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Impacto ambiental y medidas de protección

1. En el aire:
Durante la extracción y trituración de las materias primas del cemento, cal y yeso
(principalmente piedra caliza, yeso y anhidrita), realizadas normalmente en canteras,
no se producen gases de escape.
Las materias primas del cemento se suelen secar al mismo tiempo de su preparación
y molienda, por lo que la humedad presente se desprende en forma de vapor de agua
inocuo. Durante la cocción de las materias primas, u obtención del cemento, tiene
lugar, por desprendimiento del dióxido de carbono (CO2) contenido en la piedra
caliza, la transformación de carbonato cálcico en óxido cálcico. Así pues, las
emisiones gaseosas de la cocción están formadas por el CO2 de la des carbonatación,
los gases de escape delos combustibles y también vapor de agua en pequeña cantidad.
En el gas desprendido pueden aparecer también compuestos de azufre (generalmente
en forma de SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx). Las emisiones de vapor y de cloro y
flúor gaseosos se evitan en el proceso normal por adsorción de los contaminantes en
el producto combustible. Las emisiones de vapor de agua y de CO2 son inherentes al
proceso, mientras que la aparición de compuestos de azufre puede reducirse
drásticamente con el uso de materias primas y combustibles adecuados y el control
del proceso de combustión. Hasta ciertos límites los componentes sulfurados son
fijados por la clinca del cemento durante la cocción.
2. Emisión del polvo:
Durante la obtención y elaboración de cemento, cal y yeso, el proceso produce polvo en
diferentes fases de trabajo. En el cemento este polvo es una mezcla de piedra caliza, óxido
cálcico, minerales del cemento y a veces también cemento totalmente cocido, mientras que
en el yeso es anhidrita y, sobre todo, sulfato cálcico. A excepción del polvo de CaO puro, que
aparece en la cocción de la cal, el polvo no es peligroso, pero sí muy molesto. En los distintos
grupos de producción y dispositivos de transporte de una fábrica de cemento hay que
aspirar y despolvar de 6 a 12 m³ de aire y gas de escape por kg de material.

3. Emisión de ruido:
Las fábricas de cemento ocasionan un impacto sonoro mucho mayor que las de cal y
yeso. Pero también estas últimas tienen sectores de producción cuyos niveles de ruido
son considerables.
En la extracción de materias primas pueden producirse durante corto tiempo molestias
de ruido a causa de explosiones y las consiguientes sacudidas. Pero con
procedimientos de detonación adecuados se pueden reducir en gran medida estas
emisiones de ruido. Durante la preparación surgen ruidos molestos producidos, por
ejemplo, por quebrantadoras de impacto y molinos para el desmenuzamiento de
materiales duros. Estas instalaciones de trituración y las de preparación asociadas se
pueden encapsular para que el medio ambiente quede protegido de impactos sonoros
graves. La mayor parte de molinos de materias primas y de cemento producen un
ruido tan intenso que han de instalarse en locales insonorizados separados, donde no
haya puestos de trabajo permanentes.
4. Agua:
En el sector minero de la industria de cemento, cal y yeso, el agua residual puede
contener materias sedimentables. Para no superar los valores establecidos por la
normativa vigente, es preciso pasar el agua surgida en la mina a través de tanques de
reposo, y el agua utilizada para lavar la piedra caliza siempre a través de tanques de
sedimentación. El agua superficial que surge en el entorno de las minas debe ser
descargada aparte. Las fábricas de cemento y de cal son a veces grandes consumidores
de agua, pero el proceso tecnológico no produce contaminación del agua. En las
fábricas de cemento se necesitan unos 0,6 m³ de agua por tonelada de cemento para
la refrigeración de las máquinas. La mayor parte de esta agua se encuentra en
circulación, por lo que sólo hay que reponer las pérdidas. En las instalaciones que
trabajan con el método seco también se consume agua para la refrigeración de los
gases de escape de los hornos, pudiéndose calcular un consumo neto aproximado de
0,4 a 0,6m³ de agua por tonelada de cemento. En las instalaciones que trabajan con el
método húmedo se necesita aproximadamente otro m³ por tonelada de cemento para
la molienda del lodo. Esta agua se desprende de nuevo por evaporación. En la
industria de la cal se necesita agua para el apagado de la cal cocida (aprox. 0,33m³/t
de cal). Algunas fábricas de cal consumen, sobre todo cuando se exigen calidades de
gran pureza, otro m³ aprox. de agua por tonelada de cal para el lavado de la piedra
caliza bruta. Dependiendo del consumo, esta agua de lavado se pasa a tanques de
sedimentación o a piscinas de clarificación, donde las partes finas se depositan y el
agua residual se evapora, o a veces se reutiliza. La industria del yeso necesita
relativamente poca agua, pues al transcurrir los procesos a temperaturas bajas, no hace
falta energía de refrigeración. En la fabricación de placas de escayola, al yeso bruto
se añade agua, que permanece en el producto para el fraguado del yeso. Se puede
conseguir una reducción del consumo de agua aumentando la proporción de agua en
circulación o manteniendo las pérdidas de agua al mínimo posible. En regiones secas
el consumo de agua de refrigeración puede reducirse mediante la instalación de
precipitaderos electrostáticos especiales, con capacidad de funcionamiento a las altas
temperaturas del gas de escape. El agua sanitaria acumulada requiere conducción y
gestión especiales.
5. Suelo:
En las inmediaciones de las fábricas de cemento, cal y yeso, si el mantenimiento de
las instalaciones de separación de polvo es insuficiente, los suelos pueden deteriorarse
por el polvo que reciben. Cierto es que en la fabricación del cemento se pueden
introducir en el proceso elementos traza con efectos potencialmente negativos sobre
el medio ambiente, a través de componentes de materia prima especiales, como
mineral de hierro, o actualmente también a través de materiales de desecho
combustibles, cada vez más utilizados. No obstante, estos contaminantes son
absorbidos casi totalmente en estado fundido por la clinca de cemento, formando
enlaces químicos y contrarrestando así su efecto contaminante. Para evitar desde el
principio posibles perjuicios con el uso como combustible de componentes de
materias primas especiales o de productos de desecho de otras industrias, es preciso
efectuar análisis de los elementos traza de relevancia ambiental como plomo (Pb),
cadmio (Cd), teluro (Tl), mercurio (Hg), cinc (Zn), que se depositan en el polvo de
filtros. Llegado el caso, debe impedirse la acumulación de contaminantes en el
proceso con medidas técnicas adecuadas, por ejemplo, la separación del polvo.
6. Con el ecosistema:
Las fábricas de cemento, cal y yeso necesitan materias primas que se encuentran a flor de
tierra, por lo que al extraerlas no se pueden evitar interferencias en el paisaje circundante.

En la elección del emplazamiento de las fábricas de cemento, cal y yeso deben tenerse en
cuenta también los aspectos ambientales. Si se trata de emplazamientos en zonas
aprovechadas hasta entonces para la agricultura, han de considerarse posibles fuentes de
ingresos alternativas, sobre todo para las mujeres afectadas. Además del debido
cumplimiento de las normas sobre gas de escape, polvo, ruido y agua, hay que verificarlas
condiciones del terreno, la integración en el paisaje y la infraestructura del emplazamiento.
La infraestructura comprende, por ejemplo, suministro y posibilidades de vivienda para el
personal femenino y masculino, sistemas y volumen de tráfico, industrialización existente y
planificada de la zona. Dado que el impacto ambiental no se limita al área de la fábrica, los
grupos de población afectados, y sobre todo mujeres y niños, deben tener derecho a
atención médica. En la producción de cemento se necesita alrededor de 1,6 t de materia
prima por cada tonelada de cemento, además de yeso, consumiéndose en total 1,65 t aprox.
de materia prima. En la producción de cal el consumo de materia prima, con cerca de 1,8 t
por tonelada de producto final, es aproximadamente un 10 % mayor que en la fabricación
de cemento. En el consumo calculado de materia prima no se ha tenido en cuenta el
escombro, que varía mucho de un yacimiento a otro. La mayor parte del consumo de yeso
se podría cubrir actualmente en Alemania con el yeso acumulado de las instalaciones de
desulfuración de gases de combustión, con lo que la preparación de esta materia prima ya
no necesitaría alterar el paisaje. Para el posterior recultivo de una cantera se recomienda
hacer la provisión de fondos ya durante la explotación.

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