1.

Espectáculo: para Debord, las relaciones sociales han sido reemplazadas por una mera apariencia de
conexión. NO es sinónimo de entretenimiento, pues el entretenimiento es únicamente una faceta del
espectáculo. El espectáculo es la mera simulación de experiencias y relaciones reales, una imitación de la
realidad objetiva, pero está vacío: sus medios son su fin, y no hay nada más allá. “El espectáculo no es un
conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizada por imágenes.” Un ejemplo
perfecto de esto lo encontramos en Instagram: en Instagram no hay una comunidad. Hay gente que mira
las fotos de otra gente, pero jamás hay una interacción entre personas: solamente hay el mundo de la
contemplación del Otro.
2. Realidad: la sociedad del espectáculo se asegura de que la realidad de la imagen, la simulación, invada la
realidad “real” establecida. Todo lo que tenemos por real es banalizado por el espectáculo, convirtiéndolo
en un producto de consumo “La realidad vivida es invadida por la contemplación de lo material… la realidad
surge en el espectáculo, y el espectáculo es real.” De este modo el espectáculo reemplaza la realidad vivida
y logra que el espectador viva en un mundo de contemplación, donde todo es falso.
3. Alienación: en la sociedad del espectáculo, “cuanto más se contempla, menos se vive”. En vez de salir a
hacer deporte, quédate viéndolo en ESPN. En vez de salir a conocer gente, quédate viendo Love Actually.
Los hikikomori, una generación de jóvenes japoneses con un trastorno extremo de socialización
manifestado en el aislamiento físico y la dedicación de todo su tiempo y recursos a jugar videojuegos y ver
anime, son una muestra aterradora de esta alienación. Mediante el espectáculo y la simulación, el sistema
logra mantener al individuo alejado de sus pares y paralizado en la contemplación y la apariencia, con el
propósito de expandir el mundo creado del capitalismo y hacer que la rueda de la mercancía no pare de
girar. “EL ESPECTÁCULO NO SUPONE LA TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO, SINO SIMPLEMENTE
SU CONTEMPLACIÓN.”
4. Fetichismo de la mercancía: Debord explica la transformación de la sociedad moderna, del “ser” al “tener”
y por último al “parecer”. Es una sociedad mercantilista, donde el “parecer” es la regla suprema. ¿Cuántas
veces no hemos visto gente vistiendo ropa falsa de Adidas o Supreme, simplemente para aparentar que
pertenecen a una clase más alta? La mercancía se vuelve una extensión del espectáculo, de la simulación
que se vuelve realidad. “La relación con la mercancía no sólo es visible, sino que es lo único visible: el
mundo que se ve es su mundo.”
5. Detournement: la “solución” propuesta por Debord para luchar contra el sistema y la maquinaria del
espéctaculo es el detournement o inversión del espectáculo. Esto consiste en utilizar los logos, slogans y
propaganda de los medios masivos y el capitalismo en contra del capitalismo. La inversión del espectáculo
busca que el espectador salga de la contemplación y cuestione su realidad al ver los símbolos del
espectáculo ridiculizados y distorsionados, y darles un significado completamente distinto a esos símbolos
fuera de su contexto. El grupo político de Debord, la Situacionista Internacional, llevó a cabo esta inversión
mediante el collage y el vandalismo de la publicidad, y la táctica sobrevivió con el movimiento punk, el
culture-jamming de los 90, y la moderna técnica del remix. Sin embargo, esta técnica de inversión tiene el
riesgo de ser absorbida por el espectáculo, y ser convertida en otro objeto para ser vendido, comprado y
contemplado como mercancía.