Juicio, en consecuencia el Juez de Juicio declara la desestimación de
la acusación particular propia por presentarse un delito de acción publica (sic) y de conformidad con
la norma adjetiva establecida en el articulo (sic) 379 del Código Orgánico Procesal Penal.
Ahora bien, evidencia este Cuerpo Colegiado al verificar los fundamentos de hecho y de derecho por
parte de la recurrida, que la decisión no expresa motivadamente las circunstancias, los motivos o las
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razones por las cuales en derecho procedía la desestimación de la acusación particular propia la cual
fue presentada en la fase correspondiente como es la fase preparatoria en fecha 15 de [j]ulio de 2013
tal como consta en los folios ciento treinta y cinco al ciento setenta y dos (135-172) de la pieza I de la
causa sígnada (sic) bajo el N° 6U-865-17 y debidamente admitida en audiencia preliminar de fecha 09
de diciembre de 2015 constate en los folios trescientos treinta cuatro al trescientos treinta y nueve (334-
349) (sic) de la pieza I de Ia (sic) de la causa en cuestión, donde luego de la solicitud de la defensa
sobre que desestimara la acusación particular propia, el juez de juicio no resolvió conforme lo
establecido en el artículo 157 del Código Orgánico Procesal Penal, es decir, dentro de los tres (03)
días, sino dos meses después, aproximadamente, resolvió declarar con lugar la misma, sin explicar por
qué permitió que la víctima continuara acudiendo a la convocatoria del juicio en su condición de parte
querellante, donde la defensa no se opuso ni ratificó su solicitud; sino que por el contrario, a criterio
de esta Sala convalidó con su silencio, la asistencia de la víctima a la convocatoria del juicio, donde se
ha diferido en varias oportunidades, donde la víctima ha estado presente y la defensa no se opuso ni el
Tribunal resolvió dicha solicitud, sorprendiendo a la víctima en este proceso y cercenándole su derecho
a la defensa con la decisión recurrida.
A este tenor, señala el autor José Augusto Rondon (sic), sobre el concepto de victima (sic) en su libro
La Acusación (Fiscal- Particular- Privada) lo siguiente:
‘… La victima (sic) es la persona natural o jurídica que, como consecuencia del delito, ha sufrido un
daño físico, psicológico, económico o un menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales. En tal
sentido el carácter de victima (sic) es mas (sic) amplio que el del sujeto pasivo que puede considerarse
que todo sujeto pasivo del delito también será victima (sic), lo que no puede afirmarse en sentido
contrario…’.
Asimismo la norma adjetiva penal nos indica el objetivo que se persigue en cuanto al daño ocasionado
aquellos que se encuentran en la condición de victima (sic) en el articulo (sic) 120 del Código
Orgánico Procesal Penal el cual establece que:
‘... La protección y reparación del daño causado a la víctima del delito son objetivos del proceso penal.
El Ministerio Público está obligado a velar por dichos intereses en todas las fases. Por su parte, los
jueces y juezas garantizarán la vigencia de sus derechos y el respeto, protección y reparación durante
el proceso.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su
condición de afectado o afectada, facilitando al máximo su participación en los trámites en que deba
intervenir…’.
Establecido lo anterior, necesario es señalar el criterio de la Sala de Casación Penal relacionado con
los derechos de la víctima en el proceso penal, en tal sentido ha expresado:
‘…la víctima como sujeto procesal de la causa y parte con extremo interés en las resultas del mismo,
tiene derecho a ser oída, es decir, ejercer su derecho a la tutela judicial efectiva, en el sentido de tener
igual acceso al órgano de administración de justicia, todo esto de conformidad con el principio de
igualdad entre las partes ante la ley y el debido proceso, consagrados en los artículos 21, 26 y 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…’
Sumado a ello, se puede observar que lo anteriormente indicado se ratifica con lo estipulado en el
artículo 122 del Código Orgánico Procesal Penal, que indica lo siguiente: ‘…Derechos de la Victima
(sic) Quien (sic) de acuerdo con las disposiciones de este Código sea considerado víctima, aunque no
se haya constituido como querellante, podrá ejercer en el proceso penal los siguientes derechos:
1. Presentar querella e intervenir en el proceso conforme a lo establecido en este Código.
2. Ser informada de los avances y resultados del proceso cuando lo solicite.
3. Delegar de manera expresa en el Ministerio Público su representación, o se (sic) representada por
este en caso de inasistencia al juicio.
4. Solicitar medidas de protección frente a probables atentados en contra suya o de su familia.
5. Adherirse a la acusación de el (sic) o de la Fiscal o formular una acusación particular propia contra
el imputado o imputada en los delitos de acción pública; o una acusación privada en los delitos
dependientes de instancia de parte.
6. Ejercer las acciones civiles con el objeto de reclamar la responsabilidad civil proveniente del hecho
punible.
7. Ser notificada de la resolución de el (sic) o la Fiscal que ordena el archivo de los recaudos.
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8. Impugnar el sobreseimiento o la sentencia absolutoria…’.


Aunado a lo anteriormente plasmado por nuestra doctrina, legislación y jurisprudencia emanada del
Tribunal Supremo de Justicia que evidencia que el derecho del debido proceso, involucra el principio
de igualdad de las partes procesales, que consiste en la posibilidad y oportunidad que tienen las
mismas de alegar, defenderse, producir pruebas, evacuarlas, presentar informes y observaciones, así
como recurrir de los fallos que le sean adversos e infrinjan su situación jurídica tal como es el caso que
hoy nos ocupa, en virtud de que el ciudadano ADONAY ANTONIO BRACHO URDANETA, en su
condición de victima (sic) se constata que el Juez Sexto de Juicio con su decisión no le explicó por qué
a pesar de dejar pasar tanto tiempo y permitirle continuar en el juicio en su condición de parte, un
buen dia (sic) resuelve desestimar su acusación particular propia, máxime cuando la víctima ha
indicado, entre otras circunstancias, que su apoderado judicial no acudió en las fechas que indicó la
defensa en su solicitud al juicio, debido a que falleció, por lo que con la decisión impugnada no se le
garantizó el derecho a defenderse del señalamiento de su presunta ausencia de su persona así como de
su apoderado a los actos fijados por este Juzgado de Juicio; aunado a ello, esta Sala considera que en
(sic) siendo la fase de juicio la fase más garantista del proceso penal, debido a que las partes tienen el
control de cada prueba que será objeto de ese juicio, además, que debe ser en el juicio, como punto
previo (por ejemplo), que debe resolverse este tipo de incidencia, ya que en este caso, se resolvió fuera
del lapso que establece el artículo 157 del Código Orgánico Procesal Penal y es en la audiencia, en
presencia de las partes, garantizándoles el derecho a la defensa por igual, que luego de escuchar lo
que cada uno tenga que exponer al respecto que el Tribunal de Juicio determinará si debe declarar con
lugar o sin lugar dicha solicitud, ya que ni siquiera (en este caso) la misma fue ratificada por la
defensa, a pesar del tiempo transcurrido.
En este mismo orden de ideas, con respecto a lo alegado por el recurrente de la falta de motivación por
parte de la juez de instancia, estos jurisdicentes consideran que debe entenderse por falta de
motivación o inmotivación, la ausencia total o insuficiente de la misma, vale decir, cuando no han sido
expresadas las razones de hecho y de derecho en las que se ha basado (en este caso), el juez o jueza
penal, para dictar su decisión; debido a que toda decisión debe tener como unidad fundamental, la
descripción detallada de lo solicitado, así como el razonamiento lógico-jurídico por parte del jueza o
jueza en la cual analiza la solicitud o pedimento legal, estableciendo sus argumentos, su
fundamentación legal y su conclusión jurídica, que haga que las partes puedan entender el motivo de
su decisión, aun cuando no la compartan, pero que la decisión se baste por sí sola, con el objeto de que
quien se imponga de su contenido, comprenda la misma, ya que ello forma parte de la seguridad
jurídica que se le debe garantizar a las partes, asimismo, porque la motivación en toda decisión
judicial es de orden público, y por lo tanto, garantía de la tutela judicial efectiva y del debido proceso,
conforme lo establecen los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
…omissis…
Por lo tanto, este caso, luego del análisis de las actas y de la revisión de la recurrida, la decisión
recurrida no estableció una fundamentación jurídica ajustada a derecho, al establecer de manera
precisa los fundamentos de hecho y de derecho por los cuales consideró que procedía la desestimación
de la acusación particular propia, presentada por la victima (sic) en la oportunidad legal
correspondiente con fundamento a lo ya expresado; por lo tanto, debe declararse con lugar todos los
argumentos o denuncias del recurso de apelación, y en consecuencia, la decisión recurrida debe ser
anulada. Y así se decide.-
Por ello, estima esta Sala que la decisión recurrida al no explicar de manera razonada su decisión en
este sentido, además de haber violentado el derecho al debido proceso que consagra el artículo 49 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, conculcó el derecho a la tutela judicial
efectiva, a tenor de lo establecido en el artículo 26 de la Constitución de la Republica (sic) Bolivariana
de Venezuela, asi (sic) como lo dispuesto en el articulo 120 y 122 del Código Orgánico Procesal Penal
en cuanto a lo referente a los derechos de la victima (sic), es por lo que en virtud de la alteración de
dichos derechos y garantías constitucionales lo procedente en derecho es la reposición de la causa, la
cual dispone el artículo 435 del Código Orgánico Procesal Penal.
…omissis…

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Por lo tanto, este Tribunal de Alzada considera por las consideraciones (sic) ut supra, que no puede ser
subsanada la omisión por parte de la recurrida, ya que afecta el dispositivo del fallo, al desconocerse
los motivos por los cuales el juez de juicio (en este caso) declaro (sic) la desestimación de la acusación
particular propia, por lo ya expuesto, lo cual conlleva que la decisión recurrida, en este caso en
particular, haya vulnerado las garantías constitucionales de la tutela judicial efectiva, del derecho a la
defensa y del debido proceso, consagrados en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, y los derechos inherentes a la victima (sic) de autos dispuesto en los
artículos 120 y 122 de la carta magna, lo que conlleva a que la decisión recurrida se encuentre viciada
de nulidad absoluta, conforme lo establecen los artículos 174 y 175 del Código Orgánico Procesal
Penal; por lo que resulta inoficioso entrar a resolver el resto de los argumentos que conforman el
recurso de apelación. Y así se decide
Siendo ello así, es por lo que esta Sala considera que lo ajustado a derecho es declarar CON LUGAR
el recurso de apelación interpuesto por el ciudadano ADONAY ANTONIO BRACHO URDANETA en su
condición de victima (sic) por extensión debidamente asistido por el profesional del derecho
GERARDO VILLASMIL PARRA inscrito bajo el inpreabogado Nº 34.624; en consecuencia, decreta la
NULIDAD ABSOLUTA de la (sic) contra la decisión Nº 003-18 de fecha 16 de Enero (sic) de 2018
dictada por el Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal
del estado Zulia, mediante la cual el tribunal de instancia acordó declarar el desistimiento de la
acusación particular propia, incoada por los profesionales del derecho JOSE (sic) GERARDO PARRA
DUARTE, BUDENE ANTONIO BRICEÑO PEREZ (sic) Y HUMBERTO CESAR (sic) MORENO
FUENMAYOR, en su carácter de apoderados judiciales del ciudadano ADONAY ANTONIO BRACHO
URDANETA, en contra del ciudadano LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHAVEZ (sic) conforme los
(sic) dispone el numeral 5 del articulo (sic) 279 del Código Orgánico Procesal Penal, y por ello,
ORDENA LA REPOSICIÓN DE LA CAUSA al estado de una nueva fijación de Audiencia Preliminar
ante un Órgano Subjetivo distinto al que dictó la decisión aquí anulada, prescindiendo de los vicios
aquí establecidos, por vulneración de la tutela judicial efectiva, del derecho a la defensa y del debido
proceso, consagrados en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela así como el derecho a la victima (sic) dispuesto en los artículos 120 y 122 ejusdem, en
concordancia con los artículos 174 y 175 del Código Orgánico Procesal Penal, junto con los criterios
esbozados por el Texto Sustantivo Penal. Así se declara”.

III
DE LA ADMISIBILIDAD

Esta Sala, al estudiar la admisibilidad de la presente acción de amparo constitucional, constata que se han
cumplido los requisitos de la solicitud contenidos en el artículo 18 de la mencionada Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales y verificó que la misma no está incursa en ninguna de las causales
de inadmisibilidad previstas en el artículo 6 eiusdem, ni en las que contiene el artículo 133 de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia, razón por la que la pretensión de amparo constitucional incoada es admisible.
Así se decide.

IV
DE LA PROCEDENCIA IN LIMINE LITIS

Sobre la procedencia in limine litis de la acción de amparo, esta Sala Constitucional mediante sentencia
número 993 del 16 de julio de 2013, (caso: “Daniel Guédez Hernández y otros”), declaró que:

“(…) la exigencia de la celebración de la audiencia oral, a juicio de la Sala en realidad se justifica


en aquellos procedimientos de amparo constitucional en los cuales debe oírse ineludiblemente a las

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partes intervinientes, lo que coincide además con lo señalado en el artículo 49.3 constitucional que
establece: ‘[t]oda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso’.
(…)
De modo que, es la inmediatez y el restablecimiento de la situación jurídica infringida lo que debe
prevalecer en la ponderación con otros derechos constitucionales de igual rango como lo sería el
derecho a la defensa.
Así pues, tanto la acción de amparo como el derecho al amparo llevan implícita la celeridad y el
restablecimiento inmediato de la situación jurídica lesionada constitucionalmente, razón por la cual
el artículo 27 constitucional, conforme con el artículo 1 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, refieren que la autoridad judicial competente tendrá la
potestad para restablecer inmediatamente la situación jurídica infringida o la situación que más se
asemeje a ella; de allí que pueda o no hacerse exigible el contradictorio en el procedimiento de
amparo, dependiendo ello del hecho de que el juez constitucional estime el procedimiento más
conveniente para el restablecimiento inmediato de la situación jurídica infringida que es lo medular
en la vía del amparo; si ello no fuese así, el amparo carecería de eficacia. Por lo tanto, cuando el
mandamiento de amparo se fundamente en un medio de prueba fehaciente constitutivo de
presunción grave de la violación constitucional, debe repararse inmediatamente, en forma
definitiva, y sin dilaciones la situación infringida, sin que se haga necesario abrir el contradictorio,
el cual, sólo en caso de duda o de hechos controvertidos, justificará la realización de una audiencia
oral contradictoria. Si ello no fuera así se desvirtuaría la inmediatez y eficacia del amparo.
(…)
La Sala considera que el procedimiento de amparo constitucional, en aras de la celeridad,
inmediatez, urgencia y gravedad del derecho constitucional infringido debe ser distinto, cuando se
discute un punto netamente jurídico que no necesita ser complementado por algún medio
probatorio ni requiere de un alegato nuevo para decidir la controversia constitucional. En estos
casos, a juicio de la Sala, no es necesario celebrar la audiencia oral, toda vez que lo alegado con la
solicitud del amparo y lo aportado con la consignación del documento fundamental en el momento
en que se incoa la demanda, es suficiente para resolver el amparo en forma inmediata y definitiva.
Así pues, la Sala considera que la celebración de la audiencia oral en estos tipos de acciones de
amparo constitucional, en las que se planteen la resolución de puntos de mero derecho, sería
antagónico con lo señalado en el artículo 27 de la Carta Magna, que establece que:
el ‘procedimiento de amparo constitucional será oral, público, breve, gratuito y no sujeto a
formalidad, y la autoridad judicial competente tendrá potestad para restablecer inmediatamente la
situación jurídica infringida o la situación que más se asemeje a ella’ (destacado de este fallo);
debido a que el Juez constitucional debe esperar, aun cuando cuenta con todo lo necesario en autos
para dictar la decisión de fondo en forma inmediata, la celebración de la audiencia oral que no va
a aportar nada nuevo a la controversia. Se trataría, entonces, de una audiencia inútil o redundante
que crearía una dilación innecesaria en el procedimiento de amparo incompatible con su
naturaleza.
De modo que, condicionar la resolución del fondo del amparo a la celebración de la audiencia oral
sería inútil en aquellos casos en los cuales se intenta el amparo contra una decisión judicial por un
asunto de mero derecho o de obvia violación constitucional, toda vez que ello ocasionaría la
violación del derecho a la tutela judicial efectiva prevista en el artículo 26 eiusdem, que se concreta
en materia de amparo constitucional en el artículo 27 ibidem, debido a que el Estado no
garantizaría, en estos casos, una justicia ‘expedita’.
(…)
[S]e establece, con carácter vinculante, que, en las demandas de amparos en las cuales se ventile la
resolución de un punto de mero derecho, el Juez constitucional podrá, en la oportunidad de la
admisión de la solicitud de amparo, decretar el caso como de mero derecho y pasar a dictar, sin
necesidad de convocar y celebrar la audiencia oral, la decisión de fondo que permita restablecer
inmediatamente y en forma definitiva la situación jurídica infringida o la situación que más se
asemeje a ella (…)”. (Destacado del fallo original).

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Ahora bien, la Sala, tomando en cuenta la anterior doctrina procede a verificar si, en el caso bajo estudio,
lo alegado por la accionante se refiere a la resolución de un punto de mero derecho y, a tal efecto, observa.

El abogado accionante manifestó que la decisión de la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Zulia “(…) lesiona flagrantemente el derecho a la defensa, el debido
proceso y a la tutela judicial efectiva de [su] representado como acusado en el juicio que se debate, todo ello
en función de que las razones aducidas por el aludido Tribunal Colegiado en su fallo, para declarar la
[n]ulidad [a]bsoluta de la [d]ecisión N° 003-18, de fecha 16 de enero de 2018, dictada por el Juzgado Sexto
de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia (…)”. Al respecto,
sostuvo que “[n]o existe en el presente caso la situación de ausencia total o insuficiencia en la motivación en
el fallo dictado por el Juzgado Sexto de Juicio considerada en la Sentencia recurrida en [a]mparo para
revocarlo, pues no es verdad que en el mismo no se establezca una fundamentación jurídica ajustada a
derecho ni se establezca de manera precisa los fundamentos de hecho y de derecho con base a los cuales el
Juzgador consideró que proceda la desestimación de la acusación particular propia presentada por la
víctima en la oportunidad legal correspondiente”.

En tal sentido, la Sala precisa que el presente caso versa exclusivamente sobre un punto de mero derecho,
esto es, sobre la existencia de una lesión de orden constitucional al debido proceso y al derecho a la defensa,
producto de la presunta errónea motivación en que habría incurrido el órgano judicial denunciado como
agraviante. En tal sentido, se estima que lo señalado en la solicitud de amparo y el contenido de las actas del
expediente original que en copia certificada consignó la parte actora, constituyen elementos suficientes para que
la Sala se pronuncie inmediatamente sobre el fondo de la presente controversia, dado que las partes y los
terceros involucrados no aportarían nada nuevo en esa audiencia oral. Así se declara.

V
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Declarado el presente caso como un asunto de mero derecho, la Sala procede a resolver el mérito del
amparo y, a tal efecto, observa:

Conoce la Sala de la acción de amparo constitucional interpuesta por el abogado Freddy Ferrer Medina,
actuando en su carácter defensor privado del ciudadano Leonardo Enrique Castillo Chávez, contra la sentencia
N° 251-18 dictada el 5 de abril de 2018, por la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia mediante la cual declaró con lugar el recurso de apelación ejercido por el ciudadano
Adonay Antonio Bracho Urdaneta (víctima por extensión), asistido por el abogado Gerardo Villasmil Parra, ya
identificados, contra el fallo N° 003-18, dictado el 16 de enero de 2018, por el Juzgado Sexto de Primera
Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, mediante el cual se declaró el
desistimiento de la acusación particular propia incoada por el referido ciudadano, en el marco del proceso penal
que se le sigue al ciudadano Leonardo Enrique Castillo Chávez, por la presunta comisión del delito de
“homicidio intencional en la modalidad de exceso de defensa”.

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La Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, fundamentó su
decisión al expresar que “(…) del análisis de las actas y de la revisión de la recurrida, la decisión recurrida no
estableció una fundamentación jurídica ajustada a derecho, al establecer de manera precisa los fundamentos de
hecho y de derecho por los cuales consideró que procedía la desestimación de la acusación particular propia,
presentada por la victima (sic) en la oportunidad legal correspondiente con fundamento a lo ya expresado; por
lo tanto, debe declararse con lugar todos los argumentos o denuncias del recurso de apelación, y en
consecuencia, la decisión recurrida debe ser anulada (…)”. Conforme a ello, sostuvo que “(…) la decisión
recurrida al no explicar de manera razonada su decisión en este sentido, además de haber violentado el derecho
al debido proceso que consagra el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
conculcó el derecho a la tutela judicial efectiva, a tenor de lo establecido en el artículo 26 de la Constitución de
la Republica (sic) Bolivariana de Venezuela, asi (sic) como lo dispuesto en el articulo 120 y 122 del Código
Orgánico Procesal Penal en cuanto a lo referente a los derechos de la victima (sic) (…)”.

Por su parte, el abogado accionante manifestó que “[n]o existe en el presente caso la situación de
ausencia total o insuficiencia en la motivación en el fallo dictado por el Juzgado Sexto de Juicio considerada
en la [s]entencia recurrida en [a]mparo para revocarlo, pues no es verdad que en el mismo no se establezca
una fundamentación jurídica ajustada a derecho ni se establezca de manera precisa los fundamentos de
hecho y de derecho con base a los cuales el Juzgador consideró que proceda la desestimación de la acusación
particular propia presentada por la víctima en la oportunidad legal correspondiente (…)”.

Visto lo anterior, la Sala observa que el argumento principal de la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, para declarar la nulidad del fallo dictado por el
Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, se
refiere a un presunta falta de fundamentación o en otros términos a la inmotivación de fallo recurrido.

Ello así, la Sala estima necesario hacer referencia a los criterios que en materia de motivación de la
sentencia ha desarrollado, específicamente al contenido en la sentencia de N° 4.594/2005, (caso: “José Gregorio
Díaz Valera”), en la cual se expresó lo siguiente:

“Ahora bien, la exigencia de que toda decisión judicial deba ser motivada es un derecho que tienen
las partes en el proceso, el cual no comporta la exigencia de un razonamiento judicial exhaustivo y
pormenorizado de todos los aspectos y perspectivas que las partes puedan tener de la cuestión que se
decide, sino que deben considerarse motivadas aquellas resoluciones judiciales que vengan apoyadas
en razones que permitan conocer cuáles han sido los criterios jurídicos esenciales que
fundamentaron la decisión.
Esta exigencia de motivación deviene, en primer lugar, de la razonabilidad, es decir, la motivación no
tiene que ser exhaustiva, pero sí tiene que ser razonable; y, en segundo término de la congruencia, que
puede ser vulnerada tanto por el fallo en sí mismo, como por la fundamentación. De allí, que dicha
exigencia se vulnera cuando se produce “un desajuste entre el fallo judicial y los términos en que las
partes formulan sus pretensiones, al conceder más, menos o cosa distinta de lo pedido” (Sent. del
Tribunal Constitucional Español N.° 172/1994); así como cuando la motivación es incongruente por
acción o por omisión.

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Así las cosas, la incongruencia activa se presenta, ante la resolución de la pretensión por parte del
juez, incumpliendo la obligación de actuar de manera coherente en relación con los términos en que
fue planteada dicha pretensión, generando con su pronunciamiento desviaciones que suponen
modificación o alteración en el debate; en cambio, la inmotivación deviene por incongruencia omisiva,
por el incumplimiento total de la obligación de motivar, y dejar por ende, con su pronunciamiento,
incontestada dicha pretensión, lo que constituye una vulneración del derecho a la tutela judicial,
siempre que el silencio judicial no pueda razonablemente interpretarse como desestimación tácita”
(Subrayado y negrillas de este fallo).

De igual forma, esta Sala en sentencia N° 1619/08 del 24 de octubre (caso: “Agencia de Festejos San
Antonio C.A.”), señaló lo siguiente:

“El requisito de la motivación del fallo se fundamenta en el principio de legalidad de los actos
jurisdiccionales. La tutela judicial eficaz requiere respuestas de los órganos de administración de
justicia, que estén afincadas en motivos razonables, por lo que es necesario que toda sentencia
contenga los motivos de hecho y de derecho en que apoye su dispositivo para el conocimiento y la
comprensión de los litigantes, como condición y presupuesto para el control de la legalidad del
pronunciamiento, mediante la proposición de los recursos ordinarios y extraordinarios que la ley
otorgue a las partes que tengan legitimación para oponerlos. Si no consta en el acto jurisdiccional la
motivación sobre los supuestos de hecho o la cuestión de derecho, se configura el vicio de
inmotivación o falta de fundamentos, cuya consecuencia es, se insiste, la obstaculización para la
verificación del control de la legalidad del dispositivo de la sentencia” (Subrayado y negrillas de este
fallo).

Asimismo, esta Sala Constitucional en decisión N° 889/2008 del 30 de mayo, y que hoy se reitera, señaló
respecto a la necesidad de motivación de la sentencia lo siguiente:

“(…) la motivación del fallo debe estar constituida por las razones de hecho y de derecho que expresan
los jueces como fundamento de su dispositivo; las primeras están formadas por el establecimiento de
los hechos con ajustamiento a las pruebas que los demuestran y, las segundas, por la aplicación a éstos
de los preceptos y los principios doctrinarios atinentes; por tanto, el vicio de inmotivación en el acto
jurisdiccional consiste en la falta absoluta de afincamientos, que es distinto de que los mismos sean
escasos o exiguos, lo cual no debe confundirse con la falta absoluta de motivación, que puede asumir
varias modalidades: a) que la sentencia no presente materialmente ningún razonamiento; b) que las
razones que haya dado el sentenciador no guarden relación alguna con la pretensión o la excepción, de
modo que deben tenerse por inexistentes jurídicamente; c) que los motivos se destruyan los unos a los
otros por contradicciones graves e irreconciliables y; d) que todos los motivos sean falsos” (Subrayado
y negrillas de este fallo).

Ahora bien, visto los criterios jurisprudenciales antes expuesto, la Sala, a los fines de constatar las
denuncias de la parte accionante, estima necesario transcribir el contenido del fallo impugnado en amparo, esto
es el dictado el 16 de enero de 2018, por el Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del
Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, el cual cursa en copia certificada a los folios 96 al 102 del presente
expediente y en el cual se estableció lo siguiente:

“En el caso sometido a la consideración, se constata que en fecha 02 de julio de 2013, los
profesionales del derecho JOSÉ GERARDO PARRA DUARTE, BUDENE ANTONIO BRICEÑO
PÉREZ Y HUMBERTO CÉSAR MORENO FUENMAYOR, en su carácter de apoderados judiciales
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del ciudadano ADONAY ANTONIO BRACHO URDANETA, interpusieron acusación privada propia
en contra del ciudadano LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHAVEZ (sic), y que desde el ingreso
al Juzgado Séptimo de Juicio en fecha 21 de septiembre de 2016 se ha diferido la celebración del
juicio oral y público: en una totalidad de seis (06) veces, por incomparecencia de los apoderados
judiciales de la víctima, quienes estaban debidamente notificados por haber comparecido al acto
previo, justificando sólo la inasistencia al acto del día 29 de agosto de 2017, igualmente, se constató
que los días 06 de julio de 2017 y 01 de noviembre de 2017, además de la inasistencia de los
apoderados, no compareció al acto de apertura del juicio oral y público y no justificó la su (sic)
incomparecencia la víctima por extensión ADONAI (sic) BRACHO, quien se encontraba
debidamente notificado, ya que el Juzgado Séptimo de Juicio, en el acta de diferimiento, de los días
26 de abril de 2017 y 03 de septiembre de 2017 dejó constancia que las partes presentes quedaban
notificada (sic) las fechas indicadas.
En ese sentido, este juzgador considera necesario resaltar que el reconocimiento de los
derechos de la persona o personas que son víctima de un hecho punible, entre otras cosas,
comprende el acceso a los órganos de administración de justicia, la protección de la víctima y
la reparación del daño, incluyendo entre sus derechos la facultad de formular una acusación
particular propia contra el imputado en los delitos de acción pública, como se verificó en el
presente caso, de conformidad con los artículo 23 y 122 numeral 5 del Código Orgánico
Procesal Penal; por otro lado el desistimiento de la acusación particular propia esta (sic)
regulada en las normas que rigen la querella, en el artículo 279 del Código Orgánico Procesal
Penal y que a la letra dice:
‘Desistimiento
Artículo 279. El o la querellante podrá desistir de su querella en cualquier momento del
proceso y pagará las costas que haya ocasionado.
Se considerará que el o la querellante ha desistido de la querella cuando:
1. Citado a prestar declaración testimonial, no concurra sin justa causa.
2. No formule acusación particular propia o no se adhiera a la de el o la Fiscal.
3. No asista a la audiencia preliminar sin justa causa.
4. No ofrezca prueba para fundar su acusación particular propia.
5. No concurra al juicio o se ausente del lugar donde se esté efectuando, sin autorización del tribunal.
6. El desistimiento será declarado de oficio o a petición de cualquiera de las partes. La decisión será
apelable sin que por ello se suspenda el proceso’.
Conforme a lo anterior, se observa que el mencionado artículo que el desistimiento podrá hacerse de
forma expresa o tácitamente, enumerando una serie de circunstancias donde la inactividad configura
un abandono de la acción, por manifestar una falta de interés, y es el caso que el numeral quinto,
dispone que la acusación particular propia quedará desistida en el caso de que la parte acusadora no
concurra al juicio. Ahora bien, de la revisión de las actas procesales se evidencia la inasistencia de los
apoderados, al acto de apertura del juicio oral y público y la incomparecencia de la víctima por
extensión ADONAI (sic) BRACHO, quien se encontraba debidamente notificado para al (sic) acto
fijado para los días 06 de julio de 2017 y 01 de noviembre de 2017, y no justificó su inasistencia, y en
virtud de que la parte acusadora debidamente notificada debía comparecer, independientemente que
sus apoderados judiciales asistieran o no, ya que quien es parte acusadora en este proceso es el
ciudadano ADONAI (sic) BRACHO, y el presente proceso pese a ser de acción pública, al
constituirse como acusador particular, debe mostrar interés, ya que en este caso es quien acusa; por
lo que al no comparecer ni justificarlo, de acuerdo a las actas, hizo procedente en derecho el
desistimiento de la acusación particular propia.
…omissis…

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Por lo que, en el caso bajo estudio, la consecuencia jurídica necesaria de dicha inasistencia es un
supuesto autorizante para decretar el desistimiento de la acusación particular, todo en razón de la
falta de interés del acusador, ya que éste incurrió en una de las situaciones señaladas por el legislador
como un desistimiento, al no comparecer, al juicio oral y público fijado para los días 06 de julio de
2017 y 01 de noviembre de ' 2017, siendo esta una carga procesal impuesta a la parte actora el
ciudadano ADONAl (sic) BRACHO, conservando el resto de los derechos de víctima establecidos en
el artículo 122 del Código Orgánico Procesal Penal, y por versar el presente proceso del juzgamiento
de un delito de acción pública, continuara (sic) con la representación del Ministerio Público, en
contra del ciudadano hoy acusado LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHÁVEZ, por la presunta
comisión del delito de HOMICIDIO INTENCIONAL CON EXCESO EN LA DEFENSA, previsto y
sancionado en el artículo 405 en concordancia con el artículo 66 del Código Penal, en perjuicio del
ciudadano ADONAY JOSÉ BRACHO ROMERO.
En razón de lo expuesto, y conforme lo prevé el numeral quinto del 279 del Código Orgánico
Procesal Penal, lo procedente en derecho es declarar el DESISTIMIENTO DE LA ACUSACIÓN
PARTICULAR PROPIA, incoada por los profesionales del derecho JOSÉ GERARDO PARRA
DUARTE, BUDENE ANTONIO BRICEÑO PÉREZ Y HUMBERTO CÉSAR MORENO
FUENMAYOR, en su carácter de apoderados judiciales del ciudadano ADONAY ANTONIO
BRACHO URDANETA, interpusieron acusación privada propia en contra del ciudadano
LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHÁVEZ. En atención de lo cual, se declara procedente la
solicitud de declarar desistida la acusación particular propia intentada. Y ASÍ SE DECLARA”.

Del fallo parcialmente transcrito, se aprecia que en virtud de la solicitud de desistimiento de la acusación
particular propia efectuada por la defensa privada del ciudadano Leonardo Enrique Castillo Chávez, respecto a
la acusación que presentara en su contra el ciudadano Adonay Antonio Bracho Urdaneta (víctima por
extensión), el Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado
Zulia, con fundamento en lo previsto en el numeral 5 del artículo 279 el Código Orgánico Procesal Penal, al
verificar la inasistencia tanto de la víctima como de sus abogados a las audiencias de juicio fijadas para los días
6 de julio y 1° de noviembre de 2017, declaró el desistimiento de dicha acusación.

En tal sentido, considera la Sala que en la sentencia parcialmente trascrita se hizo un análisis
pormenorizado de la actuación procesal de la víctima por extensión en el proceso penal así como de las
disposiciones legales aplicables al caso concreto, es decir estableció claramente las circunstancias de hecho y
derecho aplicables al caso, por lo que no comparte este órgano jurisdiccional la conclusión a la que arribó la Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, en la que se anuló el fallo N°
003-18 dictado el 16 de enero de 2018, por el Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del
Circuito Judicial Penal del Estado Zulia por considerarlo inmotivado.

Aunado a lo anterior, se advierte que el fundamento expuesto por la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, respecto a que el Juzgado Sexto de Primera Instancia
en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, “(…) no resolvió conforme lo establecido en
el artículo 157 (sic) del Código Orgánico Procesal Penal, es decir, dentro de los tres (03) días, sino dos meses
después, aproximadamente, resolvió declarar con lugar [el desistimiento de la acusación particular propia], sin
explicar por qué permitió que la víctima continuara acudiendo a la convocatoria del juicio en su condición de
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parte querellante, donde la defensa no se opuso ni ratificó su solicitud; sino que por el contrario, a criterio de
esta Sala convalidó con su silencio, la asistencia de la víctima a la convocatoria del juicio”, carece de sustento,
toda vez que, por una parte, si bien no decidió el asunto en el lapso de tres (03) días previsto en el artículo 161
del Código Orgánico Procesal Penal, lo cierto es que desde la fecha de interposición de la solicitud de
desistimiento hasta la resolución de la misma, no se realizó ninguna otra actuación procesal en virtud de los
diferimientos de la audiencia de juicio oral y público a causa de la incomparecencia de la víctima y/o sus
abogados, no existiendo vulneración de los derechos al debido proceso y a la defensa de la parte querellante en el
proceso penal, al punto que pudo ejercer tempestivamente el recurso de apelación contra la decisión que estimó
le fue adversa. Por otra parte, hasta tanto no se resolviera la solicitud de desistimiento de la acusación, la parte
querellante debía continuar asistiendo al juicio con esa cualidad sin que la misma pudiera ser objetada, toda vez
que, como se expresó, no existía pronunciamiento que modificara esa condición procesal, por lo que no existió
convalidación por parte del acusado ni del juez de la causa.

Según lo anterior, no hay motivos que justifiquen que la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Zulia haya concluido que la sentencia recurrida “no estableció una
fundamentación jurídica ajustada a derecho”; tal proceder constituye, por parte de la referida Corte de
Apelaciones, en una clara vulneración de los derechos constitucionales al debido proceso y a la tutela judicial
efectiva del accionante en amparo y un desconocimiento de la jurisprudencia reiterada de esta Sala
Constitucional en cuanto a lo que debe entenderse por inmotivación, tal como se recoge en las sentencias citadas
supra, según las cuales, para la declaratoria del vicio de inmotivación debe haber una falta absoluta de
motivación, no siendo suficiente incluso para tal declaratoria, el que los motivos existentes sean escasos o
insuficientes.

Por último, la Sala destaca que, pese a la declaratoria de desestimación de la querella particular, la causa
penal por tratarse de un delito de acción pública continuará su trámite y la víctima, contrario a lo expuesto por la
Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, conserva ciertos derechos
en el proceso penal conforme a lo previsto en el artículo 122 del Código Orgánico Procesal Penal.

De conformidad con lo expuesto esta Sala, vista la vulneración de los derechos constitucionales del
ciudadano Leonardo Enrique Castillo Chávez, declara procedente in limine litis la presente acción de amparo
constitucional, por lo que se anula la sentencia N° 251-18 dictada el 5 de abril de 2018, por la Sala Tercera de la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia y, en consecuencia, se ordena que otra Sala de
la referida Corte de Apelaciones dicte un nuevo pronunciamiento, sin incurrir en lo vicios delatados en el
presente fallo. Así se decide.

VI
DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la ley, declara:

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18/7/2019 305966-0191-4719-2019-18-0651.html

1.- COMPETENTE para conocer de la presente acción de amparo constitucional.

2.- ADMITE la acción de amparo constitucional ejercida por el abogado Freddy Ferrer Medina,
actuando en su carácter defensor privado del ciudadano LEONARDO ENRIQUE CASTILLO CHÁVEZ,
antes identificados, contra la sentencia N° 251-18 dictada el 5 de abril de 2018, por la Sala Tercera de la Corte
de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia mediante la cual declaró con lugar el recurso de
apelación ejercido por el ciudadano Adonay Antonio Bracho Urdaneta (víctima por extensión), asistido por el
abogado Gerardo Villasmil Parra, ya identificados, contra el fallo N° 003-18 dictado el 16 de enero de 2018, por
el Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia,
mediante el cual se declaró el desistimiento de la acusación particular propia incoada por el referido ciudadano,
ello en el marco del proceso penal que se le sigue al ciudadano Leonardo Enrique Castillo Chávez, por la
presunta comisión del delito de “homicidio intencional en la modalidad de exceso de defensa”.

3.- DE MERO DERECHO la resolución del presente amparo.

4.- PROCEDENTE IN LIMINE LITIS la presente acción de amparo constitucional.

5.- ANULA la sentencia N° 251-18 dictada el 5 de abril de 2018, por la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia.

6.- REPONE la causa al estado en que otra Sala de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Estado Zulia dicte nueva decisión.

Publíquese, regístrese y remítase copia certificada de la presente sentencia a la Sala Tercera de la Corte
de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia a los fines legales consiguientes. Cúmplase lo
ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en Caracas, a los días 04 del mes de Julio de dos mil diecinueve (2019). Años: 209º de la Independencia
y 160º de la Federación.

El Presidente de la Sala,

JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER


El Vicepresidente,

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ARCADIO DELGADO ROSALES

Los Magistrados,

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

GLADYS MARÍA GUTIÉRREZ ALVARADO

CALIXTO ORTEGA RÍOS

LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

Ponente

LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON

La Secretaria,

MÓNICA ANDREA RODRÍGUEZ FLORES


18-0651
LFDB
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