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LOS TRASTORNOS
HIPERTENSIVOS EN EL
EMBARAZO
Primera Edición
2015
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social como ente rector en la salud en Guatemala y el
Programa Nacional de Salud Reproductiva como el ente comprometido en dar cumplimiento al
marco de los derechos sexuales y reproductivos promoviendo normas que mejoren la atención de
las mujeres en los servicios de salud, presentan el Manual para el Manejo de los Trastornos
Hipertensivos en el Embarazo, con el propósito de fortalecer las competencias del recurso humano
en el abordaje de los trastornos hipertensivos que se presentan durante el embarazo.
Con base al Informe de País de Mortalidad Materna 2013, el porcentaje de casos de muerte
materna de pacientes con trastornos hipertensivos se ha incrementado del 17% (año 2007) al 25%
(año 2013), y además, constituyen la primera causa de muerte materna en los servicios de salud,
siendo más del 90% de las muertes maternas prevenibles, debido a ello es elaborado este manual
con el objetivo de reducir las muertes maternas por esta causa.
Justificación
Objetivo
Población Objeto
Definiciones, Diagnostico y Clasificación
Principios fundamentales del manejo de
la preeclampsia-eclampsia
Manejo
Medidas básicas y de apoyo
Sulfato de magnesio
Líquidos intravenosos
Antihipertensivos
Resolución del embarazo
Conducta postparto
Complicaciones
Anexos
Consideraciones para la toma de
la presión arterial
Afiche de uso de sulfato de
magnesio
Afiche de medicamentos
antihipertensivos
Afiche de manejo de la eclampsia
Referencias Bibliográficas
Créditos
En el mundo cada minuto que pasa ocurre una muerte materna, y en los países en vías de
desarrollo siguen ocurriendo el mayor número de muertes, que constituye el 99% del total. Los
trastornos hipertensivos del embarazo afectan alrededor del 10 % de las embarazadas de todo el
mundo. La Razón de Mortalidad Materna (RMM) en Guatemala para el año 2013 fue de 113 x
100,000 nacidos vivos. Las causas de mortalidad en orden de frecuencia son: hemorragia (50%),
trastornos hipertensivos del embarazo (30%), infecciones (7%) y abortos en condiciones en riesgo
(3%). Sin embargo, los trastornos hipertensivos en el embarazo (THE) son la principal causa de
muerte materna en Latinoamérica y El Caribeal igual que en la red de servicios de salud de nuestro
país.
Los trastornos hipertensivos del embarazo son una causa importante de morbilidad grave,
discapacidad crónica y muerte entre las madres, los fetos y los recién nacidos. Algunos reportes
han descrito que alrededor de 90% de las muertes maternas y 40% de los casos de pacientes
obstétricas con morbilidad materna extrema pueden ser prevenibles. Considerando estas cifras de
prevención, podemos afirmar que la atención oportuna y eficaz que incluye la identificación,
estudio y tratamiento adecuado de las pacientes con trastornos hipertensivos del embarazo
contribuye a la disminución de la Mortalidad Materna.
El único tratamiento definitivo para la preeclampsia es la interrupción del embarazo, el parto del
feto y la expulsión de la placenta. Demorar la interrupción del embarazo puede derivar en la
progresión de la preeclampsia, lo que finalmente producirá insuficiencia placentaria y disfunción
orgánica materna. Estos trastornos están claramente asociados con un mayor riesgo de mortalidad
materna y perinatal.
Este manual tiene como propósito el mejorar las competencias del personal de salud para que se
realice un trabajo de forma sistemática, rápida, oportuna y en equipo en el manejo de los
trastornos hipertensivos en el embarazo y con ello lograr reducir la morbi-mortalidad materna
por esta causa.
Establecer los elementos teóricos para el manejo sistemático, en equipo, rápido y oportuno de los
trastornos hipertensivos en el embarazo de tal forma que en el mediano plazo se logre disminuir la
morbilidad y mortalidad por esta causa.
POBLACION OBJETIVO
Los trastornos hipertensivos durante el embarazo aparecen en la mayoría de casos al final del
tercer trimestre de gestación, sin embargo, también se presentan en el segundo trimestre del
embarazo y durante el puerperio.
Se clasifica en 4 presentaciones que tienen diferentes características pero que son muy parecidas
clínicamente, considerando que es un mismo proceso fisiopatológico progresivo y no
independiente.
Estas son:
1. Preeclampsia - Eclampsia
2. Hipertensión Crónica
3. Hipertensión Crónica más preeclampsia sobreagregada
4. Hipertensión Gestacional
1. Preeclampsia-Eclampsia:
Preeclampsia:
Su definición involucra tres variables:
Inicio luego de la semana veinte de gestación, sin hipertensión previa.
Hipertensión definida como presión arterial sistólica >= 140mmHg y/o diastólica >=
90mmHg (dos tomas separadas por 4 horas de diferencia) o presión arterial sistólica >=
160mmHg y/o diastólica >= 110mmHg (una sola toma)
Proteinuria definida como:
Relación de proteína/creatinina >= 0.3 (ambos en mg/dL);
Eclampsia:
Definida como convulsiones tónico-clónicas generalizadas que no se atribuyen a alguna otra causa,
sino asociadas a algún trastorno hipertensivo del embarazo.
La mayoría de los casos las convulsiones se presentan en las primeras 24 horas postparto, no
obstante se pueden presentar durante el embarazo e intraparto. Sin embargo, de continuar con
convulsiones que no ceden al sulfato de magnesio y/o que se presentan 48-72 horas post parto,
deberá investigarse otras causas como hemorragia, epilepsia y/o proceso ocupativo.
4. Hipertensión Gestacional:
Definida como hipertensión arterial después de la semana veinte de gestación y ausencia de
proteinuria.
Esta puede progresar a preeclampsia desde el momento que aparece algún criterio de la misma.
La falta de normalización de la presión arterial luego del post parto cambia el diagnóstico a hipertensión
crónica.
Una vez se tenga claro el diagnóstico de preeclampsia-eclampsia, el personal de salud debe tener
claros los siguientes principios:
Priorizar siempre la condición materna sobre la fetal, debido a que un adecuado manejo materno
conlleva a mejores resultados fetales.
El tratamiento materno adecuado y oportuno constituye la única prevención del sufrimiento fetal.
Canalizar de manera profiláctica con catéter ancho y corto, ya que el volumen de administración de
líquidos está limitado por el diámetro y longitud por el cual fluye, por lo que se deben colocar 2 accesos
periféricos de gran calibre, catéteres # 16 (210 ml por minuto) o #18 (105 ml por minuto).
A todas las pacientes que se diagnostique preeclampsia-eclampsia se deben brindar la medidas de
apoyo básicas.
Trabajar siempre en equipo previamente sensibilizado y capacitado.
En caso la paciente con preeclampsia-eclampsia desarrolle hemorragia obstétrica con choque
hipovolémico la reposición de volumen se debe hacer con soluciones cristaloides, como primera opción
la Solución Hartman y si no se cuenta con este tipo de solución, se debe utilizar solución salina 0,9%.
Toma de muestras de laboratorio (hematología con recuento de plaquetas, tiempo de coagulación,
creatinina, úrea, ácido úrico, pruebas hepáticas, HDL y compatibilidad).
Control estricto de ingesta y excreta.
Monitorización fetal intermitente donde no se puede tener un monitor externo constante.
MANEJO
Los pilares del manejo inicial, al diagnosticar preeclampsia – eclampsia son:
Preeclampsia Eclampsia
Protección de vía aérea. Evitar Aspiración con la protección
Suplementar con oxigeno de ser de vía aérea y colocando de lado a
necesario si Saturación de la paciente.
Oxigeno ≤90%. Evaluar uso de Antihipetensivos:
Monitorización de signos vitales y con P/A ≥160/100 mmHg.
2. Sulfato de Magnesio
El manejo para prevenir intoxicaciones con sulfato de magnesio es puramente clínico y previo
continuar con la dosis de mantenimiento, es necesario evaluar cada 30 minutos y garantizar los
siguientes 3 parámetros:
1 gramo de Gluconato de Calcio (10ml de solución al 10%) vía intravenosa lentamente (por lo
menos en 3 minutos)
Debe administrar oxígeno a 3 L/min por cánula binasal o 8 L/min por máscara con reservorio. Use
una oximetría de pulso si está disponible. En casos severos, proceder a la intubación endotraqueal
y asistencia respiratoria mecánica.
10 ml 10 % 1 gramo
10 ml 20 % 2 gramos
10 ml 50 % 5 gramos
3. Líquidos Intravenosos
Lo correcto es que solo se usen los fluidos con los que se administra el sulfato de magnesio (80
cc/h). Se puede administrar una hidratación adicional intravenosa de 500 cc en 24 horas. No hay
justificación basada en pruebas para recomendar el uso rutinario de fluidos en la pre-
eclampsia/eclampsia. Se deberá utilizar bolus de 300-500 mililitros en presencia de hipovolemia
manifestada por oliguria.
4. Antihipertensivos
Se deben utilizar antihipertensivos solamente cuando las presiones sistólicas son ≥ 160 mmHg o
presiones diastólicas ≥ 110 mmHg. El objetivo será disminuir un máximo del 25% los niveles de
presión, la diastólica entre 90 y 110 y la sistólica entre 140 y 150 mmHg. NUNCA NORMALIZARLA.
LA PRESIÓN ARTERIAL NO DEBE DE REDUCIRSE EN MÁS DEL 20% DEL VALOR INICIAL
Se debe usar el medicamento con el que mejor experiencia se tenga de los tres (labetalol,
hidralazina, nifedipina).
Si la hipertensión severa no disminuye se debe agotar la dosis máxima permitida y, de acuerdo con
el criterio dictado por la experiencia del médico o la factibilidad de contar con el fármaco,
administrar un segundo medicamento.
Si la gestante es hipertensa crónica conocida debe iniciar el tratamiento con medicamentos orales
cuando tenga presiones arteriales ≥ 150/100 mmHg y si además presenta una de las siguientes
complicaciones: daño renal, cardiopatía, síndrome antifosfolipidico, diabetes mellitus; o presión
arterial ≥ 160/105 mmHg persistente sin daño a órgano blanco. El objetivo del uso de
antihipertensivos es mantener una Presión Arterial Sistólica (PAS) 120-160 mmHg y PAD 80-105
mmHg.
Si la hipertensión grave no disminuye se debe agotar la dosis máxima permitida y, de acuerdo con
el criterio dictado por la experiencia del médico o la factibilidad de contar con el fármaco,
Todos los casos de pacientes con trastornos hipertensivos deben ser hospitalizadas ya que significa
un riesgo progresivo materno y neonatal.
Se recomienda inducción del parto si la condición fetal lo permite y el cuello uterino es favorable
(Índice de Bishop mayor o igual a 6) iniciar oxitocina con bomba infusión continúa o realizar
cesárea cuando exista contraindicación de oxitocina (materna o fetal) o cuello uterino
desfavorable, inducción fallida o embarazo menor de 30 semanas de edad gestacional.
Teniendo en consideración el contar con una unidad de neonatología para la atención de estos
recién nacidos, o de lo contrario es preferible la referencia a un centro hospitalario de mayor
complejidad.
6. Conducta Post-parto
Los controles del posparto inmediato no difieren del control obstétrico habitual con las
consideraciones mencionadas respecto a uso de antihipertensivos y prevención de eclampsia
posparto con sulfato de magnesio hasta 24 horas posparto.
Terapia antihipertensiva puede ser reiniciada después del parto, sobre todo en las mujeres con
preeclampsia severa, hipertensión crónica y aquellas que han tenido parto pretérmino.
ANEXOS
Durante las visitas de control prenatal, es necesario el control de la presión arterial en todas las consultas,
ya que la mayoría de las mujeres estarán asintomáticas inicialmente. Siendo las cifras de presión arterial
fundamentales para el diagnóstico y manejo de los trastornos hipertensivos gestacionales, se debe tomar
en consideración las siguientes recomendaciones basadas en evidencia:
La toma debe realizarse con la paciente sentada con el brazo a la altura del corazón.
Debe utilizarse un tensiómetro aerobio con manguito apropiado que cubra 1,5 veces la
circunferencia del brazo. Las pacientes con sobrepeso usualmente no tienen presión arterial más
alta, sino que los manguitos pequeños causan lecturas falsamente altas. Utilice un manguito grande
y apropiado.
Para la medición de la presión arterial diastólica debe utilizarse el 5º ruido de Korotkoff,
correspondiente al momento en el que deja de escucharse el sonido del pulso. Si hay diferencias en
la toma de ambos brazos, debe considerarse el registro mayor y ese brazo debe ser el utilizado en
toma posterior.
El diagnóstico de hipertensión debe basarse en las mediciones de la presión arterial tomadas en
servicios de salud u hospital.
La hipertensión en el embarazo debe ser definida como una presión arterial diastólica de 90 mm Hg
o más, en al menos dos mediciones y tomadas en el mismo brazo.
Hipertensión severa debe ser definida como una presión arterial sistólica de 160 mm Hg o una
tensión diastólica de 110 mm Hg o más.
Para la hipertensión severa, una repetición de la medición debe ser hecha en 15 minutos para su
confirmación.
Hipertensión aislada (o de bata blanca) debería definirse como presión arterial diastólica en
consultorio de 90 mm Hg, pero en casa tensión arterial de