Esta posición de silencio que la revista ha tomado sobre la inmigración ilegal en la
política de los Estados Unidos es desagradable, grave, y un insulto. Las circunstancias de este discurso de inmigración invalidan una posición de silencio; hay más y más hispanohablantes en los Estados Unidos que son de los países afectados por este discurso. Esta parcial discusión está cargada con información falsa que retrata estos inmigrantes trabajadores como criminales y extranjeros. Los periódicos tienen que estar involucrados con el discurso, tienen que construir un lugar donde el debate puede ser discutido e interpelado; un lugar donde la información es correcta y las personas pueden ser educadas sobre el tema. Hay casi 37.6 millones de personas en los Estados Unidos que son hispanohablantes. Estas personas son los testigos para el inmigrante, son ejemplos del beneficio de un sistema de inmigración que funciona. Ellos están esforzándose para vivir mejor; están cumpliendo la búsqueda de felicidad que está prometida a todos los ciudadanos de los Estados Unidos. Estos defensores del sueño americano necesitan una audiencia para refutar este retrato falso del inmigrante. Es grave tener dos lados iguales en un discurso y estos millones de testigos no tienen voces, no pueden ser escuchados sobre los gritos de los “Americanos”. Esta revista les puede dar una voz. Uno puede imaginar que una revista no necesita construir un lugar donde las personas reciben información correcta y experiencias de los Latinos sobre esta discusión. Esta imaginación está equivocada. Esta revista representa a los Latinos de OSU y estas personas están afectadas por este debate, entonces tiene una obligación de tener una posición de acción, una obligación de mostrar las cifras correctas y preguntar las cuestiones críticas. Este es el trabajo de los periódicos. Señor Editor, esta no es una posición en favor o en contra de la repatriación, esta es una posición de acción, de representación, de periodismo. La escritura representa la única forma de debate donde dos lados pueden discutir libres. Tiene que tomar una posición sin silencio sobre la repatriación ilegal.